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CONVERSIÓN TERMOQUÍMICA
noviembre de 2009
ISBN: 978-959-16-1131-4
2
Dedicatoria
A mi familia
3
Índice
CONTENIDO Página
Agradecimientos 4
A los lectores 6
Introducción 6
1-La energía dura y su impacto negativo 7
2-Fuentes energéticas sostenibles 9
2.1-Energía a partir de la biomasa 9
3-Transformación termoquímica 12
3.1-Descomposición térmica de la madera 13
3.1.1-Combustión 13
3.1.2-Pirólisis 14
3.1.2.1-Clasificación de los productos de la pirólisis 15
3.1.2.2-Hornos de ladrillo 19
3.1.2.2.1-Los ladrillos 21
3.1.3-Licuefacción 22
4-Determinación del poder calórico a través de ecuaciones 23
5-Gasificación completa (obtención de energía) 27
5.1-Clasificación de la gasificación 28
5.1.1-Tipos de gasificadores 29
5.1.1.1-Gasificador de corriente ascendente o de tiro directo 29
5.1.1.2- Gasificador de corriente descendente o de tiro invertido 30
5.1.1.3- Gasificador de tiro transversal 30
5.1.1.4- Gasificador de lecho fluidizado 30
6-Los carbones activados 33
6.1- Gasificación controlada o incompleta (obtención de carbones activados) 34
6.1.1-Activación física 35
6.1.1.1- Gasificación del carbón primario con CO2 y con vapor de agua 36
6.1.2-Activación química 37
6.2-Teoría BET 38
6.3- Teoría del Llenado del Volumen de Microporos (TLLVM) 39
6.4- Caracterización de los carbones 39
6.4.1. Adsorción de N2 y CO2. 39
6.5. Aplicaciones del carbón activado 41
Bibliografía consultada 44
5
A los lectores
Este libro está orientado a los graduados universitarios interesados en cursar
posgrado en el tema de la energía sostenible.
Hablar y escribir sobre la utilización de la biomasa con fines energéticos, así como
del impacto que tiene en el medio ambiente, tanto el hecho de su aprovechamiento
como energía así como para la obtención de carbones, puede ocupar todo el
espacio de tiempo y papel que nos propongamos. Por lo tanto, el objetivo de este
libro es proporcionarle una sintetizada información sobre el tema de la energía a
partir de la biomasa; resultado de las investigaciones científicas realizadas por el
autor y los aporte de otros investigadores científicos.
Nos proponemos un acercamiento a todo lector, especialista o no, más o menos
joven, a los niños, a los jóvenes estudiantes, en fin, a todo aquel que esté interesado
en conocer sobre un tema de muchísima importancia para toda la humanidad, con
el cual todos estamos muy íntimamente relacionados en la vida diaria, tema este
decisivo para el futuro inmediato de la humanidad y de manera prominente para los
que vivimos en los países subdesarrollados, nos referimos a la energía.
Por tanto, si ha logrado aprender algo nuevo, si lo que aquí se expresa lo motiva a
seguir luchando por un mundo mejor, entonces el esfuerzo realizado no ha sido en
vano.
El autor
7
Introducción
Uno de los problemas más acuciantes a los que se enfrenta la humanidad en
nuestros días es la lucha frente al rápido deterioro del medio ambiente dado por el
uso indiscriminado de los recursos energéticos fósiles, de los productos químicos en
las industrias y del aprovechamiento descontrolado de los bosques, cuyos árboles
han permanecido decenas de años limpiando la atmósfera de Dióxido de Carbono y
luego son, de forma desordenada e irracional, talados, tronchando los verdaderos
pulmones de la naturaleza.
En este breve material, el lector tendrá la oportunidad de conocer posibilidades que
tiene la biomasa forestal de ser utilizada como fuente de energía y en la obtención
carbones adsorbentes, material este capaz de contribuir al saneamiento ambiental al
ser utilizado en la descontaminación del aire y de las aguas, entre otras múltiples
aplicaciones; tal información facilita al lector comprender lo necesario de buscar
fuentes renovables y sostenibles de energía, que permitan disminuir la carga
contaminante del medio que le rodea, garantizando, además de la solución de sus
problemas diarios, relacionados con el consumo de energía, asegurar la vida futura
de él y de sus descendientes.
Al referirnos al uso de la biomasa como fuente renovable de energía, se habla
brevemente de procedimientos y tecnologías para lograrlo, en función de la forma en
que se quiera aprovechar esta energía. Nos centramos en los procedimientos de
conversión termoquímica a través de los cuales se pueden obtener gases, líquidos y
sólidos, o calor directo de la combustión del combustible utilizado. Finalmente nos
detenemos un tanto en la explicación de la obtención y caracterización de un
producto muy importante en el saneamiento ambiental: el carbón activado, el cual se
puede obtener a partir del carbón vegetal, a través de los procesos de
termoconversión.
“El factor de contaminación del gas con respecto a las emisiones de anhídrido
carbónico (CO2), es decididamente inferior a los otros dos…” (se refiere al petróleo y
al carbón mineral1) y continúa “…desgraciadamente se utilizan mucho más el
carbón y el petróleo que el gas…”.
“La combustión del petróleo y el carbón es la causa de más del 90% de los óxidos
de azufre y nitrógeno emitidos a la atmósfera, que después son transformados en
ácidos”.
Los párrafos anteriores entrecomillados, más que información actualizada son
advertencias que nos hace el eminente científico y gran amigo de Cuba Enrico
Turrini en su obra “El camino del sol”, segunda edición de la Editorial Cubasolar,
2006
La contaminación del ambiente debido al uso indiscriminado de los combustibles
fósiles, tal como comentan otros autores, traerá como consecuencia que:
¾ Aumentará el nivel del mar
¾ Se incrementarán las tempestades
¾ Aumentarán las enfermedades en todo el mundo
¾ Aumentará la sequía
¾ Se destruirán los peces y algas
La política energética dura, o sea la utilización de los combustibles fósiles, ha traído
resultados catastróficos que se manifiestan en la desaparición de especies de
animales y plantas, la inestabilidad meteorológica, el incremento del nivel de los
mares, la destrucción de los bosques tropicales, aumento de las lluvias ácidas,
aumento de la temperatura media de la tierra, disminución del espesor de la capa de
ozono por la presencia de los clorofluormetanos (aerosol-spray), aumento de
tumores malignos debido a la alta tasa de radiactividad por las emisiones de las
centrales nucleares
Pero como también nos dice el Profesor Turrini en su libro “…las reservas de fósiles
se estiman en alrededor de 2 200 Gtep. El consumo actual de energía fósil (2005) es
de aproximadamente 10 Gtep. Tendríamos, pues, energía fósil disponible para poco
más de doscientos años”
Por tanto, con lo poco visto hasta aquí, si consideramos todo el daño que ocasiona a
la humanidad el uso de los combustibles fósiles, no queda otra alternativa que la
urgente utilización de las energías suaves, o sea las energías que provienen del sol,
como bien nos ha enseñado y nos enseña cada día el “Matrimonio solar”, merecido
9
calificativo para Grabiela y Enrico con el que le dio título a su libro, el ingeniero,
escritor y periodista Alejandro Montecinos.
bosques energéticos, lo que posibilita obtener una mayor cantidad de energía por
unidad de biomasa así como un aprovechamiento óptimo y económicamente
sustentable de la misma.
Posteriormente, el problema se centra en cómo transformar la biomasa que existe
en forma natural, así como la que se produzca artificialmente, en combustibles
adecuados que sustituyan los combustibles fósiles. Para estas transformaciones
existen vías que utilizan diferentes tecnologías que veremos más adelante. Las
principales vías son:
Conversión Conversión
termoquímica bioquímica
Extracción de
combustibles
Gas Carbón Licores
piroleños
Etanol Metano
ENERGÍA ENERGÍA
3.1.2 Pirólisis
El proceso de pirólisis consiste en la descomposición térmica de la materia orgánica
por la acción del calor y en ausencia de oxígeno. La descomposición térmica de
estos materiales biomásicos se produce a través de una serie compleja de
reacciones químicas, además de procesos de transferencia de masa y calor.
Entre las materias primas que se investigan para desarrollar esta técnica, están los
subproductos agrícolas y forestales y los residuos sólidos urbanos.
En definitiva, la pirólisis parece ser un buen método para la obtención de energía a
partir de biomasa seca y, quizás, el mejor para convertir los residuos sólidos urbanos
en compuestos de interés económico.
La pirólisis puede llevarse a cabo a distintas velocidades de calentamiento,
distinguiéndose así la pirólisis lenta, rápida, la pirólisis flash y la reactiva. La primera,
también conocida como la pirólisis convencional o carbonización, ocurre a
temperaturas entre 400 y 600 ºC, con tiempos de residencia de horas y días la
carbonización, y hasta 30 minutos la pirólisis convencional, donde los productos
principales son sólidos.
En el intervalo de 250 a 350 ºC tiene lugar la fase cuantitativamente más importante
de la pirólisis de la madera, completándose en este intervalo la descomposición
térmica de la hemicelulosa, y en su mayor parte la de la celulosa. Las reacciones
principales consisten en rupturas de enlaces glicosídicos con la consiguiente
despolimerización parcial del componente celulósico de la madera.
El proceso de pirólisis de la madera conduce al rendimiento de diferentes cantidades
de gas, líquido y carbón, según las condiciones de operación, fundamentalmente
velocidad de calentamiento y temperatura final. Cuando el carbón es el principal
producto a obtener, la pirólisis debe efectuarse a bajas velocidades de calentamiento
y temperaturas finales moderadas.
Durante la carbonización tiene lugar la reorganización de los átomos de carbono en
estructuras microcristalinas tipo grafito. A medida que aumenta la temperatura, los
compuestos primarios se polimerizan e, independientemente de que el material
original tenga cadenas alifáticas o aromáticas, se origina un sistema planar de
moléculas tipo benceno condensadas, formándose así un sólido como resultado de
las uniones carbono-carbono (C-C) entre planos vecinos. Desde 400 hasta 700 ºC
estos sistemas condensados crecen gradualmente, pero todos los átomos
periféricos están unidos por enlaces químicos a átomos de hidrógeno o grupos
15
hidrocarbonados, sustancias que tienen alta resistividad eléctrica. Entre 700 y 800
ºC, muchos de los átomos de hidrógeno y los grupos hidrocarbonados son
eliminados, dejando pequeños cristalitos con estructura similar al grafito, lo que
coincide con una drástica reducción de la resistividad eléctrica, o un mayor
ordenamiento observado por Difracción de Rayos X (XRD).
Si la carbonización se efectúa por encima de 1000 ºC, la reactividad del carbón
durante el proceso de gasificación disminuye, pues se destruyen los centros activos
(los lugares donde se producen las reacciones químicas) en la superficie, el número
de átomos en las aristas es reducido por reordenamiento y los heteroátomos (los
átomos que no son carbono) abandonan la estructura, en gran medida por
desvolatilización de compuestos de Nitrógeno y Oxígeno, sobre todo por debajo del
50 % de pérdida por combustión del carbón gasificado. De igual forma, a altas
temperaturas el proceso es rápido y el rendimiento de carbón es menor.
3.1.2.1 Clasificación de los productos de la pirólisis
Gases:
Su composición es principalmente CO, H2, CH4, C02 y pequeñas cantidades de
hidrocarburos ligeros: etileno, acetileno, etano, etc.
Líquidos:
El líquido formado en la pirólisis es un producto con una compleja composición
química: acético, cetonas, vapores alquitranados que a la temperatura de pirólisis
son gases, pero que condensan para formar unas finas gotas alquitranadas. Además
hay una elevada presencia de agua.
Sólidos:
El producto sólido es un residuo carbonoso llamado semicoque (carbón) que suele
ser empleado como combustible o para obtener carbón activado.
La composición y cantidad de los productos obtenidos en el proceso de pirólisis
están influenciadas por el tipo de residuo, del reactor empleado, temperatura, tiempo
de residencia del sólido y su velocidad de calentamiento.
La pirólisis a temperatura y velocidad de calentamiento bajas es la óptima para la
producción de carbón vegetal. Estos procesos reciben el nombre de carbonización.
Los rendimientos generados de la carbonización de la biomasa suelen variar dentro
de los siguientes márgenes:
Gas: 15 a 17%
Líquidos piroleñosos: 43 a 51%
16
Tabla 1. Análisis químico inmediato del aserrín de Pinus caribaea Morelet var.
caribaea y otras muestras comparativas, b.s. (base seca).
Muestras % Volátiles % Cenizas % C. fijo
Pc 83,91 0,40 15,69
Pt 83,88 0,34 15,78
Ep 83,62 0,20 16,18
Es 82,00 0,06 17,94
Ec 85,70 0,38 13,92
Qr 83,61 2,31 14,10
Ph 82,50 0,50 17,10
Eg 85,69 0,29 14,00
18
Tabla 2. Análisis químico elemental del aserrín de Pinus caribaea Morelet var.
caribaea y otras muestras comparativas (b.s.).
Muestras %C %N %H %O
Pc 44,23 0,14 6,73 48,50
Pt 46,35 0,09 6,62 46,60
Ep 45,39 0,12 6,42 48,07
Es 44,74 0,12 6,27 48,81
Ec 43,27 0,10 6,63 49,62
Qr 50,30 0,20 6,10 41,10
Ph 48,91 0,10 6,00 44,50
Eg 47,20 0,10 6,00 46,70
Se puede observar en estos resultados que para la biomasa y sus carbonizados, los
valores de volátiles y carbono fijo se invierten en magnitud, lo cual es lógico dada la
consolidación de la estructura carbonosa del material de partida (la biomasa) con el
proceso de pirólisis.
En la actualidad, debido al aumento en la demanda de carbón vegetal para consumo
doméstico, y en la industria química como carbón activo, ha habido un incremento
en la utilización de estos procesos. Los factores influyentes en el rendimiento y
calidad del carbón vegetal, son las propiedades físicas y composición del material, la
temperatura de pirólisis o carbonización y el proceso utilizado (hornos industriales o
procesos rudimentarios) aspectos estos que hay que tener muy en cuenta en el
momento de decidir su producción a escala industrial, tanto para el consumo
nacional como para la exportación.
Entre las propiedades físicas está la humedad; el material biomásico debe estar
seco en el proceso de carbonización. Un aumento de humedad significa, además de
un aumento en el consumo de calor para vaporizar el agua con lo que disminuye la
eficacia del proceso, como ya explicamos, una mayor fragilidad en el carbón vegetal,
debido a las roturas producidas por el vapor que escapa de la madera. Es
aconsejable que el material biomásico tenga un contenido en humedad alrededor del
10%. La densidad del sólido influye en la densidad del carbón vegetal, los residuos
forestales son materiales apropiados para su conversión en carbón vegetal.
La temperatura influye enormemente en el rendimiento y calidad del carbón vegetal.
Un aumento de la temperatura ocasiona una disminución del rendimiento pero una
mayor calidad del producto, y también proporciona una menor densidad del carbón y
de su contenido en materia volátil, así como un aumento en cenizas.
No obstante, el residuo sólido (carbón) de la carbonización constituye el producto de
mayor interés comercial de la pirólisis de la madera, aunque resulta también de gran
valor el aprovechamiento de los gases como energéticos.
Existen diferentes métodos para la producción de carbón vegetal vía carbonización,
pero el que mejor se adapta a las producciones en los países subdesarrollados es el
horno de ladrillo, del cual hay una vasta experiencia en diferentes países, entre los
que se destacan el horno argentino y el horno brasileño.
3.1.2.2 Hornos de ladrillo
Los hornos de ladrillos, construidos y operados correctamente, constituyen sin duda
uno de los métodos más efectivos para la producción de carbón vegetal. En el curso
20
de varias décadas de uso, estos hornos han demostrado ser una inversión de capital
moderada, requieren poca mano de obra y pueden dar rendimientos
sorprendentemente buenos de carbón vegetal, de calidad apta para todos sus usos
industriales y domésticos.
Hay muchos diseños para los hornos de ladrillos usados en todo el mundo, y la
mayoría está en condiciones de dar buenos resultados.
Para tener éxito, el horno de ladrillo debe satisfacer una cantidad de requisitos
importantes. Tiene que ser sencillo en su construcción, que las tensiones térmicas al
calentarse y enfriarse, relativamente no lo afecten, que sea suficientemente robusto
para aguantar las tensiones mecánicas de la carga y descarga y que por un período
de seis a diez años no se perjudiquen a causa de las lluvias o del clima.
Se debe poder, en cualquier momento, controlar la entrada del aire en el horno, y
durante la fase del enfriamiento sellar el horno rápida y herméticamente, para
impedir el ingreso del aire. El horno debe permitir un enfriamiento fácil y asegurar un
buen aislamiento térmico a la madera sometida a la carbonización, de lo contrario,
se producirían puntos fríos por el golpe del viento sobre las paredes del horno, que
impedirían la combustión correcta del carbón y podrían llevar a una producción
excesiva de trozos de madera parcialmente carbonizada ("tizones") y por ello bajos
rendimientos. La capacidad del horno de ladrillo para conservar el calor de
carbonización, es una razón importante de su gran eficiencia en la conversión de
madera en carbón vegetal.
Las ventajas de los hornos de ladrillo:
• Pueden ser construidos en tamaños medianos a grandes.
• Se construyen totalmente con ladrillos hechos localmente con arcilla/arena, de
cocción liviana y argamasa de barro. No requieren metal, excepto pocas barras de
acero plano sobre las puertas y como refuerzo en la base del domo, en el caso del
horno brasileño.
• Son robustos y no pueden ser dañados fácilmente. Tampoco pueden ser
fácilmente dañados por exceso de temperatura; pueden quedar expuestos sin
protección al sol y a la lluvia, sin corrosión o efectos negativos y tienen una vida útil
de 5 a 8 años.
• Los ladrillos asentados sobre barro pueden ser reciclados y usados de nuevo
cuando se reubiquen los hornos.
21
madera, a partir de las fracciones iniciales de celulosa, lignina, sílica y ceniza libre
de sílica, llegándose a conclusiones respecto a la influencia de estos componentes
en el valor calórico de los diferentes productos de la misma.
De igual forma, ecuaciones para el cálculo del valor calórico del bagazo de la caña
de azúcar y del meollo, fueron establecidas por Hugot y Chou W.Y.
respectivamente.
Otros resultados como los de Francis, H.E. y Lloyd, W.G. (F-Ll), establecieron las
siguientes ecuaciones:
que se han obtenido por análisis de regresión para el cálculo del valor calórico (Q) a
partir de la composición elemental para diferentes carbones. Estas expresiones son
aproximaciones empíricas, pero al aplicar la ecuación (2) que es la corregida para el
cálculo de los valores calóricos de residuos forestales (b.s.), se obtuvieron los
resultados que se muestran en la Tabla 5.
En la tabla 5 se puede comparar los resultados obtenidos por los cálculos teóricos y
los experimentales donde la diferencia está marcada por errores que superan el 7 %
y, en el caso del Pt, sobrepasa el 10 %, mientras que para los resultados de Francis
24
HP = -10814.08+313.30T (3)
ecuación J-G al cálculo de los poderes calóricos de los carbonizados, se pensó que
sería útil poder obtener los valores calóricos de estos combustibles alternativos a
partir de una nueva ecuación (N-E) que se apoyara en los valores de porcentaje de
materia volátil y carbono fijo y que a su vez fuera aplicable tanto al material original
como a carbonizados. Para ello se propuso la siguiente ecuación:
Tabla 6.Valores calóricos calculados por las ecuaciones J-G y N-E del carbonizado
de aserrín de Pinus caribaea Morelet var. Caribaea a diferentes temperaturas y los
de comparación (b.s.), (kJ/g).
Carbone % V % Cf J-G (a) N-E (b) Exp. %dif.(a) %dif (b)
s
C700Pc 5,46 91,58 19,58 33,58 31,2 35,2 7,62
C700Pt 8,86 89,29 19,93 33,01 32,7 39,0 0,94
C700Es 6,55 91,55 19,92 33,78 32,2 38,14 4,9
Qr*
26
En el cálculo teórico de los valores calóricos, estos son del orden de los reportados
en la literatura en condiciones experimentales semejantes.
En la Tabla 7, se exponen los valores calóricos calculados para el aserrín y otras
maderas, aplicando la ecuación J-G y la nueva ecuación (NE), con fines
comparativos.
Tabla 7.Valores calóricos calculados por las ecuaciones J-G y N-E, del aserrín de
Pinus caribaea Morelet var. caribaea y de las muestras comparativas (b.s.), (kJ/g).
Muestras %V %Cf J-G (a) N-E (b) Exp. % Dif (a) % Dif (b)
Pc 83,9 15,70 20,39 20,32 19,95 2,21 1,8
Pt 84,9 14,76 20,41 20,16 21,8 6,37 7,5
Ep 83,6 16,20 20,45 20,44 20,41 0,19 0,15
Es 82,0 17,94 20,49 20,78 20,08 2,04 3,5
Ec 84,7 13,92 20,08 19,82 19,35 3,70 2,4
Qr 83,6 14,10 19,79 19,70 19,70 0,45 0
27
Analizando estos resultados se observa que en todos los casos la diferencia entre
los valores calculados por la ecuación de Jiménez y González (J-G) y los
experimentales, es menor del 10%, lo que se corresponde con los valores obtenidos
por sus autores para otros ensayos. De igual forma, los datos del cálculo realizado
por la nueva ecuación, no presentan una diferencia de más de un 4 % en la mayoría
de los casos, al igual que para los carbonizados, siendo muy parecidos a los
obtenidos por la ecuación J-G.
Se puede deducir de los valores reflejados en las tablas anteriores, que la nueva
ecuación da resultados teóricos del orden de los experimentales, tanto para el
material original como sus carbonizados, conduciendo a su vez a claras evidencias
de las posibilidades energéticas del aserrín de Pinus caribaea Morelet var.
caribaea y de su carbonizado, de poder ser aprovechados tanto como energético
como para la obtención de carbones activados.
800 °C. Con el fin de evitar problemas técnicos debidos a la fusión y la aglomeración
de cenizas, se impone una temperatura máxima, trabajándose generalmente entre
800 y 1500 °C.
5.1 Clasificación de la gasificación
La gasificación de la biomasa puede ser clasificada atendiendo a los siguientes
criterios:
Agente gasificante: Aire, oxígeno, vapor de agua, C02, H2
Forma de suministrar el calor: Método directo o indirecto
Tipo de reactor: Lecho móvil en contracorriente o en corriente paralela. Lecho
fluidizado. Transporte neumático, sistemas combinados o circulantes.
Presión y temperatura del reactor.
Forma de separar las cenizas.
Atendiendo al agente gasificante, el proceso de gasificación con aire es el que, a
nuestro juicio, presenta un mayor interés económico y social. En este proceso, el
oxígeno del aire quema parcialmente el residuo carbonoso procedente de la pirólisis
(proceso simultáneo al de gasificación), y se genera el calor necesario para el
proceso. Al no necesitar fuente de calor externa, este proceso permite con un bajo
costo, el aprovechamiento local en diversos pueblos (granjas o cooperativas), de
diversos residuos agrícolas y forestales mediante su conversión termoquímica en
gases de bajo contenido energético.
Existen sistemas y procesos de gasificación con aire en desarrollo o ya disponibles
comercialmente, que aprovechan los más variados tipos de biomasa en función del
país donde se han implantado. Por otra parte, las tecnologías de gasificación y
purificación de gases son muy diversas dependiendo fundamentalmente de la
aplicación posterior del gas.
La evaluación y comparación de estos sistemas o procesos no es sencilla, debido a
los numerosos factores a tener en cuenta y al hecho de que algunos de ellos están
diseñados para una única aplicación, no pudiéndose comparar para otras
aplicaciones.
El aire se introduce principalmente para aporte de calor mediante la combustión de
parte del residuo carbonoso. El producto a obtener es un gas combustible de bajo
contenido energético (inferior a 6 MJ/Nm3). Los reactores más utilizados son los de
los gasificadores de corriente ascendente o tiro directo (ó updraft) o los de corriente
descendente o tiro invertido (ó downdraft) y los de lecho fluidizado. Este gas puede
29
Ya vimos que la madera puede ser utilizada directamente como fuente de energía o
también como materia prima para la obtención del carbón vegetal energético,
comportándose en este caso como fuente de energía secundaria. Este carbón
vegetal también puede ser utilizado como materia prima para la obtención de los
llamados carbones activados, de gran utilidad para el saneamiento ambiental, la
33
puede obtenerse a partir del contacto directo de la biomasa con una sustancia
química, a una temperatura determinada, ocurriendo en un solo paso el proceso de
carbonización y el de activación, en este caso estamos en presencia de la
activación química.
6.1.1.1 Gasificación del carbón primario con CO2 y con vapor de agua.
Si la gasificación es controlada, los agentes gasificantes a utilizar son
fundamentalmente CO2 y vapor de agua, cuyas reacciones básicas se pueden
representar por las ecuaciones de reacciones químicas acorde a la literatura.
La gasificación con Dióxido de Carbono (CO2) puede expresarse de acuerdo con la
reacción endotérmica representada por la ecuación siguiente:
donde:
pCO y pCO2 : presiones parciales del CO y CO2 respectivamente.
k : la constante intrínseca de velocidad.
k1 y k2: constantes de adsorción.
Por su parte, la gasificación con vapor de agua puede representarse por medio de
una reacción heterogénea (la de gasificación propiamente dicha) que es
endotérmica y otra homogénea, que se produce en estado gaseoso, que es
exotérmica, y la extensión en la que se produce depende fundamentalmente de las
condiciones de presión y temperatura a las que se trabaje:
donde:
pH2O y pH2 son presiones parciales del H2O y el H2, respectivamente y las constante
k, k1y k2, tienen el mismo significado que gasificando con CO2.
p 1 C −1
= + ( 7)
n a ( po − p) n C a ⎛ p⎞
a
m
nm C⎜ ⎟
⎝ po ⎠
donde:
na y nam : la cantidad adsorbida a la presión de equilibrio p/p0 y la cantidad adsorbida
en la monocapa respectivamente.
C: una constante la que está relacionada proporcionalmente con la fortaleza de la
interacción adsorbente-adsorbato y puede usarse para caracterizar la forma de la
isoterma BET.
El área de superficie aparente BET (ABET), se calcula a través de la siguiente
expresión:
ABET = (nam ) (N) (am ) (8)
38
donde:
N: constante de Avogadro.
am : área de la sección transversal de la molécula.
A 2
W = Wo exp [-( )] (9)
βE o
donde:
W : el volumen de adsorbato líquido en los microporos a temperatura (T). y presión
relativa (p/po).
Wo: el volumen de microporos o volumen límite de adsorción en unidad de volumen
(cm3 /g) o cantidad de sustancia (mmol/g).
β: el coeficiente de similitud.
6.4. Caracterización de los carbones
6.4.1. Adsorción de N2 y CO2.
El adsorbente más usado para la caracterización de carbones activados es el
nitrógeno (N2), seguido por el CO2. Para la determinación del área de superficie, es
usual tomar como valores de área molecular 0.162 nm2 para el N2 a 77, K y 0.195
nm2 para la molécula de CO2 a 273 K. La adsorción de N2 es muy lenta debido a la
lentitud del proceso de difusión a través de los microporos a la temperatura de
análisis (77 K). Por tal razón se completa la caracterización con la adsorción de CO2
que presenta dimensiones moleculares similares a las del N2 ( 0.28 nm y 0.30 nm
respectivamente), pero que puede ser utilizado a temperaturas de 273 K o 298 K a
las que el proceso de difusión se ve bien favorecido y se alcanza el equilibrio antes
que con N2. El rango de presión relativa cubierto, en el caso de la adsorción de CO2,
es menor al cubierto en la adsorción de N2 a 77 K, debido al elevado valor de
presión de saturación del CO2 a 273 K. Finalmente a través de las expresiones de
39
donde:
p/p0: la presión relativa del gas.
S: la tensión superficial del adsorbato líquido.
Vm: el volumen molar del adsorbato líquido
rm: el radio de curvatura del menisco (al que se le suma el espesor de la capa
adsorbida para tener el radio del poro, rp).
RT: Constante de los gases ideales y la temperatura de adsorción, respectivamente.
Para la distribución del volumen de mesoporos se aplica el método de Barret, Joyner
y Halenda (BJH).
La distribución del volumen de mesoporos se hace asumiendo poros
geométricamente cilíndricos usando la ecuación de Kelvin para el cálculo del radio
del poro, por despeje de la ecuación anterior.
Pero usando una constante apropiada para el N2, la ecuación anterior se reduce a la
siguiente:
4.15
rK = (11)
log( p / p0 )
donde rK es el radio Kelvin, la que permite el cálculo del radio (rK) en el que tiene
lugar la condensación capilar a presión relativa p/p0. Partiendo del hecho de que
previo a la condensación tiene lugar alguna adsorción en las paredes del poro rK no
representa el verdadero radio de éste, entonces el verdadero radio (rp) está dado
por:
40
rp = rK + t (12)
Figura 1 Figura2
Las fotos correspondientes a las Figuras 1 y 2, tomadas a diferentes escalas,
muestran el grado de destrucción durante la activación de un carbón, con vapor
de agua a 725 ºC por un tiempo de 4 horas, produciéndose una pérdida por
combustión del 71 % debido a una extensa activación, lo que tiene como
consecuencia una disminución en el volumen de los microporos estrechos, que
son los necesarios para que se produzca la acción de este carbón: la
adsorción. Este tipo de carbón es óptimo para adsorber en estado líquido
grandes moléculas, por ejemplo, en la decoloración de azúcar.
Las Figuras 3 y 4, por lo contrario, muestran la foto de un carbón activado
también con vapor de agua a 725 ºC por un tiempo de 3 horas. Se observa la
pared celular modificada en una porción del xilema, estructura que se conserva
en el producto carbonoso; se muestra una vista general y después aumentada
de la punteadura a cuyo alrededor hay un incipiente desarrollo de la
microporosidad. En este carbón hubo una pérdida por combustión de 27 %
obteniéndose un carbón activado fundamentalmente microporoso, óptimo para
la adsorción de sustancias químicas en estado de agregación gaseoso.
42
Figura 3 Figura 4
43
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