¿Qué queda en el santandereano contemporáneo de los

aguerridos comuneros del siglo XIX?

La Rebelión de los Comuneros fue a causa del levantamiento armado que estalló
en la Nueva Granada en 1781, principalmente asociado a la revuelta en el Socorro
(entonces provincia de Santa Fe) que terminó parcialmente con las capitulaciones
de Zipaquirá en junio.

La insurrección comunera tiene por causa inmediata las medidas tomadas por el
regente visitador Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres, quien aumentó el impuesto
de alcabala; estableció impuestos a la sal, el tabaco y los juegos de cartas; e
impuso nuevos impuestos a los textiles de algodón.

Lo que queda todavía en el Santandereano de esa época es sobre el

levantamiento armado, ya que han habido nuevos hechos de violencia en
Santander que ha dejado como saldo personas fallecidas y heridos tras estos
hechos que nos invaden. También podemos encontrar en el Santandereano el
aumento a los impuestos a la mayoría de productos de uso común y la producción
de los textiles de algodón, aunque ha decaído por la introducción de textiles de
otros países, lo cual ha desfavorecido la venta en este sector a pesar de tener
demasiados años en la industria textil.

A pesar del paso de los años los Santandereanos se caracterizan por conservar
aspectos de esa época; pero que en si afectan a la comunidad, ya que tras los
hechos violentos deja como saldo personas muertas, personas desmovilizadas
tras las afectaciones de los hechos, los impuestos son un gran problema por la
falta de dinero y más por los intereses que cobran por el atraso de este pago y la
introducción de textiles de otras partes al país ya que de este trabajo se
mantenían demasiadas personas que tuvieron que ser despedidas por la falta de
ventas y de ingresos de estos productos.