Вы находитесь на странице: 1из 13

10 cosas que puedes hacer para salvar los

océanos
1. Reducir las emisiones de CO2 y el consumo de energía

Se pueden reducir los efectos del cambio climático en el océano dejando el coche
en casa cuando puedas. Hay que ser consciente del consumo de energía en el
hogar y el trabajo e intentar reducirlo.
Cambiar a bombillas compactas de luz fluorescente o utilizar las escaleras son
cosas simples por las que uno puede empezar.

2. Hacer compras seguras y sostenibles de pescado

Poblaciones mundiales de peces se están agotando rápidamente debido a la


demanda, la pérdida de su hábitat y las prácticas de pesca insostenibles. Al
hacer la compra o salir a cenar, ayudar a reducir la demanda de estas especies
sobreexplotadas escogiendo productos saludables y sostenibles.

3. Utilice menos productos de plástico

Los plásticos que terminan como basura en el mar contribuyen a la destrucción


de los hábitats y pueden provocar la muerte a miles de animales marinos cada
año. Para limitar su impacto, podemos reutilizar las botellas de agua, guardar
los alimentos en recipientes no desechables, utilizar bolsas de tela para
transportar nuestras compras. En el fondo se trata de reciclar lo máximo
posible.

4. Ayudar a cuidar las playaa

Si te gusta el buceo, el surf, o relajarse en la playa, intentaremos dejar el lugar


recogido una vez abandonemos la playa. Intentaremos también alentar a tantas
personas como podamos a respetar el medio marino y haciéndoles partícipe de
ello.

5. No comprar productos que se aprovechan de la Vida Marina

Algunos productos contribuyen al daño de los frágiles arrecifes de coral y las


poblaciones marinas. Evite comprar artículos tales como joyería de coral,
accesorios de pelo hechos con conchas (a partir de las tortugas carey), y
productos derivados del tiburón.

6. Amigo del mar


Intentar ir con cuidado con los alimentos prominentes del mar que le damos a
nuestras mascotas. Leamos las etiquetas de los productos y consideremos la
sostenibilidad de estos a la hora de comprarlos. Evitar comprar para un acuario
los peces de agua salada capturados de su hábitat natural ni arrojar peces u
otras especies marinas criadas en acuarios al mar, esta práctica puede introducir
especies no autóctonas perjudiciales para el ecosistema existente.

7. Apoyar a las organizaciones que trabajan para proteger el Mar

Muchos institutos y organizaciones están luchando para proteger los hábitats


marinos y la fauna marina. Encontrar una organización nacional y considerar la
posibilidad de apoyo financiero o de voluntariado para el trabajo práctico o de
promoción.

8. Influir un cambio en su comunidad

Realice investigaciones acerca de la política oceánica de los funcionarios


públicos antes de las elecciones o ponerse en contacto con sus representantes
locales para hacerles saber que apoya los proyectos de conservación marina.
Considere la posibilidad de restaurantes solidarios y tiendas de alimento que
ofrecen sólo productos pesqueros sostenibles.

9. Viajar por el mar responsablemente

Si practica deportes como el kayak u otras actividades que se realicen en el agua,


no tire nada por la borda y sea conscientes de la vida marina que habita en las
aguas que le reodean. Si está planeando hacer un crucero para sus próximas
vacaciones, elija la opción que sea más respetuosa con el medio ambiente.

10. Obtener información sobre los océanos y la vida marina

Toda la vida en la Tierra está conectada con el océano y sus habitantes. Cuanto
más infomado esté acerca de los problemas a los que se enfrenta este sistema
vital, más querrá ayudar a garantizar su protección e inspirará a otros a hacer lo
mismo.

https://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/2018/07/como-funcionan-las-
prohibiciones-de-pajitas-de-plastico
Los microplásticos, una cuestión de salud
29

Nuestra sociedad de consumo cada día produce más plásticos. Cualquier


producto que adquirimos en el supermercado tiene más de un envoltorio
plástico, además consumimos muchos productos de un solo uso y muchos de
ellos están fabricados de materiales plásticos.

Recientemente han salido a los medios de comunicación campañas para


eliminar el uso de pajitas de plástico en las bebidas, bastoncillos para limpieza
de oídos, detergentes con microplásticos, sustitución de las bolsas de plástico
en los supermercados…

Bastoncillos para limpiar los oídos

La invasión de los plásticos


Entre los años 50 del siglo pasado y el año 2015, se estima que 6,3 billones de
toneladas de plásticos han ido a parar a los ríos y mares, a suelos o la
atmósfera. Muchos de estos plásticos por la acción de la erosión, se
transforman en microplásticos, y éstos microplásticos entran en la
cadena trófica, ya que son engullidos por animales de pequeño tamaño, y
éstos son el alimento de animales de mayor tamaño, que finalmente entran en
nuestra cadena alimentaria, de hecho ya han sido detectado microplásticos en
la sangre humana y en las heces fecales.

Microplásticos, todo problemas


Pero el problema es todavía mayor, ya que los plásticos actúan
como recolectores de otros compuestos tales como metales pesados, así
como hidrocarburos aromáticos policíclicos. Así mismo los plásticos que entran
en contacto con vertidos tanto de hospitales como de industrias o procedentes
de la agricultura, que han sido contaminados con antibióticos, consiguen que
las bacterias presentes adquieran resistencia a antibióticos. Ocurre también
que los plásticos que tardan más tiempo en degradarse pueden convertirse en
un lugar ideal para el desarrollo de bacterias patógenas y hongos.

Efectos a largo plazo de los microplásticos


Faltan métodos analíticos para conocer la presencia de microplásticos, así
como el establecimiento de normativas y protocolos, ya que actualmente no se
contempla su determinación en los productos alimenticios, ni el agua potable
que llega a nuestros grifos. También falta conocimiento sobre los efectos de los
citados microplásticos a largo plazo en nuestro organismo.

Y una vez que se conozcan los efectos de los microplásticos en nuestro


organismo, que aventuro que no serán nada positivos, ¿qué podemos
hacer?¿cómo podemos retirar esos microplásticos? Una labor imposible sin
duda, por ello, ¿no sería absolutamente necesarioparar la producción de los
plásticos y sustituirlos por materiales que no produzcan estos daños
irreparables a nuestro medio ambiente?

http://www.marsostenible.com/los-microplasticos-una-cuestion-de-salud/
La contaminación marina
Por Redacción National Geographic

20 de junio de 2016

Debido a la inmensidad y profundidad de los océanos, hasta hace poco el


hombre creía que podría utilizarlos para verter basura y sustancias químicas en
cantidades ilimitadas sin que esto tuviera consecuencias importantes. Los
partidarios de continuar con los vertidos en los océanos incluso tenían un
eslogan: «La solución a la contaminación es la dilución.»

En la actualidad, basta con fijarse en la zona muerta del tamaño del estado de
Nueva Jersey que se forma cada verano en el delta del río Mississippi, o en la
extensión de 1.600 kilómetros de plástico en descomposición en el Pacífico
Norte para darse cuenta de que esta política de la «dilución» ha contribuido a
llevar al borde del colapso lo que tiempo atrás fue un ecosistema oceánico
próspero.

Diversas formas de contaminación

Existen pruebas de que los océanos han sufrido a manos del hombre durante
miles de años, desde la época romana. Sin embargo, los estudios llevados a cabo
recientemente demuestran que la degradación, especialmente en las zonas
costeras, se ha acelerado notablemente en los últimos tres siglos a medida que
han aumentado los vertidos industriales y la escorrentía procedente de
explotaciones agrarias y ciudades costeras.

La contaminación es la introducción de contaminantes nocivos que no son


habituales en un ecosistema determinado. Algunos de los contaminantes más
comunes derivados de la actividad humana son los plaguicidas, herbicidas,
fertilizantes químicos, detergentes, hidrocarburos, aguas residuales, plásticos y
otros sólidos. Muchos de estos contaminantes se acumulan en las profundidades
del océano, donde son ingeridos por pequeños organismos marinos a través de
los cuales se introducen en la cadena alimentaria global. Los científicos incluso
han descubierto que los medicamentos que ingiere el hombre y que no llegan a
ser procesados completamente por su organismo acaban en el pescado que
comemos.

Muchos de los contaminantes que encontramos en los océanos son liberados en


el medio ambiente mucho antes de llegar a las costas. Los fertilizantes ricos en
nitrógeno que utilizan los productores agrícolas en zonas de interior, por
ejemplo, acaban en las corrientes, ríos y aguas subterráneas locales, y más tarde
se depositan en los estuarios, bahías y deltas. Este exceso de nutrientes puede
provocar un crecimiento masivo de algas que consumen el oxígeno del agua,
generando zonas en las que no puede haber vida marina o apenas existe. Los
científicos han descubierto 400 zonas muertas con estas características por todo
el planeta.

Los residuos sólidos como bolsas, espuma y otros desechos vertidos en los
océanos desde tierra o desde barcos en el mar acaban siendo con frecuencia
alimento de mamíferos marinos, peces y aves que los confunden con comida,
con consecuencias a menudo desastrosas. Las redes de pesca abandonadas
permanecen a la deriva durante años, y muchos peces y mamíferos acaban
enredados en ellas. En algunas regiones, las corrientes oceánicas arrastran
billones de objetos de plástico en descomposición y otros residuos hasta formar
remolinos gigantescos de basura. Uno de ellos, situado en el Pacífico
septentrional y conocido como el Gran Parche de Basura del Pacífico, tiene una
extensión que según las estimaciones llevadas a cabo duplica la del estado de
Texas. A principios de 2010, se descubrió otra gigantesca isla de basura en el
océano Atlántico.

Contaminación acústica

La contaminación no siempre es física. En masas de agua de gran extensión, las


ondas sonoras pueden propagarse a lo largo de kilómetros sin perder
intensidad. La presencia cada vez mayor de sonidos de gran potencia o
constantes procedentes de barcos, sónares, instalaciones petrolíferas e incluso
de fuentes naturales como terremotos puede alterar los patrones de migración,
comunicación, caza y reproducción de muchos animales marinos, en especial los
de mamíferos acuáticos como la ballena y el delfín.
El fin de la era de la «dilución»

El hombre comienza a percatarse de la insostenibilidad de la filosofía de la


«dilución». Muchas leyes nacionales y protocolos internacionales prohíben en la
actualidad el vertido de sustancias nocivas en los océanos, si bien su aplicación
es a menudo incierta. Se están creando santuarios marinos con el fin de
mantener ecosistemas marinos prístinos. Asimismo, se están llevando a cabo
iniciativas aisladas que han logrado cierto éxito en la restauración de estuarios y
bahías.
https://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/la-contaminacion-marina
El camino para reducir la contaminación marina
06 mar 2017 por Andrew Hudson, Jefe, Programa de Gobernabilidad del Agua y
los Océanos del PNUD
11613

Entre 8 y 20 millones de toneladas métricas de plástico terminan en nuestro


Océano cada año, lo que ya está generando impactos en el ambiente y la vida
de las personas.

En anticipación a la Conferencia sobre los Océanos de las Naciones Unidas en


junio, esta serie de blogs explora los temas vinculados al océano, los mares, los
recursos marinos y la implementación del ODS 14: "Vida Submarina". Mira la
serie completa

La meta 14.1 de los ODS llama a: “Para 2025, prevenir y reducir de manera
significativa la contaminación marina de todo tipo, en particular la contaminación
producida por actividades realizadas en tierra firme, incluidos los detritos
marinos y la contaminación por nutrientes”. Debido a que el 80% o más de la
contaminación que llega a los océanos es terrestre, el ODS 14 tiene como
complementos dos metas del OSD 6 orientadas a garantizar la disponibilidad y
la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos.

Para lograr la meta 6.3, los servicios de tratamiento de aguas residuales deben
alcanzar a 2,32 mil millones de personas más para 2030: un promedio de 154
millones más cada año.

Los nutrientes son buenos para los océanos, en cantidades limitadas

Entre los nutrientes se cuentan varios compuestos de nitrógeno y fósforo. Estos


nutrientes son esenciales para la salud de los ecosistemas marinos, ya que los
consume el fitoplancton marino, las microscópicas plantas flotantes que son la
base de la cadena alimentaria marina. Sin embargo, en exceso, estas
sustancias conducen a la formación de zonas con bajos niveles de oxígeno (o
carentes de oxígeno), conocidas como "zonas hipóxicas" o "zonas muertas",
que pueden resultar considerablemente dañinas para los ecosistemas
oceánicos.

Con el aumento de la población mundial y de las aguas residuales, gran parte


de las cuales se libera sin tratar, y debido al rápido crecimiento del uso de
fertilizantes de nitrógeno (que se inició con la "revolución verde" de los años
cincuenta), la carga general de nutrientes que llega a nuestros océanos se ha
triplicado desde la época preindustrial. Las zonas hipóxicas suman hoy en día
más de quinientas. Estimamos que el daño socioeconómico anual producido
por la hipoxia en las zonas costeras es de entre US$200 y US$800 millone s por
año, lo cual representa un pesado lastre para el progreso económico y la
reducción de la pobreza.

Los plásticos: el nuevo desafío de los océanos

En el mundo actual, los plásticos tienen impacto sobre prácticamente todos los
aspectos de nuestra vida material. La producción mundial supera los 300
millones de toneladas métricas por año, en tanto que la tasa de reciclaje de
plásticos a nivel mundial es de casi el 25 por ciento. Lamentablemente, en los
últimos años hemos descubierto que una parte considerable de los plásticos
(entre 8 y 20 millones de toneladas métricas por año) está alcanzando a los
océanos y dando lugar a "manchas de basura" en estos, al tiempo que provoca
efectos considerables que son visibles en casi todas las costas y playas del
mundo. El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente calcula que
los plásticos que llegan a los océanos ya causan daños a los ecosistemas que
ascienden a US$13 mil millones por año, e incluso es probable que esta sea
una subestimación que se habrá de ir corrigiendo en la medida en que
aprendamos más acerca de los distintos impactos.

El camino a seguir

La contaminación producida por los nutrientes y la contaminación provocada por


los plásticos tienen una causa común: ambas son prueba de fallos del mercad o
y de las políticas para incorporar las medidas y los costos de las acciones
relacionadas, necesarios para evitar la contaminación marina y minimizar los
precios de los fertilizantes, de los alimentos, del tratamiento de aguas
residuales y de los productos que contienen plástico. En lo relativo a ambos
tipos de contaminantes, el actual modelo lineal de producción, uso y eliminación
debe ser sustituido por mejoras en la eficiencia que permitan reducir el
consumo, y por sistemas e incentivos orientados a promover la recuperación, la
reutilización y el reciclaje de nutrientes y plásticos. Para lograr esto es
necesario que se produzcan transformaciones profundas en sectores
fundamentales, como el sector agrícola, el de tratamiento de aguas residuales y
de producción de fertilizantes, en la fabricación de productos de plástico y en la
gestión de residuos en el ámbito municipal. Existen oportunidades para la
innovación y para la conformación de alianzas público-privadas que den lugar,
por ejemplo, a la creación de puestos de trabajo relacionados.

Participar en el debate

Como parte de su serie de diálogos virtuales en apoyo de la Conferencia de los


Océanos, programada para junio de 2017, el Centro de Acción por el
Océano presentará el lunes 6 de marzo su primer diálogo virtual sobre la
contaminación marina. Le invitamos a participar para que compartamos ideas,
propuestas y experiencias con miras a trabajar unidos para lograr invertir la
marea de la contaminación marina ocasionada por nutrientes y por plásticos a
fin de lograr un océano sostenible.

https://www.undp.org/content/undp/es/home/blog/2017/3/7/The-way-forward-for-
reducing-marine-pollution.html
Segunda estrategia mundial para la conservación

Construir una sociedad sostenible

Esta es una estrategia para un tipo de desarrollo que aporte mejoras reales en la calidad de la
vida humana y al mismo tiempo conserve la vitalidad y diversidad de la Tierra. Su fin es un
desarrollo que atienda esas necesidades de forma sostenible. Hoy puede parecer cosa de
visionarios, pero es alcanzable. Un número creciente de personas considera que esta es la
única opción racional que nos queda.

La mayor parte del desarrollo actual falla porque satisface las necesidades humanas de forma
incompleta y con frecuencia destruye o degrada la base de recursos. Necesitamos un
desarrollo cuyo eje sean las personas y se centre en el mejoramiento de la condición humana,
y al mismo tiempo, esté basado en la conservación y mantenga la variedad y productividad de
la naturaleza. Tenemos que dejar de hablar de conservación y desarrollo, como si estuvieran
en oposición, y reconocer que son partes esenciales de un proceso indispensable.

Toda estrategia tiene que ser una guía y no una prescripción rígida. (...) Lo que se pretende es
que cada comunidad los interprete y adapte. El mundo necesita diversas sociedades
sostenibles, logradas por muchas vías diferentes.

Principios de una sociedad sostenible

Vivir de forma sostenible depende de la aceptación del deber de buscar la armonía con las
demás personas y con la naturaleza. Los principios rectores son que las personas deben
compartir lo que poseen y han de cuidar la Tierra. La humanidad no debe tomar de la
naturaleza más de lo que ésta sea capaz de reponer. Ello implica, a su vez, adoptar estilos de
vida y pautas de desarrollo que respeten los límites de la naturaleza y funcionen dentro de
ellos. Esto se puede hacer sin rechazar los numerosos beneficios que la tecnología moderna
ha aportado, con tal de que la tecnología actúe también dentro de esos límites. (...) Los
principios de una sociedad sostenible están interrelacionados y se apoyan mutuamente. (...)

Los principios son:

• Respetar y cuidar la comunidad de los seres vivientes - Este principio refleja el deber de
cuidar a las demás personas y las demás formas de vida, ahora y en el futuro. Es un principio
ético. Significa que el desarrollo no debe hacerse a expensas de otros grupos ni de las
generaciones venideras. Nuestro fin debe ser el de compartir equitativamente los beneficios y
costes de la utilización de los recursos y la conservación ambiental entre las diferentes
comunidades y grupos de intereses, entre las personas pobres y las acomodadas y entre una
generación y las que la seguirán.

Toda la vida sobre la tierra forma parte de un gran sistema interdependiente, que influye en los
componentes no vivos del planeta -rocas, suelos, aguas y aire- y de ellos depende. La
perturbación de una parte de esta biosfera puede afectar a la totalidad. Así como las
sociedades humanas son interdependientes y las generaciones futuras se verán afectadas por
nuestras acciones presentes, así también el mundo de la naturaleza se ve dominado cada vez
más por nuestro comportamiento. La gestión del desarrollo para que no amenace la
supervivencia de otras especies ni destruya sus habitats es una cuestión ética y al mismo
tiempo práctica. Si bien nuestra supervivencia depende de la utilización de otras especies, no
necesitamos ni debemos utilizarlas de forma cruel o dispendioso.

• Mejorar la calidad de la vida humana - El verdadero fin del desarrollo es el de mejorar la


calidad de la vida humana. Es un proceso que permite a los seres humanos realizar su
potencial, generar la confianza en sí mismos y llevar una vida digna y plena. El crecimiento
económico es un componente importante del desarrollo, pero no puede ser un fin en sí ni
puede prolongarse indefinidamente. Aunque las personas difieren por los fines que pueden
asignar al desarrollo, algunos de éstos son prácticamente universales. Entre ellos figuran una
vida prolongada y saludable, la educación, el acceso a los recursos necesarios para un nivel de
vida decoroso, la libertad política, la garantía de disfrute de los derechos humanos y la
ausencia de violencia. Sólo si mejoran nuestras vidas en todos estos sentidos, será real el
desarrollo.

• Conservar la vitalidad y diversidad de la Tierra - El desarrollo basado en la conservación debe


abarcar actividades explícitamente destinadas a proteger la estructura, las funciones y la
diversidad de los sistemas naturales del mundo, de los que nuestra especie depende
enteramente. Para ello es necesario:

Conservar los sistemas sustentadores de vida. Se trata de los procesos ecológicos que
mantienen el planeta apto para la vida. Ellos configuran el clima, purifican el aire y el agua,
regulan el caudal de las aguas, reciclan los elementos esenciales, crean y regeneran el suelo y
permiten que los ecosistemas se renueven.

Conservar la biodiversidad. Con esto nos referimos no sólo a todas las especies de plantas,
animales y otros organismos, sino también a toda la gama de variaciones genéticas dentro de
cada especie y a la variedad de ecosistemas.
Velar por que el aprovechamiento de los recursos renovables sea sostenible. Entre los
recursos renovables figuran el suelo, los organismos silvestres y domesticados, los bosques,
las praderas, las tierras cultivadas y los ecosistemas marinos y de agua dulce que son fuente
de la pesca. Un uso es sostenible si mantiene la capacidad de renovación de los recursos.

• Reducir al mínimo el agotamiento de los recursos no renovables - Los minerales, el petróleo,


el gas y el carbón son efectivamente no renovables. A diferencia de las plantas, los peces o el
suelo, no se pueden utilizar de forma sostenible. Sin embargo, se puede prolongar su “vida”,
por ejemplo, reciclándolos, utilizando una menor cantidad de un recurso para fabricar un
producto determinado, o adoptando sustitutos renovables cuando sea posible. La adopción en
gran escala de dichos métodos es esencial para que en el futuro la Tierra pueda mantener a
miles de millones de personas más y proporcionar a todos una calidad de vida decorosa.

• Mantenerse dentro de la capacidad de carga de la Tierra - La definición exacta es difícil, pero


hay límites finitos para la “capacidad de carga” de los ecosistemas de la Tierra, esto es, para
los impactos que dichos ecosistemas y la biosfera en conjunto pueden soportar sin un deterioro
peligroso. Los límites varían de región a región y las repercusiones dependen del número de
personas y de la cantidad de alimentos, agua, energía y materias primas que utilice y malgaste
cada una de ellas. Unas pocas personas consumiendo en gran cantidad pueden causar tanto
daño como muchas personas consumiendo poco. Hay que formular políticas encaminadas a
lograr un equilibrio entre el número de seres humanos y sus estilos de vida y la capacidad de la
naturaleza, junto con tecnologías que aumenten dicha capacidad a través de un manejo
cuidadoso.

• Modificar las actitudes y prácticas personales - Para adoptar la ética de la vida sostenible, las
personas deben reexaminar sus valores y modificar su comportamiento. La sociedad debe
promover valores que aboguen por la nueva ética y se opongan a los que sean incompatibles
con una forma de vida sostenible. Se debe difundir información mediante sistemas educativos
formales y no formales, a fin de que puedan explicarse y entenderse las políticas y las acciones
necesarias para la supervivencia y el bienestar de las sociedades mundiales.

• Facultar a las comunidades para que cuiden de su propio medio ambiente - La mayoría de las
actividades creativas y productivas de los individuos o los grupos se realizan en comunidades.
Las comunidades y las agrupaciones de ciudadanos constituyen el medio más accesible para
que las personas actúen de forma socialmente valiosa y expresen sus preocupaciones. Si se
las faculta adecuadamente y se les proporciona la debida orientación e información, las
comunidades pueden participar en la adopción de las decisiones que les afecten y desempeñar
un papel indispensable en la creación de una sociedad sostenible con un fundamento seguro.

• Proporcionar un marco nacional para la integración del desarrollo y la conservación - Para


poder avanzar de forma racional, todas las sociedades necesitan una base de información y
conocimientos, un marco jurídico e institucional y políticas económicas y sociales coherentes.
Un programa nacional encaminado al logro de la sustentabilidad debe abarcar todos los
intereses y procurar identificar y prevenir los problemas antes de que se planteen. Debe tener
capacidad de adaptación y cambiar de rumbo continuamente en función de la experiencia y las
nuevas necesidades.

• Forjar una alianza mundial - Hoy ninguna nación puede ser autosuficiente. Para lograr la
sustentabilidad mundial, hay que establecer una firme alianza entre todos los países. Los
niveles de desarrollo en el mundo son desiguales y hay que ayudar a los países de menores
ingresos a desarrollarse de forma sostenible y proteger su medio ambiente. Sólo a partir de un
fin y una determinación comunes se pueden manejar los recursos mundiales y compartidos, en
particular la atmósfera, los océanos y los ecosistemas compartidos. La ética del cuidado es
aplicable al nivel internacional y también a los niveles nacional e individual. (...)

La sustentabilidad: importancia de su definición

Si una actividad es sostenible, virtualmente puede continuar por tiempo indefinido. Sin
embargo, cuando las personas califican de sostenible una actividad, lo hacen a partir de lo que
saben en ese momento. No puede existir una garantía de sustentabilidad a largo plazo, porque
sigue habiendo muchos factores desconocidos o imprevisibles. enseñanza que sacamos al
respecto es la siguiente-. hay que limitarse en las acciones que podrían afectar al medio
ambiente, estudiar detenidamente los efectos de dichas acciones y aprender rápidamente de
los errores cometidos.

La Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo definió el “desarrollo sostenible”


como un “desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad
de las generaciones futuras para satisfacer las propias”. Ese término ha sido objeto de criticas
por su ambigüedad y porque se presta a interpretaciones muy diversas, muchas de las cuales
son contradictorias. La confusión se ha debido a que se han utilizado indistintamente
“desarrollo sostenible”, “crecimiento sostenible” y “utilización sostenible”, como si sus
significados fueran idénticos. Y no lo son. “Crecimiento sostenible” es un término contradictoria:
nada físico puede crecer indefinidamente. “Uso sostenible” sólo es aplicable a los recursos
renovables: significa su utilización a un ritmo que no supere su capacidad de renovación.
En esta Estrategia se utiliza la expresión “desarrollo sostenible” con el siguiente significado:
mejorar la calidad de la vida humana sin rebasar la capacidad de carga de los ecosistemas que
la sustentan.

Una “economía sostenible” es el producto de un desarrollo sostenible. Ella mantiene su base


de recursos naturales y puede continuar desarrollándose mediante la adaptación y mejores
conocimientos, organización y eficiencia técnica, y una mayor la sabiduría. Una “sociedad
sostenible” vive de conformidad con los nueve principios brevemente expuestos en este
capítulo.

http://estudioscriticosdesarrollo.com/desarrollosostenible/SegundaEstrategiaMundialConserv
acion.htm
http://www.upsocl.com/verde/8-inventos-que-estan-ayudando-a-salvar-nuestros-oceanos/

Вам также может понравиться