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heparina

Melia Mock, farmacéutica que preparó la nutrición parenteral de los bebés


intoxicados con alcohol bencílico en la sala de Neonatología de la Caja de
Seguro Social (CSS), puso al tanto a la fiscal Décima de Circuito, Vielka
Vargas, de ciertas incongruencias e irregularidades en torno a los lotes de
medicamentos de heparina marca Fada que se usaron para preparar la
solución parenteral administrada a los bebés.
Estas, a su criterio, la hacen parecer como responsable de lo ocurrido aquella
tarde del 11 de junio de 2013.
Mock también declaró que ha recibido amenazas de sus superiores para que
no hable mal de ellos ante la fiscalía.
Según la farmacéutica, el personal de Farmacia de la CSS no estaba al tanto
de las restricciones para la administración de alcohol bencílico a neonatos,
pues usualmente solo tienen acceso a los frascos de medicamentos y no al
prospecto donde se incluyen las advertencias. Es ahí, en el prospecto, donde
la casa fabricante Fada prohíbe la administración del fármaco a neonatos.
Por el momento, la fiscal Vargas formuló cargos contra Mock y el doctor Iván
Sierra, jefe de la sala de Neonatología de la CSS, por homicidio culposo. La
pena del delito es de 3 a 5 años. En casos de más de una víctima, la pena
aumenta de 3 a 6 años de prisión.
LO QUE SUCEDIÓ EL 11 DE JUNIO
Según relata Mock, el día 11 trabajó conforme al protocolo y siguiendo las
instrucciones de las recetas para las nutriciones. ‘Allí no hay error. Todas
están exactamente como dice la orden’, dijo Mock, explicando que la
heparina se agregó manualmente.
Los medicamentos también eran iguales a los que se habían utilizado los días
anteriores, pero con una variante: la heparina era de una nueva marca, Fada,
que reemplazaba la marca Pisa, que se había utilizado anteriormente. El
número de lote de la heparina Fada no lo recuerda.
Mock sacó 1 cc (un centímetro cúbico) y lo agregó a la solución nutricional,
luego botó el frasco casi lleno.
Hoy se pregunta si será ella quien pague, a su juicio injustamente, por la
intoxicación con alcohol bencílico de los 14 recién nacidos en la sala de
Neonatología del complejo. De estos, diez fallecieron y otros cuatro sufrirán
las secuelas durante toda su vida.
Si bien los informes forenses son tajantes al concluir que la intoxicación y
muerte de los neonatos se produjo como consecuencia del alcohol bencílico,
existen factores que entorpecen la investigación. El primero es que las bolsas
nutricionales del día 11 de junio, fecha en que los bebés se intoxicaron,
fueron desechadas, sin que quedara evidencia de las mismas. La segunda es
que los tubos de ensayo que supuestamente contenían muestras de la
solución nutricional para ser analizadas tenían fecha del 12 de junio, y que
las posteriores réplicas, preparadas únicamente con la intención de
investigar lo ocurrido el día 11, al parecer no provenían del mismo lote de
heparina con el que se confeccionaron las recetas que provocaron la
intoxicación de los bebés.
LOTES DE HEPARINA
Pasó más de un mes desde el incidente. El 23 de julio, el director médico del
Complejo, Ahmed Vielgo, llamó a Mock para una reunión en la que también
participaron la licenciada Alma Batista, jefa del Departamento de Farmacia;
Yazmín Núñez, farmacéutica; y el doctor Silvio Vega.
Las noticias eran buenas: al parecer, el frasco de heparina marca Fada
utilizada por Mock tenía mayor concentración de alcohol bencílico que la
indicada, un dato que había que validar. La noticia motivó a los superiores
de Mock a permitirle continuar con su labor de preparar las bolsas
nutricionales.
Al día siguiente, la licenciada Mirna Amor, subjefa del Almacén de
Medicamentos, dio instrucciones al personal farmacéutico de que recogiera
el lote de heparina número 21905. Se habían encontrado unos viales del lote
requerido.
El 30 de julio, se le pidió a Mock que hiciera unas réplicas con el lote de
terminación 82. La idea era confirmar el procedimiento seguido por Mock y
analizar la solución.
Pero habían varios lotes del medicamento, y Mock preguntó que por qué no
se usaba el lote 04 que estaba en las gavetas. La respuesta de Mirna Amor
fue un ‘no rotundo’: las réplicas debían hacerse con el lote terminado en 82.
‘Ese es su lote’, le habría gritado Amor a Mock.
En su declaración, Mock narra que al día siguiente preparó una serie de
bolsas replicando la dosis de dos de los bebés fallecidos, las que fueron
guardadas bajo llave para, posteriormente, ser analizadas.
Posteriormente, cuando la fiscalía comenzó las investigaciones, un agente de
esta entidad le comentó a la licenciada Batista que la cantidad de heparina
física no cuadraba con la cantidad marcada en la tarjeta. Este dato llamó la
atención de Mock, quien manifestó que ella quería ‘ saber el resultado
(encontrado) por ese agente de la fiscalía’. ‘Si sale bien, quiero que lo pongan
delante de mí’, dijo la farmacéutica.
Mock solicita a la fiscalía que busque los formularios llenados por ella y la
licenciada Alma Batista, jefa del Departamento de Farmacia, y entregados al
Instituto Especializado de Análisis (IEA) de la Universidad de Panamá. De
acuerdo con Mock estos ayudarían a determinar el número de lote de
heparina utilizado el día 11 de junio de 2013.
La farmacéutica cuenta que en un momento, durante la investigación, los
agentes de la fiscalía visitaron el Departamento de Farmacia para hacer una
inspección. Ella estaba en la parte de afuera. Según Mock, Batista la
encontró y le dijo que los agentes le ‘insistían que ese no era el lote’.
En su declaración, Mock agrega que Batista le suplicó que cuando la
llamaran a declarar dijera que el lote era el 82. Posteriormente, la licenciada
Mirna Amor insistió en que declarara ‘que el lote terminado en 82 era el lote
que yo había utilizado, y que esa heparina no solo le iba a hacer daño a los
neonatos, sino también a los adultos’, declara Mock.
La Estrella de Panamá tuvo acceso a resultados de los exámenes del IEA. En
ellos, la heparina marca Fada que pertenece al lote con terminación 82
marca alcohol bencílico. Sin embargo, en las bolsas de nutrición parenteral
de dos pacientes fallecidas, donde se detectó alcohol bencílico, no especifican
qué lote de heparina se utilizó.
Mock afirma que cuando la fiscalía llamó a Batista a declarar, ella quería
cuadrar las versiones. Quería que Mock dijera que Batista había entregado
diez muestras más; es decir 20, cuando solo se había entregado la mitad.
Mock no accedió.
AMENAZAS DE SU JEFA
Mock asegura que la licenciada Batista amenazó con que si ella se expresaba
en contra suya ante la fiscalía, el doctor Ahmed Vielgo la destituiría, ya que
tenía en su poder el récord de ausencias y tardanzas de Mock.
Mock se pregunta cómo es posible que se crea que ella se equivocó 14 veces
en la misma actividad que realizaba con mucho cuidado desde hace 16 años.
También señaló que el día 11 introdujo manualmente la heparina, después de
medirla con una jeringuilla de 1 cc, la cual, según ella, estaba bien calibrada,
tal como lo estipula el protocolo.

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