Rosario de María Rosa Mística

Significado de las rosas

Rosa blanca: simboliza el espíritu de oración

Rosa roja: simboliza el espíritu de sacrificio -para reparar-
Rosa dorada o amarilla: simboliza el espíritu de penitencia
 En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén.

Oración Inicial:

Oh amado Jesús Crucificado, nos encontramos postrados a Tus pies en honor a Tu Sacrificio, y
reconociendo Tu dolor te ofrecemos las “Lágrimas y Sangre” de Aquella que nunca te abandonó y
siempre te acompañó con el más tierno amor y compasión en Tu Via Crucis. Perdónanos, Señor, y
concédenos la gracia, amado y buen Maestro, de poder recibir y seguir todas las enseñanzas contenidas
en las “Lágrimas y Sangre” de Tu amada y Santísima Madre La Virgen María, para cumplir así Tu Santa
Voluntad siempre, de tal manera que un día seamos dignos de alabarte y glorificarte por toda la
Eternidad. Amén.

Se rezan 7 misterios.

En lugar de la cuenta del Padre Nuestro:

Oh Jesús mío, mira las Lágrimas y Sangre de Aquella que te tenía el amor más grande en la Tierra
y te ama con el amor más fervoroso en el Cielo.

En lugar de las cuentas del Ave María:

Oh Jesús, escucha nuestros ruegos por las Lágrimas y Sangre de Tu Santísima Madre.

No se reza el Gloria

Al finalizar, 3 veces:
Oh Jesús mío, mira las Lágrimas y Sangre de Aquella que te tenía el amor más grande en la Tierra
y te ama con el amor más fervoroso en el Cielo.

Oración Final:

Oh María, Madre del Amor, de los Dolores y de Misericordia, te suplicamos que reúnas tus ruegos con los
nuestros, para que Jesús, a Quien nos dirigimos en nombre de Tus “Lágrimas y Sangre” maternas, escuche
nuestras súplicas concediéndonos con la gracia que te pedimos la corona de la vida eterna. Amén.

Tus Lágrimas y Sangre, Oh Madre Dolorosa, destruyan el reino del infierno.

Por Tu Divina mansedumbre, Oh encadenado Jesús, guarda al mundo de los horrores amenazantes.
 MISTERIOS DEL ROSARIO

Las 7 alegrías se rezan

lunes, miércoles, jueves, sábado y domingo

PRIMER MISTERIO
La preferencia que La Santísima Trinidad le concede sobre todas las criaturas.

SEGUNDO MISTERIO
La virginidad que la elevó por encima de los Ángeles y los Santos.

TERCER MISTERIO
El esplendor con el cual brilla en los Cielos con su gloria.

CUARTO MISTERIO
El culto que todos los elegidos le rinde como Madre de Dios.

QUINTO MISTERIO
La prontitud con la cual Su Divino Hijo atiende a todos sus pedidos.

SEXTO MISTERIO
Las gracias que sus servidores reciben de Jesús en este mundo,
y la gloria que les tienen preparada en el Cielo por ser sus servidores.

SÉPTIMO MISTERIO
Poseer las virtudes con la mayor perfección.
 MISTERIOS DEL ROSARIO

Los 7 dolores se rezan martes y viernes

PRIMER MISTERIO
Cuando al presentar a su Hijo en el Templo, escuchó la profecía del anciano Simeón: “Una espada de dolor
atravesará tu alma”.

SEGUNDO MISTERIO
Cuando se vio obligada a huir a Egipto con el Niño Jesús y San José, escapando de la persecución de Herodes
que quería matar a su Hijo amado.

TERCER MISTERIO
Cuando buscó por 3 días a su Hijo que se había quedado en el Templo de Jerusalén, luego de la visita en
tiempo de Pascua.

CUARTO MISTERIO
Cuando encontró a su Divino Hijo en la Calle de la Amargura, cargando en hombros la pesada Cruz rumbo al
Calvario para ser crucificado en ésta por nuestra salvación.

QUINTO MISTERIO
Cuando vio a su Hijo ensangrentado y agonizante durante 3 horas, y luego exhalar su último suspiro.

SEXTO MISTERIO
Cuando su amado Hijo, traspasado el corazón por la lanza, es bajado de la Cruz y depositado en sus brazos.

SÉPTIMO MISTERIO
Cuando contempló el Sagrado Cuerpo de su Divino Hijo acostado en el Santo Sepulcro.
 Oración a la Madre de Dios por el Ofrecimiento de
La Preciosísima Sangre de Jesús

Rosa Mística, Madre de la Iglesia,

Virgen Santa e Inmaculada,
Madre de Dios y Madre nuestra,
yo te ruego le ofrezcas a tu Divino Hijo
desfigurado de llagas y sangre,
Su Preciosísima Sangre al Eterno Padre
para mayor honor y adoración de la Majestad Divina,
para acción de gracias por todo beneficio y gracia que he recibido,
para la expiación de mis pecados y los pecados del mundo entero,
para la conversión de los pecadores,
para mi propia conversión y enmienda,
para alejar todos los pecados graves en este día,
para la conservación de la Santa Fe Católica en el mundo,
para el retorno y la conservación de la juventud en la fe y la moral,
para salvar a los moribundos y agonizantes,
por el Santo Padre, los obispos, cardenales y sacerdotes,
por las necesidades de La Santa Madre Iglesia,
por los perseguidos a causa de la fe;
por mí misma: para aumentar la fe, esperanza y caridad,
para aumentar la gracia y los 7 dones del Espíritu Santo,
para obtener humildad, paciencia, resignación y abnegación
a la Santa Voluntad de Dios; para conseguir una muerte santa;
para ayuda y consuelo de los afligidos, enfermos y atormentados en la Tierra;
para la liberación y la paz de los oprimidos por el Demonio;
y para el consuelo y la liberación de las benditas almas del Purgatorio,
para mayor gozo de los Ángeles y Santos.
¡Bendita sea La Preciosísima Sangre de Jesús
ahora y siempre, por los siglos de los siglos!
Amén.
Reina Rosa Mística del Mundo,
Reina del Universo,
nuestra Madre,
en Ti y por Ti bendecimos
el misterio admirable
de La Preciosísima Sangre de Jesús,
el potencial más grande de reconciliación.
Aureolada por el misterio de La Inmaculada Concepción,
has colaborado con la victoria brillante de La Sangre de Jesús
en nuestra redención; y estando al lado de Jesús, nuestro Redentor,
te ha hecho Corredentora y Madre de todos los hombres.
Por el triunfo de tu Corazón Inmaculado,
Dios te ha elegido como Mediadora de todas las gracias.

Oh Santísima Virgen María, exaltada a un puesto tan alto,

te saludamos como Señora y Reina de La Preciosísima Sangre de Jesús;
rocía nuestras almas con La Preciosísima Sangre de Jesucristo,
que da de beber a las almas para vencer las acechanzas del demonio
y andar siempre con celo santo el camino de la virtud.
Escribe con La Sangre del Cordero nuestros nombres en el libro de la vida,
para que un día, tras haber sido devotos de La Preciosísima Sangre de Jesucristo,
podamos glorificarla en la gloria eterna.
Amén.