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LA REALIDAD HISTÓRICO – SOCIAL Y UNA CRÍTICA A LA

ECONOMÍA - II PARTE
Por : Alberto Quedas (DIC. 2019).

“¡La verdad nos inquieta, seamos humildes, no soberbios!”: Gerardo Chávez.

El departamento de Loreto debiera ser una potencia mundial, pero


sólo recordar su zona baja de Belén, que vive en condiciones
infrahumanas, de las más pobres, contaminadas, infectadas e
insalubres del Perú.

Para este artículo de mi Facebock, que complementa la I Parte de


fecha 6.DIC.2019, me apoyaré en un material expuesto en un Taller
trabajado hace un tiempo atrás y que fuera dirigido a Dirigentes
Sindicales en Lima. Mi motivación surge desde una perspectiva de las
Ciencias Sociales y de una posición humanitaria fecunda que busca
conectar frente al vacío generacional.

1. La realidad histórico – social

Un valor supremo que debemos despertar y cumplir en el Perú actual es


que todo peruano, más aún el dirigente social, pueda analizar, definir,
producir y publicar su aporte al cambio histórico - social de nuestro país,
por: 1. Ser un legado patrimonial y cultural de los antepasados y de las
venas - raíces de quienes nos antecedieron, hacia las nuevas genera-
ciones, y 2. Estar conforme con los derechos a la verdad y la
transparencia de los hechos delictuosos probados y sancionados.

El Perú y su sociedad son modelos conservadores, que en la lucha del


trabajo vs capital se favorece a este último factor, sabiendo que ahora el
planeta gira hacia la era del conocimiento, que inyecta innovación y
productividad al proceso productivo de bienes y servicios, en su calidad de
nueva y preferente fuente contemporánea de crear la riqueza.

Es cierto también, que se han ido modificando ciertos rasgos, como refleja
nuestra selección de futbol, en cuyo fondo fermenta un nuevo espíritu
generacional, pero toca advertir riesgos y peligros mayoritarios, como el
dilema ético-moral con una corrupción institucional; internet restando el
pensar racional en favor de sumar comportamientos emocionales;
tecnología digital invadiendo campos cerebrales, con la inteligencia
artificial, entre otros diferenciables.

2. Desventajas del Perú ante el conocimiento:

El gobierno peruano, neo liberal, creyente en la insustituible “solución


salvadora” de la inversión extranjera, pero no sabemos para qué interés
servirá finalmente, porque la realidad investigada por Fernando Villarán
(2017), nos dice que : Invertimos menos en educación, según la región;
casi no invertimos nada en ciencia y tecnología; mantenemos
abandonadas a nuestras universidades públicas; no salimos del círculo
vicioso de vender materias primas, reciclando actividades de menor
conocimiento y valor agregado; acciones de sectores políticos y religiosos
que actúan con la mentira y falsedad. atacan a la ciencia, conviven con la
informalidad y alientan la corrupción, fijación en el capital y desprecio por
el conocimiento; los cuales nos conducen a la mediocridad. Luego, Dicho
intelectual y ex dirigente sindical bancario, recomienda ejecutar Políticas
hacia una sociedad del conocimiento:

1. Educación de calidad (en todos los niveles).


2. Inversión prioritaria en investigación científica y tecnológica.
3. Promoción de la innovación.
4. Facilitación del emprendimiento intensivo en conocimiento.
5. Apoyo a las exportaciones con valor agregado.
6. Búsqueda y compromiso del talento humano, entre otras necesarias.

Vivimos y nos reencontramos así en este Perú real, objetivo y sensible;


compartimos voluntad e integridad con nuestro Barrio Distrital,
Urbanización o Comunidad Rural, actuando con solidaridad, cuidado e
independencia porque es la existencia cotidiana, la que determina la
brillantez de la conciencia, y no al revés; la realidad es dinámica y sus
flujos son constantes; el mundo cambia, las personas también; y los
grupos tienen intereses distintos.

La historia, la economía y la política están unidas por el ejercicio de sus


prácticas, como : para explicar el pasado, se aplica la historia; para criticar
el presente, se utiliza la economía política; y para proyectar el futuro, se
propone la asunción del poder político por las grandes mayorías.
3. ¿Para qué nos sirve la Historia?
La Historia es una herramienta crítica y concientizadora del juicio moral de
la necesidad de cambio de la sociedad en que vivimos; permite estudiar
las sociedades en sus condiciones económicas: formas de propiedad, la
superproducción, el sometimiento de las naciones al capital, entre otras;
describir el desarrollo de la historia en base a las contradicciones de las
clases sociales (trazar el carácter histórico y mortal del capitalismo), y
demostrar cómo las personas encausan su propia historia, delinean una
evolución humana a través de etapas, definidas por la naturaleza de las
relaciones que se establecen entre aquellos/as que participan en el
proceso productivo (amo-esclavo, señor feudal-vasallo, burgués-
proletariado, corporación-colaborador).

Luego, una buena estrategia para escribir la historia real, es considerar la


existencia material y concreta misma, la que establece la conciencia para
actuar en el medio, el sistema que nos rodea. Si nos retrasamos sólo en el
nivel de las representaciones, acabaremos perdiendo la carrera, fuera de
la capacidad de observación objetiva de los fenómenos histórico-sociales.
Ejemplo no repetible es, por el facilismo de quedarnos relegados como
pseudos historiadores: «Debemos concluir que la democracia política se
ha realizado ya plenamente, porque ha vencido en el terreno ideológico»,
presuponiendo una coincidencia entre ideología y realidad, cuando sólo es
un dato más a evidenciar.

El elemento principal de la realidad histórico – social, como esclareció


Marx: es la materia, que por esencia es dinámica, evolutiva y actúa
dialécticamente, según procesos de tesis-antítesis-síntesis (vinculada al
movimiento y al cambio), donde las contradicciones materiales se
desarrollan en el propio ámbito del capitalismo. Ejm. la mayor refinería del
mundo es La Oroya y a la vez, es una de las más contaminantes - plomo.

Los cambios y la interacción son esenciales para producir diferentes


procesos sociales y económicos, que se debaten en lucha por sus
elementos contradictorios, y de esta confrontación se manifiesta la
dialéctica, para liberar nuevos cambios.

El materialismo histórico es la aplicación del materialismo dialéctico a los


fenómenos históricos y sociales: nos explica la evolución de la sociedad
humana y del hombre como individuo, mediante factores principalmente
materiales y, concretamente, mediante factores económicos.

Incluso, la persona no puede ser tratada como un objeto al que le suceden


cosas, porque ella es la protagonista de su vida y de la historia. Y
la historia viene determinada por las relaciones económicas de producción,
y estas a su vez, están en función de sus modos de producción
existentes.

4. El materialismo histórico es una alternativa.

La primacía de la materia sobre la conciencia, es un poderoso salto


cualitativo científico - universal: al aumentar la comprensión y explicación
de la naturaleza, y posibilitar mayor control y libertad a través del avance
tecnológico.

La cosmovisión científica del siglo XXI se basa en suposiciones muy


relacionadas con la física clásica (materialismo) y en modelos post-
modernos (espiritualmente, alma, energía), que tratan a la materia como
un componente fundamental del universo.

5. Los factores componentes de la sociedad son dos:


5.1 La infraestructura económica: el sujeto y el motor de la historia son
los factores económicos. La economía se basa en el modo de procurarse
los medios de subsistencia; ese modo es el trabajo, la producción.
según el modo de producción se establecen las relaciones sociales o de
producción.
5.2 La superestructura: son los demás factores de una sociedad: arte,
religión, derecho, moral, filosofía, etc., que resultan creados y modificados
de dicha infraestructura económica y que está siempre al servicio de la
clase dominante.

6. La división de la sociedad.
La sociedad se divide esencialmente en dos (2) clases sociales:
1. Clase dominante (explotadora, capitalista) y
2. Clase dominada (explotada, proletaria).
Y siempre fue igual, toda la historia de la humanidad tiene como verdadero
motor la lucha entre clases: en la antiguedad: amos vs. esclavos; en la
edad media: señores feudales vs. siervos; en la edad moderna: capitalistas
vs. proletarios; en la edad contemporánea: dueños de recursos y saberes
vs. desposeídos. Así, la historia de la sociedad, es la historia de su lucha
de clases, clases que son el producto de las relaciones económicas.
La lucha de clases tiene lugar de modo dialéctico: una es la tesis, la otra la
antítesis y de ellas surgirá la síntesis. Ejm. tesis propuesta: dueños de
recursos, incluso saberes; antítesis: desposeídos-ejecutores; y
síntesis: sociedad socialista.

7. La realidad peruana actual


El grupo Odebrechdt de Brasil, representa un poder en Latinoamérica que
debe responder por la corrupción a empresarios sin valores, ética y
responsabilidad social, para someter gobiernos y acaparar el presupuesto
público. Representa la ideología de solo ganar dinero y a cualquier precio,
que no entiende, ni atiende a la realidad a la cual debe destinarse.
Las empresas peruanas consorciadas, como Graña y Montero, compañía
San Martín S.A., ENAGÁS PERÚ, JJC Contratistas Generales S.A.,
Ingenieros Civiles y Contratistas Generales S.A, Club de la Construcción,
etc.
Los gobiernos como Toledo-PPK (2001-2006), García (2006-2011) y
Humala (2011-2016) , que suman sobornos por US $ 29 millones, con
utilidades por US $ 143 millones declarados y un saldo: US $ 114
millones (20.30%).
La CGR señala US $ 250.9 millones de perjuicios al Estado en solo 3
proyectos (Gasoducto sur peruano, Tramo 1 del Metro de Lima e
Interceptor norte). PPK, en funciones de ex premier 2001-2006 (Caso
Lava Jato).

8. La historia y su evolución.
La Historia es el resultado de la lucha de clases, lo cual va dando lugar al
cambio de los modos de producción, estos últimos son la manera de
producir los bienes materiales según las siguientes sociedades: En la
Primitiva: propiedad colectiva de los bienes; Esclavista: dominio y
sometimiento; el esclavo es el instrumento del amo; Feudal: señor dueño
de la tierra, el siervo la trabaja; Capitalista: el capitalista es el dueño de los
medios de producción y de la fuerza de trabajo que desarrolla el
trabajador; Socialista: propiedad colectiva de los medios de producción, y
Post capitalista: compartimiento de recursos, saberes y tecnología.

CRÍTICA A LA ECONOMÍA

1. La economía, como herramienta de cambio


La economía no es sólo un asunto de los profesionales economistas.
La ciencia económica es un quehacer que suma las ideas, formas,
métodos y acuerdos, que civilizadamente permite revertir los males, de las
terribles prácticas de: el dominio financiero grupal del mundo, contrabando
interno y externo; especulación, acaparamiento y usura; extracción de
divisas; la no reinversión, y el despojo de recursos, (…), causados a un
país, con daño irreversible a las grandes mayorías poblacionales, salvo a
costo de muchas generaciones.

Adam Smith, Robert Malthus y David Ricardo postularon: el mercado auto


regulado por la ley de la oferta y la demanda; la defensa de la no
intervención estatal en la economía, y la reducción máxima de
los gastos improductivos del Estado.

Marx analiza, basado en la evolución de la economía real y no en


estructuras económicas hipotéticas, como el trueque.

La economía clásica, es un mero instrumento ideológigo para justificar la


estructura capitalista, la alienación que de ella resulta, de presentar al
capitalismo como si fuese algo natural y sin historia y, por tanto, como la
única alternativa para el desarrollo de la humanidad. esta economía trata
las relaciones humanas como relaciones entre cosas, ocultando la
explotación de unas clases sobre otras. parte de la propiedad
privada aunque no la explica, ni tampoco el fundamento de la división de
trabajo y capital, etc.

Luego, la economía política clásica no puede ser considerada una ciencia,


salvo como una forma de catecismo capitalista.

Marx efectúa el análisis económico del capitalismo desde una perspectiva


científica, enfocado en: la teoría del valor (de uso y de cambio); la
plusvalía; el fetichismo de la mercancía; el análisis de la estructura
económica, mediante los modos, fuerzas y relaciones de producción.

Marx reduce el estudio de la sociedad a dos grandes clases sociales: 1.


Propietarios de los medios de producción, y 2. No propietarios.

Las relaciones jurídicas y las formas de Estado se pueden comprender por


las condiciones materiales de vida, que Hegel resume en la “sociedad
civil”, cuya anatomía debe buscarse en la economía política.
En la producción social de su vida los hombres establecen relaciones
necesarias e independientes de su voluntad (relaciones de producción)
que corresponden a una etapa determinada de desarrollo de sus fuerzas
productivas materiales.

El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura


económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la
superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas
formas de conciencia social.

El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida


social política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la
que determina su ser, porque el ser social es lo que determina su
conciencia.

Al llegar a una etapa determinada de desarrollo las fuerzas productivas


materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de
producción existentes. Según las formas de desarrollo de las fuerzas
productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas, y se abre así
una época de revolución social. Al cambiar la base económica, se
transforma la superestructura construída sobre ella.

2. Debemos entender y distinguir: 1. Cambios materiales ocurridos en


las condiciones económicas de producción, que pueden apreciarse con la
exactitud propia de las ciencias naturales, y 2. Formas jurídicas, políticas,
religiosas, artísticas o filosóficas (Ideológicas) que permiten adquirir
conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo.

Si no podemos juzgar a un individuo por lo que piensa de sí, tampoco


podemos juzgar a estas etapas de transformación por su conciencia, sino
explicar esta conciencia por las contradicciones de la vida material, por el
conflicto existente entre las fuerzas productivas sociales y las relaciones
de producción. Ninguna formación social desaparece antes de que se
desarrollen todas las fuerzas productivas que caben dentro de ella, y
jamás aparecen nuevas y más elevadas relaciones de producción antes de
que las condiciones materiales para su existencia hayan madurado dentro
de la propia sociedad antigua.

Por eso, la humanidad se propone siempre únicamente los objetivos que


puede alcanzar, porque, mirando mejor, se encontrará siempre que estos
objetivos sólo surgen cuando ya se dan o, por lo menos, se están
gestando, las condiciones materiales para su realización.

A grandes rasgos, podemos designar como otras tantas épocas de


progreso en la formación económica de la sociedad el modo de producción
asiático, el antiguo, el feudal y el moderno burgués. Las relaciones
burguesas de producción son la última forma antagónica del proceso social
de producción; antagónica, no en el sentido de un antagonismo individual,
sino de un antagonismo que proviene de las condiciones sociales de vida
de los individuos. Pero las fuerzas productivas que se desarrollan en la
sociedad burguesa brindan, al mismo tiempo, las condiciones materiales
para la solución de este antagonismo. Con esta formación social se cierra,
por lo tanto, la prehistoria de la sociedad humana.

3. A modo de conclusiones, se puede decir:


a. En la producción de los trabajadores, se mantienen relaciones
determinadas, necesarias e independientes de su voluntad. Estas
relaciones de producción corresponden a un grado determinado de
desarrollo de sus fuerzas productoras materiales.
b. El conjunto de estas relaciones de producción constituyen la
estructura económica de la sociedad, la base real sobre la cual se
eleva una superestructura jurídica y política, y a la que corresponden
formas determinadas de conciencia.
c. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de
vida social, política e intelectual en general. La conciencia de los
hombres no determina la realidad, al contrario, la realidad social es la
que determina su conciencia.

Rescatando las fuentes mismas: "El cambio que se ha producido en la


base económica trastorna más o menos lenta o rápidamente toda la
colosal superestructura. Al considerar tales trastornos importa siempre
distinguir entre el trastorno material de las condiciones económicas de
producción -que se debe comprobar fielmente con ayuda de las ciencias
físicas y naturales- y las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o
filosóficas; en una palabra, las formas ideológicas bajo las cuales los
hombres adquieren conciencia de este conflicto y lo resuelven (…)".

"Durante el curso de su desarrollo, las fuerzas productoras de la sociedad


entran en contradicción con las relaciones de producción existentes o, lo
cual no es más que sus expresión jurídica, con las relaciones de propiedad
en cuyo interior se habían movido hasta entonces. De formas evolutivas de
las fuerzas productoras que eran, estas relaciones se convierten en trabas
de estas fuerzas. Entonces se abre una era de evolución (revolución)
social (…)

"Es preciso, por el contrario, explicar esta conciencia por las


contradicciones de la vida material, por el conflicto que existe entre las
fuerzas sociales de producción. Una sociedad no desaparece nunca antes
de que se desarrollen todas las fuerzas productoras que pueda contener, y
las relaciones de producción nuevas y superiores no aparecen jamás antes
de que las condiciones materiales de existencia de esas relaciones se
hayan incubado en el seno mismo de la vieja sociedad.

Por eso la humanidad no se propone nunca más que los problemas que
puede resolver, pues el problema no se presenta más que cuando existen
las condiciones materiales para resolverlo, o se encuentran en estado de
existir. Esbozados a grandes rasgos, los modos de producción asiáticos,
antiguos, feudales y burgueses modernos son las épocas progresivas de
formaciones sociales y económicas que se pueden distinguir.

Las relaciones burguesas de producción son la última forma antagónica


del proceso de producción social, no en el sentido de un antagonismo que
nace de las condiciones sociales de existencia de los individuos. Las
fuerzas productivas que se desarrollan en el seno de la sociedad burguesa
crean al mismo tiempo las condiciones materiales para resolver ese
antagonismo. Con esta formación social termina pues, la prehistoria de la
sociedad humana" (Marx, "Contribución a la crítica de la economía política"
Prefacio).

En efecto, el trabajador/a común y con familia a cargo, deberá hacer


grandes esfuerzos para poder luchar por la justicia de su Sociedad, en que
le tocó sobrevivir. Éste es el desafío de aquellos seres que intenten recrear
sus retos.

Muchas gracias por su audiencia, este sencillo trabajador debe continuar


con sus demás tareas.

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