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Introducción
Este capítulo intenta abordar la función postural y del movimiento del cuerpo humano como la
resultante de un proceso de integración entre sistemas estructurales, bioenergéticos y circuitos
funcionales, que se van conformando y suceden desde las etapas mas tempranas de la vida
intrauterina, se desarrollan de manera global e interdependiente durante los primeros años de
vida y se instalan adaptándose de manera plástica y versátil para la función antigravitaria a lo largo
de la vida humana. Otorga elementos con base científica sobre los sistemas y su fisiología
funcional, al tiempo que integra los conceptos anatómicos, fisiológicos, fisiopatológicos y
funcionales de los sistemas integrados que suceden durante la ejecución postural y el control
motor del movimiento. Promueve el desarrollo del razonamiento clínico sobre la disfunción
postural y el proceso de las adaptaciones de las estructuras mediante patrones motores
disfuncionales, producto de alteraciones neuromusculares. Brinda pautas de intervención
terapéutica orientadas a la disfunción postural y al control motor mediante herramientas
provenientes de la posturología, las terapias manuales, la reflexoterapia y el manejo sobre
"movimiento normal".
La Postura
Podemos pensar la postura y el movimiento como la capacidad del ser humano de mantenerse
erecto, en contra de la gravedad, capacidad que depende de la integración de procesos
neurológicos (sensoriales, emocionales, cognitivos), estructurales (musculoesquelético, fasciales o
de tejido conjuntivo, viscerales) y funcionales (bionergéticos, sistemas de comunicación), que le
permiten desarrollarse en su ecosistema, desde etapas embrionarias hasta la adultez.
Éstos procesos serán quienes den respuesta a las demandas vitales y de funcionamiento del ser
humano en postura movimiento, en relación con su entorno.
Las estructuras que se utilizarán para las funciones biomecánicas, sea la postura dinámica o el
movimiento, requieren del equilibrio bioenergético, resultante de la comunicación sistémica, el
metabolismo.
Hablaremos más adelante del gran sistema comunicador estructral: las fascias.
En los pacientes neuromotores, los patrones motores anormales, se inician con éstas prevalencias
tónicas de adaptación desde edad temprana ( tal vez desde etapas en vida intrauterina),
instalando reflejos tónico posturales y patrones motores condicionantes para el desarrollo
psicomotor. Los engramas posturales y de movimiento se verán alterados a partir de la generación
de circuitos neuromotores facilitados como patrones motores dominantes disfuncionales (motor
patterns).
Las relaciones cráneo axiales seguirán el flujo tónico provocado por la integración sensorial
(entradas) y las eferencias en los procesos de navegación (vestíbulo-oculomotor y visión), inicio de
mecanismos adaptativos tónico posturales cráneo caudales que determinarán las posturas y los
movimientos.
Éstos patrones tónicos provocarán las alteraciones morfológicas de los diferentes tejidos
(hipertonía segmentaria, fibrosis, contracturas, acortamientos, deformidades articulares y óseas)
conformando los engramas con los que el niño se desarrollará.
Una torsión cefálica producto de un Reflejo Tónico Cervical Asimétrico ocasionará una cadena
lesional fascio/ósea compensatoria a la alteración primaria. Probablemente esta alteración en
sinergia de los sensores altos (vestíbulo, boca, sistema visual), ocasionará que el niño comienza
desde etapas tempranas a percibir el mundo (navegar) con un patrón tónico asimétrico.
Entender el inicio del funcionamiento del sistema tónico postural y sus adaptaciones desde edad
temprana es prioritario para entender las adaptaciones posturales y musculoequeléticas y sus
relaciones sistémicas. Teniendo en cuenta la integración estructural y funcional podremos
comprender mejor no solo la historia de los acontecimientos sino proyectar su evolución y así
generar las estrategias adecuadas de intervención terapéutica.
Los patrones disfuncionales que se establecen en cadena que involucran a los sistemas integrados
(neural, fascial, visceral, propioceptivo) están descritos por numerosos autores.
Los primeros estudios fetales se centraron en la aparición de las respuestas reflejas. Los primeros
movimientos de aparición temprana son de flexión y extensiones lentas de la columna vertebral,
con desplazamiento pasivo de los miembros. Luego se desarrolla un amplio repertorio de
movimientos:
Está en discusión la sensación de dolor del bebe hasta las 29-30 semanas de gestación por la
ausencia de la vías talamocorticales de percepción de dolor.
La etapa intrauterina se divide de una fase ovular, una embrionaria y una fetal.
El crecimiento en las tres fases ocurre en sentido centrodistal, mediolateral y cefalocaudal. Este
proceso puede dar una pauta del establecimiento de la línea media corporal desde el nivel
estructural como funcional:
Es importante observar que el bebé logra succionar en etapas previas al parto. Su fisiología
estomatognática ya está preparada para la alimentación por succión y una evidencia estructural
importante es la conformación del hueso palatino aplanado, pero esto estará en relación directa
con los movimientos de expansión activa (flexión) y reposo (extensión) craneal.
Existe relación entre el paladar ojival y la disfunción de la succión en niños de riesgo (cráneo en
extensión), como describen autores dedicados a esta temática (Michelle Van de Heiden en su libro
bebe en tus manos. Paidotribo).
La fase embrionaria dura hasta la 8va-12ª semana de gestación y se caracteriza por la formación
de órganos y sistemas, como por su velocidad de crecimiento elevada.
La fase fetal, abarca desde final del tercer trimestre (12 semanas) hasta el término de la gestación
(37-40 semanas=280 días aproximadamente).
El bebe recién nacido realiza movimientos de cabeza y extremidades y llanto como respuesta a los
estímulos. Su postura presenta predominio de los componentes miofasciales flexores que se
organizan en un patrón flexor glñobal: postura fetal.
Puede haber una adaptación plástica craneana y observarse deformidad, producto de contacto
posicional intrauterino o compresiones mediante el parto. Las suturas craneanas se pueden
deformar y pueden ser contactantes, cabalgadas o separadas, según el modelado que ocurre al
atravesar por el canal de parto.
Las suturas más importantes son la coronal (entre los parietales y el frontal) y la sagital entre
ambos parietales. Entre estas suturas se encuentran las fontanelas: bregmática o anterior,
lambdoidea o posterior. Su tensión permite reconocer alteraciones craneales.
Actividad Refleja. Todos los reflejos tienen su correlato funcional. De búsqueda y succión. Aparece
a las 32 semanas de gestación aproximadamente. Rota la cabeza en dirección al estímulo táctil,
buscando con los labios y luego prendiéndolo y succionándolo, 5 a 24 succiones por episodio de
succión con lapsos de descanso y procesamiento. El reflejo de prensión palmo plantar aparece a
las 28 semanas de gestación. El reflejo de apoyo y marcha automática aparece a las 32 semanas de
gestación. El reflejo de Moro, aparece a las 28 semas de gestación.
Parto
o Fase de dilatación que comienza con la aparición de contracciones regulares e intensas del
útero y termina con la dilatación completa del cuello uterino. El proceso principal es el
borramiento y la dilatación del cérvix.
o Fase de expulsión que ocurre tras la dilatación completa del cérvix, terminando con la
expulsión del bebe del canal del parto. El bebe sigue dependiendo de la circulación
umbilical para sobrevivir.
o Fase de alumbramiento que es el período entre la salida del bebe y la expulsión de la
placenta. Se corta el cordón umbilical y el niño debe adaptarse rápido a la nueva vida
ambiental. Dentro de los siguientes 15-30 minutos continúan las contracciones que
expulsarán la placenta.
A lo largo del primer de vida se establecen los primeros patrones posturales y motores en contra
de la gravedad del bebe.
o En supino predomina el RTCA Juega y empuja con brazos y piernas. La cabeza es inestable.
o En prono voltea a los lados para respirar. Puede levantar levemente y brevemente la
cabeza.
o De lado, rueda de espaldas. Sostiene la cabeza cuando lo sientan con sostém, focaliza un
objeto.
Éstas descripciones tan ligeras sobre los actos posturales y motores son demasiado simplistas y no
otorgan datos significativos a la hora de evaluar u observar a un bebe de un mes.
Analizar las posturas y movimientos cefálicos, del cuello, tronco y miebros en su interdepencia con
los sistemas sensoriales es crucial. El puño permanece cerrado pero logra relajarlo ligeramente.
Abre la mano y logra sostener con prensión brevemente. El dedo pulgar permanece fuera del
agarre, no debe estar en oclusión o debe ir saliendo de esa posición gradualmente.
o En posición supino: el bebé refuerza la integración de los reflejos altos antes descriptos:
CVR, VCR, COR, VOR, VER. Los giros de la cabeza en dirección al sonido y a la búsqueda
tanto de sus manos para succionarlas tanto de la voz materna o los estímulos luminosos
serán cruciales. En esta posición se refuerza las cadena flexora tanto recta como cruzada,
que se irá integrando con la flexión ocular y la activación de los canales semicirculares
anteriores.
Otros patrones motores y conductuales que podemos observar en el recién nacido son:
El bebe realiza reptado sobre el pecho materno ociqueando como explorándo, patró motor que
coincide con el descripto como reflejo de marcha automática. Este patrón motor está presente en
los mamíferos que recién nacidos encuentran el pezón materno desplazándose mediante reptado.
El color del pezón también cambia y puede ser tomado como orientador sumado a los latidos
cardíacos y el olor. El bebe se aferra mediante un patrón flexor de abrazo y logra satisfacer sus
necesidades aliemntarias y afectivas.
El bebe de un mes responde a la voz humana. Emite sonidos guturales. Observa diseños más que
color, brillo o tamaños. Permanece alerta una hora de cada diez en un principio para luego estar
más conectado con su entorno. Se observa expresión vaga y mirada indirecta. Muestra agitación al
observar una persona o juguete. Fija la vista temporariamente sobre objetos a su alcance.
Recuerda objetos que reaparecen en el lapso estimado de dos minutos y medio. Clínicamente se
observa una integración de la actividad refleja. Responde al confort o al desconfort. Sonríe en
respuesta rostral o a la voz. Ajusta su postura al cuerpo de la persona que lo carga. Agarra y
aprieta a las personas utilizando un patrón flexor de conjunto. Se acopla al pecho de su mama.
Reconoce la voz de su padre. En general realiza dos comidas por la noche y seis durante el día, al
principio más desordenado luego lo organiza. Realiza tres o cuatro evacuaciones al día.
Deglusión. Mediante el patrón de succión el bebé logra generar una presión intraoral que
permitirá modelar las deformaciones ocurridas durante los apoyos intrauterinos en regiones óseas
de la madre o bien durante su salida por el canal de parto.
BIBLIOGRAFÍA SOPORTE: -Histología y Embriología del ser humano. Bases celulares y moleculares.
Eynard. Valentich. Rovasio. Panamericana. 2008. -Embriología Clínica Moore. Persaud. Elsevier.
2013. -Fisiología Perinatal. Miguel. Ibañez. Mediterraneo. 2008.
En principio debemos establecer las bases para la comprensión de los procesos que ocurren en el
cuerpo humano para el desarrollo de la postura y el control del movimiento del tronco y los
segmentos para desarrollar gradualmente las habilidades que permiten al ser humano una
relación funcional entre el cuerpo y su entorno.
Entendemos embriología clínica como la ciencia que enfatiza en el estudio de los embriones. Este
término se utiliza para indicar el desarrollo prenatal de los embriones y los fetos.
La anatomía del desarrollo estudia el conjunto de cambios estructurales que experimenta el ser
humano desde la fecundación hasta la edad adulta. El objeto de estudio incluye la embriología, la
fetología y el desarrollo posnatal.
Es habitual dividir el desarrollo del ser humano en período prenatal y posnatal. Los obstetras
dividen el período de 9 meses de gestación en tres trimestres.
Las fases más importantes de desarrollo fetal tienen lugar durante el primer trimestre (13
semanas), cuando ocurren los sucesos biológicos de inducción, señalización y formación de los
sistemas, órganos y tejidos. Luego vendrán las etapas de maduración y crecimiento.
A partir del disco embrionario trilaminar, durante la tercera semana de gestación, se caracteriza
por la aparición de la línea primitiva, el desarrollo de la notocorda y la diferenciación de las tres
capas germinativas. La formación de las tres capas se llama grastulación. Este proceso
biodinámico, se realiza mediante una gran cantidad de episodios de cambio de configuración,
reordenación, movimiento, y modificaciones de las propiedades de la adherencia celular.
Representa el inicio del proceso de la morfogénesis (configuración de la forma del cuerpo).
El embrión en este período se denomina grástula. Una serie de proteínas y factores de crecimiento
desempeñan los procesos clave de la grastulación.
Cada una de las tres capas germinativas, ectodermo, mesodermo, endodermo, dará lugar a
órganos y tejidos específicos:
o la epidermis
o sistema nervioso central
o sistema nervioso periférico
o ojos, sistema visual
o vestíbulo, oído interno
o células de la cresta neural
o tejidos conjuntivos de la cabeza.
Teniendo en cuenta esta clasificación, tomaremos algunas fases que consideramos importantes a
tener en cuenta para el razonamiento clínico del desarrollo sensoriomotor del bebe.
La generacion de células, órganos y sus redes de comunicación tienen una sincronización que va
acompañada de movimiento. Esto sucede gracias a una verdadera integración funcional sistémica
inductiva. Los sistemas integrados se van integrando con actos conductuales: la conducta fetal.
¿Cuando se conforma la línea media corporal?; ¿de que estructuras depende?, ¿de que estradas
(captores) depende la señalización y el proceso de abstracción o esquema corporal?, ¿que
estructuras, vías, procesos de integración intervienen para su desarrollo ontogénico?
Embriología
El tubo neural
Cerca del primer mes de gestación, el tubo neural está formado por unas 5 vesículas que luego
darán la morfología al cerebro y sus sistemas anexos (el cerebelo y el tronco encefálico).
Órganos sensitivos:
Formaciones como engrosamientos del ectodermo en la extremidad cefálica del embrión, que
aparecen a cada lado de lo que luego será la cabeza.
Músculos y tejidos:
las somitomeras: a nivel del tronco, en el origen metamérico, las somitas son segmentos bien
diferenciados del mesodermo paraxial.
• Somitomeras preóticas, que se encuentran frente a la placa ótica, formarán los músculos
oculomotores extrínsecos conectados con los pares
o III (nervio oculomotor: fibras somáticas para los músculos extraoculares para el Elevador
Superior del párpado, el Recto Superior (permite mirar hacia arriba), el Recto Inferior
(permite mirar hacia abajo), el Recto medial (permite mirar hacia medial), el Oblícuo
Inferior (abduce, eleva y rota lateralmente) sumado a eferencias parasimpáticas para el
esfinter pupilar, los músculos ciliares, responsables de la acomodación),
o IV (El nervio troclear o IV par craneano es un nervio con funciones motoras conectado con
el músculo oblícuo superior del ojo que deprime, rota y abduce el globo ocular)
o VI par craneano o Abducens, inerva al recto externo del ojo lo que permite mirar hacia
fuera.
• Somitomeras postóticas. Se encuentran por detrás de la paca ótica y darán salida a los
músculos de la lengua unidos al nervio hipogloso (XII).
o los arcos branquiales: son protuberancias neurales mesenquimales que se forman a lo
largo del intestino primitivo embrionario. Tapizados por el ectodermo por fuera y
recubierto por endodermo en su interior, los arcos branquiales forman la mayor parte de
las estructuras de la cara y el cuello.
Los nervios de los arcos branquiales son motores y sensitivos, siendo el equivalente segmentario
de la inervación espinal para el resto del cuerpo, tronco y miembros inervados por los nervios
espinales.
Continenen:
Impulsos sensitivos:
Impulsos motores:
Mientras que los nervios de la columna vertebral son nervios mixtos, resultado de la combinación
de dos raíces medulares, una dorsal y otra ventral, los nervios craneales homólogos correspoden a
una sola raíz, dorsal o ventral.
Son nervios somato-motores: pares craneanos IV, VI, XII, salvo el III que contiene fibras
visceromotoras destinadas a la musculatura lisa del ojo. Inervan la musculatura estriada que
deriva de los miotomas cefálicos del ojo e hipobranquiales.
Los nervios mixtos V, VII, IX, X son los equivalentes a las raíces dorsales de los nervios dorsales
espinales, a travez de sus fibras sensitivas. De las fibras algunas son visceromotoras, inervando las
glándulas digestivas y lacrimales, como la musculatura lisa visceral del estómago, intestinos,
pulmones, tubo bronquial. Éstos nervios conforman el sistema parasimpático craneal.
Las fibras somatomotoras, inervan musculatura estriada concreta como los músculos laríngeos,
fasciales, que son viscerales en su origen y derivados de la musculatura branquiomérica.
Los nervios craneales especiales se relacionan con los órganos cefálicos de los sentidos: la nariz, el
ojo y el oído interno. El nervio óptico con su receptor,la retina, es un derivado de origen cefálico
con un solo haz de axones.
Los nervios olfatorio y vestibulococlear tienen placas sensitivas que dan lugar a órganos sensitivos
también.
Los nervios craneanos tienen el papel de la expresión (VII), el papel viscerosensitivo (IX, X, VII) y un
papel glandular: glandulas salivales y lacrimales.
Se origina del diencéfalo, a partir del ectodermo superficial. A los 22 días se forma el surco ótico. A
los 36 días ya está formado aunque la apertura palpebral ocurre durante el séptimo mes de
gestación. Los que nos interesa mayormente es el sistema oculomotor, de gran importancia en el
proceso de navegación espacial conjuntamente con el sistema vestibular durante el
neurodesarrollo.
Desarrollo del oído interno: originado del ectodermo y mesodermo paraxial. A finales de la cuarta
semana (28 días de gestación), inducido por el romboencéfalo, la placoda ótica se separa del
ectordermo superficial formándo la vesículo ótica (otocisto). Alrededor de la quinta semana, ya
están formándose dos conductos semicirculares. Utrículo y sáculo y los tres canales semicirculares
estarán formados hacia los 50 días de gestación.
Tempranamente el feto realiza todo tipo de movimientos los cuales estimulan éstos receptores e
integran la información, procesada en niveles de respuesta. Se conformarán los circuitos
integrados entre los sistemas oculomotor, vestibular, trigeminal y nucal estableciendo los reflejos
altos: vestibuloespinal, vestibulocólico, y a la espera los reflejos cérvicooculomotor y
vestibulooculomotor, asociados neurofisiológicamente con el resto de los pares craneanos: XI y V
fundamentales para el desarrollo psicomotor y la postura (reflejo tónico postural).
Los sensores de los canales son células ciliares. La región donde se encuentran las células
sensoriales se denomina cúpula. Estas células ciliares responden a la velocidad angular de los
movimientos de la cabeza en el espacio. El estímulo se desencadena por el movimiento de la
endolinfa sobre la vellosidad ciliar. Cada conducto responde mayormente a un tipo de movimiento
según su disposición espacial.
Disposición espacial de los canales semicirculares Utrículo y sáculo: Los otolitos se encuentran en
una región llamada mácula (del utrículo y sáculo) y responden a la estimulación gravitatoria y a la
aceleración lineal e inclinación lateral de la cabeza. El SNC interpretará cualquier asimetría en la
frecuencia de disparo que produce un movimiento. Las células del utrículo censan
fundamentalmente los movimientos de aceleración lineal horizontal (movimientos anteriores,
ejemplo: gateo, carrera), en sinergia con los ojos. Las células del sáculo censan fundamentalmente
movimientos de aceleración vertical y la gravitación: verticalidad.
Las fibras nerviosas aferentes forman el nervio vestibular, que ingresa en el encéfalo en la unión
pontobulbar.
Sistema vestibular central: El nervio vestibular se dirige a dos núcleos vestibulares en bulbo y
protuberancia. Los núcleos vestibulares también reciben información del cerebelo, médula y otros
sistemas sensitivos como de los núcleos oculomotores, haces trigeminales, haces
vestibuloespinales, formación reticular, tálamo, sistema nervioso vegetativo y corteza).
El órgano terminal incluye 5 sensores tres canales semicirculares de cada lado, utrículo y el sáculo
(con los otolitos, que se encuentran en la región llamada mácula). Los canales semicirculares son
tres de cada lado: anterior, posterior y horizontal orientados a 90° de inclinación entre ellos. Cada
conducto sinergiza funcionalmente a un conducto del lado contralateral: Canal Semicircular
Anterior Derecho con CS Posterior Izquierdo, CS Horizontal Derecho con CS Horizontal Izquierdo,
de modo tal que pueda censar en forma sincronizada los movimientos o posiciones en
tridimensión, asociados a los movimientos de la cabeza en el espacio pero en relación con los
músculos del cuello y del tronco).
Los sensores de los canales son células ciliares. La región donde se encuentran las células
sensoriales se denomina cúpula. Estas células ciliares responden a la velocidad angular de los
movimientos de la cabeza en el espacio. El estímulo se desencadena por el movimiento de la
endolinfa sobre la vellosidad ciliar. Cada conducto responde mayormente a un tipo de movimiento
según su disposición espacial.
Laberinto estático:
Tanto el utrículo como el sáculo contienen una mácula (órgano receptor) de 3mm2. Éstas son
receptores sensitivos que informan por despolarización las señales sobre la posición de la cabeza.
Los otolitos se encuentran en una región llamada mácula (del utrículo o el sáculo). La del utrículo
es relativamente horizontal y responden a la estimulación gravitatoria y a la aceleración lineal e
inclinación lateral de la cabeza. La mácula del sáculo está situada verticalmente.
Laberinto dinámico: cada canal semicircular contiene una ampolla (ampula) que contiene un área
sensitiva llamada cresta ampular, receptor del laberinto dinámico. La estimulación de estos
receptores resulta de los movimientos de la endolinfa que circula por los canales resultantes de la
rotación de la cabeza en el plano del conducto.
Los núcleos vestibulares reciben información del cerebelo y otros sistemas sensitivos (MEO,
Sistema estomatognático (trigémino), haces vestibuloespinales, formación reticular, tálamo,
sistema nervioso vegetativo y corteza).
La función del VOR en control motor es la de mantener la visión estable cuando se mueve la
cabeza. Es un reflejo esencial para la vida diaria. Nos permite enfocar un objeto mientras hay
desplazamiento corporal. El VOR permite mover los ojos en dirección opuesta a igual velocidad
que la cabeza (por la sincronización vestíbuloocular en el control de los MEO), permitiendo que la
visión del objeto permanezca estable en la zona de receptores de la retina llamada fovea. Esto
sucede por la posibilidad de movimiento opuesto a igual velocidad lo que se denomina “ganancia”
del VOR.
Si hubiera una disfunción cervical sea articular, sea miofascial (tortícolis) o bien un trastorno
perceptivo visual, la función se verá alterada provocándo compensaciones o adaptaciones
posturales.
Una alteración vestibular altera el tono de los músculos oculomotores, provocándo trastornos de
convergencia y de flexibilidad del sistema, nistagmus, vértigos y alteración del equilibrio.
La función de esta actividad refleja es la de mantener y recuperar el control postural, que resulta
del control de las vías vestíbulo-vertebrales mono y polisinápticas, pero también es la respuesta de
la integración sensorial en su conjunto: visión, propiocepción, sonsor vestibular, integración,
modulación y respuesta adaptada entre las conexiones cefalocaudales y cuadocefálicas.
El haz vestibuloespinal conecta los núcleos vestibulares con las alfa motoneuronas del asta
anterior, provocando modificaciones en el tono postural, mediante las cadenas miofasciales.
Claro es que las relaciones sistémicas entre miofascias, vísceras, articulaciones y la piel se da
mediante los reflejos metaméricos a lo largo de los segmentos espinales: relaciones segmentarias.
Bibliografía:
Manipulaciones de los nervios craneales. Jean Pierre Barral, Alain Croibier. Elsevier, 2009.