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La unión de la juventud

N. KRUPSKAYA

Escrito: En ruso, en 1917.

Primera publicación: En Pravda el 27 de mayo de 1917.

Digitalización: Juan Fajardo, 2009.

Fuente: La Semilla, no. 25 (s/f), (Lima? -) Perú.

Los pedagogos burgueses hablan y escriben mucho sobre la necesidad de la


"educación al/lea" de la juventud, entendiendo por "educación cívica" el respeto
a la propiedad privada y el regimen politico existente, el "chovinismo" (el
patriotismo como ellos dicen), el desprecio a las demas. naciones, etc. Con el
fin de robustecer estos sentimientos en los Winos, organizan distintas uniones
juveniles, como los boy scouts, en las que los jovenes pueden ejercitarse,
desde los años más tempranos, en estos sentimientos. Los niños están
contentos de que se les de la posibilidad de aplicar en algo sus fuerzas y de
manifestar su actividad, su agilidad y su inteligencia, sin darse cuenta de qué
veneno vierten en su alma con ayuda de estas uniones. Es el veneno de la
concepción burguesa del mundo y de la moral burguesa. Un veneno que
incapacita a la juventud para participar en el gran movimiento emancipador que
liberará al mundo del yugo y de la explotación, acabará con la division en
clases y dará a la humanidad la posibilidad de vivir felizmente. Hemos visto los
resultados de esa educación cívica en Rusia, en Petrogrado, cuando se
arrastró a los alumnos de los centro de enseñanza secundaria a la
manifestación en defensa del Gobierno Provisional, cuando, rodeados por una
multitud hostil a la clase obrera, caminaban entre sombreros de hongo y damas
emperejiladas, uniéndose a los que decian que Lenin habia comprado a los
trabajadores con dinero alemán, a los que cubrian de infamias a los socialistas,
a los que golpeaban a los oradores porque tenian el valor de expresar
francamente sus ideas en medio de una muchedumbre enemiga. A los jóvenes
se les aseguraba que cumplian con su deber civico, manifestándose junto a
esa multitud hostil a la clase obrera.

No todas las uniones de la juventud son buenas; hay uniones que quizás
proporcionen muchas satisfacciones a los niños, pero los pervierten.

Hay otra "educación cívica". Se trata de la educación cívica que da la vida a los
jovenes obreros. La vida les educa en el noble espiritu de la solidaridad
proletaria de clase, hace que comprendan y amen la divisa: "¡Proletarios de
todos los países, uníos!" y los coloca en las filas de los luchadores "por un
mundo fraternal y la sagrada libertad". Los obreros jóvenes de todos los paises
organizan uniones proletarias agrupadas en la Internacional Juvenil que
marcha hombro a hombro con al clase obrera y se plantea los mismos objetivos
que está. La Internacional Juvenil no se disgrego durante la guerra. Y durante
la sangrienta matanza exhorta a los jóvenes obreros del mundo entero a luchar
y a entrar en sus filas. La sección alemana de la Internacional Juvenil ha sido
dirigida durante muchos afios por Carlos Liebknecht, que tan valientemente se
ha alzado contra la actual guerra de rapiña, lanzando francos reproches al
gobierno de su propio pats por lo que ha sido condenado a trabajos forzados.

Cuando, después de la Conferencia Internacional de Mujeres celebrada en


1915, se convocó la conferencia Internacional de la Juventud Obrera, la
sección rusa de la Internacional Juvenil no estuvo representada en la forma
debida. Y no lo estuvo porque bajo el regimen autocrático, las obreras y los
obreros jóvenes no podian crear una organización con todos los requisitos
formales necesarios y porque la guerra dificultaba de tal modo la comunicación
entre los paises que no hubo posibilidad de ponerse en relación con Rusia.
Pero el Comité Central del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia envio un
delegado a esta Conferencia para manifestar en nombre de los jóvenes obreros
rusos que estaba de todo corazón con la juventud obrera de todos los países y
marchaba con ella bajo la bandera común de la Internacional. Y una prueba de
que el Comite Central no se equivocó es que las aprendizas y los aprendices
fabriles de Petrogrado han agrupado ya en sus filas a unos 50.000 jóvenes.
Estos muchachos han sentado las bases de la sección rusa de la Internacional
Juvenil y exhortan a unirse a todos los jóvenes obreros, tanto a los que trabajan
en la fábricas como a los aprendices y aprendizas, a los botones y a los
vendedores de periódicos, en fin, a todos los jóvenes que se ven obligados a
vender su fuerza de trabajo. Llaman a unirse con ellos a los jóvenes
trabajadores de Moscú y de su región, de Ekaterinoslav y de Jarkov, en una
palabra, de toda Rusia. Llaman a todos a luchar por un futuro mejor, por el
socialismo. ¡Viva la sección rusa de la Internacional Juvenil!.

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