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Hace un tiempo atrás hablaba con una persona sobre las posibilidades de cambiar los
resultados que estaba teniendo si se atrevía a enfrentar los temores que tenía. Pasado algún
tiempo en la conversación me dice: “y si luego de hacer lo que me dices fracaso”.
Ese era el verdadero problema: EL TEMOR. Detrás de cada respuesta negativa de “no
puedo” está el temor al fracaso por lo tanto muchas personas por esa razón ni lo intentan.
Desafortunadamente el temor tratara de prevenir que no intentes nada nuevo y si esto lo
permites por largos periodos de tiempo es un ciclo difícil de cambiar.
“No puedo” es la frase de los incrédulos – de los que se rodean de personas negativas – y
han dejado de creer que para el que cree todo es posible.
¿Sera esta la razón? por la cual cientos de veces la biblia registra el “no temas” “yo estoy
contigo” “solo esfuérzate” y cuantas declaraciones más como estas que están diseñadas
por Dios para penetrar a los más íntimos temores del alma y asegurarte que si él está
contigo cualquier cosa es posible.
La realidad del asunto es que el temor te puede paralizar si no tienes una respuesta alineada
a los recursos y propósito de Dios para tu vida.
Aquí te comparto algunos pasos para que combatas la duda y desarrolles una
mentalidad orientada a la acción.
1. No tomes la crítica o tus errores personalmente.
Nadie es perfecto. Aprende de tus experiencias y prepárate para la próxima
oportunidad.
2. Busca formas de mejorar.
Toma alguna clase de algo nuevo o lee libros que te ayuden a ganar confianza en las
destrezas que entiendes que necesitas mejorar.
3. Trae a tu memoria las victorias pasadas.
Salmos 103:2 El salmista confrontaba sus temores ordenando a su alma que no se
olvidara de los beneficios del Señor. Recordar las victorias pasadas son un dulce y
fuerte motivador para recuperar la confianza.
Deuteronomio 8:2-4,10-14 Y te acordarás de todo el camino por donde el SEÑOR tu Dios te ha traído
por el desierto durante estos cuarenta años, para humillarte, probándote, a fin de saber lo que había en tu
corazón, si guardarías o no sus mandamientos.…
4. Piensa sobre el problema lógicamente y divídelo en tareas.
Es mejor resolver las cosas una a la vez y no desanimarte porque trataste más de lo
que podías en el momento. Mateo 6:34 Bástale a cada día su propio afán dijo el Señor.
5. Delega a otros que te pueden ayudar y tienen las destrezas para hacerlo. Usa los
recursos que están a tu alrededor para terminar el trabajo y obtener los resultados.
La próxima vez que tengas la oportunidad de hacer algo nuevo piensa en los beneficios que
obtendrás y declara “YO PUEDO”.
¿Qué es lo más difícil que has tenido que enfrentar y como lo superaste? Deja tus
comentarios y comparte este articulo con tus amigos(a).
Como Vencer Tus Temores
Seamos honestos, todos en algún momento tenemos que enfrentar situaciones que
producen temor. Cuando el temor no se maneja correctamente puede paralizarte.
El temor constantemente detiene el progreso y causa el aborto del potencial que Dios te ha
dado.
El temor es resultado del estado mental en el que te encuentras.
Como interpretas los eventos externos, es una indicación de tu condición interna.
En la parábola de los talentos se nos describen tres individuos que recibieron cada uno
bienes en forma de talentos, conforme a su capacidad. Uno recibió cinco, el otro dos y a uno
se le dio uno.
Los primeros dos lo multiplicaron, mientras que el tercero dice el texto “lo escondió porque
tuvo miedo”. La pregunta sería; ¿Por qué algunas personas pueden desarrollar su potencial
de acuerdo a su capacidad, mientras que otras parecen estar estancadas en una vida promedio
e insatisfecha? En muchas ocasiones la respuesta es el TEMOR.
Primero Considera estas cuatro razones del porque muchas personas no pueden
vencer el temor que los paraliza:
1. Convicciones Erróneas
Que crees y como lo crees se convertirá en la plataforma sobre lo cual responderás ante los
retos de la vida y las oportunidades que el Señor te presentara en diferentes momentos.
El hombre de la parábola dijo: “Señor te conocía que eres hombre duro”… Nota que esta
no era la convicción de los otros que también recibieron talentos, aún más que él.
Tus convicciones te harán preso de una idea que si no está bien fundamentada en un
concepto correcto de quien es Dios te paralizara.
¿Qué piensas que Dios quiere para ti? ¿Crees tú que la salvación es solo la salvación del alma?
¿Piensas que es la voluntad de Dios que siempre estés en pruebas y sufrimiento?
Solo tú puedes contestar estas preguntas basado en tus convicciones y en tu concepto del
Dios que revela la escritura. No permitas que otros la contesten por ti.
2. Visión Distorsionada… “eres duro”... dijo este hombre.
Una visión distorsionada es como un lente fuera de enfoque. Mientras que el deseo y el
potencial están presentes la claridad esta opacada.
A través de los años he visto personas con un extraordinario potencial gastarlo en cosas que
no le producen resultados. En ocasiones están paralizados y entierran sus capacidades y
talentos porque tienen temor al fracaso. Siempre están buscando una excusa que justifique
su inactividad y falta de productividad.
3. Fobias… “tuve miedo”…
¿Miedo a que? ¿A que le tienes temor? ¿Qué te paraliza? ¿Qué dispara en ti el temor que detiene
tu progreso? Será el temor al fracaso, al éxito, a los hombres. ¿Estarás paralizado(a) por
eventos en tu vida que no has podido superar? Es importante que seas honesto contigo mismo
e identifiques aquellas cosas que causan en ti temor.
4. Limitan Su Potencial…”lo escondí”…
Cuando aquel hombre recibió el talento su amo sabía que él tenía todo el potencial para
multiplicarlo. Fue el mismo quien limito su potencial. Solo el creyó que no podía. Lo enterró.
Así hay mucha gente con su potencial enterrado en la amargura, resentimientos, excusas,
desanimo, frustración, conceptos equivocados, teologías limitantes, y manipulados por
personas que castran su potencial.
Hoy es tu día para liberarte del temor que te paraliza. Aquí te comparto tres principios
que te ayudaran a vencer los temores en tu vida.
Piensa en la desilusión como una herramienta para identificar problemas que te ayudaran
a refinar tu percepción de la realidad. Si usas el conocimiento que adquiriste en la
desilusión, puedes actuar con mayor precisión hacia tus metas. Mientras más aprendas de
las desilusiones más equipado estarás para hacer tus sueños una realidad.
Muchas personas son sorprendidas como un pez fuera del agua cuando experimentan
desilusiones. Como no han sido entrenados en cómo manejarlas, usualmente adoptan
comportamientos destructivos.
1. Las evitan tratando de anestesiarse con otras actividades
Algunas personas se ocupan en hacer cosas que “le distraigan la mente”. Lo que tratan es de
funcionar sin encontrarse en la necesidad de tener que pensar los efectos de la desilusión.
Algunos lo llevan al extremo de reaccionar con compras compulsivas, adicciones, ansiedad
emocional, o el uso de estimulantes como el alcohol y las drogas. Estas personas buscan
calmar los efectos de la desilusión ocupándose en cosas que evite que estén solos con los
efectos de la desilusión.
Mientras que parece que la persona logra una motivación temporal, esta no es la forma de
manejar la desilusión, porque cuando en el futuro tengan otra desilusión regresaran al
comportamiento y actividades para tratar de apagar sus emociones. Eventualmente esto se
convierte en un ciclo destructivo que conducirá a la persona a mayores dificultades.
Por ejemplo, cuando alguien ha sido lastimado(a) en una relación negativa desarrollan las
barreras que les impide amar y volver a ser amados(a). En el exterior parece que están bien
pero internamente desean encontrar una persona que los ame como ellos se merecen. Como
tienen temor a volver a ser lastimado(a) rehúsan permitir que otras personas entren a sus
vidas. A largo plazo esto convierte a la persona más miserable aunque temporalmente se
sienten bien
3. Rendirse ante sus sueños y metas
Otro grupo de persona decide rendirse en la realización de sus sueños. Aunque desean
lograr algunas cosas se resignan a que nunca lo lograran. Se deprimen y se tienen pena
asimismo. Pasan más tiempo tratando de convencer a otros y a ellos mismos de que nunca
lograran nada en vez de estar trabajando hacia sus sueños y metas.
Quías estas tratando de pretender que todo está bien pero el vacío que sientes te está
consumiendo. Eventualmente te hundirás en un estado de desilusión, insatisfacción que te
llevara a la apatía. Parecerás un zombi sin pasión ni motivación en la vida. Todo lo que miras
parece opaco y distante.
Las buenas noticias es que no tiene que ser así. Tampoco estas solo en la desilusión. Todos
hemos enfrentado desilusiones en algún punto de la vida. Yo he experimentado muchas
desilusiones en muchas áreas de mi vida. Esto no es un fenómeno exclusivo que te está
sucediendo solo a ti.
Mientras que la desilusión es una emoción que se dispara y parece que no puedes hacer
nada las buenas noticias es que si puedes proactivamente trabajar con ella de una manera
consciente. A la manera que aprendas a manejar las desilusiones propiamente y a
sobreponerte de ellas, vivirás la vida como el Señor ha diseñado que la vivas – en
alineamiento con Su propósito y su plan para tu vida.
Estar en este estado te impedirá pensar correcta y lógicamente. El primer enfoque cuando
pasas por un periodo de desilusión es fortalecerte en el Señor. Esta fortaleza será resultado
de posicionarte en una zona en la cual el Señor te pueda fortalecer en tu espíritu. La lectura
de la Palabra, la adoración, el congregarte y traer a la memoria lo que como herencia ya
tienes en Cristo afirmaran quien eres y los recursos que ya se te han depositado en tu
interior para enfrentar esa emoción.
Enfocarte en aquellas cosas que te traen gran satisfacción te ayudaran a relajarte y a
responder correctamente a la desilusión. Quizás puede ser el escribir en tu diario personal,
caminar en el campo, hacer deportes, ver alguna película, hablar con personas que te
puedan motivar.
Para mí cuando estoy bien desilusionado la forma que me respondo a esa emoción es
escribiendo y pasando un tiempo solo. Esto me ayuda a clarificar mis pensamientos sin
interferencias externas y lograr entendimiento en qué hacer ante la situación. Hablar con
algunas personas importantes en mi vida me ayuda a tener diferentes perspectivas que en
el momento quizás no estoy consciente.
Otra forma de manejar las desilusiones es mantener la fe en el Señor y dejarle los resultados
a él. Muchas veces estamos tan amarrados a los resultados que se convierten en un capricho
personal.
Recuerda que para los que aman a Dios todas las cosas obran para bien. En ocasiones las
cosas no saldrán como deseas pero un deseo o una petición incumplida no es el final de
todo.
Muchas veces tus ilusiones mentales te llevaran a contaminar la pureza de una fe simple y
confiada en que Dios sabe lo que es mejor para ti. Descarga tus ansiedades en el Señor
porque él tiene cuidado de ti.
Por último, enfócate en hacer lo mejor que puedes, aprender de las experiencias de la vida
y desarrollar las destrezas que te ayudaran en el futuro a ser más efectivo y maduro(a) en
la vida. La vida no es solo lograr cosas si no vivirla al máximo. En cada situación que te
encuentres busca alinearla a la voluntad de Dios para tu vida, los sueños que él ha
depositado en ti, las metas que quieres lograr y las destrezas que puedes desarrollar.
¿De qué manera has visto al Señor darte la victoria en tiempos de desilusión?
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