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ANÁLISIS Y COMENTARIOS SOBRE EL LIBRO “LA ECONOMÍA EN

UNA LECCIÓN” DEL AUTOR HENRY HAZLITT


CAPITULO 1. “LA LECCIÓN”.
Luis Alberto Fernández Ramírez.*

Se inicia esta serie de artículos, con la intención de brindar una


descripción cómoda y resumida de las nociones principales que el autor citado
expresa en las partes más relevante de su obra; a efecto de analizar y comentar
dichas ideas nutridas con los aportes personales de quien escribe. En esta ocasión
se da inicio a dicha tarea con el análisis del primer capítulo del libro comentado,
titulado La Lección.

El autor inicia su exposición afirmando que la Economía se halla asediada


por mayor número de sofismas que cualquier otra disciplina cultivada por el
hombre, esto es, las Ciencias Sociales. Conviene aclarar en este punto que debe
entenderse por sofisma, (Española, 2019), señala: “Razón o argumento falso con
apariencia de verdad.” Esto implica que se trata de algunas ideas que a primera
vista pareciesen ser verdaderas y por ende reciben aceptación entre sus
destinatarios, pero solo un análisis más profundo permite evidenciar la falsedad
de dichas ideas o argumentos.

Este tipo de nociones como es de esperarse producen confusión entre las


personas y les lleva a tomar decisiones y caminos equivocados con la creencia
que están en lo correcto, precisamente por la errónea información recibida
previamente. Esto es lo que el autor advierte dentro de la Economía señalando
que esta disciplina científica es la que está más atiborrada de esta clase de
falacias o sofismas.

* Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogado y Notario, Universidad Rafael Landívar. Maestro en
Derecho Civil y Procesal Civil, Universidad San Carlos de Guatemala. Master en Ciencias Forenses, Universidad
de Valencia, España. Doctorando en Ciencias Políticas y Sociales, Universidad de Occidente. Juez de Sentencia
de Quetzaltenango. Organismo Judicial, Guatemala.
Lo anterior es en gran medida consecuencia de dos circunstancias que a
criterio del autor, son causas directas de la presencia de tantos argumentos
sofistas en la ciencia económica:
1) La marcada presencia de intereses egoístas, que llevan a considerar
bueno o valedero solo aquello que beneficia directamente a una persona
en particular o al grupo al cual pertenece, por ende, estas personas
defienden a capa y espada tal política o directriz, tratando de convencer
al resto de la población (con argumentos sofistas cabe decir) de la
justeza de la misma, a efecto que esta goce de aceptación, aún y cuando
en la realidad esto no sea así.

2) La persistente tendencia a considerar exclusivamente las consecuencia


inmediatas de alguna política o considerar sus efectos sobre un grupo
solamente, dejando de lado las consecuencias que provocará a mediano
o largo plazo o bien sin considerar las consecuencias que provocará
para la población en general, no solo sobre un sector determinado.

De tanta trascendencia son estos factores que el autor señala que de esto
depende directamente el buen y el mal economista. El mal economista solo
advierte las consecuencias inmediatas o directas de la medida que va a aplicar y
sus efectos en determinado sector; en tanto el buen economista va más allá pues
toma en cuenta los efectos más lejanos e indirectos que dicha medida puede
provocar no solo en un grupo de personas sino sobre todos los grupos.

Estos aspectos que parecen tan elementales, han sido inadvertidos al


momento de tomar medidas económicas en el pasado sobre todo en el sector
público, lo cual ha provocado grandes crisis y consecuencias no queridas por
ninguno aunque si eran previsibles desde el inicio, sin embargo fueron ignoradas
o mejor dicho no consideradas.
De ahí que según el autor la economía puede reducirse a una lección única,
que sería:

El arte de la Economía consiste en considerar los efectos más remotos de


cualquier acto o medida política y no meramente sus consecuencias
inmediatas; en calcular las repercusiones de tal política no sobre un grupo,
sino sobre todos los sectores.

Recapitulando con la intención de tener plena claridad sobre dicho punto,


la lección antes enunciada, aborda dos aspectos esenciales:
- El primero es el considerar no solo el futuro cercano, es decir, el efecto que
a corto plazo determinada medida o política económica tendrá; sino tomar
en consideración los efectos secundarios y más lejanos.
- El segundo el considerar los efectos no solo sobre un grupo o sector de la
población; sino tomar en consideración a todos los sectores de la sociedad,
tomando en cuenta la interrelación que entre los mismos existen.

Lo anterior podría parecer redundante y de simple comprensión, sin


embargo, vale la pena recalcarlo por cuanto en palabras del autor, nueve
décimas partes de los sofismas económicos que están causando tan terrible
daño en el mundo actual son el resultado de ignorar esta lección, e incurren
en uno o en ambos de los errores antes mencionados. Ello implica que a pesar
de su simpleza la lección aun no la aprendemos, por ende es ignorada o
desatendida, lo que genera en consecuencia nuevamente crisis o
consecuencias no queridas en la economía de la población.

Estos errores son recurrentes en la denominada “nueva economía” donde


se desatienden por completo las consecuencias más remotas o los efectos sobre
otros grupos de la población no contemplados, centran su análisis en los
efectos inmediatos o en un sector de la población, dicho de modo metafórico,
su preciso y minucioso análisis de cada árbol les impide ver el bosque, lo cual
les genera una visión limitada y distorsionada de la realidad.

El autor indica que los demagogos <que según (www.significados.com,


2019) son: Personas que utilizan la demagogia la cual es una forma de acción
política en la que existe un claro interés de manipular o agradar a las masas,
incluyendo ideologías, concesiones, halagos y promesas que muy
probablemente no se van a realizar, incluso con omisiones y con información
incompleta, pretendiendo sólo la conquista del poder político a través de
conseguir el apoyo y el favor del pueblo>; así como los malos economistas solo
presentan verdades a medias, dando a conocer solo las bondades o
repercusiones inmediatas de determinada política, sin embargo ocultan los
efectos menos deseables que en la mayoría de casos beneficia solamente a un
sector de la población a expensas de otros, es aquí donde entre la tarea de
quien replica (la buena economía) pues esta debe completar y corregir la
media verdad con la otra mitad omitida.

Sin menoscabo de lo anterior, dicha tarea no resulta simple ya que para


desvirtuar el argumento sofista explicado a través de la réplica es necesaria
una serie de razonamientos que en muchos casos resulta larga complicada y
enojosa, lo cual la mayoría de la población le es difícil seguir y comprender.

Referencias
Española, R. A. (14 de 05 de 2019). www.dle.rae.es.

www.significados.com. (14 de 05 de 2019).

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