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Php 4:8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo
justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna,
si algo digno de alabanza, en esto pensad.
Php 4:10 En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro
cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad.
Php 4:11 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera
que sea mi situación.
PERO LES HIZO VER O LES PERMITIO COMPRENDER CUAL ERA SU VISION
DE LA VIDA: HE APRENDIDO A CONTENTARME CUALQUIERA QUE SEA MI
SITUACION.
Php 4:12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy
enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia
como para padecer necesidad.
En este pasaje, Pablo el autor nos habla de las cosas que debemos pensar, las cosas que
debemos hacer y el resultado de todo ello.
Primeramente las cosas que debemos pensar. Filipenses 4:8 dice: «Por lo demás,
hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo
amable, todo lo que es de buen nombre; sí hay virtud alguna, sí algo digno de alabanza,
en esto pensad»
Pablo está por terminar su carta y a manera de consejo final introduce su tema con las
palabras: Por lo demás hermanos. Note que Pablo está hablando a creyentes, a personas
que tienen la capacidad de controlar sus pensamientos.
Primero, todo lo que es verdadero. El mundo amigo oyente, está lleno de mentira. El
padre de mentira, Satanás, lo gobierna y eso explica la aceptación que tiene la mentira
en el mundo en el cual vivimos.
La mentira parece ser el modus vivendi para la mayoría de la gente. La gente miente
para justificar un atraso a sus citas, la gente miente para justificar una falta a sus lugares
de trabajo, la gente miente al declarar sus ingresos para así pagar menos impuestos, la
gente miente para evitar pagar sus deudas, la gente miente para conseguir un empleo, la
gente miente para conseguir votos en las elecciones y así por el estilo, la lista podría ser
tan larga como quisiéramos.
La mentira está a flor de labios en los más tiernos hasta los más viejos. Es tan basta la
incursión de la mentira en el mundo, que parece que el hablar la verdad es algo pasado
de moda o algo propio de los ingenuos. Pero los creyentes debemos ser diferentes.
Pablo dice: No píense en mentir, píense solamente en todo lo que es verdadero, aun
cuando si para ello tiene que pagar un precio muy alto.
Parece que la deshonestidad es una institución reconocida y aceptada. Pero Pablo dice a
los creyentes, no piensen en la deshonestidad, no piensen en como enriquecerse sin
trabajar, no piensen en cómo sacar provecho del prójimo, no piense en las coimas o en
el soborno, en lugar de todo eso, piense en todo lo honesto, piense en lo que es digno de
respeto.
Tercero, todo lo justo. Esto tiene que ver con lo que es recto. Muchas cosas de este
mundo son torcidas por naturaleza. La hechicería, la adivinación, los horóscopos, la
drogadicción, el alcoholismo, la ociosidad y cantidad más de cosas que no son rectas
porque atentan contra el manual de doctrina y práctica que es la Biblia. Los creyentes
debemos evitar, pensar en cosas que no sean justas, o rectas. Esto no significa que
debemos introducir la cabeza en la arena, para pretender ignorar estas cosas, lo que
significa es que no debemos permitir que nada de estas cosas torcidas controle nuestro
pensamiento.
Cuarto, todo lo puro. Esto básicamente se refiere a evitar pensar en cualquier cosa
impura con relación al sexo. El mundo se ha sexualizado dice un observador secular,
luego pasa a citar que prácticas en otro tiempo vedadas hoy son ampliamente aceptadas.
Hace un tiempo atrás una joven creyente vino en un mar de lágrimas buscando consejo
porque había quedado embarazada sin haberse casado y su compañero se había
esfumado tan pronto como supo que ella estaba embarazada. En el diálogo, se hizo
evidente que la caída de esta chica comenzó mucho tiempo atrás cuando en su mente se
plantó la semilla que las caricias en el noviazgo no tienen nada de malo, esto hizo crecer
la planta que en su tiempo dio el fruto llamado fornicación.
Nadie cae en pecado de la noche a la mañana, amigo oyente, todo comienza en el
pensamiento y cuando toleramos pensamientos impuros estamos empezando a
deslizamos por una pronunciada pendiente.
Quinto, todo lo amable. Esto se refiere a lo agradable, lo gentil. Casi toda pelea surge
por falta de amabilidad, falta de gentileza. Cuando las cosas aunque sean verídicas son
dichas sin tacto, conducen a los pleitos. Pablo dice, piensen en todo lo amable.
Sexto, todo lo que es de buen nombre. Esto se refiere a lo que es conocido por todos
como algo digno.
Séptimo, si hay virtud alguna. Esto es muy interesante, muchas actividades de la vida no
son malas, pero tampoco son buenas. En otras palabras no tienen nada de virtud. Es
mejor evitar pensar en este tipo de cosas.
Octavo, si algo digno de alabanza. Ciertas acciones no son nada dignas de alabanza,
porque no hay nada digno en ellas. Lo correcto es no pensar en estas cosas.
Muy bien, hemos visto las cosas que debemos pensar los creyentes. ¿Cómo actúa un
creyente que piensa en estas cosas? Veamos pues las cosas que debemos hacer los
creyentes.
La primera parte de Filipenses 4:9 dice: «Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y
visteis en mi, esto haced»
Muy bien, hemos visto las cosas que debemos pensar y las cosas que debemos hacer.
Por último, el resultado de todo esto. Al final de Filipenses 4:9 leemos: «y el Dios de
paz estará con vosotros»
Esto es muy significativo porque afirma que cuando un creyente piensa y hace lo
correcto. Dios será su compañero trayendo paz a su corazón, lo cual a su vez será el
guardián para mantener los pensamientos en Cristo Jesús, Filipenses 4:7 dice: «Y la paz
de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jesús».
Que el Señor nos guíe a pensar en lo correcto, hacer lo correcto y a tener lo correcto.