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Trastornos alimentarios

Indice
1. Anorexia
2. Definición Bulimia
3. En síntesis
4. Obesidad
5. Desnutrición

1. Anorexia

Los puntos fundamentales a tratar en esta sección son los siguientes:

• Definición.
• Síntomas.
• Peligros.
• Tratamiento.

a. Definición de Anorexia
La Anorexia es una enfermedad psicológica con consecuencias físicas. Es el resultado de una
intrincada interacción de factores bio-sicosociales (Biológicos, psicológicos y sociales).Usualmente
la enfermedad se hace evidente (marcada delgadez, desordenes en la personalidad, etc.), y puede
"dispararse" en medio de una crisis generada por circunstancias adversas en la vida de la persona.
La Anorexia desencadena desordenes en el comportamiento alimenticio que alteran de forma total
la vida personal, familiar y social del ser afectado.
A la anorexia se le considera un síndrome por lo complicado de su etiología -estudio del origen de
las enfermedades- presenta características diferentes en cada individuo afectado ya que los
traumas subyacentes que pueden originar o contribuir al desarrollo de la enfermedad son
consecuencia de la experiencia individual del paciente, sin embargo, si no existieran una lista de
síntomas y etiologías comunes para la mayoría de los pacientes afectados, no se podría idear una
política efectiva para combatirla dentro de los gremios médicos, psicológicos y otras disciplinas
relacionadas con su tratamiento.
La Descripción de Anorexia más usada en los últimos años es la que creó la Asociación Americana
de Psiquiatría (APA, por siglas en inglés) en 1987.Es este mismo organismo quien maneja la
sintomatología más conocida y aceptada en los gremios de la salud física y mental alrededor del
mundo, aunque sólo describe con exactitud los rasgos de la enfermedad en su etapa aguda,
cuando el ser afectado necesita ser internado para su recuperación. Por esta razón los casos de
muchas personas que no se ciñen con exactitud a todos los síntomas de esta lista por hallarse en
una etapa menos avanzada de la enfermedad, no son diagnosticados como Anoréxicos sino como
afectados por un Trastorno del comportamiento Alimentario no especificado de otra manera (NOS,
por siglas en inglés).
b. Síntomas de la Anorexia
Para que un médico diagnostique a una persona como anoréxica, esta debe presentar los
siguientes síntomas simultáneamente:

1. Rechazo a mantener el peso corporal a nivel o por encima del peso mínimo normal que le
corresponde por la edad y la estatura.
2. Temor intenso a aumentar de peso o volverse obeso, aun pesando menos de lo normal.
3. Alteración en la propia percepción del peso, la talla y la silueta corporal.
4. En las mujeres ausencia de por lo menos tres ciclos menstruales -amenorrea-. En general,
usted puede estar absolutamente seguro de que una persona tiene anorexia si observa las
siguientes tres semanales de alarma constantes y esenciales:

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5. Mantenimiento deliberado de ese peso corporal mediante dieta, ejercicio, abuso de
laxantes o diuréticos, o una combinación de los tres.
6. Síntomas de inanición.

El rasgo común de este desorden alimenticio, es el intentar a como de lugar, mantener el control
sobre la cantidad de comida que se ingiere. Periodos de ayuno, conteo obsesivo del contenido
calórico de los alimentos, el ejercicio compulsivo, y/o la purgación después de una comida regular,
son los síntomas otros de estos síntomas. En muchos casos estas personas aparentan tener
hábitos alimenticios normales con algunos periodos de restricción. Los anoréxicos son conocidos
por comer "galguerías", particularmente dulces, toman grandes cantidades de café y/o fuman.
c. Peligros de la Anorexia
"...En realidad no recuerdo ningún momento de mi infancia ni de mi adolescencia en el cual no
haya padecido un trastorno de la alimentación. A los seis años, recuerdo que me miraba en el
espejo y pensaba que era demasiado gorda. Desde entonces comencé a comer cada vez menos.
Las fuertes restricciones en la comida, el ejercicio obsesivo y los vómitos fueron una constante en
mi vida. A los dieciséis años pesaba 33 kilos. Es difícil explicar a alguien que nunca ha pasado por
una situación como esa lo que se siente al estar en ese estado. Lo que más quería era librarme de
los trastornos de la alimentación: quería morir. A los dieciocho años había aumentado un poco mi
peso, pero nada había cambiado dentro de mí. Intenté suicidarme y acabé en un hospital, donde
los "profesionales" me dijeron que era un caso sin esperanzas".
Son dos los principales peligros de la anorexia; el primero es que la persona afectada se convierta
en un enfermo agudo y finalmente muera producto de una disfunción de sus órganos internos o se
suicide; el segundo es que la víctima de este trastorno se convierta en un paciente crónico y
durante muchos años esté inmerso en un infierno constante. Todas las consecuencias físicas,
psicológicas y sociales se relacionan de forma directa con esos dos aspectos.
Karen Carpenter, la cantante del dueto norteamericano The Carpenters, es quizás la víctima más
famosa de anorexia. Durante varios años sufrió de anorexia crónica y se convirtió en una
frustración constante para muchos de los psiquiatras más reconocidos de USA. En 1983 murió de
un ataque cardíaco cuando su anorexia había llegado a un punto cúlmen, la desnutrición era total y
años de permanentes recaídas y pequeños conatos de recuperación finalizaron trágicamente en
una anorexia aguda irrecuperable. "La anorexia nerviosa es el trastorno o enfermedad mental con
mayor letalidad de los tratados por la Psiquiatría; en un estudio sobre mortalidad de anorexia
nerviosa en el cual estaban involucrados 3.006 pacientes, se encontró una incidencia de muerte
doscientas veces mayor que la del suicidio en la población general y un índice de mortalidad que
duplica el de la población psiquiátrica femenina que ha sido internada hospitalariamente por otras
afectaciones psiquiátricas". En casi todo el mundo el 10 % de las anoréxicas mueren y el 30 %
nunca se recuperan, son enfermas crónicas. Por eso el abordaje precoz de la enfermedad es la
mejor esperanza contra la misma
Las víctimas de anorexia aguda muchas veces se auto-mutilan y en casos extremos atentan contra
su vida. Algunas cuentan que una especie de voz negativa en su interior, aunada a su desespero,
las obligó a hacerlo.
Las personas anoréxicas pueden perder hasta un 40 % de su peso corporal. Debido a esa
inanición el cuerpo se hace vulnerable a muchas enfermedades, y hasta las infecciones suaves
pueden constituir una amenaza mortal. La diarrea y el estreñimiento son problemas crónicos
derivados de la lucha infructuosa de los intestinos con una dieta inadecuada.
La desaparición de la grasa protectora del cuerpo vuelve a las mujeres anoréxicas vulnerables a la
hipotermia, lo cuál a su vez provoca edemas o retención de agua y la aparición de lanugo -vello
muy fino en la cara-. Las mujeres anoréxicas son físicamente débiles y aunque su frenética
actividad se confunde a veces con un signo excelente de salud muchas veces sufren de fatiga. Sus
sistemas físicos están fallando y el vértigo, el dolor de cabeza, el insomnio, la deshidratación, las
alteraciones dentales, se vuelven cosas cotidianas. A menudo pierden la menstruación
(amenorrea), se les cae el pelo o se les pone seco, quebradizo y pierde color, mientras que la piel
se les enrojece o seca y se les vuelve áspera y descamada. El sistema simpático también se
resiente y con él su efecto: prepararse para situaciones urgentes o peligrosas. En casos muy
graves se dan arritmias cardíacas y bradicardias, osteoporosis, daños renales y hepáticos,
hipertrofia parótida -inflamación de la glándula parótida-, infarto y finalmente la muerte producto de

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una disfunción orgánica.
La anorexia retarda o impide el crecimiento y detiene el desarrollo de la pubertad. Cuando la
anorexia empieza antes de que la niña llegue a la pubertad, no pasa por los cambios puberales
esperados. Una niña de once años que se vuelve anoréxica grave, no crece de talla y no
experimenta los demás cambios óseos y de forma corporal que la pubertad ocasiona, de modo que
su pelvis sigue siendo estrecha y sin forma. Su pelo y su piel son los de una niña. No desarrolla los
pechos, las caderas, y las nalgas características en una mujer. Como sus hormonas continúan
siendo las de una niña, no se produce la menstruación y no experimenta el despertar del interés
sexual que originan los cambios hormonales de la pubertad. Existen algunos indicios de que a las
ex anoréxicas les cuesta volver a ovular con normalidad y pueden tener problemas para quedar
embarazadas de manera natural. Se sabe que la interrupción de la menstruación significa que los
niveles de estrógenos están bajos y, por consiguiente, el desarrollo de la densidad ósea se ve
afectado permanentemente. Aunque la densidad ósea mejora cuando vuelven a subir los niveles
de estrógenos, la ex anoréxica no recupera el desarrollo que ha perdido y, por tanto, corre el riesgo
de tener osteoporosis en la madurez.
En las mujeres con anorexia se pueden dar falta de deseo sexual -anestesia sexual, desinterés
erótico-, anorgasmia, vaginismo y falta de lubricación vaginal. La falta de elementos plásticos,
energéticos y oligoelementos en la alimentación lleva al varón a la pérdida del deseo sexual y a
dificultades erectivas o eyaculación precoz.
Otro peligro físico es que en el proceso médico de recuperación de un paciente con anorexia
aguda se debe tener sumo cuidado con la re-nutrición del cuerpo. Una cantidad excesiva de
comida al día puede causar que las pacientes sufran de reacciones extrañas del organismo -como
secreción desmedida de sustancias para procesar la comida que terminen devorándose al
paciente- o reventar el debilitado tracto digestivo o el estómago. Este último en víctimas agudas se
ha reducido de forma considerable casi cometiendo autofagia.
Consecuencias intelectuales
Las personas anoréxicas son capaces de trabajar muy duro y de hacer un trabajo mecánico o de
recopilación de datos con gran eficiencia. Sin embargo, cuando se les piden opiniones, ideas o
respuestas personales, se sienten incapaces de darlas pues en el transcurso de su enfermedad
han perdido el suficiente 'yo' como para tener una opinión propia sobre algo, y el concentrarse en el
proceso de encontrar sus propias ideas y sentimientos se vuelve algo agotador.
Consecuencias sociales
Casi siempre una persona anoréxica se aísla de las demás para poder desarrollar a plenitud sus
patrones de conducta obsesivos sin ningún tipo de restricciones. Dejar de comer y ser, en la
medida de lo posible, una persona funcional obsesionada con el bajar de peso hasta la muerte, no
deja espacio muy grandes para otras cosas o para las amistades. Sin embargo, no se trata solo de
que la persona se ha apartado del intercambio social normal; su conducta significa que su
desarrollo social se ha estancado en el punto donde estaba cuando le empezó a preocupar la
enfermedad y la priva del tiempo que debe pasar experimentando con la interacción social... con
las consecuencias que eso conlleva.
El mayor peligro que puede tener una anoréxica es "caer" en las manos de un profesional de la
salud -psiquiatra, médico, psicólogo, etc.- que este convencido que esta enfermedad no es curable,
y que todos sus esfuerzos y los de la paciente por recuperarse son sólo paliativos momentáneos.
Si la anorexia no es tratada con el convencimiento que es posible una recuperación, se puede
comprometer el bienestar de la víctima de por vida. Esa incredulidad por parte de algunos
profesionales de la salud mental y física, genera desesperanza en la víctima y en sus familias
impidiendo una recuperación exitosa.
d. Tratamiento de la Anorexia
Como los trastornos de la alimentación se caracterizan por lo complejo de su naturaleza de índole
multi-causal -biológica, psicológica y social- requieren, para que sea idónea su asistencia, del
apoyo de un equipo multidisciplinario que evalúe a cada paciente y determine un tipo de
tratamiento adecuado para su recuperación, basado en las características particulares de su caso.
Los integrantes de estos equipos representan disciplinas como la medicina -psiquiatría, nutrición,
endocrinología, ginecología-, la sicología, el trabajo social y la enfermería, indispensables en los
casos agudos de anorexia. Para casos menos graves, que no necesitan internación, se modifica la
modalidad de tratamiento y un psicoterapeuta puede ayudar al paciente a superar la causa

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psíquica que origina el síndrome, mientras trabaja en conjunto con un nutricionista que ayuda a la
persona a idear y llevar a cabo una forma adecuada de recuperar peso. Normalmente la
hospitalización de los pacientes con bulimia sólo se necesita cuando hay complicaciones clínicas,
de lo contrario algunos psiquiatras tratan de reducir con antidepresivos y ansiolíticos la angustia y
la compulsión que lleva a los bulímicos a darse atracones. El tratamiento psicoterapéutico y la
terapia de familia complementan el tratamiento al determinar la causa psicológica subyacente que
origina el síndrome e intenta contrarrestarla.
En la actualidad la mayoría de los profesionales que trabajan en la recuperación de afectados por
trastornos de la alimentación, emplean tratamientos para la recuperación de los pacientes que
abarcan desde las diferentes terapias familiares, la farmacología y una combinación ecléctica de
teorías, en las cuales prima el deseo de encontrar el mejor tratamiento posible para el paciente,
hasta el analizar la influencia de la cultura y otros factores externos a la familia que influyen de
manera determinante en la formación de los trastornos de la alimentación.
Complicaciones de la anorexia nerviosa.
Perspectivas a largo plazo: En este momento ningún programa de tratamiento para la anorexia
nervosa es completamente eficaz. Dos estudios a largo plazo (10 á 15 años) reportaron
recuperación después del tratamiento en entre 76% y 90% de los pacientes. En un estudio, sin
embargo, la mayoría siguió comiendo menos de lo normal y en ambos estudios la bulimia y el
comer excesivo continuaban siendo muy comunes al final del estudio.
Riesgo de muerte: Muchos estudios de pacientes anoréxicos han encontrado tasas de mortalidad
que oscilan entre un 4% y 20%. El riesgo de muerte es significativo cuando el peso es menos de
60% de lo normal. El suicidio se ha calculado que comprende la mitad de las defunciones en la
anorexia. (Razonablemente se puede tomar la posición de que todos los casos de anorexia son
intentos de suicidio.) El riesgo de muerte prematura es dos veces más alto entre anoréxicos
bulímicos que entre los tipos de dieta-restrictor. Otros factores de riesgo de muerte prematura
incluyen estar enfermo durante más de seis años, obesidad previa, trastornos de la personalidad y
matrimonios disfuncionales. Los hombres con anorexia están a un riesgo específico de problemas
médicos potencialmente mortales, probablemente porque se diagnostican generalmente más tarde
que las niñas.
Cardiopatía: La cardiopatía es la causa médica más común de muerte en las personas con
anorexia severa. El corazón puede desarrollar ritmos de bombeo anormales peligrosos y ritmos
lentos conocidos como bradicardia. Se reduce el flujo sanguíneo y la presión arterial puede
descender. Además, los músculos del corazón llegan a padecer de hambre, perdiendo tamaño. Los
niveles de colesterol tienden a subir. Los problemas del corazón son un riesgo específico cuando la
anorexia es agravada por la bulimia y el uso de Ipecac, el medicamento que causa vómitos.
Desajustes de electrolito: Los minerales como el potasio, el calcio, el magnesio y el fosfato se
disuelven normalmente en el líquido del cuerpo. El calcio y el potasio son particularmente críticos
para el mantenimiento de las corrientes eléctricas que causan que el corazón lata regularmente. La
deshidratación e inanición de anorexia pueden reducir los niveles de líquido y contenido mineral,
una enfermedad conocida como desajustes de electrolito, que puede ser muy grave a menos que
los líquidos y los minerales se reemplacen.
Anormalidades reproductivas y hormonales: La anorexia causa niveles reducidos de hormonas
reproductivas, cambios en las hormonas de la tiroides y mayores niveles de otras hormonas, como
la hormona de estrés cortisol. La menstruación irregular o ausente (amenorrea) a largo plazo es
común, lo cual con el tiempo puede causar esterilidad y pérdida de hueso. La reanudación de la
menstruación, indicando niveles de estrógeno restaurados, y aumento de peso mejora las
perspectivas, pero incluso después del tratamiento, la menstruación nunca regresa en un 25% de
pacientes con anorexia severa. Las mujeres que quedan encinta antes de recuperar un peso
normal, afrontan un futuro reproductivo precario, con pesos bajos al nacimiento, abortos
espontáneos frecuentes y una tasa alta de niños con defectos congénitos. El peso bajo solo quizá
no sea suficiente para causar amenorrea; los comportamientos extremos de ayunamiento y
purgación pueden desempeñar un papel aun mayor en el trastorno hormonal. La pérdida de
minerales óseos (osteopenia) y la osteoporosis causada por niveles bajos de estrógeno y aumento
de hormonas esteroideas resulta en huesos porosos y sujetos a fracturas. Dos tercios de niños y
niñas adolescentes con anorexia no desarrollan huesos fuertes durante este período de
crecimiento crítico, una enfermedad potencialmente irreversible. Entre más tiempo persiste la

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enfermedad, mayor la probabilidad de que la pérdida de hueso sea permanente. Los pacientes que
se rehabilitan a una edad temprana (15 años o menores) tienen mayor probabilidad de lograr una
densidad ósea normal. Tan sólo la rápida restauración de la menstruación regular puede proteger
contra la pérdida ósea permanente; el aumento de peso no es suficiente. Los niños y adolescentes
con anorexia también pueden experimentar crecimiento retrasado debido a niveles reducidos de la
hormona de crecimiento.
Problemas neurológicos: Las personas con anorexia severa pueden sufrir daño nervioso y
experimentar convulsiones, pensamiento desordenado y cosquilleo, pérdida de sensación u otros
problemas nerviosos en las manos o los pies. Las exploraciones cerebrales indican que partes del
cerebro experimentan cambios estructurales y actividad anormalmente alta o baja durante los
estados anoréxicos; algunos de estos cambios regresan a la normalidad después del aumento de
peso, pero existe evidencia de que algún daño puede ser permanente.
Problemas sanguíneos: La anemia es un resultado común de la anorexia y la inanición. Un
problema sanguíneo particularmente grave es la anemia perniciosa, que puede ser causada por
niveles severamente bajos de la vitamina B12. Si la anorexia se torna extrema, la médula ósea
reduce extraordinariamente su producción de glóbulos, una enfermedad potencialmente mortal
llamada pencitopenia.
Problemas gastrointestinales: La inflamación y el estreñimiento son ambos problemas muy
comunes en las personas con anorexia.
2. Definición Bulimia
Los puntos fundamentales a tratar en esta sección son los siguientes:

• Definición.
• Síntomas.
• Peligros.
• Tratamiento.

a. Definición de Bulimia
"...La persona bulímica está encadenada a su adicción; es una esclava de la droga más primitiva y
poderosa de todas: la comida... Por lo general, la comida suele emplearse para enfrentarse a los
sentimientos negativos. Pero los sentimientos dolorosos inevitablemente acaban volviendo, porque
no se ha examinado con atención la causa que los produce... la comida es una huida temporal. Las
mujeres, especialmente, son unas expertas en echar mano a la comida cuando se sienten heridas
o furiosas. Nos tragamos nuestra cólera. Matamos el dolor emocional con azúcar."
El término Bulimia proviene del griego bous (buey) y limos (hambre) -hambre de buey-. La Bulimia
es una enfermedad psicológica con consecuencias físicas. Las personas afectadas experimentan
episodios incontrolables de ingestión masiva de alimentos, estos pueden estar seguidos de vómito
autoinducido, purgación, temporadas de inanición, uso de diuréticos, o la búsqueda de cualquier
tipo de método que les asegure que sus ataques de "hambre voraz" no les haga subir de peso,
pues las personas bulímicas expresan una preocupación por su imagen corporal -debido a la
dismorfia corporal que les presenta una imagen distorsionada de su cuerpo- que raya los límites
del pánico, temor que las sume en una constante ansiedad.
Este desorden del comportamiento alimenticio es el resultado de una intrincada interacción de
factores bio-sicosociales -biológicos, psicológicos y sociales-, este mal llega a alterar de forma total
la vida personal, familiar y social del afectado; se convierte en un problema costoso,
psicológicamente dañino y físicamente peligroso.
La bulimia le ha quitado el puesto a la anorexia en la lista de trastornos alimentarios con más
personas afectadas en el mundo, es la enfermedad del comportamiento alimentario que ven con
más frecuencia los especialistas; algunos estudios estiman una prevalencia del 2.8% para la
población femenina, lo que haría de este trastorno el más significativo epidemiológicamente de
todos los trastornos del apetito.
b. Síntomas de la Bulimia
Para que un médico diagnostique a una persona como bulímica, esta debe presentar los siguientes
síntomas simultáneamente:
1. Repetición de episodios de atiborramiento de comida (consumo rápido de una gran cantidad de

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comida en un período de tiempo corto).
2. Sensación de pérdida de control de la conducta alimentaria durante las comilonas.
3. La persona regularmente se induce el vómito, toma laxantes o diuréticos, ayuna o se pone a
dieta estricta, o hace ejercicios físicos enérgicos para no engordar.
4. Un término medio de dos atracones por semana durante por lo menos tres meses.
5. Preocupación continua y obsesiva por la silueta y el peso.
Nota: Hay personas que aunque no se ajustan a todos los criterios reseñados, pueden tener pautas
alimentarias bulímicas; que si bien, no muestran de forma obvia sus trastornos, padecen algunos
de sus síntomas o logran que el trastorno pase desapercibido para los demás. Es importante
ayudar a estas personas para que puedan revertir esta tendencia antes que su trastorno alimenticio
crezca y se "apropie" de la mente de la persona afectada, convirtiéndose en "la cosa más
importante en su vida".
Además de los anteriores síntomas se pueden presentar las siguientes características:
* Consumir comida basura hiper calórica durante los atracones -comilonas-
* Esconder alimento y comer a escondidas.
* Acabar la comilona con dolores abdominales, sueño o un vómito.
* Fluctuaciones de peso por encima de los 4 kilos anuales.
* Episodios recurrentes de atracones de comida.
*Antecedentes de dietas frecuentes. Muchos estudios han revelado que casi todas las personas
que desarrollan bulimia han realizado frecuentes intentos de controlar su peso.
* Síntomas de depresión. Incluyen pensamientos melancólicos o pesimistas, ideas recurrentes de
suicidio, escasa capacidad de concentración o irritabilidad creciente.
* Excesivo temor a engordar. En un estudio reciente, el 92 por ciento de las pacientas bulímicas
encuestadas dijeron que sentían pánico o mucho temor a engordar.
* Comer en secreto o lo más inadvertidas posible.
* Mantenimiento de al menos un estándar normal mínimo de peso. A diferencia de las anoréxicas,
las bulímicas no tienen una figura demacrada que las traicione. Por supuesto, muchas mujeres con
anorexia también desarrollaran bulimia.
c. Peligros de la Bulimia
En lo primero que una bulímica pensará tras cometer un atracón es en "meterse las manos a la
garganta" para vomitar algunas se acostumbran tanto a hacerlo que lo provocarán casi que
automáticamente, sin mucho esfuerzo. El vómito no hace sentir nada bien a la enferma, fuerza el
sistema de cualquiera, tiende a elevar la frecuencia cardiaca y a producir después síntomas
similares a los del estado de shock: sudoración, escalofríos y debilidad.
Las personas con bulimia pueden vomitar hasta seis veces en el día, en principio este
comportamiento pretende que la afectada o el afectado no suba de peso pero luego termina siendo
una compulsión irresistible. Como los enfermos tratan de que su enfermedad pase desapercibida
llega a darse el caso de que la persona posea llagas perpetuas en el dorso de la mano producto de
su mecanismo para vomitar o que estando aparentemente normal deba ser llevada de urgencia al
hospital debido a perforaciones en el esófago, la garganta y la lengua, producto de los ácidos que
brotan de su estómago cada vez que vomita.
Hay problemas de salud muy serios que están asociados a la bulimia. La deshidratación y el
consiguiente desequilibrio electrolítico pueden requerir hospitalización y el uso de medicación
intravenosa. Las náuseas crónicas provocan daños en la garganta y en el esófago. Los atracones y
los vómitos repetidos, o el uso constante de laxantes, producen trastornos estomacales y
gastrointestinales. La descalcificación de los dientes es otro problema frecuente.
Los eméticos, que son los medicamentos que inducen al vómito, son especialmente peligrosos.
También hay una elevada incidencia de abuso de alcohol y drogas. La auto-mutilación es
frecuente, pudiendo ser una manifestación del trastorno obsesivo-compulsivo. La depresión tiene
tendencia a ser más grave que en la anorexia nerviosa, y existe un riesgo claro de suicidio. Puede
haber comportamientos histéricos. En las familias de los pacientes con bulimia hay mayor
incidencia de trastornos afectivos, de alcoholismo y de consumo de drogas ilegales que en las
familias de los pacientes con anorexia nerviosa
Una lista de los problemas físicos más comunes a las personas bulímicas son:

• Deterioro del esmalte dental (como consecuencia del vómito constante).

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• Trastornos digestivos
• Irritación de la garganta y la boca
• Desequilibrio mineral
• Soledad, aislamiento social
• Baja autoestima, odio a sí mismo
• Vergüenza, auto repulsión
• Cambios de carácter incluyendo: depresión, tristeza, sentimientos de culpabilidad y odio
hacia sí mismo..
• Debilidad muscular
• Ritmo cardíaco irregular
• Necesidad de aprobación de los demás
• Edema parotídeo
• Eritemas de esfuerzo

d. Tratamiento de la Bulimia
Los integrantes de estos equipos representan disciplinas como la medicina -psiquiatría, nutrición,
endocrinología, ginecología-, la sicología, el trabajo social y la enfermería, indispensables en los
casos agudos de anorexia. Para casos menos graves, que no necesitan internación, se modifica la
modalidad de tratamiento y un psicoterapeuta puede ayudar al paciente a superar la causa
psíquica que origina el síndrome, mientras trabaja en conjunto con un nutricionista que ayuda a la
persona a idear y llevar a cabo una forma adecuada de recuperar peso. Normalmente la
hospitalización de los pacientes con bulimia sólo se necesita cuando hay complicaciones clínicas,
de lo contrario algunos psiquiatras tratan de reducir con antidepresivos y ansiolíticos la angustia y
la compulsión que lleva a los bulímicos a darse atracones. El tratamiento psicoterapéutico y la
terapia de familia complementa el tratamiento al determinar la causa psicológica subyacente que
origina el síndrome e intenta contrarrestarla.
En la actualidad la mayoría de los profesionales que trabajan en la recuperación de afectados por
trastornos de la alimentación, emplean tratamientos para la recuperación de los pacientes que
abarcan desde las diferentes terapias familiares, la farmacología y una combinación ecléctica de
teorías, en las cuales prima el deseo de encontrar el mejor tratamiento posible para el paciente,
hasta el analizar la influencia de la cultura y otros factores externos a la familia que influyen de
manera determinante en la formación de los trastornos de la alimentación.
Complicaciones de la bulimia
Perspectivas a largo plazo. Existen pocos problemas mayores de salud para las personas
bulímicas que mantienen el peso normal y no llegan a convertirse en anoréxicas. En general, las
perspectivas son mejores para la bulimia que para la anorexia. Debe observarse, sin embargo, que
en un estudio de pacientes bulímicos, después de seis años la tasa de mortalidad fue de 1% en las
mujeres en terapia. Otro estudio encontró que el 20% de las mujeres con bulimia todavía estaban
luchando contra el trastorno después de diez años.
Problemas médicos. La erosión de los dientes, cavidades y los problemas con las encías son
comunes en la bulimia. Los episodios bulímicos también pueden resultar en la retención de agua e
hinchazón e inflamación abdominal. Ocasionalmente, el proceso de comer excesivo y purgación
resultan en la pérdida de líquido y niveles de potasio bajos, que pueden causar debilidad extrema y
casi parálisis; esto se revierte cuando se administra potasio. Los niveles peligrosamente bajos de
potasio pueden resultar en ritmos cardíacos peligrosos y a veces mortales. Los incidentes de
esófagos rotos debido a los vómitos forzados se han asociado con dificultad aguda del estómago e
inclusive con ruptura del esófago o el tubo alimenticio. Rara vez, las paredes del recto pueden
debilitarse tanto debido a la purgación que llegan a salirse por el ano; ésta es una condición grave
que requiere de cirugía.
Problemas psicológicos y comportamiento auto-destructor. Las mujeres con bulimia están
propensas a la depresión y se encuentran también en peligro de comportamientos impulsivos
peligrosos, como promiscuidad sexual y cleptomanía, los cuales se han reportado en la mitad de
las personas con bulimia. El abuso de alcohol y drogas es más común en las mujeres con bulimia
que en la población en general o en las personas con anorexia. En un estudio de mujeres
bulímicas no anoréxicas, el 33% abusaban el alcohol y el 28% abusaban las drogas, con un 18%

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con sobredosis repetidamente. La cocaína y las anfetaminas fueron las drogas con mayor
frecuencia abusadas. En el mismo estudio, fueron comunes otros tipos de comportamiento
autodestructor, entre otros el auto-cortado y el robo.
Medicamentos sin prescripción. Las mujeres con bulimia con frecuencia abusan los medicamentos
sin prescripción como los laxantes, supresores del apetito, diuréticos y las drogas que inducen el
vómito --por lo general Ipecac. Ninguno de estos medicamentos está libre de riesgo. Por ejemplo,
se han notificado casos de intoxicación por Ipecac, y algunas personas se tornan dependientes de
los laxantes para el funcionamiento intestinal normal. Las pastillas de dieta, inclusive las hierbas y
los medicamentos sin prescripción, pueden ser peligrosos, en particular si son abusados.
3. En síntesis
Los anoréxicos tiene una marcada tendencia a la inanición, acompañada por un temor e irracional
hacia los alimentos. Se niegan a comer, tienen terror a aumentar de peso, se vuelven incapaces de
reconocer los riesgos que eso provoca y oscilan permanentemente entre la hiperactividad y la
depresión
Los bulímicos son capaces de ingerir grandes cantidades de comida en poco tiempo y, luego, se
generan conductas purgativas como auto provocarse vómitos o consumir laxantes y diuréticos en
forma indiscriminada. La rutina la rematan con desayunos compensatorios que, finalmente, los
llevan a repetir el ciclo.
La adicción a las drogas es una característica bastante frecuente entre estas pacientes así como
su tendencia a la depresión y a la ansiedad. Además, suelen fracasar en sus relaciones
sentimentales.
¿Cuales son algunas de las causas?
No podemos hablar de una única causa o causas específicas que desarrollen el trastorno pero sí
de unos factores influyentes:
Factores culturales: Modas que implican un tipo de vestimenta, un tipo de formas y la realización
para conseguirlas de determinadas dietas, cabe reconocer la influencia en todo esto de los medios
de comunicación dedicados a la moda. Según las estadísticas, el noventa por ciento de quienes
padecen anorexia y bulimia son mujeres de temprana edad -entre los 12 y los 25 años- dentro del
sistema educativo, entre el 15 y el 20 por ciento presentan desordenes de la alimentación. "Desde
muy jóvenes las representantes del sexo femenino están sometidas a una gran presión para
satisfacer cierto ideal de belleza que la mida impone con rigor y sin consideraciones. Para los
varones esto ocurre en menor medida". Esta especie de dictadura de la moda exige máxima
delgadez, la cual debe ser alcanzada sin reparar en los costos. Desde la pantalla y las revistas
desfilan diariamente los máximos exponentes del "genero".
La vida continua sugiere otras referencias. En contraposición a la delgadez de las modelos, que se
transforman en ideal, recientes investigaciones han dado cuenta de que en la ultimas tres décadas
el peso promedio de las adultas jóvenes se ha incrementado. Cada vez es mayor la brecha entre la
realidad y el campo ideal. Así, la delgadez se transforma mas que en una expresión de un modelo
social, en un producto vendido con exagerada insistencia a través de los medios de comunicación.
Influencia de los medios de comunicación: Adelgazar sin esfuerzo. También contribuyen los medios
de comunicación con la publicidad de prendas de vestir, cosméticos etc. y la presencia de estrellas
del espectáculo y modelos de moda que lleva a muchas mujeres a pensar "si ella tiene ese aspecto
yo también lo tendré " (a cualquier precio, aún el de la propia salud).
Además, en esta sociedad de consumo donde el modelo de delgadez se vende como un producto
más y siempre como sinónimo de éxito, las jóvenes reciben otro mensaje contradictorio que
promueve el consumo de alimentos: "fast food", gaseosas, golosinas, cada vez más tentadores
pero de poco valor nutritivo y de alto valor engordante.
Víctima de todos estos mensajes la joven queda en muchos casos atrapada en esta trampa que le
tiende la cultura reinante. Desde luego que esto sólo no basta porque todo el mundo se ve
afectado por estas presiones pero no todo el mundo desarrolla un trastorno alimentario.
El entorno familiar, la presión del grupo de pares, el rol de la mujer en la sociedad y determinados
rasgos de personalidad contribuyen a que algunas personas estén en riesgo. Por eso es
importante estar alerta e informar a través de campañas publicitarias para contrarrestar los efectos
dañinos de otras. De hecho, mas allá del trabajo de médicos, psicólogos, nutricionistas y
educadores para esclarecer e informar, ya se ven algunos intentos como por ejemplo la firma de
ropa SAIL que incluye en sus campañas gráficas o televisivas advertencias sobre estas

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enfermedades.
Factores educativos: La familia juega aquí un papel muy importante, a veces el exceso de
proteccionismo deja poca iniciativa al individuo, de manera que no se educa a los hijos para saber
enfrentarse a la vida, fomentando por contra la falta de habilidades para tomar decisiones
progresivamente más importantes. Por otro lado a veces la propia sociedad en que vivimos nos
lleva a un nivel de exigencias desmedidas.
Factores familiares: Los factores negativos dentro de la familia, posiblemente tanto hereditarios
como ambientales, desempeñan una función importante en la provocación y perpetuación de los
trastornos del comer. Un estudio encontró que el 40% de las niñas entre las edades de 9 y 10 años
están tratando de perder peso, generalmente por recomendación de las madres. Algunos estudios
han encontrado que las madres de los anoréxicos tienden a estar sobre involucradas en la vida de
sus hijos, mientras que las madres de los bulímicos son críticas y distantes. Aunque las madres
pueden tener una influencia grande sobre sus hijos en lo que respecta a los trastornos del comer,
los padres y los hermanos excesivamente críticos también pueden desempeñar un papel
importante en el desarrollo de anorexia en las niñas. Los estudios reportan que las personas con
cualquiera de los trastornos del comer tienen mayor probabilidad de tener padres que sufren de
alcoholismo o abuso de sustancias que la población en general. Parece que existe entre las
mujeres con trastornos del comer una incidencia mayor de abuso sexual; los estudios han
reportado tasas de abuso sexual de hasta un 35% en las mujeres con bulimia. Las personas con
bulimia también tienen una mayor probabilidad que las personas con otros trastornos psiquiátricos
de tener un padre obeso o de haber sido ellas mismas obesas en la niñez.
Factores de vulnerabilidad personal: No aceptarse como persona, tener una baja autoestima, falta
de seguridad, ser demasiado perfeccionistas, tener autoexigencias desmedidas, preocuparse en
exceso por lo que los demás piensen de uno, percibir que se tiene poco control sobre la propia
vida, ser poco habilidosos en las relaciones sociales... perfil psicológico que conforma el caldo de
cultivo adecuado para el desarrollo de este tipo de patologías.
Factores temporales: Experiencias de fracaso, conflictos interpersonales, separaciones / divorcios,
cambios corporales en la adolescencia, cambios de colegio, cambios de cultura (viajes al
extranjero)... aspectos todos ellos, que pueden desbordar a una persona con falta de madurez.
Otros factores: Tener familiares obesos o que padezcan también alguna de estas enfermedades y
en definitiva convivir con personas que le den mucha importancia al peso y a la apariencia física.
Tampoco debemos olvidar que debajo de esta moda se encuentra toda una "industria de
adelgazamiento" que se mueve por intereses económicos, sin importarle las terribles
consecuencias que de ello se puedan derivar. Así, nos bombardean con anuncios de publicidad
que proponen dietas milagrosas, productos "Light", etc. fomentando la idea de que el secreto de la
felicidad se encuentra en conseguir un cuerpo femenino delgado y un cuerpo musculoso y atlético
en varones.
En el caso de la mujer la presión es, sin duda alguna, mucho mayor. La sociedad exige la delgadez
para triunfar, pero es una delgadez caracterizada por un cuerpo asexual, rectilíneo, más propio de
un cuerpo de niña que de mujer, una moda absurda que es imposible seguir ya que está en contra
de toda naturaleza y lógica. Estas variables se encuentran internalizadas en la sociedad actual, e
influye principalmente sobre mujeres jóvenes. En esta misma línea, han mostrado que las
anoréxicas y adolescentes valoraban a la mujer delgada como más atractiva, saludable, segura de
sí misma y popular que las mujeres adultas.
Trastornos emocionales. Los trastornos del comer van con frecuencia acompañados de depresión,
trastorno de ansiedad o ambos, pero no se sabe si los trastornos emocionales son causas o
resultados de los trastornos del comer.
Entre un 40% y un 80% de todos los pacientes con trastornos del comer experimentan depresión, y
la depresión es común en las familias de los pacientes con trastornos del comer. Algunos expertos
sostienen que la depresión no desempeña un papel causal, en particular en la anorexia, ya que los
trastornos del comer rara vez se curan cuando se administra medicación antidepresiva como el
único tratamiento. La gravedad del trastorno del comer tampoco se correlaciona con la gravedad
de cualquier depresión existente. Además, la depresión a menudo mejora después de que los
pacientes anoréxicos empiecen a aumentar de peso.
Por otro lado, los estudios han revelado cantidades bajas de ciertos neurotransmisores
--mensajeros químicos en el cerebro-- en algunas personas con anorexia y bulimia severas, que

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permanecen bajas incluso después de que han recuperado el peso. Niveles reducidos de estos
neurotransmisores, la serotonina y la norepinefrina, también se encuentran en las personas con
depresión, y se ven anormalidades de serotonina en las personas con trastorno obsesivo-
compulsivo. Un estudio reciente ha encontrado que los niveles sanguíneos bajos del aminoácido
triptofano, un componente en la comida que es esencial en la producción de serotonina, pueden
producir depresión. Las personas que comen excesivamente después de una dieta severa pueden
estar respondiendo a este estado emocional de estímulo proteínico.
La estación a menudo afecta la depresión y los trastornos del comer. En varias personas, la
depresión es más severa en los meses de invierno más oscuros; en forma similar un subgrupo de
los pacientes bulímicos sufren de una forma específica de bulimia la cual empeora en el invierno y
el otoño; tales pacientes tienen una mayor tendencia de haber empezado a comer excesivamente
a una edad más temprana y a comer excesivamente con mayor frecuencia que aquellos cuya
bulimia es más consistente durante todo el año. El inicio de la anorexia parece llegar al máximo en
mayo, el mes con mayores índices de suicidio.
Los trastornos de ansiedad son muy comunes en la anorexia y la bulimia. Las fobias y el trastorno
obsesivo-compulsivo
preceden por lo general el inicio del trastorno del comer, y así mismo el trastorno de pánico tiende
a seguir. Las fobias sociales, en las cuales una persona tiene miedo de ser públicamente
humillada, son comunes en ambos trastornos del comer. Las personas con anorexia, sin embargo,
están especialmente propensas al trastorno obsesivo-compulsivo. Las obsesiones son imágenes,
pensamientos o ideas mentales recurrentes o persistentes que pueden resultar en comportamiento
compulsivo --rutinas repetitivas, rígidas y auto prescritas cuyo propósito es prevenir la
manifestación de la obsesión. Las mujeres con anorexia pueden volverse obsesivas con el
ejercicio, la dieta y la comida. A menudo desarrollan rituales compulsivos --por ejemplo, el pesar
cada pedazo de comida, cortándola en pedazos diminutos, o poniéndola en envases diminutos. La
presencia del trastorno obsesivo-compulsivo con anorexia o bulimia no parece ejercer un efecto
negativo en las perspectivas a largo plazo, aunque la mejoría en el trastorno del comer a menudo
es paralela a la mejoría en la ansiedad.
Atletismo excesivo. La actitud cultural hacia la actividad física va mano a mano con la actitud
desordenada en lo referente al comer. A los estadounidenses se les anima a que admiren la
actividad física sólo como un esfuerzo competitivo intenso que pocos pueden lograr, dejando a la
mayoría de las personas como espectadoras. En la pequeña comunidad de atletas, el ejercicio
excesivo desempeña un papel principal en muchos casos de anorexia (y, a un grado menor, en
bulimia). El término "tríada de atletas mujeres" ahora se emplea para describir la presencia de
disfunción menstrual, trastornos del comer y osteoporosis, un problema cada vez más común en
las atletas mujeres jóvenes y bailarinas. La anorexia pospone la pubertad, permitiéndoles a las
atletas mujeres jóvenes retener una figura muscular aniñada sin la acumulación normal de tejidos
grasos en los senos y las caderas que podría mitigar su estímulo competitivo. Los entrenadores y
profesores agravan el problema recomendando el conteo de calorías y la pérdida de grasa en el
cuerpo y controlando en exceso las vidas de los atletas. Algunos son inclusive abusivos si sus
atletas sobrepasan el peso límite y los humillan enfrente de los miembros del equipo o precisan
castigos. En las personas con trastornos de la personalidad que los hacen vulnerables a esta
crítica, los efectos pueden ocasionar el que pierdan peso excesivo, lo cual se sabe ha sido mortal
inclusive entre atletas famosos. Anormalidades pituitarias de hipotálamos. Existen dudas sobre si
las anormalidades típicas observadas en los sistemas neurológicos y hormonales de las personas
con trastornos del comer son resultados o causas de los trastornos. El entorno clave de estas
anormalidades se origina en el área del cerebro conocida como el hipotálamo, el cual regula la
glándula pituitaria, a veces conocida como la glándula maestra debido a su importancia en la
coordinación de los sistemas nerviosos y hormonales. Los estudios a base de imágenes de los
cerebros de pacientes anoréxicos han encontrado altos niveles de proteínas conocidas como
factores de secreción de corticotropina (CRF, por siglas en inglés), las cuales se secretan durante
períodos de estrés y bloquean la sustancia neuropéptido Y (NPY, por siglas en inglés), un
estimulante de apetito potente. Estos productos químicos relacionados con el apetito pueden servir
como los enlaces biológicos entre las enfermedades estresantes extremas en la vida de una
persona joven y el desarrollo posterior de anorexia, aunque algunos estudios por imágenes indican
que estas anormalidades ocurren después de desarrollada la anorexia. Se necesita más trabajo.

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Otro estudio vincula niveles inestables, generalmente bajos, de leptin con la anorexia; esta
sustancia está bajo escrutinio por su papel en la obesidad.
El sistema pituitario del hipotálamos es también responsable de la producción de hormonas
reproductivas importantes que se agotan severamente en la anorexia, dando lugar a la cesación
menstrual. Altos niveles de la hormona masculina testosterona también se han detectado en las
mujeres con trastornos del comer. Aunque la mayoría de los expertos creen que estas
anormalidades reproductivas son resultado de la anorexia, otros han reportado que en un 30% a
50% de las personas con anorexia, los trastornos menstruales ocurrieron antes de ocurrida la
malnutrición severa y se convirtieron en un problema por mucho tiempo después del aumento de
peso, indicando que las anormalidades pituitarias de hipotálamos preceden al trastorno del comer
mismo.
Problemas alrededor del nacimiento. En algunas personas con anorexia, se mostró una incidencia
alta de problemas durante el embarazo de la madre o después del nacimiento lo cual pudo haber
desempeñado un papel en el desarrollo posterior de trastornos del comer. Estos problemas
incluyen infecciones, trauma físico, convulsiones, bajo peso al nacer y mayor edad materna. Las
personas con anorexia a menudo tuvieron problemas del estómago e intestinales en edades muy
tempranas.
Infecciones. La investigación ha encontrado un enlace entre la anorexia y las bacterias del grupo A
beta-hemolítico
estreptocócico (GABHS, por siglas en inglés), la causa de la inflamación séptica de la garganta.
GABHS ya se ha identificado como un factor causante de una forma rara de trastorno obsesivo-
compulsivo (OCD, por siglas en inglés) en los niños; OCD y anorexia tienen varios
comportamientos en común. Epstein Barr, el virus que causa la mononucleosis también ha sido
asociado con el desarrollo de anorexia. Una teoría que explica estos vínculos es que los
anticuerpos provocados por los organismos pueden accidentalmente lesionar el cerebro durante el
proceso de lucha contra la infección. Los antibióticos, la terapia inmunológica y una vacuna
experimental contra la fiebre reumática pueden inclusive ayudar a tratar la anorexia en estos
pacientes.
Factores genéticos. La anorexia es ocho veces más común en las personas que tienen parientes
con el trastorno, pero los expertos no saben precisamente cuál podría ser el factor hereditario.
Muchos anoréxicos tienen un metabolismo más rápido que las personas normales, quizá
haciéndoles más difícil el subir de peso. Esta propensión genética hacia la delgadez acompañada
de la aprobación cultural podría predisponer a algunas personas a desarrollar anorexia.
¿Cuál sería la diferencia entre Anorexia Nerviosa y Bulimia?
Bulimia Anorexia

Conductas patológicas Conductas patológicas

Preocupación constante por la comida (habla de Conducta alimentaria restrictiva (poca cantidad
peso, calorías, dietas...). Atracones, come de de comida) o dietas severas. Rituales con la
forma compulsiva, esconde comida. Miedo a comida como: contar calorías, descuartizar la
engordar. Evita el hecho de ir a restaurantes o comida en trozos pequeños, preparar comida
fiestas y reuniones donde se vea socialmente para otros y comer... Miedo intenso a engordar,
obligado a comer. Acude al lavabo después de luchando por mantener el peso por debajo de lo
comer. Vómitos autoprovocados, abusan de normal. Temor a verse obligado a comer en
laxantes o diuréticos. Usa fármacos para sociedad (fiestas, reuniones familiares,...).
adelgazar. Realiza regímenes rigurosos y Hiperactividad (exceso de gimnasia u otros
rígidos. Tiene una conducta adictiva con deportes). Esconden el cuerpo debajo de ropa
edulcorantes. holgada. Negarse a usar bañador y que vean su
cuerpo. En ocasiones, atracones y uso de
laxantes o diuréticos. Abuso de edulcorantes.

Signos fisiológicos Signos fisiológicos

Inflamación de las parótidas. Pequeñas rupturas Pérdida progresiva de peso (con frecuencia

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vasculares en la cara o bajo los ojos. Irritación sucede en un período breve). Falta de
crónica de la garganta. Fatiga y dolores menstruación o retraso en su aparición sin causa
musculares. Inexplicable pérdida de piezas fisiológica conocida. Palidez, caída del cabello,
dentales. Oscilaciones de peso (5 ó 10 Kg, sensación de frío y dedos azulados. Debilidad y
arriba o abajo). mareo.

Cambio de actitud Cambio de actitud

Modificación del carácter (depresión, Cambio de carácter (irritabilidad, ira).


sentimientos de culpa u odio a sí mismo, Sentimientos depresivos. Inseguridad en cuanto
tristeza, sensación de descontrol...) Severa a sus capacidades. Sentimientos de culpa y auto
autocrítica. Necesidad de recibir la aprobación desprecio por haber comido o por hacer ayuno.
de los demás respecto a su persona. Cambios Aislamiento social.
en la autoestima con relación al peso corporal.
A la mujer anoréxica se la descubre antes porque se queda en los huesos, mientras que la
bulímica suele mantener el mismo peso. Esta es una de las razones por la que las bulímicas
mantienen más tiempo en secreto su enfermedad», comenta el doctor Casas. Según los
especialistas, la bulímica, a diferencia de la anoréxica, tiene más conciencia de que está enferma y
suele acabar solicitando ayuda.
Objetivos del tratamiento
El éxito de la terapia para los trastornos de la ingesta depende de muchos factores, entre ellos: la
propia personalidad de la paciente y el deseo de cambio; la duración de su trastorno; la edad a que
comenzó la enfermedad; su historial familiar; su nivel de habilidades sociales y vocacionales, y la
concurrencia de otros trastornos como la depresión.
Es importante recordar que no hay una cura milagrosa para los trastornos de la ingesta. Usted no
puede darle a alguien una píldora o pronunciar una palabra mágica y esperar que el trastorno
desaparezca. Estas enfermedades implican problemas contra los que las pacientes han luchado y
seguirán luchando durante la mayor parte de sus vidas. Pero un buen programa de tratamiento
ayudara a reforzar la autoestima y enseñara a las participantes como enfrentare a sus problemas
sin incurrir en conductas autodestructivas. Para las pacientes que lo necesitan, el programa
también ayudara a restaurar la salud y la fuerza físicas. En general los tres objetivos principales de
la terapia son:
1. Mitigar los síntomas físicos peligrosos o que representan una amenaza para la vida.
2. Enseñar a la paciente a comer normalmente, los pensamientos destructivos en relación con el
comer, el peso y la comida.
3. Investigar, con la esperanza de cambiarlos, los pensamientos destructivos en relación con el
comer, el peso y la comida.
Evaluación
Antes de que alguien inicie un tratamiento, como paciente interna o externa, debe ser evaluado su
estado físico y mental general, la gravedad de su trastorno, la eventual existencia de trastornos
concurrentes y de su voluntad para cambiarlos.
Cuestionarios
Se han desarrollado varios cuestionarios especializados para evaluar a las pacientes. Ayudan a
evaluar las actitudes de alguien hacia el peso y la figura, y clarifican las características psicológicas
como los rasgos de personalidad, grado de desempeñó social y problemas similares.
La entrevista
La entrevista de evaluación ayuda al medico a obtener una idea mas clara del estilo de vida de la
paciente, su peso actual, historial de dieta y fluctuaciones de peso, hábitos de la ingesta y actitudes
hacia el peso y la familia, el marido, el amante o los amigos, y los interese y ocupaciones exteriores
son de interés porque arrojan luz sobre sus habilidades de desempeño, el grado de independencia
y la medida de su aislamiento.
Opciones de tratamiento
Después de la evaluación, usted recibirá recomendaciones para su tratamiento.
a. Psicoterapia individual: Quizá el aspecto más importante de la psicoterapia para los trastornos

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de la indigesta es el desarrollo de una relación cálida entre los pacientes y su terapeuta. A las
personas afectadas de estos trastornos frecuentemente les resulta difícil confiar en los otros, en
especial cuando se les pregunta por hábitos de la ingesta que ellas mismas consideran raros o
repulsivos; temen que todos los demás también se sienten asqueados. Es necesario un alto grado
de confianza por parte de la paciente para confiar en el terapeuta.
b. Psicoterapia tradicional: Los métodos de terapia tradicionales animan a la paciente a reflexionar
acerca de su infancia, sueños y sentimientos expresados para, de ese modo, adquirir una nueva
percepción de su conducta actual. Al reconocer el papel de estas influencias subliminales, dice la
teoría, la paciente adquiriera una nueva percepción de sus acciones y las cambiará.
Modificaciones de la conducta
Esta forma de terapia es quizá antagónica con respecto a la psicoterapia tradicional, porque ignora
por completo los sentimientos subyacentes y se centra solo en la conducta cambiante. La
modificación de la conducta actúa sobre la basada un principio muy simple: reforzar una conducta
deseada mediante premios y castigar o ignorar una conducta no deseada. Por ejemplo, a una
anoréxica que alcanza una meta de peso predeterminada se le puede permitir ver una película o
dejar de ir a clase un día. Si no logra alcanzar la meta, puede prohibírsele que vea la televisión. Un
sistema similar de premios y castigos daría resultado con una paciente bulímica.
Terapia conductivista cognitiva
Combina los mejores aspectos de la psicoterapia tradicional y la modificación de la conducta. Este
método requiere conocimiento y desafío de las conductas y pensamientos autodestructivos,
seguido de apropiados cambios en la conducta. De esta manera la paciente trabaja
simultáneamente en las motivaciones interiores y las manifestaciones exteriores. TCC implica los
siguientes pasos:

• Intensificar el conocimiento de la paciente de sus propios patrones de pensamientos.


• Enseñarle a reconocer la conexión entre ciertos sentimientos, los pensamientos
autodestructivos y la conducta de la ingesta trastornada.
• Examinar la validez de ciertos pensamientos o creencias.
• Sustituir las creencias erróneas por ideas más apropiadas.
• Cambiar gradualmente las suposiciones fundamentales que subyacen en el desarrollo de
los trastornos de la ingesta.

Terapia de grupo
La terapia de grupo parece especialmente valiosa en el tratamiento de la bulimia. Según un estudio
reciente, esta terapia era más beneficiosa que los medicamentos o la terapia individual. Puesto que
muchas bulímicas creen que son las únicas que se dedican a esas horribles practicas, resulta
terapéutico enterarse de que otras personas también hacen esas cosas.
Se sabe menos acerca de la terapia de grupo para la anorexia nerviosa. Algunos terapeutas se
lamentan que en grupo las anoréxicas compiten fieramente por ver quien consigue mantener el
peso más bajo o pasar más tiempo sin comer. Además, la terapia prolongada que necesita muchas
anoréxicas provoca que muchos grupos sean inapropiados, puesto que no es usual que un grupo
de terapia dure tanto tiempo.
Terapia de familia
Muchos terapeutas recomiendan la terapia de familia como parte del tratamiento contra la anorexia
nerviosa, porque las anoréxicas con frecuencia son mas jóvenes que las bulímicas y todavía viven
con sus familias. La terapia de familia simplemente permite al terapeuta observar los patrones
trastornados que ayudaron a dar origen al trastorno de la ingesta.
Terapia nutricional
El objetivo de la terapia nutricional es ayudar a la paciente a asumir que puede comer todo lo que
quiera con moderación. Para lograrlo, ella debe estar libre de su temor a que todo lo que coma la
hará engordar. Para la anoréxica, esto implica un muro de negación: su insistencia en que le gusta
el aspecto que tiene, le gusta como es, no le pasa nada, sus hábitos alimentarios son buenos. Aquí
no hay trucos psicológicos, pero la paciente debe enfrentarse a una firme prueba de que esta
demasiado delgada, el hecho de que siente frío todo el tiempo, que le hace daño sentarse en una
silla dura o que simplemente esta un 30 por ciento por debajo del peso ideal para su edad y altura.

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Para las bulímicas, el desafío consiste en aprender que comer pequeñas cantidades de sus
comidas favoritas no conduce necesariamente a una sesión de atracón y purga. Hacia el fin de la
terapia, se recomienda que el menú semanal de la paciente incorpore pequeñas cantidades antes
prohibidas, de manera que compruebe que consumir esas cosas no lleva automáticamente a un
atracón. Si el deseo de atracón se vuelve irresistible, algunos médicos recomiendan tres
estrategias: distracción, retraso o repetición.
Farmacoterapia para la anorexia
Ninguna farmacoterapia ha demostrado ser muy eficaz en el tratamiento de la anorexia o la
depresión que acompaña por lo general y perpetúa el trastorno. Los efectos de la inanición
intensifican los efectos secundarios y reducen la eficiencia de los medicamentos antidepresivos.
Además, la mayoría de los antidepresivos suprimen el apetito y contribuyen a la pérdida de peso.
La fluoxetina (prozac), sertraline (zolofot), paroxetina (paxil), venlafaxine (effexor) y la fluvoxamina
(luvox) son medicamentos antidepresivos conocidos como inhibidores de reabsorción de la
serotonina selectivos (SSRI, por siglas en inglés); ahora se recomiendan como tratamiento de
primera línea contra el trastorno obsesivo-compulsivo y pueden ayudar a las personas con
anorexia. Por lo general se necesitan dosis altas para el trastorno obsesivo-compulsivo; para los
pacientes que responden bien a la terapia inicial, la terapia de mantenimiento de dosis baja puede
ser suficiente, aunque la mayoría de los pacientes no tienen una respuesta inicial plenamente
adecuada. Pueden causar ansiedad inicial, sin embargo, y son lentos en ser efectivos. Se
recomiendan dosis más bajas para las personas con bulimia. Algunos médicos recomiendan
cyproheptadine (periactin), un antihistamínico, que puede estimular el apetito. No hay evidencia
hasta la fecha, sin embargo, de que alguna farmacoterapia tenga beneficio específico contra la
anorexia nervosa, y en la mayoría de los casos, los trastornos de la depresión y pensamiento
mejoran con el aumento de peso.
Aumento de peso
Además del tratamiento inmediato de cualquier problema médico grave, la meta de la terapia para
la persona anoréxica es aumentar de peso. La meta del peso es fijada estrictamente por el médico
o profesional de la salud, por lo general, una a dos libras a la semana. Esta meta es absoluta sin
importar cuán convincentemente el paciente (o inclusive los miembros de la familia) pueda
argumentar para lograr una meta de peso inferior. Los pacientes que están severamente
malnutridos deberán empezar con un recuento de calorías de sólo 1,500 calorías al día para
reducir las posibilidades de dolor de estómago e inflamación, retención de líquidos e insuficiencia
cardiaca. Con el tiempo, al paciente se le dan comidas que contienen hasta 3,500 calorías o más al
día. Los suplementos alimenticios no se recomiendan por lo general, ya que el paciente deberá
reanudar cuanto antes los patrones de comer normales. Aunque comer es el problema, no se
deben mantener charlas sobre el trastorno durante las comidas, pues estos son momentos para la
interacción social relajada. La alimentación intravenosa o por tubos rara vez se necesita o
recomienda a menos que la enfermedad del paciente sea potencialmente mortal. Nunca deberán
emplearse tales medidas invasoras de alimentación como una forma de castigo durante la terapia
conductual. La investigación indica que en algunos casos la dieta severa puede causar que el
metabolismo se adapte a la malnutrición y resista los efectos de sobre alimentación, de tal manera
que algún paciente puede tener dificultad de aumentar de peso aun cuando esté siendo alimentado
adecuadamente.
Ejercicio
Para las personas con anorexia, el ejercicio excesivo es a menudo un componente del trastorno
original. Los estudios han reportado que los pacientes anoréxicos en general tienen un
metabolismo más alto que los individuos normales, y se necesitaban más calorías para aumentar
de peso. Durante el programa de recuperación, pueden utilizarse regímenes de ejercicio muy
controlados como recompensa por desarrollar buenos hábitos dietéticos y como una manera de
reducir la dificultad estomacal e intestinal que acompaña la recuperación. El ejercicio no debe
realizarse si todavía existen problemas médicos severos y si el paciente no ha tenido un aumento
de peso significativo.
Sexo y edad
Un estudio reportó que dos tercios de los estudiantes de escuela secundaria estaban a dieta,
aunque sólo 20% sufrían en realidad de sobrepeso. Aunque un 90% de los casos reportados eran
entre las mujeres, parece que la tasa entre los hombres está en aumento. Los hombres tienden a

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ocultar más un trastorno del comer que las mujeres por lo que la incidencia pude haber sido
subestimada. Un estudio reciente entre los hombres de la armada reportó una prevalencia de 2.5%
de anorexia, 6.8% de bulimia y 40% de otra forma de trastorno del comer no especificado de otra
manera. Un estudio entre los hombres civiles con trastornos del comer reportó que 42% de los que
tenían bulimia eran homosexuales o bisexuales y 58% de los hombres con anorexia reportaron ser
asexuales. Los otros factores de riesgo entre los hombres, incluyendo depresión, trastorno de la
personalidad y abuso de sustancias, fueron paralelos a los factores entre las mujeres con
trastornos del comer.
La bulimia ha aumentado a una velocidad mayor que la anorexia durante los pasados cinco años.
Un estudio de estudiantes de escuela secundaria reportó que 2.7% de las niñas y 1.4% de los
niños presentaron comportamiento bulímico. Los estudiantes universitarios corren un riesgo
inclusive mayor. Los cálculos de la prevalencia de la bulimia nervosa entre las mujeres jóvenes
oscilan entre cerca de 3% a 10%. Algunos expertos sostienen que este problema está bastante
subestimado ya que muchas personas con bulimia pueden ocultar la purgación y no es obvio a
simple vista el que tengan un peso por debajo de lo normal. Algunos estudios reportan que el 80%
de las estudiantes universitarias han comido excesivamente en algún momento; los jóvenes que
ocasionalmente fuerza el vómito después de comer demasiado, sin embargo, no se consideran
bulímicos y casi siempre este comportamiento insalubre ocasional no continúa después de la
juventud.
La anorexia nervosa es la tercera enfermedad crónica más común entre las mujeres adolescentes,
y se calcula que ocurre en 0.5% a 3% de todos los adolescentes. Ocurre generalmente en la
adolescencia, aunque todos los grupos de edad son afectados, incluyendo las personas ancianas y
los niños de hasta seis años de edad. Entre los mediados de los años cincuenta y los años setenta,
la incidencia de la anorexia aumentó por casi 300%. Las indicaciones son, sin embargo, que la tasa
puede estar estabilizándose.

4. Obesidad

Los puntos fundamentales a tratar en esta sección son los siguientes:

• Definición.
• Patogénesis.
• Etiología.
• Causas de la obesidad.
• Tratamiento en el niño y el adolescente.
• Pautas para el tratamiento e implicaciones de la obesidad en la salud.

a. Definición de Obesidad
Antes de intentar cualquier definición es oportuno hacer las siguientes consideraciones:
1. La obesidad es el resultado de un proceso de interacción de factores genéticos y ambientales
que se manifiestan con un fenotipo heterogéneo.
2. Obesidad no siempre es igual a sobrepeso. Este último, como su nombre lo indica, es un exceso
de peso con respecto al considerado normal para la talla, sin tomar en cuenta la distribución de los
componentes del peso corporal (4).
3. El término obesidad es abstracto y lo que se observa son individuos con diferentes tipos de
obesidad.
Hechas las consideraciones anteriores, se define como sujeto obeso al individuo que presenta un
exceso de grasa en relación con su composición corporal total de acuerdo con índices
estandarizados para una población de referencia.
b. Patogénesis de la Obesidad
Es bien conocido que factores biológicos y ambientales desempeñan un papel muy importante en
la patogénesis de la enfermedad en determinados individuos. Sin embargo, en un sujeto dado

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puede ser difícil definir las factores que han contribuido a su obesidad. Lo que está claro es que
ésta no es una enfermedad aislada sino un grupo heterogéneo de trastornos que se manifiestan en
forma de exceso de grasa; entre ellos sobresalen:
Alteraciones neuroendocrinas: Ya que existe una base neuroendocrina en el control del apetito. La
alteración de algunos de estos alimentos pueden aumentar la ingesta de alimentos.
Herencia: Existe un claro papel de la herencia. Cuando ninguno de los progenitores es obeso, la
posibilidad del individuo de desarrollarla es 10%; si uno de ellos lo es, asciende al 40%; si ambos lo
son, el riesgo asciende al 80%. Actualmente se investiga intensamente sobre "el gen" de la
obesidad.
Consumo calórico: El ahorro energético varía considerablemente de un individuo a otro. Dos
personas del mismo sexo, talla y nivel de actividad física pueden requerir consumos calóricos
marcadamente diferentes para mantener sus pesos. De forma similar, dos individuos obesos, del
mismo sexo, peso, talla y nivel de actividad física, cuando inician la misma dieta de reducción,
pueden disminuir su pero de forma muy diferente.
Fármacos: Un factor importante frecuentemente subvalorado en esta entidad son los fármacos.
Muchos de ellos, especialmente algunos psicotropos utilizados a menudo, aumentan el apetito. Los
antidepresivos, neurolépticos y tranquilizantes menores pueden inducir un aumento de peso
mediante un incremento del consumo de alimentos. Debe tenerse en cuenta si el paciente usa
esteroides o anticonceptivos orales que favorezcan la obesidad.
c. Etiología de la Obesidad
Este es uno de los aspectos menos comprendidos y de mayor interés en el abordaje del paciente
obeso. Se cree que la dificultad para su entendimiento radica en las múltiples formas de obesidad y
sus diferentes causas. Es poco frecuente que ésta sea debida a patología endocrina como por
ejemplo trastornos hipotalámico, hipotiroidismo, Síndrome de Cushing, hiperinsulinismo e
hipogonadismo.
Se puede precisar que la obesidad es el resultante de un exceso de almacenamiento de energía en
el tejido adiposo, que depende de una compleja red de variables genéticas, nutricionales,
psicológicas, sociales y del gasto energético. En su forma más simple, la ganancia de peso puede
ocurrir por respuestas maladaptativas al medio ambiente tales como inactividad física y a exceso
en la ingesta calórica.
El almacenamiento de energía en el tejido adiposo se presenta cuando los ingresos superan las
demandas energéticas
Cada uno de los componentes de este esquema está constituido por un grupo de variables. Al
mencionar ingresos se incluye no sólo el total calórico sino también la composición de los
macronutrientes, el sabor, la influencia sobre el apetito y sobre el metabolismo. Los gastos incluyen
el gasto metabólico basal, el efecto térmico de los alimentos, el de la actividad física y el de la
termogénesis. El componente más complejo del esquema es el organismo humano porque
presenta características adquiridas y heredadas que interactúan entre los ingresos y los gastos de
manera imprevista. Así, cuando en forma rápida se reduce o se aumenta de peso, el organismo
genera unos cambios compensatorios en el gasto energético tratando de volver a su peso
preliminar.
En la siguiente tabla se mencionan algunos determinantes del exceso de grasa corporal; cada uno
forma parte de algún componente del esquema.

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Edad: La proporción de grasa incrementa con la edad

Género: Las mujeres tienen mayor proporción de grasa

Ingreso calórico: La sobre alimentación conlleva a la ganancia de grasa

Composición de la dieta: La ingesta de grasa saturada y carbohidratos contribuyen al exceso de


grasa.

Tasa metabólica de los alimentos: Es bajo en algunos casos de obesidad

Actividad de la lipasa de lipoproteínas (LPL) del tejido adiposo: Las mujeres premenopáusicas tienen
actividad de LPL más intensa en las regiones glútea y femoral que los varones.

Insulino-resistencia: Se presenta acompañando la obesidad

Termogénesis: Los procesos que generan calor a partir de la utilización de ATP y de tejido adiposo
pardo están reducidos en los obesos

Factores sociales y ambientales: La obesidad se asocia con ciertos hábitos de alimentación, mayor
ingesta de alcohol, etc.

Caracteres genéticos no determinados: Afectan el balance energético, particularmente los


componentes del gasto y los procesos de oxidación.

d. Causas De La Obesidad
La obesidad sólo es debida a trastornos del sistema endocrino en contadas ocasiones. En la mayor
parte de los casos, la obesidad es la consecuencia de un aporte de energía a través de los
alimentos que supera al consumo de energía a través de la actividad; este exceso de calorías se
almacena en el cuerpo en forma de grasa. Sin embargo, el metabolismo basal, la mínima cantidad
de energía necesaria para mantener las actividades corporales, varía de una persona a otra, de
manera que hay personas que utilizan, de manera natural, más calorías para mantener la actividad
corporal normal. La obesidad puede también deberse a la falta de actividad, como sucede en las
personas sedentarias o postradas en cama.
En el desarrollo de la obesidad influyen diversos factores, además de los que ya se han
mencionado, como factores genéticos, o factores ambientales y psicológicos. Se ha observado que
hijos adoptados con padres biológicos obesos tienden a tener problemas de sobrepeso aunque sus
padres adoptivos no sean obesos. Sin embargo, todavía no está claro cómo los genes influyen en
la obesidad. Estudios realizados en ratones pusieron de manifiesto que cuando determinados
genes faltaban o estaban mutados se facilitaba el desarrollo de la obesidad. Sin embargo, estas
investigaciones no han tenido el mismo resultado en humanos. Por otro lado, los hábitos

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alimentarios familiares y sociales también tienen importancia y muchas veces se recurre a una
ingesta excesiva de comida en situaciones de estrés y ansiedad.
e. Tratamiento en el niño y el adolescente
El tratamiento de la obesidad en el niño es fundamentalmente preventivo. Para esto ha de
instaurarse excelente educación desde la infancia sobre buenos hábitos alimenticios y de actividad
física a nivel familiar y escolar. Los pediatras y médicos de familia desempeñan un papel muy
importante en esta labor preventiva y educativa.
Se debe efectuar prevención secundaria en niños y adolescentes de alto riesgo tales como hijos de
uno o ambos padres obesos (u otros miembros de la familia obesos que vivan con el niño),
lactantes que aumenten rápidamente de peso en el segundo semestre, escolares con sobrepeso,
adolescentes que aumenten más de lo esperado en el crecimiento puberal y niños y adolescentes
reposo prolongado.
El tratamiento debe fundamentarse en tres aspectos: una adecuada educación, buen plan dietético
y una excelente actividad física.
El plan dietético debe atender a sus necesidades de crecimiento; no se aspira reducir su peso al
ideal para la talla, sino controlar el excesivo aumento de modo que al continuar el incremento
longitudinal en la talla, su peso llegue a ser adecuado.
Se debe favorecer la actividad física del niño y estimular las actividades deportivas.
Igualmente debe efectuarse una educación alimentaria, de acuerdo con sus niveles de
comprensión, que le permita conocer los alimentos de muy alto valor calórico y aquellos que van a
favorecer su crecimiento y nutrición correctos.
Es importante involucrar en el tratamiento a sus padres, hermanos y otros familiares que convivan
con él. Los educadores han de favorecer los buenos hábitos de alimentación y ejercicio en los
escolares, considerando que la obesidad infantil no sólo es un problema familiar sino también
social.
Al niño obeso se le ha de ofrecer un adecuado apoyo psicológico que lo motive para seguir el
programa de control de la obesidad y que le mejore su auto imagen y sus relaciones
interpersonales.
Se debe tratar al niño obeso de una manera integral y no caer en el error de centrar la atención en
su obesidad únicamente. Tampoco deben usarse medicamentos anorexiantes ni hormonas y,
finalmente, recordar que el régimen dietético de reducción debe ser prescrito y explicado
inicialmente a la familia del niño.
f. Pautas para el Tratamiento e implicaciones de la obesidad en la salud
f.1 Pautas para el tratamiento
El tratamiento del obeso debe ser siempre individualizado y multidisciplinario. El individualizado
debe comprender los rasgos y características propias del paciente señalados en la historia clínica.
El multidisciplinario debe abarcar acciones médicas, nutricionales, de apoyo psicológico y de
actividad física. Todo debe ser regido por una gran labor educativa acerca de su condición, sus
factores de riesgo y, a la vez, que motive al paciente para que logre cumplir con el régimen
alimenticio a cabalidad, llevar a cabo un buen programa de actividad física y recibir
adecuadamente lo que se le prescriba (medicamentos, suplementos dietéticos, edulcorantes,
cirugía).
Guía general del tratamiento:
Esta debe contemplar los siguientes pasos:

1. Régimen de alimentación.
2. Actividad física
3. Manejo psicológico
4. Programas educativos
5. Medicamentos, suplementos dietéticos, edulcorantes y cirugía.

El régimen alimentario de un obeso debe ser prescrito por el médico y la elaboración de la dieta por
una nutricionista o una persona capacitada para diseñarla.
Para lograr la mayor aceptabilidad de la dieta y garantizar su cumplimiento se deben tener en
cuenta los siguientes factores: edad, sexo, talla, profesión, factores socio-demográficos, gustos,

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apetencias, hábitos y vicios.
El régimen de alimentación debe tener las siguientes características:

• Adecuado a las necesidades calóricas de cada individuo.


• Con menor contenido calórico que el requerimiento para mantener el peso.
• Diseñado para que la reducción calórica sea progresiva hasta ajustarlo al peso deseado
(que no siempre es el ideal).
• Que proporcione todos los nutrientes básicos.
• Agradable para que sea aceptado por el paciente (pero que no contenga alimentos que
exciten el apetito)
• Adaptado a los hábitos de la familia.
• Susceptible para ser usado por largos períodos.
• Fraccionado para evitar el hiperinsulinismo reactivo.
• Con alimentos ricos en fibra en adecuada proporción (5-10 gramos de fibra dietética).
• Con alimentos de sabor suave, bajos de sal, suficientemente consistentes para asegurar
un buen tránsito intestinal y con una temperatura preferiblemente caliente.
• Con una lista de intercambios para ofrecer variedad al paciente.

Debe valorarse el uso de productos dietéticos (muchos de ellos aportan más calorías que los
alimentos naturales). No es lo mismo un "alimento dietético" a uno "bajo en calorías).
f.2 Implicaciones de la Obesidad en la salud
Las personas con peso excesivo presenta cambios metabólicos y vasculares y aumentan el riesgo
para sufrir diferentes enfermedades:
Endocrinológicos y metabólicos: Diabetes mellitus, dislipidemias, hiperuricemia, disfunción
ovárica, hipogonadismo

Cardiovasculares y respiratorios: Cardiomiopatía, hiopertensión arterial, enfermedad


ateroesclerótica (coronaria, cerebrovascular y periférica), hipoventilación crónica (Síndrome de
Pickwick) y apnea del sueño

Cáncer: Endometrial, mamario, colorrectal, ovárico y de vesícula biliar.

Obstétricos: Diabetes gestacional, toxemia, infecciones, trombosis venosa

Digestivos: Colelitiasis, esteatosis, reflujo gástrico

Otros: Osteartrosis, várices, hemorroides, hernias


5. Desnutrición

• Concepto y causas de la Desnutrición.


• Métodos de evaluación nutricional.
• Nutrición Peranteral.
• Clasificación Clínica.
• Desnutrición Infantil: enfermedad económica.
• Para tener siempre presente.
• Alimentos recomendados.

a. Concepto y Causas de la Desnutrición


La desnutrición es la enfermedad provocada por el insuficiente aporte de combustibles (hidratos de
carbono - grasas) y proteínas. Según la UNICEF, la desnutrición es la principal causa de muerte de
lactantes y niños pequeños en países en desarrollo. La prevención es una prioridad de la
Organización Mundial de la Salud.

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La desnutrición en sus diversa formas es la más común de las enfermedades. Sus causas se
deben en general a deficientes recursos económicos o a enfermedades que comprometen el buen
estado nutricional. Según el manual internacional de clasificación de enfermedades es una
complicación médica posible pero que puede prevenirse y que tiene impacto muy importante sobre
el resultado de los tratamientos.
Hoy en día la desnutrición es aceptada como un factor común en la practica clínica que tiene como
consecuencias un aumento en el tiempo de estancia hospitalaria, morbilidad y mortalidad en los
pacientes hospitalizados, debido al alto riesgo de complicaciones como infecciones, flebitis,
embolismo pulmonar, falla respiratoria, baja cicatrización de heridas y fístula que estos sufren.
Como consecuencia, la estancia hospitalaria y los costos de la terapia se incrementan
significativamente.
El estado nutricional en condiciones normales es la resultante del balance entre lo consumido y lo
requerido, lo cual está determinado por la calidad y cantidad de nutrientes de la dieta y por su
utilización completa en el organismo.
En los últimos años se le había restado importancia a la valoración nutricional de los pacientes, ya
que los parámetros hasta ahora desarrollados no han sido son aprobados debido a que en algunos
casos se ven afectados por la respuesta a la enfermedad per se, además de representar una
relación costo-beneficio importante para el paciente. Pero ahora debido al impacto que tiene la
nutrición en la evolución clínica, se ha acrecentado el interés por encontrar un marcador preciso de
mal nutrición.
La valoración nutricional debe formar parte integral de toda evaluación clínica con el fin de
identificar pacientes que requieren un soporte nutricional agresivo y temprano con el fin de
disminuir los riesgos de morbimortalidad secundarios a la desnutrición preexistente en los
pacientes hospitalizados.
Causas

• Disminución de la ingesta dietética.


• Malabsorción.
• Aumento de los requerimientos, como ocurre por ejemplo en los lactantes prematuros, en
infecciones, traumatismo importante o cirugía.
• Psicológica; por ejemplo, depresión o anorexia nerviosa.

b. Métodos de evaluación nutricional.


Existen diferentes métodos para evaluar el estado nutricional, como o son el interrogatorio, la
valoración global subjetiva, las pruebas bioquímicas, la composición corporal, los datos
inmunológicos y los índices pronósticos. A continuación se describen cada uno de ellos:

1. Interrogatorio. Se obtiene una estimación a cerca de los hábitos alimentarios, intolerancias


alimentarias, anorexia, vómito, diarrea, secuelas de algún tratamiento quirúrgico,
tradiciones religiosas y culturales que pueden influir sobre la nutrición de un paciente. Este
método tiene como limitaciones la edad del paciente, la habilidad para recordar
información, así como el estado de conciencia del paciente. Además de la posibilidad de
sub o sobre estimar la ración alimentaria, proporcionando un error de cálculo significativo
en el aporte nutricional.
2. Valoración global subjetiva. Es una técnica clínica que valora rápidamente el estado
nutricional de acuerdo a las características del interrogatorio y examen físico encontrados.
Aquí los pacientes son clasificados como normales, medianamente malnutridos y
severamente malnutridos. Esta técnica no ha sido evaluada de manera formal en el
paciente crítico ; carece de cuantificación y por tanto su sensibilidad es limitada en valorar
cambios en el estado nutricional luego o durante la terapia de soporte nutricional.
3. Pruebas bioquímicas.
4. Proteínas totales: la síntesis de proteínas puede ser regulada por muchos factores
incluyendo la disponibilidad de aminoácidos y la función hepática. En la enfermedad aguda
hay un incremento en el escape transcapilar de las proteínas por le cual existen cambios

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en sus concentraciones plasmáticas no reflejando así estados de malnutrición. El paciente
critico puede verse afectado por el estado de hidratación, la síntesis de proteínas de fase
aguda como la PCR y el fibrinógeno suben después de una enfermedad grave o sepsis en
asociación con una caída de albúmina, prealbúmina y transferrina, haciendo caso omiso
del estado nutricional. La respuesta inmune a sepsis es muy rápida, mediada
principalmente por las interleucinas 1 y 6 y el factor de necrosis tumoral, causando
alteración en la síntesis de proteínas y por tanto cambios en los niveles plasmáticos
independientes del efecto de la nutrición. Mejorar o normalizar los niveles de la
hipoproteinemia puede dificultarse más por la malnutrición y la demora en recobrar dichos
niveles plasmáticos se reduce por un adecuado soporte nutricional, por lo que sus
mediciones pueden ser de utilidad en el monitoreo de la respuesta al soporte nutricional.
5. Otras.

En general el método ideal para diagnosticar el estado nutricional no se ha identificado y entre los
disponibles hasta hoy ninguno ha sido aceptado realmente como seguro. Encontrar un método fácil
que sea altamente específico y sensible con una relación costo-beneficio adecuada continua
siendo un tema de investigación. En la práctica clínica debe sospecharse alteración del estado
nutricional de un paciente cuando tenga un porcentaje de perdida de peso menor al 10% sin causa
establecida, presente anorexia prolongada, albúmina menor a 3.5 mg/dl y una capacidad de trabajo
disminuido.
El equipo constituye un excelente mecanismo para identificar pacientes que necesitan soporte
nutricional, reducir la complicaciones asociadas con nutrición enteral y parenteral y brindar soporte
nutricional costo-beneficio en instituciones hospitalarias. Expresado en la forma más sencilla, el
propósito del equipo de soporte nutricionales brindar atención nutricional, realizado en general de
tres maneras:

1. Identificación de pacientes nutricionalmente afectados.


2. Ejecución de una valoración nutricional que pueda guiar de manera adecuada la terapia
nutricional.
3. Suministro del soporte nutricional efectivo y seguro.

Los miembros del grupo de soporte metabólico y nutricional tendrán las siguientes funciones:

• Médico: es el responsable de las decisiones relativas al diagnostico y plan terapéutico;


define los procedimientos de evaluación o valoración nutricional, realiza los procedimientos
de acceso vascular, formula y prescribe el régimen de soporte y dirige el seguimiento y
monitores del paciente, y suspende o modifica el tratamiento de acuerdo con las
necesidades cambiantes del enfermo.
• Enfermera: responsable del manejo continuado y permanente del paciente, tanto en los
aspectos físicos y materiales, como el aspecto, emocional y psicológico. Es la encargada
de preparar las soluciones de nutrición parenteral, a excepción de hospitales donde hay un
químico farmacéutico. Deberá mantener en disponibilidad permanente los equipos,
materiales de curación, etc. Lleva el registro meticuloso y preciso de balance de líquidos
contra las tasas de infusión, substratos para la alimentación y en general supervisa todos
los cuidados de enfermería a cargo del cuidado del paciente. también tiene a su cargo la
educación y adiestramiento del personal técnico que maneja el soporte nutricional.
• Dietista nutricionista: es el responsable de determinar las necesidades individuales de el
paciente mediante el protocolo de valoración nutricional, haciendo la interpretación de los
hallazgos a la luz de una cuidadosa historia nutricional, recomienda y ejecuta los
regímenes nutricionales, ejecutando las prescripciones de los médicos, evalúa la
efectividad del soporte nutricional, valora el progreso del paciente. Prepara las mezclas
parenterales en caso de que el QFB o la enfermera no estén disponibles.
• Terapista física: Ejecuta un programa de ejercicios que aseguren el mejor
aprovechamiento del régimen de soporte y que contribuya al restablecimiento del tono
muscular y a la rehabilitación general del paciente.

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• Químico farmacéutico: tiene a su cargo mantener en forma permanente disponibilidad y
proveer en forma oportuna las soluciones parenterales con todos los componentes y
aditivos necesarios para las mezclas que se utilizan en la nutrición parenteral. Debe estar
familiarizado con los aspectos bioquímicos y farmacológicos de tales soluciones. Además,
deben escogerse los materiales que ofrezcan las mejores condiciones de calidad,
seguridad y economía. Deberá preparar las mezclas de nutrición parenteral y dar
recomendaciones sobre la compatibilidad de soluciones, estabilidad de estas. etc.

c. Nutrición Parenteral
Con el advenimiento de la administración intravenosa en 1968 y la demostración de la prevalencia
de malnutrición en poblaciones hospitalarias y del beneficio de la reposición nutricional en estos
pacientes se impulso el desarrollo de un nuevo campo en la medicina, el soporte nutricional clínico.
La investigación en esta área ha progresado aceleradamente en los últimos años y la nueva
ciencia se ha convertido en una importante especialidad de la medicina.
La administración intravenosa de calorías, nitrógeno y otros principios nutritivos en cantidades
suficientes para obtener síntesis de tejidos y anabolismo se denomina nutrición parenteral total
(NPT).Originalmente este procedimiento se llamaba hiperalimentación.
Dudrick desarrollo la técnica de administrar líquidos para nutrición parenteral total por la vena
subclavia hasta la vena cava superior, donde la solución es diluida rápidamente por el gran
volumen de sangre circulante y se reduce al mínimo la hipertonicidad de la solución. La NPT esta
indicada en pacientes que no pueden ingerir alimentos por carcinoma o quemaduras extensas,
pacientes que se niegan a comer, como en el caso de los personas deprimidas o en jóvenes que
sufren anorexia nerviosa y pacientes quirúrgicos o los que no se pueden alimentar por vía oral.
Definiciones:

• Nutrición Parenteral: Termino genérico que se refiere a agentes provistos por rutas
distintas del tracto gastrointestinal, en general a través del sistema circulatorio.
• Nutrición Parenteral Central: Nutrición parenteral entregada a través de una vena de gran
diámetro, usualmente la vena cava superior.
• Nutrición Parenteral Periférica: Nutrición parenteral entregada a través de una vena
pequeña, usualmente la mano o el antebrazo.
• Alimentación Completa Intravenosa: Terapia en la cual todos los nutrientes son
administrados por la ruta endovenosa. Generalmente se emplea la vía central.
• Soporte Nutricional Parenteral Parcial: terapia en la cual algunos nutrientes, generalmente
aminoácidos, glucosa y grasas son administrados por ruta endovenosa. Pueden usarse la
ruta central o periférica.

d. Clasificación Clínica
Se manifiesta en 3 enfermedades:

• Marasmo: déficit de proteínas y energía


• Kwashiorkor: sólo falta de proteínas, aporte energético adecuado
• Kwashiorkor marásmico: mixta

Características del Marasmo:

• Apariencia muy delgada, emaciada


• Debilitamiento muscular evidente y pérdida de grasa corporal
• Habitualmente se manifiesta en menores de 18 meses de edad
• Piel arrugada, caída del cabello, apatía
• Sin edemas

Características del Kwashiorkor :

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• Edema: "esconde" la importante emaciación de los tejidos subyacentes
• Habitualmente se da entre los 2-4 años de edad
• Descamación de la piel
• Despigmentación del cabello
• Abdomen distendido
• Apatía

f. Desnutrición Infantil: Enfermedad económica


Las características médicas de la enfermedad que afecta a la mitad de los chicos de Argentina
La piel cambia de color y de textura. Las defensas del organismo bajan abruptamente. Los deseos
de comer desaparecen y, por último, el sueño se adueña del cuerpo para siempre. Es parte del
recorrido que sufren los chicos con desnutrición grave y que deja al descubierto el verdadero riesgo
país que padece la Argentina: la mitad de los chicos de Argentina padecen alguna deficiencia
nutricional y miles de ellos mueren por causas que se podrían evitar.
Según especialistas en nutrición es una regla sin excepción que, cuando existe la desnutrición,
afecta principalmente al niño menor de seis años. Ello se debe a que su rápido crecimiento tiene
requerimientos nutritivos que son más elevados y específicos y, por ese motivo, difíciles de
satisfacer.
Además, los niños dependen para su alimentación enteramente de terceros, que muchas veces no
tienen los recursos económicos suficientes o carecen de un nivel cultural o de educación como
para cumplir adecuadamente con ese rol.
En Argentina, la mayoría de las veces la carencia de nutrientes no alcanza gran intensidad, lo que
se traduce aparentemente "sólo" en algún retardo de la talla y el peso para la edad. Sin embargo,
también en ellos son más frecuentes las enfermedades infecciosas y el deterioro significativo en las
condiciones intelectuales.
Además, un porcentaje mucho menor llega a grados avanzados, con síntomas clínicos evidentes, y
en ellos los riesgos físicos y psíquicos son mayores.
En cuanto a la clasificación de la enfermedad, en la actualidad se tiende a aceptar los términos
"desnutrición", "malnutrición", "subnutrición" o "hiponutrición" para referirse al cuadro clínico
general producido por disminución crónica del aporte de nutrientes, así como de las pérdidas
excesivas de éstos. En función del tiempo, la enfermedad lleva a una pérdida de peso en relación
con la edad y a un retardo en el crecimiento. Estas causas, por mucho, representan la mayor parte
de los casos.
En una proporción menor (el dos por ciento), se llega a cuadros avanzados de desnutrición con
pérdida muy significativa de peso, deterioro muscular, alteraciones de la piel y edema de las
extremidades. Este cuadro se denomina en general desnutrición calórico-proteica.
Sin embargo, en los casos graves, a veces es posible distinguir dos cuadros clínicos muy bien
definidos según sea preponderante el déficit calórico y proteico o sólo el déficit proteico: el primer
caso se denomina marasmo y el segundo kwashiorkor.
En la mayoría de los casos, los dos síndromes clínicos se superponen, pero en ocasiones es
perfectamente diferenciable un síndrome de otro.
El marasmo es una enfermedad crónica, mientras que el kwashiorkor es relativamente aguda. El
niño sometido a una dieta hipocalórica e hipoproteica llega a una situación de marasmo que, si
está libre de infecciones, puede durar meses o años. Pareciera que, en cierta forma el niño se
adapta a esta situación.
En cambio el que estuvo sometido exclusivamente a una dieta hipoproteica y normocalórica, en
menos de veinte días desencadena toda la sintomatología propia del kwashiorkor.
El marasmo se trata de un cuadro clínico que se presenta en el primer o segundo año, aunque
puede aparecer también en edades más avanzadas. Se caracteriza por un gran enflaquecimiento,
alcanzando la pérdida ponderal al 40 por ciento o más en relación con la edad.
En los estados más avanzados, el lactante adquiere cara de viejo, la piel aparece arrugada, de
color pálido grisáceo y seca. Además, la piel puede aparecer delgada y brillante y hasta con
ulceraciones que se infectan y son difíciles de mejorar.
Existe un compromiso del estado psíquico: aun cuando a menudo está consciente y en apariencia

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preocupado por el ambiente que lo rodea, rara vez está alegre y tranquilo. Por lo general se
muestra irritable e intranquilo, o apático y somnoliento, y muestra gran tendencia a succionarse los
dedos. Es habitual el llanto débil y monótono (a veces sin causa aparente), el pulso es muchas
veces difíciles de apreciar por su escasa tensión y puede hacerse fácilmente irregular.
En el marasmo, las infecciones son muy comunes y contribuyen a agravar la desnutrición, siendo
casi siempre la causa de muerte. Por otra parte, el Kwashiorkor se ve con mayor asiduidad en el
lactante mayor y en el preescolar. Su causa principal es una dieta deficitaria en proteínas, lo
característico es el edema (que suele acompañarse con alteraciones digestivas, como diarrea,
vómitos e inapetencia).
Existe un gran compromiso psíquico: llama la atención la gran indiferencia a los estímulos del
mundo externo y, es una actitud general, permanecen postrados sobre la cama.
También son característico alteraciones del cabello, la sequedad de la piel, existe compromiso del
sistema circulatorio: hipotensión, disminución de la frecuencia cardíaca y tiempo de circulación
prolongado, generalmente existe anemia, y diarrea permanente.
Sobre como prevenir la enfermedad, desde el Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil (Cesni)
afirman que una buena alimentación debe cumplir con los requisitos de ser suficiente (cubrir las
necesidades nutricionales), equilibrada (aportar proporciones adecuadas de nutrientes), variada
(incluir diversos tipos de alimentos) y libre de riesgos ecológicos (desprovista de sustancias que en
forma natural o agregada impliquen riesgo para el organismo). Al respecto, recomiendan una dieta
que incluya los cinco grupos de alimentos: lácteos y sus derivados (que aportan calcio y vitaminas
A y D); carnes, legumbres y huevo (que aportan proteínas y algunas vitaminas); harinas y cereales
(energía y algunas vitaminas); frutas y hortalizas (vitaminas y fibra); y, en menor medida, grasas,
aceite y azúcar (aportan básicamente energía).
Sin embargo, tanto desde el Cesni como de otros organismos que trabajan en la problemática
reconocen que todas las recomendaciones quedan supeditadas a las posibilidades económicas de
las familias.
g. Para tener siempre presente

1. El tratamiento nutricional es una Dieta Armónica de hidratos de carbono, proteínas y


grasas; pero con el incremento del porcentaje de proteínas al inicio, se acelera mucho la
recuperación en el primer mes.
2. La desnutrición prolongada, especialmente si es de hierro, disminuye la capacidad de
aprendizaje y razonamiento, y abarca entre los 6 meses y 2 años.
3. No consumir sopas, ensaladas, ni bebidas antes de comer ya que producen mucha
saciedad.
En lo posible fraccionar la alimentación en 6 comidas diarias.

h. Alimentos recomendados
Lácteos: leche entera. Si se toma con infusiones, prepararla en la misma leche. También yogures
enteros saborizados, con frutas o con cereales.
Quesos: se preferirán untables con crema, cremosos (como cuartirolo), semiduros (como emmental
y Mar Del Plata) y duros (como reggianito y sardo). Preferentemente no deben ser sometidos a
calentamiento.
Huevo: puede consumirse una unidad diariamente. La clara se puede consumir con mayor
frecuencia. Es preferible comerlo formando parte de preparaciones y no solo.
Carnes: preferentemente blancas, de ave, sin piel ni grasa, o de pescado. También vacuna.
Pueden prepararse asadas, al horno o a la
cacerola.
Hortalizas: todas pueden consumirse sin inconvenientes, prefiriendo siempre el consumo cocido.
En preparaciones como tortillas, budines y tartas.
Frutas: al igual que las hortalizas, todas pueden consumirse. Preferentemente cocidas y picadas,
en compotas, asadas y en purés.
Cereales y derivados: se aconseja consumir una porción diaria. Se seleccionarán aquellos de
laminado fino, como espaguetis y cabello de ángel; también harinas de sémola y maíz, arroz
blanco y pastas rellenas. Todas las pastas deben estar muy bien cocidas. Son también indicados
postres a base de cereales y leche.

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Pan: lacteado, francés, vainillas y bizcochos.
Azúcares y dulces: mermeladas de frutas, dulces compactos de membrillo y miel. Azúcar blanca o
negra, para endulzar preparaciones.
Cuerpos grasos: aceites de maíz, girasol, canola y oliva. No deben ser sometidos a calentamiento.
También crema para enriquecer preparaciones y manteca.
Infusiones: deben prepararse en la leche. Se puede utilizar té suave.
Bebidas: sin gas. Agua, jugos y bebidas a base de hiervas.
Condimentos: todos están permitidos para hacer más agradable y apetitosa la comida.

Trabajo enviado por:


Hebe Martinatto
hebemartinatto@hotmail.com

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