Вы находитесь на странице: 1из 2

EL ARTE DE AMAR

AMOR A SI MISMO
El libro en un principio nos habla que el amor hacia los demás y el amor propio son muy
diferentes, ya que si yo me amo se le llama ser narcisista de una manera egoísta y si yo amo a
los demás no podre amarme.

En discusión a esto del amor propio, se realizó un estudio psicológico en el que se incluye la frase
biblia “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, que implica el quererse y respetar a los demás como
a uno mismo, indicando que el amor propio no es egoísta sino una forma de auto respetarse y
auto comprenderse y que el amar a los demás va de la mano al amarse uno mismo.

Con esto, se tuvo como conclusión con el examen psicológico que el amor es una forma de
conexión con lo prójimo y con nosotros mismos, el amor nos caracteriza como humanos ya que
es parte de nosotros el querer, respetar, proteger a las personas, cosas u objetos que amamos
como a nosotros mismos.

Y Por último, el amor propio y el egoísmo son totalmente diferentes, el egoísta ni tan siquiera
llega a amarse a sí mismo, sintiéndose vacío, infeliz, preocupado por arrancar a los demás las
satisfacciones que él no puede o quiere conseguir.
En el caso de una madre sobreprotectora, más que un amor excesivo lo que muestra es la forma
de compensar su total incapacidad de amar. En esencia poca diferencia el efecto producido por
la madre generosa y la madre egoísta, pudiendo ser peor la primera, en cuanto los hijos evitan
criticarla, se sienten presionados, la obligación de no desilusionarla. Para llevar a un niño a
conocer la felicidad, el amor y la alegría no hay nada como una madre que se ama a sí misma.
Algo similar podría decirse de una persona ‘generosa’ que poco o nada quiere de sí mismo y sólo
vive para los demás: no es feliz, es hostil hacia la vida, la generosidad es una fachada que esconde
un intenso egocentrismo.

Esta frase de amarse así mismo, muchas veces lo han visto como una señal de narcisismo o
egoísmo, pero el autor nos enseña que amarse así mismo, no es esto, ni tampoco excluye a las
demás personas y que esto debe ser en conjunto las personas que se aman a sí mismos, son
capaces de amar a los demás.
Amarse a uno mismo es, ante todo, aceptación incondicional y completa de todos nuestros
aspectos.

Tenemos que empezar amando a nuestro cuerpo tal cual es, sin forzarlo a ajustarse a un
modelo que nos han impuesto. Amarlo, cuidarlo y respetarlo por dentro y por fuera,
incondicionalmente.
Lo siguiente es aceptar y saber expresar adecuadamente todas nuestras emociones, pues cada
una de ellas cumple una función positiva, si sabemos cuál es y cómo hacerlo. De lo contrario,
nos deprimimos, sentimos ansiedad o caemos enfermos.
Por eso la expresión adecuada de lo que sentimos es fundamental para llevar una vida sana y
plena de vitalidad.

También hay que aprender a usar nuestra mente, para que podamos utilizarla a nuestro favor, y
no en nuestra contra. La mente es una herramienta magnífica, si sabemos cómo sacarle
provecho.
Y también es importante conocernos y amarnos a nivel del alma, para crecer espiritualmente y
tener vidas realmente significativas.

BIBLIOGRAFIA:

 Erich Fromm. (1956). El Arte de Amar. Estados Unidos: Harper.

Вам также может понравиться