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1 Literatura del Siglo de Oro

TEMA 1: Ideología y estética en el siglo de oro. nuevos conceptos del hombre y


de la naturaleza.
1. Introducción.
Ficino al traducir a Platón, el neoplatonismo se erige en pensamiento y estética. Tienen gran
importancia los precedentes humanistas, la importancia del sentimiento artístico, del valor de los
clásicos y la revolución de la novela.
El Diálogo sobre la dignidad del hombre marca una nueva etapa sobre la importancia de la persona.
Italia propone el modelo de hombre. El Cortesano, de Castiglione, presenta una nueva mentalidad
en las relaciones sociales y el interés por la cultura y reivindica a la mujer. Los nuevos modelos
artísticos en el Renacimiento se basan en la Naturaleza. En ella se encuentran metáforas referidas
a la obra de arte y a Dios, el simbolismo de los mitos clásicos y manifiesta la proyección libre del
hombre. Hay que diferenciar Humanismo y Renacimiento:
 El humanismo es una actitud del hombre y el ideal se basa en el estudio de las “humanae
literae”, que se encuentran en la Antigüedad Clásica, que se transforma en el ideal y modelo
para la educación del hombre. El estudio de las lenguas clásicas, la vuelta a la Antigüedad y
el contenido de las obras clásicas son el ideal que caracteriza al Humanismo.
Las obras clásicas grecorromanas son un modelo en la consideración del hombre y su
dignidad. El hombre recobra el lugar perdido con el teocentrismo y los humanistas intentan
que la dignidad del hombre de los clásicos (paganos) coincida con la del Cristianismo. Así se
explica la importancia del tema religioso en el Renacimiento, que en España se ejemplifican
con la ascética y la mística. El Humanismo es una actitud que triunfa coincidiendo con el
optimismo del hombre pos sus descubrimientos.
 El Renacimiento es un movimiento ideológico y estético, es un volver a nacer en la unión de
las culturas clásica y cristiana.

2. Definición, contexto y características del Renacimiento.

El Renacimiento es un movimiento ideológico y estético surgido en Italia a finales del XV.


Representa el renacer de la Antigüedad que permitió la creación de un nuevo concepto de hombre
derivado de su posición privilegiada en el Universo. En el estudio de las lenguas y de la literatura
grecorromana se establecen las bases para una educación integral. Tanto el Cristianismo como las
grandes obras paganas hablaban de la exaltación y dignidad del hombre armonizando lo pagano y lo
cristiano. Los clásicos revivieron como modelo humano y literario y adelantaron el humanismo
entorno a la Academia florentina.
En toda Europa se dio en el siglo XVI y se caracterizó por los descubrimientos geográficos, los
avances científicos, conocimiento de la Naturaleza y el interés por la cultura antigua. Los italianos
descubrieron la singularidad de la Antigüedad.
La cultura como un distintivo de prestigio social fue una de las características del humanismo. Los
hombres cultos formaban una nueva aristocracia basada en la capacidad personal y en el esfuerzo
individual.
Gracias a la imprenta, la cultura pudo extenderse abriendo nuevas vías de difusión del
conocimiento. Algunos textos literarios alcanzaron un éxito rotundo en toda Europa y numerosos
editores se hicieron famosos. Italia se convirtió en el modelo artístico e intelectual y la difusión de
los textos dejó asentada la influencia italiana.
Los descubrimientos geográficos permitieron conocer nuevas culturas. Los avances científicos y el
hombre como centro del mundo contribuyeron al cambio de mentalidad. Al miedo medieval le
sucedió el orgullo individual, valorándose la vida ante lo sobrenatural. Todo lo humano adquirió la
categoría de fundamental dando optimismo y confianza.

Carolina Marcos Rodríguez


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La Naturaleza, como elemento principal de las artes, fue un modelo ideal, armónico, equilibrado, al
que el hombre debía imitar, y el lugar para conseguir la felicidad. Se actualiza el tópico del Deus
pictor que justifica la perfección del cosmos como obra divina. El neoplatonismo idealizó la visión
empirista del hombre. El tópico del beatus ille se actualiza para mostrar la felicidad del hombre en
la naturaleza.
El pensamiento neoplatónico, espiritual e idealista, se cristianizó gracias a la escuela de Florencia y
las teorías de León Hebreo. Coexistió la doble tendencia pagana y cristiana.
Socialmente, el modelo de Castiglione en el Cortesano se convirtió en el modelo a seguir por los que
buscaban el equilibrio entre armas y letras para llegar a la felicidad. El adjetivo divino se usó para
designar a los artistas destacados, reconociendo su inmortalidad en vida.
Políticamente, las grandes monarquías centralizaron el poder absoluto, lo que impulsó teorías como
las tesis de Maquiavelo (Estado por encima de la religión), las de Tomás Moro (sociedad más justa y
natural), Montaigne (imposibilidad de cambiar la sociedad por métodos externos).
En el terreno religioso, surgió una espiritualidad más íntima a partir de la influencia de Erasmo y
la mayor libertad en la interpretación de la Biblia.
En las artes, se trató de recuperar el canon clásico. Se idealizó la figura humana y constituyó un eje
temático.
En la poesía el centro era el hombre, el amor su tema y el género característico del siglo XVI, la
sátira y la burla expresaron esos sentimientos. El soneto contribuyó al ideal de equilibrio ya que
exponían los sentimientos más apasionados en un molde que frenaba la pasión y lo equilibraba con
la razón. Junto al amor, la exaltación de la Naturaleza y la recreación de mundos estéticos y
personales fueron los principios de la poesía.
La prosa alcanzó un lugar destacado, temas didácticos o históricos, la ficción estaba representada
por las novelas de caballerías y por la aparición de la novela picaresca. El Lazarillo de Tormes
rompió los moldes clásicos. El nacimiento de la novela moderna aparece con Cervantes. El realismo
en el Lazarillo manifestaba un mundo opuesto a la idealización humanística.
En España, durante el reinado de Carlos V estaba orientado al exterior, las tendencias estéticas e
ideológicas extranjeras influyeron más. En el reinado de Felipe II se caracterizó por el repliegue
hacia el interior, se cerró a toda la influencia foránea y se intensificaron las tendencias nacionales y
religiosas.
3. El neoplatonismo como pensamiento y estética.
En el siglo XV, en la corte florentina, se creó la Academia emulando el jardín de Academos (paraíso
simbólico del saber). Poetas, pintores, arquitectos, políticos, burgueses y banqueros trataban de
recuperar las formas y el pensamiento de Platón. Marsilio Ficino, director de la Academia,
representante del saber florentino al traducir los textos de Platón.
El neoplatonismo de Ficino constituyó la síntesis de la cultura renacentista. Se nutrió de todo el
pensamiento oriental, fascinado por la magia, la astrología y el mundo de los sueños. Estudió la
melancolía en el carácter de las personas. El arte para la Academia servía para interpretar el
Universo. Rescató la metáfora de Dios como Arquitecto supremo, consideró la Creación como la gran
obra de arte prototipo de todas las demás. El hombre era el artista, y Dios el máximo artífice.
Se dio la restauración del helenismo y apareció la figura de Hermes Trimegisto (creador de la
hermenéutica, representaba la escritura jeroglífica, el saber oculto, la mística y la alquimia). La
traducción del árabe circulaba por el occidente cristiano desde el siglo XIV. La hermenéutica se
centró en la interpretación de los textos. Los ideogramas, trataban de llegar a la inteligencia a
partir de los sentidos. Paracelso proclamó la superioridad de la intuición y reveló el advenimiento
del tertius status (tercer reino del Espíritu Santo) que consistiría en una compresión visionaria que
permitiese comprender la lengua original del Paraíso.
Se estudió la historia a partir de la Trinidad, considerándose tres grandes épocas correspondientes.
El primero, sujeto a la esclavitud del mundo, en espera de su libertador; el segundo, iniciado a
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partir del Evangelio, con mayor libertad; el tercer estado, con un Evangelio eterno que el hombre
conocería en su desnudez.
La Academia tenía un carácter secreto, preferencia por lo simbólico, lo dual y lo complementario.
Calderón representó la dualidad de cielo y tierra.
La Academia desarrollo una gran actividad científica y hermenéutica, se estudiaron matemáticas,
cosmografía, astrología y magia. La institución se convirtió en centro de peregrinación de
humanistas. En lo religioso representó una renovación del cristianismo hacia una mayor
interioridad y pureza. El intento de fusionar la escolástica y el pensamiento de San Agustín.
Se generalizó la preocupación por la lengua y por el enigma de su origen, tema fundamental en los
autores barrocos.
La astrología, la demonología (estudio de las propiedades ocultas de las piedras), los temperamentos
en relación con los cuatro elementos, los procesos ópticos y las estrellas generaron un elaborado
corpus estético que los escritores utilizaron. Estos autores, se sintieron atraídos por San Agustín y
por la patrística en general, cuyos temas y términos ocuparon un lugar fundamental en su estética.
La importancia de la alegoría, la luz, los conceptos de macrocosmos y microcosmos y el problema del
libre albedrío fueron fundamentales en los autos sacramentales calderonianos. La Teología
platónica de Ficino, representó uno de los repertorios para la creación literaria. La afición por las
etimologías, los juegos de palabra, las alegorías, los símbolos, las visiones, sueños y predicciones,
formaron parte esencial de la poesía y el teatro del Renacimiento y sobre todo del Barroco.
Ficino expresó la necesidad de una redención continua del hombre con la que Dios hizo que no
hubiese nada despreciable. Le fascinó la esfera, símbolo de divinidad. Según el Timeo de Platón el
movimiento giratorio del Universo y su forma perfecta (la esfera), representaban lo acabado y
perfecto. El Cosmos era un gran reloj con figuras.
Tres mitos determinaron la estética de Ficino: De Hermes procedía su visión alegórica; de Eros, el
principio de inspiración, y de Saturno el genio y los tormentos del hombre. El valor alegórico de
Hermes se reflejó en la importancia concedida en la Academia a la palabra como enigma. Los
jeroglíficos están en relación con el valor de la palabra.
El hombre como centro de todo lo creado llevó a utilizar el mito de Prometeo para expresar la
superioridad del hombre respecto a la Naturaleza. Boccaccio representó la leyenda de Prometeo en
la que distinguía una doble creación: la primera, por la que el hombre tenía existencia, y la segunda,
por la que se confirió un contenido espiritual. Según Ficino, así como Prometeo entró en el cielo para
robar el fuego para los hombres, el sabio que abandona el mundo sensible y penetra en el palacio
del cielo lleva al hombre el fuego de la sabiduría. El mito fue dramatizado por Calderón en La
estatua de Prometeo. La dualidad estaba encarnada en Calderón por dos hermanos gemelos pero
opuestos (arte y Naturaleza) donde el triunfador era el del saber y del arte.
El amor era el tema fundamental que desarrolló en la Academia. Se consideraba la más alta
actividad con la que el alma actuaba de mediadora entre Dios y el mundo.
Tuvo gran importancia el jardín que representaba la pureza y la sabiduría. Reunía la construcción
de arte y naturaleza. La poesía renacentista y barroca heredó el interés por los jardines y el teatro
utilizó todas las posibilidades de los jardines.
En España, la Academia tuvo gran influencia, la teoría del amor de Ficino, renovada por León
Hebreo en los Diálogos de amor tuvo una amplísima difusión. El tratado sobre el amor de Ficino fue
fundamental para Garcilaso en su Cancionero. Aldana estuvo presente en la corte de Florencia.
Lope de Vega, en su soneto de Lorenzo de Médicis aporta información sobre el tema del amor
virtuoso e incorpora las teorías del amor de Pico, Ficino y Lorenzo de Médicis a las de San Agustín
en La ciudad de Dios.
4. Precedentes humanistas y su actualidad en el Renacimiento: Dante, Petrarca y
Boccaccio.

Carolina Marcos Rodríguez


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Los antecedentes inmediatos más importantes: Dante, Petrarca y Boccaccio, que asimilaron el
humanismo clásico e impulsaron la renovación artística que dio lugar al Renacimiento.
4.1. Alegoría, sentimiento y creación artística: Dante.
Dante, iniciador de la poesía europea, cambió la forma de concebir e interpretar la poesía. Convirtió
a Beatriz en la musa del nuevo estilo de poesía en toda Europa. La conoció a los nueve años y a los
dieciocho, consiguió que le saludara. Se tradujo en una composición que por primera vez plasmaba
un sentimiento auténtico, creando así el primer diario lírico. El saludo suscitó en el poeta un sueño:
el Amor llevando a una mujer (Beatriz) dormida, envuelta en un velo ensangrentado. Desde
entonces el autor proyectó su biografía de forma lírica: La Vida Nueva, estructurada en tres partes,
expone fórmulas de amor cortés y una a una dama concreta y real, Beatriz, que se convirtió en algo
superior y transcendente. Cuando ella murió, el poeta mostró un dolor auténtico, y lo vertió en
forma lírica y en prosa. En el Convite (Convivió), trató del amor y de la virtud, como esfuerzo de
superación.
La divina comedia, viaje alegórico y simbólico en el que Virgilio (símbolo de la razón, cultura y
estudio) le había acompañado por el Purgatorio, en un recorrido alegórico por la sociedad de la
época. Beatriz le acompañó en su peregrinaje por el cielo. La dama, identificada con la gracia,
máxima expresión cristiana, le pudo llevar al cielo por su amor. Representaba una postura crítica y
estética nueva (still novo).
El still novo, forma nueva de expresar la intimidad de sus afectos. El amor sólo reside en corazones
gentiles; la gentileza procedía de la nobleza espiritual: la mujer bella predispone al bien en el
hombre y le acerca al Sumo bien; la dama es ángel, luz o estrella celestial; el amante se siente
deslumbrado y desasido de la materia o angustiado y tembloroso.
La humanidad en Dante, la capacidad de analizar y recrear artísticamente sus propios sentimientos
y el deseo de realizar una obra original adelantó el auténtico humanismo renacentista. Su obra, está
en torno al número tres, intentando reproducir la perfección del Universo cristiano, sobre la Unidad
y la Trinidad.
4.2 Actitud moderna ante los clásicos y la creación: Petrarca.
Rompió con la tradición medieval y consideró a los clásicos como modelo para su vida y su arte. Los
clásicos se consideraron autores vivos y su estilo moderno. En Cicerón descubrió al maestro de la
prosa y a Virgilio al de la poesía. Defendió una mayor exigencia en el tratamiento de los textos.
Consideró la interpretación de las obras de la Antigüedad a partir de una lectura directa. Su
preocupación por la lengua y por el texto permitió su estudio y depuración. Se inauguró el estudio de
las lenguas y las gramáticas en toda Europa y la preocupación por la crítica filológica.
Petrarca tuvo una visión anticipadora del humanismo de los antiguos. Escribió en latín gran parte
de su obra. Sus Epístolas constituyen un testimonio para reconocer su vida. En su poema épico,
África, rindió tributo a la Roma antigua y elogió a Escipión.
En Secreto, escrita en prosa latina, vertió su intimidad conflictiva tras la muerte de su amada,
Laura. La forma de un sueño dialogado, entre el poeta y San Agustín le permitió exponer su dolor
desde distintas perspectivas. Considerado el libro más humano de la época prerrenacentista y
anticipador de su Cancionero.
El Cancionero, compuesto por más de trescientas poesías, escritas en italiano, aunque con sus obras
latinas estaba convencido que conseguiría la inmortalidad. Su Cancionero gozó de fama
extraordinaria. Las ideas contenidas influyeron en la corte florentina y la lírica española, a través
de Boscán y Garcilaso. El petrarquismo penetró en todos los géneros y su influencia ha llegado la
actualidad. La mayoría de las composiciones del Cancionero, elogiaban a la mujer, Laura, alrededor
de la que él creó su autobiografía, obra testimonial de un hombre que espera ser reconocido por ella
en la posteridad. Una parte la escribió mientras vivía Laura y la otra, tras su muerte. Nunca se vio
a la dama con él, creando la idea de que no era real. Los datos que tenemos de ella son de una nota
que el poeta escribió en un manuscrito de Virgilio. Petrarca dejó constancia de su belleza, de su luz

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sobrenatural, su castidad y de cómo y dónde la había conocido. Es posible que se tratara de una
dama casada, y que Laura fuese sólo un seudónimo. En muchas composiciones, se refería al laurel
que daría dos significados: el símbolo con el que reconocían los que alcanzaban la gloria poética y el
árbol en el que se convirtió Dafne. Laura o laurel podrían designar el galardón por su poesía. El
nombre era de tradición trovadoresca. Al morir Laura, se transfiguró en bella luz que le acercó a
Dios y la inmortalidad.
Además de la creación de Petrarca es importante su actitud ante la obra creada. El poeta es
consciente de la importancia que tenían sus textos, los ordenó en sus rimas, cerca de su muerte.
Modificó el orden, acorde con un propósito artístico maduro. Proyectó una trayectoria poética cuyos
“fragmentos insignificantes” representaban trozos muy significativos de su historia personal. Esto
supuso una forma de acercarse a su creación y recogió composiciones con las que coordinó las dos
partes del Cancionero. Corrigió, añadió o tachó otras composiciones y logró verter una conciencia
nueva.
En el Cancionero existe una fusión entre dos tiempos: en el que se escribieron las rime y otro desde
el que el poeta las ordena, modifica y añade estableciendo correspondencia y coherencia. De esta
fusión temporal surgió la melancolía y el orgullo del poeta por fijar el pasado, que se unió a la
conciencia ético-religiosa del autor, al ofrecerse como ejemplo didáctico y de ahí que el centro de su
poesía fuese él mismo. En las cartas a Boccaccio contaba cómo acompañaba su vejez de la lectura de
los clásicos como Cicerón y San Ambrosio, y cómo crecía su esperanza en conseguir una gloria
humana por sus escritos.
Esta actitud de respeto escrupuloso del autor hacia su propia creación, a diferencia del anonimato
medieval, supuso una gran novedad. Fortaleció la importancia de la obra artística, del autor y de los
textos. Petrarca quiso dejar textos fijados y definitivos. Fue su mejor aportación al humanismo.
4.3 El precedente de la novela moderna: Boccaccio.
Giovanni Boccaccio, erudito, conocedor de la Antigüedad y de las lenguas clásicas; escribió en latín
un tratado de mitología. Sobre la genealogía de los dioses realizó varias biografías. Aunque su
aportación al humanismo fue en género narrativo. Se enamoró de una joven a la que dio el nombre
de Fiammetta (llamita), mujer sensual y frívola que correspondió al escritor pero cuyas
infidelidades y abandono le ocasionaron gran desesperación. Sus Rimas fueron su desahogo lírico.
Trazó en la Fiammetta (Elegia di madonna Fiammetta) su historia sobre los sufrimientos amorosos
sin atender a ningún modelo concreto. Su originalidad estriba en la naturalidad del argumento y en
el dolor auténtico. Constituyó el primer ejemplo de novela sentimental, era un relato sencillo de
complicada artificiosidad en su planteamiento y escrita en prosa elegante y culta. Se propuso hacer
de la obra un objeto de ideal amoroso y literario.
Escribió el poema en tercetos La amorosa visión donde bajo la forma de un sueño, relataba el
camino del poeta en compañía de la mujer al Castillo del Placer, cuyas salas tenían las paredes
decoradas con historias mitológicas; pasaban al jardín sensual donde le esperaba Fiammetta.
En la fábula idílico-alegórica el Ameto (Comedie delle ninfe fiorentine o Ninfale d’ Ameto) siguió la
estructura de La divina Comedia. Su argumento bucólico, carácter alegórico y la historia sensual
constituyeron la novela pastoril. Ameto, un ignorante pastor, alcanza el conocimiento de Dios al ser
transportado por siete ninfas a las que cuenta su historia amorosa.
Su obra más importante es el Decamerón, modelo de la prosa renacentista. Escrita en italiano, en su
madurez, responde al contenido de cien cuentos, relatados en diez días por siete damas y tres
hombres. Los relatos independientes entre sí, se corresponden con un orden argumental. Se inicia
con un proemio donde el autor se refiere al carácter narrativo y al tema amoroso. En la introducción
a la primera jornada se cuenta el desastre de Florencia tras la peste de 1348 y el cambio de vida que
trajo consigo. Diez jóvenes se retiran al campo en un palacio. Cada día uno es nombrado rey o reina
cuya misión es proponer un tema para las narraciones. Boccaccio sólo participa activamente en el
íncipit, el proemio y en dos momentos; uno para criticar a los lectores escandalizados y otra para
defender el carácter poético de la obra y la pureza de sus intenciones.
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La variedad de cuentos, anécdotas, temas, motivos, asuntos, historias tradicionales, fábulas, chistes,
opiniones y críticas sociales, relatados en estilos diversos, hicieron del Decamerón una historia
única y sin precedentes cuyas fuentes son Las mil y una noches y los relatos de Apuleyo.
El libro fue interpretado como una obra sensual, testimonio de la nueva sociedad. La crítica juzgó la
capacidad narrativa de su autor al elevar la lengua vulgar a las cualidades de la culta. La obra como
un compendio de la complejidad humana y el ejemplo donde vida, arte y espiritualidad se conjugan
gracias a un estilo dinámico, vivo, alegre y variado que se amolda para transmitir las experiencias
más lúcidas o los pensamientos más procaces.
En España se publicó con el título Las cien novelas de Juan Boccaccio en el siglo XVI pero fue
incluida en los libros prohibidos y hasta finales del XIX no volvió a ser editada.
5. La revalorización de los textos antiguos: ediciones y traducciones.
Una de las consecuencias para la cultura en el Renacimiento fue la creación de colecciones de arte y
libros. Los museos y bibliotecas se llenaron de restos antiguos y manuscritos. Los símbolos se
multiplicaron. Platón se consideró símbolo de perfección estética y ética, ser ideal, maestro de lo
divino. Con él se recuperó la tradición órfica, fundamental para la literatura y el arte.
Los textos antiguos despertaron interés y las versiones integras en latín permitieron la superación
del pensamiento escolástico. Los escritores latinos fueron comentados, adaptados y utilizados como
modelos poéticos. Atraídos por los Jeroglíficos, los textos órficos, herméticos y esotéricos. Las fábulas
de la Antigüedad se interpretaron como testimonio primordial de la humanidad. El resultado fue
poético y artístico.
El hermetismo contribuyó a la divinidad del hombre; el orfismo estableció una simbología que
trataban de explicar el secreto de la humanidad. Se buscó en las etimologías de los nombres y su
valor estético para llegar a la primera palabra.
La Divina comedia fue el modelo más perfecto, de estructura semejante a la arquitectura del
Universo, el valor simbólico de los colores, el sentido alegórico y las fuerzas encontradas (amor y
terror), la síntesis de la poesía y la cultura con Beatriz y Virgilio como modelos.
En España, este sistema estético influyó en el Barroco cuando se manifestó en su totalidad. Con la
Contrarreforma el artista tuvo que involucrarse en el pensamiento cristiano y halló en analogías
paganas una fuente para sus creaciones. Las fábulas míticas, se interpretaron como sueños o
visiones.
5.1 Pitagorismo y música de las esferas: El Sueño de Escipión.
La consideración del mundo por los neopitagóricos implicaba una teoría musical que afirmaba la
existencia de tonos musicales acordes con el orden de los planetas. Macrobio convirtió su
Comentario al Sueño (donde trató el Sueño de Escipión, que formaba parte de la República de
Cicerón) en textos fundamental del Renacimiento. Se refería a la armonía universal: cada esfera
respondía a una ciencia. Existía un alma en el mundo y que entre ésta y el alma humana había
comunicación, que era estudiada por la astrología. La Naturaleza se interpretó cómo la proyección
de las fuerzas anímicas y de todas las pasiones.
Escipión se convirtió en modelo de hombre, reunía la dualidad de hombre perfecto y equilibrado: era
activo y contemplativo; héroe y sabio; dedicado a las armas y a las letras. Petrarca contribuyó a su
dignificación y el arte florentino difundió su imagen. La tradición latina le consideraba un héroe
entre la Virtud y el Vicio. Su imagen representó el ideal de humanismo platónico. En el Barroco se
transformó y lo que fue el equilibrio entre opuestos pasó a representar la lucha entre elementos
irreconciliables. El vitalismo y lo sobrenatural se convirtieron en dos opciones contrapuestas y el
individuo debía elegir.
El Sueño de Escipión inauguró una estética y una estructura de discurso simbólico en las literaturas
europeas. El Sueño inserto en la República de Cicerón convirtió al propio Escipión en narrador. En
un sueño, a Escipión se le apareció el Africano (su abuelo de adopción) y le predijo que destruiría
Cartago y Numancia y le prometía un lugar destinado en el cielo, una vida eterna. A continuación se
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aparece su padre, y le da la razón de ser del hombre, creados con el objeto de proteger la Tierra. El
alma tiene su origen en constelaciones y estrellas; su deber es retener el alma en el cuerpo y no debe
parecer que huye de la función que Dios le ha asignado.
El abuelo le confirma que la vida es el camino hacia el cielo. Escipión describe una luminosidad
asombrosa con estrellas nunca vistas. El imperio representaba un punto de la misma.
El Africano le mostró los lugares sagrados invisibles y el funcionamiento del Universo, comprendido
por nueve esferas de la que una contiene a todas las demás. El Sol, es el moderador de las demás. El
alma es el regalo de los dioses. Encima de la Luna todo es eterno, la Tierra no se mueve y sobre ella
convergen todas las masas.
También habla de la teoría pitagórica de la música de las esferas. El Africano, anima a Escipión a
abandonar las glorias humanas que son efímeras. Define al hombre.
El Sueño es la exposición más completa del neoplatonismo pitagórico. La perfección y el resplandor
propios del paraíso se encontraban en el Universo. La armonía universal y la capacidad humana
para construir un estado espiritual interior, reflejo de la armonía cósmica. La música como símbolo
del espíritu humano podría llegar a Dios. Esta idea, cobró dimensión sintetizadora cuando Calderón,
en el auto sacramental El divino Orfeo, identificó a Cristo como Orfeo. Redención cristiana y
simbología pagana se habían fundido en el arte, como la inmortalidad del alma.

Carolina Marcos Rodríguez

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