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“ARQUITECTURA EN LA ERA DE LA

GLOBALIZACION”
Según el libro en las últimas décadas del siglo XX,
se produjeron una serie de acontecimientos
económicos, sociales y tecnológicos que
modificaron sustancialmente la forma de vida a
nivel mundial; el “boom” tecnológico-
informático en la década de los 90s ; propicio un
cambio radical en la expresión de las bellas artes,
en donde se manifiestan varias y diversas formas,
dando paso a una amplia pluralidad. Aquellos
adelantos tecnológicos de la historia en el campo de la informática y las comunicaciones
han propiciado el fenómeno de la “Globalización
.
Los diversos fenómenos que acompañan a la globalización están estrechamente asociados
al índice siempre creciente de la comunicación telemática y, como no, al incremento y
facilidad de los vuelos intercontinentales. Como consecuencia de ellos, el ejercicio
profesional de la arquitectura es tan global como local, como podemos juzgar a partir de
los numerosos y afamados arquitectos que en respuesta al flujo insaciable de capital que ha
fluido hasta nuestros días, les han permitido llevar a cabo proyectos de toda índole por
diferentes ciudades del mundo.
En dicho fenómeno de ámbito mundial se ha denominado el “efecto Bilbao”, acuñado por
el modo en el que, a lo largo de los años 90, ciudades de ámbito provincial rivalizaban unas
con otras por tener su propio Guggenheim mediático. Durante la década que siguió a este
triunfo, el alcance de las celebridades arquitectónicas se amplió de manera inconmensurada,
y los arquitectos de firma viajaban por todo el mundo con el fin de realizar y supervisar sus
objetos arquitectónicos, ejecutados en contextos culturales y políticos totalmente
diferentes.
Partiendo de esta obra, la cual podríamos considerar como el embrión originario de una
cultura arquitectónica que ha perdido su identidad como tal, se han llevado a cabo
proyectos multimillonarios cuyo único fin propositivo era la de constituirse como un
elemento arquitectónico al símil de un monumento, capaz de engendrarse como la imagen
contemporánea de ciudades no tan contemporáneas.
Atrás quedaron valores de la arquitectura moderna donde, tal y como afirmaba Walter
Gropius “la Bauhaus se proponía determinar, por medio de un trabajo sistemático de
investigación, teórico y práctico, tanto en el aspecto formal como económico y técnico, la
forma de cada objeto, fundándose en sus funciones y sus condicionamientos naturales”. Es
en esta frase donde encontramos toda una serie de conceptos que la cultura arquitectónica
contemporánea ha perdido: conceptos como “la investigación”, “lo económico”, “lo
funcional” o “lo condicionante”, bien sea natural o urbano, han sido sustituidos por la
imagen del objeto.
Conceptos que han motivado la aparición de una arquitectura que se ha visto sometida a la
manipulación gratuita de su superficie como un fin sensual del mismo, que como
consecuencia han originado objetos arquitectónicos poco económicos, donde existe una
total independencia entre interior y exterior, pues el propio objeto presenta una morfología
caprichosa que es totalmente ajena a lo que ocurre dentro de él.
Atrás quedaron proyectos tan bellos como el originario museo Guggenheim de Frank
Lloyd Wright en Nueva York, que siendo constituidos como una arquitectura objeto,
perseguían una optimización de los recursos económicos en cuenta a la constitución de su
propia forma arquitectónica, donde el propio recorrido de los visitantes da forma a la propia
arquitectura obteniendo un artefacto que permite la combinación de formas rectas
elegantes con las curvas sinuosas.
Aún así, ambos proyectos carecen de una premisa fundamental en la cultura arquitectónica
como es la relación con el lugar, el estudio riguroso y minucioso de los condicionantes
externos de partida en cada caso. Rafael Moneo así lo explica:
“Obviamente, el contexto arquitectónico es un
factor decisivo para un proyecto. Pero aquí quisiera
insistir en que no entiendo el proyecto como algo
que completa o como una mera continuación de
lo que está presente. Lo que realmente genera un
proyecto es la idea que opera sobre el contexto,
social o material, de una forma específica, pero que
no es una simple consecuencia de lo existente.”
Esta premisa básica, la cual se muestra en la propia
obra del arquitecto navarro, le ha permitido llevar
a cabo una práctica profesional capaz de versionarse y, aunque manteniendo las premisas
básicas de funcionalidad y forma arquitectónica, desarrollar una arquitectura que aún
manteniendo el sello propio del arquitecto es capaz de dotar a la ciudad en la que se ubica
de una identidad propia arquitectónica.
En este sentido, la posibilidad que debe brindar el arquitecto ante su forma de construir es
la de poder elegir una única tipología y encontrar elementos constantes pero muy diversos
que le permita establecer comparaciones entre sus distintas obras, transcendiendo por tanto
los criterios puramente formales, funcionales o técnicos, que se hayan establecido un nexo
claro entre unas obras y otras.
“Por tanto, el trabajo del arquitecto se tiene que producir dentro de este tipo de reflexiones,
y que esta reflexión lleva a ver como un trabajo se produce dentro de unas coordenadas
muy específicas. La conciencia de esta especificidad es, a mi modo de ver, la que le da una
cierta garantía, una cierta seguridad a nuestro trabajo.”– Rafael Moneo
LA TOPOGRAFIA
Hubo dos publicaciones en la época de
1960 de 1970 que fue como meta
discurso, ambientales de nuestro ambiente
ya que el territorio de la arquitectura,
1966, de Vittorio Gregotti en 1971, con
integración significativa, la topografía fue
una ciencia la cual estudia el conjunto de
principios y procedimientos que tienes por
objeto la representación gráfica de la
superficie de la Tierra. Se puede dividir el
trabajo topográfica como dos actividades
congruentes llevar del terreno del gabinete. Loa puntos revelados o replantados tienes un
valor tridimensional, es, decir, determina la ubicación de cada punto en el plano
horizontal .un planteamiento más enérgico fue adoptado por souto en el caso del estado
de futbol 2005 en la escarpada formación rocosa de una cantera abandonada. Aquí una
mega forma neo constructiva de hormigón armado. Actualmente el método mal
utilizado para la toma de datos se basa en el empleo de una estación total, con la cual se
puede medir los ángulos horizontales, ángulos
verticales y distintos. Conociendo las coordenadas
del lugar de la ARQUItECTRA contemporáneo
Svere Fehn,cuya arquitectura ha manifestado una
sensibilidad entre la creación de una cubierta
Revelar el perfil de aquellas ruinas originales del
revestimiento que realmente restaura la masa
original.
Todos los trabajos de campo necesarios para llevar a
cabo un levantamiento topográfico, consisten en
esencia en la medida de ángulos y de distancias. En ciertos trabajos puede ser suficiente
medir sólo ángulos, o sólo distancias, pero, en general, suele ser necesario medir ambas
magnitudes. En algunas operaciones elementales de agrimensura puede bastar con medir
ángulos rectos, utilizando las escuadras y las distancias con cintas metálicas. Pero en
general, este tipo de mediciones no gozan de la suficiente precisión. En topografía la
medida de ángulos se hace con instrumentos llamados genéricamente goniómetros y la
medida de distancias se hace por métodos indirectos (estadimétricos) o más
recientemente por métodos electromagnéticos (distanciómetros electrónicos). Los
ángulos a medir, pueden ser horizontales (acimutales), los cuales miden el ángulo de
barrido horizontal que describe el aparato entre dos visuales consecutivas, o verticales
(cenitales), que miden el ángulo de inclinación del anteojo al lanzar una visual a un punto
concreto. Ángulos horizontales : Cuando se dirige una visual a un punto, sobre el limbo
horizontal del aparato topográfico puede leerse el ángulo de barrido horizontal que existe
entre la dirección del cero de dicho limbo y la dirección de la visual. A este valor se le
suele denominar ángulo horizontal de la visual o más técnicamente lectura acimutal (Lθ).
Este valor no debe confundirse con el acimut (θ). Si el 0g del aparato ocupa una posición
arbitraria, las lecturas horizontales constituyen direcciones, que variarán de 0g a 400 g en
el sentido en que se mueven las agujas del reloj (graduación del limbo centesimal y
normal) o en sentido inverso (graduación anormal). Interesa medir los ángulos a partir de
una posición fija, frecuentemente la de la meridiana astronómica del punto de estación. La
lectura que se obtenga colocando el 0g del aparato en la dirección Sur y medida hacia el
Oeste, se llama acimut geodésico. En topografía se llama acimut topográfico al ángulo
medido con el 0g en dirección Norte. Cuando el 0g coincide con el Norte magnético,
que señala la aguja imantada de una brújula, se obtienen rumbos. El rumbo difiere del
acimut topográfico en el ángulo que forma la aguja imantada con la meridiana de origen,
siendo éste ángulo y se denomina declinación magnética. Medida de ángulos horizontales
: Cualquiera que sea la posición del 0g , si se desea medir el ángulo acimutal ACB,
formado por dos visuales, dirigiremos el anteojo al primer punto A que se halle en el
sentido en que crezca la graduación y después al
segundo B, anotando las lecturas respectivas; la
diferencia de éstas nos dará en general el ángulo
buscado. Puede ocurrir, que el 0g de la graduación
quede entre las dos posiciones del índice, en este
caso la lectura a la segunda visual será menor que la
primera y hallaremos el ángulo sumando 400g a la
del punto más alejado en el sentido en que crece la
graduación.
LA MORFOLOGIA
Entre la topografía y o morfología que con la
diferencia de lo biológico existe una finalidad
plástica que ha tenido consecuencias para la
arquitectura desde el periodo barroco aparte de
cualquier alusión que es del casco distorsionado
pueda hacer a los astilleros que había antes en el
emplazamiento , seguramente resulta obvio junto
con su seductora piel de titanio . Todo esto se
aprecia en las situaciones disyuntivas y poco
elegantes que engendra esta figura: desde lo
retorcido y poco conveniente d la circulación
peatonal en el contexto topográfico en el que está
situado. se da en los croquis de acción de Gehry puede sugerir un animado que es a mayor
distancia de las fantásticas fantasías alpinas a la que se entregaban .
El principal teórico del culto morfológico como bien dijimos de dicho arquitecto cuyos
escritos aparecieron en dos publicaciones sucesivas de 1998 y la de 1999 y la segunda obra
de transición en la que Lynm pasa de hacer una recapitulación de su teoría.
El rápido desarrollo de la ciencia se ha introducido en la pauta familiar de nuestra
existencia, que nos queda sino cabos sueltos. En su eterna curiosidad, el hombre aprendió
a disecar su mundo con el escalpelo del científico, y en ese proceso perdió su equilibrio y
su sentido de unidad. Yendo hacia los extremos de la especialización, nuestra era científica
ha impedido evidentemente apreciar nuestra complicada vida como una unidad. El
profesional medio, arrastrado a la confusión por la multiplicidad de problemas
desplegados ante él, busca alivio a la presión de las responsabilidades generales escogiendo
una sola responsabilidad, rígidamente circunscrita, en un campo especializado, y se niega a
responder a nada de lo que pueda suceder fuera de este campo. Una disolución general del
contexto se ha aposentado entre nosotros, dando como resultado natural la contracción y
fragmentación de la vida. Tal como lo expresara alguna vez Albert Einstein: “La perfección
en los medios y la confusión en los objetivos parecen ser características de nuestra época.”
TAREA DE Reunificación Pero existen
indicios de que nos alejamos lentamente de
la excesiva especialización y de su peligroso
efecto atomizador sobre la cohesión social
de la comunidad. Si espumamos el horizonte
mental de nuestra civilización actual,
observamos que numerosas ideas y
descubrimientos se ocupan exclusivamente
de volver a hallar la relación entre los
fenómenos del universo, los cuales hasta ahora los
científicos habían apreciado sólo aislados de los
campos vecinos. El artista ha aprendido a expresar
visualmente, con materiales inertes, una nueva
dimensión —el tiempo y el movimiento. ¿Estamos
en camino de reconquistar una visión amplia de esa
unidad del mundo que hemos desintegrado? En la
gigantesca tarea de su reunificación, el planificador y
arquitecto deberá desempeñar un gran papel. Debe
hallarse bien adiestrado para no perder, en momento alguno, una visión total, pese a la
abundancia infinita de conocimiento especializado
que le cabe absorber e integrar. Debe abarcar como
una gran unidad la naturaleza, la tierra, el hombre
y su arte. En nuestra sociedad mecanizada debemos
subrayar apasionadamente que constituimos
todavía un mundo de hombres, que el hombre en
su ambiente natural debe ser foco y centro de toda
planificación. Hemos dado rienda suelta a nuestras
últimas favoritas, las máquinas, en tal medida que
hemos perdido una escala auténtica de valores. Por consiguiente, necesitamos investigar
qué es lo que constituye las relaciones verdaderamente dignas de consideración entre los
hombres y entre el hombre y la naturaleza, en lugar de dejar paso a la presión de intereses
especiales o de entusiastas miopes que quieren hacer de la mecanización un fin en sí
misma. ¿A quiénes habremos de alojar? Al pueblo, por supuesto, y eso incluye a todos.
Perjudica las funciones de toda nuestra sociedad el hecho de dejar de lado a cualquiera de
sus partes. La enfermedad de nuestras comunidades actuales es el lastimoso resultado de
nuestra incapacidad para colocar las necesidades humanas básicas por encima de los
requerimientos económicos e industriales. El terminal que fue añadida por Nichola
Grimshaw a la estación londinense si bien en este caso la variación de la sección es
consecuencia

Grimshaw, terminal de Eurostar, estación de Waterloo, Londres, 1993.

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