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Teorías de la conspiración de los alunizajes del Programa Apolo

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Vista de la Tierra elevándose desde el horizonte de la Luna. Algunos denunciantes


sostienen que este tipo de imágenes son falsas, porque no aparecen estrellas. Esta
opinión sin embargo ha sido rebatida por expertos. Ver sección de Fotografías.
Las teorías de la conspiración de los alunizajes del Programa Apolo sostienen que
los alunizajes del programa Apolo entre 1969 y 1972 jamás ocurrieron, sino que
fueron falsificados por la NASA, por orden del gobierno de los Estados Unidos, en
el marco de la carrera espacial que tuvo lugar entre ese país y la Unión Soviética
en las décadas de 1950 y 1960, durante la Guerra Fría.

Los proponentes tienen como principales justificaciones las controversias surgidas


por algunas fotografías y el contexto de Guerra Fría en el que se produjeron los
alunizajes. Científicos, técnicos e interesados en la historia de la exploración
espacial han dado explicaciones racionales a las controversias, rechazando estas
afirmaciones calificándolas de infundadas y de no poseer rigor científico alguno.1

A finales de la década de 2000, la sonda espacial Lunar Reconnaissance Orbiter en


órbita alrededor de la Luna, tomó fotografías en alta resolución de los lugares de
alunizaje de las misiones Apolo, en las que se pueden observar los restos de los
módulos lunares y las huellas dejadas por los astronautas en sus paseos lunares.23
En 2012, nuevas imágenes de mayor detalle mostraban que las banderas plantadas por
los astronautas todavía estaban erigidas en su lugar a pesar del tiempo
transcurrido.45

Índice
1 Introducción
1.1 Principales proponentes
1.2 Defensores de los alunizajes
2 Hipótesis de conspiración
2.1 Falsacionismo
3 Controversias
3.1 Fotografías
3.2 Módulo lunar
3.3 Paseos lunares y gravedad lunar
3.4 Radiación espacial
3.5 Otras cuestiones
4 Fotografías de los lugares de alunizaje
5 Filmes y vídeos
6 Galería de vídeos
7 Véase también
7.1 Documentales
8 Referencias
9 Bibliografía
10 Enlaces externos
10.1 Artículos a favor de la teoría de la conspiración
10.2 Artículos en contra de la teoría de la conspiración
10.3 Otras fuentes de información
Introducción

Buzz Aldrin y Neil Armstrong en un entrenamiento de la NASA. Los denunciantes de la


conspiración argumentan que las filmaciones reales también se hicieron en un
escenario como este.
Esta creencia afirma que los alunizajes del Apolo 11 del 20 de julio de 1969 y las
siguientes misiones Apolo nunca ocurrieron, sino que fueron filmadas en la Tierra.
En su libro Un hombre sobre la Luna,6 el experto en el programa Apolo Andrew
Chaikin menciona que en el momento de la misión del Apolo 8 en la órbita lunar en
diciembre de 1968, esas historias de conspiración ya circulaban como rumores.6

En 1967, el dramaturgo británico Desmond Lowden escribió un guion llamado The News-
Benders en el cual todos los principales avances tecnológicos desde 1945 eran
simulados. El guion fue presentado en enero de 1968 y mostraba la falsificación de
un alunizaje con maquetas.

La Sociedad de la Tierra Plana lanzó una de las primeras quejas sobre la veracidad
de las misiones Apolo. Afirmaban que varias de las fotografías del Apolo 8 con la
Luna en primer plano y la Tierra como fondo eran falsas. La primera razón de su
declaración era que no se ajustaba a su creencia de que la Tierra es plana.78 El
primer intento de establecer estas denuncias como hechos concretos fue la
publicación por Bill Kaysing del libro Nunca fuimos a la Luna (1974). Aunque quizá
uno de los más conocidos sea NASA mooned America9 escrito por Ralph Rene y
publicado en 1992.

La folklorista Linda Dégh sugiere que la idea pudo adquirir popularidad tras el
estreno en 1978 de la película de ciencia ficción Capricorn One, que muestra a la
NASA intentando falsificar un aterrizaje en Marte. Hace notar que esto ocurrió
pocos años después del escándalo Watergate, en una época en la que los ciudadanos
estadounidenses tendían a desconfiar de las versiones oficiales. Dégh afirma: "Los
medios catapultan verdades a medias hacia una zona de penumbra en la que la gente
puede hacer que sus propias conjeturas pasen por verdades. Los medios de
comunicación de masas tienen un impacto terrible en la gente que carece de
criterio."10

De acuerdo con una encuesta de Gallup de 1999, cerca del 6 % de la población de


Estados Unidos tiene dudas sobre la veracidad de la llegada a la Luna.1112«Aunque 6
% literalmente se traduce en millones de personas [...] no es inusual encontrar que
en una encuesta típica muchas personas están de acuerdo con cualquier pregunta que
se les haga. Así que la mejor interpretación es que esta teoría en particular no
está ampliamente extendida».

La reacción inicial de la NASA ante las acusaciones fue de indiferencia general.


Finalmente encargó en 2002 al ingeniero espacial y escritor James Oberg la
publicación de un libro en el que se refutaran las afirmaciones de conspiración.
Sin embargo, pocos días después la NASA se retractó, por miedo a la mala
publicidad. Oberg anunció que continuaría con el libro de manera independiente,
analizando también en él los orígenes socioculturales de las «teorías» sobre
conspiraciones.13

Philip Plait, uno de los más entusiastas refutadores de las creencias sobre
conspiraciones acerca del viaje a la Luna, dice que sería apropiado que la NASA
diera respuesta a las preguntas hechas, y según él la NASA se niega a responder a
las preguntas de los acusadores porque considera de «escasa dignidad» el verse
obligada a hacerlo. Por otro lado, James Oberg afirma que la reacción oficial de la
NASA en la televisión ha sido bastante torpe y contraproducente cuando Brian Welch,
un alto funcionario del departamento de relaciones públicas de la NASA, afirmó que
todas las acusaciones eran falsas pero no se molestó en proporcionar demasiada
evidencia.14

Principales proponentes
Bill Kaysing: antiguo empleado del Departamento de Publicaciones de Rocketdyne15
(empresa contratista de la NASA). Aunque era licenciado en literatura inglesa y no
tenía formación técnica, publicó en junio de 19761617 el libro Nunca fuimos a la
Luna, que lo convirtió en el padre de la hipótesis del fraude lunar.
David Percy: experto en fotografía y audiovisuales. Autor del documental ¿Qué
sucedió en la Luna?, sostiene que los errores en las fotografías lunares son tan
obvios que él cree que fueron hechos a propósito por personal interno de la NASA
para avisar al público sobre el montaje.
Ralph Rene: inventor autodidacta y editor. Autor del libro NASA Mooned America
(1992).
Bart Sibrel: periodista y director de cinematografía. Autor del documental Algo
extraño sucedió en el viaje a la Luna. Afirma que ninguno de los viajes tripulados
a la Luna tuvo lugar.
Richard Hoagland: ufólogo. Sostiene que los astronautas encontraron extraterrestres
en la Luna y la NASA decidió ocultarlo trucando las fotografías. Escribió Who
mourns for Apollo? [¿Quién se duele por el Apolo?] donde escribe en defensa de la
veracidad de las misiones Apolo, contradiciendo las denuncias de David Percy.
Jack White: fotógrafo profesional. Denunciante de aparentes irregularidades en las
fotografías tomadas en el satélite. Analiza múltiples fotografías de los vuelos
Apolo en su publicación18 comparándolas entre ellas y mostrando coincidencias que
según él prueban que aún siendo ciertos los alunizajes, las imágenes mostradas no
proceden de la Luna.
Defensores de los alunizajes
Todos los astronautas de las misiones Apolo (que alunizaron) han corroborado que
estuvieron en su superficie con sus testimonios, en múltiples entrevistas y
conferencias, siendo el más activo Edwin Aldrin.
La comunidad científica internacional ha respaldado la veracidad de los alunizajes,
y en concreto varios científicos han respondido con mayor detalle las acusaciones
de fraude:
Phil Plait: astrofísico y divulgador científico. Mantiene la página web Bad
Astronomy, dedicada a rebatir creencias pseudocientíficas sobre astronomía y
ciencia en general.
James Oberg: ingeniero, escritor y experto en historia espacial (sobre todo en el
programa espacial de la URSS).
Harald Lesch: físico, profesor de la Universidad Sternwarte de Múnich y presentador
del programa de divulgación científica Alfa Centauro, donde ha realizado
explicaciones físicas al respecto.19
James V. Scotti: astrónomo estadounidense.
Jay Windley: ingeniero aeroespacial, quien ha participado en documentales como The
Truth Behind the Moon Landings, además de disponer una página web, Clavius Moon
Base,20 donde se rebaten los argumentos conspiradores.21
Miembros de agencias espaciales y organizaciones científicas ajenas a la NASA, como
Prakash Chauhan, de la Organización de Investigación Espacial India (ISRO), quien
ha afirmado comprobar mediante observaciones independientes (de la sonda
Chandrayaan 1) los restos de los alunizajes.2223
Hipótesis de conspiración
Las acusaciones sobre la falsificación de los alunizajes son teorías sobre
conspiraciones o afirmaciones de que conspiradores en posesión de conocimiento
secreto engañaron al público en pos de fines ocultos. En el caso de los alunizajes,
el motivo sería el afán de los Estados Unidos de descender en la Luna antes que su
rival en la carrera espacial,24 la entonces Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas (URSS).

Sibrel argumenta25 que el fraude fue realizado debido a que existía la percepción
de que si Estados Unidos ponía un hombre en la Luna antes que la Unión Soviética,
esto significaría la primera gran victoria en la Guerra Fría —puesto que los
soviéticos ya habían sido los primeros en poner un satélite artificial en órbita
(Sputnik, 1957), el primer hombre en el espacio, y el primer paseo espacial—, en
una década turbulenta para Estados Unidos durante la cual sólo tenía para mostrar
una serie de fracasos, entre los que se destacaban el desastre de la Invasión de
Bahía de Cochinos, el asesinato de Martin Luther King, la guerra de Vietnam, el
asesinato de John F. Kennedy, el surgimiento de la Contracultura de los sesenta,
etc.

Aquellos que niegan las creencias conspirativas afirman que este mismo argumento
haría que fueran los soviéticos los primeros interesados en detectar un fraude y
los únicos con los equipos necesarios para hacerlo. Al no haber publicado tales
pruebas habría que llegar a la extraña conclusión de que ellos fueron cómplices en
contra de sus propios intereses.

Falsacionismo

Anortosita ferrosa lunar #60025 (feldespato plagioclasa).


Recolectado por el Apolo 16 cerca del Cráter Descartes
Museo Nacional de Historia Natural (Washington, D. C.).

Retrorreflector instalado por el Apolo 11 sobre la superficie lunar. Estos equipos,


junto a otros instalados por el Apolo 14 y el Apolo 15 se utilizan actualmente para
medir con exactitud la distancia a la Luna mediante rayos láser enviados desde la
Tierra.
Los críticos con la creencia en la falsificación de los alunizajes del Apolo dicen
que no es falsable y por tanto no es una teoría sino más bien una creencia acerca
de una compleja conspiración social.

Parte de la evidencia científica del alunizaje humano es el hecho de que las


misiones Apolo 11, 14 y 15 dejaron retrorreflectores sobre la superficie lunar,26
que formaban parte del equipo de experimentos (ALSEP), donde los científicos pueden
reflejar rayos láser para medir la distancia de la Tierra a la Luna. Estos
reflectores generalmente se ofrecen como evidencia de los alunizajes, pero los
denunciantes de la conspiración alegan que los reflectores pudieron ser dejados
allí por misiones no tripuladas. La misión rusa Lunojod 1, por ejemplo, dejó un
espejo francés sobre la superficie de la Luna. El punto principal es que los restos
mecánicos no se pueden usar, estrictamente, como evidencia de alunizaje humano.

Sin embargo, no se ha proporcionado evidencia alguna de que esas misiones no


tripuladas tuvieran lugar, a pesar de que países como la Unión Soviética, y otros,
habrían tenido motivos para denunciarlo si se hubiera dado el caso, y de que los
lanzamientos espaciales están controlados por astrónomos aficionados y por los
observadores de satélites.27

Otra posibilidad sería el uso de telescopios poderosos para ver los sitios de
alunizaje del Apolo. Se podría así ver la evidencia dejada por los astronautas
sobre la superficie de la Luna. Desafortunadamente los telescopios no son tan
poderosos como para detallar el módulo lunar y mucho menos las huellas dejadas por
las pisadas de los astronautas.28 Actualmente, las imágenes de mayor resolución de
los equipos dejados en la superficie lunar proceden de la sonda de la NASA Lunar
Reconnaissance Orbiter, que tras su entrada en órbita lunar en 2009 fotografió los
módulos de las misiones Apolo y sus sombras en la superficie lunar.29

Los astronautas de las misiones Apolo trajeron asimismo unos 382 kg de rocas
lunares, que han sido utilizadas por geólogos de decenas de instituciones
científicas para avanzar en el conocimiento de la geología de la Luna. Algunas de
las características de estas rocas no pueden ser reproducidas a partir de rocas
terrestres, como alegan los denunciantes de la conspiración. Las rocas lunares
carecen de agua (al contrario que las terrestres), su superficie está literalmente
bombardeada por la acción de pequeños micrometeoritos a lo largo de millones de
años, y contienen isótopos de algunos elementos en proporciones diferentes a las de
la Tierra.30 Asimismo, las rocas lunares traídas por los vuelos Apolo tienen las
mismas características que las muestras recogidas por las sondas lunares
automáticas de la URSS.31

Adicionalmente, decenas de astrónomos, profesionales y aficionados, fotografiaron


las naves Apolo en sus viajes hacia la Luna32 y los radioaficionados pudieron
seguir las conversaciones de los astronautas a través de modestos radiotelescopios,
apuntándolos hacia la región exacta del cielo donde se encontraba la nave.33
Véase también: Evidencia independiente de los alunizajes del Programa Apolo

Controversias
Fotografías
A continuación se presentan algunos de los argumentos y contraargumentos. Para más
detalles, consulte los enlaces externos:

1. ¿Por qué la bandera estadounidense ondea en algunas fotografías y vídeos si no


hay viento en la Luna?24

En las fotografías se puede observar que la bandera tenía un mástil superior para
que permaneciera extendida (ver, por ejemplo, as11-40-5874). Los astronautas movían
la bandera al colocarla, y tenía arrugas y ondulaciones por haber estado replegada
durante el viaje hacia la Luna,34 lo que le daba en las fotografías una apariencia
que puede confundirse con la de una bandera ondeando. Sin embargo, en los vídeos
grabados en la Luna se puede observar que la bandera queda completamente quieta
poco después de que los astronautas dejaran de moverla, y permanecía así mientras
los astronautas no la movieran. Además, el hecho de que en la superficie lunar no
haya atmósfera hace que no exista resistencia al movimiento: es por eso que la
bandera permanece en movimiento durante un mayor período de tiempo.

Fotografía a la bandera estadounidense durante el Apolo 11.


Archivo:Ap14 flag.ogv
Momento en el cual se planta la bandera estadounidense durante el Apolo 14.
2. Los astronautas tomaron miles de fotografías, todas ellas perfectamente
expuestas y enfocadas. Los rollos de repuesto no fueron afectados por la intensa
radiación cósmica sobre la Luna, condición ésta que debió haberlos dañado. Ellos
lograron ajustar sus cámaras, cambiar los rollos y cambiar filtros con sus trajes
presurizados.

Muchas de las fotografías tienen defectos: o están desenfocadas o veladas. Las


fotografías y los vídeos de los paseos lunares se pueden consultar en el Apollo
Lunar Surface Journal. Las cámaras fueron modificadas a pedido por el fabricante
sueco Hasselblad, para que pudiesen afrontar las condiciones de vacío y radiación
que tienen lugar en el espacio.35 Por otra parte las cámaras llevaban rollos
herméticos y al gastarse la película no eran cambiados como se argumenta.
3. Muchas de las fotos de los paisajes lunares de la NASA no tienen sombras
paralelas. Este tipo de sombras sólo se pueden crear con varias fuentes de luz o
con un foco cercano, pero la única fuente de luz en la Luna es el Sol.25

Si hubiera varias fuentes de luz los astronautas y objetos tendrían más de una
sombra, cosa que no sucede. Las sombras no paralelas se producen debido al «efecto
de perspectiva» que sucede también en la Tierra.36 Las sombras, además, no tienen
por qué ser paralelas en un terreno irregular, como es el caso de la Luna.37 Por
otro lado, muchas copias de las imágenes originales han sido retocadas para su
publicación en los medios por motivos estéticos o simplemente han perdido su
nitidez inicial por la realización de múltiples copias sucesivas, lo que produce el
«efecto foco» mencionado.

Fotografía original de Buzz Aldrin durante la misión Apolo 11.

Copia posterior de la misma imagen. El contraste ha sido alterado y produce un


«efecto foco».
4. La bandera y las palabras «United States» siempre brillan, aun cuando todo es
oscuro alrededor. Algunas de las fotografías fijas no encajan con las tomas de
vídeo; sin embargo, la NASA afirma que las tomó al mismo tiempo.

La superficie lunar refleja parte de la luz del Sol, iluminando las partes
oscurecidas del módulo, cuyo material era además reflectante. No es cierto que las
fotografías no coincidan con los vídeos grabados. Científicos y geólogos de todo el
mundo las han analizado durante décadas, sin hallar ninguna anomalía.38
5. Se argumenta que la ausencia de estrellas en las fotografías de la Luna es
inaceptable, a pesar de la falta de atmósfera para oscurecer la visión.24 Yuri
Gagarin dijo que las estrellas eran tremendamente brillantes. Sin embargo, las
fotografías de la NASA no muestran estrellas en el cielo lunar. Se alega que la
razón por la cual no aparecen estrellas en las fotos es porque los astrónomos
calcularían sus posiciones y configuración y notarían algo incorrecto; por lo
tanto, el montaje sin estrellas era más fácil de manejar.

Tampoco aparecen estrellas en las fotografías tomadas desde el transbordador


espacial, la estación espacial Mir o la Estación Espacial Internacional. La razón
es que son demasiado débiles para ser captadas en una imagen fotográfica
convencional. Es necesario un tiempo de exposición mayor de 20 segundos, y el
tiempo de exposición de las fotografías de las misiones Apolo era de una fracción
de segundo.39 Las fotografías espaciales en las que aparecen estrellas son de larga
exposición.
La visibilidad de las estrellas por parte de los astronautas depende mucho de las
condiciones de observación. Gagarin, por ejemplo, pasó buena parte de su vuelo a la
sombra de la Tierra, debido a que su nave volaba en una órbita baja. Esto
facilitaba que sus ojos se acostumbrasen a la penumbra y fuera más fácil ver las
estrellas. Lo mismo ocurre en los vuelos del transbordador espacial. Sin embargo,
los vuelos Apolo salían de la sombra proyectada por la Tierra en cuanto se alejaban
de ésta, y por tanto era más difícil para los astronautas divisar las estrellas.

Fotografía de corta exposición de la Estación Espacial Internacional (ISS) tomada


desde el Transbordador Atlantis. No muestra estrellas en el cielo.

La estación espacial Mir en junio de 1995, igualmente sin estrellas en el fondo del
espacio.

Fotografía de larga exposición captada por el telescopio ultravioleta llevado por


la misión Apolo 16 a la superficie lunar. Captó correctamente las estrellas.

Una cámara Hasselblad 500EL Data, con óptica Carl Zeiss y cartucho de película de
70 mm, similar a las usadas por los astronautas del Programa Apolo.
6. La pureza del oxígeno en el módulo lunar habría derretido la cubierta de la
cámara Hasselblad, produciendo gases venenosos. ¿Por qué no les pasó nada a los
astronautas?40

La cubierta de las cámaras Hasselblad utilizadas en los vuelos Apolo no era la


misma que la de las unidades normales que vendía Hasselblad. Fue modificada para
adaptarla a las condiciones que se iban a encontrar en el espacio.3541
7. Las imágenes de televisión del Apolo 11 eran bastante malas; sin embargo, éstas
mejoraron mágicamente en las siguientes misiones.42

El Apolo 11 no utilizó una antena de alta ganancia, como las que utilizaron las
misiones posteriores. Esta antena era capaz de transmitir imágenes en color.43
8. ¿Por qué la mayoría de las fotos de los Apolo tienen líneas claras de definición
entre el frente y el fondo?

Es lógico esperar una mayor nitidez en las fotografías lunares. Allí, al no haber
atmósfera, los objetos lejanos (montañas, etc.) no se ven tan borrosos como pueden
aparecer aquí en la Tierra.
9. ¿Por qué una de las fotografías muestra una roca marcada con la letra «C»
mayúscula sobre otra «C» marcada sobre el suelo lunar?

En realidad, la «C» es un pelo introducido durante el revelado, como quedó


demostrado en la ampliación de la imagen que realizó el Instituto Lunar y
Planetario.44 La imagen que contiene la «C» no es la original; es una de las muchas
copias de cada fotografía. La «C» no aparece en ninguno de los originales de la
fotografía; ni tampoco en ninguna de las copias de la fotografía anterior, as16-
107-17445, tomada con unos segundos de diferencia, y que muestra la misma roca.
Esos pelos o fibras aparecen en otras fotografías, debido al mismo motivo. Una
copia de la imagen as11-40-5961 muestra incluso cuatro pelos.45
La marca similar que parece verse en el suelo está formada por la sombra de piedras
más pequeñas, y se pueden encontrar sombras similares en otras fotografías lunares,
que se pueden confundir por pareidolia con objetos reales.

Fotografía original (AS16-107-17445)

Fotografía original (AS16-107-17446)

Detalle de la fotografía AS16-107-17446 (copia posterior).

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