Jorge Iván Montoya Pérez

Lectura crítica de la fórmula del Sacramento de la Unción de los Enfermos

TE019 Sacramentos de la Edad Adulta
Docente: Diego Fernando Bedoya Bonilla
Facultad de Educación y Humanidades Universidad Católica Luis Amigó
Diciembre de 2019

La forma del Sacramento de la Unción de los Enfermos ha variado en el trascurso

de la historia, desde la práctica consignada en las Sagradas Escrituras, a las formas
usadas por la Iglesia en sus tradiciones Oriental y Occidental, así como las reconocidas
como las disidentes.

En el caso puntual de la Iglesia Occidental presentan una forma “deprecativa”,

para expresarse en una forma de oración. Inspirándose este Sacramento en el texto
neotestamentario (Santiago 5,14: B. Latinoamericana 2013) los presbíteros deben de
ungir al enfermo (materia del Sacramento) y orar sobre él (forma del Sacramento que
determina el significado de la Unción). La Epístola da una consecuencia a las acciones
antes expresadas, esto es, la oración de la fe salvará al enfermo. De esta manera, el rito
recomendado por este autor bíblico se constituye de unción y de oración, por lo tanto,
como dice el autor (Nicolau, 1975): “la forma del rito es la oración”.

Pero también en los rituales estudiados por la Iglesia ofrecen una redacción
“optativa” como la que ha venido utilizando en la Iglesia después del Concilio Vaticano
II hasta el presente:

“Por esta Santa Unción

y por su bondadosa misericordia
te ayude el Señor
con la gracia del Espíritu Santo.
Para que, libre de tus pecados,
te conceda la salvación
y te conforte en la enfermedad. Amén.”
 En esta fórmula se indica la acción que se realiza y que cuyo sentido se determina
por la forma:

“Por esta Santa Unción” se apela a la misericordia del Señor, porque se trata de
concesión de gracia y remisión de los pecados, todo indicando por que medio se va a
realizar.

“y por su bondadosa misericordia te ayude el Señor” se está indicando el efecto

sobre natural en la gracia que se produce y el auxilio o la ayuda que con ella se obtendrá,
es decir; es gratuidad de Dios actuando y que no depende del ministro, ni de la Iglesia,
sino de la bondad fontal de Dios.

“con la gracia del Espíritu Santo” se señala como efecto la remisión de los
pecados, esto quiere decir; que como lo prometió Cristo el abogado es el Espíritu.

Cuando dice “te ayude el Señor” y las dos ultimas frases se busca la conversión
del sujeto al que le aplica la Unción no para curarse, como un rito mágico-religioso sino
de la experiencia de Dios, pero ante todo se ruega que sea reconfortado.

Se podrá observar que estos efectos que se pide en la forma deprecativa se

determina el sentido del rito, con la finalidad que el sacramento es algo intrínseco y que
los efectos ordenan a la Unción no ha dejado de proclamarse por el magisterio de la
Iglesia.

Es más: Nicolau nos da la alusión donde aparecen de forma “indicativa” (“Te unjo
en el nombre del Padre…, para que la oración de la fe te salve…), la cual es fácil ver una
oración implícita o virtual.

Asimismo, en alguna ocasión la forma es “imperativa”: (“En el nombre del Padre

del Hijo, y del Espíritu Santo, que reina por siglos de los siglos. Recibe la salud del cuerpo
y la remisión de todos los pecados”). A veces es fórmula mixta; mezcla de fórmula
optativa o indicativa con la deprecativa.

Son muy pocos los teólogos que afirman que la Unción bastaba por si misma, sin
la necesidad de la forma. La opinión común de los teólogos es que debe de ser
deprecativa y algunos pensaron que bastaba la indicativa. La Iglesia ha venido utilizando
diferentes fórmulas, el cual indica que no hay ninguna concreta por mandato divino y que
está en poder de la Iglesia el variarla y acomodarla a los tiempos.

En esta panorámica concluiríamos desde los aspectos bíblico, teológico, litúrgico,

pastoral y antropológico sobre el Sacramento de la Unción de Enfermos, hemos podido
ver lol esencial de la fórmula que inspira la doctrina y la práctica en el Sacramento en la
vida de la Iglesia. Teniendo en cuenta sobre todo la concepción que ha guiado la reforma
del vigente Ritual de la unción y pastoral de enfermos, nos encontramos con una visión
bastante clara acerca del significado y la función de la misma: la relación prima con la
enfermedad y no directamente con la muerte, su mensaje evangélico y antropológico, en
orden a infundir en el enfermo una auténtica y profunda esperanza (que nazca de la fe
en el fundamento de su existencia, que es Dios mismo, autor de la vida y de la gracia),
su llamada a la comunidad de creyentes para que descubra en el mal social de la
enfermedad un reto ineludible de fe y de caridad cristiana, de solidaridad auténticamente
humana, de compromiso en la lucha frente a todo tipo de abusos como hoy se cometen
contra la vida y la salud.

Todo Sacramento es signo del amor de Dios, encarnado en Jesucristo y en el

Espíritu que actúa a través de la Iglesia. Si el primero de los sacramentos, el bautismo,
siembra en el individuo humano la semilla de ese amor para que inspire y acompañe el
desarrollo integral de la persona humana y la haga digna de participar de la gloria divina,
el último de los Sacramentos, la Unción de Enfermos, viene a proteger el fruto de esa
semilla convertida en árbol maduro, destinado a ser trasplantado en la gloria. La Unción,
en cuanto Sacramento, mira sobre todo a la salvación en su concreto sentido bíblico y
cristiano; pero, al igual que los demás sacramentos, entiende la salvación como un
proceso que por la experiencia de la vida humana y no como un final inmediato En este
caso, dicho proceso tiene un momento justo, que es [ enfermedad. En ella la gracia de
Cristo quiere hacerse presente, para comunicar un doble mensaje: que Dios domina
todas las fuerzas de la naturaleza y que la vida del hombre trasciende en el proyecto
divino la realidad terrena.

Referencias bibliográficas

Biblia Latinoamericana, 2013

Nicolau, M. (1975) Unción de los Enfermos, Estudio histórico-dogmático. La forma del
Sacramento de la Unción. (pp. 122). Madrid. La editorial católica s.a.

Cfr. Concilio Vaticano II, Const. Sacrosanctum Concilium, 74