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La Violencia

Cronología[editar]
Aunque algunos historiadores lo sitúan entre 1930 y 1957, cuyo detonante fue
el magnicidio en Bogotá de Jorge Eliécer Gaitán, candidato presidencial de los liberales, el 9
de abril de 1948, hecho que desencadenó una serie de protestas, desordenes y actos
violentos en la capital del país inicialmente y después a nivel nacional que se conocen como
el Bogotazo.
Algunos historiadores consideran también que el periodo de "La Violencia" en Colombia,
referido como un conflicto bipartidista (liberales vs conservadores) en el siglo XX, se inicia
realmente con el retiro en 1946 de Alfonso López Pumarejo de la presidencia de la República,
debido a la presión política de varios sectores liberales que criticaban su segundo periodo por
su mal desempeño en materias económicas y por supuesta corrupción. Con su retiro, López
Pumarejo permitió que su reemplazo constitucional, el Designado Alberto Lleras Camargo,
tomara el poder y convocara elecciones para junio de 1946, en las cuales el partido
conservador se llevó la victoria.6Según otros historiadores, el periodo denominado como "La
Violencia" empezó mucho antes, a finales del año 1930 cuando se termina la denominada
"hegemonía conservadora", con los espectáculos de violencia protagonizados por liberales en
el sur del departamento de Santander y al norte de Boyacá, en quienes existía el deseo de
revancha y venganza por tantos años de dominio conservador.
Igualmente, algunos autores sitúan este periodo hasta 1953, cuando el General Gustavo
Rojas Pinilla tomó el poder y ofreció el final de la guerra. Pero fue en 1958, cuando realmente
se puso fin al conflicto con el acuerdo bipartidista denominado "Frente Nacional" acordado en
el Pacto de Sitges, aunque otras personas consideran que el final del periodo se produjo
realmente hasta después de 1966, cuando aún persistieron algunos eventos violentos.5

Historia[editar]
Durante el gobierno de Alberto Lleras Camargo, quien reemplazó a Alfonso López
Pumarejo después de su renuncia, el Partido Liberal se vio afectado por la ausencia de su
líder natural, y entró en una pugna interior. Mientras tanto las toldas conservadoras, que no
llegaban al Palacio de San Carlos desde 1930, se concentraban alrededor del presidente
del directorio nacional conservador, Mariano Ospina Pérez.
El discurso sosegado de la nueva tendencia conservadora encontró asidero en la
convulsionada sociedad colombiana, mientras que el liberalismo finalmente se declaró dividido
entre los seguidores de Alberto Lleras Camargo y los de Jorge Eliécer Gaitán. El Llerismo
representaba a las élites comerciales y al viejo liberalismo elitista que instauró la República
Liberal; en ultimas la continuidad del proyecto de las Presidencias de Eduardo
Santos y Enrique Olaya Herrera.
Por otro lado, el Gaitanismo se instauró como una corriente nueva dentro del Liberalismo,
originada en la figura de Jorge Eliécer Gaitán, el líder del extinto partido UNIR, que aunque ni
marxista o radicalmente revolucionario, concentraba diversos matices del pensamiento original
del Manifiesto Liberal de Ezequiel Rojas. Gaitán era popular entre las masas, y aunque Turbay
no era tan carismático, para mediados de 1945, la Dirección Nacional Liberal escogió su
candidatura como la oficial, dejando el Gaitanismo como una tendencia independiente. En
este clima político, Mariano Ospina Pérez encabezaba un conservadurismo unido que arrasó
en las elecciones presidenciales de 1946. En el discurso de la toma de posesión, realizado en
el Salón Elíptico del Capitolio Nacional, Ospina Pérez pidió comprensión a la extrema derecha
conservadora, y a los sectores Gaitanistas que sellaran diferencias, y que con su voluntad él
formaría un gobierno de Unidad Nacional. El gabinete fue distribuido entre ambas
agrupaciones, si bien los Ministerios más importantes fueron retenidos por el Partido
Conservador.
No obstante, en las áreas rurales del centro y sur del país (en las regiones andinas), pronto
estallaron violentas luchas entre seguidores de uno y otro partido atizadas por la creciente
participación de la Policía (denominada PoPol -Policía Política- por la oposición) en favor de
las huestes conservadoras. Estas acciones dejaron 14.000 muertos ya en 1947. Sin embargo
el verdadero punto de no retorno en la confrontación llegaría poco después.7

El Bogotazo[editar]
Artículo principal: Bogotazo

El 9 de abril de 1948, fue asesinado en Bogotá el jefe liberal Jorge Eliécer Gaitán, cuando en
la ciudad se celebraba la IX Conferencia Panamericana que dio nacimiento a la Organización
de los Estados Americanos (OEA). El crimen de Gaitán, Jefe Único del Partido Liberal , ocurrió
a las 13:05 h, cuando el caudillo después de trabajar en su oficina, salía a almorzar: en la calle
un hombre se le acercó, sacó un arma y le disparó. La conmoción general se transformó en
una turba, que mutiló y paseó por las calles el cuerpo del magnicida, Juan Roa Sierra.
Aun cuando el magnicidio no tuvo aparentemente un móvil político partidista, este crimen
generó un cruento levantamiento popular en la capital, que se extendió al resto de la nación,
conocido como el Bogotazo, dando inicio al periodo bélico de la historia conocido como "La
Violencia". Al menos 3500 personas murieron en los combates que se extendieron por una
semana. No obstante, el gobierno de Ospina Pérez logró aplastar la revuelta y el primer
mandatario culminó su periodo en 1950.

Guerra civil no declarada[editar]


Si bien en un principio, Ospina Pérez accedió a establecer un gobierno de coalición, y se
formó un nuevo gabinete de Unidad Nacional, el agitado periodo pre-electoral de 1949, forzó
su ruptura. En las elecciones parlamentarias de junio de ese año, los liberales se alzaron con
la victoria, por lo que los conservadores sintiéndose amenazados de cara a las presidenciales
de 1950, desataron una intensa ola de denuncias en las que acusaban a los gobiernos de la
hegemonía liberal de haber expedido 1.800.000 cédulas falsas para ganar las justas. La
violencia verbal degeneró pronto en armada, cuando bandas de conservadores denominadas
como "pájaros", equipados con complacencia del gobierno, al lado de algunas unidades de la
policía departamental y municipal en manos de caciques conservadores, desataron una
cruenta campaña de masacres y asesinatos en numerosas partes del país, sobre todo en el
Valle del Cauca donde en el plazo de 3 meses perecieron más de 2000 personas.
El control del senado, le permitió al partido liberal adelantar las elecciones para noviembre de
1949, pero cuando los legisladores trataron de juzgar al presidente Ospina en el parlamento,
este decidió declarar el Estado de sitio y asumir poderes dictatoriales.8 En consecuencia para
las elecciones presidenciales que se celebrarían el 27 de noviembre, el liberalismo alegando
falta de garantías, no presentó su candidato, y con la complicidad de ciertos mandos del
Ejército, promovió un paro cívico que se daría paralelo a una sublevación militar que se
efectuaría dos días antes de las justas presidenciales. El golpe fue abortado a última hora y
solo se levantó la guarnición de Villavicencio, mientras en Bogotá la marcha de los dirigentes
liberales era tiroteada. Allí murió el hermano de Dario Echandia, el líder del liberalismo.8 Esto
facilitó el triunfo del Partido Conservador en cabeza de Laureano Gómez, quien continuó y
profundizó la política de seguridad de su antecesor frente a la violencia partidista,8 política que
no contemplaba negociar con los rebeldes y claramente se orientaba hacia una verdadera
guerra de exterminio contra sus contradictores políticos. Pero el mismo día de las elecciones,
más de 500 guerrilleros liberales al mando de Rafael Rangel, asaltaron San Vicente de
Chucuri y dieron muerte a más de 200 personas entre civiles, paramilitares conservadores y
policías. Además la rebelión del Capitán Alfredo Silva en Villavicencio había encendido la
Orinoquia. Era el anuncio de una nueva fase del conflicto bipartidista.
Como efecto lógico, la política de represión a ultranza provocó la conformación de guerrillas
liberales para oponerse al autoritarismo del gobierno conservador.9 Pronto se levantaron en
armas más de 10.000 hombres en los Llanos Orientales, occidente de Cundinamarca, sur
del Tolima, Sumapaz, Magdalena Medio santandereano, sur de Cordoba y Antioquia. Además
de dichas agrupaciones, en Tolima y Cundinamarca se conformaron grupos armados
irregulares, ligados al Partido Comunista. Para enfrentarlos sectores afines al gobierno
armaron a las contraguerrillas o guerrillas de paz, mientras el Ejército, ajeno hasta entonces al
conflicto, era movilizado para enfrentar la caótica situación frente a la cual la Policía se
mostraba impotente.
A partir de entonces las áreas rurales fueron aún más devastadas, debido a las campañas de
pacificación en las que unidades mixtas de Ejercito, Policía y paramilitares conservadores
practicaban la táctica de tierra arrasada, mientras que las guerrillas respondían a su vez con
creciente brutalidad y arrasaban con las zonas de predominio conservador, robando, matando
y saqueando lo que encontraran. En el curso de una de las mayores campañas de
contraguerrilla, efectuada en abril de 1952 en zona rural de Líbano (Tolima), alrededor de
1500 personas fueron asesinadas por las fuerzas gubernamentales.10 Sin embargo, la
brutalidad de la represión solo redundo en el fortalecimiento de la insurgencia, que se vio
favorecida también por el hecho de que las FF.MM. no estaban preparadas para un conflicto
irregular de esa magnitud. La fuerza adquirida por estos grupos, quedó de manifiesto el 12 de
julio de 1952, cuando las cuadrillas del Llano al mando de Guadalupe Salcedo, emboscaron a
una columna de 100 efectivos del Ejército en El Turpial (Puerto López, Meta) y dieron de baja
a 96 soldados. 1112
Luego en agosto de 1952, y promovida por el Partido Comunista Colombiano, se da la
Conferencia Guerrillera Nacional en una vereda cercana a Viotá. A la denominada
Conferencia de Boyacá o Primera Conferencia del Movimiento Popular de Liberación
Nacional, asistieron guerrilleros liberales de Antioquia y Santander, y otros grupos liberales y
comunistas de Cundinamarca y sur del Tolíma. Los grupos armados trataban de coordinar sus
acciones hasta entonces limitadas a las áreas de influencia de cada organización. El 31 de
diciembre de 1952, una gruesa columna de rebeldes trato de tomarse por asalto la base aérea
de Palanquero, corazón del dispositivo militar de las Fuerzas armadas. Y si bien fue un
fracaso, evidencio la creciente amenaza de la guerrilla liberal al establecimiento.13
El fracaso de las políticas oficiales, su impotencia para aplastar la subversión, la agudización
del conflicto que derivaba hacia una completa guerra civil y la desconfianza que inspiraban las
actitudes personales de un Gómez proclive al fascismo, llevaron a que este perdiera buena
parte del apoyo del establecimiento, y a que en junio de 1953 el Ejército colombiano
secundado por la clase política tradicional, le propinara un golpe de estado. El poder fue
asumido por el general Gustavo Rojas Pinilla.14

Dictadura de Rojas Pinilla[editar]


Artículo principal: Golpe de Estado en Colombia en 1953

El sábado 13 de junio de 1953, el General Gustavo Rojas Pinilla tomó el poder derrocando al
presidente Laureano Gómez y estableció un gobierno militar avalado por el Ejército y otros
miembros de la sociedad colombiana en lo que fue conocido como el "golpe de opinión". Se
puso término a la primera etapa de "La Violencia", al llegarse a una tregua con las guerrillas
liberales, pero la violencia partidista dio paso a la represión dictatorial que incluyó
la censura de prensa y el bloqueo a toda forma de oposición así como la persecución al
protestantismo.
Inmediatamente después del golpe, Rojas Pinilla buscó un acercamiento con los líderes de las
guerrillas liberales garantizándoles una amnistía parcial.14 La mayoría se acogió a los términos
de la misma y se desmovilizó entre agosto y octubre de 1953, desactivando la aguda situación
de Violencia; la excepción fueron las cuadrillas marxistas que al mando de Jacobo Prías
Alape, "Charro Negro", siguieron combatiendo en el sur de Tolima y norte de Cauca, si bien
eran bastante marginales. Sin embargo, menos de un año después, la masacre de junio de
1954 en la cual perecieron una decena de estudiantes en Bogotá abrió un nuevo periodo de
guerra. El General Rojas prohibió al Partido Comunista, acusado de querer desestabilizar su
gobierno, e inicio una intensa persecución contra sus cuadros, cercando y hostigando sus
áreas de influencia: todo culminó en la llamada Guerra de Villarrica entre noviembre de 1954 y
junio de 1955. Producto de este choque las fuerzas comunistas debieron replegarse desde el
Sumapaz tolimense hacia pequeños enclaves en la Cordillera Oriental: Alto Sumapaz
cundinamarques, El Pato, Ariari y Guayabero. El conflicto contra los grupos comunistas
también se agravó en el triangulo Huila - sur de Tolima - Norte de Cauca. Por añadidura el
asesinato de varios de los jefes liberales amnistiados y el incumplimiento de las promesas
oficiales, contribuyó a que en breve plazo muchas de las cuadrillas subversivas liberales se
rearmaran (excepto las llaneras) y volvieran a combatir contra el gobierno, si bien esta
segunda insurgencia estaba dirigida claramente contra el Estado y no tenía ya móviles
partidistas. En todo caso fue mucho más limitada y se concentró en el sur del Tolima, el
Magdalena Medio y las regiones cafeteras (Viejo Caldas, Valle del Cauca y norte del Tolima),
zonas que además se vieron sometidas a la violencia terrorista de los denominados “Pájaros”,
que estaban al servicio de los terratenientes conservadores.
En todo caso la dirigencia tradicional del estamento bipartidista, preocupada por la veleidades
populistas de Rojas Pinilla -quien además pretendía extender su mandato por 4 años más-
promovió apoyada en las clases populares opuestas al régimen militar, un paro nacional en
mayo de 1957. Sin el apoyo incondicional del Ejército, que le retiro su beneplácito en el último
momento, el Teniente General tuvo que renunciar a la presidencia el 10 de mayo. El poder fue
asumido entonces por una Junta Militar de transición mientras se reanudaba el sistema
político democrático tradicional colombiano. Se calcula que aproximadamente 175.000
personas fueron asesinadas,15 y más de dos millones de colombianos debieron huir del campo
hacia las ciudades durante La Violencia.14
Los líderes de los partidos Liberal y Conservador finalmente acordaron que, durante un nuevo
período de transición iniciado en 1958 y que se extendería por los próximos cuatro períodos
presidenciales (16 años), ambas agrupaciones se alternarían en el poder. Éste sistema se
denominó el "Frente Nacional" y fue concebido como una forma de terminar de una vez por
todas con el conflicto bipartidista de los años 50´s.

El frente Nacional[editar]
Véanse también: Frente Nacional (Colombia) y Pacto de Benidorm.

En el año 1957 para poner fin a la "Violencia" el Partido Liberal y el Partido


Conservador formaron una coalición llamada el Frente Nacional. Mediante este acuerdo los
dos partidos acordaban alternarse en el ejercicio del poder apoyando a un único candidato
presidencial y se dividían todos los cargos oficiales por igual. De esta manera se logró
estabilidad política por 16 años. Una oposición no esperada se llevó a cabo por aquellos
partidos que no habían sido involucrados en el acuerdo, como la Alianza Nacional
Popular organizado por el depuesto general Gustavo Rojas Pinilla.
Pronto el descontento de los campesinos, que habían visto defraudadas sus esperanzas en el
acuerdo bipartidista de 1958, fue asumido en parte por los denominados “Bandoleros” y del
otro por los proyectos políticos revolucionarios emergentes o comunistas, que empezaron a
proliferar basándose en la experiencia cubana.
En efecto, la paz no vino acompañada por reformas de fondo en el sector agrícola o la
reparación a los millones de víctimas despojadas en La Violencia, lo que provocó que el
conflicto por la tierra siguiera latente. Las tensiones producto del surgimiento de nuevos
movimientos sociales, tampoco hallaron un marco de respuesta adecuada desde el poder,
ejercido por el pacto bipartidista del Frente Nacional. Esto a la larga se convirtió en el caldo de
cultivo para un nuevo conflicto armado. Los temores propios de la Guerra Fría, y la idea de
que la revolución cubana se acabaría extendiendo por todo el continente, hicieron el resto. En
efecto, desde Estados Unidos se promocionó la denominada Doctrina de Seguridad Nacional,
un concepto utilizado para definir ciertas acciones de la política exterior estadounidense
tendientes a que las fuerzas armadas de los países latinoamericanos modificaran su misión
para dedicarse con exclusividad a garantizar el orden interno, con el fin de combatir aquellas
ideologías, organizaciones o movimientos que, dentro de cada país, pudieran favorecer o
apoyar al comunismo en el contexto del enfrentamiento ideológico con la URSS. El
entrenamiento brindado a los distintos ejércitos latinoamericanos en tácticas de
contrainsurgencia en la Escuela de las Américas en Panamá, es uno de los episodios
ilustrativos de este fenómeno.1
es la denominación de un período de Colombia que se dio durante el siglo XX, en que hubo
confrontaciones entre prosélitos del Partido Liberal y el Partido Conservador que, sin haberse
declarado una guerra civil, se caracterizó por ser extremadamente violento, incluyendo
asesinatos, agresiones, persecuciones, destrucción de la propiedad privada y terrorismo por la
afiliación política.1
En este período varios personajes y grupos de ambos bandos enfrentados, como "Los
Chulavitas" originarios del departamento de Boyacá y los denominados "Pájaros"
del departamento del Valle del Cauca, se hicieron famosos por sus acciones atroces.23
El conflicto causó entre 200 000 y 300 000 muertos y la migración forzosa de más de dos
millones de personas, equivalente a casi una quinta parte de la población total de Colombia,
que para ese entonces tocaba los 11 millones de habitantes.4
Al final del conflicto, por medio de las amnistías, más de diez mil guerrilleros liberales dejaron
las armas

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