¿Te encanta debatir sobre temas de actualidad? ¿Sueles
bloquearte a la hora de exponer tus argumentos durante una intensa conversación? Te aportamos algunas de las mejores claves y técnicas para ganar una discusión, según la ciencia. ¿A quién no le gusta ganar una discusión o al menos, tener la capacidad para exponer de forma atractiva, rigurosa y convincente sus argumentos a la hora de debatir? En muchas ocasiones, no son datos concretos o largas diatribas las responsables de la victoria, sino una buena presentación y la búsqueda del consenso y los puntos en común entre ambas partes. Es decir, además de tener pruebas sólidas, debes de ser capaz de ser persuasivo, eficaz y magnético para poder ganar una discusión. Y para ello, existen algunas herramientas que puedes llevar escondidas bajo la manga. En la siguiente infografía elaborada por CashNet USA encontrarás todo el material necesario para poder enfrentarte a un debate y salir victorioso del mismo, gracias a una serie de técnicas respaldadas por la ciencia. En primer lugar, existen tres pasos principales para una discusión exitosa: compromiso, presentación y acuerdo. El primero de ellos requiere que discutas y entiendas el punto de vista de tu oponente.
9 gestos de lenguaje corporal que
debes evitar La discusión requiere empatía, y se trata tanto un ejercicio de comunicación como de lógica, por lo que es importante que tu oponente sepa que has considerado su postura y que eres capaz de analizar situaciones desde múltiples perspectivas. Para que tu compromiso parezca más genuino, el lenguaje corporal tiene una de las claves preponderantes, ya que debes intentar valerte de un contacto visual íntimo, reiterando los puntos de su oponente y encontrando un terreno común. El siguiente paso es la presentación o explicación de tus argumentos. En este paso, es fundamental usar tanto el logos (lógica) como el pathos (emoción). Debes utilizar imágenes y evidencias científicas para agregar credibilidad a tu evidencia pero además, ganarás puntos si empleas un tono más suave, sin confrontación y con el volumen más bajo, rechazando la agresividad y la dialéctica violenta. Debes mostrarte como una persona razonable que se preocupa más por la verdad que por ganar la discusión, logrando de esta manera que tu oponente esté más dispuesto a estar de acuerdo contigo y coincidir en algunos puntos comunes del debate. Finalmente, una vez que hayas escuchado el punto de vista de tu oponente, es hora de llegar a un acuerdo. El objetivo debe ser lograr un terreno común, reconocerlo y trabajarlo hasta llegar al consenso. Para ello, la escucha activa es fundamental, así como hacer preguntas y afirmaciones verbales que amplíen la interacción con el otro interlocutor. Repasa estas y otras técnicas de persuasión a través del siguiente gráfico.