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Con los espíritus de la Navidad llega el tiempo en que nos aproximamos a la era de la
bondad.
Cuando llegan los espíritus de la Navidad y las invocaciones de los tiempos de bondad
y de fraternidad nos adentramos en los ritos, en los símbolos, en las ceremonias y en la
manera como esos espíritus se concretan y se vuelven natilla, villancicos, árboles y
cantos, y adquieren miles de formas que a través de los tiempos han tenido muchas
maneras de hacerse presentes entre nosotros.
Durante la Navidad el solsticio (Momento del año en que el Sol, en su movimiento pasa
por uno de estos puntos: de estío, hacia el 21 de junio; de invierno, 21 de diciembre) de
invierno en el hemisferio norte, que es de donde parte una parte importante de las
leyendas, el sol alcanza el cenit o sea el punto más bajo y durante ese momento el día
se va cortando y la noche se alarga hasta cuando cambia y llega al solsticio de verano.
Durante las épocas de los solsticios de invierno la vegetación está escondida, tapada
por las capas de nieve. Este estado produce que la actividad laboral decrezca, no hay
condiciones para continuar en el ritmo normal de trabajo. El hecho de que esto pase, de
que la nieve haya ocultado la vegetación y de que el sol brille como un espejo hace que
todos los duendes, espíritus, trolls y todas estas criaturas que habitan las plantas
mágicas, los muérdagos, los árboles y los grandes bosques estén más cerca de las
personas. Son tiempos mágicos por que la nieve trae su carga de invierno, en esos
tiempos se piensa un poco en el nuevo sol porque está tan tenue que no se puede
recibir su calor. Hay un punto donde pareciera que la vida muriera porque está oculta
bajo la nieve por eso debe haber una esperanza para que vida vuelva a reverdecer,
para que el sol vuelva a calentar y para que la hierba vuelva a brotar. En los pueblos
del hemisferio norte donde nacen buena parte de las leyendas de los espíritus que
estamos invocando, las estaciones marcan de manera dramática los cambios en la vida
de las personas, eso hace que en la agricultura se tenga que planificar con mucho
cuidado los tiempos de siembra, de recoger, de guardar para que durante el invierno se
haya acumulado lo suficiente para poder comer en el tiempo en que la naturaleza
oculta sus frutos bajo los mantos de nieve.
Como todas estas cosas confluyen en esta época, entre el solsticio de invierno y el
solsticio de verano comienzan las celebraciones, las hogueras, los encuentros, los
momentos de amabilidad y de dulzura entre otras cosas para combatir los terribles fríos
que en esa época se hacen tan intensos. Esos tiempos van a recibir la influencia
mágica de las historias que vendrán de Roma y que traerán el advenimiento del niño
Jesús. Son muchas historias mágicas, fraternas, teológicas las que confluyen en los
tiempos de ese solsticio.