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6.4.

Contaminación del suelo

Antes de la década de 1970, se hablaba de la contaminación del aire y del agua, y al suelo se le
atribuía una capacidad de autodepuración casi infinita. Sin embargo, la sensibilidad mundial
comenzó a cambiar a partir de la declaración de la Carta Europea de Suelos desarrollada por la
Comunidad Europea en 1972, la cual define el suelo como uno de los más preciados activos de
la humanidad sobre el que viven hombres, animales y plantas; lo califica como un recurso
limitado fácilmente destruible y manifiesta que debe ser protegido contra la erosión, la
contaminación y el daño que pueden causar el desarrollo urbano y las prácticas agrícolas y
silvícolas, razón por la cual los gobiernos deben impulsar medidas específicas para planificar y
administrar los recursos del suelo (Solano, 2005).

Pero fue en el año 1992, en la Cumbre de Río, donde se reconoció la importancia de la


protección de los suelos y de sus usos potenciales en el contexto de un desarrollo sostenible, en
particular contra la contaminación procedente de acciones o actividades de origen antrópico.

En concreto, se acordó el concepto de desarrollo sostenible y se adoptaron varias convenciones


jurídicamente vinculantes en materia de cambio climático, diversidad biológica y, posteriormente,
desertificación. En este mismo año (1992), el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), tuvo
como objetivo la conservación de la diversidad biológica, el fomento del uso sostenible de sus
componentes y la distribución justa y equitativa de los beneficios derivados de la utilización de
los recursos genéticos.

En este Convenio es fundamental la preocupación por el hecho de que la diversidad biológica se


está viendo reducida significativamente por la actividad humana, incluida la gestión del suelo y
de la tierra. Asimismo, en 1992, la Convención Marco sobre Cambio Climático (CCC) reconoce la
función y la importancia de los ecosistemas terrestres como sumideros de gases de efecto
invernadero, y plantea que los problemas de degradación del suelo y los cambios en el uso del
mismo pueden agravar la emisión de gases a la atmósfera. Igualmente, en 1994 la Convención
de las Naciones Unidas de lucha contra la desertificación fijó como objetivo evitar y reducir la
degradación del suelo, rehabilitar terrenos parcialmente degradados y recuperar tierras
desertificadas. Dicha convención reconoció la relación que existe entre la desertificación, la
pobreza, la seguridad alimentaria, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático. Por su parte
el protocolo de Kioto promueve el desarrollo sostenible e invita a todas las partes a aplicar
políticas y medidas de protección y aumento de los sumideros y depósitos de gases de efecto
invernadero. En mayo de 2001, la Comisión de las Comunidades Europeas advirtió que la
erosión y el declive de la fertilidad del suelo representan una amenaza de primer orden para el
desarrollo sostenible, ya que reducen la viabilidad de las tierras agrícolas (CCE, 2002).Debido a
lo anterior, varios países dieron inicio a la inclusión del suelo como factor preponderante en la
regulación estatal, y generaron mecanismos de conservación y protección de este recurso
natural.

El suelo es un material poroso constituido de partículas sólidas de tamaños variables (1um hasta
200 um), sistema estructurado, heterogéneo y discontinuo, fundamental e irremplazable,
desarrollado a partir de una mezcla de materia orgánica, minerales y nutrientes capaces de
sostener el crecimiento de los organismos y microorganismos (Garcias , 2012).
Ilustración 1: Composición del suelo

Fuente: FAO, 2015

El suelo es un componente importante del ambiente, considerado como un recurso natural no


renovable debido a que su formación tarda miles de años , es una mezcla de minerales ,materia
orgánica ,agua y aire , el mismo se forma por acción de la temperatura ,el agua , el viento y los
animales , es el sustento de alimento para las plantas ,almacenar nutrientes , poseer y albergar
materia orgánica provenientes de restos animales y vegetales ,ser el habitad de diversos
organismos que trasforman la materia orgánica presente en el (Silva & Correa, 2009) .

Un suelo agrícola es aquel que se encuentra en zonas que dicho clima favorece el desarrollo y
crecimiento de los cultivos, así como también debe ser rico en nutrientes para garantizar una
producción óptima.

Ilustración 2: uso de suelo a nivel del País

Fuente: INEC, 2013


El suelo es un componente muy específico de la biosfera porque actúa como amortiguador
natural controlando el transporte de elementos y sustancias químicas a la atmósfera, la
hidrosfera y la biota. Por tanto, el mantenimiento de las funciones ecológicas del suelo es
responsabilidad de la humanidad (Kabata-Pendias, A. y Pendias, H., 1992)

Sin embargo, el suelo no ha sido tenido en cuenta como recurso medioambiental hasta hace
relativamente poco (Seoánez Calvo, M., 1999) aun cuando éste constituye uno de los medios
receptores de la contaminación más sensibles y vulnerables.

La contaminación es uno de los problemas más importantes del suelo (AEMA-PNUMA, 2002) y
se asocia con la entrada de sustancias que, a partir de una cierta concentración deben
considerarse como no deseables (Porta, J.; LópezAcevedo, M.; Roquero, C., 1994)

Por tanto, la contaminación del suelo consiste en la introducción de elementos extraños al


sistema suelo o la existencia de un nivel inusual de uno propio que, por sí mismo o por su efecto
sobre los restantes componentes, genera un efecto nocivo para los organismos del suelo, sus
consumidores, o es susceptible de transmitirse a otros sistemas (Martínez Sánchez et al., 2005)

Los suelos contaminados se generan principalmente por:

 Mala gestión de los residuos urbanos e industriales: vertidos incontrolados,


acumulaciones incorrectas, ruinas industriales, enterramientos de bidones y envases,
antiguos enterramientos de residuos, etc.
 Malas prácticas en instalaciones industriales: fugas, almacenamiento incorrecto.
 Accidentes en el transporte, almacenamiento y manipulación de productos químicos.
 Tratamiento incorrecto de las aguas residuales urbanas e industriales, mal estado de las
redes de saneamiento, fugas, etc.
 Empleo indiscriminado de fitosanitarios.
 Deposición de contaminantes atmosféricos.

Los suelos contaminados pueden tener efectos muy diversos, desde riesgo tóxico para la salud
humana hasta pérdidas de recursos naturales y económicos. Los principales peligros que puede
suponer un suelo contaminado son:

 Peligro toxicológico para la salud humana:


 Por inhalación: problemas alérgicos y respiratorios.
 Por ingestión, por desconocimiento al cultivarse suelos contaminados.
 Por contacto directo con la piel, alergias y problemas cutáneos en
trabajadores que manipulan este tipo de suelos.
 Contaminación de aguas superficiales y subterráneas y, por tanto, también de los
cultivos y animales de granja por utilización de dichas aguas para regadío y en las
granjas.
 Volatilización de determinados compuestos, con la consiguiente contaminación
atmosférica y riesgo para la salud.
 Peligros físicos, como explosión o fuego, corrosión de estructuras o alteración en las
propiedades mecánicas del suelo.
 Degradación paisajística: Provocada por el vertido indiscriminado de residuos sólidos
agrícolas.

Las consecuencias y peligros potenciales de los suelos contaminados pueden tardar en


manifestarse, tardando en ocasiones incluso décadas.

Los agentes contaminantes del suelo son muy diversos y proceden generalmente de las
actividades desarrolladas por el hombre. De todos ellos, destacan, por su especial incidencia
sobre la calidad del suelo, los hidrocarburos, los metales pesados, las partículas ácidas en
suspensión, el agua de riego salina y los fitosanitarios.

6.4.1. Principales contaminantes

 Fuentes Antropogénicas

Siglos de actividades antropogénicas han resultado en un problema generalizado de


contaminación del suelo en todo el mundo (Budschuh et al., 2012: DEA, 2010; EEA, 2014; FAO y
GTIS, 201. Luo et al., 2009; SSR. 2010.)

Las principales fuentes antropogénicas de contaminación del suelo son los químicos usados o
producidos como derivados de actividades industriales, desechos domésticos y municipales,
incluyendo las aguas residuales, los agroquímicos y los productos derivados del petróleo . Estos
químicos son liberados al medio ambiente accidentalmente, por ejemplo los procedentes de
derrames de petróleo o de la lixiviación desde los vertederos, o intencionalmente, como sucede
con el uso de fertilizantes y plaguicidas, irrigación con aguas residuales no tratadas o la
aplicación en suelos de lodos de depuradora.

1. Actividad industrial

Las actividades industriales liberan contaminantes a la atmósfera, el agua y el suelo. Los


contaminantes gaseosos y los radionúclidos son liberados a la atmósfera y pueden ingresar al
suelo directamente a través de la lluvia ácida o la deposición atmosférica; las antiguas áreas
industriales pueden estar contaminadas por el almacenamiento incorrecto de químicos o la
descarga directa de desechos al suelo; el agua y otros fluidos usados para enfriamiento en las
plantas de energía térmica y muchos otros procesos industriales pueden ser descargados en
ríos, lagos y océanos, ocasionando contaminación térmica y arrastrando metales pesados y
cloruros que afectan a la vida acuática y a otros cuerpos de agua. Los metales pesados
procedentes de actividades antropogénicas son también frecuentes en plantas industriales y
pueden surgir de polvos y derrames de materias primas, desechos, productos finales, cenizas de
carburantes e incendios (Alloway, 2013).

De acuerdo con la Directiva Europea relativa a la prevención y control integrados de la


contaminación (IPPC) (EC, 1996), las actividades potencialmente contaminantes pueden ser
agrupadas en seis categorías principales:
a) industrias energéticas
b) producción y procesamiento de metales
c) industria mineral
d) industria química e instalaciones químicas
e) manejo de desechos y otras actividades (que incluyen la producción de
papel y cartón, la fabricación de fibras o textiles, el curtido de cueros y pieles,
los mataderos, la avicultura intensiva o la crianza de cerdos, las instalaciones
que usan solventes orgánicos y la producción de carbón o grafito) (García-
Pérez et al., 2007).

 La salinización otra de las principales amenazas para los suelos globales, afecta a
muchos de los suelos que están próximos a ciertas actividades industriales,
principalmente las asociadas a cloros y álcalis, textiles, vidrio, producción de hule,
procesamiento de cuero animal y curtido de pieles, procesamiento de metales,
farmacéuticos, perforación de petróleo y gas, fabricación de pigmentos, fabricación de
cerámica y producción de jabón y detergentes (Saha et al., 2017.).

 Los hidrocarburos son los principales agentes contaminadores del suelo. Los
combustibles fósiles (fueles, gasolinas, gasóleos, kerosenos, etc.) se emplean en
numerosas actividades y se almacenan en grandes cantidades.

 Los metales pesados en pequeñas dosis pueden ser beneficiosos para los organismos
vivos y de hecho son utilizados como micronutrientes, pero pasado un umbral se
convierten en elementos nocivos para la salud. Proceden de productos químicos
utilizados en agricultura y de lodos residuales, de actividades de minería y fundición, de
desechos domésticos, y de actividades industriales sin olvidar su origen natural, como
son las emisiones volcánicas o la existencia en un tipo de suelo determinado de
concentraciones altas de estos tipos de metales

La emisión de contaminantes al medio ambiente, como ya se ha mencionado, suele proceder de


procesos antropogénicos. Incluso si algunos elementos y compuestos se encuentran de forma
natural en los suelos, las intervenciones humanas son las principales causantes de la
contaminación del suelo. Las siguientes secciones analizan sólo un pequeño subconjunto de los
contaminantes más comunes que afectan a las áreas agrícolas, y las propiedades que hacen
que estos compuestos sean contaminantes. Los contaminantes han sido divididos por sus
características químicas, pero algunas de las categorías presentadas aquí se superponen.
Swartjes propuso una categorización sistemática de los contaminantes que puede ser útil para
una mejor comprensión. (Swartjes, 2011.)

Ilustración 3:Categorización sistemática de los principales contaminantes en suelos.


.Fuente: Swartjes. 2011

2. Minería

La minería es un uso de la tierra que a menudo resulta tanto en la ocupación del territorio
como en la contaminación del suelo. Las operaciones mineras en sí mismas afectan a áreas
relativamente pequeñas comparadas con los problemas ambientales causados por los depósitos
de roca de descarte y colas, además de las operaciones de fundición desde las cuales los
contaminantes pueden ser transferidos a los alrededores por drenaje ácido de mina y/o
deposición atmosférica de gases y partículas contaminantes.

Los suelos mineros se desarrollan a partir de la meteorización de materiales recientemente


expuestos y generalmente tienen propiedades que limitan sus funciones. Frecuentemente, la
restauración de suelos mineros requiere la adición de materiales exógenos que les permite
soportar el crecimiento de la vegetación. Aunque muchos países requieren planes de
recuperación para restaurar las explotaciones mineras a sus previos estados funcionales, la
restauración minera es aún problemática, principalmente debido a que el conjunto de impactos
ambientales han sido recientemente entendidos y apreciados. El progreso reciente en el
desarrollo de Tecnosoles a medida (es decir, suelos hechos por el hombre) para restaurar los
suelos mineros ofrece una nueva vía para la rehabilitación de los suelos mineros.

 Fuentes de contaminación por metales pesados

Los suelos son minerales meteorizados enriquecidos por otros componentes como la materia
orgánica mineralizada y en estado de descomposición. En los suelos, los metales son una parte
de los minerales del suelo o existen principalmente como complejos particulados de diferentes
formas (Novotny, V., 1995).Los metales pesados pueden acumularse en el suelo tanto a partir de
procesos naturales como a partir del desarrollo de un amplio grupo de actividades antrópicas.
Las fuentes naturales son la roca madre y los minerales metálicos; las fuentes antrópicas se
extienden desde la agricultura (fertilizantes, abonos animales, plaguicidas, etc.), la metalurgia
(minería, fundición, manufactura metálica, etc.), la producción de energía (gasolinas con plomo,
manufactura de pilas, plantas de energía, etc.), y la microelectrónica hasta los depósitos de
residuos (Alloway, B. J., 1995).

 Materiales agrícolas y hortícolas

Las prácticas agrícolas constituyen una importantísima fuente de metales en el suelo en


muchas partes del mundo, especialmente en zonas de intensa actividad (Alloway, B. J.,
1995). Las principales fuentes son:

 Impurezas en los fertilizantes: Cd, Cr, Mo, Pb, U, V, Zn.


 Aguas y fangos residuales; especialmente Cd, Ni, Cu, Pb, Zn (y otros muchos
elementos).
 Estiércoles, principalmente de aves y cerdos, de la intensa producción animal: Cu,
As, Zn.
 Plaguicidas: Cu, As, Hg, Pb, Mn, Zn.
 Residuos derivados de los fertilizantes orgánicos: Cd, Cu, Ni, Pb, Zn.

 Industrias metalúrgicas

Las industrias metalúrgicas pueden contribuir a la contaminación del suelo de varios modos
(Alloway, B. J., 1995)

 Por emisión de aerosoles y polvo que son transportados por el aire y eventualmente
depositados sobre los suelos y vegetación
 Por efluentes líquidos que pueden contaminar los suelos en periodos de inundación.
 Por la creación de vertederos de residuos en los que los metales pueden ser corroídos y
lixiviados al suelo.

Muchos metales pesados se utilizan en aleaciones y aceros, por ello tanto la manufactura de
esos materiales, como su fabricación o reciclaje pueden derivar en contaminación
medioambiental (Alloway, B. J., 1995)
6.4.2. CONTAMINACION POR PLAGICIDAS

Los plaguicidas son aplicados para reducir las pérdidas en las cosechas a causa de plagas de
insectos, malas hierbas y patógenos, y así garantizar el suministro global de alimentos (FAO y
GTIS, 2017). Los plaguicidas incluyen, en forma enunciativa y no limitativa, fungicidas,
herbicidas, rodenticidas, molusquicidas, nematicidas y reguladores del crecimiento de las
plantas.

El uso de plaguicidas modernos en la agricultura y en la salud pública, se remonta al siglo XIX.


La primera generación de plaguicidas estuvo constituida por compuestos altamente tóxicos, tales
como arseniato de calcio, arseniato de plomo, cianuro de hidrógeno, caldo bordelés y azufre,
usados a partir de 1860, para controlar hongos, insectos y bacterias. Debido a su elevada
toxicidad dejaron de aplicarse, y fueron reemplazados por plaguicidas de segunda generación,
los compuestos orgánicos sintéticos (Zacharia, 2011).

El primer compuesto sintético de importancia fue el DDT (dicloro difenil tricloroetano), sintetizado
por el científico alemán Ziedler en 1873. Sin embargo su uso como insecticida fue descubierto
recién en 1939 por el suizo Paul Müller, lo que le permitió acceder al Premio Nobel de Medicina.
Debido a su bajo costo y efectividad para controlar plagas, y al rápido aumento observado en el
rendimiento de los cultivos, su uso se extendió rápidamente por el mundo. Además tuvo
numerosas aplicaciones no agrícolas, en el control de agentes transmisores de enfermedades,
desde la eliminación de piojos en los soldados en la Segunda Guerra Mundial-previniendo el
tifus- hasta el control del mosquito causante de la malaria. El gran éxito de este producto dio
comienzo a lo que Rachel Carson denominara la era de la lluvia de químicos (Zacharia, 2011).

Es importante mencionar un movimiento dentro de la agricultura a nivel mundial, que se hizo


masivo a partir de 1960, ligado a estos nuevos productos de síntesis química, conocido como
revolución verde. Se promovió la adopción de un paquete tecnológico, en el cual se sembraban
semillas híbridas, denominadas variedades de alto rendimiento, que para expresar su máximo
potencial se hacía un uso intensivo de maquinaria pesada, agua, fertilizantes y plaguicidas
(Ceccon, 2008).

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación


(FAO), un plaguicida o producto fitosanitario, es cualquier sustancia o mezcla de sustancias, que
se utilice para prevenir, controlar o destruir una plaga. Las plagas pueden ser vectores de
enfermedades humanas o animales; especies no deseadas de plantas o animales que causan
perjuicio a la producción, elaboración, almacenamiento, transporte o comercialización de
alimentos, productos agrícolas, madera y productos de madera o alimentos para animales.

Dentro de los plaguicidas se incluyen:

 Productos que pueden administrarse a los animales para combatir insectos, arácnidos
u otras plagas en o sobre sus cuerpos
 Sustancias usadas como reguladoras del crecimiento de las plantas, defoliantes
desecantes, agentes para reducir la densidad de fruta o para evitar su caída prematura
 Sustancias aplicadas a los cultivos antes o después de la cosecha para evitar el
deterioro durante el almacenamiento y transporte (FAO, 1990).

Clasificación general

Existen tres grandes clasificaciones de los plaguicidas, según:

 Plaga objetivo
 Estructura química
 Modo de acción

Según la plaga objetivo, los plaguicidas se clasifican en herbicidas, alguicidas, insecticidas,


acaricidas, molusquicidas, rodenticidas, avicidas, fungicidas, bactericias y virucidas (Zacharia,
2011).

La clasificación según la estructura química, tiene la ventaja de agrupar sustancias con efectos
similares en las plagas, en el ambiente e intoxicaciones similares en el ser humano. Una de las
clasificaciones más utilizadas combina el grupo químico con el mecanismo de acción en las
plagas, es decir, el proceso fisiológico específico que es afectado por el plaguicida (Bedmar,
2011).

En la actualidad se utilizan sustancias altamente toxicas (DDT, malation Glifosato) que han
ocasionado problemas de contaminación básicamente en el ambiente en tiempos pasados, se
utilizaba con mayor frecuencia los organoclorados, plaguicidas considerados por ser
contaminantes y persistentes en el ambiente. (Gutierrez & Cerda 2015).
Tabla 1: clasificación de los principales plaguicidas

Fuente: A.Ferrer, 2014

La organización Mundial de la Salud clasifica a los plaguicidas según su grado de toxicidad o


peligrosidad; la toxicidad se mide por medio de la dosis letal media (DI50) , o según la
concentración letal media (CI50) , a continuación se observa una tabla de los plaguicidas
expresadas en DL50 (Ramirez , 2001) .
Tabla 2: clasificación de los plaguicidas según su toxicidad (DL50)

Fuente: (Ramirez , 2001)

 Según su estructura química de los plaguicidas se clasifican en diversas familias como


lo son, los organoclorados y los organofosforados (Ramirez , 2001).

Tabla 3: clasificación de los plaguicidas

Fuente: (Ramirez , 2001)

Organoclorados: ocasionan daño en el suelo debido a la aplicación directa en los cultivos, sus
impactos son negativos por la persistencia de estos compuestos en el suelo, llegando a
ocasionar la reducción de la productividad del suelo ocasionado la perdida de los cultivos y
alterando así las propiedades químicas del suelo. (FAO , 2007).
Tabla 4: Clasificación de los plaguicidas según su familia química

Fuente: (Ramirez , 2001)

Organofosforados: los compuestos orgafosforados son esteres del ácido fosfórico y son
derivados de la estructura química del fosforo, son biodegradables, se hidrolizan fácilmente en
medio húmedo y Ph alcalino.

6.4.3. Contaminante por fertilizante

Las prácticas agrícolas modernas aceleran la contaminación del suelo por el uso
intensivo de fertilizantes y plaguicidas para aumentar la productividad y reducir las
pérdidas en las cosechas. Cuando los contaminantes alcanzan altos niveles en el suelo,
no sólo se llevan a cabo procesos de degradación del suelo, sino que la productividad
agrícola también puede resultar afectada. Por lo tanto, además de poner en riesgo la
salud humana y el medio ambiente, la contaminación del suelo también puede generar
pérdidas económicas (Guo , 2010).

 ACIDIFICACIÓN Y PÉRDIDA DE CULTIVOS


La acidificación de suelos agrícolas puede contribuir a una mayor contaminación del
suelo, mediante la movilización de metales pesados tóxicos. Si el contenido de nitrógeno
aplicado a suelos agrícolas excede los requerimientos de las plantas, la actividad
microbiana de nitrificación conducirá a la acumulación de nitratos (NO3 -) que se pueden
filtrar con facilidad a las aguas subterráneas dada su alta solubilidad, contaminándolas
(Tian et al., 2015 )
Al incrementarse la disponibilidad de nutrientes en el suelo, la biomasa y actividad
microbiana se incrementa también, pero la biodiversidad microbiana se altera,
ocasionando desequilibrio en el ciclo de nutrientes .El principal riesgo de los fertilizantes
de P es la movilización a cuerpos de agua superficiales, ya que según pruebas
documentales ocasiona eutrofización de ecosistemas acuáticos en muchas regiones
(Stork y Lyons, 2012; Syers, Johnson y Curtin, 2008 ).El P es transportado hasta las
aguas superficiales adsorbido a partículas de suelo erosionado, procedente de
cantidades excesivas de fertilizante de P o del uso de abonos animales aplicados
cuando las condiciones no son las apropiadas. Muchas tierras de labranza reciben P en
cantidades superiores a las que los cultivos pueden absorber, ocasionando un
excedente de P en el suelo, por lo menos a corto plazo (Aarts, Habekotté y Keulen,
2000; Syers, Johnson y Curtin, 2008).

6.4.4. Alteraciones en el suelo y subsuelo

Los suelos contaminados pueden tener efectos muy diversos, desde riesgo tóxico para
la salud humana hasta pérdidas de recursos naturales y económicos. Los principales
peligros que puede suponer un suelo contaminado son:

 Peligro toxicológico para la salud humana:

 Por inhalación: problemas alérgicos y respiratorios.


 Por ingestión, por desconocimiento al cultivarse suelos contaminados.
 Por contacto directo con la piel, alergias y problemas cutáneos en trabajadores que
manipulan este tipo de suelos.

 Contaminación de aguas superficiales y subterráneas y, por tanto, también de los


cultivos y animales de granja por utilización de dichas aguas para regadío y en las
granjas.
 Volatilización de determinados compuestos, con la consiguiente contaminación
atmosférica y riesgo para la salud.
 Peligros físicos, como explosión o fuego, corrosión de estructuras o alteración en las
propiedades mecánicas del suelo.
 Degradación paisajística: Provocada por el vertido indiscriminado de residuos sólidos
agrícolas. Las consecuencias y peligros potenciales de los suelos contaminados pueden
tardar en manifestarse, tardando en ocasiones incluso décadas.

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