Вы находитесь на странице: 1из 19

BOLETÍN

SAI MÉXICO
Número 2, mayo 2016

Comité Editorial:
Oscar Morado, Luis Muñiz, Teodoro Domínguez, Laura León, Leticia Deschamps
difusión.nal@sathyasai.org.mx
CONTENIDO
SAI .......................................................................... 1

Confía ................................................................................... 2
Fe y Confianza en el Maestro ................................................ 3
Fe y COnfianza .................................................................. 10
De la confianza en uno mismo a la realización del ser ........ 15
SAI

“Dios está presente en todos los seres. Todo en el cosmos es


una forma de Divinidad. El poder divino todo lo sustenta todo el
tiempo. Por lo tanto, cada hombre es una encarnación de Dios. Una
vez que tengan esa fe no se sentirán inclinados a seguir el camino
equivocado”.

“¿Qué buscas de Dios? ¿Qué sabes tú de tus necesidades? Lo


que hoy te es indispensable, mañana se vuelve inútil. Entonces, ¿por
qué no confiar en la sabiduría divina? Dios te dará todo lo que
necesitas y hasta más a su debido tiempo. ¿Por qué pedirle y dificultar
las cosas a Dios? Es mejor callarse y aceptar con gratitud todo lo que
Dios nos dé en la vida, porque eso es lo mejor posible que pudo
habernos sucedido entre un millón de otras cosas”.

“¿Por qué estás agitado? Déjame ocuparme de tus asuntos. Yo


seré el único que pensará acerca de ellos. Nada más estoy esperando
tu rendición a mí. Yo intervengo sólo cuando te rindes a mí
completamente; entonces no tendrás que preocuparte nunca más
acerca de nada. Di adiós a todos tus miedos y desalientos”.
CONFÍA

“Confía y sométete a la Voluntad Divina, vuélvete


uno con ella en todas las circunstancias de la vida
y tendrás la visión de la Verdad, el principio raíz
de toda la creación”. Sai Baba

2
FE Y CONFIANZA EN EL MAESTRO

Parece que Dios después de crear al hombre le dijo: Voy a


diseñarte un juego muy ameno con el cual te vas a entretener mucho,
vas a reír y a llorar y pasar por muchos estados de ánimo, y para que
el juego sea también emocionante va a contar con ciertos riesgos; en
suma, va a ser como un crucigrama que tendrás que descifrar, una
especie de laberinto del que tendrás que escapar y, sin darle mayores
instrucciones, lo lanzó al mundo. Así pues, la vida es un enigma, un
misterio que hay que descifrar.

Quizá a eso se refiere Sai Baba cuando dice: “La vida es un reto,
afróntalo”. Sin embargo, Dios tampoco le advirtió que al aparecer en
el mundo iba a perder la memoria y a olvidar la consciencia de Sí, lo
real en él, pero así fue, al nacer, olvidamos nuestro verdadero nombre
y origen. Luego, debido a la maya (ilusión) divina caímos del estado

3
despierto (Buda significa despierto) al estado de sueño en el que
ahora nos encontramos (pecado original).

Cada día, el hombre pasa por dos clases de sueño, cuando


duerme y el sueño de la vigilia. Al estado de la vigilia se le considera
una especie de sueño porque nuestro nivel de consciencia durante el
día es tan bajo que, prácticamente, todo lo hacemos dormidos o casi
dormidos. Por ello, otra parte de la misma cita de Sai Baba dice, “la
vida es un sueño, date cuenta de que lo es”.

Todos sabemos que en cualquier situación difícil y complicada, lo


primero que hay que hacer es descubrir cuál es el problema que nos
aqueja, si es que hay alguno, qué terreno estamos pisando. Pues
bien, una vez nacidos o lanzados en este mundo, después de analizar
nuestro estado, podemos concluir que el obstáculo que nos impide
avanzar en lo espiritual es un problema de identificación errónea.
Prácticamente, todos los seres del mundo debido a cierta candidez o
credulidad caímos en la creencia de ser el cuerpo y la mente que Dios
nos dio como instrumentos.

Al haber olvidado la fuente de donde provengo, lo real en mí,


quedé a la deriva, sin una identidad propia. Luego, para
desenvolverme en la vida tuve que obtener una, y para ello me adherí
a la creencia de ser este cuerpo y esta mente. Y, ¿en qué baso esta
creencia? La baso en la experiencia diaria de mis sensaciones físicas y
emocionales, los estados de ánimo, todos los cuales confirman y me
hacen creer que yo soy el cuerpo y la mente.

Cada día experimento todo esto. Por ejemplo, si alguien me pica


con un alfiler grito lleno de dolor, si alguien me insulta o calumnia,
reacciono defendiendo mi auto imagen, lo que creo ser; es decir, a
cada momento siento y experimento que soy el cuerpo y la mente o la
personalidad. En conclusión, estoy convencido, sin tener duda alguna,
de ser algo que en realidad no soy. Ese es el problema esencial de
todos y cada uno de nosotros, el estar identificados con algo que no
somos.

4
Sin embargo, al estudiar y tratar de comprender la enseñanza
espiritual, ésta me dice algo distinto: “Tú no eres el cuerpo que andas
cargando como el caracol, ni los sentidos, ni la mente, tú eres el
Atma”, dice Sai Baba. De modo que, la espiritualidad en general tiene
como único fin, primero, convencerme de que no soy el cuerpo y la
mente, y para ello, va a tratar de liberarme de esta creencia y
segundo, realizar mi verdadera identidad.

Es parecido al actor de teatro que cuando termina la obra sigue


creyendo ser el personaje que representaba en la misma. Si su
confusión persiste, va a tener que ir a una casa de salud mental
donde tratarán de hacerle recordar su identidad verdadera. De igual
manera, el Maestro y sus enseñanzas todo el tiempo está tratando de
despertarnos de este sueño de la vida cotidiana y de que recuperemos
nuestra identidad real.

Yo sueño que estoy aquí


destas prisiones cargado,
Y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
Que toda vida es sueño,
y los sueños, sueños son1.

Ahora bien, para desarraigar esta falsa creencia de ser el cuerpo


y la mente, el discípulo va a necesitar poseer dos cualidades
principales: Fe y Confianza. Porque, para aceptar que no soy la mente
y el cuerpo cuando mi creencia y experiencia me dicen lo contrario,

1
De “La Vida es Sueño” de Calderón de la Barca.

5
voy a requerir tener una enorme fe y confianza en Dios o el Maestro.
Sai Baba cuenta la siguiente historia:

En cierta ocasión, Krishna y Arjuna iban juntos por un


camino abierto. Viendo un pájaro en el cielo, Krishna le
preguntó a Arjuna: “¿Es una paloma?”, a lo que éste
contestó: “Sí, es una paloma”. Le preguntó a Arjuna: “¿Es
un águila’” Arjuna, rápido, contestó: “Si, es un águila”.”No,
Arjuna, a mi me parece que es una corneja. ¿No es una
corneja?”, preguntó Krishna. Arjuna contestó: “Lo siento,
sin duda es una corneja”. Krishna se rió y le reprendió por
estar de acuerdo con cualquier sugestión que se le hiciera.
Pero Arjuna dijo: “Para mi, tus palabras pesan mucho más
que la prueba de mis ojos; tú puedes hacer que sea una
corneja o una paloma o una águila y cuando dices que es
una corneja, así tiene que ser”.

Una fe implícita es el camino para el éxito espiritual. Solo que, al


observar con cuidado mi estado interior, me doy cuenta de que le
tengo más fe a mi mente, y a mis conocimientos que a las enseñanzas
del Maestro, y descubro que todo lo que me enseña lo escucho pero
no lo acepto del todo, no lo vivo y no lo aplico porque, en realidad,
sigo aferrado a mis ideas y creencias erróneas. Una vez que me doy
cuenta de esto, veo la necesidad apremiante de hacer algunos
cambios en relación con mi mente. Sobre todo, debo empezar a tener
fe y confiar más en mi Maestro.

En consecuencia, debo vigilar con más cuidado mis


pensamientos, no confiar tanto en mi mente, en mis raciocinios, debo
desaprender gran parte de lo que sé, porque eso que sé está
trastrocado, embrollado, al revés; de hecho, hasta este momento,
esta mente mía no me ha conducido a nada importante en la vida, a
la Verdad, a un estado de felicidad plena, por ejemplo. En resumen,
debo deshacerme de todas las nociones equivocadas recogidas de

6
aquí y de allá, incluso de las nociones correctas, hasta que la mente
quede vacía de pensamientos e ideas y se vuelva una mente pura.

¿Qué es una mente pura? Una mente pura es aquella que está
libre de pensamientos y sentimientos, libre de deseos y opiniones, es
decir, es una mente que no carga con la memoria del pasado ni con
proyectos del futuro, está vacía, no piensa en nada, existe como una
potencialidad que sólo actúa (piensa) cuando es necesario. Alguien le
preguntó a Sai Baba: durante el día, ¿en qué piensas? Él le contestó:
“Yo no pienso, cuando lo deseo actúo”. Su cuerpo, mente y sentidos
son sus sirvientes que hacen su voluntad divina, no la de un ego
particular. Su único deseo, nos dice, es el de volvernos a nosotros sus
devotos sin deseos.

La absorción de las enseñanzas espirituales pasa por tres


etapas: Escuchar, Reflexionar y Practicar. Así, primero debo
escucharlas con mucha atención, después debo reflexionar seriamente
sobre ellas y, por último, debo ponerlas en práctica. Entonces, si el
discípulo ha desarrollado fe, confianza y amor al Maestro, al escuchar
y reflexionar sobre sus enseñanzas, éstas van a desplazar las ideas
erróneas de su mente y, entonces, sí va a creer y a absorber lo que el
Maestro le enseña: por ejemplo, la enseñanza “tú no eres lo que
aparentas ser, el cuerpo y la mente, tú eres la divinidad misma”.
Aunque es posible que muchos de nosotros ya tengamos fe y
confianza en Sai Baba y aceptemos ésta y otras enseñanzas y nos
estemos dejando guiar por él.

Por lo tanto, si uno llega a tener esta fe, confianza y amor al


Maestro (entrega), lo demás va a ser muy fácil. A partir de este
momento, en vez de dejarse guiar por la mente voluntariosa y
caprichosa, va a “dejarse llevar” por la voluntad divina.

Así, en ciertos momentos cuando uno no puede con la carga de


la vida, cuando se siente desvalido, acude a Dios y éste en su
inmensa compasión lo ayuda y socorre pero le pone la condición de

7
que se “deje llevar”, es decir, le pide que se ponga en sus manos, que
se entregue a él.

Jesús es el máximo ejemplo de lo que es la entrega porque


estando consciente de lo que le iba a suceder (ser crucificado) no
rehuyó su destino ni lo quiso cambiar. Oró así: “Oh señor, si puedes
quitarme este sufrimiento, por favor hazlo y, si no, que se haga tu
santa voluntad”. Fue un estado de aceptación total, de entrega.

De hecho, una vez que el discípulo se ha entregado a Dios, aquí


terminan los esfuerzos que puede estar haciendo en la búsqueda
espiritual. De ahora en adelante, ya no tiene voluntad propia (ego),
todo es Su voluntad, ya no es necesario “llegar a ser” esto o lo otro,
perfeccionarse, ser feliz. Ya no hay deseo, tan sólo la consciencia de
vivir con él, para él, en él. Es decir, la consciencia de ser Él.

Ahora bien, ¿cómo voy a desarrollar esta fe y confianza en el


Maestro o en Sai Baba? Sai Baba de Shirdi decía: “Si volteas a verme,
yo me volteo a verte”

“Fija tu mente en mí y haz que tus pensamientos, moren


en mí; desde ahora sólo vivirás en mí. Esta es la
solución”2.

Además, también debo hacer un balance de mis activos con que


cuento en esta búsqueda espiritual. Tengo este cuerpo-mente, el
anhelo espiritual, y lo más importante, la relación con el Gurú, con Sai
Baba. Ahora, lo que requiero es valorar y utilizar dicha relación. Debo
cultivarla, acrecentarla, en vez de mantenerla guardada en el closet
únicamente para usarla en casos de emergencia o sacarla a pasear los
domingos cuando vengo al centro Sai.

Sai Baba es una presencia viva en todo tiempo y lugar


(omnipresencia) y lo sigue siendo aún ahora que dejó su cuerpo físico.

2
Bhagavad Gita

8
Hay que darnos cuenta de ella. ¿Cómo? Hay múltiples formas: En la
mañana, al meditar puedo dialogar con él, en el día puedo pensar en
él, lo que sea que haga puedo ofrendárselo a él. Hacer servicio en su
nombre, etc. Hasta que llega un momento en que esa omnipresencia
invade todo mi ser, me satura y se vuelve una conmigo: pienso, hablo
y actúo a partir de ella.

De esta manera, podemos desarrollar fe y confianza en él,


incluso vamos a sentir amor hacia él, un amor único que no se puede
comparar con ningún otro tipo de amor. Él dice, “no quiero tu servicio,
no quiero tu devoción, sólo quiero tu amor”. Este amor se va a ir
develando y desarrollando poco a poco.

Una vez que sintamos este amor, el mismo se va a expresar


como una energía, una emoción que se expande, y no nos cabe en el
pecho. La gente la va a percibir y, de esta manera, a través de
nosotros van a percibir a Sai Baba.

“Tengan un poco de fe en mí, solo un poquito de fe, fe en


lo que digo. La suficiente fe para tratar de hacer lo que
digo; entonces ustedes sabrán por sí mismos y no sólo de
oídas”.

“El tipo de creencia en mí que yo le pido a la gente es más,


mucho más de lo que la gente piensa que es la fe o el
amor. Lo que yo te pido que me des es todo. No quiero
frutas, flores, dinero o posesiones, sino a ti, a todo tu ser
sin que retengas nada. Tu mente, tu Alma y Corazón”.

Sai Baba

9
FE Y CONFIANZA

Sai Baba: Ten confianza en Mí; Yo me ocuparé de todas tus


cosas.

Devoto: Como yo lo entiendo Señor, todos tus devotos tienen fe


y confianza en Ti

Sai Baba: No. Todos mis devotos tienen fe en Mí, eso es


correcto, pero no todos tienen confianza en Mí. Solo cuando ambos
coexistan habrá una respuesta positiva de mi parte.

Consideremos el caso de un coche: este funciona con gasolina y


batería. Si uno de estos dos elementos falta, el coche no funciona.
Para que funcione sin problemas, el depósito tiene que tener gasolina
y la batería estar en buenas condiciones. Aunque el depósito esté
lleno, si la batería no está en buenas condiciones, el coche no puede
funcionar. Se podría estropear y parar en cualquier momento. Reparar
y cargar la batería lleva más tiempo que llenar el depósito de la
gasolina. Realmente la batería es más importante que la gasolina.

10
La fe es como la gasolina y la confianza como la batería. Cuando
tienes confianza en Dios, tienes la batería cargada con energía
positiva.

Si quieres una respuesta de Mi parte, la fe sola no es suficiente.


Tiene que ir de la mano de la confianza, solo en ese momento tu
devoción es completa. Y cuando tu devoción es completa Mi respuesta
también es total.

Devoto: ¿Qué significa la confianza mi Señor? ¿En qué se


diferencia de la fe?

Sai Baba: Mira, esto es así: fe en Dios es creer que Él es Dios,


que es omnipresente, omnipotente, omnisciente y todo lo demás.
Confianza significa confiar en la palabra, la voluntad y la obra de Dios.
Si digo algo, hay una razón para lo que digo, quiero y hago; y además
tener confianza en cada una de Mis palabras y actos. Todo lo que digo
es verdad, todo lo que hago es verdad, todo lo que quiero es verdad;
esta es la confianza que debes tener aunque las cosas parezcan
diferentes.

Debes haber leído acerca del incidente cuando Krishna y Arjuna


caminaban un día por el bosque. Krishna miro hacia arriba y vio un
pájaro en el cielo. “Mira el pájaro Arjuna, ¿es un águila, no? “Si
Krishna, es un águila”, respondió Arjuna. “No, creo que es un cuervo”,
dijo Krishna. “Por supuesto que es un cuervo”, respondió Arjuna.
“Ahora que lo pienso, parece una gaviota”. “Sin duda alguna es una
gaviota” coincidió Arjuna.

Esto es lo que significa confianza implícita; creer ciegamente en


la palabra, voluntad y obra de Dios sin dudas ni inseguridades. Mi
palabra dada se convierte en Mi voluntad. Cuando quiero algo, eso
tiene que suceder, nunca dudes esto, cuando digo que voy hacer algo
por ti, ciertamente lo haré. Si tienes confianza en Mí, esto actúa como
un catalítico y Mi voluntad se realiza más rápidamente. También sin tu
confianza Mi voluntad se cumple siguiendo su curso normal porque lo

11
que Yo ordeno, debe suceder. Pero con tu confianza y actitud positiva,
Mi voluntad gana en energía y relevancia ¿comprendes?

Devoto: Sí mi Señor, es una cuestión de uno hacia Dios.

Sai Baba: Cuando hablas de actitud en relación a la fe y la


confianza hay una diferencia entre la actitud tuya hacia Dios y la de
Dios hacia ti. Cuando tienes fe en Dios, Él te toma bajo Su cuidado, te
protege y no permite que sufras. En este punto el devoto está
totalmente atado y Dios está totalmente libre. Pero cuando el devoto
muestra una confianza al cien por ciento en Dios, es Dios el que está
totalmente atado y el devoto es libre

Devoto: Por favor explícalo más claramente mi Señor.

Sai Baba: Es así. Cada uno de ustedes tiene deudas y créditos


Kármicos, basados en la rueda de nacimientos y muertes, esto es,
acciones, pensamientos, carácter, etc. Si tu Karma es bueno el
resultado o fruto será bueno. De otra manera será malo. Cuando
tienes un Karma malo, tienes que sufrir, sin embargo, tu fe en Dios
mitigará tu sufrimiento. Te doy una inyección de Gracia que actúa
como medicina. En resumen, cuando tienes un cien por ciento de fe
en Dios, Él, en su compasión, reduce tu sufrimiento, pero no puede
reducir tus Karmas, tus Karmas actúan como freno y atadura. Todo lo
que el Señor hace es darte su Gracia de acuerdo con tu Karma y con
lo que tú mereces. De esta manera tú estás atado y Él es
completamente libre.

Pero cuando muestras un cien por ciento de confianza en Dios, Él


está totalmente “obligado” a ocuparse de ti. Ningún karma bueno o
malo puede interponerse y actuar como freno. Cuando muestras esta
confianza implícita en Dios y la creencia inconmovible de que Él se
ocupara de todos tus asuntos, ¿por qué preocuparte? Él no puede
fallarte; tiene que ocuparse de ti y de todos tus asuntos, suceda lo
que suceda y cualesquiera que sean tus circunstancias, tu karma. De
esta manera, Dios está totalmente atado por Su obligación hacia el
devoto y, en cambio, el devoto es libre. El poder de la confianza total

12
es tan grande que supera todo Karma. Tiene el poder de atar a Dios
completamente con ataduras de oro de tal manera que está forzado a
inclinarse ante el devoto y acceder a sus deseos y necesidades.

Un cien por ciento de fe significa que Dios no permitirá que


sufras. Un cien por ciento de confianza significa que Dios no te fallará.
Un cien por ciento de fe más un cien por ciento de confianza,
configura una devoción, un alto grado en el camino devocional del
cien por ciento. Es la forma más alta de devoción, donde el Señor está
en una situación de ataduras de oro y el devoto en una situación de
serenidad suprema y sonriente libertad. Este es el objetivo al que
debe apuntar todo devoto.

Debes recordar que fe y confianza no son dos emociones


separadas. Sin fe no puede haber confianza. Si no tienes fe en
alguien, ¿cómo puedes creer y confiar en él? Por lo tanto, la fe viene
primero y luego viene la confianza. La fe es la semilla, la confianza es
el brote y la devoción es el fruto.

Devoto: Mi Señor, a veces, Tú dices que harás algo “mañana”


pero ese mañana ocurre después de muchos años ¿por qué?

Sai Baba: Bueno, hijo mío, no podrás comprenderlo


completamente. Es suficiente que sepas que Soy y estoy por encima y
fuera del tiempo, por lo tanto no estoy sujeto a límites de tiempo y
medida. Mi concepto del tiempo es diferente del tuyo. Tú estás en una
jaula, y para ti el tiempo se mide en días y noches, horas y minutos.
Pero Yo estoy fuera de esos límites. Estoy en la Luz Eterna y para Mí
el tiempo es eterno. No estoy restringido por los días, meses o años.
Todo, sea presente, pasado o futuro es lo mismo para Mí. Todo el
tiempo es presente. Todo el tiempo es ahora. Veo las cosas de modo
diferente a ti porque mi perspectiva es diferente.

Devoto: Para resumir entonces…

Sai Baba: Para resumir, tu fe debiera darte total confianza en


Mí, deberías tener la confianza implícita de que te cuidaré, velaré por

13
ti, y te proveeré de lo que necesites. Debes tener confianza de que Mi
gracia esta siempre contigo y de que siempre te cuido y te protejo.
Debes tener confianza de que nunca te abandonaré, de que siempre
estoy a tu lado ayudándote, consolándote y acompañándote a través
de los problemas y los malos momentos y dificultades. Así como te
apoyas en la pared sabiendo que no se caerá, apóyate en Mí, y
depende de Mí enteramente. Entonces Me ocupare de ti y de todos tus
asuntos. Como dijo Krishna en el Bhagavad Gita. “Sí dependes de Mí
con total fe y confianza, me ocuparé de tu bienestar y me ocuparé de
tus necesidades en este mundo y en el próximo”.

¿Cómo y cuándo?… Será en el momento perfecto.

No olvidemos, ahora ¡La Divinidad está a cargo!

“Quienquiera entre los devotos que dedique, con ningún


otro pensamiento, todos los actos a Mí. Quienquiera que
medite sobre Mí, Me sirva, Me adore, Me recuerde, que
sepa que siempre estoy con él, siempre proveyendo, Yo
soporto todas sus cargas y pesares, garantizo que saciaré
sus necesidades y velaré por su seguridad”. Bhagavad
Gita

14
DE LA CONFIANZA EN UNO
MISMO A LA REALIZACIÓN DEL
SER 3

Sai Baba: Piensa siempre “Dios está conmigo, dentro de mi,


alrededor mío, todo lo que existe es Dios. Yo soy uno, sólo uno. No
existe nada más además de mi. Yo y Dios somos Uno y lo mismo”.
Para lograr esta unidad, el primer paso es desarrollar la confianza en
uno mismo. Donde hay confianza en uno mismo habrá amor, habrá
paz y verdad, ahí estará Dios. Sin la confianza en sí mismo no habrá
Dios ahí. Por lo tanto, primero debe haber confianza en sí mismo. Ésta
llega cuando te das cuenta que Dios no está fuera de ti. Esto implica
pensar todo el tiempo: Dios está en mi; Dios esta haciendo todo; sin
Dios yo no podría ser; todo esto es Dios, yo solo quiero pensar en
Dios. Sin embargo, en que estas pensando ahora? Tú estas pensando
solamente en lo físico. Estas olvidando a Dios, estas pensando en el
cuerpo. El cuerpo no es sino una burbuja de agua; es sólo un vestido,
únicamente un disfraz.

Desarrolla la confianza en ti mismo, entonces el amor fluirá,


vendrá naturalmente desde adentro. Ese tipo de amor será puro.
Primero viene la confianza en uno mismo, eso es el cimiento. Después
viene la autosatisfacción, que es como las paredes; en seguida viene
el autosacrificio, que es el techo. Finalmente viene la autorrealización,
la cual es el morador que llega y vive dentro de esa casa. Sin los
cimientos las paredes se caerán, sin paredes no puedes tener un
techo, sin un techo no habrá una casa. Por lo tanto, todo se inicia con

3
Eterno Conductor, junio 1985.”Amrita Dhara”. Alvin Druker. Entrevista a extranjeros en
abril de 1985.

15
la confianza en uno mismo y termina en la realización del Ser. Ese ser
eres tú. Lo es todo. Es Dios.

Devoto: ¿La confianza en uno mismo significa confianza en el


Ser?

Sai Baba: Sí, eso es lo que significa, confianza en el Ser. Eso


es muy importante. ¿Cómo desarrollar esa confianza? Sé ecuánime,
mantente contento con lo que tienes. Sé feliz. El secreto de la felicidad
no es hacer lo que a ti te gusta, sino hacer con gusto lo que tienes
que hacer. Esto es una gran verdad. Y tú tienes que tener siempre
una fe completa en Dios. La verdadera grandeza viene de la fe. Ahora
no hay confianza en ti. Sin confianza la fe titubeará. Entonces, ¿dónde
hay lugar para que venga la gracia y para que la divinidad se aloje en
el interior? Si cierras la puerta, ¿cómo podrá revelarse el espíritu?

Devoto: Señor, yo quiero llegar pronto a ti. ¿qué es lo que


tengo que hacer?

Sai Baba: A través del amor, sólo a través del amor. El amor es
todo. Amor es Dios. Vive en el amor. Empieza el día con amor, pasa el
día con amor y termina el día con amor. Este es el camino hacia Dios.

Devoto: ¿Cómo desarrollamos esta confianza y el amor


desinteresado?

Sai Baba: Todo esto viene a través de la gracia de Dios. Sin la


gracia tú no puedes hacer nada. Primero cumple con tus deberes y
piensa en Dios todo el día desde el amanecer hasta la noche. Ve todo
como Dios. Sé feliz. Piensa: “Oh Señor, tú eres mi todo, tú eres mi
meta, tú eres mi aliento”. No pienses: “Esto es mío, aquello es mío”;
en lugar de esto, piensa: “Todo esto es tuyo; todo es tú mismo”, “Yo
soy algo diferente al cuerpo. Este cuerpo es sólo una burbuja de agua.
Yo soy diferente a la mente. Esta mente es sólo un mono loco. Yo soy
la conciencia. Yo soy el Atma. Dios y yo somos uno”. Piensa de esta
forma: antes de que este cuerpo se formara tú estabas ahí, después
de que este cuerpo se vaya tú estarás ahí. Tú eres omnipresente, tú

16
eres el inmutable Atma, tú eres el todo. Para llegar a esta verdad
tienes que hacer algún sadhana (práctica espiritual). Tienes que
preguntarte: ¿Qué es Dios? ¿Quién es Dios? ¿Quien soy yo? Jesús
pasó doce años en el desierto, entonces él se realizó. Tu también
tienes que realizarte. El primer paso en la realización es pensar
siempre en Dios. Después de algunos años te darás cuenta de que
Dios y tú son uno solo.

17

Вам также может понравиться