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FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

MONOGRAFÍA
“Título”
Mitos sobre la sexualidad

Autores:
Ganoza Ipanaqué Angie
Pariona Ramirez Camila
Vargas Moran Gianella
Zavaleta Quiroz Aracely

Asesor:
Dra.

Chimbote – Perú
2019
ÍNDICE

I. INTRODUCCIÓN

II. DESARROLLO: MITOS SOBRE LA SEXUALIDAD

2.1 Sexo y sexualidad

2.2 Mitos sobre la sexualidad

2.3 Mitos sobre el embarazo

2.4 Mitos sobre el aborto

2.5 Mitos sobre métodos anticonceptivos

2.6 Mitos sobre enfermedades de transmisión sexual

III. CONCLUSIONES

IV. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

ANEXOS
I. INTRODUCCIÓN

El presente estudio titulado “Mitos sobre la sexualidad” es importante por cuanto conocer la sexualidad

ya que es el conjunto de condiciones anatómicas, fisiológicas y psicológicas – afectivas que caracterizan

el sexo de cada individuo. Es un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida.

Tiene dos objetivos fundamentales:

1. Explicar con claridad el tema sobre los mitos de la sexualidad resaltando sus características.

2. Reconocer la diferencia entre sexo y sexualidad, además de su importancia en la vida de las

personas.

Asimismo, esta investigación permitirá definir cuáles son los modos de expresar su sexualidad, así

como saber los puntos básicos del amplio tema de sexualidad.

En cuanto a los antecedentes del tema en mención José García con su tesis “Mitos sobre la sexualidad”

llegó a la siguiente conclusión: Los mitos sobre sexualidad que hoy perduran en nuestra sociedad son

la suma de las tradiciones ancestrales que durante años representaron las normas sociales que no se

podían transgredir.

Este nuestro primer trabajo monográfico está dirigido a todos los jóvenes chimbotanos, para que puedan

conocer sobre los mitos de la sexualidad, embarazo, aborto, métodos anticonceptivos, ETS, para que

conozcan del tema y puedan definir su orientación sexual libremente.


II. MITOS SOBRE LA SEXUALIDAD

2.1 Sexo y sexualidad


Los seres humanos tienen un cuerpo que les permite estar en movimiento, tienen vida y
pensamientos, que solo ellos determinan la forma en que emplean sus capacidades y su toma de
decisiones para su propia vida. Dos conceptos básicos: sexo y sexualidad, son los que dan un
acuerdo a los niveles en los que el ser humano vive, por ello, se considera importante comprender
el significado de estos términos.

El sexo es el conjunto de características biológicas que diferencian a los seres humanos en femenino
y masculino.

La determinación sexual se hace con base en factores biológicos y factores psicosociales.

El término sexualidad se refiere a una dimensión fundamental del ser humano, basada en el sexo,
incluye al género, las identidades de sexo y género, la orientación sexual, el erotismo, la vinculación
afectiva, el amor y la reproducción. Se experimenta o se expresa en forma de pensamientos,
fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, actividades, prácticas, roles y relaciones. La
sexualidad es el resultado de la interacción de factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos,
culturales, éticos y religiosos o espirituales. La sexualidad se experimenta y expresa en todo lo que
se es, se siente, piensa y hace. (Ramírez, 2007, p. 6)

Por su parte Adell (2011, p. 14) nos dice que la sexualidad no es aceptada ni practicada de la misma
manera por unos y otras, y las diferencias conllevan jerarquías y valoraciones que hacen aceptables
algunas acciones e inaceptables otras en tanto son hombres o mujeres quienes las ejercen.

La sexualidad es el conjunto de características biológicas, psicológicas y socioculturales que nos


permite comprender el mundo y vivirlo por medio de nuestro ser como hombres o mujeres. Es una
parte de nuestra personalidad e identidad y una de las necesidades humanas que se expresan
mediante el cuerpo; es un elemento básico de la femineidad o masculinidad, de la autoimagen, de
la autoconciencia, del desarrollo personal. Es parte del deseo para la satisfacción personal. Estimula
las necesidades de establecer relaciones interpersonales significativas con otros. (Otter, 2001, p. 12)

Dependiendo del desarrollo psicológico de cada quien, serán las reacciones en cada persona.

La sexualidad recibe influencias sociales, económicas y culturales, mismas que moldean la


manifestación del sexo biológico en la conducta de relación con el medio ambiente y con nosotros
mismos; esto nos hace pensar en la gran importancia de los factores externos que influyen en la
formación de la sexualidad. (Cuello, 2014, p. 9)

La formación de la sexualidad comienza con el nacimiento; este proceso paulatino, diario,


ineludible, puede darse tanto de manera formal como no formal. (Barranco, 2007, p. 8)

2.2 Mitos sobre la sexualidad


Cuando cualquier aspecto de la condición humana se ve envuelto en ignorancia y superstición, los
mitos y falacias aparecen en abundancia y oscurecen la verdad. Los mitos son propagados no sólo
por miembros de un mismo grupo social, sino también por las autoridades en la posición de educar.

Las creencias sin fundamento alguno en la verdad no son exclusividad de los novatos, algunos
profesionales con alto nivel de educación pueden conservar una colección curiosa y posiblemente
peligrosa de prejuicios sexuales. Por tanto, el error engendra al error y el ciego conduce al ciego,
las actitudes ilógicas, al igual que la información errónea, se filtran a través de todas las edades y
niveles educativos y socioeconómicos.

“Los mitos sobre sexualidad que hoy perduran en nuestra sociedad son la suma de las tradiciones
ancestrales que durante años representaron las normas sociales que no se podían transgredir”
(Brenot, 2003, pp.12-13).
No debe olvidarse que Freud creció y vivió durante una larga etapa de la época victoriana,
desarrollando su teoría psicoanalítica poco más tarde, y en ese periodo la sexualidad fue reprimida
y castigada. Por ejemplo: la masturbación no sólo era algo “malo”, sino un flagrante pecado, de
modo que a algunos niños llegó a cubrírseles el pene con un forro de cuero o de metal, el cual
ocasionaba infecciones y eyaculación precoz. El cuerpo humano era algo que debía ocultarse, de
ahí la utilización de la “sábana santa” para no ver ni tocar a la esposa por completo, misma que sólo
permitía introducir el pene para realizar el coito, ninguna otra posición excepto la del “misionero”
y ningún preámbulo sexual.

La época victoriana trajo como consecuencia un retroceso enorme del culto al cuerpo, la sexualidad
y el erotismo. La sexualidad sólo era un dispositivo para la reproducción de la especie, permitida
en los hombres en ciertas circunstancias socialmente toleradas y prohibidas en absoluto para las
mujeres. La sexualidad femenina cuando salía de ese marco era castigada con severidad; si una
mujer tenía orgasmos con frecuencia o, peor aún, se masturbaba, era considerada disfuncional, loca,
incontenible y peligrosa para la sociedad. La literatura médica y psiquiátrica de la época llegó a
reportar casos de cirugías en las que se extirpaba o cortaba el clítoris (Foucault, 1977, pp.9-11).

El mito de la sexualidad ligado a la locura permanece vigente desde un punto de vista simbólico.
En la actualidad, todavía muchas mujeres piensan y temen que si tienen la experiencia de un
orgasmo se volverán locas y después no podrán contenerse. Aunque parezca extraño, este miedo
persiste en la cultura actual, marcando en lo psicológico a mujeres y hombres que niegan su
sexualidad, sea en hombres que desarrollan eyaculación precoz o en mujeres con anorgasmia y
deseo hipoactivo, lo que en ambos casos se encuentra en el terreno de la disfunción, o colapsado,
es la sexualidad y el erotismo plenos (Aldana, 2000, p.43).

En la sociedad occidental, las edades de la vida sexual tienen una gran importancia y se encuentran
reglamentadas. Queda castigada la sexualidad infantil y sólo se admite a partir de la fertilidad, por
lo que la edad de ejercer la sexualidad sea después de la primera menstruación o de la primera
eyaculación, hasta la última posibilidad de reproducción en la mujer. Todo lo demás es castigado,
ignorado o reprimido por el aprendizaje social.
El inicio de la forma en que los hombres construyen su erotismo y sexualidad difiere al de las
mujeres. A menudo llega a la vida adulta con la idea de que su sexualidad está en espera de
desarrollarse en función de su compañero de vida, su sexualidad no le pertenece, porque le pertenece
a él y, por extensión, el hombre debe construirlo en lugar de ella, al “crear” el placer que ella espera,
como si esto fuera posible. En la misma lógica de educación por género, las mujeres son concebidas
como infantes también en el terreno de la sexualidad; su erotismo tiene que ser “descubierto” y
“despertado” por el otro y no por ella misma. La satisfacción sexual femenina se cumple en función
del otro; su cumplimiento pasa por la guía y la satisfacción masculinas.

Los hombres, por otra parte, se autoestimulan sexual y eróticamente, conocen bien sus genitales y
las sensaciones que producen, así como el resto de su cuerpo por educación de género. Ellos pueden
hablar del tema, ellas no. Las mujeres no se exploran sus genitales ni se autoestimulan.

Aquellas mujeres que se salen de este modelo educativo represivo suelen ser ignoradas o excluidas
del grupo social y familiar al que pertenecen, con lo que se les priva de su significación de
pertenencia y se borra su historia. Otra manera en que actúa la sociedad es castigándolas si expresan
su erotismo en lo privado, que al final de cuentas es lo público.

Una mujer bisexual o lesbiana, está por completo excluida de la sociedad y es castigada con
términos despectivos y peyorativos como “puta”, “ninfomaníaca”, “adicta sexual”, “perversa”,
“destroza familias”, “perdida” y demás. Lo que es peor, la mujer en efecto introyecta la represión
sexual de tal manera que su respuesta sexual humana es castigada con la represión o la
manifestación de ésta, por lo que termina cargando culpas (Aldana, 2000, p.48).

Una de las bases culturales fundamentales de la cultura occidental, es el pensamiento judeocristiano


justificando la manifestación de la sexualidad solo en función de la necesidad de reproducción,
anulando la expresión erótica de la respuesta sexual humana del placer, castigándola. Sólo se le dio
significado a la sexualidad para ser familia, para reproducir la especie, de ahí que era permitido
ejercer la vida sexual a través del coito heterosexual durante la ovulación, pero hizo que se
castigaran las experiencias eróticas de la homosexualidad y de la masturbación o autoerotismo,
antes, durante y después de la menstruación, ya que en este tiempo biológico no hay fecundación.
El discurso de la represión de la sexualidad que Occidente ha promovido a través de su historia, ha
enseñado a cerrar los sentidos y a utilizar solo el pensamiento y la razón, pero no mediante lo
positivo, sino por miedos y culpas. Las mujeres desde la victimización y los hombres desde la
postura de proveedores de la responsabilidad; los varones en particular han cerrado sus sentidos,
específicamente el del tacto y al genitalizar su sexualidad han reducido las posibilidades y alcances
de su erotismo.

Cuando se consigue que el erotismo-vida sea una postura del pensamiento, las mujeres y los
hombres permiten la posibilidad de una vida con mayor placer en todas sus áreas, es decir, la
sexualidad, el trabajo, la recreación, el dormir bien, lo cotidiano y todo lo que hacen, les permite
tener más placer y vivir a plenitud (Rubio, 1994, pp.51-52).

Debido a la notoria expansión y mejoría en los medios de comunicación moderna y la disponibilidad


relativa de material sexual más explícito, la sociedad ha sido informada de manera más significativa
en los temas sexuales, las personas desconfían en reconsiderar la mitología sexual que antes se
aseguraba como verdadera de modo inquebrantable. Sin embargo, al mismo tiempo que esto sucede,
se crean nuevos mitos. Por ejemplo, hace algunos años se pensaba erróneamente que era muy poco
lo que podía hacerse por aquellos que sufren de problemas sexuales. En la actualidad, como
resultado de discusiones abiertas, muchos se han ido al otro extremo y aseguran de manera falsa
que éstos se curan con facilidad, por medio de simples trucos.

2.3 Mitos sobre el embarazo


Se define como embarazo el tiempo que tarda en desarrollarse el producto de la concepción, desde
la fecundación hasta su expulsión en el momento del parto. Tiene una duración aproximada de
nueve meses, 280 días, o bien 40 semanas. La edad ideal para el embarazo es entre los 20 y 30 años
de edad.

De los dos millones de nacimientos que ocurren en México cada año, 480 mil corresponden a
mujeres de entre 14 y 19 años, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud federal dados a
conocer en 2012. Según expertos, más del 60% de los embarazos en adolescentes no fueron
planeados. El desconocimiento o mal uso de los métodos anticonceptivos, la poca información sobre
la sexualidad, la baja escolaridad, la inadecuada comunicación familiar y el contexto cultural, son
algunos factores que han provocado el aumento de embarazos no planeados entre jóvenes.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año 16 millones de adolescentes
en el mundo, entre los 15 y 19 años de edad, tienen embarazos y partos. En México, de acuerdo con
información del Consejo Nacional de Población, uno de cada seis nacimientos ocurre en mujeres
menores de 19 años. El embarazo en la adolescencia eleva cinco veces el riesgo de morir durante la
atención obstétrica. También hay repercusiones en la salud del recién nacido, como bajo peso,
inmadurez pulmonar y problemas de control de temperatura. Por otra parte, la falta de uso de algún
método anticonceptivo en la primera relación sexual aumenta el riesgo de presentar embarazos no
planeados y que terminan en aborto, el contagio de infecciones de trasmisión sexual como el virus
del papiloma humano y el VIH/ SIDA. Además, los padres adolescentes presentan una disminución
de oportunidades de educación y trabajo, así como también el truncamiento de muchos planes de
vida.

De acuerdo con Velasco (1993, pp.61-67), las consecuencias derivadas del embarazo en la
adolescencia son evidentes a distintos niveles, entre los cuales destaca los relacionados con:
Aspectos psicológicos:
 Ansiedad ante la sospecha del embarazo y miedo ante su confirmación.
 Preocupación por su esquema corporal debido al embarazo.
 Inquietud ante la necesidad de comunicar el embarazo. En ocasiones negación del mismo.
 Miedo ante el futuro.
 Resentimiento contra el hijo, pareja o familia.
 Depresión ante la responsabilidad.
 Pérdida de tiempo libre y de oportunidades para desarrollar la personalidad.
 Preocupación por la capacidad para desempeñar adecuadamente su papel de madre.
Aspectos sociales:
 Desaprobación social.
 Disgusto del futuro padre en la mayoría de los casos.
 Pérdida de la compañía de los amigos.
 Aislamiento en el hogar.
 Dependencia de los demás para obtener ayuda.
 Matrimonio forzoso o abandono de la pareja.
 Dificultad para encontrar una pareja posteriormente.
 Maltrato psicológico y físico del niño cuando nazca.
 Reclamos, hostigamiento y maltrato físico por parte de los padres a la joven embarazada.
 Las jóvenes deciden someterse a un aborto con o sin el consentimiento de los padres.
 Otras personas prefieren dar en adopción a su bebé.

Aspectos médicos:
 Complicaciones del embarazo.
 Prematuridad.
 Anomalías congénitas.
 Morbi-mortalidad infantil elevada.
 Cuidados inadecuados para el niño.
 Embarazos subsecuentes sin espaciamiento.

Aspectos económicos:
 Pérdida de oportunidades de formación e ingresos.
 Necesidad de apoyo económico para la madre y el niño.
 Gastos para la atención médica.
 Dificultades laborales; en general, las adolescentes tienen trabajos mal remunerados, sin
contrato, y es habitual el despido cuando se sabe que está embarazada.
Aspectos educativos:
 Deserción escolar.
 Pérdida de oportunidades para seguir estudiando.
 Necesidad de educación sobre el embarazo.

El embarazo no deseado y las consecuencias que trae consigo, implican grandes responsabilidades.

También se ha escrito acerca de los peligros de hacer viajes, hacer ejercicio y manejar automóviles
durante el embarazo. Además de pensar que el embarazo es un período crítico, una razón importante
para evitar la relación sexual, éstas concepciones falsas sobre las relaciones sexuales durante el
embarazo como lo son; el pensar que la mujer tiene riesgo de aborto, el pensar que las mujeres
pueden definir el sexo del bebé con cierta dieta y otros mitos.
Mito/Realidad Hombre Mujer
Mito: La dieta alimenticia de la mujer durante el embarazo influye en el 
sexo del bebé.
Realidad: Ni los síntomas, ni la forma del vientre, ni la alimentación, ni la
redondez de la cara, ni la frecuencia cardiaca determinan el sexo del bebé.
Los genes son lo que determina el sexo de los individuos

Mito: El coito durante el embarazo puede perjudicar la salud o hacer daño  


al feto.
Realidad: En este aspecto se debe consultar un médico, el cual indicará lo
que se debe hacer, generalmente cuando se tiene cuidado no hay ningún
problema con las relaciones sexuales durante el embarazo; el bebé está
protegido y no sufre ningún daño. Sin embargo, si el embarazo es de alto
riesgo puede perjudicar al embrión o al feto

Mito: Durante el embarazo se debe evitar el coito.  


Realidad: Cuando el embarazo evoluciona sin complicaciones, el coito
puede realizarse hasta el octavo mes, empleando en los últimos meses
posiciones laterales de la madre para evitar cualquier molestia al producto

Mito: Para que la mujer quede embarazada es necesario que hombre y  


mujer alcancen el orgasmo al mismo tiempo
Realidad: Es totalmente falso, ya que el pene durante el coito arroja una
sustancia que contiene de igual manera espermatozoides, y ya sea por este
medio o por eyaculación la mujer puede embarazarse, por ello el orgasmo
de la mujer no interviene en la posibilidad de embarazo.

Mito: Una mujer nunca queda embarazada en su primera relación sexual 


Realidad: Desde que la mujer tiene su primera menstruación, puede
quedar embarazada y no influye que sea la primera vez que tiene
relaciones sexuales, hay la misma posibilidad de embarazo.
Mito: Una mujer puede embarazarse al meterse a nadar en una alberca. 
Realidad: Las únicas formas de embarazarse son: a través del coito, por
fecundación “in vitro”, inseminación o si el hombre eyacula cerca de la
vagina. Una mujer no se puede embarazar si hay semen en una alberca.
Los espermatozoides no sobreviven en cualquier medio

Mito: Una mujer se puede embarazar por usar un baño público 


Realidad: La única forma de embarazarse es a través del coito, o si el
hombre eyacula muy cerca de la vagina.

Mito: Una mujer que deglute el semen queda embarazada 


Realidad: El embarazo sólo se lleva a cabo si existe la unión del óvulo
con el espermatozoide y ello puede suceder sólo por coito o si hay
esperma muy cerca de la vagina. Ingerir semen no produce un embarazo.

Mito: Si una mujer se embaraza, se va a sentir más tranquila y mejor 


consigo misma
Realidad: Aunque tener un hijo sea considerado una de las realizaciones
del ser humano, un bebé implica responsabilidades de tiempo y dinero. Los
jóvenes dejan de hacer las cosas que les gustan, lo cual va a impedir a la
mamá adolescente estar tranquila, y sentirse bien. Al contrario, es probable
que se arrepienta muy pronto y se sienta muy mal de no poder hacer lo que
hacen sus amigos. Además un hijo necesita fortaleza, seguridad y
estabilidad de sus padres y los adolescentes es poco probable que lo den,
pues su mismo proceso de maduración los limita. Los
adolescentes están buscando seguridad, firmeza y estabilidad.

Mito: La única forma de mostrar que la persona es muy hombre, es 


teniendo un hijo
Realidad: Los verdaderos hombres son personas responsables, conscientes
de sus derechos y obligaciones, personas que respetan la vida propia y la
de los demás. Procrear un bebé en la adolescencia, o antes de
estar realmente preparado psicológicamente, antes de ser maduro, es un
acto de irresponsabilidad hacia el bebé y hacia la mamá.
Mito: La mujer para conseguir el amor de un hombre es necesario que 
tenga un hijo de él
Realidad: Es muy probable que en una relación en la que la mujer se
embaraza para detener al hombre a su lado, él la deje, inclusive antes de
que nazca el bebé, o se casen pero obligados por las familias o las normas
sociales.

Mito: Si una mujer decide embarazarse no necesita consultarlo con su 


pareja.
Realidad: Un bebé de preferencia debe ser atendido por su papá y su
mamá. Por lo tanto, la decisión de tener un bebé deben tomarla tanto el
hombre como la mujer.

Mito: Si la relación de pareja no está funcionando puede mejorar si se tiene  


un hijo o hija
Realidad: No se debe esperar que una relación mejore por el solo hecho de
tener un hijo o una hija, por el contrario, éste o ésta va a implicar más
tensión en la pareja. El nacimiento de un (a) hijo (a) generalmente ocasiona
cambios o desajustes en la pareja, los cuales serán más fáciles
de superar si existe una buena relación.

Mito: Si la mujer tiene relaciones sexuales durante la menstruación no 


puede quedar embarazada
Realidad: Si coincide la menstruación con la ovulación, como en el caso
de algunas mujeres, es posible que pueda quedar embarazada, aunque la
relación se haya efectuado durante el período menstrual.

Mito: Si durante el embarazo la mujer no come lo que se le apetece, el 


niño o la niña nace con cara del antojo
Realidad: Una mujer embarazada no debe comer todo lo que le apetece
para no aumentar de peso excesivamente; sin embargo, no hay relación
alguna entre lo que se come y el aspecto que tendrá el/la niño (a).

Mito: Si la mujer sangra en la primera relación sexual ya no se produce el 


embarazo
Realidad: El sangrado que a veces se da en la primera relación sexual se
debe al rompimiento del himen y no tiene ninguna relación con el
embarazo.

Mito: Una mujer no puede quedar embarazada aunque solo tenga 


relaciones sexuales ocasionalmente
Realidad: Una mujer puede quedar embarazada cada vez que ella tenga
relaciones sexuales, incluyendo su primera vez.

Con base en los mitos sobre el embarazo antes mencionados se destaca la realidad de cada uno de
ellos, dando paso a que los jóvenes universitarios conozcan y se den cuenta de las ideas erróneas en
las que aún siguen creyendo y pueden dejar de creer si se informan apropiadamente, ya que el
embarazo implica grandes responsabilidades y frecuentemente no alcanzan a darle a tal suceso la
importancia que tiene debido a su propia inexperiencia. Por tal razón los jóvenes tienen que estar
informados para que su vida sexual sea más saludable y responsable.

2.4 Mitos sobre el aborto


El aborto es la interrupción del embarazo antes de que el embrión o el feto puedan sobrevivir de
manera independiente fuera de la matriz (Pick, 2004, pp.32-35).

Existen dos tipos de aborto: el inducido o provocado, ya sea por prescripción médica o por el deseo
de no continuar el embarazo y, el espontáneo.

El aborto inducido no prescrito por el médico puede afectar gravemente la salud física de la mujer,
consecuencias que van desde infección y hemorragia hasta esterilidad y muerte. Dado que el aborto
está penalizado aún, se practica en condiciones inadecuadas y por personas sin entrenamiento o no
especializadas.

También hay abortos autoprovocados y éstos generalmente se realizan mediante la inserción de


objetos no estériles (como agujas de tejer, ganchos, sondas, etc.) que provocan daños al embrión,
desgarros de membranas y la contracción del útero, y finalmente la expulsión del producto.
Igualmente son utilizados té o infusiones, así como, actividades físicas excesivamente fuertes, que
producen el inicio del aborto, pero en la gran mayoría deja residuos de membranas o tejidos los
cuales se van a descomponer y provocar una infección importante. Generalmente quienes realizan
alguna de estas prácticas deben someterse a una limpieza del útero o legrado y un tratamiento con
antibióticos.

Existen muchas razones por las cuales una mujer o una pareja deciden abortar un embarazo, el
rechazo familiar y social, la falta de preparación psicológica y económica para cubrir las
necesidades del nuevo ser y las suyas propias, la ausencia de un padre, los estudios en la escuela,
entre otras; pueden ser las determinantes de tener un hijo no deseado. Estudios muestran que los
hijos no deseados presentan características psicológicas particulares como tender más a la
depresión, apatía, tener poca confianza en sí mismos y baja autoestima. Sin embargo, también el
aborto se puede dar de manera espontánea, sin que la mujer o la pareja hayan deseado abortar; y en
ocasiones, son catalogadas como irresponsables y malas personas, cuando no lo son.

Por todas estas razones es importante analizar las consecuencias antes de decidir tener una relación
sexual sin protección anticonceptiva. El aborto inducido no debe considerarse como un método
anticonceptivo ya que muchas veces los jóvenes creen este mito pensando que después de un aborto
inducido ya no se podrá embarazar la mujer, es por ello que no debe considerarse como método
anticonceptivo pues involucra importantes riesgos físicos y psicológicos que pueden evitarse con la
adecuada prevención y planeación.

Es importante que un aborto sea realizado por un especialista en el campo para prevenir los
problemas que muchas veces se encuentran por falta de experiencia del proveedor del servicio.

El aborto espontáneo es el que se da sin que haya manipulación externa intencional incluyendo los
causados por lesiones o fiebres altas.

Los métodos utilizados por médicos o personal capacitado para realizar abortos son:
 Extracción instrumental por vía vaginal (legrado o raspado quirúrgico, aspiración al vacío o
succión).
 Cirugía uterina (histerotomía e histerectomía).
 Inducción médica mediante la administración de sustancias que provocan el trabajo de parto.

Las consecuencias psicológicas de los abortos son muy variadas. Sin importar que el aborto sea
provocado o espontáneo, las mujeres pueden tener desde sentimientos de alivio y tranquilidad hasta
sentimientos de depresión y de culpa.

Tener uno u otro de estos sentimientos depende del deseo o no deseo de tener un hijo, de la
preparación psicológica que se tenga para abortar, de la forma como sea realizada la intervención,
del apoyo de otras personas, etc.

Mito/Realidad Hombre Mujer


Mito: Todas las mujeres que abortan se deprimen 
Realidad: Después de un aborto, especialmente si fue espontáneo, algunas
mujeres se pueden sentir tristes o deprimidas. Sin embargo, si el aborto fue
por decisión propia muchas veces lo que se siente es alivio de la
responsabilidad de haber tenido un hijo no deseado. Para la decisión es
conveniente analizar todos los aspectos: emocionales, sociales, religiosos,
culturales, etc., para lograr una mayor claridad de la situación y tomar de
esa manera una decisión más consciente.
Mito: A las mujeres que abortan ya no las quieren los hombres 
Realidad: El amor de una pareja no depende de si la mujer ha o no
abortado, especialmente si la decisión de abortar fue tomada por el hombre
y la mujer conjuntamente.

Mito: Los hombres están en contra del aborto 


Realidad: Muchas jóvenes adolescentes son apoyadas por el hombre que
no quiere responsabilizarse de un hijo no deseado. No es posible
generalizar, hay tanto hombres como mujeres que se oponen al aborto.

Mito: Si las mujeres abortan por un legrado ya no pueden tener más bebés 
Realidad: Si el aborto se realizó con los cuidados y la limpieza necesarios y
no quedó ningún residuo que provocara infección o alguna hemorragia, no
hay ningún problema y se pueden tener más bebés. Muchos de los problemas
surgen cuando un legrado se hace en condiciones poco higiénicas; esto
sucede cuando lo lleva a cabo alguna persona no calificada. Actualmente
existen técnicas para efectuar abortos con un alto
grado de seguridad.

Mito: Si la mujer aborta dos o tres veces, después ya no puede tener más 
hijos
Realidad: Si los abortos son hechos con las medidas higiénicas necesarias,
no hay ningún problema de este tipo.

Mito: No se puede perforar el útero de la mujer después de un aborto 


Realidad: Un aborto provocado puede ser muy peligroso si no lo efectúa una
persona profesional. Sí puede perforarse el útero y tendría que practicarse
una histerectomía (extracción del útero en su totalidad). Por eso
es importante hacerlo con personas capacitadas.

Mito: Está comprobado que existen inyecciones para abortar  


Realidad: No específicamente con fines abortivos. Hay medicamentos
inyectables utilizados para algunos padecimientos, que pueden ocasionar
un aborto.
Mito: Las mujeres informadas que deciden abortar por voluntad propia son malas  
personas
Realidad: Las mujeres no son malas personas, ya que antes de que se les practique
el aborto, la mujer es sometida a una serie de preguntas, estudios y se le
proporciona la información para que al final ella tome su propia decisión. Los
motivos por los que se recurre a un aborto pueden ser; por violación, riesgo para la
salud de la mujer, razones socio-económicas graves, malformaciones genéticas o
congénitas en el feto, etc.

Mito: El aborto es la única alternativa ante un embarazo no deseado. Realidad:  


Ante un embarazo no deseado no es la única alternativa; ya que, se puede
continuar el embarazo y asumir la responsabilidad de tener un
hijo o darlo en adopción

Mito: El aborto sería necesario si todas las personas utilizaran métodos  


anticonceptivos.
Realidad: De acuerdo con el Consejo Nacional de Población el aborto no sería
necesario si las parejas utilizaran métodos anticonceptivos correctamente y
tuvieran información suficiente sobre la utilización de
éstos

Con esto se puede concluir de acuerdo con los mitos sobre el aborto que no por ser mujer o
por ser hombre se debe creer todo lo que otras personas les dicen porque una inadecuada
decisión puede llegar a un riesgo mortal, como la pérdida de la vida en la mujer y del embrión.
De ahí la importancia en que el hombre como la mujer se orienten con personas capacitadas
sobre el tema del aborto, ya que con ello podrían tomar la decisión sobre qué hacer realmente
y no tomar una decisión equivocada.

56
2.5 Mitos sobre métodos anticonceptivos
Los métodos anticonceptivos permiten decidir cuántos hijos se quieren tener y cuándo, porque
son procedimientos que sirven para evitar un embarazo, para decidir el tiempo de espera entre
un embarazo y otro, y para cuidar la salud de la mujer evitando una enfermedad de transmisión
sexual si se utilizan adecuadamente (Álvarez, 2004. pp.44-47).

Existen distintos métodos anticonceptivos; algunos son temporales (evitan el embarazo cuando
se usan, pero no si se dejan de usar) se clasifican en tres grupos: de barrera, hormonales y
naturales. Los de barrera incluyen el condón femenino y masculino, el dispositivo intrauterino
y los óvulos. Los hormonales implican el uso de pastillas, implantes e inyecciones; finalmente
los naturales se conocen como el ritmo, coito interrumpido y método Billings. Y existen los
métodos anticonceptivos permanentes (ya no permiten tener hijos) como son la salpingoclasia
y vasectomía.

No dejando de lado al método de emergencia, que no es un anticonceptivo pero que puede


evitar en su momento la fecundación. Es el médico quien deberá orientar y guiar al adolescente
para que tome una decisión adecuada a su situación.

En la vida sexual de los jóvenes hay que tomar en cuenta factores como la frecuencia de
actividad sexual, el desarrollo físico y emocional, el tipo de pareja (si es estable o no), así como
la actitud y la motivación para la utilización de métodos anticonceptivos.

Mito/Realidad Hombre Mujer


Mito: Eyacular fuera de la vagina es un método anticonceptivo eficaz 

Realidad: Como método anticonceptivo no es eficaz, pues el hombre


antes de eyacular puede segregar un par de gotas que pueden llevar
espermatozoides y por lo tanto tener capacidad fecundante. El hombre no
nota cuando segrega este par de gotas, con lo cual no puede tener
control, como puede tenerlo con la eyaculación.

57
Mito: Un hombre que se hace la vasectomía pierde virilidad. 
Realidad: La vasectomía es la intervención quirúrgica mediante la cual se
cortan los conductos deferentes, de forma que se evita que en la
eyaculación aparezcan espermatozoides. Tras la vasectomía el hombre
sigue eyaculando, y la eyaculación tiene el mismo aspecto que antes, ya
que lo único que no lleva el semen eyaculado son espermatozoides, pero
como estos son microscópicos, el aspecto externo del semen no cambia.
Como vemos, la vasectomía en ningún momento tiene que interferir en la
respuesta de la erección, ni en la “virilidad”. En aquellos casos que sí
ha interferido es por causas psicológicas y de autosugestión.

Mito: Los preservativos son un mal método anticonceptivo porque se  


rompen muy frecuentemente.
Realidad: Los preservativos son los únicos métodos que, además de
prevenir un embarazo no deseado, también puede prevenir la mayoría de
enfermedades de transmisión sexual. Para evitar su rotura debe primero
asegurarse que estén homologados, y no caducados; y segundo, guardarlo
y colocarlo correctamente. La mayoría de las roturas de los preservativos
es debido al uso incorrecto que hacen de él. El
preservativo utilizado correctamente es un método preventivo muy

58
eficaz.
Mito: La píldora anticonceptiva se toma sólo el día que vayas a mantener 
una relación sexual.
Realidad: Una creencia errónea muy extendida entre la gente joven, es
que la píldora anticonceptiva sólo hay que tomarla el día que vaya a
mantener una relación sexual. La píldora debe tomarse todos los días
mantengan o no relaciones sexuales. Para ello es imprescindible que
vaya al ginecólogo/a.

Mito: La píldora anticonceptiva previene de enfermedades de 


transmisión sexual.
Realidad: La píldora anticonceptiva es uno de los métodos
anticonceptivos más eficaces, pero no previene de enfermedades de
transmisión sexual, sólo les previene de un embarazo no deseado.
Mito: Los condones tienen un alto grado de falla por rompimiento y  
porque se resbalan
Realidad: Se ha visto que, en general los condones tienen bajo grado de
probabilidad de romperse o resbalarse y que cuando esto sucede se debe
a fallas en su uso, como por ejemplo, aplicarle lubricante en exceso por
dentro del condón, abrir la envoltura con los dientes o las uñas, o tratar
de ponerlo con jalones fuertes. Estudios de los casos de rompimiento o
de que se resbalan muestran que éstos suceden en las mismas parejas una
y otra vez, lo cual indica que es falla en el uso y no en el condón en
sí.

Mito: Las píldoras anticonceptivas no causan cáncer 


Realidad: Además de causar efectos secundarios, también hay
posibilidad de que cause cáncer, debido a los antecedentes familiares
con esta enfermedad, así como su uso continuo, mala alimentación por
parte de la mujer y las reacciones que produzca su organismo

Mito: La ducha vaginal previene el embarazo. 


Realidad: La ducha vaginal no es un método anticonceptivo efectivo y
no se recomienda ya que destruye la flora vaginal.

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Mito: Si el hombre saca el pene de la vagina antes de eyacular no se  
produce un embarazo
Realidad: Aunque hay personas que creen que retirar el pene de la vagina
antes de eyacular (retiro o coito interrumpido) es una forma de prevenir
el embarazo, la realidad es que la probabilidad de que se haya expulsado
algo de fluido preeyaculatorio antes de la eyaculación es muy
alta, por lo cual ésta no es una forma efectiva de anticoncepción.

Mito: Las mujeres si toman una pastilla anticonceptiva sólo cuando 


tienen relaciones sexuales pueden prevenir un embarazo
Realidad: Las píldoras anticonceptivas son útiles para no embarazarse
sólo si se usan de acuerdo con las instrucciones. Tomar una a veces, o
sólo cuando se tienen relaciones sexuales, no sirve como anticonceptivo.

Mito: El hombre puede usar un condón más de una vez durante el acto 
sexual
Realidad: Aunque no se note que el condón esté roto, se ha deteriorado
con el uso y es posible que tenga agujeros pequeños, invisibles, pero que
permiten el paso de semen. De hecho, sí se “puede” usar más de una vez
pero no sirve como anticonceptivo, ni preventivo de enfermedades
de transmisión sexual.

Mito: Si se ingiere un óvulo después de tener relaciones sexuales, la 


mujer puede prevenir un embarazo.
Realidad: Los óvulos sirven para prevenir el embarazo sólo si se insertan
adentro de la vagina 15 o 20 minutos antes de tener relaciones sexuales y
se usa uno para cada relación sexual. Ingerirlos sólo
producirá un raro sabor de boca y posiblemente un embarazo.

Mito: Si la mujer se aplica limón en la vagina no hay posibilidad de 


embarazo
Realidad: El limón acidifica la vagina, lo cual puede interferir en la
movilización de los espermatozoides, pero no es un método
anticonceptivo. Es peligroso utilizar estas sustancias ácidas pues dañan
el tejido vaginal y provocan úlceras.

60
Mito: El ritmo no es un método anticonceptivo eficaz para las jóvenes  

Realidad: Para las jóvenes que tienen relaciones sexuales seis antes y seis
días después de su período menstrual, y sus ciclos son regulares, no se
pueden embarazar y les resulta eficaz este método. Sin embargo, hay
mujeres que son irregulares en
el ciclo hormonal-ovulatorio y les resulta ineficaz, ya que se embarazan.

Mito: La mujer no debe ayudar al hombre a colocar un condón  

Realidad: La participación de la mujer en la colocación del condón


puede favorecer la excitación y contribuir al acercamiento sexual de la
pareja.

Mito: Si la mujer toma una aspirina antes de la relación sexual previene 


el embarazo
Realidad: La aspirina sirve para muchas cosas, pero no para prevenir un
embarazo.

Mito: Es malo que las mujeres tomen píldoras anticonceptivas cuando 


están menstruando
Realidad: No pasa nada, de hecho, los anticonceptivos orales empiezan a
tomarse el quinto día del ciclo menstrual, contando como primero el día
que la persona empieza a menstruar.
Mito: Si las mujeres toman pastillas anticonceptivas pueden tener 
gemelos (as) o trillizos (as)
Realidad: Los (as) gemelos (as) o trillizos (as) no son consecuencia del
uso de pastillas anticonceptivas, sino de factores hereditarios,
tratamientos de fecundación, edad en que la mujer concibe, ovulación
múltiple, etc.

Mito: El condón no es un método anticonceptivo con un 87% de  


efectividad.
Realidad: Es una creencia errónea, la efectividad del condón se sitúa en
el 87% de efectividad

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Mito: La abstinencia no es el único método para prevenir embarazos 100% 
efectivo
Realidad: La única forma de estar absolutamente seguro de evitar un
embarazo e incluso una enfermedad de transmisión sexual, es no tener
relaciones sexuales.

Es fundamental que los y las jóvenes conozcan información verídica y comprobable de los
métodos anticonceptivos; ya que esto, les servirá para una toma de decisión significativa para ellos
mismos cuidando aún más de su sexualidad.

2.6 Mitos sobre enfermedades de transmisión sexual


Las enfermedades e infecciones transmisibles sexualmente existen desde el inicio de la
humanidad. Han causado millones de muertes y aunque ahora existen tratamientos eficaces, siguen
siendo frecuentes y peligrosas. Las ETS no respetan género, raza, religión ni posición social. Están
consideradas como enfermedades sociales, pues siempre van unidas a prejuicios, información
equivocada, miedo, vergüenza, culpa e ignorancia de quien las padece y estas condiciones agravan
el problema de su prevención, diagnóstico y/o tratamiento.

Los conocimientos del adolescente sobre estas enfermedades son confusos, más relacionados con
miedo que con la prevención, lo cual se manifiesta en una alta incidencia de éstas en adolescentes
y jóvenes.

Es necesario crear la conciencia de que cualquier persona está expuesta a contraer ese tipo de
padecimientos, así como algunas otras enfermedades, pero lo más importante es la aplicación de
medidas higiénicas para prevenirlas y, por tanto, tener una mejor salud física y mental que permita
disfrutar más la vida y la sexualidad.

De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) las enfermedades de transmisión
sexual, anteriormente conocidas como enfermedades venéreas, son un grupo de enfermedades que
se contagian durante las relaciones sexuales sin protección por vía anal, oral o vaginal
(IMSS,2008), y:
 Son causadas por virus, bacterias, hongos y otros gérmenes microscópicos.
76
 Se propagan de una persona infectada a otra pudiendo ser contagiadas sin saberlo, ya que
las enfermedades en algunos casos pueden ser asintomáticas y la infección puede pasar
desapercibida.
 Atacan a personas de cualquier edad y sexo, pero los adolescentes y adultos jóvenes son
los que están en mayor riesgo de contagiarse, no es necesario tener múltiples parejas para
contraer una enfermedad de transmisión sexual.
 Si no se evitan o tratan rápidamente ocasionan esterilidad, enfermedades crónicas o incluso
la muerte.

Las enfermedades de transmisión sexual más conocidas son:


 Tricomoniasis.
 Clamidiasis.
 Candidiasis o Moniliasis Vaginal.
 Gonorrea o Blenorragia.
 Sífilis.
 Chancro blanco.
 Herpes.
 Hepatitis virales.
 Virus del Papiloma Humano.
 VIH/SIDA.

Las condiciones que favorecen su contagio son:


 Contacto sexual sin protección con personas infectadas.
 Recibir transfusiones con sangre no segura o no certificada.
 Uso de agujas contaminadas de personas infectadas.
 A través de la placenta de la madre enferma al feto o al recién nacido.
 Lactancia materna de una madre enferma de SIDA.

No es necesaria la penetración anal o vaginal para contagiarse, es suficiente el roce y tocamiento


de los genitales para infectarse; ya que, antes de la eyaculación masculina existe salida de fluido
que también es potencialmente infectante. Es importante señalar que una persona puede tener dos
o más enfermedades en un mismo momento de la vida.

77
El tratamiento de una enfermedad de transmisión sexual debe ser otorgado y vigilado por un
médico y se trata tanto al paciente como a su pareja sexual. No se deben de auto-recetar, debido a
que si son tratadas de manera errónea pueden tener graves repercusiones. Además, la mayoría de
las enfermedades de transmisión sexual son curables siempre y cuando se identifiquen a tiempo.

Mito/Realidad Hombre Mujer


Mito: Si tu pareja tiene una ETS, lo notarás.  
Realidad: A menudo, las personas que tienen una ETS no presentan
ningún síntoma.
Mito: Puedes evitar las ETS teniendo sexo anal u oral.  
Realidad: Si tienes sexo (oral, anal, vaginal o solo contacto sexual),
puedes tener una ETS.
Mito: Si ya tuviste una ETS, no puedes contraerla nuevamente.  
Realidad: Puedes contraer algunas ETS más de una vez.
Mito: Si te realizas los exámenes y no tienes una ETS, tu pareja no  
necesita realizárselos.
Realidad: Tu pareja podría tener una ETS y no saberlo.

Mito: Es verdad que existe una cura conocida para el herpes  


Realidad: Existen medicamentos disponibles para aliviar los síntomas
del herpes, pero no hay una cura definitiva para esta enfermedad.

Mito: El SIDA se contagia por darle la mano a otra persona.  


Realidad: El virus que produce el SIDA se puede adquirir por
intercambio de fluidos del cuerpo tales como, sangre, semen y
secreciones vaginales, no por contactos casuales.
Mito: La circuncisión ayuda a no contraer enfermedades sexualmente 
transmisibles
Realidad: El que el hombre haya sido o no circuncidado no tiene ningún
efecto en la transmisión ni en la adquisición de enfermedades
sexualmente transmisibles. El aseo adecuado del pene y prepucio es lo
importante.

78
Mito: Si la persona no tiene síntomas no puede contagiar a la pareja  
con una enfermedad sexualmente transmisible
Realidad: Muchas enfermedades sexualmente transmisibles se pueden
contagiar aunque la persona no presente síntomas, mientras que
algunas enfermedades de transmisión sexual pueden ser

79
completamente identificadas por los síntomas.
Mito: Cuando una persona ya tuvo una enfermedad de transmisión  
sexual se vuelve inmune a ellas
Realidad: Se pueden contraer enfermedades de transmisión sexual
cada vez que se tiene relaciones sexuales con una persona infectada.

Mito: Hay que alejarse de las personas que tienen SIDA  

Realidad: Las personas contagiadas de SIDA son rechazadas y


despojadas de sus derechos; esto las lleva a una muerte social que es
más dolorosa que la muerte física. Para que una persona con SIDA
pase por el proceso de su enfermedad de una manera menos dolorosa
necesita del apoyo que le brinden la familia, los amigos y la sociedad,
no alejarse de ellas.

Mito: No hay probabilidad de que las personas se infecten de SIDA  


teniendo sexo oral
Realidad: El sexo oral es una práctica mediante la cual también las
personas pueden contagiarse de SIDA, si no toman algunas medidas de
sexo protegido. (Sexo protegido, quiere decir tener relaciones sexuales
utilizando condones y/o guantes, para evitar que haya contacto de
fluidos corporales. El sexo protegido también incluye
besos, caricias y fantasías).

Mito: El Virus del Papiloma Humano no provoca cáncer  


cervicouterino.
Realidad: El Virus del Papiloma Humano si provoca cáncer
cervicouterino si no se atiende a tiempo, y en el caso de ir con un
especialista se deben seguir las indicaciones; ya que, no hay cura para
eliminar la enfermedad, pero las lesiones pueden ser tratadas.

Mito: Cualquier persona que tenga relaciones sexuales, no está en  


riesgo de contraer una enfermedad de transmisión sexual
Realidad: Cada vez que se tienen relaciones sexuales se está expuesto

80
(a) a adquirir alguna enfermedad, sin importar quienes sean los
implicados, basta con que uno de ellos esté infectado.
III. CONCLUSIONES

Las conclusiones son:

1) La sexualidad no se termina nunca. Muere con uno. Se piensa que la sexualidad

es una cosa como de jóvenes, pero la sexualidad tiene cambios a lo largo del ciclo

vital del ser humano.

2) Los mitos sexuales son los rumores, y tienen tanto fundamento como éstos. Una

opinión no fundada sobre algo relacionada con el sexo, y expresada con la

convicción que suele acompañar a la ignorancia, se convierte fácilmente en una

creencia de toda comunidad o generación. Esta falsa creencia comienza a

divulgarse como algo comprobado y real, y se convierte en un mito.

3) Conocer del tema es un punto importante ya que tendríamos presente las

diferentes clases que en nuestro mundo existen sobre la sexualidad, y que a pesar

de las preferencias que se adquieren, debemos de respetar las decisiones

implementadas en los diferentes géneros.

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IV. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Adell, A. (2011). La sexualidad. Madrid: GBS.

Aldana, A., et al. (2000). Terapia sexual clínica, pesquisa e aspectos psicossociais,

Revista. Sao Paulo: Consejo Editorial Internacional.

Álvarez, J. (2004). Sexualidad: Los jóvenes preguntan. México: Paidós.

Barranco, F. (2007). Mitos sexuales. Cataluña: Pirámide.

Brenot, P. (2003). El sexo y el amor: cómo conciliar amor, ternura, afecto y

sexualidad. México: Paidós.

Cuello, F. (2014). Hablamos sobre la sexualidad. Bogotá: Ecoe ediciones.

Foucault, M. (1977). Historia de la sexualidad. México: Siglo XXI.

Instituto Mexicano del Seguro Social, IMSS (2008). Enfermedades de transmisión

sexual. Fuente: Dirección de prestaciones médicas. En:

http://www.imss.gob.mx/mujer/ets

Otter, T. (2001). El sexo y la sexualidad. Texas: Universidad de Texas.

Pick de Weiss, S., (2004). Planeando tu vida: Programa de educación sexual y para

la vida dirigido a los adolescentes. México: Planeta.


83
Ramírez, W. (2007). El sexo. Málaga: Gedisa.

Rubio, E., (1994). Introducción al estudio de la sexualidad humana. México: Porrúa.

Velasco, L., (1993). Manuales de bolsillo del Programa Educativo para Madres

Adolescentes. México: Cora.

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