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C.I.: 24.726.932.
1
Domingo F. Sarmiento. Facundo. 1845., p 51.
transmitir un mensaje; la literatura de este género se caracterizaba por una
determinada intención persuasiva y argumentativa, que buscaba seducir y atraer
al lector hacia la ideología de organización nacional propia del autor (Angenot,
1982).
2
Domingo F. Sarmiento. Op. Cit. p 30.
En el caso específico de la sociedad argentina, tenemos que la barbarie es
herencia directa de la superestructura feudal de la antigua sociedad colonial.
Juan Facundo Quiroga fue señor de facto de las provincias del noroeste de
Argentina hasta 1835, año en que fue asesinado. Hasta ese año impuso con
soberbia y autoridad su mandato de terror por toda la región. Y es su persona la
que le da nombre y contenido a la obra; pues son, en efecto, su biografía y su
personalidad objetos de los cuales Sarmiento se agarra para ejemplificar y
desarrollar a profundidad sus ideas en torno al asunto. Utiliza como excusa la
composición de una biografía novelada de Facundo para contar su propia opinión
sobre el tipo sociológico que es el argentino, y sobre todo, para seducir y
convencer al lector de que el camino de la civilización, opuesto al de la barbarie,
es la vía correcta para el progreso del país. Pues, más que un estudio científico
riguroso, o un libro de filosofía sociológica en toda la regla, Facundo es un panfleto
político hecho y diseñado para combatir una dictadura conducida por rústicos. “De
eso se trata”, decía Sarmiento, al señalar la idea principal de su libro, “de ser o no
ser salvaje”4.
3
Domingo F. Sarmiento. Op. Cit. p 36.
4
Domingo F. Sarmiento. Op. Cit. p 10
El académico A. Dessau identifica tres grandes temas que tuvieron su
origen en Facundo (Dessau, 1970) y fueron desarrollados profusamente con
posterioridad por la tradición literaria del subcontinente:
3) El tema del caudillo como personaje, que luego será trocado por otro
semejante: el del dictador. Para Dessau, la fascinación que tuvo
Sarmiento por la figura del gaucho a través de Facundo tiene su
equivalente en el tratamiento que muchos autores latinoamericanos
hicieron-y siguen haciendo- de la figura del gobernante tirano.
5
A. Dessau, Civilización y Barbarie en la Novela Latinoamericana. Toronto, 1970, p. 338.
6
J. Martí, El poema del Niágara, en: Obras completas, vol. 7, La Habana, 1963, p. 237 s. y 203.
Dessau considera que aquellos escritores que mantuvieron una mayor
fidelidad para con los preceptos sarmientanos fueron aquellos beneficiados por las
revoluciones burguesas de sus países; es decir, aquellos pertenecientes o
incluidos en las clases altas y el estamento político. Cita, por ejemplo, a los
mexicanos López Portillo y Rojas (1850-1923) y Rabasa (1856-1930). El autor
señala que el último exponente de esta vertiente optimista hacia el progreso social
fue Rómulo Gallegos (1884-1989) con su Doña Bárbara (1929). Sin embargo, aquí
notamos que el tema original de la civilización y la barbarie se ha diluido y
modificado bastante en la tradición con el paso del tiempo, porque Doña Bárbara
trata la dicotomía en un plano ya puramente espiritual. Dessau lo describe así:
“Gallegos logra producir una vasta síntesis de la historia venezolana con una
amplia perspectiva hacia el porvenir. Pero la interpretación […] es totalmente
metafísica […] y está envuelta en un halo de irrealidad”7.
7
A. Dessau, Civilización y Barbarie en la Novela Latinoamericana. Toronto, 1970, p. 339.
toda tentativa de cambio sustancial. Esta situación ha orientado la novela
latinoamericana hacia nuevos sentidos.
La clave de esta época, a nuestro parecer, es que los autores han podido
proyectar mucho mejor la realidad en retrospectiva, y en su desencanto
postmodernista han plasmado lo que para ellos es la relatividad de la dicotomía, y
de las esperanzas e ideales que se desprendían de la ideología liberal de la cual
se derivaba. Decía Úslar Pietri, un sólido exponente de la novela criolla
contemporánea, que la realidad histórica era que dentro de la civilización había
algo de barbarie, y en la barbarie algo de civilización, y que ambas se
condicionaban mutuamente.
8
A. Dessau, Civilización y Barbarie en la Novela Latinoamericana. Toronto, 1970, p. 341.
tradición del postmodernismo, representa la realidad social y folclórica de su
cultura desde un prisma subjetivo y espiritual. Por el otro lado, Sarmiento pretende
darle a su tesis un carácter objetivo; para él la soledad de la pampa y del
latinoamericano es la condición material para que irremediablemente surja la
barbarie. En otras palabras, Sarmiento es un materialista ingenuo.
Comentarios Finales.
13
Noé Jitrik, Para una lectura de Facundo, de Domingo F. Sarmiento., p. 6. 2010.
Bibliografía