Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
LASRAICES
DOMINICANAS
DOMINICA AS DE
LA DOCTRINA DE MONROE
lAS RAlCES DOMINICANAS DE LA
DOCTRINA DE MONROE
PREFACIO
Santo Domingo,
1972
A aquella estudiante mexicana que, acompañada de su novio,
regaló a su profesor ocasional, al concluir el cursillo, la hermosa
prenda aborigen que la adornaba.
Con gratitud.
I. SANTO DOMINGO Y LA DOCTRINA DE MONROE:
PRESENTACION
8. " Passim Rayford w. Logan: "THE DIPLOMA TIC RELATIONS OF THE UNITED
STA TES WITH HAITI", 1941.
9. V. Passim: "RELACIONES DOMINICO-ESPAÑOLAS': Ed. Rodríguez Demorizi,
Santo Domingo, 19 SS.
26
****•
ll.- El otro núcleo extranjero que incidirá sobre Santo Domingo
independiente lo constituirá la propia Haití que, según una
expresión de. Hauch, a quien mencionaremos más adelante, ejercía
su propia "Doctrina de Monroe en miniatura", ya que se oponía
12. V. Passim: DlPLOMATICCoRPE5PONDENCEOFTHE U.5. Obcit.
28 Pedro Mir
9. Idem.
10. Relacione, Dom(nico-española,. oh. cit.
LAS RAICES DOMINICANAS DE LA DOCTRINA MONROE 41
6
Pero la vida tiene sus caprichos. Esta primera aventura de la
Doctrina de Monroe implicaba un fracaso que debió tener amargas
consecuencias para su autor, el fabuloso Cazneau. El público
norteamericano no se enteró del percance debido a que el
Departamento de Estado no tenía interés alguno en divulgar el
fracaso. Así fue que, a pesar de que Cazneau fue destituído y se le
ordenó el regreso inmediato a Washington, el tunante permaneció
en Santo Domingo sin revelar su situación. Algunos días después,
se le invitó a una fiesta oficial y contestó diciendo que asistiría
pero sólo en su condición de simple ciudadano. Esta contestación
17. Tansill, ob. cit., pág. 216 Ysigo
LAS RAlCES DOMINICANAS DB LA DOCTRINA MONROE 49
que en este país había oro, plata, cobre y carbón. Que las minas de
oro eran más ricas que las de California. Pero que la más
extraordinaria atracción de la República era un pajarito cantor
denominado el "musicien de arada" (el músico de Arada) del que
nadie ha oído hablar jamás en Santo Domingo. Dice el misionero
en un artículo publicado en el Washington Moming Chronicle que
el canto de este pájaro era tan maravilloso en la calidad de su
"tono y en el orden más que cientifico de sus pasajes por
terceras y quintas, que van con la mayor seguridad sobre
varias octavas en una sola melodla y finalmente vibran una
nota baja que harían estremecer cada nervio del cuerpo de
un músico con tal deleite, que cualquier buen músico o
persona de gusto musical estada ampliamente recompensado
de lo que le cueste un viaje a través del Atlántico
simplemente para escuchar su canción por espacio de quince
minutos . .." 19
No hay duda que las personas que finjen el amor acaban
enamoradas, según se lee por ahí en algunas novelas. Y uno piensa
que la pasión colonial en esta gente acabó por convertirse en
pasión amorosa hacia Santo Domingo. Quiso el destino que no
fuera un amor correspondido...
El caso es que este tipo de propaganda surtió sus efectos y un
cierto número de incautos armó sus bártulos y se trasladó a Santo
Domingo para iniciar el proceso que llevó a Tejas, convertida en
estrella, al pabellón de los Estados Unidos. La propaganda para
atraer a los colonos potenciales, hacía énfasis, según refiere
Knight,20 en el hecho de que la temperatura de Santo Domingo
rara vez pasa de los 30° centígrados lo que resulta moderadá para
la temperatura extrema de muchas ciudades norteamericanas. Pero
lo que no decía la propaganda es que esta temperatura experi-
menta pocos cambios durante todo el año, de manera que para los
colonos, habituados a temperaturas muy frías en invierno aunque
altas en verano, aquella constancia del calor equivalía a una
cocción lenta, capaz de acabar como efectivamente acabó, por
enfermar a los que se establecieron en Santo Domingo. Además del
calor había, según los documentos, la "fiebre amarilla" aunque
19. Ob. cit.
20. Ob. cit.
LAS RAICES DOMINICANAS DE LA DOCTRINA MONROE 51
"El primer ejemplo desde que la política exterior de los Estados Unidos
fue anunciada a las potencias aliadas de Europa en 1823"...
Rorace J. Perry
*****
Pero, si no el más simpático de todos, al menos el más siniestro
y dañino fue Hartmont. Sucede que además del cargo de Cónsul y
el contrato de Alto Velo, Hartmont se llevó la concesión para un
empréstito a la República por valor de 420 mil libras esterlinas. De
esta suma él debía entregar al Gobierno dominicano solamente
320 mil y retener las IJO mil restantes por comisiones y gastos.
Tal contrato no podía ser más fabuloso. El gobierno se obligaba a
pagar por esta suma una anualidad de se mil libras esterlinas
LAS RAICES DOMINICANAS DE LA DOCTRINA MONROE 79
el "Vineta" de Alemania
el "Giovanni Bauzan" de Italia
el "Troude" y el "Tage" de Francia
el "De Ruyter" de Holanda
y el "Atlanta" de Estados Unidos.
Para el mes de octubre se habían incorporado otros comensales
al banquete:
Los cruceros "Baltimore" y "Newport" de Estados Unidos.
el "Jurien de la Graviere" francés
el "Gazelle", el "Panther" y el "Falke" alemanes
y el "Liguria", italiano, comandado nada menos que por su A.R.
Luis Amadeo de Saboya, pretendiente al trono de Italia,
y el "Des Moines" y el "Olimpia" de Estados Unidos.
La pequeña antilla paupérrima, cuyos ingresos apenas si daban para
mantener el consumo de un día de aquella imponente flota, tenía
así el honor de recibir ante su malecón la representación colegiada
de las naciones más opulentas y orgullosas del mundo. Es verdad
que solo venían a cobrar unos miserables pesos, puesto que el
reparto disminuía la golosina, pero no por eso se disminuía su
prestancia, su altivez y su soberbia.
y naturalmente, el Presidente Roosevelt se vió obligado a
incorporar nuevos elementos teóricos al humilde y limitado
mensaje de 1823.
Es cierto que la responsabilidad de aquellos acontecimientos
recae en primer rango sobre los gobernantes, y como se ha dicho y
repetido una y mil veces, sobre el espíritu levantisco y turbulento
de los dominicanos, o su afición al deporte revolucionario, como
lo califica Perkin. Cada cambio de gobierno significaba una acción
de armas que había que financiar y pagar de los fondos del Estado.
Quien controlaba una aduana era un caudillo. Y los fondos
recaudados se iban completamente en afanes insurrecionales.
Pero la porción de culpa que corresponde a los intereses
extranjeros en conflicto respecto a los bienes del pueblo dominica-
no y que convirtieron ese territorio, como dice García "en campo
de batalla de sus pugnas". .. resulta completamente volatilizada
en las obras que ellos mismos escriben para justificar su conducta,
ocultando el papel de motor de combustión interna que les
84 Pedro Mir
*****
La situación que anunciaba el LAUDO arbitral fue consagrada
por la famosa Convención de 1905 cuyas consecuencias la iban a
sufrir otras naciones latinoamericanas y, de manera prácticamente
inmediata, Nicaragua y Haití. En realidad el contenido de esta y
otra convención del mismo año y la de 1907 que fue definitiva, no ~
nos induce a someterla aquí a un estudio particular sin apartarnos
del propósito de' este trabajo. La Convención de 1905 es un
fenómeno de naturaleza internacional y coloca el problema de la
dependencia dominicana en un marco que trasciende los intereses
locales.
De READlNG IN AMERICAN
VALUES, Selected and Edited from
Public Documents of the American
Past, by William Miller, N.J., 1964.
COLECCION DEBATE
1.-Alcualiatl Alvarez, Carlol: Diez Años de fconomla Dominicana. 2.-lla Conde,
Narcilo: Alcoo y Falconbridge: La Ganancia de Dos Pulpos. 3.-Badla, Gilbert: ¿Quién 81
Usted, Sr. Marx? 4.--{:uello H., JOlé Ilrael, y Peynado, Lic. Julio F.: La Gulf and
Western en el Reformismo. 5.--Oore y Cabral, Carlol: Interpretación del Proyecto de Ley
sobre Tierras Ganaderas. 6.-BoICh, Juan e Ila Conde, Narciso: El Problema de las
Alianzas.