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3.1.- cuestiones prácticas de la actividad pericial:
La actuación del reconocimiento del objeto en el litigio por parte del perito se
considera un punto muy importante para la decisión de un juicio, tanto que se podría
decir que la pericial constituye el foco primordial de los juicios.
El reconocimiento del objeto en el litigio por parte del perito es un punto muy
importante para la decisión de un juicio.
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requieren. Un supuesto importante que hay que valorar es el tiempo en que se realizan los
reconocimientos periciales, como puede ser el hecho de que el actor que adjunte a su
demanda el dictamen, podrá prescindir de la intervención de la adversa en su
reconocimiento. Como contrapartida, quien conteste una demanda podrá reservarse su
reconocimiento, más allá del plazo de 20 días para contestar a la demanda.
En otro caso se suspenderá la sesión por el tiempo necesario, a no ser que puedan
continuar practicándose otras diligencias de prueba entre tanto que los peritos verifican
el reconocimiento.
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Por su parte en el Código Federal de Procedimientos Penales Mexicano se señala
que el reconocimiento o la autopsia se practicarán por los peritos médicos legistas
oficiales si los hubiere y, además, si se estima conveniente, por los que designe el
funcionario que conozca del asunto.
Sobre un mismo hecho o materia cada sujeto procesal sólo podrá presentar un
dictamen pericial. Todo dictamen se rendirá por un perito.
No serán admisibles los dictámenes periciales que versen sobre puntos de derecho,
sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 177 y 179 del Código General de
Procedimiento para la prueba de la ley y de la costumbre extranjera. Sin embargo, las
partes podrán asesorarse de abogados, cuyos conceptos serán tenidos en cuenta por el juez
como alegaciones de ellas.
El perito deberá manifestar bajo juramento que se entiende prestado por la firma
del dictamen que su opinión es independiente y corresponde a su real convicción
profesional. El dictamen deberá acompañarse de los documentos que le sirven de
fundamento y de aquellos que acrediten la idoneidad y la experiencia del perito.
El dictamen suscrito por el perito deberá contener, como mínimo, las siguientes
declaraciones e informaciones:
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3. La profesión, oficio, arte o actividad especial ejercida por quien rinde el dictamen y de
quien participó en su elaboración. Deberán anexarse los documentos idóneos que lo
habilitan para su ejercicio, los títulos académicos y los documentos que certifiquen la
respectiva experiencia profesional, técnica o artística.
4. La lista de publicaciones, relacionadas con la materia del peritaje, que el perito haya
realizado en los últimos diez años, si las tuviere.
5. La lista de casos en los que haya sido designado como perito o en los que haya
participado en la elaboración de un dictamen pericial en los últimos cuatro años. Dicha
lista deberá incluir el juzgado o despacho en donde se presentó, el nombre de las partes,
de los apoderados de las partes y la materia sobre la cual versó el dictamen.
En cuanto el dictamen aportado por una de las partes, se señala que la parte que
pretenda valerse de un dictamen pericial deberá aportarlo en la respectiva oportunidad
para pedir pruebas.
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la práctica de la prueba. El dictamen deberá ser emitido por institución o profesional
especializado.
De igual forma en cuanto las disposiciones del juez respecto de la prueba pericial.
El juez, de oficio o a petición de parte, podrá disponer lo siguiente:
1. Adoptar las medidas para facilitar la actividad del perito designado por la parte
que lo solicite y ordenar a la otra parte prestar la colaboración para la práctica del
dictamen, previniéndola sobre las consecuencias de su renuencia.
Las investigaciones o los análisis se realizarán por el perito o los peritos, según el
caso. El informe será firmado por quienes hubieren intervenido en la parte que les
corresponda. Todos los peritos deberán rendir su dictamen bajo la gravedad del
juramento.
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En cuanto los planos, exámenes científicos y reconstrucción de los hechos, se
indica que estos pueden ser de oficio o a pedido de parte, el Juez podrá ordenar.
Los que concordaren, los presentarán en un único texto firmado por todos. Los
disidentes lo harán por separado y siempre en un mismo escrito, salvo que por
circunstancias especiales ello no fuere posible.
Por su parte en el Código Procesal penal se señala que el juez podrá ordenar que
se practique el reconocimiento de una persona, para identificarla o establecer que quien
la menciona o alude, efectivamente la conoce o la ha visto.
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condiciones exteriores semejantes, a la que deba ser identificada o reconocida, quien
elegirá colocación en la rueda.
En presencia de todas ellas, o desde donde no pueda ser visto, según el juez lo
estime oportuno, el que deba practicar el reconocimiento manifestará si se encuentra en
la rueda la persona a la que haya hecho referencia, invitándoselo a que, en caso afirmativo,
la designe clara y precisamente y manifieste las diferencias y semejanzas que observare
entre su estado actual y el que presentaba en la época a que se refiere su declaración. La
diligencia se hará constar en acta, donde se consignarán todas las circunstancias útiles,
inclusive el nombre y el domicilio de los que hubieren formado la rueda.
Antes del reconocimiento de una cosa el juez invitará a la persona que deba
efectuarlo a que la describa. En lo demás y en cuanto fuere posible, regirán las reglas que
anteceden.
Por otra parte en el Código Procesal penal se señala que sin perjuicio del deber de
los peritos de concurrir a declarar ante el tribunal acerca de su informe, éste deberá
entregarse por escrito y contener:
a) La descripción de la persona o cosa que fuere objeto de él, del estado y modo en
que se hallare;
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b) La relación circunstanciada de todas las operaciones practicadas y su resultado, y
c) Las conclusiones que, en vista de tales datos, formularen los peritos conforme a los
principios de su ciencia o reglas de su arte u oficio.
El juez de garantía admitirá los informes y citará a los peritos cuando, además de
los requisitos generales para la admisibilidad de las solicitudes de prueba, considerare que
los peritos y sus informes otorgan suficientes garantías de seriedad y profesionalismo.
Con todo, el juez de garantía podrá limitar el número de informes o de peritos, cuando
unos u otros resultaren excesivos o pudieren entorpecer la realización del juicio.
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Las partes podrán solicitar también la práctica conjunta de ambos reconocimientos
y el tribunal la ordenará si la estima procedente art. 356 Ley Enjuiciamiento Civil
Español.
Si alguna de las partes solicitare estar presente en las operaciones periciales del
apartado anterior, el tribunal decidirá lo que proceda y, en caso de admitir esa presencia,
ordenará al perito que dé aviso directamente a las partes, con antelación de al menos
cuarenta y ocho horas, del día, hora y lugar en que aquellas operaciones se llevarán a cabo
art. 345 Ley Enjuiciamiento Civil Español.
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datos oportunos que se pudieren reunir, a fin de que, en tal caso, hagan la tasación y
regulación de perjuicios de un modo prudente, con arreglo a los datos suministrados.
Todo reconocimiento pericial se hará por dos peritos. Se exceptúa el caso en que
no hubiese más de uno en el lugar y no fuere posible esperar la llegada de otro sin graves
inconvenientes para el curso del sumario art. 459 Ley de Enjuiciamiento Criminal
Español.
Las pruebas admitidas por los jueces a cada parte habrán de practicarse según el
orden en que hayan sido propuestas en el escrito correspondiente.
- Fecha de la diligencia.
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- Firma de la persona a quien se haya entregado la cédula y, si no fuere el interesado,
su nombre, documento de identificación, domicilio y relación con el destinatario.
- Firma del Secretario, haciendo constar, en su caso, si el notificado no quisiera o
no pudiera firmar Art 58 Ley de procedimiento laboral Español.
El perito que dejare de concurrir, sin causa justa, calificada por el tribunal, será
responsable de los daños y perjuicios que, por su falta, se causaren.
Rendidos los dictámenes, dentro de los tres días siguientes del últimamente
presentado, los examinará el tribunal, y, si discordaren en alguno o algunos de los puntos
esenciales sobre que debe versar el parecer pericial, mandará, de oficio, que, por
notificación personal, se hagan del conocimiento del perito tercero, entregándole las
copias de ellos, y previniéndole que, dentro del término que le señale, rinda el suyo. Si el
término fijado no bastare, el tribunal podrá acordar, a petición del perito, que se le amplíe.
El perito tercero no está obligado a adoptar alguna de las opiniones de los otros
peritos.
Si el perito nombrado por una parte no rinde su dictamen, sin causa justificada,
designará el tribunal nuevo perito, en substitución del omiso, e impondrá, a éste, una
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multa hasta por la cantidad de ciento veinte días de salario mínimo general vigente en el
Distrito Federal. La omisión hará, además, responsable, al perito, de los daños y
perjuicios que por ella se ocasionen a la parte que lo nombró.
Si el perito de que se trata no rinde su dictamen dentro del plazo que se le fijó,
pero sí antes de que se haya hecho el nuevo nombramiento, sólo se le aplicará la multa
señalada en el párrafo precedente. Los peritos se sujetarán, en su dictamen, a las bases
que, en su caso, fije la ley.
El funcionario que practique las diligencias fijará a los peritos el tiempo en que
deban cumplir su cometido. Si transcurrido ese tiempo no rinden su dictamen o sí
legalmente citados y aceptado el cargo, no concurren a desempeñarlo, se hará uso de
alguno de los medios de apremio.
Los peritos practicarán todas las operaciones y experimentos que su ciencia o arte
les sugieran y expresarán los hechos y circunstancias que sirvan de fundamento a su
opinión.
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Cuando las opiniones de los peritos discordaren, el funcionario que practique las
diligencias los citará a junta en la que se discutirán los puntos de diferencia, haciéndose
constar en el acta el resultado de la discusión. Si los peritos no se pusieren de acuerdo se
nombrará un perito tercero en discordia.
Sobre un mismo hecho o materia cada sujeto procesal sólo podrá presentar un
dictamen pericial. Todo dictamen se rendirá por un perito.
No serán admisibles los dictámenes periciales que versen sobre puntos de derecho,
sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 177 y 179 para la prueba de la ley y de la
costumbre extranjera. Sin embargo, las partes podrán asesorarse de abogados, cuyos
conceptos serán tenidos en cuenta por el juez como alegaciones de ellas.
El perito deberá manifestar bajo juramento que se entiende prestado por la firma
del dictamen que su opinión es independiente y corresponde a su real convicción
profesional. El dictamen deberá acompañarse de los documentos que le sirven de
fundamento y de aquellos que acrediten la idoneidad y la experiencia del perito.
El dictamen suscrito por el perito deberá contener, como mínimo, las siguientes
declaraciones e informaciones:
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2. La dirección, el número de teléfono, número de identificación y los demás datos
que faciliten la localización del perito.
5. La lista de casos en los que haya sido designado como perito o en los que haya
participado en la elaboración de un dictamen pericial en los últimos cuatro años. Dicha
lista deberá incluir el juzgado o despacho en donde se presentó, el nombre de las partes,
de los apoderados de las partes y la materia sobre la cual versó el dictamen.
El juez apreciará el dictamen de acuerdo con las reglas de la sana crítica, teniendo
en cuenta la solidez, claridad, exhaustividad, precisión y calidad de sus fundamentos, la
idoneidad del perito y su comportamiento en la audiencia, y las demás pruebas que obren
en el proceso.
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El perito desempeñará su labor con objetividad e imparcialidad, y deberá tener en
consideración tanto lo que pueda favorecer como lo que sea susceptible de causar
perjuicio a cualquiera de las partes.
El juez apreciará el cumplimiento de ese deber de acuerdo con las reglas de la sana
crítica, pudiendo incluso negarle efectos al dictamen cuando existan circunstancias que
afecten gravemente su credibilidad.
Las investigaciones o los análisis se realizarán por el perito o los peritos, según el
caso. El informe será firmado por quienes hubieren intervenido en la parte que les
corresponda. Todos los peritos deberán rendir su dictamen bajo la gravedad del
juramento.
Las partes solicitarán al juez que haga comparecer a los peritos al juicio oral y
público, para ser interrogados y contrainterrogados en relación con los informes periciales
que hubiesen rendido, o para que los rindan en la audiencia.
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Si el juez admite el informe presentado por la parte, en la audiencia preparatoria,
inmediatamente ordenará citar al perito o peritos que lo suscriben, para que concurran a
la audiencia del juicio oral y público con el fin de ser interrogados y contrainterrogados.
En ningún caso, el informe de que trata este artículo será admisible como
evidencia, si el perito no declara oralmente en el juicio.
Los peritos, tanto los que hayan rendido informe, como los que sólo serán
interrogados y contrainterrogados en la audiencia del juicio oral y público, tendrán acceso
a los elementos materiales probatorios y evidencia física a que se refiere el informe
pericial o a los que se hará referencia en el interrogatorio.
Cuando el objeto de la diligencia pericial fuese de tal naturaleza que permita a los
peritos expedirse inmediatamente, podrán dar su dictamen por escrito o en audiencia, en
cuyo caso informará uno de ellos si existiere unanimidad.
El dictamen se presentará por escrito, con copias para las partes. Contendrá la
explicación detallada de las operaciones técnicas realizadas y de los principios científicos
en que los peritos funden su opinión.
Los que concordaren, los presentarán en un único texto firmado por todos. Los
disidentes lo harán por separado y siempre en un mismo escrito, salvo que por
circunstancias especiales ello no fuere posible.
Del dictamen pericial se dará traslado a las partes que se notificará por cédula; y
a instancia de cualquiera de ellas, o de oficio, el Juez podrá ordenar que los Peritos den
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las explicaciones que se consideren convenientes, en audiencia o por escrito, atendiendo
a las circunstancias del caso.
Cuando el Juez lo estimare necesario podrá disponer que se practique otra pericia,
o se perfeccione o amplíe la anterior, por los mismos Peritos u otros de su elección.
La fuerza probatoria del dictamen pericial será estimada por el Juez teniendo en
consideración la competencia de los peritos, la uniformidad o disconformidad de sus
opiniones, los principios científicos en que se fundan, la concordancia de su aplicación
con las reglas de la sana crítica y demás pruebas y elementos de convicción que la causa
ofrezca.
Por su parte en el Código Procesal Penal se estipula que el dictamen pericial podrá
expedirse por informe escrito o hacerse constar en acta y comprenderá, en cuanto fuere
posible:
2°) Una relación detallada de todas las operaciones practicadas y sus resultados.
3°) Las conclusiones que formulen los peritos conforme a los principios de su
ciencia, arte o técnica.
4°) Lugar y fecha en que se practicaron las operaciones. El juez valorará la pericia
de acuerdo con las reglas de la sana crítica.
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Cuando se trate de examinar o cotejar algún documento, el juez ordenará la
presentación de las escrituras de comparación, pudiendo utilizarse escritos privados si no
hubiere dudas sobre su autenticidad. Para la obtención de estos escritos podrá disponer el
secuestro, salvo que su tenedor sea una persona hubiere dudas sobre su autenticidad. Para
la obtención de estos escritos podrá disponer el secuestro, salvo que su tenedor sea una
persona que deba o pueda abstenerse de declarar como testigo.
El juez podrá disponer también que alguna de las partes forme cuerpo de la
escritura.
Cuando los peritos discorden en sus dictámenes, podrá el tribunal disponer que se
nombre un nuevo perito, si lo estima necesario para la mejor ilustración de las cuestiones
que deban resolver.
Si no resulta acuerdo del nuevo perito con los anteriores, el tribunal apreciará
libremente las opiniones de todos ellos, tomando en cuenta los demás antecedentes del
juicio.
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éstos fueren citados a declarar a dicho juicio, acompañando los comprobantes que
acreditaren la idoneidad profesional del perito.
Sin perjuicio del deber de los peritos de concurrir a declarar ante el tribunal acerca
de su informe, éste deberá entregarse por escrito y contener:
a) La descripción de la persona o cosa que fuere objeto de él, del estado y modo en
que se hallare;
c) Las conclusiones que, en vista de tales datos, formularen los peritos conforme a los
principios de su ciencia o reglas de su arte u oficio.
El juez de garantía admitirá los informes y citará a los peritos cuando, además de
los requisitos generales para la admisibilidad de las solicitudes de prueba, considerare que
los peritos y sus informes otorgan suficientes garantías de seriedad y profesionalismo.
Con todo, el juez de garantía podrá limitar el número de informes o de peritos, cuando
unos u otros resultaren excesivos o pudieren entorpecer la realización del juicio.
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cuenta con medios suficientes para solventarlo o cuando, tratándose del imputado, la no
realización de la diligencia pudiere importar un notorio desequilibrio en sus posibilidades
de defensa. En este último caso, el juez de garantía regulará prudencialmente la
remuneración del perito, teniendo presente los honorarios habituales en la plaza y el total
o la parte de la remuneración que no fuere asumida por el solicitante será de cargo fiscal.
Balística Forense
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Biología Forense
Pericias Contables
Informe Dactiloscópico
Pericia Físico-química
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Fotografía Forense
- Fotografiar a las personas naturales con fines de identificación, así como a los
indicios y evidencia que sirvan en el descubrimiento de los hechos delictuosos.
- Procesar las tomas fotográficas con fines identificativos.
- Fotografiar la reconstrucción del hecho, en la escena del delito.
Son también legítimos los vídeos o fotografías de entidades bancarias, siempre que
cumplan con determinados requisitos establecidos por vía jurisprudencial, entonces se
pueden considerar prueba.
La Odontología Forense
Es un análisis de las piezas dentales, para realizar una identificación interesa la pulpa
del diente, porque hay una gran fuente de ADN, que está protegida por duras capas de los
organismos y aguanta altas temperatura.
Pericias Toxicológicas
Toda muerte sospechosa de criminalidad exige una autopsia. A veces, junto al cadáver
pueden encontrarse sustancias sospechosas.
Estas sustancias deben ser remitidas al laboratorio, pues pueden contener veneno y
ser éste la causa de la muerte. (campus.euroinnova.edu.es)
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Pericias Psiquiátricas
La pericia psiquiátrica reviste suma importancia. Los peritos deben opinar acerca del
estado mental del procesado y de su antigüedad, establecer si los trastornos, taras o
anomalías han suprimido o solamente disminuido la conciencia del acto y por
consiguiente su responsabilidad.
Se han señalado estos ejemplos de exámenes periciales porque tienen valor de prueba
ya que son realizados por instituciones oficiales y competentes en este ámbito
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- La ciencia aplicada: medios, psiquiátrico, sociales, balísticos, caligráficos,
contables, ciencias forenses, informes contables.
Aunque no es una práctica usual, puede solicitarse la ampliación del dictamen. Esta
ampliación consiste en la repetición del examen o estudio de lo ya peritado.
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Además, se puede solicitar que los colegios profesionales, academias, institutos o
centros oficiales se pronuncien al respecto e informen por escrito para agregarse al
expediente y después oportunamente sea valorado.
Claridad
Es muy importante tener en cuenta que el dictamen lo leerán con seguridad personas
que desconocen la materia a peritar, por lo que es necesario que, sobre todo en las
conclusiones, la exposición sea muy clara.
Concisión
Fundamentación
Justificación
Congruencia
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Las conclusiones a las que se lleguen en cualquier peritaje han de ser claras, sencillas,
y sobre todo gozar de la credibilidad exigible. La rotundidad de un perito no es igual a
fiabilidad.
En relación con el contenido del dictamen, deberá comprender como mínimo los
siguientes
Extremos:
Las cuestiones sobre las que ha de versar el dictamen, con separación de cada una de
ellas, y las conclusiones que en su caso deban ser obtenidas.
Los antecedentes documentales que se han tenido en cuenta, tanto procesales, como
extraprocesales. (campus.euroinnova.edu.es)
Las respuestas a cada una de las cuestiones que se la han efectuado y las conclusiones
a las que pueda haber llegado.
Si las partes así lo solicitaron, las medidas para la resolución del litigio, la valoración
de los daños o del importe de la reparación, o del resarcimiento de los perjuicios.
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Los informes periciales como principios de prueba
Compatibilización de los informes que aportan las partes, informes que se aportan
previamente con los dictámenes requeridos en el seno del proceso.
Por ello, la Ley Enjuiciamiento Civil Español no deja dudas y exige su presentación
con la demanda, evitando así que las partes acudan al proceso sin fundamento técnico,
dejando patente que la presentación posterior se tendrá por extemporánea. Dando solo la
posibilidad de presentación ulterior cuando la necesidad de la misma fuera a consecuencia
de las alegaciones de la contraparte en el procedimiento.
Como referencia tenemos el Artículo 265 Ley Enjuiciamiento Civil Español sobre
documentos y otros escritos y objetos relativos al fondo del asunto.
(campus.euroinnova.edu.es)
- Los documentos en que las partes funden su derecho a la tutela judicial que
pretenden.
- Los medios e instrumentos a que se refiere el apartado 2 del artículo 299, si en
ellos se fundaran las pretensiones de tutela formuladas por las partes.
- Las certificaciones y notas sobre cualesquiera asientos registrales o sobre el
contenido de libros registro, actuaciones o expedientes de cualquier clase.
- Los dictámenes periciales en que las partes apoyen sus pretensiones, sin perjuicio
de lo dispuesto en los artículos 337 y 339 de dicha Ley. En el caso de que alguna
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de las partes sea titular del derecho de asistencia jurídica gratuita no tendrá que
aportar con la demanda o con la contestación el dictamen, sino simplemente
anunciarlo de acuerdo con lo que prevé el apartado 1 del artículo 339 de la Ley
Enjuiciamiento Civil Español.
Los peritos que no hayan sido recusados serán examinados juntos cuando deban
declarar sobre unos mismos hechos, y contestarán a las preguntas y repreguntas que las
partes les dirijan.
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Si para contestarlas considerasen necesaria la práctica de cualquier reconocimiento,
harán éste, acto continuo, en el local de la misma audiencia si fuere posible. En otro caso
se suspenderá la sesión por el tiempo necesario, a no ser que puedan continuar
practicándose otras diligencias de prueba entre tanto que los peritos verifican el
reconocimiento.
Rendidos los dictámenes, dentro de los tres días siguientes del últimamente
presentado, los examinará el tribunal, y, si discordaren en alguno o algunos de los puntos
esenciales sobre que debe versar el parecer pericial, mandará, de oficio, que, por
notificación personal, se hagan del conocimiento del perito tercero, entregándole las
copias de ellos, y previniéndole que, dentro del término que le señale, rinda el suyo. Si el
término fijado no bastare, el tribunal podrá acordar, a petición del perito, que se le amplíe.
El perito tercero no está obligado a adoptar alguna de las opiniones de los otros
peritos.
Si el perito nombrado por una parte no rinde su dictamen, sin causa justificada,
designará el tribunal nuevo perito, en substitución del omiso, e impondrá, a éste, una
multa hasta por la cantidad de ciento veinte días de salario mínimo general vigente en el
Distrito Federal. La omisión hará, además, responsable, al perito, de los daños y
perjuicios que por ella se ocasionen a la parte que lo nombró.
Si el perito de que se trata no rinde su dictamen dentro del plazo que se le fijó, pero
sí antes de que se haya hecho el nuevo nombramiento, sólo se le aplicará la multa señalada
en el párrafo precedente.
Los peritos se sujetarán, en su dictamen, a las bases que, en su caso, fije la ley.
Si el objeto del dictamen pericial fuere la práctica de un avalúo, los peritos tenderán
a fijar el valor comercial, teniendo en cuenta los precios de plaza, los frutos que, en su
caso, produjere o fuere capaz de producir la cosa, objeto del avalúo, y todas las
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circunstancias que puedan influir en la determinación del valor comercial, salvo que, por
convenio o por disposición de la ley, sean otras las bases para el avalúo.
Por su parte el Código Federal de Procedimientos Penales señala que los peritos
emitirán su dictamen por escrito y lo ratificarán en diligencia especial. Los peritos
oficiales no necesitarán ratificar sus dictámenes, sino cuando el funcionario que practique
las diligencias lo estime necesario. En esta diligencia el juez y las partes podrán formular
preguntas a los peritos.
Así las cosas en el primero de estos cuerpos normativos se estipula que la prueba
pericial es procedente para verificar hechos que interesen al proceso y requieran
especiales conocimientos científicos, técnicos o artísticos.
Sobre un mismo hecho o materia cada sujeto procesal sólo podrá presentar un
dictamen pericial. Todo dictamen se rendirá por un perito.
No serán admisibles los dictámenes periciales que versen sobre puntos de derecho,
sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 177 y 179 para la prueba de la ley y de la
costumbre extranjera. Sin embargo, las partes podrán asesorarse de abogados, cuyos
conceptos serán tenidos en cuenta por el juez como alegaciones de ellas.
El perito deberá manifestar bajo juramento que se entiende prestado por la firma
del dictamen que su opinión es independiente y corresponde a su real convicción
profesional. El dictamen deberá acompañarse de los documentos que le sirven de
fundamento y de aquellos que acrediten la idoneidad y la experiencia del perito.
El dictamen suscrito por el perito deberá contener, como mínimo, las siguientes
declaraciones e informaciones:
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2. La dirección, el número de teléfono, número de identificación y los demás datos
que faciliten la localización del perito.
5. La lista de casos en los que haya sido designado como perito o en los que haya
participado en la elaboración de un dictamen pericial en los últimos cuatro años. Dicha
lista deberá incluir el juzgado o despacho en donde se presentó, el nombre de las partes,
de los apoderados de las partes y la materia sobre la cual versó el dictamen.
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partes y terceros que deban colaborar con la práctica de la prueba. El dictamen deberá ser
emitido por institución o profesional especializado.
Las justificaciones que por las mismas causas sean presentadas dentro de los tres
días siguientes a la audiencia, sólo autorizan el decreto de la prueba en segunda instancia,
si ya se hubiere proferido sentencia. Si el proceso fuera de única instancia, se fijará por
una sola vez nueva fecha y hora para realizar el interrogatorio del perito.
En ningún caso habrá lugar a trámite especial de objeción del dictamen por error
grave.
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Si el perito no rinde el dictamen en tiempo se le impondrá multa de cinco (5) a
diez salarios mínimos legales mensuales y se le informará a la entidad de la cual dependa
o a cuya vigilancia esté sometido.
Con el dictamen pericial el perito deberá acompañar los soportes de los gastos en
que incurrió para la elaboración del dictamen. Las sumas no acreditadas deberá
reembolsarlas a órdenes del juzgado.
Por su parte el Código Procesal Penal señala que las partes podrán presentar
informes de peritos de su confianza y solicitar que éstos sean citados a interrogatorio en
el juicio oral y público, acompañando certificación que acredite la idoneidad del perito.
Cuando el objeto de la diligencia pericial fuese de tal naturaleza que permita a los
peritos expedirse inmediatamente, podrán dar su dictamen por escrito o en audiencia, en
cuyo caso informará uno de ellos si existiere unanimidad.
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1) Ejecución de planos, relevamientos, reproducciones fotográficas,
cinematográficas, o de otra especie, de objetos, documentos o lugares, con empleo de
medios o instrumentos mecánicos.
El dictamen se presentará por escrito, con copias para las partes. Contendrá la
explicación detallada de las operaciones técnicas realizadas y de los principios científicos
en que los peritos funden su opinión.
Los que concordaren, los presentarán en un único texto firmado por todos. Los
disidentes lo harán por separado y siempre en un mismo escrito, salvo que por
circunstancias especiales ello no fuere posible.
Del dictamen pericial se dará traslado a las partes que se notificará por cédula; y
a instancia de cualquiera de ellas, o de oficio, el Juez podrá ordenar que los Peritos den
las explicaciones que se consideren convenientes, en audiencia o por escrito, atendiendo
a las circunstancias del caso.
Cuando el Juez lo estimare necesario podrá disponer que se practique otra pericia,
o se perfeccione o amplíe la anterior, por los mismos Peritos u otros de su elección.
Por otro lado el Código Procesal Penal indica que el dictamen pericial podrá
expedirse por informe escrito o hacerse constar en acta y comprenderá, en cuanto fuere
posible:
2°) Una relación detallada de todas las operaciones practicadas y sus resultados.
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3°) Las conclusiones que formulen los peritos conforme a los principios de su
ciencia, arte o técnica.
4°) Lugar y fecha en que se practicaron las operaciones. El juez valorará la pericia
de acuerdo con las reglas de la sana crítica.
Los gastos y honorarios que en estos casos se originen por la diligencia misma o
por la comparecencia de la otra parte al lugar donde debe practicarse, serán de cargo del
que la haya solicitado; salvo que el tribunal estime necesaria la medida para el
esclarecimiento de la cuestión, y sin perjuicio de lo que en definitiva se resuelva sobre
pago de costas. El tribunal, de oficio o a petición de parte, podrá ordenar que previamente
se consigne una cantidad prudencial para responder a los gastos y honorarios referidos.
Los tribunales señalarán en cada caso el término dentro del cual deben los peritos
evacuar su encargo; y podrán, en caso de desobediencia, apremiarlos con multas,
prescindir del informe o decretar el nombramiento de nuevos peritos, según los casos.
Cuando los peritos discorden en sus dictámenes, podrá el tribunal disponer que se
nombre un nuevo perito, si lo estima necesario para la mejor ilustración de las cuestiones
que deban resolver.
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El nuevo perito será nombrado y desempeñará su cargo en conformidad a las
reglas precedentes.
Si no resulta acuerdo del nuevo perito con los anteriores, el tribunal apreciará
libremente las opiniones de todos ellos, tomando en cuenta los demás antecedentes del
juicio.
Ahora bien en el Código Procesal Penal se indica que sin perjuicio del deber de
los peritos de concurrir a declarar ante el tribunal acerca de su informe, éste deberá
entregarse por escrito y contener:
a) La descripción de la persona o cosa que fuere objeto de él, del estado y modo en
que se hallare;
c) Las conclusiones que, en vista de tales datos, formularen los peritos conforme a los
principios de su ciencia o reglas de su arte u oficio.
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diligencia pudiere importar un notorio desequilibrio en sus posibilidades de defensa. En
este último caso, el juez de garantía regulará prudencialmente la remuneración del perito,
teniendo presente los honorarios habituales en la plaza y el total o la parte de la
remuneración que no fuere asumida por el solicitante será de cargo fiscal.
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- La exclusión de la recusación del perito, sustituyendo tal figura por el
procedimiento de las tachas. Lo cual no es correcto, ya que si un perito está
irremisiblemente afectado en su independencia y libertad de criterio, no se le
debería dejar intervenir, lo que se lograría aplicando el régimen de inadmisibilidad
de los medios probatorios; y conforme al régimen de declaración de ilicitud de la
prueba una vez practicada, que son unos medios recogidos en la norma.
(campus.euroinnova.edu.es).
- Debería haber una regulación específica de la pericia sobre documentos sonoros,
visuales, gráficos, informáticos.
Se regula acertadamente, aunque de manera parcial, las costas causadas por la prueba
pericial. Llama la atención el cambio radical que se introduce con la Ley Enjuiciamiento
Civil Española del 2000 con respecto a la anterior, en la concepción y determinación del
medio de prueba constituido por el dictamen pericial, que pasa de ser un informe que
proporciona al Juez conocimientos científicos, artísticos, o prácticos sobre determinados
hechos, por una persona imparcial; a convertirse en un informe de parte o encargado por
persona interesada.
39
Por su parte la legislación Mexicana regulara en el Código Federal de
procedimiento Civil, indicando que rendidos los dictámenes, dentro de los tres días
siguientes del últimamente presentado, los examinará el tribunal, y, si discordaren en
alguno o algunos de los puntos esenciales sobre que debe versar el parecer pericial,
mandará, de oficio, que, por notificación personal, se hagan del conocimiento del perito
tercero, entregándole las copias de ellos, y previniéndole que, dentro del término que le
señale, rinda el suyo. Si el término fijado no bastare, el tribunal podrá acordar, a petición
del perito, que se le amplíe.
Pero en su Código Procesal Penal indica que para apreciar la prueba pericial, en
el juicio oral y público, se tendrá en cuenta la idoneidad técnico científico y moral del
perito, la claridad y exactitud de sus respuestas, su comportamiento al responder, el grado
de aceptación de los principios científicos, técnicos o artísticos en que se apoya el perito,
los instrumentos utilizados y la consistencia del conjunto de respuestas.
Por otro lado, en el Código Procesal Penal señala que el dictamen pericial podrá
expedirse por informe escrito o hacerse constar en acta y comprenderá, en cuanto fuere
posible:
40
2°) Una relación detallada de todas las operaciones practicadas y sus resultados.
3°) Las conclusiones que formulen los peritos conforme a los principios de su
ciencia, arte o técnica.
4°) Lugar y fecha en que se practicaron las operaciones. El juez valorará la pericia
de acuerdo con las reglas de la sana crítica.
Mientras que el Código Procesal Penal indica que los tribunales apreciarán la
prueba con libertad, pero no podrán contradecir los principios de la lógica, las máximas
de la experiencia y los conocimientos científicamente afianzados.
41
- Formulación de las tachas.
- El Tribunal podrá intervenir como las partes.
A través de las denominadas diligencias finales, las pruebas periciales, solo serán
admisibles, las que debidamente propuestas y aprobadas, no se hubieren practicado por
causas ajenas a la parte que les hubiere interesado.
Otra figura especial que se introduce es la de la prueba pericial caligráfica, cuyo objeto
es el llamado el cotejo de letras o verificación de signos externos, de la procedencia,
autoría y autenticidad de una letra escrita, con independencia de la autenticidad del
contenido del documento donde figure y de su valor probatorio.
Por último como prueba pericial especial, surge la figura de la prueba por medio de
intérprete, que puede surgir en tres ocasiones:
42
En los supuestos de peritajes de parte, es evidente que, aunque se presume la
imparcialidad del perito, resulta fundamental una clara comprensión entre el abogado de
parte y el perito de la misma.
Puede el perito resultar un auxilio fundamental para la propia estrategia del juicio, en
fase de alegaciones, en fase de proposición de pruebas y en la preparación del posible
interrogatorio del perito contrario.
La Ley de Enjuiciamiento Criminal Español indica que los peritos que no hayan sido
recusados serán examinados juntos cuando deban declarar sobre unos mismos hechos, y
contestarán a las preguntas y repreguntas que las partes les dirijan.
En otro caso se suspenderá la sesión por el tiempo necesario, a no ser que puedan
continuar practicándose otras diligencias de prueba entre tanto que los peritos verifican
el reconocimiento.
El tribunal señalará lugar, día y hora para que la diligencia se practique, si él debe
presidirla. En cualquier otro caso, señalará a los peritos un término prudente para que
presenten su dictamen.
43
peritos, todas las aclaraciones que estime conducentes, y exigirles la práctica de nuevas
diligencias.
Mientras que en el Código Federal de Procedimientos Penales, nos indicara que los
peritos emitirán su dictamen por escrito y lo ratificarán en diligencia especial. Los peritos
oficiales no necesitarán ratificar sus dictámenes, sino cuando el funcionario que practique
las diligencias lo estime necesario. En esta diligencia el juez y las partes podrán formular
preguntas a los peritos.
Para los efectos de la contradicción del dictamen, el perito siempre deberá asistir a la
audiencia.
Mientras que en el Código Procesal Penal ordena que las partes solicitarán al juez que
haga comparecer a los peritos al juicio oral y público, para ser interrogados y
contrainterrogados en relación con los informes periciales que hubiesen rendido, o para
que los rindan en la audiencia.
Las partes podrán presentar informes de peritos de su confianza y solicitar que éstos
sean citados a interrogatorio en el juicio oral y público, acompañando certificación que
acredite la idoneidad del perito.
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(5) días de anticipación a la celebración de la audiencia pública en donde se recepcionará
la peritación, sin perjuicio de lo establecido en este código sobre el descubrimiento de la
prueba.
En ningún caso, el informe de que trata este artículo será admisible como evidencia,
si el perito no declara oralmente en el juicio.
Los peritos, tanto los que hayan rendido informe, como los que sólo serán
interrogados y contrainterrogados en la audiencia del juicio oral y público, tendrán acceso
a los elementos materiales probatorios y evidencia física a que se refiere el informe
pericial o a los que se hará referencia en el interrogatorio.
4. Sobre los principios científicos, técnicos o artísticos en los que fundamenta sus
verificaciones o análisis y grado de aceptación.
El perito responderá de forma clara y precisa las preguntas que le formulen las partes.
El perito tiene, en todo caso, derecho de consultar documentos, notas escritas y
publicaciones con la finalidad de fundamentar y aclarar su respuesta.
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El contrainterrogatorio del perito se cumplirá observando las siguientes instrucciones:
Por su lado en Chile el Código de Procedimiento Civil nos señala que el perito que
acepte el cargo deberá declararlo así, jurando desempeñarlo con fidelidad. De esta
declaración, que habrá de hacerse verbalmente o por escrito en el acto de la notificación
o dentro de los tres días inmediatos, se dejará testimonio en los autos.
Las partes podrán hacer en el acto del reconocimiento las observaciones que estimen
oportunas. Podrán también pedir que se hagan constar los hechos y circunstancias que
46
juzguen pertinentes; pero no tomarán parte en las deliberaciones de los peritos, ni estarán
en ellas presentes.
Por su parte el Código Procesal Penal se señala que la declaración de los peritos
en la audiencia del juicio oral se regirá por las normas previstas en el artículo 329 y,
supletoriamente, por las establecidas para los testigos.
Al objeto de constituirse como una unión libre de personas con vistas a conseguir
un fin común y bajo un régimen organizado de formación de su voluntad, los peritos se
unen en asociaciones profesionales.
47
disposiciones dispersas y de distintos rangos que es necesario regular con carácter general
atendiendo a la variedad de las actividades profesionales; que así mismo recoja los
principios jurídicos básicos en esta materia y garantice la autonomía de las asociaciones
profesionales, su personalidad jurídica y plena capacidad para el cumplimiento de los
fines profesionales, así como de las funciones de la administración en orden de la
"Regulación de las Profesiones" dentro del necesario respeto del ordenamiento jurídico
general.
Para ello, los colegios profesionales elaborarán listas de estos profesionales por
especialidades que deberán ser tenidas en cuenta a la hora de ser designados.
48
El perito en nuestro caso, debe centrarse en el objeto, ser objetivo y olvidarse de su
propia personalidad, al fin de efectuar un dictamen correcto, cumpliendo con las garantías
necesarias. La actuación del perito judicial debe garantizar no sólo su profesionalidad e
idoneidad, sino su objetividad e imparcialidad.
El perito judicial no tiene una reglamentación propia como ocurre con la mayoría de
operadores jurídicos, sino que su regulación se encuentra dispersa, como vimos en temas
anteriores, en las siguientes leyes:
Pertinencia y utilidad
La pericia lleva a pretender que quien haya de emitir un dictamen pericial lo haga
buscando condiciones de idoneidad: “el inexcusable y significativo título es lo que
condiciona la idoneidad del perito” (Sentencia del Tribunal Supremo (STS), 05.05.98, TJ
1998, 4264).
Conocimientos especializados
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Títulos profesionales oficiales
Capacitación profesional
Seguridad jurídica
La libertad unilateral de que goza cada parte en un proceso judicial, para escoger al
perito tiene su justa correspondencia en el examen de idoneidad que corresponde al
tribunal, y que forma parte decisiva del juicio de credibilidad que deba otorgarse al
dictamen extrajudicial.
Por lo tanto, los motivos que justifican la elección del perito, concretados básicamente
en la idoneidad y cualificación profesional del experto, constituyen un factor fundamental
de cara al mérito probatorio del dictamen pericial judicial. (campus.euroinnova.edu.es)
50
La búsqueda de la idoneidad en el perito requerido por alguna de las partes de un
proceso judicial, pretende cumplir fundamentalmente dos funciones: por un lado, la
demostración de las respectivas alegaciones; y por otro, pretende desvirtuar las dudas de
parcialidad con las que puede arrancar el mérito probatorio del dictamen de parte.
La parte que solicita un informe pericial pretende demostrar sus alegaciones con éste
y a su vez, buscando un perito que cumpla con las condiciones de Idoneidad, pretende
evitar tachas, recusaciones, abstenciones, etc.
La actuación de un perito judicial debe sujetarse a los siguientes parámetros: debe ser
imparcial, independiente, objetivo y poseer una formación adecuada.
Los mecanismos que se articulan para el control de parcialidad de los peritos son los
que se establecen en la Ley Enjuiciamiento Civil Español:
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Federal y sus Reformas. Ley Orgánica de la Administración Pública del Distrito Federal
y sus Reformas. Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Distrito
Federal y sus Reformas. Código Civil para el Distrito Federal y sus Reformas. Código de
Procedimientos Penales para el Distrito Federal y sus Reformas.
Acuerdo del Procurador General de Justicia del Distrito Federal, por el que se
establecen las bases y especificaciones para la atención y el servicio a la población, los
procedimientos y la organización de las agencias del Ministerio Público. Acuerdo del
Procurador General de Justicia del Distrito Federal, por el que se establecen los
Lineamientos para la Organización Interna de la Procuraduría. Acuerdo del Procurador
General de Justicia del Distrito Federal, por el que se establece la circunscripción
territorial de las Coordinaciones Territoriales de Seguridad Pública y Procuración de
Justicia. Acuerdo del Procurador General de Justicia del Distrito Federal por el que se
establecen lineamientos para la aplicación de estímulos por los conceptos de
profesionalización y disponibilidad en el servicio de carrera que percibe el personal
sustantivo de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal. Acuerdo del C.
Procurador General de Justicia del Distrito Federal, por el cual se establece el Programa
de Calidad y Calidez en la Atención a la Ciudadanía en las Agencias del Ministerio
Público Desconcentradas, Centrales y de Procesos. Acuerdo por el que se establece como
pública toda la información que detenta la Administración Pública del Distrito Federal,
de conformidad con lo dispuesto por los artículos 23 y 24 de la Ley de Transparencia y
Acceso a la Información Pública del distrito Federal. Expedido por el Jefe de Gobierno
del distrito Federal.
52
Acuerdo del Procurador General de Justicia del Distrito Federal, por el que se
establecen instrucciones respecto a la preservación del lugar donde presumiblemente se
cometió un hecho delictivo. Acuerdo del Procurador General de Justicia del Distrito
Federal, por el que se establecen las normas de organización y funcionamiento de la
Visitaduría General. Acuerdo del Procurador General de Justicia del Distrito Federal,
mediante el cual se implementa la figura de “Audiencia Pública”. Acuerdo del Procurador
General de Justicia del Distrito Federal, mediante el cual se instruye el nuevo emblema
de identificación de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal. (
https://www.pgj.cdmx.gob.mx/micrositios/servicios-periciales).
Por su parte en Colombia, fruto de las diversas reformas procesales de los últimos
años se han venido implementando cambios en materia procesal civil para llegar a lo que
hoy se conoce como el derecho procesal contemporáneo, entendido este como la
capacidad de asumir retos, nuevas dinámicas en la búsqueda por comprender y aplicar
adecuadamente los cambios que permanentemente se están presentando en las
instituciones jurídicas, razón por la cual se hace necesario hacer un breve recorrido por
las diferentes modificaciones, empezando por el Código de Procedimiento Civil (Decreto
1400 de 1970 22 Ley 1285 de 2009 .) y sus reformas por medio del cual se implementa la
oralidad, se le otorgan nuevas atribuciones al Juez en su condición de director del proceso,
el cual debe velar por su rápida solución y adoptar las medidas conducentes para impedir
la paralización y procurar por la mayor economía procesal, así mismo, hacer efectiva la
igualdad de las partes en el proceso, de igual manera, los autorizó para decretar pruebas
de oficio cuando consideraran que son útiles para la verificación de los hechos
relacionados con las alegaciones de las partes.
En el año 2012 llega la última reforma en materia procesal civil con la ley 1564, con
la cual se busca la armonización del sistema procesal y probatorio con la Constitución
Política de 1991 y con la ley estatutaria de administración de justicia, adopta un sistema
mixto de oralidad que distingue una fase escrita y otra fase oral, garantizando un debido
proceso, entendido como macro principio y con el propósito de facilitar el acceso a la
justicia más eficiente de solución de conflictos. Uno de las consecuencias más
importantes de estos cambios es la constitucionalización del derecho en general, una
dinámica creciente y avasallante que pone los derechos humanos como normas de
máxima categoría; los principios del derecho se materializan en normas concretas de
53
aplicación inmediata, y las garantías constitucionales se acercan con asombrosa facilidad
al ciudadano. (RAMIREZ CARVAJAL, 2012, pág. 48)
De acuerdo con los nuevos modelos jurídicos, sociales y políticos en materia procesal
y derecho probatorio, al respecto y en relación con la prueba, en el proceso esta es la
columna vertebral de la decisión, ya que, conforme a lo probado, será lo decidido por el
juez, así se establece en materia civil que toda decisión judicial debe fundarse en las
pruebas regular y oportunamente allegadas al proceso. Las pruebas obtenidas con
violación del debido proceso son nulas de pleno derecho y el artículo 165 del Código
General del Proceso nos indica que son medios de prueba la declaración de parte, la
confesión, el juramento, el testimonio de terceros, el dictamen pericial, la inspección
judicial, los documentos, los indicios , los informes y cualquiera otros medios que sean
útiles para la formación del convencimiento del Juez (Pabón Giraldo & Vargas Vélez, La Prueba
Pericial en el proceso civil en Colombia. Regulación, dudas, incertidumbres y desafíos, 2016, pág. 163 ).
54
especializados sobre determinada actividad (Pabón Giraldo & Vargas Velez, la prueba pericial
en el proeceso civil en Colombia, 2014, pág. 163 ).
Por otro lado el Derecho procesal civil argentino, se regula a través del Decreto – Ley
7425 de 1968 por medio del cual se expide el código procesal civil y comercial. El
régimen probatorio inicia a contemplarse en el Título II Proceso Ordinario Capítulo V
Prueba Sección 1° Normas Generales.
Con esta concordancia, es claro que la actividad judicial en aras de darle una correcta
utilidad a cualquier medio probatorio, fija límites temporales para que la defensa de la
parte contra quien se pretende hacer valer, goce de iguales prerrogativas contradictorias
y que sea el mismo Juez, el encargado de resolver las situaciones que, frente a espacio,
tiempo y hecho susciten temas de índole compleja.
Siendo, así las cosas, en pro de la celeridad y de la agilidad que busca el nuevo Código
General del Proceso, los límites para la práctica de pruebas deberían estar taxativamente
expresos, ayudando esto de igual manera a una administración de justicia más
concentrada. En segundo lugar, la actividad probatoria argentina, salvo fuerza mayor o
caso fortuito, no se verá en suspenso por la interposición de algún recurso o incidente que
trate de manera concomitante, un tema relacionado; esto colabora con la organización y
celeridad del proceso mismo, puesto que se entiende que se diligenciarán armónicamente
y dentro del plazo legalmente instituido para ello, respetando el principio de continuidad
de los actos y actuaciones procesales.
55
En lo que atañe al dictamen pericial, que en la legislación procesal argentina se
denomina prueba de peritos, tratado en los artículos 457 y s.s., indica que cuando la
apreciación de los hechos controvertidos requiere conocimientos especiales en alguna
ciencia, arte, industria o actividad técnica especializada. Lo anterior en nada se contradice
con la función del dictamen pericial en Colombia, salvo en lo que corresponde a la
comprobación de la idoneidad que la persona del perito debe acreditar, ya que, en la
legislación argentina, al tenor literal de su código, se indicará la especialización que ha
de tener el perito y se van proponen los puntos de la pericia, a diferencia que en Colombia
se solicitan exhaustivos requisitos como la manifestación bajo gravedad de juramento que
su trabajo es independiente, acreditando documentalmente su idoneidad y experiencia a
través de manifestaciones y exámenes aplicados a la ciencia de su conocimiento.
En segundo lugar, y una diferencia clara, es que debe existir una clara identificación
del perito y esto, a diferencia de la legislación procesal y comercial argentina junto con
el derogado código de procedimiento civil colombiano, muestra el avance que se tiene
respecto a los dos anteriores códigos mencionados, puesto que se ve que hoy en día en
Colombia se requiere con claridad el conocimiento de quien funge como auxiliar para la
prueba y el proceso, cuando en primeras instancias y nuevas aplicaciones y tendencias
del dictamen pericial, se llegaba a dudar de su experiencia aunque se demostrara con
claridad y sin duda alguna, su título profesional.
56
de una persona entendida. Jurídicamente, la solución más propicia al caso sería la
aplicación de la figura de la comisión para la práctica de prueba, toda vez que el hecho
de mencionar que una persona meramente entendida en el tema pueda ser la solución para
un caso que por naturaleza es compleja, estaría contrariando el principio a tratar, como lo
es el de confianza legítima y desestimaría la actividad judicial por valerse de una
propuesta investigativa sin el lleno total de la ciencia para el caso.
Del dictamen pericial se presentará copia a cada una de las partes donde se indica la
técnica especializada para el objeto de demostración y el Juez le dará la fuerza probatoria
que este merezca con base en las reglas de la sana crítica, haciendo uso de sus facultades
en cuanto la comunidad que debe generarse en los puntos de la ciencia que se acierte para
el tema objeto de la litis.
57
En el Estado argentino, la mayoría de los estudiosos del derecho y tratadistas
procesalistas manifiestan que la función del perito es ser auxiliar del órgano judicial en
búsqueda de aclarar la causa procesal (Gilardi & Unzaga Dominguez, 2007).
Se puede apreciar a primera vista que el uso del informe pericial en Chile, se ciñe a
lo establecido taxativamente por el legislador, en los casos que por su naturaleza se
requiera un pronunciamiento especializado. En segundo lugar, se tiene en cuenta que el
peritaje en la legislación chilena es un informe, mas no un dictamen y, según la Real
Academia Española, informe es una descripción, oral o escrita, de las características y
circunstancias de un suceso o asunto.
58
Si hay desacuerdo personal o presunto, esto es, cuando hay inasistencia de alguna de
las partes, procederá a hacerlo el tribunal, cuya designación está sometida a oposición y
recurso dentro de los tres días siguientes, vencidos los cuales se dará por entendida la
aceptación del nombramiento. En el estudio comparado de la legislación procesal civil
chilena, se nota el avance en cuanto a la búsqueda de la seguridad jurídica que maneja el
Estado colombiano de su régimen probatorio, pues en la primera tampoco hay claridad
en la ciencia del perito, pues bastará para ellos la acreditación profesional y la
manifestación rendida de manera oral o escrita del desarrollo fiel y pertinente de su labor.
Los ordenamientos jurídicos occidentales deben tener presente que el manejo del
perito como prueba o como medio auxiliar del órgano jurisdiccional no puede quedarse
en el desconocimiento del mismo para las partes; ellas son las directamente implicadas
en el concepto que los mismos expidan y los reparos y objeciones directas a su
nombramiento, deberá recaer en la experiencia que estos demuestren.
Como es viable que sobre un mismo punto varios peritos dispongan de informes, que
ilustren los puntos y notas de referencia que dieron origen a su utilidad en el proceso, si
entre ellos hay discordancia en el informe, será el Juez quien resuelva estos puntos en
contraste mediante la designación de un nuevo perito si lo considera pertinente quien
también apreciará su papel y las cuestiones de su informe; pero, si resulta que entre el
nuevo informe y los anteriores presentados tampoco hay concordancia que le permita dar
luz a una sentencia conforme a derecho y a lo que se pretende con la debida
administración de justicia, el funcionario jurisdiccional valorará su decisión con base en
las reglas de la sana crítica. Para le legislación procesal chilena, la prueba pericial, debe
ser considera una prueba asesora o mejor, un medio auxiliar del Juez, puesto que su
naturaleza debe ser de intermediación entre el funcionario y una realidad inaccesible al
Juez por carecer de sus conocimientos (Ramos Pavlov, 2013).
59
Por este lado, el perito proporciona juicios hipotéticos de conocimiento que sustituyen
la falta de estos de forma especializada por el Juzgador, lo que permite concluir la función
auxiliar de este medio en pro de la justicia.
(https://repository.udem.edu.co/bitstream/handle/11407/4981/T_MDPC_286.pdf?sequence=1&isAllowed
=y)
Un código de ética constituye una exposición que abarque los valores y principios
que guían la labor cotidiana del perito judicial. La independencia, las facultades y las
responsabilidades del perito judicial, en el ámbito privado y público, requieren unas
exigencias éticas de la asociación de la que formen parte, así como de los profesionales
que la componen y que son requeridos para desarrollar la labor de perito judicial o
extrajudicial.
- Integridad.
- Independencia.
- Objetividad.
- Confidencialidad.
- Competencia profesional.
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La deontología o teoría del deber es aquella parte de la filosofía que trata del origen,
la naturaleza y el fin del deber. En contraposición con la ontología que trata del origen, la
naturaleza y el fin del ser, es decir, se ocupa de la definición del ser y de establecer las
categorías fundamentales o modos generales de ser de las cosas a partir del estudio de sus
propiedades, estructuras y sistemas (campus.euroinnova.edu.es)
Puede decirse que cabe una deontología general de las profesiones, sin embargo, lo
normal es que cada profesión tenga la suya, con independencia de que existan unos
principios universales válidos para todas ellas.
Son, por tanto, pautas de conducta a seguir que tienen como objetivo cumplir con un
adecuado trabajo y ayudar a que el conjunto de la sociedad que solicita los servicios de la
profesión obtenga plena satisfacción ante la buena ejecución de la labor.
Existen dos principios universales, de muy amplio alcance, que son de aplicación a
todas las profesiones y se refieren a múltiples manifestaciones del comportamiento no
técnico del profesional. El primero de estos principios es la frase: "Obra, según ciencia y
conciencia" y el segundo es el de la integridad profesional.
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Sin perjuicio de lo que anteriormente se ha expuesto, también hay generalidades o
aspectos que se presentan de manera frecuente en la mayoría de los códigos, como son:
- Compromiso de veracidad.
- Colaboración con los tribunales de justicia.
- Voluntad de formación técnica.
- Independencia de criterio que lo mantenga lejos de posiciones interesadas.
- Seguridad, confianza y credibilidad
Los poderes del Estado, y el poder público en general, tienen derecho a esperar que
la conducta y el enfoque de la actuación del perito judicial sean irreprochables, no susciten
sospechas y sean dignos de credibilidad y confianza.
Los Peritos Judiciales están obligados a cumplir una serie de normas de conducta,
como pueden ser, honradez, imparcialidad, objetividad, durante su trabajo y en sus
relaciones con el personal de las distintas administraciones de justicia. Para preservar la
confianza de la sociedad, las conductas de los peritos judiciales deben ser irreprochables
y estar por encima de toda sospecha.
- Que los peritos judiciales se ajusten tanto a la forma como al espíritu de las normas
de su profesión y ética.
- Que los peritos judiciales se ajusten a los principios de objetividad, imparcialidad
e independencia, mantengan normas irreprochables de conducta profesional,
tomen decisiones acordes con el cargo para el que han sido requeridos, y apliquen
un criterio de honradez absoluta en la realización de su labor.
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Esto implica que los peritos judiciales actúen de un modo que aumente su
independencia, o que no la disminuya, para la consecución del objetivo de la pericia en
que tenga que emitir su dictamen pericial. La independencia es un elemento indispensable
y una característica fundamental del perito judicial, sea o no de parte.
Principios Generales
- Independencia y libertad
- Lealtad e integridad.
- Dignidad.
- Profesionalidad, objetividad, imparcialidad y veracidad.
- Capacitación y formación.
- Secreto profesional y confidencialidad.
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Entre los principios referidos a cuestiones específicas destacamos:
- Aceptación de cargos
En designaciones judiciales.
- Honorarios y su fijación
Tiempo empleado.
Dificultad del encargo.
Intensidad de la dedicación.
Urgencia y especialización exigidas.
Utilización de material específico.
El secreto profesional
La competencia profesional
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El Perito Judicial no debe aceptar ningún encargo en el que no pueda llevar a cabo su
trabajo por no ser de su competencia o no poseer los conocimientos necesarios para su
correcta actuación.
El Perito Judicial debe conocer y cumplir las normas legales que garanticen, los
procedimientos y las prácticas aplicables a la especialidad en la que actúa. De igual modo,
debe entender adecuadamente los principios y normas constitucionales, legales e
institucionales que rigen el desempeño y actuación del Perito Judicial.
Desarrollo profesional
Todos tenemos una idea del significado de la palabra prueba, sin embargo, el
término prueba aplicado a procesos judiciales consigue una significación con una
relevancia mayor.
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El especialista en peritaje lo que hace es aportar unas máximas de experiencia
concretas que los Jueces no poseen y que colabora por ello en su correcta apreciación y
enjuiciamiento de los hechos objeto de debate.
Cabe destacar que en el proceso civil, con la aprobación de su actual ley rituaria,
se presenta la novedad de equiparar el valor probatorio de los dictámenes judiciales y
extrajudiciales.
66
Las partes podrán pedir, en el momento procesal oportuno, que comparezcan los
especialistas en peritaje para explicar o imponer los dictámenes y responder a las
preguntas, objeciones o propuestas de rectificación.
67
Por su parte, la Ley 36/2011, de 10 de octubre, reguladora de la jurisdicción social,
que sustituye a la anterior Ley de Procedimiento Laboral (LPL), en su Artículo 90 dice
que las partes, previa justificación de la utilidad y pertinencia de las diligencias
propuestas, podrán servirse de cuantos medios de prueba se encuentren regulados en la
Ley para acreditar los hechos controvertidos o necesitados de prueba, incluidos los
procedimientos de reproducción de la palabra, de la imagen y del sonido o de archivo y
reproducción de datos, que deberán ser aportados por medio de soporte adecuado y
poniendo a disposición del órgano jurisdiccional los medios necesarios para su
reproducción y posterior constancia en autos.
Podrán asimismo solicitar, al menos con cinco días de antelación a la fecha del juicio,
aquellas pruebas que, habiendo de practicarse en el mismo, requieran diligencias de
citación o requerimiento, salvo cuando el señalamiento se deba efectuar con antelación
menor, en cuyo caso el plazo será de tres días.
Cuando sea necesario a los fines del proceso el acceso a documentos o archivos, en
cualquier tipo de soporte, que pueda afectar a la intimidad personal u otro derecho
fundamental, los jueces o tribunal, siempre que no existan medios de prueba alternativos,
podrá autorizar dicha actuación, mediante auto, previa ponderación de los intereses
68
afectados a través de juicio de proporcionalidad y con el mínimo sacrificio, determinando
las condiciones de acceso, garantías de conservación y aportación al proceso, obtención
y entrega de copias e intervención de las partes o de sus representantes y expertos, en su
caso.
No será necesaria autorización judicial si la actuación viniera exigida por las normas
de prevención de riesgos laborales, por la gestión o colaboración en la gestión de la
Seguridad Social, por la específica normativa profesional aplicable o por norma legal o
convencional aplicable en la materia.
Declaración del acusado (arts. 688 a 700 Ley de Enjuiciamiento Criminal). Los
artículos 385, 387 y 395 de esta Ley pueden plantear dudas sobre su
constitucionalidad, habida cuenta de los derechos reconocidos al inculpado en el
art. 24 Constitución Española (derecho a no declararse culpable, a no declarar
69
contra sí mismo, etc.). Importa destacar que, según establece el art. 406 Ley de
Enjuiciamiento Criminal, la confesión del procesado no dispensará al Juez de
Instrucción de practicar todas las diligencias necesarias a fin de adquirir el
convencimiento de la verdad de la confesión y de la existencia del delito.
conforme a los artículos 655, 688 y 793.3 Ley de Enjuiciamiento Criminal cabe
la conformidad del acusado con la calificación acusadora. El último artículo, con
mejor técnica que los anteriores, dice, en el marco del procedimiento abreviado,
que ~•antes de iniciarse la práctica de la prueba, la acusación y la defensa con la
conformidad del acusado presente~ podrán pedir al Juez o Tribunal que proceda
a dictar sentencia de conformidad con el escrito de acusación que contenga pena
de mayor gravedad, o con el que se presentara en ese acto".
Prueba testifical. Se entiende por testigo a la persona física que, sin ser parte en el
proceso es llamada a declarar, según su experiencia personal, acerca de la
existencia y naturaleza de unos hechos conocidos con anterioridad al proceso (por
haberlos presenciado -testigo presencial- o por haber tenido noticia de ellos por
otros medios -testigos de referencia-). La Ley de Enjuiciamiento Criminal no
admite este último tipo de testigos en las causas por calumnias o injurias (art. 813).
La Ley de Enjuiciamiento Criminal establece la obligación de declarar (art. 410),
las personas exceptuadas de dicha obligación (art. 411), las que tienen obligación
de declarar, pero están exceptuadas de comparecer ante el Juez (art. 412). La
imposibilidad de comparecer el testigo y la forma de obtener su testimonio en tal
supuesto (art. 718.1), así como las personas que están dispensadas de declarar (art.
416 y siguientes). Se regula también la intervención de los intérpretes (art. 440) y
la forma de recibir declaración a las personas que salgan o retomen al extranjero
(arts. 424 y 448) así como la de aquellas personas respecto de las que
razonablemente se prevea riesgo de fallecimiento o incapacidad (art. 448). No se
harán al testigo preguntas capciosas, sugestivas o impertinentes (arts. 439 y 719).
Se le dejará de narrar los hechos sin interrupción (art. 436), y deberá expresar la
razón de su dicho (art. 710).
Careo. Se trata de una diligencia de carácter subsidiario, requiere inmediación
judicial y es potestativa para el Juez o Tribunal~ sin que tal facultad sea revisable
en casación ( v. ss. del T. S., Sala 11, de 11 de junio y 7 de octubre de 1986, de
16 de marzo de 1987, de 4 de abril de 1984 y de 2 de marzo de 1992; asimismo la
S 8 55/1984 de 7 de mayo del Tribunal Constitucional).
70
Prueba pericial. Perito es la persona que, sin ser parte del proceso, emite
declaraciones sobre hechos que tienen carácter procesal en el momento de su
captación, para cuyo conocimiento o apreciación son necesarios o convenientes
conocimientos científicos o artísticos (Sara Aragoneses: v. Derecho Procesal Penal.
Andrés de la Oliva Santos y otros. CEURA. Pág. 15 y ss). Importa destacar la posibilidad
de su recusación (art. 468 y 469 Ley de Enjuiciamiento Criminal). Destaca la ley
que, cuando sean varios los peritos, deberán ser examinados juntos, en el supuesto
de que deben declarar sobre unos mismos hechos.
Prueba documental. Ante todo, debe destacarse el concepto sumamente amplio
que debe reconocerse al término "'documento" (art. 726 Ley de Enjuiciamiento
Criminal). La sentencia del Tribunal Supremo Español de 5 de febrero de 1988
entiende por documento" toda cosa mueble apta para la incorporación de señales
expresivas de un determinado significado. En la sentencia de 17 de abril de 1989,
se habla de las grabaciones magnetofónicas y de los vídeos y se dice que carecen
de valor probatoria, habida cuenta de las técnicas de imitación y montaje, de modo
que pueden considerarse como objeto de prueba y como "documento~' en cuanto
hayan sido adverados por otros medios probatorios.
La inspección ocular. Suele ser, de ordinario una diligencia sumarial (art. 326 y
ss. Ley de Enjuiciamiento Criminal). Como ha puesto de relieve la jurisprudencia,
esta diligencia de prueba ""en general, resulta inútil una vez concluso el sumario
y transcurridos varios meses, pues no cabe ya recoger huellas o vestigios que
puedan poner de relieve la forma de comisión, por vía de hipótesis, de los hechos
objeto de acusación" ( v. ss. de 2 de enero de 1984 y de 25 de junio de 1990).
Prueba de indicios. Se entiende por prueba indiciaria aquella que se dirige a
convencer al órgano judicial de la verdad o certeza de unos hechos que no son los
integrantes de la figura delictiva enjuiciada~ pero de los que puede deducirse,
conforme a las reglas de la lógica y de la experiencia~ la realidad del delito o la
participación del acusado en su comisión (v. arts. 1249 y 1253 del c. Civil y 5°
T.C. n° 107/1989, de 8 de junio).
Por su parte en México, en materia probatoria, los medios de prueba están
constituidos por los elementos de conocimiento que llevan la finalidad de producir una
convicción en el juzgado.
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Los medios de pruebas que reconoce la ley nos dice el Art. 289 de Procedimientos
Civiles: son los siguientes: Confesión. Documentos Públicos. Documentos Privados.
Dictámenes Periciales. Reconocimiento o Inspección Judicial. Testigos. Fotografías,
copias Fotostáticas, registros dactiloscópicos y, en general, todo aquellos elementos
aportados por los descubrimientos de la ciencia. Fama Pública. Presunciones. Y demás
medios que produzcan convicción en el juzgado.
Por su parte el actual Código Federal de Procedimientos Penales reconoce que pueden
ser ofrecidos como medios de prueba: la confesión, la inspección, la reconstrucción,
peritos, testigos, confrontación, careos, documentos y todo aquello que se ofrezca como
tal, siempre que pueda ser conducente y no vaya contra el derecho a juicio del juez o del
tribunal.
El primer Código Federal de Procedimientos Penales aparece el 16 de diciembre de
1908. En dicho Código, el artículo 254 reconocía como medios de prueba: La confesión
judicial; los instrumentos públicos y solemnes; los documentos privados; el juicio de
peritos; la inspección judicial; las declaraciones de testigos, y las presunciones, según se
asara en analizar.
En cuanto la confesión, considerada durante años como la reina de las pruebas,
formalmente apareció contemplada en el mencionado Código Adjetivo de 1908, empero
no se efectuaba aclaración alguna respecto de lo que debería entenderse por confesión, lo
cual representaba un problema de suma importancia.
El mencionado ordenamiento señalaba al respecto de la confesión que haría prueba
plena siempre y cuando se cumplieran los siguientes requisitos:
- Que esté plenamente comprobada la existencia del delito;
- que sea hecha por persona mayor de catorce años, con pleno conocimiento y sin
coacción ni violencia;
- que sea hecha ante juez o tribunal de la causa o ante el funcionario de policía
judicial que obre en auxilio de la justicia federal
- que no haya otras pruebas que, a juicio del juez, la hagan inverosímil.
De donde se desprende, en primer lugar, que el valor atribuido a la misma era de
plena, si se reunían los requisitos mencionados, de entre los cuales destaca el relativo a la
comprobación de la existencia del delito, que nos parece pretendía decir "comprobación
del cuerpo del delito", o más bien, como modernamente se diría "comprobación de los
elementos del tipo penal" correspondiente.
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Posterior al Código de 1908, fue aprobado el Código de Procedimientos Penales de
1934, en donde se le otorga un trato diferente a la confesión, con el valor de plena en los
siguientes casos:
a) Cuando fuese vertida en materia delitos de peculado, abusos de confianza y fraude,
si no hubiese sido posible comprobar el cuerpo del delito, pero para el peculado era
necesario, además que se demuestre por cualquier otro medio de prueba el hecho de que
el inculpado estuviere encargado de un servicio público.
b) Cuando se tratase de un delito de robo y no hubiese sido posible comprobar el
cuerpo del delito, entonces, se tendría por comprobado si el inculpado confiesa el robo
que se le imputa, aun cuando se ignore quién sea el dueño de la cosa objeto del delito.
De igual manera, se establecía que la confesión debiese reunir los siguientes
requisitos:
- Que sea hecha por persona mayor de dieciocho años, con pleno conocimiento y
sin coacción ni violencia;
- Que sea hecha ante el funcionario de policía judicial que practique la averiguación
previa o ante el tribunal que conozca del asunto;
- Que sea de hecho propio;
- Que no haya datos que al juicio del tribunal la hagan inverosímil.
En la actualidad, se entiende en México a la confesión en términos del artículo 207
del Código Federal de Procedimientos Penales, como:
“La declaración voluntaria hecha por persona no menor de 18 años, en pleno uso de
facultades mentales, rendida ante el Ministerio Público, el Juez o tribunal de la causa,
sobre hechos propios constitutivos del tipo delictivo materia de la imputación, emitida
con las formalidades señaladas por el artículo 20 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, se admitirá en cualquier estado del procedimiento, hasta
antes de dictar sentencia irrevocable”.
Definición legal de la confesión de donde es factible entresacar los siguientes
elementos:
a) Es una declaración voluntaria
b) Rendida por una persona no menor de 18 años
c) En pleno uso de facultades mentales
d) Ante el Ministerio Público, juez o Tribunal
e) Sobre hechos propios
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f) Que los hechos sobre los que verse sean constitutivos del tipo delictivo materia de
la imputación
g) Con las formalidades señaladas en el artículo 20 de la Constitución
h) Admisible en cualquier estado del procedimiento
No obstante los requisitos mencionados con antelación, para de poder reputarse como
válida requiere cumplir con los requisitos siguientes:
a) Que sea hecha por persona no menor de 18 años
b) Que sea en contra del confeso
c) Que sea hecha con pleno conocimiento
d) Que sea sin coacción
e) Que sea sin violencia física o moral
f) Que sea ante Ministerio Público, Tribunal o juez de la causa
g) Que sea con asistencia de su defensor o persona de su confianza
h) Que el inculpado se encuentre debidamente informado del procedimiento y del
proceso
i) Que sea de hecho propio
j) Que no existan datos ante el juez o tribunal que la hagan inverosímil
Con motivo de la reforma del 10 de enero de 1994, las diligencias practicadas por
agentes de la Policía Judicial Federal o local, tendrán valor de testimonios que deberán
complementarse con otras diligencias de prueba que practique el Ministerio Público, para
atenderse en el acto de la consignación, pero en ningún caso se podrá tomar como
confesión lo asentado en aquéllas, adicionalmente en el artículo 20 constitucional
fracción II se establece la prohibición de obligar a declarar; en caso de ser voluntaria se
prevé que sea con la asistencia de su defensor.
En lo relativo a su valor, será la autoridad la que establezca cómo será considerada
tomando en cuenta los requisitos señalados por el artículo 287 y razonando la
determinación que tiene para valorar jurídicamente a la confesión.
Por último, basta hacer la aclaración de que nuestro actual Código Federal de
Procedimientos Penales, claramente ha superado las antiguas fórmulas establecidas en
algunas leyes procesales para la valoración jurídica de la prueba, al disponer en el artículo
285, que todos los medios de prueba o de investigación, incluyendo la confesión,
constituyen meros indicios, acabando de esta manera la ley procesal penal mexicana con
los viejos moldes de la prueba tasada, en que el juzgador estaba obligado a otorgarle valor
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probatorio a ciertas pruebas cuya ineficacia resultaba a todas luces manifiesta, así como
con la añeja práctica de otorgarle un valor preponderante.
De igual forma se regula la prueba testimonial señalando en dicho respecto que es
denominada en el Código Federal de Procedimientos Penales de 1908, como
declaraciones de testigos, el juez se encontraba facultado para examinar a los testigos
presentes cuya declaración se solicite o resulte indicada por cualquier motivo.
Se eximía de la obligación de comparecer como testigos al tutor, curador, pupilo
o cónyuge del inculpado, ni a sus parientes por consanguinidad o afinidad en línea recta
descendente, sin limitación de grados, y en la colateral hasta el tercero inclusive; sin
embargo, en caso de declarar por voluntad propia, se les recibía la declaración
correspondiente. Semejante fórmula continúa vigente a la fecha pero de una manera más
amplia, toda vez que se incluye de igual manera a los parientes por consanguinidad o
afinidad en línea recta ascendente o descendente hasta cuarto grado, es decir se aumenta
un grado más y se incluye a la línea ascendente, así como a las personas que estén ligadas
con el inculpado por amor, respeto, cariño o estrecha amistad.
Estaban obligados a dar la razón de su dicho y debiesen ser citados para
comparecer a declarar por medio de cédula, la cual debería contener: a) la designación
legal del juzgado o tribunal ante quien deba presentarse el testigo; b) el nombre, apellido
y habitación del testigo, si se supieren, en caso contrario, los datos necesarios para
identificarlo; c) el día, hora y lugar en que deba comparecer; d) la pena que se le impondrá
si no compareciere; e) la media firma del juez y la firma entera del secretario de juzgado.
La citación se hacía personalmente al testigo, donde quiera que se le localice o en su
habitación aun cuando no estuviere en ella, pero en este caso se hacía constar el nombre
de la persona a quien se entregue la cédula. Si aquella manifestare que el citado se
encuentra ausente, dirá dónde se encuentra, desde qué tiempo y cuándo se espera su
regreso, y todo esto se hacía constar para que el juez dictara las providencias que fueren
procedentes.
Si el testigo se encontrara fuera de la población, pero en el distrito jurisdiccional,
se comisionará al juez del fuero común para que lo examinara, o bien si se hallaba fuera
del territorio jurisdiccional se le examinaría por medio de exhorto dirigido al juez de su
residencia.
De igual manera, se establecía la prohibición de admitir como testigos a personas
de uno u otro sexo que no hubiesen cumplido catorce años; ni las que hayan sido
condenadas en juicio criminal, por delito que no sea político, a cualquiera de las penas
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siguientes: muerte o prisión extraordinaria; suspensión de algún derecho civil o de
familia; suspensión, destitución o inhabilitación para algún cargo, empleo u honor, o, en
general, para toda clase de empleos, cargos u honores y sujeción a la vigilancia de la
autoridad política.
Sin embargo, en caso de que las circunstancias así lo exigieren por haberse
cometido el delito en alguna cárcel y sin más testigos que los mismos condenados a alguna
de las penas referidas, éstos podrán ser admitidos como testigos.
En los demás casos los testigos se examinan:
a) Si ninguna de las partes se opusiere
b) Si aun cuando haya oposición, el juez cree necesaria la declaración para el
esclarecimiento de los hechos, pero en tales casos se hará constar esta circunstancia.
En lo relativo al valor esta prueba, se establecía que dos testigos que no sean
inhábiles por las causas señaladas harán prueba plena siempre y cuando:
a) Convengan no sólo en la sustancia, sino en los accidentes del hecho que
refieran.
b) Que hayan oído pronunciar las palabras de que se trate, o visto el hecho material
sobre que depongan.
c) Cuando convengan en la sustancia y no en los accidentes, siempre que éstos, a
juicio del juez o tribunal, no modifiquen la esencia del hecho.
Los requisitos a cumplirse para apreciar la declaración de los testigos consistían:
- Que el testigo no sea inhábil,
- Que por su edad, capacidad o instrucción legal tenga el criterio necesario para
juzgar el acto,
- Que por su probidad, por la independencia de su posición y por sus antecedentes
personales, tenga completa imparcialidad,
- Que el hecho de que se trate sea susceptible de ser conocido por medio de los
sentidos, y que el testigo conozca por sí mismo y no por inducciones ni referencias
de otras personas,
- Que la declaración sea clara y precisa, sin dudas ni reticencias, ya sobre la
sustancia del hecho, ya sobre sus circunstancias esenciales,
- Que el testigo no haya sido obligado por fuerza o miedo, ni impulsado por engaño
o error o soborno.
En lo referente al número de testigos, se establecía que si ambas partes hubiesen
aportado igual número de testigos, el tribunal decidirá por el dicho de los que merezcan
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mayor confianza, y en caso de que todos merecieren igual confianza, se absolvía al
acusado.
Si una parte hubiere ofrecido un mayor número de testigos que la otra, el juez o
tribunal se decidirá por la mayoría, siempre que en todos concurran los mismos motivos
de confianza. En caso contrario, obrará como le dicte su conciencia, fundando
especialmente esta parte de su fallo.
Con la entrada en vigor del Código Federal de Procedimientos Penales, la situación
en materia de medios de prueba recibió un cambio significativo, pues se eliminó lo
relativo al examen de testigos por solicitud previa o por cualquier motivo, introduciéndose
lo relativo al examen de testigos cuya declaración soliciten las partes en virtud de ser de
interés para la secuela del proceso.
En cuanto a la citación de testigos para declarar, se eliminaron los requisitos que
debería contener la cédula y simplemente se mencionó la obligación a cargo de todo
testigo de rendir su declaración cuando sea citado para tal efecto, subsistiendo los casos
de excepción mencionados en el Código anterior de 1908.
Traduciéndose dicha fórmula en el Código de 1934 en que el juez podría examinar a
los testigos cuya declaración soliciten las partes. Actualmente, el Código Adjetivo Penal
Federal establece: Si por revelaciones hechas en las primeras diligencias, en la querella o
por cualquier otro modo, apareciere necesario el examen de algunas personas para el
esclarecimiento de un hecho delictuoso, de sus circunstancias o del delincuente, el juez
deberá examinarlas.
Ahora bien, pasando al aspecto relativo a la declaración del testigo, la ley procesal
actualmente establece:
Artículo 247. Antes de que los testigos comiencen a declarar se les instruirá de las
penas que el código penal establece para los que se conducen con falsedad o se niegan a
declarar. Lo cual se hará en presencia de todos los testigos. A los menores de dieciocho
años, en vez de hacérseles saber las penas en que incurren los que se producen con
falsedad, se les exhortará para que se conduzcan con verdad.
Prosigue el Código Procesal señalando:
Después de tomarle la protesta de decir verdad, se preguntará al testigo su nombre,
apellido, edad, lugar de origen, habitación, estado civil, profesión u ocupación; si se halla
ligado con el inculpado o el ofendido por vínculos de parentesco, amistad o cualquiera
otros y si tiene algún motivo de odio o rencor contra alguno de ellos.
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Ahora bien, de lo anterior resulta de sumo interés lo relativo a la protesta de decir
verdad, la cual no aclara el Código Procesal Penal Federal en qué sentido se hará constar,
pero que sí señala el Código Adjetivo Penal del Distrito Federal, en su artículo 280 el cual
a la letra establece:
A toda persona que deba examinarse como testigo o como perito, se le recibirá
protesta de producirse con verdad, bajo la siguiente fórmula: "¿Protesta usted bajo su
palabra de honor y en nombre de la ley declarar con verdad en las diligencias en que va a
intervenir?" Al contestar en sentido afirmativo, se le hará saber que la ley sanciona
severamente el falso testimonio.
Del precepto anterior, se desprende que la protesta de decir verdad debe cubrir dicho
requisito formal a falta del cual se tendrá por no practicada legalmente, y de igual manera
se desprende de lo anterior que si la persona contesta afirmativamente protestando
conducirse con verdad, se le harán saber las sanciones establecidas en la ley para el falso
testimonio.
En lo relativo al valor de la declaración del testigo, el tribunal debe tomar en
consideración:
- Que por su edad, capacidad e instrucción tenga el criterio necesario para juzgar
del acto;
- Que por su probidad, la independencia de su posición y antecedentes personales
tenga completa imparcialidad;
- Que el hecho de que se trate sea susceptible de conocerse por medio de los
sentidos, y que el testigo lo conozca por sí mismo y no por inducciones ni
referencias de otro;
- Que la declaración sea clara y precisa, sin dudas ni reticencias, ya sobre la
sustancia del hecho, ya sobre sus circunstancias esenciales;
- Que el testigo no haya sido obligado por fuerza o miedo, ni impulsado por engaño,
error o soborno. El apremio judicial no se reputará fuerza.
El valor que le atribuye el Código Federal de Procedimientos Penales es el de mero
indicio, rompiendo con esto la ley procesal federal con los viejos moldes relativos al valor
de las pruebas tasado, que continúa en vigor en los más de los códigos procesales estatales
de la República Mexicana.
En materia de testigos, se reformaron los artículos 242 y 249 con el fin de hacerlos
acordes con el derecho otorgado en el artículo 20 constitucional parte final a la víctima y
al ofendido, de esta forma se les concedió el derecho de participar activamente en el
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interrogatorio de los testigos, derecho que hasta entonces se ejercía a través del Ministerio
Público en lo que atañe a la víctima y ofendido, y por medio del defensor en lo referente
al inculpado, superándose la fórmula en el sentido de autorizar al tribunal para que por su
conducto se hicieran los interrogatorios cuando lo estimara conveniente. Actualmente, el
tribunal conserva su facultad de interrogar a las partes y la facultad de desechar las
preguntas que sean señaladas como impertinentes o inconducentes, sujeto a la regla de la
objeción previa de parte o bien a su juiciosa calificación, en este sentido se superó la añeja
fórmula que en materia de interrogatorio a testigos autorizaba al tribunal a desechar las
preguntas que resultaran capciosas e inconducentes.
De esta manera, se homologó el contenido del artículo 249 con lo dispuesto por el 242
el cual señalaba que el juez desechará las preguntas impertinentes o inconducentes,
eliminándose el término "capcioso" que no resulta tener un contenido semántico ni
siquiera cercano a lo "impertinente", pues mientras que el primero hace referencia a lo
"artificioso, engañoso", lo segundo alude "a lo que no viene al caso, o que molesta de
palabra o de obra" e introduciendo que las preguntas se podrán desechar si resultan
impertinentes o inconducentes, quedando obsoleto el término "capcioso" el cual operaba
para el caso de objeciones al interrogatorio de los testigos.
En cuanto la Inspección Personal del Tribunal, se establece a través de la inspección,
la autoridad, sea el Ministerio Público o el juzgador, realiza una verificación directa de
ciertos hechos, al través de sus propios sentidos, con el objetivo de apreciar la realidad de
ciertos hechos, controvertidos.
La materia de la inspección acorde con el artículo 208 del Código Procesal Penal
Federal, es todo aquello que pueda ser directamente apreciado por la autoridad que
conozca del asunto. En todos los casos debe realizarse ante la presencia del Ministerio
Público, o, en su caso, del juez, según se trate de averiguación previa o del proceso.
Para lograr una descripción de lo inspeccionado, es posible emplear según sea el caso,
dibujos, planos topográficos, fotografías ordinarias o métricas, moldeados o cualquier
otro medio para reproducir las cosas, haciéndose constar en el acta cuál o cuáles de
aquéllos, en qué forma y con qué objeto se emplearon, la descripción se debe realizar por
escrito, tratando de fijar con claridad los caracteres, señales o vestigios que el delito
dejare, el instrumento o medio que probablemente se haya empleado y la forma en que se
hubiere usado.
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Además, es posible examinar a las personas presentes en la inspección, si pueden
proporcionar un dato útil para la averiguación. Siendo factible de igual forma, que los
peritos puedan estar presentes al momento de realizarse la inspección.
Por otra parte, el Código Procesal Penal Federal señala que podrá tener dicho carácter
cuando su objeto sea apreciar las declaraciones que se hayan rendido y los dictámenes
periciales que se hayan formulado. El valor de la inspección es pleno a nivel federal.
Regula de igual forma como medio de prueba la reconstrucción, indicando en dicho
respecto que aun cuando no se encuentra en un sólo apartado, constituye un medio de
prueba adicional, consistiendo como su nombre lo indica en la reconstrucción de los
hechos en el lugar donde se cometió el delito, cuando dichas circunstancias tengan
relevancia, en caso contrario podrá ser en cualquier lugar, sin embargo se requiere de la
práctica previa de la inspección en caso de que se deba practicar en el mismo lugar donde
ocurrieron los hechos y del examen de los testigos.
Al solicitarse dicha reconstrucción, debe especificarse con claridad cuáles son los
hechos y circunstancias a esclarecer, si existen varias versiones distintas acerca de la
forma en que ocurrieron los hechos, se practicarán si fueren conducentes al
esclarecimiento de los mismos las reconstrucciones relativas a cada una de aquéllas. El
valor de la reconstrucción es de un mero indicio a nivel federal.
Otro medio de prueba regulado es la confrontación la cual se realiza al momento en
que se recibe la declaración de una persona sea a nivel de confesión o bien de testimonio,
y una persona se refiera a otra deberá ser de manera clara y precisa, mencionando, si le
fuere posible, el nombre, apellido, habitación y demás circunstancias que puedan servir
para identificarle.
En caso de que el declarante no pueda dar noticia exacta de la persona a quien se
refiera, pero exprese que podrá reconocerla si se le presentare, el tribunal procederá a la
confrontación. Igualmente, procederá cuando alguien declare conocer a una persona y
haya motivos para sospechar que no la conoce.
Al momento de practicarse la confrontación se deben cuidar los siguientes puntos:
- Que la persona que sea objeto de ella no se disfrace, ni se desfigure, ni borre
huellas o señales que puedan servir al que tiene que designarla;
- Que aquella se presente acompañada de otros individuos vestidos con ropas
semejantes y aún con las mismas señas que las del confrontado si fuere posible;
- Que los individuos que acompañen a la persona que va a confrontarse sean de
clase análoga, atendidas su educación, modales y circunstancias especiales.
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En caso de que alguna de las partes estime conveniente que se tomen mayores
precauciones, el tribunal podrá acordarlas si lo estima conducente.
El confrontado deberá elegir el sitio en que quiera colocarse con relación a los que lo
acompañen y pedir que se excluya del grupo a la persona que le parezca sospechosa.
Siendo posible que el tribunal limite el uso de dicho derecho.
En el momento de la diligencia de confrontación se procederá colocando en una fila
a la persona que deba ser confrontada y a las que hayan de acompañarla, y se interrogará
al declarante sobre:
- Si persiste en su declaración.
- Si conocía con anterioridad a la persona a quien atribuye el hecho o si la conoció
en el momento de ejecutarlo; y
- Si después de la ejecución lo ha visto, en qué lugar, con qué motivo y con qué
objeto.
- Se le llevará frente a las personas que formen el grupo, se le permitirá mirarlas
detenidamente y se le prevendrá que toque con la mano al que se trate, manifestando las
diferencias o semejanzas que tuviere entre el estado actual y el que tenía en la época sea
la que se refirió en su declaración. El valor probatorio de la confrontación es de mero
indicio.
De igual forma se regula como medio de prueba el careo, indicando que en materia
de careos debemos distinguir previamente las tres formas de careo que existen en nuestro
país: el constitucional, regulado por el artículo 20 fracción IV; el procesal, previsto en el
artículo 265 y 267 del Código Federal de Procedimientos Penales, y el careo supletorio
regulado por el artículo 268 del referido Código Adjetivo.
El careo constitucional lo debemos entender en términos de lo que señala el artículo
20 de la constitución fracción IV, se admite a efecto de ser careado en presencia del juez
con quienes depongan en su contra, siempre y cuando medie solicitud del inculpado. Lo
cual significa que el careo constitucional, sólo se practicará si el inculpado lo está
solicitando eliminándose la práctica de que el juzgador de oficio debiese practicar careos
aun sin mediar solicitud a efecto de no violentar la garantía contenida en el precepto
constitucional.
El careo procesal deriva de lo establecido por el Código Federal de Procedimientos
Penales, los cuales deberán practicarse cuando existan contradicciones en las
declaraciones de dos personas, pudiendo repetirse cuando el tribunal lo estime oportuno
o cuando surjan nuevos puntos de contradicción.
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En cuanto las presunciones estas consistirán en las circunstancias y antecedentes que,
teniendo relación con el delito, pueden razonablemente fundar una opinión sobre la
existencia de los hechos determinados, en términos de lo señalado por el Código Adjetivo
Penal Federal.
Este medio probatorio ha sido confundido constantemente como indicio; la palabra
presunción tiene su raíz en el latín presumtio, tionis, que significa suposición que se basa
en ciertos indicios, también significa la acción y efecto de presumir que a su vez proviene
del latín praesumere, que significa sospecha o juzgar por inducción, o conjeturar una cosa
por tener indicios o señales para ello.
La doctrina procesal clasifica a las presunciones en dos rubros: la humana y la legal,
se derivan del juez las primeras y las segundas de lo que la ley establece.
En lo relativo a la prueba documental es posible aportar en el proceso penal cualquier
tipo de documento que aporten las partes, cumpliendo con el requisito de que sea idóneo
para demostrar algo.
En materia de documentos, es factible hablar de documentos públicos y documentos
privados, la idea que tengamos de ellos será la que derive de las prescripciones del Código
Federal de Procedimientos Civiles.
Tratándose de documentos públicos su valor será pleno, si es que son nacionales,
hablando de documentos públicos procedentes de extranjero para que les atribuya el valor
de pleno deberán ser legalizados por el representante autorizado para atender los asuntos
de la república, en el lugar en donde sean expedidos. La legalización de la firma de tal
funcionario se hará por la Secretaría de Relaciones Exteriores. En caso de que no exista
representante de nuestro país, entonces y por tanto los legalice el representante de una
nación amiga, la firma de dicho representante se legaliza por el ministro o cónsul de esa
nación que reside en la capital de la república y la de éste por el funcionario autorizado
de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
En caso de documentos privados, deberán ser reconocidos por la parte a la cual se le
atribuyan, en caso de no ser reconocidos y de no demostrarse por otro medio que
pertenece a la parte, no tienen valor alguno, y en caso de ser reconocidos se les otorgará
el valor de mero indicio.
De igual forma se regula a los peritos señalando que en caso de que se requieran
conocimientos especiales para examinar personas, hechos u objetos deberá recurrirse a
un perito, recordemos que el juez en ocasiones analiza ciertos hechos, documentos o
circunstancias que escapan a su conocimiento, requiriéndose el auxilio de ciertos expertos
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en alguna ciencia, arte u oficio. La intervención del perito se origina por solicitud de las
partes o bien a instancia del propio tribunal, pues si traemos el caso planteado con
antelación, relativo a la manera de acreditar una disposición ilegal de dinero en un cajero
permanente a través de una tarjeta magnética, en este caso, sin lugar a dudas se precisa
de opiniones e informes de expertos en dispositivos magnéticos a efecto de que ponga en
conocimiento del juez respecto de su funcionamiento y de esa manera lo posibilite para
dictar su resolución.
La reforma de 1991, en el Código Procesal Penal Federal se incorporó la
circunstancias de que cuando el inculpado pertenezca a un grupo étnico indígena, se
procurará allegarse dictámenes periciales con el fin de que el juzgador ahonde en el
conocimiento de la personalidad del procesado y capte su diferencia cultural respecto a
la cultura media nacional.
En materia del desarrollo de la pericial en enero de 1994, se reformaron los artículos
233 y 235 con el fin de ampliar la facultad de las partes para poder interrogar a los peritos,
siempre y cuando las preguntas resulten pertinentes sobre la materia objeto de la pericial,
de esta manera se extendió a las partes una facultad que hasta entonces le correspondía
de manera exclusiva al funcionario que practicaba la diligencia.
También, se reformó por adición el contenido del artículo 235 con un nuevo párrafo
final para establecer que será en la diligencia especial en donde las partes podrán
interrogar al perito sobre la materia objeto de la pericial, en este caso los dos momentos
de la pericial relativos a su presentación por escrito y la ratificación en diligencia especial,
quedaron plenamente separados, al establecerse que será en esta última en la cual podrán
las partes plantear sus interrogatorios, con independencia de lo preceptuado en el artículo
236 en relación con la contradicción de dictámenes periciales, en donde podrán hacer
valer el derecho otorgado en el artículo 233 en materia del interrogatorio a los peritos.
III. CLASIFICACIONES DE LOS MEDIOS DE PRUEBA
Nos referimos en plural, en virtud de que no es una sino varias las clasificaciones de los
medios de prueba aportadas por la doctrina. En su tratado sobre los medios de prueba,
Bentham señalaba la práctica imposibilidad de aludir a una sola clasificación de los
medios de prueba, afirmando desde aquel entonces que cualquier propuesta debería
contemplar no sólo los medios de prueba conocidos hasta el momento sino los que aún
están por venir y en atención a que la significación de cada medio de prueba es lo
suficientemente distinta de cada una, las diversas especies deben ser marcadas con
significaciones apropiadas.
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Por otra parte, surge el dilema en torno a si debe clasificarse a las fuentes de
prueba, los medios de prueba y bien si la clasificación debe recaer sobre la prueba en sí,
de ahí que algunos autores como Sentís Melendo, consideren inútil en términos prácticos
una clasificación, en virtud de su nula repercusión en el proceso.
En el sentido y alcance del término "fuente de prueba", "medio de prueba" y
"prueba", diríamos que la clasificación tiene su origen en las fuentes de prueba, pues
queda claro que éstas existen antes del proceso, por ejemplo: cuando en las leyes
procesales se señala "será admitido como medio de prueba todo aquello que sea ofrecido
como tal", esto nos orilla a deducir que todo lo que se ofrezca como medio de prueba y
sea admitido no constituye por ese hecho actividad probatoria, sino sólo una fuente de
prueba.
De ahí, que cuando los autores entienden por medio de prueba todo aquello que
sea ofrecido como tal mientras no sea contrario a la moral, ni al derecho, debe quedar
claro que en estos casos se está pensando en las fuentes de prueba no obstante que se
utilice el término medios.
La clasificación más tradicional de las fuentes de prueba es la elaborada por
Bentham quien consideraba existen ocho posibles clasificaciones:
a) Primera, contempla a los medios de prueba personales y reales, las primeras
son aquellas aportadas por el ser humano y las segundas son generalmente deducidas del
estado de las cosas.
b) Segunda, medios de prueba directos e indirectos o circunstanciales, el
testimonio se aplica al "hecho principal", la testimonial es el más claro ejemplo de ésta,
la circunstancial se refiere a objetos o bien vestigios que permitan acreditar algo, de ahí
lo indirecto de este medio probatorio.
c) Tercera, medios de prueba voluntarios y medios de prueba involuntarios, la
primera se refiere a aquella llevada al juzgador a la primera solicitud o sin necesidad de
solicitud judicial, sin la amenaza o bien sin necesidad de ninguna medida coercitiva.
d) Cuarta, medios de prueba por práctica (deposition) y medios de prueba por
documento, este carácter dependerá de la producción de éstos, si surgen como
consecuencia y durante el proceso o bien de manera independiente y sin la intención de
utilizarlos en él.
e) Quinta, medios de prueba por documentos ocasionales y medios de prueba por
documentos preconstituidos, el más claro ejemplo de los primeros son la correspondencia
personal, la agenda personal, el diario o cualquier otro documento análogo que no se haya
84
realizado por el autor con la manifiesta intención de utilizarla en un proceso judicial. Por
otra parte, si los medios de prueba se produjeron en virtud de un documento auténtico
realizado en cumplimiento a ciertas formas legales con el objetivo de ser destinado
posteriormente en un proceso, entonces recibe la denominación de medios de prueba
preconstituidos.
f) Sexta, medios de prueba independiente de cualquier otra causa y medios de
prueba dependientes, (borrowed evidence) si se refiere a una declaración judicial rendida
en el mismo país o bien en otro, bien pueden ser denominados medios de prueba
dependientes.
g) Séptima, medios de prueba originales y medios de prueba derivados, el
testimonio sería un medio de prueba original, siempre y cuando sea un testigo presencial
y directo de los hechos, pues en caso contrario estaríamos ante medios de prueba
derivados. La misma suerte resulta aplicable a los documentos originales y las copias
fotostáticas.
h) Octava, medios de prueba perfectos y medios de prueba imperfectos, con la
aclaración previa de que la perfección absoluta no es dable de conseguirse ante la
imposibilidad de evitar el error de manera plena, debe mencionarse que en esta
clasificación la perfección a la que se alude es relativa, en atención a la ausencia de
imperfecciones de las que humanamente es posible identificar. Existen medios de prueba
imperfectos por naturaleza, cuando por ejemplo la mente de un testigo lo imposibilita a
declarar con apego a la verdad y, por otro lado, existen medios probatorios imperfectos
en la forma cuando no se respetan las formalidades a seguirse para tomar la declaración
de un testigo.
Por otra parte, otros autores han realizado clasificaciones de las fuentes de prueba,
tal es el caso de Gómez Colomer y Fenech, para quienes existen medios de prueba
personales, reales y materiales.
Finalmente, para García Ramírez, existen:
a) Artificiales, creaciones del artificio o de la lógica, tales como la deducción o la
presunción, y, naturales, son las probanzas que se traducen o representan una concreta e
histórica realidad (testigos y documentos).
b) Pruebas de cargo, tienden a comprobar la inculpación, en tanto las de descargo
sirven para exonerar al reo.
c) Genérica, demuestra la existencia del delito, y, específica, acredita a los
participantes en el ilícito.
85
d) Directa, en la que el hecho a comprobar puede ser advertido por los sentidos,
e, indirecta, en la que no existe relación inmediata entre la prueba y el hecho a probar,
sino que éste se esclarece con auxilio de una cadena de inferencias (indicio).
e) Histórica, es la que reproduce el hecho que se trata de probar, y, crítica, es la
que permite deducir la existencia de tal hecho o su inexistencia.
f) Personal, recae sobre seres humanos, y, real, que recae sobre cosas u objetos.
g) Preconstituidas, se preparan antes del proceso para acreditar oportunamente los
hechos; en el derecho romano se hablaba del apoderamiento de animales u objetos que
llevasen las personas que se introducían en el fundo ajeno o que conducían a los animales
que efectuaban ese allanamiento, la posesión tenía un propósito probatorio. La prueba
constituyente se produce una vez surgido el proceso.
Como puede apreciarse, las anteriores clasificaciones toman claras bases en los
postulados de Bentham, propuestos en la segunda década del siglo XIX, época desde la
cual se planteaba que podrían realizarse tantas clasificaciones como ópticas o puntos de
vista desde los cuales se analicen las fuentes de prueba, la eficacia procesal de estas
clasificaciones nos parece nula, pues no cobra mayor relevancia, sino que sólo le
encontramos utilidad para efectos meramente docentes.
(https://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/derecho-comparado/article/view/3361/3891).
Por su parte en Chile, en materia Civil los medios de prueba se entienden como
todo elemento que sirve para convencer al juez de la existencia de un hecho. "Son todos
los instrumentos, cosas o circunstancias en las cuales el juez encuentra los motivos de su
convicción frente a las proposiciones de las partes."
Los criterios de clasificación derivan de los sistemas probatorios o dicen relación al
contacto entre el juez y el hecho:
86
En Chile, el legislador ha establecido taxativamente los medios de prueba, tanto
en el CC, CPC y CPP. Del mismo modo, en algunos casos la concurrencia obligatoria de
determinados medios, y en otros se los excluye expresamente para los efectos de acreditar
un hecho (artículos 1708 y 1709 CC).
- Proposición de la prueba.
- Admisión de la prueba.
- Nombramiento del perito.
- Reconocimiento pericial.
Las pruebas periciales extrajudiciales se producen fuera del proceso judicial y esto
puede ser, en un arbitraje, sobre todo, a petición del árbitro, o bien a petición de algún
interesado en conocer el dictamen técnico de un perito con el objeto de disponer con
antelación del conocimiento suficiente antes de plantear una posible demanda civil o
querella criminal, dirimir un contencioso sin intervención de Tribunales ni árbitros o,
simplemente, disponer de esta información para su tranquilidad.
87
El órgano judicial, de oficio o a petición de parte, podrá requerir la intervención de
un médico forense, en los casos en que sea necesario su informe en función de las
circunstancias particulares del caso, de la especialidad requerida y de la necesidad de su
intervención, a la vista de los reconocimientos e informes que constaren previamente en
las actuaciones.
Los documentos y otros medios de obtener certeza sobre hechos relevantes que se
encuentren en poder de las partes deberán aportarse al proceso si hubieran sido propuestos
como medio de prueba por la parte contraria y admitida ésta por el juez o tribunal o
cuando éste haya requerido su aportación. Si no se presentaren sin causa justificada,
podrán estimarse probadas las alegaciones hechas por la contraria en relación con la
prueba acordada.
Los tribunales podrán decretar, en todo tiempo, sea cual fuere la naturaleza del
negocio, la práctica, repetición o ampliación de cualquier diligencia probatoria, siempre
que se estime necesaria y sea conducente para el conocimiento de la verdad sobre los
puntos controvertidos. En la práctica de esas diligencias, obrarán como lo estimen
procedente, para obtener el mejor resultado de ellas, sin lesionar los derechos de las
partes, y procurando en todo su igualdad.
88
El actor debe probar los hechos constitutivos de su acción y el reo los de sus
excepciones.
El que funda su derecho en una regla general no necesita probar que su caso siguió la
regla general y no la excepción; pero quien alega que el caso está en la excepción de una
regla general, debe probar que así es.
El que afirma que otro contrajo una liga jurídica, sólo debe probar el hecho o acto
que la originó, y no que la obligación subsiste. Ni la prueba, en general, ni los medios de
prueba establecidos por la ley, son renunciables.
Sólo los hechos estarán sujetos a prueba, así como los usos o costumbres en que se
funde el derecho. El tribunal aplicará el derecho extranjero tal como lo harían los jueces
o tribunales del Estado cuyo derecho resultare aplicable, sin perjuicio de que las partes
puedan alegar la existencia y contenido del derecho extranjero. Para informarse del texto,
vigencia, sentido y alcance del derecho extranjero, el tribunal podrá valerse de informes
oficiales al respecto, los que podrá solicitar al Servicio Exterior Mexicano, así como
disponer y admitir las diligencias probatorias que considere necesarias o que ofrezcan las
partes.
El tribunal debe recibir las pruebas que le presenten las partes, siempre que estén
reconocidas por la ley. Los autos en que se admita alguna prueba no son recurribles; los
que la desechen son apelables en ambos efectos. Cuando la recepción de una prueba pueda
ofender la moral o el decoro social, las diligencias respectivas podrán ser reservadas,
según el prudente arbitrio del tribunal.
Los hechos notorios pueden ser invocados por el tribunal, aunque no hayan sido
alegados ni probados por las partes. Cuando una de las partes se oponga a la inspección
o reconocimiento ordenados por el tribunal, para conocer sus condiciones físicas o
mentales, o no conteste las preguntas que le dirija, deben tenerse por ciertas las
afirmaciones de la contraparte, salvo prueba en contrario. Lo mismo se hará si una de las
89
partes no exhibe, a la inspección del tribunal, la cosa o documento que tiene en su poder
o de que puede disponer.
Los terceros están obligados, en todo tiempo, a prestar auxilio a los tribunales, en las
averiguaciones de la verdad. Deben, sin demora, exhibir documentos y cosas que tengan
en su poder, cuando para ello fueren requeridos. Los tribunales tienen la facultad y el
deber de compeler a los terceros, por los medios de apremio más eficaces, para que
cumplan con esta obligación; pero, en caso de oposición, oirán las razones en que la
funden, y resolverán sin ulterior recurso. De la mencionada obligación están exentos los
ascendientes, descendientes, cónyuges y personas que deban guardar secreto profesional,
en los casos en que se trate de probar contra la parte con la que estén relacionados.
Los daños y perjuicios que se ocasionen a tercero, por comparecer o exhibir cosas o
documentos, serán indemnizados por la parte que ofreció la prueba, o por ambas, si el
tribunal procedió de oficio; sin perjuicio de lo que se resuelva sobre condenación en
costas, en su oportunidad. La indemnización, en casos de reclamación, se determinará por
el procedimiento incidental.
En cualquier momento del juicio o antes de iniciarse éste, cuando se demuestre que
haya peligro de que una persona desaparezca o se ausente del lugar del juicio, o de que
una cosa desaparezca o se altere, y la declaración de la primera o la inspección de la
segunda sea indispensable para la resolución de la cuestión controvertida, podrá el
tribunal ordenar la recepción de la prueba correspondiente.
I.- La confesión.
90
VIII.- Las presunciones.
Por su parte el código federal general de procedimiento penal señala que Artículo
206.- Se admitirá como prueba en los términos del artículo 20 fracción V de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, todo aquello que se ofrezca como
tal, siempre que pueda ser conducente, y no vaya contra el derecho, a juicio del juez o
tribunal. Cuando la autoridad judicial lo estime necesario, podrá por algún otro medio de
prueba, establecer su autenticidad.
El juez practicará las pruebas no previstas en este código, de acuerdo con las
disposiciones que regulen medios semejantes o según su prudente juicio, preservando los
principios y garantías constitucionales.
Las presunciones establecidas por la ley serán procedentes siempre que los hechos
en que se funden estén debidamente probados.
Incumbe a las partes probar el supuesto de hecho de las normas que consagran el
efecto jurídico que ellas persiguen. No obstante, según las particularidades del caso, el
juez podrá, de oficio o a petición de parte, distribuir la carga al decretar las pruebas,
durante su práctica o en cualquier momento del proceso antes de fallar, exigiendo probar
determinado hecho a la parte que se encuentre en una situación más favorable para aportar
las evidencias o esclarecer los hechos controvertidos. La parte se considerará en mejor
posición para probar en virtud de su cercanía con el material probatorio, por tener en su
91
poder el objeto de prueba, por circunstancias técnicas especiales, por haber intervenido
directamente en los hechos que dieron lugar al litigio, o por estado de indefensión o de
incapacidad en la cual se encuentre la contraparte, entre otras circunstancias similares.
Cuando el juez adopte esta decisión, que será susceptible de recurso, otorgará a la
parte correspondiente el término necesario para aportar o solicitar la respectiva prueba, la
cual se someterá a las reglas de contradicción presvistas en este código. Los hechos
notorios y las afirmaciones o negaciones indefinidas no requieren prueba.
Las pruebas pueden ser decretadas a petición de parte o de oficio cuando sean
útiles para la verificación de los hechos relacionados con las alegaciones de las partes.
Sin embargo, para decretar de oficio la declaración de testigos será necesario que éstos
aparezcan mencionados en otras pruebas o en cualquier acto procesal de las partes.
Las providencias que decreten pruebas de oficio no admiten recurso. Los gastos
que implique su práctica serán de cargo de las partes, por igual, sin perjuicio de lo que se
resuelva sobre costas.
92
jurisdicción territorial. No obstante, la Corte Suprema de Justicia podrá comisionar
cuando lo estime conveniente.
Para que sean apreciadas por el juez las pruebas deberán solicitarse, practicarse e
incorporarse al proceso dentro de los términos y oportunidades señalados para ello en este
código. En la providencia que resuelva sobre las solicitudes de pruebas formuladas por
las partes, el juez deberá pronunciarse expresamente sobre la admisión de los documentos
y demás pruebas que éstas hayan aportado. El juez se abstendrá de ordenar la práctica de
las pruebas que, directamente o por medio de derecho de petición, hubiera podido
conseguir la parte que las solicite, salvo cuando la petición no hubiese sido atendida, lo
que deberá acreditarse sumariamente.
Las pruebas practicadas por comisionado o de común acuerdo por las partes y los
informes o documentos solicitados a otras entidades públicas o privadas, que lleguen
antes de dictar sentencia, serán tenidas en cuenta para la decisión, previo el cumplimiento
de los requisitos legales para su práctica y contradicción.
Las partes podrán desistir de las pruebas no practicadas que hubieren solicitado.
No se podrá desistir de las pruebas practicadas, excepto en el caso contemplado en el
inciso final del artículo 270.
93
Las pruebas deberán ser apreciadas en conjunto, de acuerdo con las reglas de la
sana crítica, sin perjuicio de las solemnidades prescritas en la ley sustancial para la
existencia o validez de ciertos actos. El juez expondrá siempre razonadamente el mérito
que le asigne a cada prueba.
94
funcionarios para expedir el certificado solicitarán constancia a la cámara de comercio
local o a la entidad que hiciere sus veces y, a falta de una y otra, a dos abogados del lugar
con reconocida honorabilidad, especialistas en derecho comercial. También podrá
probarse mediante dictamen pericial rendido por persona o institución experta en razón
de su conocimiento o experiencia en cuanto a la ley de un país o territorio, con
independencia de si está habilitado para actuar como abogado allí.
Ahora bien en el Código Procesal Penal se señala que las pruebas tienen por fin
llevar al conocimiento del juez, más allá de duda razonable, los hechos y circunstancias
materia del juicio y los de la responsabilidad penal del acusado, como autor o partícipe.
Los hechos y circunstancias de interés para la solución correcta del caso, se podrán
probar por cualquiera de los medios establecidos en este código o por cualquier otro
medio técnico o científico, que no viole los derechos humanos.
95
más probable o menos probable uno de los hechos o circunstancias mencionados, o se
refiere a la credibilidad de un testigo o de un perito.
Las partes tienen la facultad de controvertir, tanto los medios de prueba como los
elementos materiales probatorios y evidencia física presentados en el juicio, o aquellos
que se practiquen por fuera de la audiencia pública.
El juez deberá tener en cuenta como pruebas únicamente las que hayan sido
practicadas y controvertidas en su presencia. La admisibilidad de la prueba de referencia
es excepcional.
Para condenar se requiere el conocimiento más allá de toda duda, acerca del delito
y de la responsabilidad penal del acusado, fundado en las pruebas debatidas en el juicio.
La sentencia condenatoria no podrá fundamentarse exclusivamente en pruebas de
referencia.
96
a prueba. Si alguna de las partes se opusiese dentro de quinto día, el juez resolverá lo que
sea procedente previo traslado. La resolución sólo será apelable si dejara sin efecto la
apertura a prueba.
No podrán producirse pruebas sino sobre hechos que hayan sido articulados por
las partes en sus escritos respectivos. No serán admitidas las que fueren manifiestamente
improcedentes o superfluas o meramente dilatorias.
Del escrito en que se alegue se dará traslado a la otra parte la que, dentro del plazo
para contestarlo, podrá también alegar otros hechos en contraposición a los nuevamente
alegados. En este caso quedará suspendido el plazo de prueba hasta la notificación de la
resolución que los admita o los deniegue.
97
Las audiencias deberán señalarse dentro del plazo de prueba y, en lo posible,
simultáneamente en ambos cuadernos. Se concentrarán en la misma fecha o en días
sucesivos teniendo en cuenta la naturaleza de las pruebas.
98
El plazo extraordinario de prueba correrá conjuntamente con el ordinario, pero
empezará a contarse desde el día siguiente al de la notificación de la resolución que lo
hubiere otorgado.
Cuando ambos litigantes hayan solicitado el plazo extraordinario, las costas serán
satisfechas en la misma forma que las demás del pleito, pero si se hubiese concedido a
uno solo y éste no ejecutase la prueba que hubiese propuesto, abonará todas las costas,
incluso los gastos en que haya incurrido la otra parte para hacerse representar donde
debieran practicarse las diligencias.
Salvo acuerdo de parte o fuerza mayor, el plazo de prueba, tanto ordinario como
extraordinario, no se suspenderá por ningún incidente o recurso.
99
Los jueces asistirán a las actuaciones de prueba que deban practicarse fuera de la
sede del juzgado o tribunal, pero dentro del radio urbano del lugar.
Cuando las actuaciones deban practicarse fuera del radio urbano, pero dentro del
departamento judicial, los jueces podrán trasladarse para recibirlas o encomendar la
diligencia a los de las respectivas localidades. Si se tratare de un reconocimiento judicial
los jueces podrán trasladarse a cualquier lugar de la República donde deba tener lugar la
diligencia. Tanto en el caso del artículo precedente como en el de los artículos 367 y 451,
los oficios o exhortos serán librados dentro de quinto día. Se tendrá por desistida de la
prueba a la parte dentro de igual plazo contado desde la fecha de entrega del oficio o
exhorto, no dejase constancia en el expediente de esa circunstancia.
Por su parte en el Código Procesal Penal se señala que la instrucción tendrá por
objeto:
100
4°) Verificar la edad, educación, costumbres, condiciones de vida, medios de
subsistencia y antecedentes del imputado; el estado y desarrollo de sus facultades
mentales, las condiciones en que actuó, los motivos que han podido determinarlo a
delinquir y las demás circunstancias que revelen su mayor o menor peligrosidad.
5°) Comprobar la extensión del daño causado por el delito, aunque el damnificado
no se hubiera constituido en actor civil.
101
No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, en los sumarios por hechos ilícitos
de competencia criminal de instrucción o correccional que no tengan autor
individualizado, la dirección de la investigación quedará desde el inicio de las actuaciones
delegada al Ministerio Público Fiscal, con noticia al juez competente en turno.
Por su parte en Chile los medios de prueba de que puede hacerse uso en juicio
son:
- Instrumentos;
- Testigos;
- Confesión de parte;
- Inspección personal del tribunal;
- Informes de peritos; y
- Presunciones.
Los tribunales apreciarán la prueba con libertad, pero no podrán contradecir los
principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicamente
afianzados.
102
3.1.3.4.- principales ámbitos de aplicación.
Ámbito Civil
Así mismo, podrán solicitar en sus respectivos escritos iniciales que se proceda a
la designación judicial de los especialistas en peritaje, si consideran conveniente o
necesario para sus intereses la emisión de un informe pericial.
Ámbito Penal
103
informe pericial haya sido impugnado de uno u otro modo, en cuyo caso será necesaria la
comparecencia de los peritos al juicio oral para ratificar o aclarar su dictamen,
sometiéndose la prueba así a la contradicción de las partes, para que el Tribunal pueda
otorgar validez a la misma.
Este criterio ha sido avalado por el Tribunal Constitucional al declarar la validez como
elemento probatorio de los informes practicados en la fase previa al juicio basados en
conocimientos especializados y que aparezcan documentados en las actuaciones que
permitan su valoración y contradicción, sin que sea necesaria la presencia de sus emisores.
Ámbito Laboral
Dentro del ámbito laboral, la figura del médico forense como especialista en peritaje
judicial está a la orden del día.
104
Esto es así porque el Artículo 80 de la Ley 36/2011, de 10 de octubre no impone
la exigencia de incorporar a la demanda la solicitud de la prueba pericial ni la
incorporación de los dictámenes (al igual que sucede con los documentos de prueba en
que las partes funden su derecho) a lo que hay que añadir que en esta jurisdicción no hay
trámite escrito de contestación a la demanda por lo que el demandado siempre deberá
proponerla en el acto de la vista oral.
Cuando lo que se pretenda sea el informe del médico forense previo examen del
paciente o la petición de prueba pericial a instancia del beneficiario de justicia gratuita,
de seguirse el procedimiento indicado sería materialmente imposible tener el dictamen
pericial para la fecha de celebración del juicio por lo que en estos casos la mejor solución
es que la parte solicite la práctica de dicha prueba bien en la demanda, bien en escrito
independiente pero con antelación suficiente a la celebración del juicio.
Por último, el proceso laboral presenta una nueva peculiaridad, ya que no debe
olvidarse que los jueces inadmitirá todas aquellas pruebas que se formulen y no puedan
practicarse en el acto del juicio. Frente a esta decisión judicial denegatoria, las partes no
podrán alegar indefensión puesto que al citárseles a juicio se les advierte en la propia
cédula de citación que los litigantes deberán de concurrir al juicio “con todos los medios
de prueba de que intenten valerse”. Esta previsión legal significa que el juicio no podrá
suspenderse si la parte no puede aportar su dictamen pericial a la vista, sin perjuicio de
que se solicite dicha suspensión ante la incomparecencia justificada del especialista en
peritaje, por enfermedad, fuerza mayor, etc.
105
Mientras que en Colombia en el Código General de Procedimiento se señala que
la prueba pericial es procedente para verificar hechos que interesen al proceso y requieran
especiales conocimientos científicos, técnicos o artísticos. Sobre un mismo hecho o
materia cada sujeto procesal sólo podrá presentar un dictamen pericial. Todo dictamen se
rendirá por un perito.
No serán admisibles los dictámenes periciales que versen sobre puntos de derecho,
sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 177 y 179 para la prueba de la ley y de la
costumbre extranjera. Sin embargo, las partes podrán asesorarse de abogados, cuyos
conceptos serán tenidos en cuenta por el juez como alegaciones de ellas.
El perito deberá manifestar bajo juramento que se entiende prestado por la firma
del dictamen que su opinión es independiente y corresponde a su real convicción
profesional. El dictamen deberá acompañarse de los documentos que le sirven de
fundamento y de aquellos que acrediten la idoneidad y la experiencia del perito.
El dictamen suscrito por el perito deberá contener, como mínimo, las siguientes
declaraciones e informaciones:
5. La lista de casos en los que haya sido designado como perito o en los que haya
participado en la elaboración de un dictamen pericial en los últimos cuatro (4) años. Dicha
106
lista deberá incluir el juzgado o despacho en donde se presentó, el nombre de las partes,
de los apoderados de las partes y la materia sobre la cual versó el dictamen.
Por su lado en el Código Procesal Penal se describe que el juez podrá ordenar
pericias siempre que para conocer o apreciar algún hecho o circunstancia pertinente a la
causa, sean necesarios o convenientes conocimientos especiales en alguna ciencia, arte o
técnica.
107
sea que se valga de estas expresiones o de otras que indiquen la necesidad de consultar
opiniones periciales.
Cuando la ley ordene que se resuelva un asunto en juicio práctico o previo informe de
peritos, se entenderán cumplidas estas disposiciones agregando el reconocimiento y
dictamen pericial en conformidad a las reglas de este párrafo, al procedimiento que
corresponda usar, según la naturaleza de la acción deducida.
Los gastos y honorarios que en estos casos se originen por la diligencia misma o
por la comparecencia de la otra parte al lugar donde debe practicarse, serán de cargo del
que la haya solicitado; salvo que el tribunal estime necesaria la medida para el
esclarecimiento de la cuestión, y sin perjuicio de lo que en definitiva se resuelva sobre
pago de costas. El tribunal, de oficio o a petición de parte, podrá ordenar que previamente
se consigne una cantidad prudencial para responder a los gastos y honorarios referidos.
108
Código Federal de Procedimiento Civil y el Código Federal de Procedimiento Penal, en
la legislación Colombiana se analizara el Código General de Procedimiento y el Código
Procesal Penal, en la legislación Argentina se citará el Código Civil y Comercial y el
Código Procesal Penal, por último en la legislación Chilena se tendrá en colación el
Código de Procedimiento Civil y el Código Procesal Penal.
Los dictámenes de que los litigantes dispongan, elaborados por peritos por ellos
designados, y que estimen necesarios o convenientes para la defensa de sus derechos,
habrán de aportarlos con la demanda o con la contestación, sin perjuicio de lo dispuesto
en el artículo 337.
109
Se entenderá que al demandante le es posible aportar con la demanda dictámenes
escritos elaborados por perito por él designado, si no justifica cumplidamente que la
defensa de su derecho no ha permitido demorar la interposición de aquélla hasta la
obtención del dictamen.
Si no les fuese posible a las partes aportar dictámenes elaborados por peritos por
ellas designados, junto con la demanda o contestación, expresarán en una u otra los
dictámenes de que, en su caso, pretendan valerse, que habrán de aportar, para su traslado
a la parte contraria, en cuanto dispongan de ellos, y en todo caso cinco días antes de
iniciarse la audiencia previa al juicio ordinario o de la vista en el verbal.
110
Los dictámenes cuya necesidad o utilidad venga suscitada por la contestación a
la demanda o por lo alegado y pretendido en la audiencia previa al juicio se aportarán por
las partes, para su traslado a las contrarias, con al menos cinco días de antelación a la
celebración del juicio o de la vista, manifestando las partes al tribunal si consideran
necesario que concurran a dicho juicio o vista los peritos autores de los dictámenes, con
expresión de lo que se señala en el apartado 2 del artículo 337.
111
Lo mismo podrá hacer el tribunal cuando se trate de juicio verbal y las partes
solicitasen en la vista designación de perito, en cuyo caso se interrumpirá aquélla hasta
que se realice el dictamen. En los casos señalados en los dos apartados anteriores, si las
partes que solicitasen la designación de un perito por el tribunal estuviesen además de
acuerdo en que el dictamen sea emitido por una determinada persona o entidad, así lo
acordará el tribunal. Si no hubiese acuerdo de las partes, el perito será designado por el
procedimiento establecido en el artículo 341.
Los peritos deberán poseer el título oficial que corresponda a la materia objeto del
dictamen y a la naturaleza de éste. Si se tratare de materias que no estén comprendidas en
títulos profesionales oficiales, habrán de ser nombrados entre personas entendidas en
aquellas materias. Podrá asimismo solicitarse dictamen de Academias e instituciones
culturales y científicas que se ocupen del estudio de las materias correspondientes al
objeto de la pericia. También podrán emitir dictamen sobre cuestiones específicas las
personas jurídicas legalmente habilitadas para ello.
112
Cuando haya de designarse perito a persona sin título oficial, práctica o entendida
en la materia, previa citación de las partes, se realizará la designación por el
procedimiento establecido en el apartado anterior, usándose para ello una lista de personas
que cada año se solicitará de sindicatos, asociaciones y entidades apropiadas, y que deberá
estar integrada por al menos cinco de aquellas personas. Si, por razón de la singularidad
de la materia de dictamen, únicamente se dispusiera del nombre de una persona entendida
o práctica, se recabará de las partes su consentimiento y sólo si todas lo otorgan se
designará perito a esa persona.
113
Sólo podrán ser objeto de recusación los peritos designados judicialmente. En
cambio, los peritos no recusables podrán ser objeto de tacha cuando concurra en ellos
alguna de las siguientes circunstancias:
1.º Ser cónyuge o pariente por consanguinidad o afinidad, dentro del cuarto grado
civil de una de las partes o de sus abogados o procuradores.
4.º Amistad íntima o enemistad con cualquiera de las partes o sus procuradores o
abogados.
5.º Cualquier otra circunstancia, debidamente acreditada, que les haga desmerecer
en el concepto profesional.
Las tachas no podrán formularse después del juicio o de la vista, en los juicios
verbales. Si se tratare de juicio ordinario, las tachas de los peritos autores de dictámenes
aportados con demanda o contestación se propondrán en la audiencia previa al juicio. Al
formular tachas de peritos, se podrá proponer la prueba conducente a justificarlas, excepto
la testifical.
114
presenciar uno y otras, si con ello no se impide o estorba la labor del perito y se puede
garantizar el acierto e imparcialidad del dictamen.
Si alguna de las partes solicitare estar presente en las operaciones periciales del
apartado anterior, el tribunal decidirá lo que proceda y, en caso de admitir esa presencia,
ordenará al perito que dé aviso directamente a las partes, con antelación de al menos
cuarenta y ocho horas, del día, hora y lugar en que aquellas operaciones se llevarán a
cabo.
El perito que el tribunal designe emitirá por escrito su dictamen, que hará llegar
por medios electrónicos al tribunal en el plazo que se le haya señalado. De dicho dictamen
se dará traslado por el Letrado de la Administración de Justicia a las partes por si
consideran necesario que el perito concurra al juicio o a la vista a los efectos de que aporte
las aclaraciones o explicaciones que sean oportunas. El tribunal podrá acordar, en todo
caso, mediante providencia, que considera necesaria la presencia del perito en el juicio o
la vista para comprender y valorar mejor el dictamen realizado.
2.º Explicación del dictamen o de alguno o algunos de sus puntos, cuyo significado
no se considerase suficientemente expresivo a los efectos de la prueba.
115
la opinión del perito sobre la posibilidad y utilidad de la ampliación, así como del plazo
necesario para llevarla a cabo.
5.º Crítica del dictamen de que se trate por el perito de la parte contraria.
1.º Los documentos que reconozcan como tales todas las partes a las que pueda
afectar esta prueba pericial.
2.º Las escrituras públicas y los que consten en los archivos públicos relativos al
Documento Nacional de Identidad.
3.º Los documentos privados cuya letra o firma haya sido reconocida en juicio por
aquel a quien se atribuya la dudosa.
4.º El escrito impugnado, en la parte en que reconozca la letra como suya aquel a
quien perjudique.
116
A falta de los documentos enumerados en el apartado anterior, la parte a la que se
atribuya el documento impugnado o la firma que lo autorice podrá ser requerida, a
instancia de la contraria, para que forme un cuerpo de escritura que le dictará el tribunal
o el Letrado de la Administración de Justicia. Si el requerido se negase, el documento
impugnado se considerará reconocido.
El perito que lleve a cabo el cotejo de letras consignará por escrito las operaciones
de comprobación y sus resultados. Será de aplicación al dictamen pericial de cotejo de
letras lo dispuesto en los artículos 346, 347 y 348 de esta Ley de Enjuiciamiento Civil.
El tribunal podrá acordar cualesquiera medidas que sean necesarias para lograr la
efectividad del reconocimiento, incluida la de ordenar la entrada en el lugar que deba
reconocerse o en que se halle el objeto o la persona que se deba reconocer.
117
Si, de oficio o a instancia de parte, el tribunal considerase conveniente oír las
observaciones o declaraciones de las personas les recibirá previamente juramento o
promesa de decir verdad.
118
reproducciones o exámenes llevados a cabo, que habrán de conservarse por el Letrado de
la Administración de Justicia de modo que no sufran alteraciones. Cuando sea posible la
copia, con garantías de autenticidad, de lo grabado o reproducido por los antedichos
medios o instrumentos, la parte a quien interese, a su costa, podrá pedirla y obtenerla del
tribunal.
Los peritos deben tener título en la ciencia o arte a que pertenezca la cuestión
sobre que ha de oírse su parecer, si la profesión o el arte estuviere legalmente
reglamentado.
Si fueren más de dos los litigantes, nombrarán un perito los que sostuvieren unas
mismas pretensiones, y otro los que las contradigan.
La parte que desee rendir prueba pericial, deberá promoverla dentro de los diez
primeros días del término ordinario o del extraordinario, o en su caso, por medio de un
escrito en que formulará las preguntas o precisará los puntos sobre que debe versar; hará
la designación del perito de su parte, y propondrá un tercero para el caso de desacuerdo.
El tribunal concederá, a las demás partes, el término de cinco días para que
adicionen el cuestionario con lo que les interese, previniéndolas, que, en el mismo
término, nombren el perito que les corresponda, y manifiesten si están o no conformes
con que se tenga como perito tercero al propuesto por el promovente.
Si, pasados los cinco días, no hicieren las demás partes el nombramiento que les
corresponde, ni manifestaren estar conformes con la proposición del perito tercero, el
119
tribunal, de oficio, hará el o los nombramientos pertinentes, observándose lo dispuesto en
la parte final del artículo 145, en su caso.
Los peritos nombrados por las partes serán presentados por éstas al tribunal,
dentro de los tres días siguientes de habérseles tenido como tales, a manifestar la
aceptación y protesta de desempeñar su encargo con arreglo a la ley. Si no lo hicieren o
no aceptaren, el tribunal hará, de oficio, desde luego, los nombramientos que a aquéllas
correspondía. Los peritos nombrados por el tribunal serán notificados personalmente de
su designación, para que manifiesten si aceptan y protestan desempeñar el cargo.
El tribunal señalará lugar, día y hora para que la diligencia se practique, si él debe
presidirla. En cualquier otro caso, señalará a los peritos un término prudente para que
presenten su dictamen.
En el caso del párrafo final del artículo anterior, se observarán las reglas
siguientes:
El perito que dejare de concurrir, sin causa justa, calificada por el tribunal, será
responsable de los daños y perjuicios que, por su falta, se causaren.
120
dos. Si no lo estuvieren, formularán su dictamen en escrito por separado, del que
acompañarán una copia.
Rendidos los dictámenes, dentro de los tres días siguientes del últimamente
presentado, los examinará el tribunal, y, si discordaren en alguno o algunos de los puntos
esenciales sobre que debe versar el parecer pericial, mandará, de oficio, que, por
notificación personal, se hagan del conocimiento del perito tercero, entregándole las
copias de ellos, y previniéndole que, dentro del término que le señale, rinda el suyo. Si el
término fijado no bastare, el tribunal podrá acordar, a petición del perito, que se le amplíe.
El perito tercero no está obligado a adoptar alguna de las opiniones de los otros peritos.
Si el perito nombrado por una parte no rinde su dictamen, sin causa justificada,
designará el tribunal nuevo perito, en substitución del omiso, e impondrá, a éste, una
multa hasta por la cantidad de ciento veinte días de salario mínimo general vigente en el
Distrito Federal. La omisión hará, además, responsable, al perito, de los daños y
perjuicios que por ella se ocasionen a la parte que lo nombró. Los peritos se sujetarán, en
su dictamen, a las bases que, en su caso, fije la ley.
El perito tercero que nombre el tribunal, puede ser recusado dentro de los tres días
siguientes al en que cause estado la notificación de su nombramiento a los litigantes, por
las mismas causas que pueden serlo los jueces; pero, si se tratare de perito nombrado en
rebeldía de una de las partes, sólo ésta podrá hacer uso de la recusación.
121
Para el pago de los honorarios de que trata el artículo anterior, los peritos
presentarán, al tribunal, la correspondiente regulación, de la cual se dará vista, por el
término de tres días, a la parte o partes que deban pagarlos.
Sobre un mismo hecho o materia cada sujeto procesal sólo podrá presentar un
dictamen pericial. Todo dictamen se rendirá por un perito. No serán admisibles los
dictámenes periciales que versen sobre puntos de derecho, sin perjuicio de lo dispuesto
en los artículos 177 y 179 para la prueba de la ley y de la costumbre extranjera. Sin
embargo, las partes podrán asesorarse de abogados, cuyos conceptos serán tenidos en
cuenta por el juez como alegaciones de ellas.
El perito deberá manifestar bajo juramento que se entiende prestado por la firma
del dictamen que su opinión es independiente y corresponde a su real convicción
profesional. El dictamen deberá acompañarse de los documentos que le sirven de
fundamento y de aquellos que acrediten la idoneidad y la experiencia del perito.
El dictamen suscrito por el perito deberá contener, como mínimo, las siguientes
declaraciones e informaciones:
122
3. La profesión, oficio, arte o actividad especial ejercida por quien rinde el
dictamen y de quien participó en su elaboración. Deberán anexarse los documentos
idóneos que lo habilitan para su ejercicio, los títulos académicos y los documentos que
certifiquen la respectiva experiencia profesional, técnica o artística.
5. La lista de casos en los que haya sido designado como perito o en los que haya
participado en la elaboración de un dictamen pericial en los últimos cuatro años. Dicha
lista deberá incluir el juzgado o despacho en donde se presentó, el nombre de las partes,
de los apoderados de las partes y la materia sobre la cual versó el dictamen.
Dictamen aportado por una de las partes. La parte que pretenda valerse de un
dictamen pericial deberá aportarlo en la respectiva oportunidad para pedir pruebas.
Cuando el término previsto sea insuficiente para aportar el dictamen, la parte interesada
podrá anunciarlo en el escrito respectivo y deberá aportarlo dentro del término que el juez
conceda, que en ningún caso podrá ser inferior a diez días. En este evento el juez hará los
123
requerimientos pertinentes a las partes y terceros que deban colaborar con la práctica de
la prueba. El dictamen deberá ser emitido por institución o profesional especializado.
Las justificaciones que por las mismas causas sean presentadas dentro de los tres
días siguientes a la audiencia, sólo autorizan el decreto de la prueba en segunda instancia,
si ya se hubiere proferido sentencia. Si el proceso fuera de única instancia, se fijará por
una sola vez nueva fecha y hora para realizar el interrogatorio del perito.
En ningún caso habrá lugar a trámite especial de objeción del dictamen por error
grave.
1. Adoptar las medidas para facilitar la actividad del perito designado por la parte
que lo solicite y ordenar a la otra parte prestar la colaboración para la práctica del
dictamen, previniéndola sobre las consecuencias de su renuencia.
124
Cuando el juez lo decrete de oficio, determinará el cuestionario que el perito debe
absolver, fijará término para que rinda el dictamen y le señalará provisionalmente los
honorarios y gastos que deberán ser consignados a órdenes del juzgado dentro de los tres
días siguientes. Si no se hiciere la consignación, el juez podrá ordenar al perito que rinda
el dictamen si lo estima indispensable.
Con el dictamen pericial el perito deberá acompañar los soportes de los gastos en
que incurrió para la elaboración del dictamen. Las sumas no acreditadas deberá
reembolsarlas a órdenes del juzgado.
Para los efectos de la contradicción del dictamen, el perito siempre deberá asistir
a la audiencia, salvo lo previsto en el parágrafo del artículo 228.
El juez apreciará el dictamen de acuerdo con las reglas de la sana crítica, teniendo
en cuenta la solidez, claridad, exhaustividad, precisión y calidad de sus fundamentos, la
idoneidad del perito y su comportamiento en la audiencia, y las demás pruebas que obren
en el proceso.
Las partes tienen el deber de colaborar con el perito, de facilitarle los datos, las
cosas y el acceso a los lugares necesarios para el desempeño de su cargo; si alguno no lo
hiciere se hará constar así en el dictamen y el juez apreciará tal conducta como indicio en
su contra.
Si alguna de las partes impide la práctica del dictamen, se presumirán ciertos los
hechos susceptibles de confesión que la otra parte pretenda demostrar con el dictamen y
se le impondrá multa de cinco a diez salarios mínimos mensuales.
125
la actividad de aquéllas. Con tal fin las decretará y ordenará librar el oficio respectivo
para que el director de las mismas designe el funcionario o los funcionarios que deben
rendir el dictamen.
El juez apreciará el cumplimiento de ese deber de acuerdo con las reglas de la sana
crítica, pudiendo incluso negarle efectos al dictamen cuando existan circunstancias que
afecten gravemente su credibilidad.
126
técnico, deberá indicar, en el mismo escrito, su nombre, profesión y domicilio. La otra
parte, al contestar la vista que se le conferirá conforme al artículo 367, podrá formular la
manifestación a que se refiere el artículo 478 o, en su caso, proponer otros puntos que a
su juicio deban constituir también objeto de la prueba, y observar la procedencia de los
mencionados por quien la ofreció, si ejerciese la facultad de designar consultor técnico
deberá indicar en el mismo escrito su nombre, profesión y domicilio. Si se hubiesen
presentado otros puntos de pericia u observado la procedencia de los propuestos por la
parte que ofreció la prueba, se otorgará traslado a ésta. Cuando los litisconsortes no
concordaran en la designación del consultor técnico de su parte, el juzgado desinsaculará
a uno de los propuestos.
Antes de que el juez ejerza la facultad que le confiere el artículo 460, las partes de
común acuerdo, podrán presentar un escrito proponiendo perito y puntos de pericia.
Podrán, asimismo, designar consultores técnicos.
127
el lugar del proceso perito con título habilitante, podrá ser nombrada cualquier persona
con conocimientos en la materia.
Son causas de recusación del perito las previstas respecto de los jueces; también,
la falta de título o incompetencia en la materia de que se trate, en el supuesto del artículo
464, párrafo segundo.
Será removido el perito que, después de haber aceptado el cargo renunciare sin
motivo atendible, rehusare dar su dictamen o no lo presentare oportunamente. El juez, de
oficio, nombrará otro en su lugar y lo condenará a pagar los gastos de las diligencias
frustradas y los daños y perjuicios ocasionados a las partes, si éstas los reclamasen. El
reemplazo perderá el derecho a cobrar honorarios.
La pericia estará a cargo del perito designado por el juez. Los consultores técnicos,
las partes y sus letrados podrán presenciar las operaciones técnicas que se realicen y
formular las observaciones que considera pertinentes.
El perito presentará su dictamen por escrito, con copias para las partes. Contendrá
la explicación detallada de las operaciones técnicas realizadas y de los principios
científicos en que se funde. Los consultores técnicos de las partes dentro del plazo fijado
128
al perito podrán presentar por separado sus respectivos informes, cumpliendo los mismos
requisitos.
Del dictamen del perito se dará traslado a las partes, que se notificará por cédula.
De oficio o a instancia de cualquiera de ellas, el juez podrá ordenar que el perito dé las
explicaciones que se consideren convenientes, en audiencia o por escrito, atendiendo a
las circunstancias del caso. Si el acto se cumpliere en audiencia y los consultores técnicos
estuvieren presentes, con autorización del juez, podrán observar lo que fuere pertinente;
si no comparecieren esa facultad podrá ser ejercida por los letrados. Si las explicaciones
debieran presentarse por escrito, las observaciones a las dadas por el perito podrán ser
formuladas por los consultores técnicos o, en su defecto, por las partes dentro de quinto
día de notificadas por ministerio de la ley. La falta de impugnaciones o pedidos de
explicaciones u observaciones a las explicaciones que diere el perito, no es óbice para que
la eficacia probatoria del dictamen pueda ser cuestionada por los letrados hasta la
oportunidad de alegar con arreglo a lo dispuesto por el artículo 477. Cuando el juez lo
estimare necesario podrá disponer que se practique otra pericia, o se perfeccione o amplié
la anterior, por el mismo perito u otro de su elección. El perito que no concurriere a la
audiencia o no presentare el informe ampliatorio o complementario dentro del plazo,
perderá su derecho a cobrar honorarios, total o parcialmente.
129
o hacer comparecer a los ya designados para que participen en las tareas, en los términos
de los artículos 471 y, en su caso, 473
La fuerza probatoria del dictamen pericial será estimada por el juez teniendo en
cuenta la competencia del perito, los principios científicos o técnicos en que se funda, la
concordancia de su aplicación con las reglas de la sana crítica, las observaciones
formuladas por los consultores técnicos o los letrados, conforme a los artículos 473 y 474
y los demás elementos de convicción que la causa ofrezca.
Los jueces deberán regular los honorarios de los de peritos y demás auxiliares de
la justicia, conforme a los respectivos aranceles, debiendo adecuarlos, por debajo de sus
topes mínimos inclusive, a las regulaciones que se practicaren en favor de los restantes
profesionales intervinientes, ponderando la naturaleza, complejidad, calidad y extensión
en el tiempo de los respectivos trabajos. Al contestar el traslado a que se refiere el segundo
párrafo del artículo 459, la parte contraria a la que ha ofrecido la prueba pericial podrá:
2 Manifestar que no tiene interés en la pericia, y que se abstendrá, por tal razón,
de participar en ella; en este caso, los gastos y honorarios del perito y consultor técnico
serán siempre a cargo de quien la solicitó, excepto cuando para resolver a su favor se
hiciere mérito de aquélla.
130
Al decretar el examen se individualizará lo que deba constituir su objeto y se
determinará el lugar, fecha y hora en que se realizará. Si hubiere urgencia, la notificación
se hará de oficio y con un día de anticipación.
A la diligencia asistirá el juez o los miembros del tribunal que éste determine. Las
partes podrán concurrir con sus representantes y letrados y formular las observaciones
pertinentes, de las que se dejará constancia en acta.
Cuando no hubiese mérito para recibir la causa a prueba, deberá procederse con
arreglo a lo establecido en el artículo 359, en lo pertinente.
Por otro lado en el Código de Procedimiento Civil Chileno se señala que se oirá
informe de peritos en todos aquellos casos en que la ley así lo disponga, ya sea que se
valga de estas expresiones o de otras que indiquen la necesidad de consultar opiniones
periciales.
Cuando la ley ordene que se resuelva un asunto en juicio práctico o previo informe
de peritos, se entenderán cumplidas estas disposiciones agregando el reconocimiento y
dictamen pericial en conformidad a las reglas de este párrafo, al procedimiento que
corresponda usar, según la naturaleza de la acción deducida.
Los gastos y honorarios que en estos casos se originen por la diligencia misma o por la
comparecencia de la otra parte al lugar donde debe practicarse, serán de cargo del que la
haya solicitado; salvo que el tribunal estime necesaria la medida para el esclarecimiento
de la cuestión, y sin perjuicio de lo que en definitiva se resuelva sobre pago de costas. El
tribunal, de oficio o a petición de parte, podrá ordenar que previamente se consigne una
cantidad prudencial para responder a los gastos y honorarios referidos.
131
El reconocimiento de peritos podrá decretarse de oficio en cualquier estado del
juicio, pero las partes sólo podrán solicitarlo dentro del término probatorio.
2° Los que no tengan título profesional expedido por autoridad competente, si la ciencia
o arte cuyo conocimiento se requiera está reglamentada por la ley y hay en el territorio
jurisdiccional dos o más personas tituladas que puedan desempeñar el cargo.
La apelación que se deduzca en los casos del inciso 1° de este artículo no impedirá
que se proceda a la designación de los peritos de conformidad al inciso 2°. Sólo después
de hecha esta designación, se llevará adelante el recurso.
El perito que acepte el cargo deberá declararlo así, jurando desempeñarlo con
fidelidad.
132
De esta declaración, que habrá de hacerse verbalmente o por escrito en el acto de
la notificación o dentro de los tres días inmediatos, se dejará testimonio en los autos. El
perito encargado de practicar un reconocimiento deberá citar previamente a las partes
para que concurran si quieren.
Las partes podrán hacer en el acto del reconocimiento las observaciones que
estimen oportunas. Podrán también pedir que se hagan constar los hechos y circunstancias
que juzguen pertinentes; pero no tomarán parte en las deliberaciones de los peritos, ni
estarán en ellas presentes. De todo lo obrado se levantará acta, en la cual se consignarán
los acuerdos celebrados por los peritos.
Los tribunales señalarán en cada caso el término dentro del cual deben los peritos
evacuar su encargo; y podrán, en caso de desobediencia, apremiarlos con multas,
prescindir del informe o decretar el nombramiento de nuevos peritos, según los casos.
Cuando los peritos discorden en sus dictámenes, podrá el tribunal disponer que se
nombre un nuevo perito, si lo estima necesario para la mejor ilustración de las cuestiones
que deban resolver.
Si no resulta acuerdo del nuevo perito con los anteriores, el tribunal apreciará
libremente las opiniones de todos ellos, tomando en cuenta los demás antecedentes del
juicio.
133
3.2.3.- intervención del perito en el proceso penal.
Los peritos que no hayan sido recusados serán examinados juntos cuando deban
declarar sobre unos mismos hechos, y contestarán a las preguntas y repreguntas que las
partes les dirijan.
Los peritos que dictaminen serán dos o más; pero bastará uno cuando solamente
éste pueda ser habido, o cuando el caso sea urgente.
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Los peritos deberán tener título oficial en la ciencia o arte a que se refiere el punto
sobre el cual deba dictaminarse, si la profesión o arte están legalmente reglamentadas; en
caso contrario, se nombrarán peritos prácticos. Cuando el inculpado pertenezca a un
grupo étnico indígena, podrán ser peritos prácticos, personas que pertenezcan a dicho
grupo étnico indígena.
Los peritos que acepten el cargo, con excepción de los oficiales titulares, tiene
obligación de protestar su fiel desempeño ante el funcionario que practique las
diligencias. En casos urgentes la protesta la rendirán al producir o ratificar su dictamen.
El funcionario que practique las diligencias fijará a los peritos el tiempo en que
deban cumplir su cometido. Si transcurrido ese tiempo no rinden su dictamen o sí
legalmente citados y aceptado el cargo, no concurren a desempeñarlo, se hará uso de
alguno de los medios de apremio.
135
sin perjuicio de que el funcionario que practique las diligencias nombre además otros, si
lo creyere conveniente, para que dictaminen y hagan la clasificación legal.
El funcionario que practique las diligencias y las partes, podrán hacer a los peritos
las preguntas que resulten pertinentes sobre la materia objeto de la pericia; les dará por
escrito o de palabra, pero sin sugestión alguna, los datos que tuviere y hará constar estos
hechos en el acta respectiva.
Los peritos practicarán todas las operaciones y experimentos que su ciencia o arte
les sugieran y expresarán los hechos y circunstancias que sirvan de fundamento a su
opinión.
Cuando las opiniones de los peritos discordaren, el funcionario que practique las
diligencias los citará a junta en la que se discutirán los puntos de diferencia, haciéndose
constar en el acta el resultado de la discusión. Si los peritos no se pusieren de acuerdo se
nombrará un perito tercero en discordia.
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Cuando el funcionario que practique las diligencias lo crea conveniente, podrá
ordenar que asistan peritos a ellas. Cuando se niegue o ponga en duda la autenticidad de
un documento podrá pedirse y decretarse el cotejo de letras o firmas, que se practicará
conforme a las siguientes reglas:
El cotejo se hará con documentos indubitables, o con los que las partes de común
acuerdo reconozcan como tales; con aquellos cuya letra o firma haya sido reconocida
judicialmente, y con el escrito impugnado en la parte en que reconozca la letra como suya
aquel a quien perjudique. El juez podrá ordenar que se repita el cotejo por otros peritos.
El servicio de peritos se prestará por los expertos de la policía judicial, del Instituto
Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, entidades públicas o privadas, y
particulares especializados en la materia de que se trate.
Las investigaciones o los análisis se realizarán por el perito o los peritos, según el
caso. El informe será firmado por quienes hubieren intervenido en la parte que les
corresponda. Todos los peritos deberán rendir su dictamen bajo la gravedad del
juramento.
137
2. En circunstancias diferentes, podrán ser nombradas las personas de reconocido
entendimiento en la respectiva ciencia, técnica, arte, oficio o afición aunque se carezca
de título.
1. Los menores de dieciocho (18) años, los interdictos y los enfermos mentales.
3. Los que hayan sido condenados por algún delito, a menos que se encuentren
rehabilitados.
Las partes solicitarán al juez que haga comparecer a los peritos al juicio oral y
público, para ser interrogados y contrainterrogados en relación con los informes periciales
que hubiesen rendido, o para que los rindan en la audiencia.
138
Si el juez admite el informe presentado por la parte, en la audiencia preparatoria,
inmediatamente ordenará citar al perito o peritos que lo suscriben, para que concurran a
la audiencia del juicio oral y público con el fin de ser interrogados y contrainterrogados.
En ningún caso, el informe de que trata este artículo será admisible como
evidencia, si el perito no declara oralmente en el juicio.
Los peritos, tanto los que hayan rendido informe, como los que sólo serán
interrogados y contrainterrogados en la audiencia del juicio oral y público, tendrán acceso
a los elementos materiales probatorios y evidencia física a que se refiere el informe
pericial o a los que se hará referencia en el interrogatorio.
4. Sobre los principios científicos, técnicos o artísticos en los que fundamenta sus
verificaciones o análisis y grado de aceptación.
139
8. Sobre temas similares a los anteriores.
El perito responderá de forma clara y precisa las preguntas que le formulen las
partes. El perito tiene, en todo caso, derecho de consultar documentos, notas escritas y
publicaciones con la finalidad de fundamentar y aclarar su respuesta.
Para que una opinión pericial referida a aspectos noveles del conocimiento sea
admisible en el juicio, se exigirá como requisito que la base científica o técnica satisfaga
al menos uno de los siguientes criterios:
1. Que la teoría o técnica subyacente haya sido o pueda llegar a ser verificada.
2. Que la teoría o técnica subyacente haya sido publicada y haya recibido la crítica
de la comunidad académica.
140
3. Que se haya acreditado el nivel de confiabilidad de la técnica científica utilizada
en la base de la opinión pericial.
En Argentina el Código Procesal Penal señala que el juez podrá ordenar pericias
siempre que para conocer o apreciar algún hecho o circunstancia pertinente a la causa,
sean necesarios o convenientes conocimientos especiales en alguna ciencia, arte o técnica.
Los peritos deberán tener título de tales en la materia a que pertenezca el punto
sobre el que han de expedirse y estar inscriptos en las listas formadas por el órgano
judicial competente. Si no estuviere reglamentada la profesión, o no hubiere peritos
diplomados o inscriptos, deberá designarse a persona de conocimiento o práctica
reconocidos.
No podrán ser peritos: los incapaces; los que deban o puedan abstenerse de
declarar como testigos o que hayan sido citados como tales en la causa; los que hubieren
sido eliminados del registro respectivo por sanción; los condenados o inhabilitados.
El juez designará de oficio a un perito, salvo que considere indispensable que sean
más. Lo hará entre los que tengan el carácter de peritos oficiales; si no los hubiere, entre
los funcionarios públicos que, en razón de su título profesional o de su competencia, se
141
encuentren habilitados para emitir dictamen acerca del hecho o circunstancia que se
quiere establecer.
En estos casos, bajo la misma sanción, se les notificará que se realizó la pericia,
que puedan hacer examinar sus resultados por medio de otro perito y pedir, si fuere
posible, su reproducción.
Tanto el juez como los peritos procurarán que las cosas a examinar sean en lo
posible conservadas, de modo que la pericia pueda repetirse. Si fuere necesario destruir
o alterar los objetos analizados o hubiere discrepancias sobre el modo de conducir las
operaciones, los peritos deberán informar al juez antes de proceder.
El dictamen pericial podrá expedirse por informe escrito o hacerse constar en acta
y comprenderá, en cuanto fuere posible:
2°) Una relación detallada de todas las operaciones practicadas y sus resultados.
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3°) Las conclusiones que formulen los peritos conforme a los principios de su
ciencia, arte o técnica.
4°) Lugar y fecha en que se practicaron las operaciones. El juez valorará la pericia
de acuerdo con las reglas de la sana crítica.
El juez podrá disponer también que alguna de las partes forme cuerpo de la
escritura. De la negativa se dejará constancia.
Los peritos nombrados de oficio o a pedido del ministerio público tendrán derecho
a cobrar honorarios, a menos que tengan sueldo por cargos oficiales desempeñados en
virtud de conocimientos específicos en la ciencia, arte o técnica que la pericia requiera.
Mientras que el Código Procesal penal Chileno señala que el ministerio público y
los demás intervinientes podrán presentar informes elaborados por peritos de su confianza
y solicitar en la audiencia de preparación del juicio oral que éstos fueren citados a declarar
a dicho juicio, acompañando los comprobantes que acreditaren la idoneidad profesional
del perito.
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Procederá el informe de peritos en los casos determinados por la ley y siempre
que para apreciar algún hecho o circunstancia relevante para la causa fueren necesarios o
convenientes conocimientos especiales de una ciencia, arte u oficio.
Sin perjuicio del deber de los peritos de concurrir a declarar ante el tribunal acerca
de su informe, éste deberá entregarse por escrito y contener:
a) La descripción de la persona o cosa que fuere objeto de él, del estado y modo en
que se hallare;
c) Las conclusiones que, en vista de tales datos, formularen los peritos conforme a los
principios de su ciencia o reglas de su arte u oficio.
El juez de garantía admitirá los informes y citará a los peritos cuando, además de
los requisitos generales para la admisibilidad de las solicitudes de prueba, considerare que
los peritos y sus informes otorgan suficientes garantías de seriedad y profesionalismo.
Con todo, el juez de garantía podrá limitar el número de informes o de peritos, cuando
unos u otros resultaren excesivos o pudieren entorpecer la realización del juicio.
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teniendo presente los honorarios habituales en la plaza y el total o la parte de la
remuneración que no fuere asumida por el solicitante será de cargo fiscal.
La declaración de los peritos en la audiencia del juicio oral se regirá por las normas
previstas en el artículo 329 y, supletoriamente, por las establecidas para los testigos. Si el
perito se negare a prestar declaración, se le aplicará lo dispuesto para los testigos en el
artículo 299 inciso segundo.
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