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Las bombas rotodinámicas se pueden clasificar de muchas maneras ya que existen diferentes
formas de ellas, a continuación se presentan diez clasificaciones distintas que pueden servir, todas o
algunas de ellas según los casos, para hacer una descripción completa del tipo de B. Así, por ejemplo,
una B bien concreta podría describirse así: B radial (1ª. Clasificación) de 3 escalonamientos (2ª.
Clasificación) con corona directriz en cada escalonamiento y caja espiral (3ª. Clasificación) de eje
vertical (4ª. Clasificación) de simple aspiración (5ª. Clasificación), etc.
1) B radiales
2) B diagonales
3) B axiales.
Las B radiales y diagonales son B centrífugas. Las axiales, no. En las B centrifugas la energía es
cedida al líquido esencialmente mediante la acción de la fuerza centrífuga, mientras que en las axiales
se logra mediante la impulsión ejercida por las paletas sobre el liquido. En las bombas radiales,
centrífugas propiamente dichas, la corriente líquida se verifica en planos radiales; y en las axiales, es
axial en superficies cilíndricas alrededor del eje de rotación.
Entre estos dos extremos, pueden darse todas las variantes intermedias en que la energía cedida
se debe en parte a la fuerza centrífuga y en parte al empuje de los álabes, teniendo la corriente, por
lo tanto una componente radial y otra axial. Estas bombas se llaman diagonales, helicoidales o, a veces,
de flujo mixto (mixed flow).
Fig. Corte meridional del rodete; a) de una B. Radial; b)de una B. Axial y c) de una B. diagonal
a) b) c)
Las B diagonales se pueden dividir en: B heliococentrífugas. En las cuales los álabes están fijos
solamente en el cubo de la B: estando la corriente en el exterior del rodete limitada por la carcasa fija
y B tipo Francis así llamadas por su semejanza con las TH de este nombre, en las cuales los álabes están
fijos tanto en el interior (cubo) como en el exterior (llanta)
El tipo de una bomba, según esta primera clasificación que atiende al diseño hidráulico del impulsor o
rodete, viene indicado por su velocidad específica en el punto de máximo rendimiento de su curva
característica caudal-altura.
La velocidad específica o número específico de revoluciones es
N Q
NS en que N es la velocidad por revoluciones por minuto, Q el caudal en metros cúbicos
H 3/4
por segundo y H la altura desarrollada en metros de columna de líquido energía ganada por éste.
Fig. Curvas características típicas de B centrifugas de baja, media y alta velocidad especifica
Los impulsores centrífugos o radiales evidentemente los de menor D e/Ds (desde 0.3), son los de
velocidad específica más baja, Ns de 10 a 80. De la expresión de ésta se deduce que darán con máximo
rendimiento gran altura y pequeños caudales a velocidades bajas (impulsores lentos). Su curva
característica caudal-altura suele tener un máximo y la potencia absorbida crece con el caudal. El
rendimiento máximo no disminuye mucho en un cierto margen de caudales.
Los impulsores axiales o de hélice, en cambio, teniendo D e/Ds igual a la unidad, serán los de velocidad
específica más alta, NS de 180 a 300. Por lo tanto, serán aptos para grandes caudales y pequeñas alturas
a altas velocidades (impulsores rápidos). Su curva caudal-altura es fuertemente decreciente, de tal
manera de que potencia absorbida decrece al aumentar el caudal. El rendimiento máximo disminuye con
rapidez al variar el caudal. En los impulsores de Ns intermedia se distinguen a veces entre los centrífugos
o radiales y los diagonales o helicoidales (N s de 80 a 180), los de tipo Francis (N s de 40 a 140). En éstos
la corriente líquida, aun teniendo salida radial, es ya guiada axialmente a la entrada.
La forma de los álabes es en los impulsores de flujo radial, curvada hacia atrás con respecto al
sentido de giro y con superficies de simple curvatura, o sea, de generatriz paralela al eje de rotación; en
los impulsores helicoidales, los álabes son ya de doble curvatura, y en los axiales tienen, además, un
cuidado perfil de ala.
En el extremo de las Ns, bajas, las pérdidas por rozamiento son grandes: Pérdidas de carga debidas al
más largo recorrido interno, y pérdidas por rozamiento de las paredes del impulsor de gran diámetro al
girar en el líquido (rozamiento del disco). Igualmente son grandes las pérdidas por fugas.
Al crecer la velocidad específica el rendimiento mejorará, por lo tanto, hasta un cierto valor de Ns,
por encima del cual pérdidas superiores de difusión y deficiencia en el guiado del líquido le hacen
disminuir de nuevo, aunque de manera más suave.
Los óptimos rendimientos se hallan, entonces, ligados a una velocidad específica Ns, intermedia (de
unos 50) en la que la combinación de las anteriores pérdidas (unas decrecientes y las otras crecientes
con Ns), tienen un efecto mínimo.
El que bombas de igual velocidad específica puede tener, a pesar de ello, rendimientos diferentes
(menores para caudales más bajos), es debido a que las leyes de semejanza hidráulica no se cumplen
exactamente sólo con la semejanza existente).
Las curvas de la figura rendimiento-velocidad específica, van siendo paulatinamente desplazadas en
sentido ascendente al ir la técnica consiguiendo bombas cada vez más perfeccionadas.
Velocidad especifica Ns
2.a Clasificación: según el número de escalonamientos o etapas o fases
1) B simples o de un escalonamiento.
2) B compuestas o de múltiples escalonamientos
Las B se pueden montar en serie o en paralelo. El montaje en serie tiene por objeto aumentar la
altura suministrada con el mismo caudal: el montaje en paralelo, por lo contrario, aumentar el caudal con
la misma altura de elevación. Los montajes en serie de varios rodetes dentro de la misma B se les
conoce como B de múltiples escalonamientos o de varias etapas; en la figura se muestra una B. de 10
etapas.
Para grandes alturas y pequeños caudales la velocidad especifica Ns es muy baja, lo que traería
consigo rendimientos inaceptables. Para evitar esto, se divide la altura total entre varios impulsores
acoplados en serie para de esta manera, acercarse a las velocidades especificas de buen rendimiento.
Otra circunstancia diferente que conduce también al empleo de bombas multietapas o
multicelulares, es la limitación en el diámetro de los impulsores como ocurre en las B. verticales
empleadas en pozos y perforaciones B de pozo profundo. La altura desarrollada depende del cuadrado
de la velocidad tangencial del impulsor, y al ser este de poco diámetro, la altura de bombeo también
será pequeña a las velocidades usuales.
También puede ser necesaria la subdivisión de la altura total entre varios impulsores para conseguir
una menor NPSH (Altura Neta Positiva de Succión) requerida por la B. En impulsores de igual Ns aquélla
varía aproximadamente en proporción directa con la altura (la constante de proporcionalidad es la
NPSH r
constante de cavitación de THOMA ).
H
El empleo de varias fases va unido normalmente a altas presiones, y los problemas más importantes
que de estas dos circunstancias se derivan son los siguientes: Pérdidas ocasionadas en los sucesivos
procesos de difusión, aumento de la longitud del eje, elevado empuje axial y alta presión en la
empaquetadura de impulsión.
El empleo de varias fases va unido normalmente a altas presiones, y los problemas más importantes
que de estas dos circunstancias se derivan son los siguientes: Pérdidas ocasionadas en los sucesivos
procesos de difusión, aumento de la longitud del eje, elevado empuje axial y alta presión en la
empaquetadura de impulsión.
Las pérdidas de difusión aconsejarían recurrir a difusores de suave divergencia y amplia curvatura
para reducirlas a un mínimo; pero esto, sin embargo, haría la longitud del eje todavía mayor. Una
distancia entre apoyos grandes obliga si se quiere conservar las tolerancias radiales, a aumentar el
diámetro del eje, y ya que éste atraviesa el oído del impulsor, se diámetro influye también sobre el
tamaño de éste al determinar el área de aspiración disponible.
Una manera de alcanzar una presión determinada con un menor número de fases y la misma
velocidad específica es utilizar una velocidad de giro mayor. De este modo, el eje es mucho más corto y
su diámetro más pequeño, no sólo por la menor flexión a que está expuesto, sino también por el menor par
que ha de transmitir a igualdad de potencia. Los ejes en bombas por debajo de 1500 r.p.m. son
normalmente rígidos, es decir, su velocidad crítica es superior a la de trabajo. Con velocidades mayores,
se ha visto, sin embargo, que el empleo de ejes flexibles es perfectamente admisible, y así en casi todas
las bombas multicelulares con velocidades mayores de 3000 r.p.m. la velocidad de trabajo suele estar por
encima de la primera velocidad crítica, lo que permite aligerar el eje considerablemente. Con altas
velocidades, no sólo disminuye el número de fases, sino que los impulsores son también mucho más
pequeños para un caudal determinado
Al ser mayor la presión de fase, la velocidad relativa del líquido en el impulsor aumenta, lo que
obliga al empleo de materiales más resistentes para que el desgaste no sea grande. Las velocidades
relativas entre superficies con pequeñas tolerancias, sin embargo, no crecen apreciablemente al ser los
diámetros y, en general, el tamaño más pequeño. Hoy en día, se consiguen bombas de mayor seguridad y
mantenimiento más bajo que sus análogas de velocidad más lenta. Por estos motivos, la tendencia al uso
de velocidades de giro mayores en las bombas centrífugas es cada vez más acentuada, siendo ya hoy
normales las bombas de alimentación de calderas de 6000 a 9000 r.p.m. (fig. 8); y llegando ya, en
instalaciones marinas, donde la reducción de tamaño es tan importante, a 15000 r.p.m.
En las bombas de alta velocidad, la capacidad de aspiración es menor, o sea, la NPSH requerida
mayor que en bombas más lentas (al ser H mayor), con lo que aumenta la necesidad de utilizar bombas
booster previas para elevar la NPSH disponible en el sistema.
Para combatir el empuje axial en la bombas multicelulares, se recurre a la colocación de los
impulsores en número par en posiciones opuestas, y cuando esto no es posible, a dispositivos de
equilibrado especiales (tambores o discos).
Fig. Sistemas de equilibrado del empuje axial: tambor, disco y agujeros de equilibrio con aros rozantes posteriores.
La disposición de los impulsores, uno a continuación de otro, es la más sencilla en lo que se refiere a la
conducción del líquido de una fase a la siguiente. Tiene, además, el atractivo de permitir la construcción
de unidades sueltas y semejantes, compuestas de impulsor y difusor, que se acoplan en el montaje en el
número necesario para dar la altura deseada. La desventaja fundamental de esta solución nace del gran
empuje axial que de ella se deriva, y que exige, a veces, además de cojinetes o rodamientos de empuje,
dispositivos especiales para su neutralización (tambores, discos o cámaras de equilibrio). En bombas
verticales de pozo se emplea esta solución casi con exclusividad, absorbiéndose el empuje y el peso total
de la bomba con uno o varios rodamientos de contacto angular en la embocadura del pozo.
Fig. Bomba multietapas con disposición de impulsores seguidos
Si los impulsores dispuestos en serie son de doble aspiración, no existirá empuje axial, pero, en
cambio, la longitud de eje y la complicación de los canales conductores entre fases se hacen grandes. Es
por esto, por lo que tal solución es rara vez usada.
El empuje axial se puede evitar, en gran parte, disponiendo los impulsores opuestos por su cara
posterior de dos en dos o en números iguales. Esta solución tiene, sin embargo el inconveniente de hacer
más largo y complicado el camino del líquido de una fase a la siguiente, con las consiguientes pérdidas por
rozamiento. Los canales de conducción entre fases pueden ser exteriores, con lo que se aligera algo la
construcción, o fundidos en las propia carcasa.
Ya se ha mencionado, que en las posiciones extremas se suelen poner la primera y segunda fase con
objeto de disminuir al máximo la presión sobre las empaquetaduras.
opuestos
De manera análoga a las bombas de varias fases en serie, puede convenir la disposición de varias
fases en paralelo para grandes caudales y pequeñas alturas, o sea, velocidades específicas
excesivamente altas. Subdividiendo el caudal conseguirá, entonces, disminuir éstas, acercándose a
valores de rendimientos aceptables.
También, puede ser necesario subdividir el caudal cuando se desea una gran capacidad de aspiración.
O sea, una baja NPSH o Altura Neta Positiva en la Aspiración, requerida por la bomba, ya que ésta
aumenta mucho para velocidades específicas altas.
Una tercera razón de ser de impulsores acoplados en paralelo, puede ser el conseguir el equilibrado
del empuje axial, disponiéndolos opuestos dos a dos.
La solución de varias fases en paralelo, sin embargo, es mucho menos empleada que la de fases
múltiples en serie, debido, por una parte, al desarrollo de bombas de hélice de alta velocidad específica
y gran rendimiento y, por otra, a las ventajas de servicio que se obtienen empleando bombas separadas
acopladas en paralelo.
3.a Clasificación: según el número de flujos:
La Fig. siguiente representa cuatro esquemas posibles con los cuales puede realizarse la aspiración:
(a) rodete cerrado de aspiración sencilla: (b) rodete cerrado de aspiración doble; (c) rodete abierto de
aspiración sencilla: (d) rodete abierto de aspiración doble.
Atendiendo a su diseño mecánico o estructural, se pueden distinguir tres clases de impulsores: de álabes
aislados o abiertos, con una pared o disco lateral de apoyo o semiabiertos, y con ambas paredes laterales
o cerrados.
En principio esta clasificación es independiente de la más general, que se refiere al tipo de diseño
hidráulico. Por ello, puede haber impulsores centrífugos y de flujo mixto, abiertos, semiabiertos o
cerrados. Los impulsores axiales por su misma estructura, sólo pueden ser en rigor semiabiertos o
abierto, ya que sus álabes se pueden considerar como apoyados lateralmente en el eje de rotación (cubo
del impulsor), que hace el papel de la pared posterior de los radiales y diagonales.
4.1 Impulsores Abiertos.
Un impulsor abierto constaría, en realidad, de sólo los alabes desnudos unidos únicamente al eje de piro,
y se movería entre dos paredes laterales fijas, pertenecientes al cuerpo de la bomba, con tolerancias
laterales lo más estrechas posibles para evitar fugas.
Esta construcción se comprende que es mecánicamente débil por el largo voladizo con que trabajarían
los álabes; por eso, los impulsores abiertos tienen siempre una mayor o menor parte de pared posterior
para dar la necesaria rigidez a los álabes. En la práctica, y por esta causa, no se hace distinción entre los
impulsores abiertos y los semiabiertos, designando a ambos como abiertos en oposición simplemente a los
cerrados.
Generalmente los impulsores abiertos se usan en bombas pequeñas y baratas o en bombas que manejan
liquidos abrasivos.
Fig. Impulsores abiertos o semiabiertos. Los dos extremos con agujeros de equilibrio,
para compensar su mayor empuje axial.
La construcción de impulsores con una sola pared lateral que, naturalmente, siempre es la posterior,
es empleada, , con cierta frecuencia. Algunas bombas radiales, muchas de flujo, mixto y prácticamente
todas las axiales tienen impulsores de este tipo.
Al igual que los abiertos, su buen rendimiento está basado en una tolerancia muy estrecha, del orden
de 0.3 mm., que evite fugas de la periferia al centro y en los canales del impulsor entre sí. Estas fugas
serán, evidentemente, tanto mayores cuanto más fluido sea el líquido y, por ello, con líquidos algo
viscosos el caudal y la altura pueden aumentar algo, a pesar de las mayores pérdidas por rozamiento.
Cuando por el desgaste el juego lateral se hace mayor, hay que cambiar generalmente el impulsor y
rebajar la tapa de aspiración. El desgaste del impulsor, proporcional a la velocidad relativa del líquido, no
será radialmente uniforme sino algo mayor en la periferia.
Los impulsores cerrados tienen los álabes colocados entre dos paredes laterales, anterior o de
aspiración y posterior este tipo de construcción es el más usual, excepto en impulsores de corriente
axial, que son abiertos en su mayoría.
Tienen las desventajas, en cambio, de que sus canales son normalmente inaccesibles para cualquier
mecanizado, lo que exige fundiciones más cuidadosas, a pesar de que éstas son por el mismo hecho más
difíciles y necesitan modelos más complicados que en los abiertos. Hidráulicamente, el rozamiento de
disco al tener el impulsor dos paredes, es doble que en los abiertos pero, en cambio, las pérdidas por
fugas son menores que en éstos. La posibilidad de obstrucción con líquidos sucios es aquí mayor y, por
ello, se diseñan para este servicio impulsores especiales con oído de gran área, canales lo más amplios
posibles, o sea, bajo número de álabes (3 o 2) y éstos con los bordes de entrada redondeados .
Si la energía impartida por los álabes al líquido fuera toda energía (altura) dinámica o de velocidad, o
sea, aumento de velocidad a presión constante, la bomba, a semejanza de las turbinas, se llamaría de
acción. Si fuera, en cambio, puramente energía de presión, es decir, aumento de ésta a velocidad
constante, sería una bomba de reacción.
Normalmente, en la práctica, se tiene tipos intermedios en los que la energía se comunica al líquido,
parte como aumento de presión y parte como aumento de velocidad. Así, se habla de grado de reacción de
un impulsor como la relación entre la energía de presión y la total ganadas por el líquido (r = H presión/
Htotal; r =1 en impulsores de reacción y r = 0 en los de acción). El valor del grado de reacción depende,
fundamentalmente, del ángulo de salida 2 de los álabes, decreciendo de uno a cero al aumentar éste.
Relación del grado de reacción de un impulsor,con el ángulo de salida de los álabes y descomposición de la altura
total desarrollada por el impulsor en altura de presión y altura dinámica V2/2 g . U2= Velocidad periférica del
impulsor. W2=velocidad relativa del líquido a la salida del impulsor con respecto a éste. C2= Velocidad absoluta
de líquido a la salida del impulsor.
Dado que a la velocidad del líquido van unidas pérdidas por rozamiento que crecen con su cuadrado, en
general no conviene hacerla mayor de la que ya se tiene a la entrada de la bomba. Para conseguirlo habrá,
pues, que convertir la energía de velocidad ganada por el líquido en energía de presión, mediante un
proceso de difusión en un canal divergente, proceso que siempre es de bajo rendimiento.
Para evitar estas pérdidas en la conversión de altura de velocidad en altura de presión, convendrá que
el grado de reacción del impulsor sea lo mayor posible (o sea, 2 pequeño), para que la energía dinámica a
transformar y, por lo tanto, las pérdidas consiguientes, tengan un valor mínimo.
Sin embargo, no se puede llegar a r = 1, o valores, muy bajos de 2, ya que al decrecer 2 lo hace
también la altura o energía total cedida al líquido.
Así, hay un valor medio normalmente usado de 2, de 20º a 25º, en que la combinación del grado de
reacción r creciente y altura total decreciente al disminuir 2 resulta óptima.
En las bombas usuales, por lo tanto, una parte de la altura o energía la cede el impulsor en aumento de
la velocidad del líquido, la cual deberá ser transformada en altura de presión.
Para esto, se utilizan corrientemente dos soluciones diferentes: difusor de voluta y difusor de álabes
directores
La voluta, cámara espiral o caracol. Es un canal de sección creciente que rodea al impulsor en los 360º
de su periferia y termina en un como divergente en el que se continúa el proceso de difusión. La voluta
suele ser de sección a aproximadamente triangular, o sea, con sus paredes divergentes, o bien de sección
circular.
La arista que separa el comienzo de la voluta del cono final, se denomina lengua de la voluta.
La ventaja principal del difusor de voluta, consiste en su sencillez que permite modelos simples y
fundiciones fáciles. En cambio, es difícil de mecanizar; lo que hace que su acabado no sea muy bueno.
Desventaja más importante de la voluta es su tamaño, mayor comparativamente que el del difusor de
álabes, y que en las bombas de varias fases la hace a menudo inaplicable.
La voluta se diseña para un caudal particular, y con cualquier otro –debido a su disposición asimétrica-
la distribución de presiones en la periferia del impulsor deja de ser uniforme naciendo, así, un empuje
radial sobre éste. La dirección y magnitud del empuje varía, naturalmente, con el caudal, siendo máximo
para el caudal nulo, o sea, con válvula cerrada, decreciendo luego hasta casi 0 con el caudal nominal, y
volviendo a aumentar para caudales mayores El peso del impulsor suele ser despreciable al lado de
empuje radial, siendo éste el que, en realidad, determina el diámetro del eje, dependiendo de las
variaciones de caudal previstas. El empuje radial con difusor de voluta suele ser mayor en impulsores de
velocidad específica media, que en los muy lentos o rápidos.
En bombas monofásicas se soluciona, a veces, el empuje con la doble voluta (fig. 22) que consiste en
dos medias volutas desfasadas 180º, cuyos empujes son, por lo tanto, contrarios y aproximadamente
iguales y se anulan prácticamente, sea cualquiera el caudal. En este caso, la voluta pierde algo de su
comentada simplicidad, pero esta solución resulta, a veces, indispensable cuando requieren amplias
variaciones de caudal.
Cuando en una bomba de voluta se recorta el diámetro del
impulsor, para hacer descender su curva característica (ya que en
un impulsor el caudal es proporcional al diámetro Q D y la altura a
su cuadrado H D2), se suelen recortar no sólo los álabes, sino
también las paredes del impulsor, disminuyendo así las pérdidas por
rozamiento de disco (proporcionales a D5). Sin embargo, si la
distancia radial entre el impulsor y la voluta es demasiado grande
para garantizar una buena conducción del líquido, conviene,
entonces, dejar las paredes y recortar sólo los álabes. Se puede
llegar así a reducir el diámetro máximo hasta un 20% sin pérdida
importante en el rendimiento.
En las bombas monofásicas se utiliza la voluta casi
exclusivamente.
A las bombas de difusor de álabes directores se las llamaba bombas de turbina, por su semejanza con
éstas. Hoy, se las suele denominar, simplemente, bombas de difusor.
Consiste éste en una serie de canales difusores separados por álabes y colocados alrededor del
impulsor, pudiéndose considerar, en cierto modo, como una voluta múltiple (inversamente a la voluta, se la
puede considerar, también, como difusor de un solo canal).
El número de álabes del difusor se estima, generalmente, que debe ser primo con el del impulsor para
evitar vibraciones periódicas.
El difusor de álabes directores por su simetría no ejerce, prácticamente, empuje radial sobre el
impulsor, lo que constituye una de sus principales ventajas. Además, su tamaño resulta comparativamente
menor que el de la voluta, y esto es circunstancia especialmente importante para bombas multicelulares.
Se puede decir también, en general, que su rendimiento es algo superior al de la voluta.
En las bombas con difusor, al recortar el diámetro del impulsor, se dejan casi siempre intactas sus
paredes reduciendo, únicamente, el diámetro de los álabes. Aún así, la reducción máxima no suele ser
mayor de 5 a 10 % del diámetro primitivo, pues, más allá, el
rendimiento baja excesivamente al crecer las pérdidas
hidráulicas en la entrada del difusor. Esto hace que el campo
cubierto con un solo impulsor, sea aquí menor que en las
bombas de voluta.
El difusor tiene una mayor tendencia que ésta, sin
embargo, a producir un máximo en la curva característica
caudal-altura, debido a mayores pérdidas por choque con
caudales pequeños. Esto es un inconveniente, ya que la parte
creciente de esta curva es de funcionamiento inestable
cuando la altura estática del sistema es mayor que la altura
con válvula cerrada y, en cualquier caso, el trabajo en tal zona
es poco recomendable, la operación en paralelo con otra
bomba resulta, además, imposible.
Se emplea, sobre todo, el difusor en bombas de flujo mixto
y axiales, en gran número de las multicelulares y en algunas
monofásicas grandes.
5.3 Bombas de difusor concéntrico o circular.
Una tercera solución, empleada mucho menos a menudo, es la que consiste en una cámara circular de
sección constante alrededor del impulsor, provista como la voluta de un cono final tangencial.
La parte exterior de una bomba está constituida por el cuerpo, cámara o carcasa y, en ella, se hallan el
difusor y las conexiones de aspiración e impulsión o descarga. En su interior, se alberga el impulsor que ha de
ser fácilmente accesible para las necesarias operaciones periódicas de revisión y mantenimiento. Se utilizan,
normalmente, dos tipos de carcasas que cumplen este objetivo de manera diferente: Carcasa partida en dos
mitades, según un plano axial (cámara partida), y según un plano radial (cámara sólida.)
A las bombas de cámara partida axialmente, casi siempre horizontalmente si son horizontales, se las
designa, a veces, simplemente como de cámara partida.
En ellas, la aspiración y la impulsión suelen estar siempre en una misma mitad; en bombas horizontales
la inferior; y con esto se consigue que al desmontar la bomba no haya que tocar las conexiones de las
tuberías, obteniéndose así un máximo se simplicidad y economía en la operación.
La cubierta sólida es un diseño en el que las vías de descarga que van al conducto de salida están
completas en una fundición o pieza fabricada. Debe tener un lado abierto para que se pueda introducir el
impulsor a la cubierta, por lo tanto la cubierta no puede ser completamente sólida, asi que los diseños
llamados de cubierta sólida están, en realidad divididos o partidos por un plano radial.
1) B de eje horizontal.
2) B de eje vertical.
2) B de eje inclinado.
Fig. Distintos tipos de B eje horizontal y vertical
Fig. B axial de
eje inclinado
6.1 Bombas horizontales.
La disposición de eje de giro horizontal presupone, generalmente, que bomba y motor se hallan a la
misma altura. Por ello, este tipo de bomba es esencialmente de funcionamiento en seco, exterior al
líquido bombeado que llega, entonces, a la bomba por medio de una tubería de aspiración. Las bombas
centrífugas, sin embargo, no deben rodar en seco, ya que necesitan del líquido bombeado como lubricante
entre aros rozantes e impulsor y empaquetadura y eje. Además, al no ser autoaspirantes, requieren
previamente a su puesta en marcha el estar cebadas, es decir, totalmente llenas de líquido junto con la
tubería de aspiración. Esto no resulta muy fácil de conseguir si la bomba no trabaja en carga, estando al
contrario por encima del nivel del líquido; o sea, con altura negativa en la aspiración. Este es el caso más
corriente con bombas horizontales y, por ello, son tan a menudo necesarias las válvulas de pie y los
distintos sistemas de cebado.
Como ventajas genéricas se puede decir que las bombas horizontales (excepto para muy grandes
tamaños) son de construcción más barata que las verticales y, especialmente, su mantenimiento y
conservación es mucho más sencillo y económico; el desmontaje de la bomba se suele hacer sin necesidad
de mover el motor y, a menudo, como en las de cámara partida, sin tocar siquiera las conexiones de
aspiración e impulsión, constituyendo así una solución practica seguida por muchos constructores.
En las figuras que se muestran a continuación pueden verse los tipos mas corrientes de fijación de las
B horizontales en sus bancadas
Fig. B de cámara partida soportada por dos cojinetes situados a ambos lados del impulsor
6.2 Bombas verticales.
Las bombas con eje de giro en posición vertical tienen, casi siempre, el motor en nivel superior al de la
bomba. Por ello, al contrario que en las horizontales, la bomba trabaja rodeada por el liquido a bombear,
estando, sin embargo, el motor por encima de éste.
El funcionamiento sumergido de las bombas centrífugas, elimina uno de sus pocos inconvenientes
que, como se dijo, constituye su inherente necesidad de cebado. De esta manera, el impulsor se
halla continuamente, aún parado, rodeado por el líquido a circular y, por lo tanto, la bomba está en
disposición de funcionar en cualquier momento.
Así, el control de la unidad únicamente requiere la puesta en marcha del motor de
accionamiento, sin necesidad de dispositivos adicionales de cebado previo.
La aspiración, que es siempre final, ha de ser hecha a una cierta profundidad con respecto al
nivel libre del líquido. Si esta profundidad o sumergencia es menor de lo debido (2 o 3 veces el
diámetro del orificio de aspiración), puede crearse en la superficie vértices o remolinos por cuyo
centro se introduzca aire en la bomba, con la consiguiente pérdida de caudal y deficiente
funcionamiento.
El prolongado eje de que van provistas estas bombas, va normalmente guiado por cojinetes de
fricción separados a intervalos regulares (de 1.5 a 3 metros) y lubricados por aceite, grasa, o el
mismo líquido bombeado. En este último caso, se suele disponer el eje en el interior de la tubería
de impulsión vertical, hasta cerca del motor, en que ésta se desvía horizontalmente mediante un
codo adecuado. En los casos de lubricación por grasa o aceite, el eje va dentro de un tubo portador
de los cojinetes, y este conjunto puede ser, a su vez, externo o interno a la tubería de impulsión.
La segunda solución tiene la ventaja del menor espacio requerido y, en ambos casos, es superflua la
empaquetadura, lo que constituye también una circunstancia muy favorable, dados los
inconvenientes que ésta lleva a veces consigo.
Las bombas sumergidas tiene la ventaja de ocupar un espacio horizontal mínimo, sólo el
necesario para acomodar el motor vertical y la impulsión, siendo incluso ésta a veces subterránea.
Las ventajas hidráulicas son evidentes al desaparecer todos los problemas de aspiración que
constituyen la principal fuente de contratiempos en el funcionamiento de las bombas centrífugas.
Mecánicamente, por el contrario, esta disposición presenta grandes inconvenientes con
respecto a la horizontal. Las bombas son inicialmente más caras y especialmente el mantenimiento
es mucho más elevado, ya que cualquier reparación exige el desmontaje de la bomba para izarla ala
superficie. El eje prolongado, además, somete a los cojinetes a un trabajo duro que sobre todo si
están lubrificados por agua o líquidos sin grandes propiedades lubricantes, hace que su vida sea
corta y lo que es quizá más grave imprevisible.
Los tipos más importantes de bombas verticales sumergidas son: las de turbina verticales o de
pozo profundo, las bombas de hélice y las bombas de voluta sumergidas.
Entre las bombas sumergidas las más importantes son las llamadas de pozo profundo, de
sondeo o de turbina verticales que fueron, al principio, desarrolladas para la explotación de los
pozos, perforaciones y sondeos de reducido diámetro. Esta circunstancia limita forzosamente la
altura por fase, lo que lleva a bombas multicelulares ( 2) y de difusor o turbina y no voluta, por
la misma razón del reducido espacio. El impulsor de aspiración simple, puede ser radial o
diagonal, según las condiciones de servicio y su construcción cerrada o semiabierta.
Los impulsores semiabiertos, sin embargo, aparte de su mayo empuje axial (hasta el 50%
mayor) requieren un ajuste vertical más cuidadoso durante el montaje. El conjunto de difusores
del cuerpo de bomba y la columna o tubería de impulsión, cuelgan del cabezal o pieza sobre la
que va montado el motor y que constituye, además, el codo de desviación de la impulsión.
Los difusores se recubren, a veces, interiormente de un esmalte especial que, al disminuir la
rugosidad de la fundición y las pérdidas hidráulicas consiguientes, hace aumentar el
rendimiento. Otra ventaja importante de esmalte es la uniformidad que presta unidades
diferentes, y que la fundición por sí sola no puede alcanzar. Alguna vez, se recubren también de
esmalte los impulsores cuando son de hierro fundido. El esmalte presta además al hierro mejor
resistencia a la corrosión y a la abrasión.
La construcción de estas bombas es tal, que se puede montar el número de fases deseado,
que puede llegar a 20 o más, añadiendo simplemente difusores e impulsores semejantes uno
sobre otro. Esto presta elasticidad a las aplicaciones y las ventajas evidentes de
estandarización, reducción de stock, disponibilidad de repuestos, etc. A pesar de ello, sin
embargo, estas bombas participan de las desventajas para las bombas verticales sumergidas, en
general, de ser caras y exigir unos costes de mantenimiento muy elevados.
Los bombas verticales de perfección notable con rendimientos especialmente altos. Debido a
esto y a sus ventajas hidráulicas, aunque empezaron siendo empleadas exclusivamente para
riegos en pozos y perforaciones, sus aplicaciones industriales aumentan cada vez más, siendo, ya
hoy en día, más numerosas que las agrícolas. De aquí, que la denominación de bombas de pozo
profundo vaya desapareciendo y adoptándose, en cambio, la de bombas de turbinas verticales.
Dentro de este tipo se pueden distinguir: las provistas de eje prolongado y accionadas por
motor normal y las provistas de motor sumergible dispuesto inmediatamente por debajo de la
bomba o bombas buzo.
6.2.2.1.1 Bombas de turbina verticales de motor normal superior.
Con este tipo, se puede llegar hasta unos 200 metros de columna, pero los problemas a
que da lugar cualquier imperfección en la rectitud del eje, al influir en gran manera en la vida
de los cojinetes y suavidad o vibración del funcionamiento, crecen enormemente con la
longitud del eje. Se puede considerar la seguridad del eje proporcional a su rigidez o
resistencia a la flexión dada, por el factor D 4/L3, donde D es el diámetro del eje y L su
longitud.
Con objeto de evitar las desventajas que se derivan del largo eje necesario, a veces, en
las bombas sumergidas de funcionar a su vez rodeados de líquido y de dimensiones tales que
les permite ir montados en el interior del pozo. De esta manera, colocando los motores
inmediatamente por debajo de la bomba, desaparece la necesidad del eje, cojinetes y tubo
protector, pudiendo ser, por esto mismo, la columna de menor diámetro para pérdidas de
carga semejantes.
Los motores pueden ser de funcionamiento en seco con un cierre hermético, o inundados,
en cuyo caso los aislamientos han de tener características muy especiales.Las ventajas del
motor sumergido se hacen apreciables, sobre todo, en pozos muy profundos (de más de 30
m.) o bien inclinados o curvados. El espacio requerido aquí en la superficie es, evidentemente,
mínimo, incluso nulo con descarga subterránea.
Las desventajas son, en cambio, menor rendimiento y menor vida del motor y la necesidad
ineludible del desmontaje total para cualquier revisión o reparación de la bomba o del motor.
6.2.2.2 Bombas verticales de hélice.
Para manejar grandes caudales con altura pequeña se usan, a menudo, bombas hélice en
posición vertical y funcionamiento sumergido.
La simplicidad de estas bombas llega, a veces,
a ser máxima, consistiendo sólo en el impulsor
axial abierto provisto de prolongado eje vertical,
que gira dentro de la columna o tubería de
impulsión. Otras veces, sin embargo, pueden
llevar difusor o, al menos, algunos álabes
directores; también a la entrada se disponen
álabes directores en alguna de estas bombas, con
objeto evitar o aminorar una prerrotación
excesiva de la vena líquida en la aspiración, que
puede dar lugar, además, a remolinos o vórtices
en la superficie del líquido. El eje puede ser
también lubricado por aceite, en cuyo caso va
dispuesto dentro del correspondiente tubo
protector con los cojinetes de apoyo. El impulsor
puede ir en voladizo o bien tener cojinete
inferior; éste, aunque constituye un pequeño
estorbo para la aspiración, tienen un papel
importante dada la estrecha tolerancia radial entre el impulsor y la tubería que le rodea.
En ciertas bombas de esta clase es posible desmontar desde arriba el eje e impulsor, sin
necesidad de retirar la columna. Así se facilita algo la accesibilidad y, con ello, el
mantenimiento, lo es quizá el más grave inconveniente de las bombas sumergidas.
6.2.2.3 Bombas de voluta sumergidas.
1) B de baja presión.
2) B de media presión.
3) B de alta presión.
Los límites en esta clasificación son puramente convencionales. A título de orientación podrían
valer los siguientes:
- Baja presión: presión inferior a 20-40 m c.a.
- Media presión: presión comprendida entre 40 y 100 m c.a.
- Alta presión: presión superior a 100 m c.a.
En todo caso, aunque estos límites no sean adoptados, no hay duda, por ejemplo, que una B de
agua que suministra una altura inferior a 10 m es un B de baja presión; mientras que otra que
suministra, por ejemplo, una altura de 150 metros se debe catalogar entre las B de alta presión.
El campo de las altas presiones es típico, como ya hemos dicho, de la invasión de las B
rotodinámicas en el campo antes exclusivo de las B alternativas.
Cualquier líquido, aun corrosivo o con sólidos en suspensión, puede ser bombeado: agua, ácidos,
líquidos alcalinos, alcoholes, aceites, petróleo; cerveza, salmuera, alimentos líquidos, jugos de frutas,
azúcares, leche; pinturas, pasta de papel, pulpas, trapos, arenas, desechos, fangos y residuos, etc. A
tal punto se ha llegado que existen diseños para bombear peces vivos, para ese fin se construyen los
impulsores de forma tal que carecen de alabes y simplemente constan de un canal espiral, como se
ilustra en la siguiente figura.
10.ª. Clasificación: Según los materiales utilizados en su fabricación:
En la B se utilizan los materiales y aleaciones más diversas, según las condiciones de servicio y el
fluido bombeado: fundición, aceros austeníticos, aceros al Mo, bronce, Pb, etc. Las designaciones del
material frecuentemente usadas para bombas son:
1- B estándar (hierro y bronce)
2- B toda de hierro
3- B toda de bronce
4- B de acero con partes internas de hierro o acero inoxidable
5- B de acero inoxidable
Las bombas rotodinámicas pueden construirse también de otros metales y materiales como
porcelana, vidrio, hules, etc...
Para bombas de alimentación de agua potable la construcción mas normal es la estándar de hierro y
bronce. Los materiales usados en las partes de una bomba horizontal, se muestran en el siguiente
cuadro
Las B de pozo profundo usadas para suministro de agua tienen los siguientes materiales:
Tazones – hierro; Impulsores – bronce; Flechas de impulsor – acero inoxidable 13% Cr.
Flechas de linea – acero al carbono; Chumaceras – bronce; Tuberías – acero
Cabezal de descarga – hierro o acero
En general, las condiciones de servicio que afectan principalmente la selección de materiales son
las siguientes:
Motobombas
5. Motobomba piloto
6. Motobomba principal eléctrica
7. Motobomba principal de combustión
CLASIFICACIÓN DE LAS BOMBAS CENTRÍFUGAS
Las bombas centrífugas pueden ser agrupadas en distintos tipos según los criterios
aplicados en función del diseño, construcción, servicio, etc. por lo que una bomba en
particular puede pertenecer simultáneamente a dos o mas grupos a la vez; algunos de
estos grupos son los siguientes, a saber:
- Basados en el cumplimiento con normas de la industria
- Basado en el número de rotores o rodetes
- Basado en la succión del rotor o rodete
- Basado en el tipo de voluta
- Basado en la ubicación de las conexiones
- Basada en la orientación del eje
- Basado en la orientación de la división de la carcasa
- Basado en el soporte de los rodamientos
- Basado en la conexión del eje al accionamiento
- Basado en el tipo de servicio
De una etapa - Bomba de un solo rotor, para servicio de baja presión de descarga.
De dos etapas - Bomba de dos rotores en serie, para servicio de media presión de
descarga.
De multietapas - Bomba de tres o mas rotores en serie, para servicio de alta presión de
descarga.
De succión simple - El rodete tiene una sola cavidad de succión por donde ingresa el
fluido, su diseño es simple pero el rodete está sujeto a importante empuje axial que
puede causar desbalanceo.
De doble succión - El rodete tiene cavidades de succión de ambos lados por lo cual
está hidráulicamente balanceado aunque susceptible a flujos no equilibrados si la
cañería externa no fue correctamente diseñada.
En una bomba de dos o mas rodetes el diseño del rodete de primera etapa determina si
la bomba es considerada de simple o doble succión.
De doble voluta - La voluta de la bomba dispone de dos labios ubicados 180º entre sí lo
cual incrementa el balance entra cargas radiales, la mayoría de las bombas centrífugas
contemplan este diseño.
Acople integral - Típicamente utilizado en bombas de servicio liviano ya que el eje del
dispositivo de accionamiento es común al eje de la bomba; el montaje del conjunto de
accionamiento-bomba es muy compacto, de bajo peso y de bajo costo.