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MALOS HÁBITOS ORALES, ¿INFLUYEN EN EL HABLA?


No, pero son un factor de riesgo para las maloclusiones o trastornos estomatognáticos o maxilofaciales,
y esos, son un factor de riesgo recién para la producción de los sonidos del habla; un niño de 8 años que
toma mamadera y llega a la consulta, pero no presenta ninguna alteración a nivel maxilofacial, pero no
puede producir algunos sonidos, ¿sería eta la explicación de por qué no los produce?  No. Ahora, si
ese niño tuviera la mordida abierta, la mamadera sí podría ser la explicación, porque generó una mordida
abierta porque sí es un factor de riesgo para las maloclusiones, y ésta a su vez, es un factor de riesgo
para los trastornos de los sonidos del habla y ese es el enlace directo.

TRASTORNO DE LOS
MALOCLUSIÓN SONIDOS DEL
HABLA

PRAXIAS
Desde ese punto de vista, las praxias no sirven, porque no tendrían relación con nada; la función con la
función, el habla se desarrolla estimulando el habla; la deglución, con deglución; la masticación, con
masticación; etc. las praxias son una tarea motora diferente con una movilidad y fuerza distinta, que
quizás no está ni medianamente cerca de la función que estamos buscando. Se pensaba que las praxias
podían intervenir en estas funciones porque había un efector común; la lengua, por ejemplo, si se movía
bien, se pensaba que se deglutiría o hablaría mejor, y necesariamente no es así, pues la movilidad de la
lengua para cada una de esas funciones es totalmente distinta, con precisiones, velocidades, exactitudes
diferentes. Por lo tanto, no se puede relacionar un movimiento aislado de praxia con la función misma,
que es además integradora con otras funciones. Bajo ningún punto los movimientos no verbales
orofaciales tienen relación o impacto con la función. Otro ejemplo, la apertura mandibular durante el
habla, es totalmente a la que se pudiera generar durante una praxia.

PRAXIAS
FUNCIÓN

TONO MUSCULAR
Tampoco influye, si alguien es hipertónico podría influir, pero no influye, cada uno habla con el tono que
tenga. Además, medir el tono objetivamente es súper difícil, siempre se hace de manera subjetiva y eso
depende de cada evaluador al final. Clínicamente no contamos con ningún procedimiento o implemento
que cumpla con criterios de validez suficientes y confiabilidad para examinar el tono orofacial y asociarlo
a alguna función motora propiamente tal. No existen datos empíricos suficientes que apoyen la
asociación entre, por ejemplo, hipotonía muscular y trastornos del habla; los estudios disponibles no son
determinantes en cuanto a concluir sobre la existencia de una asociación, lo que también genera un
cambio de paradigma para a fonoaudiología. Antes se trabajaba regular el tono para poder mejorar el
habla y eso, hoy en día, no corre; lo basado en la evidencia concluye que esto no tiene ninguna
funcionalidad en la intervención.

TONO MUSCULAR NO INFLUYE

FUERZA MUSCULAR
La fuerza empleada en el habla es súper baja, para cualquier tipo de producción de sonido del habla.
Durante el acto del habla, los niveles de fuerza utilizados son muy bajos, por lo que evaluarla o trabajarla,
no van de la mano. Además, quizás, necesitaríamos un aparato para evaluar fuerza muscular para
determinar bien qué fuerza muscular necesito para generar cierto sonido del habla; herramienta con la
que no contamos. Entonces, clínicamente hablando, tampoco es factible. Lo importante en este punto
es que el habla no requiere de niveles altos de fuerza para ser producida.

EL HABLA NO DEPENDE
EL HABLA DEPENDE DEL SE POTENCIA CON EL HABLA Y LENGUAJE
DE OTRAS HABILIDADES
HABLA LENGUAJE JAMÁS SE SEPARAN
OROMOTORAS

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Entonces, la alimentación tenemos que dividirlo en el proceso, pues es más que deglución. Así, si vamos
a evaluar el proceso de alimentación, eso implica aspectos pragmáticos, aspectos lingüísticos, aspectos
conductuales, cómo se genera todo el proceso (la familia, el esquema al almorzar, el tipo de alimento) y
la deglución propiamente tal (desde el proceso netamente mecánico sensorial, desde la anticipatoria
oral hasta la digestiva, si es necesario); para evaluar alimentación debemos saber de deglución, sus
etapas y cómo evaluar y trabajar cada una de ellas.

ALIMENTACIÓN
PROCESO DE
DEGLUCIÓN
PROCESO Y
CONTEXTO DE
ALIMENTACIÓN
ASPECTOS
CONDUCTUALES

ASPECTOS
LINGUÍSTICOS

ASPECTOS
PRAGMÁTICOS
FACTORES QUE INTERVIENEN CON LA ALIMENTACIÓN
ALTERACIONES MÉDICAS a. Alteraciones orgánicas
b. Alteraciones estructurales
c. Alteraciones gastrointestinales, etc.

RETRASO DEL DESARROLLO a. Estabilidad postural reducida


PSICOMOTOR b. Menor control cefálico, etc.

Estos factores conllevan con un retraso al acceso de una alimentación segura y eficiente.
Si el niño presenta un RDSM importante, la alimentación complementaria oral también
se retrasará; tener formas alternativas de alimentación.

DIFICULTADES SENSORIALES a. Rechazo de la comida


b. Hiper o hiposensibilidad
c. Malas señales o equivocadas de inapetencia

En este punto, los aspectos dan a entender que es un niño pobremente regulado.
Desde la fisiología, la succión es una herramienta que permite descubrir el mundo y que
permite al menor regularse, además de alimentarse; no sólo es un aspecto nutritivo,
sino que también es sedante, es entretención. La succión regula conductas, y la
alimentación, después también regula conductas. Un niño que genere dificultades en
estos aspectos, es un niño que va a tener dificultades conductuales porque va a estar
desregulado. La alimentación también es una rutina y los niños aprenden desde las
rutinas, organizan su cerebro. El habla y el lenguaje son uno de los principales
mediadores, también, de la regulación de conductas y rutinas.

Es importante que estas evaluaciones sean de forma temprana, pues son evaluaciones integrales porque
implican una visión espectral completa de muchos sistemas.; se necesita de la ayuda de otros
profesionales para obtener un trabajo temprano colaborativo multidisciplinario (nutricionista,
enfermera, matrona, psicólogo, kinesiólogos, etc.). Si estamos solos, la evaluación y el trabajo será
mucho más limitado y específico, y eso debe informarse a la familia del menor.
Los niños con desarrollo neurotípico, a los 2 años, de manera natural, debieran comer de forma normal
igual que un adulto, con buena tolerancia a los sabores, texturas, temperaturas, y que maneje
diferentes tipos de tamaños de ingesta. A esta edad, el menor tiene suficientes habilidades motoras
para manipular cucharas y vasos, además de un control motor oral suficiente para generar una
alimentación como la de un adulto.
Los niños con alteraciones musculares con alteraciones motoras, generalmente, realizan movimientos
compensatorios, pues presentan muchas dificultades con la disociación de movimientos de cabeza,
cuello y extremidades. Esto repercute, por ejemplo, en que los movimientos mandibulares sean mucho
más imprecisos, con muchos movimientos amplios con poco control, con protrusiones linguales
importantes, con reflejos exacerbados, impactando con el retraso del transitorio oral, en la inhibición de
los biofeedbacks sensoriales, etc. Esto se debe a las alteraciones sensoriales y neurológicas.
NEUROTÍPICOS ALTERACIONES
2 AÑOS MUSCULARES

Buena tolerancia Movimientos


a sabores compensatorios

Disociación
Texturas cabeza-cuello-
extremidades

Movimientos
Temperaturas amplios con
poco control

Tipos de
Reflejos
tamaños de
exacerbados
ingesta

Un niño neurotípico a los 2 años tiene habilidades para el manejo de los sólidos y de los líquidos y de
diferentes texturas. La punta de la lengua en los bordes laterales es súper hábil para la movilización del
bolo alimenticio dentro de la boca; la lengua está súper coordinada con los movimientos mandibulares.
En este proceso masticatorio completo de movimientos rotatorios y laterales, la lengua siempre
acompaña al movimiento mandibular, si el alimento se va a la izquierda, la lengua lateraliza hacia
izquierda, manipula al bolo al lado izquierdo, ayuda a la mandíbula a que el bolo se mantenga ahí para
que se triture de la mejor manera, y después, en el movimiento alternado, la lengua se dirige hacia el
otro lado y sigue coordinándose con los movimientos de la mandíbula (esto es importante).

Movilización del Lengua coordinada


Bordes laterales y
bolo en la cavidad con movimientos
ápice lingual
oral mandibulares

Lengua se alterna y Ayuda a retener el


coordina con el Buena trituración bolo lateralizándolo
movimiento del bolo alimenticio al lado de
mandibular masticación

Si uno ve que la lengua aún es descoordinada, probablemente la masticación también sea un desastre,
sobre todo con consistencias que sean más sólidas o duras, haciendo que el proceso de masticación y
chancado sea débil y se generen algunas alteraciones, atragantamientos y rechazos a algunas comidas.
Si hay rechazo a las comidas con sólidos, lo más probable es que nos hablen de niños que tienen susto,
que tiene miedo, que no ha tenido buena relación con los sólidos o que no tiene confianza en sí mismo
para generar la masticación necesaria. Una fuerza mandibular adecuada ya está desarrollada a los 2 años
y, claramente, se puede seguir potenciando con muy buenas texturas, dándole seguridad al niño. Es muy
importante el tamaño y la textura a esta edad, el control del bolo, un buen soporte masticatorio con muy
buenos inputs sensoriales. A esta edad el menor debiera explorar todo tipo de texturas y sabores; si no
es así, ver cómo están sus habilidades motoras (probablemente descendidas), entre otras cosas.

Lengua Masticación Trituración y Atoramientos y


descoordinada ineficiente chancado débil rechazos

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