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APUNTES DERECHO PRIVADO.

FALTA SUBEJE TEMATICO 1: PERSONA HUMANA.

SUBEJE TEMATICO 2: INCAPACIDAD.

INCAPACIDAD DE DERECHO. CONCEPTO: la incapacidad de derecho es la prohibición para algunas


personas de adquirir ciertos derechos y de ejercer determinados actos por si o por otras personas.
Solo son incapaces respecto de esos derechos y de esos actos prohibidos. Hablamos de ciertos
derechos y de ciertos actos porque la persona jamás puede ser incapaz de derecho de manera
absoluta, solo de manera relativa. Cabe señalar tambien que en nuestro ordenamiento jurídico no
existe distinción alguna entre ciudadanos y extranjeros, tal como reza el art. 53 del código civil: le
están permitidos a las personas todos los actos y los derechos que no les estuvieran prohibidos,
independientemente de la calidad de ciudadanos o extranjeros o de su capacidad política.

Cuando hablamos de una incapacidad relativa y jamas absoluta nos referimos a la prohibición de
adquirir o de ejercer determinados derechos y actos como por ej. La prohibición para celebrar
actos jurídicos entre vivos, esto es la prohibición de contratar. Respecto a los padres, tutores que
no pueden celebrar contractos con aquellos que se encuentren bajo su potestad respecto de los
bienes de quien este sometido a su responsabilidad parental. Las prohiciones que rigen entre los
conyuges que no pueden celebrar contratos de compraventa y donación.

INCAPACIDAD DE HECHO. CONCEPTO. CARACTERES: las personas incapaces de hecho o de obrar


son aquellas que por su incapacidad física o moral de obrar no pueden ejercer por si actos de la
vida civil.

sus caracteres son los siguientes: a diferencia de la incapacidad de derecho, la incapacidad de


obrar puede ser absoluta o relativa, en discrepancia con la primera que esta instituida para
proteger los derechos de terceros, la incapacidad de hecho o de obrar es para proteger al incapaz
procurándole un representante para que pueda a través de él ejercer sus derechos de la vida civil
y contraer obligaciones.

ENUMERACION LEGAL. INCAPACES DE OBRAR ABSOLUTOS. INCAPACES DE OBRAR RELATIVOS.

El art 54 enumera a los incapaces de obrar absolutos. En primer lugar se encuentran la persona
por nacer, en segundo lugar los menores impúberes que no han cumplido la edad de 14 años, en
tercer lugar los dementes, que deben ser declarados dementes por juez competente y con
certificación previa, en cuarto lugar los sordomudos que tambien deben ser declarados por juez
competente como lo es con los dementes. Y en quinto lugar se encuentran los ausentes o simples
ausentes, o los ausentes con bienes en estado de abandono, que se les prevé de un curador de
esos bienes hasta que aparezca el ausente en persona o a través de un apoderado, se encuentre
fallecido o se declare el presunto fallecimiento.
El art. 55 enumera a los incapaces de obrar relativos. Este art. Ha sido objeto de dos reformas, la
primera se refiere al estado de la mujer, que consideraba a la mujer casada sin capacidad civil,
luego de reformado este art. La mujer adulta cualquiera sea su estado tiene plena capacidad civil.
De esta manera el art. 55 solo reza sobre los menores adultos, que no han cumplido los 14 años.
Se considera que tienen discernimiento para los actos licitos pero que aun son menores de edad y
no han sido emancipados. Tambien existen otros incapaces de incapacidad relativa que son las
personas que padecen una interdicción civil, osea, están privadas de su libertad con prisión o
reclusión superiores a 3 años, no pueden disponer de sus bienes y por tal motivo la ley le prevé de
un curador para esos bienes.

DISTINCION ENTRE MENOR DE EDAD Y ADOLESCENTE.

El art. 172 del Codiggo civil distingue a los menores impúberes de los menores adultos. Los
menores impúberes son las personas que no han alcanzado la edad de 14 años y que son sujetos
faltos de dicernimiento para los actos licitos. Los menores adultos son aquellos que han cumplido
la edad de 14 años que no han llegado a los 21 y que aun no han sido emancipados.

Respecto a la capacidad negocial el código hace esta distinción.

A. Incapacidad absoluta: menores impúberes.


B. Incapacidad relativa: menores adultos.
C. Capacidad restringida menores emancipados.
D. Capacidad absoluta: mayores de 18 años.

Respecto a la capacidad delictiva el código lo distingue de esta manera.

A. Sujetos inimputables: menores de 10 años.


B. Sujetos imputables: mayores de 10 años.

EL DERECHO A SER OIDO. VER

DECISIONES EN MATERIA DE SALUD.

El art. 26 del código civil establece que el adolescente es capaz de decidir sobre tratamientos no
invasivos para su cuerpo, siempre y cuando no comprometa su vida ni su integridad física. esta
presunción funcionara siempre que el adolescente tenga en cuenta los aspectos relativos a la
practica propuesta. De ser necesario será el juez, la lex artis o las buenas costumbres las que
decidan, aunque por lo general será el medico quien decidirá acerca de la aptitud del tratamiento.
En caso de que corra riesgo su vida el adolescente debe dar su consentimiento en conjunto con
sus progenitores, si hay desacuerdo lo decidirá el juez teniendo en cuenta el interés superior del
niño. Respecto a los propios cuidados del cuerpo de los mayores de 16 años, el art. 26 establece
que la persona es considerada un adulto para decidir sobre el cuidado de su cuerpo. En caso de
desacuerdo entre los padres, el menor, y el médico, será el juez quien decida a fin de que se valore
la situación en concreto.

NOCIONES DE PERSONA CON CAPACIDAD RESTRINGIDA Y CON INCAPACIDAD.


Personas con capacidad restringida

Noción de persona con capacidad restringida y con incapacidad. Distinción

Previo a establecer la distinción entre personas con capacidad restringida y con incapacidad, es
dable señalar que el art. 31 del Código Civil y Comercial establece reglas generales en materia de
restricción a la capacidad.

Así, dispone:

Reglas generales. La restricción al ejercicio de la capacidad jurídica se rige por las siguientes reglas
generales:

a) la capacidad general de ejercicio de la persona humana se presume, aun cuando se encuentre


internada en un establecimiento asistencial; b) las limitaciones a la capacidad son de carácter
excepcional y se imponen siempre en beneficio de la persona; c) la intervención estatal tiene
siempre carácter interdisciplinario, tanto en el tratamiento como en el proceso judicial; d) la
persona tiene derecho a recibir información a través de medios y tecnologías adecuadas para su
comprensión; e) la persona tiene derecho a participar en el

proceso judicial con asistencia letrada que debe ser proporcionada por el Estado si carece de
medios; f) deben priorizarse las alternativas terapéuticas menos restrictivas de los derechos y
libertades.

Estas reglas generales que se agrupan en la norma rigen todo lo referido a las restricciones al
ejercicio de la capacidad jurídica de las personas, y son producto especialmente de la aprobación
de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (ley 26.378) y de la Ley
Nacional de Salud Mental (ley 26.557).

Manteniendo el criterio biológico-jurídico, el art. 32 del código unificado prevé dos supuestos
diferenciados: a) incapacidad de ejercicio relativa, que alcanza los actos señalados en cada
sentencia y b) incapacidad de ejercicio absoluta.

De la lectura del art. 32 del Código se advierte que, a partir de los trece años se puede restringir
judicialmente la capacidad de una persona cuando ésta padece una adicción o alteración mental
permanente o prolongada de entidad suficiente – elemento biológico- y se estime que de no
restringirle la capacidad pueda ocasionar un daño a su persona o a sus bienes – elemento jurídico;
o excepcionalmente declarar la incapacidad “cuando la persona se encuentre absolutamente
imposibilitada de interaccionar con su entorno y expresar su voluntad por cualquier modo, medio
o formato adecuado y el sistema de apoyos resulte ineficaz”.
Presupuestos jurídicos y fácticos

La persona con capacidad restringida es, por regla, una persona capaz y sólo no podrá ejercer por
sí sola determinados actos que se especifiquen en la sentencia (art. 24 inc. “c”).

El juez, en la sentencia, debe designar el o los apoyos que estime convenientes, siempre tratando
de limitar lo menos posible la autonomía de la persona, favorecer las decisiones que respondan a
las preferencias de la persona tutelada y, de esta manera, garantizar el respeto de los derechos de
la persona protegida.

El o los apoyos que se designen no tienen por misión sustituir la voluntad del sujeto, sino todo lo
contrario; promueven la libertad, la autonomía, “la comunicación, la comprensión y la
manifestación de la voluntad de la persona para el ejercicio de sus derechos”.

Ahora bien, se considerará una persona incapaz de ejercicio absoluta cuando: a) se encuentre
imposibilitada de interaccionar con su entorno y expresar su voluntad por cualquier modo, medio
o formato adecuado y b) el sistema de apoyos cualquiera que fuere resulte ineficaz. En este
supuesto, el juez deberá designarle un curador para que represente al incapaz, siendo de
aplicación los arts. 138 a 140 (curatela).

Es dable señalar que, si no se dieran estos requisitos esenciales, corresponderá una sentencia de
capacidad restringida y no una declaración de incapacidad absoluta.

Procedimiento para su declaración

Medios de protección: noción y enunciación. Legitimados.

Tal como hemos señalado anteriormente, los medios de protección de la persona que padece de
alguna discapacidad, son: a) la declaración de capacidad restringida; b) la incapacidad, cuando la
persona padece una incapacidad absoluta, es decir que no puede accionar con el medio que la
circunda y los medios de apoyo son ineficaces y c) como veremos más adelante, la declaración de
inhabilitación en el caso del pródigo.

Ahora bien, la declaración de incapacidad, sea ésta absoluta o restringida a determinados actos,
no procede de oficio, sino que es necesario que las personas legitimadas a tal fin lo soliciten.

El artículo 33 del Código Civil y Comercial establece quiénes son las personas legitimadas y, en
primer lugar, autoriza al propio interesado a iniciar la acción. De ser éste quien lo solicite, deberá
presentarse con abogado; de no hacerlo, se le deberá nombrar un asesor que lo represente.
También se encuentra legitimado el cónyuge no separado de hecho y el conviviente mientras la
convivencia no haya cesado, es decir, la unión basada en relaciones afectivas de carácter singular,
pública, notoria, estable y permanente de dos personas que conviven y comparten un proyecto de
vida común, sean del mismo o diferente sexo (art. 509).

Asimismo, están legitimados los parientes dentro del cuarto grado, sea que se trate de un
parentesco por naturaleza, por métodos de reproducción humana asistida o por adopción, en
línea recta o colateral y, si fueran por afinidad, sólo hasta el segundo grado.

Finalmente, se prevé que puede iniciar la acción el Ministerio Público.

Se sostiene que la enumeración que realiza el mencionado artículo es taxativa de las personas que
se hallan facultadas para peticionar la declaración de incapacidad. Sin embargo, en caso de
tratarse de personas que no están legitimadas para iniciar la acción, podrán hacer una
presentación ante el Ministerio Público, a fin de que evalúe la posibilidad de iniciar el proceso.
(Rivera y Medina, 2014, p. 157).

Sentencia. Alcances

Luego de la valoración del dictamen interdisciplinario, el juez debe resolver con relación al
ejercicio de la capacidad jurídica, considerando especialmente la voluntad, deseos y preferencias
de la persona, y procurando que la afectación de la autonomía personal sea la menor posible.

De tal modo, la sentencia puede: a) desestimar la acción; b) restringir la capacidad del sujeto y c)
declarar la incapacidad.

La sentencia que limite o restrinja la capacidad debe señalar los actos y funciones que la persona
no puede realizar por sí misma y, a fin de que tome las decisiones pertinentes, le designará los
apoyos que considere necesarios e indicará la modalidad de actuación, es decir, si la función debe
ser cumplida por dos o más personas, si la actuación debe ser conjunta o indistinta, o si las
valideces de los actos jurídicos requieren del asentimiento otorgado por el apoyo.

Asimismo, la sentencia que disponga la incapacidad deberá indicar los curadores que se designan
(puede ser una o más personas), permitiendo que la persona capaz pueda designar quién ejercerá
su curatela, ya sea mediante una directiva anticipada (art. 60), ya sea descubriendo su verdadera
voluntad por alguna manifestación (art. 43). En una palabra, la sentencia que limite la capacidad,
ya sea en forma total o parcial, es un verdadero estatuto de cómo debe actuar la persona del
incapaz.

Revisión
La sentencia puede ser revisada en cualquier momento, a instancias del interesado.

Asimismo, se impone al juez la carga de impulsar de oficio la revisión de los términos de la


sentencia en un plazo no mayor a tres años, a partir de la realización de nuevas evaluaciones
interdisciplinarias y tras haber entrevistado nuevamente en forma personal al interesado; de lo
que se desprende el rol activo que se le asigna al juez. En caso de que ello no ocurra, será el
Ministerio Público quien deberá instar a que se lleve a cabo la revisión.

El plazo de los tres años es un plazo máximo; es posible instar su revisión con anterioridad si las
circunstancias del caso así lo aconsejan.

INHABILITADOS.

El art. 152 bis del código civil estructura el régimen de la inhabilitación, estableciéndolo en la faz
intermedia de los incapaces absolutos y de los plenamente capaces. Son capaces de capacidad
restringida sobre determinados actos prohibidos que los debe señalar un juez mediante sentencia.
Proveyéndole a un curador para que lo asista, decimos asistir porque no es un curador necesario
como en los casos de demencia o los sordomudos. Están incluidos en el régimen de inhabilitación:

A. Los alcohólicos habituales o crónicos.


B. Los toxicómanos o que tengan relación con estupefacientes.
C. Los débiles mentales
D. Los pródigos.

Respecto a los 3 primeros, los alcoholicos, toxicómanos, y débiles mentales el código civil busca
proteger a la persona y al propio patrimonio, determinando curador para que los asista en los
actos que se les haya prohibido mediante sentencia. En caso de celebrarlos sin consentimiento del
curador esos actos serán de ningún valor, son nulos y de nulidad relativa.

En los casos de prodigalidad, se busca proteger el patrimonio familiar ya que el prodigo es quien
pone en peligro el patrimonio familiar por malgastar, desperdiciar en gastos inútiles y vanos sin
medida alguna. Quienes pueden demandar son los cónyuges, ascendientes y descendientes.

Para la inhabilitación judicial de prodigalidad es necesario el acusado tenga herederos forzosos y


que haya dilapidado una parte del patrimonio, la carga de la prueba está a cargo del demandante.

En el juicio de declaración de incapacidad por demencia si el juez considera que no debe


declararse la incapacidad puede disponer una inhabilitación judicial.

En caso de que el curador negase la conformidad o no pudiera concederla el inhabilitado podrá


recabar con asistencia del ministerio púbico de menores e incapaces la autorización judicial que la
supla.

Respecto de la prescripción de la acción, a falta de previsión que prescriba un término menor


regirá el de 10 años.
PERSONA JURIDICA.

NOCION.

Las personas de existencia ideal o personas jurídicas son los entes susceptibles de adquirir
derechos o contraer obligaciones, las personas que no son de existencia visible son personas de
existencia ideal o personas jurídicas.

NATURALEZA. Teoría de la ficción. Teoría negativa de la personalidad jurídica. Teoría realista.

Teoria de la ficción: la doctrina contemporánea le atribuye esta teoría a Savigny.

La teoría de la ficción dice que el derecho subjetivo es un poder moral de obrar atribuido a la
voluntad libre por lo tanto no puede haber más sujeto real que no sea el ente humano individual,
EL SUPUESTO RACIONAL, el único ser libre dotado de voluntad.

Como este ente ficticio carece de voluntad propia actua en su nombre y en su representación una
persona de existencia visible que viene a suplir lo que no hay en las personas jurídicas, esto es
voluntad y por ende capacidad de obrar.

Teoria negativa de la personalidad jurídica. Las llamadas personas jurídicas no son sujetos de
derechos porque sencillamente el sujeto no existe. Los grupos humanos organizados, las
corporaciones, las fundaciones persiguen un fin conforme a la solidaridad social y eso basta para
que gocen de la protección del derecho objetivo.

Teorias realistas. Procuran la existencia de una verdadera realidad dentro de lo que llamamos
persona jurídica o persona de existencia ideal.

Existieron tres grandes posturas a lo largo de la historia que trataron de descifrar la naturaleza
jurídica de estos entes de existencia ideal; al respecto de las teorías existen distintas maneras de
agruparlas.

Buteler Cáceres (2000), las clasifica o agrupa de la siguiente manera:

a. La teoría de la ficción: elaborada por Savigny, parte de la proposición de que el derecho


subjetivo es un poder que se sustenta en la voluntad moral, por lo tanto, la única persona que lo
puede detentar es la real, la persona física. Pero la realidad demuestra la necesidad de los
hombres de actuar conjuntamente y administrar bienes durante esa actuación, por lo tanto sólo
pueden lograrlo a través de la creación de un ente artificial, producto de la ficción, al que
denomina “sujeto del derecho de bienes”; sin embargo, este sujeto no tiene voluntad propia,
por eso actúan por el mismo las personas físicas que lo representan.
b. Las teorías negatorias de la personalidad jurídica: estas teorías parten de la base de que estos
sujetos que se unen para lograr sus objetivos no logran crear un sujeto distinto, por lo tanto ese
sujeto no existe; la base para lograr la protección de la ley es sólo que estos grupos persiguen
fines de acuerdo a la solidaridad social. Entre estas teorías se encuentran las de los patrimonios
de afectación y la de la propiedad colectiva.

c. Las teorías realistas: éstas reconocen que el sujeto creado por sus miembros conforma un
ente diferente. Estas teorías a su vez presentan diferentes posturas:

i). Las que se fundan en la voluntad: sostienen que la persona jurídica es un verdadero ente
semejante al organismo de las personas físicas, se basa en una fantasía que asimila
biológicamente y orgánicamente a las personas físicas y jurídicas. Este grupo a su vez tienen un
subgrupo: ii). La teoría del órgano: este es un concepto que se toma en la actualidad y
reemplaza el concepto de la representación de la persona jurídica por el del órgano de voluntad
de la misma

iii). Las que se basan en los intereses: y sostienen que las personas jurídicas poseen un interés
distinto al de los miembros que las componen, entonces este ente representa la configuración
jurídico legal de ese interés

iv). La teoría de la institución: de Hauriou, quien sostiene que la persona jurídica es una
institución, es una idea de obra o de empresa que se realiza y dura jurídicamente en un medio
social; para la realización de esta idea, se organiza un poder que le procura los órganos
necesarios. Por otra parte, entre los miembros del grupo social interesado en la realización de la
idea, se producen manifestaciones de comunión dirigidas por órganos de poder y reglamentadas
por procedimientos. El elemento más importante de toda institución corporativa es la idea de la
obra a realizar. Todo cuerpo constituido lo es por la realización de una obra o de una empresa.
La idea de la empresa es el objeto de la empresa, porque la empresa tiene por objeto realizar la
idea. El segundo elemento de toda institución corporativa es un poder de gobierno organizado
para la realización de la idea de la empresa, y que está a su servicio. Y el tercer elemento de la
institución corporativa, para Hauriou, es la "manifestación de comunión" de los miembros del
cuerpo y también de los órganos de gobierno, tanto en la idea de la obra a realizar como en los
medios a emplear.

Buteler Cáceres adhiere a la concepción realista, destacando que la persona jurídica es una
realidad, pero es tan sólo realidad-idea, realidad que vive en el mundo del pensamiento jurídico.

Concepción de la personalidad de las personas jurídicas

Tal como hemos señalado, cuando hablamos de persona jurídica hacemos referencia a un ente
ideal distinto de los socios que lo componen. Este ente cuenta con capacidad jurídica plena para el
cumplimiento de su objeto y los fines de su creación y, por ende, puede adquirir compromisos
propios frente a los terceros y constituye un centro de imputación distinto del patrimonio de los
socios.

El principio de la personalidad diferenciada está consagrado explícitamente en el art. 143 del


código, que establece que la persona jurídica tiene una personalidad jurídica distinta de la de sus
miembros y ellos no responden por las obligaciones contraídas por la persona jurídica, salvo en los
casos previstos en la ley.

Así, se consagra el principio de separación de patrimonios entre la persona jurídica y

sus miembros, que es uno de los ejes rectores de la personalidad de las personas jurídicas. Este
principio opera en relación a los bienes de titularidad de la persona jurídica, que, por ende, no
pertenecen a ninguno ni a todos sus miembros, y en relación a las obligaciones, ya que ninguno de
sus miembros, ni el conjunto de ellos, es responsable por éstas.

Este principio sólo se puede dejar de lado ante circunstancias excepcionales previstas en el Código
Civil y Comercial o en otras leyes especiales o generales, como la Ley 19.550 de Sociedades o la Ley
24.522 de Concursos y Quiebras. (Rivera y Medina, 2014).

Inoponibilidad de la personalidad jurídica

Cuando el accionar de la persona jurídica esté destinada a la consecución de fines ajenos a la


persona jurídica o constituya un recurso para violar la ley, el orden público y la buena fe, o para
frustrar derechos de cualquier persona, procede la inoponibilidad de la persona jurídica, es decir
que, en tales casos, la actuación del ente se imputará directamente a los socios, asociados,
miembros, controlantes directos e indirectos que la hicieron posible, quienes responderán
solidaria e ilimitadamente por los perjuicios causados (art. 144 CCCN).

Es decir que la inoponibilidad de la personalidad jurídica opera en un doble sentido: a) la


imputación diferenciada, esto es, atribuye la actuación al miembro del ente en su propia persona;
b) la limitación de la responsabilidad, debiendo responder el miembro ilimitada y solidariamente
por los daños causados.

CLASIFICACION.

El art. 32 nos dice todo ente susceptible de adquirir derechos y contraer obligaciones que no son
personas de existencia visible, son personas de existencia ideal o personas jurídicas.

Las personas jurídicas pueden ser de carácter público o privado.

Tienen carácter público:

A. EL ESTADO NACIONAL, LAS PROVINCIAS Y LOS MUNICIPIOS.


B. LOS ENTES AUTARQUICOS.
C. LA IGLESIA CATOLICA.

Tienen carácter privado:

A. Las asociaciones y fundaciones que tengan por objeto el bien común, que tengan
patrimonio propio, que no dependan exclusivamente de asignaciones del estado, que
tengan autorización para funcionar, que tengan patrimonio propio.
B. Las sociedades civiles y comerciales que puedan adquirir derechos y contraer obligaciones,
aunque no requieran autorización del estado para funcionar.

El nuevo art. 46 reconoce a otras personas jurídicas o sujetos de derecho, estas son las simples
asociaciones civiles o religiosas. Para reconocerles el carácter de sujetos de derechos solo
necesitan un requisito formal. Que sus constituciones y designaciones se acrediten por escritura
pública o instrumento privado de autenticidad certificada por escribano público.

LA REPRESENTACION.

El ente ideal se mueve dentro del trafico jurídico mediante la cabeza visible de quien de quienes,
según sus estatutos ejercer su representación. El art. 35 establece que las personas jurídicas
pueden para el fin de su institución adquirir derechos y ejercer actos que no le estén prohibidos
mediante los representantes que sus estatutos constituyan. El concepto de representación nos
lleva a distinguir entre representado y representante, una cosa es la persona jurídica, el
representado y otra el representante. En contraposición a este concepto se encuentra el concepto
de órgano, que no distingue entre representado y representante, considera que lo que se llama
representante no es otra cosa que la expresión de voluntad propia de la persona jurídica. Entonces
en materia de representación tenemos el concepto especifico genuino de la representación y el
concepto de ORGANO que no distingue entre representado y representante.

REGIMEN LEGAL DE LA REPRESENTACION.

La ultima parte del art. 36 establece que en los casos en que los actos de los representantes
excedieran los limites de su ministerio solo producirán efecto respecto de sus representantes.

El art. 37 nos dice que en el caso de que los poderes de los representantes no estuvieran
designados en ningún estatuto, la validez de sus actos será regidas por las reglas del mandato.

VER ART. 1930, 31, 32, 33, 36 MATERIA DE MANDATO CCCN.

CAPACIDAD DE DERECHO.

Cuando hablamos de la capacidad de derecho las personas jurídicas, nos referimos a la capacidad
de derecho o de goce, que es la aptitud para adquirir derechos y contraer obligaciones. Por medio
del ministerio de sus representantes la persona jurídica podrá adquirir los derechos que el código
establece y ejercer todo acto que no le esté prohibido.
La persona jurídica tiene capacidad de derecho amplia, general e indeterminada, esto quiere decir
que es capaz de todo menos de lo que le está expresamente prohibido. Dentro de las cosas que se
encuentran prohibidas existen limitaciones como lo son en razón de la propia naturaleza de la
persona jurídica. No se puede concebir los derechos de familia porque atenta contra su
naturaleza, no se concibe respecto de ella vínculos familiares. La segunda limitación tiene que ver
con el fin de la institución o de su especialidad. Por ej. Una sociedad mutual podrá tener móviles
para el traslado de alguno de sus asociados, pero no podrá esa institución constituir una empresa
dedicada a la explotación de servicios de transporte.

Esta capacidad además comprende todo tipo de derechos, patrimoniales y extra patrimoniales
como los son el derecho al nombre, al honor ya que si una asociación víctima del delito de
calumnias e injurias podrá querellar al culpable.

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