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4.1. CALOR.

Para el año 1750 existían la teoría del calórico o flogisto, la más aceptada en la época,
suponía la existencia de un fluido con masa propia que se transfería entre los cuerpos y
determinaba su temperatura. Esta antigua teoría, hoy desechada, ha dejado sus secuelas en
frases como “capacidad calorífica”, “flujo de calor”, “el calor contenido en una sustancia” y
otras rigurosamente incorrectas, pero todavía en uso hoy. A finales de los 1700, Joseph
Black, realizó experimentos de calorimétricos con agua y hielo. Las conclusiones a las que
llegó serían reconocidas décadas después como muy ciertas:

1. El calor es una cantidad medible, relacionada pero distinta de aquella que llamamos
temperatura.
2. Todos los cuerpos que se comunican libremente y que no estén expuestos a acciones
externas adquirirán la misma temperatura indicada por un termómetro.

Benjamín Thompson, luego conocido como el conde Rumford, llegó a conclusiones


similares y a la sospecha de que el calor no es “algo” contenido en los cuerpos. De estas
evidencias experimentales podríamos intentar definir el calor (Q) como una transferencia
inmaterial (energía) entre dos sistemas debida únicamente a una diferencia de temperatura.

Se considerará positivo el calor transferido al sistema y negativo el retirado del sistema. La


convención es contraria a la que se utiliza para el trabajo (ver figura 4.1) y completamente
arbitraria. Esto es consecuencia de la aplicación práctica de los conceptos. Si pensamos en
una máquina, por ejemplo, una antigua locomotora de carbón, a ella hay que suministrarle
calor (carbón en la caldera) para que esta produzca
trabajo. Siendo esto lo deseado se les asignan a esas
transferencias los signos positivos. Por el contrario,
el consumir trabajo para crear calor es muchas
veces indeseable (por ejemplo, con la fricción) y se
consideran como transferencias negativas. Está
claro que en todo momento pueden haber o no en
un sistema transferencias de calor y trabajo de Figura 4.1. Relación esquemática de
cualquier signo. trabajo y calor.

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El calor podría suponerse proporcional a su fuerza impulsora (es más fácil calentar con una
llama que con un horno a baja temperatura), o sea a la diferencia de temperatura que
experimenta un cuerpo y, además, proporcional a la masa del sistema (es más fácil calentar
un vaso de agua que un litro). De tal manera que:

𝑄 = 𝑚𝐶∆𝑇 …….. 4.1

La constante de proporcionalidad (C) se denominó calor específico y se encuentra que es


relativamente independiente de la temperatura para los sólidos y los líquidos y particular
para cada sustancia. Las unidades más antiguas de calor se derivan de esta relación
calorimétrica. Entre las más usadas hoy destacan la caloría y el BTU (British Thermal Unit).
Una caloría se define como la cantidad de calor requerida para elevar en 1°C la temperatura
de 1 gramo de agua, mientras que un BTU es la cantidad de calor requerida para elevar en
1°F la temperatura de 1 libra de agua.

4.2. ENERGÍA.
En 1847 Joule publicó los resultados de uno de sus más trascendentes experimentos. El
colocó verticalmente unas paletas de bronce como se observa en la figura 4.2 en un recipiente
aislado que contenía agua. Por medio de un sistema de poleas y pesas hacía girar las paletas,
a su vez, se producía un aumento en la temperatura del agua. Este aumento lo registró por
medio de un termómetro. El aumento de temperatura lo podía relacionar con un calor
generado con la ayuda de la ecuación 4.1. Por otro lado, el trabajo suministrado al sistema
se puede evaluar fácilmente, siendo W = mgh, o sea, el resultado de la caída del peso.
Después de numerosas repeticiones del mismo experimento y usando diversas sustancias
Joule encontró que la relación entre el trabajo efectuado por las pesas y el calor generado era
siempre el mismo. El resultado era independiente de las magnitudes individuales de calor y
trabajo e independiente del material dentro del sistema. Joule llegó a dos conclusiones:

1. El calor y el trabajo son equivalentes.


2. La cantidad de calor capaz de incrementar la temperatura de una libra de agua 1 °F
requiere la utilización de una fuerza mecánica representada por la caída de 772 libras
una distancia de un pie.

Matemáticamente, Joule había calculado lo que hoy se llama el equivalente mecánico del
calor (J). Hoy en día, calculándolo usando instrumentos de mayor precisión llegamos a que:

𝐽 = 777,6 𝑙𝑏𝑓 − 𝑓𝑡/𝐵𝑇𝑈

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Figura 4.2. Representación del experimento Joule Thomson.

La energía se puede representar a partir de las conclusiones de Joule, como la diferencia


entre el calor y el trabajo, también conocida como función de estado total presente en un
sistema:

𝑑𝐸 = 𝛿𝑄 – 𝛿𝑊

Integrando la ecuación entre dos estados cualesquiera se obtiene:

∆𝐸 = 𝑄 – 𝑊 …….. 4.2

Dicho en palabras, el cambio de energía de un sistema cerrado es igual al calor suministrado


menos el trabajo realizado. Este es el enunciado más práctico de la primera ley de la
termodinámica para un sistema cerrado. A veces se le conoce como el principio de
conservación de la energía. Pero de manera general se puede definir a la energía como la
capacidad de realizar trabajo, de producir movimiento o de generar cambio.

El valor de energía total dentro de la ecuación de primera ley de termodinámica puede


depender de la energía del sistema como de sus alrededores, a partir de la siguiente ecuación:

∆𝐸𝑠𝑖𝑠𝑡𝑒𝑚𝑎 − ∆𝐸𝑎𝑙𝑟𝑒𝑑𝑒𝑑𝑜𝑟𝑒𝑠 = 0 …….. 4.3

Y a su vez la energía del sistema es igual:

∆𝐸𝑠𝑖𝑠𝑡𝑒𝑚𝑎 = ∆𝐸𝑒𝑛𝑡𝑟𝑎𝑑𝑎 − ∆𝐸𝑠𝑎𝑙𝑖𝑑𝑎 …….. 4.4

Para un sistema en general, la energía del mismo está en función de la energía de posición o
mejor conocida como energía potencial (ΔEP), de la energía de movimiento o cinética (ΔEK)
y de la energía independiente de las partículas; energía interna (ΔU), quedando:

∆𝐸𝑠𝑖𝑠𝑡𝑒𝑚𝑎 = ∆𝐸𝑃 + ∆𝐸𝐾 + ∆𝑈 …….. 4.5

Se debe destacar que la energía de los alrededores depende del trabajo y calor que transfiere
este al sistema. Pudiendo establecerse:

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𝑄 − 𝑊 = ∆𝐸𝑝𝑜𝑡 + ∆𝐸𝐾 + ∆𝑈 …….. 4.6

4.3. BALANCE DE ENERGÍA EN SISTEMA CERRADO.


Un sistema cerrado se caracteriza por no tener intercambio de masa, pero sí de energía. Los
ejemplos mas comunes de este tipo de proceso son los confinados; como recipientes a
presión, pistones, tanques de mezclado intermitentes, etcétera. Al no haber entradas ni
salidas de fluido, se puede manejar como un sistema sin cambio de fluido – sin flujo. Como
se observa en la figura 4.3. la cantidad de materia se mantiene constante, existe variación de
volumen y en proporción a esto diferencia de presión.

Figura 4.3. Sistema cerrado

El balance de energía para este sistema, partiendo de la 1ra ley de termodinámica sería el
siguiente:

𝑄 − 𝑊 = ∆𝑈 …….. 4.7

Debido a que en el sistema no existe relativa diferencia de posición y no hay velocidad de


flujo de entrada ni de salida, por ende, los términos de energía potencial y cinética de la
ecuación 4.6 se eliminan, quedando la ecuación 4.7., es de entender que el comprimir un gas
generara un aumento de temperatura, y a partir de la teoría cinética de gases, la energía
interna está en función del cambio de temperatura. Recordar la relación H = U + PV, lo cual
nos puede servir para conocer la energía interna a partir del despeje de la relación
mencionada.

4.4. BALANCE DE ENERGÍA EN SISTEMA ABIERTO.


En el caso de los sistemas abiertos si existe movimiento de fluido (un flujo), entre el sistema
y sus alrededores. Podemos establecer una entrada y una salida, como estado 1 y estado 2
respectivamente. Obsérvese en la figura 4.4 un proceso en sistema abierto, en el cual existe

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Figura 4.4 Proceso de sistema con flujo – sistema abierto.

una transferencia de calor (se agrega al sistema) y de masa, se percibe también una diferente
posición de altura entre la entrada y la salida, lo cual representa un cambio de energía
potencial, de igual manera una diferencia de velocidad (energía cinética) y por último el
sistema produce trabajo (W).

Por lo tanto, para un sistema abierto se puede establecer la siguiente ecuación a partir de la
primera ley de la termodinámica:

𝑄 − 𝑊 = ∆𝐸𝑝𝑜𝑡 + ∆𝐸𝐾 + ∆𝑈 + 𝑃2 𝑉2 − 𝑃1 𝑉1 …….. 4.8

Donde la diferencia de energías cinética, potencial e interna representan la entrada y salida


de energía con el flujo de masa, Q la transferencia neta de energía por el flujo de calor y W
la transferencia neta de energía por el trabajo mecánico, lo que difiere para un sistema abierto
es la existencia de transferencia de energía para sacar (𝑃2 𝑉2) e introducir masa (𝑃1 𝑉1). Y
recordando la relación H = U + PV, obtenemos:

𝑄 − 𝑊 = ∆𝐸𝑝𝑜𝑡 + ∆𝐸𝐾 + ∆𝐻 …….. 4.9

Como en el ensayo anterior, la entalpia también puede ser calculada a partir de la capacidad
calorífica a presión constante Cp.

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