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EL APROVECHAMIENTO ENERGÉTICO DE LA BIOMASA FORESTAL:

UNA ALTERNATIVA SOSTENIBLE

CONVERSIÓN TERMOQUÍMICA

Dr. C. Francisco Márquez Montesino


Profesor Titular
Universidad de Pinar del Río

noviembre de 2009

ISBN: 978-959-16-1131-4
2

Dedicatoria
A mi familia
3

en la docencia, acumula varios


resultados científicos publicados en
revistas científicas nacionales,
extranjeras y de impacto. Ha
participado y presentado sus
trabajos en más de 40 eventos
científicos de carácter nacional e
internacional. Ha dirigido varios
trabajos de Diploma y maestrías. Es
árbitro de revista internacional.
Miembro de redes internacionales
de investigación y superación
científica. Ha obtenido distinciones y
medallas, entre las que se destaca
Francisco Márquez Montesino, Lic.
la Medalla “José Tey” del Consejo
en Química, Doctor en Ciencias
de Estado de la República de Cuba
Forestales, Profesor Titular de
y la Orden Frank País de Primer
Química de la Universidad de Pinar
Grado.
del Río, con 40 años de experiencia
4

Índice

CONTENIDO Página
Agradecimientos 4
A los lectores 6
Introducción 6
1-La energía dura y su impacto negativo 7
2-Fuentes energéticas sostenibles 9
2.1-Energía a partir de la biomasa 9
3-Transformación termoquímica 12
3.1-Descomposición térmica de la madera 13
3.1.1-Combustión 13
3.1.2-Pirólisis 14
3.1.2.1-Clasificación de los productos de la pirólisis 15
3.1.2.2-Hornos de ladrillo 19
3.1.2.2.1-Los ladrillos 21
3.1.3-Licuefacción 22
4-Determinación del poder calórico a través de ecuaciones 23
5-Gasificación completa (obtención de energía) 27
5.1-Clasificación de la gasificación 28
5.1.1-Tipos de gasificadores 29
5.1.1.1-Gasificador de corriente ascendente o de tiro directo 29
5.1.1.2- Gasificador de corriente descendente o de tiro invertido 30
5.1.1.3- Gasificador de tiro transversal 30
5.1.1.4- Gasificador de lecho fluidizado 30
6-Los carbones activados 33
6.1- Gasificación controlada o incompleta (obtención de carbones activados) 34
6.1.1-Activación física 35
6.1.1.1- Gasificación del carbón primario con CO2 y con vapor de agua 36
6.1.2-Activación química 37
6.2-Teoría BET 38
6.3- Teoría del Llenado del Volumen de Microporos (TLLVM) 39
6.4- Caracterización de los carbones 39
6.4.1. Adsorción de N2 y CO2. 39
6.5. Aplicaciones del carbón activado 41
Bibliografía consultada 44
5

Agradecemos la revisión y corrección de la redacción de este material a las


Profesoras de Español y Literatura de la Universidad de Pinar del Río, Lic. Tomasa
Cruz Vigoa y Lic. Amarilys León Paredes.
6

A los lectores
Este libro está orientado a los graduados universitarios interesados en cursar
posgrado en el tema de la energía sostenible.
Hablar y escribir sobre la utilización de la biomasa con fines energéticos, así como
del impacto que tiene en el medio ambiente, tanto el hecho de su aprovechamiento
como energía así como para la obtención de carbones, puede ocupar todo el
espacio de tiempo y papel que nos propongamos. Por lo tanto, el objetivo de este
libro es proporcionarle una sintetizada información sobre el tema de la energía a
partir de la biomasa; resultado de las investigaciones científicas realizadas por el
autor y los aporte de otros investigadores científicos.
Nos proponemos un acercamiento a todo lector, especialista o no, más o menos
joven, a los niños, a los jóvenes estudiantes, en fin, a todo aquel que esté interesado
en conocer sobre un tema de muchísima importancia para toda la humanidad, con
el cual todos estamos muy íntimamente relacionados en la vida diaria, tema este
decisivo para el futuro inmediato de la humanidad y de manera prominente para los
que vivimos en los países subdesarrollados, nos referimos a la energía.
Por tanto, si ha logrado aprender algo nuevo, si lo que aquí se expresa lo motiva a
seguir luchando por un mundo mejor, entonces el esfuerzo realizado no ha sido en
vano.

El autor
7

Introducción
Uno de los problemas más acuciantes a los que se enfrenta la humanidad en
nuestros días es la lucha frente al rápido deterioro del medio ambiente dado por el
uso indiscriminado de los recursos energéticos fósiles, de los productos químicos en
las industrias y del aprovechamiento descontrolado de los bosques, cuyos árboles
han permanecido decenas de años limpiando la atmósfera de Dióxido de Carbono y
luego son, de forma desordenada e irracional, talados, tronchando los verdaderos
pulmones de la naturaleza.
En este breve material, el lector tendrá la oportunidad de conocer posibilidades que
tiene la biomasa forestal de ser utilizada como fuente de energía y en la obtención
carbones adsorbentes, material este capaz de contribuir al saneamiento ambiental al
ser utilizado en la descontaminación del aire y de las aguas, entre otras múltiples
aplicaciones; tal información facilita al lector comprender lo necesario de buscar
fuentes renovables y sostenibles de energía, que permitan disminuir la carga
contaminante del medio que le rodea, garantizando, además de la solución de sus
problemas diarios, relacionados con el consumo de energía, asegurar la vida futura
de él y de sus descendientes.
Al referirnos al uso de la biomasa como fuente renovable de energía, se habla
brevemente de procedimientos y tecnologías para lograrlo, en función de la forma en
que se quiera aprovechar esta energía. Nos centramos en los procedimientos de
conversión termoquímica a través de los cuales se pueden obtener gases, líquidos y
sólidos, o calor directo de la combustión del combustible utilizado. Finalmente nos
detenemos un tanto en la explicación de la obtención y caracterización de un
producto muy importante en el saneamiento ambiental: el carbón activado, el cual se
puede obtener a partir del carbón vegetal, a través de los procesos de
termoconversión.

1. LA ENERGÍA DURA Y SU IMPACTO NEGATIVO


“Con este nivel de consumo energético ya estamos en el límite de lo que puede
soportar la ecología de nuestro planeta y, al mismo tiempo, llegamos a una situación
de fuerte desequilibrio entre el Norte y el Sur”.
“De los distintos tipos de combustibles fósiles, los efectos más nocivos son
producidos por el carbón, seguido por el petróleo”
8

“El factor de contaminación del gas con respecto a las emisiones de anhídrido
carbónico (CO2), es decididamente inferior a los otros dos…” (se refiere al petróleo y
al carbón mineral1) y continúa “…desgraciadamente se utilizan mucho más el
carbón y el petróleo que el gas…”.
“La combustión del petróleo y el carbón es la causa de más del 90% de los óxidos
de azufre y nitrógeno emitidos a la atmósfera, que después son transformados en
ácidos”.
Los párrafos anteriores entrecomillados, más que información actualizada son
advertencias que nos hace el eminente científico y gran amigo de Cuba Enrico
Turrini en su obra “El camino del sol”, segunda edición de la Editorial Cubasolar,
2006
La contaminación del ambiente debido al uso indiscriminado de los combustibles
fósiles, tal como comentan otros autores, traerá como consecuencia que:
¾ Aumentará el nivel del mar
¾ Se incrementarán las tempestades
¾ Aumentarán las enfermedades en todo el mundo
¾ Aumentará la sequía
¾ Se destruirán los peces y algas
La política energética dura, o sea la utilización de los combustibles fósiles, ha traído
resultados catastróficos que se manifiestan en la desaparición de especies de
animales y plantas, la inestabilidad meteorológica, el incremento del nivel de los
mares, la destrucción de los bosques tropicales, aumento de las lluvias ácidas,
aumento de la temperatura media de la tierra, disminución del espesor de la capa de
ozono por la presencia de los clorofluormetanos (aerosol-spray), aumento de
tumores malignos debido a la alta tasa de radiactividad por las emisiones de las
centrales nucleares
Pero como también nos dice el Profesor Turrini en su libro “…las reservas de fósiles
se estiman en alrededor de 2 200 Gtep. El consumo actual de energía fósil (2005) es
de aproximadamente 10 Gtep. Tendríamos, pues, energía fósil disponible para poco
más de doscientos años”
Por tanto, con lo poco visto hasta aquí, si consideramos todo el daño que ocasiona a
la humanidad el uso de los combustibles fósiles, no queda otra alternativa que la
urgente utilización de las energías suaves, o sea las energías que provienen del sol,
como bien nos ha enseñado y nos enseña cada día el “Matrimonio solar”, merecido
9

calificativo para Grabiela y Enrico con el que le dio título a su libro, el ingeniero,
escritor y periodista Alejandro Montecinos.

2. FUENTES ENERGÉTICAS SOSTENIBLES


La energía solar tiene su origen fuera de la corteza de la tierra y puede ser utilizada
tanto radiante (energía directa, la almacenada en la biomasa), inducida (eólica,
marítima), aunque también comprende la almacenada en los combustibles fósiles
por millones de años.
2.1-Energía a partir de la biomasa.
Biomasa es la cantidad de materia viva producida en un área determinada de la
superficie terrestre, o por organismos de un tipo específico, es decir, se podría
concebir como la masa total de materia orgánica por unidad de área.
La biomasa es considerada una de las principales fuentes de energía renovable en
el futuro para la producción de biocombustibles sustituyendo a los combustibles
fósiles para la producción de energía eléctrica y eventualmente calor utilizando para
ello equipos de cogeneración. Según estudios realizados por otros autores, para el
2025 del 40 al 50% de la energía primaria mundial podrá proceder de la biomasa.
La biomasa es uno de los primeros recursos energéticos utilizados por el ser
humano, y en la actualidad es uno de los más necesarios para una importante
cantidad de población mundial. La energía de la biomasa abarca principalmente
leña, desechos forestales (aserrín, virutas) y agrícolas (residuos de cosechas);
también se consideran biomasa los papeles, cartones y similares.
La naturaleza de la biomasa es muy variada, ya que depende de la propia fuente,
pudiendo ser animal o vegetal, pero generalmente se puede decir que se compone
de hidratos de carbono, lípidos y proteínas. Siendo la biomasa vegetal la que se
compone mayoritariamente de hidratos de carbono y la animal de lípidos y prótidos.
A pesar de que las plantas captan anualmente alrededor de 300 EJ (Esajoule) de
energía (300 trillones de Joule) que queda acumulada en las plantas, puede ser
complicado el aprovechamiento de esta energía, ya que el 40 % está en los océanos
y el resto, la que se encuentra en las plantas terrestres, está muy dispersa, por lo
que se necesita un gasto de energía que puede competir con la que se extraería de
la biomasa; de ahí que hoy día en el mundo se lleve a cabo el desarrollo de nuevas
tecnologías, que hacen eficiente el aprovechamiento de la energía acumulada en
este material orgánico. En el caso de la biomasa forestal, se están fomentando los
10

bosques energéticos, lo que posibilita obtener una mayor cantidad de energía por
unidad de biomasa así como un aprovechamiento óptimo y económicamente
sustentable de la misma.
Posteriormente, el problema se centra en cómo transformar la biomasa que existe
en forma natural, así como la que se produzca artificialmente, en combustibles
adecuados que sustituyan los combustibles fósiles. Para estas transformaciones
existen vías que utilizan diferentes tecnologías que veremos más adelante. Las
principales vías son:

Conversión Conversión
termoquímica bioquímica

Combustión Gasificación Pirólisis Fermentación Digestión


alcohólica anaerobia

Extracción de
combustibles
Gas Carbón Licores
piroleños

Etanol Metano

ENERGÍA ENERGÍA

Hablemos entonces en lo adelante acerca de la energía a partir de biomasa forestal,


o sea, la energía obtenida de la leña y el carbón, por conversión termoquímica.
Históricamente, dentro del contexto de la actividad Forestal, se ha practicado como
Aprovechamiento Forestal la extracción y conversión del fuste en madera aserrada,
pero dada la crisis energética que se avecina, la utilización de la madera y la leña
como fuentes alternativas sostenibles y sustentables de energía, ha pasado a
formar parte de la actividad de aprovechamientos del bosque. Y hoy son muchos los
centros de investigación, Universidades y empresas productoras a nivel mundial que
11

estudian la obtención de energía por diferentes vías, a partir de la biomasa, sobre


todo, a partir de la biomasa forestal, entre los que se encuentran la Universidad de
Pinar del Río, Cuba.

Del total de energía suministrada en el mundo, el 7 % es aportado por los


combustibles basado en madera, el mayor consumo lo tienen los países
subdesarrollados con un 76 %, el restante 24% de los dendrocombustibles (leña,
carbón vegetal, licor negro y otros) es utilizado por los países desarrollados, lo que
representa el 2 % de la energía por ellos consumida. A nivel mundial, una buena
parte de la madera extraída en un año es destinada a la producción de energía,
más del 80 % es utilizada por los países subdesarrollados lo que constituye
aproximadamente el 15 % de la demanda de energía primaria, aunque los valores
de demanda de energía varían mucho entre los países.
En 1995, cerca de 2 100 millones de m3, o sea, el 63 % de lo extraído del bosque,
fue utilizado como combustible. La madera y la leña continúan siendo fuentes
alternativas de energía de gran importancia sobre todo para los países
subdesarrollados, para las zonas rurales principalmente en la actividad doméstica, a
pesar de que, en los últimos tiempos, ha sido considerada de uso discreto respecto
12

a su impacto ambiental, dada la gran cantidad de sustancias químicas que emanan


durante el proceso de descomposición térmica de la madera, algunos de ellos
nocivos para la salud humana, como aquellos que provocan tumoraciones malignas
y afectaciones mutagénicas. No obstante, el desarrollo de los métodos de
termoconversión así como la humanización del trabajo, han hecho pensar
nuevamente en la conveniencia de utilizar la biomasa como fuente de energía,
principalmente en los países con una densa cubierta forestal y una industria de
elaboración de la madera muy desarrollada. En los países desarrollados, los
combustibles basados en madera cubren muy bajo porcentaje del consumo total de
energía, pero se observa en la actualidad un alto consumo de carbón vegetal, ya sea
obtenido de madera como de virutas, destinado en lo fundamental al campismo y a
la calefacción doméstica. Es una batalla de todos legarle a nuestros nietos un
mundo mejor donde sólo existan como fuentes de energía, las más nobles.
3. Transformación termoquímica de la madera
Para hacer un aprovechamiento óptimo de la madera desde el punto de vista
químico-energético es necesario conocer su composición química, cuyos
compuestos surgen de la combinación de los elementos químicos carbono (C),
hidrógeno (H) y oxígeno (O). La madera se compone, de forma general, de dos
grupos de sustancias: extraíbles y los componentes de la pared celular, estos
últimos comprenden la lignina, la celulosa y la hemicelulosa.
Cada uno de estos componentes presenta distintas estructuras químicas. Sus
proporciones, en los vegetales leñosos, comprenden los siguientes rangos de
valores: lignina, entre 25 y 35 % (maderas blandas), entre 17 y 25 % (maderas
duras); celulosa, entre 40 y 45 %, prácticamente igual para maderas duras que
para maderas blandas); hemicelulosa, 20 % (maderas blandas), entre 15 y 35 %
(maderas duras).
Por otra parte se puede decir que los árboles no podrían alcanzar tanta altura si sus
troncos no estuvieran impregnados de lignina, cuya propiedad de aglutinamiento
proporciona la dureza y rigidez necesaria a los haces de fibras celulósicas.
La pared secundaria, que constituye la mayor parte de la madera, contiene cerca del
75 % de la lignina. Esta sustancia da a la pared celular una gran resistencia, dureza
e impermeabilidad, lo que va a permitir, en futuras aplicaciones, desarrollar sobre
ella un proceso regulado de pirólisis y/o gasificación para obtener carbones
energéticos y carbones activados.
13

A modo de resumen, podemos añadir que en las coníferas, la relación lignina-


hemicelulosa-celulosa es de 30:20:50 % en masa, y en las latifolias la relación es, en
igual orden, de 20:30:50.
3.1 Descomposición térmica de la madera.
Para el aprovechamiento energético de la biomasa forestal se utilizan los Procesos
Termoquímicos, como mencionamos anteriormente, a través de diferentes
tecnologías:
La madera antes de ser transformada térmicamente sufre un proceso de cambio que
comprende: trozado y secado, para después ser combustionada, pirolizada o
gasificada.
La combustión, pirólisis, licuefacción y gasificación, constituyen probablemente las
tecnologías de mayores posibilidades de implantación industrial a corto plazo, para
el uso de los residuos lignocelulósicos.
Tecnologías y productos de la conversión termoquímica
Tecnología Productos primarios Aplicación
Combustión Calor Calentamiento
Pirólisis general Gas, líquido, sólido Gas combustible, sustitución de
combustible líquido o aceite
Pirólisis rápida Principalmente Sustitución de combustible líquido o
líquido aceite
Pirólisis lenta Principalmente Combustible sólido o combustible
carbón sólido pastoso
Licuefacción Líquido Sustitución de combustible líquido o
aceite
Gasificación Gas Gas combustible
3.1.1 Combustión.
La combustión constituye el sistema más empleado para el aprovechamiento de
residuos leñosos, presentando cifras relativamente importantes dentro de la
estructura de consumo energético de los países menos desarrollados, siendo en
este caso más favorecido el medio ambiente, al ser menores las emisiones de CO2
al compararlas con las de los combustibles fósiles. Este proceso termoquímico
domina las aplicaciones industriales y residenciales en el mundo de hoy.
14

3.1.2 Pirólisis
El proceso de pirólisis consiste en la descomposición térmica de la materia orgánica
por la acción del calor y en ausencia de oxígeno. La descomposición térmica de
estos materiales biomásicos se produce a través de una serie compleja de
reacciones químicas, además de procesos de transferencia de masa y calor.
Entre las materias primas que se investigan para desarrollar esta técnica, están los
subproductos agrícolas y forestales y los residuos sólidos urbanos.
En definitiva, la pirólisis parece ser un buen método para la obtención de energía a
partir de biomasa seca y, quizás, el mejor para convertir los residuos sólidos urbanos
en compuestos de interés económico.
La pirólisis puede llevarse a cabo a distintas velocidades de calentamiento,
distinguiéndose así la pirólisis lenta, rápida, la pirólisis flash y la reactiva. La primera,
también conocida como la pirólisis convencional o carbonización, ocurre a
temperaturas entre 400 y 600 ºC, con tiempos de residencia de horas y días la
carbonización, y hasta 30 minutos la pirólisis convencional, donde los productos
principales son sólidos.
En el intervalo de 250 a 350 ºC tiene lugar la fase cuantitativamente más importante
de la pirólisis de la madera, completándose en este intervalo la descomposición
térmica de la hemicelulosa, y en su mayor parte la de la celulosa. Las reacciones
principales consisten en rupturas de enlaces glicosídicos con la consiguiente
despolimerización parcial del componente celulósico de la madera.
El proceso de pirólisis de la madera conduce al rendimiento de diferentes cantidades
de gas, líquido y carbón, según las condiciones de operación, fundamentalmente
velocidad de calentamiento y temperatura final. Cuando el carbón es el principal
producto a obtener, la pirólisis debe efectuarse a bajas velocidades de calentamiento
y temperaturas finales moderadas.
Durante la carbonización tiene lugar la reorganización de los átomos de carbono en
estructuras microcristalinas tipo grafito. A medida que aumenta la temperatura, los
compuestos primarios se polimerizan e, independientemente de que el material
original tenga cadenas alifáticas o aromáticas, se origina un sistema planar de
moléculas tipo benceno condensadas, formándose así un sólido como resultado de
las uniones carbono-carbono (C-C) entre planos vecinos. Desde 400 hasta 700 ºC
estos sistemas condensados crecen gradualmente, pero todos los átomos
periféricos están unidos por enlaces químicos a átomos de hidrógeno o grupos
15

hidrocarbonados, sustancias que tienen alta resistividad eléctrica. Entre 700 y 800
ºC, muchos de los átomos de hidrógeno y los grupos hidrocarbonados son
eliminados, dejando pequeños cristalitos con estructura similar al grafito, lo que
coincide con una drástica reducción de la resistividad eléctrica, o un mayor
ordenamiento observado por Difracción de Rayos X (XRD).
Si la carbonización se efectúa por encima de 1000 ºC, la reactividad del carbón
durante el proceso de gasificación disminuye, pues se destruyen los centros activos
(los lugares donde se producen las reacciones químicas) en la superficie, el número
de átomos en las aristas es reducido por reordenamiento y los heteroátomos (los
átomos que no son carbono) abandonan la estructura, en gran medida por
desvolatilización de compuestos de Nitrógeno y Oxígeno, sobre todo por debajo del
50 % de pérdida por combustión del carbón gasificado. De igual forma, a altas
temperaturas el proceso es rápido y el rendimiento de carbón es menor.
3.1.2.1 Clasificación de los productos de la pirólisis
Gases:
Su composición es principalmente CO, H2, CH4, C02 y pequeñas cantidades de
hidrocarburos ligeros: etileno, acetileno, etano, etc.
Líquidos:
El líquido formado en la pirólisis es un producto con una compleja composición
química: acético, cetonas, vapores alquitranados que a la temperatura de pirólisis
son gases, pero que condensan para formar unas finas gotas alquitranadas. Además
hay una elevada presencia de agua.
Sólidos:
El producto sólido es un residuo carbonoso llamado semicoque (carbón) que suele
ser empleado como combustible o para obtener carbón activado.
La composición y cantidad de los productos obtenidos en el proceso de pirólisis
están influenciadas por el tipo de residuo, del reactor empleado, temperatura, tiempo
de residencia del sólido y su velocidad de calentamiento.
La pirólisis a temperatura y velocidad de calentamiento bajas es la óptima para la
producción de carbón vegetal. Estos procesos reciben el nombre de carbonización.
Los rendimientos generados de la carbonización de la biomasa suelen variar dentro
de los siguientes márgenes:
Gas: 15 a 17%
Líquidos piroleñosos: 43 a 51%
16

Carbón vegetal: 30 a 47%


El gas se utiliza para suministrar calor al horno, o bien para secar la biomasa
previamente a su carbonización.
Un material de partida muy investigado para la obtención de energía y carbón es el
aserrín de madera, especialmente el obtenido del tratamiento de la madera de pino,
en los aserraderos. Para iniciar el estudio de la biomasa con fines de su
termoconversión es necesario realizar los llamados estudios de análisis inmediato y
de análisis elemental.
Durante el análisis inmediato se determina el porcentaje de humedad, ceniza
(sustancias minerales), volátiles y carbono fijo, los cuales dan criterio de la
calidad del material estudiado como combustible.
El porcentaje de humedad está relacionado con el agua que le queda al material de
partida en sus poros, ya sea la biomasa, o el carbón, después de ser sometido a un
proceso previo de secado al aire o con tecnologías de secado más avanzadas. La
presencia de agua disminuye el poder calórico de la biomasa y de su carbón ya que
parte de la energía la consume el agua en su evaporación.
La ceniza también puede disminuir la cantidad de calor posible de extraer de la
biomasa o de su carbón, ya que parte de esta energía puede ser utilizada por la
ceniza para intentar fundirse. Asimismo, en el caso de la biomasa, las cenizas
funden a más baja temperatura que en los carbones minerales, pudiendo ocasionar
la formación de escorias muy perjudiciales también para la estructura del horno
donde se efectúa el proceso de pirólisis.
La materia volátil está constituida por sustancias de baja temperatura de ebullición
(a bajas temperaturas, o sea por debajo de 600 ºC, pasan del estado de agregación
líquido al estado de agregación gaseoso) fundamentalmente de carácter orgánico
(compuestos químicos en cuya estructura predominan los átomos de carbono,
hidrógeno, nitrógeno y oxígeno).
El carbono fijo está constituido por todas las estructuras carbonosas que, una vez
concluido el proceso de pirólisis, quedan en el sólido carbonoso. De esta masa
sólida carbonosa tiene mayor importancia energética la que constituye una
estructura cristalina donde el enlace químico prevalece en la unidad de los átomos
de carbono, o sea el carbono elemental. De ahí que en el caso de los carbones, su
carácter energético se fundamente en las reacciones químicas de la estructura
17

química carbonosa, o sea, en la ruptura de enlaces y la formación de nuevos


enlaces, cuya explicación y profundización quedan fuera del objetivo de este texto.
Las siguientes tablas reflejan datos de análisis inmediato de aserrín y de carbones
obtenidos de este residuo. De igual forma se presentan resultados acerca del
análisis elemental, el que permite tener el conocimiento sobre la presencia, tanto en
biomasa como en carbones, de elementos químicos de gran incidencia en su destino
final como combustibles.
Se utilizaron maderas y sus correspondientes carbonizados obtenidos en el
laboratorio, como referencia, como son las maderas del Eucalyptus grandi de
Uruguay, así como Quercus rotundifolia (Encino) y Pinus halepensi de España,
identificados en las tablas como, (Eg), (Qr) y (Ph), respectivamente.
Tambiém aparecen el aserrín de Pinus caribaea Morelet var. caribaea, Pinus
tropicalis Morelet, y madera de Eucalyptus saligna Smith (Es) y Eucalyptus
citriodora Hook (Ec).
Otras maderas utilizadas extraídas de bosques naturales se nombran: Conocarpus
erecta L. (Ce) (yana); Dichrostachys cinerea, Wight & Arm. (Dc) (marabú); Pinus
caribaea Morelet var. caribaea (PcC) (se utilizó costanera); Quercus oleoide C. y
S. Var. Sagreana C.H. Mull (Qo) (encino) y Guasuma tomentosa HBK (Gt)
(guásima). Se utilizó madera verde y de 2 meses de cortada.

Tabla 1. Análisis químico inmediato del aserrín de Pinus caribaea Morelet var.
caribaea y otras muestras comparativas, b.s. (base seca).
Muestras % Volátiles % Cenizas % C. fijo
Pc 83,91 0,40 15,69
Pt 83,88 0,34 15,78
Ep 83,62 0,20 16,18
Es 82,00 0,06 17,94
Ec 85,70 0,38 13,92
Qr 83,61 2,31 14,10
Ph 82,50 0,50 17,10
Eg 85,69 0,29 14,00
18

Tabla 2. Análisis químico elemental del aserrín de Pinus caribaea Morelet var.
caribaea y otras muestras comparativas (b.s.).
Muestras %C %N %H %O
Pc 44,23 0,14 6,73 48,50
Pt 46,35 0,09 6,62 46,60
Ep 45,39 0,12 6,42 48,07
Es 44,74 0,12 6,27 48,81
Ec 43,27 0,10 6,63 49,62
Qr 50,30 0,20 6,10 41,10
Ph 48,91 0,10 6,00 44,50
Eg 47,20 0,10 6,00 46,70

Tabla 3. Análisis químico inmediato de los carbonizados de aserrín de Pinus


caribaea Morelet var. caribaea y el de otras muestras comparativas (b.s.).
Carbonizados %Volátiles %Ceniza % Carbono fijo
C700Pc 5,46 1,96 92,58
C700Pt 8,86 1,85 89,29
C700Es 6,55 1,90 91,55
C600Qr 13,2 3,20 83,60
C600Ph 13,4 1,71 84,90
C800Eg 8,7 1,90 89,40

Tabla 4. Análisis químico elemental de los carbonizados de aserrín de Pinus


caribaea Morelet var. caribaea y el de otros comparativos (b.s.).
Carbonizados %C %N %H %O
C700Pc 93,07 0,35 1,06 3,56
C700Pt 95,46 0,47 1,43 2,64
C700Es 91,61 0,44 1,67 4,38
C600Qr 89,39 0,43 2,19 4,69
C600Ph 87,36 0,26 2,18 8,49
C800Eg 99,3 0,10 2,10 7,50
19

Se puede observar en estos resultados que para la biomasa y sus carbonizados, los
valores de volátiles y carbono fijo se invierten en magnitud, lo cual es lógico dada la
consolidación de la estructura carbonosa del material de partida (la biomasa) con el
proceso de pirólisis.
En la actualidad, debido al aumento en la demanda de carbón vegetal para consumo
doméstico, y en la industria química como carbón activo, ha habido un incremento
en la utilización de estos procesos. Los factores influyentes en el rendimiento y
calidad del carbón vegetal, son las propiedades físicas y composición del material, la
temperatura de pirólisis o carbonización y el proceso utilizado (hornos industriales o
procesos rudimentarios) aspectos estos que hay que tener muy en cuenta en el
momento de decidir su producción a escala industrial, tanto para el consumo
nacional como para la exportación.
Entre las propiedades físicas está la humedad; el material biomásico debe estar
seco en el proceso de carbonización. Un aumento de humedad significa, además de
un aumento en el consumo de calor para vaporizar el agua con lo que disminuye la
eficacia del proceso, como ya explicamos, una mayor fragilidad en el carbón vegetal,
debido a las roturas producidas por el vapor que escapa de la madera. Es
aconsejable que el material biomásico tenga un contenido en humedad alrededor del
10%. La densidad del sólido influye en la densidad del carbón vegetal, los residuos
forestales son materiales apropiados para su conversión en carbón vegetal.
La temperatura influye enormemente en el rendimiento y calidad del carbón vegetal.
Un aumento de la temperatura ocasiona una disminución del rendimiento pero una
mayor calidad del producto, y también proporciona una menor densidad del carbón y
de su contenido en materia volátil, así como un aumento en cenizas.
No obstante, el residuo sólido (carbón) de la carbonización constituye el producto de
mayor interés comercial de la pirólisis de la madera, aunque resulta también de gran
valor el aprovechamiento de los gases como energéticos.
Existen diferentes métodos para la producción de carbón vegetal vía carbonización,
pero el que mejor se adapta a las producciones en los países subdesarrollados es el
horno de ladrillo, del cual hay una vasta experiencia en diferentes países, entre los
que se destacan el horno argentino y el horno brasileño.
3.1.2.2 Hornos de ladrillo
Los hornos de ladrillos, construidos y operados correctamente, constituyen sin duda
uno de los métodos más efectivos para la producción de carbón vegetal. En el curso
20

de varias décadas de uso, estos hornos han demostrado ser una inversión de capital
moderada, requieren poca mano de obra y pueden dar rendimientos
sorprendentemente buenos de carbón vegetal, de calidad apta para todos sus usos
industriales y domésticos.
Hay muchos diseños para los hornos de ladrillos usados en todo el mundo, y la
mayoría está en condiciones de dar buenos resultados.
Para tener éxito, el horno de ladrillo debe satisfacer una cantidad de requisitos
importantes. Tiene que ser sencillo en su construcción, que las tensiones térmicas al
calentarse y enfriarse, relativamente no lo afecten, que sea suficientemente robusto
para aguantar las tensiones mecánicas de la carga y descarga y que por un período
de seis a diez años no se perjudiquen a causa de las lluvias o del clima.
Se debe poder, en cualquier momento, controlar la entrada del aire en el horno, y
durante la fase del enfriamiento sellar el horno rápida y herméticamente, para
impedir el ingreso del aire. El horno debe permitir un enfriamiento fácil y asegurar un
buen aislamiento térmico a la madera sometida a la carbonización, de lo contrario,
se producirían puntos fríos por el golpe del viento sobre las paredes del horno, que
impedirían la combustión correcta del carbón y podrían llevar a una producción
excesiva de trozos de madera parcialmente carbonizada ("tizones") y por ello bajos
rendimientos. La capacidad del horno de ladrillo para conservar el calor de
carbonización, es una razón importante de su gran eficiencia en la conversión de
madera en carbón vegetal.
Las ventajas de los hornos de ladrillo:
• Pueden ser construidos en tamaños medianos a grandes.
• Se construyen totalmente con ladrillos hechos localmente con arcilla/arena, de
cocción liviana y argamasa de barro. No requieren metal, excepto pocas barras de
acero plano sobre las puertas y como refuerzo en la base del domo, en el caso del
horno brasileño.
• Son robustos y no pueden ser dañados fácilmente. Tampoco pueden ser
fácilmente dañados por exceso de temperatura; pueden quedar expuestos sin
protección al sol y a la lluvia, sin corrosión o efectos negativos y tienen una vida útil
de 5 a 8 años.
• Los ladrillos asentados sobre barro pueden ser reciclados y usados de nuevo
cuando se reubiquen los hornos.
21

• El control de la quema es relativamente sencillo, especialmente en el caso del


horno argentino.
• Los hornos pueden ser enfriados fácilmente y se sellan herméticamente con
facilidad durante el enfriamiento. Un progreso reciente para el enfriamiento rápido es
el uso de la Inyección de agua.
• Ambos sistemas que funcionan en grupo (baterías) de hornos, han sido bien
investigados y normalizados, de manera que se ha llevado al máximo la eficacia de
la mano de obra y del uso de la materia prima.
• El carbón vegetal producido se adapta a todos los usos, inclusive para el hogar,
el metalúrgico y para la producción de carbón activado.
El mayor inconveniente de estos dos tipos de hornos está en poder recuperar y
utilizar como combustible los subproductos alquitranes y gases; de no hacerlo
aumenta la contaminación del aire y se reduce levemente la posible eficiencia
termica.
3.1.2.2.1 Los ladrillos
Son importantes los ladrillos usados para los hornos. Un ladrillo ideal es bastante
poroso, con buena resistencia al impacto térmico y buen aislante. Las paredes del
horno deben aislar la madera que se carboniza contra la pérdida excesiva de calor,
especialmente la que causa el viento y, sin embargo, durante la etapa del
enfriamiento, debe conducir el calor para permitir que el enfriamiento tenga lugar
rápidamente.
Por razones de economía, y cuando la estrategia de producción de carbón lo indica,
los ladrillos deberían hacerse y quemarse cerca del lugar donde se construirá el
horno. Se prepara una arcilla arenosa con un contenido de aproximadamente 65%
de arcilla. Para aumentar la porosidad de los ladrillos, puede agregarse a la mezcla
de arcilla cruda alrededor del 20% de aserrín. Los ladrillos secos se autoqueman en
grandes pilas, usando leña como combustible.
Los ladrillos densos, hechos a máquina, de gran resistencia, como los que se usan
en las construcciones urbanas, no son aptos, son más susceptibles a quebrarse por
el calor y cuestan mucho más entregados sobre el lugar de construcción del horno,
que los que se fabrican y queman localmente.
Es importante disponer de barro (arcilla). Un buen tipo de barro tiene un contenido
bastante elevado de arena y de materia orgánica y no se encoge o pela al secado.
Tampoco debe secarse muy duro, puesto que periódicamente la arcilla tiene que ser
22

raspada del horno, ya que se acumula en espesores después de varios ciclos de


enfriamiento. Esta arcilla puede ser usada de nuevo.

Finalmente, resumimos las características de las tecnologías de la pirólisis.


Tiempo de Velocidad de T. máxima Producto
residencia calentamiento (ºC) mayoritario
Pirólisis lenta
Carbonización Horas-días Muy bajo 400 Sólido
Convencional 5-30 min. Bajo 600 Gas, líquido y
sólido
Pirólisis rápida
Rápida 0,5-5 s Discretamente 650 Líquido
elevada
Muy rápida <1s Elevada < 650 Líquido
Muy rápida <1s Elevada > 650 Gas
Ultra < 0,5 s Muy elevada 1000 Gas
Vacío 2-30 s Media 400 Líquido
Pirólisis reactiva
Hidropirólisis < 10 s Elevada < 500 Líquido
Con el objetivo de mejorar los rendimientos en combustibles líquidos, se estudian los
procesos de "licuefacción", que son variantes de la pirólisis con adición de un gas
reductor como el monóxido de carbono, hidrógeno o gas de síntesis, a temperaturas
entre 300 y 500 °C y alta presión.
3.1.3. Licuefacción
La licuefacción consiste en obtener fundamentalmente una fracción líquida, la cual
posee un mayor potencial calórico al tener una mejor relación hidrógeno-carbono.
Esta relación es mejor en el petróleo que en el carbón, pero como la existencia del
primero será mucho menor que la del segundo, surge esta técnica, la cual es muy
compleja al aplicarla a la biomasa, por lo que su uso industrial no es recomendable.

4. Determinación del poder calórico a través de ecuaciones.


Debido al elevado costo que implica determinar experimentalmente el valor calórico
de cualquier material, se han establecido ecuaciones que permiten determinar este
parámetro para diferentes productos de la pirólisis (carbón, líquidos y gases) de la
23

madera, a partir de las fracciones iniciales de celulosa, lignina, sílica y ceniza libre
de sílica, llegándose a conclusiones respecto a la influencia de estos componentes
en el valor calórico de los diferentes productos de la misma.
De igual forma, ecuaciones para el cálculo del valor calórico del bagazo de la caña
de azúcar y del meollo, fueron establecidas por Hugot y Chou W.Y.
respectivamente.
Otros resultados como los de Francis, H.E. y Lloyd, W.G. (F-Ll), establecieron las
siguientes ecuaciones:

Q = 0.3456 (%C)+1.2334 (%H) -0.1288 (%O) (1)


Q = 0.3578 (%C)+1.1356 (%H)+0.0594 (%N)-0.0845 (%O)-0.974 (2)

que se han obtenido por análisis de regresión para el cálculo del valor calórico (Q) a
partir de la composición elemental para diferentes carbones. Estas expresiones son
aproximaciones empíricas, pero al aplicar la ecuación (2) que es la corregida para el
cálculo de los valores calóricos de residuos forestales (b.s.), se obtuvieron los
resultados que se muestran en la Tabla 5.

Tabla 5.Valores calóricos calculados por la ecuación de F-Ll, para el aserrín de


Pinus caribaea Morelet var. caribaea y de las muestras de comparación (b.s.),
kJ/g).
Muestras %C %N %H %O F-Ll Exp. % Dif.
Pc 44,23 0,14 6,73 48,50 18,40 19,95 7,77
Pt 46,35 0,09 6,62 46,60 19,19 21,80 12
Ep 45,39 0,12 6,42 48,07 18,50 20,41 9,36
Es 44,74 0,12 6,27 48,81 18,03 20,08 10
Ec 43,27 0,10 6,63 49,62 17,85 19,35 7,75
Qr 50,30 0,20 6,10 41,10 20,49 19,70 4
Ph 48,90 0,10 6,00 44,50 19,58 20,20 3,07

En la tabla 5 se puede comparar los resultados obtenidos por los cálculos teóricos y
los experimentales donde la diferencia está marcada por errores que superan el 7 %
y, en el caso del Pt, sobrepasa el 10 %, mientras que para los resultados de Francis
24

y Lloyd (F-Ll) fueron, en carbones, de 0.79%. Esto resulta de importancia, ya que la


ecuación propuesta por estos autores parece que reproduce los datos para
materiales con contenido en carbono elemental más alto, y no es suficientemente
buena para la madera si se estableciera un criterio de error de ± 5%.
De igual forma Shafyzadeh, F. y col., y Tillman, D.A., establecieron ecuaciones
para el cálculo del valor calórico considerando el porcentaje de contenido en
celulosa, lignina y extraíbles; los resultados obtenidos por Jiménez, L. y González,
F., al aplicar estas ecuaciones al cálculo de poderes calóricos a maderas y residuos
de origen agrícola, dieron errores muy altos, por lo que estos autores establecieron
una ecuación (J-G) que les permitió hacer el cálculo teórico de los valores calóricos
a partir de los datos del análisis inmediato del material:

HP = -10814.08+313.30T (3)

donde HP es el valor calórico y T es la suma del contenido total de volátiles (V) y


carbono fijo (Cf) del material estudiado. Esta expresión reproduce valores calóricos
de diferentes residuos de origen vegetal, considerando un error menor al 10% según
los propios autores.
Al extender esta expresión al cálculo de los valores calóricos en carbones, se
observa que los resultados no son buenos, tal y como se muestra en la Tabla 6.
Las diferencias entre los resultados experimentales y los teóricos son, en la mayoría
de los casos, superiores al 35%. Esto se debe a la forma de la ecuación, ya que se
engloban en el término independiente los volátiles y el carbono fijo, así se obtendrían
valores de poderes calóricos iguales para sólidos distintos, por ejemplo: una madera
con el 82% en volátiles y el 16% en carbono fijo tendría el mismo poder calórico que
un carbón vegetal con 16% en volátiles y el 82% en carbono fijo. Se entiende
entonces que esta ecuación no es válida para el cálculo de valores calóricos de
carbonizados, mientras que la de Francis y Lloyd, según se vio anteriormente,
resulta más adecuada para el cálculo de valores calóricos de los carbones que para
la madera.
Por lo anteriormente expuesto, y dado lo complicado que por las necesidades de
recursos puede resultar la determinación del análisis elemental de estos materiales
en los países subdesarrollados para calcular los valores calóricos aplicando la
ecuación de Francis y Lloyd, mientras que por otra parte se hace imposible aplicar la
25

ecuación J-G al cálculo de los poderes calóricos de los carbonizados, se pensó que
sería útil poder obtener los valores calóricos de estos combustibles alternativos a
partir de una nueva ecuación (N-E) que se apoyara en los valores de porcentaje de
materia volátil y carbono fijo y que a su vez fuera aplicable tanto al material original
como a carbonizados. Para ello se propuso la siguiente ecuación:

pc=0.3563(%Cf) + 0.1755(% V) (4)


donde :
pc: poder calórico de la muestra (kJ/g)
Cf: porcentaje de carbono fijo
V: porcentaje de materia volátil
Para la obtención de la ecuación se sometieron los valores de V y Cf a un análisis de
regresión lineal, con el poder calórico (pc) como variable dependiente. Una vez
obtenida, se le aplicó la ecuación a varios carbones obtenidos a diferentes
temperaturas, en laboratorio, así como a carbones obtenidos en horno parva a partir
de maderas de la provincia de Pinar del Río, a modo de extensión de la validez de la
ecuación para el cálculo de poderes calóricos; por último la ecuación se aplicó, con
igual objetivo que en los carbonizados, a 7 muestras de materia prima original. En la
propia Tabla 6, se muestran los resultados obtenidos al aplicar esta ecuación a los
carbones, a la vez que se compara los resultados obtenidos para las muestras
estudiadas con la ecuación J-G, observándose que las diferencias entre los valores
teóricos y los experimentales, para la nueva ecuación, no difieren en la mayoría de
los casos del 4 %.

Tabla 6.Valores calóricos calculados por las ecuaciones J-G y N-E del carbonizado
de aserrín de Pinus caribaea Morelet var. Caribaea a diferentes temperaturas y los
de comparación (b.s.), (kJ/g).
Carbone % V % Cf J-G (a) N-E (b) Exp. %dif.(a) %dif (b)
s
C700Pc 5,46 91,58 19,58 33,58 31,2 35,2 7,62
C700Pt 8,86 89,29 19,93 33,01 32,7 39,0 0,94
C700Es 6,55 91,55 19,92 33,78 32,2 38,14 4,9
Qr*
26

500 ºC 17,55 79,7 19,64 31,47 30,2 35,0 4,2


550 ºC 14,70 82,20 19,54 31,86 32,7 40,2 2,57
600 ºC 13,21 83,62 19,51 32,10 32,2 39,4 0,01
Ph*
500 ºC 20,22 78,20 20,01 31,41 30,8 35,0 1,98
550 ºC 18,11 80,32 20,01 31,78 31,50 36,50 0,88
600 ºC 13,41 84,90 19,98 32,60 31,40 36,37 3,8
Ce 1** 24,54 62,39 16,42 26,53 27,10 39,4 2,1
Dc 1** 23,06 68,64 17,90 28,50 27,98 36 1,8
PcC 2** 20,36 76,71 19,62 30,90 29,41 33 5,06
2
Qo ** 17,44 76,79 18,69 30,42 31,18 40 2,44
Gt 2** 16,13 73,39 17,23 28,98 30,21 43 4,07

* Obtenidos en el laboratorio con madera de 3 meses de cortada.


** Obtenidos en horno tradicional.
1
madera verde.
2
madera con dos meses de cortada.

En el cálculo teórico de los valores calóricos, estos son del orden de los reportados
en la literatura en condiciones experimentales semejantes.
En la Tabla 7, se exponen los valores calóricos calculados para el aserrín y otras
maderas, aplicando la ecuación J-G y la nueva ecuación (NE), con fines
comparativos.

Tabla 7.Valores calóricos calculados por las ecuaciones J-G y N-E, del aserrín de
Pinus caribaea Morelet var. caribaea y de las muestras comparativas (b.s.), (kJ/g).
Muestras %V %Cf J-G (a) N-E (b) Exp. % Dif (a) % Dif (b)
Pc 83,9 15,70 20,39 20,32 19,95 2,21 1,8
Pt 84,9 14,76 20,41 20,16 21,8 6,37 7,5
Ep 83,6 16,20 20,45 20,44 20,41 0,19 0,15
Es 82,0 17,94 20,49 20,78 20,08 2,04 3,5
Ec 84,7 13,92 20,08 19,82 19,35 3,70 2,4
Qr 83,6 14,10 19,79 19,70 19,70 0,45 0
27

Ph 82,5 17,10 20,39 20,07 20,2 0,94 0,64

Analizando estos resultados se observa que en todos los casos la diferencia entre
los valores calculados por la ecuación de Jiménez y González (J-G) y los
experimentales, es menor del 10%, lo que se corresponde con los valores obtenidos
por sus autores para otros ensayos. De igual forma, los datos del cálculo realizado
por la nueva ecuación, no presentan una diferencia de más de un 4 % en la mayoría
de los casos, al igual que para los carbonizados, siendo muy parecidos a los
obtenidos por la ecuación J-G.
Se puede deducir de los valores reflejados en las tablas anteriores, que la nueva
ecuación da resultados teóricos del orden de los experimentales, tanto para el
material original como sus carbonizados, conduciendo a su vez a claras evidencias
de las posibilidades energéticas del aserrín de Pinus caribaea Morelet var.
caribaea y de su carbonizado, de poder ser aprovechados tanto como energético
como para la obtención de carbones activados.

5. Gasificación completa (obtención de energía)


Bajo la denominación de gasificación se recogen todos aquellos procesos que llevan
implícita una combustión en condiciones de defecto de oxígeno, con producción de
monóxido de carbono (CO) y dióxido de carbono (CO2), hidrógeno (H2) y metano
(CH4), en proporciones diversas según la composición de la materia prima y las
condiciones del proceso.
La gasificación, al igual que la pirólisis, ofrece una mayor versatilidad que la
combustión como método de aprovechamiento de los residuos lignocelulósicos, ya
que la combustión tiene como único objetivo la obtención de energía.
La diferencia entre pirólisis y gasificación se puede establecer en sus objetivos:
mientras la pirólisis pretende principalmente la obtención de un sólido carbonoso y a
veces líquidos, en el caso de la gasificación se busca un alto rendimiento en gases,
fundamentalmente CO, H2 y CH4. Esta diferencia de objetivos va a marcar las
condiciones operativas, ya que la gasificación se lleva a cabo a temperaturas
superiores y en presencia de agentes gasificantes.
La temperatura de operación es un factor importante en estos procesos. Para
obtener un buen rendimiento de la mezcla gaseosa resultante (contenidos altos en
hidrógeno y monóxido de carbono) es necesaria una temperatura mínima de 700 a
28

800 °C. Con el fin de evitar problemas técnicos debidos a la fusión y la aglomeración
de cenizas, se impone una temperatura máxima, trabajándose generalmente entre
800 y 1500 °C.
5.1 Clasificación de la gasificación
La gasificación de la biomasa puede ser clasificada atendiendo a los siguientes
criterios:
Agente gasificante: Aire, oxígeno, vapor de agua, C02, H2
Forma de suministrar el calor: Método directo o indirecto
Tipo de reactor: Lecho móvil en contracorriente o en corriente paralela. Lecho
fluidizado. Transporte neumático, sistemas combinados o circulantes.
Presión y temperatura del reactor.
Forma de separar las cenizas.
Atendiendo al agente gasificante, el proceso de gasificación con aire es el que, a
nuestro juicio, presenta un mayor interés económico y social. En este proceso, el
oxígeno del aire quema parcialmente el residuo carbonoso procedente de la pirólisis
(proceso simultáneo al de gasificación), y se genera el calor necesario para el
proceso. Al no necesitar fuente de calor externa, este proceso permite con un bajo
costo, el aprovechamiento local en diversos pueblos (granjas o cooperativas), de
diversos residuos agrícolas y forestales mediante su conversión termoquímica en
gases de bajo contenido energético.
Existen sistemas y procesos de gasificación con aire en desarrollo o ya disponibles
comercialmente, que aprovechan los más variados tipos de biomasa en función del
país donde se han implantado. Por otra parte, las tecnologías de gasificación y
purificación de gases son muy diversas dependiendo fundamentalmente de la
aplicación posterior del gas.
La evaluación y comparación de estos sistemas o procesos no es sencilla, debido a
los numerosos factores a tener en cuenta y al hecho de que algunos de ellos están
diseñados para una única aplicación, no pudiéndose comparar para otras
aplicaciones.
El aire se introduce principalmente para aporte de calor mediante la combustión de
parte del residuo carbonoso. El producto a obtener es un gas combustible de bajo
contenido energético (inferior a 6 MJ/Nm3). Los reactores más utilizados son los de
los gasificadores de corriente ascendente o tiro directo (ó updraft) o los de corriente
descendente o tiro invertido (ó downdraft) y los de lecho fluidizado. Este gas puede
29

emplearse como combustible en quemadores de calderas o turbinas de gas, o en


aparatos de combustión interna.
La gasificación con oxígeno y/o vapor de agua se utiliza para obtención de gas de
medio contenido energético (10-20 MJ/Nm³) o de gas de síntesis. Es un gas de
mayor calidad al no estar diluido con nitrógeno.
El lecho fluidizado es el más apropiado para la gasificación de biomasa con aire o
vapor de agua. Sin embargo, no se puede utilizar con todos los tipos de residuos
agrícolas y forestales ya que el tamaño y la forma de éstos puede limitar su uso. El
tamaño de la partícula debe ser inferior a 1 cm, pudiendo ocasionar un aumento en
el coste de trituración del residuo. Este factor puede solucionarse añadiendo un
segundo sólido inerte (arena, alúmina) que ayude a fluidizar la biomasa.
Con la gasificación con H2 se produce un gas con alto contenido energético (superior
a 30 MJ/Nm3) que por tener altos porcentajes de metano y olefinas, puede utilizarse
como sustituto el Gas Natural.
También pueden utilizarse catalizadores durante la reacción. Las razones que hacen
atrayentes el empleo de catalizadores son:
- Alto incremento de las reacciones de conversión dadas.
- Temperaturas de reacción más bajas con mayor eficiencia y eficacia.
- Reduce el contenido de metano en el gas de síntesis.
- Permite obtener una composición de producto adecuada para una aplicación
particular tales como CH4, H2, CH3OH, NH3.

5.1.1 Tipos de gasificadores


5.1.1.1 Gasificador de corriente ascendente o tiro directo
La entrada de aire es por el fondo y los gases salen por la parte superior. En el
fondo, cerca de la parrilla, tienen lugar las reacciones de combustión, ocurriendo
después las reacciones de reducción algo más arriba. En la parte alta del gasificador
tiene lugar el calentamiento y pirólisis de la carga, como resultado de la transferencia
de calor, por convección forzada y radiación, de las zonas inferiores. El calor
obtenido de la combustión representa el 30 % de la energía introducida. Los
alquitranes y productos volátiles producidos durante este proceso son llevados por el
flujo de gas. Las cenizas son removidas desde el fondo del gasificador. La corriente
ascendente tiene la ventaja de que la biomasa que se utilice puede tener alto
30

porcentaje de humedad, mientras que presenta la desventaja de que los alquitranes


no pueden ser extraídos por lo que deben ser quemados.

5.1.1.2 Gasificador de corriente descendente o de tiro invertido


El diseño de gasificadores de tiro invertido o corriente descendente, en los cuales el
aire de la gasificación se introduce en la zona de oxidación del gasificador o por
encima de ésta, constituye una solución al problema del arrastre de alquitrán con la
corriente de gas. El gas pobre sale por el fondo del equipo de modo que el
combustible y el gas se mueven en la misma dirección, como se muestra
esquemáticamente en la figura correspondiente.
Los alquitranes se queman al tiempo que se forman y su energía se utiliza para la
pirólisis, disminuyéndose al 0,1 %.
El gas obtenido por esta vía es mucho más útil en operaciones de combustión:
turbinas, máquinas, transporte en pipa; tiene menos humedad que el obtenido en
corriente ascendente y es más uniforme en volumen.
5.1.1.3 Gasificador de tiro transversal
Los gasificadores de tiro transversal, son una adaptación para el empleo de carbón
vegetal. La gasificación del carbón vegetal produce temperaturas muy elevadas en
la zona de oxidación que pueden producir problemas en los materiales. En los
gasificadores de tiro transversal, el propio combustible (carbón vegetal) sirve de
aislamiento contra estas altas temperaturas.
El funcionamiento de los gasificadores de tiro directo y de tiro invertido se ve
afectado por las propiedades morfológicas, físicas y químicas del combustible. Los
problemas que se encuentran corrientemente son: la falta de tiro en el depósito, la
formación de escoria y la excesiva caída de presión en el gasificador. Un sistema de
diseño que pretende eliminar tales dificultades es el gasificador de lecho fluidizado.

5.1.1.4 Gasificador de lecho fluidizado


Las principales ventajas de los gasificadores de lecho fluidizado, tal como se plantea
en la literatura, proceden de su flexibilidad en cuanto al material de alimentación;
debido al fácil control de la temperatura que puede mantenerse por debajo del punto
de fusión de las cenizas (cáscaras de arroz) y a su capacidad de funcionar con
materiales blandos y de grano fino (aserrín, etc.).
31

Gasificador de corriente ascendente o tiro directo

Gasificador de corriente descendente o de tiro invertido

Gasificador de tiro transversal


32

Gasificador de lecho fluidizado

Ya vimos que la madera puede ser utilizada directamente como fuente de energía o
también como materia prima para la obtención del carbón vegetal energético,
comportándose en este caso como fuente de energía secundaria. Este carbón
vegetal también puede ser utilizado como materia prima para la obtención de los
llamados carbones activados, de gran utilidad para el saneamiento ambiental, la
33

industria principalmente en el tratamiento de agua y la salud humana, entre otras


variadas aplicaciones.

6. Los carbones activados


El carbón activado es un material poroso (como la piel de las personas) preparado
por la carbonización y activación (proceso a través del cual se obtiene el carbón
activado) de materiales orgánicos, especialmente de origen vegetal, hullas, lignitos y
turbas, con el fin de obtener un alto grado de porosidad y una importante superficie
intraparticular. La elevada superficie específica facilita la adsorción física de gases y
vapores de mezclas gaseosas o sustancias dispersas en líquidos, que pueden ser
grandes o pequeñas moléculas de naturaleza orgánica, pueden ser metales, virus,
entre otros.
La actividad del carbón activado en los procesos de adsorción viene dada,
fundamentalmente, por la naturaleza de la materia prima y el proceso de activación
utilizado en la obtención del mismo. Su capacidad adsorbente se ve muy favorecida
por la estructura porosa y la interacción con adsorbatos polares y no polares, dada
su estructura química, además las reacciones químicas en su superficie están
influenciadas por centros activos, dislocaciones y discontinuidades, donde los
carbones tienen electrones desapareados presentando mayor energía potencial.
Para obtener los carbones activados, el material de partida, que puede ser el carbón
mineral o la biomasa vegetal, se pirolisa y el carbón obtenido se gasifica, pero ahora
no con el objetivo de obtener energía sino con el fin de limpiar los poros que tiene el
carbón primario (el producto sólido de la pirólisis), que fueron obstruidos con los
alquitranes (subproductos del proceso), desprendidos durante la pirólisis o
carbonización.

6.1 Gasificación controlada (Obtención de carbones activados)


La gasificación es una reacción heterogénea del tipo gas-sólido y donde hay un
agente gasificante presente (el que limpia los poros a través de reacciones
químicas): aire, el oxígeno, CO2 o vapor de agua, o la mezcla de ellos en función de
la finalidad del proceso. Un caso particular del proceso de gasificación en el que la
conversión del carbón no es total y resulta un sólido poroso como consecuencia de
una gasificación controlada, es lo que se conoce como activación física del carbón
y el producto obtenido se conoce como carbón activado. El carbón activado también
34

puede obtenerse a partir del contacto directo de la biomasa con una sustancia
química, a una temperatura determinada, ocurriendo en un solo paso el proceso de
carbonización y el de activación, en este caso estamos en presencia de la
activación química.

Madera, aserrín y carbón activado de aserrín

6.1.1 Activación física.


El proceso se inicia con la etapa de carbonización, de modo que se logre la
deshidratación y la desvolatilización de forma controlada, obteniéndose un
carbonizado con elevado por ciento en carbono fijo y una estructura porosa inicial.
Durante la carbonización, los elementos no carbonosos, como el hidrógeno y el
oxígeno, presentes en la materia prima, son eliminados en parte por la pirólisis del
material, y los átomos de carbono se organizan en estructuras microcristalinas
conocidas como “cristalitas grafíticas elementales”. Entre estos microcristales hay
espacios libres, debido a que su ordenamiento es irregular. Estos espacios o
intersticios son bloqueados por carbono amorfo, alquitranes y otros residuos de la
descomposición pirolítica del material celulósico.
35

Como resultado de ello los carbones producto de la carbonización sólo presentan


una pequeña capacidad de adsorción, aumentándose esta capacidad a través del
proceso de activación.
La activación se realiza en una segunda etapa a temperaturas entre 750 y 1000 ºC,
en presencia de un oxidante como agente activante entre los que predomina el CO2
y el vapor de agua.
La oxidación del carbón amorfo y la gasificación no uniforme de los microcristales
conducen, en la primera fase de activación, a la formación de nuevos poros, o sea,
al desarrollo de una estructura microporosa.
Se puede ver que hay una gran relación entre la capacidad de adsorción, como
función del desarrollo de la estructura porosa, y la gasificación del material
carbonoso. Por tanto el término “pérdida por combustión” (burn off) se usa como una
medida del grado de activación e indica el porcentaje en peso de decrecimiento del
material durante la activación.
Según Dubinin citado por Smisek, M. y Cerny, S., con pérdidas por combustión
menores del 50 % se obtienen carbones activados microporosos, si la pérdida por
combustión es mayor del 75 % se obtiene un carbón macroporoso y si la pérdida por
combustión está entre el 50 y 75 % el producto obtenido es una mezcla de
estructura micro y macroporosa, constituyendo una clasificación general de la
estructura porosa.

6.1.1.1 Gasificación del carbón primario con CO2 y con vapor de agua.
Si la gasificación es controlada, los agentes gasificantes a utilizar son
fundamentalmente CO2 y vapor de agua, cuyas reacciones básicas se pueden
representar por las ecuaciones de reacciones químicas acorde a la literatura.
La gasificación con Dióxido de Carbono (CO2) puede expresarse de acuerdo con la
reacción endotérmica representada por la ecuación siguiente:

C(S) + CO2 (g) → 2CO (g) ΔH= 159 kJ/mol

En la ecuación anterior, que es la base en la activación con CO2, la velocidad de


reacción (r) viene dada por la expresión cinética del tipo Langmuir-Hinselwood:

r = k(pCO2)/ 1 + k1(pCO) + k2(pCO2) (5)


36

donde:
pCO y pCO2 : presiones parciales del CO y CO2 respectivamente.
k : la constante intrínseca de velocidad.
k1 y k2: constantes de adsorción.
Por su parte, la gasificación con vapor de agua puede representarse por medio de
una reacción heterogénea (la de gasificación propiamente dicha) que es
endotérmica y otra homogénea, que se produce en estado gaseoso, que es
exotérmica, y la extensión en la que se produce depende fundamentalmente de las
condiciones de presión y temperatura a las que se trabaje:

C(S) + H2O(g) → CO(g) + H2(g) ΔH= 117 kJ/mol


CO(g) + H2O(g) → CO2(g) + H2(g) ΔH= - 42.3 kJ/mol

La velocidad de la reacción puede escribirse de manera análoga a la indicada para


el CO2, por la siguiente expresión:

r = k(pH2O)/1+ k1(pH2O) + k2 (pH2) (6)

donde:
pH2O y pH2 son presiones parciales del H2O y el H2, respectivamente y las constante
k, k1y k2, tienen el mismo significado que gasificando con CO2.

6.1.2. Activación química.


Este proceso se desarrolla en una sola etapa, calentando en atmósfera inerte una
mezcla del agente activante con el material de partida. Las sustancias más usadas
son: ácido fosfórico (H3PO4), Cloruro de cinc (ZnCl2), ácido sulfúrico (H2SO4),
aunque también se ha usado sulfuros y tiocianatos de potasio, cloruros de calcio y
magnesio e hidróxidos de metales alcalinos, entre otras sustancias, siempre en
dependencia de la materia prima original a utilizar y del mayor o menor volumen de
poros de un tipo o de otro que se quiera obtener.
Entre las materias primas de origen vegetal se utiliza fundamentalmente aserrín de
madera y bagazo de caña, y como agente activante el ácido fosfórico (H3PO4).
Considerando que el aserrín es un desecho y el activante se puede recuperar, hace
37

al proceso comercialmente viable. El proceso involucra el mezclado de la materia


prima original con el agente activante (deshidratante), formando una pasta que luego
es secada y carbonizada en un horno, a una temperatura entre 200 y 650 ºC,
ocurriendo una deshidratación con el resultado final de la creación de una estructura
porosa y una ampliación del área superficial. Los parámetros fundamentales que
controlan el proceso de activación química y el producto a obtener son: la relación
de impregnación, la temperatura de activación y el tiempo de residencia. La
dependencia de la estructura del carbón con estas variables puede ser seguida por
los cambios en las formas de las llamadas isotermas de adsorción.
Una vez obtenidos los carbones activados, éstos se caracterizan, para obtener una
serie de informaciones importantes que permiten conocer la calidad del carbón
obtenido y si está óptimo para la aplicación que se desea. Para ello se utiliza una
serie de teorías, donde ocupa un lugar fundamental la Teoría BET y la Teoría del
Llenado del Volumen de Microporos.
6.2. Teoría BET
La teoría BET responde a sus autores, Brunauer, Emmett y Teller, quienes
desarrollaron las ideas de Langmuir para describir la adsorción multimolecular o en
multicapas.
El modelo para la formación de infinitas capas moleculares conduce a la bien
conocida ecuación BET:

p 1 C −1
= + ( 7)
n a ( po − p) n C a ⎛ p⎞
a
m
nm C⎜ ⎟
⎝ po ⎠

donde:
na y nam : la cantidad adsorbida a la presión de equilibrio p/p0 y la cantidad adsorbida
en la monocapa respectivamente.
C: una constante la que está relacionada proporcionalmente con la fortaleza de la
interacción adsorbente-adsorbato y puede usarse para caracterizar la forma de la
isoterma BET.
El área de superficie aparente BET (ABET), se calcula a través de la siguiente
expresión:
ABET = (nam ) (N) (am ) (8)
38

donde:
N: constante de Avogadro.
am : área de la sección transversal de la molécula.

6.3. Teoría del Llenado del Volumen de Microporos (TLLVM)


Dubinin y Radushkevich desarrollaron esta teoría basados en el concepto de curva
característica y el potencial de adsorción de Polanyi para describir la adsorción en
microporos estableciendo la relación fundamental de la teoría, que es la ecuación
de Dubinin-Radushkevich (DR):

A 2
W = Wo exp [-( )] (9)
βE o

donde:
W : el volumen de adsorbato líquido en los microporos a temperatura (T). y presión
relativa (p/po).
Wo: el volumen de microporos o volumen límite de adsorción en unidad de volumen
(cm3 /g) o cantidad de sustancia (mmol/g).
β: el coeficiente de similitud.
6.4. Caracterización de los carbones
6.4.1. Adsorción de N2 y CO2.
El adsorbente más usado para la caracterización de carbones activados es el
nitrógeno (N2), seguido por el CO2. Para la determinación del área de superficie, es
usual tomar como valores de área molecular 0.162 nm2 para el N2 a 77, K y 0.195
nm2 para la molécula de CO2 a 273 K. La adsorción de N2 es muy lenta debido a la
lentitud del proceso de difusión a través de los microporos a la temperatura de
análisis (77 K). Por tal razón se completa la caracterización con la adsorción de CO2
que presenta dimensiones moleculares similares a las del N2 ( 0.28 nm y 0.30 nm
respectivamente), pero que puede ser utilizado a temperaturas de 273 K o 298 K a
las que el proceso de difusión se ve bien favorecido y se alcanza el equilibrio antes
que con N2. El rango de presión relativa cubierto, en el caso de la adsorción de CO2,
es menor al cubierto en la adsorción de N2 a 77 K, debido al elevado valor de
presión de saturación del CO2 a 273 K. Finalmente a través de las expresiones de
39

las teorías BET y TLLVM, se determinan parámetros importantes como son el


volumen de microporos y el área de superficie del carbón activado.
El volumen de mesoporos puede estimarse a partir de la isoterma de nitrógeno si
ésta es lo suficientemente aplanada a presiones relativas altas, o combinando
resultados de la isoterma y de las curvas de intrusión de la porosimetría de mercurio.
En el estudio de los fenómenos de adsorción en mesoporos, la relación entre el
tamaño del poro y la presión relativa queda establecida por la ecuación de Kelvin :

ln (P/Po)= -2sVm/(RTrm) (10)

donde:
p/p0: la presión relativa del gas.
S: la tensión superficial del adsorbato líquido.
Vm: el volumen molar del adsorbato líquido
rm: el radio de curvatura del menisco (al que se le suma el espesor de la capa
adsorbida para tener el radio del poro, rp).
RT: Constante de los gases ideales y la temperatura de adsorción, respectivamente.
Para la distribución del volumen de mesoporos se aplica el método de Barret, Joyner
y Halenda (BJH).
La distribución del volumen de mesoporos se hace asumiendo poros
geométricamente cilíndricos usando la ecuación de Kelvin para el cálculo del radio
del poro, por despeje de la ecuación anterior.
Pero usando una constante apropiada para el N2, la ecuación anterior se reduce a la
siguiente:

4.15
rK = (11)
log( p / p0 )

donde rK es el radio Kelvin, la que permite el cálculo del radio (rK) en el que tiene
lugar la condensación capilar a presión relativa p/p0. Partiendo del hecho de que
previo a la condensación tiene lugar alguna adsorción en las paredes del poro rK no
representa el verdadero radio de éste, entonces el verdadero radio (rp) está dado
por:
40

rp = rK + t (12)

donde t es el grosor de la capa adsorbida.


Las curvas de intrusión de la porosimetría de mercurio, permite también determinar
el volumen de macroporos, poros tan importante en la conducción de las partículas a
adsorber hasta el microporo donde realmente se produce la adsporción.
Hay métodos y técnicas experimentales para determinar la naturaleza de las
estructuras químicas en la superficie de los adsorbentes, la polaridad de la
superficie, la distribución de tamaño y estructura de poros, el área superficial y el
volumen de microporos como complemento a los métodos ya visto; entre los que se
encuentran: la calorimetría de inmersión, la espectroscopía RMNC13 en estado
sólido y la microscopía electrónica de alta resolución.

6.5. Aplicaciones del carbón activado.


El carbón activado tiene una amplia gama de aplicaciones, tanto en polvo como
granular, a sistemas en estado de agregación líquido y gaseoso.
Sus aplicaciones al estado de agregación líquido abarcan la decoloración de licores
de azúcar, potabilización de aguas (eliminación de olor, color, sustancias químicas,
bacterias, tratamientos de aguas residuales), decloración de aguas para su uso en la
fabricación de bebidas refrescantes, decoloración y mejora de bebidas alcohólicas
(vinos, rones), purificación de grasas y aceites comestibles, purificación de
proteínas, medicamento en la desintoxicación de personas y mejora del sistema
digestivo, purificación de plasma sanguíneo, separación de elementos metálicos
(oro, plata), entre otras.
Por su parte, en medio gaseoso encuentra sus aplicaciones en el almacenamiento y
separación de gases, en máscaras antigás, protección antirradiactiva en plantas
nucleares, desodorizante de productos alimenticios, adsorción de SOx; además tiene
amplias aplicaciones como soporte catalítico en la reducción de los NOx.
Entre otras aplicaciones, de forma general, se pueden mencionar su utilización en
filtros de cigarrillos y plantillas de calzados.
En general, el carbón pulverizado se aplica en medio líquido, mientras el granulado
puede ser aplicado en ambos medios.
Por último, mostramos algunas fotos tomadas en microscopio electrónico, sobre
carbones activados
41

Figura 1 Figura2
Las fotos correspondientes a las Figuras 1 y 2, tomadas a diferentes escalas,
muestran el grado de destrucción durante la activación de un carbón, con vapor
de agua a 725 ºC por un tiempo de 4 horas, produciéndose una pérdida por
combustión del 71 % debido a una extensa activación, lo que tiene como
consecuencia una disminución en el volumen de los microporos estrechos, que
son los necesarios para que se produzca la acción de este carbón: la
adsorción. Este tipo de carbón es óptimo para adsorber en estado líquido
grandes moléculas, por ejemplo, en la decoloración de azúcar.
Las Figuras 3 y 4, por lo contrario, muestran la foto de un carbón activado
también con vapor de agua a 725 ºC por un tiempo de 3 horas. Se observa la
pared celular modificada en una porción del xilema, estructura que se conserva
en el producto carbonoso; se muestra una vista general y después aumentada
de la punteadura a cuyo alrededor hay un incipiente desarrollo de la
microporosidad. En este carbón hubo una pérdida por combustión de 27 %
obteniéndose un carbón activado fundamentalmente microporoso, óptimo para
la adsorción de sustancias químicas en estado de agregación gaseoso.
42

Figura 3 Figura 4
43

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