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HA SIDO
CONFIADO EL
CORAZÓN DE
UN NIÑO
UN ESTUDIO BÍBLICO
PARA LA VIDA
FAMILIAR
BETSY CORNING
Contenido
Créditos
Dedicatoria
Agradecimientos
Prólogo
Introducción
Cómo sacarle mejor provecho a Me ha
sido confiado el corazón de un niño
1. Nuestro fundamento: Fe en Jesús
Guía para grupos pequeños
Apéndice: Capítulo 1
2. La autoridad de la Palabra de Dios
Guía para grupos pequeños
Apéndice: Capítulo 2
3. Convicciones personales
Guía para grupos pequeños
4. Fundamentos de un matrimonio
bíblico
Guía para grupos pequeños
5. El plan de orden de Dios
Guía para grupos pequeños
6. La trascendencia de las madres y de
los padres
Guía para grupos pequeños
7. Estableciendo autoridad: El temor a
Dios
Guía para grupos pequeños
8. Dirigiendo al niño
Guía para grupos pequeños
Apéndice: Capítulo 8
9. Comprometidos a disciplinar
Guía para grupos pequeños
Apéndice: Capítulo 9
10. Reconociendo y lidiando con la
manipulación
Guía para grupos pequeños
11. Lidiando con la rebeldía: “Nunca te
rindas”
Guía para grupos pequeños
12. Palabras que edifican
Guía para grupos pequeños
13. Protegiendo la mente de un niño
Guía para grupos pequeños
14. Construyendo el carácter
Guía para grupos pequeños
Apéndice: Capítulo 14
15. Creciendo en disciplinas piadosas
Guía para grupos pequeños
Apéndice 1: Capítulo 15
Apéndice 2: Capítulo 15
16. Creciendo en relaciones
Guía para grupos pequeños
Un vistazo a la memorización de las
Escrituras
Endosos
Me ha sido confiado el corazón de un niño
© 2016
Derechos reservados.
Para la edición en español, a menos que se indique lo contrario, todas las Escrituras han sido tomadas de la
Edición Reina Valera 1960.
Las Escrituras citadas con la abreviatura (NVI) han sido tomadas de la Nueva Versión Internacional de la
Biblia.
Las Escrituras citadas con la abreviatura (LBLA) han sido tomadas de La Biblia de las Américas.
Las Escrituras citadas con la abreviatura (LBLH) han sido tomadas de la Nueva Biblia Latinoamericana de
Hoy.
Este libro no se hubiera terminado sin la ayuda y apoyo de unas personas que
trabajaron con un amor incansable. Quiero dar las gracias a Nancy McDonaugh
por su compromiso con nuestro ministerio de más de catorce años, editando hora
tras hora. Quiero dar las gracias también a Joan Wagner por su ayuda en la
edición y su atención a los detalles. Estoy muy agradecida por el trabajo de ellas
para que esta obra se realizara.
Quiero dar gracias especialmente a mi hija Emily Krauklis, la cual ha
dejado sus huellas personales en cada diseño gráfico desde que Me ha sido
confiado el corazón de un niño comenzó. Ella empleó miles de horas trabajando,
a pesar de ser una madre bien atareada. Estoy tan agradecida por su contribución
colosal con los diseños, tipografía y gráficas de este libro.
Gracias David, mi amado y mejor amigo, por hacer que mi vida y mi
matrimonio sean más valiosos cada año y por tu liderazgo de amor y apoyo en
este empeño.
PRÓLOGO
L as familias son la base creada y bendecida por Dios para sostener la unidad
de la sociedad. Son el campo que Dios ha escogido para dar a la vida seguridad,
propósito y contexto, cuando entendamos y aceptemos el diseño de Dios para
ella. Pero más que nada, las familias crean una herencia más eterna que
temporal. En el plan de Dios, las familias son para siempre.
Desde el comienzo, Satanás ha tratado de minar la familia. La familia de
Adán y Eva tuvieron muchos tropiezos al principio. El primer matrimonio
sucedió poco antes de que ocurriera la primera disputa cuando se trató de buscar
de quién era la culpa de haber desobedecido a Dios. Es difícil de imaginar como
el primer niño nacido pudo haber matado al segundo (Abel). ¿Cómo es posible
que una familia en tan mal estado desde el principio, continúe saliéndose de
curso? ¿Cómo es posible que las familias puedan verdaderamente vivir para el
Señor y edificar una herencia santa para sus descendientes viniendo de un
camino tan pedregoso? La razón por la cual la familia ha sobrevivido es simple:
porque Dios está en ella. Dios ha decidido bendecir a la familia y se ha
asegurado de que continúe existiendo. La familia es una expresión de los
caminos de Dios y de Sus deseos para su sobrevivencia y éxito. Dios siempre ha
preservado y seguirá preservando la familia, a pesar de los ataques que van en
aumento para destruirla. Ya que Dios está a favor de la familia, tenemos todas las
razones para ponerla bajo Su cuidado.
Como hijos de Dios en Cristo, tenemos que procurar la integridad y ser
ejemplo de familias bíblicas. Éste es el propósito del ministerio ME HA SIDO
CONFIADO. Dios está trabajando—con una familia a la vez—Dios fuerte a
todos los que en Él confían.
Los matrimonios tenemos una responsabilidad seria de vivir una vida
familiar de acuerdo a las Escrituras. En la sociedad, existe un desliz extremo en
la manera de vivir para Cristo y aún en algunas iglesias. El sentido común solía
ser basado en lo bíblico. Ahora, el ser padres y la vida familiar se basan en lo
que yo escoja o lo que esté siguiendo la mayoría. La erosión de lo que antes se
consideraban principios bíblicos aceptados para la formación de la estructura
familiar está produciendo caos en las vidas de las personas. A veces en nuestras
iglesias, se emplean energías y recursos en consejería y en re-dirigir a las
familias. Muchas familias jóvenes, incluyendo familias de pastores, se
encuentran en la posición difícil de convertirse en modelos para su congregación
debido a que nadie les enseñó a ellos como hacerlo. No solamente se sienten
inseguros en cómo manejar a sus familias, sino que también cargan con la
responsabilidad de su iglesia.
Me ha sido confiado el corazón de un niño nació de la necesidad de ayudar
a las familias a establecerse en principios bíblicos para poder construir un
fundamento fuerte. La creencia de este ministerio es que cuando reforzamos a
una familia en el Señor, estamos reforzando al Cuerpo de Cristo en general, la
Iglesia. ¿Dónde más podemos encontrar a las diferentes edades entrelazadas de
manera tan hermosa como en las familias? El diseño de Dios no es de segmentar
a las personas de acuerdo a sus edades, sino de entrelazar las edades para el
beneficio de cada uno, como se encuentra en Tito 2:3-5 (las mayores enseñan a
las menores su conocimiento de lo verdadero).
Hoy más que nunca, la sobrevivencia de la familia depende de la Iglesia. En
general, la sociedad ya no valora ni protege la integridad de la familia como se
hacía en el pasado. Yo creo que según la sociedad va desintegrándose, más y más
personas irán buscando a la Iglesia como un lugar al cual pertenecer. La Iglesia
se convertirá en un santuario para las personas que buscan el significado creado
para la familia como diseño y plan de Dios. Dios siempre sabe lo que hace. Sus
diseños son perfectos y se van haciendo más relevantes a medida que va pasando
el tiempo. Su Palabra comprueba que sí se aplica a hoy día, al igual que se aplicó
al tiempo en que fue escrita.
Muchos son los maravillosos caminos en los cuales Dios trabaja, y la
familia es un brillante ejemplo. Las personas que vienen de familias divididas,
necesitan ser guiadas a la verdad—al diseño de Dios. Las iglesias están viendo la
necesidad de desarrollar una cultura bíblica que enseñe cómo ser padres y cómo
conducir una vida familiar. Una intervención temprana evitará que las familias y
las iglesias vayan de crisis en crisis y esto permitirá que se puedan concentrar en
el crecimiento de los discípulos de Cristo.
Yo he tenido el privilegio de presentar el material de este libro a madres de
todas las edades durante muchos años. Te darás cuenta de que ésta es la
audiencia primordial en quien pienso mientras escribo, pero por favor, también
tengo a los esposos en mente, aunque ellos no lleven la responsabilidad primaria
de criar. Yo sé que yo no podría hacer lo que hago sin el apoyo de mi esposo.
Valoro nuestra asociación única. Pero mi experiencia primaria de criar hijos la he
tenido por ser mujer y ésta es mi forma primaria de comunicarla.
Así que permítanme comenzar a decirles algo a los esposos que están
leyendo estos capítulos. Tú, como padre, tienes grandes oportunidades de hacer
que el trabajo de tu mujer conlleve gozo, si la apoyas y la alientas en sus tareas
repetitivas y cruciales que ella tiene como mamá. Debido a que Dios diseñó a la
mujer para llevar la crianza temprana de los niños, es crucial entender el rol del
esposo en el plan de Dios. Yo estoy segura de que tú te beneficiarías en formas
sorprendentes si te involucraras en el desarrollo de tu rol. Debido a que Dios
diseñó a la mujer para criar al niño en su infancia, es crucial comprender el lugar
del esposo en el plan de Dios. Según Dios diseñó la necesidad de un hombre y
una mujer para procrear, también es cierto que la intención de Dios es que ese
niño sea criado por el esfuerzo unido de un esposo y una esposa. A pesar de que
el trabajo es grande y da miedo, yo veo ejemplos de familias que están
cultivando la fe y peleando la buena batalla. Tengo el gozo de ver padres jóvenes
que han tenido la confianza que pueden criar y entrenar a sus hijos en la manera
“buena y correcta”. He visto la luz de la responsabilidad encenderse cuando los
padres se han dado cuenta de que Dios les ha confiado el bienestar y la disciplina
de sus hijos con un compromiso máximo. He visto a familias hacer cambios
difíciles para beneficio de su familia cuando se han dado cuenta de que ellos son
los que están a cargo y no sus niños. He visto adultos darse cuenta que tienen
que ser adultos y que tienen que enseñar a sus niños lecciones difíciles. Me
regocijo en ver familias cuando le dan la bienvenida a Dios y le dan un lugar
central en sus hogares y desarrollan convicciones que le honran.
Las convicciones familiares que David y yo hemos adoptado temprano en
nuestra vida matrimonial, han sido comprobadas en nuestras vidas. Y después de
treinta años, hemos visto lo mismo multiplicado en las vidas de otros. Lo que
sabemos ahora, ciertamente no comprendíamos cuando comenzamos nuestra
familia. Este libro es un regalo para las familias jóvenes, para que comiencen
mucho antes de cuando David y yo comenzamos. Ahora, con mucho placer,
hemos visto la lealtad de nuestras convicciones y también a otra generación—
nuestros nietos. Le damos la gloria a Dios por Sus maravillosos caminos y por
Su regalo, la familia. Nuestra oración es que este libro con sus verdades
contenidas, les inspiren a reclamar a su familia para la gloria de Dios.
—Betsy Corning
CÓMO SACARLE MEJOR PROVECHO A ME HA SIDO CONFIADO EL
CORAZÓN DE UN NIÑO
La Palabra de Dios tiene poder, ¿amén? Por esta razón, los versículos
bíblicos aparecen escritos, para beneficiar su estudio. Mi meta no es de darles
nuestra opinión, sino de confiar a su familia con las propias Palabras de Dios.
Por lo tanto, hemos destacado unos versículos particulares que mejor reflejen el
tema de cada capítulo. Comprométanse a memorizarlos—esto requerirá hacer un
esfuerzo, pero será menos costoso en comparación al beneficio que obtendrán
meditando en las verdades importantes, confiables, incambiables y autoritarias
de la Palabra de Dios. Para ayudarles aún más a memorizar los versículos,
hemos provisto tarjetas de memorización de las Escrituras perforadas en la parte
de atrás de este libro. Acepten esto como una asignación requerida para su grupo
pequeño de estudio. Si tú estás interesado/a en más recursos tales como nuestro
CD de Memorización de las Escrituras con música, puedes hacer un pedido a
través de nuestra red que es: www.EntrustedMinistires.com.
¡OREN!
Si estás criando hijos, ya te habrás dado cuenta que pasan cosas que nos
alertan acerca de su naturaleza espiritual. Todo comienza más o menos cuando
tienen sólo seis u ocho meses de edad y comienzas a observar que ellos tienen su
propia voluntad. Hasta ese momento, tú eres el/la que ha estado totalmente en
control. De momento, ellos descubren (y tú también) que ellos pueden rehusarse.
¡Pueden decir “no” y también “sí” antes de aún poder hablar! Pueden decidir
obedecerte y mirarte calmada y directamente a los ojos. Según tu autoridad dada
por Dios, es la responsabilidad de ustedes los padres de entrenarlos a someterse a
su autoridad y a la de Dios. Ellos necesitan recibir lecciones de sumisión antes
de que puedan entenderlas. Cuando los alzamos de brazo y los sacamos del
peligro, también los estamos enseñando a que hay alguien más sabio en sus vidas
a quien deben someterse.
Nuestro ministerio de enseñar a criar a nuestros hijos se titula Me ha sido
confiado el corazón de un niño, el cual reconocerás como el título de este libro.
Confiar (o encomendar) significa puesto a cargo de, cuidar y proteger a otro. En
términos humanos, cuando se nos confía, estamos declarando que valoramos lo
que se nos ha sido confiado. Dios te ha confiado con el cuidado de cada uno de
tus hijos. Él está vitalmente interesado en cómo los cuidas y cómo los entrenas.
Nuestro papel como padres es una posición de confianza porque cuidamos
de nuestros hijos y los entrenamos para Él. Ellos son criaturas especiales y Dios
nos los ha dado como un regalo eterno. Él nos ha dado a nuestros hijos
específicos a nosotros.
Como esposa, puede que pienses: ¿Y qué tal mi esposo? Él es mío
únicamente. Él es un regalo de Dios para mí. Los esposos piensan de la misma
manera.
Sí, pero ustedes se escogieron a sí mismos. Entre todas las posibilidades en
el mundo, tú escogiste a tu pareja.
Pero no escogemos a nuestros niños. Dios nos los otorga. No es un
accidente que mis niños sean mis niños ni que los tuyos sean los tuyos. No han
nacido por accidente. Ellos pueden venir de sorpresa, pero no son sorpresa para
el Creador del universo.
El Salmo 104:30 declara: “Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la
faz de la tierra”. El Salmo entero habla del papel de Dios como Creador de
todo. Génesis 2:7 se torna personal: “Entonces Jehová Dios formó al hombre
del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un
ser viviente” (énfasis añadido). Éste es el milagro del nacimiento.
¿Te acuerdas cuando cada uno de tus niños nació y esperabas por ese bebé
que tomara su primer aliento? ¿De ese primer aliento que Dios le daba en ese
momento? Quizás aguantaste la respiración para poder escuchar y testificar ese
milagro del aliento de vida. Esos son momentos inolvidables, cuando sentimos la
presencia de Dios cerca de nosotros.
Quizás estás pensando, Bueno, ¿y qué tal del niño nacido a una adolescente
soltera o la madre que no quería en verdad tener un niño, u hombres y mujeres
que no quieren a sus hijos? Aún son regalos de Dios; aún son creados porque Él
los creo divinamente y sopló el aliento de vida en ellos. De hecho, cada vida que
continúa sucede porque Dios sostiene su aliento. El Salmo 104:29 dice: “Si les
quitas el aliento, mueren y vuelven al polvo (NVI)”.
Hay personas que cometen actos terribles y pecaminosos como el rapto, el
incesto y la promiscuidad, pervirtiendo la manera en que Dios quiso que los
niños fueran traídos a este mundo. Estos pecan contra Dios para satisfacer sus
propios apetitos y aún Dios sigue ordenando que los niños sean creados. Son
todavía Su regalo, Su señal de bendición. Hay algo en nosotras las mujeres que
sabe, aún en situaciones desesperadas, que el bebé es un regalo de Dios, una
bendición.
Dios específicamente los escogió a ustedes para ser los padres de sus niños
y Él les está confiando su cuidado—de criarlos para glorificar únicamente a
Dios. Éste es el propósito por el cual ellos fueron creados. A nosotros se nos ha
dado vida para glorificar a Dios aunque no todo el mundo cumpla con ese
propósito.
Daniel le dijo al rey: “¡Dios tiene tu aliento en Su mano! Aunque tú piensas que
eres algo especial, ¡Dios te puede quitar la vida en un instante!” Y eso es
precisamente lo que pasó. Dios le quitó la vida al rey esa misma noche. A él se le
dio vida para glorificar a Dios, pero no lo quiso hacer. Si nosotros pensamos que
podemos construir algo aparte de Dios, nos engañamos a nosotros mismos.
Nuestros esfuerzos serán en vano porque no podemos ni siguiera tomar el
próximo aliento sin Él. Eclesiastés 8:8 dice: “No hay hombre que tenga
potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de
la muerte; y no valen armas en tal guerra, ni la impiedad librará al que la
posee”.
COLOCANDO EL FUNDAMENTO
Isaías 28:16 dice: “¡Yo pongo en *Sión una piedra probada!, piedra
angular y preciosa para un cimiento firme; el que confíe no andará
desorientado” (NVI). La piedra angular de nuestra fe es Jesucristo. De hecho,
Jesús hizo este punto claro en Mateo 7:24-27 cuando dijo:
Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a
un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y
vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó,
porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas
palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su
casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y
dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.
Una vida construida en cualquier otro fundamento que no sea Jesús es como
construir una casa sobre la arena. Esta estructura no se mantendrá de pie ante las
inevitables tormentas de la vida, las cuales todos tenemos que encarar.
La primera pieza fundamental es nuestra creencia y confesión de fe en
Jesús. “Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si
Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia” (Salmo 127:1). Nota
que en nuestro versículo tema para este capítulo, el proceso de construcción es
simultáneo. Confiar en el Señor para construir no significa que no estemos
involucrados en el proceso, pero sí significa que no podemos construir nada
duradero por nuestra propia cuenta. Y el tiempo que se lleva no está medido por
normas mundanas—estamos construyendo para la eternidad. Si no queremos que
nuestros esfuerzos sean en vano, debemos depender totalmente del Señor para
construir nuestras familias. Poniendo nuestra fe en Él es un compromiso
fundamental que nos mantiene dependiendo de Él, quien es fiel a Su Palabra.
Esto nos asegura que nunca estaremos perdidos o separados de Él o sin
esperanza.
El escritor del Salmo 127 fue el Rey Salomón, quien también escribió
Eclesiastés. Quizás puedes notar unas indicaciones por las palabras que él
escogió: “trabajar en vano”; “despierto en vano”. Al igual que en Eclesiastés,
Salomón pinta un cuadro que expresa que la vida sin Dios es vana. Aquí él
completa el cuadro diciendo que el matrimonio y la vida familiar en particular
son vanidad sin Dios. Eclesiastés pinta un cuadro de anhelar el cielo y de que
toda vanidad y luchas acabarán para siempre. Nos enseña que cualquier empeño
sin el temor de Dios es inútil. Sin embargo, la vida con Dios tiene propósito y
significado. El Salmo 127 es un microcosmo de Eclesiastés aplicado a la vida
familiar. Ilustra un cuadro de lo mejor de la vida aquí en la tierra, siempre y
cuando esté edificada en el Señor y con Su ayuda.
A mi esposo David le fascinan las imágenes poéticas que se encuentran en
Hebreos 13:14: “Porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que
buscamos la por venir”. Tenemos un llamado más alto que el de sólo vivir la
vida. No estamos criando a nuestros hijos sólo para pasar los días o las semanas,
sino que también nuestros pensamientos y nuestras oraciones deben tratarse de
quiénes serán nuestros hijos de aquí a veinte años y cómo el Señor los usará y,
finalmente, a dónde estarán en la eternidad.
EL EVANGELIO
EL PUENTE
paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo
Jesús Señor nuestro”.
Este versículo que acabas de leer es uno de los que contiene malas/buenas
noticias en la Biblia. Nos dice que si no reparamos el pecado de alguna manera,
éste requiere el pago con la muerte eterna y separación de Dios. Pero este
versículo también nos dice que Dios nos ha ofrecido una alternativa—el regalo
de la vida eterna. Cada persona va de camino a la eternidad aparte de Dios y hay
una sola manera de evitar lo inevitable. Sólo Dios puede hacer por nosotros lo
que nosotros no podemos hacer por nosotros mismos. Efesios 2:8-9 dice:
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros,
pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”.
De aquí es que viene la idea del puente. La separación moral y espiritual
entre nosotros y Dios; es tan real como el Gran Cañón. Por nuestro lado, o
ignoramos el abismo o desesperadamente buscamos el camino a la cruz. Pero no
podemos saltar el abismo o construir un puente desde nuestro lado. Los “saltos”
morales siempre se quedan cortos y cualquier puente que queramos construir con
buenas obras, se caerá porque todos nuestros materiales de construcción están
corruptos por el pecado. Pero cuando Jesús dijo: “Yo soy el camino, y la
verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por Mí” (Juan 14:6), Él se
estaba describiéndose a Sí Mismo como el Puente. Él es el Único que puede unir
la separación entre Dios y los hombres.
Debido a que el abismo entre nosotros y Dios es real, hubo un gran costo en
crear el puente entre nosotros. Una descripción de este costo se encuentra en 1
Pedro 3:18: “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el
justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la
carne, pero vivificado en espíritu”. (Si tú no entiendes como esto funciona, el
apéndice te va a ayudar, así que por favor, tómate tu tiempo para leerlo.)
Aunque nos demos cuenta de nuestra condición como pecadores y del costo
que Jesús pagó para “cancelar nuestra deuda”, aún tenemos que tomar una
decisión. La decisión fluye de la confesión (estar de acuerdo con Dios en cuanto
a mi imposible situación por mi pecado) y esto me dirige al arrepentimiento
(apartarme de una vida esclavizada al pecado). El siguiente versículo describe
cómo el reconocer que somos pecadores resulta en resistencia o arrepentimiento:
“Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para
salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo
produce muerte” (2 Corintios 7:10).
Aquellos que dan el paso de arrepentirse, cruzan el puente que Jesús les ha
provisto. Como Romanos 10:9-10 lo pone: “Que si confesares con tu boca que
Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los
muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la
boca se confiesa para salvación”.
Cuando vivimos este versículo, el abismo entre nosotros y Dios se une.
Nuestro destino ya no está al fondo del cañón, sino que está en la salvación y en
la vida eterna con Dios. Cuando confiamos en Cristo, todavía nos encontramos
en esta tierra, pero tenemos vida eterna. Como nos dice en 1 Juan 5:11-12: “Y
éste es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en
Su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no
tiene la vida”.
Pues, resumiendo: ¿Cómo aceptamos la oferta de Dios? Reconociendo
nuestros pecados y la provisión de Dios a través Su Hijo, Jesús, como el único
camino de regreso a Dios. Aceptando Su regalo, confesando con nuestra boca
que Jesús es el Hijo de Dios y creyendo que Él fue levantado de los muertos.
Cuando hacemos esto, Dios remueve la penalidad que le debemos por nuestro
pecado y nos da nueva vida en Su Hijo. Permitimos que la paga de Jesús por el
pecado sea la paga de nuestro pecado. Gálatas 2:20 nos invita a verlo así: “Con
Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí;
y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me
amó y se entregó a Sí Mismo por mí”. Jesús, el puente, ha completado el tramo
entre tú y Dios.
Cuando yo tenía diecinueve años, finalmente me di cuenta que Jesús no me
había salvado para que yo viviera como mejor me pareciera, sino que Él se
merecía el primer lugar de cada parte de mi vida. Yo necesitaba darle el lugar
que Él Se merecía como Señor. Gálatas 2:20 fue el versículo clave para ese
momento de mi vida. Yo me di cuenta de que como Cristo vivía en mí, Su
presencia tenía que hacer una diferencia en cada área de mi vida.
Debido a que Jesús venció el poder de la muerte cuando Se levantó de los
muertos, podemos vivir con Él durante la eternidad si hemos nacido de nuevo.
La vida que estás viviendo cuando pongas tu fe en Cristo, quizás no se vaya a
ver inmediatamente o se sienta diferente que la vida que llevabas diez minutos
antes de darle tu vida, pero Él en realidad te ha dado la vida eterna. Como el
Apóstol Pablo dijo en el versículo más arriba, tú no vives ya, sino que Cristo
vive en ti. Y debido a que Él vive en ti, la vida se tornará diferente para siempre.
Harás unos ajustes en tus perspectivas. Comenzarás a ver las cosas desde una
perspectiva de la esperanza eterna.
Sin Jesús, no podemos glorificar al que nos hizo. Pero podemos comenzar
de nuevo cuando Dios nos da el aliento de Su Espíritu Santo. Como nos declara
2 Corintios 5:17: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es;
las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. El primer lugar
donde comenzamos a vivir nuestra nueva vida en Cristo es en nuestros hogares.
Según ustedes lean este libro juntos o por su cuenta, se darán cuenta de que
están lidiando con la verdad. No tengo manera de saber en qué situación te
encuentras tú, cuando leas estas palabras. Pero mi oración es que si todavía no
has tomado ésta decisión, puedas sentir que el Espíritu Santo está llamando tu
alma para que lo hagas. Si nunca te has humillado ante Dios ni le has pedido que
te salve por Su misericordia, entonces lo puedes hacer hoy y puedes comenzar a
edificar un nuevo hogar, un hogar con Cristo como la Piedra Angular (Efesios
2:20).
Dios no está preocupado en cómo edificaste tu casa antes de conocerle.
Pero sí está absolutamente interesado en cómo la edifiques una vez le hayas
conocido. En ese momento, te conviertes en Su representante, Su embajador/a.
La pieza más importante del fundamento es poner la confianza de tu corazón en
tu Creador. Si verdaderamente creemos en Jesús, podemos actuar de acuerdo a
nuestras creencias al edificar nuestros hogares de acuerdo a Sus planos, la Biblia.
Sin esta guía fundamental, el edificio se caerá. En 1 Corintios 3:11 dice:
“ Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual
es Jesucristo”.
¡Piensa en una casa completamente nueva! Tantas personas tratando de
remodelar sus casas o vendiendo la suya y comprando otra inmediatamente. ¡No!
Si tus fundamentos no están basados en Cristo, tienes que decidirte por construir
una casa totalmente nueva, una nueva vida en Cristo. Y tienes que empezar de
nuevo desde el principio y usar los mejores materiales y el Mismo Señor Dios la
cuidará. ¿No suena esto maravilloso? ¡Lo es!
A veces escuchamos la historia del evangelio y realmente no pensamos en
lo que le costó a Dios enviar a Su propio Hijo a morir por nosotros. Pero como
padres, tenemos el privilegio de comprender en base a nuestra experiencia un
poquito de lo que Nuestro Padre experimentó en la gran obra de salvación.
Yo mencioné anteriormente que nuestro hijo Luke estuvo en Afganistán
hace algunos años. Él viajó allá diez días después de haberse graduado de la
universidad y estuvo los siguientes ocho meses trabajando para Samaritan’s
Purse, una organización de misión contratada por las Naciones Unidas para
ayudar a reconstruir las escuelas afganas, hospitales, pozos y facilidades
sanitarias. Ellos tenían un reto especial de cuidar de un gran número de
refugiados que habían perdido sus casas debido a desastres naturales y la guerra.
Cada dos meses, les pedían a los trabajadores que estaban ayudando que
salieran de Afganistán por algunos días. Se había implementado este requisito
para verificar las visas y también para darles un poco de alivio a los trabajadores.
El trabajo de Luke consistía en supervisar a 150 trabajadores afganos los
cuales él empleaba y se encargaba de pagarles para construir los edificios del
proyecto. Él viajaba por todo el norte de Afganistán con su intérprete, por
carreteras peligrosas, en diferentes lugares del trabajo. En dos ocasiones, debido
a que el camino era tan malo, su camión se volcó. Él luego nos dijo cuan
peligrosa y arriesgada es la vida en esa parte del mundo y uno aprende a
aceptarlo y a hacer lo mejor que pueda.
Además de arañas gigantescas, víboras, guerreros locales tratando de
controlarse el uno al otro, tiroteos nocturnos, personas desesperadas, un gobierno
inestable, centros del Talibán, minas, malaria y muchas otras situaciones
peligrosas hacen que la vida se convierta en algo desesperante e insignificante
para algunos y más valiosa para otros.
El 31 de agosto del 2003, Luke nos mandó este correo electrónico a
nosotros y a su círculo de amigos:
Hola a todos,
Todavía todo va bien aquí en Afganistán. El Señor Se ha
mostrado fiel conmigo a través de muchas situaciones que
he confrontado. Casi la mitad de mi tiempo aquí se ha
completado y estoy emocionado por mis próximos cuatro
meses.
Estoy esperando terminar una nueva escuela y añadir
un hospital en los próximos días. Hace poco comenzamos el
proyecto de construir pozos y letrinas en el vecindario de la
provincia y espero comenzar un par de escuelas más dentro
de un mes. Gracias por todas sus oraciones. Cuando
regrese, espero poder contarles más sobre como el Señor ha
estado trabajando aquí.
Mañana yo salgo para Pakistán por una semana a
visitar nuestra oficina en Islamabad y a ayudar a mi
traductor a solicitar una visa de estudiante para los Estados
Unidos. Por favor, continúen orando por él ya que está bien
nervioso sobre el proceso de solicitud. Anhelo sus oraciones
para mi traductor para que llegue al entendimiento de la
Verdad. En segundo lugar, por favor oren por la seguridad
de nuestro viaje.
Cuando recibí estos correos electrónicos, ya se había hecho el próximo día, muy
tarde para cualquier contacto debido a la diferencia de nueve horas y media entre
los Estados Unidos y Afganistán y el hecho de que él lo mandó cuando nosotros
estábamos durmiendo. ¡Para los ojos y el corazón de una madre, mi hijo no había
puesto suficiente información en su nota!
El escuchar que él iba para Pakistán, era preocupante ya que yo sabía que
Islamabad era donde recientemente habían decapitado a Daniel Pearl, el
periodista que había sido capturado y acusado de ser espía. Luke, por supuesto
estaba viajando sin armas y sin ningún americano. A mí me parecía que
Afganistán era suficientemente peligroso, pero yo me apoyaba en las palabras
que dijo Luke antes de irse: “Dios es tan soberano en Afganistán como lo es en
los Estados Unidos”. Aun así yo le dije que tuviera cuidado, como cualquier
madre hubiera dicho. Comprendía que en la vida suceden cosas tristes. Recuerdo
cuando perdí a un amigo querido que estaba en un viaje misionero en un país
donde había paz.
Luke sabía, por supuesto, que confiar en Dios no significa vivir una vida
descuidada. Él no iba a desafiar a Dios pasando por encima de una mina. Yo
sabía que Dios al fin y al cabo estaba en control y que Luke tenía su cabeza en su
sitio y esto me mantenía bastante tranquila. ¡Hasta que llegaron las noticias de
que el partía para Pakistán!
Pasaron algunos días sin recibir palabras de Luke y yo empecé a
alarmarme. No quería llenarme de pánico innecesario, pero no quería sentarme
sin hacer nada si mi hijo necesitaba ayuda. Cuando no habíamos oído nada por
once días, empecé a preocuparme mucho. En el undécimo día, prendí la
televisión y descubrí que el próximo día era el aniversario de los ataques
terroristas del 11 de septiembre. Había estado envuelta y sumergida en un
proyecto y no había escuchado las noticias por días.
El recinto donde Luke estaba viviendo era el área donde Osama bin Laden
había originalmente planeado entrenar a los terroristas para el ataque del 9/11 a
los Estados Unidos. Era una región con túneles subterráneos, un centro del
Talibán y el área donde la Alianza del Norte Afgana peleó con los soviéticos por
cinco años. Durante el tiempo que Luke estaba ahí, había sido el aniversario del
asesinato del General Massoud de la Alianza del Norte. La trama del Talibán
había involucrado a alguien posando según la prensa con una bomba plantada en
la cámara.
Ahora, en esa noche antes del aniversario del 9/11, yo estaba mirando un
programa de Bin Laden caminando por una montaña en la región entre
Afganistán y Pakistán, un área montañosa que se llamaba “La tierra de nadie”.
Él estaba dando órdenes de que mataran a cualquier americano que vieran los
extremistas.
Inmediatamente me di cuenta que esa era exactamente el área por donde
Luke tenía que haber pasado para llegar a Pakistán y para regresar. Me puse muy
estresada. Durante horas, las noticias informaban las mismas noticias. Estaba
orando mucho para que Dios salvara a mi hijo. Aún me recuerdo las palabras
que dije: “Dios, salva a mi hijo”. En el momento en que dije esas palabras,
Romanos 8:32 vino a mi mente: “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino
que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas
las cosas?”
Dios no escatimó a Su propio Hijo, sino que permitió que Él librara a una
gente hostil y pecadora y Él moriría para que ellos fuesen salvos. A Jesús lo
llevaron ilegalmente de noche y la Biblia dice que Dios lo entregó. Pienso en
este versículo de manera diferente ahora. No puedo darle poca importancia a
algo que costó tanto.
Al próximo día, el 11 de septiembre, 2003, llamé a las oficinas generales de
Samaritan’s Purse y les dije que no había escuchado de mi hijo por doce días y lo
último que supe fue que él iba para Pakistán. Luego, durante el día, a las 4:55
P.M. para ser exacta, recibí la mejor llamada telefónica que jamás había recibido.
Cuando mi teléfono celular sonó en el carro, pensé que posiblemente sería
alguien llamando de casa pidiéndome que comprara algo y por poco no la cogí
porque tenía que apresurarme a terminar una diligencia antes de las 5:00.
Pero cuando contesté, escuché la voz de Luke diciendo: “Hola, Mami,
¿cómo están ustedes?” No podía creer que fuese él. Su voz sonaba perfectamente
clara como si hubiese estado sentado a mi lado. Lloré de la alegría. En los
momentos confusos que siguieron, él trataba de hablar entre mis sollozos y me
explicaba lo que había pasado. Él no llegó a ir a Pakistán. Los planes habían
cambiado y, en su lugar, fueron a Turquía. Él había llegado hace unos días pero
había estado tan ocupado con proyectos de construcción, que no había podido
dejarle saber a su preocupada madre que estaba bien.
A veces nuestros miedos pueden superar nuestra fe y no dejamos que Dios
trabaje. Podemos cuestionar Su cuidado o Su habilidad de trabajar en
circunstancias difíciles. En realidad, tenemos que aprender a entregarnos a Su
perfecta voluntad, más que a la sabiduría humana. Si dependemos solamente de
la sabiduría humana, nos llenamos de miedo. Quitamos los ojos de Dios, y nos
ponemos ansiosos sobre las cosas de este mundo. Dios está caminando con
nosotros por este mundo.
El siguiente domingo tomé la comunión y me acordé de cómo Jesús
substituyó su vida para que tengamos vida en Él. Según tomé el pan y la copa,
miré estos conceptos con frescura. Estos elementos representan “que Jesús se
puso en mi lugar”. No fue un sacrificio pequeño. En vez de mí, en vez de mi hijo
—en vez de ti, en vez de tu hijo—Jesús.
Ésta es la profunda verdad del evangelio. Y aún es lo suficientemente
poderosa para darte la eternidad, suficientemente profunda para ser el
fundamento de tu matrimonio y de tu vida familiar.
TIEMPO DE PAREJAS
(Tiempo sugerido — 45 minutos)
Cada semana, cuando te reúnas con tu pareja, sé diligente para que puedas
enfocarte en lo que Dios te está enseñando en forma personal, al esposo y a la
esposa (al igual que al padre y a la madre) y cómo este aprendizaje se supone
que impacte a tu familia para bien. Este tiempo está designado para ustedes
como pareja, para determinar el curso que va a tomar su familia. Usen
sabiamente el tiempo compartiendo con la persona que han decidido compartir
sus vidas e involúcrense completamente en el proceso. Lleva la cuenta de tu
progreso y aliéntese el uno al otro según van implementando los pasos de
convertirse en una familia piadosa.
TIEMPO DE DISCUSIÓN
PARA GRUPOS PEQUEÑOS
(Tiempo sugerido — 45 minutos)
A medida que las parejas individuales se unen de nuevo, el líder del grupo
pequeño se enfocará y dirigirá la discusión usando las siguientes preguntas.
Sientan la libertad de profundizar más en la Palabra, pero mantengan su
trayecto.
La primera semana será una experiencia diferente a la de los demás.
Empleen tiempo presentándose; hablen de sus familias y en general de lo que
esperan aprender de este estudio.
TIEMPO DE ORACIÓN
(Terminen en oración enfocándose
en los puntos principales de la semana.)
Oren por la salvación de todos los miembros de su familia.
Denle gracias a Dios por el regalo indescriptible de salvación que nos ha
dado.
APÉNDICE: CAPÍTULO 1
LA ILUSTRACIÓN DEL PUENTE: UNA PRESENTACIÓN DEL EVANGELIO POR DAVE CORNING
La siguiente es una transcripción de Dave Corning, compartiendo el evangelio
por medio de la Ilustración del Puente. Esta presentación se ha provisto para
aquellos de ustedes que busquen más clarificación del mensaje central de la
Biblia, para los que quieran determinar su posición con Dios. O quizás estés
buscando cómo obtener más destrezas para compartir el evangelio. En
cualquiera de los dos casos, estamos proveyendo este recurso que esperamos
que te sea de ayuda. Por favor, refiérete al diagrama correspondiente según
vayas leyendo. De hecho, esta ilustración, te servirá de gran ayuda a seguir el
mensaje según vayas leyendo.
Vamos a comenzar juntos con la Ilustración del Puente. Ten en mente que vas a
involucrarte en discusiones con personas. Según desarrollas una relación con
alguien o según va surgiendo la oportunidad, hay unas preguntas claves que le
puedes hacer a alguien. Una de esas preguntas podría ser: “¿Alguna vez has
leído la Biblia y si lo has hecho, cómo resumirías el tema central de la Biblia?
¿Qué es lo que en realidad se nos está tratando de comunicar desde Génesis
hasta Apocalipsis?” Otra pregunta que podrías hacer es: “¿Podría compartir
contigo algo de suma importancia para mí en este mundo? ¿Te lo podría
comunicar?” Si la persona dice que sí, entonces tendrías la oportunidad de
sentarte con él o ella y abrir las Escrituras para compartir el evangelio.
La Ilustración del Puente comienza en el Libro del Génesis. El primer
pasaje de las Escrituras en este ejemplo es Génesis 1:27: “Y creó Dios al
hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”. Lo
que estás tratando de comunicar con este pasaje de las Escrituras es que de toda
la creación de Dios, nosotros hemos sido creados de manera especial. Hemos
sido creados de forma diferente. Podemos tener una relación con Dios. Somos
diferentes de los árboles y de los animales, ya que como el pasaje de las
Escrituras en Génesis 1:27 dice, hemos sido creados a la imagen y semejanza del
mismo Dios. Mirando el comienzo del libro del Génesis, vemos que Dios tenía
una relación con Adán y Eva. Fuimos creados con la misma capacidad de tener
una relación con Él. Y el propósito de esa relación es de glorificarlo. Así que en
tu ilustración en la primera línea en el lado izquierdo, escribe “HOMBRE” a un
lado y “DIOS” al otro. En la línea, escribe “RELACIÓN”, porque fuimos
creados para tener una relación con Él.
Pero entonces sucedió algo que rompió o interrumpió esa relación. Se llama
“pecado”. Isaías 59:2 dice: “Pero vuestras iniquidades han hecho división
entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de
vosotros su rostro para no oír”. Debido a mi naturaleza pecaminosa, por mi
rebelión, la relación que Dios había destinado para mí fue rota o desunida. Mi
pecado, mi iniquidad y mi corazón rebelde crearon un abismo de separación
entre Dios y yo. Así es como comienza la ilustración. En un lado de tu
ilustración, debes escribir en la parte de arriba: “EL PROBLEMA DEL
HOMBRE”. Quiero hablar con claridad acerca de cuál es nuestro problema de
acuerdo a la Biblia. Es muy fácil de comunicarlo con tres preguntas.
La primera pregunta es: “¿Quién ha pecado?” Puede parecer una pregunta
muy obvia, pero es una pregunta importante. En Romanos 3:23, la Biblia dice:
“Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”. La
respuesta a esa pregunta es obvia, todos hemos pecado. Yo he pecado, tú has
pecado, no hay una persona sobre la faz de esta tierra que no haya pecado.
Ninguno ha alcanzado la gloria de Dios.Top of Form
La siguiente pregunta es: “¿Cuál es el resultado del pecado?” La respuesta a
esta pregunta se encuentra en Romanos 6:23, que dice: “Porque la paga del
pecado es muerte”. ¿Qué es lo que yo merezco por mi pecado? La Biblia dice
que yo merezco la muerte. Es como cuando voy al trabajo y al final de la
semana, mi jefe me debe un salario. Me he ganado algo. De la misma manera,
¿qué me he ganado de parte de Dios a causa de mi pecado? Me he ganado la
muerte. Me merezco la muerte porque el salario del pecado es la muerte. Por lo
tanto, como resultado de mi pecado, me voy a morir físicamente.
La siguiente pregunta es, entonces, ya que soy un pecador y voy a morir a
causa de mi pecado: “¿Qué viene después de la muerte?” Hebreos 9:27 dice: “Y
de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola
vez, y después de esto el juicio”. No soy yo sólo un pecador y no solamente voy
a morir, pero de acuerdo a la Biblia, voy a ser juzgado o penalizado por toda la
eternidad en un lugar real llamado infierno. Voy a sufrir un tormento eterno
separado de Dios debido a mi pecado. Por eso es que llamamos a ese lado de la
ilustración: “EL PROBLEMA DEL HOMBRE”. Cuando digo “hombre”, estoy
hablando de la humanidad—hombres y mujeres por igual.
Hemos pecado. El propósito de los Diez Mandamientos es de revelarnos la
gravedad del problema del pecado que realmente tenemos. Nos muestran que no
somos perfectos y que no podemos ser perfectos. Si fuéramos a echar un vistazo
honesto a los Diez Mandamientos en Éxodo 20 y nos preguntáramos esas diez
cosas, no habría ninguno de nosotros (especialmente a la luz de las enseñanzas
de Jesús en el Nuevo Testamento) que pudiera responder: “No, nunca lo he
hecho”, o “Nunca en mi vida he estado involucrado en eso”. ¿Amas a Dios con
todo tu corazón? Me gustaría poder decir que sí a esto, pero a veces no es así.
¿He cometido un asesinato? Yo no creo que haya demasiada gente leyendo esto
que haya cometido un asesinato. Pero, ¿qué dijo Jesús acerca del hombre que
aborrece a su hermano? Es culpable de asesinato. Una y otra vez, yo podría leer
la lista. ¿Hay alguno de nosotros que ha cumplido con todos los mandamientos y
nunca ha fallado? Somos pecadores. Somos bien culpables. Esa culpa nos va a
llevar a la muerte física. Después de morir físicamente, vamos a estar
eternamente castigados. Esto es negativo, pero es la verdad. Ese es “EL
PROBLEMA DEL HOMBRE”.
Vamos a ir al otro lado de la ilustración y vamos a llamarlo “LA
SOLUCIÓN DE DIOS”. El primer pasaje de las Escrituras aquí es Juan 5:24
donde Dios dice: “De cierto, de cierto os digo, El que oye mi palabra, y cree
al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha
pasado de muerte a vida”. Así que aquí mismo, en este pasaje de las Escrituras,
Dios nos ofrece tres cosas: (1) Él quiere que tengamos vida eterna; (2) Él quiere
quitar Su juicio por el pecado y la condenación del infierno separados de Él; y
(3) Él quiere que pasemos a través de la muerte física que todos vamos a
encontrar a causa de nuestro pecado, a la vida eterna con Él. Esto es lo que Él
desea para ti y para mí.
Sin embargo, todavía tengo este problema. Todavía estoy a un lado de la
laguna y Dios está al otro. ¿Cómo puedo llegar desde mi problema hasta lo que
Él desea que yo tenga? La gente va a tratar de cruzar este abismo entre EL
PROBLEMA DEL HOMBRE y la SOLUCIÓN DE DIOS de muchas maneras
diferentes. Pero todas estas maneras son los intentos de las personas para llenar
el vacío, por su cuenta. Dibuja un peldaño en el camino que se extiende desde
EL PROBLEMA DEL HOMBRE, pero se quedará muy corto del lado contrario.
Podríamos llamar a este peldaño: “las buenas obras”. La persona se pone delante
de Dios y le dice: “Yo hice esto y esto y esto y esto. Hay más cosas buenas en mi
vida que malas”. Si hay más cosas buenas en mi vida que malas, Dios dirá:
“Tienes la oportunidad de ir al cielo a causa de tus buenas obras”. Ahora, ésta es
una simple ilustración, pero mucha gente cree eso y confía en la esperanza de
que sus propias buenas obras les hagan llegar al otro lado. Pero el resultado final
es que están confiando en sus propias fuerzas, en su propio mérito, para acceder
al cielo. ¡Las buenas obras nunca serán suficientes!
Otro peldaño en que la gente confía para llegar al cielo se basa en la
asistencia a la iglesia. “Voy a la iglesia. Voy a la iglesia cada Pascua. Voy a la
iglesia en Navidad y tal vez un par de veces entre medio. Así que al menos he
demostrado respeto a Dios”. O “Voy cada semana. Voy tres o cuatro veces en
semana”. Hay personas que hacen eso. Se pondrían frente a Dios y Él les diría:
“¿Por qué te dejaría entrar en Mi cielo?” Ellos responderían: “Porque te honré
tanto en ir a la iglesia”. Repito, ésta es otro tipo de obra. ¿Qué dice la Biblia
sobre esto? En Efesios 2:8-9 dice: “Porque por gracia sois salvos por medio
de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que
nadie se gloríe”. La gracia es favor inmerecido. No lo merezco. Es un regalo.
¿Qué puedes hacer para ganarte un regalo? Nada. La única razón por la cual
alguien te daría un regalo sería porque te ama. Cuando tus padres, esposo/a, o
alguien a quien le importas mucho te da un regalo por alguna razón, no te lo dan
porque has invertido tiempo y ahora te lo ganas. Esto no sería un regalo. Te lo
dan puramente porque te aman y no porque has hecho algo para merecértelo.
Esto es lo que se llama gracia—es la gracia de Dios. Es debido a Su amor hacia
nosotros que Él está dispuesto a darnos el regalo de la vida eterna. Yo no puedo
en lo absoluto ganarme la salvación o entrada al cielo. De acuerdo a la Biblia,
esto no se puede hacer. Es por gracia, por medio de la fe.
Si no puedo estar bien con Dios a través de mis obras, entonces, ¿cómo
puedo estar bien con Dios? Hay tres pasajes en las Escrituras que realmente nos
ayudan a entender la parte central de toda esta Ilustración del Puente. Podemos
ilustrar esto trazando una cruz en el medio, haciendo un puente desde EL
PROBLEMA DEL HOMBRE hasta LA SOLUCIÓN DE DIOS. Escribe
“JESÚS” en la cruz.
La solución a nuestro problema se encuentra en el siguiente pasaje, Juan
14:6
donde el mismo Jesús dice: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida;
nadie
viene al Padre, sino por mí”. Hay muchos versículos en la Biblia que
pueden ser difíciles de entender, pero éste no es uno de ellos. Está muy claro. A
menudo, en esta parte de la Ilustración del Puente le pregunto a la gente:
“¿Quién cree usted que es Jesús?” Muchos dicen: “Era un buen maestro”.
Algunas personas dirán: “Era sólo un gran hombre”. Otros dirán: “Era un
profeta, pero Él No es el único camino a Dios. Es obvio que hay otras maneras
de llegar a Dios. No se puede ser tan estrecho de mente como para pensar que
Jesús es el único camino a Dios o pensar que otras personas que no creen en
Jesús no puede tener una relación con Dios”.
Tenemos que retar esa conclusión errónea con lo que dice la Palabra de
Dios. Jesús dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida”. Sólo hay una
conclusión a la que puedes llegar: Jesús es una de esas tres cosas. Jesús es un
mentiroso porque nos dice que Él es “el único camino”. En segundo lugar, Él es
alguna clase de lunático que sufre de delirios acerca de sí mismo y piensa que Él
es el único camino a Dios. O Él es quien dijo que era: Señor, y único camino a
Dios. Pero no trates de decirme que Él es un buen hombre o un gran hombre,
porque los grandes hombres no son mentirosos ni lunáticos. Vamos a tomar una
decisión aquí acerca de quien es Él. Elijo creer que Jesucristo es Señor y el único
camino para tener una relación correcta con Dios.
El siguiente versículo de las Escrituras responde a la importante pregunta
“¿Quién es Jesucristo y qué hizo” en 1 Pedro 3:18: “Porque también Cristo
padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos
a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu”.
Éste es un poderoso pasaje de las Escrituras que describe quién es Jesús, lo que
ha hecho y la esperanza que podemos tener por medio de Él. “Porque también
Cristo padeció una sola vez por los pecados...” ¿Va Él acaso a morir en la cruz
otra vez? ¿Todavía está pagando por nuestros pecados hoy? No. “El justo por
los injustos”. ¿Quién es el justo? ¿Quién es perfecto? ¿Quién está libre de
pecado? Jesucristo. Él es santo, Él es Dios; Emanuel, que significa: “Dios con
nosotros”. ¿Quiénes son los injustos? Son los pecadores destinados a morir—
destinados a la condenación eterna (infierno)—tú y yo. “Porque también Cristo
padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos” con el fin de
que Él nos lleve desde EL PROBLEMA DEL HOMBRE hasta LA SOLUCIÓN
DE DIOS—para que Él pueda llevarnos a una relación eterna con el Padre.
¿Acaso fue Él condenado a muerte en la carne y colgado en la cruz a causa de lo
que hizo? No. Fue por tu culpa y la mía. Nosotros somos los que merecíamos
morir. Nosotros fuimos los que pecamos y nos rebelamos contra Dios, no Jesús.
Pero Él murió en nuestro lugar, Él fue condenado a muerte por nuestras
transgresiones.
¿Cuál es la gran esperanza de los cristianos? La Resurrección de Cristo.
Porque Él vive, Él tiene el poder y la victoria sobre el pecado y la muerte. Él se
levantó de entre los muertos. La Resurrección nos asegura de que vamos a vivir
con Él durante la eternidad si ponemos nuestra esperanza, confianza y fe en Él.
Ningún otro “líder religioso” podrá lograr esto. Mohammed todavía está en la
tumba. Buda no ha resucitado a nadie de los muertos. Sólo Jesucristo tiene el
poder de darnos la vida eterna.
Hay dos palabras claves envueltas en la solución que Dios tiene para con
nosotros: confesar y creer. Romanos 10:9 dice: “Que si confesares con tu boca
que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los
muertos, serás salvo”. Confesar es estar de acuerdo con Dios, entender.
“Entiendo, Dios, que soy un pecador. Entiendo que yo voy a morir. Entiendo que
voy a ser juzgado por ese pecado y lo que está delante de mí. Tengo un problema
real. Entiendo lo que tienes para mí. Entiendo que no es por las obras. Entiendo
que Jesús murió en mi lugar, a causa de mi pecado. Él tiene poder sobre la
muerte. Entiendo eso”. Escribe la palabra confesar encima de la cruz.
La otra palabra es creer. Tengo que creer. Creer significa más que entender.
Creer significa actuar, poner tu confianza en algo. Es una acción. No es algo que
tú sólo dices con tu boca. Si alguien viniera a nuestra puerta y dijera que el
edificio está en llamas y si le creyéramos lo que dijo, haríamos algo. Saldríamos
corriendo por la puerta, llamaríamos a los bomberos, trataríamos de apagar el
fuego...¡haríamos algo! Pero si sólo nos quedamos sentados, continuando con lo
que estábamos haciendo, en realidad no creímos lo que dijo la persona. Agrega
la palabra creer encima de la cruz.
Eso es de lo que se trata el arrepentimiento. La Biblia dice en 2 Corintios
7:10: “Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para
salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo
produce muerte”. Así que si yo estoy arrepentido y creo verdaderamente, me
doy la vuelta y me doy cuenta de que tengo que vivir mi vida para Dios y no a
mi manera. Una persona que confiesa y cree, actuará de acuerdo a lo que ha
creído que es verdad. Yo llego a un lugar donde puedo decir: “Señor, perdóname.
Recibo a Jesucristo como mi Salvador porque Te necesito”. Si tú estás
dispuesto/a a confesar la verdad y a creer en tu corazón, arrepintiéndote y
obedeciendo lo que has creído la como verdad, la Biblia te dice en Romanos
10:9: “Tú serás salvo”.
Hay dos versículos adicionales que realmente ayudan a aclarar este mensaje
del evangelio. En 1 Juan 5:11-12 la Biblia dice: “Y este es el testimonio: que
Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al
Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida”. Si tienes
a Cristo, tienes la vida. Si confiesas esta verdad creyéndola—y si has recibido a
Cristo en tu vida, tienes vida eterna. Es así de simple. El leer a 1 Juan 5:11-12 te
debe llevar a un lugar de crisis ¿Cuándo recibiste a Jesucristo? ¿Puedes señalar
un momento en tu vida cuando te diste cuenta de que tenías un problema con el
pecado?
No tienes que saber ni el día ni la hora, pero sí deberías poder señalar un
momento específico en tu vida cuando rendiste tu voluntad y diste tu vida a
Jesucristo. Si lo has hecho así, el infierno ha sido cancelado y has ganado el
cielo. Si no es así, te exhorto a estar a solas con Dios, a confesar tu problema del
pecado y a pedirle a Jesús que sea tu Señor y Salvador. En base a cómo hayas
respondido a Jesús, podrás determinar si eres perfectamente salvo/a o estás
perfectamente perdido/a.
El último versículo de las Escrituras es un gran versículo de resumen
porque es un retrato de una relación restaurada. Apocalipsis 3:20 dice: “He
aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta,
entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”. La salvación a través de Jesucristo
ha sido ofrecida a todos y cada uno de nosotros. Si sólo le recibimos en nuestros
corazones como Señor y Salvador, podremos tener una relación con Él debido a
quien Jesucristo es; Él es Dios. Cuando vemos el panorama que se presenta en
Apocalipsis 3:20, de Jesucristo contigo, conmigo, o con cualquier otro que le
haya dado su vida, éste es un retrato de cenar con Cristo y de tener una relación
con Él.
Si regresamos hacia atrás hasta el versículo de Génesis 1:27, el cual
comunica que fuimos creados para tener una relación con Dios, podemos ver lo
que JESÚS ha restaurado en esa relación. Nosotros respondemos a este mensaje
del evangelio en una de tres maneras: Rechazándolo, diciendo: “Esto es basura,
un montón de cuentos de hadas, mitos, yo simplemente rechazo eso”. Otra
respuesta es ignorarlo, no querer hablar de temas como la muerte. “Eso es
negativo. No quiero hablar del pecado. No quiero ni lidiar con eso. Hay otras
cosas de las cuales prefiero hablar”.
Algunas personas simplemente eligen ignorar a Jesús. Pero si le pregunto a
la misma persona: “¿Qué clase de carro vas a comprar el año que viene?”, lo más
probable es que tenga una respuesta definitiva: “¡Oh! Tengo que investigar esto.
Sé qué clase de carro voy a comprar. He buscado en La guía para consumidores.
Sé qué tipo de garantía y arreglos financieros puedo obtener”. Ellos saben todo
al derecho y al revés. O si van a cambiar de empleo, saben cuál es la descripción
del trabajo e investigan los beneficios. O si alguien va a comprar una casa,
investigan todos los datos relevantes. Saben detalles aún antes de haber hecho el
compromiso en una de estas situaciones importantes. Pero cuando se trata de su
destino eterno, quieren ignorarlo. No tienen los datos, ni están dispuestos a
buscarlos.
Así que ignoran todo este asunto y su problema de pecado, muerte y
condenación. Viven su vida ignorándolo. Pero, ¿qué es lo que no saben? Están
respondiendo de la misma manera que la persona que rechaza abiertamente el
mensaje del evangelio y dice: “No creo en Ti, Jesús. Soy un muchacho fuerte.
Voy a hacer todo por mi cuenta. No Te necesito. No necesito muletas”. Pero no
tomar una decisión es una decisión (Mateo 12:30a).
Pero entonces hay una tercera respuesta, la cual es recibir a Jesucristo. Si
nunca has dado tu vida a Cristo o te sientes inseguro/a de hacerlo por tu propia
cuenta, simplemente pídele a Jesús que perdone tus pecados. Dile que debido a
que confiesas y crees lo que la Biblia enseña, quieres que Él sea tu Señor y
Salvador. Así que yo te pregunto: “¿Dónde estás tú? Si lo has recibido, busca
una relación con Él”.
Si has tomado esta decisión, queremos darte la bienvenida a la familia de
Dios. Es importante que sepas que esta decisión te asegura la eternidad con Él
para siempre. Te recomendamos que des el siguiente paso de conectarte con una
iglesia bíblica local que predique la Palabra de Dios con claridad.
2
LA AUTORIDAD DE LA PALABRA DE DIOS
LOS PADRES PIADOSOS VIVEN POR CONVICCIONES BÍBLICAS
Sabios son los padres que conocen claramente sus convicciones y entienden de
donde vienen. Ellos siguen las convicciones básicas que los guiarán en su
relación matrimonial y también en su rol como padres.
Todos nosotros vivimos por convicciones, esas reglas silenciosas de cómo
vivir que hemos aprendido en el camino. Nuestras convicciones pueden ser
inestables, inciertas, o desconocidas, pero de la manera en que vivamos nuestras
vidas siempre revelará nuestras convicciones. No es lo que decimos creer lo que
demuestra nuestras convicciones; es de la manera en que vivimos. Son pocas las
experiencias en la vida que retarán y expondrán nuestras convicciones
comparadas con la experiencia de criar a nuestros hijos. Queremos que nuestras
convicciones sean paralelas a Aquél que diseñó la vida.
Un año cuando nuestro hijo Luke regresaba a la universidad, recuerdo
cuando cargaba su Jeep con el equipaje y todas las necesidades que podía tener
un chico de veintiún años. El montón de sus pertenencias en la entrada de
nuestra casa parecía tres veces más grande que su vehículo. Me gusta el reto de
empacar, pero la parte trasera de un carro—por razones de seguridad—puede ser
llenada sólo hasta un cierto nivel. Y él seguía sacando más cosas de la casa.
Finalmente le dije: “Nada más; vamos a ver si podemos meter todo esto en el
carro primero”.
Bueno, ¿cómo procedí? ¿Cuál es la mejor manera de empacar? ¿La manera
más eficiente? Se comienza con las cosas más grandes, las más difíciles de
acomodar, las cosas más necesarias, y luego se rellena lo demás alrededor de
estos artículos. No se pone primero la bolsa de dormir o la almohada porque son
artículos suaves y moldeables. Las cosas más importantes como la computadora
o una maleta grande van primero porque no cabrían si trataras de acomodarlas al
final. Finalmente, debes tratar de escurrir la caña de pescar y meter un zapato
aquí y otro allá, rellenados de pequeños artículos cada uno. Estamos hablando de
economizar espacio. Eventualmente, pudimos acomodar todo adentro sin ningún
espacio disponible para nada más, excepto para el conductor.
Los mismos principios se aplican cuando construimos nuestras vidas o las
vidas de nuestros hijos. Las cosas más importantes tienen que ser acomodadas
primero y debemos tener cuidado especial de ellas. Lo demás son rellenos, cosas
divertidas. No pongamos el relleno primero y luego encontremos que no hay
lugar para las cosas fundamentales. Me supongo que en cuanto a esto, algunos
padres están sintiendo un poco de pánico. Ya me imagino sus ojos llenos de
preguntas desesperadas: ¡No tengo idea de cómo he empacado mi vida! ¡Y qué
tal si yo estoy sólo lleno/a de relleno! ¿Acaso sé lo que es más importante?
¿Acaso tengo las cosas fundamentales en mi propia vida para saber lo que tengo
que transmitir a mis hijos?
La respuesta a estas preguntas es precisamente de lo que trata este capítulo.
Después de la primera pieza fundamental de nuestra fe en Cristo, la segunda
pieza es la autoridad de la Palabra de Dios. Conocer, creer y obedecer las
Escrituras debe ser una fuerza dominante en nuestros hogares. Esto va cogido de
la mano de nuestra fe en Cristo porque no podemos creer en una y dejar la otra.
No podemos ser salvos y crecer en nuestra relación con Jesús por mucho
tiempo si no creemos en la Biblia y su autoridad. Es la Palabra viva y activa de
Dios. Si decimos que creemos en Dios, pero no creemos en Su Palabra, entonces
no podemos decir que creemos en Cristo. No podemos decir honestamente:
“Creo en Ti, Jesús pero no creo lo que Tú dices”. Esto no tiene sentido. No
podemos decir que creemos en Jesús, pero que la Biblia está llena de
contradicciones e inexactitudes porque la Biblia es la Palabra de Dios. Si
tratamos de escoger aquellas cosas que vamos a aceptar de la Palabra de Dios,
terminaremos con una fe incierta y convicciones a medias. Si vamos a decir que
La Palabra de Dios es confiable cuando nos habla del perdón y de la vida eterna,
¿por qué no queremos confiar en lo que nos dice sobre criar a nuestros hijos?
Tenemos que colocar esta pieza fundamental en su lugar antes de agregar nada
más.
Si creemos que Jesús fue el sacrificio perfecto, sin mancha para nosotros,
entonces debemos creer que Su Palabra es perfecta. Si creemos que la Palabra es
imperfecta, entonces también creeremos que Jesús fue imperfecto y por lo tanto
incapaz de salvarnos.
La Biblia nunca es tentativa en cuanto a Jesús. Juan 1:1-5 dice: “En el
principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era
en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada
de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz
de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no
prevalecieron contra ella”.
El Apóstol Juan prosiguió a compartir la maravillosa realidad de que el
Verbo, el cual es Dios, visitaría a Su propia creación. “Y aquel Verbo fue hecho
carne, y habitó entre nosotros y vimos su gloria, gloria como del unigénito
del Padre, lleno de gracia y de verdad” (Juan1:14).
No adoramos La Palabra de Dios escrita de por sí, pero confiamos en ella
porque nos señala a Dios. Es respirada por Dios, inherente y eterna. Creemos en
ambos, Dios y Su Palabra. Esto no significa que no tengamos preguntas, ni que
la Biblia sea fácil de entender.
Nuestra actitud de cómo abordamos La Palabra de Dios, a menudo
determina lo que llegamos a descubrir. ¿Has escuchado a alguien decir: “Oye, si
Dios es el Creador de todas las cosas, hizo Dios este bolígrafo (o cualquier
objeto hecho por el hombre)?” Su tono de voz te dice que su pregunta no es en
realidad una pregunta sino una burla hacia Dios. Por otro lado, quizás has oído
un niño preguntar a su madre: “¿Mamá, si Dios creó todo, también hizo Él este
bolígrafo?” La misma pregunta, pero con una actitud diferente. Los niños tienen
un corazón sincero y curioso hacia el saber. Cuando Jesús habló de la necesidad
de las personas de tener fe como la de un niño, Él no estaba rechazando las
preguntas honestas. ¡A veces, los niños sólo aparentan tener nada más que
preguntas! Y Dios dice que cuando tengamos un corazón puro y humilde para
conocerle a Él y le busquemos, Él se revelará a nosotros.
Para responderle a tu hijo, le puedes decir que solamente por medio de Dios
es que las personas pueden hacer este bolígrafo y le puedes leer el versículo en
Juan 1:3: “Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha
sido hecho, fue hecho”. También Colosenses 1:17 nos dice que “todas las
cosas en Él subsisten” o “forman un todo coherente” (NVI). Cuando los
humanos hacen cualquier objeto, vale la pena recordarse de que siempre
debemos comenzar no sólo con los elementos, sino también con las leyes físicas
y naturales creadas por Dios. El hecho de que el oro se derrite pero los diamantes
no, limitan y permiten nuestra creatividad. Sólo podemos diseñar prendas de oro
para poner diamantes y no lo inverso. Nunca podemos crear de la nada; usamos
lo que Dios ha provisto, lo que ha hecho el principal Creador, antes de todas las
cosas que nosotros podamos crear. En un sentido, podemos tomar esta verdad
por fe e intuición, pero Dios nos da Su Palabra para confirmar y explicar en más
detalle Su relación con nosotros como Creador (véase Romanos 1:18-23).
Estamos hablando de principios de padres piadosos, pero debemos
comenzar con el perfil de los padres piadosos. Y las dos características básicas
de los padres piadosos son su fe en Jesús y su confianza en La Palabra de Dios.
Cristo y Su Palabra forman la fundación de la vida. En Él, las parejas trabajan
juntas para lograr más que si estuvieran trabajando solas. En Él, puedes recibir la
fortaleza para hacer cosas muy difíciles (como criar hijos sin un esposo). ¿Por
qué? Porque en Cristo, tú no estás perdido/a, sino encontrado/a; ya no lo estás
inventando según vas viviendo, sino que estás siguiendo el plan que Dios ha
revelado; ya no estás confundido/a sino enfocado/a en tus tareas. En Cristo y Su
Palabra, tienes esperanza. Cuando estas dos piezas están aseguradas en nuestra
fundación, ya estás listo/a para formar tu hogar.
Acuérdate que lo opuesto de estar perdido/a es tener esperanza. En Cristo,
nunca hay situaciones sin esperanzas para ti. Habrá dificultades, pero siempre
habrá una salida a través de Cristo. La paz de Dios disipa la desesperación. Ésta
es la esperanza verdadera del evangelio. No es meramente una decisión de una
sola vez; es tu nueva vida creada en Cristo.
El reto de memorización para este capítulo se encuentra en 2 Timoteo 3:14:
“Pero tú, permanece firme en lo que has aprendido y de lo cual estás
convencido, pues sabes de quiénes lo aprendiste”.
Cuando mis hijos estaban pequeños, yo les solía leer un cuento cómico
sobre una madre que les había dado a todos sus hijos el mismo nombre, lo cual
resultó en una confusión tremenda para todos ellos. A pesar de su deseo de
escoger un nombre diferente para su siguiente niño, a pesar de ver la necesidad
de hacerlo, a pesar de rumiar mucho para encontrar un nombre elaborado para su
próximo hijo, cuando se presentaba la oportunidad, ella siempre regresaba a lo
familiar y no procedía con el cambio que se había propuesto hacer.
¿Alguna vez has conocido a una persona que año tras año continúe dándose
cuenta del mismo error una y otra vez? Tú puedes incluso estar pensando: ¡Sí,
soy yo! Todos tenemos debilidades y cegueras. Eventualmente podremos ver la
dificultad que estamos cosechando al no hacer cambios, por no hacer lo que es
correcto, pero nunca lo hacemos. ¿Por qué? Tal vez es porque carecemos de
obediencia a lo que sabemos que debemos hacer. O bien podemos carecer de
convicción; puede que no estemos totalmente convencidos/as de que tenemos
que cambiar.
¿Qué se necesita para cambiar mi convicción de que mi propia forma de
entender es la manera correcta a una nueva convicción de que los caminos de
Dios son los mejores? Tolstoy dijo una vez: “Todo el mundo piensa en cambiar
al mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo”.
CONVICCIONES BÍBLICAS
puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que
entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva
a la vida, y pocos son los que la hallan”. Estos versículos dicen que hay dos
tipos de personas: los que entran por la puerta estrecha y los que entran a través
de la puerta ancha. No hay un camino medio. Tú no eres salvo sólo a veces. O
eres salvo o no lo eres. Estás a un lado del puente o al otro, no en el medio. En 1
Juan 5:19-20: leemos: “Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está
bajo el maligno. Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado
entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero,
en su Hijo Jesucristo. Éste es el verdadero Dios, y la vida eterna”. Dios
permite que florezca el mal en el mundo, sólo por un tiempo. Y Él está
observando para ver si tú eliges lo falso o lo real, si lo eliges a Él o al camino
fácil. Ante Dios, no somos libres para hacer lo que deseamos o sentimos. El
mundo exige sus derechos, pero Dios demanda justicia.
En 1 Pedro 2:16 dice: “Como libres, pero no como los que tienen la
libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios”.
Cuando quitamos nuestros ojos de la verdad, tropezamos. Nos confundimos
entre lo que es verdad y lo que no es. Si nos fijamos demasiado en lo falso,
vamos a empezar a pensar: “Espera, ¿cuál es el verdadero? ¿Es éste o el otro?”
Recuerdo una reunión con una mujer hace algunos años que acababa de
pasar por una crisis devastadora como resultado de una mala decisión. Nadie
resultó herido físicamente, pero el evento creó una crisis emocional devastadora.
Ella reunió algunos amigos y familiares para buscar consejo y apoyo. Algunas
personas le recomendaron que siguiera su corazón y que respondiera con
reacciones mundanas y emociones. Yo le aconsejé que siguiera un principio
Bíblico—no algo imaginario, sino las mismas Palabras de Dios.
Era obvio que ella se había aliado con lo falso hasta ahora, pero mientras yo
le hablaba sobre la verdad bíblica, me di cuenta de que ella valoraba la Palabra
de Dios igual que a las opiniones de la gente. Yo escuché que ella les decía a
otros que yo le había dicho que hiciera esto o lo otro. Debido a que ella
devaluaba la verdad bíblica, me di cuenta de que ella no escogería el consejo de
Dios. Lo que ella buscaba era que la gente le aprobara lo falso que había
escogido para satisfacer sus propios deseos. Todo consejero bíblico sabe el dolor
que causa que una persona en crisis continúe escogiendo lo falso.
Esta experiencia es como mostrarle un diamante perfecto de 20 quilates a
una persona y que ésta diga: “Sí, pero yo prefiero este otro brillante plástico con
lentejuelas que compré en el mercado de las pulgas. Va mejor con lo que quiero
hacer”.
Mi esposo, David, y yo a veces hemos lamentado que después de una
sesión de consejería en donde los pasos a seguir han sido tan claros, aquellos que
son aconsejados rechazan el camino por el cual Dios les traerá bendición. No
hacen las cosas que saben que deben hacer. Quieren seguir sus propios
sentimientos en lugar de vivir bajo la convicción bíblica de la Palabra de Dios.
He oído a David, decir: “Tienes tú misma que desear hacer lo correcto”. Tienes
que hacer una elección y comprometerte a ella. No podemos deshacer huevos
revueltos, pero tampoco es necesario agregar más huevos. A menudo, en
consejería, una persona especialmente querrá “volcar el camión”, pero sólo está
dispuesto/a a tomar una cucharadita de consejos. Por lo general, quieren una
solución rápida para que la otra persona cambie. Recuerda: “Todo el mundo
quiere cambiar el mundo, pero nadie quiere cambiarse a sí mismo”.
Jeremías 17:9 dice: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y
perverso; ¿quién lo conocerá?” Este versículo nos dice que no podemos
confiar primero en nuestro corazón. Sino que hay que seguir La Palabra de Dios,
sin importar nada más. Aunque las emociones tienen un propósito y son dadas
por Dios, la Biblia nunca nos dice que basemos nuestras decisiones únicamente
en cómo nos sentimos. El enfoque que nos hará tropezar una y otra vez es si
hacemos decisiones como Eva en el Jardín—se ve bueno, tiene buen sabor, tiene
que ser bueno. Este enfoque se entrega a la lujuria de los ojos y a la lujuria de la
carne. Pensando, me hará como Dios, igual a Él, es la vanagloria de la vida.
Como 1 Juan 2:15-17 dice: No améis al mundo, ni las cosas que están en el
mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque
todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y
la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo
pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para
siempre”. Tenemos que separarnos del sistema de valores del mundo.
CONVICCIONES BÍBLICAS
Las personas que rehúsan seguir los caminos de Dios se buscan problemas
para sí mismos. Están viviendo propósitos opuestos a los de Dios; optan por
desviarse del camino designado por Dios. Por lo general, es bastante evidente
porque sus vidas están al borde del caos. Sin embargo, aún durante una crisis,
cuando Dios está tratando de llamarles su atención, continúan creando
problemas para sí mismos. Debido a que están determinados a no cambiar—
como la madre en nuestra historia—continúan siguiendo el mismo patrón de
alternativas equivocadas. Las personas que se encuentran en este estado, viven
una vida de grandes remordimientos, pero usualmente, repetidamente, no hacen
lo correcto.
Dios odia un corazón endurecido que se resiste a cambiar. Es algo
deshonroso para Él. Él dice: “¡Madura!” Cuando no cambiamos, cuando no
amamos la justicia ni deseamos ser más como nuestro Señor Jesús, nos tenemos
que preguntar si ni siquiera somos Sus hijos. Porque si Él es nuestro Padre, los
hijos de Dios se someten a Su autoridad. Filipenses 2:12-13 dice: “Por tanto,
amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia
solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra
salvación con temor y temblor porque Dios es el que en vosotros produce así
Estén preparados; estarán peleando una batalla si eligen ser padres piadosos
y vivir por convicciones bíblicas. Estarán peleando una batalla contra un mundo
de falsedades. Hay muchas clases para lograr ser asertivo o entrenamientos para
la diversidad, pero ¿cuándo fue la última vez que alguna organización fuera de la
iglesia ha ofrecido una clase sobre someterse a la autoridad? El mundo enfatiza
los derechos de los niños, las libertades y cómo complacer sus deseos. El mundo
dice: “Coma, beba y sea feliz”. Incluso nuestra Constitución dice que tenemos
derecho a la búsqueda de la felicidad. Dios nos da cosas buenas que hemos de
gozar plenamente, pero la Biblia nunca dice que debemos de buscar la felicidad
como un medio en sí mismo, sino más bien la piedad (vean 1 Timoteo 6:3-8).
Una vida entregada a Dios produce una vida feliz. El mundo nos dice que
vivamos la vida para nosotros mismos y no sólo para la gloria de Dios. El
atractivo de la sabiduría del mundo a que busquemos nuestros deseos naturales y
egoístas crea un conflicto con la verdad de Dios. Sí, estamos librando una batalla
y la victoria no llega a los que se niegan a vivir de acuerdo a las convicciones
bíblicas. La presión del mundo eventualmente hará que te des por vencido/a si
no has ya determinado vivir por convicciones bíblicas.
¿Deseas ser una mujer y madre piadosa? ¿Un marido y padre piadoso?
¿Cuánto tiempo pasas realmente buscando el rostro del Señor para lograr que
esto ocurra? Esto no sucede con sólo desearlo o pensar en ello. ¿Cuánto tiempo
pasas deseando y cuánto tiempo pasas siendo obediente?
Así que, ¿cómo procederemos? No espero simplemente que aceptes mi
palabra en estas áreas cruciales de tu vida. Hechos 17:11 dice: “Y éstos eran
más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra
con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas
cosas eran así.” Los cristianos de Berea continuamente escudriñaban las
Escrituras para no tropezar con enseñanzas falsas. Aparte del Evangelio, el tema
más relevante del Nuevo Testamento es: cuidado con los falsos maestros,
cuidado con las falsedades, conoce la Verdad. Las convicciones confiables
descansan en La Palabra de Dios.
En el Día de la Madre, cinco meses antes de que naciera mi primer hijo,
David me regaló una nueva Biblia. Yo escribí dentro de la portada: “Yo elijo
vivir por convicciones bíblicas—mayo 1978”. Ahí fue cuando yo tomé una
decisión que nunca iría hacia atrás y desde ese momento en adelante, yo haría
lo que la Biblia mandaba. Ahora, casi treinta y cinco años más tarde, no me
puedo imaginar una vida sin haber hecho esta decisión. No me lamento de nada
en cuanto a vivir por convicciones bíblicas.
CONVICCIONES PERSONALES
PLAN FAMILIAR
Señor:
Ayúdanos a los que somos padres a seguir Tus caminos.
Ayúdanos a estudiar Tus palabras y a convencernos de Tu
Verdad. Muéstranos nuestros caminos errantes e
instrúyenos. Ayúdanos a seguir Tu Palabra y a vivir por ella
como si fuera lo único que necesitáramos para sobrevivir.
Ayúdanos a pasar las convicciones bíblicas a nuestra familia
y a ayúdales a seguirlas por toda la vida. Te pedimos Tu
sabiduría para desarrollar convicciones personales y
estándares para nuestra familia para poder criar hijos que
Te honren. En el nombre de Jesús, amén.
GUÍA PARA GRUPOS PEQUEÑOS
También revisa el Salmo 127:1. Nota: Puedes encontrar útil la parte de “Un
vistazo a la memorización de las Escrituras” al final del libro.
TIEMPO DE PAREJAS
(Tiempo sugerido—45 minutos)
TIEMPO DE DISCUSIÓN
PARA GRUPOS PEQUEÑOS
(Tiempo sugerido—45 minutos)
TIEMPO DE ORACIÓN
Oren para que estén de acuerdo en vivir bajo la autoridad de la Palabra de
Dios.
Oren por sabiduría de cómo guiar a su familia a vivir bajo convicciones
bíblicas.
APÉNDICE: CAPÍTULO 2
EJEMPLOS DE CONVICCIONES BÍBLICAS
EL ROL DE LA CONCIENCIA
¡Ahora aquí hay más buenas noticias! Dios le ha dado a cada persona una
conciencia. Nuestra conciencia es el sentido del bien moral junto a la obligación
interna de hacer lo que es correcto. La conciencia es la habilidad de saber lo que
es correcto teniendo en cuenta en forma sensitiva la equidad y la justicia. Está
relacionada con la palabra “consciente” que tiene que ver con el estado de darse
cuenta, de saber, de estar alerta. En otras palabras, nuestra conciencia nos
mantiene alertas de lo que es correcto. Es interesante que el diccionario
reconozca tal idea porque señala a Aquél que creó la conciencia en nosotros, a
Aquél que estableció el bien y el mal.
Como dice en Hebreos 13:18: “Orad por nosotros; pues confiamos en
que tenemos buena conciencia, deseando conducirnos bien en todo”. Quizás
tú quieres buscar estas referencias bíblicas adicionales que confirman la
importancia de la conciencia:
Hechos 24:16
1 Corintios 8:7
1 Timoteo 3:9
1 Pedro 3:16
Romanos 13:5
2 Corintios 1:17
1 Timoteo 4:2
Para poder ilustrar estos principios, podemos discutir otras situaciones que
estén más de acuerdo con las convicciones de hoy día. Una familia puede pensar
que está bien tallar calabazas en el otoño porque para ellos no son más que
calabazas y no son un símbolo espiritual. Otra familia puede pensar que tallar
calabazas es algo muy parecido a la celebración de Halloween y no quiere tener
nada que ver con eso. Halloween es la gran fiesta de los satanistas. Decide en tu
conciencia cuánto te quieres asociar con esto. Si tu familia se siente en la
libertad de tallar calabazas, pero tu vecino no, tú no quieres que pecar
invitándolos a tallar calabazas sabiendo que eso sería una piedra de tropiezo para
ellos.
No hemos de ser defensores o activistas de nuestras propias convicciones
personales, sino que debemos ser misericordiosos con aquellos que no tengan las
mismas convicciones que las nuestras. La vida se trata de Él y no se trata de
tangentes. Hazte experto en las cosas mayores y hazte menos estudiado en las
menores. ¡Yo he observado personalmente come hay expertos en los asuntos
menores e inexpertos en los asuntos mayores! Colosenses 2:16-17 dice: “Por
tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta,
luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir;
Nuestras vidas deben estar saturadas de la Palabra de Dios. Cada día trae
nuevas maneras de enseñar o reforzar la Palabra para que Él trabaje en ellos y
comiencen a desarrollar sus propias convicciones bajo tu dirección. Josué 1:8
dice: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de
noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en
él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá
bien”
Estos próximos versículos son el tema para mis hijos varones: “¿Con qué
limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. Con todo mi corazón
Cada persona que repita el Salmo 85:8 y altérnense revisando el Salmo 127:1 y
2 Timoteo 3:14.
TIEMPO DE PAREJAS
(Tiempo sugerido—45 minutos)
Continúa las discusiones con tu esposo/a en cuanto a las convicciones
personales. Ahora que se han acostumbrado a pensar en ellas, empezarán a
considerar nuevas áreas para las cuales quieran establecer estándares para
su familia.
Vuelvan a leer Romanos 14 recordándose de los principios de las
convicciones personales. ¿Cuáles son algunas áreas en las cuales ambos de
ustedes reconocen que requerirán más esfuerzo en ponerse de acuerdo?
Discutan sus trasfondos, opiniones, experiencias pasadas y cómo les han
afectado en su relación del uno con el otro y con el Señor. Consideren como
“los filtros” nublan su entendimiento de la Palabra. ¿Han sido susceptibles a
esto de alguna manera?
TIEMPO DE DISCUSIÓN
PARA GRUPOS PEQUEÑOS
(Tiempo sugerido—45 minutos)
TIEMPO DE ORACIÓN
ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones;
pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal”. El amor a la
vida no tiene que ver con las cosas que poseemos. La Biblia dice que “porque la
vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee”
(Lucas 12:15). Tener una vida que amarás, se trata de atesorar las cosas que en
verdad importan, las cosas eternas que el Señor nos revela por medio de Su
Palabra. Y comienza con la humildad de un corazón arrepentido y enseñable.
¿Cuán abierto/a estás a ser cambiado/a a la imagen de Jesucristo?
Quizás dirás: Yo pensaba que mi vida iba a ser así o asá, pero según
empiezas a juntar las piezas de acuerdo al diseño de Dios, verás el gran
contraste. Un día, cuando nos reunamos con Cristo, veremos la verdad completa
en el bello diseño de Su gran gloria.
Filipenses 2:12-13 nos dice: “Por tanto, amados míos, como siempre
habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más
ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor,
porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por
su buena voluntad”.
Debemos tomar nuestras vidas bien en serio dentro del orden del plan de
Dios. Cuando nos comprometemos a los asuntos serios de la vida según la
voluntad de Dios, Él trabaja en nosotros para asegurarse de que nuestros
rompecabezas forman el cuadro que Él ha escogido para cada uno de nosotros.
Nuestros rompecabezas retratan el orden único e infinito de Dios para nuestras
vidas. Vivir para Cristo año tras año, ilumina esta imagen. La vida se vuelve
cada vez más emocionante, según vemos cómo se va formando. Nuestro pasado
tiene más sentido cuando reflexionamos en la soberanía de Dios sobre todas las
cosas y nuestro futuro se ve más brillante sabiendo que Él está obrando en
nosotros. Toma la determinación de ser parte de este proyecto que dura toda una
vida. Es algo importante para el presente y para las generaciones venideras.
Cuando mires hacia atrás en tu vida, verás que la gracia de Dios, las piezas del
rompecabezas se han ido juntando. Entonces, asentirás con la cabeza y dirás:
“Los caminos de Dios son perfecto
EL PLAN DE ORDEN DE DIOS
Quiero ser sensible con las mujeres o padres solteros, incluso en esta
situación. Dios se acuerda de los padres (más típicamente de una madre) que
crían a sus hijos a solas, especialmente si no han tenido otra alternativa. La
Biblia es muy clara con respecto a la protección especial que Dios da a las
viudas y a los huérfanos o a madres abandonadas con niños ya que son más
vulnerables que un papá soltero. Él da muchas advertencias a que velemos por
las mujeres y niños en estas circunstancias y que no permitamos que sean
maltratados o que pasen necesidad. Por ejemplo, el Salmo 68:5-6 nos dice:
“Padre de huérfanos y defensor de viudas es Dios en su santa morada. Dios
hace habitar en familia a los desamparados; saca a los cautivos a
prosperidad”.
Desafortunadamente, los hogares con un sólo padre son cada vez más
comunes, incluso están de moda. Los artistas exhiben a sus hijos sin padre, y
tienen todo el dinero que necesitan para criarlos, pero tienen que saber que la
presencia de un padre es algo invaluable. Las mujeres son sin duda capaces de
criar hijos piadosos sin marido, pero será más difícil y tener una figura paterna
en la vida de un niño sigue siendo una necesidad crítica para ellos. Timoteo fue
criado por su abuela y su madre. En 2 Timoteo 1:5 Pablo escribe: “Trayendo a
la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu
abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también”.
Loida y Eunice le enseñaron a Timoteo las Escrituras del Viejo Testamento, de
modo que cuando Pablo apareció, Timoteo recibió bien el evangelio.
Pablo sabía que Timoteo había sido profundamente afectado por la
educación piadosa de su madre y de su abuela y de hecho, él da crédito a Loida y
a Eunice en este pasaje de nuestro último capítulo. Recordemos a 2 Timoteo
3:14-15 que dijo: “Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste,
sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las
Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por
la fe que es en Cristo Jesús”. Pablo le proveyó a Timoteo un modelo de padre y
liderazgo en su vida.
ESPOSOS—ESPOSAS:
LA PRIORIDAD DEL CÓNYUGE
Lo próximo es que como esposos y esposas, debemos amarnos y darnos el
lugar que nos corresponde en nuestro matrimonio. Esto significa que procuramos
que el otro sea prioridad más arriba de nuestras propias necesidades y deseos.
Como mujeres, debemos respetar a nuestros maridos y estar sujetas a ellos
“como al Señor”. Ambos son portadores de la imagen de Dios, y Él nos hace un
llamado especial a funcionar como ayudas—asociados con nuestros maridos-
según voluntariamente cedemos a su liderazgo. Efesios 5:22-24 dice: “Las
casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el
marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual
es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo,
Atiende a los detalles que puedan liberar a tu esposo para que pueda
concentrarse en su trabajo y ministerio. Muéstrense afecto el uno al otro todos
los días. Dale sorpresas y muestras de tu amor (no flores falsas), cosas que
demuestren que estás pensando en ella. Dile lo agradecida que estás de todo lo
que él hace por la familia. Retírense juntos, sólo ustedes dos, al menos, dos
veces al año. Aprecien sus diferencias y dense cuenta de que son opuestos en
muchas maneras y esto es una buena cosa y hagan que este reconocimiento sea
de beneficio para la relación. Esfuércense por tener siempre algo que hacer o
lograr.
Asegúrense que el hogar sea su lugar favorito. David me dice que yo puedo
hacer lo que yo quiera en la casa porque él sabe que yo quiero hacer un
“hogar” para él. Él le da rienda suelta a mi creatividad. Me ha dicho que
puedo pintar el dormitorio de color rosa subido si quiero, con tal de que yo
esté ahí. No he hecho decisiones tan atrevidas, pero sin duda que he hecho
cosas poco usuales.
Claro que hacer un “hogar” no se trata de las cosas que hay en él, sino de
las relaciones. Sin embargo, yo creo que es divertido observar la personalidad y
el estilo de una mujer en cómo convierte su casa en un hogar. Nuestras familias
poco a poco van apreciando estas cosas.
mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas,
cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la Palabra de
Dios no sea blasfemada. Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean
prudentes; presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la
enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable, de
modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de
vosotros.
Si tu cónyuge y tú viven comprendiéndose, valorarán sus pensamientos y
puntos de vista y procurarán tenerlos en cuenta. Querrás saber lo que piensa tu
cónyuge acerca de todo. David y yo a menudo discutimos situaciones difíciles
sobre consejería para explorar nuestras ideas y reflexionar sobre la perspectiva
de cada uno. Después de años de trabajar en esto, nos entendemos tan bien que
casi siempre sabemos el consejo que daría el otro. Aunque ambos estamos
buscando sabiduría en el mismo lugar—La Palabra de Dios—encontramos un
cómodo equilibrio en la forma en que podemos ver una situación como pareja.
Pero como ya he dicho, esto sólo ha ocurrido porque hemos practicado y
trabajado durante años para poder estar bíblicamente de acuerdo.
Nosotras las esposas podemos llevar a cabo estos acuerdos y tomar
decisiones de autoridad en el hogar cuando nuestros maridos no están presentes,
porque sabemos que tenemos un entendimiento común. No estamos socavando
su autoridad ni disminuyendo nuestras capacidades. Estamos ayudándolos a que
no tengan que ejecutar cada decisión, lo cual sería algo abrumante. Los maridos
se alegran de que ellos no tienen que tomar cada pequeña decisión—¡y las
mujeres se alegran también!
Las madres somos muy capaces de tomar y llevar a cabo decisiones ya que
no permitiríamos algo con lo que él no estuviera de acuerdo. Si tu adolescente de
momento te viene con algo que requiera una decisión repentina, llama a tu
esposo para que puedas tener su respaldo de autoridad.
Los niños deben ver que ustedes apoyan sus decisiones en conjunto.
Aunque ambos no estén de acuerdo con alguna decisión, sométete a tu marido
(excepto en las situaciones que mencioné previamente). Esto significa “vivir en
acuerdo” frente a los niños.
Consulta los tres esquemas de comunicación para discernir su situación
como pareja en el área de la comunicación. ¿Cómo manejan los conflictos y
cómo están creciendo a medida que pasa el tiempo o si se están alejando? El
primer diagrama representa un matrimonio saludable que está creciendo donde
ambos han aprendido a humillarse y a no permitir que el orgullo los destruya. El
segundo diagrama muestra un matrimonio donde uno sólo está dispuesto a
entender y a estar de acuerdo.
El último diagrama: “Desintegración de la comunicación”, muestra el
peligro de alejarse casualmente—o tal vez deliberadamente—de la unidad que
Dios diseñó para nuestro matrimonio. Comenzando con la base de la ilustración,
imagínate las dos líneas como los caminos del esposo y de la esposa trabajando
juntos. Ellos forman un paralelo cuando la pareja vive en comprensión y
acuerdo. Pero como sucede a menudo, la pareja llegará a un lugar donde todavía
no ha podido llegar a un mutuo lugar de entendimiento y acuerdo. Este punto
representa una ramificación en la carretera a la que nos referiremos como
“propósitos opuestos”, ese lugar donde los esposos no están de acuerdo en lo
absoluto y uno de los dos no va a lidiar igualmente en el entendimiento y el
acuerdo. Esto es simplemente orgullo, rebelión contra el plan de orden de Dios.
Según los dos se dejan desviar de su curso marital, su “unidad” se despedaza.
A continuación, ellos “como que” vuelven a continuar haciendo sus rutinas
antes de haber llegado a una resolución verdadera. La esposa, especialmente
empieza a elaborar resentimiento y a sentirse como que sus pensamientos y
sentimientos han sido ignorados. Pero la pareja continúa hasta que aparezca el
siguiente cruce. Ahora, la mujer está decidida más que nunca a no seguirlo
porque ella ha comenzado a resentir el liderazgo de su esposo. Y aún más, ella
puede decidir dejar de cooperar o compartir sus puntos de vista porque quiere
frustrar a su esposo. O puede que ella piense, ¿y qué importa de todas maneras?
Después de un tiempo, pueden volver a sus cabales, sentir remordimiento,
reconciliarse y viajar de nuevo, felices, juntos por el camino de la vida. Es decir,
hasta que llegue ese punto sensible de nuevo. Y si no se resolvió completamente
a satisfacción de ambos, saldrá de nuevo a colación. Este asunto sensible de los
propósitos opuestos conllevará heridas a largo plazo si no se logra una
resolución, porque los recuerdos de cada “situación” en la relación se acumulan
con el tiempo.
Tarde o temprano se hará más difícil “restaurar la situación”. De hecho, una
resistencia a caminar por el camino paralelo con tu pareja puede convertirse en
tu objetivo determinado. Los pequeños puntos, con el tiempo se convierten en
naves espaciales tan grandes que casi no pasarás tiempo con tu pareja en el
camino paralelo.
No dejes que estas explosiones de orgullo surjan. Una disposición afable a
someterte tiene que ver más con humildad que con asuntos extremos del bien y
el mal. El objetivo es de ser capaz de seguir adelante a pesar de los
estancamientos, crecer unidos a pesar de las diferencias y al fin y al cabo de
crecer en intimidad más allá de la norma.
Es más importante que modeles vivir bajo el liderazgo de tu esposo a que
seas obstinada negándote a seguir sus decisiones, sólo para probar algo tonto que
a la larga no tiene ningún significado. Salirte fuera de su liderazgo tiene mayores
consecuencias.
APRENDE TU ROL Y HÁZLO
Vivir bajo el diseño de Dios permite que todos puedan beneficiarse. Vale la pena
señalar que ante Dios todos debemos de vivir en humilde sumisión a la autoridad
de Cristo y tener en cuenta que Cristo vivió en sumisión a Su Padre. La iglesia
está en sumisión a Cristo y la mujer está en sumisión a su marido. Nosotros
debemos abarcar toda la verdad de Dios y Su diseño para vivir vidas ordenadas,
vidas que glorifiquen a Dios.
A los esposos se les instruye a que sean especialmente sensibles a las
necesidades y sentimientos de su mujer, a amarla y honrarla. Él está obligado a
amarla como Cristo amó a la Iglesia, la cual es una tarea difícil. El esposo es
responsable de asegurarse de que su esposa se desarrolle bajo su liderazgo y que
se sienta bien amada. Su responsabilidad especial es de imitar a Cristo en la
forma en que él trata a su esposa. No debe de ninguna manera ser un capataz
intimidante ni agresivo, sino un coheredero del reino de Dios.
Una amiga mía cercana me dijo una vez que los dos peores años de su vida
fueron cuando su marido descubrió que él tenía que ser ¡la cabeza del hogar! No
nos equivoquemos, él era el jefe de la casa. Pero ella se refería al hecho de que
su marido había perdido su sensibilidad hacia ella y tenía expectativas para ella.
Los esposos no deben demandar nuestra sumisión; se supone que la ofrezcamos.
Ellos no deben de usar mal su autoridad, sino que deben aprender lo que
significa dirigir en amor. Afortunadamente, esta pareja tenía un compromiso
fuerte en su relación y aprendieron a vivir en entendimiento y a ponerse de
acuerdo el uno con el otro. De hecho, se convirtieron en amigos nuestros
cercanos y nos discipularon a David y a mí durante muchos años.
Como esposas, no estamos llamadas a someternos porque seamos de algún
modo inferiores a nuestros esposos; no lo somos. Ofrecemos nuestra sumisión
por respeto a los roles que Dios le ha dado a él como líder, proveedor y protector.
Para desarrollar una visión clara de estos roles para el marido, los siguientes
pasajes son cruciales:
¿De qué manera entonces las esposas se someten? Si los esposos han de dirigir,
proveer y proteger, entonces la lógica sería que, que como esposas, completemos
sus roles. Por lo tanto nosotras seguimos, apoyamos y nos mantenemos cerca. En
lugar de continuamente exigirle que cumpla con sus responsabilidades, debemos
centrarnos en la tarea más difícil que es la de vivir de acuerdo a nuestras propias
responsabilidades. El viejo truco de decir: “Tan pronto como él inicie su
liderazgo...” o “Tan pronto como ella comience a someterse...” tiene que ser
visto como lo que es—una táctica que nos atrasa en lo que estamos llamadas a
hacer en obediencia a nuestro Señor. La mayoría de las mujeres ven a sus nuevos
maridos o al hombre con quien esperan casarse como un caballero con armadura
brillante. Él dice: “Quiero dirigirte, proveer para ti y protegerte”. Y tú dices:
“¡Sí, estoy de acuerdo!” Tu caballero te levanta de tus pies y felizmente te
aferras a él como si cabalgaran hacia la puesta de sol. Someterse a estos roles
dados por Dios parece ideal cuando estás tomando el sol en el resplandor de una
conexión romántica.
Pero muy poco después de la boda se descubre que ustedes son opuestos y
es posible que desees bajarte del caballo. Te encuentras de una forma u otra
preguntando: “¿Cuándo fue la última vez que cambiaste tu armadura? Me he
dado cuenta de algunas grietas”, o: “¿Por qué siempre te toca llevar las riendas?”
El compromiso significa que nos quedamos en el caballo y nos quedamos con
nuestro caballero.
Montar juntos de por vida, conlleva probablemente toparse con esas
temibles encrucijadas y que no estén de acuerdo sobre cuál dirección van a
tomar, pero ¡debes permanecer en el caballo! Tu relación puede tomar el camino
que divide o puedes construir la unidad. Es tú decisión.
Da más trabajo construir la unidad, dejar que el esposo sea el líder, que irse
por su propio camino en la ramificación de la carretera. Da más trabajo
aguantarse y seguir el mismo camino, ¡pero los resultados son asombrosos!
¿Vivirás en unidad con tu esposo o vivirás con propósitos opuestos?
El versículo en 1 Pedro 3:7 (citado anteriormente) se refiere a las
diferencias físicas de los hombres y de las mujeres. Sin embargo, ante Dios
somos iguales en todo lo demás. Nosotros compartimos la imagen de Dios.
Simplemente no somos iguales ni tenemos los mismos roles. Dios en Su
soberanía te ha creado a ti como hombre o mujer y cuando realizamos estos
roles, estamos afirmando Su perfecto diseño. Efesios 5:21 nos recuerda de un
principio universal: “Someteos unos a otros en el temor de Dios”. Debemos
tener una actitud de “tú antes que yo” hacia aquellos en el cuerpo de Cristo y
especialmente en el hogar.
El cristianismo coloca a las mujeres en un estatus de igualdad, con la
oportunidad de ofrecer su sumisión como un acto de confianza en Aquél que es
Señor de todos. Cuando examinamos los detalles de la sumisión, descubrimos
cómo las mujeres sabiamente están dispuestas a participar en el plan de Dios.
Analicemos cada una de las categorías de la relación marital y veamos cómo
Dios quiere que practiquemos la sumisión.
¿Todos a favor de que el marido sea el que mantenga? Esto suena como una
cosa obvia. Rara vez hablo con una mujer que no esté a favor del liderazgo del
hombre en esta área. Sin embargo, tenemos que examinar cuidadosamente todo
lo que esto conlleva.
Nuestros maridos deben constantemente estar pensando “a largo plazo”.
Como esposas, por lo general tenemos más que suficiente para mantenernos
ocupadas con las complejidades de la vida familiar, una gran responsabilidad.
Pero estoy agradecida de que no tengo la presión continua de pensar “a largo
plazo”. ¿Significa esto que no tengo la capacidad de hacerlo? No, pero si esa
fuera mi responsabilidad, yo sería consumida con la idea de siempre estar
pensando “a largo plazo”, a la vez de estar pensando en los detalles de mi casa.
Cuando las mujeres asumen responsabilidades fuera del hogar, también tienen
que llevar la carga de todos los asuntos que van más allá de la familia. Esto
puede incluir el cuidado de padres ancianos, la atención a familiares enfermos o
hermanos, cuidar nietos, ayudar a los hijos mayores que tienen necesidades
particulares, etc., sin mencionar la planificación de eventos especiales como
bodas y graduaciones o incluso la educación en el hogar. Las mujeres se
encargan de un sinnúmero de detalles y de relaciones. Las mujeres simplemente
no tienen mucho “tiempo libre” aparte de estar pensando o ayudando a las
necesidades de otros.
Como esposas y madres, tenemos la tendencia a sumergirnos en detalles y
es por eso que somos grandes cuidadoras y amas de casa. Los hombres en
general no suelen volverse locos sobre la presión continua de mantener a sus
familias. Ellos tienden a pensar en un cuadro más general, Esto es lo que tengo
que hacer y lo hacen una y otra y otra vez, guiando, proveyendo y protegiendo a
sus familias.
Nos sometemos a la función de nuestro esposo como proveedor pues somos
sus ayudantes que les apoyan. En otras palabras: “Considera los caminos de su
casa, y no come el pan de balde” (ver Proverbios 31:27). Proverbios 31
describe las muchas maneras ingeniosas que una mujer puede practicar el ser una
ayudante que apoya. Los versículos 11-12 dicen: “El corazón de su marido está
en ella confiado, Y no carecerá de ganancias. Le da ella bien y no mal todos
los días de su vida”. Por lo tanto, nosotras lidiamos con el presupuesto y
gestionamos el hogar. La mujer de Proverbios 31 es la mejor empresaria. Ella ha
aprendido a usar su casa como base para todo tipo de esfuerzos prácticos que
ayudan a su familia y a otros. No tenemos que tratar de hacer todo lo que ella
hace, pero debemos darnos cuenta de que la mujer es una socia productiva de su
marido y ella utiliza sus habilidades e intereses particulares.
Apoyamos también la provisión de nuestro esposo al no socavarlo. Esto
puede pasar a través de hacer gastos excesivos o gestionando mal las finanzas. A
menudo, las mujeres son muy inteligentes y excelentes guardianas de los
registros y pueden ser las mejores en gestionar las finanzas de la familia. Eso
depende de lo que la pareja decida. Sin embargo, el esposo debe ser el principal
proveedor y la mujer tiene que ser el apoyo en todos los aspectos. Sé respetuosa
y agradecida por la provisión del Señor para tu familia a través de los esfuerzos
de tu marido. Todas las finanzas deben ser compartidas y pertenecen igualmente
a ambos cónyuges, pero el marido es el que lleva la responsabilidad de su
manejo.
Como esposas, nuestro apoyo va más allá de la esfera financiera. También
proporcionamos apoyo emocional, físico, intelectual y espiritual. Estamos
lealmente con nuestros esposos, apoyando los votos que hicimos ante Dios
(repito, a menos que se haga algo en contra de las Escrituras).
Dios eligió estos roles para nosotros porque son los más adecuados. Cuando
una mujer tiene dificultades en su matrimonio, le conviene pensar por largo rato
por qué eligió casarse con su marido ¿Qué estaba buscando? Si la respuesta es
“amor”, no es suficiente, tenemos que pensar en las cualidades y carácter que
estábamos buscando. Es probable que las características que le atraían de él sean
las mismas características con las cuales ella batalla en el presente. ¿Acaso no
buscábamos a alguien que pudiera dirigir, proveer y proteger? ¿Puedes decir en
tu corazón, estoy bien con el plan de Dios?, ¿o peleamos contra la voluntad de
Dios en nuestro matrimonio? Someterse no es sufrir; sino que es el plan de Dios
para bendecir tu vida.
Esta tercera ilustración muestra a una esposa y madre que está siguiendo
el diseño de Dios para su familia a pesar de que su esposo no lo está. Ella
continúa honrando su pacto matrimonial mediante la sumisión al liderazgo de su
esposo. Y debido a que ella lo hace, ella y los niños permanecen bajo la cubierta
protectora de Dios. Nosotros descubriremos más de lo que esto significa en los
capítulos 7 y 8. Cuando tememos a Dios, somos capaces de soportar las
circunstancias difíciles de la vida porque entendemos y confiamos en Su
máximo cuidado para nosotros. Si un cónyuge no-creyente abandona la familia,
el cónyuge restante debe permanecer bajo la protección del liderazgo de Dios,
sometiéndose a Él, obedeciendo Su Palabra y modelando a los niños a “Amar a
Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus
fuerzas” (Deuteronomio 6:5).
Este sistema ofrece una serie de redes de seguridad para las mujeres y
niños.
Si una mujer es abandonada por su marido, primero ella debe colocarse
bajo la autoridad de la iglesia donde ella es miembro. Si ella o sus hijos están
viviendo con miedo del marido, podrían solicitar ayuda de la autoridad más alta
del gobierno (policía/sistema legal, etc.). Estas protecciones se pueden buscar
cuando el esposo falla en someterse a la autoridad de la iglesia y en proveer
estructura familiar.
Que los voluntarios dirijan al grupo revisando los versículos bíblicos para
memorizar de los capítulos anteriores: Salmo 127:1; 1 Timoteo 3:14 y el Salmo
85:8.
TIEMPO DE PAREJAS
(Tiempo sugerido—45 minutos)
TIEMPO DE ORACIÓN
Oren por las prioridades de su familia y sobre los cambios que Dios quiere
que hagan.
Den gracias a Dios por su esposo/a, hijos y padres.
Oren por el fortalecimiento de las relaciones familiares y por las dinámicas
según van viviendo sus prioridades.
5
EL PLAN DE ORDEN DE DIOS
LOS PADRES PIADOSOS FORMAN UN HOGAR CON UN AMBIENTE CENTRADO EN CRISTO
En el último capítulo establecimos el marco del diseño del orden de Dios que
incluye Su cadena de autoridad, prioridades bíblicas para las familias,
roles conyugales y nuestro compromiso con crecer en Sus caminos (nuestro
proceso de santificación). Fue un gran trozo de la instrucción de Dios para que la
procesemos. Continúen con la revisión y perseveren en estos principios para que
Dios les ayude a construir vidas ordenadas. Ésta es la voluntad de Dios para
sus vidas y Él les dará el poder para hacerlo. La santificación es una tarea para
toda la vida, y cuando miro hacia atrás, al trabajo que David y yo hemos hecho
en nuestro matrimonio y familia, puedo ver la bendición de los frutos que Dios
nos ha dado. Y es mucho trabajo—y duro. Comprométanse a corregir errores y a
progresar por el bien de su familia. Que Dios los bendiga por su diligencia.
Recientemente, escuché a un especialista en organización reportar que dos
tercios de las familias estadounidenses viven en caos. Hace veinte años,
no teníamos ni siquiera especialistas en organización o si los hubiésemos tenido,
hubiese sido para unos pocos, no para las masas como hoy en día. La vida
familiar se ha puesto tan desorganizada debido a que tenemos muchas
alternativas y posibilidades para escoger, las cuales han reemplazado las
prioridades y la estructura bíblica. Pero aun cuando vemos a las familias que se
les hace dificultoso caminar por la casa debido a las montañas de cosas y ropa
tirada en el piso, sabemos que este desorden es una indicación de asuntos más
profundos. Los “expertos” son llamados a organizar estas casas, desde los
muebles hasta los lápices y bolígrafos y nos preguntamos, por cuánto tiempo
este nuevo orden establecido reinará. Dios nos dice que no podemos mantener
una vida organizada en el exterior si no tenemos orden en el interior de nuestros
corazones.
Cuando las prioridades establecidas por Dios se alteran, el orden familiar se
compromete. Las prioridades bíblicas de Dios son más importantes que el
tiempo, la economía personal, las opciones personales, y las tendencias
culturales. Cuando esto sucede, se rompen las prioridades bíblicas,
especialmente porque ya nadie las está modelando. Esta transigencia puede
conducir a la inversión de roles, hogares centrados en los niños, eventualmente,
rompiendo la unidad familiar. Vemos un principio general en Juan 13:17: “Si
sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis”.
Como líder / proveedor / protector de la familia “en todo”, el esposo tiene
un mayor énfasis en el trabajo fuera del hogar y la mujer tiene un mayor énfasis
en el cuidado del hogar y la crianza y la formación de los niños. Ciertamente, el
empleo del marido exigirá mucho de su tiempo, sin embargo, su esposa sigue
siendo su prioridad, por encima de su empleo. En un mismo sentido, los niños
requieren mucho tiempo de la madre, pero su marido sigue siendo prioridad
sobre sus niños. Nuestras prioridades dan más énfasis que la cantidad de tiempo
invertido.
Nuestro objetivo es de mantener estas prioridades básicas en orden.
Debemos mantenerlas no sólo en secuencia, sino también en armonía la una con
la otra. Dios, Quien es nuestra principal prioridad, no es autor de caos, sino de
orden. Así que Él nos dice: “Pero hágase todo decentemente y con orden” (1
Corintios 14:40). Cuando el apóstol Pablo pensó en la noticia que estaba
escuchando acerca de la iglesia en Colosas, lo más que le alentó fue el hecho de
que ellos estaban manteniendo un sentido de orden. Él escribió: “Porque
aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros,
gozándome y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en
Cristo” (Colosenses 2:5).
¿Cómo podemos construir una vida ordenada que agrada a Dios? ¿Qué
haces tú cuando tu vida parece estar fuera de control? ¿Tomas el control?
¿Corres y te escondes? ¿O dejas caer todo y corres a Dios? Esto es algo muy
revelador acerca de la persona que eres. Es la esencia de este capítulo. ¿Cómo
progresamos para lograr mantener el orden divino en nuestras vidas? El plan de
Dios para nosotros es lo suficientemente claro, pero ¿qué alternativas estamos
tomando, según vivimos siguiendo Su plan?
PONIENDO A PRUEBA
NUESTROS COMPROMISOS
En Lucas 6:46: Jesús les preguntó: “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y
no hacéis lo que yo digo?” La fe genuina produce obediencia. La fe genuina
produce acción.
Cuando David y yo nos casamos y me decía: “Te amo”, yo le respondía:
“Demuéstralo”, es decir: “Dame un abrazo o un beso. Muéstrame lo que dices”.
Del mismo modo, no es suficiente decir que el Señor es primero en nuestras
vidas, si no lo ponemos a prueba por la forma en que vivimos. La manera en que
lo demostramos es en obedecerle por encima de todo, para darle Su justo lugar
en nuestra vida como Señor. Debemos demostrar nuestro amor por Él; tenemos
que “comprobarlo”.
Así que la siguiente pregunta lógica es: “¿Qué estamos haciendo para
demostrar que elegimos a Dios sobre todas las cosas?” O realmente Le estamos
diciendo a Él: “Yo estoy poniendo atención a esto otro, pero estoy seguro/a de
que entiendes”. Aquí es donde la fidelidad y el poder del compromiso unen sus
fuerzas.
Jesús ilustró ese punto de la fe activa en Lucas 9:62 cuando dijo:
“Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para
el reino de Dios”. Cuando las cosas de la vida se tornen muy agitadas,
considéralo como un tiempo de prueba de tu fe y un compromiso de tu primer
amor y no te enfoques en los obstáculos que te abruman. El Señor a veces pone a
prueba nuestra fe de las siguientes maneras:
Aquí se encuentran algunas maneras prácticas por las cuales podemos poner
a prueba nuestro amor por Él:
Dios nos anima a ser sacrificados en nuestro dar. Él desea que demos con
gratitud y con alegría de corazón. La Biblia dice que dar al gobierno es
mandatorio, pero dar al Señor no debe ser compulsivo o hecho a regañadientes,
sino de corazón. Deberíamos estar entusiasmados con esto más que con
cualquier cuenta de ahorros terrenal.
¿Alguna vez has dado dinero para algo y luego quisiste retirarlo porque
pensaste que fue una mala decisión? Esto nunca sucede cuando se le da al Señor.
La cantidad que le demos no debe ser información pública, sino que ha de
ser un secreto delante de Dios. Pero lo que demos y cómo lo demos forma
definitivamente nuestra relación con Dios.
¿Recuerda cómo los fariseos querían que la gente viera lo mucho que
daban?
Pero Jesús respondió que Dios devuelve en secreto a los que le dan a Él sin
buscar reconocimiento. Hay muchos principios bíblicos sobre el tema del dinero.
Pero tenemos que preguntarnos, ¿Estoy impidiendo las bendiciones que Dios
tiene para mi vida debido a mi falta de obediencia de dar con sacrificio y
alegría al Señor?
El dar es un acto de adoración, que dice: “Tú eres el Señor, Dios mío, no
tendré dioses ajenos delante de ti”. Dios nos ha bendecido para Sus propósitos.
Se nos han dado bendiciones para que podamos bendecir a otros. No somos el
destino final de las bendiciones de Dios, sino un canal que recibe beneficios
según estos van fluyendo.
No hace mucho tiempo que mi amiga Nancy mencionó que ella ofrece cada
día al Señor arrodillándose en oración y dedicándoselo a Él. Desde que me
enteré de esto, yo he puesto esta simple acción en práctica. Cuando me doy
cuenta de que he empezado mi día sin esta declaración o dedicación, cualquier
desliz es un recordatorio para mí de que algo está tratando de desplazarlo a Él de
Su primer lugar en mi vida. En esos momentos, donde quiera que me encuentre,
a veces en la cocina o en el baño o en la silla de la sala, me arrodillo y afirmo
que Él tiene el primer lugar en mi vida y por Su gracia tengo la intención de
“comprobárselo”. El Señor me ha ayudado a hacer un progreso significativo, a
hacer que Él sea mi primer pensamiento de cada día. Pero comprobarlo requiere
práctica.
Echemos un vistazo más profundo a las seis áreas que demuestran nuestro
amor por Dios y preguntémonos cómo de bien las estamos cumpliendo de forma
personal. Las áreas son: obedeciéndole, dando, sirviendo, descansando en Él,
compartiendo el poder de Su evangelio y permaneciendo en Él. Por ejemplo:
Estas simples preguntas son muy reveladoras de nuestro orden interno del
corazón.
APLICANDO ORDEN A LO
QUE VERDADERAMENTE IMPORTA
TRATANDO DE MANTENER
EL ORDEN FAMILIAR
TABLA DE ENTRENAMIENTO
PARA LOS NIÑOS
Es ideal hacer a nuestros hijos responsables, pero ¿y qué tal con nosotros
los adultos? Una vez le pregunté a David que si quería empezar una dieta
conmigo y él dijo: “Voy a empezarla cuando tú la empieces”. Su respuesta fue
una revelación para mi vida. No puedo hacerlo sola. Tenemos que buscar a
personas en nuestras vidas que estén dispuestas a trabajar con nosotros y a
hacernos responsables. Me refiero a los cónyuges y amigos, no a la industria de
la dieta.
Una de mis amigas más queridas, Nancy, que ha trabajado conmigo durante
muchos años en Me ha sido confiado, es una amiga que ha estado siempre
cercana. A través de los años, hemos buscado maneras de rendir cuentas de
nuestras vidas la una a la otra, incluyendo aquellas áreas no-negociables.
Una de las mejores maneras que tratamos hacerlo fue de hacer tablas para
las áreas en que queríamos mejorar. Las tablas tenían un cuadrado para cada día
del mes donde nosotras nos dábamos un número de acuerdo a lo que lográbamos
cada día. Por ejemplo, si en un mes en particular queríamos mejorar el uso del
hilo dental a menudo en nuestra higiene oral, podíamos darnos dos puntos por
día por lograr esto, de hecho, ésta fue la tarea más fácil de todas y mejoramos
mucho en esta área.
Creamos un plan desafiante, que cambiaba cada mes, como la tabla de los
niños. Incluíamos áreas sobre crecimiento espiritual, crecimiento matrimonial y
metas físicas y personales, etc. Al final del mes, nos mostrábamos los resultados
la una a la otra y la ganadora recibía un pequeño premio. Nancy es una
competidora formidable y nos divertimos muchísimo tratando de hacer nuestro
reto interesante. Bueno, ya tienes idea de lo que hicimos mi amiga y yo y donde
yo me encuentro en el espectro. La vida puede ser interesante siempre y cuando
aprendamos a ser personas disciplinadas.
TIEMPO DE PAREJAS
(Tiempo sugerido—45 minutos)
Consideren la manera de hacer su vida más ordenada en cada una de las
siguientes áreas:
TIEMPO DE DISCUSIÓN
PARA GRUPOS PEQUEÑOS
(Tiempo sugerido—45 minutos)
TIEMPO DE ORACIÓN
¿T e acuerdas la primera vez que tomaste a tu niño en tus brazos? Hoy día la
mayoría de los papás cargan al bebé recién nacido casi tan pronto como las
mamás. ¡No hay otra experiencia como ésta! El bebé te cautiva. Le miras las
manitas y los dedos de los pies y sus pequeñas uñitas y te maravillas de la
creatividad de Dios. Y amas a ese bebé completamente. Harías lo que fuera por
esa vida.
Me recuerdo una vez cuando yo estaba cargando al hombro a nuestra hija
Emily de dos años de edad y resbalé en el hielo. Ella estaba dormida en mis
brazos y yo me caí en el pavimento. La abracé fuertemente y mi codo le pegó al
cemento directamente detrás de su espalda. Ella nunca se despertó. Mi rápida
reacción y el tremendo dolor por todo el brazo me hizo realizar el instinto
protector que tenemos por nuestros pequeños.
Hay un lazo inmediato e inexplicable entre tú y ese ser humano que acaba
de nacer. Tu hijo/a aprende a reconocer tu cara y tu tacto, voz, y quiere estar
contigo. Cuando Emily nació y la trajimos a nuestro pequeño apartamento, no
podía olvidar que teníamos una bebé durmiendo en el cuarto al lado del nuestro.
Yo le preguntaba a David: “¿Es que de veras tenemos ahí a una bebé?”
Y él me contestaba: “Sí, hay una bebé ahí de veras”.
Y yo le decía: ¡“Vamos a verla!” Es la maravilla de un bebé, es tu bebé. La
Palabra de Dios afirma estos sentimientos. “He aquí, herencia de Jehová son
los hijos; cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en mano del
valiente, así son los hijos habidos en la juventud. Bienaventurado el hombre
que llenó su aljaba de ellos”. (Salmo 127: 3-5a).
Los hijos son una bendición, lo cual significa que son “un favor o regalo”
que nos trae felicidad”. ¡Si todos los hogares vieran a los niños de esta manera!
¡Qué trágico es que la sociedad nos haga creer que el amor, cuidado y
presencia de los padres no sean una prioridad vital para los niños. Las madres
que tratan de mantener su carrera, manejar el hogar y criar a sus hijos encuentran
que el área más difícil es la última mencionada. De hecho, lo primero que
desaparece cuando la mamá está tratando de “hacerlo todo” es la sensibilidad.
Ella quizás pueda manejar una carrera, las finanzas y el hogar como una
campeona, pero necesita tiempo adicional para mostrar ternura y afecto a sus
hijos, lo cual ellos necesitan desesperadamente. Puede que ella mantenga un
orden externo, pero posiblemente no podrá tomar el pulso de su hogar—más
específicamente el pulso del corazón de sus hijos.
El rol de ser madre ha sido tan devaluado, que la tarea de criar hijos se
considera como algo insignificante. A las madres que eligen quedarse en la casa
con sus niños se les dice que están perdiéndose algo. A las madres que trabajan,
incluso, las que preferirían quedarse en casa se les hace sentir que ser madre es
una tarea menos noble.
EL ESTADO DE TU UNIÓN
ALTERNATIVAS CRÍTICAS
No todas las mujeres trabajan simplemente para recibir un ingreso
“adicional”. Algunas creen que es su derecho o que tienen la obligación o la
necesidad de realizar sus deseos. Recientemente, recibí una carta interesante de
una madre joven que había participado en una de mis clases de Me ha sido
confiado el corazón de un niño, mientras que su esposo asistía a un seminario
aquí en los Estados Unidos.
Mucho de lo que habla esta madre joven no es muy diferente a donde se dirige
nuestra cultura y donde ésta opera en muchos casos. ¿Somos formados por las
convicciones bíblicas o por las presiones culturales? Nos podemos enredar el
trabajar fuera y seguir carreras y continuar racionalizando la necesidad de esto a
expensas de nuestros hijos. Segamos lo que sembramos. Ésta es una convicción
bíblica. ¿Y qué segaremos? Como mínimo, segaremos hijos adultos que tampoco
sentirán la necesidad de estar en la casa con sus hijos por cualquier razón. En el
futuro, lo que nos sacó de la casa, no parecerá tan importante, pero ya les
habremos mostrado a nuestros hijos que está correcto estar fuera de la casa.
Como madres, tenemos que considerar con mucho cuidado el propósito y la
motivación de trabajar fuera. El trabajo y los compromisos fuera del hogar
pueden sutilmente quitarnos el enfoque en la familia.
En el 1976, 31 por ciento de las madres dejaban a sus niños (de menos de
un año) en guarderías. En 1998, sólo veintiún años después, este número casi se
duplicó a un 59 por ciento. ¡Recuerda, que estos son bebés menores de un año!
De acuerdo a un informe de la Asociación Nacional de recursos de guarderías y
agencias de referido (NACCRRA), 63 por ciento de los niños de esta nación de
menos de cinco años, reciben algún tipo de cuido fuera del hogar. Este informe
continúa diciendo que debido a que el 90 por ciento del cerebro de un niño se
desarrolla durante los primeros cinco años de su vida, la calidad del cuidado
provisto durante ese tiempo es crítico. En la edición de noviembre 1999 de la
revista Psicología de Desarrollo, los resultados de un nuevo estudio dicen que
“mientras más horas el niño pasa lejos de su madre durante los primeros tres
años, menos serán las interacciones positivas con su madre”.
El 24 de octubre del 2000, yo escuché estas palabras en las noticias de la
noche: “Con todas las acomodaciones que existen ahora para las mamás que
trabajan fuera del hogar, no hay razón para no trabajar”. Siguieron diciendo que
las mujeres estaban trabajando fuera del hogar en cifras récord.
El argumento siempre ha sido que las mujeres tenían que trabajar fuera
porque era necesario mantener el hogar, pero este programa que presentaba el
Instituto de la familia y trabajo decía que las razones económicas no estaban
arriba de la lista.
Debido a que la economía está en auge y hay buenas guarderías, hemos
facilitado a las mamás alcanzar sus metas fuera del hogar y ésta es la razón por
la cual ellas están trabajando. Según la revista Madres que trabajan (octubre
2000), la primera razón por la cual las mujeres trabajan fuera de la casa es
“porque ellas así lo quieren; ellas no quieren dejar sus carreras”.
Hoy día, los empresarios y la tecnología han creado para las madres la
oportunidad de producir un ingreso adicional desde la casa. La clave está en
calcular el costo. Aprendiendo a confiar en un segundo ingreso puede a veces
poner a las mujeres en una olla de presión por sus demandas según ellas tratan
de no “decepcionar a nadie”.
Debido a que las tendencias económicas son cíclicas, ocasionalmente
vemos tiempos más difíciles. Pero si nuestra primera respuesta como esposas es
de buscar un trabajo fuera del hogar, podemos encontrar que el costo no vale la
pena. El libro de Arlie Hochschild El segundo turno, reveló que la mayoría de
las mujeres que trabajaron a tiempo completo también hicieron todo su trabajo
hogareño. Ella dice también que la mayoría de las madres encontraron que
trabajaban para pagar la guardería, y para seguir pagando la guardería.
Ann Crittenden, autora de El Precio de ser madre: Por qué el trabajo más
importante del mundo es aún el menos valorizado, dice que ella no se arrepiente
ni un minuto del tiempo que le dedicó en la casa a su hijo, ni tampoco ninguna
de las madres que ella ha entrevistado. Una ex-reportera de la economía, del
New York Times, Crittenden informa en gran detalle como las políticas del
gobierno y los códigos de impuestos penalizan a las mujeres que trabajan y a las
que se quedan en la casa.
Mommysavers.com cita un ejemplo ficticio de una mamá que se gana
$25,000 al año de ingreso y lo pasa por el colador de los impuestos y los gastos o
“el costo del trabajo”. Cosas como el aumento de la tasa de impuestos, comer
afuera más a menudo, guardería, ropa/uniforme y gastos de automóvil, etc., en
realidad su salario hipotético bajó a $6,050 al año o a $2.91 la hora. Cuando
Mary Snyder dejó su empleo en la compañía “Fortune 500”, el salario de la
familia disminuyó de momento un 45 por ciento. Y sin embargo, ella encontró
que el ajuste fue “más fácil de lo que pensaba. Con dos salarios, uno trata de
gastar más; con un salario, una es más lista con su dinero”.
Como padres, en realidad no necesitamos que los expertos nos digan lo que
personalmente sabemos que es verdad. El péndulo se está moviendo hoy día. Las
mujeres ya no están interesadas en tener la “identidad de súper mami”. Por esto
es que en los capítulos 4 y 5 de este libro enfatizamos las convicciones de orden
para la vida familiar. Cuando encontramos que nuestra vida ha sido reducida a
una rueda gigante de hámster que da vueltas, vemos que no es la forma que el
Señor quiere que vivamos a largo plazo.
En el día de “Lleva a tu hija al trabajo,” una joven se quedó en casa a
observar a su mamá como ama de casa. La escuela no solamente rechazó excusar
su ausencia sino que también le dieron un cero en cada clase del día. La escuela
esencialmente está diciendo que “¡a menos que tu mamá tenga un empleo fuera
de la casa, tú no puedes tener una buena calificación en esta asignación!”
El hacer que las mujeres sientan que sus necesidades son más importantes
que las de sus niños, esposos y ministerios es una conspiración cultural.
Ciertamente, las mujeres pueden hacer cosas adicionales a éstas, pero ¿acaso
estamos haciendo estas cosas para remplazar nuestro llamado más significativo?
Una mamá me escribió una vez: “¿Cómo podemos llegar al punto de que
no usemos malas palabras con nuestros hijos y que estemos felices con ellos?
¿Cuándo podemos divertirnos con ellos sin estar deprimidas y sentirnos
despreciadas e inútiles o sin valor?” Esta madre se sentía inútil estando en casa.
Ella no veía el significado de su rol. Este capítulo está dedicado a todos los
padres y madres, especialmente a aquellos que necesitan recordarse del rol vital
que ellos juegan en las vidas de sus hijos.
A veces nos olvidamos de que nuestros hijos son un milagro y que estamos
bendecidos por Dios al tenerlos. A veces nos olvidamos de que el renacimiento
de nuestros espíritus fue un milagro y que podemos amarlos con el amor del
Señor, pero necesitamos estar con ellos. No tenemos que caer en una depresión
cuando escuchamos lo que el mundo nos dice. La vida de una madre no significa
esclavitud.
Aquí es cuando podemos caer en el engaño de creer que no somos algo
necesario ni de valor en la vida de nuestros niños, que otra persona puede hacer
lo que nosotras hacemos y hasta mejor hecho. El mundo incrédulo está en tal
declive que propone la idea de que los niños se encuentran mejor en una
guardería que con sus propias madres.
Yo entiendo que las guarderías son una necesidad para algunas madres, pero
también son una conveniencia para muchas que prefieren no lidiar con la rutina
de un hogar—que buscan algo más emocionante y de más recompensa. Sólo
unos años atrás, los investigadores decían que las guarderías no eran tan buenas
como el cuidado de mamá, pero como las mamás necesitaban o querían trabajar,
entonces se consideraron las guarderías como algo bueno. Ahora oímos informes
que dicen que las guarderías son mejores que el cuidado del hogar.
La revista Working mothers (“Madres que trabajan”) dice: “Debemos
alcanzar a los niños más temprano”. ¿A dónde nos va a llevar este tipo de
mentalidad? Las madres de niños pequeños necesitan ser motivadas a saber que
el mejor lugar para su niño de cuatro años de edad es con una madre que lo
eduque con amor. No aceptes la intimidación de la sociedad con la idea que tus
hijos “recibirán menos” si eliges quedarte con ellos en el hogar. Artículos tales
como el siguiente de “Newsweek” (El noticiero semanal) titulado A Boost for
childcare, (Un impulso para el cuidado de guardería) del 1ro de noviembre,
1999, reclamaba que un estudio mostró que los niños que vienen de familias de
pocos ingresos y van a guarderías desde la infancia, tenían un mejor “IQ”
(cociente de inteligencia), promedio en lenguaje y aprovechamiento académico
que aquellos niños que los pusieron en guarderías más tarde en sus vidas.
El punto del artículo era: “Si tu esperas hasta la edad de tres o cuatro años,
vas a lidiar con una serie de retrasos y déficits, que vas a tener que poner a tu
niño en programas correctivos. Y para muchos niños, eso es muy poco y muy
lento”. El estudio reclama que los niños pobres se benefician más de guarderías
de alta calidad. ¿Necesitamos un estudio que nos diga esto? Eso me parece
obvio, pero esto no se aplica a todos los niños en general. Los resultados los han
aplicado para hacer políticas que abarcan a todos los niños. Y los estudios los
han distorsionado para hacer creer a la gente que los centros de guardería son
más eficientes que las madres y que hay una crisis nacional de madres que
necesitan servicios de guardería.
Las relaciones profundas en la familia (la prioridad de las personas sobre
las cosas, lo eterno versus lo temporal) están siendo sacrificadas por lo que el
mundo cree que tiene más valor. De hecho, la gente que tiene la oportunidad de
formar relaciones duraderas de por vida, salen mejor a la larga.
Recuerdo un estudio reciente de estudiantes de escuela secundaria que
estaban bien ajustados y sobresalían en las áreas analizadas. Los investigadores
encontraron un factor común que sobresalía. Todos los niños de calificaciones
altas eran los que comían junto a su familia en la mesa regularmente.
La doctora Brenda Hunter , psicóloga y autora de Home by Choice: Raising
Secure Children in an Insecure World (“Eligiendo al hogar: Criando niños
seguros de sí mismos en un mundo inseguro”) dice que la crisis del cuidado de
niños es una crisis del corazón. Ella dice que el hambre del niño por la presencia
de la madre es tan fuerte como el hambre física. Como padres, uno se da cuenta
instintivamente de que esto es cierto.
EL TOQUE MATERNO
Si has dejado a tu niño en la guardería de la iglesia o en algún programa
pre-escolar, te habrás dado cuenta de cómo ellos actúan cuando los padres,
especialmente Mamá los va a recoger. Los ves perplejos si otra persona en vez
de Mamá se aparece. Ellos miran a cada cara como con una mirada en blanco:
“No, esa no es; no, esa no es”, y de momento: “Mamá!” ¡Solamente tú puedes
lograrlo! Los abuelos y los papis saben que ellos tienen prioridad en la lista
también, pero la cara de la mamá cambia su carita totalmente a una expresión de
alegría total.
Yo no estoy diciendo que tus niños nunca deben estar apartados de ti; no es
lo que digo en absoluto. Yo me refiero a algo más de unas pocas horas a la
semana aquí y allá. La doctora Hunter dice que los lazos estrechos entre el niño
y la madre son el oro de la sociedad, y las estadísticas muestran que los niños
que se dejan al cuidado de otros (que no sean familiares) por muchas horas a la
semana se convierten en personitas altamente independientes y más interesados
en los juguetes que en las personas, rechazan el afecto y evitan el contacto visual
con los demás, y también se ponen más agresivos verbalmente.
Aún los niños que son mayorcitos valoran el tacto y no me refiero sólo al
toque físico. Hay cierta manera de hacer las cosas que los afecta profundamente.
Por ejemplo, a ellos les encanta cuando les preparas un emparedado porque
ciertamente sabe mejor cuando eres tú la que lo preparas.
Es muy fácil para nosotras pensar: Espera, ¿Ud. está tratando de
convencerme de que tengo que hacer algo porque ellos no quieren hacerlo? Pero
yo pienso que ellos te lo piden porque les encanta cómo tú haces las cosas. La
manera de actuar de Mamá significa comodidad y seguridad para ellos.
Una vez, cuando David y yo salíamos para un viaje de una semana, una de
las abuelas vino a quedarse con los niños. Yo le enseñé a Lee, quien tenía como
seis años de edad, todo lo que yo había planificado para él. Yo había
seleccionado toda la ropa que él se pondría durante la semana y el resto de las
cosas esenciales. Yo estaba facilitando todo para que las cosas le salieran bien
esa semana y su corazoncito estuviera tranquilo.
Pero según yo le mostraba el plan de todo esto, él me haló hacia el lado y
me preguntó en una forma seria: “Pero Mamá, en quién voy a confiar con mis
problemas? Yo me recuerdo haber pensado: ¿Qué problemas? Yo no sabía que
tuvieras alguno. ¿Cuándo fue que mi niñito de seis años tuvo un problema? Pero
yo no le dije esto porque sabía lo que en realidad él me estaba diciendo: “Mami,
no es fácil de remplazarte”. Y yo pensé que esto fue algo muy dulce.
Cuando yo regresé a la casa, él me dijo: “Abuela no supo doblar los
calcetines correctamente”. Yo me reí y le dije que había muchas maneras de
doblar los calcetines, pero en realidad lo que él me estaba diciendo era: “A mí
me gusta como tú haces las cosas para mí”. Quiero recalcar que el toque de una
madre les da seguridad a los niños.
Yo veo el toque de una madre en la historia de Ana y Samuel en el Viejo
Testamento (1 Samuel 1-3). Estoy segura que no fue fácil para Ana entregarle su
hijo a Eli para entrenarlo para el Tabernáculo. Después de todo, Samuel,
milagrosamente fue su primer hijo y el hecho de que Dios la bendijo con cinco
hijos más no le quitaría su conexión especial con Samuel. Ella le llevaba un
abrigo una vez al año y puedes estar seguro/a de que ella pasaba mucho trabajo
haciéndolo durante el año. Me imagino como ella planeaba los colores y el
patrón y el trabajo que pasaba por meses en esta labor de mucho amor. Y puedo
imaginarme la emoción de Samuel mientras anticipaba este regalo tan especial.
Me puedo imaginar que a él le complacía mucho que este abrigo fuera hecho por
Mamá. Mientras lo usaba durante el año, él se sentiría como un niño pequeño
con su manta de seguridad. Posiblemente Samuel lo olía y pensaba: esto tiene
olor a casa.
A veces, yo mandaba paquetes con regalitos a mis niños cuando estaban en
la universidad. Yo no hago esto para poner en una caja cosas viejas. Yo
selecciono sus cosas favoritas y trato de añadir un toquecito que les deje saber
que ellos son valiosos y por eso pongo esas cositas adicionales. Hasta compro
salchichones de carne seca para Luke, aunque a mí no me gusta como saben. Son
las huellas digitales del amor de Mamá, pues ella sabe qué es lo que a ellos les
gusta.
Una vez, cuando David había salido por un par de días, llegó un sábado por
la noche cuando nuestro fin de semana estaba ya en progreso. Cuando él entró a
la casa, fue directamente a la barra de la cocina donde se encontraba un pastel de
manzanas acabado de salir del horno y dijo: “Oh: ¿Quién hizo este pastel?”
Y yo le dije: “¿Qué quieres decir con quién hizo este pastel?”
Él repitió: “¿Quién hizo este pastel?”
Así que yo le dije: “Ese es mi pastel y ésta es mi cocina. ¿Por qué preguntas
que quién hizo este pastel?” y él contestó “Porque yo puedo darme cuenta de que
tú no lo hiciste”.
Y yo le respondí: “¿Y cómo lo sabes?
Y él me preguntó: “¿Hiciste tú el pastel?” y yo le respondí: “No, Emily y
Adam hicieron el pastel”.
David se rió y dijo: “Yo sabía que tú no habías hecho el pastel”.
“¿Y cómo tú lo sabías?”
Yo le pregunté y él dijo: “Me di cuenta”.
Bueno, mientras yo estaba tratando de entender esto, David se sentó en la
mesa de la cocina y apuntó a un plato de galletitas y dijo: Pero estas galletitas tú
sí que las hiciste”.
Y yo le dije: “y como lo sabes?”
Él explicó: “por la forma en que están hechas y la manera en que están
colocadas yo sé que tú las hiciste”. Eso da miedo. Yo todavía no entiendo lo del
pastel, pero David puede reconocer mi toque más de lo que yo me imagino. Y tu
familia también y esto les da un sentido de seguridad y comodidad aunque no lo
expresen.
Aunque los padres no estén envueltos en los detalles de cada día como las
madres lo están, ellos también pueden proveer un sentido de seguridad y
estabilidad sólo con su presencia. Tristemente, las estadísticas recientes muestran
que el rol vital de la presencia del padre en el hogar aparenta estar
desapareciendo en las familias americanas.
Yo he escuchado a mi hija Emily mencionar el significado de la presencia
de su padre en su vida y sé que Luke y Lee están en total acuerdo. Cuando su
padre estaba en casa, se sentía una estabilidad y calma como que todo estaba
bien. Su presencia ofrecía estabilidad y seguridad a nuestro hogar. Aunque él no
es una persona habladora: “él lo absorbe todo”. Está consciente e involucrado y
cuando habla; sus palabras tienen peso. Es posible que la imagen primordial que
mis hijos tienen de su padre es de él sentado en su silla leyendo la Biblia y
orando.
Él siempre ha sido agradable y ha estado disponible a conversar con ellos y
ellos siempre han podido confiar en él con cualquier problema o necesidad.
Hoy día, a pesar de que nuestros tres hijos ya han formado su propio hogar,
su papá se reúne con ellos regularmente a tomarse una taza de café o un
desayuno o almuerzo. No tiene que haber una razón específica para reunirse con
ellos; sólo quiere emplear tiempo con ellos. No pasa un fin de semana sin que
veamos a uno de ellos o a todos, y también a sus niños.
Como padre, siempre he orado por mis hijos para que sean
lo más semejantes a Jesús como sea posible (Lucas 2:52).
Aunque soy un padre imperfecto, tengo una responsabilidad
inmensa de demostrar a mis hijos quién es Dios, nuestro
Padre y cuánto les ama. Como papá, no debo preocuparme
de si yo les caigo bien o de tratar de ser su mejor amigo.
Debo ser generoso y consistente, entrenando e instruyendo a
que sigan al Señor. Debo ser un siervo/líder de mi familia
apoyando el trabajo que hace mi esposa mientras estoy en el
trabajo. Nunca debo dejar de orar por un milagro en la vida
de cada uno de ellos y que nazcan de nuevo y tengan su
propia fe. Debes ser su padre, apunta siempre a Cristo y
podrás tener una relación especial con tus hijos que sólo un
padre puede tener.
TESTIGOS DE LA NIÑEZ
LLENO DE SORPRESAS
El punto de todo esto es que debemos estar disponibles para nuestros niños
y debemos estudiarlos y entender sus características únicas. No debemos
forzarlos a hacer algo que escojamos para ellos sino que debemos entrenarlos a
que pongan a Dios primero en sus vidas y ver como Él los atrae a servirle con
sus vidas.
Pero estén listos para recibir sorpresas en el camino. Las cosas que
escogemos para ellos no necesariamente son el llamado de Dios para sus vidas.
Y estas cosas que escogemos quizás ni sean relevantes cuando ellos tengan la
edad de ir a la universidad. Pero lo importante es que los hayan enseñado a
someterse a la autoridad de Dios en todas las circunstancias y a vivir por
convicciones bíblicas para que ustedes puedan estar tranquilos de que Dios
tendrá un llamado especial en la vida de ellos.
Yo veo ahora como Luke comparte el evangelio por amor a las personas y
no en forma compulsiva, como si fuera un requisito. Y también puedo ver que él
tiene el don del evangelismo. Recuerdo la primera vez que compartió el
evangelio. Tenía nueve años. Lo compartió con un vecinito, en el balcón frente a
la casa; él oró con Luke para aceptar al Señor en su vida. Luke entró corriendo a
la casa y dijo: “¡Yo no sabía que iba a ser tan divertido! ¡Fue tan divertido! ¡Yo
no sabía que iba a ser tan divertido! Yo estaba muy emocionada por él, pero he
aprendido a criar a mis hijos en los caminos de Dios y no a forzarlos a que sean
lo que yo quiera. Claro, somos su autoridad hasta que los dejemos ir, hasta que
creamos que pueden honrar a Dios primero con sus vidas.
Yo pienso en Emily, cuando vivía bajo mi autoridad y como yo esperaba
que mantuviese su habitación recogida. A través de los años de su crianza,
todavía ella tiene la tendencia a ser desorganizada. Y yo sé que esto es parte de
su temperamento independiente, pero aún así, ella tenía que seguir mis reglas
básicas de orden.
Mientras iba descubriendo varios grados de desorden, aprendí que un
corazón alineado a Dios es mucho más importante que una habitación
perfectamente organizada. Emily ha pasado por muchas experiencias difíciles
que su mami no pudo haberlas soportado. Después de haber tratado por muchos
años de que Emily mantuviera su habitación arreglada, ella pasó ocho semanas
en Rusia, viviendo de una bolsa de lona y durmiendo en una sala en la casa de
alguien. No había agua caliente. No había donde colgar su ropa o poner ropa a
secar. No había facilidades de lavandería ni duchas. Sin embargo, Emily estaba
muy feliz porque esas condiciones no la molestaban. Ella se podía concentrar en
la verdadera razón por la cual estaba ahí; para servir a la gente y no para estar
molesta porque su ropa no estaba planchada o cientos más de detalles que
pudieran distraerla si hubiese sido una persona particular.
Las personas en misiones tienen que saber lidiar con incomodidades y
desilusiones. Pero necesito decirte algo muy curioso. Emily se casó en el año
1999 y su papá y yo no podemos creer que se haya convertido en una ama de
casa meticulosa. ¿Quién entiende esto?
Así que podemos ver que nuestros hijos tienen diferentes temperamentos y
personalidades que Dios les ha dado. Y esto es algo emocionante y maravilloso.
LA NATURALEZA DE UN NIÑO
En algún momento entre las edades de seis y diez meses, vas a ver que tu
bebé quiere hacer las cosas a su manera y que no quiere estar quieto cuando le
cambias el pañal. Esta experiencia del cambio del pañal les hace saber a las
madres que su niño tiene su propia voluntad. Y cuando suceda esto, es el
momento de decir: “No”. Puedes decir algo como: “No-no. Tienes que quedarte
quieto cuando Mami te está cambiando”. Aquí es que comienza el
entrenamiento.
No disciplines a un niño pequeño por cada cosita. Al principio, escoge una
o dos cosas donde el niño esté mostrando ser voluntarioso y te concentras en eso.
Así es como ellos aprenden. De la misma manera que no los bombardeamos con
cada palabra o “gesto” cuando están aprendiendo el lenguaje, escogemos pocas
áreas para enfatizar y dominar y luego continuamos.
Decirles que “no” y reforzarlo inmediatamente, si sea necesario, también
les dejará saber que hablas en serio. Sé consistente, intencionado y relajado
cuando practiques la disciplina. Estás siguiendo un plan y no reaccionando a su
comportamiento. Las respuestas al azar no les enseñan lo que tú quieres que
aprendan. Distrayéndolos con un peluche no les ensenará a que tocar el enchufe
es algo peligroso. Se deben tomar medidas disciplinarias para que el niño sea
disuadido del peligro.
A menudo escucho a mi hija decir a sus niños (cuando ella nota que ellos
quieren imponer su voluntad sobre la suya): “Elige lo mejor”. Les enseñamos a
los niños a que nos obedezcan y que no crucen la línea. Al hacer esto, les
estamos enseñando que en la vida casi siempre hay que tomar decisiones y es
importante tomar las correctas.
Los “expertos” se están todavía rascando la cabeza sobre la pregunta:
¿Cuánto somos influenciados por el ambiente (la crianza) y cuánto por la
genética? La gente que cree que los niños no heredan el pecado por naturaleza
como lo dice la Biblia; se encuentra atrapada en el dilema de cómo hacer al niño
responsable por su comportamiento. La implicación de este punto de vista en la
vida humana crea un caos en la crianza. Es decir que las faltas que comete el
niño son la culpa de los padres o de otras influencias del ambiente y no de la
voluntad del niño.
De hecho, si los niños no heredaran el pecado, no serían susceptibles a la
muerte. Pero como sabemos que los niños sí mueren (como todas las personas-
Hebreos 9:27) sabemos que esto es evidencia de nuestra naturaleza caída. Toda
la creación sufre por la caída del hombre en el Jardín del Edén (Romanos 5:12-
21; 8:18-25). Por eso es que tenemos que “nacer de nuevo” y recibir el perdón a
través de la muerte de Jesús en la cruz. Sólo entonces tenemos poder sobre la
muerte para ser resucitados a la vida eterna en Cristo. ¡Amén!
Es importante entender que los infantes y los niños pequeños, aunque
tengan una naturaleza pecaminosa, no tienen culpa imputada ante Dios si mueren
en la infancia o como niños pequeños. En otras palabras, aunque hagan cosas
que no están correctas (pelear con sus hermanitos, armar rabietas, tirar cosas,
etc.) no son culpables frente a Dios hasta que Él en Su soberanía determine que
son capaces de discernir entre el bien y el mal. El niño no tiene la habilidad de
comprender completamente las implicaciones del “bien” y del “mal”.
Cuando una persona entiende que voluntariamente ha escogido el pecado,
cuando llega a una edad que puede discernir el bien del mal, entonces Dios le
hace responsable por lo que ha elegido hacer. Sin embargo, los niños pequeños o
aun los adultos que no tienen la habilidad de entender el pecado, la Biblia los
llama “inocentes”. Estos no son capaces de una rebelión consciente contra Dios
ni de rechazarle.
A veces yo escucho a una madre decir a su niño pequeño: “No hagas esto,
Dios se va a enojar”. Dios no está enojado ni responsabiliza a un niño pequeño
que no entiende la consecuencia de sus acciones. Pero sí nos encomienda a
nosotros como padres a criarlos a ser obedientes porque luego de un tiempo, sí
que Dios los hará responsables. Les enseñamos la seriedad de someter su
voluntad a Dios según van madurando. Los niños que no aprenden esto, tendrán
problemas no sólo con otras personas sino eventualmente con Dios.
Romanos 1:18-20 nos dice que Dios revela lo suficiente de Sí mismo a las
personas para que crean. Sin embargo, llega el momento cuando “ya no tenemos
excusa”, un tiempo cuando entendemos, pero voluntariamente suprimimos la
verdad. Sin el sacrificio expiatorio a nuestro favor, somos responsables de
nuestros pecados (véase Apocalipsis 20:11-15). Dios discierne cuando el niño
tiene la habilidad de tomar decisiones conscientes y elegir el bien del mal. Nadie
puede salvarse sin la gracia de Dios (Efesios 2:8-9) y nadie puede ganar su
propia salvación. Un niño que muere antes de esta edad en la cual Dios lo hace
responsable no ha ganado la salvación, pero Dios en Su gracia se la concede.
Somos por naturaleza pecadores. Dios es por naturaleza Salvador.
Estas son buenas noticias que sirven de aliento a aquellos que han perdido
un bebé o infante. Estos niños van al cielo inmediatamente hasta la presencia de
Dios. Y aquellos que confían en Jesús como su Salvador se reunirán con ellos al
igual que todos los familiares creyentes. De una manera maravillosa y
misteriosa, se podrán reconocer unos a otros.
Hay varios pasajes bíblicos que nos ayudan a entender esta verdad. El más
comúnmente citado es 2 Samuel 12:23, el cual nos habla de la historia de David
y Betsabé y el hijo que ella tuvo que se murió al séptimo día de haber nacido.
David oró y ayunó esperando que el niño viviera, pero cuando el niño murió,
David dijo: “Mas ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré yo
hacerle volver? Yo voy a él, mas él no volverá a mí”. El Rey David se refería
al tiempo cuando él se volvería a reunir con su hijo en el cielo. Debido a que él
confió en Dios y entendió esta verdad, pudo recibir consuelo y su pena fue
levantada. Debido a que las Escrituras revelan que David entendió la gracia de
Dios y creyó, su fe fue contada por justicia (Romanos 4:6-8). Esto es evidencia
adicional de que como David sabía que él un día estaría en el cielo y vería a su
hijo otra vez, sabía que su hijo y todos los niños pequeños que mueren también
irán al cielo. David también sabía que él reconocería a su hijo.
Casi parece como si Dios nos diera un tiempo de gracia con nuestros niños
para que les demos un fundamento sólido de crianza antes de que sean hechos
responsables. Se nos da el privilegio y la responsabilidad de prepararlos para
afirmar completamente las cosas que han aprendido de nosotros en el momento
que puedan comprender la gravedad de las cosas que elijan. Dios es un Padre
amoroso y paciente. Ya que la Biblia es clara en cuanto a esto, ésta nos ayuda a
recordarnos la importancia de la disciplina consistente; y esa disciplina tiene un
propósito único para controlar nuestra naturaleza pecadora. Estamos
disciplinando a seres humanos con voluntades propias. Se nos ha encomendado
la tarea de entrenar esas voluntades a que respondan a las autoridades
correspondientes. Por último, la meta es que nuestros niños aprendan a tener
dominio propio a través del Espíritu Santo.
No tendría sentido disciplinar, darle nalgadas, o aun corregir a un niño
inocente, ¿verdad? ¿Qué estás corrigiendo o disciplinando? La sociedad en
general presupone que los niños nacen moralmente neutrales y que no necesitan
disciplina—sólo más instrucción o guía—desarrollar su creatividad. Esto tendría
lógica si no fuera por el hecho de que no nacemos moralmente neutrales. Los
padres que aceptan este punto de vista de la cultura, a menudo quedan en choque
y devastados cuando sus hijos se muestran profundamente hostiles y
voluntariosos y dicen que no saben “de donde salió eso”. Pues además de recibir
el ADN de nosotros, también heredaron la naturaleza pecadora y es nuestra
responsabilidad como padres de ayudarlos a lidiar con sus tendencias
pecaminosas.
Por lo tanto, la Biblia instruye claramente a que corrijamos o disciplinemos
a nuestros hijos. Dice que tenemos una naturaleza pecadora heredada, lo que
quiere decir que se nos hace fácil pecar. No es poco usual observar a alguien que
diga de otra persona que es diestra en algo: “Oh, esa es una destreza natural en
ella”. Así mismo es el pecado en nosotros si no disciplinamos nuestras vidas.
¿Has alguna vez visto en televisión en un programa de entrevistas y
variedades a adolescentes tan fuera de control e irrespetuosos que ni lo puedes
creer? Y aún peor, una madre que diga algo así: “Mi hija sale a todas horas y no
sigue ninguna de las reglas del hogar, pero mantiene sus calificaciones altas, así
que entonces no debo quejarme. Es probablemente una etapa que pasan los
adolescentes”. O “Yo no sé por qué mi hijo está vendiendo drogas: él es un chico
bueno por dentro”. No, esa chica adolescente tiene una indiferencia rampante
hacia la autoridad que la va a perseguir toda su vida a menos que lidie con ella, y
ese joven adolescente tiene una naturaleza pecadora totalmente fuera de control.
Como padres amamos a nuestros niños y a veces nos engañamos pensando
que los nuestros son chiquillos inocentes, incapaces de hacer cosas malas. No
sabemos por qué los hijos de otros hacen cosas malas, pero los nuestros son
angelitos. Y así sucesivamente pensamos.
Cuando mis niños estaban en la escuela, se nos permitía a los padres traer a
los hermanitos más pequeños que todavía no estaban en la escuela el día de las
fotos. Cuando Lee tenía tres años, yo lo llevé para una foto. Yo me acuerdo
haber estado sólo un corto tiempo y luego salimos. Unas semanas después, yo
fui a la oficina porque las fotos ya habían llegado. Tan pronto entré por la puerta,
todas las señoras de la oficina me empezaron a mirar. Yo me sonreí y las saludé
mientras ellas me seguían mirando. Volví a mirar y todas se estaban riendo. El
primer paquete que me entregaron se veía a Lee haciendo una morisqueta como
la cara de un ratón. Y en el segundo paquete, él aparecía sonreído como un
angelito querubín. Yo pensé, Wao! Yo estuve con él a cada segundo. Y no me di
cuenta cuando hizo la cara de ratón. Me traje las fotos a casa y puse sólo las
cómicas sobre la barra de la cocina. Cuando David llego a la casa, yo no salí
rápido dándole tiempo a que las descubriera. Nunca lo había visto reírse tan
fuerte y lo escuche golpear la barra y decir: “¡Pues este es mi niño!”
Recuérdate que los niños tienen una naturaleza pecadora como la nuestra.
La Biblia lo reconoce repetidamente, lo identifica y expone el asunto de nuestra
naturaleza pecadora.
Cuando Isaías se encuentra frente a la santidad de Dios, sólo podía
responder: “¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de
labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos” (Isaías
6:5a). Otros pasajes tales como Jeremías 2:35; 11:8; Lucas 18:19; Romanos
3:12, 23; 7:18 y muchos otros, desafían y eliminan la idea de “la bondad del
hombre”.
El hecho de que hemos dado a luz a pecadores no es un concepto aceptado
fácilmente por muchos. Esto es así particularmente si no le hemos dado el frente
a nuestro proprio pecado. Pero si no entendemos nuestra naturaleza humana
pecadora, no podemos guiar y disciplinar a nuestros niños. Cuando ellos aceptan
al Señor Jesús, se convierten en partícipes de Su naturaleza divina, pero todavía
están aquellos años de entrenamiento que tenemos que enseñarles a despojarse
de su naturaleza carnal y a ponerse su naturaleza divina, la cual Cristo nos
modela.
La Biblia expone este proceso en 2 Pedro 1:3-4: “Como todas las cosas
que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino
poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y
excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas
TIEMPO DE PAREJAS
(Tiempo sugerido—45 minutos)
Vuelvan a leer 2 Pedro 1:3-4 y discutan lo que quiere decir para ambos el ser
partícipes de Su naturaleza divina.
¿En qué punto de las vidas de sus hijos ustedes reconocieron su voluntad y
naturaleza pecadora? ¿Cómo describirías lo que ahora entiendes por
disciplina? ¿Cómo afecta tu entendimiento de la naturaleza inherente del
hombre en la forma como disciplinas a tus hijos?
Como socios de una gran encomienda, elógiense el uno al otro por
cualquier cambio significativo que haya comenzado a afectar su hogar
desde que comenzó este estudio. Discutan otras señales de progreso que
hayan notado.
Reflexionen sobre las pasadas dos semanas como esposos e identifiquen las
diferentes formas en que el rol del padre se ha destacado en su hogar.
Sean alentados esta semana según van notando silenciosamente como su
familia valora “el toque de Mamá”.
¿Están ambos de acuerdo en cuanto al tiempo que Mamá está fuera de la
casa? Si no, ¿se debe a que es sólo por un corto período de tiempo o
necesitan trabajar en un plan donde ella pueda estar más tiempo en la casa?
¿Está Mamá abrumada con demasiada responsabilidad? Si es así, discutan
cómo pueden apoyarse el uno al otro en el hogar y en las responsabilidades
familiares.
Aplicación en el hogar: Piensa en cada uno de tus niños. ¿Podrías identificar sus
“quince minutos más importantes del día-cuando están más abiertos a expresar
sus pensamientos? Para algunos niños puede ser a la misma hora aproximada
todos los días, con otros puede variar, y con otros puede ser ¡de unos sesenta
minutos! Si no consideras hacer esto, te lo puedes estar perdiendo. Traten juntos
de identificar “ese momento de oro” para cada uno de sus niños y hagan un
esfuerzo especial para estar disponible en esos precisos momentos. Serán
momentos especiales de enseñanza y unión.
TIEMPO DE DISCUSIÓN
PARA GRUPOS PEQUEÑOS
(Tiempo sugerido—45 minutos)
TIEMPO DE ORACIÓN
Expresen a Dios gratitud por su familia y por el maravilloso e importante
rol de ser padre o madre en la vida de un niño.
Oren por sabiduría divina según crían a sus hijos, teniendo al tanto que ellos
han nacido con una naturaleza pecadora.
7
ESTABLECIENDO AUTORIDAD: EL TEMOR A DIOS
LOS PADRES PIADOSOS ENSEÑAN A SUS HIJOS A VER A DIOS COMO SU AUTORIDAD DE POR
VIDA
Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de
tristeza;
pero después da fruto apacible de justicia
a los que en ella han sido ejercitados.
Hebreos 12:11
Noten otra vez los dos objetivos principales de nuestro entrenamiento: una
vida disciplinada y un fuerte carácter piadoso, ambos comienzan con el
aprendizaje de vivir bajo autoridad. Debemos enfocarnos principalmente en la
esencia interna—sus corazones. Nuestra misión fundamental como padres es de
criar hijos en el Señor para que sean efectivos “edificadores del Reino”.
¿Cómo podemos saber cuándo y cómo implementar el “entrenamiento?”
¿Cuáles son las señales a las cuales tenemos que estar pendientes para saber si
nuestros niños están listos para el entrenamiento o disciplina de algún área en
particular? Tenemos que determinar si nuestro niño está neurológicamente listo y
desarrollado para el entrenamiento. En mi área de estudios en la universidad,
había un edificio principal para dos clínicas de terapia. Una era para terapia
ambulatoria para amputados, o personas con daño a la espina dorsal y otros
daños físicos severos o limitaciones. El otro era para asesoría de niños de
acuerdo a su nivel de desarrollo. Aquí trabajábamos mayormente con niños o
bebés para determinar si se estaban desarrollando a un ritmo normal y le
recomendábamos terapia a aquellos que tenían retrasos o problemas físicos.
Recuerdo a una mamá que vino con sus niños para que fueran examinados.
Yo nunca había escuchado algo así anteriormente ni hasta ahora; esto muestra
que pueden suceder cosas extraordinarias. La primera vez que fueron vistos en la
clínica, ambos niños tenían la misma edad cronológica (siete meses), pero uno
de ellos tenía una edad de desarrollo de cinco meses y el otro de siete meses. En
otras palabras, la mamá tuvo dos niños el mismo día, pero no eran gemelos. Esta
madre había concebido al segundo niño dos meses después de haber concebido
el primero, así que obviamente uno estaba atrasado dos meses.
Cuando ella dio a luz, ambos niños nacieron. Claro que había preocupación
por el que había nacido dos meses prematuramente, así que ella los llevaba a la
clínica a menudo para que los examinaran. La niña menor eventualmente
compensó en su atraso de desarrollo hasta que se puso a la par completamente
con su hermano como a la edad de seis y siete años.
Los niños son sorprendentes. Ellos pueden “ponerse al día” y compensar
por atrasos mentales más fácilmente que los adultos porque sus sistemas
nerviosos son más “flexibles.” Parte de su rol como padres es de poner atención
a cuándo ellos estén listos en su desarrollo para ser entrenados en el área de
enfoque. Busquen un buen libro sobre el desarrollo de la niñez y recuerden que
no todos los niños desarrollan al mismo tiempo. Varones y hembras desarrollan a
pasos diferentes. No se estresen cuando vean cosas que no suceden a ciertas
edades sino que observen. La mayoría de los niños caminan antes de hablar, pero
no siempre. Mi madre me dijo que yo hablé antes de caminar y esto le preocupó
pues yo no caminé hasta los dieciocho meses. Pero caminar y hablar son dos
labores difíciles para el cerebro lograr simultáneamente. Hagan una lista de
preguntas que les preocupen o de cosas generales y llévenla a las citas médicas
de examinación. Nuestras observaciones y visitas regulares al médico nos
pueden servir de guía en cuanto a las diferentes etapas de desarrollo de nuestros
hijos.
Los niños con necesidades especiales requieren cuidado especial. A pesar
de que todos los niños nacen con una naturaleza pecadora, no todos procesan
información o funcionan físicamente de la misma manera. Los niños con
autismo, por ejemplo no procesan neurológicamente los estímulos sensoriales de
la misma manera, por lo tanto hay que tener cuidado con no estimularlos
sobremanera. Ellos sienten el tacto físico en forma diferente, por lo tanto,
pegarles o darle nalgadas no es apropiado.
Hay otras necesidades especiales que puedan impedir la disciplina física,
como por ejemplo, la parálisis cerebral y otras condiciones congénitas en las
cuales la involucración física impide el movimiento o produce fragilidad,
debilidad o inmovilidad del cuerpo. Como padres amorosos, vigilen bien a estos
pequeñitos, que Dios les ha confiado con su cuidado. Si sabes que tu niño es
saludable y fuerte neurológicamente y tiene un desarrollo normal, entonces está
listo para ser entrenado y disciplinado.
Vamos a usar el ejemplo de enseñarlos a hacer sus necesidades por sí solos.
No debemos comenzar este entrenamiento muy temprano, antes de que el niño
pueda tener control sobre sus funciones físicas. Pero también, si esperamos
demasiado tiempo para entrenarlos en esta área, podríamos estar perdiendo la
oportunidad de enseñarles autocontrol cuando el niño ya esté listo.
Una vez que hayas empezado con este entrenamiento, es importante que
seas consistente para que tengas éxito y evites frustrarte o frustrar al niño.
Ya que Dios le ha dado a tu niño padres (ese/a eres tú) y Él conoce cuan
intuitivo/a eres con tu niño, puedes definitivamente lidiar con las funciones de
entrenamiento en su vida. Dios ha hecho a nuestros niños maravillosamente
complejos y sin embargo, no necesitamos doctorados para entrenarlos. A veces
es beneficioso consultar a los expertos, pero Dios nos ha dado una comprensión
especial con una habilidad simple y peculiar para estar “en sintonía” con ellos.
Las mamás, las principales cuidadoras y entrenadoras, parecen tener una
conexión con las complejidades de sus necesidades, deseos y capacidades y de
saber cómo distinguirlas. Así que estemos pendientes y observemos cuando
nuestros niños puedan estar física y mentalmente desarrollados para tener éxito
en el área específica donde planificamos entrenarlos.
Por ejemplo, entrenarlos a hacer sus necesidades por sí solos, no se trata de
lidiar con las veces que va al baño, sino con ayudarlos a controlar sus funciones
físicas. Las veces que van al baño pueden variar en diferentes niños y a veces
esto toma más tiempo con los varones que con las hembras. Simplemente,
tenemos que estar pendientes de las señales que nos indiquen que están listos. La
señal mayor es cuando ya no se orinan en la cama durante la noche. Esto quiere
decir que se “han aguantado” mientras duermen por diez horas o más. Si se
levantan con el pañal seco y tienen al menos dos años de edad, es una indicación
de que ya es tiempo de empezar el entrenamiento (quizás un poco antes o quizás
un año más; no te fijes sólo en la edad siempre y cuando estén progresando
dentro de las normas de desarrollo). Si esperas demasiado, cuando se levantan
con su pañal seco y no aprovechas a entrenarlos en seguida, mojarán su pañal y
habrás perdido un buen momento.
Entrenarlos a hacer sus necesidades por sí solos debe tomar un máximo de
no más de dos semanas si es que están listos y eres consistente. En realidad,
toma sólo un día de entrenamiento diligente, más una semana y pico de refuerzo
con repeticiones y rutinarias. Cuando lo aprendan, pues lo han aprendido. Ya lo
habrás logrado y estarás feliz de no tener que lidiar más con pañales. Pero ten
mucha cautela, por lo tanto, no te llenes de quehaceres esa semana cuando
decidas empezar. Sólo debes enfocarte en esto hasta que tengas éxito.
Algunos niños son más fáciles de entrenar, mientras que otros son más
resistentes, lo cual te deja saber temprano algo sobre su personalidad. Lo más
miedoso para los niños es el tratar de evacuar y ellos lo aguantan lo más posible.
Trata de calmarlo y no estresarlo. El punto aquí es de estar pendiente de cuando
ellos están listos para el entrenamiento. Si el asunto se torna muy estresante,
espera y comienza el proceso otra vez en un par de semanas cuando se te haga
más fácil tener éxito y que no se torne en una batalla.
De este ejemplo, podemos ver tres peligros comunes que debemos evitar al
entrenar al niño:
ESTABLECIENDO AUTORIDAD
Como padres, estamos pendientes de las señales que nuestros hijos jóvenes-
adultos nos den para saber cuándo están listos para ser “soltados”:
Los inconversos siempre harán desafíos para burlarse de Dios. Dirán algo así
como: “¿Puede Dios hacer una roca tan grande que Él mismo no pueda tirarla?”,
poniendo a prueba las convicciones de sus fieles creyentes. Incluso los jóvenes,
Sadrac, Mesac y Abed-nego de los tiempos antiguos, decidieron hacerle frente a
los desafíos de los burladores, nada menos que el rey Nabucodonosor. Ellos
estuvieron en una situación muy peligrosa en que fueron arrojados al horno de
fuego para ser quemados, pero su respuesta al rey se encuentra en Daniel 3:17-
18: “He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de
fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que
no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has
levantado”.
ADHERIÉNDOSE O SALIÉNDOSE
Los niños necesitan entender que ser liberados por sus padres es un
acontecimiento importante en la vida. Cuando los jóvenes adultos se alejan y
dejan la protección del hogar, sus padres son testigos de cuan fuerte son las
convicciones de sus hijos. Los padres pueden observar si sus hijos siguen
viviendo con Dios como su autoridad; por desgracia algunos padres ven como
sus hijos abandonan la fe y deciden vivir sin Dios y sin Su protección. ¿En
realidad eran creyentes los hijos? ¿Escucharon y no recibieron el mensaje
personal de Dios del evangelio? Éste es el momento de la vida donde la fe de los
hijos se pondrá a prueba de su validez. Sólo Dios puede juzgar verdaderamente
el corazón de una persona. Sería maravilloso si todos los niños poseyeran su fe y
continuaran viviéndola. Algunos se apartan por un tiempo, pero si su fe es real,
volverán. Dios disciplina a Sus Hijos y el Espíritu Santo continúa trayendo
convicción a los creyentes. Los verdaderos creyentes nunca pierden su salvación.
Tristemente, algunos aparentan haber creído, pero en realidad se apartan de Dios.
Uno de los asuntos más serios de las Escrituras que nos pone a pensar es el
destino de la persona que “conocía” y luego “rechaza” la verdad, se encuentra en
Hebreos 10:26-31:
LA AUTORIDAD DE DIOS
La gente actúa a la ligera sobre cómo deben hablar con Dios, pero si pudiéramos
hablar con Dios, nunca podríamos ser irreverentes hacia Él. Nos caeríamos cara
al suelo primeramente como señal de reverencia a Él.
Una persona que dice ser atea en realidad está reclamando verdaderamente
saberlo todo y que dentro del reino del saber, de todo lo que existe, no hay Dios.
Si Dios existiera, ellos asumen que también lo supieran. Esto es arrogancia y
necedad para Dios. Pero Él no es de ninguna manera amenazado ni se molesta
por esta reclamación.
SOMETIÉNDONOS A
LA AUTORIDAD DE DIOS
JUSTICIA Y MISERICORDIA
BENDICIONES DE DIOS
PARA LOS QUE LE TEMEN
Podemos ver en la lista anterior que las bendiciones de Dios son grandes
para los que le temen, y ¿qué tal acerca de los que no temen a Dios? ¿Cómo los
ve Él ¿Cuáles son los resultados de tratar de vivir fuera de Su autoridad?
Echemos un vistazo a algunos pasajes contrastantes:
Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de
tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido
ejercitados.
Hebreos 12:11
TIEMPO DE PAREJAS
(Tiempo sugerido—45 minutos)
Respecto a cada uno de sus hijos: ¿Respetan autoridad? ¿Respetan las
autoridades que Dios ha puesto en sus vidas y a Dios mismo?
¿Tienen sus niños un temor saludable de no cruzar la raya o tratan a veces
de cruzarla?
¿Pueden pensar en ejemplos de cuando sus hijos se enfrentaron a
consecuencias? ¿Y cómo fueron afectados?
¿Ven sus hijos el pecado como una ofensa contra Dios—y no como algo
que sus padres impiden que hagan? ¿En qué se basa tu respuesta?
¿Les ponen ustedes límites estrictos o se encuentran cambiando algunos
límites? Nunca crean que ellos son muy mayores para apretarles los límites
si es necesario. Recuerden que los están rescatando del “borde del
precipicio”. Ahora es el momento.
En la sección “Saliendo de la autoridad de los padres”, se enlistan tres cosas
del desarrollo de sus niños que ustedes, padres, tienen que fijarse. Éstas
indican si están listos para vivir por sí solos. ¿Cuáles son estas cosas y qué
ejemplos ven hasta ahora en las vidas de sus hijos?
Oración para la pareja: Terminen en oración, pidiéndole a Dios que los corrija a
ustedes mientras tratan de guiar a sus hijos en el temor de un Dios santo. Oren
por cada uno de sus hijos, mencionando cada nombre, describiendo como los
ven en ese momento y pidiéndole a Dios que les ayude a percibir la sensibilidad
de sus corazones.
TIEMPO DE DISCUSIÓN
PARA GRUPOS PEQUEÑOS
(Tiempo sugerido—45 minutos)
Salmo 112:1-2
Salmo 112:5-8
Salmo 115:11
Salmo 128:1-4
Salmo 147:11
Salmo 145:19
Proverbios 3:7-8
Proverbios 9:10
Proverbios 14:26
Proverbios 15:16
Proverbios 19:23
Isaías 33:6
Jeremías 32:3
TIEMPO DE ORACIÓN
Denle gracias a Dios por Sus muchas bendiciones, orando específicamente
por los versículos del estudio de hoy.
Confiesen cualquier duda que hayan permitido que consuma sus
pensamientos y reemplácenla con la Verdad de la Palabra de Dios.
8
DIRIGIENDO AL NIÑO
LOS PADRES PIADOSOS NO EXASPERAN A SUS HIJOS
N uestro capítulo anterior incluía un versículo que hablaba del manejo del
hogar y de tener control sobre nuestros niños. Nos referimos a que ellos no
controlan nuestros hogares, sino que nosotros controlamos a nuestros niños. No
hablo de rutinas tales como tomar siestas, que son cosas que a veces dictan la
rutina de la familia. Me refiero al hecho de tomar decisiones basándonos en las
reacciones de nuestros niños. Actuar en el mejor interés de ellos rara vez implica
que les consultemos su opinión.
Cuando tomes decisiones basadas en los antojos de tus niños, lo que estás
haciendo es permitiendo que ellos tomen control del hogar y estás creando un
hogar centrado en los niños. Esto eventualmente llega al punto de que
permitamos que no vayan a ciertas actividades que ellos no quieren ir, o que
dejemos de obligarlos a que asistan a las reuniones de los jóvenes, etc. Los niños
generalmente no toman decisiones convenientes para ellos. Simplemente, no son
capaces de manejar sus vidas, ni tampoco deben tratar de hacerlo.
EL MANDATO BÍBLICO
“Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda
honestidad” (1 Timoteo 3:4). Seamos realistas. De vez en cuando, nuestros
niños no querrán escucharnos, pero esto es debido a que son niños y están en el
proceso de aprender a ser criados por nosotros. Pero ésta no debe ser la norma;
cada incidente debe ser controlado para que ellos aprendan este principio de la
vida familiar. Si los niños no se pueden controlar es porque lo hemos permitido.
En otras palabras, este asunto de manejo tiene que ver con los patrones de
crianza y no con los altibajos del progreso diario de nuestros hijos. (Si a tu hijo
se le hace difícil poner atención o seguir instrucciones, debe ser evaluado. La
nutrición, la sensibilidad a ciertas comidas, la visión pobre, la falta de sueño y
muchos otros factores pueden también contribuir a esto).
El principio del manejo del hogar está ilustrado muchas veces en la Biblia.
Un caso triste es el de la familia del sacerdote Elí. Los dos hijos de Elí son
ejemplos perfectos del resultado de la falta de manejo o de la buena crianza en el
hogar. Dios eventualmente tuvo que disciplinarlos—¡y aún más! En el siguiente
versículo leemos sobre el juicio de Dios dado a través del profeta Samuel:
“Porque le he hecho saber que estoy a punto de juzgar su casa para siempre
a causa de la iniquidad de la cual él sabía, pues sus hijos trajeron sobre sí
una maldición, y él no los reprendió” (1 Samuel 3:13 NBLH). La Nueva
Versión Internacional usa la frase “no los refrenó” en lugar de “no los
reprendió.” Dios le dijo esto a Samuel porque Elí no crió bien a sus hijos; ellos
estaban fuera de control y por lo tanto Dios le quitaría el sacerdocio a él y a sus
descendientes para siempre. De hecho, Dios les quitó la vida a ambos hijos el
mismo día. La profecía de que el sacerdocio iba a ser removido de él y sus
descendientes se cumplió después, cuando Salomón se convirtió en rey (1 Reyes
2:26-27).
Ejemplos como estos nos recuerdan la razón por la cual debemos enseñar a
nuestros hijos a que tenemos autoridad sobre ellos. La aplicación obvia de esta
verdad es que tenemos que ejercer control sobre ellos. Un niño que no ha
aprendido a tener un temor saludable y respeto hacia sus padres, es un niño que
dirá: “Tú no puedes obligarme”. Si no intervenimos, un niño fuera de control—
que grita, patalea y muerde—será un niño que continuará peleando contra la
autoridad, tirará puertas y objetos y seguirá gritando.
El comportamiento rebelde puede también indicar que nosotros estamos
exasperando a nuestros niños. Éste va a ser el énfasis de este capítulo. Nuestra
discusión va a culminar en una oportunidad para que podamos personalmente
evaluarnos en esta área. Dios nos manda a que controlemos a nuestros niños y Él
también nos muestra que ésta es una labor posible de lograr. Tomamos Su plan
absolutamente en serio porque es una convicción bíblica.
Recuerda nuestro versículo para memorizar el Salmo 85:8: “Escucharé lo
que hablará Jehová Dios; porque hablará paz a su pueblo y a sus santos,
para que no se vuelvan a la locura”. Hay varias razones por las cuales los
niños resisten la autoridad, pero la principal es que tenemos una tendencia innata
a rebelarnos contra ella. A menos que haya un claro impedimento en el
desarrollo, los niños aprenden a resistir la autoridad mucho antes de los dos años
de edad.
Mientras nuestros niños van creciendo, van aprendiendo a convertirse en
personas auto-gobernadas, en esencia, a controlarse a sí mismos. Nuestra tarea
en esta etapa es la de entrenarlos para lograr esto. El reto de los padres es de
exponer a los niños a situaciones donde les puedan enseñar. Por ejemplo,
queremos que nuestros niños posean cualidades de santidad, como
mansedumbre, la cual se define como fuerza bajo control. Si tratamos de evitar
que ellos soporten tiempos difíciles, les estamos impidiendo que desarrollen
mansedumbre.
Hay tres razones primarias por las cuales los niños deben ser motivados a
obedecer:
Vivir para agradarse a sí mismo es la forma más baja de motivación. Esta forma
de motivación ofrece recompensas, lo cual podría estar bien, pero recuerda que
es la forma de motivación más básica. Esta motivación es la que se usa
comúnmente en las escuelas. Presupone que los niños son básicamente buenos y
si les ofreces una recompensa, tratarán de portarse bien. Un ejemplo sería
cuando un niño se porta mal y el maestro le da una pegatina cuando se calma. El
problema es que el niño callado y obediente es ignorado mientras que el niño
que recibe la pegatina está aprendiendo más sobre cómo satisfacer sus propios
deseos que a portarse bien. Esto no logra el resultado deseado. Nosotros no
tenemos la tendencia a hacer el bien, sino que nuestra tendencia es la de
agradarnos a nosotros mismos. Ésta es la razón por la cual entrenar a los niños a
hacer lo que glorifica a Dios debe comenzar bien temprano.
Vivir para glorificar a Dios es un asunto del corazón y por lo tanto es la
mejor decisión que cada individuo pueda tomar. Las Escrituras nos alertan a no
vivir aparentando santidad y como consecuencia negando Su poder. En otras
palabras, actuando como si viviéramos para Dios cuando en realidad, estamos
viviendo para nuestras motivaciones y deseos egoístas (2 Timoteo 3:1-5). Las
palabras más fuertes de Jesús fueron hacia los fariseos porque aparentaban una
cosa, pero vivían otra. Jesús reprendió fuertemente su hipocresía (Mateo 23). Él
nos dice que tenemos que negarnos a nosotros mismos y entregar nuestros
pensamientos y deseos al control del Espíritu Santo; un reto que dura toda una
vida (Lucas 9:23). Sólo cuando vivimos para Él es que podemos dejar de vivir
para nosotros mismos.
EL CÍRCULO COMPLETO
“EL RUBÍ”
A menudo escucho a padres que se lamentan que después de intentar
corregir o disciplinar a sus hijos, aún perciben resistencia o una actitud de
rebeldía. Por lo general, esto sucede cuando el niño no se ha responsabilizado
todavía de su comportamiento. Termina enojado, incluso con ustedes. Esto no es
una muestra de un verdadero arrepentimiento, sino de un resentimiento sobre la
consecuencia. Significa que la disciplina no se aplicó de forma total.
Se necesita paciencia y gracia para esperar que el corazón obstinado de un
niño pequeño se someta y admita que ha hecho mal. A menudo es útil decir con
calma: “Es necesario que digas que sabías que estabas mal, pero que lo hiciste de
todas maneras”. Éstas son palabras difíciles para cualquiera de nosotros, debido
a que son humillantes. Cuando un niño es capaz de confesar esto, se observa un
cambio dramático en su comportamiento. ¡Es una cosa preciosa! Ellos
aprenderán que las cosas pueden arreglarse y que es mucho más agradable vivir
en armonía con sus padres que en oposición. La ternura entre padre e hijo se
restaura y se aprende una lección duradera. Este logro especial es a lo que me
refiero con “el rubí”. Es la meta que nos proponemos en nuestra disciplina del
círculo completo.
Los pasos anteriores producen el círculo completo de eventos. Estos son los
pasos que Dios demanda que tomemos si queremos entrenar a nuestros niños en
Sus caminos y no provocarlos a la ira. Si nos limitamos a imponer nuestra
autoridad, sin entrenarlos por medio de estos cuatro pasos, los vamos a
exasperar.
Ahora, puede que estés pensando: Caramba, ¿tengo que hacer todo eso
cada vez? Bueno, todo depende de cuán rápido quieres que tus hijos lo aprendan.
En otras palabras, la consistencia es una meta que vale la pena. Cada año que
enseño la clase de “Se me ha confiado…”, las mujeres vienen a donde mí a
decirme: “Yo realmente no pienso que esto funcionaría en mi caso porque estoy
empezándolo tarde”, o “Yo simplemente no creo que es así de simple”. ¡Pero yo
lo probé y funciona! Funciona porque es el diseño de Dios. Cuando
incorporamos el círculo completo a la crianza, estamos enseñando a nuestros
niños a entender lo que Dios quiere enseñarles.
El caminar deliberadamente a través de estos pasos, entrena tanto a nuestros
niños como a nosotros. Una vez que estemos “en la misma página,” el proceso a
menudo puede marchar bastante rápido. Gálatas 6:9 nos dice: “No nos
cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no
desmayamos”.
La inconsistencia es una de esas cosas que provocarán la ira en nuestros
hijos porque ellos confían en nosotros para su crianza. Efesios 6:1-4, es el
versículo para memorizar de este capítulo y aborda este asunto, aunque no usa la
palabra consistente. La idea de “criarlos” junto a la disciplina y la “instrucción”
transmite un fuerte sentido de orden y consistencia. Ser buenos padres no sucede
al azar, sino que es algo que se logra deliberadamente. No somos buenos padres
por casualidad; tenemos que aprender a hacerlo bien.
Desde la perspectiva de tu hijo, si eres inconsistente, caprichoso, o
impredecible, tratar de obedecerte va a ser muy frustrante. Pero si conviertes la
intervención en un evento importante, encontrarás que tus niños aprenderán
rápidamente y estarán motivados a vivir para Dios y no para ellos mismos.
Así que cuando tu marido llegue a la casa y le cuentes cómo te fue durante
el día, no tendrás que decir: “Tuve que pegarle a Carlitos dos veces.” Sin
embargo dirás: “Carlitos y yo tuvimos dos eventos del círculo completo hoy”.
Deja que Carlitos escuche el informe que le das a Papá y deja que Papá le dé
seguimiento preguntando cómo Carlitos respondió al círculo. Él debe de saber
que ambos de ustedes están en la misma página cuando se trata de él. Si
seguimos los principios de este ejemplo en el entrenamiento y la disciplina, Dios
bendecirá nuestros esfuerzos de gran manera.
Aquí hay un breve caso. ¿Qué diríamos realmente en una situación donde
los niños están peleando por un juguete? Yo sé que esto no es algo grande, pero
con dos o más niños en la casa, podría suceder a menudo. Lo inevitable en este
tipo de conflicto es un laboratorio perfecto para practicar la crianza del círculo
completo. La manera propia de lidiar con esta situación cuando los niños se
pelean por un juguete podría ser la de decir: “Dios sabía que esto podía haber
sucedido cuando los niños juegan juntos, porque Él entiende como piensas.”
Podrías decir: “Dime, qué estás pensando sobre el juguete ahora mismo?” y:
“¿Qué estás pensando sobre tu hermano/a?” Pregúntaselo a ambos niños.
Enséñenles a enfocarse en la actitud de sus corazones hacia los demás y no en el
juguete. Ellos necesitan practicar el pensar cómo se tratan unos a otros, en lugar
de poseer un objeto. Es entonces que comenzarán a aprender cómo resolver sus
propios conflictos.
Queremos ser pacificadores y no mantenedores de paz. Los mantenedores
de paz tienen que mantener la paz debido a una tensión irreconciliable, pero los
pacificadores apelan a la actitud tierna y capaz de perdonar que tiene el corazón.
Jesús dijo en el Sermón del monte, en Mateo 5:9: “Bienaventurados los
pacificadores”, no los que mantienen la paz. Los que mantienen la paz operan
en una atmósfera de inseguridad; los pacificadores crean una atmósfera de calma
y paz verdadera. Tanto hijos como padres tienen que seguir el imperativo bíblico
de ser pacificadores si quieren vivir en unidad y armonía familiar.
LA CERCANÍA DE DIOS
A medida que vayas interactuando con tus hijos, procura que Dios sea real y
esté presente aun cuando ellos sean muy pequeños. Habla con Dios en su
presencia, y háblales de Dios, incluso antes de que puedan entender. Haz que los
momentos cotidianos (como el cambio de pañales) sean ocasiones en las que
hables con Dios en voz alta acerca del niño/a y cuanto significa él/ella para ti y
para Dios.
Al hacer esto, ellos van a aprender de ti a ser consolados por Dios y a vivir
para agradarle aun cuando no estés presente con ellos. Ayúdalos a que confíen en
Cristo cuando tú no estás ahí para atenderlos en situaciones difíciles. Los adultos
no van a estar siempre presentes para intervenir y corregir situaciones, por lo
tanto, ellos tienen que poder lidiar con la situación de manera piadosa.
Una vez, cuando mis hijos eran probablemente como de diez, siete y tres
años, tuvimos una fuerte tormenta eléctrica en medio de la noche. Fue una de
esas tormentas ruidosas con mucha lluvia. Recuerdo que me desperté por una
fuerte explosión de truenos y relámpagos. No me podía imaginar que ninguno de
mis niños pudiese estar durmiendo, aunque dormían bastante profundo. Levanté
mi cabeza por un momento a escuchar si oía cualquier señal de parte de ellos
pidiendo ayuda y como no oí nada, me quedé dormida, porque estaba agotada.
A la mañana siguiente, cuando me desperté, entré en el dormitorio de los
chicos. Allí estaban, todavía durmiendo en sus literas. Pero a medida que me
acercaba a Luke (de siete años) en la litera de arriba, descubrí algo curioso. ¡Su
Biblia estaba abierta, apoyada contra el estribo y claramente señalando hacia la
ventana! Lo desperté y le dije: “Cariño, ¿Estabas asustado por la tormenta? ¡No
te pude oír!” Me sentí como si le hubiera fallado como madre en atenderle, pero
él me respondió rápidamente: “La tormenta me despertó pero puse mi Biblia en
dirección de la tormenta y ya no tuve miedo.” Luke ya estaba aprendiendo la
lección valiosa de que Jesús está siempre con nosotros, aun cuando Mamá y
Papá no estén presentes y que Él vela por nosotros.
Los niños pequeños pueden aprender la lección maravillosa de vivir una
vida en la presencia de Dios y bajo Su cuidado. Pero cuando un niño se mantiene
en el nivel más bajo de motivación con el fin de complacerse a sí mismo, va a
salir perdiendo a la larga. Resistirá tus esfuerzos de enseñarle. Esta situación
causará grandes dificultades porque el niño no va a entender por qué debe
obedecer cuando no le plazca. A medida que vaya madurando, se irá
exasperando al tratar de vivir una vida que Dios no bendecirá.
Aunque nuestros hijos aprendan que hay que obedecer, queremos que su
motivación principal sea la de glorificar a Dios. Como niños, ellos glorifican a
Dios al ser obedientes con sus padres. Efesios 6:1-4 describe este proceso
esencial de la crianza: “Hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor, porque
esto es justo.” HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE (que es el primer
mandamiento con promesa); PARA QUE TE VAYA BIEN Y SEAS DE
LARGA VIDA SOBRE LA TIERRA. Y vosotros, padres, no provoquéis a
ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor”.
Estos versículos reiteran el quinto mandamiento. Pablo añade el punto de que es
el único mandamiento con promesa. Los primeros cuatro mandamientos tienen
que ver con la relación del hombre con Dios y los últimos seis tienen que ver con
las relaciones del hombre en este mundo. La relación entre padre e hijo (madre e
hija) es tan importante que está al mismo nivel que la relación entre Dios y otros.
El quinto mandamiento es como una navaja de dos filos para los padres porque
no tiene sólo que ver con la relación con sus hijos sino que también tiene que ver
con la relación con sus padres. Dios es el que ha decidido que esto funcione así,
en dos direcciones.
Dios quiere que modelemos nuestras vidas de acuerdo a este mandamiento,
porque es el patrón de vida que mayormente bendecirá. Es a partir de este patrón
que estableceremos otras relaciones. La palabra “honrar” en el quinto
mandamiento, demuestra una condición interna del corazón, no meramente un
comportamiento externo. Significa que mostramos respeto a nuestros padres no
sólo por lo que ellos lo digan. Y los honramos durante nuestras vidas aunque no
estemos viviendo bajo su autoridad. La promesa en este versículo es para las
personas que quieren aprender el secreto de vivir en obediencia a la autoridad,
incluyendo honrar a sus padres. El versículo dice que vivirás una vida más plena
y satisfaciente. Aunque no está garantizado que todas las personas piadosas
vivirán una vida larga, (¡significa que Dios no acortará tu vida!), serás bendecido
si sigues con tu corazón la cadena de mando de Dios. El matrimonio, al igual
que otras relaciones mejorará cuando este modelo sea seguido.
Si deshonramos o les faltamos el respeto a nuestros padres, aunque ya no
estemos bajo su autoridad, ¿cómo podemos esperar que nuestros hijos nos
respeten o nos honren? ¡Los niños tienen una capacidad misteriosa para adoptar
actitudes hacia nosotros de la forma en que tratemos a sus abuelos!
Hay cuatro razones principales por las cuales debemos honrar a nuestros padres:
1. Dios lo manda. Se encuentra en su “lista corta” de Los Diez Mandamientos.
2. Dios nos bendice cuando lo hacemos. Dios es soberano. Él sabe quiénes son
tus padres. Él quiere que honres la línea de autoridad que Él ha escogido para ti.
Aun en circunstancias difíciles, Él todavía trabaja providencialmente todas las
cosas para bien, para los que son llamados conforme a Su propósito. (Sus
propósitos en este caso, significan honrar la posición que ha dado a tus padres en
tu vida.)
3. En algún momento, te vas a arrepentir de no haberlo hecho. Desearás haberlo
hecho cuando ellos ya no estén o en algún momento futuro.
4. Tus hijos seguirán tu ejemplo. Tus hijos están aprendiendo a tratarte según lo
que tú modelas. ¿Cómo hablas de tus padres o de tus suegros? ¿Haces chistes
sobre ellos o los denigras? Espera lo mismo de tus hijos concerniente a ti.
CONFLICTOS GENUINOS
Este pasaje de las Escrituras nos dice que hagamos lo que honra a Dios,
independientemente de lo que la gente nos haga. Él lo ve todo y juzga con
justicia. Tenemos la historia de José como testimonio de esta verdad bíblica.
Echemos un vistazo a estos versículos más detenidamente a la luz de la
relación entre madre e hijo en el escenario anterior. El joven de quince años de
edad, quien responde pecaminosamente a su madre por sus acciones duras,
causan que él sufra. Pero si se le está tratando duramente y él no peca, sino que
hace las cosas correctas, Dios será honrado. Él puede confiar en Dios con esta
situación difícil y someterse a Su voluntad. Éste es otro ejemplo de vivir bajo la
protección de Dios. Yo he observado a este joven por un número de años. Él
decidió honrar a su madre y Dios está bendiciendo su vida por esto.
Nuestros hijos no pasan cada minuto del día con nosotros. Eventualmente
tenemos que enseñarles a cómo lidiar con el mundo real. Siempre me entristeció
pensar en enviar a mis hijos al kindergarten (Jardín de la infancia) porque sabía
que habría una pérdida de inocencia, por así decir. Uno de estos días, ellos
volverán a casa y alguien habrá sido cruel con ellos sólo por el gusto de hacerlo
y el niño culpable no tendrá que rendir cuentas.
Si tu niño ha aprendido a ser consolado por la presencia y la soberanía de
Dios, podrá manejar tales cosas con más facilidad. Es más probable que
nosotras, como mamás agonicemos debido a estas situaciones difíciles, pero
debemos aprender a confiar en Dios.
¿Y qué hay de los adolescentes que reciben detenciones? En nuestra
familia, nos referimos a las Escrituras en 1 Pedro 2 como “los versículos de
detención.” Yo aprecio al Dr. Joe White, autor de Entrenando en la fe donde
dice: “Si tu hijo adolescente se encuentra en un accidente y tiene que llamarte,
hay dos cosas que siempre te van a decir: (1) que en realidad no es algo tan malo
y (2) que no fue realmente su culpa”.
Tengo que reírme cuando escucho esto porque éstas son posiblemente las
respuestas exactas que escucharás si tu hijo alguna vez recibe una detención. Si
no sucede así, entones estás haciendo un gran trabajo. Mis tres hijos han recibido
detenciones. Nosotros respetamos la autoridad del maestro y le decimos al niño
que debe cumplir con la detención con una buena actitud. Les decimos que
recuerden Filipenses 2:14-16: “Haced todo sin murmuraciones y contiendas,
para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio
de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis
como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida, para que en el
día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano
he trabajado”.
Cuando recibamos “una detención” o algún tipo de trato en la vida que
pensemos que es demasiado severo, Dios dice que si fuese una consecuencia por
un pecado, entonces merecemos esa dificultad como justa recompensa por
nuestro comportamiento. Por lo tanto, no tenemos razón para dar excusas o
quejarnos. Esta lección se hace perfectamente clara cuando por primera vez
recibimos una multa por violación de las leyes de tráfico mientras que tu hijo
mira todo lo que sucede desde el asiento de atrás.
Si somos inocentes y somos tratados con dureza, pero mantenemos una
actitud pura y hacemos lo que es correcto, aún no tenemos el derecho a
quejarnos. ¿Por qué? Porque tan pronto como nos quejemos, ya no estamos
honrando a Dios en la situación. Pero si podemos mantener una actitud de: voy a
hacer lo que la autoridad me pida que haga (presuponiendo que no contradiga la
Palabra de Dios), entonces Dios toma nota especial de eso. Es algo que resulta
recomendable para Él.
Una excepción especial se aplica aquí a la persecución, cuando las
autoridades nos piden que vayamos en contra de nuestras convicciones bíblicas o
la Palabra de Dios. Dios es la autoridad mayor y obedecemos a Dios sobre los
hombres (como lo hizo Pedro en Hechos 5:29 cuando las autoridades le
exigieron que dejara de predicar el evangelio).
Jesús mostró el debido respeto a las autoridades y éste es el ejemplo que Él
quiere que sigamos. Nuestros hijos tienen que saber esto. Se trata mucho más
acerca de cómo respondamos que de lo que pasó. Cuando tus hijos están pasando
por una dificultad porque están siendo tratados injustamente, muéstrales el
pasaje en 1 Pedro 2 y diles que se les ha dado este reto como prueba de su fe.
Ésta es la razón por la cual permitimos que pasen por estos incidentes penosos,
para que puedan responder con una actitud piadosa y para que crezca su fe.
Este libro trata esencialmente de sostener el corazón de nuestros niños a
través de los altibajos de la vida hasta que ellos puedan llegar a un nivel de
madurez que puedan valerse por sí mismos. Se trata de preservar sus corazones
contra la corrupción, fortalecer sus corazones y no dejar que se enfríen, se
endurezcan, ni se distancien. Enseñarles a manejar los conflictos con un corazón
humilde es una de las tareas principales que los padres deben enfrentar.
EL PROCESO DE CRECIMIENTO
COMPORTAMIENTOS EXASPERANTES
Hemos cubierto casi todos los aspectos del versículo de las Escrituras de
este capítulo para memorizar, Efesios 6:1-4, pero ahora llegamos a la parte clave
—lo que significa “provocar a un niño a la ira”. De todas las cosas que el Señor
podría haber dicho aquí, parece curioso pensar que Él añadiese: “No provoquéis
a ira a vuestros hijos”. Hay muchas cosas que la Biblia enseña, así que ¿cómo
encaja en este escenario el provocar a nuestros hijos a la ira? Básicamente, los
niños que no crecen en la disciplina e instrucción del Señor tienen una alta
probabilidad de convertirse en adolescentes enojados o frustrados. Y los
adolescentes enojados y frustrados tienen dificultad de honrar a sus padres.
La razón número uno por la cual los adolescentes reciben orientación es por
problemas de ira. Los consejeros informan que todos los padres de estos niños
dicen la misma cosa: “Ellos están tan airados!”
Estos son los niños que pierden el ánimo y renuncian a la vida. Ellos creen
que nunca podrán satisfacer a sus padres y eso hace que todo en la vida les
parezca que no tiene esperanza. A la larga, después de muchos agravios, actúan
como si no les importara lo que piensan sus padres. Si alguna vez has escuchado
de un caso como éste, te encontrarás en la presencia de un niño exasperado.
Un pasaje de referencia recíproca con Efesios 6:1-4 es Colosenses 3:20-21:
“Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor.
Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten”. En el
momento en que Pablo escribió estas palabras a los efesios y a los colosenses, a
los padres se les permitía matar a sus propios hijos. Pablo estaba virando su
cultura al revés al decir que no sólo hay que amar a nuestros hijos y no hacerles
daño, sino también evitar agobiar su espíritu.
Así que, ¿qué significa exasperar? Viene de la palabra griega, erethizo, que
significa: incitar o inflamar la ira de, enfurecer, causar irritación o molestia al
punto de una acción imprudente (infligir daño indebido).
Advertencia: Esto no quiere decir que si tu hijo se enoja o se molesta
contigo es porque lo has provocado o exasperado. Quizás esté enojado porque
simplemente no se está saliendo con la suya. Quizás está batallando contra los
caminos de Dios en su vida. Ésta no es una provocación de tu parte, sino un
desafío de su parte.
Hay momentos para los padres demonstrar firmeza e incluso ira justa. Pero
se supone que seamos tolerantes y lentos para la ira. No debemos perder la
paciencia sobre cuestiones de poca importancia, convirtiéndolas en problemas
más grandes de modo que cuando tengamos que lidiar con situaciones
importantes, ellos puedan diferenciar. (Le dedicaremos luego más tiempo a esto
para que puedas fácilmente distinguir la diferencia.) Recuerda que Dios espera
que estés en control de tus hijos. Nuestra cultura actual es mucho más permisiva
que la del tiempo cuando Pablo escribió estas palabras a los colosenses y sin
embargo, tenemos una sociedad llena de niños airados. Claramente, la auto-
indulgencia y la falta de estructura no son las respuestas.
Así que, ¿cuáles son algunas de las cosas que provocan la ira o la
exasperación en nuestros niños? Vamos a estudiar la lista de dieciséis patrones
de conducta que exasperan a nuestros niños, reflexionando a ver si alguno de
estos patrones se encuentra en tu vida (si no estás seguro/a consulta con tu
esposo/a). Para cada una de estas características también vamos a determinar qué
vamos a adquirir o adoptar en su lugar.
Esta lista de comportamientos exasperantes incluye cosas que impulsan a
los niños a la ira, la desesperación, o al resentimiento. Estos son los
comportamientos que no tienen ni gracia, ni amor. ¡La tendencia será a repetir lo
que no reemplacemos!
El principio general de esto, para todo nuestro comportamiento es:
VESTIRNOS DE GRACIA. Todos tratamos de experimentar más y más la
gracia de Cristo en nuestras vidas. A su vez, podemos llegar a ser los canales
principales de gracia en la vida de nuestros hijos. Dios puede y va a proporcionar
la gracia de otras maneras, pero Él nos ha designado a nosotros como padres a
que seamos los canales primarios.
EVALÚATE
Califícate del 1-10 en cada una de las siguientes dieciséis áreas. Anota tu
puntuación en una hoja aparte, o en los espacios provistos y en la página al final
de este capítulo. No habrá una puntuación “total”, sino una puntuación
compuesta para cada una de las dieciséis categorías. Sin embargo, los esposos y
esposas terminan con diferentes puntuaciones en cada área. Esto de por sí
mostrará cómo es su modo de crianza. Marca tu respuesta después de leer cada
comportamiento.
1. EXPECTATIVAS NO REALISTAS
Esto se refiere a cuando demandamos cosas a un niño que no está apto para
realizarlas—o quizás que nunca podrá lograr—o simplemente que estamos
haciendo demasiadas demandas. “Cuando yo era niño, hablaba como niño,
pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo
que era de niño” (1 Corintios 13:11).
Discute regularmente con tu cónyuge cómo van los niños. ¿Tienen las
mismas metas para su hijo? Si tu hijo está teniendo dificultad, ¿ves el problema
igual que tu esposo lo ve? (¿o cómo lo ve tu hijo)? ¿Están ambos de acuerdo con
la cantidad de tiempo que su hijo emplea fuera del hogar haciendo otras cosas?
¿Están de acuerdo con las actividades que realiza su hijo, tareas del hogar, etc.?
¿Están bien balanceados los aspectos de la vida espiritual, física y académica de
su hijo? Las actividades en las que están involucrados, ¿les ayudan a edificar su
carácter? ¿Son sus expectativas apropiadas para la edad de su niño? ¿Están
viviendo de acuerdo a sus convicciones y normas? ¿En qué convicción está
basada cada una de sus expectativas? Esto es importante entenderlo. Si no, pues
no tendrán un plan fundamental para criar a sus hijos “instruyéndolo en su
camino”.
Por ejemplo, si tienes una meta para tu familia que estimas valiosa, debe
estar formada por tus convicciones y normas. ¿Están las metas alineadas con la
Palabra de Dios? ¿Está tu cónyuge de acuerdo con ellas? ¿Están tus niños de
acuerdo con ellas? Si lo están, el próximo paso es que ellos comiencen a
coincidirlas con tus expectativas realistas. Aunque tus hijos no lleguen a la meta
final inicialmente, éstas metas han sido diseñadas para que ellos den pasos
pequeños hacia lo que tú “esperas” que alcancen.
ADVERTENCIA: Una vez que tú y tu esposo estén de acuerdo con las
normas y convicciones para la familia, no vacilen. Dejen que el niño se
acostumbre a ellas sin demandar una obediencia completa e inmediata. Alcen
siempre la norma en alto para que ellos sepan en lo que están trabajando—su
meta primordial para ellos. Por ejemplo, si la norma de su familia es que sus
hijos lean su Biblia todos los días como una disciplina regular, mantengan la
norma, el objetivo, en su lugar. Miren como se acostumbran a la disciplina, poco
a poco, sin tener la expectativa de que “simplemente deben poder hacerlo”.
Los niños internalizan nuestras expectativas a una edad muy temprana.
Ellos desean complacer a sus padres. ¿Estamos haciéndoselo imposible?
¿Estamos perdiendo la oportunidad de alcanzar sus corazones?
ADVERTENCIA: Los niños pueden desafiar nuestras normas o
expectativas, pero eso no significa necesariamente que éstas sean poco realistas.
Ellos simplemente no quieren ser disciplinados. Es por eso que tú y tu esposo
deben regularmente volver a evaluar sus procedimientos de entrenamiento y
hacer ajustes o animarse el uno al otro para poder mantenerse firmes porque eso
es lo que se necesita. Regularmente ustedes se estarán preguntando: “¿Es Billy
realmente capaz de sacar la basura todas las semanas?”, pero sigan con el
acuerdo. Recuerden que esto es el trabajo de ambos. Su trabajo consiste en
entender lo que su niño necesita para madurar.
¿No están cumpliendo tus niños con las expectativas simplemente por falta
de madurez? Desde luego que nuestros hijos van a hacer algunas cosas bastante
inmaduras y aun sabiendo que no deberían hacerlo. ¿Alguna vez hemos nosotros
hecho algo y luego pensado: Cómo pude haber hecho eso?
Cuando nuestros hijos eran pequeños, teníamos un juego de tazas infantiles.
Cada taza tenía un animal diferente. Una taza era un cocodrilo con la cola de
cocodrilo curvándose para formar el mango; otro era un elefante con la trompa
formando el mango y así sucesivamente. Un verano, cuando un primito estaba de
visita por una semana, él rompió accidentalmente la taza del mono y yo no lo
sabía. Él estaba tan perturbado por esto—y pobrecito—su “corazón roto” lo
motivó a decírmelo. Su reacción a lo que pasó merecía gracia pues el estado de
su corazón mostraba el punto final del circulo completo (un corazón humilde y
arrepentido). Yo le dije que era sólo una cosa material y que él era mucho más
importante que esa cosa. Enseña a tus niños a ser rápidos en pedir perdón y
luego a perdonar fácilmente.
Si él hubiera escondido la taza, yo le hubiera dicho también que se trataba
de una cosa material, pero hubiese añadido el tema del engaño (aunque se trató
de un accidente). En este caso, se hubiera tratado de la condición de su corazón:
escondiendo el pecado. Si hubiese sido así, yo le hubiera pedido cuentas y él
hubiera tenido que pedirme perdón por la taza rota.
En casos como estos, cuando los niños vienen a nosotros con un corazón
arrepentido, podemos cometer el error de responder con juicio, ira, enojo o falta
de perdón. Esto hará que sus corazones se endurezcan, porque nuestra respuesta
fue injusta. La forma de responder a malentendidos o accidentes es la gracia, no
la ira o la desaprobación. No se les dice: “¿Cómo pudiste hacer eso?”: “¿Cómo
pudiste estar tan ciego?”, o "¿No sabias cuán importante era ese jarrón para mí?”
Sé sincero/a. Trata a un niño de la manera que deseas que te traten en una
situación semejante. Asegúrate de que sepan que no estás molesto/a con ellos.
Puede que tengan que rendir cuentas si se trata de un asunto del corazón (por
ejemplo, si estuvieran jugando en la sala con una pelota de baloncesto cuando
sabían que no debían, que es un problema de desobediencia y no necesariamente
de inmadurez).
8. FALTA DE AFECTO
Los niños a veces van a retar los límites—no necesariamente para salirse
con la suya, sino para saber si los límites son reales y confiables. Una cerca
protectora no tiene mucho significado si se cae tan pronto la toquemos.
Proverbios 19:19-20 hace referencia al valor de los límites: “El hombre de
gran ira llevará el castigo, porque si tú lo rescatas, tendrás que hacerlo de
nuevo. Escucha el consejo y acepta la corrección, para que seas sabio el
resto de tus días” (NBLH). Le tenemos que proveer límites a nuestros niños
hasta que ellos puedan crear los suyos. “Como ciudad derribada y sin muro es
el hombre cuyo espíritu no tiene rienda” (Proverbios 15:28).
Ponte de acuerdo con tu cónyuge sobre los límites establecidos para tus
hijos y sé firme. Cuando hayan estado de acuerdo, preséntalos a tus hijos,
recordando de no abrumarlos con una lista muy larga. Se conciso/a.
He aprendido a apreciar mucho la capacidad perceptiva de David de ver una
situación y de canalizar toda la información al respecto en una lista de dos a
cinco puntos.
Recuerdo de un caso en particular, cuando iba conduciendo a casa con Lee,
viniendo de un tortuoso juego de campeonato de baloncesto donde su equipo
había perdido por dos puntos. Cualquier cosa que yo trataba de decir
simplemente empeoraba las cosas. Lee realmente no valoraba mi perspectiva
maternal ni mi análisis del juego como principiante. Después de tratar lo mejor
que pude, me resigné a hacer un viaje tranquilo y cómodo. Cuando llegamos a la
casa, noté que el carro de David estaba en el garaje y entré corriendo mientras
Lee arrastraba los pies detrás de mí.
Le di a David un resumen en diez segundos antes de que Lee entrara. Lee
entró muy triste y se hundió en una silla. David le dijo: “Lee, dos cosas:
¿Perdiste el juego o te vencieron?” Luego empezó a explicarle a Lee que si él
había dado su máximo, mantenido una buena actitud, escuchado a su entrenador,
ejecutado bien el juego, y había dado de su todo, entonces no tenía de nada que
avergonzarse, sino que simplemente le habían vencido. El otro equipo jugó bien
y ese día salieron vencedores. Pero si tú no hiciste las cosas que mencioné y
sucumbes a una mala actitud o si has discutido con los oficiales y simplemente
no jugaste de lo mejor, entonces perdiste el juego y el otro equipo merecía ganar.
Lee respondió: “Hice mi mejor esfuerzo”. Y David dijo: “Entonces no hay razón
para tener tu cabeza baja.” Los papás saben estas cosas y puede dar las mejores
palabras de ánimo cuando la mamá no encuentra qué decir.
El punto aquí es ser conciso con tus hijos. Ellos tienden a recordar listas
más cortas mejor que las listas largas. Nuestro Plan de familia, del capítulo 2, en
realidad fue una lista corta creada por David.
Las listas cortas son especialmente importantes si tus hijos no están
acostumbrados a tener límites y no se les han introducido gradualmente a través
de los años. Entrénalos para que piensen sabiamente y también en las
consecuencias de sus acciones antes de que comiencen una actividad. Yo
siempre les dije a mis niños que se preguntaran tres cosas antes de lanzarse a
hacer algo. ¿Esta actividad:
Así que cuando ellos piensen que puede ser divertido atar una patineta a la
parte trasera del jeep de un amigo, espero que cambien de parecer cuando esta
lista concisa venga a su mente. Porque ellos pueden filtrar muchas ideas
impulsivas a través de la permisibilidad: Claro, mi madre probablemente me deje
hacerlo, pero pasará la prueba de ¿Lo aprobaría Mamá?, lo cual es más difícil.
A medida que vaya pasando el tiempo y vayan madurando, la meta se convertiría
en, ¿Lo aprobaría Dios? En ese momento, si todavía pueden racionalizar en su
mente que Mamá pudiera aprobarlo; el último recurso de seguridad sería: ¿y
podría alguien lastimarse? Y esta pregunta generalmente los trae a la realidad—
¡y básicamente les quita toda la “diversión” de la vida!
Déjame darte un ejemplo, a Lee le encantaba jugar al baloncesto y
practicaba por muchas horas todos los días. Vivíamos en frente de su escuela
secundaria y la cancha estaba regularmente disponible para practicar. Debido a
que el entrenador y su familia vivían en el campus, estas horas se extendían a
menudo hasta la medianoche en los meses de verano o los fines de semana. Yo
estaba consciente de ello y lo había aprobado. Pensé que la actividad era
relativamente segura y que Lee tendría la sabiduría de como jugar. Pero aun así
yo requería que Lee pidiera permiso. Esto significaba que a pesar de que yo
dijera que sí, yo quería que me pidiera permiso cada vez para yo saber de su
paradero. Si Lee sabía que yo “aprobaba” y que “nadie podía lastimarse” dentro
de los límites normales de la actividad, pero que yo no le había “dado el
permiso”, entonces la actividad no podía ser realizada porque faltaba un
requisito: “el permiso”.
Esta simple pregunta da claridad y ayuda a los niños a pensar las cosas por
sí mismos, evitando un combate de esgrima verbal con sus padres.
Tenemos que ser sanos en nuestro pensamiento y doctrina. Además,
debemos de ser claros con nuestros hijos acerca de los límites que pongamos y
convicciones respecto a las actividades o su comportamiento en la vida.
Mantener una falsa imagen de perfección frente a nuestros hijos no sólo los
frustrará sino que también los enojará, cuando vean que no somos genuinos.
Hebreos 12:15 nos advierte: “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar
la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por
ella muchos sean contaminados”.
Admite cuando estés equivocado/a y pide perdón. Como se dijo
anteriormente, los niños saben si han sido tratados injustamente. Si admitimos
nuestros fracasos a ellos, no nos verán como débiles o indignos de su respeto.
Recuerda, ellos se dan cuenta. Nos perdonarán y nos extenderán misericordia.
¿Y acaso no es eso lo que queremos cultivar en ellos? Si no podemos admitir
cuando nos equivocamos, aprenderán el mismo comportamiento y tendrán
problemas en sus relaciones futuras. Recordemos la encuesta mencionada
anteriormente que preguntó a unos cientos de madres que enumerasen las cosas
que hicieron sus padres que están decididas a no hacer. No admitir culpa fue una
de las primeras en la lista. Los niños definitivamente, a la larga, acumulan
resentimiento cuando esto ocurre.
La terquedad es orgullo. Debemos ser capaces de humillarnos ante nuestros
niños si queremos que ellos nos perdonen. Un ejemplo podría ser si nos pasamos
de la raya con una instrucción y empezamos a gritarles. Si mantenemos “cuentas
cortas” con ellos, vamos a mantenerlos cerca, porque no estamos permitiendo
que la falta de perdón se acumule. Hay un dicho que dice: “No hay relación
perdurable sin perdón”. Tenemos que estar listos para pedir perdón y ser rápidos
en perdonar para evitar que el orgullo se cuele en nuestras relaciones.
Los niños se exasperan con rapidez cuando los padres dicen cosas parecidas
a éstas: “Haz lo que yo digo y no lo que yo hago”. Jesús dijo: “¡Ay de vosotros,
escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros
blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por
dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así también
vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por
dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad” (Mateo 23:27-28).
Vive tus convicciones bíblicas y personales delante de sus hijos. Ayúdalos a
entender cómo se desarrollaron tus convicciones y cuáles son tus propósitos.
Modela características piadosas frente a tus hijos.
3. Dice que cuando digas “sí”, quieras decirlo y que lo cumplas. Y cuando digas
“no” que quieras decirlo y que lo cumplas. Cumple lo que dices para que tus
hijos aprendan que sí realmente significa sí, y que no significa en realidad no. En
esencia, esto significa ACTUAR CON LO BÁSICO (sé cuidadoso/a y sé veraz
con sus palabras).
Esposos y esposas, según van hablando sobre todas estas cosas, estarán
adquiriendo semejanza a Cristo. Cada uno de estos “reemplazos” es en realidad
una parte del carácter de Cristo. Cuando desarrollamos estas actitudes de
reemplazo, tenemos la mente y el corazón de Cristo, lo que causara que el
corazón del niño se quede con nosotros.
TIEMPO DE PAREJAS
(Tiempo sugerido—45 minutos)
Lee los siguientes pasajes para que te asegures de que Dios está interesado
e involucrado en ayudarte a ser un/a padre/madre más eficaz. Él tiene tu
mejor interés en Su Corazón y desde luego quiere que des lo más que
puedas.
TIEMPO DE DISCUSIÓN
PARA GRUPOS PEQUEÑOS
(Tiempo sugerido—45 minutos)
TIEMPO DE ORACIÓN
Oren por sabiduría para aplicar los principios bíblicos y tener fortaleza para
vestirse de hábitos piadosos.
Oren por sanidad en las ocasiones que sus niños han sido “provocados a la
ira” por nuestras acciones.
Oren por sus padres, dando gracias a Dios por ellos en su vida. Oremos para
que los corazones perdonen y haya reconciliación en los casos en que las
relaciones hayan sido tensas.
APÉNDICE: CAPÍTULO 8
SINÓPSIS DEL CÍRCULO COMPLETO DE DISCIPLINA
El Círculo completo de la disciplina incorpora “la vara” y la “reprimenda”
siempre y cuando sean adecuados (cuando se trate de desobediencia o desafío).
Usa el sentido común y desarrolla un flujo natural a través de estos pasos al
disciplinar a tu hijo. Administra la disciplina apropiada en el punto que mejor se
adapte a tu proceso, por lo general, al principio. El círculo completo consiste de
consecuencias personales, pero también funciona para arreglar las cosas con los
demás, a quienes se les haya hecho mal. Los niños aprenden lecciones valiosas
de arrepentimiento, confesión, restitución, humildad, así como la forma en que
pueden obedecer en el futuro y evitar ser disciplinados. Siempre deben concluir
con una oración y un abrazo. Y asegúrate de utilizar el “Rubí”(restauración
completa y profunda conexión entre padres y el niño).
El Círculo completo:
Hay tanto que absorber en cuanto a la crianza de los niños, tantas cosas en qué
reflexionar y decisiones que tomar. Sin embargo, las preguntas que más recibo
de los padres revelan una preocupación primaria con respecto al área de la
disciplina. Por esta razón, estoy dedicando tiempo adicional a este tema con la
esperanza de ayudarlos.
¿Es necesario dar nalgadas a los niños? Ésta es una pregunta que los padres
jóvenes a menudo se hacen. Permítanme animarlos a buscar sinceramente el
Espíritu Santo mientras leen este capítulo. En última instancia, se trata de un
asunto que ustedes como pareja van a decidir para su propia familia, pero mi
oración es que estén dispuestos a escuchar lo que la Palabra de Dios tiene que
decir acerca de este tema tan importante—antes de que actúen. Recuerden
nuestro versículo para memorizar las Escrituras en el Salmo 85:8 que dice:
“Escucharé lo que hablará Jehová Dios…”
Hacemos lo que hacemos porque tenemos “una convicción” o porque
estamos convencidos de que estamos manteniendo un código de normas.
¿Estamos basando ese código de normas en los valores absolutos y concretos de
la Palabra de Dios o nos estamos volcando continuamente al relativismo? En
otras palabras, ¿estamos dispuestos a vivir en obediencia a la Palabra de Dios
aunque no sea algo popular?
Esta línea puede ser tan corta como la mitad del uno por ciento de tu vida
con tus niños (cuando uno mira hacia atrás en perspectiva), pero sin el círculo,
no hay un límite exterior o cobertura para sus vidas. “La línea” es fundamental
para el bienestar de tu hijo en todos los sentidos. Este borde del círculo
representa “la línea” que no deben cruzar; se trata de una barrera de seguridad
entre ellos y toda clase de maldad y destrucción. Pero este límite se sitúa en el
borde de un precipicio.
Proverbios 25:28 declara: “Como ciudad derribada y sin muros es el
hombre cuyo espíritu no tiene rienda”. Nuestros niños necesitan protección y
este círculo representa esa muralla que protege, porque los disuade del peligro.
Proverbios 14:27 dice: “El temor de Jehová es manantial de vida para
apartarse de los lazos de la muerte”.
Sin “círculo”, los niños son “libres” para hacer descubrimientos sin límites.
Ellos pueden descubrir que la lámpara está conectada a esa cosa que es muy
divertida. Como sus padres, velamos de cerca y rápidamente intervenimos
diciéndoles: “No-no, no lo toques”. Aquellos padres que no quieren decir no a su
hijo, sino que le presentan pensamientos felices y divertidos, podrían
rápidamente colocar un juguete favorito frente al niño para “distraerlos”. Esta
estrategia no funciona. No establece límites para el comportamiento del niño y la
voluntad del niño estaría en control de su elección.
Todo en la vida funciona de esta manera: hay beneficios cuando se toman
decisiones correctas y hay consecuencias cuando se toman decisiones
incorrectas, desobedientes o ilegales. Si tu niño se mete debajo de la mesa donde
está el café y luego trata de ponerse de pie (y esto es algo que hacen todos los
niños), pronto aprenderá que la mesa misma establece un límite para su
comportamiento. Ellos aprenderán que si tratan de volver a hacer lo mismo,
tendrán los mismos resultados.
Más allá de los límites de los padres están los confines de las escuelas y
otras organizaciones, así como las autoridades de gobierno (policía / leyes). La
vida es un proceso de aprendizaje de estos límites, sometiéndonos a ellos, con el
fin de evitar los peligros de los cuales ellos nos protegen.
Echemos un vistazo al mismo círculo. El círculo representa el límite
exterior de una acción que un padre permite. Es la barrera que protege a un niño
del camino de la destrucción. Es la disciplina incorporada en el entrenamiento de
padres a hijos—el entrenamiento que enseña que debes obedecer a tus padres. Es
la formación que dice: “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría”
(Proverbios 9:10), y el “temor a Mamá y a Papá” es el comienzo de temer al
Señor.
Este círculo no representa meramente una intervención o una distracción
para que el niño no se “caiga por el precipicio”, sino que el círculo completo los
entrena a que entiendan las medidas correctivas tomadas por sus padres. “La
vara y la corrección” (a una edad apropiada) dan sabiduría: “pero un niño que
se sale con la suya trae vergüenza a su madre” (ver Proverbios 29:15). El
círculo es, pues, esencialmente “la línea” que los niños aprenden a no cruzar y si
lo hacen, Mamá y Papá van a responder como resultado.
Por desgracia, nuestra cultura anima a los jóvenes a “pensar fuera de la
caja” o “a colorear fuera de las líneas”. Aunque estas estrategias están
simplemente diseñadas como mercadeo para desafiar la creatividad de las
personas, están perpetuando una mentalidad de voy a hacer lo que quiero.
Jesús a menudo “trazó líneas en la arena” con respecto a las acciones de las
personas. Nuestro Padre celestial traza líneas para nosotros las cuales dicen: “Tú
puedes ir hasta aquí y no más lejos”. ¡La Biblia nos dice que Él dice lo mismo a
los océanos! Y si no hacemos caso a Su advertencia, Él interviene y disciplina a
los suyos.
Recuerdo haber hablado con una adolescente que vivía una vida
completamente descuidada fuera del círculo. Dijo que no le importaba lo que los
adultos le dijeran que hiciera. Su opinión era que los adultos con toda de su
“experiencia y sabiduría” no la afectaban. Quería descubrir la vida por sí misma,
no importando cuáles fueran las consecuencias. Ningún tipo de engatusamiento
o súplica podía traerla de vuelta al círculo, porque éstas no son herramientas
efectivas para la construcción del autocontrol en el corazón de un niño. Éstas
fueron “herramientas’ empleadas en su niñez y ahora ella se burlaba y se
deshacía de ellas. Este rechazo por los límites irónicamente la ha obligado a una
vida aparentemente “sin salida”. A menos que se arrepienta genuinamente.
Los que viven en rebelión con el puño cerrado contra Dios encuentran que
Él permite las consecuencias para llevarlos hasta el final de sí mismos. Es
cuando escuchamos a una persona admitir que “llegó al fondo” y encontró a
Dios esperándolos con los brazos abiertos. Lo que están diciendo es en esencia:
“Cuando por fin me humillé y admití que necesitaba al Señor y que necesitaba
límites en mi vida, tuve la oportunidad de arrepentirme de mis pecados y de
encontrar el camino de regreso al interior del círculo”.
Romanos 16:19 dice: “Porque vuestra obediencia ha venido a ser
notoria a todos, así que me gozo de vosotros; pero quiero que seáis sabios
para el bien, e ingenuos para el mal”. Vivir dentro del círculo es una vida que
amarás, una vida sin remordimientos y una vida que satisface- a pesar de lo que
el mundo trate de decirnos.
Cruzar la línea es un desafío contra la autoridad ordenada por Dios y
básicamente contra Dios mismo. Puede ser un desafío contra Sus leyes
espirituales y mandamientos, tales como la mentira, el robo o el adulterio. Puede
ser pura resistencia o no querer obedecer. Puede ser desobediencia a los padres o
a Dios cuando los padres no están involucrados.
MENTE / Intelecto
VOLUNTAD / Volición
EMOCIONES / Afecto
Incluso, una vida centrada en dos de estas áreas no produce el fruto que
Dios desea. Observa cómo estas combinaciones particulares afectan nuestras
vidas:
Entonces, ¿qué tiene esto que ver con la disciplina de nuestros niños?
Mucho. Examinemos de nuevo cada área de nuestra imagen bíblica del corazón
—la mente, la voluntad y las emociones. En nuestro rol de padres, estamos
encargados de la crianza de nuestros hijos en estas tres áreas para que ellos
crezcan comprometidos con Cristo. Cada vez que sus hijos tengan un problema o
asunto, van a caer en una o más de estas tres categorías. Si nos entrenamos a
mirar cada situación de esta manera, podremos aplicar el método adecuado de
crianza correspondiente a la categoría específica. Si apelamos a sus sentimientos
cuando están confundidos en su forma de pensar, no vamos a avanzar mucho.
¡Ellos pueden estar sintiéndose muy bien mientras que se consumen en
pensamientos egoístas!
La primera área, la mente, se ocupa de lo que saben o no saben. Hemos
hablado de esto antes, cuando hablábamos de la busca de señales de cuando
están listos para aprender. A veces los niños se portan mal porque no entienden
la manera correcta. Así que si éste es el problema, entonces nos ocupamos de su
mente y de enseñarles lo que necesitan entender.
El entrenamiento de nuestros niños en el área de la mente significa que
estamos reemplazando la ignorancia o la falta de conocimiento por la enseñanza
verdadera.
La siguiente área, la voluntad, se ocupa de su opción a obedecer o a
rebelarse. Esto significa que ellos saben lo que deben hacer y lo están haciendo,
o que saben lo que deben hacer, pero no lo harán.
ENFOCÁNDONOS EN LA DISCIPLINA
EL RETO DE PRACTICAR
LA DISCIPLINA SABIA
Cuando un niño haya pasado por una serie de eventos del círculo completo
en un día o aun si tuviera un gran día sin haber pasado por el círculo, el logro
debe ser reconocido. Recuerdo cuando archivaba los acontecimientos del día con
mis hijos y todavía lo hago hoy con mis nietos. Nosotros lo llamamos “la
historia del día”. Cuando los niños se están calmando y preparándose para ir a la
cama, les encanta escuchar cuentos o simplemente estar cerca de nosotros.
Hablando sobre los acontecimientos del día y poniéndolos en forma de historia,
les ayuda a procesar todo lo que han aprendido y refuerza la crianza que les estás
dando.
A veces podrás decir: “Hoy fue un buen día. Hoy obedeciste a Mami muy
bien”. O quizás puedes decir: “Hoy ha sido un día duro, ¿no? hoy no obedeciste
a Mami muy bien”. La idea de “La historia del día” es de repasar lo que se hizo
ese día concentrándose y contemplando las opciones y las consecuencias. Se
entra en gran detalle porque a los niños les encantan los detalles. La historia
puede ser así: “Fuimos a la tienda hoy. Y cuando Nana Bets te dijo que te
pusieras los zapatos, ¿qué pasó? ¡Correcto! Todo el mundo se puso los zapatos
inmediatamente”. Puedes estar seguro/a de que si te equivocas en algún detalle,
ellos te van a corregir. Y si ellos se recuerdan de alguna “mala elección” ese día,
se solidificará en sus corazones para corregirlo la próxima vez que tengan la
oportunidad.
La atmósfera social de hoy día ha hecho que algunas personas crean que es
cruel o brutal el dar nalgadas a sus niños. Se nos hace creer que cualquier cosa
dolorosa debe ser mala o incorrecta. Sin embargo, si reflexionamos por un
momento, nos damos cuenta de la cobardía y el error de esta manera de pensar.
Y de muchas maneras, la vida opera a este nivel. El dolor es parte de la vida
debido a una creación dañada. El aguijón de las nalgadas disminuye el deseo de
tomar decisiones erróneas o peligrosas, que traerán verdadero dolor y
consecuencias duraderas. No es que se “inflija dolor” a propósito, sino que
aprendemos que alguna medida de dolor (aún el dolor pasajero de una nalgada)
resulta en crecimiento. Y es a menudo que las pruebas más difíciles son las que
nos hacen depender más de Dios.
Si todo el dolor intencional fuera erróneo, significaría que estamos
“abusando” a nuestros hijos cuando los llevamos al dentista o a que les pongan
una vacuna. ¡Ni deberíamos permitir que jugasen, porque se podrían caer y
pelarse las rodillas y seria nuestra culpa como padres irresponsables! Tengo una
amiga que era misionera en un país de África occidental. Ella me dijo que la
gente de allí creía que era abusivo eructar a un bebé. ¿Será esto lo que van a
atacar próximamente los “bien intencionados?”
Cuando se descubrió que nuestro hijo Lee tenía linfoma de Hodgkin, nos
propusimos buscarle el mejor tratamiento disponible. Dado que los médicos nos
habían informado de que había demasiados tumores que eliminar
quirúrgicamente y que ya ese enfoque no se consideraba como eficaz, nos
fuimos preparando para un régimen de quimioterapia intensa y radiación. Me
acuerdo de los médicos que decían que el cáncer era agresivo, en un estado
avanzado, y que tenía que haber estado creciendo en ese cuerpo aparentemente
robusto y saludable por muchos meses.
Pasó un mes desde el día del descubrimiento hasta ese primer tratamiento
de quimioterapia. Yo pensaba: ¡Vamos a hacer algo! El cáncer se multiplica
mientras esperamos! Después de tratar de haber encontrado el mejor
tratamiento, de repente, había que esperar. Pero la noche antes del tratamiento
inicial de Lee, yo estaba gravemente afligida. Yo no quería seguir adelante. ¿Era
éste el único camino para salvar su vida? ¿Cómo podría yo, su madre, llevarlo a
un lugar que le iban a envenenar todas las células de su cuerpo? ¿Por qué?
Para salvarlo de una muerte segura. Yo podía permitir esto sólo porque confiaba
en lo mejor para Lee. (Mientras escribo esto, les informo que Lee ha llegado al
“Quinto año del programa Post-tratamiento” y estamos alabando a Dios por
haberle restaurado su salud).
Las personas que se esfuerzan por proteger a sus hijos de todos los posibles
“dolores” se abrumarán cuando sus hijos enfrenten las realidades de la vida.
Cuando todo-es-siempre-maravilloso y la burbuja se rompe, no sólo van a tener
grandes dificultades guiando a su hijo a través del problema, sino que ellos no
serán capaces de procesarlo. No estamos aprobando el trato duro de los niños,
simplemente aprobamos la disciplina que forma el carácter, establece autoridad,
cultiva un espíritu humilde, y enseña el valor de vivir una vida de autocontrol.
Ésta es la disciplina basada en las realidades de la vida y fe en la Palabra de
Dios.
El punto de vista dominante de nuestra sociedad en estos días requiere que
hagamos razonar al niño sobre el “respeto mutuo” con el fin de no dañar su
autoestima. La suposición subyacente es que nadie, ni siquiera nuestros hijos,
deberían tener que soportar la carga de que les digan que hicieron algo mal.
Esta perspectiva de la sociedad dice que los niños no necesitan corrección,
sino más bien instrucción, ya que son vistos como inocentes o neutrales. Esto
tiene que ver con el diagrama del “corazón” (mente / voluntad / emoción) en el
principio de este capítulo.
Ya hemos estudiado la naturaleza de un niño y la perspectiva del “yo” de
acuerdo a la perspectiva de Dios. Nosotros no “instruimos” ni razonamos” con la
naturaleza pecadora; Dios nos llama a “disciplinar” el mal comportamiento
intencionado. Sin embargo, la siguiente filosofía prevalece hoy día: Ellos
necesitan enseñanza más que disciplina, y conocimiento más que el desarrollo de
un buen carácter.
El asunto se convierte en controlar las consecuencias en vez de enseñarles a
controlarse a sí mismos. Esto implica que no debemos negarles nada que los
niños quieran hacer siempre y cuando los protejamos de las consecuencias de
cualquier comportamiento que ellos quieran expresar.
Hace muy poco en el área donde vivimos, hubo un juicio para determinar si
durante una fiesta descontrolada, algunos de los adolescentes habían sido
asaltados sexualmente, mientras estaban en un jacuzzi. El caso nunca se dirigió a
lo básico—los padres, quienes habían decidido proveerles cerveza pensando que
estaban siendo más responsables si se la proveían en la casa para que no se
fueran “afuera a fiestear”. Y para añadir más a esta lógica confusa, tornaron la
fiesta en una “fiesta de pijamas para chicos y chicas” para que no se fueran
conduciendo ebrios. La sociedad ha perdido la perspectiva de limitar el
comportamiento y de respetar a la autoridad y como resultado, no tiene el poder
de ejercerlo o de esperar que los adolescentes tengan autocontrol.
El libro de Proverbios está lleno de comparaciones entre los necios y los
sabios. Éste orienta sobre cómo llegar a ser sabios y cómo evitar vivir como
necios. La Palabra de Dios deja en claro que debemos ser dirigidos y conducidos
a la sabiduría; pues no está en nuestra naturaleza, ni la encontramos por tropiezo.
En el área de la disciplina ella dice: “Porque Jehová al que ama castiga, como
el padre al hijo a quien quiere” (Proverbios 3:12). Y “El que detiene el
castigo, a su hijo aborrece; mas el que lo ama, desde temprano lo corrige”
(Proverbios 13:24). Estos dos versículos nos llevan a una impresionante, pero
importante conclusión: Si tu hijo necesita unas nalgadas y no se las das, Dios
dice que no lo amas porque si lo amaras, lo disciplinarías.
1. Pegar no es un derecho dado por Dios para expresar la ira hacia tus hijos. La
ira es un pecado perverso. Nuestra disciplina ha de ser controlada, firme, y debe
ir por el círculo completo. Los niños saben cuándo viene y por qué viene. No es
una sorpresa, sino una certeza dada por un padre amoroso. Las nalgadas
terminan con una relación correcta entre el padre y el niño. Es la forma más
humana de corrección ya que restaura lo que estaba “roto” entre el padre y el
hijo, sin dejar amargura, resentimiento, vergüenza o culpa respecto a su
desobediencia. No deja resentimientos entre padres e hijos que estropeen el resto
del día. El problema se ha atendido a través del círculo completo, que incluye de
nuevo, la confesión, el arrepentimiento, la restitución y se restaura la comunión
—en conjunto con la disciplina apropiada.
Los niños que temen a las reacciones erráticas de sus padres por su
comportamiento tienden a ser astutos o manipuladores. El propósito de la
disciplina usando el círculo completo es de construir una valiosa conexión entre
el padre y el hijo y no sólo de controlar su conducta externa.
Como se mencionó antes, los niños van a hacer cosas raras. Pero su relación
con ustedes y el sistema de normas familiares, convicciones personales y las
barandas, los protegerán de la tentación de ponerse en situaciones peligrosas.
8. Traten de perdonar o restituir lo que sea necesario entre ustedes dos o con
otros. Esto merece atención especial y es un buen momento para enseñar, así que
no andes con prisa. Si tu hijo llora porque está enojado, entonces esto requiere
más atención, pero si hay lágrimas genuinas de arrepentimiento, deja que sean
derramadas. Las ofensas tienen que ser clarificadas: “Mamá, yo hice mal en
hablarte sin respeto, y por tirar la puerta cuando estaba enojado. Por favor, ¿me
puedes perdonar?” Ensénale a tu hijo que decir solamente “lo siento” usualmente
no es un arrepentimiento total, pero si dice: “Lo hice mal, ¿me perdonas?” es
más difícil decirlo, pero es una forma sincera de expresar remordimiento y de
restaurar una relación.
9. Ora con ellos brevemente. Abrázalos. Diles que este episodio ha terminado
por completo. El error ha sido completamente borrado, pero ellos tienen que
recordarse de cómo evitar elegir esa mala alternativa la próxima vez.
OBJECIONES A LA VARA
1. Los padres dicen: “Temo que mis hijos no me van a amar y van a pensar que
no los amo”. Pero Dios dice: “El que detiene el castigo, a su hijo aborrece;
mas el que lo ama, desde temprano lo corrige”. (Proverbios 13:24). Las
instrucciones de Dios dicen que “demostremos nuestro amor” a nuestros hijos
cuando los disciplinamos y los alejamos del camino de la destrucción.
2. Hay padres que dicen: “Puedo causar daño emocional o físico”. Pero como
no debes disciplinar en ira, la Biblia dice en Proverbios 23:13-14: “No dejes de
disciplinar al joven, que de unos cuantos azotes no se morirá. Dale unos
buenos azotes, y así lo librarás del sepulcro” (NVI). Otra traducción de
Proverbios 23:13-14 dice: “No rehúses corregir al muchacho; porque si lo
castigas con vara, no morirá. Lo castigarás con vara, y librarás su alma del
Seol” (RV60). Dios no promete que si usas la vara con tu hijo, no morirá ni es
tampoco es una licencia para que le pegues cuando quieras. Ya hemos discutido
esto. Hay una razón y un propósito para cada nalgada. Este versículo está
hablando de pegarles en amor, en forma apropiada, y en esto no hay ningún
peligro. Este versículo es muchas veces tergiversado, pero tenemos que
interpretar las Escrituras con las Escrituras. Ya que sabemos que ni la Biblia ni
ningún padre que ama endorsan dar palizas a un niño; pero mantenemos este
versículo en el contexto de los principios de la disciplina de Dios. Los padres
que aman son prudentes en su disciplina. Se apartan de todo lo que pueda hacer
daño a sus preciosos niños. El padre que genuinamente se preocupa si está
pegando muy fuerte a su niño es un padre que definitivamente tiene sus
emociones y comportamiento bajo control.
3. Algunos padres dicen: “Me temo que si les pego, les voy a enseñar a que usen
la violencia para resolver sus problemas”. Como padre, debo ser considerado
como una persona buena (y sí debemos serlo) y no como una persona cruel o
dura. Así que puedes pensar que disciplinarlos sacará fuera lo peor de ellos.
Hemos cubierto el círculo completo así que no voy a repetirlo aquí. Revisa
la sección de esto para asegurarte que no haya una ruptura en el proceso. A
veces, las cosas no funcionan debido a situaciones de sentido común. No vamos
a pegarle a un niño con ropa de estar en la nieve y pensar que va a ser efectivo. A
veces, usar el sentido común es dejar que Papá se encargue de la disciplina en
vez de Mamá, cuando los niños, especialmente los varones, pueden ser un reto
para Mamá. Aún así, Papá y Mamá deben están unidos en su método y en el
propósito de construir “el círculo”. Mamá necesita el apoyo seguro y constante
de Papá y él tiene que ser parte del proceso escuchando las preocupaciones de
Mamá. Mamá debe lidiar con situaciones cuando Papá no esté ahí, pero ella
tiene que procurar que Papá la apoye cuando él está presente o cuando regresa al
hogar. Si él no lo hace, ¡tu vida hogareña será caótica! Muchas mamás
abrumadas han venido a mí con la gran carga de que están criando a sus hijos
por sí solas. Los papás deben estar envueltos o si no, los hijos los verán como
débiles, flojos o que no les importan sus esposas ni sus niños.
d. El padre está aplicando la vara con ira. Los niños tendrán dificultad en
someter su corazón a un padre abusador y enojado. Esta mala práctica se asocia
a menudo con las nalgadas inconsistentes y por lo general ocurre cuando la
mamá o el papá pierden el control, porque esperaron demasiado tiempo para
lidiar con la situación o los niños han hecho algo que les desagrada. La
disciplina debe ser dada de una manera casi de tipo empresarial u oficial, donde
los niños saben lo que viene. Ellos necesitan ver la consistencia y la constancia a
la hora de disciplinar. Volvemos a nuestras fórmulas matemáticas: Si “y”
(nalgadas) siempre le siguen a la “x” (mala conducta deliberada), van a tener la
idea de que la mejor manera de evitar la consecuencia es evitar la x. Es una
ecuación simple que podemos arruinar cuando dejamos que ellos amontonen
muchos comportamientos x y es cuando reaccionamos frustrados y perdemos el
control. ¿Los disciplinas con un tono áspero? Al principio, puede que ellos se
sometan, pero si les hablas ásperamente, se pondrán tercos, orgullosos y tendrán
amargura contra ti. Sólo recuerda que tus hijos te están estudiando de cerca al
mismo tiempo que tú los estás tratando de descifrar. Éste es uno de los
comportamientos mencionados que más exaspera a los niños.
TIEMPO DE PAREJAS
(Tiempo sugerido—45 minutos)
¿Crees que Dios es excelente en Su consejo? En cuanto a esto, ¿están
ustedes dos de acuerdo en la forma en que sus niños van a ser
disciplinados? Si no es así, trabajen hasta que lleguen a un acuerdo para que
sus hijos aprendan a ver que se respaldan el uno al otro en estos asuntos. Si
no están unidos en su enfoque para construir “el círculo”, sus niños
aprenderán rápidamente a cómo manipular la situación y a jugar el uno
contra el otro mientras que dejarán de darles cuentas a ustedes.
Discutan el tema de cómo entender la mente, la voluntad y las emociones y
cómo éstas afectan nuestras decisiones al entrenar y disciplinar. Al
considerar estas áreas, ¿has lidiado con ellas de manera adecuada? Practica
analizando las situaciones que se les presenten esta semana. ¿Se trata de
asuntos que requieren alentar o corregir? Que Dios les bendiga
implementando estos principios, especialmente si son nuevos para ustedes.
Resistan. Se necesita práctica, práctica, práctica para obtener resultados
(Hebreos 12:11).
Anímense unos a otros con Gálatas 6:9: “No nos cansemos, pues, de
hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos”. Hay
temporadas de siembra y de riego y de poda antes de que veamos el fruto en
la vida del niño. Discutan cualquier “avance” o pequeños brotes de
progreso” que están viendo. ¡La cosecha viene con el tiempo!
Aplicación en el hogar: Decidan por un área específica de la disciplina o alguna
situación que les suceda a menudo con sus hijos y pónganse de acuerdo con un
plan de acción que ambos puedan practicar juntos. Cada vez que se enfrenten
con una situación esta semana, tómense el tiempo como pareja para hablar
brevemente sobre cómo lidiar con ella y cómo mejorarla.
TIEMPO DE DISCUSIÓN
PARA GRUPOS PEQUEÑOS
(Tiempo sugerido—45 minutos)
TIEMPO DE ORACIÓN
Oren por obtener sabiduría en cómo disciplinar a sus niños en los caminos
del Señor.
Oren para que sean consistentes en la disciplina de sus hijos y que ambos,
como esposos, estén de acuerdo.
APÉNDICE: CAPÍTULO 9
h. La línea es vital para el bienestar de los niños, ya que ellos tienen una
naturaleza pecadora que necesita ser corregida y re-dirigida.
i. De vez en cuando los niños “probarán” el sistema y nosotros como padres
reforzaremos el entrenamiento. Las normas familiares, convicciones personales
y “barandas” aún los protegen a no irse “por la borda”. Algunos niños tienen un
temperamento más fuerte y tratan de acercarse más a los límites. Estos tienen
que ser vigilados y protegidos hasta que aprendan a someter su voluntad.
Proverbios 22:5:” Espinos y lazos hay en el camino del perverso; el que
guarda su alma se alejará de ellos”.
M e gusta una analogía que una vez escuché del Dr. James Dobson. Él decía
que hasta un pediatra, quien ha sido entrenado para entender todas las
complejidades del cuerpo y cómo las enfermedades pueden afectarlo, no podía
esperar que sus propios hijos fueran inmunes a enfermedades u a accidentes. La
crianza de los hijos es un trayecto en el cual en algunas ocasiones tropezaremos.
Nos sucede a menudo a David y a mí que cuando menos tiempo tenemos para
lidiar con algo concerniente a nuestros niños, descubrimos “un fuego”, algo que
necesita nuestra inmediata, y a menudo, atención prolongada. Fueron tiempos
donde sentíamos que el techo se nos caía encima. Pero hemos descubierto que
estos tiempos de estiramientos son los de más profundo crecimiento, si estamos
alertas y listos para responder a las instrucciones del Señor.
Como hemos mencionado antes, una crisis puede causar que nuestras
familias se unan y se acerquen más—o si no somos cuidadosos y serios acerca
de las cosas pequeñas y grandes—nos dividirá. Podemos estresarnos y dejar que
un problema nos ofusque o podemos trabajar en una solución que nos una más
que antes. Doy gracias al Señor porque nos ha mantenido a David y a mí alertas
y de rodillas.
Las dudas y las vacilaciones son las estratagemas del enemigo. A pesar de
nuestras obvias imperfecciones y fracasos, tenemos un plan claro en las
Escrituras para la crianza de nuestros hijos. Sabiendo que Dios está con nosotros
en este trayecto, podemos perseverar. Estoy constantemente aprendiendo nuevas
cosas y trabajando en lo que Dios me enseña cada día. Todos somos un trabajo
en progreso. Y recuerda que la Palabra de Dios se mantiene aunque nosotros
fallemos. Alguien dijo una vez que un experto es aquel que ha cometido el
mismo error tantas veces que cuando está por repetirlo, puede darse cuenta de
inmediato.
Cuando consideré el tópico de este capítulo—manipulación—pensé que un
subtítulo apropiado sería: ¡“Quiero lo que quiero cuando quiero y lo quiero ya”,
o “No quiero hacer lo que no quiero hacer, y No quiero hacerlo nunca!” La
esencia de todas estas frases puede sonarte muy familiar.
La definición de manipulación en el diccionario es: Manejar o controlar
hábilmente, ingeniosamente, maneras injustas o insidiosas para lograr sus
propios intereses. No hay nada muy inocente en esta definición, ¿no es así? Los
niños saben lo que hacen al manipular. Y muchos de ellos desarrollan bastante
habilidad para manejar a sus padres a muy temprana edad. Ellos pueden no
entender las complejidades de cómo trabaja la manipulación, pero ellos sí saben
con seguridad una cosa: ¡lo quieren a su manera! Ellos quieren hacer lo que
quieren o no hacer lo que no quieren. La verdad de la vida es que debemos
aprender a hacer muchas cosas que posiblemente no vamos a querer hacer.
Solamente aprendiendo a dejar a un lado el egoísmo y vestirnos de una
disciplina piadosa podremos experimentar el deleite, el privilegio que nos fue
dado de vivir para Él. El egocentrismo nos mantendrá enfocados en construir un
imperio para nosotros mismos en vez de construir el Reino de Dios.
A menudo encontramos a nuestros hijos astutamente buscando escaparse de
hacer lo que no desean y teniendo tiempo sólo para lo que ellos quieren. La lista
es interminable. La gama va desde no comer sus comidas a evitar irse a la cama
dejando para más tarde las tareas o deberes.
Hasta los bebés pueden manipular a sus padres. El bebé de dos años lanza
una rabieta, el niño más grande hace acusaciones, y la adolescente lo hace todo a
un nivel más alto. La técnica específica puede cambiar, pero los niños saben
cómo manipular y ellos lo hacen porque funciona.
El manipulador “muy habilidoso” te hará dar vueltas y vueltas hasta
drenarte y hacer que te retractes de las instrucciones originales que les habías
dado. Pensaste haberle dado una simple directriz y tres minutos más tarde, todos
en la casa están irritados. Ellos quieren ganar este pequeño enfrentamiento de
voluntades, pero tú debes ganar, y ganar de una forma decisiva.
¿Sabes de lo que hablo? Son esos extenuantes, tira y jala entre padre e hijo.
Sí, es como un carrusel, sin la diversión. Pero siempre hay esperanza. Podemos
aprender a cómo lidiar con esto y eliminar sus manipulaciones. No tiene que ser
característico de cómo te relacionas con tu hijo.
Los resultados que buscamos, pueden ser encontrados en la Palabra de
Dios. Proverbios 20:11 (NVI) dice: “Por sus hechos el niño deja entrever si
su conducta será pura y recta”.
En este capítulo, vamos a tomar una prueba para determinar el “nivel de
habilidad” de manipulación de nuestros hijos. Nuestra meta es identificar estos
hábitos para evitar montarnos en un carrusel de emociones. La próxima encuesta
obviamente no se aplica a los niños muy pequeños, pero alguno de estos
comportamientos puede notarse aún antes de los dos años de edad.
0 – NUNCA
1 – MUY RARO
2 – RARAS VECES
3 – OCASIONALMENTE
4 – A MENUDO
5 – MUY A MENUDO
4. DEMANDANDO JUSTIFICACIÓN
¿CUÁL ES SU PUNTUACIÓN?
0 - 14 Estás bien
15 - 35 Necesitas trabajar en cómo manejar la manipulación
36+ Necesitas trabajar urgentemente en cómo manejar la manipulación
LA RESPUESTA BÍBLICA A LA MANIPULACIÓN
TIEMPO DE PAREJAS
(Tiempo sugerido—45 minutos)
Consideren la puntuación de sus hijos. ¿Tuvieron dificultad en ponerse de
acuerdo sobre alguno de los números debido a que los hijos saben a cuál
padre aplicar cada técnica? Si uno de los padres (usualmente Papá) no está
consciente que el otro (usualmente Mamá) está siendo bombardeado con
retos, el primero tendrá dificultad en enfrentar la manipulación y la falta de
respeto de sus hijos. Así que para esta primera parte de la discusión, lleguen
a un acuerdo sobre este asunto.
Luego, conversen sobre sus hijos e identifiquen cuál es la principal
manipulación que cada uno emplea. En lugar de señalar los fracasos
pasados y cómo debieron haberse manejado apropiadamente, anímense el
uno al otro a recordar las señales y las maneras efectivas para desarmar la
manipulación. Apóyense el uno al otro y ayuden a que sus hijos los vean
como un equipo unido que no puede dividirse o desviarse de su curso.
Escojan un ejemplo reciente de cómo cayeron en el carrusel de la
manipulación con alguno de sus hijos. Hablen de esto paso a paso para que
puedan ayudarse a ver cómo su autoridad fue socavada y cómo cayeron en
la trampa de sus “demandas”.
Tus hijos están acostumbrados a tus reacciones. Así que cuando te llevan
hasta el límite y no reciben la reacción que esperaban de ti, entonces
intentan más fuerte. Sigue orando por recibir gracia para poder responder
correctamente. Esto requiere práctica. Y cuando revientes por completo,
con alguna salida de ira, necesitas pedirles perdón. Y ellos deben ir
creciendo en el deseo de hacer lo correcto.
Tengan una conversación honesta acerca de sus tendencias a usar la
manipulación como cónyuge, empleado o padre.
Aplicación en el hogar: Haz todo lo posible esta semana por estar al tanto de
cómo te relacionas con cada uno de tus hijos. Estate en guardia contra estrategias
que tú mismo/a puedas usar para obtener egoístamente resultados en tus hijos y
hasta en tu cónyuge. No podemos pretender cambiar malas conductas de
nuestros hijos que nosotros mismos tenemos. Si te encuentras atrapado en
situaciones difíciles, toma tiempo para orar acerca de cómo manejar estas
trampas malévolas. Examina dónde y cómo las situaciones se trastornan y cómo
debes responder a ellas. Trabajen cómo un equipo en la familia para escoger
respuestas piadosas en vez de darse el lujo de desgastarse por las reacciones a los
constantes retos.
TIEMPO DE DISCUSIÓN
PARA GRUPOS PEQUEÑOS
(Tiempo sugerido—45 minutos)
TIEMPO DE ORACIÓN
Este capítulo está dedicado a la madre o al padre que dice: “Mi hijo ya pasó la
edad de las nalgadas, pero su corazón no está con nosotros. Ya no sabemos qué
hacer y es tan desalentador. Creo que nadie puede entender como nos sentimos
realmente.
Habrá días durante este largo trayecto llamado crianza en los que pensarás
que tu disciplina e instrucción no lograron nada. Te preguntarás si estás haciendo
lo correcto; te cuestionarás de cómo has manejado una situación. Pero la
próxima vez que la misma situación se presente, por fe, sigue los principios
bíblicos de disciplina. Al hacerlo pudieras sentir: Esto no funcionó; pero hazlo
una y otra vez, y eventualmente verás que tu hijo comienza a entender. Incluso
uno de voluntad fuerte, un día se dará por vencido. Es lo que me ha sucedido
cada vez que hago esto y ellos se rendirán y se sujetarán a ti. Es un proceso;
persevera, y nunca te rindas. Recuerda, te estoy dando esta perspectiva mirando
hacia atrás luego de haber recorrido un largo camino.
EL PROCESO
Recuerdo estar sentada en el piso con Emily, mi niña de dos años pensando:
¡Muñeca, sólo pon los bloques en el contenedor para que podamos seguir
adelante con nuestro día! Recuerdo ese día muy bien porque fue la primera vez
que me di cuenta que estaba enojada con esta pequeña y ella estaba enojada
conmigo.
El darme cuenta de eso fue trascendental y terriblemente desalentador.
Marcó el final de lo que todos esperamos que continúe para siempre: una
sencilla y amorosa relación donde la niña responde rápidamente a la instrucción.
Aunque ella me había desobedecido en el pasado, ésta fue la primera vez que me
desafiaba y rechazaba tercamente someter su voluntad. Créeme, aunque se nos
advierte que debemos esperar confrontaciones de voluntad con nuestros dulces
niños, la sacudida del desafío puede dejarnos desinflados. Recuerdo que cuando
David llegó a la casa, le dije: “Emily se enojó hoy conmigo por primera vez”.
Me sorprendió que ella pudiera estar enojada conmigo. Después de todo,
sólo le pedí que recogiera sus bloques. Pasamos, lo que me pareció, la mayor
parte del día, en el piso de la cocina, en un duelo de voluntades hasta que cada
bloque fue recogido. Estaba agotada. Pensé: ¡No puedo pasar por esto cada vez
que le pida que recoja sus juguetes! Pero gracias a Dios, al día siguiente ella fue
completamente obediente, lo cual estuvo algo muy curioso para mí.
Habíamos experimentado uno de esos “momentos de avance”. No que ella
no desobedecería en el futuro, pero por ahora se había dado cuenta que
necesitaba escuchar y obedecer a Mamá. Aunque yo no lo entendí
completamente en ese momento, pero fue ahí donde empezó nuestro
entrenamiento. Una “línea” se había trazado para ella y ahora las lecciones de
obediencia la entrenarían a vivir de manera que la mantuviesen lejos de la línea.
En otras palabras, enseñar a los niños a cómo ser exitosos en obedecer, los
mantiene alejados de vivir “al borde del precipicio”. Para algunos niños esto es
como un desafío.
Me sentí tan agradecida de no darme por vencida el día anterior cuando
batallamos para que recogiera todos los bloques, porque muchas veces cuando
nuestra batalla parecía estancarse, pensaba: Quizás la haré recoger uno o dos de
los bloques, y yo recogeré el resto y así terminamos con esto. Después de todo,
¿uno o dos bloques no la harán ver mi punto? Entonces la sentaré en el escalón
un ratito para yo poder terminar algunas cosas.
Estoy tan agradecida que no sucumbí a la tentación de conformarme con
una obediencia parcial, de desestimar el asunto o simplemente pensar que al
esperar un tiempo se lograría lo necesario para entrenar su voluntad. Pero sí me
cuestioné mientras pasaba por el proceso. Así es como nuestros hijos aprenden
que el ancla de nuestra autoridad es resistente.
AÑOS DESPUÉS
El verano que Emily se casó, me dio una carta, justo antes de caminar por el
pasillo de la iglesia. La tomé y la puse en mi bolso y no tuve tiempo para leerla
hasta tarde en la noche, después de la recepción, cuando me acosté.
18 de Julio, 1999
Queridos Mamá y Papá:
En este momento la celebración de la boda estará por
concluir y estoy segura que todo ha estado
maravillosamente bien. Muchas gracias, Mamá, por todo lo
que has hecho para hacer que este día fuera espectacular.
Todo está tan adorable, realmente demostraste cuán creativa
eres. Verdaderamente has recibido el don de la
organización. Personalmente, nunca, y en verdad digo que
nunca, habría tenido la habilidad de manejar todo esto sola.
Para ponerlo simple: “¡Necesito a mi mami!” No puedo
agradecértelo suficientemente.
Es difícil para mí expresar lo que ha significado
tenerlos como padres. No pasa un día en que no piense lo
afortunada que he sido (quiero decir eso… ni un día). El
Señor escogió la pareja más perfecta para ser los líderes de
mi vida. Todos esos años difíciles sólo profundizaron el
respeto que siento por ustedes. Soy tan bendecida de tener
padres que me aman tan incondicionalmente. El ver a Papá
sentarse a leer su Biblia tan consistentemente y la manera
como Mamá se ocupa tan fervientemente de cada pequeña
necesidad, definitivamente hizo un impacto en mí.
Incluso, si no poseo bastante de estos rasgos en mi
propia vida todavía, quiero que sepan que aspiro a ser como
ustedes. Papá muchas gracias por reunirte con Adam. Eso
es tan especial para mí. No me hubiese sentido que fuera
parte de la familia si no hubiese hecho los “Estudios
Bíblicos con Papá”. Ahora él es “oficial” realmente.
Me divertí tanto cuando todos pasamos juntos el
cumpleaños de Papá. Por alguna razón ese día significó
mucho para mí. Amo tanto a toda mi familia. Por favor oren
por mí, que continúe creciendo más fuerte en mi caminar
con el Señor. Oren que sea capaz de resistir la tentación de
preocuparme y abrumarme. Escogí mi verso para mi vida
este verano: Jeremías 17:7-8: “Bendito el varón que confía
en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como
PRINCIPIOS DE LA REBELDÍA
PRINCIPIO # 1
A continuación, un extracto del libro de Ruth Bell Graham: Prodigals and Those
Who Love them (Los pródigos y aquellos que los aman). Disipa completamente
el mito de que los padres buenos sólo tienen hijos buenos.
Los hijos pueden rebelarse a pesar de tener “buenos” padres. Sus padres
pueden haberlos entrenado en la manera correcta y cuando ellos crecen, pueden
abrazar el entrenamiento o rechazarlo. Si hoy estás pasando por esto, sabes
exactamente a lo que me refiero. Yo sé que hay pocas cosas tan dolorosas y
desgarradoras como soportar el peso de un hijo rebelde y añadirle a esto el peso
creado cuando las personas te hacen sentir que la culpa es tuya.
Lidiar con la culpabilidad fue muy difícil para mí y estoy agradecida que
David no batalló con esto para nada. Él fue capaz de mirar más allá de la
emoción del dolor de la tribulación y de enfocarse en la pura verdad,
ayudándome a verlo y a no preocuparme por lo que otros pudieran decir.
Recuerdo decirle en un momento dado: “Como madre, me siento como un total
fracaso”. Pero él me dijo: “No, Emily ha escogido rechazar el entrenamiento que
le dimos”. Seguimos creyendo que si habíamos entrenado a nuestros hijos
bíblicamente, el fruto eventualmente vendría.
Este capítulo básicamente trata sobre niños de sexto grado en adelante.
Tiene que ver con una rebeldía seria. Espero que nunca tengas que pasar por
esto, pero la realidad es que Dios podría llevar a tu familia por este viaje. Estén
preparados para “terminar firmes” con sus hijos. Enséñenles que a Mamá y a
Papá les importa cada detalle de sus vidas y que no se rendirán.
Antes de que pienses que esto nunca podría suceder en tu familia, he
observado (sin base científica), que muchas familias con tres o cuatro hijos (o
más) tienen la posibilidad de que uno o más de uno pueden pasar por un tiempo
de rebeldía. Pero de ninguna manera tomes esto como una profecía que deba
cumplirse en tu familia. Sólo sé que nuestros hijos tienen diferentes
temperamentos y que Dios los usará para ¡entrenarnos y desafiarnos como
padres! Tampoco de ninguna manera creas que porque tienes hijos de voluntad
fuerte él o ella serán rebeldes.
Ruth y Billy Graham tuvieron cinco hijos y dos de ellos “descarriados“,
como ella los llamó. Sé que la rebeldía de un adolescente tiene proporciones
epidémicas aún en la iglesia porque he hablado con muchos que están
atravesando por esta tormenta. Es de mucha ayuda saber que Dios entiende
cuando pasamos por la rebelión de un hijo, porque a Satanás lo que más le
gustaría es que creamos que somos malos padres y que nos sintamos derrotados.
De lo contrario, debido a que sabemos que Dios está con nosotros, podemos
sobreponernos y no rendirnos. Necesitamos ser comprensivos con los padres que
están pasando a través de este tipo de crisis y por esta prueba de fe.
A pesar de todo, hay ciertos enfoques que pudiéramos estar practicando que
en realidad están permitiendo que la rebelión continúe sin ser confrontada.
Cuando aplicamos esta estrategia inapropiada, el niño crece y se marcha de casa
sin ésta haber sido resuelta. Muchos padres solamente cruzan sus dedos
esperando que sus hijos recuperen el sentido común o “lo superen”. La Palabra
de Dios dice que debemos responder fuertemente y que debemos estar
dispuestos a batallar por ellos.
PRINCIPIO #2
Nosotros los recibimos como niños, pero ellos crecen para convertirse en
“personas reales”. En una celebración del día de Acción de Gracias, nuestra
familia se reunió con la familia Kurzens. Los Kurzens eran amigos queridos que
nos discipularon a David y a mí en la universidad. Ahora nuestros hijos están
crecidos y más altos que nosotros. Pero también se han convertido en jóvenes
adultos con distintos intereses, diferentes habilidades, y personalidades.
Recuerdo que Brenda Kurzen dijo: “Es divertido ver a tus hijos ahora que son
personas reales”. Es asombroso recordar los trayectos de más de veinte años con
cada uno de nuestros hijos y darnos cuenta en qué se parecen y en qué son
diferentes.
A pesar de todo, hemos sido llamados por Dios y se nos ha confiado el
entrenar a nuestros hijos bíblicamente y dirigirlos por el “camino angosto” y por
fe dejamos los resultados a Dios. Proverbios 22:6: “Instruye al niño en su
camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”. No está garantizado
que nuestros hijos caminarán con el Señor cuando crezcan. Es un mandato que
obedecemos al darles a ellos el mejor entrenamiento posible esperando que esto
los ayude a lograr esos resultados. Nosotros sabíamos que teníamos una tarea
que hacer, completar el trabajo que el Señor nos había dado de criar a Emily, a
Luke y a Lee. Así que delante de Dios, hacemos lo que Él nos llama a hacer y
jamás nos rendimos. Empezamos a compartirles el evangelio, cuando son
pequeñitos y nos mantenemos compartiéndolo, haciendo que sea significativo y
real mientras crecen y pueden comprender su verdadero significado.
Lo que sigue es otro breve extracto del libro de Ruth Bell Graham acerca de
hijos pródigos, como fue compartido en una comida por un amigo:
“Papá, no estoy seguro que pueda seguirte más en tu simple fe cristiana”, dijo
el hijo del pastor cuando regresó de la universidad para las vacaciones, con la
seguridad arrogante de un novato universitario. Los ojos negros de su padre
atravesaron a su joven hijo, quien estaba “perdido”, según lo describió C. S.
Lewis: “en la invencible ignorancia de su intelecto”.
“Hijo”: dijo el padre: “Esa es tu libertad, tu terrible libertad”.
(Ruth Bell Graham, Hijos pródigos y aquellos que le aman, Casa Publicadora de
Enfoque a la familia, Colorado Springs, 1991, p. xvii)
PRINCIPIO # 3
Éstas son palabras de gran bendición que Dios prometió a la nación de Israel
para aquellos que escogieran obedecerle completamente y de todo corazón. Lee
ahora la disciplina que Dios prometió si Su pueblo escogía la desobediencia.
En Levíticos 26: 14-28 leemos:
Estos versículos contienen verdades respecto a las elecciones que Dios nos
permite hacer por el libre albedrío que Él ha puesto en cada uno de nosotros;
pero también contienen las graves consecuencias en relación al camino que
elegimos voluntariamente. Piensa acerca de las frases claves de este pasaje:
Esto nos indica cuán seriamente Dios ha prometido responder si Sus hijos
escogen caminar apartados de Él. Dios dijo que: “Enviará terror” ¡sobre Sus
hijos rebeldes! Cuando nuestros hijos deciden desobedecer intencionalmente y
“no obedecer a sus padres”, ellos entran en el reino del Dios todopoderoso y Su
impresionante disciplina, si ellos realmente son Sus hijos. Y cuando nos
encontramos en un tira y jala con un hijo que se encuentra en una zona peligrosa,
en el borde “del precipicio”, necesitamos mostrarles con toda seguridad que
seguimos siendo sus padres.
Aunque estos versículos de Levíticos se refieren a la nación de Israel
después de su salida de Egipto, ellos revelan el corazón de Dios hacia la
rebeldía. Es un asunto muy serio para Él. Él está buscando a aquellos que le
sirvan y le amen de corazón, a aquellos que someterán sus voluntades a Él como
el único y verdadero Dios.
El primer propósito para Su respuesta a la rebeldía es la restauración. Dios
nos ama (y ama a nuestros hijos) demasiado para dejarnos que nos destruyamos
o que deshonremos Su nombre. No podemos testificar que somos Sus hijos y
vivir fuera del círculo, en desprecio absoluto a todos Sus mandamientos. Dios es
misericordioso (recuerda que misericordia es no recibir el castigo que merezco)
en el sentido de que Él siempre se volverá a nosotros si nosotros nos volvemos a
Él, bajo Sus condiciones.
1. “Si confiesan su maldad” (admitir y estar de acuerdo con Dios que eso
que hicimos fue pecado).
2. “Si su incircunciso corazón se humilla” (el orgullo es quebrantado; la
humildad es demostrada; el arrepentimiento es genuino).
3. “Y reconocen sus iniquidades” (se hace restitución siempre que sea
posible; el perdón es buscado).
4. “Entonces Yo me acordaré de mi pacto” (terminado, hecho, no más
culpabilidad, vergüenza, la comunión es restaurada).
¿Les suena todo esto familiar? ¿El círculo completo, quizás? La manera en
que Dios aplasta la rebeldía no es esperando a que ellos “maduren”. Él viene con
mano dura y si todavía así ellos lo desafían Él será más y más fuerte hasta que
ellos entiendan que Él no se da por vencido. Nosotros, por supuesto, no
aterrorizamos a nuestros hijos, pero si luchamos por derrotar su voluntad
rebelde.
Sin embargo llega un tiempo, que aun Dios dejará que una persona
extremadamente voluntariosa, con un período largo en rebeldía, sin
arrepentimiento, siga su propio camino. Este último punto de dejar a una persona
padecer completamente la consecuencia total de su pecado es caer en un horrible
lugar para estar, porque es en ese punto que la Biblia dice que la persona sea
entregada a Satanás para la destrucción de su carne.
De hecho, en 1 Corintios 5:5: Pablo dice que ésta es la etapa final en la
secuencia de la disciplina de la iglesia cuando escribe: “el tal sea entregado a
Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el
día del Señor Jesús”.
Romanos 1:28-32 revela las decisiones que Dios estaba dispuesto a hacer al
lidiar con una creación en rebeldía:
Estos versículos nos dan una buena razón para atacar la rebeldía fuertemente.
Como padres, estamos parándonos entre nuestros hijos y lo que puede llevarlos a
la destrucción. Sabemos que en última instancia ellos pueden evadirnos; pero
estamos determinados a no dejar que lo hagan fácilmente.
En 2 Reyes 2:24-25: Eliseo, profeta de Dios de la nación de Israel, estaba
siendo burlado por un desafiante grupo de jóvenes mientras él viajaba por el
camino; no eran niños pequeños, sino jóvenes al final de su adolescencia o de
veinte y tantos años. Él se viró y clamó al Señor para que lidiara con su
comportamiento rebelde según Él quisiera. El pasaje dice que dos osos vinieron
y mutilaron a los cuarenta y dos jóvenes. Dios no trata la rebeldía con ligereza.
En nuestra familia, David y yo nos dábamos cuenta de que nuestra hija
hembra estaba ejerciendo su voluntad de independencia. Sabíamos que
estaríamos dañándola grandemente si simplemente dejábamos que se saliera con
la suya. Hasta recuerdo pensar, la vida sería más fácil si dejáramos que este
asunto pasara o nos hiciéramos los ciegos y pretendiéramos que son cosas
aceptables que los adolescentes hacen. De hecho, las cosas eran usualmente
muy placenteras en la casa cuando hacíamos un intento de cubrir sus “malos
comportamientos”. Es un choque para muchos padres descubrir lo bien que sus
hijos conocen exactamente que decir y hacer para mantener a Mamá y a Papá en
la oscuridad. La mayoría de los hijos son expertos manipuladores y han
adquirido un grado avanzado en “Como manejar a mis padres”. Pero siempre
orábamos para que el Señor nos revelara todo lo que necesitábamos confrontar.
Y así empezaron unos años difíciles cuando el Señor nos reveló una violenta
tormenta en su corazón.
Las palabras de Números 32:23, nos confortaron: “Mas si así no lo hacéis,
he aquí habréis pecado ante Jehová; y sabed que vuestro pecado os
alcanzará”. Oramos que Dios nos revelara todo lo que necesitábamos saber y
fue sorprendente las maneras que Él hizo que su desobediencia “la alcanzara”.
Emily sabía que estábamos orando sobre esto porque se lo dijimos. Yo sabía que
muchos de los padres de sus amigos creían que la vida era color de rosa porque
ellos realmente no tenían ni idea de lo que sus hijos estaban haciendo. Y aún
cuando se dieron cuenta, se rindieron desesperanzados de hacer algo al respecto.
Nuestros hijos necesitan aprender que nosotros le respondemos a Dios, no
solamente por nosotros mismos, sino también por ellos. Si fallamos en ser
obedientes al llamado de Dios en esta situación, entonces estamos pecando
contra Él. Tan impactante como lo es para los padres descubrir el verdadero
comportamiento de sus hijos, es también impactante para los hijos cuando ellos
se dan cuenta que el ocultarle cosas a Mamá y a Papá no significa que Dios no lo
vea todo. Pero esperar que ese entendimiento llegue puede ser desesperante.
Si hoy te encuentras en ese lugar de espera, mi oración para ti es que Dios
te anime a nunca rendirte. Ora sobre estos versículos; ellos fueron versículos
claves para mí mientras pasaba por esos duros momentos. Jeremías 31:16-17
estuvieron en la visera de mi carro alrededor de tres años. Lo leí cientos de veces
mientras estaba en el carro. La tinta se fue desvaneciendo con el tiempo pero su
significado para mí nunca ha disminuido: “Así ha dicho Jehová: Reprime del
llanto tu voz, y de las lágrimas tus ojos; porque salario hay para tu trabajo,
dice Jehová, y volverán de la tierra del enemigo. Esperanza hay también
para tu porvenir, dice Jehová, y los hijos volverán a su propia tierra”.
En estos versículos, los hijos fueron llevados en cautiverio a Babilonia y
sus familiares estaban esperando y llorando por su regreso. No puedo siquiera
imaginar el horrendo trauma de ver a tus hijos arrastrados en cautiverio y
agonizar pensando en su bienestar, preguntándote si habrían sobrevivido ¡o si
algún día los volverías a ver! He conversado con adultos que fueron raptados
cuando eran niños y con padres a quienes les raptaron sus hijos. Sólo podemos
estremecernos al imaginar cómo esto puede consumir cada pensamiento y detalle
de la vida. Este pasaje trasmite lo que es verdad también para los padres que han
visto a sus hijos ser arrastrados en rebeldía y mantenidos en cautiverio. Las
circunstancias son diferentes, pero el principio es el mismo.
PRINCIPIO # 4
Confiamos en que el Señor los traerá de vuelta mientras nosotros hacemos
nuestra parte. Continuamos orando por ellos y los instruimos en el camino
bueno y recto.
La primera etapa del contrato fue tan intenso; algo como: “No te atrevas a
respirar sin nuestro permiso”. Estábamos comenzando desde cero para
restablecer autoridad sobre el corazón de una adolescente de quince años.
Estábamos viviendo en el estado de “padres policías”. Es horrible sentir que
tienes que ser policía de tu hijo.
Recuerdo una ocasión cuando tenía dieciséis años. Me fracturé la espalda
en cinco lugares y no podía ni siquiera respirar sin ayuda. Fue una experiencia
aterradora. No podía mover ni un musculo y simplemente tenía que confiar que
otros me mantuvieran respirando. Recuerdo esos momentos desesperados
cuando decía: No puedo respirar y los comparo con la experiencia de Emily y
cómo debió sentirse ella durante esa primera etapa. “Estamos comenzando de
cero, no nos resistas. Irás ganando privilegios poco a poco cuando nos demos
cuenta que estás lista.”
Así que su vida se extinguió. No más música, dinero a su disposición o
privilegios de usar el teléfono para su disfrute. Tenía que demostrar su nivel de
responsabilidad durante un mes antes de poder pasar a la siguiente etapa. Si nos
faltaba el respeto o rompía el contrato, entonces esa etapa se prolongaba.
En la segunda etapa se restablecía el privilegio de escuchar música y salir a
lugares con la familia. La vida era un poco más holgada, pero aún bajo estricta
supervisión. El hecho de que el año escolar había terminado, de que ella no
podía manejar (y no hubiera tenido el privilegio de hacerlo aunque pudiera) y
que no tenía un trabajo, nos permitía a David y a mi saber exactamente dónde
estaba y qué estaba haciendo. Ella no sabía cuanta libertad y confianza poseía
hasta que toda le fue quitada.
Más privilegios le fueron permitidos en la etapa tres. La etapa cuatro le
permitía demostrar que era capaz de escoger sabiamente, pero rindiéndonos
cuentas.
CONTRATO
Propósito: Restablecer la confianza y demostrar sabiduría en las elecciones
Cada una de las etapas delineaba los parámetros brevemente. Se designaba una
cantidad de tiempo para cada una con el entendimiento de que podría
prolongarse o aun regresarse al principio si no se seguían las reglas. Es
importante que perseveres en traerlos bajo tu autoridad cada vez, para prevenir
un estado de rebeldía prolongado. Estate alerta de las cosas que exasperan a tu
hijo. Asegúrate de que estés atento/a a ellas, escuchando detenidamente,
mostrando ternura diariamente, etc. Vigilen sus corazones. No los dejen
descarriarse. Podemos practicar ser vigilantes para evitar que el corazón del
muchacho llegue a sitios peligrosos aun cuando ellos sean libres para escoger.
Aquellos jóvenes que deliberadamente desafíen a sus padres y escojan sus
propios caminos por períodos de tiempo extendidos recordarán los fundamentos
de autoridad que sus padres establecieron y esto los mantendrá con suficiente
“temor” de apartarse demasiado. Aun el muchacho más rebelde anhela límites
pues éstos son una demostración de amor, seguridad y protección. Allá en el
fondo lo que desean es que sus padres luchen por ellos y los hagan regresar
aunque no respondan en ese momento.
TESTIMONIO PERSONAL
Cuando enseño esta clase o si la ves por DVD, Emily aparece dando su
testimonio de esa época de su vida y de cómo la fidelidad de Dios la guió a
través de ella. Aun yo tenía curiosidad de saber lo que ella estaba pensando y
sintiendo durante este período; así que creo que su testimonio es una valiosa
instrucción para padres e hijos mayores. Lo siguiente es un resumen del
testimonio escrito por Emily dándonos su perspectiva de esta época de su vida.
RESTAURACIÓN
FRUTO DE ARREPENTIMIENTO
1. No justifico mi pecado.
2. Genuinamente me entristezco por mi pecado.
3. Acepto las consecuencias de mi pecado y hago restitución si es posible.
4. Doy cuentas de mí a otros.
5. Reconozco el pecado como repulsivo para mí y para Dios.
6. Puedo alabar con gozo.
7. Deseo permanecer en comunión con Dios.
Querido Señor:
Una vez más venimos delante de Ti y Te agradecemos por la
bendición que son nuestros hijos. Lo que acabamos de leer
nos puede llenar de temor y preocupación de lo que pueda
venir. Pero reconocemos que en Ti no hay por qué temer,
sino más bien estar confiados y seguros. Por favor,
recuérdanos esto y ayúdanos a mantener la perspectiva
correcta. Pedimos Tu sabiduría y ánimo mientras guiamos a
nuestros hijos en el camino bueno y recto. Amén.
GUÍA PARA GRUPOS PEQUEÑOS
TIEMPO DE PAREJAS
(Tiempo sugerido – 45 minutos)
Hablen de las decisiones tontas y sabias hechas durante los años de su
adolescencia. Basado en tu niñez, ¿qué cosas harías igual o diferente en
cómo crías a tus hijos?
¿Interpretas tú la rebeldía de los adolescentes como una “fase” por la cual
todo muchacho tiene que pasar? ¿Tienes algún plan para preparar a tus hijos
para los años de adolescencia?
Considera a cada uno de tus hijos y cómo estos responden a la disciplina.
¿Reconoces algunas tendencias que requieran atención especial?
Hablen del “círculo completo”. Éste es para ser utilizado en conjunto con la
vara y la reprensión. ¿Cuándo es apropiado usar cada una? Recuerden
Proverbios 20:5: “Como aguas profundas es el consejo en el corazón del
hombre, pero el inteligente sabe alcanzarlo.” ¿Cómo vas a incorporar las
“aguas profundas” en las conversaciones con tus adolescentes? ¿Cómo
planeas mantener los canales de comunicación abiertos entre padres y
adolescentes? Elabora un plan aun para los jóvenes de escuela intermedia.
La crisis, ¿los une más como pareja o los divide? ¿Cómo pueden
mantenerse unidos, animándose y apoyándose?
Aplicación en el hogar:
TIEMPO DE DISCUSIÓN
PARA GRUPOS PEQUEÑOS
(Tiempo sugerido – 45 minutos)
Conversen de alguno o todos los principios concernientes a la rebeldía.
¿Cómo pueden estos principios moldear tu manera de pensar o tus
estrategias para criar a tus hijos?
Vuelvan a leer Levíticos 26:40-42. Nombren cuatro puntos sobre la
restauración mencionados en este pasaje. A pesar de que no vivimos bajo la
ley de Moisés como en los tiempos de Israel, ¿Cuál es el corazón de Dios
hacia la rebeldía?
Discutan sobre los límites de privacidad para los hijos. Piensen sobre esto
juntos y saquen sus convicciones personales de esta conversación.
Dialoguen sobre los frutos del arrepentimiento.
¿De qué maneras los padres apoyan la rebeldía?
¿Cuáles son algunas cosas importantes que recordar acerca de los niños de
voluntad fuerte?
¿Cómo podemos animarnos el uno al otro si uno de los dos está pasando
por esta prueba? ¿Qué consejo es necesario para el padre que tiene a un
adolescente rebelde viviendo en casa? ¿Cuán diferente sería el consejo
tratándose de un joven adulto que ya no vive en casa? ¿Cuáles cosas serían
iguales en ambos casos?
¿Tienen alguna otra pregunta u observación sobre lo que han leído en el
capítulo 11?
TIEMPO DE ORACIÓN
presurosos para correr al mal, el testigo falso que habla mentiras, Y el que
Di lo que debe ser dicho, cuando necesita ser dicho, pero no humilles,
avergüences o corrijas a un niño en frente de otros. Sin embargo, ten la seguridad
de estar lista para cuando “la necesidad del momento” te llame a intervenir.
Hablar en el tiempo correcto es importante. “Sea vuestra palabra siempre con
gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada
uno” (Colosenses 4:6).
“Según la necesidad del momento” de Efesios 4:29, también se refiere a
aplicar el entrenamiento apropiado a la situación (como recuerdas del capítulo
anterior). Este entrenamiento de nuestros corazones: mente/voluntad/emoción
tiene que ver con la respuesta apropiada: enseñar/reprender/animar. Esta
dirección nos viene dada de 1 Tesalonicenses 5:14: “También os rogamos,
hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo,
que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos”.
También nos edificamos unos a otros con nuestras palabras cuando:
TIEMPO DE PAREJAS
(Tiempo sugerido—45 minutos)
Conversen entre ustedes dos, acerca de cómo le hablan a sus hijos en cada
uno de los siguientes escenarios:
A. Al instruirlos
B. Al reprenderlos
C. Al animarlos
¿Comparten ustedes estos roles en la vida de sus hijos? No querrán dividirlos
parejamente; pero ambos deben participar en las tres áreas. Evalúense ustedes
mismos y determinen dónde pueden mejorar.
Mientras ustedes tienen esta importante conversación: ¿Cómo se están
hablando entre ustedes, aún en este momento? Tengan la disposición de
escuchar a su cónyuge decirte con gracia, cómo tu conversación, tu tono y
tu humor son percibidos en tu familia. Aplica los principios básicos de
entendimiento y aceptación a tu forma de hablar. Durante este proceso,
evalúa tus hábitos al hablar y por qué crees que los tienes. Si uno de ustedes
dice que la forma de hablar del otro o su tono son hirientes o dañinos para
su matrimonio o familia, paren y resuelvan esto. Debe ser reconocido y
entendido antes de “terminar con este punto” y continuar. Estén dispuestos
a aprender y a crecer en su forma de hablar—el tipo de conversación y el
tono empleado.
¿Cómo creen que cada uno de sus hijos describiría la forma que ustedes les
hablan a ellos y la forma en que se hablan entre ustedes? Continúen con
este proceso de hacer conciencia, sabiendo que están construyendo
recuerdos en sus hijos por las cosas que dicen y hacen. ¿Tendría el Señor
que cambiar alguna cosa que a sabiendas o sin saberlo han construido ya,
como un legado que sus hijos han interiorizado en sus vidas?
Revisen el siguiente listado de posibles “indicadores de actitudes”. ¿Alguno
de sus hijos está mostrando alguna de estas actitudes con regularidad? ¡Es
posible que tengan varias! ¿Será necesario una conversación con Mamá o
Papá (o con ambos) para ayudarlos a hacer un “ajuste de actitud?” Estén
preparados para trabajar en esto y no esperen un cambio después de una
sola conversación. Usualmente, las actitudes son desarrolladas a través del
tiempo y se vuelven hábitos que son difíciles de romper. Quizás tengan una
actitud que añadir a la lista citada a continuación. Si es así, identifiquen la
actitud correspondiente.
Las Reglas al ir a las tiendas: (Haz tus propias reglas o añádelas a las nuestras)
Declaración para el hogar: Por la gracia de Dios, nuestro hogar será un lugar de
edificación.
(Respecto al tono en las conversaciones, añadan algo específico de cómo
planean hacer esto una realidad en su hogar).
TIEMPO DE DISCUSIÓN
PARA GRUPOS PEQUEÑOS
(Tiempo sugerido—45 minutos)
TIEMPO DE ORACIÓN
LA BATALLA
Recuerdo que cuando pasamos por esos tiempos difíciles con Emily, le
mostramos exactamente lo que ella estaba escogiendo. Y recuerdo en una
ocasión a David decir mientras nos sentábamos a conversar: “Si escoges batallar
(insistir en hacer lo incorrecto), entonces batallaremos, pero yo ganaré”.
Fue uno de esos momentos en que yo calladamente oraba: Vamos Em, haz
la decisión correcta, mientras yo tomaba la mía que era permanecer callada.
Recuerdo sostener los bordes de mi silla tan apretadamente que pensé que mis
dedos podían hacer hoyos a través de la tapicería.
Jesús a menudo trazó líneas espirituales en la arena para crear un intenso
ambiente espiritual que forzó a las personas a escoger entre Él y el mundo
(“Cruza esta línea y entraremos en guerra”). Igualmente cuando nuestros hijos
“traspasan los límites” que hemos trazado en sus vidas, eso los pone en un grave
peligro. Dios nos advierte que no crucemos estos límites porque Él hará que
cumplamos si somos uno de Sus hijos. Si no somos suyos y deliberadamente
cruzamos a este territorio, seremos vulnerables a toda una gama de cosas malas.
Santiago 4:4 va a través de esto con un lenguaje duro: “Adúlteros y
adúlteras ¡(refiriéndose a la infidelidad espiritual)! ¿No sabéis que la
amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera
ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios”.
Quizás recuerdas el pasaje en 1 Timoteo 1:18 cuando Pablo exhorta a
Timoteo a pelear la buena batalla. En otra versión bíblica dice: “milita la buena
milicia”. ¿No es extraño pensar que una guerra pudiera ser algo bueno o justo?
Pero puede serlo y lo es cuando estamos peleando por lo que es correcto.
Lee una vez me compartió una corta historia acerca los elefantes de circo.
Me dijo que los circos no dejan a los elefantes en las jaulas porque son muy
grandes y pesados y las jaulas serían muy costosas. En vez de eso, ellos los
mantenían en el suelo, con una soga alrededor de una pata que estaba atada a una
estaca. La razón por la que pueden hacerlo es porque cuando son bebés, la estaca
es suficientemente fuerte para sujetarlos. Pronto ellos no retan la fuerza de la
estaca sino que se someten a la creencia de que ésta es más fuerte que ellos. Y
cuando crecen y crecen, no tiran de la estaca aunque podrían hacerlo fácilmente.
Estamos en la etapa de entrenar a nuestros hijos. Cuando ellos desafían las
estacas que hemos puestos para nuestras familias, tenemos que permanecer
firmes hasta que el entrenamiento esté completo y ellos vean la bendición de
sujetarse y hacer las cosas según la instrucción de Dios.
Puede que los elefantes no sean muy inteligentes, pero nuestros hijos sí lo
son. Ellos están llenos de pensamientos inquisitivos y son muy curiosos.
Continuamente, se toparán con muchas opciones interesantes que llenarán sus
imaginaciones y los instarán a desafiar las estacas de las convicciones familiares.
El plan es que ayudes a tus hijos a tener su propia fe para que cuando dejen
el hogar tengan sus propias convicciones sobre las cuales permanecer firmes.
Esencialmente esto significa que ellos aprenderán a construir límites por los
cuales regirán sus vidas. Éste es un proceso que como sus padres, supervisamos.
Algunas veces, sus convicciones serán retadas y algunas veces el mundo los hará
pensar dos veces, pero nosotros estaremos aún allí para ayudarlos a replantear y
recordar la verdad.
CONFÍA EN LA VERDAD
No vayas a ningún lugar donde no quisieras ser hallado cuando Jesús venga,
No digas nada que no te gustaría estar diciendo cuando Jesús venga,
No hagas nada que no te gustaría estar haciendo cuando Jesús venga.
Confesamos que:
NO TRANSIJAS
El mundo presenta sus engaños en bellas cajas envueltas para regalo, pero
dentro tiene el veneno de una serpiente venenosa. La caja es muy seductora y
atrae la curiosidad de tus hijos (o la tuya). Cuando la caja está abierta y las
serpientes muerden, entonces ya es demasiado tarde. Esta ilustración crea
inquietud y muestra con bastante exactitud como el mal puede engañar
completamente. Los niños necesitan aprender a mantenerse alejados del borde
del precipicio, a huir de la tentación. Todas las tentaciones tienen cualidades
atractivas ¡o no tentarían!
Toda caída empieza con unas pequeñas transacciones. ¿Cuántas veces
hemos escuchado, a un cónyuge infiel decir que su infidelidad comenzó con una
simple e “inofensiva” conversación? Por eso debemos construir una serie de
cercas basadas en nuestras convicciones personales o debilidades conocidas.
Aprecio el mensaje de este corto poema acerca del significado de cosas
aparentemente “pequeñitas”.
Pequeñeces
Sólo fueron algunos copitos de nieve,
Tan ligeros, suaves y livianos;
Sin embargo, una gran cantidad de ellos juntos
Pararon un tren de vagones una noche;
Y las personas asustadas y temblando de frío
Lucharon con hambre y frío
Pasaron largas horas antes de ser rescatadas
De los copitos de nieve
Fueron sólo gotitas
Que estaban lejos en el cielo;
Pero que dijeron: “Caigamos juntas
En ese campo tan seco”.
Así que bajaron juntas, riendo y salpicando
Con buena y dulce música
Y salvaron con su humectada gracia
El campo de trigo marchito
¡Oh! mis jóvenes, acérquense mientras les hablo—
Déjenme hablarles lo más claro posible;
Estos pequeños hechos, para mal o para bien
Harán o estropearán al hombre.
Que sus pensamientos, palabras y acciones
Sean honestas y amables y verdaderas,
Y la corona de un noble caballero
Seguramente les pertenecerá.
(Autor desconocido)
Jesús añadió su propio punto de vista a este tema, de cómo cosas pequeñas
y acciones insignificantes tienen grandes repercusiones. Lucas 16:10 dice: “El
que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco
es injusto, también en lo más es injusto”. Las cosas pequeñas son importantes.
Es de vital importancia que construyamos en nuestras familias normas y
cercas de protección que nos guarden de la tentación y de transigir. Enseñemos a
nuestros hijos a medir sus elecciones y a contrarrestar sus pensamientos con la
verdad. Y cuando ellos sean confrontados con “una hermosa caja” en una
situación más allá de su control o del control de ustedes, ¿cuál es la medida que
deberían emplear para no transigir? Ellos deben huir de la tentación.
Miremos la respuesta de la Biblia sobre las cosas de las cuales debemos
huir:
En 1 Timoteo 6:10-11, las Escrituras nos advierten: Porque raíz de todos
“
NUESTRA DEFENSA—
LA ARMADURA DE DIOS
“Estar ceñidos con la verdad”, de manera que no nos enredemos con “una
moralidad ligera” sino que permanezcamos unidos a la integridad.
“Vestidos con la coraza de la justicia”. Nuestra mayor necesidad de
protección está en protegernos con la justicia de Cristo, quien cubre
nuestros corazones, primero a través de la salvación y segundo a través de
nuestra santificación. Como Sus seguidores, debemos procurar vivir una
vida pura y santa sin heridas ni cicatrices por engaños.
“Calzados los pies con el apresto del Evangelio de la paz”. Los creyentes
andan con la comodidad de saber que Dios es su fortaleza y apoyo y que en
Él tienen paz.
“Tomad el escudo de la fe”. Tomamos este protector de todo el cuerpo que
ahuyenta las falsedades y las tentaciones y elegimos obedecer y confiar en
Dios. Esta línea de defensa demuestra que hacemos esta elección al
apropiarnos de nuestra fe y al vivir por ella “dentro del círculo”, confiando
en las promesas de Dios sobre las mentiras y falsas promesas del maligno.
“Toma el yelmo de la salvación”. La cabeza siempre es el primer objetivo
de nuestro enemigo y aunque no podemos perder nuestra salvación, nuestro
enemigo espiritual, Satanás, puede hacer que tengamos dudas sobre esto al
igual que sobre otras promesas de la Palabra de Dios. Sin embargo,
debemos proteger nuestras mentes de futuros temores y falsas dudas.
“Toma la espada del Espíritu; que es la Palabra de Dios”. Agárrate bien
fuerte de la realidad inquebrantable de que la verdad de la Palabra de Dios
es el arma ofensiva real que Dios nos da y es infinitamente más poderosa
que cualquier estratagema de Satanás.
Dios también nos dice que estemos velando y perseverando con “toda
oración y súplica”. ¿Estás preparado/a para la batalla? ¿Has olvidado siquiera
una pieza? ¿Estás alerta para defender tu matrimonio y a tus hijos?
MATERIALISMO
MATERIALES DE LECTURA
Ésta es, después de todo: “la era de la información”, así que hay muchas
fuentes para aprender. De todas formas, no toma mucho tiempo aprender que
sólo porque algo sea publicado o proclamado en el Internet no es necesariamente
cierto. Y definitivamente no lo hace edificante o valioso. En esta era tecnológica,
cuando el sonido late y el entretenimiento está constantemente en las puntas de
los dedos, los padres tienen gran presión para convencer a sus hijos que leer un
libro puede realmente ser una manera valiosa de cómo invertir su tiempo.
Necesitamos trabajar en animar a nuestros hijos a que sean verdaderos lectores.
Incluso, asegúrate que filtras el material que tu hijo está leyendo. Léele a tus
hijos, aun a los mayores, incluso lee a toda la familia. Es tan difícil conseguir
que todos coincidan al mismo tiempo, pero una vez que el libro se haya
comenzado y todos estén interesados, esto puede lograr que permanezcan
reunidos. Haz que los mayores lean a sus hermanos. Crea desafíos de lectura que
ellos puedan lograr. Los libros crean grandiosas conversaciones familiares.
Los libros en audio son de gran ayuda para los niños, pero siempre insisto
que ellos lo sigan con el libro para que vean las palabras y sus pronunciaciones.
Este método puede realmente ser de estímulo para el joven que lucha con
dificultades para leer. Tengo un amigo cuyo hijo avanzó tres grados de lectura en
un verano usando este método.
Como mínimo, necesitamos tomar seriamente la cantidad de la terrible
propaganda con que nuestros hijos son bombardeados cada día. Lo que ellos
escuchan en casa debe servir para preparar sus mentes e inocular su cosmovisión
de las mentiras infecciosas que están allá afuera. He aquí un ejemplo de un
anuncio de la revista “Seventeen” (Diecisiete), ¡hace veinte años!
“Mantén el derecho de la mujer a escoger…a menos que George Bush esté
dispuesto a cidar niños”.
(Los activistas por el derecho de abortar estaban promoviendo su agenda,
para presionar al entonces Presidente Bush (padre) a no revertir la decisión del
caso Roe v. Wade a través de su publicidad de “ropa”. Pero ni siquiera había ropa
en esta página. ¡El anuncio completo de esta página era una declaración de su
opinión!). ¡El público lector, a quien estaba orientada la revista era para los de
quince años y menores! Las palabras vulgares, irrespetuosas, engañosas,
habladas y escritas se han convertido en la norma de nuestro día.
Hay fuertes advertencias bíblicas en pasajes como Jeremías 10:2 e Isaías
47:12-15. Si tus hijos expresan una fascinación por lo oculto o el misticismo,
emplea tiempo con tu familia leyendo estos pasajes e investiga los pasajes
adicionales en los cuales Dios da Su clara perspectiva en contra de mover la
“bella caja envuelta para regalo” que acaba de llegar a la puerta de tus hijos.
La gente joven ha sido llevada a morar en la negatividad, y en algunos
casos, sin desearlo. La preocupación número uno de los jóvenes de 10 a 12 años
hoy es simplemente el mantenerse a salvo. Los niños ya no se sienten seguros en
la escuela. Para reforzar la seguridad de sus estudiantes, los oficiales escolares y
los administradores están añadiendo “ejercicios de tiro” a su protocolo de
precaución.
PELÍCULAS
El asunto de qué ver y qué no ver en el cine solía ser un asunto público;
ahora es también un asunto del hogar. Las películas llegan a nuestros hogares en
forma variada. ¡Pero la disponibilidad de material inapropiado y pornografía
descarada que es accesible a los niños es chocante!
Podemos ver la reseña de las películas en línea. He aquí algunos sitios en la
red para ayudarte a determinar si ver o no ver una película:
Recuerdo unos años atrás cuando David y yo fuimos al cine. El lugar estaba
repleto, así que mientras David compraba nuestros boletos, me paré cerca de la
entrada. Dos jovencitas, de no más de quince años, vinieron a mí y dijeron: ¿Nos
ayudarías a entrar en el cine? Queremos ir a una película catalogada R y
necesitamos a alguien que nos compre las entradas. No tienes que ir a la misma
película, sólo tienes que decir que estamos contigo si ellos preguntan”.
Estas jovencitas fueron tan descaradas. Debo haber lucido como una
persona fácil de convencer. ¡Reflexioné sobre su propuesta por un nanosegundo!
Calmada y firmemente respondí: “No, no haré eso”. Un momentito después, las
vi a las dos en el baño de las damas. ¡Obviamente ellas encontraron un cómplice
más rápido de lo que yo pude lograr hacer mi propia fila!
A unos cuantos pasos de mí, las oí reír y decirse (para que yo pudiera
escucharlas): “Ja ja, etramos de todas formas”.
Yo repliqué: “Si, lo lograron, pero no con mi ayuda”. Yo no dudé ni por un
instante que alguien las ayudaría a entrar. Pero un versículo resonaba en mi
cabeza mientras esta situación se desarrollaba y seguramente me puso en guardia
para no caer en su juego. Fue Mateo 18:7: “¡Ay del mundo por los tropiezos!
porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por
quien viene el tropiezo!” Hay dos signos de exclamación en este versículo—
muy raro en la Biblia. La gente que gustosamente ayuda y alienta o causa a otra
tropezar—especialmente a los niños—están en peligro del juicio de Dios. El
versículo 6 dice: “Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos
pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una
piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar”.
¿Crees que sería una buena idea el comprar cerveza a menores de edad o
“ayudar” en alguna forma para que ellos puedan cruzar “la línea?” Estos
versículos deben establecer ese argumento para bien”.
INTERNET
A pesar de todo el buen trabajo que puede ser logrado con las
computadoras, debemos tener convicciones acerca de su uso y lugar en nuestros
hogares, si tenemos acceso al Internet. No la dejamos en las habitaciones, sino
en un lugar céntrico con acceso a cualquiera. Pero ahora, los aparatos portátiles
se están volviendo tan populares, que es absolutamente imperativo que todas las
computadoras, iphones, iPods, etc, en tu hogar tengan software protector.
Muchos proveedores de internet lo ofrecen gratuitamente. Si no tienes instalado
un buen software protector, tu control como padre se te hará más difícil; quizás
esto llame tu atención. Ten en mente que los iPhones y otros aparatos portátiles
no proveen el mismo control parental, pero puedes monitorear los sitios que tus
hijos están visitando a través de compañías como Covenant Eyes o X3 Watch
Pro. ¡Debemos ser intencionales en mantener a salvo a los miembros de nuestras
familias!
Las estadísticas acerca del Internet son deprimentes. Las siguientes
estadísticas surgieron en enero del 2007. La pornografía es la industria de
Internet de mayor ganancia en el país, con ganancias de 13 billones de dólares al
año (creció de 5 a 6 billones desde el 2001). Cuatrocientos nuevos sitios de
pornografía (de cien que había en el año 2001) son creados cada día. En
cualquier momento, 60 por ciento de los usuarios del Internet están visitando
sitios pornográficos. Y lo peor de todo es un dato que escuché el 7 de diciembre
del 2007 en la Estación de radio Moody. Alegaba que el 90 por ciento de niños
de ocho a dieciséis años han visto pornografía en el Internet. No necesitamos
esta clase de progreso. Estas estadísticas exponen la terrible verdad de que los
niños no están bien cuidados o protegidos contra la tentación del mundo fuera
del círculo. Ellos ciertamente no están huyendo de la tentación o aprendiendo a
retroceder para ni siquiera tocar “las bellas cajas de la maldad”.
TELEVISIÓN
MÚSICA
QUEDARSE A DORMIR/
FIESTAS DE PIJAMAS Y MÁS
CITAS/CORTEJANDO/PUREZA
Sigan trabajando como familia, en definir las reglas de lo que es una cita,
sus pautas y estándares. Ésta es un área que hemos ya cubierto, pero se ahorrarán
mucha agonía y angustia si claramente definen sus expectativas en relación a
esto, mucho antes de que sus hijos alcancen la adolescencia. Estén seguros de
llegar a un acuerdo como padres. Esto es importante porque si alguna vez hubo
un área donde un adolescente puede ser tentado a poner a Mamá en contra de
Papá, es ésta.
Enseñar acerca de la pureza es mucho más que una lista de los “no”.
Muchas familias viven con límites arbitrarios que sus adolescentes prometen
cumplir. Cuando una relación se desarrolla, estas líneas escritas en lápiz de
carbón son borradas y re-delineadas para ser más “realistas” o “apropiadas” a la
luz del avance de la relación. Ésta es una idea malinterpretada de pureza. La
pureza es una expresión personal de espera por el que será el compañero de vida
y te preserva para el matrimonio. Es un regalo que protegemos mientras
esperamos el tiempo precioso de darlo correctamente. Es una aspiración de
santidad a ser guardada, valorada y preservada. En su libro Raising Purity
(Criando la pureza), Gerald Hiestand, un joven pastor, ofrece a los padres una
base sólida y de dirección para “desarrollar la imagen de Dios en el corazón de
tus hijos”. Su libro establece: “Antes que podamos cultivar un espíritu de pureza
en los corazones de nuestros hijos, primero debemos nosotros levantar un retrato
que sea claro, obtenible y conocible”. Me parece que este libro ofrece una gran
claridad en el asunto y lo recomiendo encarecidamente a los padres.
La pureza es más que pureza física y la pureza física es más que abstenerse
del pecado sexual. La pureza física envuelve abstenerse de cualquier obra de la
carne que haga guerra en contra de nuestros cuerpos mortales, y es más que
meras restricciones de comportamiento. Pureza es, en esencia, nuestra unión con
Cristo, y algo de gran valor y honor que tenemos que procurar.
También luchamos por la pureza de pensamientos y la pureza en nuestros
motivos. Debe ser una forma de vivir para el creyente que desea presentar su ser
por completo a Cristo. Debemos ser santos porque Él (nuestro Prometido) es
santo.
¿ENTONCES, QUÉ DEBEMOS HACER?
Al leer muchas de las cosas en este capítulo puede que nunca quieras que
tus hijos salgan de casa. Pero aunque queramos protegerlos, no seremos capaces
de retenerlos indefinidamente. Se integrarán al mundo. Nuestro trabajo no es
sólo de protegerlos, sino también de prepararlos.
Ya que no podemos proteger a nuestros hijos de toda cosa mala, ellos deben
aprender a cuidarse de ser vulnerables, entendiendo cómo responder a una
situación inesperada de forma que honre al Señor.
Luke asistió a una muy respetada y conservadora universidad secular, pero
yo no estaba preparada para lo que él tendría que enfrentar. Repetidamente, fue
desafiado a pararse firme o a derrumbarse, no hay término medio. Una de esas
ocasiones ocurrió en el dormitorio de los jóvenes. Con un edificio lleno de
jóvenes, puedes imaginarte las “cosas” que se colaban en el edificio. Luke
jugaba en el club de hockey y cuando iba a visitar a unos compañeros del equipo
en otros dormitorios, al entrar encontraba algunas fotos inapropiadas en las
pantallas de la computadora. Luke se acercaba a la computadora y pulsaba click,
click—para que desapareciera la imagen. Primero, yo estaba triste, luego
sorprendida, luego orgullosa. Triste de saber que mi hijo tuvo que enfrentar
condiciones opresivas en ese momento de su vida, sorprendida de su audacia, y
orgullosa de que él vivía sus propias convicciones en un lugar donde podía ser
grandemente ridiculizado. Pero Luke no estaba perturbado por las reacciones de
otros y ellos lo aceptaron como su compañero y pronto aprendieron a esperar
que él borrara los protectores de sus pantallas. Luke no estaba allí sólo para
obtener una educación, sino para ser la luz de Cristo en la oscuridad.
El Salmo 101:3 dice: “No pondré delante de mis ojos cosa injusta”. Si
caemos, tenemos una manera de levantarnos a través de la confesión y el
arrepentimiento. El círculo completo continúa.
Principio #3: El Señor quiere que estemos en el mundo, pero que no seamos
absorbidos por él, de modo que podamos ser Sus mensajeros y alcanzar a
los perdidos. Usando toda la armadura de Dios, nos prepararemos para combatir
y desafiar los engaños del mundo con el evangelio y la verdad de la Palabra de
Dios.
Tenemos que tener convicciones firmes respecto a cada una de estas áreas,
para nosotros mismos de modo que cuando ellas sean puestas bajo escrutinio
(incluso por nuestros propios hijos) permanezcan firmes. Si estamos inseguros
acerca de nuestras creencias, nos hundiremos y no seremos capaces de esperar
más de nuestros hijos. ¡Las convicciones son esas decisiones que hacemos a la
luz del día y no nos damos por vencidos cuando estamos rodeados de oscuridad!
Hace varios capítulos que introduje el concepto de las convicciones
personales y estándares familiares, fue en el capítulo dos. Es mi oración que tu
familia haya empezado seriamente a proyectar esta red de protección para
ustedes y para sus hijos. El tiempo apremia.
Más allá de nuestras convicciones personales, tenemos dos convicciones
bíblicas las cuales debemos estar listos para defender y practicar en el uso diario:
la Palabra de Dios y la oración.
Cualquier versículo que puedas compartir con tus hijos para apoyar tus
convicciones será de mucho beneficio. Y aún mejor, memorizar pasajes juntos.
Trabajen en tener un depósito familiar común de la Palabra de Dios al que todos
puedan acceder durante las conversaciones. Cada versículo que memorizas será
un golpe directo en la batalla por tu mente y ciertamente la mente de tu hijo.
Ellos necesitan llenarse de la memorización de las Escrituras. La memorización
de las Escrituras, la oración y la lectura de la Biblia servirán para afilar la mente
y contrarrestar los efectos que tiene el mundo para embotarla. El practicar
regularmente, el ejercitar nuestros cerebros y espíritus los mantendrá perceptivos
y capaces de discernir las trampas malignas.
Mamá y Papá, para ustedes y sus hijos, nunca será demasiado lo que
puedan memorizar de las Escrituras. Con todo lo que somos bombardeados,
debemos tener algo verdadero, honorable, recto, puro, amoroso, de buena
reputación, excelente o digno de alabanza para desafiar o reemplazar este
bombardeo (Filipenses 4:8). Cada versículo que memoricen de los capítulos de
este libro los pondrá en el trayecto para lograr la victoria en sus pensamientos, si
no la han tenido ya. El Señor les traerá pensamientos de Su Palabra siempre que
necesiten ser ministrados. ¿No queremos lo mismo para nuestros hijos?
Guarden su mente en Cristo Jesús. Pongan su mente en las cosas de arriba.
No la dejen ser cautiva. Sean agradecidos y disfruten la vida abundante que
Cristo ofrece.
TIEMPO DE PAREJAS
(Tiempo sugerido—45 minutos)
¿Tienen ustedes algún valor familiar que esté en conflicto con alguna
convicción bíblica? En otras palabras, ¿está la Palabra de Dios siendo
sustituida por otro valor como: centrar la vida familiar en el niño, haciendo
énfasis en el dinero o en mantener la paz? ¿Cuál dirían ustedes que es el
factor clave a la hora de tomar una decisión en su familia? ¿Están de
acuerdo? ¿Debe ser hecho algún cambio en tu hogar de manera que la
Palabra de Dios sea preeminente?
Discute con tu cónyuge lo que significa proteger la mente de un niño.
¿Cuáles pasos consideran necesarios dentro de su hogar para crear un
ambiente que honre a Dios y entrene a un niño a cuidar su propio corazón?
No podemos mantenerlos protegidos del mundo totalmente, pero
definitivamente podemos purificar nuestros hogares de manera que ellos
sepan que hay una diferencia entre el mundo y las maneras de glorificar a
Dios. ¿Existen cosas en su hogar que no glorifican a Dios o que pueden
causar que miembros de la familia puedan caer? Esto incluye a Mamá y
Papá. Revisa los cuatro principios claves de protección de este capítulo y
discutan como ellos se aplican a su hogar.
Repasa las cuatro claves principales de protección de este capítulo y discute
cómo se pueden aplicar a tu ambiente familiar.
Habla con tu cónyuge de elaborar más en algunas de las ideas relacionadas
a las convicciones personales. Cuando lleguen a un acuerdo en alguna de
estas áreas, decidan como van a transmitir estos estándares familiares a toda
la familia para que todos puedan entenderlos y tengan un tiempo para hacer
preguntas. Ellos necesitan ver que han invertido algún tiempo en llegar a
sus conclusiones y que ambos están “convencidos” de que esto es lo mejor
para su familia.
¡Tengan una gran conversación familiar!
Aplicación en el hogar: Escribe una convicción básica de cada uno de los temas
principales de este capítulo: materialismo, materiales de lectura, películas,
Internet, televisión, música, tareas escolares, fiestas de pijamas, citas y pureza.
Realcen aquellas que requerirán un cambio en sus “estándares de procedimientos
operativos” y empiecen a implementarlos en el hogar. Establezcan una prioridad
de cambios deseados, denle seguimiento a través de “conversaciones familiares”
y animen a sus hijos a unirse a su ejemplo de ponerse “toda la armadura de
Dios”, incluyendo memorizar juntos a Colosenses 2:8. ¡Traten de tener un hogar
que honre a Dios!
Oración para la pareja: Cierren en oración. Usen estos momentos para hablar
con Dios acerca de las mentes de sus hijos. Háblenle a Él de sus observaciones
de las cualidades especiales que Él les ha dado a sus hijos y comprométanse a
ser Sus siervos en proteger sus mentes. Oren que ellos puedan usar sus dones
para hacer una diferencia para Cristo en este mundo. Pídanle a Él por aliento y
dirección específica.
TIEMPO DE DISCUSIÓN
PARA GRUPOS PEQUEÑOS
(Tiempo sugerido—45 minutos)
Espero que en los meses que han transcurrido las parejas hayan discutido y
formulado sus convicciones personales y sus estándares para sus familias.
Usen este tiempo para grupos pequeños y aprovechen a compartir algunas
de estas convicciones entre ustedes. Cada pareja puede seleccionar un
tópico de los que siguen para compartir sus pensamientos. El escuchar los
planes y las convicciones que otros están implementando puede ayudarlos a
estimular discusiones para algunas de las parejas que no han podido llegar a
un acuerdo. Mantengan en mente que no todos tendremos las mismas
convicciones personales. Provean versículos de las Escrituras como la base
de cada una de sus convicciones.
Materialismo
Materiales de lectura
Películas
Internet:
Televisión
Música
Tareas escolares
Quedarse a dormir/Fiestas de pijamas
Citas/cortejos
Pureza
TIEMPO DE ORACIÓN
Oren porque sus hijos crezcan en discernimiento y en la habilidad de
pararse firme en contra de los muchos ataques de este mundo.
Oren por el establecimiento de cercas protectoras en sus vidas y que ellos
desarrollen sus propias convicciones y dominio propio respecto a las cosas
que ven y hacen.
Oren por fortaleza para huir de las tentaciones, tanto para padres, como para
hijos.
14
CONSTRUYENDO EL CARÁCTER
LOS PADRES PIADOSOS ENTRENAN A SUS HIJOS A TENER UN CARÁCTER PIADOSO
CONSTRUYENDO EL CARÁCTER
Debido a que nuestros hijos nos están vigilando de veras, ¿qué es lo que
estamos determinados a modelarles de una manera consistente? Miremos otra
vez el pasaje de la Biblia que se está usando como referencia en este capítulo a la
luz de las cualidades del carácter que deseamos modelar para ellos y también en
las áreas que quisiéramos que ellos desarrollaran: “El amor es sufrido, es
benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;
no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no
se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree,
todo lo espera, todo lo soporta” (1 Corintios 13:4-7).
Si evaluamos estos versículos frase por frase, podemos empezar a aplicar
las características del amor a aspectos específicos de nuestras relaciones
personales, especialmente dentro de nuestras familias:
El amor hacia nuestros hijos es realmente amor cuando es acción más que
emoción. Si nuestros hijos van a recordar que los amamos, estas acciones
modeladas como muestras de amor son las cosas que van a recordar de nosotros.
Después de todo, sabemos lo que Pablo dice acerca del amor vacío, porque él
escribió estas palabras justo antes de los versículos de este capítulo “Si yo
hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como
metal que resuena, o címbalo que retiñe” (1 Corintios 13:1). Pablo estaba
describiendo que las acciones rectas hechas sin amor son vacías y el sonido que
emiten es sólo ruido.
Me encanta recibir una grandiosa tarjeta de San Valentín de parte de mi
esposo. Nosotros pasamos un buen tiempo escogiendo la tarjeta adecuada,
aquella que mejor exprese el amor y el afecto del uno por el otro. Pero he
descubierto a través de los años, que son más que meras expresiones, son
manifestaciones de nuestro compromiso puesto en palabras. Leo tantas tarjetas
con palabras vacías y superficiales y sé que esas no son de las que elegiría para
dar o recibir. Recuerdo haber leído una que decía: “Hoy te quiero más que ayer”.
Y adentro decía: “Ayer me alteraste”. Este amor de “así me siento hoy” no es la
clase de amor que aspiramos en nuestro matrimonio bíblico y esto es obvio a los
que saben que están comprometidos el uno con el otro a pesar de las altas y
bajas. Probamos nuestro amor a nuestros cónyuges e hijos cuando nuestras
acciones muestran que no importa los obstáculos que el mundo nos ponga en el
camino, estamos comprometidos el uno al otro. Es uno de nuestros valores
familiares—la lealtad a la familia.
Romanos 5:8 describe el amor de Dios como un compromiso demostrado
en acciones, no basado solamente en sentimientos. Dice: “Mas Dios muestra su
amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por
nosotros”. Representaciones como las que se ven en la película: La Pasión de
Cristo nos dan una imagen viva e inquietante de que Cristo no estaba
experimentando un amor sentimental, meloso. Él fue condenado ilegalmente,
ridiculizado, desmoralizado públicamente y humillado, torturado sin
misericordia y finalmente crucificado. Pero Él lo soportó todo porque nos ama.
Él nos ama con un amor eterno, completo, puro, leal y sacrificado.
Vamos a repasar algunas ideas de cómo demostrarle amor a nuestros hijos
—de cómo construir lazos de amor familiar, dándoles tiempo, haciendo cosas
con ellos (o para ellos), de manera que lo que más recuerden de nosotros sea que
los amamos.
EL AMOR EN ACCIÓN
ENSÉÑALES A PENSAR
Vamos a repasar algunas de las cosas que pueden animarlos a que sean
pensadores. Yo escuché a un orador decir que necesitamos levantar grandes
pensadores que puedan retar las débiles filosofías de este mundo. Aprender a ser
un pensador empieza a una temprana edad. Empieza cuando uno les lee en voz
alta y cuando uno habla acerca de los cuentos que están leyendo.
Disfruta cuentos y libros con tus hijos. Mi amiga Helen hacia batidas y los
llevaba debajo de “la fortaleza del piano” para leer libros. Yo recuerdo que, junto
con mi mamá, yo arreglaba las sillas en mi casa en forma de fortaleza y los
cubría usando cobijas y pinzas de ropa. A veces hacíamos tiendas de campaña
sobre el tendedero de ropa. Ahora las personas sencillamente compran las
tiendas de campaña y muy pocas personas tienen tendederos en su patio.
También hacíamos fortalezas que iban de cuarto en cuarto que tenían túneles. Y
las cajas inmensas nunca eran tiradas a la basura sin antes usarlas de alguna
manera.
A mí me gusta encontrar libros viejos, a veces en ventas que encuentro en
las bibliotecas. Me gusta buscar biografías debido a los valores tradicionales que
se encuentran enlazados en medio de la historia. Yo les leí el cuento de Davy
Crockett a mis hijos, una versión reciente y una versión escrita hace cien años.
La versión antigua era un tesoro; a la versión reciente le faltaba mucho del
carácter original y los valores importantes. Las versiones antiguas son más
auténticas y no han sufrido los cambios que pudieran transformar el pensamiento
original o significado. Necesitamos ser cuidadosos con lo que leemos y los
valores o falta de valores que se comunican. He encontrado que necesito leerlos
primero, antes de leerlos a los niños pequeños. Es triste decirlo, pero muchos de
nuestros libros hoy en día sufren de un contenido pobre o pueden comunicar un
mensaje intenso que tal vez no consideres apropiado para los niños. Claro, lo
mismo puede suceder con el material antiguo. Yo recuerdo haber encontrado el
cuento original de Bambi y pensé que sería interesante leérselo a mis niños. Pero
entonces cuando leí por adelantado un párrafo, ¡me di cuenta que era muy
intenso para los pequeñitos! Necesitaba cambiar las palabras. No era nada
similar a la versión de Disney. Pero aún así, leer (material que valga la pena) es
algo grandioso porque estimula la imaginación y les ayuda a que sean
pensadores.
También nos contábamos muchas historias. Yo le contaba cuentos de
“Melissa Marie” y “Tommy y Billy” a Emily, Luke y Lee, los cuales nos
inventábamos en el momento. Ahora les digo cuentos del “Perrito Scotty” a mis
nietos. Pero lo mejor de compartir cuentos es que puedes escoger el problema
del día o algo que tú deseas enseñarles—como una lección de amar a otros—y lo
diseñas de una manera que ellos lo capten y lo entiendan. Un cuento les da una
perspectiva diferente.
A veces yo les preguntaba: “¿Qué piensan ustedes que haría Tommy?” Y
ellos ya habían escuchado bastante de estos cuentos que ya sabían cómo este
personaje reaccionaría. Y estas historias les enseñaban a cómo pedirle perdón a
alguien o cómo admitir que habían hecho algo incorrecto.
Melissa Marie era una niña desenfrenada con una tendencia a tomar
decisiones necias, pero siempre, al final, lo reconocía. Aún reconociéndolo, se
encontraba atrapada con las consecuencias de sus decisiones. Lo chistoso es que
yo muchas veces me inventaba cuentos acerca de ella porque me quería acostar y
no tener que aguantar un libro y pasar las páginas. A veces los inventaba porque
estaba cansada y quería apagar las luces. Pero nunca pensé que ellos recordarían
esos momentos aún siendo adultos.
Las cosas pequeñas que haces con tus hijos cada día pueden sentirse como
insignificantes o comunes para ti, pero te puedes sorprender que al pasar el
tiempo son los momentos que ellos más recuerdan de su niñez. Hay cosas que
dicen: “Te amo y te amo y amo estar contigo.”
Mi hermana cuidó dos hijastras un fin de semana sí y el otro no, por años y
años. Ella hacía cositas especiales que le tomaban mucho tiempo y atención.
Arreglaba el sótano para que pudieran patinar y a veces patinaba con ellas.
Cocinaba para ellas; no compraba comida de McDonald’s sino que les hacía
nuevas creaciones culinarias. Una de las niñas, cuando ya tenía más de veinte
años dijo: “Siempre me pregunté por qué no íbamos a McDonald’s; en vez de
eso, tú creabas nuevos platos para que los probáramos. Recuerdo la primera vez
que yo oí la palabra ‘pasta’. Ahora aprecio aquellos momentos especiales y
aprecio tu creatividad y veo como ahora aprecio las diferentes comidas porque tú
tomaste el tiempo de hacer todo eso por nosotras”.
¡Esa bendición vino dieciséis o diecisiete años después! Algo simple, pero
especial que les mostró a las niñas que eran amadas. Yo sé que estos fueron
momentos difíciles para mi hermana porque ella me compartía lo duro que era
dedicar ese tiempo y cuidado sin ver resultados o una reacción positiva. Pero
nuestro trabajo siempre tiene resultados. Aún cuando no recibimos la bendición
de verlos, lo hacemos porque sabemos que Dios es fiel a Su Palabra y vale la
pena el sacrificio de demostrar nuestro amor y cuidado a nuestros hijos. Me
gusta como esto es expresado en Proverbios 31:28-29: “Se levantan sus hijos y
la llaman bienaventurada; y su marido también la alaba: ‘Muchas mujeres
hicieron el bien; mas tú sobrepasas a todas’”.
Algunos padres se encuentran en situaciones difíciles en las cuales ellos
quizás no recibirán la bendición por años ni aún en esta vida. Vemos esto
frecuentemente en casos de divorcio o con padres solteros que se sienten que sus
sacrificios pasan desapercibidos o quizás son poco apreciados. No dejes de hacer
todas esas cosas adicionales que haces por tus hijos o hijastros, aun cuando te
sientas poco apreciado/a o que tus esfuerzos parezcan ser destruidos por otra
persona. Recuerda que el amor es el compromiso demostrado. Los niños, al
igual que las personas de cualquier edad, saben si son valorados. Aún si sus
vidas en el presente están patas arribas, el amor es el ancla que los sustentará
durante toda tribulación. Eventualmente, ellos se darán cuenta de esto y sabrán
que ser amado por otra persona con el amor de 1 Corintios 13 es algo raro y
especial. No es un amor sentimental, sino que es un amor sacrificado.
Nuestra vida refleja las decisiones que tomamos. Un devocional que
terminó siendo uno de nuestros favoritos se titula: Escogiendo el camino de Dios
(Victor Books). El libro ayuda a nuestros hijos a aprender a temprana edad que
ellos pueden escoger en cada situación lo que le agrada a Dios. Ofrece cuentos
de uno a dos párrafos, cuentos para el día de hoy o historias bíblicas, las cuales
enseñan cómo aplicar verdad a sus vidas y a tomar buenas decisiones. Después
de cada cuento hay de tres a cinco preguntas para discutir. Este libro es para
niños pequeños y puede ser que ya no se encuentre impreso pero hay una
abundancia de materiales que se pueden encontrar por medio del internet o en
tiendas cristianas.
Tuve unos cuantos libros favoritos que usé bastante y que no se van a poder
encontrar en el día de hoy. Uno tenía lecciones sencillas de dos a tres páginas
que cubrían principios de vida, tales como: manejando nuestro dinero o
trabajando diligentemente. A veces les pedía que leyeran unas cuantas páginas y
que me dijeran lo que habían aprendido. Ellos firmaban y le ponían la fecha a la
página. Hay tantos materiales disponibles hoy, que puede ser abrumador. Paso
por la casa de mis hijos para ver lo más reciente que hay hoy en día. Hay muchas
Biblias maravillosas para niños.
TIEMPO DE PENSAR
Cuando era niña, recuerdo haber pasado “horas” con mi mamá. Esto me
impactó tanto que estaba determinada a invertir mi tiempo de la misma manera
con mis hijos. Mi hija ha continuado la tradición de pasar tiempo uno-a-uno con
sus hijos, aunque no sea la “hora” tradicional. La intención es la misma, aunque
su método sea menos estructurado.
Una “hora” es un tiempo completamente programado sin interrupción (ni
siquiera llamadas telefónicas) con Mamá o Papá. Necesita ser en la casa y que
no cueste nada—o casi nada.
El niño tiene que elegir qué actividad quiere hacer contigo o qué cosa
quiere aprender de ti. Si él quiere jugar Monopolio o “Candy Land” por una
hora, entonces eso es lo que haces. La hora que yo más recuerdo con mi mamá
fue cuando ella me enseñó a coser a mano. Le hice un calcetín de Navidad a
mano a mi hermanito con su nombre en punto de cruz. Todavía recuerdo lo bien
que me sentí con ese logro. Teniendo tres hermanos más, yo no creo que pudiera
haber aprendido esta habilidad a menos que mi mamá hubiera sido intencional
en enseñármela. Incluso, si sólo lo logras una vez con tus hijos, vas a crear un
recuerdo significativo para ellos.
Las madres necesitan pasar estos “tiempos de edificación” no sólo con sus
hijas, sino también con sus hijos. Y los padres necesitan crear momentos para
conectar no solamente con sus hijos, sino también con sus hijas. Quizás puedes
recordar la exhortación de Emily a los padres en el capitulo 11. Es muy
importante que los padres tomen un interés especial en sus hijas y que cultiven
una relación cercana durante los años de la pre-adolescencia y la adolescencia.
Un bono adicional emerge cuando los niños saben que tienen tu atención
total y que nada ni nadie va a desviarte y que ellos pueden hablar de las cosas
que realmente están en sus corazones y mentes.
PRINCIPIO CLAVE
FORTALECIENDO EL CARÁCTER
ENFOQUE DE LA FAMILIA
Al principio de cada nuevo año, nuestra familia se pone de acuerdo y
escoge un área del carácter en la cual nos concentramos en ese año.
Conseguimos una tarjetita que cabe dentro de nuestra cartera y escribimos la
cualidad y lo que significa; en el otro lado de la tarjeta escribimos nuestro
nombre. Cada persona, incluso los más jóvenes, reciben su propia tarjeta. Es un
recordatorio sencillo de que todos estamos trabajando juntos en esto, cuando nos
enfocamos en esta cualidad en particular, tendemos a mantenerla en nuestras
mentes y pensamientos, buscando maneras de crecer en ella.
Dios nos dice que nos amemos unos a otros para que podamos sobresalir y
atraer a las personas a la maravillosa luz de Su amor. Juan 13:34-35 dice: “Un
mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he
amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois
mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”. Crecer en carácter
piadoso no sólo da significado y propósito a nuestra vida, sino más que cualquier
otra cosa, glorifica a Dios (razón por la cual fuimos creados) porque demuestra
Su poder transformador en nosotros cuando vivimos por encima de nuestros
deseos impulsivos y egoístas.
Santísimo Padre:
Cuando pensamos en como Tú nos llamas a amar a nuestros
cónyuges y a nuestros hijos, sólo puedo pensar en Tu amor
puro y sacrificado por nosotros. ¡Cuan lejos estamos de
amarnos verdaderamente! Ayúdanos a demostrar Tu
bondadoso amor en nuestras familias. Cuando evaluamos
los malos hábitos y debilidades personales y los
comparamos con la conducta pura y santa que muestran Tus
atributos y Tu carácter, estamos sinceramente humillados.
Que no sólo te fijaras en nosotros, sino que prometieras
trabajar en nosotros, es un regalo que no se puede medir.
Señor, oramos que Tu carácter se convierta en nuestro
carácter, y sabemos que eso significa que viviremos
experiencias que nos estirarán a nosotros y a nuestros hijos.
Sabemos también que es en nuestro carácter donde podemos
dar fruto para Tu Reino y ésta es nuestra gran esperanza.
Fortalece nuestros corazones en nuestro caminar, te lo
pedimos, amén.
GUÍA PARA GRUPOS PEQUEÑOS
El versículo de este capítulo es largo, así es que no haremos repaso esta semana.
TIEMPO DE PAREJAS
(Tiempo Sugerido 45 minutos)
Pasa un tiempo con tu cónyuge conversando acerca de las áreas del carácter
de sus hijos. Repasen la lista de las cualidades del carácter. ¿Están de
acuerdo con sus áreas fuertes y débiles? Ustedes van a ver a sus hijos desde
diferentes puntos de vista, así es que platiquen sobre esto. Identifica
específicamente un par de áreas fuertes y de otras débiles en cada uno de
tus hijos. Si los dos identifican un área de carácter como debilidad, mira su
equivalente para redirigirla. Oren específicamente que este hijo crezca en
esta área mientras lo dirigen.
Identifica individualmente el área del carácter donde tú quisieras verte
crecer. Filipenses 1:6: “estando persuadido de esto, que el que comenzó
en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”.
Discutan entre ustedes las cosas que tu cónyuge hace o dice que los hacen
sentir más amados. ¿Es raro que ustedes se expresen su amor el uno hacia el
otro? ¿De qué maneras especificas pueden crecer en esta área? Dile a tu
cónyuge ahora: “Te amo”. ¿Cómo les va en el área de expresarles amor a
sus hijos? ¿Cómo saben ellos que Mamá y Papá se aman?
Si sus hijos fueran a escoger una debilidad y un área fuerte de su carácter,
que piensas tú que escogerían? ¿Estarían en lo correcto?
Aplicación en el hogar: Escojan una actividad divertida para hacer con la
familia completa o una actividad individual de padre e hijo que les gustaría
implementar en su rutina familiar. Considera las que se encuentran en el capítulo
o quizás algo de tu niñez. Quizás pudieran desarrollar una “tradición familiar” la
cual sus hijos pudieran usar en su generación futura. No piensen en ello como
una responsabilidad adicional que necesitan cumplir. Sólo relájense y disfruten
de la compañía de cada uno. Esto produce los mejores momentos como familia.
Oración para la pareja: Cierren en oración, pidiéndole a Dios que los ayude a
enfatizar la necesidad de desarrollar un amor que siga creciendo entre ustedes
dos como pareja, el cual formará la mayor herramienta que Dios podrá usar para
influenciar y moldear a sus hijos. Oren que como pareja puedan amarse con el
amor de Dios. Pídanle que por Su gracia puedan modelar un carácter piadoso
delante de Su familia.
TIEMPO DE DISCUSIÓN
PARA GRUPOS PEQUEÑOS
(Tiempo Sugerido: 45 minutos)
TIEMPO DE ORACIÓN
Oren por el desarrollo del carácter de sus hijos. Cómo ustedes conocen sus
áreas fuertes y sus áreas débiles, oren por esas áreas que necesitan
crecimiento y agradezcan a Dios por sus áreas fuertes y las áreas de carácter
que ellos muestran. Oren para que Dios use su valentía, fortaleza, paciencia,
benignidad, perseverancia, etc. para que Su obra se pueda completar en la
tierra.
Oren por cualidades de carácter especificas en sus propias vidas y pídanle a
Dios que les ayude a transformar su debilidad en un área de fortaleza. Oren
por fortitud e integridad de carácter. Oren para que se pueda mostrar más
amor en su hogar.
APÉNDICE: CAPÍTULO 14
ETAPAS DE VIDA PARA CONSTRUIR CARÁCTER (LAS EDADES SON GENERALES)
ETAPA BASE
Edades: Nacimiento a 6 años Enfoque: Disciplina
CUALIDADES DE CARÁCTER:
ETAPA DE ENTRENAMIENTO
Edades: 6 a 12 años Enfoque: Enseñar verdad
ETAPA DE HABILIDAD
Edades: 12 a 20 años Enfoque: Dominio propio
ETAPA DE APRENDIZAJE
Edades: 20 a 30 años Enfoque: Servir
ETAPA DE MINISTERIO
Edades: 30 a 50 años Enfoque: Ministerio público
ETAPA DE CONSEJERÍA
Edades: 50 años hasta el final de la vida
Enfoque: consejería y orientación
ETAPA DE LA HERENCIA
SIGNOS VITALES
ESTUDIOS BÍBLICOS DE
DISCIPULADO CON PAPÁ
Cada uno de nuestros hijos pasó al menos dos años de estudios bíblicos de
discipulado con David, empezando en séptimo grado. Ellos participaban en
AWANA cuando eran más niños y luego continuaban con el grupo de jóvenes,
pero esto era diferente.
Además de ir a través de los siete libros de estudios bíblicos, David tenía
habilidades particulares y les enseñaba como compartir el evangelio o sus
testimonios personales. Cada semana, ellos tenían que preparar una lección y
memorizar un versículo de la Biblia.
Si no estaban preparados cuando llegaba el momento de reunirse con Papá,
no habría televisión, computadora, etc., hasta que el estudio de la Biblia
estuviese completo, esto significaba que habían ido a través del estudio juntos.
David salía a desayunar con ellos o los sentaba en la oficina. Se reunían cuando
pudieran coordinarlo, pero era cada semana.
Una vez, cuando David, Lee y yo fuimos a visitar a Luke a la universidad
por un fin de semana, David y Lee habían planificado revisar su estudio. De
cierto, tuvimos estudio bíblico en Bob Evans durante el desayuno. Usualmente
yo no era parte de este estudio—era “algo de Papá” con nuestros niños. Me
siento tan agradecida porque para el tiempo que estaban en la secundaria, ya me
habían escuchado a mi suficiente y era agradable tener a Papá que
específicamente reforzara las cosas importantes de la vida.
De hecho, yo necesitaba que David interviniera con nuestros adolescentes.
La mayoría de las madres estarían de acuerdo conmigo—“¡sí! ¡Necesitamos
ayuda!” Yo necesitaba un poco de respiro de ser la única que principalmente
establecía sus primeros fundamentos y que generalmente estaba supervisándoles.
Necesitaba que David escudriñara y señalara lo que habíamos estado
construyendo en sus vidas. La participación de Papá y su refuerzo fueron críticos
en estos años.
Adicional a la serie de libros de discipulado, David también hizo otros
estudios con ellos, al igual que yo. Hay excelentes estudios bíblicos disponibles.
Después de los dos años adicionales de estudios de la Biblia uno a uno con
Papá, ellos pasaban un fin de semana juntos para discutir las relaciones ente
chicos/chicas. David también pasó tiempo discipulando jóvenes adolescentes,
especialmente aquellos cercanos a nuestra familia, como jóvenes que mostraron
interés en Emily. Así, que, por supuesto, Adam, se reunió semanalmente con
David también. Todos ellos pasaron a través del mismo estudio. Emily dijo esto
hizo que Adam fuera “oficial”.
Recuerdo, hace muchos años, escuchar a un amigo decir que cuando
nuestros hijos alcanzan el sexto grado, realmente no absorberán nada más de
nosotros y que su primera fuente de aprendizaje vendría de sus compañeros. Ésta
fue una teoría aceptada comúnmente hace quince o veinte años y quizás hoy día
también. Sin embargo, no es cierto. Como padres, podemos hacerlo, podemos
ser de una valiosa y significativa influencia y podemos enseñarles en sus años de
jóvenes adultos y más allá aún.
VIAJES MISIONEROS O
PROYECTOS DE SERVICIO
IR COMO FAMILIA
Mi vecina anterior tenía como una de sus metas el llevar a cada uno de sus
tres hijos en un viaje misionero antes que salieran de la secundaria. Ellos fueron
a Ucrania durante dos semanas y trabajaron en un orfanato. Éste fue un gran
tiempo entre madre e hijo.
Nuestra meta para cada uno de nuestros hijos era que fueran a un viaje
misionero al extranjero y dos dentro de los Estados Unidos, antes de que
terminaran la secundaria. Los viajes son una inversión en la vida de tus hijos y
en la vida espiritual de otros. Nuestros hijos han tenido que enviar cartas
solicitando patrocinio e ir a través de todo el papeleo y las inmunizaciones,
aprendiendo por experiencia propia sobre las cosas que otros misioneros han
abandonado y por las que han tenido que pasar por largo tiempo.
TRABAJO DE SERVICIO
¿Qué están haciendo tus adolescentes para servir al cuerpo de Cristo? ¿De
qué manera que no sea sirviendo, ellos aprenden lo que es servir? ¿En cuál
ministerio específico ellos han escogido servir para devolver a la iglesia? Esto va
por encima y más allá de dar financieramente; es un compromiso a servir
regularmente. Cuando ellos empezaron con el grupo de jóvenes en la escuela
intermedia, les dijimos: “Pueden disfrutar por dos años y luego deben devolver”.
Lee escogió trabajar en el ministerio de niños en nuestra iglesia, con los de
quinto grado y lo hizo hasta que fue a la universidad. Ahora que ya terminó la
universidad, ha seguido trabajando en el grupo de jóvenes adultos y ha trabajado
cada verano en el campamento de la iglesia, desde que tenía quince años.
Algunas veces es difícil lograr que los adolescentes se comprometan o que
trabajen duro. David a menudo me ha dicho: “Necesitas poner a los muchachos a
trabajar más duro”. Admito que como madres es más fácil hacerlo todo nosotras
mismas, en vez de usar toda la energía que se requiere haciendo que nuestros
hijos cumplan con sus compromisos. A menudo servimos juntos en un ministerio
y nuestros hijos saben que ese ministerio es una parte muy importante de lo que
somos como familia. David y yo quisimos inculcar en nuestros hijos un sentido
de urgencia de servir al Señor, sin esperar nada a cambio. Hay muchas maneras
de hacer que ellos se involucren aunque sea en un proyecto de servicio de un
sólo día como en los comedores, recoger la basura, pintar, hacer el trabajo de
rastrillar para los ancianos, etc. Estos son buenos lugares para empezar a rodar la
pelota. Aprender a servir a otros para su beneficio en vez del nuestro los hará
crecer en amor por las personas y esto hará una gran diferencia en el Reino de
Dios.
VISITAR LA CÁRCEL
TIEMPO EN FAMILIA
Una de las mejores cosas que hemos hecho como familia realmente empezó
como fruto de la necesidad que teníamos David y yo de pasar tiempo juntos y de
comentar nuestros días. No fue algo que una vez pensamos o planeamos.
Sencillamente sucedió.
Cuando terminábamos de cenar y nos preparábamos para la noche, David
me llamaba a la sala sólo para hablar y relajarnos. Él encendía el fuego en la
chimenea, leía su Biblia, y me invitaba a “conversar”.
Soy una de esas personas a quien se le dificulta simplemente sentarse. Me
ha tomado años de práctica, el sentarme y no sentir que tengo que estar
terminando algo. No me malentiendan, me gusta descansar. Pero si descanso, me
duermo y soy inútil el resto del día. ¿Se podrán identificar algunas madres?
Mi renuencia a simplemente sentarme probablemente se remonta a mi niñez
porque crecí en el restaurante de mis padres. Se esperaba que nos
mantuviéramos ocupados para servir de ejemplo al personal. Cuando mi mamá y
mis hermanas vienen o voy a sus casas, David mueve su cabeza porque todas
permanecemos de pie en la cocina. Si él logra que nos sentemos en la sala, se
siente muy orgulloso de su logro. Pero sin pensarlo, en unos minutos, nos
paramos y volvemos a la cocina y jugueteamos con cosas. Es difícil matar viejos
hábitos.
Así que fue una gran proeza para David logar que yo viniera a la sala y me
sentara por unos minutos cada día y me quedara tranquila. Cuando lo hacía,
inconscientemente pensaba en cosas que hacer mientras hablábamos, como
aparear medias. Pero pronto, mientras yo aprendía a permanecer un rato (porque
sí me gustaba conversar con él), el resto de la familia se fue uniendo. Recuerdo
al pequeño Lee tirado en el piso en sus pijamas hasta que muchos años después
¡ocupaba demasiado espacio! Realmente, les permitíamos sentarse en los
muebles.
Por años hablábamos juntos como familia en la sala, a veces por dos o tres
horas. Eventualmente, se convirtió en nuestra costumbre y el ancla de mi día. Me
ayudó a entender lo que mis hijos estaban pensando y a ayudarlos a entender la
profundidad de nuestros pensamientos.
Éste no era nuestro tiempo de estudio bíblico, aunque hablábamos acerca de
temas bíblicos gran parte del tiempo. Sólo era un tiempo divertido para
conversar, para disfrutar de nuestra compañía y ponernos al tanto de nuestro día.
Algunas veces yo le leía un libro a la familia. Si teníamos invitados que estaban
quedándose por un tiempo extendido, ellos conocían la rutina. Si eran musicales,
cantaríamos canciones de alabanza. Orábamos como familia, especialmente si
alguien saldría en un viaje o regresaba a la universidad. Una que otra vez
jugábamos un juego. Lo que nunca tuvimos (ni nunca tendremos) fue una
televisión en nuestra sala. Me siento agradecida de que tuvimos esta convicción
personal, porque si no la hubiésemos tenido, hubiera sido muy fácil encenderla y
nadie hubiera “conversado”.
Cuando nuestros hijos crecieron, tenían trabajos, deportes, el grupo de
jóvenes y citas, fue más difícil cenar juntos; nuestros horarios simplemente no
coincidían. Pero cuando llegaban a casa, no se apresuraban a acostarse o hacer
alguna otra cosa; ellos se duchaban y bajaban. No se quedaban en sus cuartos
con la puerta cerrada. Ellos no querían perderse el tiempo en familia. Al final del
día, terminábamos conversando en la sala. Ciertamente es uno de mis recuerdos
más tiernos y un factor importante que ha mantenido a la familia unida. Aún hoy,
mis hijos han crecido y tienen sus propias vidas, vivimos como a una hora uno
del otro, pero ellos regularmente pasan los fines de semana con nosotros. ¡Es lo
mejor! Y se lo debo a David que estableció esto como una prioridad familiar en
nuestro hogar.
Por favor dense cuenta de que sus esposos son los llamados a establecer la
pauta de cómo esta dinámica funcionará en su familia, si será duradera y si
producirá frutos en las relaciones familiares. Quizás ustedes desayunan todos
juntos o quizás están todavía en la etapa de la vida donde toda la familia cena
junta cada noche. Si es así, asegúrense de reforzar ese tiempo de “sentarse
tranquilos” sin distracciones, cada día juntos como familia.
DEVOCIONALES PERSONALES
VERSĺCULOS MEMORABLES
ORACIÓN
Como padres, nadie orará por nuestros hijos como nosotros. También
oramos por otros niños, los que todavía no han nacido en nuestra familia. A
pesar de que nuestros hijos son pequeños, oramos por las personas con quienes
un día se casarán. He orado por los cónyuges de mis hijos durante todas sus
vidas. Puedes empezar a orar ya, por la gente que está “lejos”, como dice el
versículo.
Oramos por hermanos y hermanas alrededor del mundo. Gente que a lo
mejor vimos por un breve tiempo, pero que siempre recordamos y a quienes
veremos en la eternidad. En Rusia, Emily se quedó con una familia que tenía dos
niños, Koistia, un joven de dieciséis años, y Natasha, una jovencita de
diecinueve años. La familia no era cristiana pero estuvieron de acuerdo en alojar
a Emily por siete dólares semanales.
Esto era mucho dinero para esta familia porque al padre no le habían
pagado por dieciocho meses en su trabajo de la fábrica. Él continuaba trabajando
porque estaba agradecido de tener un sentido de propósito y respeto y esperaba
que un día recibiera el pago por su trabajo. Muchos de los hombres que se vieron
ociosos, se volvieron al alcoholismo en su desesperación. Un mes después que
Emily regresó a casa, la fábrica decidió cortar el salario del padre a la mitad,
incluyendo lo que no le habían pagado. La gente se mantenía literalmente de los
vegetales que cultivaban en sus jardines. Emily dijo que nunca en su vida comió
tantos pepinillos o comidas que sabían a pepinillos.
Cuando a Emily le llegó el tiempo de partir de Rusia, Koistia estaba triste
por el hecho de que probablemente nunca se volverían a ver. Emily le dijo: “Hay
una manera en que podemos volver a vernos otra vez”.
Y ella empezó a compartirle el evangelio más detalladamente de lo que lo
había hecho previamente. Ella le explicó cómo los creyentes en el Señor Jesús
serían reunidos en el cielo por la eternidad. Le regaló una Biblia en inglés esa
noche, sabiendo lo difícil que sería para él poder leerla, especialmente porque el
idioma ruso tiene un alfabeto completamente diferente.
La mañana siguiente, antes de que Emily tomara el tren para su viaje de
seiscientas millas hacia el oeste (sólo para llegar al aeropuerto de Moscú),
Koistia y Natasha le dieron una cinta para que la escuchara en el trayecto.
Durante su viaje en tren de veinticuatro horas, Emily escuchó las voces de
Natasha y Koisita hablarles con su fuerte acento ruso. Koistia le dijo que la vería
otra vez algún día en el cielo y que encontró un versículo en la Biblia en inglés
para ella. Los versículos fueron: Romanos 8:38-39:”Por lo cual estoy seguro de
que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo
presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa
creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor
nuestro.”
Emily lloró cuando escuchó estas preciosas palabras. ¿Cómo se las arregló
él para encontrar estos versículos en tan corto tiempo? ¡Y en una Biblia en
inglés! Estos versículos confirmaron la posición de Koistia con Dios y
consolaron a Emily. Puedes apostar que no podemos leer estos versículos sin
pensar en Koistia. Son versículos de testimonio, versículos de la intervención
directa de Dios y Su promesa. Al escuchar la cinta, yo también lloré. Cuando
vemos estos versículos, nos recordamos de orar por Koistia, que Dios lo afirme y
aumente su fe.
Todos tenemos muchos testimonios del cuidado de Dios por nosotros, lo
cual nos hace una familia de creyentes unidos en todo el mundo. Si los marcas y
le pones fecha, como recordatorios de orar por tus hermanos y hermanas en todo
el mundo, entonces te acordarás de la fidelidad de Dios hacia ti.
ALMUERZOS
Algunos de los tiempos más agradables que he pasado con mis hijos han
sido cuando hemos almorzado juntos. No estoy hablando de salir a comer fuera,
sino de almorzar con ellos en casa siempre que fuera posible. Ya que vivimos
frente a su escuela, tuvimos la oportunidad de lograr esto. Uno de mis recuerdos
favoritos es haber visto a nuestros hijos correr a casa, saltar la cerca blanca de la
escuela y tener un almuerzo rápido y verlos correr de vuelta. Estos almuerzos
proveyeron un tiempo agradable, no sólo para mí al sentarme con ellos, sino
también para ellos al romper su rutina.
Los tiempos durante las comidas son tiempos preciosos de comunión.
Asegúrate de que sea algo especial, evita el ruido innecesario y el desorden. Pon
la mesa; siéntate. Enséñales modales y conversen.
MANTENTE SEPARADO/A
ESCUELA
Durante los primeros cien años más o menos, las escuelas en este país
enseñaron el ABC del libro de lectura de la Nueva Inglaterra (según las siglas en
inglés). Era algo como esto:
Cuánto se han alejado las escuelas públicas de la Biblia, han dejado todas
las cosas bíblicas. En muchos casos, la educación pública se ha vuelto
antagónica a cualquier cosa bíblica o cristiana.
No tengo preferencia sobre un tipo de escuela sobre otra porque es una
cuestión de convicción personal y puede diferir con cada niño o en las diferentes
edades. David y yo ciertamente tenemos nuestras convicciones personales acerca
de esto. Nosotros no tuvimos las mismas opciones que tuvieron nuestros hijos
cuando estaban creciendo, pero el mundo tampoco necesitaba esas opciones.
Tú, junto a tu cónyuge deben decidir cuál es el mejor lugar para cada uno
de sus hijos. ¿Qué están dispuestos a sacrificar con tal de enviar a sus hijos a un
lugar en vez del otro?
La clave es no enviarlos a una escuela donde sus tiernos corazones puedan
ser demasiado exasperados y demasiado desanimados, por tener que todos los
días defender su fe. No los pongas donde tengan un ambiente tan abrumador que
puedan ser influenciados a rechazar lo que estás tratando de inculcarles.
La escuela cristiana a donde nuestros hijos asistieron, especialmente en la
secundaria, los ayudó a lograr un entendimiento más profundo de la teología.
Tuvieron varias clases bíblicas y me encantaba cuando debían memorizar las
Escrituras como parte de una tarea escolar.
Luke me dijo que a los quince minutos de estar con alguien, él podía darse
cuenta de su “visión del mundo”. Entonces a partir de ahí, sabía qué enfoque
utilizar para atraerlos a conversaciones espirituales. Nunca tuve que lidiar con
cosas como éstas en la escuela.
Hay mucho trabajo que hacer para discipular a nuestros adolescentes.
Estamos trabajando para criar una generación de discípulos, pero si ellos no
están también haciendo discípulos, la Gran Comisión nunca será completada.
Me gusta la forma en que Filipenses 2:22 habla de un padre y un hijo
ministrando juntos, pasando la batuta del discipulado: “Pero ya conocéis los
méritos de él, que como hijo a padre ha servido conmigo en el evangelio”.
Estemos en el negocio de hacer discípulos, empezando en el hogar, empezando
con nosotros, de modo que dejemos un legado espiritual a nuestros nietos.
Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que
están lejos;
para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
Hechos 2:39
TIEMPO DE PAREJAS
(Tiempo sugerido—45 minutos)
Estudio bíblico
Ministerio de la iglesia
Compartir el evangelio
Asistir a la iglesia
Memorización de las Escrituras
Grupo de jóvenes
Misiones
Proyectos de servicio
Otros
TIEMPO DE DISCUSIÓN
PARA GRUPOS PEQUEÑOS
(Tiempo sugerido—45 minutos)
Si ustedes han escrito una declaración de misión como familia, compártanla
con el grupo.
¿Cuáles son algunos “signos vitales” de un creyente según 1 Juan? Lean
uno de los versículos que apoyen su respuesta.
¿Sienten que el Señor los está guiando a que su familia tenga más
participación en misiones, servicio cristiano o entrenamiento de
discipulado? ¿Tienen algunos obstáculos para llevar a cabo esta visión?
Discutan cómo estos obstáculos pudieran ser manejados.
Revisen las diferentes oportunidades para el entrenamiento de discipulado
que podemos darle a nuestros hijos. Compartan historias y pensamientos
acerca de los efectos de estas experiencias en relación a ustedes o sus hijos.
¿Hay un “pilar de fe” en su herencia? Compartan un testimonio del
significado que esta persona ha tenido en su familia.
¿Tienen alguna pregunta u observaciones acerca de lo que han leído en este
capítulo 15?
TIEMPO DE ORACIÓN
Oren por oportunidades de crecimiento espiritual para sus hijos y para que
ustedes se comprometan a discipularlos.
Oren por su compromiso a actividades espirituales (asistir al grupo de
jóvenes, etc.).
Oren por fidelidad en levantar un ejército de creyentes como herencia del
único Dios verdadero.
APÉNDICE 1: CAPÍTULO 15
APÉNDICE 2: CAPÍTULO 15
CINCUENTA VERSÍCULOS “PARA APROPIARTE”
1. 2 Timoteo 2:2…………………….Discipulado
2. Esdras 7:10……………………….Discipulado
3. Génesis 1:27……………………...Creado para tener una relación con Dios
4. Isaías 59:2………………………...Relaciones rotas
5. Romanos 3:23…………………….El problema del pecado
6. Romanos 6:23…………………….El problema del pecado
7. Hebreos 9:27……………………...El problema del pecado
8. Juan 5:24………………………….La solución de Dios al problema de la
humanidad
9. Efesios 2:8-9……………………...Por gracia, no por obras
10. Juan 14:6………………………..Un camino
11. 1 Pedro 3:18…………………….¿Quién es Cristo y qué hizo?
12. Romanos 10:9…………………..Confiesa y cree
12. 1 Juan 5:11-12…………………..Tener o no tener
14. Revelación 3:20…………………Cuadro de una relación restaurada
15. Gálatas 2:20……………………..Señorío
16. Josué 1:8…………………………La Palabra
17. Jeremías 33:3……………………Oración
18. Hebreos 10:24-25……………….Comunión
19. Hechos 1:8………………………Testificar
20. Juan 14:21………………………Obediencia
21. 1 Juan 5:13……………………...Seguridad de salvación
22. Juan 16:24………………………Oración
23. 1 Corintios 10:13……………….Victoria sobre el pecado
24. 1 Juan 1:9……………………….Perdón
25. Proverbios 3:5-6………………..Guía
26. Mateo 6:33……………………...Señorío
27. Filipenses 4:13………………….Su fortaleza
28. Juan 13:34-35…………………..Amor
29. 2 Corintios 9:7………………….Dar
30. Salmos 122:1……………………La iglesia
31. Isaías 55:10-11………………….La Palabra de Dios
32. Lamentaciones 3:22-23…………Fidelidad
33. Levíticos 19:11…………………Integridad
34. Isaías 26:3………………………Confianza
35. Isaías 55:8-9……………………Los caminos de Dios
36. Lucas 9:62………………………Compromiso
37. Lucas 9:23………………………Compromiso
38. Gálatas 6:7………………………Leyes de la cosecha
39. Mateo 28:19-20………………...Gran comisión
40. Eclesiastés 7:1…………………..Lo mejor está por venir
41. Filipenses 2:12………………….Ejercita tu salvación
42. Filipenses 1:20-21……………..Ganar/Ganar
43. Proverbios 27:17……………….Rendir cuentas
44. Proverbios 10:19……………….Tu hablar
45. Efesios 4:29…………………….Tu hablar
46. Romanos 1:16………………….Testigo
47. Lucas 6:46……………………..Señorío
48. Colosenses 1:18………………..Señorío
49. Mateo 9:36-38…………………Oración por los obreros
50. Juan 20:31……………………..Mensaje central de la Biblia
16
CRECIENDO EN RELACIONES
LOS PADRES PIADOSOS ENSEÑAN A SUS HIJOS A SER AMOROSOS, PERDONADORES Y A SER
SABIOS AL ESCOGER SUS AMIGOS
N o hay relaciones perfectas de este lado de la eternidad. Pero aún así, Dios
ha ordenado que la familia sirva como el primer contexto social en el cual las
relaciones se desarrollen, crezcan y que finalmente florezcan para Su gloria. Es
también donde aprendemos a amar, a servir y a alabar a Dios juntos. En las
pasadas décadas, el hombre ha hecho más para descifrar y redefinir la familia
que en todos los siglos anteriores combinados. Cuando perdemos de vista al
Creador de las familias, perdemos de vista el propósito de ellas. Como hemos
enfatizado con cada subtítulo de los capítulos, el deseo de Dios es que al ser
padres piadosos, podamos criar una descendencia para Él (Malaquías 2:13-15).
Haremos unas observaciones mientras miramos algunas décadas pasadas.
En el 1940, sólo el 3.8 por ciento de todos los bebés nacidos eran de mujeres que
no estaban casadas. En el 2006 ese número alcanzó un 38.5 por ciento. En
sesenta y cinco años, la norma se ha convertido en que mujeres solteras tengan
hijos. Las mujeres no están esperando casarse para tenerlos.
En el 2009, la edad promedio para casarse era de 28.4 para los hombres y
26.5 para las mujeres. Este número ha estado aumentando sostenidamente, según
muchas parejas actualmente están escogiendo no casarse. Debido a la tendencia
al concubinato, la tasa de divorcio “aparenta” estar declinando, pero esto por
supuesto, es una estadística engañosa. Después de todo, si nunca te casas, nunca
te divorcias.
A pesar de todo, esta tendencia no significa buenas noticias para los niños.
Las parejas que viven juntas sin casarse tienen el doble de probabilidad de
separarse, que las que están casadas y el 40 por ciento de estas relaciones traen
niños a un hogar inestable. Sólo el 63 por ciento de los niños en los Estados
Unidos crecen con sus dos padres biológicos. Éste es el valor más bajo entre
todos los países de occidente, de acuerdo al USA Today, de julio, 2005. Este
informe decía: “Los Estados Unidos tienen las familias más débiles del mundo
occidental, porque tenemos la tasa de divorcio y de padres solteros más alta”.
El porcentaje de hijos menores de dieciocho años viviendo con sus dos
padres ha estado en disminución constante desde el 1960. En familias
caucásicas, el porcentaje ha ido de un 94 por ciento en el 1960, a alrededor de 72
por ciento en el 2007 y en familias no caucásicas del 65 por ciento ha bajado a
35 por ciento en el mismo periodo.
En los años sesenta, cuando el vivir juntos sin casarse fue abiertamente
respaldado por primera vez, la gran mayoría consideraba la práctica como “vivir
en pecado”. En el 2007, vivir juntos sin casarse creció más de 1000 por ciento y
“vino para quedarse” de acuerdo a una investigación hecha por el Proyecto
nacional del matrimonio de la Universidad Rutgers. En el periodo del 2001-
2006, estudios reflejaron que el 64.5 por ciento de los estudiantes de último año
de la secundaria y el 57.6 por ciento de las jóvenes estuvieron de acuerdo o
mayormente de acuerdo con la declaración: “Usualmente es una buena idea que
una pareja viva junta antes de casarse para poder darse cuenta si realmente se
llevan bien”.
Podemos seguir y seguir nombrando las muchas maneras en que las
personas están tratando de remover a Dios de la ecuación de sus vidas. Pero
cualquier ecuación sin Dios, eventualmente es igual a desastre. Es reconfortante
saber que ninguno de los pecaminosos retos del ser humano toman al Señor por
sorpresa o están más allá de Su control soberano. También es inspirador saber
que siempre y hasta cuando el mundo termine, ha habido y siempre habrá
familias de devotos creyentes. Cuando nos aferramos a los caminos de Dios,
podemos tener relaciones extraordinarias y dinámicas a pesar de la impiedad del
mundo que nos rodea.
La Biblia nos da principios con los cuales podemos cultivar grandes
relaciones bendecidas por Dios. Este capítulo es acerca de cultivar relaciones
significativas, amorosas, que duren toda la vida y de cómo podemos mantenerlas
fuertes, saludables y “dentro del circulo”.
Piensa acerca de tus mejores relaciones. ¿Qué hace que estas relaciones
sean algo tan especiales, tan fuertes? ¿Qué lazos en común tienes con estos
cercanos a ti? ¿Qué te une a las personas que amas? ¿Herencia? ¿Genética?
¿Matrimonio? ¿Compañerismo? ¿Fe? ¿Intereses comunes?
El vínculo de una madre con el recién nacido es intenso e innegable. Como
madres, siempre recordamos cuando tuvimos nuestros bebés. Y como padres
biológicos o adoptivos, recordamos el lazo de amor que nos sobrecogió la
primera vez que sostuvimos a esa preciosa criatura. Existe un fuerte lazo entre
nosotros que nos une a través de la vida, uno que espero nunca disminuya. ¿Por
qué no podemos permanecer siempre así? Esperemos ser siempre los mejores
amigos de nuestros hijos. Tenemos una profunda necesidad de tener relaciones
sólidas. Dios nos creó con el deseo de amar y ser amados. Él también estableció
parámetros definitivos para que las relaciones sean honorables, vibrantes y
duraderas.
¿Las cosas que tienes en común en tus relaciones, te animan a permanecer
en un estrecho compañerismo con el Señor o están ellas estancándote o
haciéndote apático/a hacia las cosas espirituales? ¿Tus relaciones honran la
santidad del matrimonio u olvidan el compromiso con la pureza o la integridad?
¿Qué aspectos de tus mejores relaciones te hacen desear el consuelo, toque
o compañerismo de esas personas? Todos anhelamos tener grandes y duraderas
relaciones de amistad o matrimoniales, pero ¿cómo obtenerlas?
Lar relaciones duraderas que honren a Dios requieren de tres cosas: gracia,
sacrificio y estar dispuestos a rendir cuentas. Mientras vamos a través de este
capítulo, voy a entremezclar los diferentes tipos de relaciones para ilustrar estos
requisitos. Tocaremos la amistad, el cortejo, el matrimonio y las relaciones entre
hermanos. Todas estas relaciones tienen que ser cuidadosa e intencionalmente
cultivadas si van a crecer en amor bíblico.
GRACIA
La primera área es la gracia.
Ésta incluye, aprender a…
Después de pasar por el proceso de entender los cómos y los por qués de su
riña, ambos necesitan pedirse y aceptar perdón.
Uno podría decir: “Siento haberte empujado, por favor perdóname”. Y el
otro podría decir: “Siento haber dicho que deseaba que no fueras mi hermano.
Por favor perdóname”. Y el primero diría: “Te perdono” y el segundo
respondería: “Yo te perdono”.
Entonces ambos se abrazarían, estarían de acuerdo en que el asunto está
completamente terminado y se irían a jugar de nuevo. Recuerda que es difícil
mostrar afecto y mantener un enojo al mismo tiempo, así que tienen que
abrazarse. Esto pudiera parecer mucho trabajo, pero enseñarlos a humillarse y
decirse estas palabras cosechará bendiciones para el resto de sus vidas y
especialmente en sus matrimonios algún día. ¿Cuántos de nosotros conocemos
adultos a quienes les cuesta admitir que están equivocados o les cuesta tomar
responsabilidad por sus errores? Hazle un gran favor a los futuros cónyuges de
tus hijos trabajando diligentemente en esto.
Algunas veces, yo les decía que imaginaran que tenía una pizarra gigante y
que estaba escribiendo todas las ofensas del uno contra el otro. Y les decía:
“Luke, tus ofensas son tirar el juguete y empujar a Lee. Lee, tus ofensas son
derribar el edificio de Luke y saltar encima de él.
Después que ellos se ponían de acuerdo acerca de un mejor plan para jugar
juntos e intercambiaban el perdón, el abrazo simbolizaba “limpiar el pizarrón”,
incluyendo cualquier residuo de animosidad. Si quedaba algún rastro de
resentimiento, entonces el proceso no estaba terminado. Recuerden, estamos
trabajando en establecer la paz, no en mantener la paz, así que tenemos que tratar
con el corazón, no sólo con las reacciones superficiales. Este evento es un
ejemplo del círculo completo. De igual manera, también discutíamos un plan de
juego revisado para que pudieran seguir adelante.
Ejemplo—Rivalidad conyugal
La rivalidad conyugal se convierte en un problema cuando los padres
compiten por el afecto o por la atención de su hijo. Resiste la tentación si te
encuentras en esta dañina relación de guerra. No caigas en esta táctica divisiva.
Edifica a tu esposo o a tu esposa delante de tus hijos. No permitas quedar
atrapado/a en la trampa del favoritismo y la competencia con el otro en esta
“cadena de ofensas” parental.
En casos de divorcio, esta cadena puede empezar y llegar a lo peor muy
rápidamente. He hablado con muchas madres y padres que han sido dañados y
tergiversados ante sus hijos con la finalidad de obtener el estatus de “padre
favorito”.
Uno de los padres cuida de los hijos toda la semana y el otro puede que lo
tenga sólo un fin de semana sí y el otro no. Y puede ser muy fácil debido “al
corto tiempo” permitirles hacer cosas que el otro cónyuge no permite. Esto es
agonizante para el “padre aguafiestas”. O, puede tergiversar a su ex-cónyuge
delante de sus hijos. Si estás criando después de un divorcio, mantente firme en
tus convicciones y entrena a tus hijos de acuerdo a ellas. Si ellos se encuentran
en una situación contradictoria, pueden tener fortaleza de carácter para decir al
otro padre (o al menos entre sus hermanos): “No, nosotros no hacemos eso”.
Ellos pudieran unirse y mantener la convicción familiar. Los padres en casas
separadas deben defender las convicciones más fuertes. En otras palabras: Si un
padre dice la hora de ir a dormir es las 9:00 y el otro dice: “Quédate despierto
hasta la hora que quieras”, lo correcto es mantener la hora de dormir a las 9:00.
Pero la realidad de esta división familiar es a menudo no escoger lo correcto,
sino que es herir a la gente usando a los hijos como fichas para tomar represalias,
maniobrar, y manipular al otro, añadiendo insulto al insulto.
Controla lo que puedas controlar. Eso significa hacer lo que es correcto en
tu casa. Sigue siendo respetuosa del otro cónyuge. Protege a tus hijos de las
situaciones peligrosas tanto como sea posible. Desafortunadamente, los hijos
algunas veces son mandados por los tribunales a soportar situaciones estresantes
e impías. Ora por cada uno. Mantén la comunicación abierta con tus hijos.
Protégelos de actividades ilegales. Más allá de eso, no te molestes pensando en
cómo tu ex-cónyuge está hablando de ti ante los niños. Sé que es difícil, pero los
niños eventualmente ven las cosas por lo que realmente son. He visto este
proceso muchas veces. Vamos a revisar los versículos de este capítulo. En 1
Pedro 3:8-9 se nos ha dado algunas guías muy practicas: “Finalmente, sed
todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente,
misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por
en vuestros corazones…
Recuerda que Él es el Señor de toda situación.
Estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y
reverencia… Otros se asombrarán de cómo actúas y querrán entender por qué
eres diferente.
Teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros
como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena
conducta en Cristo… El Señor es justo y la venganza es de Él.
Porque es mejor, si la voluntad de Dios así lo quiere... Dios tiene un
propósito al permitir que pases por esto.
Que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que
haciendo el mal… Cuando sufrimos por hacer lo incorrecto, es un sufrimiento
merecido; pero si estamos dispuestos a sufrir por hacer lo que es correcto, Dios
es honrado.
Éste es un pasaje largo, pero es de gran importancia que tus hijos lo
entiendan. Puedes escribirles Proverbios 15:3 y pegarlo en su bolsillo de
manera que ellos puedan verlo y recordar que Dios está con ellos. “Los ojos de
Jehová están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos”.
Mi amiga Nancy dice: “¿Por qué pasar por situaciones difíciles y no
hacerlas que cuenten como algo valioso?” Si respondemos mal cuando somos
tratados mal, eso no cuenta como una conducta piadosa. No logra el propósito de
Dios, de usarlo para nuestro crecimiento.
Yo no quiero embellecer este asunto porque es un área de gran
preocupación para los padres. Debido a que la sociedad nos dice que no tenemos
que vivir bajo autoridad y esta absurdidad ha llegado a las escuelas y a los
hogares; el resultado es que los administradores de las escuelas y los padres se
encuentran sin fuerzas para poner límites razonables en las conductas. Hasta que
la conducta no llega a romper la ley, muchos maestros pretenden no ver las
terribles acciones de sus estudiantes. Esto ha permitido abuso, intimidación,
peligros y conductas fuera de control que son pasadas por alto. La falta de
autoridad ha aumentado el miedo a tomar responsabilidad.
Conocí a los padres de un adolescente a quien casi matan en el pasillo de su
escuela secundaria entre clases. El oficial de policía asignado a la escuela lo
había llamado a su oficina y le había pedido que diera una lista de los
compañeros de clases que estaban envueltos en drogas. El estudiante le dijo que
no sería seguro para él hacer eso. Al próximo día, un grupo de estudiantes
caminó detrás de este jovencito y amarró un pañuelo alrededor de su cuello,
apretándolo hasta que casi lo dejaron inconsciente. Él se cayó golpeando el suelo
con todas sus fuerzas y se rompió la mandíbula. La escuela llamó a los padres y
les dijo que su hijo había tenido un accidente como resultado de un “juego
violento”, que estaba en el hospital y que lo podrían encontrar allí. Ellos nunca
mencionaron el hecho de que él fue el blanco, que no estaba involucrado, que
fue dejado inconsciente, que fue lastimado severamente y que no estaba
solamente siendo examinado en el hospital más cercano, sino que fue enviado a
emergencias y que las acciones de los perpetradores fueron criminales, no “un
juego violento”, como ellos sugirieron. En casos como estos, los padres
necesitan presentar cargos criminales. Esto no es venganza, sino un seguimiento
necesario a las consecuencias de las acciones. Nuestros hijos necesitan saber que
los protegeremos de conductas violentas.
¿Y qué acerca del comportamiento que incluye dos extremos, los insultos
verbales y los ataques violentos? Los niños necesitan aprender que la injusticia
es parte de la vida y que no podemos esperar o demandar justicia o nos
sentiremos miserables. La justicia prevalecerá, vendrá, pero no necesariamente
en nuestro tiempo o quizás no la veamos ni siquiera durante toda nuestra vida;
pero ten la seguridad, que cada cosa mal hecha será corregida por Aquel que
todo lo ve.
También ten en mente que todos son “molestados” en algún momento de la
vida. Todos. Los niños necesitan aprender a salir adelante cuando son
molestados o con cualquier otro trato parecido. También, somos tratados
injustamente en algunos momentos. Tal como mencioné en un capítulo anterior,
no permití que mis hijos demandaran justicia, ni que dijeran: “eso no es justo”,
sino que en vez, hicieran lo mejor para tratar a otros justamente. Vuelvo a decir,
entrenamos a nuestros hijos a ser hacedores de paz en vez de mantenedores de la
paz, pero hay momentos cuando ellos van a necesitar alejarse de la conducta
temeraria de otros para mantener la paz. Así como el niño necio desarrolla una
reputación de ser una persona necia en sus decisiones, así también el sabio, el
niño prudente, desarrollará una reputación de sabio, alguien que toma decisiones
que no son impulsivas.
He aquí un ejemplo que David le enseñó a nuestros varones: Si dos equipos
están jugando un juego muy competitivo como el baloncesto y uno de los
jugadores comete una falta en contra de otro, si el segundo jugador se venga,
técnicamente le cantarían falta. ¿Por qué? Porque el primer ataque a menudo
pasa desapercibido mientras que la reacción llama la atención. La respuesta de la
multitud a la primera falta sólo dirige la atención del árbitro hacia el segundo
jugador que es quien recibe la llamada de atención. Es mejor no vengarse. Aún
desde lejos, la multitud sabe cuáles jugadores son calmados y cuales son
impulsivos. Proverbios 15:18 apoya esta verdad: “El hombre iracundo
promueve contiendas; mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla”.
Nuestros hijos necesitan aprender a soportar las dificultades y a sufrir por
Cristo, pero también debemos enseñarles a defender al solitario, oprimido,
maltratado y al olvidado. Nadie debería tener que soportar peligro físico o daño
mientras otros están ahí y no hacen nada. En estos días, la intimidación se está
volviendo más y más común en las escuelas y en el parque infantil. ¿Si tu hijo es
la víctima, cuál sería la respuesta apropiada a este tipo de comportamiento?
La intimidación está definida como persistente, intimidación cruel; ataque.
Cuando intentas determinar si necesitas involucrarte como padre, considera las
siguientes directrices.
Involúcrense cuando:
SACRIFICIO
La siguiente área que es necesaria para
construir relaciones de por vida es el sacrificio.
El sacrificio incluye…
Ejemplo—Relación madre-hijo
Cada madre conoce bien esta área. Tiene que ver con levantarse en medio
de la noche cuando él bebé llora o permanecer despierta durante una tormenta o
durante la enfermedad de un hijo, anticipando alguna señal de sufrimiento.
Algunas veces mientras ellos duermen, nosotras sólo los observamos respirar,
¿no es así? Especialmente cuando son pequeñitos y pensamos: ¿Es normal que
hagan esas caras tan extrañas mientras duermen?
Corremos a las diez de la noche tratando de encontrar una hoja de cartón
para un proyecto que hay que entregar en la mañana siguiente porque acaban de
arruinar la que compraste más temprano. (Finalmente aprendí a tener una reserva
de éstas en la casa para anticipar crisis como éstas). David algunas veces
molestaba a nuestro hijo mayor diciendo: “Tu falta de planeamiento no
necesariamente me crea una crisis”. Pero las mamás son diferentes. Los papás se
sacrificarán por las cosas realmente importantes y dejan que nosotras nos
ocupemos de los detalles pequeños, los cuales son considerados como una
experiencia de aprendizaje. Las mamás están atentas a los más pequeños
detalles, incluso algunas veces cuando quizás deberíamos dejar que ellos sufran
las consecuencias.
Nosotras sacrificamos sueño, el último pedazo de bizcocho—todo—y
sabemos que sacrificaríamos nuestras vidas si fuera necesario (también los
papás, lo harían). Estamos dispuestas a sufrir en vez de ver a nuestro hijo sufrir.
Es el corazón de una madre el darse sacrificadamente a su hijo.
Aprendí una gran lección de una amiga, que una vez estaba sirviendo a un
familiar por un largo período de tiempo. Era una madre con dos preescolares.
Ella me dijo que al principio fue fácil, pero pronto se convirtió en algo
difícil el tener tres personas adicionales en la casa. Me dijo que cuando le fue
bien difícil tener privacidad y espacio, fue el punto donde realmente empezó a
servirles. Fue al llegar a ese momento que estuvo dispuesta a sacrificarse por el
bienestar del otro y a poner esas necesidades por encima de las de ella que
aprendió el verdadero significado de servir.
Yo pensé en esto muchas veces cuando tuvimos una adolescente viviendo
con nosotros por cuatro años. En ocasiones, cuando era muy difícil seguir
adelante, fue cuando empecé a aprender lo que significa servir al Señor
sacrificadamente.
Si estás en una situación donde es extremadamente difícil servir a otro, ten
presente que cuando pasa del punto de ser divertido y fácil, entonces se convierte
en un verdadero servicio como para el Señor y Él, Él mismo te dirá un día:
“Bien, buen siervo y fiel” (Mateo 25:21). Muchas veces la gente me pregunta
si ellos deben cuidar de este o aquel miembro de su familia. Yo les digo que le
den “la mirada de los veinte-años” (o incluso la mirada eterna) y que miren hacia
atrás con perspectiva. Podemos ser atrapados en cómo nuestras vidas serán
afectadas aquí y ahora, en vez del beneficio general que nuestro servicio
sacrificado puede hacer a este miembro de la familia. En veinte años, cuando
mires hacia atrás y recuerdes que sencillamente no quisiste hacerlo
(posiblemente lamentaras tu decisión), ¿o serás capaz de decir que serviste a
alguien en necesidad como para el Señor? Ciertamente muchos factores
contribuyen para tomar esta decisión, pero yo espero que la falta de voluntad no
sea uno de estos factores.
La Biblia nos dice que en tiempos como esos “sin saberlo, hospedamos
ángeles” (Hebreos 13:2) y que cuando ayudamos a otros en necesidad, los
servimos como si estuviéramos sirviendo al Señor mismo. (véase Mateo 25:31-
40). También es importante recordar que en ciertos momentos, nosotros seremos
esa persona en necesidad. Mientras estaba estudiando la Palabra en referencia a
sacrificios, fui dirigida a Isaías 17, donde habla acerca de alabar al Señor por
medio de nuestros sacrificios. El concepto del pasaje era que el Señor estaba
descontento con el pueblo de Israel porque estaban trayendo animales
imperfectos para sus sacrificios. El Señor pedía sacrificios sin defecto, sin
mancha; pero el pueblo estaba tratando de cumplir de la manera más fácil. No
era un sacrificio real dar lo que no querían o necesitaran. Y lo mismo es igual
para nosotros. Si doy algo manchado o algo de baja calidad, disminuyo mi acto
de alabanza. En otras palabras, sus sacrificios no tenían significado delante de
Dios, porque no eran de gran valor, no les costó nada, y no tenían la perfección
que demandaba el Señor. También fallamos en servirle con sacrificio cuando nos
aferramos a las cosas que tenemos sólo para nosotros. El punto es que los
sacrificios tienen que ver con Dios y son para Dios y nunca debemos negarle
nada a Él. Los versículos 7 y 8 de Isaías 17 dicen así: “En aquel día mirará el
hombre a su Hacedor, y sus ojos contemplarán al Santo de Israel. Y no
mirará a los altares que hicieron sus manos, ni mirará a lo que hicieron sus
dedos, ni a los símbolos de Asera, ni a las imágenes del sol”. El vivir sin
sacrificio nos lleva a la idolatría.
Por eso necesitamos dar con sacrificio a los que están en necesidad, al igual
que a los misioneros. No les des las migajas. Estamos dándoles a ellos como al
Señor. Yo necesito estar genuinamente dispuesta a dar libremente lo que Él desea
que yo de. ¿Te está Él pidiendo que sacrifiques algo para servir a otro o para Su
gloria?
La Biblia enseña que mientras mayor sea el sacrificio, mayor será la
victoria en Cristo. Dice que Él que quiere encontrar su vida, necesita perderla.
Éstas no son verdades que se enseñan con frecuencia en nuestra cultura. Da lo
mejor de ti porque el Señor se merece lo mejor de ti. Debemos de dar lo mejor
de nosotros a otros si queremos relaciones exitosas.
Ejemplo—El matrimonio
RENDIR CUENTAS
La tercera clave para una relación
duradera es rendir cuentas.
Ejemplo—Citas amorosas
Cuando Emily estaba asistiendo a una universidad cristiana, un joven que
también asistía allí, le pidió salir en una cita. En su primera salida, Emily le
aclaró que ella tenía tres reglas para las citas. Eran sus propias convicciones.
Unos días después, llegó a sus oídos que este joven le había dicho a sus amigos:
“Ella es una de esas locas puritanas”. Emily sintió alivio al escuchar esto desde
el comienzo. Ahora conocía algo acerca del carácter de ese muchacho que ahora
le resultaba poco atractivo a ella. Se dio cuenta que él tenía convicciones
diferentes o que no tenía convicciones acerca de la pureza. Debido a que ella no
había hecho ninguna inversión emocional en la relación, pudo dejarlo ir.
Inmediatamente, de hecho, ella me dijo: “Estoy tan contenta de que él dijera
eso porque ahora no tengo que pensar dos veces acerca de verlo otra vez”. Al
usar sus “tres grandes” convicciones como un proceso de colador en la primera
cita, ella pudo eliminarlo rápidamente de su gama de posibilidades.
Además de sus propias convicciones, tenemos estándares familiares y
convicciones acerca de las citas que fueron enfatizadas por mucho tiempo antes
que llegaran esos días de citas. Siempre les dijimos a nuestros hijos que ellos
solamente podían tener citas con creyentes—¡sin excepciones!
Si tú hijo o hija empieza una relación sin esta convicción bíblica sanamente
establecida, ellos pueden involucrarse con alguien emocionalmente o aun
físicamente y será casi imposible hacer que vea la verdad acerca de la situación.
Tarde o temprano, involucrarse con un inconverso causará grandes dolores de
cabeza, cuando el de los dos que sea cristiano, comience a racionalizar la
relación.
Recientemente hablé con una mujer que empezó diciéndome de una nueva
relación que estaba desarrollando. Inmediatamente le pregunté “¿Es un
creyente?” Ella respondió: “¡Oh, sí!” y entonces rápidamente cambio el tópico a
hablar de otros detalles. Mientras continuó, se me hizo claro que no había un
fundamento espiritual en la relación. Decidí aclarar mi primera pregunta y
pregunté: ¿Es él un creyente, nacido de nuevo?”
Y ella respondió: “Bueno, no se acerca de eso”. Y entonces, las palabras
que sabes siguieron: “Pero es un gran hombre”.
Justificarnos y engañarnos a nosotras mismas creyendo que podemos
construir fuertes y duraderas relaciones basadas solamente en que él es un gran
hombre, a menudo nos lleva a dolores y remordimientos porque no podemos
esperar construir algo contrario al diseño de Dios y que todo salga bien.
Tristemente, las mujeres a menudo se involucran emocionalmente antes de
conocer a la otra persona y de asegurarse de sus convicciones. Para empeorar las
cosas, hay padres que apoyan esta forma de tener citas de sus hijos: “Yo me
imagino que puedes salir con él, Cariño. Parece un buen muchacho”.
Necesitamos ser firmes en nuestras convicciones, sin vacilar o
comprometernos porque a Susie realmente le guste el muchacho. Nosotros
pudiéramos ser la última barrera de defensa para nuestros hijos en cuanto a tener
relaciones peligrosas. No dejes que ellos jueguen con tus emociones para
involucrarse en una relación que tu corazón sabe que es dañina para ellos.
Yo he estado alrededor de mujeres cuando estaban apenas en la etapa inicial
de involucrarse en una relación amorosa con un incrédulo. Podrás rogarles que
no vean a la persona de nuevo o que no lo llamen. Pero ninguna cantidad de
suplicas las disuadirán. Es más, muchas veces reaccionarán a la defensiva al
hecho de que puedas ser tan acusatoria ante la situación y que por qué
sencillamente no puedes alegrarte por ellas. Ellas quieren comprobar que son la
excepción a la regla, la excepción al diseño de Dios. Éstas son las señales de que
están engañadas en cuanto a la relación.
En esta etapa de atadura emocional, somos rápidas en comprometer nuestra
convicción para salvar cualquier relación, aún una inadecuada. Es triste que
muchas mujeres prefieran una relación inadecuada a no tener ninguna. Esto
prueba nuestro deseo de amar y de ser amada, pero también revela que cuando
hacemos esto, nuestra seguridad y dependencia están puestas en otra persona y
no en Cristo.
Emily se hizo vulnerable en declarar sus convicciones inmediatamente.
Tendemos a pensar que ser vulnerable es una debilidad, pero esto es una mentira
que Satanás utiliza cuando se trata de bloquear la intimidad. Satanás no quiere
que seamos vulnerables—no quiere que construyamos paredes, que seamos
tercos, que protejamos nuestros sentimientos, que resistamos entregarnos o que
no nos pongamos a nosotros mismos en primer lugar.
La vulnerabilidad de Emily probó ser una gran posesión para establecer
relaciones fuertes, no una debilidad o un obstáculo para tenerlas. Ella estaba
siendo abierta con sus convicciones espirituales (no con sus emociones) para
probar el carácter espiritual de la otra persona.
Ejemplo—Escogiendo amigos
Nosotros no permitíamos por ninguna razón que nuestros hijos salieran en cita
con alguien que no fuera creyente, ni siquiera con la esperanza de traer a esa
persona al Señor. Eso sería construir la pirámide en el orden equivocado. Así es
que nosotros no aprobábamos el “tener una cita misionera”. Los padres pueden y
deberían de intervenir y apartar a sus hijos de relaciones dañinas. Esto está bien
claro en 1 Corintios 15:33: “No erréis; las malas conversaciones corrompen
las buenas costumbres.”
Yo traté de inculcar en mis hijos las características particulares que deberían
buscar en una posible pareja. Una de las cosas que nosotros les enseñamos fue
un acróstico.
Tengo una amiga que les dice a sus hijos que busquen las cuatro C (Por sus
siglas en inglés):
Comprometido al Señor
Carácter como Cristo
Compatibilidad
Química
Y en ese orden.
5. RESOLVER CONFLICTOS
Ejemplo—El matrimonio
TIEMPO DE PAREJAS
(Tiempo sugerido—45 minutos)
Las relaciones de por vida necesitan tres cosas: gracia, sacrificio y el rendir
cuentas a alguien.
El sacrificio incluye:
Oración para la pareja: Cierren en oración. Agradezcan a Dios por lo que Él les
ha enseñado durante este estudio y de cómo sus hijos se han beneficiado al mirar
hacia atrás y ven el progreso que han hecho.
TIEMPO DE DISCUSIÓN
PARA GRUPOS PEQUEÑOS
(Tiempo sugerido—45 minutos)
TIEMPO DE ORACIÓN
Oren por relaciones específicas sobre las cuales Dios les está guiando a
enfocarse. Sean sensitivos a áreas que necesiten ser cambiadas.
Oren el uno por el otro aun si no son capaces de expresar profundamente
sus heridas relacionales.
Oren por las muchas relaciones que sus hijos tendrán, especialmente
relaciones y futuros cónyuges.
Oramos por cada pareja que llegó hasta este punto: que puedan ser
personalmente animados a amar a su cónyuge y a sus hijos más profundamente
con el amor de Cristo. Ésta ha sido mi motivación al escribir este libro.
– David Jones
Pastor Principal de la Iglesia Village Church de
Barrington, Barrington, IL