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INTRODUCCIÓN

Todo la vida de un individuo se sostiene en un cambio persistente de envejecimiento siendo el


mismo cuadro como tal, un proceso, donde el hombre a lo largo de toda su vida desde el instante
en que inicia su vida, comienza a envejecer y generar cambios a nivel psicológico y físico,
culminando este proceso finalizando la etapa del ciclo vital del ser humano el cual alude a la
vejez propiamente tal, y la serie de elementos que implica este periodo en la vida de un ser
humano, estos dos conceptos se enlaza pero no son lo mismo como, se señala al principio, uno
es durante toda la vida y el otro es la consumación y la última etapa de un individuo antes de la
muerte.

Es por ello que el presente ensayo hace mención a que ocurre en esta etapa del ciclo vital de la
vejez en un marco y el entorno relacionado a los derechos y la colaboración de estas personas
distinguiéndolo dentro del cuadro de circunstancias que inciden en la vida de estos individuos
en dicha etapa, ejemplificando se hace alusión a la siguiente pregunta ¿de qué estructura se
hacen valer los derechos de un adulto mayor en eventualidades de fragilidad y como este mismo
se hace la notificación en la ejecución de dichos derechos?. En el sistema internacional de
derechos humanos, «la edad» es un asunto que ha sido escrito bajo la amplia acepción de
«cualquier otra condición social», haciendo referencia por extensión a las diferencias de edad
y coexistentes, pero cuya mediación no ha sido palpable.

. En frecuente ocasiones se a evidenciado que una persona violada en sus derechos en esta etapa
no a sido asistido ni menos intervenida con la aplicación y justicia que realmente se requiere,
cuantas veces se palpa en la población personas mayores en situación de calle que pasan a vista
y paciencia de los demás sin siquiera ser tomados en cuenta; existe ahí una contravención clara
en sus derechos a ser atendidos a su menester gritada de forma entendida a un refugio digno y
atención adecuada, ¿Dónde están las legalidad oficial o establecimientos encomendados de
observar la evolución integra de estos seres vivos?.
La longevidad es la fracción del postrero curso del ciclo vital del ser humano, siendo una
transformación de envejecimiento persistente del mismo ser durante toda su existencia.
Mientras este proceso de envejecimiento los individuos poseen derechos propios concedidos al
ser humano y a su convivencia, en muchos entornos de su vida y la garantía social existente.
Visiblemente los derechos están ofrecidos desde el instante desde que se crea un nuevo ser
humano, sin embargo la vida es un constante cambio y la sucesión de la historia de la humanidad
van reformándose y renovando creando una serie de problemáticas sociales, a las cuales los
mismos derechos requieren tener un foco de vigilancia más específico, es ahí donde empieza la
afinidad a la etapa de vejez y como las personas que corresponde a este grupo pueden conseguir
ser considerados y beneficiados por un sistema público, que acoja a los mismos una seguridad
social y políticas públicas que vayan en post de un bienestar común. Así como la infancia tiene
focos de atención determinado en todo ámbito por ser derecho universal a su defensa, la vejez
debe tener el mismo grado de envergadura, ya que, es parte de un proceso del ciclo vital y no
menos significativo que los demás.

Se haya instituciones como asilos de ancianos, pero en ellas no se considera una inclinación
por atender lo que la persona requiere realmente, no existe una estimación de las capacidades
de estos individuos y se torna una regularidad a la cual los semejantes se habitúan y se
condicionan como un despertador, por qué, el sistema no se encomienda de tomar en cuenta lo
que ellos mismos desean para su dicha, considerarlos un aporte, e incluso darle espacio a que
se sientan parte de la sociedad en algún empleo, estudios o por qué no decirlo, una vida como
cualquier otro ser humano que desempeña labores normales, las políticas deberían obligar a que
se generen instancias donde se apoye de forma íntegra todas las necesidades que puedan surgir
en esta etapa, considerando todas las problemáticas de un adulto mayor para generar en los
mismos más participación y que vean que son capases de lograr una vejez digna, todas las
instancias que ya existen solo suplen necesidades básicas como cobijo, alimentación y una serie
básica de actividades recreativas monótonas y sin sentido.

La determinación propia de un sujeto a ser colaborador de sus concerniente privilegios en la


vejez hace referencia a que se debe difundir la participación y mejoras en las políticas de
protección a la vejez, no solo acoger a los individuos en hogares y darles de comer, sino que,
modificar la forma de creer que los ancianos son sujetos solo de cuidados, sino más bien, definir
un nuevo concepto implícito y/o explícitos en la forma de verlos y tratarlos, como también, ver
que son sujetos capases y con necesidades especiales en esta etapa. Se debe fomentar a estos
individuos a demandar y quienes están a cargo de cambiar o idear nuevas formas de políticas
que generen conciencia de que esta etapa debe ser tomada en cuenta de la misma forma en cómo
se defiende a un niño en sus derechos. Dentro del devenir de la práctica se observó en ocasiones
situaciones de este tipo, donde personas mayores simplemente son tratadas como un sujeto de
cuidado.

Las personas muy pocas veces pueden ser voceros de la exigencia de sus propios derechos,
sobre todo si están solos o no se conforman en grupos, por ello es importante para que las
personas mayores puedan obtener más derechos y toda esta problemática de deficiencia en las
políticas públicas que apuntan hacia estas faltas de empleo, participación y carencia en suplir
estas necesidades, deben ser fomentadas en grupos, es imperativo que los adultos mayores sean
motivados a hablar por ellos mismos, y quienes son profesionales del área social o encargados
de asociaciones o instituciones que trabajen en este campo de acción, deben por deber, fomentar
en estos grupos etéreos el conocimiento e información de lo que deben tener como derecho,
para que puedan ser partícipes ellos mismos de una modificación en lo que apelan o lo que se
necesita para que las personas mayores tengan una vejez más digna.

La situación puede ser consecuencia de diferentes falencias o factores que han impedido una
mirada directa a la intervención y el tratamiento de personas mayores, puede ser por un
fenómeno histórico cultural que a denotado al adulto mayor como personas viejas, de cuidado
y de poca utilidad y servicio productivo, para poder ser tomado en cuenta, comprende a la vez
un fenómeno durante el proceso de envejecimiento donde las personas mayores que pertenecen
a la generación actual son un grupo donde lamentablemente sus estudios son básicos y en la
mayoría de los casos no terminados, lo que genera un síntoma de ignorancia antes los derechos
que por ley deberían serles otorgados y poder levantar la voz ellos mismos, para protestar por
lo que aun no se les facilita, también se puede vincular que durante la juventud y el proceso de
envejecimientos de estos individuos no existió preocupación por esta etapa futura y protegerla
durante el transcurso de sus vidas, imponiendo o conservando recursos que ayudaran a tener
una vejez adecuada, muchos hasta quedando sin una pensión digna o una situación económica
que mantuviera una forma de vida

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