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REPÚBLICA DEL PERÚ

SALINERAS DE MARAS

FORMULARIO DE PRESENTACIÓN
LISTA INDICATIVA

Lima, mayo 2019


Formulario de Presentación Lista Indicativa Anexo 2A

FORMULARIO DE PRESENTACIÓN
LISTA INDICATIVA

ESTADO PARTE: Perú FECHA DE PRESENTACIÓN: Mayo 2019

Propuesta preparada por:

Nombre: Correo Electrónico:


Luis Jaime Castillo Butters – Ministro de Cultura ljcastillo@cultura.gob.pe

Dirección: Fax:
Av. Javier Prado Este 2465 San Borja, Lima (511) 4769901

Institución: Teléfono:
Ministerio de Cultura (511) 476 9933

Nombre del Bien: Salineras de Maras

Estado, Provincia o Región: Perú, región Cusco, provincia de Urubamba, distrito de Maras

Latitud y Longitud, o coordenadas UTM: Latitud: 13°18′01″S - Longitud: 72°09′20″W

DESCRIPCIÓN:

Las Salineras de Maras se ubican a 50 km al noreste de la ciudad del Cusco, a una altura
de 3,200 m.s.n.m. Geográficamente se localizan en la parte baja de la sub-cuenca y margen
izquierda del riachuelo Salineras, hacia su desembocadura en el rio Vilcanota, en la
jurisdicción de las comunidades campesinas de Maras y Pichingoto, entre las quebradas de
los cerros Qaqahuiñay, Cruz Mocco, Llully Mocco y Chupayoq. Presenta tres vías de
acceso: desde el pueblo de San Francisco de Maras, por el camino de herradura o runañan
a las salineras, el camino carretero afirmado desde el pueblo de San Francisco de Maras, y
cruzando el puente inca de Tarabamba por la comunidad de Pichingoto.

Las salineras propiamente dichas están constituidas por un conjunto de aproximadamente


4,500 pozas de sal emplazadas en forma de terrazas escalonadas en la falda media del
cerro Qaqawiñay con pendientes de 20 grados de inclinación hasta el fondo de la quebrada
en la margen izquierda del riachuelo Salineras, con dimensiones que fluctúan alrededor de
los 5 metros lineales, ocupando una extensión total aproximada de 1.5 a 2 hectáreas (Silva
Guerra, 2006:11).

Las terrazas están conformadas por muros de contención de piedra irregular asentadas con
mortero de barro formando diques que delimitan las pozas a manera pequeños reservorios
de 5m2 aproximadamente. El sistema de conducción del agua salada desde su captación se
realiza a través de una canal principal de riego, el cual se ramifica en varios pequeños
canales que alimentan las pozas. La conducción y mantenimiento del canal de agua salada
está asociada a un camino que por su traza y características se presume de origen
prehispánico. Esta tecnología es similar al del riego en andenes agrícolas prehispánicos
Formulario de Presentación Lista Indicativa Anexo 2A

caracterizados por la conducción y distribución equitativa del agua. Por la parte superior de
las Salineras cruza un camino de origen prehispánico en dirección al puente K’arachaka
(Media Luna). De este camino salen varios ramales para la circulación entre las pozas. El
conjunto de pozas y canales está en perfecto funcionamiento continuo desde el periodo
preinca hasta la actualidad (Silva, 2007:18).

Es notorio el efecto muy particular y de gran valor paisajístico que produce el conjunto de
pozas escalonadas que se perciben como la suma de numerosas cuadrículas blancas,
cremas o marrones, dispuestas con cierto orden siguiendo la topografía de una ladera del
cerro Qaqawiñay, la mayoría de las cuales luce inundada con agua y otras secas con la sal
en su superficie, destacando la particular configuración del conjunto y el contraste cromático
con el entorno natural provisto de vegetación arbustiva baja.

La producción de la sal se realiza una vez al mes y está marcada por el calendario de las
estaciones del año. Es así que en la época de seca (mayo a octubre) la acumulación de la
sal es rápida, hay mayor producción y se obtiene sal de mejor calidad de color “blanco o
rosado que caracteriza comercialmente esta sal”, en cambio en la época lluviosa (noviembre
a abril) se dificulta la producción y el color de la sal muestra color marrón en varias
tonalidades.

El proceso tradicional de producción es estrictamente comunal sin participación externa


alguna y consiste en el llenado de las pozas, previamente limpiadas, con agua salada
proveniente de un manantial riachuelo Salineras conducida por un sistema de canales, hasta
una altura de 5 centímetros para luego dejar evaporar por 3 días, repitiendo dicha práctica
por un mes, principalmente durante la estación seca, período en el que se alcanza un
volumen sólido de sal cristalizada de 7 a 10 centímetros equivalente a 3 o 4 pulgadas de
altura. La extracción de la sal se realiza por capas obteniendo distintas calidades
comerciales: la primera se conoce como sal extra o de mesa y se destina para uso
doméstico así como la segunda, de menor calidad, denominada sal primera o a granel,
mientras que la tercera, denominada sal industrial, sirve exclusivamente para uso industrial,
la agricultura y la ganadería. El proceso de extracción o “cosecha” comprende la
fragmentación de la sal usando la fuerza de los pies para luego proceder a raspar cada capa
con una tablilla de madera o un pequeño pico para luego cernir con un colador y apilar lo
obtenido a un lado. Una vez completamente seca la sal es recolectada en una canasta o
recipiente para su traslado al almacén de la empresa comunal Marasal, que se encarga de
la clasificación y comercialización. Las ganancias de las ventas se reparten entre los dueños
conforme al número de pozas que tengan. Cada poza produce por mes, entre 150 y 200
kilos de sal como promedio.

En el proceso de extracción y elaboración de la sal predominan las relaciones sociales


tradicionales de tipo comunitario, manteniendo en la actualidad su forma tradicional. El
sistema de producción de la sal es heredado de padres a hijos, tal como lo testimonian en la
actualidad muchos comuneros de edad avanzada, que trabajan sus pozas desde niños
conforme como lo hicieron sus padres, abuelos y ancestros. Los comuneros de Maras y
Pichingoto, establecen acuerdos de producción con los comuneros que no poseen pozas de
sal o con los que tienen pocas unidades; es así que los propietarios ceden sus pozas a los
no tienen en condición de cooperación y reciprocidad o ayni, y el resultado de la producción
es repartida en proporción de 5 a 1 a favor del comunero propietario (Silva Guerra, 2006:47-
48). Cabe señalar que el acceso al recurso sal en tiempos del virreinato estuvo a cargo de
los ayllus (comunidad familiar extensa) Maras, Oyola, Mollacas vinculados al pueblo de San
Francisco Asís de Maras, y los ayllus Cachic y Pichingoto vinculados al cercano pueblo de
San Pedro de Urubamba, encontrándose en la actualidad a cargo de las comunidades de
Maras y Pichingoto.
Formulario de Presentación Lista Indicativa Anexo 2A

Las evidencias arqueológicas en torno a las salineras testimonian la explotación de la sal


desde épocas preincas, sin embargo las estructuras prehispánicas existentes asociadas son
de filiación del Periodo Intermedio Tardío en adelante, destacando dos centros de
almacenamiento en las inmediaciones la zona de explotación: el primer centro de
almacenamiento, denominado Kachiraqay o Collanaguasi, se ubica hacia la margen derecha
del riachuelo Salineras en la parte superior de las salineras, a 150 metros aproximadamente
de ésta. Está constituido por un conjunto de recintos de planta rectangular de 16 metros de
largo y de 6 metros de ancho y 3 metros de alto como promedio, todos los cuales presentan
dos vanos de acceso y se encuentran construidos con piedra caliza unidos con mortero de
arcilla. Los recintos se encuentran dispuestos en torno a un patio central, de trazo semejante
a un tambo, que cumplían la función de depósitos de sal y espacios de descanso de los
Cachicamayoq y mitayoq. En el Periodo Virreinal temprano, este espacio estaba bajo el
control de los descendientes de Tupac Inca Yupanqui y Huayna Capac, quienes a través de
los yanaconas controlaban y labraban la sal. De acuerdo al reparto de tierras (1595), este
espacio estaba bajo el control del ayllu Maras. En tiempos recientes se ha construido en las
inmediaciones una edificación contemporánea destinada como almacén de sal, que da
cuenta de la continuidad la ocupación y función del lugar. El segundo centro de
almacenamiento, denominado Waqchakachipampa, se ubica en la parte baja de las
salineras hacia la desembocadura del riachuelo Salineras en el rio de Vilcanota, a 800
metros de ésta. Está conformado por un grupo de recintos de planta rectangular y recintos
semicirculares construidos encima de un espolón rocoso, que en los siglos XVI y XVII
estaban bajo el control de los ayllus Pichingoto y Cachic, reducidos en el pueblo de San
Pedro de Urubamba.

También se pueden apreciar en las inmediaciones de las salineras, numerosos contextos


funerarios de filiación inca destinados al entierro de los ancestros de los actuales
comuneros, donde se muestras varios grupos de tumbas construidas en riscos, en abrigos
rocosos a manera de pequeñas criptas adosadas a las rocas, con pequeñas puertas
centrales de forma rectangular.

Desde las salineras parte una red de caminos prehispánicos de distribución de la sal hacia
toda la región de Cusco. El camino del Sur en dirección a la ciudad de Cusco, era la ruta de
intercambio de la sal con productos agrícolas. La tradición oral y la exploración arqueológica
señalan que en las cercanas localidades de Qorontapampa y Tiobamba se desarrollaban
ferias de intercambio de productos, constituyendo Tiobamba durante los periodos virreinal y
republicano, una de las ferias regionales más importantes para el intercambio y distribución
de la sal que se llevaba a cabo cada 15 de agosto.

Reseña Histórica

De acuerdo a las características arqueológicas, su filiación se remonta al periodo Horizonte


Temprano, habiendo sido reutilizado durante todas las épocas prehispánicas y más
intensamente en las épocas inca, colonial, republicana y contemporánea.

Las investigaciones arqueológicas realizadas en el sector de Pakallamoqo han registrado la


cerámica del estilo “cerámico Chanapata”, que le ubica en el Periodo Intermedio Temprano
(200 a.C. a 700 d.C.). Asimismo en la prospección arqueológica en la zona de Maras, se ha
registrado, 15 sitios arqueológicos al Sur de la Zona Arqueológica de Salineras – Maras, que
presentan fragmentos de cerámica de estilo Chanapata (700 a.C.), Killke (1000 d.C.) e Inca;
estos hallazgos fueron confirmados por la investigación arqueológica en el Sitio
Arqueológico de “Cueva Moqo”, que se ubica en las inmediaciones de las salineras. Por otro
lado, en 1984 en la Zona Arqueológica de Salineras – Maras, en el marco del proyecto
“Catastro del Valle de Vilcanota”, en el Sitio Arqueológico Kachiraqay, se han identificado y
registrado los grupos de tumbas incas. (Silva, 2007: 13)
Formulario de Presentación Lista Indicativa Anexo 2A

En el siglo XVI, Don Felipe Topa Yupangui, descendiente de Túpac Inca Yupanqui, señala
que en Maras tiene dos topos de salinas que benefician dos yanaconas. Estas salinas
colindan con las salineras de don Alonso Titu Atauchi, por la parte de arriba colinda con las
salineras del ayllu Maras, por otra parte lindera con las salinas de don Pedro Cusi Paucar
curaca principal del pueblo de Maras y por otra con las salinas de doña Francisca Asarpay.
Asimismo, don Alonso Titu Atauchi, también señala, tener en las salineras de Maras dos
topos de salinas y tierras de sembrar maíz y trigo, nombradas Ayranqui, que colinda con las
salinas de don Felipe Tupa Yupanqui, por otra con salinas de Sancho Cusi Paucar, por otra
con las salinas del ayllu Maras1. (Rostworowski, 1993: 141-144). Don Felipe Tupac
Yupanqui, don Alonso Titu Atauchi y doña Juana Marca Chimbo, descendientes de Túpac
Inca Yupanqui y del Inca Huayna Capac, estaban en posesión de las salineras de Maras, en
cantidad de dos topos de salinas, que estaban beneficiadas por sus respectivos yanaconas.

La Real Cedula del 1º de Noviembre de 1591, que dispone la Realización de la Primera


Visita y Composición de Tierras, esta disposición fue ejecutada por el Virrey don García
Hurtado de Mendoza, para ello nombró comisiones. Para el Cusco fue nombrado el
Licenciado don Alonso Maldonado de Torres Oidor de la Real Audiencia de la Ciudad de Los
Reyes, este visitador llegó a la ciudad del Cusco en 1593, quien a su vez nombró visitadores
para cada corregimiento, para el caso del pueblo de San Francisco de Maras, fue nombrado
Juan Salas y Valdés vecino de la ciudad del Cusco, quien mandó juntar a todos los caciques
y principales para que manifiesten las tierras que cada ayllu tiene, así como por herencia de
sus padres, abuelos y declarando las tierras dedicadas al “Ynga, al Sol, Guacas,
mamaconas y moyas que en tiempo del Ynga tenían”.
En los siglos XVI y XVII, los descendientes de los Incas, aún tenían bajo el control las tierras
y las salineras de Maras. Así tenemos a doña Juana Mamaguaco, Ñusta natural de la
Parroquia de San Cristóbal de la ciudad del Cusco, nieta del “Gran Topa Ynga Yupangui”,
hija de doña Catalina de Rojas Ñusta, quien también fue nieta del Inca “Huayna Capac”.
Doña Juana, declara que en las salinas del pueblo de Maras “dos topos de salinas”, que
estaban pegadas a las salinas de don Pedro Cusi Paucar, principal del pueblo de Maras,
asimismo tenía una pedazo de tierras en el valle de Maras, las había comprado de la familia
Ore, descendiente del primer encomendero de Maras2. En 1689, el cura D. Diego Enríquez
de Monrroy clérigo secular, informa al obispo del Cusco, que el pueblo de Maras hay unas
salinas procedidas de un manantial que con artificio se esparce por toda la falda de un
peñón, que da abasto a los pueblos de Marquesado y parte de la ciudad del Cusco
(Villanueva, 1983: 270)

En la gestión y conducción de los ayllus del pueblo de Maras destacan los caciques de la
Villa de San Francisco de Maras de 1770, que señalan que los ayllus: Loyola, Maras y
Mollacas, tienen derechos a 7 suertes de salinas 3, los cuales valen cada suerte 12 pesos,
que en total hacen 84 pesos, los cuales se distribuyen para asumir las obligaciones del
servicio de la iglesia, corregidor y de los caciques de los ayllus. Por otro lado, cabe destacar
que los religiosos “fueron poseedores de medio centenar de pozas, religiosos, quienes
acumularon donaciones particulares a nombre de sus santos patrones, beneficiándose en
gran parte de la iglesia.” (Beltran Costa, 1988:118)

1 La Real Cedula del rey Carlos Quinto otorgando tierras y salinas a favor de don Felipe Tupa Yupanqui, don Alonso Titu Atauchi y doña Juan
Marca Chimbo. Otorgada en el Villa de Brucelas 15 de julio de 1552. Esta provisión Real fue transcrita y publicada por M. Rostworowski,
1993, por Instituto Estudios Peruanos (IEP).
2 ARC. Flores Bastidas, Juan. Prot. 102, 1662, f. 7. “Testamento de Doña Juana Mamaguaco Ñusta natural de la parroquia de San C ristóbal

de la ciudad del Cuzco”.


3 La tradición escrita y oral destaca, la existencia de siete fuentes de salinas y con el tiempo se ha multiplicado muchas pozas de sala de

labrar menuda y gruesa, lo cual ha creado muchos conflicto de orden legal entre los ayllus Maras y Pichingoto de Urubamba; aún entre las
propias familias de los ayllus.
Formulario de Presentación Lista Indicativa Anexo 2A

En el siglo XIX, los ayllus que tenían derecho sobre las salinas pierden su control, dando
paso al surgimiento de propietarios privados. El topo de salinas y suertes de salineras se
subdividen y fraccionan a través de donaciones, herencias y testamentos de padres a hijos.
La individualización de acceso a las pozas de salinas provocó pleitos entre los herederos
que terminaron reduciendo el derecho y el control de las salinas de ayllus y comunidades,
sin embargo el trabajo de extracción de la sal siguió a cargo de los comuneros que
continuaron empleando los métodos tradicionales de laboreo, recuperando las pozas de sal
con el paso del tiempo a través de herencias.

En 1969 se promulgaba el Decreto Legislativo N° 17387, mediante el cual el Estado asumía


la extracción, refinamiento, tratamiento y comercialización de la sal en todo el país y creaba
la Empresa Pública de la sal (EMSAL) encargada de todo ese proceso. Otro instrumento
legal de 1971, el D. L. 18350 (Ley de industrias) en su artículo 7mo reservaba para EMSAL
la explotación exclusiva de la sal, considerando el procesamiento del cloruro de sodio como
industria básica de primera prioridad.

En 1977, el informe de “Reconocimiento de la Comunidad Campesina de Maras del Distrito


de Maras” que son herederos de “Maras Ayllu” y cuentan con recursos naturales como:
tierras, hídricos y mineros. Dentro de este recurso último, señalan tener “un lugar
denominado salineras, cuya explotación está a cargo de los comuneros”4. Posteriormente,
en la década de 1980, el pueblo de Maras toma posesión de las salineras constituyéndose
en la empresa Marasal S.A. de propiedad de las comunidades de Maras y Pichingoto, que
se encarga de la administración y comercialización de la sal para el mercado interno del país
y mundial, constituido en uno de los principales recursos con que cuenta el distrito, pues
alrededor de 400 familias son propietarios de los pozos de sal, especialmente los
provenientes de los sectores de Pichingoto y Maras.

JUSTIFICACIÓN DEL VALOR UNIVERSAL EXCEPCIONAL:

La sal es un recurso natural indispensable para la vida humana que desde tiempos
inmemoriales ha sido explotada por grupos humanos primitivos y civilizaciones alrededor del
mundo para su consumo y para conservar alimentos, creando rutas de comercio, influyendo
economías, propiciando la creación y desarrollo de poblados y ciudades e incluso
generando guerras. Muchos de los antiguos depósitos y explotaciones de sal se mantienen
en producción en la actualidad, conservando algunas de ellas sus características formales
originales y en menor medida las técnicas tradicionales de laboreo asociadas a la extracción
y procesamiento de la sal, al haberse industrializado masivamente su producción a partir del
siglo XIX.

Las Salineras de Maras es uno de los más grandes centros de extracción de sal de origen
prehispánico en la región del Cusco y del actual territorio del Perú. Constituye un ejemplo
notable del aprovechamiento y adaptación al medio geográfico de la actividad extractiva de
un recurso natural salinero en los Andes, donde la topografía del lugar y naturaleza del
recurso (manatial) han condicionado la forma de explotación de la sal con características
únicas a nivel regional constituido a base de pozas de evaporación al aire libre, dispuestas
en forma gradiente en la ladera media del cerro Qaqawiñay hasta el fondo de una quebrada,
a fin de facilitar la distribución por gravedad del agua salina a través de un sistema de
canales.

4 AMA. 1977. Expediente de Reconocimiento de la Comunidad Maras: Copias de actas, padrón general y Plano Catastral. RA. 125 -77. Pg. 56.
Formulario de Presentación Lista Indicativa Anexo 2A

Dichas características han generado además un paisaje de excepcional belleza en el que


destaca la visual de un mosaico de miles de pozas de sal, cuyas superficies, generalmente
inundadas con agua, y muros de contención presentan diversas tonalidades de color blanco,
crema y marrón, contrastando con la aspereza del entorno natural conformado por una
estrecha quebrada de paredones verticales y laderas de gran pendiente con vegetación
arbustiva baja, ubicada a escasa distancia (1.5km aproximadamente) del profuso y hermoso
valle de Urubamba, de gran importancia histórica por los destacados testimonios
arqueológicos de la cultura inca.

La explotación de la sal en Maras se produce de manera ininterrumpida desde el Período


Horizonte Temprano (1000 a.C. - 200 a.C.) hasta la actualidad, encontrándose en tiempos
del incanato y del virreinato a cargo de los ayllus Maras, Oyola, Mollacas, Cachic y
Pichingoto, y en la actualidad a cargo de las comunidades campesinas de Maras y
Pichingoto, quienes a través de la tradición ancestral inca del “ayni” fundado en el principio
de la cooperación y la reciprocidad o ayuda mutua, mantuvieron la tecnología tradicional en
la producción y distribución de la sal. Tanto la propiedad de las pozas como los saberes y
tradiciones de laboreo se transmiten de padres a hijos de generación en generación,
preservando de esta manera la identidad de la población y el respeto por las tradiciones.

CRITERIOS CUMPLIDOS:

(i) (ii) (iii) (iv) (v) (vi) (vii) (viii) (ix) (x)

Criterio (iii): Dar un testimonio único o al menos excepcional de una tradición cultural
o de una civilización viva o que haya desaparecido.

Las Salineras de Maras son la manifestación material de la aplicación de un conjunto de


conocimientos y técnicas tradicionales desarrolladas y transmitidas de generación en
generación por los antepasados de los actuales pobladores de las comunidades campesinas
de Maras y Pichingoto, relacionados al procesamiento y extracción de la sal como recurso
esencial para la vida humana y activo económico y cultural de la población involucrada.

La extracción de la sal en Maras se remonta al período prehispánico, donde grupos


humanos de sucesivas culturas a través del tiempo, identificaron el recurso natural
proveniente de un manantial salino y lo explotaron desarrollando una infraestructura
específica y técnicas de manejo del agua para su procesamiento y posterior recolección de
la sal en estado sólido destinado al consumo humano y agropecuario, la cual hasta
avanzado el siglo XX, era intercambiada por otros productos en ferias anuales desarrolladas
en las cercanías del pueblo de San Francisco de Asís de Maras.

En la actualidad, los mismos ayllus o grupos familiares de origen inca que conforman las
actuales comunidades campesinas de Maras y Pichingoto mantienen la propiedad exclusiva
de las salineras, así como la infraestructura, los saberes y las técnicas tradicionales
heredadas de sus antepasados, las cuales son empleadas en el laboreo familiar y
comunitario de las pozas de evaporación a través de la tradición del “ayni” o reciprocidad, y
transmitidas a sus descendientes para asegurar su continuidad y como referencia de
identidad. Todo este proceso de explotación y producción comunal de un recurso natural
constituye un testimonio vivo y excepcional de la tradicional explotación de la sal en los
Andes.
Formulario de Presentación Lista Indicativa Anexo 2A

Criterio (v): ser un ejemplo destacado de formas tradicionales de asentamiento


humano o de utilización de la tierra o del mar, representativas de una cultura (o de
varias culturas), o de interacción del hombre con el medio, sobre todo cuando éste se
ha vuelto vulnerable debido al impacto provocado por cambios irreversibles.

La geografía del lugar y la naturaleza del recurso hídrico han condicionado la forma de
explotación de la sal a través del tiempo en la localidad de Maras, región de Cusco,
adaptándose a la topografía del terreno mediante la construcción de pozas de evaporación a
manera de terrazas agrícolas construidas en forma gradiente en la ladera de un cerro,
acondicionadas por muros de contención de piedra y divididas por muros internos formando
pequeños reservorios cuyas superficies son alimentadas por una canalización principal y
canales menores de distribución del agua salina. Dicha tecnología constructiva es de origen
prehispánico y se fue perfeccionando con el paso del tiempo, además de ampliar el número
de pozas y dimensión del conjunto, principalmente durante los siglos XV a XIX
correspondientes al período inca y el virreinato, donde adquiere la fisonomía y extensión
actual, encontrándose en uso continuo de manera ininterrumpida hasta la actualidad por las
comunidades campesinas de Maras y Pichingoto, manteniendo así la organización y
técnicas de producción en forma secuencial e intercambio en forma recíproca.

El conjunto de pozas emplazadas en la ladera del cerro presenta una imagen particular y de
notable impacto paisajístico, como resultado de la interacción armoniosa entre el hombre y
el entorno natural, adaptando orgánicamente la infraestructura productiva que conserva su
estructura espacial y material en un grado excepcionalmente alto.

DECLARACIONES AUTENTICIDAD Y/ O INTEGRIDAD:

DECLARACIÓN DE AUTENTICIDAD

La autenticidad de las Salineras de Maras está confirmada por las investigaciones,


prospecciones, exploraciones, registro e identificación de evidencias arqueológicas que
manifiestan la filiación cultural desde el Horizonte Temprano, Intermedio Temprano,
Horizonte Medio, Intermedio tardío, Horizonte Tardío (periodo Inca), así como los periodos
virreinal, republicano y contemporáneo. El sistema de producción en terrazas y distribución
del agua, así como las estructuras arqueológicas asociadas, mantienen su emplazamiento y
características de composición originales sin modificaciones que alteren los valores y
atributos en conjunto. El entorno natural tampoco ha sido modificado, conservando intactos
sus atributos y valor paisajístico. Cabe señalar que al encontrarse en uso el bien, está sujeto
a eventuales cambios menores en el número, forma y dimensiones de las pozas por efecto
de los procesos productivos y naturales.

De igual modo, se mantiene el uso tradicional continuo, la organización y métodos de


explotación de la sal por los herederos ancestrales de los ayllus, hoy comunidades
campesinas Maras y Pichingoto, los cuales son transmitidos de padres a hijos de generación
en generación.

DECLARACIÓN DE INTEGRIDAD

Las Salineras de Maras, a través del proceso histórico hasta la actualidad, han conservado
completos todos sus atributos, tanto materiales como inmateriales, encontrándose en uso
constante por los mismos grupos humanos que no han variado la conformación
característica de las salineras ni los métodos de explotación, a pesar de los periodos de
propiedad privada y estatal, durante los cuales la explotación siguió a cargo de los
pobladores las comunidades de Maras y Pichingoto con los métodos ancestrales
tradicionales de laboreo. Así mismo, el entorno natural que rodea al bien mantiene sus
características geológicas y vegetación intactas, sin evidencia alguna de alteración
Formulario de Presentación Lista Indicativa Anexo 2A

antrópica. El conjunto de salineras y su entorno no han sufrido ni sufren los efectos adversos
o influencia alguna del desarrollo moderno y del turismo.

La integridad del bien está protegida por el Estado Peruano en razón a su declaración como
Patrimonio Cultural de la Nación mediante Resolución Directoral Nacional N° 604/INC de
fecha 27 de noviembre de 1998, y a la delimitación del mismo planteada sobre la base del
catastro, registro e identificación arqueológica efectuada, teniendo como objetivo general la
protección del espacio ocupado por la “Zona Arqueológica Monumental de Salineras –
Maras” y su paisaje circundante con una extensión de 174.34 Has, (1’743,451.64m²),
garantizando la conservación de su intangibilidad, autenticidad y originalidad, propendiendo
al inicio de acciones de protección, investigación, conservación, puesta en valor y de
recuperación de su valor patrimonial" (Silva, 207:3). De igual modo, los saberes y tradiciones
de los pobladores dedicados a la extracción de la sal se encuentran reconocidos como
Patrimonio Cultural de la Nación en la clasificación de “Prácticas y tecnologías productivas”,
mediante Resolución Directoral Nacional N° 719/INC de fecha 5 de junio del 2008,
salvaguardando de este modo los conocimientos y técnicas tradicionales vinculados a la
extracción de la sal desarrollados en el distrito de Maras, provincia de Urubamba, región
Cusco, como testimonio de una manifestación cultural viva que se ha mantenido vigente
hasta la actualidad.

COMPARACIÓN CON OTROS BIENES SIMILARES:

La sal es un producto de gran necesidad para el hombre, por lo que su explotación se


efectuó desde la prehistoria. Muchas civilizaciones en el mundo conocían su importancia y
explotaron por centurias las fuentes de sal, llegando a tener mucho valor comercial por su
uso como condimento en las comidas y para la conservación de alimentos prolongando su
vida útil. Las culturas andinas no estuvieron ajenas a ello, razón por la cual desarrollaron
técnicas propias de captación, procesamiento y extracción de la sal, procedente por lo
general de manantiales salinos. Tal es el caso de los Muiscas y sus antecesores en
Colombia, que recogían el agua salada de manantiales en grandes ollas de barro y hervían
el contenido en hornos alimentados con leña; al evaporarse el agua se decantaba la sal en
la olla que luego se rompía para almacenar o transportar el bloque sólido de sal obtenido.

Las Salineras de Maras no destacan por producir grandes cantidades de sal a comparación
de muchos otros lugares en el mundo, pero se diferencia notablemente de los bienes
inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial y Listas Indicativas, por:

∑ Su clasificación, al formar parte de un tipo de explotación poco extendido en el mundo, de


los que se conocen muy pocos casos, ninguno de los cuales se encuentra inscrito en la
Lista del Patrimonio Mundial, constituyendo además una categoría sub representada a
nivel regional y a nivel mundial.

Las Minas de Sal de Wieliczka (Polonia) y el Paisaje cultural Hallstatt-


Dachstein/Salzkammergut (Austria) inscritas en la Lista de Patrimonio Mundial, y el Paisaje
Cultural de los Pueblos de Sal (Colombia) inscrito en la Lista Indicativa del citado Estado
Parte, constituyen minas de explotación subterránea a gran escala, que con el paso del
tiempo se industrializaron. Únicamente el Valle Salado de Añana (España) inscrito en la
Lista Indicativa del citado Estado Parte, presenta explotación a cielo abierto, condición
similar al de las Salinas de Maras.

∑ Las características formales del sistema de explotación, constituida por una serie de
pequeñas pozas dispuestas en forma gradiente siguiendo la topografía de la ladera de un
cerro a lo largo de una quebrada, y alimentadas de agua salina a través de una red de
canales.
Formulario de Presentación Lista Indicativa Anexo 2A

El Valle Salado de Añana (España) presenta una configuración en base a terrazas


artificiales con estructuras de madera y piedra, constituyendo el caso más parecido a las
Salineras de Maras, sin embargo son importantes las diferencias en las técnicas y
materiales de construcción, la distribución de las pozas o terrazas, su emplazamiento y
extensión, entre otros factores.

∑ Conservar el manejo comunitario y la técnica de producción tradicional y ancestral a


manos de comuneros descendientes de los pobladores originarios, y cuyos saberes y
tradiciones para la extracción de la sal se transmiten de padres a hijos de generación en
generación, reforzando su identidad e interrelación por el sistema de reciprocidad o “ayni”
al interior de las comunidades.

Las minas subterráneas de Wieliczka (Polonia), Hallstatt-Dachstein/Salzkammergut (Austria)


y los Pueblos de Sal (Colombia), si bien tienen antiguos orígenes perdieron con la
industrialización en los siglos XIX y XX sus métodos tradicionales de explotación.
Únicamente el Valle Salado de Añana (España) inscrito en la Lista Indicativa del citado
Estado Parte, mantiene las prácticas tradicionales a manos de la población que las trabaja.

∑ La belleza paisajística del conjunto como resultado de la transformación del medio


geográfico por acción del hombre para la creación del sistema de pozas, conservando
inalterable el entorno natural.

Debido a las diferencias entre los métodos de explotación de la sal, los emplazamientos, las
características geográficas, naturales y climáticas, así como las diferencias culturales e
históricas, son notorias las diferencias entre los paisajes entorno a los centros de
producción, presentando todos los casos características propias que les confieren valores
singulares independientemente.
Formulario de Presentación Lista Indicativa Anexo 2A

BIBLIOGRAFIA:

AMADO GONZALES, Donato y Alan COVEY.


2008 Imperial Transformations in Sixteenth-Century Yucay, Perú. Memoirs of the
Museum of Anthropology University of Michigan Number 44.

BELTRAN, Oriol.
2014 “Maras revisitado. La producción de sal en las salineras de Maras (Cusco,
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Formulario de Presentación Lista Indicativa Anexo 2A

ANEXO

AGI.MAPA URUBAMBA-CALCA, Las Salinas. MP-PERU_CHILE098

AGN. Juez de Temporalidades. Plano de


hacienda Aguacollay XVIII
Formulario de Presentación Lista Indicativa Anexo 2A

Ubicación WGS84
Formulario de Presentación Lista Indicativa Anexo 2A

Plano de delimitación Zona Arqueológica Monumental Salineras de Maras – Instituto Nacional de Cultura (2007)
Formulario de Presentación Lista Indicativa Anexo 2A

Foto: http://blog.redbus.pe/turismo-aventura/salineras-de-maras-turismo-valle-sagrado/

Tomado de: http://www.promperu.gob.pe /


Enrique Castro Mendivil
Formulario de Presentación Lista Indicativa Anexo 2A

Fotos: Ministerio de Cultura


Formulario de Presentación Lista Indicativa Anexo 2A

Fotos: Ministerio de Cultura

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