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PUBLICACION DE LA ESCUELA DE TRADUCCION DE LA UNIVERSIDAD INTERCONTINENTAL, ANO7 NUMERO 13. PRIMAVERA-VERANO 1998 Editorial odo proyecto literario implica riesgos, salvables 0 insalvables; y todo riesgo trae consigo angustias y es- peranzas. Con un camulo de sentimientos encontra- dos, ponemos en sus manos el ntimero trece de Traduic. Unniimero que, en nuestra cultura mexicana, posee, como ninguno otro, connotaciones terrorificas. Sin embargo, pasado no es presente, y, gracias al entusiasmo de nuestros colaboradores, volvemos a salir a la luz. Esta vez publicamos algunas ponencias leidas en el VIII Encuen- tro Internacional de Traductores Literarios celebrado en esta ciu- dad de México los primeros dias del mes de noviembre pasado. En las paginas de esta misma seccién aparecen otras ponencias que recogimos en el IT Coloquio de la Asociacién Mexicana de Lingitis- tica Aplicada cuya sede fue El Colegio de México, y que vers6 so- bre la traduccién. Esperamos que estos articulos resulten de in- terés para nuestros lectores. Este aio, 1998, es particularmente importante en las efeméri- des de la literatura universal. Traduic asi lo cree y se suma a los innumerables homenajes que sin duda se llevan a cabo en memo- ria de las glorias literarias. Pensemos, por ejemplo, en los auto- res espafioles de la generacién del 98: Unamuno, Azorin, Pio Baroja, Machado, Maeztu, Valle Inclan, Benavente, eteétera; en el primer centenario del nacimiento del poeta gitano Federico Garcia Lorca. Con este mismo espiritu, Traduic rinde un sencillo homenaje a esa gran figura del teatro, Bertolt Brecht, y ofrece en sus paginas la traduccién al espafiol de “La anciana indigna” En nuestra seccién “In memoriam’, incluimos la traduccién al espaiiol de “Sogno di Giacomo Leopardi” de Antonio Tabucchi, como un reconocimiento al poeta italiano por el bicentenario de sunacimiento. En “La entrevista con...” publicamos las palabras de Louis Jolicceur, con quien conversamos acerca de su quehacer de traduc- tor y escritor. Por otro lado, dejamos al lector la aventura de des- cubrir en nuestras paginas algunas sorpresas. Mucho lamentamos el haber sacrificado la riqueza del colorido de la obra de Diego Lapuente con la que ilustramos este nimero. Saludamos con nuestros mejores deseos a todos los lectores de Traduic y agradecemos a aquellos que nos han hecho llegar sus comentarios; constituyen un aliciente para seguir en pie. 0 Directorio Cd Lic, Juan José Uorona Lépex RECTOR Mira, Marcela Catre Canté DIRECTORA GENERAL ACADEMICA Lc, Roberto Domingues Couttolene DIRECTOR GENERAL ‘ADMINISTRATIVO JURIDICO Miro, Alejandro Gutiérrez Robles ‘Lic az Marfa Vargas Bseobedo DIRECTORA DE LA ‘ESCUELA DB TRADUCCION ia ‘Adriana Dominguez Mares DIRBCTORA Tomds Serrano Coronado EDITOR Alfredo Cid Jurado CCORRESPONSAL EN ITALIA ‘Aa Bspinosa Meléndex (CORRESPONSAL BN INGLATERRA Colaboradores Leliia Gonzilex Ojeda ‘Armando Verdin Alberta Rjo| Pinturas de Diego Lapuente Fotografia: Enrique Gallart. Portada: Blas (1008), ole/ela, 00 x80 ems. ‘TRADUIC es una publicacin de la Escuela de ‘raduccén dela Universidad Intercontinental AC, A Insurgentes sur 4308, Col. Santa ‘sula Xitle Tlalpan 14420, México, DP. Tel/ Pax 578 85 44 et. 1200, Nal: traduie@spin.commx Bl contenido de los articulos es responsabil- dad del autor y no expresa necesariamente la osicin dela revista. Losarticulos pueden sr reproduc cuando se cite la fuente ‘Tipogralta, dsefio eimpresién: Palabra on Vuelo, 8. de GY. ‘Miguel N, Lira 287 Col. Vila de Cortés ‘els. 57007 63 69656 63 ‘TRADUIC ARO 7 NOMERO 13 ‘PRIMAVERA-VERANO 1008 Indice Sobre traduccién Desde la lengua objeto hacia las lenguas del sujeto: hacia una perspectiva posmodernista en la teoria de la traduccién Rodney Williamson Para acabar con la traicién Ménica Mansour Reflexiones tebricas paral traductor Gorta Payas Elinsulto y el albur: una lectura parafrdstica Marisela Colin 4C6mo salvar la broma local a nivel global? Marlene Rall La entrevista con... Louis Joliceur: La traduccién del efecto ‘Adriana Dominguez, Poesia sQuién es Charles Bukowski: Daniela Aguila Jn memoriam Giacomo Leopardi ‘Antonio Tabuechi ‘Traduecién de'Tomas Serrano Cuento contigo Die unwiirdige Greisin Laancianaindigna Bertolt Brocht ‘Traduccién supervisada por Victor Castro Qué hay para... waleer Recetario bésico para los recién casados con la traducci Alfredo Cid ser Diego Lapuente Berta Taracena 13 6 19 21 Sobre traducci6n Desde la lengua objeto hacia las lenguas del sujeto: hacia una perspectiva posmodernista en la teoria de la traducci6n Rodney Williamson ‘omenzaré senalandoqueel tema do esta presentacién se limita alos aportes que ha hecho y 1e puede hacer la lingifstica teorfa de la traduccién, Mu- chas cuostiones Blos6ficas interesantos pleta todas las dimensiones que puede debe toner una teorfa della traduccién. ‘Trataré solamente aquellos aspoctos temologfa orientadora (0 constitut ‘segtin ol caso) de las cioncias human: del prosente siglo. La lingiifstica naci6, ‘como sabemos, bajo este signo, y con sus oposiciones binarias, su concepto de modela abstracto, su estructuracién on niveles, doj6 su huella en diver ciplinas, no sélo aquellas que tienen que vor con el fon6meno lingufstico y el arte vorbal. Del estructuralismo ‘un metalenguaje, una terminologfa dtil articulada a base de oposiciones bin ring, un sistema taxonémico que “defi- no" problemas o fonémenos y los coloca fen su debido nivel. Ningdn traductor moderno dudarfa de la utilidad, para el ‘studio do la traduceién, de deslindar aspectos morfol6gicos de los sintcticos, por ejemplo, odefinir las caracterfsticas fonologicas de sus textos en funcién de sus rasgos distintivos. Sabomos "si- ‘tuar” los fenémenos de la traduceion con una precisi6n a la que no podfan aspi rarnuestros antepasados. Poro emploar este motalenguaje implica también adoptar una orientacién especffica y Por aut panéCol6 agent) (1994), looks, 70x 80 ons. (afc|Primavera-verano 1998 Traduic niimero trece determinada hacia el quehacor dol tra- ductor, una orientacién que se contra en Ja proeminencia del texto como objeto construido, Hace dos siglos en 1790, ‘Tytler, en su obra pionora Essay on the principles of translation, pudo hablar de la traduecién de un texto como “a com- plote transcript ofits idoas’, una repro- duceion de su “style and manner of writing.” Bl te6rico moderna hablarfano do las idoas sino dol sentido de un tex- to, do los rasgos extilfsticos do un toxto més que de la "manera do su composi cién.” Lo que subyace a esta predispo- sicién hacia el producto objetivo os la suposicién de que la precondicién mis- ma del estudio cientifico del fenémeno lingitfstico reside en su naturaleza ex- plicita. No se traduco ol o los discursos el emisor sino el texto explicito que En este marco algunos han hablado del positiviemo estructuralista, a pe- sar del hecho que sus intoncionos epistemolégicas iban en sentido com- pletamente opuesto. Irénicamente, la figura cumbre del estructuralismo lin- gistico, Roman Jakobson, nunca acop. 16 In idea de la separaciGn del sujeto ‘omisor de la lengua y del texto objeto. Por lo tanto, fel « sus rafcos nutridas por la tradici6n del formalismo ruso y Ia doble cara de la realidad aprociabie con “fibula’ y “suzhet", siempre postu laba una estrecha relacién entre posti- cay lingifstica. Su objetivo final era la construcein de una teorfa auténoma del arte verbal, y en este sentido la poética era la disciplina que de alguna manera daba vida a la lingifstica, la liberaba do sus “restricciones ilfeitas’. Irénica- mente también, el cuestionamiento fun- damental de algunas de las bases mis mas del estructuralismo que hizo on su famoso manifiesto de 1960 "Linguistics and poetics”, pasé en gran medida desapercibido. La aociacién poétiea- lingifstica ni so plantoaba on las co- rrientes ostructuralistas del mundo anglohablante, sobre todo en las norte- ‘Todos sabemos las consecuencias ca que ha tenido esta orientacién hacia lalengua-objeto, La lingifstia se ha de- finido sobre todo como una disci formal de objetivos cada vez més gene- rales y abstractos en la evolucién del genorativismo chomskiano. Las viejas Pautas dicotémicas, es decir, en el fon- 4 4o, la poderosa tradicién de las eatogo- tas l6gions aristotélicas, siguen on pie: lagramética gonerativaes una teoria de ia competencia del hablante, no de su ‘performancia’o actuacién, el significa- do pragmético se distingue nitidamen- we de la forma légica, etestera. La sociolinglfstica variacionista, que pos- tula que el dinamismo del longuaje y el sambio lingistico s6lo se puedo apr: ciar en la materialidad del lenguaje, rovela la misma orientaci6n formal: fundamenta su investigacién y sus re- flexiones te6rieas en una cuidadosa ob- servacién de matrices y patrones de di tribucion de formas lingifsticas. Incluso las teorfas Hamadas funcionalistas, entre ellas neojakobsonianas, han utili- zado un armazén formal como respaldo doa funcionslidad dol signo linguifstico. Lo que quizé no se haya apreciado tan claramente on la consabida orien- tacién de la lingifstica moderna os el ‘grado de problematizacién que implica para las disciplinas afines o colindan- tes, sobre todo las del arte verbal. Inclu- ‘yo aqui la traduecién. Lo que quiero sefalar es que la misma naturaloza cientifiea de la linglifstica moderna, 0 bien pone en entrodicho la posibilidad do una ciencia de la traducei6n,* o bien subordina el estudio de la traduccién ‘como disciplina a los imperativos de la TTabakowaka, 1099.20, Veal /Primavera-verano 1998 Por aul pats Col traginnte) (196), aleoRela, 70 80 cms lingiifstica. Como ejemplo sintomético do esta Gltima tendencia podemos citar ol titulo de una obra que aplica la gra- mitica sistémica al ostudio de 1a tr ducei6n. A pesar de identificar una se- de procesos de rel para la traduccién, la obra de Joseph “Malone se titula The siencieof linguistics in the artof translation. Some tools from linguistics for the analysis and practice of translation (1988) Naturalmente entro traductores ha habido un rechazo de tales restricciones yun cuestionamiento do larelevancia de In teorfa lingUifstica para su campo. Quizé encontremos aqui una explicacién parcial de la mareada preferenciapor las, orfas funcionalistas quo ha earact jado las relacionos entre lingifstic ¥ traduccién. La figura de Michael Halliday, por ejemplo, tiene una impor- tancia muy superior ala de Chomsky en el campo de los estudios de la tradue- eign. Como ejemplo podemos citar Ia obra de Peter Newmark de 1991, About translation, en Ia que, pose a su docla- rada admiracién por Chomsky, no le dedioa més que unos renglones, en tan- to que Halliday merece un capitulo entero, Newmak protesta contra los excesos de ia porspectiva del “social ‘man’ (el hombro como ente social) de Halliday, pero no puede nogar que su influencia ha sido imprescindiblecn las corriontes que se ccupan de los contex- tos culturales de la traduccién: la obra do Juliane House y de otros en Alema: na, por oomplo. ‘Como ejemplo dela problematizacién de los enfoques te6ricos sobre la tra- duceién, podemos mirar la obra citada do Newmark. El aporte principal de ‘Newmark ala traduccion ha sido su dis- tincién entre “traducci6n seméntica’ y “teaduocién comunicativa’. A través do ella Newmark intenta rescatar tanto la presencia del autor como la del lector en ‘al proceso, y trata, aunque soa en forma implicita, de situar la dimonsién lin- iifstica de Ia traduocién dentro del ‘marco més amplio que la traducci6n ob- viamente roquiore.* La distincién hace eco de otras dis- tinciones parecidas, aunque no idénti- ‘cas y menos elaboradas, hochas por ‘otros autores: por ojemplo la tradue- cién "lingiifstica” y “cultural” (Catford), procodimiontos “directos” e “indirectos” (Winay y Darbelnet), traduceién “lingits- ica" y “etnogréfica” (Mounin), tradue- cién “abierta” y “oncubierta” (House), ‘etcétera. En este sontido la sistomati- ‘aci6n que nos ofrece Newmark se pue- de calificar de tipica. ‘Ahora bien, los comentarios que hace Nowmark sobre au distincién son reve- adores? Soloccionaré s6lo algunos: 1. La gran mayoria de los textos ac- tuales (de fndole no literaria) requio- ren una traduecién comunicativa y no seméntica (sobreentendamos aqui tuna traduccién que trate el texto original de forma contextualizada, no auténoma). 2 En ambos tipos de traducci6n so ddobo rospotarolcritorio do la traduc- cin literal y precisa. No xisten pro- riog ni Variaciones elegantes. 8. Ambos tipos de traduccién debon respetar las correspondencias y equivalencias sintécticas estableci- das como normapara las dos longuas. 4. Ambos tipos de traduccién pueden coincidir cuando el texto comunica lun mensaje general, sin referencias culturales o locales especificas 5. Nohay un solo método seméntico o ‘comunicative de traducir un texto, Lo Ver cusdro 1 "Newmark About translation, p. 10. Hacia una perspectiva posmodernista en la teorfa de la traduccién Por aut pas Col (194) eleotela 70x80 cms. que hay son espectros motodolégicos ‘quo co traslapan: “widely overlapping bands of methods’-*Una traduccién puede ser més o menos seménti zs o menos comunicativa: es cue 6. La significacién es compleja, de ni- voles maltiples, “una red de relacio- tan tortuosas como las vias del pensamiento en el cerebro. En otras palabras, la dicotomfa que nos ‘ofrece Newmark (como también las dicotomfas de otros te6ricos) no es més mar un orden, des, do hacer distinciones donde la res lidad objetiva no nos ofrece més que continuidad, Las verdaderas distinc ‘nos metodol6gicas (y on potoncia teéri cas) se hacen a nivel de las estrategias del traductor, no a nivel de la natural 4a objetiva del texto. Newmark defion- de a ‘literal word-for-word translation” y ‘the usually accepted syntactic ‘equivalents or correspondences for the Tanguagos in question” pero éstos son principios ideales, no bases de reflexién tobrica. ‘Al fin y al cabo, Nowmark plantes implicitamonto un enfoque tebrico ba- Taam Idem, Ff mevera ern 108 sado en las estrategias del sujeto tra ductor, una teorfa no de la lengua, ni siquiora dol longuaje, sino do précticas lingitstioas, dela actividad lingifstica, {Con eso estamos alejando la traduccién dofinitivamente del ambito de reflexién tebrica de la lingitstica hacia el ané. lisis del discurso? ¢Adoptamos el pun- to de vista de Neubert? (Text and translation, 1985). Si hubiora una teo- via unificada del anélisis del discurso, seria més fécil contestar la pregunta. Poro también podomos softalar, del lado do Ia lingufstica misma, la exprosién do preocupaciones semejantes en Ia lin sgifstica dol toxto y la llamada "pragmé tica lingiifstica” do los anos sotenta, Coneretamente, la necosidad de am- phar la seméntica lingifstica para barcar aspectos pragméticos y contex- tuales, y Ia postulacién de una triple dimensionalidad del Ienguaje: el le fgusje es forma, sontido y accién’ (Van Dijk, 1976, 197, La lingiifstica textual y pragméi ca se plantea, sin duds, la misma ‘multidimensionalidad del significado a In que alude Newmark. Este menciona coneretamente el significado cognositiv, subdividido on significado lingustico, roferencial, implicito y temético; el sig- ‘TNeubort Text and translation, 1985. *Van Dijk, 1976, 1977 ‘Traduic niimero trece Cuadro 1* Tradueci6n seméntica ‘Traduecién comunicativa Orientada hacia el autor. ‘So fija on ol proceso del pensamiento del autor. Relacionada eon el pensamionto. Representa al autor como individuo. Orientada hacia Ia soméntioa y Ia sintaxis. Consorva, don- de soa posible, la extensién de las oraciones, la posicién y la integridad de las cldusulas, la posici6n de las palabras. ‘Teaduocién fil Informative. = literal Estilo monos accosible, més detallado y complejo, pero mas breve. Personal Sosgo hacia la lengua fuente. ‘Traduccién més concontrada y especifica que ol original. Mas podorosa. ‘Siempre inferior al original por pérdida de sentido de pie de pagina. Objetivo: lograr una vorsién oxacta y "vordadora”. Unidad de la traducci6n: tendencia a la palabra, la fraso, In cldusula. Aplicable a todo escrito que tenga expresividad original ‘Traduecién como arte Obra dol traductor individual (normalmente). Enfoque “rolativista” sobre el rolativismo cultural Sentido. Orientada hacia el lector. So fija on las intenciones del autor. Rolacionada con el habla, ‘Adapta el pensamiento y ol contenido cultural del original, haciéndolos més accosibles al lector. Oriontada hacia los efectos. Con mayor facilidad se sacrifican rasgos formales o del original, ‘Traducci6n fiel = més libre. Eficaz, ‘Més ficil de leer, con estilo més natural, fuido, eoncillo, cla- 10, directo, convencional, adaptado a un registro particular del Tenguaje. Poro més large Social ‘Sosgo hacia la lengua meta. ‘Traduccién menos especifica que ol original, con uso do t6rmi- nos generales. Menos poderosa. Puede ser superior al original por tener mayor fuerza y clari- dad, a pesar de perder algo del contenido seméntico, Effmera y contextualizad Individualizada y orientada hacia un pAblico preciso; unifuncional. “oxistoncial”. Se pormiten elaboraciones, sinénimos estilisticos, modula. ciones discretas, con tal de no distorsionar los hechos y de crear Ia impresién deseada en ol pablico El traductor puede corrogir y mojorar ol estilo y la coherencia, logica del original, aclarando ambigiedades, normalizando idiosinerasias. El traduetor puede corrogir informacién oquivocada en la tra- uceién misma. Objetivo: lograr una versién adocuada, os decir, un acto de habla exitoso, Unidad de Ia traducci6n: tendencia a oraciones entoras 0 pérrafos, Aplicable a textos imporsonales. ‘Traduecién como oficio. (Obra colectiva do un equipo de traductores (a voces). Enfoque “universalista” que presupone que es posible lograr uuna traduecién oxacta, Mens: * Traduocién comunicativa de P. Newmark, About translation, 1991:11-12, ° UE esmavrerao 128 nifieado comunicativo, subdividido on ilocutivo, performativo, inforencial y pronosticador; y el significado por aso- siacién (connotacional”), que compron- do variantes exprosivas y pragméticas (Perlocutivas, en la terminologia de Searle). Pero lo que no se capta en et tas distinciones son los traslapes motodolégicos de Newmark, Ia natura- leza continua del fonémeno textual, los ‘caminos tortuosos y enredados del pen- samiento, y también las constantes tonsiones ontro tondencias individuales ynormas generales en la traducci6n. En una de las propuestas més in- teresantes de los afios noventa para la tooria de la traduccién, Elabieta ‘Tabakowska* propone 1a lingifstic cognitiva (LC) como modelo y como v do resolucién de estos problemas. De oriontacién anti-aristotélica, la LC abandona toda tentativa de basqueda de universalos abstractos y de res- puestas teéricas absolutas, y rechaza las distincionos categéricat de las taxonomfas lingifsticas anteriores. En ete sentido, la LC so parece, on sus ton- doncias postestructuralistas, a la te ria de la do(s)eonstruccién de Derrida. Dioo Tabakowska: In their main assumptions, the Langackor -Lakoff version of cogni- tivism in linguistios and deconstruction in literary study are strikingly simi- lar. While CL rejects the existence of a clear demarcation line divid- ing semantics from pragmatics, deconstruction obliterates sharp dis tinetione between text and context, fan integration fundamental for the notion of ntertextuality. “Text” is no longer seen as being related to some tive) "sys chain of other texts it is repeatedly “submerged” in an unlimited “intertextual space,” which has neither finite limits nor definite paradigms. In this way, con: sidered within the methodological framework of deconstruction, a lite ary text loses all autonomy as a meaningful structure. This, once ‘again, bring= to mind the extreme version of one of the basic tenets of CL a verbal expression has no au- Newmark, op. eit. p. 29. 'Tabakowska, Cognitive linguistics and ‘poetics of translation, 1988. Hacia una perspectiva posmodernista en la teoria de la traduccién ncajes de Luna (198, eelieoal, 100 x 7 ems tonomous existonce, and therefore it must be considered against a wide background of the actual knowledge ‘and general cognitive abilitios of hu- ‘man beings involved inthe act of com- ‘munieation, La LC reestablece, entonces, las ba- ses cognitivas del acto lingufstico y ‘SW Tabakowska, op. cit. p. 15, (226 Primavera-verano 1998 los textos no son mAs que un componen- to, 0 mojor dicho, una fase de este pro- e980. Creo que en esta orientacién cognitiva podemos detectar una con- fluencia de intereses de diferentes co- antes de exploracién cientifica, quo van desde las redes neuronales de la inteligencia artificial hasta Ia concop- cién chomskiana de la mente humana como sede de un sistema cognoscitivo ‘que comprende un sistema computacio Teadduic ntimero trece nal". A fines del siglo XX sorta l6gico, centonces, que exploréramos las bases cognoscitivas de la traduccién, y hay por lo menos una corriente lingifetica que puede facilitar esta exploracién. No te- znomos espacio para presentar una des- cripcién completa de la lingUfstica cognitiva, ni para indagar todas las po- sibilidades que ofrece para el estudio te6rieo de la traduecién. Senalemos sim- plomonte algunas nociones prometedo- 1. Laimportancia contral delas moté- foras y los complojos motafbricos como medios de comprender y orga- nizar nuestra experiencia del mun- do, Desde la aparicién de la obra pionera de Lakoff y Johnson, se hhan ido elaborando una serie de es- tudios més especfficos como el de Lakoff "The contemporary theory of metaphor" y ol de Grady, Taub & ‘Morgan, “Primitive and compound metaphors’.** 2. La integracién de norma y desvia- cién de la norma como elementos continuos de una sola entidad (teo- ria de los prototipos y las extensio. nes) 3. Laintogracién del punto de vista del sujsto en la seméntica linguistien 4. Laconvivencia de modos abstractos y-concretos en la formacién de con- ceptos (a través de “esquemas de imAgenes"e "imagenes mentales ri- cas’, por ejemplo: Langacker), "Chomsky The minimalist program, 19%, p2 © Lakoff y Johnson, Metaphors we live. ® Lakoff, G., Mevophors and thought, 2a ed, 1902 Goldberg. Conceptual structure, discourse and language, Stanford: SCLI Publications, 1996, pax Con fragments) (1950, oleae, 70x80 cme 5, Laimportancia contral de la nocién do"construal’, quo esa la vezonten- imiento de la realidad y construc «ign del sentido, La nocién "construal” roviste una im. ortancia especial para Ia toorfa de la traduecién, ya que la podria utilizar Ia lingifstica del futuro como materia, do sus propias construcciones, en vez de sufrir la imposicién de conceptos preestablecidos que nunca han podido ofrecer més que respuestas parciales. 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No obstanto, Ia traduccién de textos os una forma de abrir puertas a otras culturas, otros valores, otros mo- dos do ponsamionto. ‘Traducir un texto no es lo mismo que leerlo, ni siquiera os 10 mismo que estu- diarlo. So trata de entender cada pal bra, cada giro, cada tono, cada +, cada signo de puntuacién, para luego reproducir todos los efectos y los signi- ficados del toxto original en otra lengua yy otra cultura, Traducir es recrear el ‘camino de Ia eseritura, desde el ordena- mionto de las ideas y las son: hasta eu oxprosién y comuni 50a, crear el toxto quecl autor habria os- crito isu lengua materna hubioso sido Ja nueva lengua a la que se vierte eu. toxto, Por lo tanto, un texto bien tradu- cido no debe revelar en ningdin momen- to ol idioma original, mientras quo sf dobo roproducir totalmente su cultura, su contextoy su intencién, Desde luego, esto suena mucho més ficil de lo que es, dado que cada lengua ‘Lo Cust (ragmant) (1989, leahela, 65270 ome Primavera-verano 1998 ynombrauna ‘cultura con una visién del mundo espect- fiea, sus valores, tradiciones, connotacio- ‘nos y matices. En otras palabras, cada realidad cultural se conforma —desde ol Génesis— a través de la lengua. Por ello, y dado que el objetivo os la rocrea- cién y comunicacién de todos ola mayo- ia do los signifieados croados por ol au- tor, ol traductor, y sobre todo cl traduetor literario, requiere un conocimiento pro- fundo —aunque soa implicito— de las lenguas con que trabaja y de sus contox- tos, asf como la sonsibilidad para roco- nocer lo desconocido, Pensomos, pues, on lo que significa dominar una lengua. Es posible quo en nuestra longua matorna haya palabras ‘expresionos que nocomprendemos, tal ‘vez porque son especializadas o técni- ‘cas 0 porque estén limitadas @ una ro- ‘i6n, 6poca 0 grupo social. En osos easos, por lo general, un diccionario o el mis ‘mo contexto nos saca de dudas. Sin ombargo, os més diffeil que dajomos de captar la presencia de una ironfa o un insulto, un juogo de palabras olos diver- s08 tonos posibles: despectivo, eSmico, admirativo, culto ocoloquial, solomne 0 festivo, entre muchos otros; es difcil que dejomos de distinguirlas connotaciones y las posibles roforoncias a instancias populares, tradicionales, eruditas y otras. En la lengua materna esto no se znos escapa, porque la adquisici6n del enguaje verbal en Ia infancia, al igual que la cultura general, so roaliza “por paquetes™, no por letras ni por pal bras ni por discursos, sino por frases y a voces oraciones sancillas, Los toxtos sig- nificativos minimos que adquirimos durante la primera infancia incluyen en paquete— todos los niveles de la Jengua en forma simulténea que, com- binados, proporcionan la informacién y, desde luego, el tonoy las connotaciones, ‘més atin porque ol primer contacto con Ver “Tntrevinta con Ménica Mansour: El ccontagio de la traducein’, en Traduie No. 10, pp. 101-108. (N. del 1, Traduic niimero trece Jn lengua 6s oral y se acompana de con- uctas que, salvo exeepeiones, son cohe- rentes con el mensaje. ALeontrario, Ia ensenanza de lon- guas extranjeras suole darse a través dle elementos aislados, de modo que el aprendizaje resulta denotativo y roferencial. Por ello, a partir de ese tipo de aprendizajo, al traducir, las connoto- ciones semantieas ¢ ideoiégicas de la longua materna pueden desplazarse a lalengua aprondida, con lo cual se pier- dde precisamente el eardcter o la “perso- nalidad’ de la nueva lengua y del texto original. Y aqué queda manifiesta la ‘equivaloncia entre fraduttorey traditore, Como primer punto, puede senalar- se, entonees, que la traduceién debe pro- 10 ‘coder a través dol mismo método sena- Tado respecto dela adquisicién dela len: ‘gua materna, es decir, “por paquetes”, por unidades significativas més am: plias quo la palabra, a saber, la frase. Blobjetivo do la traduccién os ropro- ucir con precisién el estilo y la calidad de lenguaje del texto original, con effea- cin en la comunicacién. Para clo el tra- ‘ductor debe ser consciente de la estruc- ‘ura del texto que se va a traducir, sus mecanismos y recursos, el contenido cul tural y sus referencias, ol tono y el pa blico a quien va divigio, Un textos una fuente productora de significados y, eon frecuencia, de varios simulténeos. Entonces, como fltimo re- sultado ideal, el nuevo texto traducido ae Custer 0908), satel, 8 x 70s. fe Primavera-verano 1998 Adeberd producir odoslos significados del primer texto, tanto denotativos como connotativos. Desde luego, oste ideal es pricticamente imposible de llevar a la prletiea. Si ca Ja manife tacién de una se nora de pensar doentender la ealidad y nombrar tonces tranemitir ese modo de pens ‘mientoon unalengua que refleia otra vi- sién de la realidad es muy complicado. [La literatura, y sobre todo la poosta, ces un uso particular de la lengua, en ol que —mediante mecanismos oepecia- les, como son los recursos rot6ricos— se hacen patentes las distintas posibilida- des significativas de los elementos Tingiifsticor de todos los niveles a tra- vvés do su uso ropetido: gral pausas y ritmos, posicién do las pala: bras en el verso y en la oracién, sinéni- ‘mos y ant6nimos, y todos los tropos. La tarea dol traduetor, pues, es captar e508 lomontos ylas relaciones que instauran, as{ como los significados y las connota: cionos que de ahf resulten, para poder reproduc todo aste conjunto en el nue: vo idioma. Por otra parte, cada poema o texto literario privilogia ciortos olementos lingitstioos y ciertos recursos ret6ricos sobre otros, Hay textos en que, ademas de las imagenes creadas por los tropos, ‘es fundamental la rima o la alitoraei6n, yotroson que importan més las pausas alguna modalidad sintdctiea, obien las disomias y los sinénimos, o [a imagen visual en combinacién con la imagon lingifstica, etoétora. En la poosia en prosa, por ejemplo, se utiliza con fro- ‘cuencia un lenguaje que debo dara im- prosién do continuidad y luider, y a ve- es hasta de coloquialidad, pero con diferencias en el uso prepositivo respoc- to de la “norma” del uso referencial de Ja lengua, do tal modo que ese elemento sea ol principal croador de metéforas y significados novedosos. En la traduocién do un texto litera- rio, earacterizado por su uso sintético y polisémico de la lengua, el traductor debe dotectar no sélo todos los recursos utilizados sino también la jerarqufa de importancia de esos recursos, estable- cida por el texto. Un ejemplo bastante claro do esto es la poesta negrista de la década de 1930 en el Caribe y América Latina: es fundamental ol ritmo y lare- produccién del sonido de instrumentos musicales especfficos del son, ademés do las met4foras sensuales de frutas, euerpoy misica y otros recursos. La tra: duceién de esto tipo de poesia debe con- siderar esencial los aspectos sonoros y ritmicos, porque sin ellos so piorde l aspecto més importante de todo aquel movimiento literati. tro ejemplo que conocomos bion es Ja obra de Juan Rulfo. Adomés de los significados de los nombres propios que, ppor lo goneral, no so han tradueido, on: ‘tre otras muchas maravillas, el autor recurre con frecuencia a la aliteracién para producir reforzar significados. El ‘estruendo de un rfo desbordado que se describe con una secuencia do Rs o los joncios do un mundo de muertos eon tuna secuencia de Ss deben respetarse y roproducirse en una traduecién para comprender cabalmente a Rulto; sin em- Dargo, en las tradueciones que conozco al ingi¢s, parecorta que las abundantos aliteraciones ni siquiera fueron detoc- tadas, Otro ejemplo de las dificultades que _avocos no porcibe ol traductor se eneuen- tra on la poosia de Jaime Sabines. Su poema més conocido se llama "Los amo- +osos" y aqui on México sabomos perfee- tamente que los amorosos no son lo mis- mo que los enamorados ni tampoco que Jos amantes; hay un matiz ligoramente Para acabar con la traicién, rimas, quo en esto pooma transmiten tal ‘ver Ia informacién més importante del texto: todas las rimas ge dan sobre la bbaso de nighty day (noche y dia), mien- tras que ol estribillo plantea Ia rima de nighty light (noche y luz). Sino existon con texto estas rimas (quo mAs 0 mo- nos podrfan conservarse orecrearse, tal ver, enuna lengua de la misma familia) ol sentido principal se pierde, Otro caso que llama la atencién es el de las novelas de Frederick Rolfe (quien también se firmaba Baroncorvo), exce- lente escritor inglés de fines dei siglo os Cute Gragmont) (986), lata 85 x Dems diferonto, que os esoncial on el pooma. ‘Sin embargo, en las traduccionos al in- glés, este pooma se ha intitulado "The Lovers” y en francés "Les amoureux":el matiz qued6 perdido en la inmensidad, ‘Mencionaré otros dos easos intore- santes de la relacion entre el inglés y las Jonguas latinas. El primero es un poo- ‘ma do Dylan Thomas dodicado a su pi dro, que trata do la proximidad do la ‘muerte y c6mo enfrentarla. Los prime- +08 dos versos, que funcionan como es- tribillo y rocuordan a Shakespearo, di- cen: "Do not go gentle into that good night./ Rage, rage into the dying of the light.” A mi juicio, este pooma e¢ total ‘monto intraducible al espanol y no in- tontaré ni siquiera estos dos vorsos. El problema fundamental radica en las Primavera-verano 1998 pasado y principios do ésto. Rolfe so enamoré de Italia y del italiano, y ese ‘fa en un inglés maravilloso. Sin em- bargo, Ilamé mucho la atencién de los erfticos de su época y de la nuestra su. uso de la puntuacién, que erea efectos ‘muy novedosos en inglés. Desde luego, lo que sucode es que utilizaba la pun- tuaci6n del italiano, os decir la puntus cién do las longuas latinas, on una lon- gua ajena. aco poco traduje el breve libro de la ppoosfa do Paul Bowles, mas conocido por su narrativa; y después de haber con- cluido el trabajo, Ileg6 a mis manos una traducci6n del mismo libro que so hizo ‘on Espana y que publicé Visor. Bowlos consideraba que la poesfa os ante todo misica verbal, no tanto en su aspecto u Traduic niimero trece melédico como en el arménico, aun- que también frecuenté movimientos vanguardistas como la poesta visual y In escritura automation. En la traduc- cién espafola no hay ninguna conside- racién al ritmoni a semias o las formas poéticas. Por ejemplo, respecto de esto ditimo, hay un pooma acréstico, que tiene en las letras {quo inician cada vorso una informaci6n complementaria al texto en st se tomaen cuentaen laversién traducida con Espana, aunque el titulo, “Acrostic Notice” que significa “Anuncio acréstica” se conserva como “Noticia acréstica” Otro problema interesante de senalar es ol de las disemias y los juegos de pala- bras on 1a poosfa, como un pooma del mismo Bowles basado en Ia disemi spring (en este caso, con los significados do primavora y manantial) o do plum (utilizados por el autor como plomada y ciruela). En nuestra época,en queloméscomén fon poosta es ol verso libro, dostaca la obra de los pocos postas que se han oct pado de escribir con formas ostréfica rogulares. Uno de ellos es el belga que se firma como William Clif, quien ha intentado no sélo rescatar las formas clasicas de la poesfa francesa, sino uti pensable traducir también la formay su. regularidad de metro y rima, ademés de sus imégenes. En brove, otro de los puntos que pre- tendo subrayar aqui, con ejemplos, es la importancia primordial que tione para l traductor la capacidad de detectar los recursos utilizados en el texto original, asf como las connotacio- 08, referencias intertoxtualesy cultu- rales, para poderlos reproducir dantro delanuevalengua.Porlogeneral, cuan- do se habla de malas tradueciones, no tiene que ver con las pésimas y equivo- cadas, sino procisamento con las que hhan sido empobrecidas por una falta de sonsibilidad lingUfstica para reconocer los matices que dan a un texto su cali- dad. Bs necesario comprender el cazi- no de la creacién, el proceso de escritu- +a, para compronder ol texto. Estas reflexiones to6ricas tienon como fundamento, ademés de mi expe- riencia personal como lectora y como traduotora de textos de la indole més 12 ll Lee Custos ragrent) (1986, lata, 8 x 7 cms, diversa, los estudios de linglifstica y semi6tica que realicé como parte de mi formacién universitaria. Nombraré a algunos estudiosos que han sintetizado varias tondencias provias de investig cién y las han utilizado como punto do partida para abrir eaminos nuevos, que son los que mas me han ayudado a lo largo de mi carrera, En primer luge Emile Benveniste, continuador de las teorfas enunciadas por Saussure, pre- senta los elementos bésicos de anélisis lingiifstico para la comprensi6n de un texto verbal, sobre todo los distintos je Ia lengua y los fundamentos de algunas obras de Roman Jakobson ‘mo permitioron aprender una via sisto- mética para la compronsién de 1a es- tructura y el funcionamiento de lo tos artistioos, asf como la funcién y la TB Psimasro rao 28 jerarquia de los recursos retoricos on cada texto individual. Por su parte, Iuri Lotman, continuador de Jakobson, de- sarrolla el andlisis de los niveles idoo- logicos en la soméntica de cada texto ar- Lstico, El estudio de estos tebricos —Junto con algunos aspectos de Greimas, Lyons y otros—ha sido osoneial, en mi i 1 oficio de la traduc- srendido a tener pre- ‘para qué" ante todas Jaa minucias de un toxto y a no olvidar nunea que Ia mayor cualidad de un tra- ductor no os Ia adivinaci6n, sino darse cuenta de la presoncia de matices que no se han comprendido bien. El estudio dela lengua abre las puertas paralatra- duocién, y Ia traducci6n abro las pusr- tas para penetrar los infinitos misterios de las lenguas. En rosumen, diré que ia recreacién de Inescrituranoes un arte fécil, perost un roto lleno de sorprosas muy gratas. Reflexiones tedricas para el traductor* Gerta Payas “¥ Pononcia Ilda en el Coloquio “Lingafsti- cay Tradceiin’, on Fl Colegio de México, Side diciembre de 1997, oy traductora do formacién uni- versitaria y lo soy también por vocacin. Hice la earrera en Gi- nebra, sin libros. Hace veinte ‘nos so ensenaba Ia traduccién como fico; los maestros eran eso: maes- tros, y nosotros: aprendicos. No recuer- do haber intelectualizado ninguna ‘operacién de traduccién. Tampoco pués, en el posgrado de intorprotaci6n, fe nos hablé do teorfas. Para hablar de Jas traducciones o del producto do una intarpretacién, no habia mAs quedos ca- togorias, curiosamente de orden moral: bueno-malo, fiel-infiel. Fue bastante més tarde, al hacorm: ductores y darme euent cir me era algoconsustancial, de que la glandulas salivales so activaban Ins dificultades de un texto, al querer contagiar esa fruicién a mis alumnos, aah{ fue cuando empect a leer, conscien: tede que el gooe racional de la traduccién acrecentaria ese goce sensual. Y eso os loquetratode ensenary esloquoyo ejer- zo: una préctica reflexiva més que una tworfa. ¥ primero la préctica antes quo Ia toorfa. Mejor un Monsiour Jourdain {que se entera de viejo que haestado ha- blando on prosa toda su vida, que un podantillo inutilizado por el saber (:Qué sposicién, modulacién o De hocho, on la ensenanza trabajo si- ‘multénoamento tallor y reflexion sobre textos, He elaboradocon mis alumnosuna [Al aruli ela Nana (1902), leoRela, 100 110 ems, (22C|Primavera-verano 1998 13 Traduic ntimero trece antologia de textos sobre traducci6n. Los leemos y los trabajamos en los talleres. ‘Ahora bien, para volver a la progun- ta sobre qué reflexién (teorfa) ayude ‘traductor, contestarfa poniendo una con. dicién, que, admito, es a la vez una hui da: la refloxién que ayuda os la que da sentido al traduei, so traduzea lo que se traduzea, Toda reflexion que no sirva para dar sentido no sirve. "ara mt, os la que mo permite sacar tanto la cuartilla, tantas cuartillas al fa, ala semana, sin enloquecer; la que ‘me permite ir do un texto al otro sin con- fusi6n, 1a que mo ensona.@ adontrarmo on untoxto sin perdermey a emprender In traduccién mAs alejada de mis inte- 060s porsonalossin enajonarme, la que ‘me gufa en el doble juego de apropiacion. del otro y abandono de mi, Ia que me hhace agente de mi lengua y' mi cultura, Ja que me ayuda a salir de mi, a oxpo- norme, para acorearmo al otro y decidir donde se daré ese encuentro con el otro (Go més que de Ia otra lengua mi lengua ‘admita), la que mo hace salir do la trin- chora de los diccionarios y me permite sostenerme ala intomporie. Espues una roflexién que apunta hacia una defini- cién; so prolonga en la progunta zquién soy yo? ;quién es el traductor? mas qué proguntarse qué quioren el autor y ol lector. Se trata de una roflexién més de ética que de pragmética, por eso digo que la refloxién debe dar sentido al traduccir, Después de la pregunta Zquién es el traductor? viene eudles son sus respon- sabilidades y sus poderes?Y ahf es don- doempiezan aveniree abajo los dogmas tradicionales de la tradueci6n:fidelidad, neutralidad, invisibilidad, humildad. Para empezar, si venimos de una dofinicién que dice que el traductor es elque noes, nole podemos atribuirnun- cea responsabilidades por la marcha de su lengua y su cultura, y nadie puede nogar que la tiene, Tampoco podemos atribuitle poderes, y los tiene (hist ‘08, piblicos, privados), Replantearse estos dogmas os una parte do esta ro- floxién étiea. Por eso mi definicién del traductor es otra: agente de su lengua, que trabaja saliendo de s{(su lenguay su cultura) para acerearseal otro (au lengua, yasucultura),y elencuentro seda.en una frontera que él mismo pinta. Otros dos aspectos figuran en mi préctica refloxiva: primero, elestudio de In historia de los traductores (jo5mo os 4 ‘Alara dela Nana deagmento) (1999, ‘leotala, 109 110 en que habiendo ejemplos de traductores persoguidos y hasta quemados vives por ssus traducciones, so haya proferido la imagen del traductor oscuro y sorvil? {{Comoes que habiendo ejemplos det Guctores que han creado moldes cstilfsticos, 0 sigue defendiendo el dog- ma de la invisibilidad’). El segundo ppecto os el que llamo asomarse a las bardas de nuestro territorio para ver qué pasa en los territorios colindantes. Eso ayuda también a definir el propio. He aqui algunos ejemplos: Kuramata, artista japonés, hizo un homenaje a la silla Hoffman de la guiente manera: tomé la silla en cues- {U6n, y fue envolviendo de alambre sus patas, respaldo y asiento. Luogo lo ech6 fal fuego, de manera que se consumié Ia madera, y quedé la «huella» de la silla en alambro. Tradujo la silla Hoffman, Otro ejemplo esl dela restauracion de obras de arte. Tengo con mi hermana Clara, quo vive on Barcelona, y que os restauiradora de pintura, una interesan- te correspondencia profesional. Esta- mos descubriendo que restauracién y traduceién comparten bastantes aspec- tos, y si no, escuchen este extracto de «Me han encargado Ia restauracién de tunos murales roménicos, del S. XI, en el Pirineo Catalén, y estoy haciendo el tudiopprovio. Yase habfan restaurado el siglo pasado y me encuentro con el dile- ‘ma de qué tipo de restauracién convie- ne hacer (en jerga traductoril: ga qué he de ser fiel?) =idojo los murales como si fuesen ‘acabados de pintar? ~idejo los murales tal como queda ron en ia restauracién anterior? (Za |Primaveraverano 1998 —{rostauro con mi longuaje actual, dejando la huella de lo que estaba an- tos (que el ptiblico no so engane: aqui hhay una restauracién)” Como ven, en el anélisis comparativo artes visuales-traduccién, y rostaura- vidn-traduccién hay tela para rato. Aho- rabien, ja qué conduce esta manera de pensar la traducci6n? Conduce a una ‘mayor visibilidad (privada y pdblica) de Ta traduceién como «géneroo (;me atre- voré a docirlo asf?), Eso quiere de naturalmente, a una mayor responsabi lidad de parte nuestra, y a una mayor ‘apertura ante los demés fonémenos de Ia comunicacién. No homos todavia ex- plorado a fuerza que tenemos. Escuchen ‘eto: Ia pocta irlandesa Biddy Jenkinson hha prohibido que la traduzean al inglés fen protesta por la capacidad de absor- cién-canibalismo de la longua imporial. Siendo asf, podemos también imaginar ‘@.un autor que pida ser traducido s6lo después de muerto porque le sen intol rable leerse on otro idioma; o, al {que el autor decida que s6lo so le puede oor en traducci6n y que destruya el ori ginal; 0 que podamos afirmar, como Borges, «el original no es fil ala traduc- cigns; 0 que se cumpla ol vaticinio de Picasso cuando lo roprochaban que el rotrato de a sefora no tenfaningtin pa recido con el modelo y contest: «Ya ve- én quo con el tiempo se le pareceré». Es decir, que Ia traduccién se adelante al destino del original ‘Acorcarse a la ética, a la antropolo- fa, también ayuda, porque ambas se hhan planteado Ia relacién con el otro, y sus promisas nos sirven. Se entionde ‘mucho mojorla diferoncia ontre traduc- cién extranjerizanto y etnocbntrica des- de Ia ética (someter, sor sometido) y la 6tica es la que nos da la pauta de la tra- duecién responsable: ni sometide ni sometedora ‘Asf os que la reflexién que da senti- do a mi traducir os la que mo permite wn lugar de fidelidad, competen- luctiva; en lugar de invisibilidad, prosencia responsable, yla que me hace concobir la humildad sélo como la acep- tacién del hecho de que mi traduecién ‘nunca seré definitiva ‘Acabo de leer ol libro péstumo de Paul Zumthor, precis bel, en el que dice que do Bi dicho todo menos lo esencial: su condi cién de inacabada. El insulto y el albur: una lectura parafrdstica Marisela Colin Rodea* “Bl texto palimsesto sel texto ‘que se borra en cada comunidad cultural y en cada. ‘ép0ca para dar lugar a otra escritura (o interpretacién 0 lectura.o traduccién)del mismo texto.” (Arrojo, 1986). Tmncolindservidor.unam.mx CELE - UNAM Preliminares 1 objetivo del presente texto es analizar el insulto y el albur desde el punto de vista de la ‘oralidad: es decir, estudiar las posibilidades de intorpretacién y de comprensién de estos eventos por parte del hablante native y del hablan- to no nativo, al interior de 1a misma co- ‘munidad lingisstica. La oralidad es considerada aqui como los trazos fonolégicos y prosédicos ‘que scompanan al lenguaje vorbal y no verbal de un evento comunicativo, Sin ‘embargo, por razonos motodol6gicas, re- conozco que parto de una primora tra- ‘duceién de esta oralidad, propia del dis- ceurso cotidiano, hacia su equivalenteen Ja forma escrita, a partir del uso de diacriticos y bajo la forma de su trans: cripei6n. Protendo con ollo abordar as: pectas eapecificos tales como: el del va: lor comunicativo de la interpretacién de un texto; y los mecanismos del lector para la compronsién de los sentidos de tun discurso al asignarlos valores de uso yde funcién Considero posteriormente que al ob- servar las caractoristicas discursivas, lingifsticas y sociolingifsticas presen: tes en los textos del insulto y dol albur, y en su comprensi6n, es posible local ‘zaralgunas evidencias sobre ol valor de Ia lectura parafrastica en la compren- siény, posiblemente, en la traduccién de eventos de este tipo, ‘Por ditimo, me parece pertinente ha- cor algunas precisiones sobro dos con: ceptos centrales para este trabajo: el de EL Espiris de Create Uragients) (1991), olaaRel, 60x 80 ams AC Primavera-verano 1998 6 Traduie niimero trece traduccién y el de discurso. Para el pri ‘mero retomo las ideas de Arrojo, en que “traducir os transformar una lengua on tray un texto en otro, ya que hay ade- més de un proceso de intorprotacién, uno de creacién en que el original es Sinica" y de Rivera sobre quo no sélo so traduoe de una lengua a otra, o de una cultura aotra, sinotambién de una época, actra’, Paracel segundo, hablar dediscur- 20.08 referirse a slementos lingisticos, ‘cuyos sontidos estan més allé de la ma- terialidad del lenguaje, en las dimensio- nos pragméticas. hist6ricas de a situa- cign de interlocucién. {Qué define al insulto y al albur? Desde el punto de vista del uso y de la funcién dentro del habla de un grupo, el insulto y el albur representan una fuer- 22a omotiva o expresiva y ante todo un manejo de poder a través del lengua} su utilizacién puede provocar desde w ‘agrosién o un doscontrol, hasta una ro- criminacién,o més atin, una violencia f sica, ouna accién legal (Crystal). El valor ‘comunicativo del insulto es la agresién, y del albur, el uso del poder, dado que el valor comunicativo de este dltimo es secundario, Desde el Iado estructural, el insulto es una estructura flexible que puede ‘ocupar diferentes lugares y funciones en Ia conversacién; mientras que el albur ces una estructura més rigida limitada Sin embargo, en su genoralidad, ol insulto y méa atin ol albur pueden sor vistos como formas de lo que Firth (1960) denominé un longuaje restringi- do, entendido ésto como un sistema lin- fiilstico marcadamento reducido, euyo uso respond a una actividad especial. as convenciones sociales y los elemen- tos de contexto permiten ciertos Ifmites de variacién lingifstica. Se usan cons- trucciones basadas on {6rmulas rutin as como “ja putisima madre que te recontraparié!”9 "Por eso megustas!"(en lun contexto machista, usado por un hombre a manera de saludo). En cuanto a la tomAtiea, 6sta pasa por diferentes rangos que van desde el sarcasmo, el humor, hasta el ataque al valor, al sexo, ala virilidad; o también puede hacer referencia ala homosoxua- lidad. So relacionan palabras con objetos quo la sociedad considera tabi, tales como partes del cuerpo, secrocionos o ‘mitos: /Mierdal jA la cagadal jAl diablo! Alla chingadat Ellléxioo es considerado vulgar y car- ado de groserias: /Cabrén! /Pendejo! cuyo uso lingistico os variable; es de- cir, funciona como sustantivo, como ad- jotive y hasta como verbo. El.uso ingenioso del longuaje, ol ma- rojo de reglas y habilidades como las tGenicas para la construccién de oracio nea, nos hablan de un elemento dotor- minante en la construcceién de la iden. tidad, de lapertenencia ono a un grupo, ¢Cusles son nuostros datos? ‘Veamos los siguientes ejemplos (1 y 2) "EL Eeplritu de Ceicant (fragments) (1091), leche, 80x80 as 16 [22 Primavera-verano 1998 que fueron eo social quo llamaremos no form: tradosen audioy usando a obsorvacién como técnica etnogrAfica. Se protendia ‘con esta rocuporar elementos del contox- to —los interlocutores, ol ambiente, el tono, etoétera— que permitioran onten- dor las roglas de construcci6n del evento. El ejemplo 1 presonta la estructura do lo que 08 un saludo. La prosoncia de pares adyacontes, do manera ritualizada progunta-rospuesta. La situacién so da ‘en.una plaza de toros lona, on un inter- vvalo ontro una orrida y otra. Una por- sona (H1) saluda, desde una grada de abajo, aotra (FZ) quo se encuentra diez arriba. Gritade tal manera que el even- to s0 vuelve pablico Bjomplo 1, Saludo-Albur, Plaza de To- Hi: Hola, eabrén, yani saludas (pau. sa) si por oso mo gustabas, H2; ~Hola (moviendo 1a mano). ‘Vemos que sin una respuesta real oe porada por parte del segundo hablant (112), Ia funcién dol saludo so cumple en ol primer enunciado, pero esta funcién se ve frustrada porque ol segundo tenunciado agroga otra funcién que es la del albur: so ataca la virilidad. La interaocién se da haciendo coparticipe de los sentidos del evento al pdblico, el ‘cual participa con risas y silbidos. En el segundo caso (Bjemplo 2) ol ‘enunciado presenta la forma de un gr ‘to durante la prosentacién do un cantan- te de rocken un local con mucho pablico ¥-con la ingestién de algunas bebidas. El enunciado del hablante (H13) en su forma tondr(ael valor de un insulto, esto ‘es: agredir al otro. Sin embargo, obser- vamos que el usode groserfastiene una funcién més emotiva, que os la de res- ponder ala omocién del rasguidode una guitarra. Ejemplo 2. Insulto.Conciorto do Rock. Ha: (Ay! Cabrén, me rompes toditita Ia madre! En ambos ejemplos las risas mitigan la agresién. La intorprotacion y ospecificamonte la asignacién do sontidos hablan de un manejo de informacién histérica, cultu- ral y ingifsticn que no necesariamente implical uso. Socialmento, este tipo de Tenguaje se evalGa como vulgar, popular, obsoone y, on ciertos campos, es consi- dorado como un elemento que deteriora lalongua, {Qué caracteriza ala oralidad? Como vemos on los ejomplos antorioros yusando nuestro conocimiento del mun- o de hablantos de espanol, sabemos que es mucho més frecuente encontrar ¢Linsultoy el albur en un discurso coti- iano, marcado por la oralidad, o bien ‘on un discurso escrito que reproduce ‘esta oralidad, Hablaremos pues de este aspecto, la oralidad y sus marcas:* 1. Lalengua es inexplicita y osté rele- cionada oon el contexto: 2. Nohay planeacién tomética, so dan cambios de tpicos: 3. Hay problemas de fluides: falsos inicios, titubeos, pausas, repeticio- nes, orrores de desempeno; ‘TAlgunas do estas marcas pedomos reco: nocerlas on los ejemplos I y 2 Elinsulto y elalbur: una lectuira parafréstica EL Esplin do Crianto (108), clotala, 60 BO cm 4. Est prosonte ol uso de elementos pproséidicos que sefalan emociones: ran construcciones inco- El vocabulario es informal, domés- tioo, limitado, inexplicito; las ante- riores son caracteristicas que co- rrospondon a las dificultados dol hablanto con la memoria, In aten- cidn y la porcopci6n; 7. Formas lejanas de la norma, lon- sguaje no estandar. Ahora bien, {qué hace el eseritor y ‘qué el traductor con esta oralidad? Pienso que elescritor tiene dos caminos, © bion escribir segdn piensa quo debe ser, osto os usar su experiencia de ha: blanto native do una longua, roproducir Toque escucha ole que ve; obien, narrar cleventoy describir los estados omocio- nales. Pero do eualquior manora ost presente on esta estructura una reduc- cién de Inoralidad, de aspectos pragmé- ticos, y se conservan marcas I6xicas 0 sintdcticas. En el easo del traductor pro- [el Primavera-verano 1998 bablomente el eamino serd parecido: sin ‘embargo, antes de iniciarlo, requeriré compronder el evento y sus significados para después transformar el texto sea consultando al autor o recurriondo a diccionarios de uso 0 o Tal voz podré recurrir a una loctura parafedstica. Sobre osta dltima habla- remos en seguida. {Qué es la lectura parafrastica? Hago referencia aqui a los trabajos do Puchs sobre la definicién de pardfrass y de Rivera sobre lectura parafréstion La paréfrasis, de acuerdo al primer au. tor, se refiere a decir lo mismo de difo- rente manera. Existe una tensién en el discurso, ontro decir lo idéntico y lo di foronte, ontre la polisemia y la paréfr sis. Sogtin Fuchs, la pardfrasis puede sor evaluada on su intorpretaciénen cuatro niveles: locutivo, roforencial, pragméti- 0 y simbélico. El locutivo restituye la secuencia literalmente, el referencial 2o- bro la parte no codificada de los aspec- tos roforonciales, el pragmético sobre 17 Traduie niimero trece. los valores ilocucionarios y perlocu: cionarios, y ol simbélico se funda en la secuoneia que puede representarse sim- Délicamente, ‘Sugioro esta propuesta como una for~ ma de anélisis paraindagar ebmoso dio In interpratacién hecha por el ayento 0 por el lector. Rivera disena un instru- mento sobre instrucciones para dirigir la loctura parafréstica, la cual conside- ala lectura como un proceso pragmAti- ‘0 en el cual so observa la relacién lec- tor toxto, y Ia asignacién de sentidos al toxto. ¥ desde mi punto de vista, la lec- tura parafrdstica, sogin propane Rive: +a, favorece una aproximacién a la len- gua meta en que serd traducida y se ‘proxima al habla a través de un infor- mante que recupere, en su percepei6n del insulto o del albur, la oralidad més préximade los eventos en su comunidad lingitfetica de origon. En clejomplo3, vemos un ejercicio de traduccién realizado a partir de 1a lec- tura parafréstica, Se trata de un frag- mento de la novela brasilena Tieta do Agreste de Jorge Amado, on In cual apa- rece el insulto. La protagonista ha sido agredida en su amor propio por su s0- bring, quien habia sidosu amanto y que Inhabia traicionado con una mujer més joven Ejemplo 3. Insulto (Novela: Tieta do Agreste, de Jorge Amado). “Significa que o cachorro de seu filho se atreveu a me botar os coros com. "ELEspinit de Cesant Urapments) (1981, ‘leohala, 60 = 80 cn, 18 EL Espirit de Great (ragment2) (1091), ‘lata, 60 x 80 oma uma putinha desoarada, coisa quo nenhum homem me fez.” El ojorcicio consistié en pedir a dos in- formantes uno hablanto do portugués yotro de espanol, ambos conocedores de los dos idiomas~ia lectura del fragmon- to sobre ol insulto (ojomplo 3). Las ins- trucciones fueron dadas a partir do la propuesta de Rivera (Apendice 4): "Lea fon voz alta, refiera con sus propias pi labras el contenido del fragmento y he ble de las dificultades que encuentre en Ia loctura’ Los informantes oftecieron para el ‘ejemplo 1, en a), el hablanto do portu- sgués hace una lectura parafréstica que 52 sitGaen el nivel 1 de Fuchs, el locutivo, esto es el hablante de portugués resti- tuye Ia secuencia literalmonte: 4) Signifiea quo el hijo de puta de tu hijose atrevié a ponerme cuernoscon ‘una putita sinvergienza, cosa que rningGn hombre me (hizo) ha hecho, yenb),e1 hablante de espanol ofrece una lectura parafréstica del mismo texto mareada por el nivel referoncial,osto es sobre la parte no codificada de los as- pectos referenciales: 1b) Quiero decir que el cabrén detu hijo 0 atrovi6 a ponerme los euernos. [22C| Primavera-verano 1998 Un Gltimo intento de traducci6n se hizo con el ejemplo 4. Se pidié a los mismos hablantes la interpretacién de dos albu- res, para osto encontramos ejemplos que fueron grabados en contoxto natu- val en una cantina, Se observa también tuna lasificacién inicial, el primeroes un albur considerado fino y el segundo un albur de recota: Ejemplo 4. Albur. Intoraccién en una cantina entre dos especialistas. 1. E,Bueno, yachipenle no? J. {Por dénde? E.Tuvaso J. {Too arrimo? 2 Ch. Te voy a echar los blancos. T. Echame Ch. Seale, sécale. 'T. Te voy'a snoar poro de los cuor- nos, eabrén, Ch. La leche. 'T, Sdoame a tu hermana. Ch. Enel caso del albur, la lectura por parte de los hablantes no se concret6 en la pa r&frasis al ver que el sontido al traducir se pierde y pasa por un simbolismo cul tural intraducible, Las salidas de os in- formantes fue ofrecer informacién sobre lo que quiere decir y sobre otras formas ‘existentes en portugués con un valor de doblo sontido sin llegar a la pardirasis. Para finalizar esto trabajo, diré que considero la posibilidad de dos conclu- siones: la primera es que establecer el valor comunicativo, y con esto ol de uso y funcin del albur y del insulto es ha- bar ante todo del nivel de expresividad ‘quo ol contextoy el hablante asignan al evento; y dos, que el uso do cualquiera de ellos nos habla de la identidad del hablante, 0 Referencias bibliogréfics Arrojo, R. (1986). Oficina de Traducao. Brasil: Bdit. Atica. Fuchs, C. (1982). La paraphrase. Paris: Presses Universitaires de France. Rivera, OP. (1987). "Traduecién y va- lor pragmético: andlisis comparati- vode la traduccién al espanol” MMPI (Minnesota Multiphasic Personality Inventory’, tosis do macstria, Méxi gC6mo salvar la broma local a nivel global?” Marlene Rall os traductores son, sin duda, faquellas personas que mejor conoeen 1a abundancia y las I ‘mitaciones de una longua pues taen contraste con otra. No que fuera imposible trasladar la idea de un idioma a otro, Noobstante, donde la for- ma desempena un papel esoncial del ‘mensaje, las particularidades de una Tengua dada, muchas veces ne tienen .quivalencias diroctas en laotra lengua ala que se va traduciondo ol texto. Este fenémeno es de sobra conocido on lo que respacta a la traduccion de poesfa, Pero Jo mismo vale para los textos lddicos {que juegan con la forma para producir los chistes, los albures, calambures y cotros juogos do palabras. En tales tex- tos es imposible limitarse a una tradue- cién literal, ya que ésta, on muchos ‘casos, significarta una reduccién de los diversos niveles del significado, lo que implica una pérdida considerable de la carga humoristien, Como Sacha Guitry habia afirmado: "Un mot, cest sacré.” chiste, Por lo tanto, es una tarea del tra- ductor de textos humorfsticos salvar a broma, si bien no se puedo mantener cada detalle en su lugar, hay que bus- cear la equivalencia global Vale citar unos ejemplos para ilus trar esta tesis. El primero es un texto satfrico“Exhibicin’ de Kurt Tucholeky', ‘en el que pinta un escenario grotesco de la trata de blancas. El texto rebosa de picardia, alusiones mordaces, ataques 4 la ovolucién politiea de 1a Repablica de Weimar. El euento usa ol discurso fi ticio de un dueno de burdeles para at car la prostitueién, la explotacién de Ia tlase trabajadora, el capitalismo y Ia doble moral de la burguesta. En la tra- Krappel< pielte von jetzt ab ino Rolle. Meine GroBmutter schien einen Na- ren an ihr gefressen zu haben. Sienahm sio mit ins Kino und zum Flickschuster, der sich Gbrigens als Sozialdomokrat herausgestellt hatte, und es ging das Goriicht, daB die beiden Frauen bei einem Glas Rotwoin in dor Kiche Karton gokauft mit Roson draut", schrieb der Buchdrucker verzwoifelt. “Und unsore ‘Anna hat kein Kommunionskleid!” Briofo moines Onkols wurdon ganz hysterisch, handelten nur von der ‘unwirdigen Audfuhrung unserer liebon ‘Mutter’ und gaben sonst nichts mehr hor. Das Weitere habe ich von meinem Vater. Der Gastwirt hatte ihm mit Augonawinkern zugeraunt: “Frau B. famiisiort sich ja jotzt, wio man hért.” In Wirklichkeit lebte meine Gro8- mutter auch diese letzten Jahre koinosfalls tppig. Wenn sio nicht im Gasthof a8, nahm sio moist nur oin wonig Eiorspeiso 2u sich, etwas Kaffee und vor allom ihren goliebten Zwieback. Dafar leisteto sio sich oinen billigon Rotwein, von dem sie 2u allen Mahlzciten. cin keines Glas trank. Das Haus hielt sic sehr rein, und nicht nur dio Schlafstube und die Kuche, die sie benutzte. Jedoch nahm sie daraufohne [fb rinaver rao 08 Wissen ihrer Kinder eine Hypothek aut. Es kam niemals heraus, was sie dom Gold machte. Sie scheint es dem Flickshustor gogobon zu haben. Er 20g nach ihrom Tod in eine andere Stadt und soll dort cin gréferes Goschaft fir Maflschuhe eréffnet haben, ‘Genau betrachtet lebto sic hintorei- nandor awei Leben. Das eine, ersto, als ‘Tochter, als Frau und als Muttor, und das zweite einfach als Frau B., eine alleinstehende Person ohne Verpflich- tungen und mit bescheidenen, aber ausreichenden Mitteln. Das erste Leben. dauorte otwa sochs Jahrzohnte, das ‘weite nicht mehr als zwei Jahre, Moin Vater brachte in Brfahrung, im letzten halben Jahr sich Freiheiten gostattete, dic Loute gar nicht konnen. So jm Sommer fril um drei Uhr aufitohen und durch die leeren Strafon ‘Stidtchens spazioren, das sie so far sich ganz alloin hatte. Und den Pfarrer, der sie besuchen kam, um der alten Frau in ihrer Vereinsamung Gesellechaft 2u leiston, lud sic, wie ‘behauptot wurde, ins Kino Sio war keinoswogs vereinsamt. Bei dom Flickschustor vorkehrten anschei- nend lauter lustige Leute, undes wurde viel erziihlt. Sie hatte dort immer eine Flascho ihres eigenen Rotweins stehen, und daraus trank sic ihr Glaschen, wabrend die anderen erziblten und liber dio wirdigen Autoritaten der Stadt loszogen. Diosor Rotwoin blieb fur sie reserviert, jedoch brachte sie mitunter dor Gesellschaft strkere Getranko mit. Sie starb ganz unvermittelt, an einem Horbstnachmittag in ihrom Schlafsimmer, aber nicht im Bett, sondern auf dom Holzstuhl am Fenster. te baie es RAs ag ins Kino eingeladen, und so war das Madchen bei thr, als sie starb, Sie war viorundsiebzig Jahre alt. Tch habe eine Fotografio von ihr gesehen, die sie auf dem Totonbott zeigt, lund die fur die Kinder angofertigt ‘worden war. ‘Man siaht winziges Gesichtchen vielen Falten undeinen schmallippigen, abor broiten Mund. Viel Kleines, aber nicht Kloinliches. Sic hatte dic langen Jahre der Knechtschaft und dio kurzon ‘Jahre der Freiheit ausgekostet und das Brot des Lebens aufgezehrt bis auf den letzten Brosamen. O sobre todo si hab{a corozas para los ni- ‘os. Estaba como siompro. La habita: cidn se encontrabs, naturalmenta, im- pecable, y ella so vota saludable. Lo Gnico que indicaba su nuova vida fue que no quiso ir al eamposanto con mi padre a visitar la tumba de su esposo. “Puedes ir solo” dijo de paso, “es la ter- cera doa izquiorda on la undécima fila ‘Tengo que salir’. Elimpresor explicé después que pro- bablemente tenia que visitar a su zapa- tero remendén. El se quejaba mucho. “Yo estay aqui en este agujero con los fos y s6lo tengo cinco horas de trabajo al diay mal pagadas. Encima mi asma ‘mo aquoja otra vor y la casa en la calle principal est vacia’ ‘Mi padre habia tomado una habita- cién on laposada, pero esperaba que su madre lo invitara al menos por cortesia 1 pernoctar, pero ni lo meneion6. E in- luso, cuando la casa habia estado lo- 1a, jse haba opuosto a que so hospoda- acon ellos, y tuvo que gastar el dinero en el hotel! Pero olla parocta haber concluido con su vida familiar y caminar por nuevos sendoros, ahora que su vida se acorea- a a su fin. Mi padre, quien tenia muy buen sentido del humor, la encontré "de ‘muy buen énimo" y le dijo a mi tio que dojara hacer ala anciana lo que quisiera Pero, {qué queria? Lo que se conté posteriormente fue quo habia alquilado una calesa y se hhabta ido de paseo un jueves como tan- tos otros. Una calesa era un coche de ruedas grandes tirado por caballos ¥ con lugar para familias ontoras. En po- cas ccasiones cuando los nietos venta: mos de visita, el abuelo alquilaba la calosa. La abuela siempre so quedaba on casa. Con un adomén rechazaba, acompanarnos. ‘Y después de 1a calesa vino el viaje a K., una ciudad grando aproximadamen- toa dos horas de distancia en tren. Allt habia una carrera de caballos: y a la carrera de caballos fue mi abuela, Ahora el impresor estaba complota- monte alarmado. £1 querfa consultar a tun médico. Mi padre sncudié la cabeza ‘cuando leyé 1a carta, poro rechazé la con: sulta al médi Mi abuela no viaj6 sola a K. Llev6 consigo a una jovencita algo retardada, como escribié elimpresor, erala ayudan- te de cocina do la posada donde la an- ciana comfa cada segundo dia, Lazaneiana indligna alps fragment) (100), creo, 78 x 48 ome partir de ese momento, esta “inva lida’ desompon6 un papel. Mi abucla parecia obsosionada con ella. La lev ba consigo al cine y al zapatero romen- én, quien por cierto rosulté sor un s cialdemécrata,¢ hizo correr el rumor de que ambas mujeres jugaban a las car- tas en la cocina acompanéndose de una copa de vino tinto. “Le ha comprado a la invélida un sombrero con rosas", eseribié el impre- sor desesperado. * Y nuestra Anna no tiene un trajepparalaprimera comunién.” Las eartas de mi tfo alcanzaban la histeria, s6lo trataban de la “conducta indigna de nuestra querida madre" y no contaban nada més. El resto lo 86 por mi padre. El posadero le susurr6 con una gu ads: “La senora B. so divierto ahora, ssogdin dicen.” En realidad, mi abuela de ninguna manera vivi6e80e Gltimos aftoscon gran- des Iujos. Cuando no comfa en la pos dda, la mayorfa de las veces comfa unos huevos revueltos con un poco de café y sobre todo sus adoradas galletas. A cambio se permitfa un vino tinto bara to dolcual tomaba una pequena copa con cada comida. La casa la mantenfa muy limpia, y no s6lo el dormitorio y la coci- zna, que era lo que usaba. Sin embargo, hhjzo una hipoteca sin consultar con sus hijos. Nunca se supo lo que hizo con el dinoro. Paroce habérselo dado al zapa- toro remendén. Después de su muerte, 6180 mudé a otra ciudad, donde eupue tamente abrié una gran negocio de 2a- patos a la medida. Pensindolo bion, vivié dos vidas, una dotras do la otra. Una la primera, como hija, esposay como madre, yla segunda sencillamente como la sefora B., una persona sola, sin obligaciones y oon ro- cursos modestos pero suficientes. La primora duré aproximadamente seis décadas, a segunda no més de dos anos. ‘Mi padre se enteré de que —en el, ‘éltimo medio atio— ella se permitié cier- tas libertades, que personas comunes y corrientes no concoon. Por esto, padia vantarse on vorano a las tres de la ma- ‘hana y pasear por las calles vacfas del poblado que asf tonfa para sf sola. Y al cura, quien vino a visitar a Ia anciana para brindarle companiaen su soledad, lo invit6, como generalmente se afirma- a, al cine! ‘De ninguna manera estaba sola. En ‘companfa dol zapatoro remondén so on- contraba aparentemente mucha gente alogre y se conversabs mucho. Ahf, ela siompre tenfa una botella de su propio vino tinto y do olla tomaba su copita, miontras los demés conversaban y echa- ban pestes contra las dignas autorida- dos de Ia ciudad. Este vino tinto queda- ba resorvado para ella; sin embargo, trafa de vezen cuando bebidas més fuer: tes para el grupo. ‘Murié do ropento una tarde do oto- ‘no, en su dormitorio, poro no en lacama, sino en Ia silla de madera junto a la ventana. Habfa invitado a la "invélida’ al cine para esa noche, asi que Ia mu- chacha estaba con ella cuando murié. ‘Tenia sotenta y cuatro anos do odad. Vi una fotografia que la muestra en ssu lecho de muerte y que fue tomada para los suyos. So vo una carita diminuta con mu: ‘chas arrugas y una boca de labios finos ‘aunque ancha. Muchas cosas pequefias, ninguna mezquina, Ella se haba delei- ‘ado con los largos anos de servidumbre yon los pocos anos de libertad, y haba, saboreado el pan de la vida hasta las Gltimas migajas. 0 35 leer Qué hay para Traducir funcionalmente o un recetario bdsico para los recién casados con la traduccién Alfredo Cid* 36 Hacia la receta tantes en las teorias de la re- ‘cepcién delos anosochenta era ‘elproblema dela funcionalidad del texto, La semiética, por ejemplo, ditigié importantes esfuerzos ‘al desarrollo de la pragmética lingifs- ticay textual que con la ayudade ramas fines, dio como resultado el nacimion- to do una diseiplina independiente? al inicio de esa década, La atencién se ‘movia hacia los efectos del texto y oca- sionaba que las diversas corriontes de la semiologia genenaran importantes tra- bajos de aplicacién al anélisis toxtual: Du Sens II do A. J. Groimas que aparo- i6 en 1982. J limiti dell interpretzione de Umberto Eco en 1989, reflejan tal preocupacién y atin ahora la somiética de los ofectos considera vigente este campo para aplicacién de sus estudios? Por otro lado, la critica literariay I disciplinas omponadas on ol andlisis textual so movian también en esa direc- ‘ign: J. R. Searle, en eolaboracién con otros autores, publica on 1980 Speech act theory and pragmatics; cobra importan- cia la teoria del efecto estétieo del texto de W. Iser (Des Akt des Lesens) que se traduce en varios idiomas siempre a mi- tad de los anos ochenta, ademas de otros *Semislogo, Booario del FONCA. “Bl nacimionto de la Pragméticn esté f chado algunos anos atrés, 1977 pera ser fexactos, y tiene su origen en Holanda a través dal “Journal of Pragmatics” que Institicionaliza el eampo de eatudios. Sin fembergo, es nocesario esperar hesta el 1985, fano en que nece la Asociacién Internacio: tal de Pragmétion (Pr) para contomplar Ja formalizaciin de la Pragimética como dis- iplina auténoma, La IPrA colabré en mayo do 1996 su congreso internacional en la (Ciudad de Mexico, 2 Vor los resultados del Congreso efetuado nla Universidad de San Marino, “Leffcacia {el testo, Per una semiotica degli effett"(La ‘ficacia del texto, Por una semitica de los facts) realizado on septiembre de 1996, ‘tulos de no menor importancia. Comion- za una relectura eritica del Tractatus logico-phitosoficus de Wittgenstein y de ‘susignifieado como uso” Elinterés por el efecto del texto a través de su uso ori- gina una avalancha de articulos, confe- rencias y manuales que inundan congre- 08 y simposia on todo el mundo. Las aplicaciones teéricas legan a todos los eampos que tienen que ver con ol longuaje y la comunicacién; y la tra duceién no queda excluida en modo al- fguno, Ingredientes Funcién y texto on la tradicién sajona, En esie marco se da lapublicacién en, 1984 del Grundlegung einer allgemeine ‘Translationstheorie,de Katharina Reise y Hans J. Vermoor. Esto libro so insor- teen la mas profunda de las tradicio- nes sajonas y representa una interesan- to recopilacién de trabajos anteriores realizados por sus autoros para propo- ner una fundamentacién ta6rioa de la traducci6n desde una perspectiva de la LoMandaron por un) Tubota)ragmants) (200), lela, 100 110 ee Traducir funcionalmente 0 un revetario bésico para los recién casados con la traduccién, funcionalidad del texto, Esta primera edici6n incluye una infinidad de traba- {jos que resumen propuestas realizadas por ellos mismos; como la teorfa det escopo? (Skopostheorie) del mismo ‘Vermeer desarrollada durante los aos sotenta, La funcionalidad es un leitmo- tiv en diversas corrientes del pensa- miento sajén y el marco teérico qi yroponen Reiss y Vermeer os rico do jomplos. No obstanta, los autores no se limitan s6lo a las contribuciones de lo mejor del pensamiento alemén como referencia filos6fica, dado que incluyen. dems estudios de tericos de la tra- duccién, actualmente seguidores del tenfoque de los trasnlation studies, de otras nacionalidades. En 1991 publican la versién més aca- bada de este trabajoy en la introducei6n aclaran, no con poea satisfaccién, que on Ja nueva reedicién, no han tenido que modificar en esencia, nada de los conte- nidos originales de la versién del 1984. ‘TRetomamos Ta palabra escopo, cuya eti- smologia viene del griego Skopo y que tra Aujimos como objetivo, finalidad. ‘Le Mandaron por un(a) Tuba) (1992), leole, 100x110 ens, Es interesante observar las citas de Gadamer, ser, Khun, Weinrich, autores que participan en la construccién del tudio del texto a partir de los efectos producidos en el receptor, ast como de la adecuacién de las observaciones te6ri- cas de Nida, Lyons, Toury parala expli- cacién del cireuito que caractoriza la traslacién, una de las palabras que se volvoréin clave a lo largo dol desarrollo dol libro, Las principales corrientes de la lin- sgifstica, el andlisis textual y del discur- so estén representadas en forma de erf- tica por sus desavenencias con la propuesta teGrica de los autores, o bien, por contribuir ala visién funcional que se quiere destacar. Sin duda, la elecci6n tebrica obedece on mucho, y esto lo su ponemos, a la proximidad material con las fuentes principales de Ia filosofia, dollenguaje que se cultivaen Alemania «Inglaterra, factor que hace prevalecer un fuorte tono sajén durante toda la cexposicién sobre todo en los dos prime- +08 capitulos del libro. ‘Soguramente a presencia de algunos excluidos aportarfa contribuciones que Ff smerra- vers 1508 roforzarfan algunas partes débiles de la argumentaci6n. AGn ast el hilo condue- tor prosigue a lo largo del trabajo ‘ceasionar nudos insalvables y por ello discutibles del trabajo en su conjunto. Autores con inspiracién académica, De Katharina Reiss, la cuarta de forros nos dice que es doctora en Filologia ‘Roménica liconciadaon Interpretacion, porla Universidad de Heidelberg, mien- tras que la habilitacién para laensenan- za la obtiene de Ia Universidad de MainziGhermershein. Actualmento so desompena como profesora en la univer- sidados do Hoidelborg y Wurzburg. Ha traducido obras de profundidad filos6- fica, del espanol al alomén, comola obra de Pfo Baroja y de Ortega y Gasset. De esta actividad extrae ejemplos que es: ‘tin prosentos alo largo do todo el libro. Mientras de Hans Vermeer ee nos informa que también es doctor en Filo- Jogia Roménica y iconciado en Interpre- taci6n, titulos obtenides también on la Universidad de Heidelberg. Vermeer ccupa la Cétedra de Traductologia Ge- neral, pero su campo de aplieaci6n préc- 37 Traduic ntimero trece tico o¢ ol portugués, dol qu imparte la Cétedra de Traductologia especffica. Sux ‘campo de accién es vasto y va de la too- fade la comunicacién intercultural ala lologia y se interesa ademés de lin- giifstica goneral ‘Ambos tienen en comdin ol habor ini- ciado sus estudios en traduccién y el do buscar en Ja filologia roménica la disc plinay el método necesarios para sus in- vestigaciones. Unenfoqueen el estudio dela traduceién. De Vermeer, Marie Snell Hornby* dos- taca la orientacién hacia “un onfoque cultural de la traduccién” (culturally oriented approach). Estaoriontacién ob- ‘modo importante la necesi- dad do encontrar una orientacion cultural, target culture, al momento de ‘ofectuar una traduceién, del que amplia- mente nos hablan los cultural studies, Para Vermeer, escribe Snell Hornby, “translation is alwaysrelative to the given situation, and thus his approach is ‘essentially ‘aivanac™.Como predocest +08, nuestros autores constituyen uno de Jos pilares de la traduccién desde una perspectiva cultural, Preparacion Grundlegung einer allgemeine Trans- lationstheorie en espanol. EL libro llega al espafiol gracias a la traduccién de Sandra Garefa Roina y Colia Martin de Leén que trabajaron bajo la coordinacién de Hoidrun Witte. Laedicién esta a cargo de“AKAL edicio- nes" que lo publica en su Coleccién Uni- vorsitaria y aparece finalmente m diados de 1996. Del ejercicio de 1a traduccién del ale- mén al espanol se nos aclara en una nota pertinontomente colocada al inicio dol libro, 1a adhesién implicita a los postulados te6ricos que el mismo pre- senta y no sélo eso, una lectura cuid dosa nos proporciona una sorio do ojom- plos para ilustrar a traduccién misma, ue siguen de corea las sugerencias te6- rioas de los autores en algunos casos al pie de la letra. ‘Cabo proponer entonces dos criterios eo loctura: ol teérico en el cual obsorvar ‘TBasnett, Lafevere. Translation, History & Culture. p. 79. © Op. Cit p. 8. 38 FUNDAMENTOS PARA UNA TEORIA FUNCIONAL DE LA TRADUCCION Jos contenidos y las teorfas propuestos, yel del traductor para observar y dis- frutar el complejo proceso de tradue- cién siguiendo los postulados do la funcionalidad al momento de buscar los ejemplos. Ellibro se convierte asf en too- ria y préctica (dos en uno para un eslo- gan publicitario). Contenido El libro se divide en dos partes: la pri mora so refiore a una exposicion de la teorfa general de la que serviré como referencia al trabajo en su conjunto; li sogunda trata de rosumir en pequenos ‘esquemas de aplicacién lo que los auto- res denominan toorias especificas. ‘La primera parte inicia con la ubica. cién dentro de las teorfas del lenguaje y de Ia comunicacién de Ia definicién de traslacién, oferta informativa, qi diferencian de la traduccién: "la trasla- cién, sostienon los autores, os una claso especial de transferencia, ¥ por ello, es Uh inavererano 8 més adecuado hablar do ‘traslaci6n intercultural’ que do ‘traslacién intor- lingual’ [..] La traducci6n escrita y la traslacién oral (interpretacién) son cla- ses especiales de traslaci6n."* Esta afir- ‘macién sitta la necosidad de contem- plarlatraduccién desde una perspedtiva do intorcambio somiésico intercultural, como dirfa la semiética; es decir, un in- tercambio entre dos esferas con un uni verso propio quo permiten la existencia y la interacci6n de significados a través do sus significantes bajo condiciones idéneas do intorprotacién. No obstante, ‘sta propuesta teérica osté orientada hacia el aspecto principalen el estudio de laintertraduccién, os decir, la oristanci6 ‘cultural target culture, y tal adhosién. fexpone escuetamente en el primer ca pftulo del libro. Se harén otras menci nies a lo largo del libro, pero s6lo como referencia necosaria en Ia exposicion do algén punto conereto que 6 quiera aaclarar. Teles, Vermecr. Fundamentos para una teoria funcional de la traduecién, p18. Una vez situada la traslaci6n en un enfoque cultural se procede a defini ‘como oferta informativa. Ee importan- ‘te aclarar que la teorfa expuesta es con- iderada como global por parte de los autores y por tal motivo debe prever un ‘esquoma global de la comunicacién. Por ello “resulta decisive el que todatr ign (traduecién o interprotaci6n), inde- endientemente de su funcién y del tipo de texto, e0 considere como una oferta sn una lengua y cultura fi- nal (I, sobre una oferta informativa en ‘unalenguay cultura de partida (O1).”” Para una mejor compronsién los auto- "an una serie de pseudoférmulas, como ellos mismoslas definen. En el caso anterior tenemos que: 101) En esta parte se recapitulan una grupo do factoros quo dotorminan una tradue por ejemplo el papel de las ideolo- que a su vez determinan el grado de involueramiento social ¢ individual por parte del traductor. Pero se aclara que “el primer criterio para tomar una decision respecto a una traslacién es la funcién (que habré de justificarse) del translatum como oferta informative f- nal.* Sin embargo, se precisa, toda traslacién posee distintos niveles de imitatio, es decir, una imitacién del tox- to original, El segundo capftulo so contra on ox- plicar més detalladamente en qué con- siste la teoria del escopo teniendo como ‘objetivo principal el prevalecer absolu- to de la finalidad al momento de efec- tuar una traslacién. Sus postulados te6- In teoria de la accién, Tl ‘una teorfa compleja de la ac- cién. Se entiende por accién todo acto que “aspira a alcanzar un objetivo y, con ello, atransformar una situucién dada; () su motivacién consiste en que se concede tuacién existonte. principio dominante de toda traslacion 6 su finalidad. Las conseeuencias que devienen, traen consigo que por un lado sea‘mésimportante que un translatum. (una translacién) aleance un objetivo Top Gir p. 62 * Toidem. p. 70. ° Toidem: p. 7. ™ Ibidemp. 84, ‘Traducir funcionalmente 0 un recetario bdsico para los recién casados con la traduecién dado, que ol hecho de que se realice de tun modo determinado.” La teorfa del escopo ha tenido un importante seguimiento, sobre todo en aquellas corriontes que consideran in- dispensable un target culture al momen- ‘to do planoar una traduecién. Bn la préo- tica resulta indispensable un fuerte andlisis sobre la cultura de emisién de tun texto, Teniendo en euentael anélisi de las condiciones de emisién y de aqu Tas determinadas por la recopeién os po- ible entender “el escopo como una varia ble dependiente de los receptores"™ y {que os dofinida como ‘la rogla soviol6gi- Por ello para determinar un esoopo ‘qué tipo de a trasla- ‘TrL=fGK) (enla queskesté por skop6s) Un esquoma offecido on ol mismo libro resume la teorfa funcional dela tradue- cién on seis postulados fundamentales: 1. Un translatum esta condicionado por su escopo 2. Un translatum es una oferta infor- ‘mativacn unacultura y lengua fi ls sobre una oferta informativi unacultura y lengua de origen. 8, Un translatim reproduce una ofer- tainformativa de un modo no rover. sible unfvocamente, 4. Un translatum debe sor coherente on sf mismo, 5. Un translatum debe sor coherente con el texto de partida. 6. Las roglas enunciadas estan ordo- nadas (coneatenadas’) entre sf jerdrquicamente tal y como se expo- zo en el capitulo 5. La sogunda parte del libro puedo ser ‘considera préctiea y se enumeran una serie do problomas como la adocuacién, Inequivalencia en la cual se responde ‘varias interrogantescon unacascada de ejemplos en traducciones de diversos idiomas on casos distintos do una vari da tipologia de textos. Los casos trata- dos, sin embargo, no agotan una serie de intorrogantos y a pesar do incluir una ‘modesta tipologfa textual es necesario complementarlacon unapropuesta para Weider p85 3 Iden 1 Tbidem. p. 101 te Primavera-verano 1998 tuna tipologfa del grado de descodificacién {deal del receptor final del texto traducido. Como servirse Las 200 péginas del libro contionen un esfuorzo importante para la propuesta do una toorfa global para la traduccién funcional. Sin embargo, son pocas para agotar todos los problemas que una teo- la compleja de este tipo supone. Es un primer paso, importante sin lugar a dudas, que so complementa con el desa- rrollo de las disciplinas que por tema le son afines: la pr sociosemiética sociologia, entre otras. Bl libro es sobre todo una invitacién ala reflexién sobre e6mo abordar el problema de una cultu- raal momento detrasferirla aotra, pro- bloma que ha permanecido constante en cl tiompo para ol ponsamiento alemén a inicios del siglo pasado ya presentosen las observaciones de Goethe y von Humbold alas traducciones de la 6poca y sobre los intontos de Schleiormacher para tipolo- gizar los modos distintos de traducir. Las tipologias, sin embargo, no son tionden a evolucio- nar y a complicarso a la par do lo que sucede en los fenémenos a los que pro- tendon explicar. No obstante, son siom- pro necosarias para podor ostablocor un ‘mapa do aceién al momento de aplicar un métodoy en ese sentido esimportan- to reconocer el valor de Ia teorfa del escopo, siempre vigente, pero scompa- ‘nada de unaoportuna tipologta del ueta- rio del texto. C1 Fiche: Katharina Reiss, Hans J. Vermeer (1996). Fundamentos para una teoria, funcional dela traduceién. AKAL Edi- ‘cones, Coleccién Universitaria, Bibliografia consultada: Bassnett, Susan. (1980) Translation studies. Routledge, Londres. Bassnett, Susan y Lefevere, André. (1990) Translation, History & Culture. Cassell, Londres. Bertuccelli Papi, Maracella. (1993) Che cos la pragmatica, Bompiani, Milan. Norgaard, Siri. (1998) La teoria della traduzione nella storia. Bompiani, Milén. 39 ver Diego Lapuente Berta Taracena iego Lapuente pertenece a las generaciones de artistas pos teriores abierto las puert libertades del arte moderno, para comprobar quo las més extromas soluciones de formay expresién han exis- tido en el arte mexicano desde tiempos prehispénicos ‘Esta focunda circunstancia de posmo- dernidad —entendida ésta como una forma dialéctica y préctica de recuperar firtiles tradiciones— hace que resulte ‘adecuado invitar al paiblico en general y ‘ ospocialistas y eriticos a analizar la obra. artista, sus ideas estéticas, su criterio do eloccién, su composicién, téenica y el sontido do su arto. So trata de un artista joven, no tanto en su di- 40 Qué hay para. [a Divine Garza (1907, lela, 80 100 om mensi6n cronol6gica, como en su cap: cidad simbélica y entusiasta que so ca- racteriza por el talento para oxpresar en. imégenes, mediante un oficio determi- nado, los vericuetos y laberintos de la vida cotidiana, el valor do la transfor- ‘maci6n poética y la continuidad de una tradici6n antigua y vigorosa.on la oxpro- sién plastica Diego Lapuente rescata fragmentos del enmudecimiento del olvido y lose terioriza, los presenta al mundo por medio de tonalidades de colores reales quo dan vide a visiones intoriores. Es el caso do un artista que privile- gia la escena, pero nola escena descrita fen sus rasgos de literalidad evidente, sino la escena como espacio, como cen- tro de fuerzas configuradoras de una dimensién fantéstica. Ubicado dosdo sus primeras obras (1984) en una pers- peetiva desde la cual la visién trascion. de lo material de las cosas, Lapuente condensa on alegorias, metéforas y ssimbolismos, lineas de fuerza de la in- ‘icin y el pensamiento que se relacio- nan eon Ia poesia para indagar leyos universales del origen. Inserto en la fecunda tradicién del arte mexicano que desde el periodo prohispénico indaga estos orfgenes, Lapuente indaga profundamente en cada una do sus obras, buscando orien- tar la imagen hacia una visi6n distinta de las relaciones del hombre con su ‘medio y consigo mismo. Desarrolla con tal libertad formas que se suceden en el ‘ospacio-tiempo de las dos dimensions, ‘cuya tercora variable resulta una narra- Primavera-verano 1998 tiva convineente y postica. En sus com- posiciones nohay repeticién sino etapas diferontos de un proceso creativo que subviorte los efinones y provoca image ‘Nacidoen la Ciudad de México, Diego Lapuente practicé inicialmente como autodidacta, para asistir después al taller de Robin Bond y a la Escuela Na- cional de Artes Plésticas de Xochimileo. Desde sus comionz0s lo atrao proponer enigmas simbélicos y acotar un émbito fenel cual el rastro y el signo destaquon como elementos distintivos dentro de una Ifnea de antigua tradici6n que co- neeta con principios de la nuova goo- metrfa y que es caracterfstica de gran- des obras en la historia del arte mexicano, desde las figurillas de jaina hasta las formas monumentales de ‘Tamayo o de Ricardo Martinez. Se tra- ta de la transvanguardia ontendida ‘como una forma dialéctica, to6rica y préctica, de recuporar formas del pasado. Lacultura antigua y moderna, igual quoel mundo circundante, son objeto de invostigaciones de este artista a través de estructuras fundamontales; las re formas que Lapuente traza sobre los fondos de sus tolas no resultan solo fi- fguras, sino trazos que eonstruyen la pin- tura. Cada cuadro aparece de este modo, como fragmento de una vision que cons: tituye una serie que puede continuar hasta ol infinito. Ninguna pintura esta acabada en #{ misma, sino que pertene- 0 a un proceso efclico on ol cual cada obra se constituye en un instante, en un ‘momento particular e irrepetible. C1

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