Вы находитесь на странице: 1из 5

EMBARAZO

La etapa del embarazo es, sobre todo para las madres primerizas, un período en el que se
experimentan muchas sensaciones nuevas y que pueden no llegar a entenderse. Aquí ofrecemos
una guía sobre este proceso, aunque se recomienda siempre acudir al ginecólogo ante cualquier
duda que surja y hacerse las pruebas recomendadas por el profesional.

El embarazo en su primer trimestre

Primera semana. Se ha producido la fecundación y la implantación en el endometrio. Por regla


general, esta semana pasa desapercibida para la madre, puesto que los cambios que se han
empezado a producir a nivel hormonal, todavía no afectan al humor o al estado físico de la
madre.

Segunda semana. El embrión comienza a desarrollarse y se define su sexo. En principio, los


síntomas no se manifiestan todavía, si bien hay algunas mujeres que experimentan cambios de
humor, sensibilidad en los pechos, náuseas o fatiga.

Tercera semana. Es en este período cuando se comienza a producir la famosa hormona del
embarazo, la que provoca que los tests de embarazo caseros den positivo. Por ello, muchas
mujeres se enteran de que esperan un hijo a partir de la tercera semana. La mayoría de las
futuras madres siguen sin experimentar síntomas de manera clara.

Cuarta semana. Los sistemas y principales órganos del bebé comienzan a desarrollarse. Por ello
es importante que, si sospechas o sabes que estás embarazada, interrumpas inmediatamente el
consumo de tabaco, alcohol u otras sustancias nocivas. Por su parte, los síntomas comienzan a
manifestarse: variaciones en el estado de ánimo, cansancio, náuseas matinales, dolor y aumento
del volumen de los senos o desarrollo del sentido del olfato son los más comunes.

Quinta semana. El embrión sigue desarrollándose con el aspecto de un renacuajo. Los síntomas
descritos anteriormente siguen manifestándose en menor o mayor medida, dependiendo de la
mujer. Además, se puede experimentar una necesidad frecuente de orinar debido al aumento
del tamaño del útero.

Sexta semana. El bebé ya ha alcanzado el tamaño de un guisante y, a partir de esta semana,


empezará a desarrollar las extremidades. Pueden aparecer nuevos síntomas relacionados con el
estómago, como la acidez, o el estreñimiento.

Séptima semana. Empiezan los famosos antojos y los síntomas más comunes pueden
agudizarse. Mientras tanto, la cara del bebé va tomando forma y sus órganos siguen
desarrollándose, a la vez que se va perdiendo la forma inicial de renacuajo.

Octava semana. El embrión pasa a ser un feto. Es muy importante que la madre siga hábitos de
nutrición y salud que sean beneficiosos para el bebé, ya que a partir de la octava semana pasa a
alimentarse exclusivamente a través del cordón umbilical. El útero, para entonces, habrá crecido
considerablemente y, aunque no sea visible todavía en forma de tripita, puede sentirse algún
dolor.

Novena semana. El sistema digestivo del bebé va desarrollándose progresivamente y el feto va


preparándose, una vez que los principales sistemas están formados, para crecer en tamaño. La
madre puede seguir sintiendo los síntomas de las anteriores semanas, ya que es normal que se
mantengan durante el primer trimestre.

Décima semana. La barriga empezará a aumentar de tamaño debido a que el feto hace lo propio
y muy rápidamente. En estos momentos, puede que los síntomas vayan remitiendo aunque los
cambios en el estado de ánimo, debido a las alteraciones hormonales, podrían mantenerse.

Undécima semana. El feto ya realiza ciertas actividades por sí mismo, como orinar o tragar.
Puede incluso mover sus extremidades. La llegada del segundo trimestre anuncia un período
mucho más tranquilo para la madre, aunque debe seguir cuidando la dieta y la salud. Es
recomendable la actividad física, pero de forma moderada, como caminar o practicar yoga.

Duodécima semana. Finaliza el primer trimestre y con él, los peores síntomas del embarazo. La
barriga ya empieza a notarse y el bebé sigue creciendo a buen ritmo. Su rostro cada vez es más
definido y los órganos van perfeccionándose.

El embarazo en su segundo trimestre

Semana 13 – Semana 16. La etapa más delicada del embarazo ya ha pasado, el riesgo de aborto
involuntario ha disminuido considerablemente y los síntomas también. Eso sí, la barriga crece y
crece, por lo que es momento de comprar ropa premamá que sea cómoda. Hay que tener
precaución con lo que se come, ya que es normal ingerir comida de más. Los pechos siguen
aumentando y se preparan para la lactancia. El bebé, por su parte, empieza a oír gracias a la
consolidación de los huesos auditivos. Durante este período, se produce uno de los momentos
más emocionantes del embarazo ya que toca conocer el sexo del bebé.

Semana 17 – Semana 20. Algunas mujeres ya notan los movimientos del bebé. Su cerebro ya ha
desarrollado consistentemente el área que controla los distintos sentidos, que se agudizan. La
madre puede sufrir algo de estreñimiento y, por ello, se debe aumentar la ingesta de fibras y el
consumo de agua. Otros síntomas que suelen aparecer en estas semanas son: hinchazón de las
piernas, varices, sequedad en la piel, fatiga, etc.

Semana 21 – Semana 24. El movimiento del bebé será cada vez más evidente, sobre todo por
las noches. Es momento de empezar a hablarle para que conozca la voz de la madre. Su sentido
del tacto ya se ha desarrollado. La barriga sigue creciendo y esto puede provocar algún problema
en la piel, por lo que se recomienda aplicar crema hidratante para prevenir también la aparición
de estrías.

Semanas 25 y 26. El niño combina períodos de sueño y vigilia, así que habrá momentos en los
que no se noten sus movimientos. La presión sobre la pelvis de la madre cada vez es mayor por
el aumento del tamaño del útero y las ganas de ir a orinar con frecuencia aumentarán. Otra de
las consecuencias es el dolor de espalda y, por eso, se recomienda tanto la realización de
actividades como el yoga, que ayudarán a aliviar estos síntomas.

El embarazo en su tercer trimestre

Semana 27 – Semana 32. Lo peor del último trimestre se resume en el cansancio, la


incomodidad y los cambios de humor. La comunicación con la madre llega a un estadio muy
especial, ya que el feto es capaz de sentir incluso hasta ciertos sentimientos como momentos
de estrés. Por eso se recomienda permanecer tranquila en medida de lo posible. Los pies se
seguirán hinchando (descansar con los pies en alto alivia esta molestia) y empezarán a aparecer
las estrías, que se pueden prevenir con la aplicación de cremas adecuadas. Por otro lado, puedes
sentir contracciones que, si no son muy seguidas, no presentan importancia. Has entrado en la
fase final del embarazo.

Semana 33 – Semana 38. El feto comienza a colocarse con su cabeza boca abajo, en la pelvis,
síntoma de que el parto está cerca. Su gran tamaño provoca que al moverse, un pie pueda
incluso sobresalir de la barriga. También se produce una presión sobre los órganos de la madre,
razón por la cual le costará respirar y se llenará rápidamente cuando coma. La tranquilidad ha
de ser el estado de ánimo dominante. A partir de la semana 37, el bebé ya está en condiciones
de nacer y el parto puede adelantarse, así que hay que estar atenta a los síntomas como las
contracciones. Si son muy seguidas, acudir al ginecólogo.

Semanas 39 y 40. Ha llegado el momento. El bebé ya puede llegar a pesar los 3 kilos, por lo que
será muy incómodo para la madre caminar, dormir o incluso sentarse por el tamaño de la tripa.
¡El embarazo ha llegado a su fin y ya es hora de disfrutar del nuevo miembro de la familia!

Вам также может понравиться