Universidad de las Américas

Adrián Ulloa

Ensayo

14 de octubre de 2019
 Planes de Contingencia en el Ecuador

En un mundo tan cambiante y con una necesidad de adaptación tan elevada, la

mayoría de las empresas enfocan sus recursos tangibles e intangibles, a poder solventar las

necesidades del mercado, al cumplimiento de su estrategia y objetivos organizacionales.

Pero ¿Hasta que punto llega la capacidad de adaptación de una organización? Ciertamente,

las empresas exitosas son reconocidas por adaptarse a los mercados y a un número

considerable de situaciones. No obstante, la mayoría de las empresas dejan de lado una

parte fundamental, imprescindible para garantizar su funcionamiento y la continuidad de

sus operaciones. Las empresas pueden encontrarse con desafíos imprevistos, ya sean

internos o externos, que pueden afectar sus actividades (Silva, 2019).

Recientemente en el Ecuador, se llevaron a cabo una serie de manifestaciones y

disturbios que perpetraron y paralizaron el funcionamiento de una gran cantidad de

ciudades, incluyendo por su puesto, a las organizaciones que en ellas ejecutan sus

actividades. Si bien se desplegaron una serie estrategias, que buscaron que las empresas

continúen con sus operaciones, estos sucesos, dejaron en evidencia la baja o nula presencia

de planes de contingencia enfocados a manejar una situación de esta índole y magnitud de

forma adecuada (Silva, 2019).

La mayoría de las organizaciones no cuenta con planes de contingencia para

afrontar este tipo de acontecimientos. Esto sucede, porque parten de la concepción de que

nunca pasarán. Esto sucede porque no se cuenta con la información necesaria para tomar

decisiones, y además por la existencia de una gran incertidumbre sobre dicha situación

(Silva, 2019).
 La posible solución a esta realidad, en la que se manejan las organizaciones es

generar un plan de gestión de crisis. Esto requiere en primer lugar, entender cual es el

entorno empresarial en el que se está operando. Segundo, cuales son los factores que tienen

la facultad de ocasionar una posible crisis. Tercero, cuales son los riesgos asociados a estos

acontecimientos, y como evaluarlos, comunicarlos y controlarlos. Todo lo anterior quiere

decir que el poder anticiparse es crucial para la generación de medidas de contingencia que

permitan mantener la continuidad del negocio (Silva, 2019).

Los planes de contingencia, dentro de sus elementos básicos, incluyen a la

evaluación, planificación, simulación y ejecución. A la par de esto, debe existir una

capacitación constante y recurrente del talento humano, facilitando así, la reacción

adecuada del mismo. Además, es imperativo que los colaboradores tengan claro, cuáles son

sus responsabilidades dentro de una determinada crisis.

Queda claro entonces, que la mayoría de las empresas no están preparadas para

crisis como las que vivió el país la última semana. Por lo que se esclarecieron algunas de

las pautas necesarias para poder generar un adecuado plan de acción, enfocando su punto

de partida a la anticipación. De igual forma, es importante la planificación que se le da al

mismo y su evaluación. Para finalizar, después de haber establecido del plan de

contingencia, lo que prosigue es la preparación que las personas tienen para para ejecutarlo,

lo cual será solventando mediante las simulaciones y las capacitaciones a las que serán

sujetos los colaboradores (Silva, 2019). Al estar presentes todas estas variables, las

empresas estarán aportando a que se puedan manejar situaciones emergentes

 Referencias:

Silva, V. (2019). Los Planes de Contingencia son Vitales. Revista Líderes, p. 18.