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Pucallpa – Perú
2019
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INDICE
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INTRODUCCION
3
I. ANTECEDENTES
1.1. El Derecho Monetario y Los Problemas Monetarios
Los problemas monetarios han asolado a la humanidad desde la antigüedad.
Desde la aparición del trueque hasta la consolidación del dinero fiduciario, el
hombre siempre ha tenido la necesidad de poder mantener sus intercambios
comerciales en un clima de igualdad y sobre todo de satisfacer sus necesidades
en general.
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estabilidad de la moneda contra la arbitrariedad política que imponía
reglas concernientes a la definición de su uso”.
En los sistemas monetarios metálicos, si bien cualquier metal podía haber sido
considerado como moneda, el oro y la plata presentaron ventajas como dinero,
aunque su aceptación fue la clave: la moneda permitió separar el acto de la
producción del acto de la venta.
Metodológicamente, tal y como recomienda Cipolla, en términos de las
emisiones de moneda en los regímenes monetarios basados en monedas
metálicas, es importante distinguir dos niveles: el volumen y el valor de las
emisiones. El poder público fijaba rigurosamente tanto el peso como la ley y el
diseño de las monedas que acuñaba la ceca, pero el volumen de las
acuñaciones y su composición en las distintas especies de monedas se dejaban
al arbitrio de las fuerzas del mercado (en el caso de Florencia en el siglo XVI)
de allí que las autoridades monetarias solían indicar el peso oficial que debería
pagar el gestor de la ceca por el metal (es decir, la “entrega”), pero cuando se
trataba de comprar metal en forma de monedas extranjeras o prohibidas, la ceca
no se consideraba vinculada por este precio oficial, y, como dicen los
documentos de la época, “hacía mercado”.
Otra transformación financiera importante fue la aparición del papel moneda, el
cual se introdujo de diferentes formas. “El papel moneda constituye una etapa
importante en el proceso de desmaterialización de los signos monetarios. Es un
instrumento monetario donde el valor facial está disociado de su valor
intrínseco, a diferencia de la moneda metálica. Se acepta en virtud de la
confianza depositada en su emisor, de allí el nombre de moneda fiduciaria que
se les otorga a los billetes (fiducia quiere decir confianza en latín)”.
Según el historiador Manuel Chacón, el papel moneda surgió como una manera
de facilitar las transacciones comerciales, y evitar el traslado de grandes y
pesadas cantidades de moneda metálica. Los individuos depositaban en el
banco una determinada cantidad de dinero metálico y a cambio recibían un
papel en el que se certificaba la cantidad que habían depositado, con el cual
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realizaban la compra de bienes. Si bien el papel moneda surgió en China, hacia
el siglo IX, en Europa la circulación de billetes se inició a mediados del siglo XII,
cuando los orfebres empezaron a emitir recibos que se convirtieron en medio
de cambio y fueron aceptados como promesa de pago; posteriormente los
primeros bancos emitieron billetes de banco, siguiendo el principio de
almacenar oro y emitir promesas de pago de dicho oro, hasta la primera mitad
del siglo XX.
El papel moneda de convertibilidad plena en oro dio paso al papel moneda con
reserva fraccionaria. Una consecuencia del sistema financiero de reserva
fraccionaria fueron los bancos centrales, que funcionaron como banqueros de
los otros bancos, en calidad de instituciones privadas, y se convirtieron en las
instituciones autorizadas para emitir billetes, pasando a conformar instituciones
de carácter público. El Banco Central inglés se fundó en el siglo XVII, y funcionó
técnicamente como privado hasta su nacionalización en 1946, aunque mantiene
relación con el gobierno. A los demás bancos se les denominó bancos
comerciales. Originalmente los bancos centrales emitían dinero de
convertibilidad plena en oro, pero empezaron a emitir más billetes que los que
podían convertir.
A principios del siglo XX la mayoría de bancos privados habían perdido su
autoridad para emitir billetes, pero, en su defecto, empezaron a crear dinero
mediante depósitos, que pueden ser transferidos a terceras personas por medio
de cheques o que pueden convertirse en dinero. Estos cheques no son dinero,
no circulan entre las personas, pero el saldo en depósito en la cuenta bancaria
sí constituye dinero. Los bancos comerciales mantienen reservas para
respaldar la convertibilidad: una parte en efectivo la custodian en sus propias
arcas, pero la mayoría de sus reservas se depositan en el banco central. Estos
últimos depósitos son “Derechos para obtener el efectivo que los bancos
comerciales saben que el banco central siempre satisfará, por lo que se
consideran tan buenos como el efectivo”.
Pero desde el fin de la Primera Guerra Mundial vivimos una era de inestabilidad
monetaria. Por un lado, toda la economía es en sí una economía monetaria, en
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contraposición a la economía de subsistencia; y, por otro lado, la inestabilidad
monetaria manifestada en la inflación y la devaluación es la regla principal en
lugar de la excepción.
Existe una clara diferencia entre el periodo interbélico y la Segunda Guerra
Mundial, pues durante el periodo interbélico, los problemas monetarios fueron
el resultado de crisis económica, para cuya solución los determinadores de la
política pública no se hallaban preparados; mientras que, en el transcurso de la
Segunda Guerra, la actitud de los tomadores de decisiones en cuestiones de
política pública fue diferente (estos consideraron a la inestabilidad monetaria
como un mal menor). Entre los tres principales objetivos de la política
económica de la era de la Segunda Guerra Mundial (crecimiento, pleno empleo
y estabilidad monetaria) la estabilidad monetaria se sacrificó para el logro de los
dos primeros objetivos. A menudo el crecimiento y el empleo son incompatibles
con la estabilidad monetaria en la imperfecta estructura de la sociedad y
economía modernas. Hay dos fuertes grupos de presión: los sindicatos y los
hombres de negocio. Ambos están interesados en el crecimiento y pleno
empleo, y hacen presión para lograrlo. El crecimiento y el pleno empleo son
preferibles a la recesión y las crisis económicas. Por lo tanto, hemos vivido y
probablemente continuemos viviendo en una era inflacionaria. No obstante, este
estado de cosas presenta un desafío al derecho monetario: deberá ajustarse a
una realidad monetaria diferente. El derecho monetario es la contraparte legal
de los problemas monetarios, si la realidad monetaria ha cambiado sus
enfoques, también deberán cambiar las instituciones y las normas operativas
del derecho monetario. Este es un desafío muy serio para toda la profesión legal
y los legisladores.
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considerarlo; muchos no se percatan de que el nominalismo es una
institución legal. Si hubiera sido tan solo un concepto de filosofía política,
los tribunales legales no hubieran sido facultados para aplicarlo en la
práctica. El nominalismo no es auto manifiesto. incluso aunque muchos
así lo consideren. En muchos casos su aplicación es injusta. Si bien la
ley se esfuerza por promover los fines de la justicia. El oro fue
desmonetizado pero su precio se elevó notablemente en el mercado
libre. El valor del dinero puede establecerse con mayor facilidad en
comparación a épocas anteriores. El dólar flota en los mercados de
cambio extranjeros. Si en la práctica ya no prevalece el estándar del oro,
el efecto del cambio deberá ser tenido en cuenta, cuando menos en el
derecho. De hecho, los economistas no se ocupan del derecho monetario
puesto que pareciera que se ha trasladado al campo del derecho, dado
que tiene como objetivo principal la búsqueda de la justicia. De hecho,
los términos monetarios se emplean en los contratos de estatutos,
tratados, testamentos, reglamentaciones, para la tasación, las leyes
impositivas, etc.
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norman la estructura y la operación del sistema monetario, establecen la naturaleza
y la condiciones que le legislación nacional reconoce a las monedas extranjeras,
regulan la creación y cumplimiento de obligaciones dinerarias y consigan el régimen
aplicable a los cambios de monedas emitidas por distintos países, cuando una de
ellas sea la moneda nacional.”
Podemos decir entonces que el derecho monetario es el conjunto de normas
aplicables al dinero, en un país y/o Estado determinado, en donde estas normas
estarán integradas por un conjunto establecido de disposiciones que determinarán
la unidad monetaria, las condiciones de los signos que los representan, la
regularización de la moneda (emisión, circulación y extinción de los mismos) y el
establecimiento al régimen aplicable a la moneda extranjera.
Todas las disposiciones que puedan emanar del derecho monetario, se encuentran
rigurosamente relacionada la forma y término de para contraer y solventar
obligaciones pecuniarias.
III. NATURALEZA JURÍDICA
El derecho monetario tiene naturaleza jurídica mixta, porque rige intereses privados
y públicos es decir, por un lado tiene por objeto regular el sistema monetario de un
país, estableciendo normas que permitan regularizar la moneda en cuanto a su
unidad, los signos que lo representan, su circulación, etc. Y, por otro lado, regular
las funciones del dinero en cuanto a las relaciones entre particulares.
IV. LOS PRINCIPALES ENFOQUES DEL DERECHO MONETARIO
4.1. EL ENFOQUE NOMINAL
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Por supuesto que una unidad de moneda, es decir, un billete que lleve la
inscripción "un dólar" es siempre igual a otro billete que lleve la misma
inscripción debido a que se puede intercambiar libremente, sin tener en cuenta
la fecha de su emisión. Sin embargo, se impone la siguiente pregunta: ¿debería
aplicarse el mismo enfoque a las promesas incluídas en los contratos? En los
contratos privados, los términos monetarios sirven únicamente a los fines de la
valuación, sirven como un patrón de valor. Los términos monetarios expresan
el valor de las obligaciones no monetarias, el pago por ellas. El derecho recién
adoptó el principio nominalista en los siglos dieciséis y diecisiete, durante el
período de los monarcas y príncipes absolutistas, tras la publicación de la obra
de Cardus Molinaeus, Tractatus Contractuum et Usurorum. Anteriormente,
en la época medieval, prevalecía el principio metálico de la moneda, a saber,
se consideraba una cierta cantidad de oro o plata como objeto de una deuda.
Frecuentemente se pesaba el dinero al efectuar el pago. En vista de éste
enfoque, era lógico exigir al deudor que devolviera el valor intrínseco del dinero,
aún sin que existiera una cláusula que lo dispusiera expresamente. Hasta en
una circular de Federico el Grande, rey de Prusia, del siglo diecinueve, se
estipulaba que era éste un principio básico del derecho basado en la "Justicia
Natural", que cada deudor había de devolver lo adecuado en la misma moneda
(es decir, en cuanto a su contenido metálico) en que había recibido el préstamo.
4.2. EL VALORISMO
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V. FUNCIONES DEL DERECHO MONETARIO
VI. ORDEN MONETARIO
El orden monetario o sistema monetario definido desde un punto de vista general,
es cualquier cosa que sea aceptada como moneda de cambio o medida de riqueza
en un lugar en particular.
El dinero de curso legal que es la base de un sistema monetario, tiene dos funciones
principales:
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El Sistema Monetario Internacional establece las normas que regulan los flujos
monetarios transfronterizos (esto es, entre distintos países). Entre sus principales
objetivos se encuentran garantizar la libertad de intercambio internacional y prevenir
desequilibrios monetarios que podrían afectar la credibilidad del sistema.
De las monedas damos un gran salto con el papel moneda (el billete de toda la
vida). Los primeros se crearon en China aproximadamente del siglo VII dC y
surgieron ante la falta de cobre para crear monedas. En Europa llegarán en el siglo
XVII gracias al intercambio habitual de mercancías entre Europa y Asia.
El papel moneda o billete también ha evolucionado con el tiempo, y en la actualidad
se imprimen billetes con métodos de alta tecnología con el fin de impedir la copia o
falsificación, como marcas de agua, relieves y tintas o papeles especiales que
destacan ante una fuente de luz especial.
De aquí surgen otras muchas opciones para realizar intercambios, si bien menos
populares, como son los cheques o talones (usados principalmente en el ámbito
empresarial) o los pagarés (también de uso empresarial).
Ahora definiremos el Dinero como todo activo o bien generalmente aceptado
como medio de pago por los agentes económicos para sus intercambios y que
además cumple las funciones de ser unidad de cuenta y depósito de valor1. Algunos
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ejemplos de dinero son: las monedas, las divisas y los billetes, las tarjetas de
débito, y las transferencias electrónicas, entre otros1.
Recordemos la naturaleza del problema que toda teoría económica debe resolver:
mostrar cómo, en una economía de mercado, los individuos son socializados por la
evaluación objetiva de las riquezas individuales. Se trata de la pregunta fundadora
de la economía política, y es sobre la capacidad de responder a esta pregunta sobre
la que las diversas teorías económicas deben ser apreciadas.
En una economía de mercado, la división social de las actividades es caracterizada
por una combinación particular de descentralización y de interdependencia. Una
economía de mercado comporta simultáneamente dos principios:
1) Un principio de acción descentralizada, según el cual un individuo dado es
libre y puede actuar sin prejuzgar del estado del conjunto de la economía; la
descentralización requiere que las condiciones de las acciones individuales
sean locales, por ejemplo, que exista un socio comercial que acepte la
relación; de esto resulta que la situación global de la economía es la
consecuencia involuntaria de las acciones individuales privadas;
2) Un principio de interdependencia que impone a los individuos las
consecuencias colectivas de sus acciones descentralizadas; este principio es
la equivalencia en el intercambio; las desviaciones respecto a esta norma se
revelan al final de la confrontación de las acciones individuales y conllevan la
realización de ajustes: las "sanciones del mercado".
Esta visión del mercado está presente en todos los grandes economistas, desde
Smith a Walras, pasando por Marx y Ricardo. Sin embargo, ella difícilmente se
encuentra en los sistemas formales de determinación de los precios, que se supone
son la expresión analítica de sus concepciones generales. En otros términos, las
teorías del valor no logran traducir de manera coherente la idea general que cada
persona, incluyendo los economistas, se hace del mercado.
Es por eso que parece necesario adoptar un punto de vista radicalmente diferente
al de la teoría del valor y admitir que la coordinación por el mercado es indisociable
del dinero. Más precisamente, el dinero como institución debe ser el punto de partida
1
«Importancia de los billetes y monedas en la vida diaria». Banco de México. Consultado el 24 de marzo de 2015.
13
del enfoque económico porque sólo él, así parece ser, nos permite dar cuenta de la
combinación particular de los principios de descentralización y de interdependencia.
Dado que aquí el dinero se supone, es claro que su génesis económica no es un
objeto posible de investigación. Pero eso no significa que se renuncie a una teoría
económica del dinero ni tampoco a un enfoque no-económico y más general.
Por "teoría económica del dinero", hay que entender el enunciado de las
propiedades mínimas que la institución "dinero" debe poseer para dar cuenta de la
coordinación de las acciones privadas por el mercado. Desde esta perspectiva no
es un bien particular sometido a la ley del valor. No es tampoco una hipótesis realista
reproduciendo de manera estilizada una realidad empírica. él es, al contrario, un
sistema de pagos definido por un conjunto mínimo de reglas a partir del cual es
posible describir un máximo de situaciones posibles.
En resumen, se trata de mostrar que el mercado sólo es pensable sobre la base de
un supuesto institucional preciso llamado "sistema de pagos" y que los diversos
sistemas monetarios históricamente observables en las economías de mercado
dependen, todos, de una teoría unitaria fundada sobre esta noción de sistema de
pagos.
Tal teoría económica del dinero es indisociable de una representación más amplia
del vínculo social. Es precisamente, porque el dinero, en tanto dispositivo formal,
concierne a otras relaciones diferentes a las mercantiles, que es vano tratar de
deducirlo del mercado o de la mercancía, como pretenden hacerlo los teóricos de la
teoría del valor. La teoría del dinero es, por lo tanto, en su esencia, necesariamente
no económica. Ella no se reduce a un funcionalismo del mercado, las diferentes
contribuciones a esta obra lo testimonian. Pero es también porque el dinero modela
más que nunca la forma de nuestras sociedades, que conviene interrogarlo en sus
aspectos contemporáneos.
Los dos principios constitutivos de la economía de mercado (descentralización e
interdependencia) son combinados de manera particular. Ellos no son formulables
independientemente el uno del otro: el hecho de poder actuar de manera
descentralizada sólo es posible porque la interdependencia entre las acciones
establece un principio colectivo que se impone a todos, la equivalencia en el
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intercambio. Recíprocamente, la equivalencia en el intercambio no tendría ningún
sentido sin la autonomía de los individuos. Pero no es suficiente que nos quedemos
en este nivel de abstracción. Hay que mostrar cómo esta combinación particular de
la autonomía de los individuos y de la equivalencia en el intercambio se encarna
socialmente y cómo ella se desarrolla en la práctica. La noción del sistema de
pagos, al elucidar las relaciones entre dinero y deuda intenta responder a esta
exigencia2.
Un sistema de pagos, al nivel más general, posee tres componentes mínimas:
una unidad de cuenta común, que permite expresar las magnitudes económicas
(precios o riquezas individuales), un principio de emisión, que es la condición de la
acción descentralizada de los individuos, y un principio de regulación de saldos, que
hace explícito como la equivalencia en el intercambio determina las magnitudes
económicas.
Estos tres componentes forman el mecanismo de mercado, ausente de las teorías
del valor. Hagámoslos explícitos, señalando bien su contenido social por encima de
su aspecto técnico.
Una unidad de cuenta es una medida acordada entre los agentes para expresar el
valor de los bienes, servicios, activos, transacciones, etc. Se trata de una unidad
numérica que permite reflejar distintos niveles (más o menos) y hacer operaciones
(resta, suma, multiplicación, etc.).
Tener una unidad definida es útil para facilitar las comparaciones de valor y tomar
decisiones económicas. Así, por ejemplo, se nos hace más simple acceder a la
2
Dehay E. [1995]. "La justification ordo-libérale de l'indépendance des banques centrals", Revue Francaise
d'economie, X, 1.
15
información de los cambios en los precios relativos de los bienes, el costo de
endeudamiento, rentabilidad de inversión, etc.
Además, facilita las transacciones y la negociación al permitir que dos partes tengan
en cuenta la información en una misma unidad. Se utiliza como unidad de medida
usualmente la moneda de curso legal en un país se utiliza como unidad de medida
en los límites de su territorio. No obstante, la moneda no tiene que necesariamente
cumplir esta función. Es sabido que en el pasado se han utilizado otros bienes como
unidad de cuenta tales como: gramos de oro, semillas de cacao, etc. Asimismo, hoy
en día contamos con las monedas de distintos países y también criptomonedas que
son utilizadas como unidad de cuenta en diversas transacciones.
Una de las funciones del dinero es servir como unidad de cuenta. Este hecho ha
servido para algunos como una justificación a la existencia de un monopolio en la
emisión de dinero por parte del Banco Central. No obstante, lo anterior debemos
tener presente que la función de unidad de medida no es exclusiva del dinero
emitido por el Banco Central ni siquiera del dinero en general. Diversos tipos de
bienes pueden servir como unidad de cuenta y pueden coexistir distintos tipos de
monedas que cumplan la misma función.
La unidad de cuenta común, no incorporado por la teoría económica moderna en
razón de la hipótesis de ausencia de ilusión monetaria, la unidad de cuenta común
es "el primer concepto de la teoría monetaria" según el Tratado del dinero de
Keynes. Es por ella que las relaciones entre individuos toman la forma cuantitativa,
forma general en nuestras economías de mercado pero presente igualmente en
otros lados, ya sea en los ‘Aré aré’, o en la Roma de los reyes etruscos o en las
sociedades tradicionales africanas.3
La unidad de cuenta parece ligada más o menos directamente a la idea de
soberanía, la definición de las unidades de medida es generalmente un atributo del
poder político. Sin embargo, hay que recordar que se trata de una soberanía bien
particular y que ella no se confunde en ningún momento con el poder político en el
sentido tradicional. El hecho que esta unidad de cuenta puede ser totalmente
3
Durkheim E. [1978]. De la division du travail social, PUF.
16
abstracta, la vuelve a priori difícilmente confinable entre las fronteras. La soberanía
política -proclamar el curso de especies en unidades de cuenta- aparece, en este
caso, inscrita en un marco más amplio que la sobrepasa.
Sea lo que sea, la existencia de una unidad de cuenta común es la primera condición
de una expresión cuantitativa de las relaciones sociales. Ella plantea, más allá de
sus interpretaciones posibles, el problema fundamental del anclaje nominal de la
sociedad. La permanencia de la unidad de cuenta no está adquirida. Una cosa es
presuponer su existencia, y otra cosa es entender cómo la referencia a esta unidad
se mantiene a través de las vicisitudes del mercado. Este problema está en el
corazón de todas las tentativas de regulación social. La referencia a la unidad de
cuenta común establece las fronteras de la economía de mercado, ya sea que
coincidan o no con las de la soberanía política. Ella es también la condición
necesaria de toda acción individual sobre el mercado. Sin embargo, ella no es una
condición suficiente.
VIII. POLÍTICA MONETARIA
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Los bancos centrales ejecutan su política monetaria a través de ajustes de la
masa monetaria, en general en operaciones de mercado abierto. Por ejemplo, un
banco central puede comprar deuda pública a bancos comerciales,
incrementando así la masa monetaria (lo que se conoce como «política monetaria
más expansiva»). El objetivo de las operaciones de mercado abierto es controlar
las tasas de interés a corto plazo, que a su vez influyen en las tasas a largo plazo
y la actividad económica en general. En muchos países, en especial en los de
bajo ingreso, el mecanismo de transmisión de la política monetaria no es tan
eficaz como en las economías avanzadas. Antes de pasar del régimen de metas
monetarias al de metas de inflación, un país debe haber desarrollado un marco
que permita al banco central establecer metas para las tasas de interés a corto
plazo.
18
La política monetaria se basa en la relación entre las tasas de interés en una
economía, es decir, el precio al que se presta el dinero, y la oferta monetaria total.
La política monetaria cuenta con una variedad de herramientas para controlar uno
o ambos factores para influir en los resultados de crecimiento
económico, inflación, tipo de cambio con otras monedas y desempleo. En las
economías en las que la emisión de moneda es un monopolio, o en aquellos
sistemas en los que la emisión se realiza a través de los bancos, que a su vez están
vinculados a un Banco Central, se puede influir de forma efectiva en la oferta de
dinero disponible para lograr unos determinados objetivos. La política monetaria
como tal se remonta a finales del siglo XIX utilizándose para mantener el estándar
oro.
19
menor liquidez). El efecto multiplicador de las reservas bancarias fraccionadas
amplifica el efecto de estas medidas.
20
c) Agregados Monetarios
21
Existen otras políticas de tipo de cambio fijo más flexibles como la convertibilidad-
fija en el que la divisa es comprada o vendida diariamente por la autoridad monetaria
con el objetivo de mantener el tipo de cambio dentro de unos márgenes.
También existe el tipo de cambio «mantenido» en el que cada unidad de divisa local
ha de estar respaldada por una unidad de divisa extranjera.
Mediante una política monetaria de tipo de cambio fijo, se suele relegar la política
monetaria en sí a la autoridad monetaria extranjera del país respecto al que se ha
fijado el tipo de cambio. El grado de dependencia depende de muchos factores
como la movilidad de capital, canales de crédito y otros factores económicos.
Según una publicación del 2019, economipedia señala que la política monetaria es
la disciplina de la política económica que controla los factores monetarios para
garantizar la estabilidad de precios y el crecimiento económico. La política
monetaria va unida a la política fiscal.
4
Guillermo Fernández del Carpio. Evaluación de la Política Monetaria en Perú. Investigador ISUR. 2017.
22
- Mejorar la balanza de pagos, donde las importaciones no deben exceder las
exportaciones.
La masa monetaria está compuesta por dinero y cuasi dinero. El primero de ellos,
consiste en la cantidad de dinero en billetes y monedas que hay en circulación. El
segundo, está compuesto por depósitos a plazo fijo, cuentas corrientes, fondos
mutuos, entre otros.
23
En economía, el término Tríada o Triada (a veces también denominado Trilogía
económica)5 designa el conjunto de las tres regiones que dominan la economía
mundial, así como los grandes alineamientos de la política internacional: América
del Norte (Estados Unidos + Canadá), Europa occidental (Unión Europea + Noruega
+ Suiza), y el Asia-Pacífico (Japón + Corea del Sur), con 3 polos dominantes en
varios sentidos (que se destacan), y que son: EEUU, Unión Europea, y Japón.
5 Ivan Dario Eraso Gironza, El camino del conocimiento: La Triada Económica, sitio digital 'El camino
del conocimiento', 12 de junio de 2008.
6 “China supera a Estados Unidos como principal motor de la economía mundial». El Economista.es
24
que controlan lo esencial del poder político y económico del mundo, donde
además se concentran los capitales y la actividad financiera, y donde también
hay un muy buen desarrollo tecnológico y un muy buen aprovechamiento y
manejo de la información y del conocimiento".
Poderío Económico:
25
1997 a 2017 indica que China lideró el porcentaje de solicitudes de patentes
relacionados con la Inteligencia artificial, superando a Estados Unidos, así como
el porcentaje de inversión global para I.A., superando también a los Estados
Unidos.
Potencia Militar:
La Tríada involucró el 70% de 1,145 billones de dólares (o sea, algo más de 800
mil millones de dólares), monto estimado del presupuesto militar mundial del
año 2006. Y naturalmente, en la zona geográfica involucrada con la Tríada,
también es donde se encuentran las grandes firmas involucradas con el sector:
Boeing, EADS, Raytheon, BAE Systems, Lockheed Martin, etc.
Poderío Diplomático:
Como lengua de uso corriente en actividades varias, tales como, por ejemplo:
turismo, grandes espectáculos deportivos, noticias, etc.
26
Según la clasificación anual de la Universidad de Shanghai (China),
instituciones educativas de la Tríada ocupan los 100 primeros lugares; allí, las
universidades americanas son numerosas y están entre las más prestigiosas.
Los países más importantes de la Tríada, han sido objeto de críticas diversas e
importantes. En efecto, reiteradamente han sido acusados tanto en foros
mundiales como por centenas de ONG ecologistas y sociales:
27
De robar y depredar las riquezas de países menos desarrollados, directa o
indirectamente, y en muchos casos con la complacencia de gobiernos
corruptos;
Por otra parte, Rusia es una potencia económica con mayor grado de Desarrollo
Humano que China. El país eurasiático es el primer productor mundial de gas
natural, y uno de los principales de petróleo; además está entre los cinco
primeros en cuanto a recursos minerales (hulla, hierro, níquel, etcétera).
Sin embargo, el nuevo poder de las BRICs, por más que es importante, se
enmarca en las reglas establecidas e impuestas por la Tríada (como son la
OMC, la propiedad industrial, los derechos de autor y patentes, el
funcionamiento de la ONU y el Consejo de Seguridad...). Este marco
28
preestablecido desde la Tríada impide que los países del Sur puedan ascender
en el plano internacional de forma rápida. Aun así, estas potencias emergentes
han demostrado poder adaptarse a las circunstancias del juego y continuar su
desarrollo.
X. CONCLUSIONES
El estudio e investigación del derecho monetario debería institucionalizarse. Los
intereses de la investigación por el mismo deberían desarrollarse. El derecho
monetario es la dimensión legal de los problemas monetarios y de fenómenos tales
como la inflación y la devaluación. El derecho monetario y sus soluciones inciden
en la inflación y la devaluación y sus efectos. El derecho monetario y sus soluciones
influyen
29