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EJE TERCERO:

LA PRÁCTICA PERICIAL EN EL PROCESO JUDICIAL Y NORMATIVA EN DERECHO COMPARADO;


ESPAÑA, MEXICO, COLOMBIA, CHILE Y ARGENTINA.

3.1.- cuestiones prácticas de la actividad pericial:

3.1.1.- el reconocimiento pericial:

3.1.1.1.- el reconocimiento pericial.

3.1.1.2.- el examen pericial.

3.1.1.3.- los dictámenes e informes periciales judiciales.

3.1.1.4.- valoración de la prueba pericial.

3.1.1.5.- actuación de los peritos en el juicio o vista.

3.1.2.- legislación referente a la práctica de la profesión en los tribunales:

3.1.2.1.- funcionamiento y legislación en derecho comparado; España, México,


Colombia, Chile y Argentina.

3.1.2.2.- el código deontológico del perito judicial.

3.1.3.- las pruebas judiciales y extrajudiciales:

3.1.3.1.- concepto de prueba.

3.1.3.2.- medios de prueba.

3.1.3.3.- clases de prueba.

3.1.3.4.- principales ámbitos de aplicación.

3.1.3.5.- oportunidad de solicitud de prueba pericial.

3.2.- intervención del perito en el proceso judicial, en derecho comparado;


España, México, Colombia, Chile y Argentina.

3.2.1.- legislación procedente.-

3.2.2.- intervención del perito en el proceso civil.

3.2.3.- intervención del perito en el proceso penal.

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3.1.- cuestiones prácticas de la actividad pericial:

La actuación del reconocimiento del objeto en el litigio por parte del perito se
considera un punto muy importante para la decisión de un juicio, tanto que se podría
decir que la pericial constituye el foco primordial de los juicios.

3.1.1.- el reconocimiento pericial:

3.1.1.1.- el reconocimiento pericial.

El reconocimiento del objeto en el litigio por parte del perito es un punto muy
importante para la decisión de un juicio.

Es aceptado que en muchos litigios con un elemento técnico protagonista, la


pericia constituye el núcleo del juicio. Hay que mencionar, que el dictamen a su vez
depende sobremanera del previo reconocimiento pericial, de lo que deriva, que el mismo
se practique en las mejores condiciones, lo que incluye realizarlo en tiempo hábil, con
disposición de medios y con pleno acceso al objeto.

Los reconocimientos deben realizarse con la garantía de que el perito acceda al


objeto en toda su amplitud y en el momento oportuno, esta circunstancia, nos remite al
Artículo 293 de la Ley de Enjuiciamiento Civil Español. Este artículo dispone que
previamente a la iniciación de cualquier proceso, el que pretenda incoarlo, o cualquiera
de las partes durante el curso del mismo, podrá solicitar del tribunal la práctica anticipada
de algún acto de prueba, cuando exista el temor fundado de que, por causa de las personas
o por el estado de las cosas, dichos actos no puedan realizarse en el momento procesal
generalmente previsto.

La petición de actuaciones anticipadas de prueba, que se formule antes de la


iniciación del proceso, se dirigirá al tribunal que se considere competente para el asunto
principal. Este tribunal vigilará de oficio su jurisdicción y competencia objetiva, así como
la territorial que se fundase en normas imperativas, sin que sea admisible la declinatoria.

Iniciado el proceso, la petición de prueba anticipada se dirigirá al tribunal que esté


conociendo del asunto art. 293 Ley de Enjuiciamiento Civil Español. (
campus.euroinnova.edu.es)

Esto es, para interesar la emisión de un dictamen (y por tanto el reconocimiento


preceptivo) incluso antes de formularse una demanda judicial, si las circunstancias así lo

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requieren. Un supuesto importante que hay que valorar es el tiempo en que se realizan los
reconocimientos periciales, como puede ser el hecho de que el actor que adjunte a su
demanda el dictamen, podrá prescindir de la intervención de la adversa en su
reconocimiento. Como contrapartida, quien conteste una demanda podrá reservarse su
reconocimiento, más allá del plazo de 20 días para contestar a la demanda.

En lo que respecta al objeto de la pericia, es evidente que el reconocimiento tendrá


que desarrollarse en función a dicho objeto.

Respecto a contenido fáctico que recoge el dictamen, como resultado del


reconocimiento, se establece una presunción de veracidad, amparada en el
correspondiente juramento o promesa que realiza el perito ante el juzgado.

Por su parte en la Ley de enjuiciamiento Criminal Español se regula de la siguiente


forma; Los peritos que no hayan sido recusados serán examinados juntos cuando deban
declarar sobre unos mismos hechos, y contestarán a las preguntas y repreguntas que las
partes les dirijan.

Si para contestarlas considerasen necesaria la práctica de cualquier


reconocimiento, harán éste, acto continuo, en el local de la misma audiencia si fuere
posible.

En otro caso se suspenderá la sesión por el tiempo necesario, a no ser que puedan
continuar practicándose otras diligencias de prueba entre tanto que los peritos verifican
el reconocimiento.

Por su parte en la legislación Mexicana podemos mencionar que consta con


regulación tanto en el Código Federal de procedimiento Civil, como en el Código Federal
de Procedimiento Penal, regulándose en materia civil en la siguiente forma; El perito que
dejare de concurrir, sin causa justa, calificada por el tribunal, será responsable de los
daños y perjuicios que, por su falta, se causaren.

Los peritos practicarán unidos la diligencia, pudiendo concurrir los interesados al


acto, y hacerles cuantas observaciones quieran; pero deberán retirarse para que los peritos
discutan y deliberen solos.

Los peritos darán inmediatamente su dictamen, siempre que lo permita la


naturaleza del reconocimiento; de lo contrario, se les señalará un término prudente para
que lo rindan.

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Por su parte en el Código Federal de Procedimientos Penales Mexicano se señala
que el reconocimiento o la autopsia se practicarán por los peritos médicos legistas
oficiales si los hubiere y, además, si se estima conveniente, por los que designe el
funcionario que conozca del asunto.

Cuando el funcionario que practique las diligencias lo juzgue conveniente, asistirá


al reconocimiento u operaciones que efectúen los peritos.

Por otra parte en la Legislación Colombiana se regulara en materia civil y penal


de igual forma anterior, en este sentido se señala que en cuanto la procedencia, la prueba
pericial es procedente para verificar hechos que interesen al proceso y requieran
especiales conocimientos científicos, técnicos o artísticos.

Sobre un mismo hecho o materia cada sujeto procesal sólo podrá presentar un
dictamen pericial. Todo dictamen se rendirá por un perito.

No serán admisibles los dictámenes periciales que versen sobre puntos de derecho,
sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 177 y 179 del Código General de
Procedimiento para la prueba de la ley y de la costumbre extranjera. Sin embargo, las
partes podrán asesorarse de abogados, cuyos conceptos serán tenidos en cuenta por el juez
como alegaciones de ellas.

El perito deberá manifestar bajo juramento que se entiende prestado por la firma
del dictamen que su opinión es independiente y corresponde a su real convicción
profesional. El dictamen deberá acompañarse de los documentos que le sirven de
fundamento y de aquellos que acrediten la idoneidad y la experiencia del perito.

Todo dictamen debe ser claro, preciso, exhaustivo y detallado; en él se explicarán


los exámenes, métodos, experimentos e investigaciones efectuadas, lo mismo que los
fundamentos técnicos, científicos o artísticos de sus conclusiones.

El dictamen suscrito por el perito deberá contener, como mínimo, las siguientes
declaraciones e informaciones:

1. La identidad de quien rinde el dictamen y de quien participó en su elaboración.

2. La dirección, el número de teléfono, número de identificación y los demás datos que


faciliten la localización del perito.

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3. La profesión, oficio, arte o actividad especial ejercida por quien rinde el dictamen y de
quien participó en su elaboración. Deberán anexarse los documentos idóneos que lo
habilitan para su ejercicio, los títulos académicos y los documentos que certifiquen la
respectiva experiencia profesional, técnica o artística.

4. La lista de publicaciones, relacionadas con la materia del peritaje, que el perito haya
realizado en los últimos diez años, si las tuviere.

5. La lista de casos en los que haya sido designado como perito o en los que haya
participado en la elaboración de un dictamen pericial en los últimos cuatro años. Dicha
lista deberá incluir el juzgado o despacho en donde se presentó, el nombre de las partes,
de los apoderados de las partes y la materia sobre la cual versó el dictamen.

6. Si ha sido designado en procesos anteriores o en curso por la misma parte o por el


mismo apoderado de la parte, indicando el objeto del dictamen.

7. Si se encuentra en incurso en las causales contenidas en el artículo 50, en lo pertinente.

8. Declarar si los exámenes, métodos, experimentos e investigaciones efectuados son


diferentes respecto de los que ha utilizado en peritajes rendidos en anteriores procesos
que versen sobre las mismas materias. En caso de que sea diferente, deberá explicar la
justificación de la variación.

9. Declarar si los exámenes, métodos, experimentos e investigaciones efectuados son


diferentes respecto de aquellos que utiliza en el ejercicio regular de su profesión u oficio.
En caso de que sea diferente, deberá explicar la justificación de la variación.

10. Relacionar y adjuntar los documentos e información utilizados para la elaboración


del dictamen.

En cuanto el dictamen aportado por una de las partes, se señala que la parte que
pretenda valerse de un dictamen pericial deberá aportarlo en la respectiva oportunidad
para pedir pruebas.

Cuando el término previsto sea insuficiente para aportar el dictamen, la parte


interesada podrá anunciarlo en el escrito respectivo y deberá aportarlo dentro del término
que el juez conceda, que en ningún caso podrá ser inferior a diez días. En este evento el
juez hará los requerimientos pertinentes a las partes y terceros que deban colaborar con

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la práctica de la prueba. El dictamen deberá ser emitido por institución o profesional
especializado.

De igual forma en cuanto las disposiciones del juez respecto de la prueba pericial.
El juez, de oficio o a petición de parte, podrá disponer lo siguiente:

1. Adoptar las medidas para facilitar la actividad del perito designado por la parte
que lo solicite y ordenar a la otra parte prestar la colaboración para la práctica del
dictamen, previniéndola sobre las consecuencias de su renuencia.

2. Cuando el juez decrete la prueba de oficio o a petición de amparado por pobre,


para designar el perito deberá acudir, preferiblemente, a instituciones especializadas
públicas o privadas de reconocida trayectoria e idoneidad.

Por su parte en el Código Procesal Penal Colombiano, se señala que en la


prestación del servicio de peritos. El servicio de peritos se prestará por los expertos de la
policía judicial, del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, entidades
públicas o privadas, y particulares especializados en la materia de que se trate.

Las investigaciones o los análisis se realizarán por el perito o los peritos, según el
caso. El informe será firmado por quienes hubieren intervenido en la parte que les
corresponda. Todos los peritos deberán rendir su dictamen bajo la gravedad del
juramento.

En lo relativo a la comparecencia de los peritos a la audiencia. Las partes


solicitarán al juez que haga comparecer a los peritos al juicio oral y público, para ser
interrogados y contrainterrogados en relación con los informes periciales que hubiesen
rendido, o para que los rindan en la audiencia.

En la presentación de informes. Las partes podrán presentar informes de peritos


de su confianza y solicitar que éstos sean citados a interrogatorio en el juicio oral y
público, acompañando certificación que acredite la idoneidad del perito.

En argentina se regulara tanto en el Código de Procedimiento Civil y Comercial


como en el Código de Procedimiento Penal, en el primero de dichos cuerpos normativos
se señala que en cuanto la forma de practicarse la diligencia. Los peritos practicarán
unidos la diligencia, si no tuvieren razón especial para lo contrario. Las partes y sus
letrados podrán asistir a ella y hacer las observaciones que consideraren pertinentes,
debiendo retirarse cuando los peritos pasen a deliberar.

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En cuanto los planos, exámenes científicos y reconstrucción de los hechos, se
indica que estos pueden ser de oficio o a pedido de parte, el Juez podrá ordenar.

1) Ejecución de planos, relevamientos, reproducciones fotográficas,


cinematográficas, o de otra especie, de objetos, documentos o lugares, con empleo de
medios o instrumentos mecánicos.

2) Exámenes científicos necesarios para el mejor esclarecimiento de los hechos


controvertidos.

3) Reconstrucción de hechos, para comprobar si se han producido o pudieron


realizarse de una manera determinada.

A estos efectos podrá disponer que comparezcan los peritos y testigos.

En lo relativo a la forma de presentación del dictamen, se regula en el sentido que


el dictamen se presentará por escrito, con copias para las partes. Contendrá la explicación
detallada de las operaciones técnicas realizadas y de los principios científicos en que los
peritos funden su opinión.

Los que concordaren, los presentarán en un único texto firmado por todos. Los
disidentes lo harán por separado y siempre en un mismo escrito, salvo que por
circunstancias especiales ello no fuere posible.

Por su parte en el Código Procesal penal se señala que el juez podrá ordenar que
se practique el reconocimiento de una persona, para identificarla o establecer que quien
la menciona o alude, efectivamente la conoce o la ha visto.

El reconocimiento se efectuará por medios técnicos, por testigos o cualquier otro,


inmediatamente de ser posible, bajo apercibimiento de ser sancionado el órgano judicial
que así no lo hiciere.

Se norma de igual forma el interrogatorio previo se señala que antes del


reconocimiento, quien haya de practicarlo será interrogado para que describa a la persona
de que se trata y para que diga si antes de ese acto la ha conocido o visto personalmente
o en imagen. El declarante prestará juramento, a excepción del imputado.

La diligencia de reconocimiento se practicará enseguida del interrogatorio


poniendo a la vista del que haya de verificarlo, junto con otras dos o más personas de

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condiciones exteriores semejantes, a la que deba ser identificada o reconocida, quien
elegirá colocación en la rueda.

En presencia de todas ellas, o desde donde no pueda ser visto, según el juez lo
estime oportuno, el que deba practicar el reconocimiento manifestará si se encuentra en
la rueda la persona a la que haya hecho referencia, invitándoselo a que, en caso afirmativo,
la designe clara y precisamente y manifieste las diferencias y semejanzas que observare
entre su estado actual y el que presentaba en la época a que se refiere su declaración. La
diligencia se hará constar en acta, donde se consignarán todas las circunstancias útiles,
inclusive el nombre y el domicilio de los que hubieren formado la rueda.

Cuando varias personas deban identificar o reconocer a una, cada reconocimiento


se practicará separadamente sin que aquéllas se comuniquen entre sí, pero podrá labrarse
una sola acta. Cuando sean varias las personas a las que una deba identificar o reconocer,
podrá hacerse el reconocimiento de todas en un solo acto.

Cuando sea necesario identificar o reconocer a una persona que no estuviere


presente y no pudiere ser habida, y de la que se tuvieren fotografías, se les presentarán
éstas, con otras semejantes de distintas personas, al que debe efectuar el reconocimiento.
En lo demás, se observarán las disposiciones precedentes.

Antes del reconocimiento de una cosa el juez invitará a la persona que deba
efectuarlo a que la describa. En lo demás y en cuanto fuere posible, regirán las reglas que
anteceden.

Por su parte en Chile se regulara en el Código de Procedimiento Civil señalando


que el reconocimiento de peritos podrá decretarse de oficio en cualquier estado del juicio,
pero las partes sólo podrán solicitarlo dentro del término probatorio. Decretado el informe
de peritos, no se suspenderá por ello el procedimiento.

Cuando sean varios los peritos procederán unidos a practicar el reconocimiento,


salvo que el tribunal los autorice para obrar de otra manera.

Por otra parte en el Código Procesal penal se señala que sin perjuicio del deber de
los peritos de concurrir a declarar ante el tribunal acerca de su informe, éste deberá
entregarse por escrito y contener:

a) La descripción de la persona o cosa que fuere objeto de él, del estado y modo en
que se hallare;

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b) La relación circunstanciada de todas las operaciones practicadas y su resultado, y

c) Las conclusiones que, en vista de tales datos, formularen los peritos conforme a los
principios de su ciencia o reglas de su arte u oficio.

No obstante, de manera excepcional, las pericias consistentes en análisis de


alcoholemia, de ADN y aquellas que recayeren sobre sustancias estupefacientes o
psicotrópicas, podrán ser incorporadas al juicio oral mediante la sola presentación del
informe respectivo.

Sin embargo, si alguna de las partes lo solicitare fundadamente, la comparecencia


del perito no podrá ser substituida por la presentación del informe.

El juez de garantía admitirá los informes y citará a los peritos cuando, además de
los requisitos generales para la admisibilidad de las solicitudes de prueba, considerare que
los peritos y sus informes otorgan suficientes garantías de seriedad y profesionalismo.
Con todo, el juez de garantía podrá limitar el número de informes o de peritos, cuando
unos u otros resultaren excesivos o pudieren entorpecer la realización del juicio.

Los honorarios y demás gastos derivados de la intervención de los peritos


mencionados en este artículo corresponderán a la parte que los presentare.

Excepcionalmente, el juez de garantía podrá relevar a la parte, total o


parcialmente, del pago de la remuneración del perito, cuando considerare que ella no
cuenta con medios suficientes para solventarlo o cuando, tratándose del imputado, la no
realización de la diligencia pudiere importar un notorio desequilibrio en sus posibilidades
de defensa. En este último caso, el juez de garantía regulará prudencialmente la
remuneración del perito, teniendo presente los honorarios habituales en la plaza y el total
o la parte de la remuneración que no fuere asumida por el solicitante será de cargo fiscal.

3.1.1.2.- el examen pericial.

En primer lugar, hay que hacer referencia a lo dispuesto en el Artículo 356 de la


Ley Enjuiciamiento Civil Español, acerca de la concurrencia del reconocimiento judicial
y el pericial. Cuando el tribunal lo considere conveniente, podrá disponer, mediante
providencia, que se practiquen en un solo acto el reconocimiento judicial y el pericial,
sobre el mismo lugar, objeto o persona, siguiéndose el procedimiento establecido en esta
Sección.

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Las partes podrán solicitar también la práctica conjunta de ambos reconocimientos
y el tribunal la ordenará si la estima procedente art. 356 Ley Enjuiciamiento Civil
Español.

El examen pericial está presente en tres campos principalmente: civil, criminal y


laboral.

En el procedimiento civil, las operaciones periciales y posible intervención de las


partes en ellas tienen lugar cuando la emisión del dictamen requiera algún reconocimiento
de lugares, objetos o personas o la realización de operaciones análogas, de manera que
las partes y sus defensores podrán presenciar uno y otras, si con ello no se impide o estorba
la labor del perito y se puede garantizar el acierto e imparcialidad del dictamen.

Si alguna de las partes solicitare estar presente en las operaciones periciales del
apartado anterior, el tribunal decidirá lo que proceda y, en caso de admitir esa presencia,
ordenará al perito que dé aviso directamente a las partes, con antelación de al menos
cuarenta y ocho horas, del día, hora y lugar en que aquellas operaciones se llevarán a cabo
art. 345 Ley Enjuiciamiento Civil Español.

En aquellos supuestos en que sean tres los peritos, el examen lo verificarán de


forma conjunta.

En el proceso criminal, si fuere conveniente recibir algún informe pericial sobre


los medios empleados para la desaparición del cuerpo del delito, o sobre las pruebas de
cualquiera clase que, en su defecto, se hubiesen recogido, los jueces lo ordenará
inmediatamente del modo prevenido en el capítulo VII de este mismo título art. 339 Ley
de Enjuiciamiento Criminal Español.

Cuando para la calificación del delito o de sus circunstancias fuere necesario


estimar el valor de la cosa que hubiere sido su objeto o el importe del perjuicio causado
o que hubiera podido causarse, los jueces oirá sobre ello al dueño o perjudicado, y
acordará después el reconocimiento pericial en la forma determinada en el capítulo VII
de este mismo título. (campus.euroinnova.edu.es).

El Secretario judicial facilitará a los peritos nombrados las cosas y elementos


directos de apreciación sobre que hubiere de recaer el informe. Si tales efectos no
estuvieren a disposición del órgano judicial, el Secretario judicial les suministrará los

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datos oportunos que se pudieren reunir, a fin de que, en tal caso, hagan la tasación y
regulación de perjuicios de un modo prudente, con arreglo a los datos suministrados.

La valoración de las mercancías sustraídas en establecimientos comerciales se


fijará atendiendo a su precio de venta al público art. 365 Ley de Enjuiciamiento Criminal
Español.

Todo reconocimiento pericial se hará por dos peritos. Se exceptúa el caso en que
no hubiese más de uno en el lugar y no fuere posible esperar la llegada de otro sin graves
inconvenientes para el curso del sumario art. 459 Ley de Enjuiciamiento Criminal
Español.

En el caso de que sean varios los querellantes o procesados, se deberán poner de


acuerdo entre sí para hacer el nombramiento.

Las pruebas admitidas por los jueces a cada parte habrán de practicarse según el
orden en que hayan sido propuestas en el escrito correspondiente.

En el proceso laboral, las cédulas de citación de los peritos contendrán los


siguientes requisitos:

- El Juzgado o Tribunal que haya dictado el acuerdo, la fecha de éste y el asunto en


que haya recaído.
- El nombre de la persona a quien se dirige.
- Fecha de expedición de la persona a quien se dirige.
- Fecha de expedición de la cédula y firma del Secretario.
- El objeto de la citación.
- El lugar, el día y hora en que deba comparecer citado.

La prevención de que si no comparece le parará el perjuicio a que hubiere dado lugar


en derecho. En esta cédula no se instará copia de la resolución que hubiere acordado la
citación.

Un duplicado de la cédula se unirá a los autos para constancia de las diligencias de


citación, notificación, emplazamiento y requerimiento. (campus.euroinnova.edu.es)

En la misma deberán constar los siguientes datos:

- Fecha de la diligencia.

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- Firma de la persona a quien se haya entregado la cédula y, si no fuere el interesado,
su nombre, documento de identificación, domicilio y relación con el destinatario.
- Firma del Secretario, haciendo constar, en su caso, si el notificado no quisiera o
no pudiera firmar Art 58 Ley de procedimiento laboral Español.

Mientras tanto en la legislación mexicana se le regulara en el Código federal de


Procedimiento Civil y Código de Procedimiento Penal, señalando en dicho respecto el
Código Federal civil que en el caso del párrafo final del artículo anterior, se observarán
las reglas siguientes:

El perito que dejare de concurrir, sin causa justa, calificada por el tribunal, será
responsable de los daños y perjuicios que, por su falta, se causaren.

Los peritos practicarán unidos la diligencia, pudiendo concurrir los interesados al


acto, y hacerles cuantas observaciones quieran; pero deberán retirarse para que los peritos
discutan y deliberen solos. Los peritos estarán obligados a considerar, en su dictamen, las
observaciones de los interesados y del tribunal.

Los peritos darán inmediatamente su dictamen, siempre que lo permita la naturaleza


del reconocimiento; de lo contrario, se les señalará un término prudente para que lo
rindan.

Si los peritos están conformes, extenderán su dictamen en un mismo escrito que


presentarán, o en un acta que harán asentar por el secretario del tribunal, firmando los
dos. Si no lo estuvieren, formularán su dictamen en escrito por separado, del que
acompañarán una copia.

Rendidos los dictámenes, dentro de los tres días siguientes del últimamente
presentado, los examinará el tribunal, y, si discordaren en alguno o algunos de los puntos
esenciales sobre que debe versar el parecer pericial, mandará, de oficio, que, por
notificación personal, se hagan del conocimiento del perito tercero, entregándole las
copias de ellos, y previniéndole que, dentro del término que le señale, rinda el suyo. Si el
término fijado no bastare, el tribunal podrá acordar, a petición del perito, que se le amplíe.

El perito tercero no está obligado a adoptar alguna de las opiniones de los otros
peritos.

Si el perito nombrado por una parte no rinde su dictamen, sin causa justificada,
designará el tribunal nuevo perito, en substitución del omiso, e impondrá, a éste, una

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multa hasta por la cantidad de ciento veinte días de salario mínimo general vigente en el
Distrito Federal. La omisión hará, además, responsable, al perito, de los daños y
perjuicios que por ella se ocasionen a la parte que lo nombró.

Si el perito de que se trata no rinde su dictamen dentro del plazo que se le fijó,
pero sí antes de que se haya hecho el nuevo nombramiento, sólo se le aplicará la multa
señalada en el párrafo precedente. Los peritos se sujetarán, en su dictamen, a las bases
que, en su caso, fije la ley.

Si el objeto del dictamen pericial fuere la práctica de un avalúo, los peritos


tenderán a fijar el valor comercial, teniendo en cuenta los precios de plaza, los frutos que,
en su caso, produjere o fuere capaz de producir la cosa, objeto del avalúo, y todas las
circunstancias que puedan influir en la determinación del valor comercial, salvo que, por
convenio o por disposición de la ley, sean otras las bases para el avalúo.

Mientras que en el Código Federal de Procedimientos Penales, se señala que los


peritos que acepten el cargo, con excepción de los oficiales titulares, tiene obligación de
protestar su fiel desempeño ante el funcionario que practique las diligencias. En casos
urgentes la protesta la rendirán al producir o ratificar su dictamen.

El funcionario que practique las diligencias fijará a los peritos el tiempo en que
deban cumplir su cometido. Si transcurrido ese tiempo no rinden su dictamen o sí
legalmente citados y aceptado el cargo, no concurren a desempeñarlo, se hará uso de
alguno de los medios de apremio.

Si a pesar de haber sido apremiado el perito no cumple con las obligaciones


impuestas en el párrafo anterior, se hará su consignación al Ministerio Público para que
proceda por el delito a que se refiere el artículo 178 del Código Penal.

Los peritos practicarán todas las operaciones y experimentos que su ciencia o arte
les sugieran y expresarán los hechos y circunstancias que sirvan de fundamento a su
opinión.

Los peritos emitirán su dictamen por escrito y lo ratificarán en diligencia especial.


Los peritos oficiales no necesitarán ratificar sus dictámenes, sino cuando el funcionario
que practique las diligencias lo estime necesario. En esta diligencia el juez y las partes
podrán formular preguntas a los peritos.

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Cuando las opiniones de los peritos discordaren, el funcionario que practique las
diligencias los citará a junta en la que se discutirán los puntos de diferencia, haciéndose
constar en el acta el resultado de la discusión. Si los peritos no se pusieren de acuerdo se
nombrará un perito tercero en discordia.

Cuando el peritaje recaiga sobre objetos que se consuman al ser analizados, no se


permitirá que se verifique el primer análisis sino cuando más sobre la mitad de la
substancia, a no ser que su cantidad sea tan escasa, que los peritos no puedan emitir su
opinión sin consumirla por completo, lo cual se hará constar en el acta respectiva en los
términos del procedimiento referido en los artículos 123 Bis a 123 Quintus del código.
En ambos casos se dará aviso previo al Ministerio Público.

En lo relativo a su regulación en Colombia, en el Código General de


Procedimiento se señala que la prueba pericial es procedente para verificar hechos que
interesen al proceso y requieran especiales conocimientos científicos, técnicos o
artísticos.

Sobre un mismo hecho o materia cada sujeto procesal sólo podrá presentar un
dictamen pericial. Todo dictamen se rendirá por un perito.

No serán admisibles los dictámenes periciales que versen sobre puntos de derecho,
sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 177 y 179 para la prueba de la ley y de la
costumbre extranjera. Sin embargo, las partes podrán asesorarse de abogados, cuyos
conceptos serán tenidos en cuenta por el juez como alegaciones de ellas.

El perito deberá manifestar bajo juramento que se entiende prestado por la firma
del dictamen que su opinión es independiente y corresponde a su real convicción
profesional. El dictamen deberá acompañarse de los documentos que le sirven de
fundamento y de aquellos que acrediten la idoneidad y la experiencia del perito.

Todo dictamen debe ser claro, preciso, exhaustivo y detallado; en él se explicarán


los exámenes, métodos, experimentos e investigaciones efectuadas, lo mismo que los
fundamentos técnicos, científicos o artísticos de sus conclusiones.

El dictamen suscrito por el perito deberá contener, como mínimo, las siguientes
declaraciones e informaciones:

1. La identidad de quien rinde el dictamen y de quien participó en su elaboración.

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2. La dirección, el número de teléfono, número de identificación y los demás datos
que faciliten la localización del perito.

3. La profesión, oficio, arte o actividad especial ejercida por quien rinde el


dictamen y de quien participó en su elaboración. Deberán anexarse los documentos
idóneos que lo habilitan para su ejercicio, los títulos académicos y los documentos que
certifiquen la respectiva experiencia profesional, técnica o artística.

4. La lista de publicaciones, relacionadas con la materia del peritaje, que el perito


haya realizado en los últimos diez años, si las tuviere.

5. La lista de casos en los que haya sido designado como perito o en los que haya
participado en la elaboración de un dictamen pericial en los últimos cuatro años. Dicha
lista deberá incluir el juzgado o despacho en donde se presentó, el nombre de las partes,
de los apoderados de las partes y la materia sobre la cual versó el dictamen.

6. Si ha sido designado en procesos anteriores o en curso por la misma parte o por


el mismo apoderado de la parte, indicando el objeto del dictamen.

7. Si se encuentra en incurso en las causales contenidas en el artículo 50, en lo


pertinente.

8. Declarar si los exámenes, métodos, experimentos e investigaciones efectuados


son diferentes respecto de los que ha utilizado en peritajes rendidos en anteriores procesos
que versen sobre las mismas materias. En caso de que sea diferente, deberá explicar la
justificación de la variación.

9. Declarar si los exámenes, métodos, experimentos e investigaciones efectuados


son diferentes respecto de aquellos que utiliza en el ejercicio regular de su profesión u
oficio. En caso de que sea diferente, deberá explicar la justificación de la variación.

10. Relacionar y adjuntar los documentos e información utilizados para la


elaboración del dictamen.

El juez apreciará el dictamen de acuerdo con las reglas de la sana crítica, teniendo
en cuenta la solidez, claridad, exhaustividad, precisión y calidad de sus fundamentos, la
idoneidad del perito y su comportamiento en la audiencia, y las demás pruebas que obren
en el proceso.

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El perito desempeñará su labor con objetividad e imparcialidad, y deberá tener en
consideración tanto lo que pueda favorecer como lo que sea susceptible de causar
perjuicio a cualquiera de las partes.

Las partes se abstendrán de aportar dictámenes rendidos por personas en quienes


concurra alguna de las causales de recusación establecidas para los jueces. La misma regla
deberá observar el juez cuando deba designar perito.

El juez apreciará el cumplimiento de ese deber de acuerdo con las reglas de la sana
crítica, pudiendo incluso negarle efectos al dictamen cuando existan circunstancias que
afecten gravemente su credibilidad.

En la audiencia las partes y el juez podrán interrogar al perito sobre las


circunstancias o razones que puedan comprometer su imparcialidad.

No se entenderá que el perito designado por la parte tiene interés directo o


indirecto en el proceso por el solo hecho de recibir una retribución proporcional por la
elaboración del dictamen. Sin embargo, se prohíbe pactar cualquier remuneración que
penda del resultado del litigio.

Ahora bien, en el Código Procesal Penal Colombiano se señala que el servicio de


peritos se prestará por los expertos de la policía judicial, del Instituto Nacional de
Medicina Legal y Ciencias Forenses, entidades públicas o privadas, y particulares
especializados en la materia de que se trate.

Las investigaciones o los análisis se realizarán por el perito o los peritos, según el
caso. El informe será firmado por quienes hubieren intervenido en la parte que les
corresponda. Todos los peritos deberán rendir su dictamen bajo la gravedad del
juramento.

Las partes solicitarán al juez que haga comparecer a los peritos al juicio oral y
público, para ser interrogados y contrainterrogados en relación con los informes periciales
que hubiesen rendido, o para que los rindan en la audiencia.

Las partes podrán presentar informes de peritos de su confianza y solicitar que


éstos sean citados a interrogatorio en el juicio oral y público, acompañando certificación
que acredite la idoneidad del perito.

16
Si el juez admite el informe presentado por la parte, en la audiencia preparatoria,
inmediatamente ordenará citar al perito o peritos que lo suscriben, para que concurran a
la audiencia del juicio oral y público con el fin de ser interrogados y contrainterrogados.

Toda declaración de perito deberá estar precedida de un informe resumido en


donde se exprese la base de la opinión pedida por la parte que propuso la práctica de la
prueba. Dicho informe deberá ser puesto en conocimiento de las demás partes al menos
con cinco días de anticipación a la celebración de la audiencia pública en donde se
recepcionará la peritación, sin perjuicio de lo establecido en este código sobre el
descubrimiento de la prueba.

En ningún caso, el informe de que trata este artículo será admisible como
evidencia, si el perito no declara oralmente en el juicio.

Los peritos, tanto los que hayan rendido informe, como los que sólo serán
interrogados y contrainterrogados en la audiencia del juicio oral y público, tendrán acceso
a los elementos materiales probatorios y evidencia física a que se refiere el informe
pericial o a los que se hará referencia en el interrogatorio.

Mientras que en la legislación Argentina en el Código de Procedimiento Civil y


Comercial se señala que los peritos practicarán unidos la diligencia, si no tuvieren razón
especial para lo contrario. Las partes y sus letrados podrán asistir a ella y hacer las
observaciones que consideraren pertinentes, debiendo retirarse cuando los peritos pasen
a deliberar.

Cuando el objeto de la diligencia pericial fuese de tal naturaleza que permita a los
peritos expedirse inmediatamente, podrán dar su dictamen por escrito o en audiencia, en
cuyo caso informará uno de ellos si existiere unanimidad.

El dictamen se presentará por escrito, con copias para las partes. Contendrá la
explicación detallada de las operaciones técnicas realizadas y de los principios científicos
en que los peritos funden su opinión.

Los que concordaren, los presentarán en un único texto firmado por todos. Los
disidentes lo harán por separado y siempre en un mismo escrito, salvo que por
circunstancias especiales ello no fuere posible.

Del dictamen pericial se dará traslado a las partes que se notificará por cédula; y
a instancia de cualquiera de ellas, o de oficio, el Juez podrá ordenar que los Peritos den

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las explicaciones que se consideren convenientes, en audiencia o por escrito, atendiendo
a las circunstancias del caso.

El Perito que no concurriere a la audiencia o no presentare el informe ampliatorio


o complementario dentro del plazo, perderá su derecho a cobrar honorarios, total o
parcialmente.

Cuando el Juez lo estimare necesario podrá disponer que se practique otra pericia,
o se perfeccione o amplíe la anterior, por los mismos Peritos u otros de su elección.

La fuerza probatoria del dictamen pericial será estimada por el Juez teniendo en
consideración la competencia de los peritos, la uniformidad o disconformidad de sus
opiniones, los principios científicos en que se fundan, la concordancia de su aplicación
con las reglas de la sana crítica y demás pruebas y elementos de convicción que la causa
ofrezca.

A petición de parte o de oficio, el Juez podrá solicitar informes a academias,


corporaciones, institutos y entidades públicas o privadas de carácter científico o técnico,
cuando el dictamen pericial requiriese operaciones o conocimientos de alta
especialización. A pedido de las entidades privadas se fijará el honorario que les
corresponda percibir.

Por su parte en el Código Procesal Penal se estipula que el dictamen pericial podrá
expedirse por informe escrito o hacerse constar en acta y comprenderá, en cuanto fuere
posible:

1°) La descripción de las personas, lugares, cosas o hechos examinados en las


condiciones en que hubieren sido hallados.

2°) Una relación detallada de todas las operaciones practicadas y sus resultados.

3°) Las conclusiones que formulen los peritos conforme a los principios de su
ciencia, arte o técnica.

4°) Lugar y fecha en que se practicaron las operaciones. El juez valorará la pericia
de acuerdo con las reglas de la sana crítica.

En todo caso de muerte violenta o sospechosa de criminalidad se ordenará la


autopsia, salvo que por la inspección exterior resultare evidente la causa de la muerte.

18
Cuando se trate de examinar o cotejar algún documento, el juez ordenará la
presentación de las escrituras de comparación, pudiendo utilizarse escritos privados si no
hubiere dudas sobre su autenticidad. Para la obtención de estos escritos podrá disponer el
secuestro, salvo que su tenedor sea una persona hubiere dudas sobre su autenticidad. Para
la obtención de estos escritos podrá disponer el secuestro, salvo que su tenedor sea una
persona que deba o pueda abstenerse de declarar como testigo.

El juez podrá disponer también que alguna de las partes forme cuerpo de la
escritura.

En Chile se le regula en el Código de Procedimiento Civil y en el Código Procesal


Penal.

En lo relativo a lo señalado en el Código de Procedimiento Civil se indica que los


tribunales señalarán en cada caso el término dentro del cual deben los peritos evacuar su
encargo; y podrán, en caso de desobediencia, apremiarlos con multas, prescindir del
informe o decretar el nombramiento de nuevos peritos, según los casos.

Cuando los peritos discorden en sus dictámenes, podrá el tribunal disponer que se
nombre un nuevo perito, si lo estima necesario para la mejor ilustración de las cuestiones
que deban resolver.

El nuevo perito será nombrado y desempeñará su cargo en conformidad a las


reglas precedentes.

Si no resulta acuerdo del nuevo perito con los anteriores, el tribunal apreciará
libremente las opiniones de todos ellos, tomando en cuenta los demás antecedentes del
juicio.

Los peritos podrán emitir sus informes conjunta o separadamente.

Los incidentes a que dé lugar el nombramiento de los peritos y el desempeño de


sus Funciones se tramitarán en ramo separado. Los tribunales apreciarán la fuerza
probatoria del dictamen de peritos en conformidad a las reglas de la sana crítica.

En el Código Procesal Penal se indica que la procedencia del informe de peritos.


El ministerio público y los demás intervinientes podrán presentar informes elaborados
por peritos de su confianza y solicitar en la audiencia de preparación del juicio oral que

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éstos fueren citados a declarar a dicho juicio, acompañando los comprobantes que
acreditaren la idoneidad profesional del perito.

Procederá el informe de peritos en los casos determinados por la ley y siempre


que para apreciar algún hecho o circunstancia relevante para la causa fueren necesarios o
convenientes conocimientos especiales de una ciencia, arte u oficio.

Los informes deberán emitirse con imparcialidad, ateniéndose a los principios de


la ciencia o reglas del arte u oficio que profesare el perito.

Sin perjuicio del deber de los peritos de concurrir a declarar ante el tribunal acerca
de su informe, éste deberá entregarse por escrito y contener:

a) La descripción de la persona o cosa que fuere objeto de él, del estado y modo en
que se hallare;

b) La relación circunstanciada de todas las operaciones practicadas y su resultado, y

c) Las conclusiones que, en vista de tales datos, formularen los peritos conforme a los
principios de su ciencia o reglas de su arte u oficio.

No obstante, de manera excepcional, las pericias consistentes en análisis de


alcoholemia, de ADN y aquellas que recayeren sobre sustancias estupefacientes o
psicotrópicas, podrán ser incorporadas al juicio oral mediante la sola presentación del
informe respectivo.

Sin embargo, si alguna de las partes lo solicitare fundadamente, la comparecencia


del perito no podrá ser substituida por la presentación del informe.

El juez de garantía admitirá los informes y citará a los peritos cuando, además de
los requisitos generales para la admisibilidad de las solicitudes de prueba, considerare que
los peritos y sus informes otorgan suficientes garantías de seriedad y profesionalismo.
Con todo, el juez de garantía podrá limitar el número de informes o de peritos, cuando
unos u otros resultaren excesivos o pudieren entorpecer la realización del juicio.

Los honorarios y demás gastos derivados de la intervención de los peritos


mencionados en este artículo corresponderán a la parte que los presentare.

Excepcionalmente, el juez de garantía podrá relevar a la parte, total o


parcialmente, del pago de la remuneración del perito, cuando considerare que ella no

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cuenta con medios suficientes para solventarlo o cuando, tratándose del imputado, la no
realización de la diligencia pudiere importar un notorio desequilibrio en sus posibilidades
de defensa. En este último caso, el juez de garantía regulará prudencialmente la
remuneración del perito, teniendo presente los honorarios habituales en la plaza y el total
o la parte de la remuneración que no fuere asumida por el solicitante será de cargo fiscal.

Algunos ejemplos de exámenes periciales se describen a continuación. Entre los


más utilizados, encontramos la balística forense, la biología forense, las periciales
contables y el informe dactiloscópico, entre otros.

Balística Forense

Los informes de balística elaborados por el Gabinete de Investigación de la


Dirección General de Policía, tiene carácter de prueba pericial por su objetividad.

Sus objetivos son:

- Practicar exámenes de las armas de fuego que le sean remitidas o recogidas en la


escena del delito, para determinar sus características, su estado de conservación y
funcionamiento, y si han sido o no disparadas recientemente.
- Realizar las inspecciones técnico-balísticas en el lugar de los hechos.
- Realizar la prueba de la parafina, para determinar o detectar restos de pólvora, en
sospechosos, víctima/s y vestimentas de los mismos.
- Practicar estudios comparativos de proyectiles y casquillos, para identificar las
armas de fuego.
- Realizar exámenes de las heridas en las víctimas por armas de fuego, para
determinar orificios de entrada y salida.
- Realizar exámenes de marcas de fábrica, numeraciones otros grabados que existen
en las armas de fuego.
- Realizar exámenes de sustancias explosivas, sujetas a investigación.
(campus.euroinnova.edu.es)
- Efectuar la recolección de toda clase de muestra de armas de fuego, cartuchos,
proyectiles, asquillos y artefactos explosivos.

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Biología Forense

Pretende cumplir con los siguientes objetivos:

- Practicar exámenes ectoscópicos en cadáveres, para determinar características y


posibles causas de las lesiones que presentan.
- Practicar exámenes clínicas forenses en personas embriagadas, drogadas.
- Practicar la reestructuración de las papilas dérmicas del cadáver no identificado.
- Practicar análisis de manchas de sangre y semen, para determinar su naturaleza y
características.

Pericias Contables

Es una actividad que necesariamente tiene que desempeñar un contador público,


para formular balances, cuentas, planillas, etc.

Informe Dactiloscópico

Se considera medio de prueba bastante fiable para romper la presunción de


inocencia por ser prueba de sólida base científica y objetiva. La Dactiloscopia es un
estudio de las huellas dactilares.

El objetivo principal del informe dactiloscópico es identificar


dactiloscópicamente a las personas que incurren en delitos, a los que solicitan certificados
en antecedentes policiales.

Pericia Físico-química

Sus objetivos son:

- Realizar estudios de fracturas y naturaleza de vidrios y cristales.


- Realizar exámenes de marcas, números de serie y otras señales, en objetos y
materiales sometidos a peritaje.
- Realizar estudios microscópicos, mediante las diferentes técnicas.
- Practicar exámenes de cortes y roturas en vestimentas y otros materiales, etc.
(campus.euroinnova.edu.es)

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Fotografía Forense

Sus objetivos son:

- Fotografiar a las personas naturales con fines de identificación, así como a los
indicios y evidencia que sirvan en el descubrimiento de los hechos delictuosos.
- Procesar las tomas fotográficas con fines identificativos.
- Fotografiar la reconstrucción del hecho, en la escena del delito.

Son también legítimos los vídeos o fotografías de entidades bancarias, siempre que
cumplan con determinados requisitos establecidos por vía jurisprudencial, entonces se
pueden considerar prueba.

La Odontología Forense

Es un análisis de las piezas dentales, para realizar una identificación interesa la pulpa
del diente, porque hay una gran fuente de ADN, que está protegida por duras capas de los
organismos y aguanta altas temperatura.

Persigue los siguientes objetivos:

- Identificar a las personas, mediante examen buco-palatino, y del macizo cráneo


facial.
- Confeccionar los odontogramas a todas aquellas personas que por razón de viaje,
trabajo, uso de armas de fuego y residencia de extranjeros en el país deban figurar
en el archivo de odontogramas.
- Confeccionar los odontogramas a los cadáveres sujetos a investigación policial.
etc.

Pericias Toxicológicas

Toda muerte sospechosa de criminalidad exige una autopsia. A veces, junto al cadáver
pueden encontrarse sustancias sospechosas.

Estas sustancias deben ser remitidas al laboratorio, pues pueden contener veneno y
ser éste la causa de la muerte. (campus.euroinnova.edu.es)

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Pericias Psiquiátricas

La pericia psiquiátrica reviste suma importancia. Los peritos deben opinar acerca del
estado mental del procesado y de su antigüedad, establecer si los trastornos, taras o
anomalías han suprimido o solamente disminuido la conciencia del acto y por
consiguiente su responsabilidad.

Apreciando el mérito de esta opinión técnica, al juzgador corresponde resolver si es


o no imputable.

Si los jueces tuvieran duda sobre el estado mental, es necesario el examen


psiquiátrico; si no existiese tal examen, la sentencia es nula.

Se han señalado estos ejemplos de exámenes periciales porque tienen valor de prueba
ya que son realizados por instituciones oficiales y competentes en este ámbito

3.1.1.3.- los dictámenes e informes periciales judiciales.

En esencia, dictamen o informe pericial es el medio de prueba materializado en


un documento donde, el perito expone el resultado de los análisis practicados. O bien, es
el documento elaborado por un perito sobre un suceso determinado relacionado con una
materia en la que es experto.

Los peritos realizarán el estudio acucioso, riguroso del problema encomendado


para producir una explicación consistente. Esa actividad cognoscitiva será condensada en
un documento que refleje las secuencias fundamentales del estudio efectuado, los
métodos y medios importantes empleados, una exposición razonada y coherente, las
conclusiones, fecha y firma.

A ese documento, se le conoce generalmente con el nombre de dictamen Pericial


o Informe Pericial.

Se pueden establecer distintas tipologías atendiendo a:

- El medio empleado: verbales, escritos, audiovisuales, fotográficos.


- Al fin que persigue la pericial: de tasación, de autenticidad, de delimitación de
daños en las cosas o lesiones en las personas.

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- La ciencia aplicada: medios, psiquiátrico, sociales, balísticos, caligráficos,
contables, ciencias forenses, informes contables.

El dictamen o informe pericial debe contener:

- La descripción de la persona, objeto o cosa materia de examen o estudio,


indicando el estado y forma en que se encontraba.
- La relación detallada de todas las operaciones practicadas en la pericia y su
resultado.
- Los medios científicos o técnicos de que se han valido para emitir su dictamen.
- Las conclusiones a los que han llegado en vista del examen pericial y como
resultado de haber aplicado los principios científicos indicados.
- Los dictámenes se formularán por escrito, acompañados, en su caso, de los demás
documentos, instrumentos o materiales adecuados para exponer el parecer del
perito sobre lo que haya sido objeto de la pericia. (campus.euroinnova.edu.es)

Si no fuese posible o conveniente aportar estos materiales e instrumentos, el escrito


de dictamen contendrá sobre ellos las indicaciones suficientes. Podrán, asimismo,
acompañarse al dictamen los documentos que se estimen adecuados para su más acertada
valoración (art. 336.2º Ley Enjuiciamiento Civil Español).

Cuando se aporten estos dictámenes, el actor y el demandado deberán manifestar en


sus escritos si desean que los peritos autores de los dictámenes comparezcan a la vista,
expresando si deberán exponer o explicar el dictamen o responder a preguntas, objeciones
o propuestas de rectificación, intervenir de cualquier otra forma útil para entender y
valorar el dictamen en relación con lo que sea objeto del pleito.

Especial importancia tiene el citado Artículo 336 de la Ley Enjuiciamiento Civil


Español, al establecer cómo deben ser los dictámenes, haciendo especial referencia a los
documentos que han de acompañar a los mismos para explicar en que se basa el perito
para sus convicciones, con aportación a tal efecto de los documentos y elementos que le
han llevado a tal parecer.

La calidad y credibilidad del dictamen vendrá determinado no solo por la


cualificación del perito sino por lo elaborado y justificado que aparezca el mismo.

Aunque no es una práctica usual, puede solicitarse la ampliación del dictamen. Esta
ampliación consiste en la repetición del examen o estudio de lo ya peritado.

25
Además, se puede solicitar que los colegios profesionales, academias, institutos o
centros oficiales se pronuncien al respecto e informen por escrito para agregarse al
expediente y después oportunamente sea valorado.

Características de los dictámenes periciales

Los dictámenes periciales se caracterizan por:

Claridad

Es muy importante tener en cuenta que el dictamen lo leerán con seguridad personas
que desconocen la materia a peritar, por lo que es necesario que, sobre todo en las
conclusiones, la exposición sea muy clara.

Concisión

El dictamen ha de ser todo lo extenso que sea necesario. En ocasiones informes


excesivamente voluminosos predisponen al lector en contra del mismo.
(campus.euroinnova.edu.es)

Fundamentación

Lo expuesto en el dictamen se debe fundamentar en la experiencia del propio perito.


Si es posible, se debe apoyar lo expuesto en las obras más importantes que se hayan
publicado sobre la materia.

Justificación

El perito ha de justificar en qué se basa para emitir su dictamen apoyando el mismo


de la mejor forma posible. Ha de indicar por ejemplo, qué material ha sido empleado en
el análisis de los objetos peritados.

Congruencia

Lo expuesto en el dictamen pericial ha de ser acorde con el objeto de examen que se


solicitara.

No pueden examinarse hechos ajenos o que no guarden conexión con el proceso, el


peritaje ha de ajustarse a lo pedido y no sobrepasarlo, ni en más ni en menos; pero sin
olvidar nunca que siempre podrá y será conveniente que se examinen los puntos conexos
que contempla el artículo 347 Ley Enjuiciamiento Civil Español.

26
Las conclusiones a las que se lleguen en cualquier peritaje han de ser claras, sencillas,
y sobre todo gozar de la credibilidad exigible. La rotundidad de un perito no es igual a
fiabilidad.

Tan importante como la congruencia es la propia unidad lógica de todo el dictamen,


desde el trabajo de campo a las conclusiones, pasando por los razonamientos.

Contenido del dictamen pericial

En relación con el contenido del dictamen, deberá comprender como mínimo los
siguientes

Extremos:

La identificación de quien hace el dictamen, y, su cualificación profesional.

La identificación del procedimiento en el seno del cual se hace el dictamen, la


aceptación del cargo con la fecha y el plazo para realizarlo.

Las cuestiones sobre las que ha de versar el dictamen, con separación de cada una de
ellas, y las conclusiones que en su caso deban ser obtenidas.

Los antecedentes documentales que se han tenido en cuenta, tanto procesales, como
extraprocesales. (campus.euroinnova.edu.es)

Las actuaciones de comprobación de lugares, cosas y personas, y las partes que


asistieron a las mismas, y cuál fue su intervención.

Las operaciones de comprobación de datos, y de análisis para la obtención de


resultados.

Las respuestas a cada una de las cuestiones que se la han efectuado y las conclusiones
a las que pueda haber llegado.

Cuando alguna cuestión no pueda ser contestada, lo hará constar.

Si las partes así lo solicitaron, las medidas para la resolución del litigio, la valoración
de los daños o del importe de la reparación, o del resarcimiento de los perjuicios.

En los dictámenes los peritos se abstendrán de efectuar valoraciones que no hayan


sido solicitadas, ni hacer referencia a hipótesis.

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Los informes periciales como principios de prueba

La Ley Enjuiciamiento Civil Español ha supuesto un gran cambio, adaptando los


medios de prueba a la realidad socio-tecnológica del mundo en que vivimos y
estableciendo unos elementos esenciales para configurarla:

Define al perito como un tercero cualificado y poseedor de conocimientos técnicos.

El objeto de la pericia y su relación con los hechos es la de un observador y crítico


cualificado que la analiza con su técnica los hechos sobre los que recae, trasmitiendo al
tribunal y a las partes su análisis de los hechos.

Compatibilización de los informes que aportan las partes, informes que se aportan
previamente con los dictámenes requeridos en el seno del proceso.

El espíritu del legislador, basado en el principio de contradicción e igualdad entre las


partes del proceso, obliga a las partes a contactar con elementos que den base al proceso
con su presentación, lo que los autores han venido a llamar el principio de prueba.

Por ello, la Ley Enjuiciamiento Civil Español no deja dudas y exige su presentación
con la demanda, evitando así que las partes acudan al proceso sin fundamento técnico,
dejando patente que la presentación posterior se tendrá por extemporánea. Dando solo la
posibilidad de presentación ulterior cuando la necesidad de la misma fuera a consecuencia
de las alegaciones de la contraparte en el procedimiento.

Como referencia tenemos el Artículo 265 Ley Enjuiciamiento Civil Español sobre
documentos y otros escritos y objetos relativos al fondo del asunto.
(campus.euroinnova.edu.es)

A toda demanda o contestación habrán de acompañarse:

- Los documentos en que las partes funden su derecho a la tutela judicial que
pretenden.
- Los medios e instrumentos a que se refiere el apartado 2 del artículo 299, si en
ellos se fundaran las pretensiones de tutela formuladas por las partes.
- Las certificaciones y notas sobre cualesquiera asientos registrales o sobre el
contenido de libros registro, actuaciones o expedientes de cualquier clase.
- Los dictámenes periciales en que las partes apoyen sus pretensiones, sin perjuicio
de lo dispuesto en los artículos 337 y 339 de dicha Ley. En el caso de que alguna

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de las partes sea titular del derecho de asistencia jurídica gratuita no tendrá que
aportar con la demanda o con la contestación el dictamen, sino simplemente
anunciarlo de acuerdo con lo que prevé el apartado 1 del artículo 339 de la Ley
Enjuiciamiento Civil Español.

Los informes, elaborados por profesionales de la investigación privada legalmente


habilitados, sobre hechos relevantes en que aquéllas apoyen sus pretensiones. Sobre estos
hechos, si no fueren reconocidos como ciertos, se practicará prueba testifical.

Sólo cuando las partes, al presentar su demanda o contestación, no puedan disponer


de los documentos, medios e instrumentos a que se refieren los tres primeros números del
apartado anterior, podrán designar el archivo, protocolo o lugar en que se encuentren, o
el registro, libro registro, actuaciones o expediente del que se pretenda obtener una
certificación.

Si lo que pretenda aportarse al proceso se encontrara en archivo, protocolo, expediente


o registro del que se puedan pedir y obtener copias fehacientes, se entenderá que el actor
dispone de ello y deberá acompañarlo a la demanda, sin que pueda limitarse a efectuar la
designación a que se refiere el párrafo anterior.

No obstante lo dispuesto en los apartados anteriores, el actor podrá presentar en la


audiencia previa al juicio, o en la vista del juicio verbal, los documentos, medios,
instrumentos, dictámenes e informes, relativos al fondo del asunto, cuyo interés o
relevancia sólo se ponga de manifiesto a consecuencia de alegaciones efectuadas por el
demandado en la contestación a la demanda art.265 de la Ley Enjuiciamiento Civil
Español. (campus.euroinnova.edu.es)

Ahora bien en la Ley de Enjuiciamiento Criminal Español en su Sección 3.ª relativa


al informe pericial, señala que los peritos podrán ser recusados por las causas y en la
forma prescrita en los artículos 468, 469 y 470.

La sustanciación de los incidentes de recusación tendrá lugar precisamente en el


tiempo que media desde la admisión de las pruebas propuestas por las partes hasta la
apertura de las sesiones.

Los peritos que no hayan sido recusados serán examinados juntos cuando deban
declarar sobre unos mismos hechos, y contestarán a las preguntas y repreguntas que las
partes les dirijan.

29
Si para contestarlas considerasen necesaria la práctica de cualquier reconocimiento,
harán éste, acto continuo, en el local de la misma audiencia si fuere posible. En otro caso
se suspenderá la sesión por el tiempo necesario, a no ser que puedan continuar
practicándose otras diligencias de prueba entre tanto que los peritos verifican el
reconocimiento.

En México tendrá su regulación en el Código Federal de Procedimientos Civiles


señala que señala que si los peritos están conformes, extenderán su dictamen en un mismo
escrito que presentarán, o en un acta que harán asentar por el secretario del tribunal,
firmando los dos. Si no lo estuvieren, formularán su dictamen en escrito por separado, del
que acompañarán una copia.

Rendidos los dictámenes, dentro de los tres días siguientes del últimamente
presentado, los examinará el tribunal, y, si discordaren en alguno o algunos de los puntos
esenciales sobre que debe versar el parecer pericial, mandará, de oficio, que, por
notificación personal, se hagan del conocimiento del perito tercero, entregándole las
copias de ellos, y previniéndole que, dentro del término que le señale, rinda el suyo. Si el
término fijado no bastare, el tribunal podrá acordar, a petición del perito, que se le amplíe.

El perito tercero no está obligado a adoptar alguna de las opiniones de los otros
peritos.

Si el perito nombrado por una parte no rinde su dictamen, sin causa justificada,
designará el tribunal nuevo perito, en substitución del omiso, e impondrá, a éste, una
multa hasta por la cantidad de ciento veinte días de salario mínimo general vigente en el
Distrito Federal. La omisión hará, además, responsable, al perito, de los daños y
perjuicios que por ella se ocasionen a la parte que lo nombró.

Si el perito de que se trata no rinde su dictamen dentro del plazo que se le fijó, pero
sí antes de que se haya hecho el nuevo nombramiento, sólo se le aplicará la multa señalada
en el párrafo precedente.

Los peritos se sujetarán, en su dictamen, a las bases que, en su caso, fije la ley.

Si el objeto del dictamen pericial fuere la práctica de un avalúo, los peritos tenderán
a fijar el valor comercial, teniendo en cuenta los precios de plaza, los frutos que, en su
caso, produjere o fuere capaz de producir la cosa, objeto del avalúo, y todas las

30
circunstancias que puedan influir en la determinación del valor comercial, salvo que, por
convenio o por disposición de la ley, sean otras las bases para el avalúo.

Por su parte el Código Federal de Procedimientos Penales señala que los peritos
emitirán su dictamen por escrito y lo ratificarán en diligencia especial. Los peritos
oficiales no necesitarán ratificar sus dictámenes, sino cuando el funcionario que practique
las diligencias lo estime necesario. En esta diligencia el juez y las partes podrán formular
preguntas a los peritos.

Por otro lado en la legislación Colombiana se le regula en el Código General de


Procedimiento Civil y en el Código Procesal penal.

Así las cosas en el primero de estos cuerpos normativos se estipula que la prueba
pericial es procedente para verificar hechos que interesen al proceso y requieran
especiales conocimientos científicos, técnicos o artísticos.

Sobre un mismo hecho o materia cada sujeto procesal sólo podrá presentar un
dictamen pericial. Todo dictamen se rendirá por un perito.

No serán admisibles los dictámenes periciales que versen sobre puntos de derecho,
sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 177 y 179 para la prueba de la ley y de la
costumbre extranjera. Sin embargo, las partes podrán asesorarse de abogados, cuyos
conceptos serán tenidos en cuenta por el juez como alegaciones de ellas.

El perito deberá manifestar bajo juramento que se entiende prestado por la firma
del dictamen que su opinión es independiente y corresponde a su real convicción
profesional. El dictamen deberá acompañarse de los documentos que le sirven de
fundamento y de aquellos que acrediten la idoneidad y la experiencia del perito.

Todo dictamen debe ser claro, preciso, exhaustivo y detallado; en él se explicarán


los exámenes, métodos, experimentos e investigaciones efectuadas, lo mismo que los
fundamentos técnicos, científicos o artísticos de sus conclusiones.

El dictamen suscrito por el perito deberá contener, como mínimo, las siguientes
declaraciones e informaciones:

1. La identidad de quien rinde el dictamen y de quien participó en su elaboración.

31
2. La dirección, el número de teléfono, número de identificación y los demás datos
que faciliten la localización del perito.

3. La profesión, oficio, arte o actividad especial ejercida por quien rinde el


dictamen y de quien participó en su elaboración. Deberán anexarse los documentos
idóneos que lo habilitan para su ejercicio, los títulos académicos y los documentos que
certifiquen la respectiva experiencia profesional, técnica o artística.

4. La lista de publicaciones, relacionadas con la materia del peritaje, que el perito


haya realizado en los últimos diez años, si las tuviere.

5. La lista de casos en los que haya sido designado como perito o en los que haya
participado en la elaboración de un dictamen pericial en los últimos cuatro años. Dicha
lista deberá incluir el juzgado o despacho en donde se presentó, el nombre de las partes,
de los apoderados de las partes y la materia sobre la cual versó el dictamen.

6. Si ha sido designado en procesos anteriores o en curso por la misma parte o por


el mismo apoderado de la parte, indicando el objeto del dictamen.

7. Si se encuentra en incurso en las causales contenidas en el artículo 50, en lo


pertinente.

8. Declarar si los exámenes, métodos, experimentos e investigaciones efectuados


son diferentes respecto de los que ha utilizado en peritajes rendidos en anteriores procesos
que versen sobre las mismas materias. En caso de que sea diferente, deberá explicar la
justificación de la variación.

9. Declarar si los exámenes, métodos, experimentos e investigaciones efectuados


son diferentes respecto de aquellos que utiliza en el ejercicio regular de su profesión u
oficio. En caso de que sea diferente, deberá explicar la justificación de la variación.

10. Relacionar y adjuntar los documentos e información utilizados para la


elaboración del dictamen.

La parte que pretenda valerse de un dictamen pericial deberá aportarlo en la


respectiva oportunidad para pedir pruebas. Cuando el término previsto sea insuficiente
para aportar el dictamen, la parte interesada podrá anunciarlo en el escrito respectivo y
deberá aportarlo dentro del término que el juez conceda, que en ningún caso podrá ser
inferior a diez (10) días. En este evento el juez hará los requerimientos pertinentes a las

32
partes y terceros que deban colaborar con la práctica de la prueba. El dictamen deberá ser
emitido por institución o profesional especializado.

La parte contra la cual se aduzca un dictamen pericial podrá solicitar la


comparecencia del perito a la audiencia, aportar otro o realizar ambas actuaciones. Estas
deberán realizarse dentro del término de traslado del escrito con el cual haya sido aportado
o, en su defecto, dentro de los tres días siguientes a la notificación de la providencia que
lo ponga en conocimiento. En virtud de la anterior solicitud, o si el juez lo considera
necesario, citará al perito a la respectiva audiencia, en la cual el juez y las partes podrán
interrogarlo bajo juramento acerca de su idoneidad e imparcialidad y sobre el contenido
del dictamen. La contraparte de quien haya aportado el dictamen podrá formular
preguntas asertivas e insinuantes. Las partes tendrán derecho, si lo consideran necesario,
a interrogar nuevamente al perito, en el orden establecido para el testimonio. Si el perito
citado no asiste a la audiencia, el dictamen no tendrá valor.

Si se excusa al perito, antes de su intervención en la audiencia, por fuerza mayor


o caso fortuito, el juez recaudará las demás pruebas y suspenderá la audiencia para
continuarla en nueva fecha y hora que señalará antes de cerrarla, en la cual se interrogará
al experto y se surtirán las etapas del proceso pendientes. El perito sólo podrá excusarse
una vez.

Las justificaciones que por las mismas causas sean presentadas dentro de los tres
días siguientes a la audiencia, sólo autorizan el decreto de la prueba en segunda instancia,
si ya se hubiere proferido sentencia. Si el proceso fuera de única instancia, se fijará por
una sola vez nueva fecha y hora para realizar el interrogatorio del perito.

En ningún caso habrá lugar a trámite especial de objeción del dictamen por error
grave.

Cuando el juez lo decrete de oficio, determinará el cuestionario que el perito debe


absolver, fijará término para que rinda el dictamen y le señalará provisionalmente los
honorarios y gastos que deberán ser consignados a órdenes del juzgado dentro de los tres
días siguientes. Si no se hiciere la consignación, el juez podrá ordenar al perito que rinda
el dictamen si lo estima indispensable.

33
Si el perito no rinde el dictamen en tiempo se le impondrá multa de cinco (5) a
diez salarios mínimos legales mensuales y se le informará a la entidad de la cual dependa
o a cuya vigilancia esté sometido.

Con el dictamen pericial el perito deberá acompañar los soportes de los gastos en
que incurrió para la elaboración del dictamen. Las sumas no acreditadas deberá
reembolsarlas a órdenes del juzgado.

Rendido el dictamen permanecerá en secretaría a disposición de las partes hasta


la fecha de la audiencia respectiva, la cual sólo podrá realizarse cuando hayan pasado por
lo menos diez días desde la presentación del dictamen. Para los efectos de la contradicción
del dictamen, el perito siempre deberá asistir a la audiencia, salvo lo previsto en el
parágrafo del artículo 228.

Por su parte el Código Procesal Penal señala que las partes podrán presentar
informes de peritos de su confianza y solicitar que éstos sean citados a interrogatorio en
el juicio oral y público, acompañando certificación que acredite la idoneidad del perito.

Si el juez admite el informe presentado por la parte, en la audiencia preparatoria,


inmediatamente ordenará citar al perito o peritos que lo suscriben, para que concurran a
la audiencia del juicio oral y público con el fin de ser interrogados y contrainterrogados.

Toda declaración de perito deberá estar precedida de un informe resumido en


donde se exprese la base de la opinión pedida por la parte que propuso la práctica de la
prueba. Dicho informe deberá ser puesto en conocimiento de las demás partes al menos
con cinco días de anticipación a la celebración de la audiencia pública en donde se
recepcionará la peritación, sin perjuicio de lo establecido en este código sobre el
descubrimiento de la prueba.

Ahora bien, la legislación Argentina nos dirá en el Código de Procedimiento Civil


y Comercial que los peritos practicarán unidos la diligencia, si no tuvieren razón especial
para lo contrario. Las partes y sus letrados podrán asistir a ella y hacer las observaciones
que consideraren pertinentes, debiendo retirarse cuando los peritos pasen a deliberar.

Cuando el objeto de la diligencia pericial fuese de tal naturaleza que permita a los
peritos expedirse inmediatamente, podrán dar su dictamen por escrito o en audiencia, en
cuyo caso informará uno de ellos si existiere unanimidad.

De oficio o a pedido de parte, el Juez podrá ordenar.

34
1) Ejecución de planos, relevamientos, reproducciones fotográficas,
cinematográficas, o de otra especie, de objetos, documentos o lugares, con empleo de
medios o instrumentos mecánicos.

2) Exámenes científicos necesarios para el mejor esclarecimiento de los hechos


controvertidos.

3) Reconstrucción de hechos, para comprobar si se han producido o pudieron


realizarse de una manera determinada.

El dictamen se presentará por escrito, con copias para las partes. Contendrá la
explicación detallada de las operaciones técnicas realizadas y de los principios científicos
en que los peritos funden su opinión.

Los que concordaren, los presentarán en un único texto firmado por todos. Los
disidentes lo harán por separado y siempre en un mismo escrito, salvo que por
circunstancias especiales ello no fuere posible.

Del dictamen pericial se dará traslado a las partes que se notificará por cédula; y
a instancia de cualquiera de ellas, o de oficio, el Juez podrá ordenar que los Peritos den
las explicaciones que se consideren convenientes, en audiencia o por escrito, atendiendo
a las circunstancias del caso.

El Perito que no concurriere a la audiencia o no presentare el informe ampliatorio


o complementario dentro del plazo, perderá su derecho a cobrar honorarios, total o
parcialmente.

Cuando el Juez lo estimare necesario podrá disponer que se practique otra pericia,
o se perfeccione o amplíe la anterior, por los mismos Peritos u otros de su elección.

Por otro lado el Código Procesal Penal indica que el dictamen pericial podrá
expedirse por informe escrito o hacerse constar en acta y comprenderá, en cuanto fuere
posible:

1°) La descripción de las personas, lugares, cosas o hechos examinados en las


condiciones en que hubieren sido hallados.

2°) Una relación detallada de todas las operaciones practicadas y sus resultados.

35
3°) Las conclusiones que formulen los peritos conforme a los principios de su
ciencia, arte o técnica.

4°) Lugar y fecha en que se practicaron las operaciones. El juez valorará la pericia
de acuerdo con las reglas de la sana crítica.

Por su parte en Chile en su Código de Procedimiento Civil indica que cuando la


ley ordene que se resuelva un asunto en juicio práctico o previo informe de peritos, se
entenderán cumplidas estas disposiciones agregando el reconocimiento y dictamen
pericial en conformidad a las reglas de este párrafo, al procedimiento que corresponda
usar, según la naturaleza de la acción deducida.

Podrá también oírse el informe de peritos:

1° Sobre puntos de hecho para cuya apreciación se necesiten conocimientos especiales


de alguna ciencia o arte; y

2° Sobre puntos de derecho referentes a alguna legislación extranjera.

Los gastos y honorarios que en estos casos se originen por la diligencia misma o
por la comparecencia de la otra parte al lugar donde debe practicarse, serán de cargo del
que la haya solicitado; salvo que el tribunal estime necesaria la medida para el
esclarecimiento de la cuestión, y sin perjuicio de lo que en definitiva se resuelva sobre
pago de costas. El tribunal, de oficio o a petición de parte, podrá ordenar que previamente
se consigne una cantidad prudencial para responder a los gastos y honorarios referidos.

La resolución por la cual se fije el monto de la consignación será notificada por


cédula al que solicitó el informe de peritos. Si dicha parte deja transcurrir diez días,
contados desde la fecha de la notificación, sin efectuar la consignación, se la tendrá por
desistida de la diligencia pericial solicitada, sin más trámite.

Los tribunales señalarán en cada caso el término dentro del cual deben los peritos
evacuar su encargo; y podrán, en caso de desobediencia, apremiarlos con multas,
prescindir del informe o decretar el nombramiento de nuevos peritos, según los casos.

Cuando los peritos discorden en sus dictámenes, podrá el tribunal disponer que se
nombre un nuevo perito, si lo estima necesario para la mejor ilustración de las cuestiones
que deban resolver.

36
El nuevo perito será nombrado y desempeñará su cargo en conformidad a las
reglas precedentes.

Si no resulta acuerdo del nuevo perito con los anteriores, el tribunal apreciará
libremente las opiniones de todos ellos, tomando en cuenta los demás antecedentes del
juicio.

Ahora bien en el Código Procesal Penal se indica que sin perjuicio del deber de
los peritos de concurrir a declarar ante el tribunal acerca de su informe, éste deberá
entregarse por escrito y contener:

a) La descripción de la persona o cosa que fuere objeto de él, del estado y modo en
que se hallare;

b) La relación circunstanciada de todas las operaciones practicadas y su resultado, y

c) Las conclusiones que, en vista de tales datos, formularen los peritos conforme a los
principios de su ciencia o reglas de su arte u oficio.

No obstante, de manera excepcional, las pericias consistentes en análisis de


alcoholemia, de ADN y aquellas que recayeren sobre sustancias estupefacientes o
psicotrópicas, podrán ser incorporadas al juicio oral mediante la sola presentación del
informe respectivo.

Sin embargo, si alguna de las partes lo solicitare fundadamente, la comparecencia


del perito no podrá ser substituida por la presentación del informe.

Admisibilidad del informe y remuneración de los peritos. El juez de garantía


admitirá los informes y citará a los peritos cuando además de los requisitos generales para
la admisibilidad de las solicitudes de prueba, considerare que los peritos y sus informes
otorgan suficientes garantías de seriedad y profesionalismo. Con todo, el juez de garantía
podrá limitar el número de informes o de peritos, cuando unos u otros resultaren excesivos
o pudieren entorpecer la realización del juicio.

Los honorarios y demás gastos derivados de la intervención de los peritos


mencionados en este artículo corresponderán a la parte que los presentare.
Excepcionalmente, el juez de garantía podrá relevar a la parte, total o parcialmente, del
pago de la remuneración del perito, cuando considerare que ella no cuenta con medios
suficientes para solventarlo o cuando, tratándose del imputado, la no realización de la

37
diligencia pudiere importar un notorio desequilibrio en sus posibilidades de defensa. En
este último caso, el juez de garantía regulará prudencialmente la remuneración del perito,
teniendo presente los honorarios habituales en la plaza y el total o la parte de la
remuneración que no fuere asumida por el solicitante será de cargo fiscal.

3.1.1.4.- valoración de la prueba pericial.

Según se indica en el Artículo 348 Ley Enjuiciamiento Civil Española, acerca de


la valoración del dictamen pericial: "El tribunal valorará los dictámenes periciales según
las reglas de la sana crítica.".

De lo dispuesto en el artículo 348 de la Ley Enjuiciamiento Civil Española, se


desprende que la prueba pericial es de libre apreciación por el Tribunal pudiendo
afirmarse que los peritos no suministran al Juez su decisión, sino que le ilustran sobre las
circunstancias del caso y le dan su parecer, y este puede llegar a conclusiones distintas de
las de los peritos.

Los Jueces y Tribunales no están obligados a sujetarse al dictamen de los peritos.

Sobre esta cuestión son interesantes, la sentencia de 28 de noviembre de 1.992,


cuando dice que: "la prueba pericial debe ser valorada libremente por el juzgador de
acuerdo con la sana crítica, por lo que no puede ser atacada en casación, puesto que no
consta en norma legal alguna concreta que pueda ser invocada en el recurso de casación
las reglas a que deba sujetarse, salvo que esa valoración conduzca a una situación absurda,
ilógica o contradictoria en sí misma".

Por su parte, la sentencia de 11 de mayo de 1.981 dispone que: "la fuerza


probatoria de los dictámenes periciales reside esencialmente, no en sus afirmaciones, ni
en la condición, categoría de sus actores, sino en su mayor o menor fundamentación y
razón de ciencia, debiendo tener por tanto como prevalentes en principio aquellas
afirmaciones o conclusiones que vengan dotadas de una superior explicación racional, sin
olvidar otros criterios auxiliares como el de la mayoría coincidente o del alejamiento al
interés de las partes".

A modo de síntesis, hay que tener en cuenta los siguientes datos:

- Que se define la prueba pericial de manera acertada y de acuerdo con el concepto


tradicional.

38
- La exclusión de la recusación del perito, sustituyendo tal figura por el
procedimiento de las tachas. Lo cual no es correcto, ya que si un perito está
irremisiblemente afectado en su independencia y libertad de criterio, no se le
debería dejar intervenir, lo que se lograría aplicando el régimen de inadmisibilidad
de los medios probatorios; y conforme al régimen de declaración de ilicitud de la
prueba una vez practicada, que son unos medios recogidos en la norma.
(campus.euroinnova.edu.es).
- Debería haber una regulación específica de la pericia sobre documentos sonoros,
visuales, gráficos, informáticos.

Se regula acertadamente, aunque de manera parcial, las costas causadas por la prueba
pericial. Llama la atención el cambio radical que se introduce con la Ley Enjuiciamiento
Civil Española del 2000 con respecto a la anterior, en la concepción y determinación del
medio de prueba constituido por el dictamen pericial, que pasa de ser un informe que
proporciona al Juez conocimientos científicos, artísticos, o prácticos sobre determinados
hechos, por una persona imparcial; a convertirse en un informe de parte o encargado por
persona interesada.

Dicha modificación es sustancial y ha sido gravemente criticada por parte de la


doctrina científica, ya que puede ser una fuente de grandes desigualdades entre litigantes
más débiles que no tendrán capacidad para hacer frente a los honorarios de acreditados y
famosos peritos. (campus.euroinnova.edu.es)

La Ley de Enjuiciamiento Criminal por su parte señala que el Tribunal adoptará


las disposiciones convenientes para evitar que los procesados que se hallen en libertad
provisional se ausenten o dejen de comparecer a las sesiones desde que éstas den principio
hasta que se pronuncie la sentencia.

El Tribunal, de oficio o a instancia de parte, por razones de utilidad, seguridad o


de orden público, así como en aquellos supuestos en que la comparecencia de quien haya
de intervenir en cualquier tipo de procedimiento penal como imputado, testigo, perito, o
en otra condición resulte gravosa o perjudicial, y, especialmente, cuando se trate de un
menor, podrá acordar que su actuación se realice a través de videoconferencia u otro
sistema similar que permita la comunicación bidireccional y simultánea de la imagen y el
sonido, de acuerdo con lo dispuesto en el apartado 3 del artículo 229 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial.

39
Por su parte la legislación Mexicana regulara en el Código Federal de
procedimiento Civil, indicando que rendidos los dictámenes, dentro de los tres días
siguientes del últimamente presentado, los examinará el tribunal, y, si discordaren en
alguno o algunos de los puntos esenciales sobre que debe versar el parecer pericial,
mandará, de oficio, que, por notificación personal, se hagan del conocimiento del perito
tercero, entregándole las copias de ellos, y previniéndole que, dentro del término que le
señale, rinda el suyo. Si el término fijado no bastare, el tribunal podrá acordar, a petición
del perito, que se le amplíe.

Mientras que la misma legislación Mexicana en el Código Federal de


Procedimientos Penales no contendrá disposición en este punto.

Empero en la legislación Colombiana en el Código General de Procedimiento


indicara que el juez apreciará el dictamen de acuerdo con las reglas de la sana crítica,
teniendo en cuenta la solidez, claridad, exhaustividad, precisión y calidad de sus
fundamentos, la idoneidad del perito y su comportamiento en la audiencia, y las demás
pruebas que obren en el proceso.

Pero en su Código Procesal Penal indica que para apreciar la prueba pericial, en
el juicio oral y público, se tendrá en cuenta la idoneidad técnico científico y moral del
perito, la claridad y exactitud de sus respuestas, su comportamiento al responder, el grado
de aceptación de los principios científicos, técnicos o artísticos en que se apoya el perito,
los instrumentos utilizados y la consistencia del conjunto de respuestas.

Mientras que en Argentina, señala en el Código de Procedimiento Civil y


Comercial que la fuerza probatoria del dictamen pericial será estimada por el Juez
teniendo en consideración la competencia de los peritos, la uniformidad o disconformidad
de sus opiniones, los principios científicos en que se fundan, la concordancia de su
aplicación con las reglas de la sana crítica y demás pruebas y elementos de convicción
que la causa ofrezca.

Por otro lado, en el Código Procesal Penal señala que el dictamen pericial podrá
expedirse por informe escrito o hacerse constar en acta y comprenderá, en cuanto fuere
posible:

1°) La descripción de las personas, lugares, cosas o hechos examinados en las


condiciones en que hubieren sido hallados.

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2°) Una relación detallada de todas las operaciones practicadas y sus resultados.

3°) Las conclusiones que formulen los peritos conforme a los principios de su
ciencia, arte o técnica.

4°) Lugar y fecha en que se practicaron las operaciones. El juez valorará la pericia
de acuerdo con las reglas de la sana crítica.

La legislación Chilena en el Código de Procedimiento Civil nos señalara que los


tribunales apreciarán la fuerza probatoria del dictamen de peritos en conformidad a las
reglas de la sana crítica.

Mientras que el Código Procesal Penal indica que los tribunales apreciarán la
prueba con libertad, pero no podrán contradecir los principios de la lógica, las máximas
de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados.

El tribunal deberá hacerse cargo en su fundamentación de toda la prueba


producida, incluso de aquélla que hubiere desestimado, indicando en tal caso las razones
que hubiere tenido en cuenta para hacerlo.

La valoración de la prueba en la sentencia requerirá el señalamiento del o de los


medios de prueba mediante los cuales se dieren por acreditados cada uno de los hechos y
circunstancias que se dieren por probados. Esta fundamentación deberá permitir la
reproducción del razonamiento utilizado para alcanzar las conclusiones a que llegare la
sentencia.

3.1.1.5.- actuación de los peritos en el juicio o vista.

La posible presencia del perito en el juicio no es exigible por sí misma a la vista


de la Ley de Enjuiciamiento Civil. Cuestión distinta es que los jueces o cualquiera de las
partes, podrá pedir dicha presencia. El perito lo que deberá hacer en el juicio es ratificar
su dictamen. Entonces, la decisión de que el perito asista al juicio dependerá del caso
concreto.

Por tanto, los peritos tendrán en el juicio o en la vista, en su caso, la intervención


que pidan las partes y que el Tribunal admita, y podrá consistir en:

- Exposición total o parcial del dictamen.


- Preguntas, respuestas y objeciones sobre premisas pre-conclusiones del dictamen.
- Crítica del dictamen por el perito de la parte contraria.

41
- Formulación de las tachas.
- El Tribunal podrá intervenir como las partes.

El dictamen pericial podrá emitirse al tiempo de la prueba de reconocimiento judicial


sobre lugares, objetos o personas; todo ello con intervención de las partes y del Tribunal.

A través de las denominadas diligencias finales, las pruebas periciales, solo serán
admisibles, las que debidamente propuestas y aprobadas, no se hubieren practicado por
causas ajenas a la parte que les hubiere interesado.

Se introduce la figura del testigo-perito. Tradicionalmente esta figura presentaba


límites controvertidos, pero ahora se ha normalizado tal figura que indica el supuesto en
que un testigo posea conocimientos científicos, artísticos o técnicos que pueden tener un
valor probatorio en sus manifestaciones. Las comunicaciones que deban hacerse a
testigos, peritos y otras personas que, sin ser parte en el juicio, deban intervenir en él, se
remitirán a sus destinatarios con arreglo a lo dispuesto en el apartado 1 del artículo 160.

La remisión se hará al domicilio que designe la parte interesada, pudiendo realizarse, en


su caso, las averiguaciones a que se refiere el artículo 156 de la Ley de Enjuiciamiento
Español. Estas comunicaciones serán diligenciadas por el procurador de la parte que las
haya propuesto, si así lo hubiera solicitado art. 159 Ley de Enjuiciamiento Español.
(campus.euroinnova.edu.es).

Otra figura especial que se introduce es la de la prueba pericial caligráfica, cuyo objeto
es el llamado el cotejo de letras o verificación de signos externos, de la procedencia,
autoría y autenticidad de una letra escrita, con independencia de la autenticidad del
contenido del documento donde figure y de su valor probatorio.

Se partirá de la base de un documento indubitado, y el procedimiento es el general


con las especialidades que conlleva tal clase de prueba.

Por último como prueba pericial especial, surge la figura de la prueba por medio de
intérprete, que puede surgir en tres ocasiones:

- Intérprete para interrogar a personas que no conozcan el castellano ni lengua


oficial de la comunidad autónoma.
- Intérprete para interrogar a personas sordomudas que no sepan leer ni escribir.
- Intérprete para traducir documentos redactados en idioma no oficial.

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En los supuestos de peritajes de parte, es evidente que, aunque se presume la
imparcialidad del perito, resulta fundamental una clara comprensión entre el abogado de
parte y el perito de la misma.

Puede el perito resultar un auxilio fundamental para la propia estrategia del juicio, en
fase de alegaciones, en fase de proposición de pruebas y en la preparación del posible
interrogatorio del perito contrario.

La ley no prevé la posibilidad de solicitar un careo, pero tampoco lo prohíbe. En


realidad, se está admitiendo la interrogación conjunta de los peritos, lo que en ocasiones
puede resultar muy interesante sobre todo si se ciñe el careo a puntos concretos sometidos
a dictamen.

La Ley de Enjuiciamiento Criminal Español indica que los peritos que no hayan sido
recusados serán examinados juntos cuando deban declarar sobre unos mismos hechos, y
contestarán a las preguntas y repreguntas que las partes les dirijan.

Si para contestarlas considerasen necesaria la práctica de cualquier reconocimiento,


harán éste, acto continuo, en el local de la misma audiencia si fuere posible.

En otro caso se suspenderá la sesión por el tiempo necesario, a no ser que puedan
continuar practicándose otras diligencias de prueba entre tanto que los peritos verifican
el reconocimiento.

Mientras que en la Legislación Mexicana en el Código Federal de Procedimiento Civil


señala que los peritos nombrados por las partes serán presentados por éstas al tribunal,
dentro de los tres días siguientes de habérseles tenido como tales, a manifestar la
aceptación y protesta de desempeñar su encargo con arreglo a la ley. Si no lo hicieren o
no aceptaren, el tribunal hará, de oficio, desde luego, los nombramientos que a aquéllas
correspondía. Los peritos nombrados por el tribunal serán notificados personalmente de
su designación, para que manifiesten si aceptan y protestan desempeñar el cargo.

El tribunal señalará lugar, día y hora para que la diligencia se practique, si él debe
presidirla. En cualquier otro caso, señalará a los peritos un término prudente para que
presenten su dictamen.

El tribunal deberá presidir la diligencia cuando así lo juzgue conveniente, o lo solicite


alguna de las partes y lo permita la naturaleza del reconocimiento, pudiendo pedir, a los

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peritos, todas las aclaraciones que estime conducentes, y exigirles la práctica de nuevas
diligencias.

Cuando el tribunal no asista a la diligencia, los peritos practicarán sus peritajes


conjunta o separadamente, con asistencia o no de las partes, según ellos lo estimaren
conveniente.

Mientras que en el Código Federal de Procedimientos Penales, nos indicara que los
peritos emitirán su dictamen por escrito y lo ratificarán en diligencia especial. Los peritos
oficiales no necesitarán ratificar sus dictámenes, sino cuando el funcionario que practique
las diligencias lo estime necesario. En esta diligencia el juez y las partes podrán formular
preguntas a los peritos.

Por su parte el Código General de Procedimiento Colombiano señala que rendido el


dictamen permanecerá en secretaría a disposición de las partes hasta la fecha de la
audiencia respectiva, la cual sólo podrá realizarse cuando hayan pasado por lo menos diez
(10) días desde la presentación del dictamen.

Para los efectos de la contradicción del dictamen, el perito siempre deberá asistir a la
audiencia.

Mientras que en el Código Procesal Penal ordena que las partes solicitarán al juez que
haga comparecer a los peritos al juicio oral y público, para ser interrogados y
contrainterrogados en relación con los informes periciales que hubiesen rendido, o para
que los rindan en la audiencia.

Las partes podrán presentar informes de peritos de su confianza y solicitar que éstos
sean citados a interrogatorio en el juicio oral y público, acompañando certificación que
acredite la idoneidad del perito.

Si el juez admite el informe presentado por la parte, en la audiencia preparatoria,


inmediatamente ordenará citar al perito o peritos que lo suscriben, para que concurran a
la audiencia del juicio oral y público con el fin de ser interrogados y contrainterrogados.

Toda declaración de perito deberá estar precedida de un informe resumido en donde


se exprese la base de la opinión pedida por la parte que propuso la práctica de la prueba.
Dicho informe deberá ser puesto en conocimiento de las demás partes al menos con cinco

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(5) días de anticipación a la celebración de la audiencia pública en donde se recepcionará
la peritación, sin perjuicio de lo establecido en este código sobre el descubrimiento de la
prueba.

En ningún caso, el informe de que trata este artículo será admisible como evidencia,
si el perito no declara oralmente en el juicio.

Los peritos, tanto los que hayan rendido informe, como los que sólo serán
interrogados y contrainterrogados en la audiencia del juicio oral y público, tendrán acceso
a los elementos materiales probatorios y evidencia física a que se refiere el informe
pericial o a los que se hará referencia en el interrogatorio.

El perito deberá ser interrogado en relación con los siguientes aspectos:

1. Sobre los antecedentes que acrediten su conocimiento teórico sobre la ciencia,


técnica o arte en que es experto.

2. Sobre los antecedentes que acrediten su conocimiento en el uso de instrumentos o


medios en los cuales es experto.

3. Sobre los antecedentes que acrediten su conocimiento práctico en la ciencia,


técnica, arte, oficio o afición aplicables.

4. Sobre los principios científicos, técnicos o artísticos en los que fundamenta sus
verificaciones o análisis y grado de aceptación.

5. Sobre los métodos empleados en las investigaciones y análisis relativos al caso.

6. Sobre si en sus exámenes o verificaciones utilizó técnicas de orientación, de


probabilidad o de certeza.

7. La corroboración o ratificación de la opinión pericial por otros expertos que


declaran también en el mismo juicio, y

8. Sobre temas similares a los anteriores.

El perito responderá de forma clara y precisa las preguntas que le formulen las partes.
El perito tiene, en todo caso, derecho de consultar documentos, notas escritas y
publicaciones con la finalidad de fundamentar y aclarar su respuesta.

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El contrainterrogatorio del perito se cumplirá observando las siguientes instrucciones:

1. La finalidad del contrainterrogatorio es refutar, en todo o en parte, lo que el perito


ha informado.

2. En el contrainterrogatorio se podrá utilizar cualquier argumento sustentado en


principios, técnicas, métodos o recursos acreditados en divulgaciones técnico científicas
calificadas, referentes a la materia de controversia.

Si el perito estuviera físicamente impedido para concurrir a la audiencia pública donde


se practicará la prueba, de no hallarse disponible el sistema de audio vídeo u otro sistema
de reproducción a distancia, ésta se cumplirá en el lugar en que se encuentre, en presencia
del juez y de las partes que habrán de interrogarlo.

En Argentina el Código de Procedimiento Civil y Comercial señala que del dictamen


pericial se dará traslado a las partes que se notificará por cédula; y a instancia de
cualquiera de ellas, o de oficio, el Juez podrá ordenar que los Peritos den las explicaciones
que se consideren convenientes, en audiencia o por escrito, atendiendo a las
circunstancias del caso.

El Perito que no concurriere a la audiencia o no presentare el informe ampliatorio o


complementario dentro del plazo, perderá su derecho a cobrar honorarios, total o
parcialmente. Cuando el Juez lo estimare necesario podrá disponer que se practique otra
pericia, o se perfeccione o amplíe la anterior, por los mismos Peritos u otros de su
elección.

Por su lado en Chile el Código de Procedimiento Civil nos señala que el perito que
acepte el cargo deberá declararlo así, jurando desempeñarlo con fidelidad. De esta
declaración, que habrá de hacerse verbalmente o por escrito en el acto de la notificación
o dentro de los tres días inmediatos, se dejará testimonio en los autos.

El perito encargado de practicar un reconocimiento deberá citar previamente a las


partes para que concurran si quieren. Cuando sean varios los peritos procederán unidos a
practicar el reconocimiento, salvo que el tribunal los autorice para obrar de otra manera.

Las partes podrán hacer en el acto del reconocimiento las observaciones que estimen
oportunas. Podrán también pedir que se hagan constar los hechos y circunstancias que

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juzguen pertinentes; pero no tomarán parte en las deliberaciones de los peritos, ni estarán
en ellas presentes.

De todo lo obrado se levantará acta, en la cual se consignarán los acuerdos celebrados


por los peritos.

Por su parte el Código Procesal Penal se señala que la declaración de los peritos
en la audiencia del juicio oral se regirá por las normas previstas en el artículo 329 y,
supletoriamente, por las establecidas para los testigos.

Si el perito se negare a prestar declaración, se le aplicará lo dispuesto para los


testigos en el artículo 299 inciso segundo del Código Procesal Penal.

Durante la etapa de investigación o en la audiencia de preparación del juicio oral,


los intervinientes podrán solicitar del juez de garantía que dicte las instrucciones
necesarias para que sus peritos puedan acceder a examinar los objetos, documentos o
lugares a que se refiriere su pericia o para cualquier otro fin pertinente. El juez de garantía
accederá a la solicitud, a menos que, presentada durante la etapa de investigación,
considerare necesario postergarla para proteger el éxito de ésta.

3.1.2.- legislación referente a la práctica de la profesión en los tribunales:

Para el correcto ejercicio de la profesión de Perito Judicial, es fundamental


conocer la legislación referente a la práctica de la profesión en los Tribunales.

3.1.2.1.- funcionamiento y legislación en derecho comparado; España,


México, Colombia, Chile y Argentina.

Al objeto de constituirse como una unión libre de personas con vistas a conseguir
un fin común y bajo un régimen organizado de formación de su voluntad, los peritos se
unen en asociaciones profesionales.

Estas instituciones deben ser amparadas, en cuanto satisfacen exigencias sociales


de interés general, para que puedan participar eficazmente en el perfeccionamiento de los
fines de la comunidad regional y/o nacional. Amparo que encuentran en los artículos 22
y 81 de la Constitución Española de 1978 y Artículo 32 de la Ley Orgánica 1/2002 de 22
de marzo, reguladora del Derecho de Asociación.

En la actualidad, las asociaciones profesionales se encuentran reguladas por la Ley


Orgánica 1/2002 de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación, una serie de

47
disposiciones dispersas y de distintos rangos que es necesario regular con carácter general
atendiendo a la variedad de las actividades profesionales; que así mismo recoja los
principios jurídicos básicos en esta materia y garantice la autonomía de las asociaciones
profesionales, su personalidad jurídica y plena capacidad para el cumplimiento de los
fines profesionales, así como de las funciones de la administración en orden de la
"Regulación de las Profesiones" dentro del necesario respeto del ordenamiento jurídico
general.

Las asociaciones velarán por la defensa de la profesionalidad de sus miembros y


el control de calidad de los servicios prestados, siempre respetando la seriedad y la ética
en sus actuaciones.

Los objetivos principales que se persiguen son los siguientes:

- El asesoramiento y la emisión de informes judiciales o extrajudiciales, a partir de


los conocimientos científicos y técnicos de los asociados.
- La defensa de los intereses de sus miembros.
- Fomentar la solidaridad entre los afiliados.
- Mantener el más alto grado de profesionalidad y ética de los peritos, creando un
código deontológico y una Junta de Vigilancia.
- Auxiliar a Magistrados, Jueces, Abogados, Tribunales, etc. y a cuantas personas
lo necesiten, a través de sus conocimientos según lo dispuesto en las leyes.
(campus.euroinnova.edu.es)

Los ciudadanos, acreedores del derecho a la asistencia jurídica gratuita, tienen


derecho a que se les designen abogados, procuradores u otros profesionales,
especializados en la materia para la que son designados (perito judicial).

Para ello, los colegios profesionales elaborarán listas de estos profesionales por
especialidades que deberán ser tenidas en cuenta a la hora de ser designados.

Los profesionales, deberán guiarse por criterios de imparcialidad. La imparcialidad es


una especie determinada de motivación, consistente en que la declaración o resolución se
orienta en el deseo de decir la verdad, de dictaminar con exactitud, de resolver justa o
legalmente.

La imparcialidad consiste en poner entre paréntesis todas las consideraciones


subjetivas del juzgador o de cualquier ente público.

48
El perito en nuestro caso, debe centrarse en el objeto, ser objetivo y olvidarse de su
propia personalidad, al fin de efectuar un dictamen correcto, cumpliendo con las garantías
necesarias. La actuación del perito judicial debe garantizar no sólo su profesionalidad e
idoneidad, sino su objetividad e imparcialidad.

El perito judicial no tiene una reglamentación propia como ocurre con la mayoría de
operadores jurídicos, sino que su regulación se encuentra dispersa, como vimos en temas
anteriores, en las siguientes leyes:

- Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial (LOPJ).


- Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil (LEC).
- Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim).
- Ley 1/1996, de 10 de enero, de Asistencia Jurídica Gratuita.

La figura del perito es una pieza fundamental, ya que un gran número de


procedimientos judiciales requieren del asesoramiento y apoyo técnico del perito judicial
para que los jueces puedan dictar resoluciones y sentencias objetivas, imparciales y justas.

Conviene ahora recordar algunos aspectos concretos relacionados con el


ordenamiento jurídico en vigor, en relación con las actuaciones periciales:

Pertinencia y utilidad

La pericia lleva a pretender que quien haya de emitir un dictamen pericial lo haga
buscando condiciones de idoneidad: “el inexcusable y significativo título es lo que
condiciona la idoneidad del perito” (Sentencia del Tribunal Supremo (STS), 05.05.98, TJ
1998, 4264).

Conocimientos especializados

El perito es aquel que ha de intervenir “cuando son necesarios conocimientos


científicos, artísticos, técnicos o prácticos” (Art. 335 de la LEC). Como ejemplo, el caso
de los médicos, en el que tales conocimientos se pueden encuadrar como científicos y
técnicos, trasladados al dominio de la práctica, lo que remite a unos "conocimientos
especializados".

49
Títulos profesionales oficiales

Las condiciones de los peritos han de corresponderse con una titulación


administrativa, de tal modo que, tratándose de materias comprendidas en títulos
profesionales oficiales, "los peritos deberán poseer el título oficial que corresponda a la
materia objeto del dictamen y la naturaleza de este" (Art. 340.1 Ley Enjuiciamiento Civil
Española).

Capacitación profesional

La prueba pericial se plantea como una cuestión de conocimiento, de llamar al proceso


a quien pueda aportar máximas de experiencia, a quien de su forma sustantiva puede
ilustrar sobre cuestiones de hecho objeto del debate, para lo que es obvio que se precisa
una adecuada capacitación profesional.

Seguridad jurídica

Tratándose de tal capacitación profesional, es precisamente el médico especialista


quien reúne las condiciones de idoneidad en el terreno de la disciplina que le es propio,
acreditando mediante un título oficial, con efectos académicos plenos, que constituye un
aval de garantía que habilita para ese ejercicio profesional en todo el territorio del Estado,
en cualquiera de su formas, pretendiendo que se vea cumplido el principio de seguridad
jurídica.

Idoneidad del perito judicial

La libertad unilateral de que goza cada parte en un proceso judicial, para escoger al
perito tiene su justa correspondencia en el examen de idoneidad que corresponde al
tribunal, y que forma parte decisiva del juicio de credibilidad que deba otorgarse al
dictamen extrajudicial.

Por lo tanto, los motivos que justifican la elección del perito, concretados básicamente
en la idoneidad y cualificación profesional del experto, constituyen un factor fundamental
de cara al mérito probatorio del dictamen pericial judicial. (campus.euroinnova.edu.es)

La importancia de la actividad probatoria dentro del proceso es indiscutible,


amparada, como está, por el derecho a la tutela judicial efectiva, del Artículo 24 de la
Constitución Española.

50
La búsqueda de la idoneidad en el perito requerido por alguna de las partes de un
proceso judicial, pretende cumplir fundamentalmente dos funciones: por un lado, la
demostración de las respectivas alegaciones; y por otro, pretende desvirtuar las dudas de
parcialidad con las que puede arrancar el mérito probatorio del dictamen de parte.

La parte que solicita un informe pericial pretende demostrar sus alegaciones con éste
y a su vez, buscando un perito que cumpla con las condiciones de Idoneidad, pretende
evitar tachas, recusaciones, abstenciones, etc.

Imparcialidad, independencia y objetividad

La actuación de un perito judicial debe sujetarse a los siguientes parámetros: debe ser
imparcial, independiente, objetivo y poseer una formación adecuada.

Los mecanismos que se articulan para el control de parcialidad de los peritos son los
que se establecen en la Ley Enjuiciamiento Civil Español:

- Artículo 105. Abstención de los peritos


- Artículo 124. Ámbito de la recusación de los peritos.
- Artículo 343. Tachas de los peritos. Tiempo y forma de las tachas.
- Artículo 344. Contradicción y valoración de la tacha. Sanción en caso de tacha
temeraria o desleal.

No se encuentra referencia expresa en la Ley Orgánica del Poder Judicial a la


imparcialidad del perito, sin perjuicio de que le resulten de aplicación las previsiones del
artículo 219 Ley Orgánica del Poder Judicial también a ellos, sino que el régimen
aplicable como hemos visto, se encuentra recogido en la Ley Enjuiciamiento Civil
Español; de modo que al perito se le exige siempre «la mayor objetividad posible» en su
actuación (Art. 335.2 Ley Enjuiciamiento Civil Español), pero su recusación será viable
exclusivamente en determinados supuestos y conforme establecen los artículos 124 a 128
Ley Enjuiciamiento Civil Español, que desarrollan un procedimiento similar al previsto
para el resto de profesionales recusables. (campus.euroinnova.edu.es)

En México tendrá regulación en los siguientes cuerpos normativos Constitución


Política de los Estados Unidos Mexicanos y sus Reformas. Además del Estatuto de
Gobierno del Distrito Federal. y sus Reformas. Ley Federal de Responsabilidades de los
Servidores Públicos y sus Reformas. Ley de Procedimiento Administrativo del Distrito
Federal y sus Reformas. Ley Orgánica de la Procuraduría General de Justicia del Distrito

51
Federal y sus Reformas. Ley Orgánica de la Administración Pública del Distrito Federal
y sus Reformas. Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Distrito
Federal y sus Reformas. Código Civil para el Distrito Federal y sus Reformas. Código de
Procedimientos Penales para el Distrito Federal y sus Reformas.

Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal y sus Reformas. Código


Penal para el Distrito Federal y sus Reformas. Reglamento de la Ley Orgánica de la
Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal. Reglamento Interior de la
Administración Pública del Distrito Federal y sus Reformas. Reglamento Interior del
Instituto de Acceso a la Información Pública del Distrito Federal. Reglamento de la Ley
de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Distrito Federal. Acuerdo del
Procurador General de Justicia del Distrito Federal, por el que se establecen las bases y
lineamientos para la operación institucional del Servicio Público de Carrera y para el
desarrollo del Programa de Moralización, Regularización y Profesionalización de los
servicios del Ministerio Público y sus auxiliares directos, Policía Judicial y Peritos,
adscritos a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.

Acuerdo del Procurador General de Justicia del Distrito Federal, por el que se
establecen las bases y especificaciones para la atención y el servicio a la población, los
procedimientos y la organización de las agencias del Ministerio Público. Acuerdo del
Procurador General de Justicia del Distrito Federal, por el que se establecen los
Lineamientos para la Organización Interna de la Procuraduría. Acuerdo del Procurador
General de Justicia del Distrito Federal, por el que se establece la circunscripción
territorial de las Coordinaciones Territoriales de Seguridad Pública y Procuración de
Justicia. Acuerdo del Procurador General de Justicia del Distrito Federal por el que se
establecen lineamientos para la aplicación de estímulos por los conceptos de
profesionalización y disponibilidad en el servicio de carrera que percibe el personal
sustantivo de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal. Acuerdo del C.
Procurador General de Justicia del Distrito Federal, por el cual se establece el Programa
de Calidad y Calidez en la Atención a la Ciudadanía en las Agencias del Ministerio
Público Desconcentradas, Centrales y de Procesos. Acuerdo por el que se establece como
pública toda la información que detenta la Administración Pública del Distrito Federal,
de conformidad con lo dispuesto por los artículos 23 y 24 de la Ley de Transparencia y
Acceso a la Información Pública del distrito Federal. Expedido por el Jefe de Gobierno
del distrito Federal.

52
Acuerdo del Procurador General de Justicia del Distrito Federal, por el que se
establecen instrucciones respecto a la preservación del lugar donde presumiblemente se
cometió un hecho delictivo. Acuerdo del Procurador General de Justicia del Distrito
Federal, por el que se establecen las normas de organización y funcionamiento de la
Visitaduría General. Acuerdo del Procurador General de Justicia del Distrito Federal,
mediante el cual se implementa la figura de “Audiencia Pública”. Acuerdo del Procurador
General de Justicia del Distrito Federal, mediante el cual se instruye el nuevo emblema
de identificación de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal. (
https://www.pgj.cdmx.gob.mx/micrositios/servicios-periciales).

Por su parte en Colombia, fruto de las diversas reformas procesales de los últimos
años se han venido implementando cambios en materia procesal civil para llegar a lo que
hoy se conoce como el derecho procesal contemporáneo, entendido este como la
capacidad de asumir retos, nuevas dinámicas en la búsqueda por comprender y aplicar
adecuadamente los cambios que permanentemente se están presentando en las
instituciones jurídicas, razón por la cual se hace necesario hacer un breve recorrido por
las diferentes modificaciones, empezando por el Código de Procedimiento Civil (Decreto
1400 de 1970 22 Ley 1285 de 2009 .) y sus reformas por medio del cual se implementa la
oralidad, se le otorgan nuevas atribuciones al Juez en su condición de director del proceso,
el cual debe velar por su rápida solución y adoptar las medidas conducentes para impedir
la paralización y procurar por la mayor economía procesal, así mismo, hacer efectiva la
igualdad de las partes en el proceso, de igual manera, los autorizó para decretar pruebas
de oficio cuando consideraran que son útiles para la verificación de los hechos
relacionados con las alegaciones de las partes.

En el año 2012 llega la última reforma en materia procesal civil con la ley 1564, con
la cual se busca la armonización del sistema procesal y probatorio con la Constitución
Política de 1991 y con la ley estatutaria de administración de justicia, adopta un sistema
mixto de oralidad que distingue una fase escrita y otra fase oral, garantizando un debido
proceso, entendido como macro principio y con el propósito de facilitar el acceso a la
justicia más eficiente de solución de conflictos. Uno de las consecuencias más
importantes de estos cambios es la constitucionalización del derecho en general, una
dinámica creciente y avasallante que pone los derechos humanos como normas de
máxima categoría; los principios del derecho se materializan en normas concretas de

53
aplicación inmediata, y las garantías constitucionales se acercan con asombrosa facilidad
al ciudadano. (RAMIREZ CARVAJAL, 2012, pág. 48)

De acuerdo con los nuevos modelos jurídicos, sociales y políticos en materia procesal
y derecho probatorio, al respecto y en relación con la prueba, en el proceso esta es la
columna vertebral de la decisión, ya que, conforme a lo probado, será lo decidido por el
juez, así se establece en materia civil que toda decisión judicial debe fundarse en las
pruebas regular y oportunamente allegadas al proceso. Las pruebas obtenidas con
violación del debido proceso son nulas de pleno derecho y el artículo 165 del Código
General del Proceso nos indica que son medios de prueba la declaración de parte, la
confesión, el juramento, el testimonio de terceros, el dictamen pericial, la inspección
judicial, los documentos, los indicios , los informes y cualquiera otros medios que sean
útiles para la formación del convencimiento del Juez (Pabón Giraldo & Vargas Vélez, La Prueba
Pericial en el proceso civil en Colombia. Regulación, dudas, incertidumbres y desafíos, 2016, pág. 163 ).

Es inevitable observar que la prueba pericial es aquella actividad procesal dirigida a


formar la convicción en el Juez acerca de los hechos discutidos en el proceso, esta
actividad procesal ocupa un lugar especial en el régimen procesal civil, inspirada por el
principio de aportación de las partes, en virtud del cual corresponde a estas hacer uso de
los distintos medios de prueba para demostrar la existencia o no, de uno o varios hechos
y la corroboración o refutación de determinadas hipótesis llevados al conocimiento del
Juez, para que este constate, compruebe o verifique si esa hipótesis o afirmación coincide
con la realidad, o por lo menos tener una aproximación a los hechos objeto de debate en
el proceso. “El Juez no puede verlo todo, con igual y aun mayor razón, no puede saberlo
todo” (CARNELUTTI, 2000, pág. 77).

El Juez, ante quien se lleva a cabo un proceso judicial, es un técnico en derecho, se le


exige un conocimiento profundo del derecho para que resuelva los conflictos
intersubjetivos de intereses; razón por la cual solo es posible exigirle conocimientos
jurídicos; su conocimiento sobre otras ciencias que requieren estudios especializados o
larga experiencia, pueden escapar de su experiencia o saber común. Por esta razón resulta
necesario acudir al dictamen de expertos en que poseen conocimientos técnicos, artísticos
y científicos, ello porque el perito es un tercero técnicamente idóneo, designado por el
Juez para dar su opinión fundada y con ello contribuir a formar la convicción de aquél,
acerca de los hechos cuyo esclarecimiento requieren especiales conocimientos

54
especializados sobre determinada actividad (Pabón Giraldo & Vargas Velez, la prueba pericial
en el proeceso civil en Colombia, 2014, pág. 163 ).

Por otro lado el Derecho procesal civil argentino, se regula a través del Decreto – Ley
7425 de 1968 por medio del cual se expide el código procesal civil y comercial. El
régimen probatorio inicia a contemplarse en el Título II Proceso Ordinario Capítulo V
Prueba Sección 1° Normas Generales.

Tanto para esta legislación como para la colombiana, se regula el principio de


eventualidad y preclusión en tanto no podrán producirse pruebas sino sobre hechos que
hayan sido articulados por las partes en sus respectivos escritos y no serán admitidas las
que fueren manifiestamente improcedentes o superfluas o meramente dilatorias.

Con esta concordancia, es claro que la actividad judicial en aras de darle una correcta
utilidad a cualquier medio probatorio, fija límites temporales para que la defensa de la
parte contra quien se pretende hacer valer, goce de iguales prerrogativas contradictorias
y que sea el mismo Juez, el encargado de resolver las situaciones que, frente a espacio,
tiempo y hecho susciten temas de índole compleja.

En cuanto a la práctica de pruebas, la legislación procesal civil argentina fija un límite


establecido para ello, no superior a 40 días como límite ordinario; a diferencia de la
legislación colombiana, que el derrotero probatorio indica simplemente su práctica en el
momento establecido para ello, dando claridad que será con la indicación del Juez, a
través de providencia motivada, y que considere útil al proceso sin que ello implique una
gran extensión de tiempo, so pena de pérdida de competencia.

Siendo, así las cosas, en pro de la celeridad y de la agilidad que busca el nuevo Código
General del Proceso, los límites para la práctica de pruebas deberían estar taxativamente
expresos, ayudando esto de igual manera a una administración de justicia más
concentrada. En segundo lugar, la actividad probatoria argentina, salvo fuerza mayor o
caso fortuito, no se verá en suspenso por la interposición de algún recurso o incidente que
trate de manera concomitante, un tema relacionado; esto colabora con la organización y
celeridad del proceso mismo, puesto que se entiende que se diligenciarán armónicamente
y dentro del plazo legalmente instituido para ello, respetando el principio de continuidad
de los actos y actuaciones procesales.

55
En lo que atañe al dictamen pericial, que en la legislación procesal argentina se
denomina prueba de peritos, tratado en los artículos 457 y s.s., indica que cuando la
apreciación de los hechos controvertidos requiere conocimientos especiales en alguna
ciencia, arte, industria o actividad técnica especializada. Lo anterior en nada se contradice
con la función del dictamen pericial en Colombia, salvo en lo que corresponde a la
comprobación de la idoneidad que la persona del perito debe acreditar, ya que, en la
legislación argentina, al tenor literal de su código, se indicará la especialización que ha
de tener el perito y se van proponen los puntos de la pericia, a diferencia que en Colombia
se solicitan exhaustivos requisitos como la manifestación bajo gravedad de juramento que
su trabajo es independiente, acreditando documentalmente su idoneidad y experiencia a
través de manifestaciones y exámenes aplicados a la ciencia de su conocimiento.

En segundo lugar, y una diferencia clara, es que debe existir una clara identificación
del perito y esto, a diferencia de la legislación procesal y comercial argentina junto con
el derogado código de procedimiento civil colombiano, muestra el avance que se tiene
respecto a los dos anteriores códigos mencionados, puesto que se ve que hoy en día en
Colombia se requiere con claridad el conocimiento de quien funge como auxiliar para la
prueba y el proceso, cuando en primeras instancias y nuevas aplicaciones y tendencias
del dictamen pericial, se llegaba a dudar de su experiencia aunque se demostrara con
claridad y sin duda alguna, su título profesional.

La legislación procesal y comercial argentina podría adoptar este requerimiento, con


aras de crear en el imaginario de las partes, la total convicción y certeza de la competencia
del perito. Lo anterior permite relacionar sus publicaciones, trabajos, certificar su
experiencia práctica y profesional y un aspecto muy importante y de conocimiento de
todos los tratadistas, la imparcialidad que la persona del perito debe manifestar y
demostrar en la realización de sus trámites; lo anterior, a efectos de consolidar la total
seguridad y confianza en las partes.

Es indispensable para el Estado Colombiano, y esto demuestra un gran avance en la


ciencia nacional colombiana, el demostrar en el perito su total especialidad para asegurar
la confianza legítima y conservación de los actos procesales y en sus actuaciones, puesto
que el dictamen deberá ser emitido por institución o profesional especializado.

Para la legislación argentina, aun careciendo de título profesional o en ausencia de


un perito especializado en el lugar de desarrollo del proceso, aplicará la mera utilización

56
de una persona entendida. Jurídicamente, la solución más propicia al caso sería la
aplicación de la figura de la comisión para la práctica de prueba, toda vez que el hecho
de mencionar que una persona meramente entendida en el tema pueda ser la solución para
un caso que por naturaleza es compleja, estaría contrariando el principio a tratar, como lo
es el de confianza legítima y desestimaría la actividad judicial por valerse de una
propuesta investigativa sin el lleno total de la ciencia para el caso.

El nombramiento de los peritos debe ser de común acuerdo, y a falta de este, la


designación se hará por parte del Juez según el valor y la complejidad del asunto; lo
anterior resulta igual en caso de no comparecencia a la audiencia de alguna de las partes
o de los litisconsortes que conformen la pluralidad en la parte. Incluso, el nombramiento
y designación puede realizarse de manera extraprocesal en consenso por las partes y cuya
aceptación se practicará por el o los peritos designados – que serán máximo tres – dentro
del tercer día siguiente al acto de su notificación ante el despacho.

Del dictamen pericial se presentará copia a cada una de las partes donde se indica la
técnica especializada para el objeto de demostración y el Juez le dará la fuerza probatoria
que este merezca con base en las reglas de la sana crítica, haciendo uso de sus facultades
en cuanto la comunidad que debe generarse en los puntos de la ciencia que se acierte para
el tema objeto de la litis.

En el especial caso de pluralidad de peritos, las conformidades deberán estar asentadas


en un único texto y las inconformidades, en escrito aparte. En el hecho comparativo de la
legislación procesal argentina y colombiana, dentro de la prueba de peritos se puede
solicitar informes a academias, corporaciones, institutos y entidades públicas o privadas
de carácter científico cuando hechos que versen sobre el dictamen sean con
conocimientos de alta especialización.

En cuanto al Estado colombiano, la prueba por informes es un medio probatorio,


aparte e independiente de manera directa al dictamen pericial, en aquellos casos no
sometidos a reserva de ley, respecto de pronunciamientos que servirán como prueba frente
a hechos, actuaciones, cifras o demás datos; lo anterior, no da sentido que sea para aclarar
exclusivamente un dictamen pericial como prima facie se determina que es en la
legislación argentina.

57
En el Estado argentino, la mayoría de los estudiosos del derecho y tratadistas
procesalistas manifiestan que la función del perito es ser auxiliar del órgano judicial en
búsqueda de aclarar la causa procesal (Gilardi & Unzaga Dominguez, 2007).

En el Derecho procesal civil chileno, el código de procedimiento civil chileno está


plasmado en la ley Nro. 1.552 del 30 de agosto de 1902 que, a lo largo de la historia,
aproximadamente desde 1988 ha sufrido múltiples reformas. A partir del año 2004 se
encuentra en pie, un proyecto de reforma a la legislación procesal civil chilena
encaminada a las nuevas tendencias de la dirección del proceso que, coordina el tránsito
de una legislación escritural a una oral, en búsqueda de una mayor celeridad, economía y
publicidad en cada uno de los actos procesales; lo anterior, en concordancia con las
reformas al proceso penal sufridos en dicho ordenamiento jurídico.

En lo que atañe al proceso civil especial, en particular las disposiciones probatorias y


el régimen pericial, las materias se ubican en el libro segundo Del Juicio Ordinario Título
IX De la prueba en general a partir del artículo 318 Título XI De los medios de prueba en
particular a partir del artículo 409.

Se puede apreciar a primera vista que el uso del informe pericial en Chile, se ciñe a
lo establecido taxativamente por el legislador, en los casos que por su naturaleza se
requiera un pronunciamiento especializado. En segundo lugar, se tiene en cuenta que el
peritaje en la legislación chilena es un informe, mas no un dictamen y, según la Real
Academia Española, informe es una descripción, oral o escrita, de las características y
circunstancias de un suceso o asunto.

Son las partes quienes solicitan en el término probatorio, el reconocimiento de peritos


que exclusivamente deberán ser aquellos que tengan título profesional expedido por
autoridad competente; lo anterior en concordancia con la legislación procesal colombiana
y en divergencia de la legislación procesal civil y comercial argentina, que en párrafos
anteriores se expuso que podrán serlo aquellos que manejen cierto conocimiento en el
área aun sin poseer título acreditado.

En cuanto al informe de peritos de oficio, en la legislación procesal civil chilena opera


cualquier estado del juicio; esto por el matiz inquisitivo de su régimen procesal. Respecto
a su nombramiento, se llevará a cabo en audiencia con quienes se encuentren presente, en
primer lugar y de común acuerdo entre las partes.

58
Si hay desacuerdo personal o presunto, esto es, cuando hay inasistencia de alguna de
las partes, procederá a hacerlo el tribunal, cuya designación está sometida a oposición y
recurso dentro de los tres días siguientes, vencidos los cuales se dará por entendida la
aceptación del nombramiento. En el estudio comparado de la legislación procesal civil
chilena, se nota el avance en cuanto a la búsqueda de la seguridad jurídica que maneja el
Estado colombiano de su régimen probatorio, pues en la primera tampoco hay claridad
en la ciencia del perito, pues bastará para ellos la acreditación profesional y la
manifestación rendida de manera oral o escrita del desarrollo fiel y pertinente de su labor.

Los ordenamientos jurídicos occidentales deben tener presente que el manejo del
perito como prueba o como medio auxiliar del órgano jurisdiccional no puede quedarse
en el desconocimiento del mismo para las partes; ellas son las directamente implicadas
en el concepto que los mismos expidan y los reparos y objeciones directas a su
nombramiento, deberá recaer en la experiencia que estos demuestren.

En este ordenamiento jurídico, el tribunal señala directamente el término en el cual el


perito debe realizar su encargo, al igual que en la legislación procesal civil colombiana,
trayendo su renuencia al encargo, la imposición de multas y sanciones. Esta es una clara
manifestación, que en ambos regímenes la preocupación por dar cumplimiento a los
términos procesales es claro en cuanto a la legalidad de los procedimientos; esto para dar
claridad a la eventualidad y preclusión como principios procesales rectores en los
ordenamientos procesales.

Como es viable que sobre un mismo punto varios peritos dispongan de informes, que
ilustren los puntos y notas de referencia que dieron origen a su utilidad en el proceso, si
entre ellos hay discordancia en el informe, será el Juez quien resuelva estos puntos en
contraste mediante la designación de un nuevo perito si lo considera pertinente quien
también apreciará su papel y las cuestiones de su informe; pero, si resulta que entre el
nuevo informe y los anteriores presentados tampoco hay concordancia que le permita dar
luz a una sentencia conforme a derecho y a lo que se pretende con la debida
administración de justicia, el funcionario jurisdiccional valorará su decisión con base en
las reglas de la sana crítica. Para le legislación procesal chilena, la prueba pericial, debe
ser considera una prueba asesora o mejor, un medio auxiliar del Juez, puesto que su
naturaleza debe ser de intermediación entre el funcionario y una realidad inaccesible al
Juez por carecer de sus conocimientos (Ramos Pavlov, 2013).

59
Por este lado, el perito proporciona juicios hipotéticos de conocimiento que sustituyen
la falta de estos de forma especializada por el Juzgador, lo que permite concluir la función
auxiliar de este medio en pro de la justicia.
(https://repository.udem.edu.co/bitstream/handle/11407/4981/T_MDPC_286.pdf?sequence=1&isAllowed
=y)

3.1.2.2.- el código deontológico del perito judicial.

La ética, es la parte de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del


hombre. Vamos a entender lo ético como el conjunto de ideas morales que los seres
humanos han tenido desde que se organizaron en sociedad. Hay un equilibrio entre las
normas morales, normas deontológicas y normas jurídicas, esta será la mejor garantía
para el eficaz control del ejercicio de una profesión determinada, y en conjunto para una
sana convivencia dentro de una sociedad.

Un código de ética constituye una exposición que abarque los valores y principios
que guían la labor cotidiana del perito judicial. La independencia, las facultades y las
responsabilidades del perito judicial, en el ámbito privado y público, requieren unas
exigencias éticas de la asociación de la que formen parte, así como de los profesionales
que la componen y que son requeridos para desarrollar la labor de perito judicial o
extrajudicial.

El código deontológico de los peritos judiciales que actúen en el sector público


debe tener en cuenta tanto las exigencias éticas de los funcionarios públicos en general,
como las exigencias específicas del perito en particular, incluidas las obligaciones
profesionales de éste. Tiene una importancia fundamental que la figura del perito judicial
suscite credibilidad y confianza.

El perito judicial logra tal cosa mediante la adopción y la aplicación de las


siguientes exigencias éticas:

- Integridad.
- Independencia.
- Objetividad.
- Confidencialidad.
- Competencia profesional.

60
La deontología o teoría del deber es aquella parte de la filosofía que trata del origen,
la naturaleza y el fin del deber. En contraposición con la ontología que trata del origen, la
naturaleza y el fin del ser, es decir, se ocupa de la definición del ser y de establecer las
categorías fundamentales o modos generales de ser de las cosas a partir del estudio de sus
propiedades, estructuras y sistemas (campus.euroinnova.edu.es)

En la actualidad, la deontología, se ofrece principalmente como tal, de un modo


específico, en el ámbito de las profesiones.

Puede decirse que cabe una deontología general de las profesiones, sin embargo, lo
normal es que cada profesión tenga la suya, con independencia de que existan unos
principios universales válidos para todas ellas.

Un código deontológico es el documento que recoge un conjunto más o menos amplio


de criterios, normas y valores que formulan y asumen quienes llevan a cabo una actividad
profesional. Los códigos deontológicos se ocupan de los aspectos más sustanciales y
fundamentales del ejercicio de la profesión que regulan.

Son, por tanto, pautas de conducta a seguir que tienen como objetivo cumplir con un
adecuado trabajo y ayudar a que el conjunto de la sociedad que solicita los servicios de la
profesión obtenga plena satisfacción ante la buena ejecución de la labor.

No existe un código deontológico regularizado desde el punto de vista del perito en


sí mismo, ya que, tal como hemos visto, dicha actividad tienen su origen en distintas
profesiones que ya cuentan con su propio código de conducta.

Si bien, podemos acercar áreas de conocimiento lejanas al proceder judicial


delimitando una zona común entre lo moral y lo estrictamente jurídico. En aquellos casos
en que la materia que domina el perito no dispone de colegios profesionales, son las
distintas asociaciones las que imponen a sus afiliados unas reglas de conducta que regulan
el ejercicio ético de una profesión.

Existen dos principios universales, de muy amplio alcance, que son de aplicación a
todas las profesiones y se refieren a múltiples manifestaciones del comportamiento no
técnico del profesional. El primero de estos principios es la frase: "Obra, según ciencia y
conciencia" y el segundo es el de la integridad profesional.

Como puede observarse, dada su generalidad y amplitud, podrían considerarse


fácilmente como principios deontológicos universales. (campus.euroinnova.edu.es)

61
Sin perjuicio de lo que anteriormente se ha expuesto, también hay generalidades o
aspectos que se presentan de manera frecuente en la mayoría de los códigos, como son:

- Compromiso de veracidad.
- Colaboración con los tribunales de justicia.
- Voluntad de formación técnica.
- Independencia de criterio que lo mantenga lejos de posiciones interesadas.
- Seguridad, confianza y credibilidad

Los poderes del Estado, y el poder público en general, tienen derecho a esperar que
la conducta y el enfoque de la actuación del perito judicial sean irreprochables, no susciten
sospechas y sean dignos de credibilidad y confianza.

Así mismo, deberán tener plena garantía de la justicia y la Imparcialidad de toda la


labor del perito judicial. Por consiguiente, es necesario que exista un código de ética
nacional o un texto semejante que rija la prestación de sus servicios.

Los Peritos Judiciales están obligados a cumplir una serie de normas de conducta,
como pueden ser, honradez, imparcialidad, objetividad, durante su trabajo y en sus
relaciones con el personal de las distintas administraciones de justicia. Para preservar la
confianza de la sociedad, las conductas de los peritos judiciales deben ser irreprochables
y estar por encima de toda sospecha.

La integridad puede medirse en función de lo que es correcto y justo. La integridad


exige:

- Que los peritos judiciales se ajusten tanto a la forma como al espíritu de las normas
de su profesión y ética.
- Que los peritos judiciales se ajusten a los principios de objetividad, imparcialidad
e independencia, mantengan normas irreprochables de conducta profesional,
tomen decisiones acordes con el cargo para el que han sido requeridos, y apliquen
un criterio de honradez absoluta en la realización de su labor.

Para los Peritos Judiciales es indispensable la independencia con respecto a la entidad


solicitante de su actuación y otros grupos de intereses externos, también deben ser
objetivos al tratar las cuestiones de los temas sometidos a revisión.
(campus.euroinnova.edu.es)

62
Esto implica que los peritos judiciales actúen de un modo que aumente su
independencia, o que no la disminuya, para la consecución del objetivo de la pericia en
que tenga que emitir su dictamen pericial. La independencia es un elemento indispensable
y una característica fundamental del perito judicial, sea o no de parte.

En todas las cuestiones relacionadas con la labor de pericia judicial, la independencia


del perito judicial no debe verse afectada por intereses personales o externos.

La objetividad e imparcialidad deben ser insustituibles en toda la labor efectuada por


el perito judicial, y en particular en sus dictámenes, que deberán ser exactos y objetivos.
Las conclusiones de los dictámenes e informes, por consiguiente, deben basarse
exclusivamente en las pruebas obtenidas y unificadas de acuerdo a los principios de su
leal saber y entender con las normas y aplicación de su ciencia, arte o profesión.

El perito, además de las obligaciones que contrae en el ejercicio de su labor, deberá:

- Proteger su independencia y evitar cualquier posible conflicto de intereses


rechazando regalos o gratificaciones que puedan interpretarse como intentos de
influir sobre la independencia y la integridad de su actuación.
- Evitar en lo posible toda clase de relaciones con las partes implicadas y del
personal del órgano solicitante y otras personas que puedan influir, comprometer
o amenazar la capacidad del Perito Judicial para actuar con total independencia,
imparcialidad y objetividad en el desempeño de sus funciones.
- No deberá utilizar su cargo o designación oficial con propósitos privados y
deberán evitar relaciones que impliquen un riesgo de corrupción o que puedan
suscitar dudas acerca de su objetividad e independencia.

Principios Generales

Con carácter general, los especialistas en peritaje judicial actuarán en cumplimiento


de los siguientes principios deontológicos:

- Independencia y libertad
- Lealtad e integridad.
- Dignidad.
- Profesionalidad, objetividad, imparcialidad y veracidad.
- Capacitación y formación.
- Secreto profesional y confidencialidad.

63
Entre los principios referidos a cuestiones específicas destacamos:

- Aceptación de cargos

En designaciones judiciales.

- Honorarios y su fijación

El perito tendrá derecho a percibir unos honorarios justos en contraprestación a los


servicios prestados y en el momento de entregar su peritaje. Así como a reintegrarse de
las dispensas generadas a causa de su actuación profesional.

Para cuantificar sus honorarios, el perito deberá de tener en cuenta, principalmente


los siguientes criterios:

 Tiempo empleado.
 Dificultad del encargo.
 Intensidad de la dedicación.
 Urgencia y especialización exigidas.
 Utilización de material específico.

El secreto profesional

Los especialistas del peritaje no deberán utilizar ningún tipo de información


privilegiada ni de ninguna otra índole recibida en el desempeño de sus funciones como
medio de obtener beneficios personales para él o para otras personas.

Tampoco deberán divulgar informaciones que otorguen ventajas injustas o


injustificadas a otras personas.

La información obtenida por el perito Judicial en el transcurso de las diligencias de


estudio, análisis, inspecciones, etc. dentro del proceso de pericia que esté realizando no
deberá revelarse a terceros, ni oralmente ni por escrito, de Conformidad con las leyes
pertinentes.

La competencia profesional

Los Peritos Judiciales tienen la obligación de actuar en todo momento de manera


profesional y de aplicar elevados niveles profesionales en la realización de su trabajo, con
objeto de desempeñar sus funciones y responsabilidades de manera competente, con
imparcialidad y objetividad.

64
El Perito Judicial no debe aceptar ningún encargo en el que no pueda llevar a cabo su
trabajo por no ser de su competencia o no poseer los conocimientos necesarios para su
correcta actuación.

El Perito Judicial debe conocer y cumplir las normas legales que garanticen, los
procedimientos y las prácticas aplicables a la especialidad en la que actúa. De igual modo,
debe entender adecuadamente los principios y normas constitucionales, legales e
institucionales que rigen el desempeño y actuación del Perito Judicial.

Desarrollo profesional

El perito judicial debe ejercer la profesionalidad debida en la realización y supervisión


de la pericia judicial dentro del ámbito de su especialidad y en la preparación de los
dictámenes periciales correspondientes.

Debe además, emplear métodos y prácticas de la máxima calidad y Fiabilidad posible


en su actuación. En la realización de la Pericia y la emisión del Dictamen Pericial.

Tiene la obligación continuada de actualizar y mejorar las capacidades requeridas para


el desempeño de sus responsabilidades profesionales.

3.1.3.- las pruebas judiciales y extrajudiciales:

Todos tenemos una idea del significado de la palabra prueba, sin embargo, el
término prueba aplicado a procesos judiciales consigue una significación con una
relevancia mayor.

3.1.3.1.- concepto de prueba.

El diccionario de la Real Academia de la Lengua española (RAE) define la prueba


como: " acción y efecto de probar. Razón, argumento, instrumento u otro medio con que
se pretende mostrar y hacer patente la verdad o falsedad de algo" (RAE, 2015).

Puede definirse la prueba como, aquella actividad que generalmente se desarrolla


por iniciativa o a instancia de las partes, en virtud de la cual una o varias personas expertas
en la materia a peritar, elaboran o transmiten al Tribunal información especializada
dirigida a permitir a éste el conocimiento y apreciación de hechos y circunstancias
perteneciente o relativo a hechos relevantes en el proceso.

En la práctica, esta actividad se plasma en el denominado dictamen de peritos.

65
El especialista en peritaje lo que hace es aportar unas máximas de experiencia
concretas que los Jueces no poseen y que colabora por ello en su correcta apreciación y
enjuiciamiento de los hechos objeto de debate.

Por tanto, el objeto de la pericia es el estudio, examen y aplicación de un hecho,


de un objeto, de un comportamiento, de una circunstancia o de un fenómeno. Es objeto
de la prueba pericial establecer la causa de los hechos y los efectos del mismo, la forma
y circunstancia como se cometió el hecho delictuoso.

La prueba pericial es un medio de prueba que se practica en el proceso por quien


no es parte y posee una serie de conocimientos, científicos, artísticos, técnicos o prácticos,
para el esclarecimiento de los hechos. (campus.euroinnova.edu.es)

La finalidad de la prueba no es establecer un criterio de decisión, sino aportar a


los jueces los conocimientos científicos o prácticos especializados, que son necesarios
para conocer o apreciar convenientemente los hechos controvertidos en el proceso.

Cabe destacar que en el proceso civil, con la aprobación de su actual ley rituaria,
se presenta la novedad de equiparar el valor probatorio de los dictámenes judiciales y
extrajudiciales.

El principio general es que los dictámenes de que los litigantes dispongan,


elaborados por peritos por ellos designados, y que estimen necesarios o convenientes para
la defensa de sus derechos, habrán de aportarse con la demanda o la contestación de la
misma. Para el demandante, no surgirá esta obligación si justifica cumplidamente que la
defensa de su derecho no ha permitido demorar la interposición de la demanda. En cuanto
al demandado, no aportará la prueba pericial si justifica que le es imposible pedirlo u
obtenerlo dentro del plazo para contestar por escrito, en caso contrario, tiene la misma
obligación que la parte actora.

Los dictámenes se formularán por escrito, acompañados en su caso, de los demás


documentos, instrumentos o materiales, salvo que ello no fuere posible, en cuyo caso el
dictamen contendrá las indicaciones suficientes.

Si las partes no pudieran aportar los dictámenes de los especialistas en peritajes


por ellas designados, expresarán los que, en su caso, pretendan valerse.

66
Las partes podrán pedir, en el momento procesal oportuno, que comparezcan los
especialistas en peritaje para explicar o imponer los dictámenes y responder a las
preguntas, objeciones o propuestas de rectificación.

3.1.3.2.- medios de prueba.

El medio de prueba, es un instrumento corporal o material cuya apreciación


constituye para los jueces la fuente de donde ha de obtener los motivos para su
Convicción, sobre el hecho que se trate de probar.

En España el Artículo 299 de la Ley de Enjuiciamiento Civil (Capítulo VI),


establece los medios de prueba de los que se podrá hacer uso en el juicio son los
siguientes:

- Interrogatorio de las partes.


- Documentos públicos.
- Documentos privados.
- Dictamen de peritos.
- Reconocimiento judicial.
- Interrogatorio de testigos.

También se admitirán, conforme a lo dispuesto en esta Ley, los medios de


reproducción de la palabra, el sonido y la imagen, así como los instrumentos que permiten
archivar y conocer o reproducir palabras, datos, cifras y operaciones matemáticas llevadas
a cabo con fines contables o de otra clase y que sean relevantes para el proceso.

Cuando por cualquier otro medio no expresamente previsto en los apartados


anteriores de este artículo pudiera obtenerse certeza sobre hechos relevantes, el tribunal,
a instancia de parte, lo admitirá como prueba, adoptando las medidas que en cada caso
resulten necesarias.

Cuando el tribunal lo considere conveniente, podrá disponer, mediante providencia,


que se practiquen en un sólo acto el reconocimiento judicial y pericial, sobre el mismo
lugar, objeto o persona, siguiéndose el procedimiento establecido (VV.AA, 2001).

Las partes podrán solicitar también la práctica conjunta de ambos reconocimientos y


el tribunal la ordenará si la estima procedente (Art. 356 Ley Enjuiciamiento Civil
Español).

67
Por su parte, la Ley 36/2011, de 10 de octubre, reguladora de la jurisdicción social,
que sustituye a la anterior Ley de Procedimiento Laboral (LPL), en su Artículo 90 dice
que las partes, previa justificación de la utilidad y pertinencia de las diligencias
propuestas, podrán servirse de cuantos medios de prueba se encuentren regulados en la
Ley para acreditar los hechos controvertidos o necesitados de prueba, incluidos los
procedimientos de reproducción de la palabra, de la imagen y del sonido o de archivo y
reproducción de datos, que deberán ser aportados por medio de soporte adecuado y
poniendo a disposición del órgano jurisdiccional los medios necesarios para su
reproducción y posterior constancia en autos.

No se admitirán pruebas que tuvieran su origen o que se hubieran obtenido, directa o


indirectamente, mediante procedimientos que supongan violación de derechos
fundamentales o libertades públicas. Esta cuestión podrá ser suscitada por cualquiera de
las partes o de oficio por el tribunal en el momento de la proposición de la prueba, salvo
que se pusiese de manifiesto durante la práctica de la prueba una vez admitida. A tal
efecto, se oirá a las partes y, en su caso, se practicarán las diligencias que se puedan
practicar en el acto sobre este concreto extremo, recurriendo a diligencias finales
solamente cuando sea estrictamente imprescindible y la cuestión aparezca
suficientemente fundada.

Contra la resolución que se dicte sobre la pertinencia de la práctica de la prueba y en


su caso de la unión a los autos de su resultado o del elemento material que incorpore la
misma, sólo cabrá recurso de reposición, que se interpondrá, se dará traslado a las demás
partes y se resolverá oralmente en el mismo acto del juicio o comparecencia, quedando a
salvo el derecho de las partes a reproducir la impugnación de la prueba ilícita en el recurso
que, en su caso, procediera contra la sentencia.

Podrán asimismo solicitar, al menos con cinco días de antelación a la fecha del juicio,
aquellas pruebas que, habiendo de practicarse en el mismo, requieran diligencias de
citación o requerimiento, salvo cuando el señalamiento se deba efectuar con antelación
menor, en cuyo caso el plazo será de tres días.

Cuando sea necesario a los fines del proceso el acceso a documentos o archivos, en
cualquier tipo de soporte, que pueda afectar a la intimidad personal u otro derecho
fundamental, los jueces o tribunal, siempre que no existan medios de prueba alternativos,
podrá autorizar dicha actuación, mediante auto, previa ponderación de los intereses

68
afectados a través de juicio de proporcionalidad y con el mínimo sacrificio, determinando
las condiciones de acceso, garantías de conservación y aportación al proceso, obtención
y entrega de copias e intervención de las partes o de sus representantes y expertos, en su
caso.

Igualmente, de no mediar consentimiento del afectado, podrán adoptarse las medidas


de garantía oportunas cuando la emisión de un dictamen pericial médico o psicológico
requiera el sometimiento a reconocimientos clínicos, obtención de muestras o recogida
de datos personales relevantes, bajo reserva de confidencialidad y exclusiva utilización
procesal, pudiendo acompañarse el interesado de especialista de su elección y
facilitándole copia del resultado.

No será necesaria autorización judicial si la actuación viniera exigida por las normas
de prevención de riesgos laborales, por la gestión o colaboración en la gestión de la
Seguridad Social, por la específica normativa profesional aplicable o por norma legal o
convencional aplicable en la materia.

Si como resultado de las medidas anteriores se obtuvieran datos innecesarios, ajenos


a los fines del proceso o que pudieran afectar de manera injustificada o desproporcionada
a derechos fundamentales o a libertades públicas, se resolverá lo necesario para preservar
y garantizar adecuada y suficientemente los intereses y derechos que pudieran resultar
afectados.

En caso de negativa injustificada de la persona afectada a la realización de las


actuaciones acordadas por el órgano jurisdiccional, la parte interesada podrá solicitar la
adopción de las medidas que fueran procedentes, pudiendo igualmente valorarse en la
sentencia dicha conducta para tener por probados los hechos que se pretendía acreditar a
través de la práctica de dichas pruebas, así como a efectos de apreciar temeridad o mala
fe procesal.

Por su parte en el proceso penal, se indica en la Ley de Enjuiciamiento Criminal que


los medios de prueba serán:

 Declaración del acusado (arts. 688 a 700 Ley de Enjuiciamiento Criminal). Los
artículos 385, 387 y 395 de esta Ley pueden plantear dudas sobre su
constitucionalidad, habida cuenta de los derechos reconocidos al inculpado en el
art. 24 Constitución Española (derecho a no declararse culpable, a no declarar

69
contra sí mismo, etc.). Importa destacar que, según establece el art. 406 Ley de
Enjuiciamiento Criminal, la confesión del procesado no dispensará al Juez de
Instrucción de practicar todas las diligencias necesarias a fin de adquirir el
convencimiento de la verdad de la confesión y de la existencia del delito.
conforme a los artículos 655, 688 y 793.3 Ley de Enjuiciamiento Criminal cabe
la conformidad del acusado con la calificación acusadora. El último artículo, con
mejor técnica que los anteriores, dice, en el marco del procedimiento abreviado,
que ~•antes de iniciarse la práctica de la prueba, la acusación y la defensa con la
conformidad del acusado presente~ podrán pedir al Juez o Tribunal que proceda
a dictar sentencia de conformidad con el escrito de acusación que contenga pena
de mayor gravedad, o con el que se presentara en ese acto".
 Prueba testifical. Se entiende por testigo a la persona física que, sin ser parte en el
proceso es llamada a declarar, según su experiencia personal, acerca de la
existencia y naturaleza de unos hechos conocidos con anterioridad al proceso (por
haberlos presenciado -testigo presencial- o por haber tenido noticia de ellos por
otros medios -testigos de referencia-). La Ley de Enjuiciamiento Criminal no
admite este último tipo de testigos en las causas por calumnias o injurias (art. 813).
La Ley de Enjuiciamiento Criminal establece la obligación de declarar (art. 410),
las personas exceptuadas de dicha obligación (art. 411), las que tienen obligación
de declarar, pero están exceptuadas de comparecer ante el Juez (art. 412). La
imposibilidad de comparecer el testigo y la forma de obtener su testimonio en tal
supuesto (art. 718.1), así como las personas que están dispensadas de declarar (art.
416 y siguientes). Se regula también la intervención de los intérpretes (art. 440) y
la forma de recibir declaración a las personas que salgan o retomen al extranjero
(arts. 424 y 448) así como la de aquellas personas respecto de las que
razonablemente se prevea riesgo de fallecimiento o incapacidad (art. 448). No se
harán al testigo preguntas capciosas, sugestivas o impertinentes (arts. 439 y 719).
Se le dejará de narrar los hechos sin interrupción (art. 436), y deberá expresar la
razón de su dicho (art. 710).
 Careo. Se trata de una diligencia de carácter subsidiario, requiere inmediación
judicial y es potestativa para el Juez o Tribunal~ sin que tal facultad sea revisable
en casación ( v. ss. del T. S., Sala 11, de 11 de junio y 7 de octubre de 1986, de
16 de marzo de 1987, de 4 de abril de 1984 y de 2 de marzo de 1992; asimismo la
S 8 55/1984 de 7 de mayo del Tribunal Constitucional).

70
 Prueba pericial. Perito es la persona que, sin ser parte del proceso, emite
declaraciones sobre hechos que tienen carácter procesal en el momento de su
captación, para cuyo conocimiento o apreciación son necesarios o convenientes
conocimientos científicos o artísticos (Sara Aragoneses: v. Derecho Procesal Penal.
Andrés de la Oliva Santos y otros. CEURA. Pág. 15 y ss). Importa destacar la posibilidad
de su recusación (art. 468 y 469 Ley de Enjuiciamiento Criminal). Destaca la ley
que, cuando sean varios los peritos, deberán ser examinados juntos, en el supuesto
de que deben declarar sobre unos mismos hechos.
 Prueba documental. Ante todo, debe destacarse el concepto sumamente amplio
que debe reconocerse al término "'documento" (art. 726 Ley de Enjuiciamiento
Criminal). La sentencia del Tribunal Supremo Español de 5 de febrero de 1988
entiende por documento" toda cosa mueble apta para la incorporación de señales
expresivas de un determinado significado. En la sentencia de 17 de abril de 1989,
se habla de las grabaciones magnetofónicas y de los vídeos y se dice que carecen
de valor probatoria, habida cuenta de las técnicas de imitación y montaje, de modo
que pueden considerarse como objeto de prueba y como "documento~' en cuanto
hayan sido adverados por otros medios probatorios.
 La inspección ocular. Suele ser, de ordinario una diligencia sumarial (art. 326 y
ss. Ley de Enjuiciamiento Criminal). Como ha puesto de relieve la jurisprudencia,
esta diligencia de prueba ""en general, resulta inútil una vez concluso el sumario
y transcurridos varios meses, pues no cabe ya recoger huellas o vestigios que
puedan poner de relieve la forma de comisión, por vía de hipótesis, de los hechos
objeto de acusación" ( v. ss. de 2 de enero de 1984 y de 25 de junio de 1990).
 Prueba de indicios. Se entiende por prueba indiciaria aquella que se dirige a
convencer al órgano judicial de la verdad o certeza de unos hechos que no son los
integrantes de la figura delictiva enjuiciada~ pero de los que puede deducirse,
conforme a las reglas de la lógica y de la experiencia~ la realidad del delito o la
participación del acusado en su comisión (v. arts. 1249 y 1253 del c. Civil y 5°
T.C. n° 107/1989, de 8 de junio).
Por su parte en México, en materia probatoria, los medios de prueba están
constituidos por los elementos de conocimiento que llevan la finalidad de producir una
convicción en el juzgado.

71
Los medios de pruebas que reconoce la ley nos dice el Art. 289 de Procedimientos
Civiles: son los siguientes: Confesión. Documentos Públicos. Documentos Privados.
Dictámenes Periciales. Reconocimiento o Inspección Judicial. Testigos. Fotografías,
copias Fotostáticas, registros dactiloscópicos y, en general, todo aquellos elementos
aportados por los descubrimientos de la ciencia. Fama Pública. Presunciones. Y demás
medios que produzcan convicción en el juzgado.

Por su parte el actual Código Federal de Procedimientos Penales reconoce que pueden
ser ofrecidos como medios de prueba: la confesión, la inspección, la reconstrucción,
peritos, testigos, confrontación, careos, documentos y todo aquello que se ofrezca como
tal, siempre que pueda ser conducente y no vaya contra el derecho a juicio del juez o del
tribunal.
El primer Código Federal de Procedimientos Penales aparece el 16 de diciembre de
1908. En dicho Código, el artículo 254 reconocía como medios de prueba: La confesión
judicial; los instrumentos públicos y solemnes; los documentos privados; el juicio de
peritos; la inspección judicial; las declaraciones de testigos, y las presunciones, según se
asara en analizar.
En cuanto la confesión, considerada durante años como la reina de las pruebas,
formalmente apareció contemplada en el mencionado Código Adjetivo de 1908, empero
no se efectuaba aclaración alguna respecto de lo que debería entenderse por confesión, lo
cual representaba un problema de suma importancia.
El mencionado ordenamiento señalaba al respecto de la confesión que haría prueba
plena siempre y cuando se cumplieran los siguientes requisitos:
- Que esté plenamente comprobada la existencia del delito;
- que sea hecha por persona mayor de catorce años, con pleno conocimiento y sin
coacción ni violencia;
- que sea hecha ante juez o tribunal de la causa o ante el funcionario de policía
judicial que obre en auxilio de la justicia federal
- que no haya otras pruebas que, a juicio del juez, la hagan inverosímil.
De donde se desprende, en primer lugar, que el valor atribuido a la misma era de
plena, si se reunían los requisitos mencionados, de entre los cuales destaca el relativo a la
comprobación de la existencia del delito, que nos parece pretendía decir "comprobación
del cuerpo del delito", o más bien, como modernamente se diría "comprobación de los
elementos del tipo penal" correspondiente.

72
Posterior al Código de 1908, fue aprobado el Código de Procedimientos Penales de
1934, en donde se le otorga un trato diferente a la confesión, con el valor de plena en los
siguientes casos:
a) Cuando fuese vertida en materia delitos de peculado, abusos de confianza y fraude,
si no hubiese sido posible comprobar el cuerpo del delito, pero para el peculado era
necesario, además que se demuestre por cualquier otro medio de prueba el hecho de que
el inculpado estuviere encargado de un servicio público.
b) Cuando se tratase de un delito de robo y no hubiese sido posible comprobar el
cuerpo del delito, entonces, se tendría por comprobado si el inculpado confiesa el robo
que se le imputa, aun cuando se ignore quién sea el dueño de la cosa objeto del delito.
De igual manera, se establecía que la confesión debiese reunir los siguientes
requisitos:
- Que sea hecha por persona mayor de dieciocho años, con pleno conocimiento y
sin coacción ni violencia;
- Que sea hecha ante el funcionario de policía judicial que practique la averiguación
previa o ante el tribunal que conozca del asunto;
- Que sea de hecho propio;
- Que no haya datos que al juicio del tribunal la hagan inverosímil.
En la actualidad, se entiende en México a la confesión en términos del artículo 207
del Código Federal de Procedimientos Penales, como:
“La declaración voluntaria hecha por persona no menor de 18 años, en pleno uso de
facultades mentales, rendida ante el Ministerio Público, el Juez o tribunal de la causa,
sobre hechos propios constitutivos del tipo delictivo materia de la imputación, emitida
con las formalidades señaladas por el artículo 20 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, se admitirá en cualquier estado del procedimiento, hasta
antes de dictar sentencia irrevocable”.
Definición legal de la confesión de donde es factible entresacar los siguientes
elementos:
a) Es una declaración voluntaria
b) Rendida por una persona no menor de 18 años
c) En pleno uso de facultades mentales
d) Ante el Ministerio Público, juez o Tribunal
e) Sobre hechos propios

73
f) Que los hechos sobre los que verse sean constitutivos del tipo delictivo materia de
la imputación
g) Con las formalidades señaladas en el artículo 20 de la Constitución
h) Admisible en cualquier estado del procedimiento

No obstante los requisitos mencionados con antelación, para de poder reputarse como
válida requiere cumplir con los requisitos siguientes:
a) Que sea hecha por persona no menor de 18 años
b) Que sea en contra del confeso
c) Que sea hecha con pleno conocimiento
d) Que sea sin coacción
e) Que sea sin violencia física o moral
f) Que sea ante Ministerio Público, Tribunal o juez de la causa
g) Que sea con asistencia de su defensor o persona de su confianza
h) Que el inculpado se encuentre debidamente informado del procedimiento y del
proceso
i) Que sea de hecho propio
j) Que no existan datos ante el juez o tribunal que la hagan inverosímil
Con motivo de la reforma del 10 de enero de 1994, las diligencias practicadas por
agentes de la Policía Judicial Federal o local, tendrán valor de testimonios que deberán
complementarse con otras diligencias de prueba que practique el Ministerio Público, para
atenderse en el acto de la consignación, pero en ningún caso se podrá tomar como
confesión lo asentado en aquéllas, adicionalmente en el artículo 20 constitucional
fracción II se establece la prohibición de obligar a declarar; en caso de ser voluntaria se
prevé que sea con la asistencia de su defensor.
En lo relativo a su valor, será la autoridad la que establezca cómo será considerada
tomando en cuenta los requisitos señalados por el artículo 287 y razonando la
determinación que tiene para valorar jurídicamente a la confesión.
Por último, basta hacer la aclaración de que nuestro actual Código Federal de
Procedimientos Penales, claramente ha superado las antiguas fórmulas establecidas en
algunas leyes procesales para la valoración jurídica de la prueba, al disponer en el artículo
285, que todos los medios de prueba o de investigación, incluyendo la confesión,
constituyen meros indicios, acabando de esta manera la ley procesal penal mexicana con
los viejos moldes de la prueba tasada, en que el juzgador estaba obligado a otorgarle valor

74
probatorio a ciertas pruebas cuya ineficacia resultaba a todas luces manifiesta, así como
con la añeja práctica de otorgarle un valor preponderante.
De igual forma se regula la prueba testimonial señalando en dicho respecto que es
denominada en el Código Federal de Procedimientos Penales de 1908, como
declaraciones de testigos, el juez se encontraba facultado para examinar a los testigos
presentes cuya declaración se solicite o resulte indicada por cualquier motivo.
Se eximía de la obligación de comparecer como testigos al tutor, curador, pupilo
o cónyuge del inculpado, ni a sus parientes por consanguinidad o afinidad en línea recta
descendente, sin limitación de grados, y en la colateral hasta el tercero inclusive; sin
embargo, en caso de declarar por voluntad propia, se les recibía la declaración
correspondiente. Semejante fórmula continúa vigente a la fecha pero de una manera más
amplia, toda vez que se incluye de igual manera a los parientes por consanguinidad o
afinidad en línea recta ascendente o descendente hasta cuarto grado, es decir se aumenta
un grado más y se incluye a la línea ascendente, así como a las personas que estén ligadas
con el inculpado por amor, respeto, cariño o estrecha amistad.
Estaban obligados a dar la razón de su dicho y debiesen ser citados para
comparecer a declarar por medio de cédula, la cual debería contener: a) la designación
legal del juzgado o tribunal ante quien deba presentarse el testigo; b) el nombre, apellido
y habitación del testigo, si se supieren, en caso contrario, los datos necesarios para
identificarlo; c) el día, hora y lugar en que deba comparecer; d) la pena que se le impondrá
si no compareciere; e) la media firma del juez y la firma entera del secretario de juzgado.
La citación se hacía personalmente al testigo, donde quiera que se le localice o en su
habitación aun cuando no estuviere en ella, pero en este caso se hacía constar el nombre
de la persona a quien se entregue la cédula. Si aquella manifestare que el citado se
encuentra ausente, dirá dónde se encuentra, desde qué tiempo y cuándo se espera su
regreso, y todo esto se hacía constar para que el juez dictara las providencias que fueren
procedentes.
Si el testigo se encontrara fuera de la población, pero en el distrito jurisdiccional,
se comisionará al juez del fuero común para que lo examinara, o bien si se hallaba fuera
del territorio jurisdiccional se le examinaría por medio de exhorto dirigido al juez de su
residencia.
De igual manera, se establecía la prohibición de admitir como testigos a personas
de uno u otro sexo que no hubiesen cumplido catorce años; ni las que hayan sido
condenadas en juicio criminal, por delito que no sea político, a cualquiera de las penas

75
siguientes: muerte o prisión extraordinaria; suspensión de algún derecho civil o de
familia; suspensión, destitución o inhabilitación para algún cargo, empleo u honor, o, en
general, para toda clase de empleos, cargos u honores y sujeción a la vigilancia de la
autoridad política.
Sin embargo, en caso de que las circunstancias así lo exigieren por haberse
cometido el delito en alguna cárcel y sin más testigos que los mismos condenados a alguna
de las penas referidas, éstos podrán ser admitidos como testigos.
En los demás casos los testigos se examinan:
a) Si ninguna de las partes se opusiere
b) Si aun cuando haya oposición, el juez cree necesaria la declaración para el
esclarecimiento de los hechos, pero en tales casos se hará constar esta circunstancia.
En lo relativo al valor esta prueba, se establecía que dos testigos que no sean
inhábiles por las causas señaladas harán prueba plena siempre y cuando:
a) Convengan no sólo en la sustancia, sino en los accidentes del hecho que
refieran.
b) Que hayan oído pronunciar las palabras de que se trate, o visto el hecho material
sobre que depongan.
c) Cuando convengan en la sustancia y no en los accidentes, siempre que éstos, a
juicio del juez o tribunal, no modifiquen la esencia del hecho.
Los requisitos a cumplirse para apreciar la declaración de los testigos consistían:
- Que el testigo no sea inhábil,
- Que por su edad, capacidad o instrucción legal tenga el criterio necesario para
juzgar el acto,
- Que por su probidad, por la independencia de su posición y por sus antecedentes
personales, tenga completa imparcialidad,
- Que el hecho de que se trate sea susceptible de ser conocido por medio de los
sentidos, y que el testigo conozca por sí mismo y no por inducciones ni referencias
de otras personas,
- Que la declaración sea clara y precisa, sin dudas ni reticencias, ya sobre la
sustancia del hecho, ya sobre sus circunstancias esenciales,
- Que el testigo no haya sido obligado por fuerza o miedo, ni impulsado por engaño
o error o soborno.
En lo referente al número de testigos, se establecía que si ambas partes hubiesen
aportado igual número de testigos, el tribunal decidirá por el dicho de los que merezcan

76
mayor confianza, y en caso de que todos merecieren igual confianza, se absolvía al
acusado.
Si una parte hubiere ofrecido un mayor número de testigos que la otra, el juez o
tribunal se decidirá por la mayoría, siempre que en todos concurran los mismos motivos
de confianza. En caso contrario, obrará como le dicte su conciencia, fundando
especialmente esta parte de su fallo.
Con la entrada en vigor del Código Federal de Procedimientos Penales, la situación
en materia de medios de prueba recibió un cambio significativo, pues se eliminó lo
relativo al examen de testigos por solicitud previa o por cualquier motivo, introduciéndose
lo relativo al examen de testigos cuya declaración soliciten las partes en virtud de ser de
interés para la secuela del proceso.
En cuanto a la citación de testigos para declarar, se eliminaron los requisitos que
debería contener la cédula y simplemente se mencionó la obligación a cargo de todo
testigo de rendir su declaración cuando sea citado para tal efecto, subsistiendo los casos
de excepción mencionados en el Código anterior de 1908.
Traduciéndose dicha fórmula en el Código de 1934 en que el juez podría examinar a
los testigos cuya declaración soliciten las partes. Actualmente, el Código Adjetivo Penal
Federal establece: Si por revelaciones hechas en las primeras diligencias, en la querella o
por cualquier otro modo, apareciere necesario el examen de algunas personas para el
esclarecimiento de un hecho delictuoso, de sus circunstancias o del delincuente, el juez
deberá examinarlas.
Ahora bien, pasando al aspecto relativo a la declaración del testigo, la ley procesal
actualmente establece:
Artículo 247. Antes de que los testigos comiencen a declarar se les instruirá de las
penas que el código penal establece para los que se conducen con falsedad o se niegan a
declarar. Lo cual se hará en presencia de todos los testigos. A los menores de dieciocho
años, en vez de hacérseles saber las penas en que incurren los que se producen con
falsedad, se les exhortará para que se conduzcan con verdad.
Prosigue el Código Procesal señalando:
Después de tomarle la protesta de decir verdad, se preguntará al testigo su nombre,
apellido, edad, lugar de origen, habitación, estado civil, profesión u ocupación; si se halla
ligado con el inculpado o el ofendido por vínculos de parentesco, amistad o cualquiera
otros y si tiene algún motivo de odio o rencor contra alguno de ellos.

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Ahora bien, de lo anterior resulta de sumo interés lo relativo a la protesta de decir
verdad, la cual no aclara el Código Procesal Penal Federal en qué sentido se hará constar,
pero que sí señala el Código Adjetivo Penal del Distrito Federal, en su artículo 280 el cual
a la letra establece:
A toda persona que deba examinarse como testigo o como perito, se le recibirá
protesta de producirse con verdad, bajo la siguiente fórmula: "¿Protesta usted bajo su
palabra de honor y en nombre de la ley declarar con verdad en las diligencias en que va a
intervenir?" Al contestar en sentido afirmativo, se le hará saber que la ley sanciona
severamente el falso testimonio.
Del precepto anterior, se desprende que la protesta de decir verdad debe cubrir dicho
requisito formal a falta del cual se tendrá por no practicada legalmente, y de igual manera
se desprende de lo anterior que si la persona contesta afirmativamente protestando
conducirse con verdad, se le harán saber las sanciones establecidas en la ley para el falso
testimonio.
En lo relativo al valor de la declaración del testigo, el tribunal debe tomar en
consideración:
- Que por su edad, capacidad e instrucción tenga el criterio necesario para juzgar
del acto;
- Que por su probidad, la independencia de su posición y antecedentes personales
tenga completa imparcialidad;
- Que el hecho de que se trate sea susceptible de conocerse por medio de los
sentidos, y que el testigo lo conozca por sí mismo y no por inducciones ni
referencias de otro;
- Que la declaración sea clara y precisa, sin dudas ni reticencias, ya sobre la
sustancia del hecho, ya sobre sus circunstancias esenciales;
- Que el testigo no haya sido obligado por fuerza o miedo, ni impulsado por engaño,
error o soborno. El apremio judicial no se reputará fuerza.
El valor que le atribuye el Código Federal de Procedimientos Penales es el de mero
indicio, rompiendo con esto la ley procesal federal con los viejos moldes relativos al valor
de las pruebas tasado, que continúa en vigor en los más de los códigos procesales estatales
de la República Mexicana.
En materia de testigos, se reformaron los artículos 242 y 249 con el fin de hacerlos
acordes con el derecho otorgado en el artículo 20 constitucional parte final a la víctima y
al ofendido, de esta forma se les concedió el derecho de participar activamente en el

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interrogatorio de los testigos, derecho que hasta entonces se ejercía a través del Ministerio
Público en lo que atañe a la víctima y ofendido, y por medio del defensor en lo referente
al inculpado, superándose la fórmula en el sentido de autorizar al tribunal para que por su
conducto se hicieran los interrogatorios cuando lo estimara conveniente. Actualmente, el
tribunal conserva su facultad de interrogar a las partes y la facultad de desechar las
preguntas que sean señaladas como impertinentes o inconducentes, sujeto a la regla de la
objeción previa de parte o bien a su juiciosa calificación, en este sentido se superó la añeja
fórmula que en materia de interrogatorio a testigos autorizaba al tribunal a desechar las
preguntas que resultaran capciosas e inconducentes.
De esta manera, se homologó el contenido del artículo 249 con lo dispuesto por el 242
el cual señalaba que el juez desechará las preguntas impertinentes o inconducentes,
eliminándose el término "capcioso" que no resulta tener un contenido semántico ni
siquiera cercano a lo "impertinente", pues mientras que el primero hace referencia a lo
"artificioso, engañoso", lo segundo alude "a lo que no viene al caso, o que molesta de
palabra o de obra" e introduciendo que las preguntas se podrán desechar si resultan
impertinentes o inconducentes, quedando obsoleto el término "capcioso" el cual operaba
para el caso de objeciones al interrogatorio de los testigos.
En cuanto la Inspección Personal del Tribunal, se establece a través de la inspección,
la autoridad, sea el Ministerio Público o el juzgador, realiza una verificación directa de
ciertos hechos, al través de sus propios sentidos, con el objetivo de apreciar la realidad de
ciertos hechos, controvertidos.
La materia de la inspección acorde con el artículo 208 del Código Procesal Penal
Federal, es todo aquello que pueda ser directamente apreciado por la autoridad que
conozca del asunto. En todos los casos debe realizarse ante la presencia del Ministerio
Público, o, en su caso, del juez, según se trate de averiguación previa o del proceso.
Para lograr una descripción de lo inspeccionado, es posible emplear según sea el caso,
dibujos, planos topográficos, fotografías ordinarias o métricas, moldeados o cualquier
otro medio para reproducir las cosas, haciéndose constar en el acta cuál o cuáles de
aquéllos, en qué forma y con qué objeto se emplearon, la descripción se debe realizar por
escrito, tratando de fijar con claridad los caracteres, señales o vestigios que el delito
dejare, el instrumento o medio que probablemente se haya empleado y la forma en que se
hubiere usado.

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Además, es posible examinar a las personas presentes en la inspección, si pueden
proporcionar un dato útil para la averiguación. Siendo factible de igual forma, que los
peritos puedan estar presentes al momento de realizarse la inspección.
Por otra parte, el Código Procesal Penal Federal señala que podrá tener dicho carácter
cuando su objeto sea apreciar las declaraciones que se hayan rendido y los dictámenes
periciales que se hayan formulado. El valor de la inspección es pleno a nivel federal.
Regula de igual forma como medio de prueba la reconstrucción, indicando en dicho
respecto que aun cuando no se encuentra en un sólo apartado, constituye un medio de
prueba adicional, consistiendo como su nombre lo indica en la reconstrucción de los
hechos en el lugar donde se cometió el delito, cuando dichas circunstancias tengan
relevancia, en caso contrario podrá ser en cualquier lugar, sin embargo se requiere de la
práctica previa de la inspección en caso de que se deba practicar en el mismo lugar donde
ocurrieron los hechos y del examen de los testigos.
Al solicitarse dicha reconstrucción, debe especificarse con claridad cuáles son los
hechos y circunstancias a esclarecer, si existen varias versiones distintas acerca de la
forma en que ocurrieron los hechos, se practicarán si fueren conducentes al
esclarecimiento de los mismos las reconstrucciones relativas a cada una de aquéllas. El
valor de la reconstrucción es de un mero indicio a nivel federal.
Otro medio de prueba regulado es la confrontación la cual se realiza al momento en
que se recibe la declaración de una persona sea a nivel de confesión o bien de testimonio,
y una persona se refiera a otra deberá ser de manera clara y precisa, mencionando, si le
fuere posible, el nombre, apellido, habitación y demás circunstancias que puedan servir
para identificarle.
En caso de que el declarante no pueda dar noticia exacta de la persona a quien se
refiera, pero exprese que podrá reconocerla si se le presentare, el tribunal procederá a la
confrontación. Igualmente, procederá cuando alguien declare conocer a una persona y
haya motivos para sospechar que no la conoce.
Al momento de practicarse la confrontación se deben cuidar los siguientes puntos:
- Que la persona que sea objeto de ella no se disfrace, ni se desfigure, ni borre
huellas o señales que puedan servir al que tiene que designarla;
- Que aquella se presente acompañada de otros individuos vestidos con ropas
semejantes y aún con las mismas señas que las del confrontado si fuere posible;
- Que los individuos que acompañen a la persona que va a confrontarse sean de
clase análoga, atendidas su educación, modales y circunstancias especiales.

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En caso de que alguna de las partes estime conveniente que se tomen mayores
precauciones, el tribunal podrá acordarlas si lo estima conducente.
El confrontado deberá elegir el sitio en que quiera colocarse con relación a los que lo
acompañen y pedir que se excluya del grupo a la persona que le parezca sospechosa.
Siendo posible que el tribunal limite el uso de dicho derecho.
En el momento de la diligencia de confrontación se procederá colocando en una fila
a la persona que deba ser confrontada y a las que hayan de acompañarla, y se interrogará
al declarante sobre:
- Si persiste en su declaración.
- Si conocía con anterioridad a la persona a quien atribuye el hecho o si la conoció
en el momento de ejecutarlo; y
- Si después de la ejecución lo ha visto, en qué lugar, con qué motivo y con qué
objeto.
- Se le llevará frente a las personas que formen el grupo, se le permitirá mirarlas
detenidamente y se le prevendrá que toque con la mano al que se trate, manifestando las
diferencias o semejanzas que tuviere entre el estado actual y el que tenía en la época sea
la que se refirió en su declaración. El valor probatorio de la confrontación es de mero
indicio.
De igual forma se regula como medio de prueba el careo, indicando que en materia
de careos debemos distinguir previamente las tres formas de careo que existen en nuestro
país: el constitucional, regulado por el artículo 20 fracción IV; el procesal, previsto en el
artículo 265 y 267 del Código Federal de Procedimientos Penales, y el careo supletorio
regulado por el artículo 268 del referido Código Adjetivo.
El careo constitucional lo debemos entender en términos de lo que señala el artículo
20 de la constitución fracción IV, se admite a efecto de ser careado en presencia del juez
con quienes depongan en su contra, siempre y cuando medie solicitud del inculpado. Lo
cual significa que el careo constitucional, sólo se practicará si el inculpado lo está
solicitando eliminándose la práctica de que el juzgador de oficio debiese practicar careos
aun sin mediar solicitud a efecto de no violentar la garantía contenida en el precepto
constitucional.
El careo procesal deriva de lo establecido por el Código Federal de Procedimientos
Penales, los cuales deberán practicarse cuando existan contradicciones en las
declaraciones de dos personas, pudiendo repetirse cuando el tribunal lo estime oportuno
o cuando surjan nuevos puntos de contradicción.

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En cuanto las presunciones estas consistirán en las circunstancias y antecedentes que,
teniendo relación con el delito, pueden razonablemente fundar una opinión sobre la
existencia de los hechos determinados, en términos de lo señalado por el Código Adjetivo
Penal Federal.
Este medio probatorio ha sido confundido constantemente como indicio; la palabra
presunción tiene su raíz en el latín presumtio, tionis, que significa suposición que se basa
en ciertos indicios, también significa la acción y efecto de presumir que a su vez proviene
del latín praesumere, que significa sospecha o juzgar por inducción, o conjeturar una cosa
por tener indicios o señales para ello.
La doctrina procesal clasifica a las presunciones en dos rubros: la humana y la legal,
se derivan del juez las primeras y las segundas de lo que la ley establece.
En lo relativo a la prueba documental es posible aportar en el proceso penal cualquier
tipo de documento que aporten las partes, cumpliendo con el requisito de que sea idóneo
para demostrar algo.
En materia de documentos, es factible hablar de documentos públicos y documentos
privados, la idea que tengamos de ellos será la que derive de las prescripciones del Código
Federal de Procedimientos Civiles.
Tratándose de documentos públicos su valor será pleno, si es que son nacionales,
hablando de documentos públicos procedentes de extranjero para que les atribuya el valor
de pleno deberán ser legalizados por el representante autorizado para atender los asuntos
de la república, en el lugar en donde sean expedidos. La legalización de la firma de tal
funcionario se hará por la Secretaría de Relaciones Exteriores. En caso de que no exista
representante de nuestro país, entonces y por tanto los legalice el representante de una
nación amiga, la firma de dicho representante se legaliza por el ministro o cónsul de esa
nación que reside en la capital de la república y la de éste por el funcionario autorizado
de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
En caso de documentos privados, deberán ser reconocidos por la parte a la cual se le
atribuyan, en caso de no ser reconocidos y de no demostrarse por otro medio que
pertenece a la parte, no tienen valor alguno, y en caso de ser reconocidos se les otorgará
el valor de mero indicio.
De igual forma se regula a los peritos señalando que en caso de que se requieran
conocimientos especiales para examinar personas, hechos u objetos deberá recurrirse a
un perito, recordemos que el juez en ocasiones analiza ciertos hechos, documentos o
circunstancias que escapan a su conocimiento, requiriéndose el auxilio de ciertos expertos

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en alguna ciencia, arte u oficio. La intervención del perito se origina por solicitud de las
partes o bien a instancia del propio tribunal, pues si traemos el caso planteado con
antelación, relativo a la manera de acreditar una disposición ilegal de dinero en un cajero
permanente a través de una tarjeta magnética, en este caso, sin lugar a dudas se precisa
de opiniones e informes de expertos en dispositivos magnéticos a efecto de que ponga en
conocimiento del juez respecto de su funcionamiento y de esa manera lo posibilite para
dictar su resolución.
La reforma de 1991, en el Código Procesal Penal Federal se incorporó la
circunstancias de que cuando el inculpado pertenezca a un grupo étnico indígena, se
procurará allegarse dictámenes periciales con el fin de que el juzgador ahonde en el
conocimiento de la personalidad del procesado y capte su diferencia cultural respecto a
la cultura media nacional.
En materia del desarrollo de la pericial en enero de 1994, se reformaron los artículos
233 y 235 con el fin de ampliar la facultad de las partes para poder interrogar a los peritos,
siempre y cuando las preguntas resulten pertinentes sobre la materia objeto de la pericial,
de esta manera se extendió a las partes una facultad que hasta entonces le correspondía
de manera exclusiva al funcionario que practicaba la diligencia.
También, se reformó por adición el contenido del artículo 235 con un nuevo párrafo
final para establecer que será en la diligencia especial en donde las partes podrán
interrogar al perito sobre la materia objeto de la pericial, en este caso los dos momentos
de la pericial relativos a su presentación por escrito y la ratificación en diligencia especial,
quedaron plenamente separados, al establecerse que será en esta última en la cual podrán
las partes plantear sus interrogatorios, con independencia de lo preceptuado en el artículo
236 en relación con la contradicción de dictámenes periciales, en donde podrán hacer
valer el derecho otorgado en el artículo 233 en materia del interrogatorio a los peritos.
III. CLASIFICACIONES DE LOS MEDIOS DE PRUEBA
Nos referimos en plural, en virtud de que no es una sino varias las clasificaciones de los
medios de prueba aportadas por la doctrina. En su tratado sobre los medios de prueba,
Bentham señalaba la práctica imposibilidad de aludir a una sola clasificación de los
medios de prueba, afirmando desde aquel entonces que cualquier propuesta debería
contemplar no sólo los medios de prueba conocidos hasta el momento sino los que aún
están por venir y en atención a que la significación de cada medio de prueba es lo
suficientemente distinta de cada una, las diversas especies deben ser marcadas con
significaciones apropiadas.

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Por otra parte, surge el dilema en torno a si debe clasificarse a las fuentes de
prueba, los medios de prueba y bien si la clasificación debe recaer sobre la prueba en sí,
de ahí que algunos autores como Sentís Melendo, consideren inútil en términos prácticos
una clasificación, en virtud de su nula repercusión en el proceso.
En el sentido y alcance del término "fuente de prueba", "medio de prueba" y
"prueba", diríamos que la clasificación tiene su origen en las fuentes de prueba, pues
queda claro que éstas existen antes del proceso, por ejemplo: cuando en las leyes
procesales se señala "será admitido como medio de prueba todo aquello que sea ofrecido
como tal", esto nos orilla a deducir que todo lo que se ofrezca como medio de prueba y
sea admitido no constituye por ese hecho actividad probatoria, sino sólo una fuente de
prueba.
De ahí, que cuando los autores entienden por medio de prueba todo aquello que
sea ofrecido como tal mientras no sea contrario a la moral, ni al derecho, debe quedar
claro que en estos casos se está pensando en las fuentes de prueba no obstante que se
utilice el término medios.
La clasificación más tradicional de las fuentes de prueba es la elaborada por
Bentham quien consideraba existen ocho posibles clasificaciones:
a) Primera, contempla a los medios de prueba personales y reales, las primeras
son aquellas aportadas por el ser humano y las segundas son generalmente deducidas del
estado de las cosas.
b) Segunda, medios de prueba directos e indirectos o circunstanciales, el
testimonio se aplica al "hecho principal", la testimonial es el más claro ejemplo de ésta,
la circunstancial se refiere a objetos o bien vestigios que permitan acreditar algo, de ahí
lo indirecto de este medio probatorio.
c) Tercera, medios de prueba voluntarios y medios de prueba involuntarios, la
primera se refiere a aquella llevada al juzgador a la primera solicitud o sin necesidad de
solicitud judicial, sin la amenaza o bien sin necesidad de ninguna medida coercitiva.
d) Cuarta, medios de prueba por práctica (deposition) y medios de prueba por
documento, este carácter dependerá de la producción de éstos, si surgen como
consecuencia y durante el proceso o bien de manera independiente y sin la intención de
utilizarlos en él.
e) Quinta, medios de prueba por documentos ocasionales y medios de prueba por
documentos preconstituidos, el más claro ejemplo de los primeros son la correspondencia
personal, la agenda personal, el diario o cualquier otro documento análogo que no se haya

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realizado por el autor con la manifiesta intención de utilizarla en un proceso judicial. Por
otra parte, si los medios de prueba se produjeron en virtud de un documento auténtico
realizado en cumplimiento a ciertas formas legales con el objetivo de ser destinado
posteriormente en un proceso, entonces recibe la denominación de medios de prueba
preconstituidos.
f) Sexta, medios de prueba independiente de cualquier otra causa y medios de
prueba dependientes, (borrowed evidence) si se refiere a una declaración judicial rendida
en el mismo país o bien en otro, bien pueden ser denominados medios de prueba
dependientes.
g) Séptima, medios de prueba originales y medios de prueba derivados, el
testimonio sería un medio de prueba original, siempre y cuando sea un testigo presencial
y directo de los hechos, pues en caso contrario estaríamos ante medios de prueba
derivados. La misma suerte resulta aplicable a los documentos originales y las copias
fotostáticas.
h) Octava, medios de prueba perfectos y medios de prueba imperfectos, con la
aclaración previa de que la perfección absoluta no es dable de conseguirse ante la
imposibilidad de evitar el error de manera plena, debe mencionarse que en esta
clasificación la perfección a la que se alude es relativa, en atención a la ausencia de
imperfecciones de las que humanamente es posible identificar. Existen medios de prueba
imperfectos por naturaleza, cuando por ejemplo la mente de un testigo lo imposibilita a
declarar con apego a la verdad y, por otro lado, existen medios probatorios imperfectos
en la forma cuando no se respetan las formalidades a seguirse para tomar la declaración
de un testigo.
Por otra parte, otros autores han realizado clasificaciones de las fuentes de prueba,
tal es el caso de Gómez Colomer y Fenech, para quienes existen medios de prueba
personales, reales y materiales.
Finalmente, para García Ramírez, existen:
a) Artificiales, creaciones del artificio o de la lógica, tales como la deducción o la
presunción, y, naturales, son las probanzas que se traducen o representan una concreta e
histórica realidad (testigos y documentos).
b) Pruebas de cargo, tienden a comprobar la inculpación, en tanto las de descargo
sirven para exonerar al reo.
c) Genérica, demuestra la existencia del delito, y, específica, acredita a los
participantes en el ilícito.

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d) Directa, en la que el hecho a comprobar puede ser advertido por los sentidos,
e, indirecta, en la que no existe relación inmediata entre la prueba y el hecho a probar,
sino que éste se esclarece con auxilio de una cadena de inferencias (indicio).
e) Histórica, es la que reproduce el hecho que se trata de probar, y, crítica, es la
que permite deducir la existencia de tal hecho o su inexistencia.
f) Personal, recae sobre seres humanos, y, real, que recae sobre cosas u objetos.
g) Preconstituidas, se preparan antes del proceso para acreditar oportunamente los
hechos; en el derecho romano se hablaba del apoderamiento de animales u objetos que
llevasen las personas que se introducían en el fundo ajeno o que conducían a los animales
que efectuaban ese allanamiento, la posesión tenía un propósito probatorio. La prueba
constituyente se produce una vez surgido el proceso.
Como puede apreciarse, las anteriores clasificaciones toman claras bases en los
postulados de Bentham, propuestos en la segunda década del siglo XIX, época desde la
cual se planteaba que podrían realizarse tantas clasificaciones como ópticas o puntos de
vista desde los cuales se analicen las fuentes de prueba, la eficacia procesal de estas
clasificaciones nos parece nula, pues no cobra mayor relevancia, sino que sólo le
encontramos utilidad para efectos meramente docentes.
(https://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/derecho-comparado/article/view/3361/3891).
Por su parte en Chile, en materia Civil los medios de prueba se entienden como
todo elemento que sirve para convencer al juez de la existencia de un hecho. "Son todos
los instrumentos, cosas o circunstancias en las cuales el juez encuentra los motivos de su
convicción frente a las proposiciones de las partes."
Los criterios de clasificación derivan de los sistemas probatorios o dicen relación al
contacto entre el juez y el hecho:

Según el contacto del juez con los hechos

i. Directas: Permiten al tribunal formarse su convicción por la observación


propia y directa del hecho (ejemplo inspección personal)

ii. Indirectas: El tribunal se forma su convicción a través de otros hechos o de


dichos de terceros (ejemplo prueba testimonial y pericial)

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En Chile, el legislador ha establecido taxativamente los medios de prueba, tanto
en el CC, CPC y CPP. Del mismo modo, en algunos casos la concurrencia obligatoria de
determinados medios, y en otros se los excluye expresamente para los efectos de acreditar
un hecho (artículos 1708 y 1709 CC).

Además, se establece respecto de cada medio de prueba su valor probatorio, así


como, la forma en que comparativamente se deben apreciar por el tribunal los diversos
medios de prueba. Esto último es lo que pesa como argumento más fuerte a favor de la
doctrina legalista, toda vez que si se admitiera discrecionalidad, sería ilógico establecer
normas para la apreciación comparativa de los medios. Sin embargo, la presencia de una
serie de válvulas de escape, nos hacen creer que en nuestro país, se ha ido imponiendo
cada vez más la tesis analógica.

3.1.3.3.- clases de prueba.

Las pruebas periciales pueden ser judiciales y extrajudiciales. Serán judiciales


aquellas que se produzcan dentro de un procedimiento civil, laboral o causa criminal y
podrán ser realizadas a petición de los jueces o Tribunal o cada una de las partes.

La prueba pericial judicial comprende varias fases:

- Proposición de la prueba.
- Admisión de la prueba.
- Nombramiento del perito.
- Reconocimiento pericial.

Las pruebas periciales extrajudiciales se producen fuera del proceso judicial y esto
puede ser, en un arbitraje, sobre todo, a petición del árbitro, o bien a petición de algún
interesado en conocer el dictamen técnico de un perito con el objeto de disponer con
antelación del conocimiento suficiente antes de plantear una posible demanda civil o
querella criminal, dirimir un contencioso sin intervención de Tribunales ni árbitros o,
simplemente, disponer de esta información para su tranquilidad.

La práctica de la prueba pericial se llevará a cabo en el acto del juicio, presentando


los peritos su informe y ratificándolo. No será necesaria ratificación de los informes, de
las actuaciones obrantes en expedientes y demás documentación administrativa cuya
aportación sea preceptiva según la modalidad procesal de que se trate.

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El órgano judicial, de oficio o a petición de parte, podrá requerir la intervención de
un médico forense, en los casos en que sea necesario su informe en función de las
circunstancias particulares del caso, de la especialidad requerida y de la necesidad de su
intervención, a la vista de los reconocimientos e informes que constaren previamente en
las actuaciones.

De la prueba documental aportada, que deberá estar adecuadamente presentada,


ordenada y numerada, se dará traslado a las partes en el acto del juicio, para su examen.

Los documentos y otros medios de obtener certeza sobre hechos relevantes que se
encuentren en poder de las partes deberán aportarse al proceso si hubieran sido propuestos
como medio de prueba por la parte contraria y admitida ésta por el juez o tribunal o
cuando éste haya requerido su aportación. Si no se presentaren sin causa justificada,
podrán estimarse probadas las alegaciones hechas por la contraria en relación con la
prueba acordada.

Podrá el juez o tribunal, si lo estima procedente, oír el dictamen de una o varias


personas expertas en la cuestión objeto del pleito, en el momento del acto del juicio o,
terminado éste, como diligencia final.

En el código general de procedimiento civil mexicano se señala que para conocer la


verdad, puede el juzgador valerse de cualquier persona, sea parte o tercero, y de cualquier
cosa o documento, ya sea que pertenezca a las partes o a un tercero, sin más limitaciones
que las de que las pruebas estén reconocidas por la ley y tengan relación inmediata con
los hechos controvertidos. Los tribunales no tienen límites temporales para ordenar la
aportación de las pruebas que juzguen indispensables para formar su convicción respecto
del contenido de la litis, ni rigen para ellos las limitaciones y prohibiciones, en materia de
prueba, establecidas en relación con las partes.

Los tribunales podrán decretar, en todo tiempo, sea cual fuere la naturaleza del
negocio, la práctica, repetición o ampliación de cualquier diligencia probatoria, siempre
que se estime necesaria y sea conducente para el conocimiento de la verdad sobre los
puntos controvertidos. En la práctica de esas diligencias, obrarán como lo estimen
procedente, para obtener el mejor resultado de ellas, sin lesionar los derechos de las
partes, y procurando en todo su igualdad.

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El actor debe probar los hechos constitutivos de su acción y el reo los de sus
excepciones.

El que niega sólo está obligado a probar:

I.- Cuando la negación envuelva la afirmación expresa de un hecho;

II.- Cuando se desconozca la presunción legal que tenga a su favor el colitigante, y

III.- Cuando se desconozca la capacidad.

El que funda su derecho en una regla general no necesita probar que su caso siguió la
regla general y no la excepción; pero quien alega que el caso está en la excepción de una
regla general, debe probar que así es.

El que afirma que otro contrajo una liga jurídica, sólo debe probar el hecho o acto
que la originó, y no que la obligación subsiste. Ni la prueba, en general, ni los medios de
prueba establecidos por la ley, son renunciables.

Sólo los hechos estarán sujetos a prueba, así como los usos o costumbres en que se
funde el derecho. El tribunal aplicará el derecho extranjero tal como lo harían los jueces
o tribunales del Estado cuyo derecho resultare aplicable, sin perjuicio de que las partes
puedan alegar la existencia y contenido del derecho extranjero. Para informarse del texto,
vigencia, sentido y alcance del derecho extranjero, el tribunal podrá valerse de informes
oficiales al respecto, los que podrá solicitar al Servicio Exterior Mexicano, así como
disponer y admitir las diligencias probatorias que considere necesarias o que ofrezcan las
partes.

El tribunal debe recibir las pruebas que le presenten las partes, siempre que estén
reconocidas por la ley. Los autos en que se admita alguna prueba no son recurribles; los
que la desechen son apelables en ambos efectos. Cuando la recepción de una prueba pueda
ofender la moral o el decoro social, las diligencias respectivas podrán ser reservadas,
según el prudente arbitrio del tribunal.

Los hechos notorios pueden ser invocados por el tribunal, aunque no hayan sido
alegados ni probados por las partes. Cuando una de las partes se oponga a la inspección
o reconocimiento ordenados por el tribunal, para conocer sus condiciones físicas o
mentales, o no conteste las preguntas que le dirija, deben tenerse por ciertas las
afirmaciones de la contraparte, salvo prueba en contrario. Lo mismo se hará si una de las

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partes no exhibe, a la inspección del tribunal, la cosa o documento que tiene en su poder
o de que puede disponer.

Los terceros están obligados, en todo tiempo, a prestar auxilio a los tribunales, en las
averiguaciones de la verdad. Deben, sin demora, exhibir documentos y cosas que tengan
en su poder, cuando para ello fueren requeridos. Los tribunales tienen la facultad y el
deber de compeler a los terceros, por los medios de apremio más eficaces, para que
cumplan con esta obligación; pero, en caso de oposición, oirán las razones en que la
funden, y resolverán sin ulterior recurso. De la mencionada obligación están exentos los
ascendientes, descendientes, cónyuges y personas que deban guardar secreto profesional,
en los casos en que se trate de probar contra la parte con la que estén relacionados.

Los daños y perjuicios que se ocasionen a tercero, por comparecer o exhibir cosas o
documentos, serán indemnizados por la parte que ofreció la prueba, o por ambas, si el
tribunal procedió de oficio; sin perjuicio de lo que se resuelva sobre condenación en
costas, en su oportunidad. La indemnización, en casos de reclamación, se determinará por
el procedimiento incidental.

En cualquier momento del juicio o antes de iniciarse éste, cuando se demuestre que
haya peligro de que una persona desaparezca o se ausente del lugar del juicio, o de que
una cosa desaparezca o se altere, y la declaración de la primera o la inspección de la
segunda sea indispensable para la resolución de la cuestión controvertida, podrá el
tribunal ordenar la recepción de la prueba correspondiente.

La ley reconoce como medios de prueba:

I.- La confesión.

II.- Los documentos públicos;

III.- Los documentos privados;

IV.- Los dictámenes periciales;

V.- El reconocimiento o inspección judicial;

VI.- Los testigos;

VII.- Las fotografías, escritos y notas taquigráficas, y, en general, todos aquellos


elementos aportados por los descubrimientos de la ciencia; y

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VIII.- Las presunciones.

Salvo disposición contraria de la ley, lo dispuesto en este título es aplicable a toda


clase de negocios.

Por su parte el código federal general de procedimiento penal señala que Artículo
206.- Se admitirá como prueba en los términos del artículo 20 fracción V de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, todo aquello que se ofrezca como
tal, siempre que pueda ser conducente, y no vaya contra el derecho, a juicio del juez o
tribunal. Cuando la autoridad judicial lo estime necesario, podrá por algún otro medio de
prueba, establecer su autenticidad.

Ahora bien en la legislación Colombiana, el Código General de procedimiento de


aquella nación señala que toda decisión judicial debe fundarse en las pruebas regular y
oportunamente allegadas al proceso. Las pruebas obtenidas con violación del debido
proceso son nulas de pleno derecho.

Agrega que son medios de prueba la declaración de parte, la confesión, el juramento,


el testimonio de terceros, el dictamen pericial, la inspección judicial, los documentos, los
indicios, los informes y cualesquiera otros medios que sean útiles para la formación del
convencimiento del juez.

El juez practicará las pruebas no previstas en este código, de acuerdo con las
disposiciones que regulen medios semejantes o según su prudente juicio, preservando los
principios y garantías constitucionales.

Las presunciones establecidas por la ley serán procedentes siempre que los hechos
en que se funden estén debidamente probados.

El hecho legalmente presumido se tendrá por cierto, pero admitirá prueba en


contrario cuando la ley lo autorice.

Incumbe a las partes probar el supuesto de hecho de las normas que consagran el
efecto jurídico que ellas persiguen. No obstante, según las particularidades del caso, el
juez podrá, de oficio o a petición de parte, distribuir la carga al decretar las pruebas,
durante su práctica o en cualquier momento del proceso antes de fallar, exigiendo probar
determinado hecho a la parte que se encuentre en una situación más favorable para aportar
las evidencias o esclarecer los hechos controvertidos. La parte se considerará en mejor
posición para probar en virtud de su cercanía con el material probatorio, por tener en su

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poder el objeto de prueba, por circunstancias técnicas especiales, por haber intervenido
directamente en los hechos que dieron lugar al litigio, o por estado de indefensión o de
incapacidad en la cual se encuentre la contraparte, entre otras circunstancias similares.

Cuando el juez adopte esta decisión, que será susceptible de recurso, otorgará a la
parte correspondiente el término necesario para aportar o solicitar la respectiva prueba, la
cual se someterá a las reglas de contradicción presvistas en este código. Los hechos
notorios y las afirmaciones o negaciones indefinidas no requieren prueba.

El juez rechazará, mediante providencia motivada, las pruebas ilícitas, las


notoriamente impertinentes, las inconducentes y las manifiestamente superfluas o
inútiles.

Las pruebas pueden ser decretadas a petición de parte o de oficio cuando sean
útiles para la verificación de los hechos relacionados con las alegaciones de las partes.
Sin embargo, para decretar de oficio la declaración de testigos será necesario que éstos
aparezcan mencionados en otras pruebas o en cualquier acto procesal de las partes.

Las providencias que decreten pruebas de oficio no admiten recurso. Los gastos
que implique su práctica serán de cargo de las partes, por igual, sin perjuicio de lo que se
resuelva sobre costas.

El juez deberá decretar pruebas de oficio, en las oportunidades probatorias del


proceso y de los incidentes y antes de fallar, cuando sean necesarias para esclarecer los
hechos objeto de la controversia. Las pruebas decretadas de oficio estarán sujetas a la
contradicción de las partes.

El juez practicará personalmente todas las pruebas. Si no lo pudiere hacer por


razón del territorio o por otras causas, podrá hacerlo a través de videoconferencia,
teleconferencia o de cualquier otro medio de comunicación que garantice la inmediación,
concentración y contradicción.

Excepcionalmente, podrá comisionar para la práctica de pruebas que deban


producirse fuera de la sede del juzgado y no sea posible emplear los medios técnicos
indicados en este artículo.

Es prohibido al juez comisionar para la práctica de pruebas que hayan de


producirse en el lugar de su sede, así como para la de inspecciones dentro de su

92
jurisdicción territorial. No obstante, la Corte Suprema de Justicia podrá comisionar
cuando lo estime conveniente.

Las pruebas practicadas en el exterior deberán ceñirse a los principios generales


contemplados en el presente código, sin perjuicio de lo dispuesto en los tratados
internacionales vigentes.

El juez o el comisionado, si lo cree conveniente y con conocimiento de las partes,


podrá practicar pruebas en días y horas inhábiles, y deberá hacerlo así en casos urgentes
o cuando aquellas lo soliciten de común acuerdo.

Para que sean apreciadas por el juez las pruebas deberán solicitarse, practicarse e
incorporarse al proceso dentro de los términos y oportunidades señalados para ello en este
código. En la providencia que resuelva sobre las solicitudes de pruebas formuladas por
las partes, el juez deberá pronunciarse expresamente sobre la admisión de los documentos
y demás pruebas que éstas hayan aportado. El juez se abstendrá de ordenar la práctica de
las pruebas que, directamente o por medio de derecho de petición, hubiera podido
conseguir la parte que las solicite, salvo cuando la petición no hubiese sido atendida, lo
que deberá acreditarse sumariamente.

Las pruebas practicadas por comisionado o de común acuerdo por las partes y los
informes o documentos solicitados a otras entidades públicas o privadas, que lleguen
antes de dictar sentencia, serán tenidas en cuenta para la decisión, previo el cumplimiento
de los requisitos legales para su práctica y contradicción.

Las pruebas practicadas válidamente en un proceso podrán trasladarse a otro en


copia y serán apreciadas sin más formalidades, siempre que en el proceso de origen se
hubieren practicado a petición de la parte contra quien se aducen o con audiencia de ella.
En caso contrario, deberá surtirse la contradicción en el proceso al que están destinadas.
La misma regla se aplicará a las pruebas extraprocesales.

La valoración de las pruebas trasladadas o extraprocesales y la definición de sus


consecuencias jurídicas corresponderán al juez ante quien se aduzcan.

Las partes podrán desistir de las pruebas no practicadas que hubieren solicitado.
No se podrá desistir de las pruebas practicadas, excepto en el caso contemplado en el
inciso final del artículo 270.

93
Las pruebas deberán ser apreciadas en conjunto, de acuerdo con las reglas de la
sana crítica, sin perjuicio de las solemnidades prescritas en la ley sustancial para la
existencia o validez de ciertos actos. El juez expondrá siempre razonadamente el mérito
que le asigne a cada prueba.

El texto de normas jurídicas que no tengan alcance nacional y el de las leyes


extranjeras, se aducirá en copia al proceso, de oficio o a solicitud de parte.

La copia total o parcial de la ley extranjera deberá expedirse por la autoridad


competente del respectivo país, por el cónsul de ese país en Colombia o solicitarse al
cónsul colombiano en ese país.

También podrá adjuntarse dictamen pericial rendido por persona o institución


experta en razón de su conocimiento o experiencia en cuanto a la ley de un país o territorio
fuera de Colombia, con independencia de si está habilitado para actuar como abogado
allí. Cuando se trate de ley extranjera no escrita, podrá probarse con el testimonio de dos
o más abogados del país de origen o mediante dictamen pericial en los términos del inciso
precedente.

Estas reglas se aplicarán a las resoluciones, circulares y conceptos de las


autoridades administrativas. Sin embargo, no será necesaria su presentación cuando estén
publicadas en la página Web de la entidad pública correspondiente.

Los usos y costumbres aplicables conforme a la ley sustancial deberán acreditarse


con documentos, copia de decisiones judiciales definitivas que demuestren su existencia
y vigencia o con un conjunto de testimonios.

La costumbre mercantil nacional y su vigencia se probarán:

1. Con el testimonio de dos comerciantes inscritos en el registro mercantil que den


cuenta razonada de los hechos y de los requisitos exigidos a los mismos en el Código de
Comercio.

2. Con decisiones judiciales definitivas que aseveren su existencia, proferidas


dentro de los cinco años anteriores al diferendo.

3. Con certificación de la cámara de comercio correspondiente al lugar donde rija.

La costumbre mercantil extranjera y su vigencia se acreditarán con certificación


del respectivo cónsul colombiano o, en su defecto, del de una nación amiga. Dichos

94
funcionarios para expedir el certificado solicitarán constancia a la cámara de comercio
local o a la entidad que hiciere sus veces y, a falta de una y otra, a dos abogados del lugar
con reconocida honorabilidad, especialistas en derecho comercial. También podrá
probarse mediante dictamen pericial rendido por persona o institución experta en razón
de su conocimiento o experiencia en cuanto a la ley de un país o territorio, con
independencia de si está habilitado para actuar como abogado allí.

La costumbre mercantil internacional y su vigencia se probarán con la copia de la


sentencia o laudo en que una autoridad jurisdiccional internacional la hubiere reconocido,
interpretado o aplicado. También se probará con certificación de una entidad
internacional idónea o mediante dictamen pericial rendido por persona o institución
experta en razón de su conocimiento o experiencia.

Todos los indicadores económicos nacionales se consideran hechos notorios.


Siempre que deba recibirse declaración a un sordo o mudo que se dé a entender por signos
o alguna persona que no entienda el castellano o no se exprese en este idioma, se designará
por el juez un intérprete, quien deberá tomar posesión del cargo.

Cuando se requiera la práctica de pruebas en territorio extranjero y no puedan


practicarse con el uso de los medios técnicos mencionados en el artículo 171, se observará
lo dispuesto en el artículo 41.

Ahora bien en el Código Procesal Penal se señala que las pruebas tienen por fin
llevar al conocimiento del juez, más allá de duda razonable, los hechos y circunstancias
materia del juicio y los de la responsabilidad penal del acusado, como autor o partícipe.

Los hechos y circunstancias de interés para la solución correcta del caso, se podrán
probar por cualquiera de los medios establecidos en este código o por cualquier otro
medio técnico o científico, que no viole los derechos humanos.

Toda prueba deberá ser solicitada o presentada en la audiencia preparatoria, salvo


lo dispuesto en el inciso final del artículo 357, y se practicará en el momento
correspondiente del juicio oral y público.

El elemento material probatorio, la evidencia física y el medio de prueba deberán


referirse, directa o indirectamente, a los hechos o circunstancias relativos a la comisión
de la conducta delictiva y sus consecuencias, así como a la identidad o a la
responsabilidad penal del acusado. También es pertinente cuando sólo sirve para hacer

95
más probable o menos probable uno de los hechos o circunstancias mencionados, o se
refiere a la credibilidad de un testigo o de un perito.

Toda prueba pertinente es admisible, salvo en alguno de los siguientes casos:

a) Que exista peligro de causar grave perjuicio indebido;

b) Probabilidad de que genere confusión en lugar de mayor claridad al asunto, o


exhiba escaso valor probatorio, y

c) Que sea injustamente dilatoria del procedimiento.

Toda prueba se practicará en la audiencia del juicio oral y público en presencia de


las partes, intervinientes que hayan asistido y del público presente, con las limitaciones
establecidas en este código.

Las partes tienen la facultad de controvertir, tanto los medios de prueba como los
elementos materiales probatorios y evidencia física presentados en el juicio, o aquellos
que se practiquen por fuera de la audiencia pública.

El juez deberá tener en cuenta como pruebas únicamente las que hayan sido
practicadas y controvertidas en su presencia. La admisibilidad de la prueba de referencia
es excepcional.

Los medios de prueba, los elementos materiales probatorios y la evidencia física,


se apreciarán en conjunto. Los criterios para apreciar cada uno de ellos serán señalados
en el respectivo capítulo.

Para condenar se requiere el conocimiento más allá de toda duda, acerca del delito
y de la responsabilidad penal del acusado, fundado en las pruebas debatidas en el juicio.
La sentencia condenatoria no podrá fundamentarse exclusivamente en pruebas de
referencia.

Son medios de conocimiento la prueba testimonial, la prueba pericial, la prueba


documental, la prueba de inspección, los elementos materiales probatorios, evidencia
física, o cualquier otro medio técnico o científico, que no viole el ordenamiento jurídico.

Ahora bien, en la legislación Argentina se señala en el Código de procedimiento


civil y comercial siempre que se hayan alegado hechos conducentes acerca de los cuales
no hubiere conformidad entre las partes, aunque éstas no lo pidan, el juez recibirá la causa

96
a prueba. Si alguna de las partes se opusiese dentro de quinto día, el juez resolverá lo que
sea procedente previo traslado. La resolución sólo será apelable si dejara sin efecto la
apertura a prueba.

Si dentro de quinto día de quedar firme la providencia de apertura a prueba todas


las partes manifestaren que no tienen ninguna a producir, o que esta consiste únicamente
en las constancias del expediente o en la documental ya agregada y no cuestionada, la
causa quedará conclusa para definitiva, y, previo cumplimiento de lo dispuesto en el
artículo 357 párrafo segundo, el juez llamará autos para sentencia.

El período de prueba quedará clausurado antes de su vencimiento, sin necesidad


de declaración expresa, cuando todas hubiesen quedado producidas, o las partes
renunciaren a las pendientes.

No podrán producirse pruebas sino sobre hechos que hayan sido articulados por
las partes en sus escritos respectivos. No serán admitidas las que fueren manifiestamente
improcedentes o superfluas o meramente dilatorias.

Cuando con posterioridad a la contestación de la demanda o reconvención


ocurriese o llegase a conocimiento de las partes algún hecho que tuviese relación con la
cuestión que se ventila, podrán alegarlo hasta 5 días después de notificada la providencia
de apertura a prueba.

Del escrito en que se alegue se dará traslado a la otra parte la que, dentro del plazo
para contestarlo, podrá también alegar otros hechos en contraposición a los nuevamente
alegados. En este caso quedará suspendido el plazo de prueba hasta la notificación de la
resolución que los admita o los deniegue.

En los supuestos mencionados en los párrafos precedentes, las pruebas podrán


recaer también sobre los hechos nuevamente aducidos.

La resolución que admitiere el hecho nuevo será inapelable. La que lo rechazare


será apelable en efecto diferido. El plazo de prueba será fijado por el juez y no excederá
de 40 días. Las pruebas deberán ofrecerse dentro de los primeros 10 días.

97
Las audiencias deberán señalarse dentro del plazo de prueba y, en lo posible,
simultáneamente en ambos cuadernos. Se concentrarán en la misma fecha o en días
sucesivos teniendo en cuenta la naturaleza de las pruebas.

Cuando la prueba deba producirse fuera de la república, el juez señalará el plazo


extraordinario que se considere suficiente, el que no podrá exceder de 90 y 180 días,
según se trate o no, respectivamente, de un país limítrofe.

Requisitos de la concesión del plazo extraordinario. Para la concesión del plazo


extraordinario se requerirá:

1) Que se solicite dentro de los diez primeros días de notificada la providencia de


apertura a prueba.

2) Que en el escrito en que se pide se indiquen las pruebas a producir y, en su caso,


el nombre y domicilio de los testigos y los documentos que deban testimoniarse,
mencionando los archivos o registros donde se encuentre.

Formación de cuaderno, resolución y recurso. Cumplidos los requisitos del


artículo anterior, se formará cuaderno por separado y el juez resolverá sin sustanciación
alguna. La resolución que conceda el plazo extraordinario será inapelable.

La que lo deniegue será apelable, pero únicamente se elevará a la Cámara el


respectivo cuaderno.

Cuando hubiese transcurrido el plazo extraordinario sin haberse diligenciado la


prueba para cuya producción se concedió, y el proceso se encontrare en las condiciones a
que se refiere el artículo 480, se procederá en la forma dispuesta por éste y el juez podrá,
incluso, dictar sentencia definitiva, salvo que considerase que dicha prueba revista
carácter esencial para la decisión de la causa.

Si se hubiese pronunciado sentencia en primera instancia, y deducido contra ella


recurso de apelación, la prueba deberá ser agregada en la alzada, siempre que no hubiese
mediado declaración de negligencia a su respecto.

98
El plazo extraordinario de prueba correrá conjuntamente con el ordinario, pero
empezará a contarse desde el día siguiente al de la notificación de la resolución que lo
hubiere otorgado.

Cuando ambos litigantes hayan solicitado el plazo extraordinario, las costas serán
satisfechas en la misma forma que las demás del pleito, pero si se hubiese concedido a
uno solo y éste no ejecutase la prueba que hubiese propuesto, abonará todas las costas,
incluso los gastos en que haya incurrido la otra parte para hacerse representar donde
debieran practicarse las diligencias.

Salvo acuerdo de parte o fuerza mayor, el plazo de prueba, tanto ordinario como
extraordinario, no se suspenderá por ningún incidente o recurso.

Cuando la prueba consistiere en constancias de otros expedientes judiciales no


terminados, la parte agregará los testimonios o certificados de las piezas pertinentes, sin
perjuicio de la facultad del juez de requerir dichas constancias o los expedientes, en
oportunidad de encontrarse el expediente en estado de dictar sentencia.

Incumbirá la carga de la prueba a la parte que afirme la existencia de un hecho


controvertido o de un precepto jurídico que el juez o tribunal no tenga el deber de conocer.
Cada una de las partes deberá probar el presupuesto de hecho de la norma o normas que
invocare como fundamento de su pretensión, defensa o excepción. La prueba deberá
producirse por los medios previstos expresamente por la ley o por los que el juez
disponga, a pedido de parte o de oficio, siempre que no afecten la moral, la libertad
personal de los litigantes o de terceros, o no estén expresamente prohibidos para el caso.
Los medios de prueba no previstos se diligenciarán aplicando por analogía las
disposiciones de los que sean semejantes, o en su defecto, en la forma que establezca el
juez.

Serán irrecurribles las resoluciones del juez sobre producción, denegación y


sustanciación de las pruebas, pero si se hubiese negado alguna medida, la parte interesada
podrá solicitar a la Cámara que la diligencie cuando el expediente le fuere remitido para
que conozca del recurso contra la sentencia definitiva.

Se formará cuaderno separado de la prueba de cada parte, la que se agregará al


expediente al vencimiento del plazo probatorio.

99
Los jueces asistirán a las actuaciones de prueba que deban practicarse fuera de la
sede del juzgado o tribunal, pero dentro del radio urbano del lugar.

Cuando las actuaciones deban practicarse fuera del radio urbano, pero dentro del
departamento judicial, los jueces podrán trasladarse para recibirlas o encomendar la
diligencia a los de las respectivas localidades. Si se tratare de un reconocimiento judicial
los jueces podrán trasladarse a cualquier lugar de la República donde deba tener lugar la
diligencia. Tanto en el caso del artículo precedente como en el de los artículos 367 y 451,
los oficios o exhortos serán librados dentro de quinto día. Se tendrá por desistida de la
prueba a la parte dentro de igual plazo contado desde la fecha de entrega del oficio o
exhorto, no dejase constancia en el expediente de esa circunstancia.

Se desestimará el pedido de declaración de negligencia cuando la prueba se


hubiere producido y agregado antes de vencido el plazo para contestarlo. También, y sin
sustanciación alguna, si se acusare negligencia respecto de la prueba de posiciones y de
testigos antes de la fecha y hora de celebración de la audiencia, o de peritos, antes de que
hubiese vencido el plazo para presentar la pericia. En estos casos, la resolución del juez
será irrecurrible; en los demás, quedará a salvo el derecho de los interesados para
replantear la cuestión en la alzada, en los términos del artículo 255, inciso 2).

Salvo disposición legal en contrario, los jueces formarán su convicción respecto


del aprueba de conformidad con las reglas de la sana crítica. No tendrá el deber de
expresar en la sentencia la valoración de todas las pruebas producidas, sino únicamente
de las que fueren esenciales y decisivas para el fallo de la causa.

Por su parte en el Código Procesal Penal se señala que la instrucción tendrá por
objeto:

1°) Comprobar si existe un hecho delictuoso mediante las diligencias conducentes


al descubrimiento de la verdad.

2°) Establecer las circunstancias que califiquen el hecho, lo agraven, atenúen o


justifiquen, o influyan en la punibilidad.

3°) Individualizar a los partícipes.

100
4°) Verificar la edad, educación, costumbres, condiciones de vida, medios de
subsistencia y antecedentes del imputado; el estado y desarrollo de sus facultades
mentales, las condiciones en que actuó, los motivos que han podido determinarlo a
delinquir y las demás circunstancias que revelen su mayor o menor peligrosidad.

5°) Comprobar la extensión del daño causado por el delito, aunque el damnificado
no se hubiera constituido en actor civil.

El juez de instrucción deberá proceder directa e inmediatamente a investigar los


hechos que aparezcan cometidos en su circunscripción judicial, sin perjuicio de lo
dispuesto en el artículo 196.

La instrucción será iniciada en virtud de un requerimiento fiscal, o de una


prevención o información policial, según lo dispuesto en los artículos 188 y 186,
respectivamente, y se limitará a los hechos referidos en tales actos.

El juez rechazará el requerimiento fiscal u ordenará el archivo de las actuaciones


policiales, por auto, cuando el hecho imputado no constituya delito o no se pueda
proceder. La resolución será apelable por el agente fiscal y la parte querellante.

El juez de instrucción podrá decidir que la dirección de la investigación de los


delitos de acción pública de competencia criminal quede a cargo del agente fiscal, quien
deberá ajustar su proceder a las reglas establecidas en la sección II del presente título.

En aquellos casos en los cuales la denuncia de la comisión de un delito de acción


pública sea receptada directamente por el agente fiscal, o promovida por él la acción penal
de oficio, éste deberá poner inmediatamente en conocimiento de ella al juez de
instrucción, practicará las medidas de investigación ineludibles, cuando corresponda,
solicitará al juez de instrucción que recepte la declaración del imputado, conforme las
reglas establecidas en la sección II de este título, luego de lo cual el juez de instrucción
decidirá inmediatamente si toma a su cargo la investigación, o si continuará en ella el
agente fiscal.

Los jueces en lo correccional, en lo penal económico, de menores, en lo criminal


y correccional federal de la Capital Federal y federales con asiento en las provincias,
tendrán la misma facultad que el párrafo primero del presente artículo otorga a los jueces
nacionales en lo criminal de instrucción.

101
No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, en los sumarios por hechos ilícitos
de competencia criminal de instrucción o correccional que no tengan autor
individualizado, la dirección de la investigación quedará desde el inicio de las actuaciones
delegada al Ministerio Público Fiscal, con noticia al juez competente en turno.

Por su parte en Chile los medios de prueba de que puede hacerse uso en juicio
son:

- Instrumentos;
- Testigos;
- Confesión de parte;
- Inspección personal del tribunal;
- Informes de peritos; y
- Presunciones.

En el Código Procesal Penal se establece que todos los hechos y circunstancias


pertinentes para la adecuada solución del caso sometido a enjuiciamiento podrán ser
probados por cualquier medio producido e incorporado en conformidad a la ley.

La prueba que hubiere de servir de base a la sentencia deberá rendirse durante la


audiencia del juicio oral, salvas las excepciones expresamente previstas en la ley. En estos
últimos casos, la prueba deberá ser incorporada en la forma establecida en el Párrafo 9º
de este Título.

Los tribunales apreciarán la prueba con libertad, pero no podrán contradecir los
principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente
afianzados.

El tribunal deberá hacerse cargo en su fundamentación de toda la prueba producida,


incluso de aquélla que hubiere desestimado, indicando en tal caso las razones que hubiere
tenido en cuenta para hacerlo.

La valoración de la prueba en la sentencia requerirá el señalamiento del o de los medios


de prueba mediante los cuales se dieren por acreditados cada uno de los hechos y
circunstancias que se dieren por probados. Esta fundamentación deberá permitir la
reproducción del razonamiento utilizado para alcanzar las conclusiones a que llegare la
sentencia.

102
3.1.3.4.- principales ámbitos de aplicación.

Las pruebas judiciales y extrajudiciales pueden utilizarse en un amplio abanico de


ámbitos. A continuación se explican algunos de los ámbitos de actuación más conocidos.

Ámbito Civil

En el proceso civil ha de destacarse que los dictámenes de que los litigantes


dispongan, elaborados por especialistas en peritajes por ellos designados y que estimen
necesarios o convenientes para la defensa de sus derechos, habrán de aportarlos con la
demanda o con la contestación de la misma.

Así mismo, podrán solicitar en sus respectivos escritos iniciales que se proceda a
la designación judicial de los especialistas en peritaje, si consideran conveniente o
necesario para sus intereses la emisión de un informe pericial.

Si no fuese posible aportar los dictámenes con la demanda o la contestación,


expresarán los dictámenes de que, en su caso, pretendan valerse, que habrán de aportar,
para su traslado a la parte contraria, en cuanto dispongan de ellos y en todo caso, antes de
iniciarse la audiencia previa al juicio ordinario o antes de la vista en el juicio verbal.

Ámbito Penal

Especial mención ha de hacerse al valor que en el proceso penal tienen los


dictámenes emitidos por organismos oficiales, siendo reiterados y concordes con los
precedentes jurisprudenciales que declaran la validez y eficacia de los informes
científicos realizados por los especialistas de los Laboratorios oficiales del Estado.

Estos especialistas están caracterizados por la condición de funcionarios públicos.


Así:

- No poseen interés en el caso concreto.


- Han adquirido un alto nivel de especialización técnica.
- Se encuentran adscritos a organismos dotados de costosos y sofisticados medios,
propios de las modernas técnicas de análisis.

La figura del especialista posee unas notas de imparcialidad, objetividad e


independencia, que le otorga eficacia probatoria sin contradicción procesal, a no ser que
las partes hubiesen manifestado su Disconformidad con el resultado de la pericia o la
competencia o imparcialidad profesional de los especialistas en peritaje, es decir, que el

103
informe pericial haya sido impugnado de uno u otro modo, en cuyo caso será necesaria la
comparecencia de los peritos al juicio oral para ratificar o aclarar su dictamen,
sometiéndose la prueba así a la contradicción de las partes, para que el Tribunal pueda
otorgar validez a la misma.

En el caso contrario, si ninguna de las partes manifiesta su oposición o discrepancia


con el dictamen pericial practicado, debe entenderse que dicho informe oficial adquiere
el carácter de prueba preconstituida, aceptada y consentida como tal de forma implícita.

Este criterio ha sido avalado por el Tribunal Constitucional al declarar la validez como
elemento probatorio de los informes practicados en la fase previa al juicio basados en
conocimientos especializados y que aparezcan documentados en las actuaciones que
permitan su valoración y contradicción, sin que sea necesaria la presencia de sus emisores.

Ámbito Laboral

En el ámbito laboral, el especialista en peritaje judicial tiene un papel fundamental en


el caso de accidentes laborales o conflictos de trabajo. En este sentido, el especialista en
peritaje judicial toma especial relevancia para determinar cuál de las dos partes, si el
trabajador o el empresario, llevan razón.

Dentro del ámbito laboral, la figura del médico forense como especialista en peritaje
judicial está a la orden del día.

3.1.3.5.- oportunidad de solicitud de prueba pericial.

En España la Ley de Enjuiciamiento Civil Español impone la necesidad de que la


demanda o, en su caso, el escrito de contestación incorpore ya la solicitud de la prueba
pericial por la parte actora o demandada, lo que a tenor de la propia ley resulta preciso
para todo supuesto en el que el litigante desee servirse de este tipo de prueba (Art.339
LEC), tanto para el caso en que pretenda la designación judicial de peritos para su
celebración o práctica en la vista del juicio, como para la incorporación de dictámenes
elaborados a instancia de parte (Art. 265.1 4º LEC).

Este sistema quiebra en el proceso laboral al ser en la fase de proposición de


pruebas del juicio oral donde se hará normalmente dicha solicitud, incorporando entonces
los dictámenes elaborados por los peritos de parte dificultando en la medida de lo posible
la defensa de las pretensiones contrarias al no desvelar el contenido de dicho informe
hasta la vista oral.

104
Esto es así porque el Artículo 80 de la Ley 36/2011, de 10 de octubre no impone
la exigencia de incorporar a la demanda la solicitud de la prueba pericial ni la
incorporación de los dictámenes (al igual que sucede con los documentos de prueba en
que las partes funden su derecho) a lo que hay que añadir que en esta jurisdicción no hay
trámite escrito de contestación a la demanda por lo que el demandado siempre deberá
proponerla en el acto de la vista oral.

Cuando lo que se pretenda sea el informe del médico forense previo examen del
paciente o la petición de prueba pericial a instancia del beneficiario de justicia gratuita,
de seguirse el procedimiento indicado sería materialmente imposible tener el dictamen
pericial para la fecha de celebración del juicio por lo que en estos casos la mejor solución
es que la parte solicite la práctica de dicha prueba bien en la demanda, bien en escrito
independiente pero con antelación suficiente a la celebración del juicio.

Por último, el proceso laboral presenta una nueva peculiaridad, ya que no debe
olvidarse que los jueces inadmitirá todas aquellas pruebas que se formulen y no puedan
practicarse en el acto del juicio. Frente a esta decisión judicial denegatoria, las partes no
podrán alegar indefensión puesto que al citárseles a juicio se les advierte en la propia
cédula de citación que los litigantes deberán de concurrir al juicio “con todos los medios
de prueba de que intenten valerse”. Esta previsión legal significa que el juicio no podrá
suspenderse si la parte no puede aportar su dictamen pericial a la vista, sin perjuicio de
que se solicite dicha suspensión ante la incomparecencia justificada del especialista en
peritaje, por enfermedad, fuerza mayor, etc.

Por su parte en la ley de enjuiciamiento criminal, indica que si para contestarlas


considerasen necesaria la práctica de cualquier reconocimiento, harán éste, acto continuo,
en el local de la misma audiencia si fuere posible. En otro caso se suspenderá la sesión
por el tiempo necesario, a no ser que puedan continuar practicándose otras diligencias de
prueba entre tanto que los peritos verifican el reconocimiento.

Por otro lado en la legislación mexicana en el Código Federal de Procedimiento


Civil se indica que la prueba pericial tendrá lugar en las cuestiones de un negocio relativas
a alguna ciencia o arte, y en los casos en que expresamente lo prevenga la ley.

Mientras que en el Código Federal de Procedimiento Penal se indica que siempre


que para el examen de personas, hechos u objetos, se requieran conocimientos especiales
se procederá con intervención de peritos.

105
Mientras que en Colombia en el Código General de Procedimiento se señala que
la prueba pericial es procedente para verificar hechos que interesen al proceso y requieran
especiales conocimientos científicos, técnicos o artísticos. Sobre un mismo hecho o
materia cada sujeto procesal sólo podrá presentar un dictamen pericial. Todo dictamen se
rendirá por un perito.

No serán admisibles los dictámenes periciales que versen sobre puntos de derecho,
sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 177 y 179 para la prueba de la ley y de la
costumbre extranjera. Sin embargo, las partes podrán asesorarse de abogados, cuyos
conceptos serán tenidos en cuenta por el juez como alegaciones de ellas.

El perito deberá manifestar bajo juramento que se entiende prestado por la firma
del dictamen que su opinión es independiente y corresponde a su real convicción
profesional. El dictamen deberá acompañarse de los documentos que le sirven de
fundamento y de aquellos que acrediten la idoneidad y la experiencia del perito.

Todo dictamen debe ser claro, preciso, exhaustivo y detallado; en él se explicarán


los exámenes, métodos, experimentos e investigaciones efectuadas, lo mismo que los
fundamentos técnicos, científicos o artísticos de sus conclusiones.

El dictamen suscrito por el perito deberá contener, como mínimo, las siguientes
declaraciones e informaciones:

1. La identidad de quien rinde el dictamen y de quien participó en su elaboración.

2. La dirección, el número de teléfono, número de identificación y los demás datos


que faciliten la localización del perito.

3. La profesión, oficio, arte o actividad especial ejercida por quien rinde el


dictamen y de quien participó en su elaboración. Deberán anexarse los documentos
idóneos que lo habilitan para su ejercicio, los títulos académicos y los documentos que
certifiquen la respectiva experiencia profesional, técnica o artística.

4. La lista de publicaciones, relacionadas con la materia del peritaje, que el perito


haya realizado en los últimos diez (10) años, si las tuviere.

5. La lista de casos en los que haya sido designado como perito o en los que haya
participado en la elaboración de un dictamen pericial en los últimos cuatro (4) años. Dicha

106
lista deberá incluir el juzgado o despacho en donde se presentó, el nombre de las partes,
de los apoderados de las partes y la materia sobre la cual versó el dictamen.

6. Si ha sido designado en procesos anteriores o en curso por la misma parte o por


el mismo apoderado de la parte, indicando el objeto del dictamen.

7. Si se encuentra en incurso en las causales contenidas en el artículo 50, en lo


pertinente.

8. Declarar si los exámenes, métodos, experimentos e investigaciones efectuados


son diferentes respecto de los que ha utilizado en peritajes rendidos en anteriores procesos
que versen sobre las mismas materias. En caso de que sea diferente, deberá explicar la
justificación de la variación.

9. Declarar si los exámenes, métodos, experimentos e investigaciones efectuados


son diferentes respecto de aquellos que utiliza en el ejercicio regular de su profesión u
oficio. En caso de que sea diferente, deberá explicar la justificación de la variación.

10. Relacionar y adjuntar los documentos e información utilizados para la


elaboración del dictamen.

Empero en el Código Procesal Penal Colombiano se describe que la prueba


pericial es procedente cuando sea necesario efectuar valoraciones que requieran
conocimientos científicos, técnicos, artísticos o especializados. Al perito le serán
aplicables, en lo que corresponda, las reglas del testimonio.

En la legislación Argentina se indica en el Código de Procedimiento Civil y de


Comercio que será admisible la prueba pericial cuando la apreciación de los hechos
controvertidos requiriere conocimientos especiales en alguna ciencia, arte, industria o
actividad técnica especializada.

Por su lado en el Código Procesal Penal se describe que el juez podrá ordenar
pericias siempre que para conocer o apreciar algún hecho o circunstancia pertinente a la
causa, sean necesarios o convenientes conocimientos especiales en alguna ciencia, arte o
técnica.

En cuanto la legislación Chilena, se establece en el Código de Procedimiento Civil


que se oirá informe de peritos en todos aquellos casos en que la ley así lo disponga, ya

107
sea que se valga de estas expresiones o de otras que indiquen la necesidad de consultar
opiniones periciales.

Cuando la ley ordene que se resuelva un asunto en juicio práctico o previo informe de
peritos, se entenderán cumplidas estas disposiciones agregando el reconocimiento y
dictamen pericial en conformidad a las reglas de este párrafo, al procedimiento que
corresponda usar, según la naturaleza de la acción deducida.

Podrá también oírse el informe de peritos:

1° Sobre puntos de hecho para cuya apreciación se necesiten conocimientos especiales


de alguna ciencia o arte; y

2° Sobre puntos de derecho referentes a alguna legislación extranjera.

Los gastos y honorarios que en estos casos se originen por la diligencia misma o
por la comparecencia de la otra parte al lugar donde debe practicarse, serán de cargo del
que la haya solicitado; salvo que el tribunal estime necesaria la medida para el
esclarecimiento de la cuestión, y sin perjuicio de lo que en definitiva se resuelva sobre
pago de costas. El tribunal, de oficio o a petición de parte, podrá ordenar que previamente
se consigne una cantidad prudencial para responder a los gastos y honorarios referidos.

La resolución por la cual se fije el monto de la consignación será notificada por


cédula al que solicitó el informe de peritos. Si dicha parte deja transcurrir diez días,
contados desde la fecha de la notificación, sin efectuar la consignación, se la tendrá por
desistida de la diligencia pericial solicitada, sin más trámite. El reconocimiento de peritos
podrá decretarse de oficio en cualquier estado del juicio, pero las partes sólo podrán
solicitarlo dentro del término probatorio. Decretado el informe de peritos, no se
suspenderá por ello el procedimiento.

3.2.- intervención del perito en el proceso judicial, en derecho comparado;


España, México, Colombia, Chile y Argentina.

3.2.1.- legislación procedente.-

Se procederá en realizar un análisis sistemático de distintas legislaciones,


realizando el distingo si hace referencia a materia civil o penal, en este orden de ideas en
cuanto la legislación Española se analizaran la Ley de Enjuiciamiento Civil y Ley de
Enjuiciamiento Criminal Española, en cuanto la legislación Mexicana se analizará el

108
Código Federal de Procedimiento Civil y el Código Federal de Procedimiento Penal, en
la legislación Colombiana se analizara el Código General de Procedimiento y el Código
Procesal Penal, en la legislación Argentina se citará el Código Civil y Comercial y el
Código Procesal Penal, por último en la legislación Chilena se tendrá en colación el
Código de Procedimiento Civil y el Código Procesal Penal.

3.2.2.- intervención del perito en el proceso civil.

En España, en la Ley de Enjuiciamiento Civil Español señala que cuando sean


necesarios conocimientos científicos, artísticos, técnicos o prácticos para valorar hechos
o circunstancias relevantes en el asunto o adquirir certeza sobre ellos, las partes podrán
aportar al proceso el dictamen de peritos que posean los conocimientos correspondientes
o solicitar, en los casos previstos en esta ley, que se emita dictamen por perito designado
por el tribunal.

Al emitir el dictamen, todo perito deberá manifestar, bajo juramento o promesa de


decir verdad, que ha actuado y, en su caso, actuará con la mayor objetividad posible,
tomando en consideración tanto lo que pueda favorecer como lo que sea susceptible de
causar perjuicio a cualquiera de las partes, y que conoce las sanciones penales en las que
podría incurrir si incumpliere su deber como perito.

Salvo acuerdo en contrario de las partes, no se podrá solicitar dictamen a un perito


que hubiera intervenido en una mediación o arbitraje relacionados con el mismo asunto.

Los dictámenes de que los litigantes dispongan, elaborados por peritos por ellos
designados, y que estimen necesarios o convenientes para la defensa de sus derechos,
habrán de aportarlos con la demanda o con la contestación, sin perjuicio de lo dispuesto
en el artículo 337.

Los dictámenes se formularán por escrito, acompañados, en su caso, de los demás


documentos, instrumentos o materiales adecuados para exponer el parecer del perito sobre
lo que haya sido objeto de la pericia. Si no fuese posible o conveniente aportar estos
materiales e instrumentos, el escrito de dictamen contendrá sobre ellos las indicaciones
suficientes.

Podrán, asimismo, acompañarse al dictamen los documentos que se estimen


adecuados para su más acertada valoración.

109
Se entenderá que al demandante le es posible aportar con la demanda dictámenes
escritos elaborados por perito por él designado, si no justifica cumplidamente que la
defensa de su derecho no ha permitido demorar la interposición de aquélla hasta la
obtención del dictamen.

El demandado que no pueda aportar dictámenes escritos con la contestación a la


demanda deberá justificar la imposibilidad de pedirlos y obtenerlos dentro del plazo para
contestar.

A instancia de parte, el juzgado o tribunal podrá acordar que se permita al


demandado examinar por medio de abogado o perito las cosas y los lugares cuyo estado
y circunstancias sean relevantes para su defensa o para la preparación de los informes
periciales que pretenda presentar. Asimismo, cuando se trate de reclamaciones por daños
personales, podrá instar al actor para que permita su examen por un facultativo, a fin de
preparar un informe pericial.

Si no les fuese posible a las partes aportar dictámenes elaborados por peritos por
ellas designados, junto con la demanda o contestación, expresarán en una u otra los
dictámenes de que, en su caso, pretendan valerse, que habrán de aportar, para su traslado
a la parte contraria, en cuanto dispongan de ellos, y en todo caso cinco días antes de
iniciarse la audiencia previa al juicio ordinario o de la vista en el verbal.

Aportados los dictámenes conforme a lo dispuesto en el apartado anterior, las


partes habrán de manifestar si desean que los peritos autores de los dictámenes
comparezcan en el juicio regulado en los artículos 431 y siguientes de Ley de
Enjuiciamiento Civil o, en su caso, en la vista del juicio verbal, expresando si deberán
exponer o explicar el dictamen o responder a preguntas, objeciones o propuestas de
rectificación o intervenir de cualquier otra forma útil para entender y valorar el dictamen
en relación con lo que sea objeto del pleito.

Aportación de dictámenes en función de actuaciones procesales posteriores a la


demanda. Solicitud de intervención de los peritos en el juicio o vista. Lo dispuesto en el
artículo anterior no será de aplicación a los dictámenes cuya necesidad o utilidad se ponga
de manifiesto a causa de alegaciones del demandado en la contestación a la demanda o
de las alegaciones o pretensiones complementarias admitidas en la audiencia, a tenor del
artículo 426 de la Ley en comento.

110
Los dictámenes cuya necesidad o utilidad venga suscitada por la contestación a
la demanda o por lo alegado y pretendido en la audiencia previa al juicio se aportarán por
las partes, para su traslado a las contrarias, con al menos cinco días de antelación a la
celebración del juicio o de la vista, manifestando las partes al tribunal si consideran
necesario que concurran a dicho juicio o vista los peritos autores de los dictámenes, con
expresión de lo que se señala en el apartado 2 del artículo 337.

El tribunal podrá acordar también en este caso la presencia de los peritos en el


juicio o vista en los términos señalados anteriormente. Si cualquiera de las partes fuese
titular del derecho de asistencia jurídica gratuita, no tendrá que aportar con la demanda o
la contestación el dictamen pericial, sino simplemente anunciarlo, a los efectos de que se
proceda a la designación judicial de perito, conforme a lo que se establece en la Ley de
asistencia jurídica gratuita.

El demandante o el demandado, aunque no se hallen en el caso del apartado


anterior, también podrán solicitar en sus respectivos escritos iniciales que se proceda a la
designación judicial de perito, si entienden conveniente o necesario para sus intereses la
emisión de informe pericial. En tal caso, el tribunal procederá a la designación. Dicho
dictamen será a costa de quien lo haya pedido, sin perjuicio de lo que pudiere acordarse
en materia de costas. Salvo que se refiera a alegaciones o pretensiones no contenidas en
la demanda, no se podrá solicitar, con posterioridad a la demanda o a la contestación,
informe pericial elaborado por perito designado judicialmente.

La designación judicial de perito deberá realizarse en el plazo de cinco días desde


la presentación de la contestación a la demanda, con independencia de quién haya
solicitado dicha designación. Cuando ambas partes la hubiesen pedido inicialmente, el
tribunal podrá designar, si aquéllas se muestran conformes, un único perito que emita el
informe solicitado. En tal caso, el abono de los honorarios del perito corresponderá
realizarlo a ambos litigantes por partes iguales, sin perjuicio de lo que pudiere acordarse
en materia de costas.

En el juicio ordinario, si, a consecuencia de las alegaciones o pretensiones


complementarias permitidas en la audiencia, las partes solicitasen, conforme previene el
apartado 4 del artículo 427, la designación por el tribunal de un perito que dictamine, lo
acordará éste así, siempre que considere pertinente y útil el dictamen.

111
Lo mismo podrá hacer el tribunal cuando se trate de juicio verbal y las partes
solicitasen en la vista designación de perito, en cuyo caso se interrumpirá aquélla hasta
que se realice el dictamen. En los casos señalados en los dos apartados anteriores, si las
partes que solicitasen la designación de un perito por el tribunal estuviesen además de
acuerdo en que el dictamen sea emitido por una determinada persona o entidad, así lo
acordará el tribunal. Si no hubiese acuerdo de las partes, el perito será designado por el
procedimiento establecido en el artículo 341.

El tribunal podrá, de oficio, designar perito cuando la pericia sea pertinente en


procesos sobre declaración o impugnación de la filiación, paternidad y maternidad, sobre
la capacidad de las personas o en procesos matrimoniales. El tribunal no designará más
que un perito titular por cada cuestión o conjunto de cuestiones que hayan de ser objeto
de pericia y que no requieran, por la diversidad de su materia, el parecer de expertos
distintos.

Los peritos deberán poseer el título oficial que corresponda a la materia objeto del
dictamen y a la naturaleza de éste. Si se tratare de materias que no estén comprendidas en
títulos profesionales oficiales, habrán de ser nombrados entre personas entendidas en
aquellas materias. Podrá asimismo solicitarse dictamen de Academias e instituciones
culturales y científicas que se ocupen del estudio de las materias correspondientes al
objeto de la pericia. También podrán emitir dictamen sobre cuestiones específicas las
personas jurídicas legalmente habilitadas para ello.

En los casos del apartado anterior, la institución a la que se encargue el dictamen


expresará a la mayor brevedad qué persona o personas se encargarán directamente de
prepararlo, a las que se exigirá el juramento o promesa previsto en el apartado segundo
del artículo 335.

En el mes de enero de cada año se interesará de los distintos Colegios


profesionales o, en su defecto, de entidades análogas, así como de las Academias e
instituciones culturales y científicas a que se refiere el apartado segundo del artículo
anterior el envío de una lista de colegiados o asociados dispuestos a actuar como peritos.
La primera designación de cada lista se efectuará por sorteo realizado en presencia del
Letrado de la Administración de Justicia, y a partir de ella se efectuarán las siguientes
designaciones por orden correlativo.

112
Cuando haya de designarse perito a persona sin título oficial, práctica o entendida
en la materia, previa citación de las partes, se realizará la designación por el
procedimiento establecido en el apartado anterior, usándose para ello una lista de personas
que cada año se solicitará de sindicatos, asociaciones y entidades apropiadas, y que deberá
estar integrada por al menos cinco de aquellas personas. Si, por razón de la singularidad
de la materia de dictamen, únicamente se dispusiera del nombre de una persona entendida
o práctica, se recabará de las partes su consentimiento y sólo si todas lo otorgan se
designará perito a esa persona.

En el mismo día o siguiente día hábil a la designación, el Letrado de la


Administración de Justicia comunicará ésta al perito titular, requiriéndole para que en el
plazo de dos días manifieste si acepta el cargo. En caso afirmativo, se efectuará el
nombramiento y el perito hará, en la forma en que se disponga, la manifestación bajo
juramento o promesa que ordena el apartado 2 del artículo 335.

Si el perito designado adujere justa causa que le impidiere la aceptación, y el


Letrado de la Administración de Justicia la considerare suficiente, será sustituido por el
siguiente de la lista, y así sucesivamente, hasta que se pudiere efectuar el nombramiento.

El perito designado podrá solicitar, en los tres días siguientes a su nombramiento,


la provisión de fondos que considere necesaria, que será a cuenta de la liquidación final.
El Letrado de la Administración de Justicia, mediante decreto, decidirá sobre la provisión
solicitada y ordenará a la parte o partes que hubiesen propuesto la prueba pericial y no
tuviesen derecho a la asistencia jurídica gratuita, que procedan a abonar la cantidad fijada
en la Cuenta de Depósitos y Consignaciones del Tribunal, en el plazo de cinco días.
Transcurrido dicho plazo, si no se hubiere depositado la cantidad establecida, el perito
quedará eximido de emitir el dictamen, sin que pueda procederse a una nueva
designación. Cuando el perito designado lo hubiese sido de común acuerdo, y uno de los
litigantes no realizare la parte de la consignación que le correspondiere, el Letrado de la
Administración de Justicia ofrecerá al otro litigante la posibilidad de completar la
cantidad que faltare, indicando en tal caso los puntos sobre los que deba pronunciarse el
dictamen, o de recuperar la cantidad depositada, en cuyo caso se aplicará lo dispuesto en
el párrafo anterior.

113
Sólo podrán ser objeto de recusación los peritos designados judicialmente. En
cambio, los peritos no recusables podrán ser objeto de tacha cuando concurra en ellos
alguna de las siguientes circunstancias:

1.º Ser cónyuge o pariente por consanguinidad o afinidad, dentro del cuarto grado
civil de una de las partes o de sus abogados o procuradores.

2.º Tener interés directo o indirecto en el asunto o en otro semejante.

3.º Estar o haber estado en situación de dependencia o de comunidad o


contraposición de intereses con alguna de las partes o con sus abogados o procuradores.

4.º Amistad íntima o enemistad con cualquiera de las partes o sus procuradores o
abogados.

5.º Cualquier otra circunstancia, debidamente acreditada, que les haga desmerecer
en el concepto profesional.

Las tachas no podrán formularse después del juicio o de la vista, en los juicios
verbales. Si se tratare de juicio ordinario, las tachas de los peritos autores de dictámenes
aportados con demanda o contestación se propondrán en la audiencia previa al juicio. Al
formular tachas de peritos, se podrá proponer la prueba conducente a justificarlas, excepto
la testifical.

Cualquier parte interesada podrá dirigirse al tribunal a fin de negar o contradecir


la tacha, aportando los documentos que consideren pertinentes a tal efecto. Si la tacha
menoscabara la consideración profesional o personal del perito, podrá éste solicitar del
tribunal que, al término del proceso, declare, mediante providencia, que la tacha carece
de fundamento.

Sin más trámites, el tribunal tendrá en cuenta la tacha y su eventual negación o


contradicción en el momento de valorar la prueba, formulando, en su caso, mediante
providencia, la declaración de falta de fundamento de la tacha prevista en el apartado
anterior. Si apreciase temeridad o deslealtad procesal en la tacha, a causa de su motivación
o del tiempo en que se formulara, podrá imponer a la parte responsable, con previa
audiencia, una multa de 60 a 600 euros.

Cuando la emisión del dictamen requiera algún reconocimiento de lugares, objetos


o personas o la realización de operaciones análogas, las partes y sus defensores podrán

114
presenciar uno y otras, si con ello no se impide o estorba la labor del perito y se puede
garantizar el acierto e imparcialidad del dictamen.

Si alguna de las partes solicitare estar presente en las operaciones periciales del
apartado anterior, el tribunal decidirá lo que proceda y, en caso de admitir esa presencia,
ordenará al perito que dé aviso directamente a las partes, con antelación de al menos
cuarenta y ocho horas, del día, hora y lugar en que aquellas operaciones se llevarán a
cabo.

El perito que el tribunal designe emitirá por escrito su dictamen, que hará llegar
por medios electrónicos al tribunal en el plazo que se le haya señalado. De dicho dictamen
se dará traslado por el Letrado de la Administración de Justicia a las partes por si
consideran necesario que el perito concurra al juicio o a la vista a los efectos de que aporte
las aclaraciones o explicaciones que sean oportunas. El tribunal podrá acordar, en todo
caso, mediante providencia, que considera necesaria la presencia del perito en el juicio o
la vista para comprender y valorar mejor el dictamen realizado.

Los peritos tendrán en el juicio o en la vista la intervención solicitada por las


partes, que el tribunal admita. El tribunal sólo denegará las solicitudes de intervención
que, por su finalidad y contenido, hayan de estimarse impertinentes o inútiles, o cuando
existiera un deber de confidencialidad derivado de la intervención del perito en un
procedimiento de mediación anterior entre las partes. En especial, las partes y sus
defensores podrán pedir:

1.º Exposición completa del dictamen, cuando esa exposición requiera la


realización de otras operaciones, complementarias del escrito aportado, mediante el
empleo de los documentos, materiales y otros elementos a que se refiere el apartado 2 del
artículo 336.

2.º Explicación del dictamen o de alguno o algunos de sus puntos, cuyo significado
no se considerase suficientemente expresivo a los efectos de la prueba.

3.º Respuestas a preguntas y objeciones, sobre método, premisas, conclusiones y


otros aspectos del dictamen.

4.º Respuestas a solicitudes de ampliación del dictamen a otros puntos conexos,


por si pudiera llevarse a cabo en el mismo acto y a efectos, en cualquier caso, de conocer

115
la opinión del perito sobre la posibilidad y utilidad de la ampliación, así como del plazo
necesario para llevarla a cabo.

5.º Crítica del dictamen de que se trate por el perito de la parte contraria.

6.º Formulación de las tachas que pudieren afectar al perito.

El tribunal podrá también formular preguntas a los peritos y requerir de ellos


explicaciones sobre lo que sea objeto del dictamen aportado, pero sin poder acordar, de
oficio, que se amplíe, salvo que se trate de peritos designados de oficio conforme a lo
dispuesto en el apartado 5 del artículo 339. El tribunal valorará los dictámenes periciales
según las reglas de la sana crítica.

Se practicará por perito el cotejo de letras cuando la autenticidad de un documento


privado se niegue o se ponga en duda por la parte a quien perjudique. También podrá
practicarse cotejo de letras cuando se niegue o discuta la autenticidad de cualquier
documento público que carezca de matriz y de copias fehacientes según lo dispuesto en
el artículo 1221 del Código Civil, siempre que dicho documento no pueda ser reconocido
por el funcionario que lo hubiese expedido o por quien aparezca como fedatario
interviniente.

El cotejo de letras se practicará por perito designado por el tribunal conforme a lo


dispuesto en los artículos 341 y 342 de esta Ley. La parte que solicite el cotejo de letras
designará el documento o documentos indubitados con que deba hacerse.

Se considerarán documentos indubitados a los efectos de cotejar las letras:

1.º Los documentos que reconozcan como tales todas las partes a las que pueda
afectar esta prueba pericial.

2.º Las escrituras públicas y los que consten en los archivos públicos relativos al
Documento Nacional de Identidad.

3.º Los documentos privados cuya letra o firma haya sido reconocida en juicio por
aquel a quien se atribuya la dudosa.

4.º El escrito impugnado, en la parte en que reconozca la letra como suya aquel a
quien perjudique.

116
A falta de los documentos enumerados en el apartado anterior, la parte a la que se
atribuya el documento impugnado o la firma que lo autorice podrá ser requerida, a
instancia de la contraria, para que forme un cuerpo de escritura que le dictará el tribunal
o el Letrado de la Administración de Justicia. Si el requerido se negase, el documento
impugnado se considerará reconocido.

Si no hubiese documentos indubitados y fuese imposible el cotejo con un cuerpo


de escritura por fallecimiento o ausencia de quien debiera formarlo, el tribunal apreciará
el valor del documento impugnado conforme a las reglas de la sana crítica.

El perito que lleve a cabo el cotejo de letras consignará por escrito las operaciones
de comprobación y sus resultados. Será de aplicación al dictamen pericial de cotejo de
letras lo dispuesto en los artículos 346, 347 y 348 de esta Ley de Enjuiciamiento Civil.

Cuando sea necesario o conveniente para conocer el contenido o sentido de una


prueba o para proceder a su más acertada valoración, podrán las partes aportar o proponer
dictámenes periciales sobre otros medios de prueba admitidos por el tribunal al amparo
de lo previsto en los apartados 2 y 3 del artículo 299.

El reconocimiento judicial se acordará cuando para el esclarecimiento y


apreciación de los hechos sea necesario o conveniente que el tribunal examine por sí
mismo algún lugar, objeto o persona. Sin perjuicio de la amplitud que el tribunal estime
que ha de tener el reconocimiento judicial, la parte que lo solicite habrá de expresar los
extremos principales a que quiere que éste se refiera e indicará si pretende concurrir al
acto con alguna persona técnica o práctica en la materia. La otra parte podrá, antes de la
realización del reconocimiento judicial, proponer otros extremos que le interesen y
asimismo deberá manifestar si asistirá con persona de las indicadas en el párrafo anterior.

Acordada por el Tribunal la práctica del reconocimiento judicial, el Secretario


señalará con cinco días de antelación, por lo menos, el día y hora en que haya de
practicarse el mismo.

El tribunal podrá acordar cualesquiera medidas que sean necesarias para lograr la
efectividad del reconocimiento, incluida la de ordenar la entrada en el lugar que deba
reconocerse o en que se halle el objeto o la persona que se deba reconocer.

Las partes, sus procuradores y abogados podrán concurrir al reconocimiento


judicial y hacer al tribunal, de palabra, las observaciones que estimen oportunas.

117
Si, de oficio o a instancia de parte, el tribunal considerase conveniente oír las
observaciones o declaraciones de las personas les recibirá previamente juramento o
promesa de decir verdad.

El reconocimiento judicial de una persona se practicará a través de un


interrogatorio realizado por el tribunal, que se adaptará a las necesidades de cada caso
concreto. En dicho interrogatorio, que podrá practicarse, si las circunstancias lo
aconsejaren, a puerta cerrada o fuera de la sede del tribunal, podrán intervenir las partes
siempre que el tribunal no lo considere perturbador para el buen fin de la diligencia.

En todo caso, en la práctica del reconocimiento judicial se garantizará el respeto


a la dignidad e intimidad de la persona.

Cuando el tribunal lo considere conveniente, podrá disponer, mediante


providencia, que se practiquen en un solo acto el reconocimiento judicial y el pericial,
sobre el mismo lugar, objeto o persona, siguiéndose el procedimiento establecido en esta
Sección. Las partes podrán solicitar también la práctica conjunta de ambos
reconocimientos y el tribunal la ordenará si la estima procedente.

A instancia de parte y a su costa, el tribunal podrá determinar mediante


providencia que los testigos sean examinados acto continuo del reconocimiento judicial,
cuando la vista del lugar o de las cosas o personas pueda contribuir a la claridad de su
testimonio. También se podrá practicar, a petición de parte, el interrogatorio de la
contraria cuando se den las mismas circunstancias señaladas en el apartado anterior.

Del reconocimiento judicial practicado se levantará por el Letrado de la


Administración de Justicia acta detallada, consignándose en ella con claridad las
percepciones y apreciaciones del tribunal, así como las observaciones hechas por las
partes y por las personas a que se refiere el artículo 354.

También se recogerá en acta el resultado de las demás actuaciones de prueba que


se hubieran practicado en el mismo acto del reconocimiento judicial, según lo dispuesto
en los artículos 356 y 357.

Se utilizarán medios de grabación de imagen y sonido u otros instrumentos


semejantes para dejar constancia de lo que sea objeto de reconocimiento judicial y de las
manifestaciones de quienes intervengan en él, pero no se omitirá la confección del acta y
se consignará en ella cuanto sea necesario para la identificación de las grabaciones,

118
reproducciones o exámenes llevados a cabo, que habrán de conservarse por el Letrado de
la Administración de Justicia de modo que no sufran alteraciones. Cuando sea posible la
copia, con garantías de autenticidad, de lo grabado o reproducido por los antedichos
medios o instrumentos, la parte a quien interese, a su costa, podrá pedirla y obtenerla del
tribunal.

Mientras que en México se regulara en el Código Federal de Procedimiento Civil


Mexicano señalando que la prueba pericial tendrá lugar en las cuestiones de un negocio
relativas a alguna ciencia o arte, y en los casos en que expresamente lo prevenga la ley.

Los peritos deben tener título en la ciencia o arte a que pertenezca la cuestión
sobre que ha de oírse su parecer, si la profesión o el arte estuviere legalmente
reglamentado.

Si la profesión o el arte no estuviere legalmente reglamentado, o, estándolo, no


hubiere peritos en el lugar, podrán ser nombradas cualesquiera personas entendidas, a
juicio del tribunal, aun cuando no tengan título.

Cada parte nombrará un perito, a no ser que se pusieren de acuerdo en el


nombramiento de uno solo.

Si fueren más de dos los litigantes, nombrarán un perito los que sostuvieren unas
mismas pretensiones, y otro los que las contradigan.

Si los que deben nombrar un perito no pudieren ponerse de acuerdo, el tribunal


designará uno de entre los que propongan los interesados.

La parte que desee rendir prueba pericial, deberá promoverla dentro de los diez
primeros días del término ordinario o del extraordinario, o en su caso, por medio de un
escrito en que formulará las preguntas o precisará los puntos sobre que debe versar; hará
la designación del perito de su parte, y propondrá un tercero para el caso de desacuerdo.

El tribunal concederá, a las demás partes, el término de cinco días para que
adicionen el cuestionario con lo que les interese, previniéndolas, que, en el mismo
término, nombren el perito que les corresponda, y manifiesten si están o no conformes
con que se tenga como perito tercero al propuesto por el promovente.

Si, pasados los cinco días, no hicieren las demás partes el nombramiento que les
corresponde, ni manifestaren estar conformes con la proposición del perito tercero, el

119
tribunal, de oficio, hará el o los nombramientos pertinentes, observándose lo dispuesto en
la parte final del artículo 145, en su caso.

Los peritos nombrados por las partes serán presentados por éstas al tribunal,
dentro de los tres días siguientes de habérseles tenido como tales, a manifestar la
aceptación y protesta de desempeñar su encargo con arreglo a la ley. Si no lo hicieren o
no aceptaren, el tribunal hará, de oficio, desde luego, los nombramientos que a aquéllas
correspondía. Los peritos nombrados por el tribunal serán notificados personalmente de
su designación, para que manifiesten si aceptan y protestan desempeñar el cargo.

El tribunal señalará lugar, día y hora para que la diligencia se practique, si él debe
presidirla. En cualquier otro caso, señalará a los peritos un término prudente para que
presenten su dictamen.

El tribunal deberá presidir la diligencia cuando así lo juzgue conveniente, o lo


solicite alguna de las partes y lo permita la naturaleza del reconocimiento, pudiendo pedir,
a los peritos, todas las aclaraciones que estime conducentes, y exigirles la práctica de
nuevas diligencias.

En el caso del párrafo final del artículo anterior, se observarán las reglas
siguientes:

El perito que dejare de concurrir, sin causa justa, calificada por el tribunal, será
responsable de los daños y perjuicios que, por su falta, se causaren.

Los peritos practicarán unidos la diligencia, pudiendo concurrir los interesados al


acto, y hacerles cuantas observaciones quieran; pero deberán retirarse para que los peritos
discutan y deliberen solos. Los peritos estarán obligados a considerar, en su dictamen, las
observaciones de los interesados y del tribunal, Los peritos darán inmediatamente su
dictamen, siempre que lo permita la naturaleza del reconocimiento; de lo contrario, se les
señalará un término prudente para que lo rindan.

Cuando el tribunal no asista a la diligencia, los peritos practicarán sus peritajes


conjunta o separadamente, con asistencia o no de las partes, según ellos lo estimaren
conveniente.

Si los peritos están conformes, extenderán su dictamen en un mismo escrito que


presentarán, o en un acta que harán asentar por el secretario del tribunal, firmando los

120
dos. Si no lo estuvieren, formularán su dictamen en escrito por separado, del que
acompañarán una copia.

Rendidos los dictámenes, dentro de los tres días siguientes del últimamente
presentado, los examinará el tribunal, y, si discordaren en alguno o algunos de los puntos
esenciales sobre que debe versar el parecer pericial, mandará, de oficio, que, por
notificación personal, se hagan del conocimiento del perito tercero, entregándole las
copias de ellos, y previniéndole que, dentro del término que le señale, rinda el suyo. Si el
término fijado no bastare, el tribunal podrá acordar, a petición del perito, que se le amplíe.
El perito tercero no está obligado a adoptar alguna de las opiniones de los otros peritos.

Si el perito nombrado por una parte no rinde su dictamen, sin causa justificada,
designará el tribunal nuevo perito, en substitución del omiso, e impondrá, a éste, una
multa hasta por la cantidad de ciento veinte días de salario mínimo general vigente en el
Distrito Federal. La omisión hará, además, responsable, al perito, de los daños y
perjuicios que por ella se ocasionen a la parte que lo nombró. Los peritos se sujetarán, en
su dictamen, a las bases que, en su caso, fije la ley.

Si el objeto del dictamen pericial fuere la práctica de un avalúo, los peritos


tenderán a fijar el valor comercial, teniendo en cuenta los precios de plaza, los frutos que,
en su caso, produjere o fuere capaz de producir la cosa, objeto del avalúo, y todas las
circunstancias que puedan influir en la determinación del valor comercial, salvo que, por
convenio o por disposición de la ley, sean otras las bases para el avalúo.

El perito tercero que nombre el tribunal, puede ser recusado dentro de los tres días
siguientes al en que cause estado la notificación de su nombramiento a los litigantes, por
las mismas causas que pueden serlo los jueces; pero, si se tratare de perito nombrado en
rebeldía de una de las partes, sólo ésta podrá hacer uso de la recusación.

La recusación se resolverá por el procedimiento incidental, a menos que el perito


confesare la causa, caso en el cual se admitirá desde luego la recusación, y se procederá
al nombramiento de nuevo perito.

Contra el auto en que se admita o deseche la recusación, no procede recurso


alguno. Los honorarios de cada perito serán pagados por la parte que lo nombró, o en
cuya rebeldía lo hubiere nombrado el tribunal, y, los del tercero, por ambas partes, sin
perjuicio de lo que se resuelva definitivamente sobre condenación en costas.

121
Para el pago de los honorarios de que trata el artículo anterior, los peritos
presentarán, al tribunal, la correspondiente regulación, de la cual se dará vista, por el
término de tres días, a la parte o partes que deban pagarlos.

Transcurrido dicho término, contesten o no las partes, hará el tribunal la


regulación definitiva, y ordenará su pago, teniendo en consideración, en su caso, las
disposiciones arancelarias. Esta resolución es apelable si los honorarios reclamados
exceden de mil pesos.

En caso de que el importe de honorarios se hubiere fijado por convenio, se estará


a lo que en él se establezca.

Por su parte en la legislación de Colombia se establece que la prueba pericial es


procedente para verificar hechos que interesen al proceso y requieran especiales
conocimientos científicos, técnicos o artísticos.

Sobre un mismo hecho o materia cada sujeto procesal sólo podrá presentar un
dictamen pericial. Todo dictamen se rendirá por un perito. No serán admisibles los
dictámenes periciales que versen sobre puntos de derecho, sin perjuicio de lo dispuesto
en los artículos 177 y 179 para la prueba de la ley y de la costumbre extranjera. Sin
embargo, las partes podrán asesorarse de abogados, cuyos conceptos serán tenidos en
cuenta por el juez como alegaciones de ellas.

El perito deberá manifestar bajo juramento que se entiende prestado por la firma
del dictamen que su opinión es independiente y corresponde a su real convicción
profesional. El dictamen deberá acompañarse de los documentos que le sirven de
fundamento y de aquellos que acrediten la idoneidad y la experiencia del perito.

Todo dictamen debe ser claro, preciso, exhaustivo y detallado; en él se explicarán


los exámenes, métodos, experimentos e investigaciones efectuadas, lo mismo que los
fundamentos técnicos, científicos o artísticos de sus conclusiones.

El dictamen suscrito por el perito deberá contener, como mínimo, las siguientes
declaraciones e informaciones:

1. La identidad de quien rinde el dictamen y de quien participó en su elaboración.

2. La dirección, el número de teléfono, número de identificación y los demás datos


que faciliten la localización del perito.

122
3. La profesión, oficio, arte o actividad especial ejercida por quien rinde el
dictamen y de quien participó en su elaboración. Deberán anexarse los documentos
idóneos que lo habilitan para su ejercicio, los títulos académicos y los documentos que
certifiquen la respectiva experiencia profesional, técnica o artística.

4. La lista de publicaciones, relacionadas con la materia del peritaje, que el perito


haya realizado en los últimos diez años, si las tuviere.

5. La lista de casos en los que haya sido designado como perito o en los que haya
participado en la elaboración de un dictamen pericial en los últimos cuatro años. Dicha
lista deberá incluir el juzgado o despacho en donde se presentó, el nombre de las partes,
de los apoderados de las partes y la materia sobre la cual versó el dictamen.

6. Si ha sido designado en procesos anteriores o en curso por la misma parte o por


el mismo apoderado de la parte, indicando el objeto del dictamen.

7. Si se encuentra en incurso en las causales contenidas en el artículo 50, en lo


pertinente.

8. Declarar si los exámenes, métodos, experimentos e investigaciones efectuados


son diferentes respecto de los que ha utilizado en peritajes rendidos en anteriores procesos
que versen sobre las mismas materias. En caso de que sea diferente, deberá explicar la
justificación de la variación.

9. Declarar si los exámenes, métodos, experimentos e investigaciones efectuados


son diferentes respecto de aquellos que utiliza en el ejercicio regular de su profesión u
oficio. En caso de que sea diferente, deberá explicar la justificación de la variación.

10. Relacionar y adjuntar los documentos e información utilizados para la


elaboración del dictamen.

Dictamen aportado por una de las partes. La parte que pretenda valerse de un
dictamen pericial deberá aportarlo en la respectiva oportunidad para pedir pruebas.
Cuando el término previsto sea insuficiente para aportar el dictamen, la parte interesada
podrá anunciarlo en el escrito respectivo y deberá aportarlo dentro del término que el juez
conceda, que en ningún caso podrá ser inferior a diez días. En este evento el juez hará los

123
requerimientos pertinentes a las partes y terceros que deban colaborar con la práctica de
la prueba. El dictamen deberá ser emitido por institución o profesional especializado.

La parte contra la cual se aduzca un dictamen pericial podrá solicitar la


comparecencia del perito a la audiencia, aportar otro o realizar ambas actuaciones. Estas
deberán realizarse dentro del término de traslado del escrito con el cual haya sido aportado
o, en su defecto, dentro de los tres días siguientes a la notificación de la providencia que
lo ponga en conocimiento. En virtud de la anterior solicitud, o si el juez lo considera
necesario, citará al perito a la respectiva audiencia, en la cual el juez y las partes podrán
interrogarlo bajo juramento acerca de su idoneidad e imparcialidad y sobre el contenido
del dictamen. La contraparte de quien haya aportado el dictamen podrá formular
preguntas asertivas e insinuantes. Las partes tendrán derecho, si lo consideran necesario,
a interrogar nuevamente al perito, en el orden establecido para el testimonio. Si el perito
citado no asiste a la audiencia, el dictamen no tendrá valor.

Si se excusa al perito, antes de su intervención en la audiencia, por fuerza mayor


o caso fortuito, el juez recaudará las demás pruebas y suspenderá la audiencia para
continuarla en nueva fecha y hora que señalará antes de cerrarla, en la cual se interrogará
al experto y se surtirán las etapas del proceso pendientes. El perito sólo podrá excusarse
una vez.

Las justificaciones que por las mismas causas sean presentadas dentro de los tres
días siguientes a la audiencia, sólo autorizan el decreto de la prueba en segunda instancia,
si ya se hubiere proferido sentencia. Si el proceso fuera de única instancia, se fijará por
una sola vez nueva fecha y hora para realizar el interrogatorio del perito.

En ningún caso habrá lugar a trámite especial de objeción del dictamen por error
grave.

El juez, de oficio o a petición de parte, podrá disponer lo siguiente:

1. Adoptar las medidas para facilitar la actividad del perito designado por la parte
que lo solicite y ordenar a la otra parte prestar la colaboración para la práctica del
dictamen, previniéndola sobre las consecuencias de su renuencia.

2. Cuando el juez decrete la prueba de oficio o a petición de amparado por pobre,


para designar el perito deberá acudir, preferiblemente, a instituciones especializadas
públicas o privadas de reconocida trayectoria e idoneidad.

124
Cuando el juez lo decrete de oficio, determinará el cuestionario que el perito debe
absolver, fijará término para que rinda el dictamen y le señalará provisionalmente los
honorarios y gastos que deberán ser consignados a órdenes del juzgado dentro de los tres
días siguientes. Si no se hiciere la consignación, el juez podrá ordenar al perito que rinda
el dictamen si lo estima indispensable.

Si el perito no rinde el dictamen en tiempo se le impondrá multa de cinco a diez


salarios mínimos legales mensuales y se le informará a la entidad de la cual dependa o a
cuya vigilancia esté sometido.

Con el dictamen pericial el perito deberá acompañar los soportes de los gastos en
que incurrió para la elaboración del dictamen. Las sumas no acreditadas deberá
reembolsarlas a órdenes del juzgado.

Rendido el dictamen permanecerá en secretaría a disposición de las partes hasta


la fecha de la audiencia respectiva, la cual sólo podrá realizarse cuando hayan pasado por
lo menos diez días desde la presentación del dictamen.

Para los efectos de la contradicción del dictamen, el perito siempre deberá asistir
a la audiencia, salvo lo previsto en el parágrafo del artículo 228.

El juez apreciará el dictamen de acuerdo con las reglas de la sana crítica, teniendo
en cuenta la solidez, claridad, exhaustividad, precisión y calidad de sus fundamentos, la
idoneidad del perito y su comportamiento en la audiencia, y las demás pruebas que obren
en el proceso.

Las partes tienen el deber de colaborar con el perito, de facilitarle los datos, las
cosas y el acceso a los lugares necesarios para el desempeño de su cargo; si alguno no lo
hiciere se hará constar así en el dictamen y el juez apreciará tal conducta como indicio en
su contra.

Si alguna de las partes impide la práctica del dictamen, se presumirán ciertos los
hechos susceptibles de confesión que la otra parte pretenda demostrar con el dictamen y
se le impondrá multa de cinco a diez salarios mínimos mensuales.

Los jueces podrán solicitar, de oficio o a petición de parte, los servicios de


entidades y dependencias oficiales para peritaciones que versen sobre materias propias de

125
la actividad de aquéllas. Con tal fin las decretará y ordenará librar el oficio respectivo
para que el director de las mismas designe el funcionario o los funcionarios que deben
rendir el dictamen.

La contradicción de tales dictámenes se someterá a las reglas establecidas en este


capítulo. El dinero para transporte, viáticos u otros gastos necesarios para la práctica de
la prueba deberá ser suministrado a la entidad dentro de los cinco días siguientes a la
fecha en que el respectivo director o el juez hayan señalado el monto. Cuando el director
informe al juez que no fue aportada la suma señalada, se prescindirá de la prueba.

El perito desempeñará su labor con objetividad e imparcialidad, y deberá tener en


consideración tanto lo que pueda favorecer como lo que sea susceptible de causar
perjuicio a cualquiera de las partes.

Las partes se abstendrán de aportar dictámenes rendidos por personas en quienes


concurra alguna de las causales de recusación establecidas para los jueces. La misma regla
deberá observar el juez cuando deba designar perito.

El juez apreciará el cumplimiento de ese deber de acuerdo con las reglas de la sana
crítica, pudiendo incluso negarle efectos al dictamen cuando existan circunstancias que
afecten gravemente su credibilidad.

En la audiencia las partes y el juez podrán interrogar al perito sobre las


circunstancias o razones que puedan comprometer su imparcialidad.

Por su parte en Argentina será admisible la prueba pericial cuando la apreciación


de los hechos controvertidos requiere conocimientos especiales en alguna ciencia, arte,
industria o actividad técnica especializada.

La prueba pericial estará a cargo de un perito único designado de oficio por el


juez, salvo cuando una ley especial establezca un régimen distinto. En los procesos de
declaración de incapacidad y de inhabilitación, se estará a lo dispuesto en el artículo 626
inciso 3. En el juicio por nulidad de testamento, el juez podrá nombrar de oficio tres
peritos cuando por la importancia y complejidad del asunto lo considere conveniente. Si
los peritos fuesen tres, el juez les impartirá las directivas sobre el modo de proceder para
realizar las operaciones tendientes a la producción y presentación del dictamen.

Al ofrecer la prueba pericial se indicará la especialización que ha de tener el perito


y se propondrán los puntos de pericia; si la parte ejerciera la facultad de designar consultor

126
técnico, deberá indicar, en el mismo escrito, su nombre, profesión y domicilio. La otra
parte, al contestar la vista que se le conferirá conforme al artículo 367, podrá formular la
manifestación a que se refiere el artículo 478 o, en su caso, proponer otros puntos que a
su juicio deban constituir también objeto de la prueba, y observar la procedencia de los
mencionados por quien la ofreció, si ejerciese la facultad de designar consultor técnico
deberá indicar en el mismo escrito su nombre, profesión y domicilio. Si se hubiesen
presentado otros puntos de pericia u observado la procedencia de los propuestos por la
parte que ofreció la prueba, se otorgará traslado a ésta. Cuando los litisconsortes no
concordaran en la designación del consultor técnico de su parte, el juzgado desinsaculará
a uno de los propuestos.

Contestada la vista que correspondiera según el artículo anterior o vencido el plazo


para hacerlo, en la audiencia prevista en el artículo 360 el juez designará el perito y fijará
los puntos de pericia, pudiendo agregar otros o eliminar los que considere improcedentes
o superfluos, y señalará el plazo dentro del cual el perito deberá cumplir su cometido. Si
la resolución no fijase dicho plazo se entenderá que es de quince días.

El consultor técnico podrá ser reemplazado por la parte que lo designó; el


reemplazante no podrá pretender una intervención que importe retrogradar la práctica de
la pericia. Los honorarios del consultor técnico integrarán la condena en costas.

Antes de que el juez ejerza la facultad que le confiere el artículo 460, las partes de
común acuerdo, podrán presentar un escrito proponiendo perito y puntos de pericia.
Podrán, asimismo, designar consultores técnicos.

Si el perito lo solicitare dentro de tercero día de haber aceptado el cargo, y si


correspondiere por la índole de la pericia, la o las partes que han ofrecido la prueba
deberán depositar la suma que el juzgado fije para gastos de las diligencias. Dicho importe
deberá ser depositado dentro de quinto, día, plazo que comenzará a correr a partir de la
notificación personal o por cédula de la providencia que lo ordena; se entregará al perito,
sin perjuicio de lo que en definitiva se resuelva respecto de las costas y del pago de
honorarios. La resolución sólo será susceptible de recurso de reposición. La falta de
depósito dentro del plazo importará el desistimiento de la prueba.

Si la profesión estuviese reglamentada, el perito deberá tener título habilitante en


la ciencia, arte, industria o actividad técnica especializada a que pertenezcan las
cuestiones acerca de las cuales deba expedirse. En caso contrario, o cuando no hubiere en

127
el lugar del proceso perito con título habilitante, podrá ser nombrada cualquier persona
con conocimientos en la materia.

Son causas de recusación del perito las previstas respecto de los jueces; también,
la falta de título o incompetencia en la materia de que se trate, en el supuesto del artículo
464, párrafo segundo.

Deducida la recusación se hará saber al perito para que en el acto de la notificación


o dentro de tercero día manifieste si es o no cierta la causal. Reconocido el hecho o
guardado silencio, será reemplazado; si se lo negare, el incidente tramitará por separado,
sin interrumpir el curso del proceso. De la resolución no habrá recurso pero esta
circunstancia podrá ser considerada por la alzada al resolver sobre lo principal.

En caso de ser admitida la recusación, el juez, de oficio, reemplazará al perito


recusado, sin otra sustanciación.

El perito aceptará el cargo ante el oficial primero, dentro de tercero día de


notificado de su designación; en el caso de no tener título habilitante, bajo juramento o
promesa de desempeñar fielmente el cargo. Se lo citará por cédula u otro medio
autorizado por este Código. Si el perito no aceptare, o no concurriere dentro del plazo
fijado, el juez nombrará otro en su reemplazo, de oficio y sin otro trámite. La cámara
determinará el plazo durante el cual quedarán excluidos de la lista los peritos que reiterada
o injustificamente se hubieren negado a aceptar el cargo, o incurrieren en la situación
prevista por el artículo siguiente.

Será removido el perito que, después de haber aceptado el cargo renunciare sin
motivo atendible, rehusare dar su dictamen o no lo presentare oportunamente. El juez, de
oficio, nombrará otro en su lugar y lo condenará a pagar los gastos de las diligencias
frustradas y los daños y perjuicios ocasionados a las partes, si éstas los reclamasen. El
reemplazo perderá el derecho a cobrar honorarios.

La pericia estará a cargo del perito designado por el juez. Los consultores técnicos,
las partes y sus letrados podrán presenciar las operaciones técnicas que se realicen y
formular las observaciones que considera pertinentes.

El perito presentará su dictamen por escrito, con copias para las partes. Contendrá
la explicación detallada de las operaciones técnicas realizadas y de los principios
científicos en que se funde. Los consultores técnicos de las partes dentro del plazo fijado

128
al perito podrán presentar por separado sus respectivos informes, cumpliendo los mismos
requisitos.

Del dictamen del perito se dará traslado a las partes, que se notificará por cédula.
De oficio o a instancia de cualquiera de ellas, el juez podrá ordenar que el perito dé las
explicaciones que se consideren convenientes, en audiencia o por escrito, atendiendo a
las circunstancias del caso. Si el acto se cumpliere en audiencia y los consultores técnicos
estuvieren presentes, con autorización del juez, podrán observar lo que fuere pertinente;
si no comparecieren esa facultad podrá ser ejercida por los letrados. Si las explicaciones
debieran presentarse por escrito, las observaciones a las dadas por el perito podrán ser
formuladas por los consultores técnicos o, en su defecto, por las partes dentro de quinto
día de notificadas por ministerio de la ley. La falta de impugnaciones o pedidos de
explicaciones u observaciones a las explicaciones que diere el perito, no es óbice para que
la eficacia probatoria del dictamen pueda ser cuestionada por los letrados hasta la
oportunidad de alegar con arreglo a lo dispuesto por el artículo 477. Cuando el juez lo
estimare necesario podrá disponer que se practique otra pericia, o se perfeccione o amplié
la anterior, por el mismo perito u otro de su elección. El perito que no concurriere a la
audiencia o no presentare el informe ampliatorio o complementario dentro del plazo,
perderá su derecho a cobrar honorarios, total o parcialmente.

Cuando el objeto de la diligencia pericial fuese de tal naturaleza que permita al


perito dictaminar inmediatamente, podrá dar su informe por escrito o en audiencia; en el
mismo acto los consultores técnicos podrán formular las observaciones pertinentes.

De oficio o a pedido de parte, el juez podrá ordenar:

1 Ejecución de planos, relevamientos, reproducciones fotográficas,


cinematográficas, o de otra especie, de objetos, documentos o lugares, con empleo de
medios o instrumentos técnicos.

2 Exámenes científicos necesarios para el mejor esclarecimiento de los hechos


controvertidos.

3 Reconstrucción de hechos, para comprobar si se han producido o pudieron


realizarse de una manera determinada. A estos efectos podrá disponer que comparezcan
el perito y los testigos y hacer saber a las partes que podrán designar consultores técnicos

129
o hacer comparecer a los ya designados para que participen en las tareas, en los términos
de los artículos 471 y, en su caso, 473

A petición de parte o de oficio, el juez podrá requerir opinión a universidades,


academias, corporaciones, institutos y entidades públicas o privadas de carácter científico
o técnico, cuando el dictamen pericial requiriese operaciones o conocimientos de alta
especialización.

La fuerza probatoria del dictamen pericial será estimada por el juez teniendo en
cuenta la competencia del perito, los principios científicos o técnicos en que se funda, la
concordancia de su aplicación con las reglas de la sana crítica, las observaciones
formuladas por los consultores técnicos o los letrados, conforme a los artículos 473 y 474
y los demás elementos de convicción que la causa ofrezca.

Los jueces deberán regular los honorarios de los de peritos y demás auxiliares de
la justicia, conforme a los respectivos aranceles, debiendo adecuarlos, por debajo de sus
topes mínimos inclusive, a las regulaciones que se practicaren en favor de los restantes
profesionales intervinientes, ponderando la naturaleza, complejidad, calidad y extensión
en el tiempo de los respectivos trabajos. Al contestar el traslado a que se refiere el segundo
párrafo del artículo 459, la parte contraria a la que ha ofrecido la prueba pericial podrá:

1 Impugnar su procedencia por no corresponder conforme a lo dispuesto en el


artículo 457; si no obstante haber sido declarada procedente, de la sentencia resultare que
no ha constituido uno de los elementos de convicción coadyuvante para la decisión, los
gastos y honorarios del perito y consultores técnicos serán a cargo de la parte que propuso
la pericia.

2 Manifestar que no tiene interés en la pericia, y que se abstendrá, por tal razón,
de participar en ella; en este caso, los gastos y honorarios del perito y consultor técnico
serán siempre a cargo de quien la solicitó, excepto cuando para resolver a su favor se
hiciere mérito de aquélla.

El juez o tribunal podrá ordenar, de oficio o a pedido de parte:

1 El reconocimiento judicial de lugares o de cosas.

2 La concurrencia de peritos y testigos a dicho acto.

3 Las medidas previstas en el artículo 475.

130
Al decretar el examen se individualizará lo que deba constituir su objeto y se
determinará el lugar, fecha y hora en que se realizará. Si hubiere urgencia, la notificación
se hará de oficio y con un día de anticipación.

A la diligencia asistirá el juez o los miembros del tribunal que éste determine. Las
partes podrán concurrir con sus representantes y letrados y formular las observaciones
pertinentes, de las que se dejará constancia en acta.

Cuando no hubiese mérito para recibir la causa a prueba, deberá procederse con
arreglo a lo establecido en el artículo 359, en lo pertinente.

Por otro lado en el Código de Procedimiento Civil Chileno se señala que se oirá
informe de peritos en todos aquellos casos en que la ley así lo disponga, ya sea que se
valga de estas expresiones o de otras que indiquen la necesidad de consultar opiniones
periciales.

Cuando la ley ordene que se resuelva un asunto en juicio práctico o previo informe
de peritos, se entenderán cumplidas estas disposiciones agregando el reconocimiento y
dictamen pericial en conformidad a las reglas de este párrafo, al procedimiento que
corresponda usar, según la naturaleza de la acción deducida.

Podrá también oírse el informe de peritos:

1° Sobre puntos de hecho para cuya apreciación se necesiten conocimientos especiales


de alguna ciencia o arte; y

2° Sobre puntos de derecho referentes a alguna legislación extranjera.

Los gastos y honorarios que en estos casos se originen por la diligencia misma o por la
comparecencia de la otra parte al lugar donde debe practicarse, serán de cargo del que la
haya solicitado; salvo que el tribunal estime necesaria la medida para el esclarecimiento
de la cuestión, y sin perjuicio de lo que en definitiva se resuelva sobre pago de costas. El
tribunal, de oficio o a petición de parte, podrá ordenar que previamente se consigne una
cantidad prudencial para responder a los gastos y honorarios referidos.

La resolución por la cual se fije el monto de la consignación será notificada por


cédula al que solicitó el informe de peritos. Si dicha parte deja transcurrir diez días,
contados desde la fecha de la notificación, sin efectuar la consignación, se la tendrá por
desistida de la diligencia pericial solicitada, sin más trámite.

131
El reconocimiento de peritos podrá decretarse de oficio en cualquier estado del
juicio, pero las partes sólo podrán solicitarlo dentro del término probatorio.

Decretado el informe de peritos, no se suspenderá por ello el procedimiento.

Salvo acuerdo expreso de las partes, no podrán ser peritos:

1° Los que sean inhábiles para declarar como testigos en el juicio; y

2° Los que no tengan título profesional expedido por autoridad competente, si la ciencia
o arte cuyo conocimiento se requiera está reglamentada por la ley y hay en el territorio
jurisdiccional dos o más personas tituladas que puedan desempeñar el cargo.

Para proceder al nombramiento de peritos, el tribunal citará a las partes a una


audiencia, que tendrá lugar con sólo las que asistan y en la cual se fijará primeramente
por acuerdo de las partes, o en su defecto por el tribunal, el número de peritos que deban
nombrarse, la calidad, aptitudes o títulos que deban tener y el punto o puntos materia del
informe.

Si las partes no se ponen de acuerdo sobre la designación de las personas, hará el


nombramiento el tribunal, no pudiendo recaer en tal caso en ninguna de las dos primeras
personas que hayan sido propuestas por cada parte.

La apelación que se deduzca en los casos del inciso 1° de este artículo no impedirá
que se proceda a la designación de los peritos de conformidad al inciso 2°. Sólo después
de hecha esta designación, se llevará adelante el recurso.

Se presume que no están de acuerdo las partes cuando no concurren todas a la


audiencia de que trata el artículo anterior; y en tal caso habrá lugar a lo dispuesto en el 2°
inciso del mismo artículo.

Cuando el nombramiento se haga por el tribunal, se pondrá en conocimiento de


las partes para que dentro del tercero día deduzcan su oposición, si tienen alguna
incapacidad legal que reclamar contra el nombrado. Vencido este plazo sin que se formule
oposición, se entenderá aceptado el nombramiento.

El perito que acepte el cargo deberá declararlo así, jurando desempeñarlo con
fidelidad.

132
De esta declaración, que habrá de hacerse verbalmente o por escrito en el acto de
la notificación o dentro de los tres días inmediatos, se dejará testimonio en los autos. El
perito encargado de practicar un reconocimiento deberá citar previamente a las partes
para que concurran si quieren.

Cuando sean varios los peritos procederán unidos a practicar el reconocimiento,


salvo que el tribunal los autorice para obrar de otra manera.

Las partes podrán hacer en el acto del reconocimiento las observaciones que
estimen oportunas. Podrán también pedir que se hagan constar los hechos y circunstancias
que juzguen pertinentes; pero no tomarán parte en las deliberaciones de los peritos, ni
estarán en ellas presentes. De todo lo obrado se levantará acta, en la cual se consignarán
los acuerdos celebrados por los peritos.

Los tribunales señalarán en cada caso el término dentro del cual deben los peritos
evacuar su encargo; y podrán, en caso de desobediencia, apremiarlos con multas,
prescindir del informe o decretar el nombramiento de nuevos peritos, según los casos.

Cuando los peritos discorden en sus dictámenes, podrá el tribunal disponer que se
nombre un nuevo perito, si lo estima necesario para la mejor ilustración de las cuestiones
que deban resolver.

El nuevo perito será nombrado y desempeñará su cargo en conformidad a las


reglas precedentes.

Si no resulta acuerdo del nuevo perito con los anteriores, el tribunal apreciará
libremente las opiniones de todos ellos, tomando en cuenta los demás antecedentes del
juicio.

Los tribunales apreciarán la fuerza probatoria del dictamen de peritos en


conformidad a las reglas de la sana crítica.

133
3.2.3.- intervención del perito en el proceso penal.

En la Ley de Enjuiciamiento Criminal de España los peritos podrán ser recusados


por las causas y en la forma prescrita en los artículos 468, 469 y 470. La sustanciación de
los incidentes de recusación tendrá lugar precisamente en el tiempo que media desde la
admisión de las pruebas propuestas por las partes hasta la apertura de las sesiones.

Los peritos que no hayan sido recusados serán examinados juntos cuando deban
declarar sobre unos mismos hechos, y contestarán a las preguntas y repreguntas que las
partes les dirijan.

Si para contestarlas considerasen necesaria la práctica de cualquier


reconocimiento, harán éste, acto continuo, en el local de la misma audiencia si fuere
posible. En otro caso se suspenderá la sesión por el tiempo necesario, a no ser que puedan
continuar practicándose otras diligencias de prueba entre tanto que los peritos verifican
el reconocimiento.

Por su parte el Código Federal de procedimiento Penal Mexicano señala que


siempre que para el examen de personas, hechos u objetos, se requieran conocimientos
especiales se procederá con intervención de peritos.

Cuando el inculpado pertenezca a un grupo étnico indígena, se procurará allegarse


dictámenes periciales, a fin de que el juzgador ahonde en el conocimiento de su
personalidad y capte su diferencia cultural respecto a la cultura media nacional.

En los procedimientos en los que intervengan personas que aleguen tener la


calidad de indígenas, la misma se acreditará con la sola manifestación de quien la haga.
Cuando el juez tenga duda de ella o fuere cuestionada en juicio, se solicitará a las
autoridades comunitarias la expedición de la constancia que acredite la pertenencia del
individuo a un determinado pueblo o comunidad.

Los peritos que dictaminen serán dos o más; pero bastará uno cuando solamente
éste pueda ser habido, o cuando el caso sea urgente.

Con independencia de las diligencias de pericia desahogadas en la averiguación


previa, la defensa y el Ministerio Público tendrán derecho a nombrar hasta dos peritos en
el proceso, para dictaminar sobre cada punto que amerite intervención pericial. El tribunal
hará saber a los peritos su nombramiento y les ministrará todos los datos que fueren
necesarios para que emitan su opinión.

134
Los peritos deberán tener título oficial en la ciencia o arte a que se refiere el punto
sobre el cual deba dictaminarse, si la profesión o arte están legalmente reglamentadas; en
caso contrario, se nombrarán peritos prácticos. Cuando el inculpado pertenezca a un
grupo étnico indígena, podrán ser peritos prácticos, personas que pertenezcan a dicho
grupo étnico indígena.

También podrán ser nombrados peritos prácticos cuando no hubiere titulados en


el lugar en que se siga la instrucción; pero en este caso se librará exhorto o requisitoria al
tribunal del lugar en que los haya, para que en vista del dictamen de los prácticos emitan
su opinión.

La designación de peritos hecha por el tribunal o por el Ministerio Público deberá


recaer en las personas que desempeñen ese empleo por nombramiento oficial y a sueldo
fijo, o bien en personas que presten sus servicios en dependencias del Gobierno Federal,
en Universidades del país, o que pertenezcan a Asociaciones de Profesionistas
reconocidas en la República.

Si no hubiere peritos de los que menciona el artículo anterior y el tribunal o el


Ministerio Público lo estiman conveniente, podrán nombrar otros. En estos casos los
honorarios se cubrirán según lo que se acostumbre pagar en los establecimientos
particulares del ramo de que se trate a los empleados permanentes de los mismos, teniendo
en cuenta el tiempo que los peritos debieron ocupar en el desempeño de su comisión.

Los peritos que acepten el cargo, con excepción de los oficiales titulares, tiene
obligación de protestar su fiel desempeño ante el funcionario que practique las
diligencias. En casos urgentes la protesta la rendirán al producir o ratificar su dictamen.

El funcionario que practique las diligencias fijará a los peritos el tiempo en que
deban cumplir su cometido. Si transcurrido ese tiempo no rinden su dictamen o sí
legalmente citados y aceptado el cargo, no concurren a desempeñarlo, se hará uso de
alguno de los medios de apremio.

Si a pesar de haber sido apremiado el perito no cumple con las obligaciones


impuestas en el párrafo anterior, se hará su consignación al Ministerio Público para que
proceda por el delito a que se refiere el artículo 178 del Código Penal.

Cuando se trate de una lesión proveniente de delito y el lesionado se encontrare


en algún hospital público, los médicos de éste se tendrán por nombrados como peritos,

135
sin perjuicio de que el funcionario que practique las diligencias nombre además otros, si
lo creyere conveniente, para que dictaminen y hagan la clasificación legal.

La autopsia de los cadáveres de personas que hayan fallecido en un hospital


público, la practicarán los médicos de éste; sin perjuicio de la facultad que concede la
parte final del artículo anterior.

Fuera de los casos previstos en los dos artículos anteriores el reconocimiento o la


autopsia se practicará por los peritos médicos legistas oficiales si los hubiere y, además,
si se estima conveniente, por los que designe el funcionario que conozca del asunto.

Cuando el funcionario que practique las diligencias lo juzgue conveniente, asistirá


al reconocimiento u operaciones que efectúen los peritos.

El funcionario que practique las diligencias y las partes, podrán hacer a los peritos
las preguntas que resulten pertinentes sobre la materia objeto de la pericia; les dará por
escrito o de palabra, pero sin sugestión alguna, los datos que tuviere y hará constar estos
hechos en el acta respectiva.

Los peritos practicarán todas las operaciones y experimentos que su ciencia o arte
les sugieran y expresarán los hechos y circunstancias que sirvan de fundamento a su
opinión.

Los peritos emitirán su dictamen por escrito y lo ratificarán en diligencia especial.


Los peritos oficiales no necesitarán ratificar sus dictámenes, sino cuando el funcionario
que practique las diligencias lo estime necesario. En esta diligencia el juez y las partes
podrán formular preguntas a los peritos.

Cuando las opiniones de los peritos discordaren, el funcionario que practique las
diligencias los citará a junta en la que se discutirán los puntos de diferencia, haciéndose
constar en el acta el resultado de la discusión. Si los peritos no se pusieren de acuerdo se
nombrará un perito tercero en discordia.

Cuando el peritaje recaiga sobre objetos que se consuman al ser analizados, no se


permitirá que se verifique el primer análisis sino cuando más sobre la mitad de la
substancia, a no ser que su cantidad sea tan escasa, que los peritos no puedan emitir su
opinión sin consumirla por completo, lo cual se hará constar en el acta respectiva en los
términos del procedimiento referido en los artículos 123 Bis a 123 Quintus del código.
En ambos casos se dará aviso previo al Ministerio Público.

136
Cuando el funcionario que practique las diligencias lo crea conveniente, podrá
ordenar que asistan peritos a ellas. Cuando se niegue o ponga en duda la autenticidad de
un documento podrá pedirse y decretarse el cotejo de letras o firmas, que se practicará
conforme a las siguientes reglas:

El cotejo se hará por peritos, pudiendo asistir a la diligencia respectiva el


funcionario que esté practicando la averiguación, y en ese caso se levantará el acta
correspondiente; y

El cotejo se hará con documentos indubitables, o con los que las partes de común
acuerdo reconozcan como tales; con aquellos cuya letra o firma haya sido reconocida
judicialmente, y con el escrito impugnado en la parte en que reconozca la letra como suya
aquel a quien perjudique. El juez podrá ordenar que se repita el cotejo por otros peritos.

Por su parte en Colombia se señala en su Código Procesal Penal que la prueba


pericial es procedente cuando sea necesario efectuar valoraciones que requieran
conocimientos científicos, técnicos, artísticos o especializados. Al perito le serán
aplicables, en lo que corresponda, las reglas del testimonio.

El servicio de peritos se prestará por los expertos de la policía judicial, del Instituto
Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, entidades públicas o privadas, y
particulares especializados en la materia de que se trate.

Las investigaciones o los análisis se realizarán por el perito o los peritos, según el
caso. El informe será firmado por quienes hubieren intervenido en la parte que les
corresponda. Todos los peritos deberán rendir su dictamen bajo la gravedad del
juramento.

A menos que se trate de prueba impertinente, irrelevante o superflua, el juez no


podrá limitar el número de peritos que sean llamados a declarar en la audiencia pública
por las partes.

Podrán ser peritos, los siguientes:

1. Las personas con título legalmente reconocido en la respectiva ciencia, técnica


o arte.

137
2. En circunstancias diferentes, podrán ser nombradas las personas de reconocido
entendimiento en la respectiva ciencia, técnica, arte, oficio o afición aunque se carezca
de título.

A los efectos de la cualificación podrán utilizarse todos los medios de prueba


admisibles, incluido el propio testimonio del declarante que se presenta como perito.

No pueden ser nombrados, en ningún caso:

1. Los menores de dieciocho (18) años, los interdictos y los enfermos mentales.

2. Quienes hayan sido suspendidos en el ejercicio de la respectiva ciencia, técnica


o arte, mientras dure la suspensión.

3. Los que hayan sido condenados por algún delito, a menos que se encuentren
rehabilitados.

El nombramiento de perito, tratándose de servidor público, es de forzosa


aceptación y ejercicio. Para el particular solo lo será ante falta absoluta de aquellos.

El nombrado sólo podrá excusarse por enfermedad que lo imposibilite para


ejercerlo, por carencia de medios adecuados para cumplir el encargo, o por grave perjuicio
a sus intereses.

El perito que injustificadamente, se negare a cumplir con su deber será sancionado


con multa de diez a cien salarios mínimos legales mensuales vigentes, equivalente en
moneda legal colombiana.

Respecto de los peritos serán aplicables las mismas causales de impedimento y


recusación señaladas para el juez. El perito cuyo impedimento o recusación haya sido
aceptada, será excluido por el juez, en la audiencia preparatoria o, excepcionalmente, en
la audiencia del juicio oral y público.

Las partes solicitarán al juez que haga comparecer a los peritos al juicio oral y
público, para ser interrogados y contrainterrogados en relación con los informes periciales
que hubiesen rendido, o para que los rindan en la audiencia.

Las partes podrán presentar informes de peritos de su confianza y solicitar que


éstos sean citados a interrogatorio en el juicio oral y público, acompañando certificación
que acredite la idoneidad del perito.

138
Si el juez admite el informe presentado por la parte, en la audiencia preparatoria,
inmediatamente ordenará citar al perito o peritos que lo suscriben, para que concurran a
la audiencia del juicio oral y público con el fin de ser interrogados y contrainterrogados.

Toda declaración de perito deberá estar precedida de un informe resumido en


donde se exprese la base de la opinión pedida por la parte que propuso la práctica de la
prueba. Dicho informe deberá ser puesto en conocimiento de las demás partes al menos
con cinco días de anticipación a la celebración de la audiencia pública en donde se
recepcionará la peritación, sin perjuicio de lo establecido en este código sobre el
descubrimiento de la prueba.

En ningún caso, el informe de que trata este artículo será admisible como
evidencia, si el perito no declara oralmente en el juicio.

Los peritos, tanto los que hayan rendido informe, como los que sólo serán
interrogados y contrainterrogados en la audiencia del juicio oral y público, tendrán acceso
a los elementos materiales probatorios y evidencia física a que se refiere el informe
pericial o a los que se hará referencia en el interrogatorio.

El perito deberá ser interrogado en relación con los siguientes aspectos:

1. Sobre los antecedentes que acrediten su conocimiento teórico sobre la ciencia,


técnica o arte en que es experto.

2. Sobre los antecedentes que acrediten su conocimiento en el uso de instrumentos


o medios en los cuales es experto.

3. Sobre los antecedentes que acrediten su conocimiento práctico en la ciencia,


técnica, arte, oficio o afición aplicables.

4. Sobre los principios científicos, técnicos o artísticos en los que fundamenta sus
verificaciones o análisis y grado de aceptación.

5. Sobre los métodos empleados en las investigaciones y análisis relativos al caso.

6. Sobre si en sus exámenes o verificaciones utilizó técnicas de orientación, de


probabilidad o de certeza.

7. La corroboración o ratificación de la opinión pericial por otros expertos que


declaran también en el mismo juicio, y

139
8. Sobre temas similares a los anteriores.

El perito responderá de forma clara y precisa las preguntas que le formulen las
partes. El perito tiene, en todo caso, derecho de consultar documentos, notas escritas y
publicaciones con la finalidad de fundamentar y aclarar su respuesta.

El contrainterrogatorio del perito se cumplirá observando las siguientes


instrucciones:

1. La finalidad del contrainterrogatorio es refutar, en todo o en parte, lo que el


perito ha informado.

2. En el contrainterrogatorio se podrá utilizar cualquier argumento sustentado en


principios, técnicas, métodos o recursos acreditados en divulgaciones técnico científicas
calificadas, referentes a la materia de controversia.

Si el perito estuviera físicamente impedido para concurrir a la audiencia pública


donde se practicará la prueba, de no hallarse disponible el sistema de audio vídeo u otro
sistema de reproducción a distancia, ésta se cumplirá en el lugar en que se encuentre, en
presencia del juez y de las partes que habrán de interrogarlo.

Para apreciar la prueba pericial, en el juicio oral y público, se tendrá en cuenta la


idoneidad técnico científica y moral del perito, la claridad y exactitud de sus respuestas,
su comportamiento al responder, el grado de aceptación de los principios científicos,
técnicos o artísticos en que se apoya el perito, los instrumentos utilizados y la consistencia
del conjunto de respuestas.

Las declaraciones de los peritos no podrán referirse a la inimputabilidad del


acusado. En consecuencia, no se admitirán preguntas para establecer si, a su juicio, el
acusado es imputable o inimputable.

Para que una opinión pericial referida a aspectos noveles del conocimiento sea
admisible en el juicio, se exigirá como requisito que la base científica o técnica satisfaga
al menos uno de los siguientes criterios:

1. Que la teoría o técnica subyacente haya sido o pueda llegar a ser verificada.

2. Que la teoría o técnica subyacente haya sido publicada y haya recibido la crítica
de la comunidad académica.

140
3. Que se haya acreditado el nivel de confiabilidad de la técnica científica utilizada
en la base de la opinión pericial.

4. Que goce de aceptabilidad en la comunidad académica.

Será admisible la presentación de evidencias demostrativas siempre que resulten


pertinentes y relevantes para el esclarecimiento de los hechos o para ilustrar el testimonio
del experto.

En Argentina el Código Procesal Penal señala que el juez podrá ordenar pericias
siempre que para conocer o apreciar algún hecho o circunstancia pertinente a la causa,
sean necesarios o convenientes conocimientos especiales en alguna ciencia, arte o técnica.

Los peritos deberán tener título de tales en la materia a que pertenezca el punto
sobre el que han de expedirse y estar inscriptos en las listas formadas por el órgano
judicial competente. Si no estuviere reglamentada la profesión, o no hubiere peritos
diplomados o inscriptos, deberá designarse a persona de conocimiento o práctica
reconocidos.

No podrán ser peritos: los incapaces; los que deban o puedan abstenerse de
declarar como testigos o que hayan sido citados como tales en la causa; los que hubieren
sido eliminados del registro respectivo por sanción; los condenados o inhabilitados.

Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior, son causas legales de


excusación y recusación de los peritos las establecidas para los jueces.

El incidente será resuelto por el juez, oído el interesado y previa averiguación


sumaria, sin recurso alguno.

El designado como perito tendrá el deber de aceptar y desempeñar fielmente el


cargo, salvo que tuviere un grave impedimento. En este caso, deberá ponerlo en
conocimiento del juez, al ser notificado de la designación.

Si no acudiere a la citación o no presentare el informe a debido tiempo, sin causa


justificada, incurrirá en las responsabilidades señaladas para los testigos por los artículos
154 y 247.

El juez designará de oficio a un perito, salvo que considere indispensable que sean
más. Lo hará entre los que tengan el carácter de peritos oficiales; si no los hubiere, entre
los funcionarios públicos que, en razón de su título profesional o de su competencia, se

141
encuentren habilitados para emitir dictamen acerca del hecho o circunstancia que se
quiere establecer.

Notificará esta resolución al ministerio fiscal, a la parte querellante y a los


defensores antes que se inicien las operaciones periciales, bajo pena de nulidad, a menos
que haya suma urgencia o que la indagación sea extremadamente simple.

En estos casos, bajo la misma sanción, se les notificará que se realizó la pericia,
que puedan hacer examinar sus resultados por medio de otro perito y pedir, si fuere
posible, su reproducción.

En el término de tres días, a contar de las respectivas notificaciones previstas en


el artículo anterior, cada parte podrá proponer, a su costa, otro perito legalmente
habilitado, conforme a lo dispuesto en el artículo 254.

El juez dirigirá la pericia, formulará concretamente las cuestiones a elucidar, fijará


el plazo en que ha de expedirse el perito y, si lo juzgare conveniente, asistirá a las
operaciones. Podrá igualmente autorizar al perito para examinar las actuaciones o para
asistir a determinados actos procesales.

Tanto el juez como los peritos procurarán que las cosas a examinar sean en lo
posible conservadas, de modo que la pericia pueda repetirse. Si fuere necesario destruir
o alterar los objetos analizados o hubiere discrepancias sobre el modo de conducir las
operaciones, los peritos deberán informar al juez antes de proceder.

Los peritos practicarán unidos el examen, deliberarán en sesión secreta, a la que


sólo podrá asistir el juez, y si estuvieren de acuerdo redactarán su informe en común. En
caso contrario, harán por separado sus respectivos dictámenes.

Si los informes discreparen fundamentalmente, el juez podrá nombrar más peritos,


según la importancia del caso, para que los examinen e informen sobre su mérito o, si
fuere factible y necesario, realicen otra vez la pericia.

El dictamen pericial podrá expedirse por informe escrito o hacerse constar en acta
y comprenderá, en cuanto fuere posible:

1°) La descripción de las personas, lugares, cosas o hechos examinados en las


condiciones en que hubieren sido hallados.

2°) Una relación detallada de todas las operaciones practicadas y sus resultados.

142
3°) Las conclusiones que formulen los peritos conforme a los principios de su
ciencia, arte o técnica.

4°) Lugar y fecha en que se practicaron las operaciones. El juez valorará la pericia
de acuerdo con las reglas de la sana crítica.

En todo caso de muerte violenta o sospechosa de criminalidad se ordenará la


autopsia, salvo que por la inspección exterior resultare evidente la causa de la muerte.

Cuando se trate de examinar o cotejar algún documento, el juez ordenará la


presentación de las escrituras de comparación, pudiendo utilizarse escritos privados si no
hubiere dudas sobre su autenticidad. Para la obtención de estos escritos podrá disponer el
secuestro, salvo que su tenedor sea una persona hubiere dudas sobre su autenticidad. Para
la obtención de estos escritos podrá disponer el secuestro, salvo que su tenedor sea una
persona que deba o pueda abstenerse de declarar como testigo.

El juez podrá disponer también que alguna de las partes forme cuerpo de la
escritura. De la negativa se dejará constancia.

El perito deberá guardar reserva de todo cuanto conociere con motivo de su


actuación. El juez podrá corregir con medidas disciplinarias la negligencia, inconducta o
mal desempeño de los peritos y aún sustituirlos sin perjuicio de las responsabilidades
penales que puedan corresponder.

Los peritos nombrados de oficio o a pedido del ministerio público tendrán derecho
a cobrar honorarios, a menos que tengan sueldo por cargos oficiales desempeñados en
virtud de conocimientos específicos en la ciencia, arte o técnica que la pericia requiera.

El perito nombrado a petición de parte podrá cobrarlos siempre, directamente a


ésta o al condenado en costas.

Mientras que el Código Procesal penal Chileno señala que el ministerio público y
los demás intervinientes podrán presentar informes elaborados por peritos de su confianza
y solicitar en la audiencia de preparación del juicio oral que éstos fueren citados a declarar
a dicho juicio, acompañando los comprobantes que acreditaren la idoneidad profesional
del perito.

143
Procederá el informe de peritos en los casos determinados por la ley y siempre
que para apreciar algún hecho o circunstancia relevante para la causa fueren necesarios o
convenientes conocimientos especiales de una ciencia, arte u oficio.

Los informes deberán emitirse con imparcialidad, ateniéndose a los principios de


la ciencia o reglas del arte u oficio que profesare el perito.

Sin perjuicio del deber de los peritos de concurrir a declarar ante el tribunal acerca
de su informe, éste deberá entregarse por escrito y contener:

a) La descripción de la persona o cosa que fuere objeto de él, del estado y modo en
que se hallare;

b) La relación circunstanciada de todas las operaciones practicadas y su resultado, y

c) Las conclusiones que, en vista de tales datos, formularen los peritos conforme a los
principios de su ciencia o reglas de su arte u oficio.

No obstante, de manera excepcional, las pericias consistentes en análisis de


alcoholemia, de ADN y aquellas que recayeren sobre sustancias estupefacientes o
psicotrópicas, podrán ser incorporadas al juicio oral mediante la sola presentación del
informe respectivo.

Sin embargo, si alguna de las partes lo solicitare fundadamente, la comparecencia


del perito no podrá ser substituida por la presentación del informe.

El juez de garantía admitirá los informes y citará a los peritos cuando, además de
los requisitos generales para la admisibilidad de las solicitudes de prueba, considerare que
los peritos y sus informes otorgan suficientes garantías de seriedad y profesionalismo.
Con todo, el juez de garantía podrá limitar el número de informes o de peritos, cuando
unos u otros resultaren excesivos o pudieren entorpecer la realización del juicio.

Los honorarios y demás gastos derivados de la intervención de los peritos


mencionados en este artículo corresponderán a la parte que los presentare.
Excepcionalmente, el juez de garantía podrá relevar a la parte, total o parcialmente, del
pago de la remuneración del perito, cuando considerare que ella no cuenta con medios
suficientes para solventarlo o cuando, tratándose del imputado, la no realización de la
diligencia pudiere importar un notorio desequilibrio en sus posibilidades de defensa. En
este último caso, el juez de garantía regulará prudencialmente la remuneración del perito,

144
teniendo presente los honorarios habituales en la plaza y el total o la parte de la
remuneración que no fuere asumida por el solicitante será de cargo fiscal.

No podrán desempeñar las funciones de peritos las personas a quienes la ley


reconociere la facultad de abstenerse de prestar declaración testimonial.

Los peritos no podrán ser inhabilitados. No obstante, durante la audiencia del


juicio oral podrán dirigírseles preguntas orientadas a determinar su imparcialidad e
idoneidad, así como el rigor técnico o científico de sus conclusiones. Las partes o el
tribunal podrán requerir al perito información acerca de su remuneración y la adecuación
de ésta a los montos usuales para el tipo de trabajo realizado.

La declaración de los peritos en la audiencia del juicio oral se regirá por las normas
previstas en el artículo 329 y, supletoriamente, por las establecidas para los testigos. Si el
perito se negare a prestar declaración, se le aplicará lo dispuesto para los testigos en el
artículo 299 inciso segundo.

Durante la etapa de investigación o en la audiencia de preparación del juicio oral,


los intervinientes podrán solicitar del juez de garantía que dicte las instrucciones
necesarias para que sus peritos puedan acceder a examinar los objetos, documentos o
lugares a que se refiriere su pericia o para cualquier otro fin pertinente. El juez de garantía
accederá a la solicitud, a menos que, presentada durante la etapa de investigación,
considerare necesario postergarla para proteger el éxito de ésta.

Auxiliares del ministerio público como peritos. El ministerio público podrá


presentar como peritos a los miembros de los organismos técnicos que le prestaren auxilio
en su función investigadora, ya sea que pertenecieren a la policía, al propio ministerio
público o a otros organismos estatales especializados en tales funciones.

En caso necesario, los peritos y otros terceros que debieren intervenir en el


procedimiento para efectos probatorios podrán pedir al ministerio público que adopte
medidas tendientes a que se les brinde la protección prevista para los testigos.

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