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i¡!lag"]' ,1,,1 "I'j,·ti,." rilwl el,· la tcrapj¡ ,: la pl'r~ I ' JW t ' r "¡¡11\'" ai
máximo. ,'s tI""ir 1;, pasonu hllm¡.¡na ,m fu nci(1nami,mto pl,·no.
El! ulm sentido, nuestra l"umpn'nsión clt, la rl"hH;ión tera·
peu tica nos ha llevado a ha<.·t·r d ertas formulat'iones res¡weto tic
LIs rduciones inlcrpcrsonilles, ya (Jue la n '];¡dón terap~\ltka ('s.
,-'n n. . dlidad,
. un caso cspecial de aquéllas. Es éste un enfcl(pw
nncv¡¡ y provisional que conside ramos sumamentt' pwmis!1rin.
Finalmente, llegamos a la c() ncl ll.~ ión de 4 Ut' si ntlt"stms
ideas sobre la terapia tenian alguna validez, podrían aplit.:arse
también a todos los campos de la experiencia y la conduelu hu-
mana q ue implicaran a) ]¡.lS rclacioncs int erpersonales, y bl ",1
objetivo () potcncialid,ld de desarrollo o de cambio de la perso-
11 . nOAIA O(
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t" (lrj,,~ pan 'ialm"nt!' t'I"horadas 1'0 rL·!aciún \.OlIn C¡Jnlp,¡s l al . ·~ '"',.
111" la .-id.! fall1i1i;,r. la .'dU t.~ IÓÓO, el !id(~ra7.go dI" gnlp" ~ b s
situal'ioIU'S dI: tensión ~. t.llnnicto grupal.
El "lIadro ql1l' :ltllet.·t'lle ayudará al 1loclor .a l:oOlprender las
relal"Íor1t'.~ exisknk,'; \:ntrc Jos diferl'ntcs aspt:dns dI-: m 1l'str,,~
teoria.~. El cuadro t:mpjt'za a ](-('r5" d t:~d t, t'! (;errtro. l .a tt·"ria
se l'iaooro t:n las cuatro dire¡;l"Íoot:s indicadas. El lector dcbe
recordar que el margen de error puede aumentar a medida ' lue
nos alejamos del centro. En general, se dispone de menos o::1e~
mcntos Ol' prueba en las zonas periférkas '1'11' en el centro. El
cuadro r.:stá numerado para permitir la id,·n¡ifi ..aóón di' la s di-
vt-'Tsas prnposi eiuncs que se expondrán tm 111S l);lr,i ~ raffls n-lado--
nados cun ,'sas diversas teorias. Al t:studiar I'SOS panigr;¡los el
lector pudra l'ocontrar en el diagrama el vínl·ul .. org)lIil'l) que
relaciona un st'"ctor J€'lerminado con los d"m'ls w¡-(nTt·.~ Jt la
estructura teÓ ritoa.
Antes de procedt'r a b e:'tpo.~ici6n Jt' l;1s tl·urias. quisil"ra so;:-
ñalar ,~:'tplíci tam<.:'lltt< qut' la tarea realizada es frutI) J . . un tr¡¡bajo
de equipo. Ent~(· los t'scritos de Vktor Haill1Y. Hichard HogalJ,
Stanley StaodaL John Butler y Thomas Cordan ht· sdt'ccionaclo
aquellos '!lIt' constituían un aportt' a 'Ias formulaciones t¡-óricas.
r-.·lm·J¡us otros illvt'stigadnres han contribuido de divt'rsas m,IO,-·
ms a la dahoradón di' mi pensamiento. D/;'seo mencionar I'n ,·s·
peciaJ la va lima intlu('lll'ia que ejercieron sobre las t.·urius {luo;:
expondre st'guidanwnlt" Oliver Bown, Desmond r:altwri~h t .
Arthur Comhs, Eugeut:" Ct'llclli n, A. H. Maslo\\', .1ulil ls St't'man,
John Shlien y DOllald Snygg. Pero deseu señalar lplt" los iUVt-sti·
gaclores mencionados no son n·.spunsables dI" mi t"xposición. ya
que sus propias experit-'ndas lo::, t'undujeron en muchos ca sos por
sendas teóricas d ift'n:n lt' ~ .
21
, "
d(, nuc..,lr::t.~ teorías. En la p¡ escnte SI.'lTlOn he tralado de d"fjn ir
con el mayor rigor p05ible esos construclos y términos, de modo
que las deliniciones ayud:nán a comprender más c<l.t,almt'ntf' la
Icaria .
En esta secciÓn se t!nconlra rá en primer lugar una li.~ta nu-
merada de todos los COllslructos definidos, qUf! han sido agn¡·
pados en conjuntos afines. Hay once conjuntos. l'ada uno df' los
cuah:s está organizado e n torno de un concepto central. Si se
comprenden esos conceptos centraJes, no será d:!kil compren-
!lrr cada uno de los té rminos conexos, ya que cada unn dt' lo~
constructos de un grupo tiene ulla estrecha y significativa r f!Ja·
ción con los otros.
u:. lista es seguida de la definición de cada uno df' los «00$-
i
trudos. El orden de suces ión de las definiciones corresponde al
orde n numérico de la lista. Algun;ts de f'sas definiciones están
acompañadas de un conientario explicativo.
Con respecto a la definici ón del COIlCf'ptO del yo (self) una
larga digresión proporciona la ~ his toria clínica" de la ebborfH.;ión
de ese constructo. Se trata de ilustrar la forma t:ll 'que "Se ·t<laho.
raron la mayoría de lo.!': constructos de estf' sistcma teórico. es
decir q ue no so~ productos especulauvos sino el resultado de 'Jna
permanente interacción entre la experiencia terapéutica. la con-
ceptualiz.ación a bstracta y la investigación qne se vnlt, df' térmj·
nos defini dos operacionrume nte.
Es probable que f"st a sección. dedicada íntegramentt> ¡t pn· ·
st'ntar las definiciones, resu lte i ridll y aburrida . En tal cnso, qui-
zás el lector prefiera pasar inmediatamente a. la teoria de la te·
capia expuesta e n la sección sigu iente, donde cada termino defi·
nido figurará en bastardilla. Podrá entonces consultar la seco
dón relauva a fas definiciones cada vez que lo necesite yen·
contrar lisi el significado preciso d~ (;¡lda término.
"
I':,x p\'rit'lwi;l y l'llnstrtll'ln~ t'Ullt'xns
,1, L'lwri.'n\'i:t
4 . Expt'ril1ll'l1tl'"
.') St·ntimit·IIIII.·· J':xP", ¡"'W;'II!.- dt'l st'ntimi .. nto
1" .-\1ll!"l"Iaza
j,,,! Inauaptad6n psit'ológÜ.'a
Rp.an·¡ún allk lu ;¡m"IlIlVl'
:\.. Ur",.:I'''M ' "r, ~"r" 1'''' t,; .. "dlin. ~ t;!f~,fc ..d"u. r., 1\" 1"v<'C'" ~I "H
,,,,,,,,.' "n.:;,,,i\,, ".' 11'" I..,;: .. ,,,,,,,r:d, I"m t:lI"it'n'l' ~'\)t1II"I'" dO' 1(lI1III11 I"nI OI )
,,,,,,, l" I\.·"~ "" "I "'''lru~ " \Vlit:ltu~ , Es ~I tlrOl,:t'~Q de wn tlmlu"ro. tln' l 1'I!II1I
"" ,,,,,,·,,to> " 1,,,,1, ·, ... '11 ,· 1 ~" ntL1" r~n<l"'~"h..'\) dlj l l"rU,'lduu I JI' 1
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N "' ,n \,, '~ . 1111 1 [ \ '¡~ I l' I
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2.5 . PI'r<:"pt'ión discrimin:ltiva (F.rlensionality)
2B. ~ Iadurar, madurez
Valoraci6n condicional
35. Valoración condicional
CODStructos relacionados con In valor..tción ·
36. Centro de la valoración
37. Proceso de v'aloración organísmica
Constructos relacionados con la fuente del conocimiento
38. Marco de reft'rcncia interno
39. Empatía
40 . Marco de rcrl'rencia externo
~
1. Tendencia actualiwlltl'. Todo orgilnismo tit'nt: la tendencia
§"i~~.1 desarrollar totl:\S sus potencialidades para conwrvarlo o
mejorarlo. Abarca no sólo la tendencia a satisfacer lo que Mas-
low [45] denomina Mneeesidacles deficitaria...- d(~ aire, alirnt'nta-
(:i6n, agua, etc., sino también a re!lIiLlr al·tividud¡,:; más genera-
lizadas, como el desurrollo tendiente a la cli ft-renciación creciente
de los órganos y funciones, la expansión t"n funC'{ón del creci·
miento, la expansión de la eficacia medianil' ('1 uso de he rra-
mientas. la expansi6n y el mejorami("n~-"ura\lés . d ~ la rt'produc·
ciÓn . E.s el desarrollo en t"1 sentido de' la autonomia ' v t"n sOc'ntido
opuesto al de la hett"fonomía (o contro¡ ·eje¡:'ciclo-pó; fue-rzas ex-
temas). Podría usarse como sin6TÚmo de este término la fornlU-
lación de Angyal [2]: "La vida es un proCt'SO autónomo que tie-
ne lugar entrjl: ~el organismo y el medio ambiente. El proceso vi·
----.:::-- - ~ --
-~" -J,-' ''''
24 "'-.:. ,. ~.
':"'. ""
tal no liende meramente a preservar la vida, sino que trasciende
el momentáneo statu quo del organismo, expa ndiéndolo conti.
nuamente e imponiendo su detenninación autónoma sobre un
t'reciente ámbito de acontecimientos.
Es importante señalar que la - t'eñde;cia-a~t~;¡¡zan te "cs el
co~cepJq.. fund~1 que se postula 'en - este- sistema teórico y
- qüC-es el organismo en Sil totalidad, y sólo en su totalidad, el
que presenta esa tendencia. No hay en el sistema homúnculos
ni otras fuentes de energía o de acción. El yo, por ejemplo, es
un constructo importante de nuestra teoría, ~..11'? .p agf
nada. Es sólo una expresióu de la tendencia geuenal del orga-
nismo a comportarse f"1l formas tales !lue 10 mantenga n y mc-
joren. -
-Señalemos también que los conceptos de motivación deno-
minados reducción dI'! la necesidad, reducción de la ten.~ ión, re-
Cucción del impulso, están incluidos en el concepto de tenden-
cia act'ualizante, Este incluye también las motiV"dciones de cre-
cimiento que parecen ir más allá de estos terminos: la tenden-
cia a reducir las tensiones, la tendencia a ser crea tivo, la tenden-
cia a caminar en lugar de arrastrarse (que pennitirá cumplir las
misrn3.(l funciones),
25
~,,~
'V /'
.'), Experie7lcia. Este término se ma para englobar tocio lo qut~
suct.-de dentro del orgilnismo en c ualquier momento, y que está
potencialmente disponible para la conciencin. Incluye tanto los
hechos de los cuaJes el individuo no tiene conciencia. como los
fen6menos guc...h.an...accedido"a-Ia-. 0Jociencia. Podemos citar, por
~je~~lo>~.. a~pe_:tos psi~oI6g,ldel h:l~bre (aún .~a~~
lncllV1duo esté fan "absorbldo-por-el-tr.awJft';-ct-jtlego. "etc., qu.e
-ñO"enga-concienci:laeqliesJeñteham~e] ; tos erectos que pro-
_m alicenen:eroi'gaili'Siñó'Ia visi6n, los sonidos y los olores, aun
cuando ocupen el centro de la atención; la influentia de la m,'·
mona y de las huellas de llolS experiencias pasauas, en la m(-tiida
~m que actúan sobre la experiencia inmediata, 1'5 d~. en la mi"
dida en que restringen o amp-lii!Jl..!1 sig!:1ljc-ado-deJos- .divf!rsos..
t'stímulos; en pc){:as palabral, tudo lo que t'st;Í. presente 1m la
é,iiidenda iññi~ Señalem~o ornfiñre; que t!r(,:Oii'C";pl(~
C:le~¡¡ no incluye fenórrienos tales como las dt'scar-
gas de nemonas o los cambios de la lasa de la glucosa en la
sangre, debido a que estos hechos no están dir~amente dispu.
-' nibles para la conciencia. O sea que nuestra definición no es fi·
siológica sino psicológica .
.~omo_ sinónimos de "experiencia" podemos citar los térmi·
'. n ()$~ "t.'alllIX>! experienciaI" o "'campo fenoménico" (aunque ('ste
t'!ltirrio~ I¡Ú ; como lo emplean Snygg y Comhs. abarca 1l.Igo más
que lós fenómenos de la conciencia), No hace mucho hice uso
ti!.! térnlinos tales como "experiencias viscerales y sensoriales" y
"l'xperiencias orgánicas" para sugerir el sentido de totalidad que
tiene este: t.'Oo<.'t!pto.
Debemos señalar, por último, que el t'onC('¡Jto de experien -
cia se rdiere a los datos inmediatos de la conciencia. no a una
at'umulación de experiencias pasadas. Se t'fee 4~e taJ delimita -
¡'ión posibilita definiciones operacionales df' la experiencia, o de
11111/ t'xpe..';encia, es decir, de un segme nto dderminado del cam-
1"' ('xpl'rit'ncial
4. ¡':.qu'rim elltnf. Elilc I~rmjnl) liignifk1l simlJlemeDt'c recihir ('11
1' [ ulgl!lIi ~ IHO la r~' p\Tc tl s i61l Ul' [ o.~ hechos ,~cnsOrialcs 1) fisiológi -
" 'J~ '1 11<' I '~ h'lrl lJ1 lHhlt'i ntluSl' 1' 11 1111 /I)IIIHt,'nto d ctcmlim\c1u, .
1';1 t(\¡lIdllo qltl ' dl 'M IJ.(1U1 , '~ I (1 l"O1(" ' ~() IItlo l ll, \.!"I I) II'nr,~(J on 111
11 ' ~ 1" 11111111111. I t i I ' 1111'1111'" I 111' '~ I nl(I<''' d l1lhn !l;onr (1 11
\t/.v¡
manera ud~cuadu, en el plano dl' In conciencia, t'sos ht'(·h..s St' I1 -
cuando estoy con ella"; "Por primera Vt'Z, y redén ahora, mI: do,"
cuenta de q ue me gpstas~, Este último es un ejemplu de otru
fenómeno relacionado con nuestra teoria y que ha loido dt'nomi·
nado "expen'encinl{ follll del sentimiento, en el pre-scnte· inme-
diato. El individuo es, entonces. congruente en su e.'<pt'rieucia.
su conciencia y su expresión (del st!o tilnit'nto).
' o J)i~1JO !lihj/jd(/(J ¡)lml 111 L'OIldem; ill , CUlIndo UOII c,' p..:rit:Tlc m
lWcth: simholi;,.urs(I lib"\.'lIIcuh:, sin negución d efCll.'l ivll "i d i:llUr.
~ló 1! . "U t f) lWt!S lI'l dll:t, (JII {1 ('st°(¡ tl[ ~ V()I1¡b l c pum 11, cvnclcllr.:in o
! .s . Si,,,'mli=ndón co",cta. No e, indi'pen"ble quc- 10' ,imbolo'
'1 " ' - 1·,,, •.~I¡luycn nuestra conciencia corresponrlan neces-.uiamen-
.t.
I
Lo- " b ¡'xpcriencia "re:ll" o :l la "realidad", Por ejf\mplo. el psi-
28
Riesen y otros invest igadores, según los cuales la acción de los
enímuJos y el significado que se asigna a los estimuJos son par-
tes inseparables de una sola experiencia.
Para elaborar nuestra propia definición, podríamos d4!'cU que
una percepción es una hipótesis o prognosis que emerge en la
conciencia como reacción a la acciÓn de estimulos que' inciden
sobre el organismo. Cuarido percibimos que .. esto es un triángu-
10-, -aquello es un árbol-, "esta persona es mi madre", estamos
llaciendo la predicción de que los objetos a partir de los cuales
se reciben los estimulos presentarían -si los controlásemos por
otros mt'clios- propiedades que bemos llegado a considerar, en
función de n\llostra eKpCriencia pasada, como características de
los triángulos. los árboles o nuestra madre.
' . Podríamos decir entonces que percepción y concíenc:ia. son
sinónim os; percepció~ es f l término más restringido, que se usa
por lo ge neral cua ndo qUfremos destacar la importancia de Ins
estímulos en el proceso; y conciencia, el término más amplio. que
abarca las simbolizaciones y signilica~os que surgen tanto de es-
timulas puramente internos ( tales como 105 recuerdos. los cam-
bios viscerales. etcétera) como de estímulos externos.
Esta concepción pwamente psicológica de la percepción no
excluye la validez: de las concepciones fisiológicas. como aquella, .
por ejemplo, según la cual la percepción corresponde al efecto
de ciertas configuraciones de rayos luminosos sobre ciertas célu-
las nerviosas. Sin embargo, para nuestros propósitos. la definición
psicológica parece más adecuada y por lo tanto usaremos el
término de acuerdo con esta acepción.
29
guir el caráctn amenaz.auor de una. experiencia. sin representar-
se conscientemente esta amen:128.
11 . Experiencia dd !Jo. Este término fue introducido por Stan-
dal {BOl. quien lo definió como todo hecho o entidad del cam-
po fenoménico discriminado por el individuo y que se di5crimi·
na también como yo (5elf, me, 1) o como algo vinculado al yo.
E n general, las e:-:pcriencias del yo san la materia prima ron la
cual se forma el concepto del yo organizado.
1f. 12. °
Yo, concepto del yo de sí mismo, estructUTa del !JO. Estos
ténninos se refieren a la Cestalt conceptual coherente y organi-
zada Compuesta de percepciones de las caractensticas del yo. y
de las percepciones de las relaciones del yo con los otros y con
19S diversos aspectos de la ,-ida, junto con los valores a.signados
a estas percepciones. Se trata de una Gestalt que {:Stá disponi-
ble para la conciencia aunque no esté necesariamente en la
Fonciencia_ Es una Cestalt fluida y cainbiante, un proceso, pt'lro
en un momento dado se lrata de una entidad especifica que f'~~,
cuando menos, parcialmente definible en términos operacion:ll('s
por medio de un inventario de personalidad del tipo de la "téC'-
nica Q" o de otros instrumentos de medición. Se usa más el hh·
mino yo o concepto del yo cuando hablamos de la imagen qu('"
la persona tiene de sí misma; y el término estructura del yo cuan-
do observamos esta Cestalt desde un marco de reff'rf'ncia f'X·
temo.
31
'.r .
Esta ('.~ Hna manl'fa kgitiml\ di' h¡\('('r
I"it'lI!t' cnltll> ill\'1II1S{·iI'n!l'.
IIIIi1 ahstr:u'('ici .. il partir nI:' Ins f(·nómenu.~. lWW Ncemns q1ll' no
t'S úti l, porqm' na lugar a UIl {'()¡J('('ptll qUt' no rs su::;ceptihl¡. de
ir ( .~u ti dt""llk
.~I'J._ d('finido "llI'ml'Íolli d llll'lllt'. ~fl plwdt· lo g\ar.~t" hl ('on~nll'nda
at"t'H"¡¡ del nmtl-n idn tic" illi:~~t:j.t.:ll!t: dt· 1111 individllo
n llllO panl Ipl\' h. invt'$tigadún fI'SlIltl' pllsihlt·. Por tal l1loti\',,_
\ iill.~ p:\ft:'l't-' cnús \'lIi1Y¡'l\i" ntc' r.lt·finir d yo ("(HnO ulla Ct'sfalt dis-
.) l~'.f'!}l?I.~ .ya~'1 .~~~ .1·f~:'l.t·.i(,I\l"i;t. Esta (·lnl-z.(7pt·iilll-:ihri¡rt" ."'¡:;\lliinll" ¡;
-"-un importa!III' movinlit-I, III di' invt'stigadón.
'Sin embargo. trat¡UlII':' dI' !lO Pl'1"d('f d" vista (lUI' toda Ik-
tinic:ión no t'S rná:; 'lIW 1111,1 ¡d 1stwt"l'iún ~ qlll' los mismo:> ¡"!lÚ-
l1I('nos pu("c'1t-ll ,q'r ah~tr;lido,~ di' diIN('Il!l-S Illanl:'ras, lln 111;('111-
hru dI:' nu~':;lro gru p" ~¡- ,,('upa ill'lu,\]IIH'ntl- d,' ¡·h\b\lra.r. una de,
finición llUt' pqndrú I;nhlsi,~ I'n d car:ktn I',unoianh' dl'l yo ('limo
proceso, O,tros illwstigadnrrs creen qU(' II lla defi nició n múltiple.
st"ría mús udl't'uada, I'~ .d et'ir. \Ina definición 4m' tllvit'nt t'n
cu-e nta la existenc:i¡\ dt' \'a·r¡II.~ ro para los d iv('lsos contextos vita-
les, Esta Hnt'a dI! pl:'llSamil'l llt¡ I'sli, im plícita, ' por ejel1l-plo, en "la
investigación clt, Nun !1 :IJ1~, !501, ~m'litj'(lS esfuerzos tit'lldl~n,
pues, a lograr una ('oncl'ptl1alización IlIÚS a(il'cu,ldn d(,.' este s~'c
tur dI:' nuestra pxpcrit'nci;¡ tl·r;¡p~\lti('", v la ¡t-('llit'a más aprophl-
da para elahorur ddilddOlil's o¡ll'na'i¡,n"ks dI' l<l.~ com'l:'ptos
formulados,
Aqu í t1mcJuyl' IHH'st .." ¡¡ari'otesis, E:;¡Wrallhl~ qut' haya n)l\-
tri huido ¡t d,¡r ,11 ll'l'!(lr 1111,1 id.',¡ d,' la ~t' JlI'~is dt, los ~'lt-IIWlltOS
tundalllt'otal¡,s di' 1lllcstra It'"r ia, t,d.'s ' ~)Ill(J 1,1 1'lIl1 t'qJ lo cid yu,
dt' t'11r1g:nwncia l' illl'on~r".'lwi;¡, dI' l'OIl(ltll'l .. cidt'llsiva. d t ' CIII1'
.~jderadón positiva iHl'll~dkilll1al'. 111- l'l'lllro dt, ];1 \',Ilnrac-ión, d,
l'¡'kra, ,'\11111111(' d th'SlIff.. lI" di ' "stos \;Olll't'p'<lS IlII hit' dt'l lodo '
TI'gu],¡r , l'lIl1lprt'udió .~ i¡ ' llll'n' las 1;t.~ I 'S si.t.:lIi.'I¡h's: IIhSI"ITilt'iólI·
diuÍl'a, ¡'¡,.Il'¡'pl tl¡¡liz<tl,itll. Jlrtlv¡sillllal , ~.Yt',~fi!t; ¡ l'"'lll illh' ja] i¡ara
\'l,ritk¡¡r al g\l"a,~ tll' b~ hil¡I'II I '.~is .'III" I I,j¡t( ]a .~, OhSI'I'V:ll'ión di-
uit'u ¡,,¡idou,d, ¡onlll ¡[,t!'iú ll I! ¡:'.~ ri~.II'II.~il .lt-l l'OIlI"'I'to ~' ;1,. sus
n,I,tdtlllt'S IUII\:j,'llill¡'.\, 11\,li"il'i'I!U'.~ "JlI'ral.'illllall"s '1IÚS r¡'/illildali,
iIIVI ..~li¡.!;adl"lt's IIlÚS ¡'¡!llt' luye llt" s,
Q IlIcolI;.!f/It'IIl:ia I.!lIt /'{ ' d !JI! !J /11 ¡,Xlif1ril'uóll, CI'IUlJ .~e \"'P"II-
"'-.)o ~ .' 11 \,j t'a~¡lulil IJIII' 11':It<l d.' lit tvnna d., 1;¡ IwrslllI,¡[idad, ,~ lIdt,
;j.1
l'xistir cit'rht c1i~(:r('panda .{·olrt' d yo ta l ('00\11 St' lo pt'rdbf' y
la ('xperit'nda n'ul clt-I urgnni.~mo. Por ¡'jt'mpln, t'1 intf¡yidllu Jl I.II~
de cOllsidera r qm' P0!;t'l' las C'd rnc l ('rísti{.-¡¡S ti. h y e y 4 l1(" t'xpe-
riml'uta los sen timh'nlus x, Ij y %. Sin embargo. si pucliNiI H'alizl.l1'
Ulla silllhoJiz.,ad¡'¡ u .udt:l'uudn lit, .sIL l'xp('rit'n{"ia dt 's('llhriria que
pose!' ('11 I"eal idlld las carac tt'l' ¡~tiC:¡L.~ c. ¡/ y e. y "tI/" ¡'xpt'rinwnta
los S(,lIljlHkntu.~ j ', 1(', x. J)t'lllllllinalllns in{"l)nitflll'nda t ·.~t' ..slado.
de di.~cl"( ' l);tl1("ia cnln' \" ~!I ~. );t ('xpf'rj¡ ·nda. Cuando 1,1 indivi·
"duo s('" ('II('w 'nl rn t' n t ..~tad" di' in('ongrut"ncia ('st;). t"xplwstn ¡\
tensió n y ( 'UlIl(lliiólI ¡11(('finr. )"¡l qm' t'n algunos aspe(·tns la ('1111-
ducta dd indi viduo '~~f' ri¡.:¡' por la It'nclend¡\ ,lctualizlIlltt' y " 11
otros por I¡¡ It'mk nc: i.a n la Il(:tual izadón del yo, Oc ahí la ap,t,
rición de (,'culdllt'las ( li,~cordnl1tt',~ ., jm:umprt'llsiblt's, E] ' L'oJ}lptlr , '
, tumicnh, 11('urólk'o ('S \Ina ll1allif",~I¡¡dón de I'st' estndo d., inclln ' ',,,
~
grUCncia; J:l COtulud;¡ n\¡~a, ~,~ ('] ~¡J!ndo , .~e J ~_ ~~~dil ij
aCtU¡I !iz¡l nte. ('n {'lllltrapIJ~idón ¡t ¡as cunductas por ] a,~ (:uales
.. t'lliiillViduu intcuta l\dual ~ -y¡J."·üf,rii(¡-do-i¡i¡;:-t:J-¡¡;Uj'cj(:¡nl 8
110 · pu¡"d¡';~-i1.il1;pr'; li( I ¡;¿s t:-; l- si'-¡-ñiSilIO, ya 'lUl' ~e abstient' dI' ha- @
l't:f lo ([Ul' l'ous(:it'utCIllt'ott' -q uit'f!:''' h¡ll'"r, o sea, r,ou[jZ¡tr II n @
yo l[lW ya no t'S ('n (l~rUI:'\ltt' (1111 la ¡·x¡.l t'rit'twia,
@
~'(/!/II:raf,ilichltf, ES/t, It-nnilltl dvsig;ml ... 1 t, ,~t¡,d(J
dI' incon-
I!
~ll' itt ¡¡lit" plll'd,' ¡',-:istir 1'lItl'l' .. 1 ~'u y b t';qwrieu..::ia, St" ,'1\1 "
pito" l'ualldo SI: d(',~t'a dl'slac:n r d pc,r j ~ro de.- dC'.~(lQ~¡¡!liz:u::¡ón p,~í ~
- {Iu ic;l ;.J qUI' Ill1l"d(' Ilt'va r lal ¡,stad", Cmllldu ul individuo,s., 1'11"
l'ui'lltr:l vil I',~tad!l dI' illl'ol1~nl('lIl'ia si n It:u <, r l'OIlc:,i¡'\lci.l dt' 1"110 ,
t·S POkl1l.:iahl1l'UI¡" v u ll1('m l,JI' 11 111 angustia, la ¡\U l1'na>:a y /;1 d i"~
~
~
sorgall¡za<:Íóll, Si U1',1 ItUI'l'iI ¡'x lJt"ri('ltl: ia (llmc' ,'11 c,:vid ¡'nda 1,1 I li ,~" , e
("n "panóa l'''1I lal daridad 'I'u' d ¡JI(lh'¡c!II" 110 pllf'd¡, eI!'ja,. .1(,' @
[ll'n'ihirla l·IIIISl'iI'lIlt'UII'IIIi'. ,~.' st'ntir¡'t ¡¡Il ll 'uuzado y ,~ u l'unl"'ptt l
@
dd yo qUt'dlll-'¡ .rt ',~.. r!-:alli'l,;ldll po r I',~¡¡ ,'sPI'rit'llch\ '." lIntr:l\lkw;·iH
-- t' j'''I ,~iJll¡Jaj¡It:. @
@
_ ( ~A I¡.!,:'I/.~Iil/. Fl'tI"ltll'!lor'·I.t:i¡~IIII" tltt '" la ¡Wg:IAslia l',~ 1111 ¡'s!;ld ..
' Y i lll 'tll'llJd ilJ;,t1 " dI' /t'(lsir'11I l'II~:t !'ausa ''s ignorad;1 !ltlf ,,1 ill" e
¡ ¡jividwl qUI' la I'X!lt'rltlh'tllH, 1)¡,,~t1c 1111 !lIart·!! (k rt''''n' lld;, l~X' e
I 111 :L1lt.:lIsti¡l 1':; 1111 t',~ t¡¡dll ,'11 ,,1 ¡"mJ la ill¡'lll!-:rm'nt'ia 1'1I~n'
tt'fIlll,
.,1 ('nm't'pl u'dl'l yu ~' la ' '.~ lll'rit'lIl'b tUf,11 ,1,,1 illdh'it!ulI s .. '1('C.~rt'¡¡
e
I e
e
;, 1;, simnolizat'iú" Ja cond ,·nda. Cuando lit ('xpt'rit'nda dis·
"1\
(,'rHpa obvinmellle del (:tlO('epto dpl\'¡' . .~(' ~a(:t- cad¡l vez mlÍs di·
fi cil lltlil n!acdón defensi va B la UJlll'n:l7.a.~a. angustia es la Tf'a{"
d úo úd organisOlo a la "subcept"ión" de ese {'stad(. {h' il1<:on·
l;!rutmcia y a l peligro ·dtl la toma dp. .. ('ondcncia, todo lo cual
t'xigiria t;,ia mod¡(icn.ción en t:'l concepto del yo.
lío Am enam. Se dke q lW hay am en¡lza cuando ('1 indi viduo se-
, da clH:"nta O prevé ("snhcibe") qUe" una experif·.!l.d~sJncon ...........
~_.,
~
_.~~ /JI)f'lM"fI, J·:.\'llldn di' dc}r:nwl, I.;t tl!'!l·ll.~a t' S I;~ n·1!t·t·i(l\I l'om-
~ p,,~· t;~.,, \(·ntnl del or.!::aniSl1l11 a la alll.:n;l ~,a: la d"/('!lsa li r:nl' t'nlllo
~~ o:h ll'flVO mantl'nl:'r la ¡'slrllel u r a hahitll,d d.,1 ~II, E.~o Sf' bgm
llH'di:lllk la di.~tonión lWrt"'ptllal dt· la ,'xpni¡'lll'ia, :1 rtn d!:<.. ..re.~
r1ul'i!' d 1·~t :Ldo dI' in¡'on~~ nH'Il(,¡;l , 'ntr. · la "xpvrit'!l('i¡¡ y hl,es:
'.
truc:turn del yo; o bien Je impedir el ¡tC(;CSU tll: UIla. l'xlw r ic:lI-
da a la conciencia, negomlo así toda nmcnaza al yo. El t'stadu
intemo que lleva al individuo a adoptnr conductos comu las \lU"
lIc¡lbamos de de,scribir recibe el nombre de de.fensa.
~ Distorsión, negación del acceso a la conciencia. Es fá cil -uh-
Vrvar que toclo material que sea significativamente jncongruen-
.. te. con el com:epto del ~:o no puede ser directa y librem.~~te_ ad-
- mitido t::n la conciencia. Para explicar este hecho, elabora~os el
concepto de negación o distorsión del acceso a la concien(:ja.
Cuando se percibe oscuramente (quizá sea mejor cleciI se "sub-
cibe") que una experie-nda es incongnlente con la estructura\I~1
yo,' el orgrtnismo reacciona produciendo una distorsión del sig-
nificado de la experiencia (para que sea congruente con el yO)
o negando la e~stencia de tnl experiencia, a fin de . preservar
de tOda amenaza la e~tru('tura del yo. Quizás uno de los ejem-
¡
plos más vívidos de esta situación se produzca en aquellos mo- I
.... mentas de la terapia en qUE'! la respuesta del te rapeuta, correcta-
me.nte oída y comprendida, ocasionaría In toma de conciencia
clara e innegable de la grave incongruencia ~::?stente entre algún
elemento de su experiencia y la idca que. tj~'ne de su yo, En ese
I
caso, el diente puede responder : MOigo lo que usHH:I me dice, . .
y sé que debería comprrnderlo. pero no t(>ngo In menor idea de
lo que quiere decir". En l'sle ('¡¡SO, la r('lación es demasiado bU.t:- .
na para que el diente pue.da distorsionar el significado recu-
rriendo :1 IIna nlciona]i7.;H:ión; pero el signiHcndo es demnsincJo
_ nmenaz:ldor para que pllt'dit St'r comprendidu. El org'ln ismo 411'-
la entonces por negar l{l!C la comunicación tiene cierto signi-
ficado. Debemo~ sC'ñalar que una negación de la exp~!riencia tan
;lbsoJuta es OltJ<:ho ¡m'11M frt·t·uente qu~ el fen6m~no de la di.~
tor~ión. POI" ~jt'mplo, si la l'Slrm'turn dt'] yo de un estudianttl in-
. duve el dl:'llll'nto "~\I ~O\. lllUl ' {"J.pa7.··, la experiencin etc recibir
UIU~ culit"it-.H:;ÓIl t:X('l"l'llh~ pue~le distC!fsionarse. f;\.cilmentl! u fin
de que St'a t,,,,~nll'nt(' t.·un su yo. En tal caso, se percibirÁ 111
cxpericnc:ia {'UIl t"lJOnutac:iones ta les como : "Ese profesor es UII
3"/
cxperi~'IIl ,i a t'1J h:nuinos ahsulutos e inL~ltIdidollult,s" H gt'uJrali-
z¡tr cl(l,t:sivanw.ntt". a dt'iar,~ t' d u minar por npilliullt's. cn"¡"m:ias ~'
tt'or i a ,~, a no pod,"r ¡tndar sus l"I'u cdO Il l'S ,'11 \"1 I"~pltl'io y CIl t'J
til'/lIPO, .1 '"llIIl"l1ndi.: Ins h("t"!ms y lus "i\tjcill.~ d,~ vNlu r, a ("oufiar
lIu"ts Pll las ah.~l'nH:t" i o ll'"s qu¡" Vil la )"I'nlidlld" E:.tt" ¡"om't'plu" tlue
en inglés SI: d l'numina i ll / t'u-Yi m w/ity " IPrm illu tomado lit, la ~e
mantica, ahtlfl"a una ~¡1tlla mús a mpl hl d t' curnport¡llllil'ntus qUI"
la que gt>nera lnwnt., "~I' t ""tl"~itkra t"tJ mo t"unslituy,'utt' d~"1 com"l'pto
dt' rigidt,z""
~
'
~'Q.
¡va.
2:1" AJ)ertum 11 [11 e:r]1erir:u ci/J" C:ua ndu d iudi viduiI LLU SI" :iicutt:
"all1t'1nazuulJ 1"""11 ningún s¡olJli c!lI" t,ntom"t!s 1")<it¡"L .. bit "rtl> II su e.xp¡;·
ri¡'lwia" La actitud dlO estar abierto u la experiencia t'onstituyt!
:m
••
d polo 0PU{'sto ¡l" la lL(:tihld dC" {lercnsa_ E l término pUt"(le apli-
f
carse a un sector d(!tNmim~do o a la totalidad de la f'xperiencia_
Esto significa <¡Uf' cualquier estímulo, sea odgin'Hlo dentro dd
organismo o en d exterior, es transmitido lihremenle a Inwés
del sjstema nervioso sin qlle ningún mecanismo d(" of:ff'llsa lo
,
t
•
" .. ' !-
Cll<lncJo t'\'llltÍa la experie ncia e n (\lución JI;' ll}s c1érntllllr).~ de
prucba que percibe por medio de SU 5 propios sentiüos, cuando
modifica su evaluación de Ulla experiencia solamente e n prt'.~cn
da de nuevo~ elementos de prueba, cuando acepta a lo~ otros
como seres individuales, diferentes de él mismo, cuando st' va·
lora a sí mismo y varara a los demás, (Si su conducta titlnc las
caracterlsticas que acabamos de enumerar. adquirirá automáti-
camente todas las demás conductas Que generalmente se consi-
deran constituyentes de la madurez psicológica,)
r Los cuatro últimos conceptos forma n un conjunto que pro·
viene del concepto de congruencia. La congruencia se refiere a
un estado del organismo. La apertura a la experiencia es la ma-· ...
nera en que un individuo interiormente congruelltel:onsigo mis; .
mo enfrenta las nuevaS experiencias. La adaptación psicológica
es la co ~ruencia COllSiderada desde uñpú·~to de vista social, es
decir, externo. La percepción discriminativa se relaciona con las
conductas específicas de un individuo congruente. La madurez
es el concepto concerniente a laS" características de la personali-
dad y a la conducta de ·una persona que es, en líneas gene ra·
les, congruente.
Los conceptos siguientt's fUt""TrIn desarrollados y formularlos
por Standal [80]. y recmpla7..aron a un grupo de couceptos me·
nos adecuados y rigurosos: E l concepto esencial de este g!Upo es
In consideración positiva. pero como todos los fenómenos relati-
vos a este concepto presuponen un tontexto de relaciones. co-
m,:nzaremos por la definición tll.· con t<lclo psicológico, o relación
míIÚmfl.
27, Con/ricIo. Cua ndo dm po:r.~nllas t"'slán I;""n presem:ia una dl'"
otra ':1 t11da una afecta el C".lIlIp.. ,·xp.: ricm:iaJ ele la Olnl en for-
ma pert:ihida o sublimiDal. clt.'C"iIllIlS qlll' t:sa.~ p<'"rsonas t:Stán en
contacto.
Este CllIlccptll r:'dbio pri lHo:nl1llt"ntl' t·l lll>lIlhrc c..l e "relación" ·
después .~e !:ompwho que ese término conducía a muchos errores'.
ya qll(' . tiende a sugt'nr una rel¡¡ciÓn de UIl¡]. profundidad JI de
un~, l·:lI ldad I']U(' C<lr:ll"t (~rizan una relación terapéutica. El ténni-
n,? _q~l(, SI' lISa achJ¡llmt:nte indica qUl'" se trata de una relación
estril'laTllt:llte minim.... Cuando se quiere ind icar algo más que
40
un simple contacto entre uos personas, las caractcrhtlt.'aS adidu-
n:Lle~ que supera.n esas condiciones mínimas son elaboradas ex-
presamente, ta! como se consigna a continuación.
41
•
t
individuo experimenta res¡x:cto de una experiencia, o una serie
de experiencias; relativas ni yo, independientemente de la con-
~ideraci6n positiva experimentada por otras personas respecto de
ellas. Aunque la experiencia de consideración positiva de parte
de otros dt'b", pwcedt'f a la experiencia de consideración positi.
va de sí mismo, esa al't"it'ud conduce a una actitud positiva re$-
pe(·to de sí mismo qut: no depende directamente de las actitu-
des de los otros. El individuo. en efecto, se convit::rte en su prn·
pia persona-criterio (signilicallt social other).
~
. V Dlornción condicional, La I:'"structlu-.¡ del yu ~'stácaC"clt.1"Cri-
zada por una vnloradón condidunal cuando ~l individuo hu.~ca
o evita ciertas experiencias del yo, por la unica rJ.zón de lI.uc
las considera más o menos digUi¡S dl' etlnsidt'raL"ion positil/¡i:
Este concepto fllndamt' n!al f!JI' elahontdo por Standa} para
reemplazar l'I dt' ~val()r intri'Yf'dilllu·, cuncepto Illt.'nos rigumsu
que fue utilizado en las primel'"J.s funrmlo¡l"luues. SE' dict' QUt' hily
valnracióll t"Ondidonal (;lIando 1" l'nn...¡dN"J.ci6n p~jtiva dtt otra
persona si.l!;nifit'at¡\':.I "S ~·ondil·icma l . I·.~ dt'Cir, ~'uando d jmlivi-
duo sil'ot¡, !.1m·' en d¡'rfos ilSP"l"!us ,'S valorado y Que t'n utros ..
nH lu f'S, Tal actitud ¡'s ~riJdUitr.lIl·lItt· il.similada a su pnll,io
l'umplto¡u d,· ~,msidl'r¡¡dlín di' si IlIisllliI, v d individuu vlllunt
~ II t'x¡:wril'm'ia pusitiVo¡ n l1o:giltivil.JOente l'1I función dI:"" t'SilS ni'
loral·illJl(~ t·om!icjoll.dl·s tOUl; I(.I;. ... diO ntms. )' nu purl.jul' ,'sa I'X-
pc'ri{,l1l'i;¡ In l"llricIUt"LI':t n UII lo t'lIr¡qut"L~'l1 reaIJOt'ntt',
'Int¡'ntart'mos fmllllllur t~stl' I~HI~·t'[ltn dl'sde un punto de vis-
ta al!;!o ¡jifl'rcult-. Cuand" l'] imlividun hl\ sido obido dt' U1I1\
<,omicl{'nlc;ión positiva incondicional, entonces una .nueva cxpe- .
rit'nt'ia t'S valurada, o no, segUn su eIicacia para mantener o en-
riqUt."Cf:r t:l organismo. Pero si un valor es "introyectado" en fun-
cion 00 los vaJores de otra persona, esa valoración condicional
es aplicada a una experiencia sin tener en cuenta en qué me-
dida mantiene o enriquece el ~rganismo. La valof!lción condicio-
nal es un caso específico importante de simbolización inadecua-
·- da: el individuo vaJora positiva o negativamente una experien-
cia como si se confonnara al criterio ele la tendencia actua1 i~
mute, pero no a la t"xperiencia misma. U na. c.xpcriencia puede
ser percibida (:omo organísmicamente satisfactoria, cuando en.
realida"d no Jo es. En consecuencia. la valoración condmonaL
i¡npi~!<.al individuo funcionar libremente y con un máximo de
eficacia porque perturba el proceso de valoración.
, .
36. Centro de I)(lloraciÓII. Este conoopto concierne a la .fuente
de los criterios aplicados por el sujeto en la valoración de su
experiencia. Cuando esa fuente es intema , inherente a la expe-
riencia misma, el centro de la valoración se encuentra en el'.
sujeto, Cuando el centro de valoración en encuentra en otras
personas, el sujeto aplil~d. la escala de Valores de esas personas,
I
que se convi{'rtlon en 1·1 ('riterio de valoración del sujeto. ~- ¡
37. Prace.m de cnlof(fción orgtmíSfm Este concepto se refiere
a ue 1'ro<."(·so t'n conhnU;l I~VO U('IOO, ,'n ( !I cual los valores mm-
ca son fijos () Tlgldos. Por el coñtrario, las expcnencias se sim-
oolizan ndc(,.'U:\d:i'mcute y S(' valoran de manera constante y re-
novada t'O fum'ión de' las satisfacci ones orgil ¡úsmicamente ·expe:
r iendadas;' el mgan,isTOu t'n<:Ul'ntra 'saUslul..'Ción en aquellos es-
tímulos 1) C'omportullIil"ntos que lo mantiC""m'o y 10 l'nriquecen \
'! qul' mantien('n y \·nriq tll"t."t'n ;tI yo. tanto en d presente como
t'n d luturo. La h-nm:m'j;! ;",fl nliZlIntc sirVe ;.lS{ de criterio en
c'l proceso de valuradon org:tnísll1it.'U. El ej('mplfJ más simple
d(' este proceso es el njñu que alternativamente v·. dora el juego
y d reposo; que reclama 1,1 alinwntCl cu<\ ndo tiene hambre y
que cuando está satisfecho .~ien tc aversión por é1; que es ca-
paz de discriminar cuál ('s la dieta qUE" a la larga favor('ce su
desa rrollo.
1
,
tlt· ex-
·18. Marco de referenc ifl i/l/ eTllo. Aban'a tu<lll d t':trUp"
perk ndas -pt~r(;epd(Jnt's, !H'n.~adom·.~. signifit-adont1s. rt'CUl~ r .
dos- asequibles a l¡l cuncil'nda elt'l indh'idu\J en un morl!\~nt{)
dado.
E l marco de rderencia interno es d Hlllndu suhjdi vu tld
individuo. Sólo él conoetl eSt< Inundt, plt~ I IlLll"·Ilh' . .\:ingún otm
puede llegar a conocerlo comll no se-.. . por mtltlio de I1l1a inferen·
cia empática, sin yue nun~ tal cnIlOcinijento lIegm ' a st"r (:ompleto.
caso de identificación,
•
_ _ 00 __ . ,
-w
... suhjetivo del cliente nos lleva \l cumprencl{'r las haSItS dt~ su t:ou·
ducta y el proceso de (:arnhio de la pt'rsomllidad.
Cuando tratamos de conOC'f.r a una persona n un nhjt'tu des-
de el marco de referencia externo, vt'rific-dmns nuestras hipótesis
implícitas con otms personas, pero no clln (,1 sujt·tn que nos cun-
derne. De este modo, un conductista riguroso cree que S es un
estímulo para su animal experimental y 1\ nll;l rt'spuesta. porque
.
I sus colegas, e jnclu~o el hombre de la callt" están dt' acuerdo con
él y consideran a S y .R de la misma. forma. Sus inft'fcndus em-
páticas son construidas considerando el mar<:u de refert"nc:ia intt'r-
t no de sus colegas má.~ hien que el man'o di' rt'fert'ncia intt'rno
I. del animal.
Hacer den<:ia implica lumar un murco -dl;' feh-renda e;dt'rno )
l. en el cual podamo.~ verific:ar nUt'strus hipótesb. fundamen,tulnlen-
'te "a través de in(er~ncias cmpátiC"clli ac~rc.\ d el IllilH:O dt' refeTen-
"cia mtemo"de nuestros (.oolegas. Ellas rt"J.lizan la misma o~radóll
que hemos realizado nosotrOli ( sea re'.llmente u por medio de un,l
reprelientaci6n simbólica). y si perciben .los mismOS hec:hos ~.
significados, consideramos t.:on,firnlitd,¡s nut'stm:; "hipótesis.
La raZÓn de elaborJ.r as! IUli dÍlilin!as form¡¡s "rle eonoC'im¡(;'ntu i
reside en el hecho de que crt:emus IjUl' tud;u /·11".'0 tieOl' 1l "~u II ti· ,
lidad y que la confusión liurge cuando no StO w ("nn claridad t'l tipo
,
de conocimiento "que se t"lilá l'xperinwntamln espt'dfkamente" Pur
eso, en la teoría de la h:ral)i¡¡ que I!xpmWl1l1lS a ("Hntinllación pue- ,
den encontrarse atg UIl<lli t'xperi<' ncias eOllerdas d,· It'rapí<l. especi-
,
fi cadas como estados expcriencialeli subjetivos )' otrns. como UII
conocimiento emp¡'l tico del cJi¡;nll'; pero hI v¡-rHi("aeión eil:ntííiea ,
de las hipótesi:; de la teoría snlo pll t:dl' feati"li¡rst' d esdt" un mar·
eo de rcf"rencia externu,
,
,
,
,
rl
72 G. M . I\INGF:1'
LA ATMóSFERA
\
¿TÉCNICAS O ACTlTUDES?
I
nes taies como "curación espontánea" o "auto·recuper ación" o
incluso "crecimiento natural". Estas nociones significan sim·
1plemente que las condiciones de tal es fenómenos no son ca·
1;\ nocidas o no han sido puestas en juego de un modo delibera·
~ do o sistemático.
La noción de :;ronm~j6n" ~~"gJ o ba, g~.!l er_alJl]..!!nt~_ cosas
muy di.f erentes, u na~.. .I?.l~ nifi estas .9R~.qtql.J,: Al.gupª!L9...t.
ellas son más o menos exteriores, claramente definibles y , . po~
este . ~ismo, fá~!IE~~ñt~ _~~oñ~l!J1e~-qrras-íieñCñ ··Ul'f ·cafátter:
'!lás g~~.t<!1__ IDª~ 9~{uso e intangible y:_ t~m~íén, p.or...eso_mis-
rnci;Con:en.J:.l riesgo ae- siJenciarse o ignorars;;'--·- ···_·· " -"
. La ' distinción básada en el ca;á~termañniesto o impHcito
de las condiciones, se encuentra igu<11mente en psicoterapia.
P or ·una parte, l-ª.J.erapia..exi ~_conj!l.ni(Lde.....d i sposiciones
Y.k..<!f:~dades que ~_ erestan a 1 ~.b.§.ervªci~.2.. l a ~~ba ·
ción, y qué ~puede ~~9uirirse ,,.,am pli~mellte.. por mecITO.:de.Ja
~!l-ª.~. Esta categoría de condicjones se índlca general-
mente con el nombre d~'T~ás~ L;a3aI.:acter:ística .e sencial.de
1!~~a"t.~ cnica psicoterapé1iiJca3:,ªsidC-.cn~Que. S il uso es. esencial-
J \
mente ind~Een~.J!!;. .l<Lp..er.rumeliQacJ Q~.l ~quc.la emple.a. Dj ~ r
cho de otro modo, no requiere ningún compromi~~ .~U!Q!lal
Bor .Ear~ e del profesional. -,---- ..' - v._~ __
es
En efecto, el terapeUla·· no_sólo
.. . . . .. . ,. que .también q.e be ~§~!f!;"l.q:,
ser terapéuticamente fecunda, esla actitud debe anclarse I
pr~~~.~nte ~~~~. S¡·sl!0: d~ ~~.~ . t~ª~~Cia~'2'~dts l\
G. M. KINGET
r
l'
En toda .situac.iill:!.. vivida, ~rciQ.i.Ql.Q_s _ ..9j.er.I.&L...cualidades.
!if~<::tJ~_~:gI_ora~s, d~fícile.s_.d.e_de!>.cJjbir. sin recurrir _al..Y.Qgl,~.
bul~io p.~. 1'L~rf~i.6n_se.I)s i.b~e. . ¿No decimos de nuestras
relaciones con las demás, que son estrechas, calurosas, frías,
" cargadas, tensas? Del mismo modo, usamos palabras tales
como "atmósfera", "cUma", "calor", etc., para designar una
combinación de elementos que existen y son impalp9.b1es,
pero también penetrantes y relativamente permanentes, que
caracterizan la calidad humana de la situaci6n terapéutica.
- Notemos que tales nociones son más generales que vagas.
Es decir, que aunque se refieren a realidades menos observa-
bles que aprehensibles, no escapan a un esfuerzo de descrip-
ción. Rechazar su uso, bajo el pretexto de que tienen un re-
gusto de poesía -{) de mística- es renunciar a la tentativa
de describir la terapia como una realidad humana -compren·
dida de modo imperfecto, probablemente- pero que actúa,
sin embargo. Por otra parte, los trabajos de investigaci6n en
curso, han podido establecer ya una "cabeza de puente" sobre
ese terreno que se había considerado como inasequible.
La il!l.P9D:ª-l!.cia del...!ªcJ.Q'" ."atmósfera" Qu.ed.a. ~L'H'0 ' ~br.e.
~odo al p'ri!!9P'!Q,.de..J.4-rg]ªci6n~, ~\!ªl.J..dQ... gl.slkn.~!!~~§.~S!l. p~ ..
1;ln.a_ ~_l'}gl,!§~ja, a vecesjiguda.-;:9l1~.j~,.ll,egIt.:J}Ü~~!.§.~rul>1.e. La
'" teñsWrr-que feJIevaaDJJ.s~~r. esta J{}rmi;!, de af?i!!tencia, la in-
i:I~~.ii~ciq~~··sie~ie-;;;·~uanto a Ip que é~ta e.;igir::~ _ de. .él, ~.~.
· a~o.! .J!~<.?pjº pu~to :!. Jlor ~d~ .. pieL por . haber •.necesitado . tal ,
.recurso -por no citar la naturaleza de su prqblema- pro~
~¡Oca~~_~l ul'!~ ~speé:ie -de ·. estªdo de alarma .. :EIL~'§'~~· estado
es capaz, muchas veces, de aprehender los elementos s;j'tiies··
_.~,, _ •• _ _ _. _ ~ •• 'u • _ _ :... ,;: • • =-- .
:;.' _~:": :::,:,
_~-::,::::- __ _ ~~
'8 G. JI . ¡"/.,,'GI-;1'
~~~.~~~.~~DA~
_ Si el rogeriano coloca l se uridad en el rimer lano cuan-
do habla de las condiciones. es oc ue re resenta la base de
~C?d,,!-reorgan!;.. ~_,_ '_ ..~P' Recordemos' que el c..onflict0.E.~'
nffi~2., ~QDsj§..l~ ..~J.L-º.l}.<i..QRl i t~¡;ª~i~t:l , p.r~g~~!!iy·-ª _ºI!_~?c'PW!l..r!fias
jn~p_o~ n.tes ~E};feri~~I!!..l2:. Esta obliteración resulta de la
percepción, realista o no, de condiciones de amenaza, Hay ame·
naza, cuando se ataca la tendencia al mantenimiento y a la re·
valoraci6n del yo más allá de la capacidad de resistencia del
sujeto. Cuando esta QPU,leración se convierte en llabj tual o ·sis·
temática, origina ~n e;i~eciiároiinto_fa..t.B.LdeLcanl¡;a...·¿fe.J.a=iier.
ciEciQp.. j>or ..~so._~Lc~cL:9cl.. .[\;ur6tL~~ ~~omparaqLe_é!Ldel
~o: unp._eslLeruenna-de...la. ~cep.ción, el .otro__d.~.Ja_"ris.t.a~
anto uno com.Q...Qito.::SOñJñCápaces.::.~~.i~.kql1~$.::)?,!aram~1)~e...
Ja§...~J.lwj~§...~. !.~..s._~mgJQ.tP)~_p.a~e.,~~.J?:?!.....t1J9~~~.~~!:.!~l:tos..
x..
a §.!Wia~w_e.§:B-~:E~n..~~E:.'l0t~.?~: a~~. ~~~_~s.iy:~,~en~~~_.
En el caso del neurótico, tales S1nsaoores se ' viven como
derrotas --es decir, q~ . ª-g~s.
fl.!.~!.za por. ~gE~r:~!:_ . ., estas experiencias
reprimidas se añaden a masa experiencias lñtCrCep1.lltt::ts
en··Ía· con·c·íe·ñC1á .-7\sí""el mal se va haClend'o'ün'¡¡ bot., de nieve y
-'.--._,
80 G. M. KJNGE'J'
1. Actitudes .tutelar.es._
Los medios empleados ordinariamente para cre;ar _un sen-
timÚmto de seguridad ' es' ~ar-fonfianza; reconfortar.. o_animaj
al ~ujeto de mqdQ. dite.cJ.p" Q;pHC,i.l"p: ·Ef re curso 'a '~stos proce-
di~i,~n~9s- fáciles, rudimentarios, e~, quizá. ,justifica.ple cuando
se ·. trata de .n.iñ'?'~'p'~~~!>_º ..ge..Jl,a.ult.Q§ .con capacidad muy
~...d~_ ~'!,~If-h~". ~~de .e stos casos, el úso" de tales
procedimientos representa una f~~ma'ae paternalismo que
obstaculiza el crecimiento y la maduracíóri 'oeil>uJelo: 'ES de-
ci~, que su empleo ·se- opone' ctÚec-tamente'a' !os 'fihes 'ele la te-
rapia, tal como aqui la concebimos.
. ' Bajo una forma más ó menos disfrazada y, probablemente,
,
la naturaleza de la variación. Dicho de otro modo, lo que ¡m:
po~ia '~es'-ei " ~"o-do ~~~bI;n~~ y. ~~~.~.qU! ..~] ~~l.~~l}~~~·H~~e· ·ºe
sentir el tema.
El profesional que se adhiere a esos procedimientos "anes-
tésicos", tiene cuidado, sin embargo, de introducir también
el ángulo psicológico, es decir, subjetivo. E n ef~cto, su "ab-
solución" se acompaña generalmente de algunas explicacio-
nes que tienden a demostrar que la causa del problema es la
actitud del cliente, su modo de reaccionar ante algunos acon-
tecimientos de su existencia.
De declaraciones de este tipo, res.ulta un cambio de óptica
que no puede menos de desorientar a"l cl iente. Pero, al mismo
tiempo, tales declaraciones tienden a ligarlo al terapeuta --ese
ser que "todo lo sabe" en problemas humanos y que, evidente-
actltud·problema
"
no es
• • " --,,,,,- , , .
-, . ",- ~_. ,_ •
un fenómeno ·. nega·
r:
UVó: .Puede representar un tactor tóxico 'para el" p~lqulsmo.
Peró pueaetaÍnbiéñ' representa{'un ' á'ñtidOtK 'Asi, '-éliñalViauo
que Sé sié"iÜ.e desgracra:dcr 'porq"üe'ooconsigue satisfacer cier-
tas ambiciones perfectamente irracionales y el que se ator-
menta por no poder dominar sus pulsiones infantiles, sufren
con actitudes muy diferentes. Mientras una es estéril y obsta-
culiza la madurez emocional, la otra podría ser el estimulante
mismo de tal maduración. ElilIÜnar la actitud negativa, en el
segundo caso, es atacar la fuente misma del camino hacia la
madurez. El tratamiento podría dar la paz al individuo pero
a costa de su progreso,
Volviendo a la afirmación de que "todo el mundo" siente
\ (o hace o sufre) talo cual cosa y que éSb-¡;nó' es ·ña·d a ·grav'e"
~ (~\(:¡:CXJO IJO-\-"IE-"-'!!- 0..\ ~!:ciL ""'" ~f'i:rcL:>
.\)~ u '" I-\o~lo 1\~l>OO ll-+oc<e !':l l{vlllh~ '~ ES u.:>
s.,$. iJl.... 1j¡\l.t"CO. G. M . X /NGé',/,
/)t\~~WbSF
1\ "'~-r:CO ".
I.A A'I'&IOSJ-'ERA
. . ..... .
: '."',,",==.~ ; :;-::.::::.:":" -';;-.:.;:: ::"-==--
S6 ro . .\1. Jl/ .\ ·Gé'
Los p<.adres Quieren Que su hijo -por sus !Ju('nlls maneras, por el re-
finamiento de sus gustos y el nivel de sus notas escolares y sus éxi·
tos sociales, etc.- les sirva de re!erenda. Pero el niño, romo es un
ser Imperfecto e incompleto, es incapaz de hacer el papel de peque-
ño embajador. Por eso, como todo organismo sano, se esfuerza por
mantener su estatulo con los privilegios que le parecen unidos a él.
-"
LA A7'MOsn:RA .'i7
G. M , IlINGl::1'
3.
"' -
Invitación a la dependencia.
.
•. ~ , .
-- _
que se ha equivocado é6mplefamenLe. ¿No Heñe'q\ú~ concluir
..... _. ,.-
iii
,",- -
de lodo esto que lo que le pasa es que no puede confia r en su
propio ) u)clqJ
Ci.~r to!,? .t l!!.rapeul.a~ dirán que eso es un elemento - aun que
provisional quizá- de la finaUdad a realizar. Lo que importa ,
dirán, es destruir la fa lsa confianza que el cliente tiene en s í
m i,s mo antes de establece r una nueva, más sana y ".lcjor
fundada.
- 'Esta
con cepción nos parece contener un .doble error. Pri ~
mero el hecho de que el individuo se equivocjüe;""iñCfuso Ire-
cuen te~ente. inclus~- -de modo sedü:"ñ~ ~~jimii~lL_q \l.(L~~_ . c.a
pacJf.!ad 9'e juicio no sea , fundamentalmen te, djEn~ .d e con-
fianza. El hec}lo-dé qu~ se h aya mostrado caº,ªz de re~onocer
~ü · ~ecesidad de asiste I,lcia psíquica unido al h~~i~'~ d'e 'haber
dado los diferentes pasos que le han conducido a s u presencia
actual en el despacho del ter apeu ta, con stituyen pruebas tangi-
bles de una ca pacidad a preciable de juicio au tón omo. Una de
las razones por l~s que se equivoca con frecuencia r eside, mas
que"'prohable'méñte, en la immficieti"é iá" "de ' 'la ' 'c¿iiifi'a nza que
t~e_l?e sn s.í lD.ism.o. La .. f~nQrm§óñ~p'~~r~aí' = au'nque
implícita- de su falla de juicio, no es precisamente de natu-
raleza pa ra susti tuir tal confian~~.· Ai" cóTitr"arlo, -e~ta- confirina
c¡"ón le' hará ~ás ~~.p.f::D.di.eñú~: re!?p~~lQ_d~_ t~x~e_ras 'person~~: en
parlícular áe los "especialistas". La glorifi caci6n de 'tafest.a-do
de dependencia' por el nombre de "tran sferencia" no cambia
na da el carácter perjudi cial de la cosa.
En cu anto a la necesidad de destru ir antes de reconstruir,
no es ' más que una ana logía . Sería atrevido dejarse inspirar
demasiado por e llo. P orqu e ~0I))í;\ co nfi?nz~ .e n s[ misn:o_ ~sa
c,?m9 .con..Iª. ~.onfianza en los dem¡í s.: !lna vez h erida es muy
·qjfí cil . r~~~~~l ec.er la : · .. . . . . - .., .., - ' .._ -
La equivocación fundamental de rezonamientos de esta
clase, proviene del hech o de que éstos son sacados del mundo
de los objet os-entidades compuestas de partes di stintas. Pero
en el terreno experiencia1 no hay partes independientes. Todo
se fu siona, todo es modificac i6n recíproca. AsI, el conflicto ps í-
'1
--
su~ . aspectos a~:cti.Y0s t.<mto como CQgnrtivo.~jf p~~ªf51eci r
que esta' segur idad -representa
. _ .- -~- - ,_._- ... .una respuesta a la persona del
- _...
terapeula más qu,e un~ n~a cci.~n . .a la q.~:HfjiJY1JI_:(te. ~~~~-e:-En
.
efecto, com.o ~ l. terapeuta r ogeri ano no es "~ctiyC? '.',. ~º ~! . §~n.
tido de que no torna la iniciativa, no.. interroga, y no juzga ,
no provOCa casi reacciones en el sentido de act ividades ct"esen-
cadelfada-S··cresae-rú-erá:-·· . _. .... . .• - .. - '. .
Puesto que el terapeuta es el objeto del capítulo siguiente,
nos limitaremos aquí a destacar entre sus funciones las que
tienden a en gendrar en el cliente la seguridad y el sentido de
la competencia personal. Ante todo, e~ .~~::~F.§}!:!l};..Jjen~~_.~ ..co-
municar a la persona que solicita su asistJ;.ncia [ue ella misma
tiene recu.TsoS , que es
éap~~ d.~~~.e.~q~p;¡;r .;¡ ~~ige;. ~¿-sus' (ti-
fi cultades e incluso es. capaz. de re~ol1?f?r... .é~~.a..LP..Qr _t"l!§. PI ORiQs
medios . .Así .. ~l ~er.¡:¡JH~ uta .. afirma . tambi!!J1 su_ fe ~~. 9..u_~~~~li.!:n
t';--sés ervirá efe.G \i.Yj)m~Me de sus recursos ..
---Sjlbra-ye~~"~ que, en todo esto, se trata de comunicación,
no de información. Dicho de otro modo, ef "terapeuta expresa
tOdbesro~o¡: ·Stl manera de ac! uar, no por . pa!~.bras ·.~ ·i fraSe.~.
fñrormar al ·cliente de lo que le está permitido de lo que se y
espera de él, en una palabra, de las "reglas del juego", es di-
ficullar más que facilitar la marcha de sus progresos. Cono-
cimientos de este tipo no harían más que obstaculizarle, dis-
traerle e incluso apartarle de la terapia. El pr ofesional que
se da cuenta de lo que es el fenómeno de crecimiento descon-
fía de tales medios verbales por demasiados fáciles. Decir
una.. persona
aJ-
.__ ..•.. - con
. . _ .. conflictos
..... ... , ... que
_. . ella es....ca'paz de resolver
-.. ..." .... .... ..." . " ..los
.
problemas con los que se ha debatido durante un tIempo, a
vec~s .l"!ll.IY Jar~o, no s~rviría ~ás que "¡;a~a · co·~ .í~~dll:l~;: -para
desammarla o mc1uso para ofender.la. ..
.. Pero algunos · dirán: ¿cómo el cliente puede tener una no-
ción clara y útil de lo que es .su t area si el terapeuta no le
informá a este respecto?
No perdamos de vista que, p~ra ser terapéutica, la tarea
.~el cliente tiene que representar una actividad libre. Debe ser
. una loma de conciencia autónoma - verbal o no verbal- de
aspectos no confesados del yo, "ignorados" a consecuencia de
una falta de libertad experiencial. Ahora bien, si e l terapeuta
le da verdaderamente la ocasión, el cliente realizará esta ta-
r~a · de modo continuo (aunque con una medida variable de
éxito) y esto aunque él lo quiera o no, e incluso aunque guar-
de silencio. Pues silencio no significa ausencia de comporta-
miento. El silencio es frecuentemente un comportamiento muy
revelador, aunque inarticulado. El valor particular de fenó-
menos no verbales, tales como las pausas, lo que ·repr esentan
es -no una descripción o una interpretación de la experien-
cia con todas las ocasiones de error que van unidas a esos
modos de toma de conciencia- , sino una inmersión directa
y auténtica, aunque ambigua, en e l flujo de la experiencia.
91 (; . M. KING/:.·7'
1. Aperlura u la experiencia.
.
Lo que importa, sC?~r~ to~i.o é!ot "p'ri!:lE:i.ei,2... e::~ .P9~r ~'LPrác
tic.,,~los ,r.esortes. de la actividad ~ u~ón9m'!2..I~:!..fH.~!l~ ..es>r.muy
debilita'dos qL1e estén tales resortes en ese momento preciso.
Si p'u~de ser ll.ev2~2 J_hi.ti~r~r_ YQ!J!!IJ.á"i:!" próp.ia- dé cosas
qüe él mismo escoja y que desarrolle en la medida en que lo
désee =-=-y ·Üñlcaméilié ~J}" ~la - iñ.eará~:=-- eICIíeñteeñeon!!:ará
en ello una satisfacci6n~!:!!l tipo ..E~!"ll~~!2~~l~_~il para
su restablecimiento. ~,.~~E>!~~e~3_~ac~~:,.~~ncia(p}ira
el ~ue~J.unciomun.ie.ufJWt. si se prefiere, para la salud mental.
Evidentem,e nte, ,:le cualquier tipo de satisfacción. No la sa-
tisfacción que el neurótico experimenta, por ejemplo, en so-
meterse a los demás o en que los demás se sometan a él, que
es lo que trata de practicar incluso en su relación con el te-
rapeuta. La satisfacción sana, terapéutica, es la que se sigue
de toda actividad oue lW..a....co.nsign..llllLmedida adecuada de
eI!~ión,--':I~jj~~i.1¡jjó~ _y__rJ,e. pJ)mproro-.i~o~ p~!.sonal-:--
El ~valor terru;léutico...d6--1~cci.5n así obtenida
reside en el hecho de que es inherente a la!iCliuldmt.-eomo-no
proviene defu-eñ{es externas -riocorreerrreSg"o-de originar la
dependencia o la costumbre. Este tipo de satisfacción protege
al individuo con't ra los conflictos y fru straciones que resultan
del conflicto psíquico conocido con el nombre de "heterono-
mía experiencial" y que se refiere a una conducta o ritmo es-
trictamente complementaria {que consiste en h"blar poco
I.A A 7'AJOSrEH A
7. -Facilitar la emergencia
..._- ------
de los recursos. ... - " . , , ~
La .al']gu stia del cH.e nte pl,lel;i~ s~r. , ?~~iguª_. Y- , p.l]5!pe !~go
bi~r!~, 9~_ ~~] _~o.?~ _,q .u~ . ~e~ .i,!l~_~~ ..Q_~u'.!:..s.o_ng¡:;~.LP~,ª.!!:lrr92!e
ra...9.e_..s.eguti~ª-(t _ ln_C;,lHso. ~u~,n~ Q , .es~ ~~~~~so en ella. ~, c~u_sa
de ello, la crea ción de las condiciones de la verdadera segu-
ridad, sp.ntida por el clien te, 'es uno dé ' I,~; ~ spE;ctos más
difí-
ciles de la tarea dei ~~'I~aJ;~~..!:a. Aqulesciónde pode;;;-os"có~-
.•
I
LA A7MOSFt'RA
•
I.A ATMOSf"EUA JOI
8..... Evitar
~., ..
la --inversión
~ "' ''' .... de ..
las fuerzas de crecimiento
.. .. _.. . .
E..!..E!:~~di ~iento q~.º~§~!!..la-L..,~~u1~J;:ir~ J!Lint.~rJ?!~~~iQI} eje
la dinámica, puede parecer fru ctífero a primera vista, puesto
que origina, ge~e~alme¡:l.le;:.~.lJ · .~pi.p.ió.:fi.ºt~bhi.. cln- f~_conducta.
Pero el ca-moí¿iasr"provocado no suele ser constructiV'O~EI
ataqüe ', dtÜ ei~~riQr' p.·ti~de'8Jt~r!ii· ·ge~.dlY~r:s.iiJnane.tas.. I Les-:
tructnra diná.mica. A..!lt~_.1.ado, ~"n.ur:rJ~ romper.-li!a .oJ;lfmsas. A
este respecto, ciertos terapeutas dirán,. una vez más, que ése
es uno de los fines de la terapia. En cierto se~tido -un senti-
do peligrosamente superficial- esta afirmación es correcta.
Las defensas constituyen una barrera entre el sujeto y su ex-
periencia mientras que el espíritu abierto y el crecimiento
que de él se sigue, pueden preci~amente definirse como una
aprehensión más plena y más eficaz de la experiencia. Se tra~
la, pues, de eliminar unas y fovorecer otras. Sin embargo, al
nivel de sus raíces, las tendencias defensivas y las tendencias
al crecimiento se entrellJez~,a~. de tal ñiod<? que. al arrancar
unas," se "corre"eÍ riesgo de destruir la.s., Q~i-a~". No 'es sei-icilia~
merite' un" ruego de palabras decir que un se~ desprovisto de
sus defensas es un . ~~r .. §#1}. ªeter:sl!. Eñ-ca~;; ' de" am'eñ~~' de
crÍS"¡'s o de ·Cé;n·Hkto sedo, el recurso a las barreras puede ser,
tempora lmente, el único medio de protección contra el derrum~
bamienlo. Importa, pues, salvaguardar la posibilidad de r ecu-
rrir a su empleo. De l o. Q..ue el terapeuta debe esforzarse por .. ' .
. l.i,~.e!a!. al cliente, no es de s~'s'-4~1e..ñ"'i.ái.· sinq7!.~· ."ft{ ~n.g_"I!:$)iª.
Es!.~ . , ~~. ~ .n .Zl uis~j_~ci ó ~l, de. la que algunos profesionales no pa -
recen darse cuen ta,
. El IndíviCJuo ~yas defensas se rompen qu eda o extrema-
damente- vulnerable o insensibiliiadQ y, por este'iriolívo, 'éstá
eXpUeSioa -u'ñaespec¡~"(fe" inversión de las fuerzas de creci-
miento. Este indi vid uo evolucionaL-no he.cia la autodetermlña-
~í6n sino hacia algo qués~l;p~ece de r;:;odo extraño y que,
si n embargo, no es más que la Ca ricatura. La pseudoautonomía
que muest.r<!. gener:ah:n.ent~ .después de un ttaHiiiiienlO' tal ... no
es, de he~~~, .1!l,~s qu ~ !1n~ tn 9c¡!, p ~n9~n(:.i~, .é!.~.Qi.t!ari,a d.e las con-
veñcfOñes de s u cultura o de la gente que le rodea : E's"le' refo
de lás c'o nvenciones "en bíoq'üé" 'Ocasjona fré~uent~mente rup-
turas d,e lazos valiosos que se entremezclan en las raíces mi s-
mas dé la existencia del s ujeto. Es un no conformismo q ue
pronto se 'erige en sistema. Y lo peor de todo esto es que con
mucha frecu encia el sujeto ll ega a considerar esta marcha re-
trógrada como un progreso, una conquista o, incluso j como
una obra creadora! (Notemos, sin embargo, qu e una con due-
la análoga a ésta, puede manifestarse temporalmente en el
curso de la terapia más "aséptica". E n ta l caso, se trata más
'bien de una cri,sis, generalmente bastante benigna y pasajera.
Dicho de otro modo, se trata de un tanteo por parte de las
fuerzas de crecimiento más que de u na inversión .)
_Otro efect~_9..~~~~~~~ r_~~~~~~~~ ..~I~!l:,a..9u.~, ..~p.!!te. _tR(tQ de
un_~t¿9.!-!~,P.J rJ!!=:~o~ Q..e Ja;; d~len~as , es l,lna ~spe:cie_de fQt:ma..ción
r:~~I?I?,i.Q.naJ ..~n vez de tratar de racionaliza,r. ,sus g..efe~t~~y.s
deficiencias ::.....:cclrilc:iáñe ·a· una rñcl"inac:l"Ón muy natural- el
'clíeñ1:e 'Hende a concentrarse en estos aspectos negativos ya
acentu.arI9~<._Se expone con !!.l}ª-Jranq.\,lcz<L.descoiíceT.tanle•..casi
cr.~'~I:_~~.l~_. ~I.J~I."~p.e";¡;jq~~ pued~. que,d<!r c(;myeIJcido de que
se trata de progresos reales cQnseg1,lido~ gracias iLiu ' ~stucia
prllf.e-s1o-naC Pe~¿ ~i --é~irácte~. en cierto modo espectacular, de
este cambio Cieaciíiuo nos'll~~~;~~;;'=y" ni~ch~s 'observa-
cion es -tléñ:.iiñ a c~'nfir'ma-~l~ qú; ~9~ motivos de tal cambio
no son de né'lturale7.a positi va . El clien te nuaréce estar' ani-
- ----.---
loA A1'MUSf'ERA 103
- B.
~- _-"
.....
El ca m ino r ecorri do por el pensa miento psicoterapéutico
desde s us orígenes hasta h oy, se manifiesta, de modo impresio-
_ nante. en el cambio prácticamente completo que se obser va en
la concepciónde la actitud afectiva que el terapeu ta debe adop-
tar respecto de su cliente. .
En los primeros tiempos de la terapia, el pa pel asignado al
profesional era el de una " 12!~':~~~E~~ '~, ~~~~~ la~~~u -
L.A ATMOSF'/i.'RA J05
¡
". G. M . J.:JNG E T
.,.'.
J~ A A T M OSFERA
L__E_L_T_~ A P E U TA l
eJ ad, l:l moeJ er<lción, 1.;) originalidad, una \'oluntad a toda pru e-
I. LA CAPACIDAD EMPÁTICA
" ' . , '. ' .
El término "empatía" ha s ido creado por la psicología cll-
nica para indicar' la capacidad par<i "su'm ergírse'''ei-i-errñündo
subjetivo de ~os (t~rn~~ y J?ªr-ª , pa,[ti~i.J,lar .e~ s~ .e;'p'~~¡;~ciáeñla I
".medida en
qu e la comunicación verbal y no verbal lo permi -
.fa. En- térnlino"s -Ína'i; 'señCiHó5Ces'"ia-éapacid~-ci de 'ponerse-ver-
-...',-- ---
~.....
.
-: )
~ ......
Jl6 /;. M . HINGF:T
IV. C O NCEPCIÓ
~ , -- N
- "--'
~- - _ .. _ _
POS IT I VA y.. LlBE
... RA.L DEL
~ •.... HOM BRE Y DE
-'~ ~
V. MADUREZ EMOCIONAL
' ...
..
" ~----.= ..
G. M. HJ.\'(;f;7·
-~
Tal capacidad presupone, según parece, que las ne.cesida-
d~_!I!!.l.~ar:?ental.e:s ~el . t~!"~pe~~ est~l)," .Q.rE.¿H.ijz~ga,s iJr~~~.aº¡.
de.. ?ertas fuentes de sati~acfi.9.!l qlJ!"! gJ~rU,1.!LSJ:;nYd.Q....Y.JULy'a
I.~~~ -S~~~~i~t{úicia, J~cfUY.~!!.d..9 .ª!:!. .~!~_h..~JI? .~~<?!~~.i_~~~l: .Que la
naturaleza de estas fuentes, sea concreta o abstracta, ordinaria
1-:1.. 'rJ-:RAI'EU'I'A
cliente llega ' ;'! no ver s u f;a ]v3 ci ón má s que en la persona del
terapeuta y tiende a ponerse en s us manos sin reserva, oCre·
ciéndole. no solamente el conten ido más profundo de su pen·
samiento, sino también el abandono más crucial de sus pre-
rrogativas de juicio, ~e..J?!J~sI~_" f!~,~lr , sj.n " exagera.ción qu~, en
ciertos casos, el c;.1i~nte. , illlpJpr.a ... p'rác:;tiGa m ~n .te, al. ter!lPe:1:Jta
que-torile- éñ sus manos su persona lidad y s,u" destjno y que
les '"cfefór'ma'''a~'sú' 'g~'s¡:o:" AJ~"'ara"'bi-é'';'" tod~ ho~br~: 'e~cepto-el
q;; 1iii'Tiegiict'o "a u~ ' ;lto grado de madurez y de integridad,
será sensible a este homenaje verdaderamente supremo y se
dejará meter por la ilusión de que está en condiciones de acep-
tar tal "mandato", Reconozcamos que, sa lvo en casos excep-
cionalmen te raros, esta "gerencia" del pensamiento y de la va·
Juntad del cliente se hace sin cálculo por parte del profesio-
nal. No hay duda de que, al aceptar este homenaje, el tera-
peuta medib está animado de intenciones fundamentalmente
generosas. Sin embargo, el simple hecho de aceptarlo, es prue-
ba de falta de madurez emociona l y competen cia profesiona l.
La "generosidad" que no va acompañada de madurez es muy
poco susceptible de engendrar resultados satisfactorios, Esto
al' menos, cuando se ejerce en campos tan extremada mente de-
licados y complejos como el de los senti mi en t os.
f ' Cuand9.....§.e-fPl1~id.~[S!. _.eJ.. pap.e.\-deL..te.~pgú:ta.•.a....,p¡lr.tJ.~.. de
/ pur1"tOS'(fe vista cruciales como éstos, se da u n o cuenta hasta
¡ q ~e' e~,~y~', I ~: .~~§§~. Fs'[á sub?rÓT~~~ra;' ~~~ ~~ill~!~t'i.~~~~[ór-
~~~l~_.P.!!.!~~~D~,I ~,aa: ~~l,~~c..'?~s afectív~~.!.9!2...4.~c
( ren_~!..'?-l1 pc;~da caso"",E ,s ...de~!t.,que._ ~l e.ntI:~ff;:EruW.1.º-,tr.\á~- S:.Q!11-
pTet~,.no, ,podría cqujp.a~ ?.1 . tJ~Japgy.ta , ,de. la!?, . ~.écn~9H>. , ne~~~?-
ríai p5:l!".,~...!~~.~~ .l!.?-. !Q9p.<! _~_,y~.!l~-.<;u!JPR. y....:~-i~~~~<22.~..~~
l!lfi,~ ~ !~pºr,tante en el, equipQ.~f2.P!~!:!~9.. ~2..4?,~..§!!. ~c.i~.I)f.j~ ,.J?i
~ctP-.de".apli.car-la-.. Es s u ,_~~H~gr.id~ d,.pE:~~,QI)Q.l..
Además de la estabilidad que resulta de la satisfacción de
las necesidades fundamentales, la madurez emocional supone
la seguridad interna, (Damos por sentado que la seguridad
exter na, económica, del terapeuta está asegurada. Si no lo es
,
m
tuviera, representaría una fu ente de escollos serios.) La se-
guridad interna ..e~J'!..IL~~ ~.~l ..t~r.~p~~~ª_ .Y~.~Ja? Y}f.!!}~~.~~l> oc)
prOceSocn~_il!·p~r$pecJh'i!. prRpia y guardar ecuanimidad ante
l asüsCí'laé¡ones inevitables de las acÜtude-s- deT ' clieiiie:- Xsl
equipado, no se'deJará 'ni
desviar iritianq'uilizáf poY éri:lesarro-
lIo inesperado y angustioso que no es raro en este tipo de tra-
bajo. Sucede, en efecto, que el proceso resulte t an dificil para
el terapeuta como para el cliente , aunque, evidentemente, de
un modo difere nte. El camino que conduce al cambio de
una persona con conflj~tos, ' es sinuóso .y difícil' i el qú'e lo
comparte está expuesto a una extensa gama de pruebas emo-
cio·naJes. El cliente puede manifestar una con"duela que- pa-
i€í~á~'p-;~sagia r un derrumbamiento; puede amenazar con el
abandono de los elementos vitales ' de su existencia, su fami lia,
sü s itu aclOn, sü sesrUciTOs ;- p¡;ede-'hacer~ 'a1üslóñaYsuicjdiO', a
lavioTeñcía~" o' dirigir su hostilidad ' hacia el 'terapeuta:" .
··· ·El"lé'ta.-peula debe, iguo.lmente: poder' afr ontar io§yerf9..Qos
estériles, cuando su 'acción no tiene efectos visibles, cuando
éi cÚeñte paS;él y repasa so.Q¡;e l o~ mismos temas, aparentemen-
te insignifican't es, se obstina en guarC1ar' ü"ña- actitud depen"
diente o impide el" desarrol1.o normal del pro"ce;o~"'Por-~"'ótra
pa'ü é; 'el terapeuta debe ser capaz de conservar el equilibrio
ante la adulaci6J:.l-Qe que es, a veces, objeto. Sin un grado ele-
vad!, de seguridad interior, el prl?fesion.aJ. nQ.es. capáz de:áfron-
Lar tal variedao de situaciones ca rgadas de emoción , a l mismo
tiempo qüe 'mantener s u -eficacia terapéutica~y -- sü" D1enestar .
personal. . -.' - . . .
.. . 'Tod-o esto presupotle que el terapeuta haya escogido su
profesión y la ejerza porque la encuentra útil, eminentemente
digna de esfuerzo y en armonía con una concepción elevada
del hombre y de las relaciones humanas. Si se agarra a esta
profesión porque le da ocasión de parecer importante, fuerte ,
sabio y. en una palabra, superior, es poco probable que pueda
actuar con la "asepsia" que ésta exige.
Sin embargo, esto no quiere decir que sea necesario o de-
us u. .'oJ . "JNGJ,.'T
..
~:
.;J . -
~I",~
136 G. JI . KJNG¡'; 'I'
,.
rresponden a enfoques realmente existentes. Pero r epresen-
tan los puntos extremos de una continuidad que tiene nume-
rosos escalones.
¿Cuáles son las consecuencias de este estado heterogéneo,
por no decir confuso, respecto de nuestro tema: la relación?
Si la noción de psicoterapia se concibe de un modo lan di-
verso, es inevitable que la noción de relación participe de esta
diversidad puesto que la significación de la parte es función
del conjunto a~ que pertenece. No está claro a qué se refiere
la unanimidad. real o supuesta, de los terapeutas respecto de
la importancia de la relación .
.Tratemos de aclarar la cuestión y, al mismo tiempo, de
familiarizarnos con una noción de importancia ca pital para
la. terapia rogeriana.
,
-
descripción de las cualidad~ de la relación psicoterapéutica.
C JO~ .
y gsgelO. Por otra parte, se emplean tanto, que estas .
palabras han llegado a perder su fuerza, su capacidad de des-
pertar la atención y de in citar la curiosidad. Han llegado a re·
presentar los tópicos del lenguaje profesional. Sin embargo,
hay que creer que, juntos, son capaces de evocar tanto en la
mente del terapeuta como en la del cliente, una noción global
de un sentimiento positivo aunque, en apariencia, más bien
nebuloso.
Si la relación es tan impbrtante merece ser mejor definida.
El resto de este capítulo presenta una tentativa de describir
los atributos esenciales de una relación terapéutica tal como
el rogeriano la con cibe. Aunque estos atribulos tengan un ca-
.
r ácter sensiblemente diferente de los que se encuentran
ralmente' bajo los mismos nombres, vamos a abstenernos de
. gene·
introducir una serie de términos nuevos. Es decir, que la p.e·
sentación que sigue utilizará los vocablos: respeto, tolerancia,
comprensIón '.1 al.:epliJl,;1úli. (Pues to que las nociones de segu·
ridad y calor ya han sido presentadas.)
Antes de pasar a la descripción de estos atribu tos y' a fin
de prevenir t.oda confusión entre la noción específicamente
terapéutica de una buena relación y otras nociones parecidas,
aclaremos las diferencias siguientes. El tipo d~ relación de que
aquí se trata no puede confundirse con el tipo de relación que
~xj ste p.ntre padres e hi.ios', 'é'O" 'SUs"1a2rós "<iJecifvos··profüñdos
y duraderos, su abnegación ilimitada y s u compromiso total.
Tamppco es el tipo de relación que existe ~~re amigos. En
efecto, aunque es igualitaria, excluye la reciprocidad qué' exis·
te o puede existir entre amigos. No es tampoco la .relación de
m~ª~.c9 y enfer.~o con, por una parte, la responsabilidad com·
pleta del examen y tratamiento y, por otra, una confianza muy
próxima al abandono y a la sumisión. Podríamos hacer una
gran lista. No es tampoco la relación que existe entre com-
pañeros de tr abajo; tal colaboración presupone ge;¡e~aimeñte
un objeto exterior a la personalidad de los sujetos. En la si·
tuación terap~utica, el cliente es, al m ismo tiempo, objeto y
1.A JlELACJON
1. . _._
..-_.. .. .
Comprensión
o_o·-===-
. , __ o_.....___ .o_o__--
o-===~ =---
~
LA RELACJON 143
,
r,
144 G. 1.1. KINGE7'
,
..
147
niños y adolescentes ele que habla v" Axline (9) )' en los quí'
la palabra no tuvo prácti camente ningún papel.)
Formulemos esto en otros términos: U1)a comprensión in·
telectual, en térmi nos de causas y de otras relaciones lógicas
o hÍstóricas (efe arúirñ"nesis), no es"eifríctáÍnent"e necesaria para
el progreso de l~ ter~pi a. Est~ " v~ie tantl?""pa"rá"ei c\i~"J~le como
para e l " terape!l!~l.. al,.ll)que sobre todo para es~ último""E I te-
r"a peuta puede hacerse una idea del caso que lleve consigo
lagunas y contradicciones considerables, sin que quede afec-
tado el valor de su asistencia.
E l argumento de que una comprensión completa y eohe·
rente pone"al" terapeuta en" disposición de guiar mejo"r al clien-
te "en sus esfuerzos de exploración y reorganización "no tiene,
evidentemente, sentido den"l"r~ del marco "del pensamierÜd ro-
geriano. El papel del cli ente se concibe aquí, precisamente,
con'fó "la adquisición de medios autónomos para examinar-
';se y establecer las comparaciones experiencia les que se impo-
nen para poder comprender y resolver s us problemas. Según
el rogeriano, el grado de cambio en el modo de percepción es
un índice más significativo de progreso terapéutico que la am-
pliación de la toma de conciencia "(es decir, el gradó de cam-
bio que ha habido en la imagen que el cliente se hace de sí
mismo).
Si los cambios relativos a la imagen del yo son realistas,
dicho de otro modo, si corresponden al yo real, auténticamente
experimentado y manifestado por el sujeto, la correlación entre
estos dos índices será, evidentemente, elevada. De todos mo-
dos, la nueva imagen del yo que surge de la terapia , raramen-
te es )Jn producto acabado. Generalmente es una imagen pro-
v isional que continúa modificándose -precisándose, amplián-
dose, call).biándose en algunos puntos- mucho des pués de ha -
ber terminado la terapia.
En"cuanto a la comprensión intelectual completa y delalla*
da del caso, por parte del terqpeuta, Hobbs expresa su "valor"
con un humor desgraciadamente intraducible: "if niakés the
""~., - _. . "
_._---~._.-"~.~.~'"' .,.=
G. M. KINGE1"
2: ToleTanci~)
...... ,: ...
- ~""
U
cerentes sentidos que tiene el término, nos será util distinguir,
por una parte, la. fQrmO! e)e.mel)tal, . .~.ívica , del re spe~ o J, por
otra, la forma psicoterapéulÍca que es la ql.! ~ . no.~L.iJltere~.
se
N'o hay ni que deci~ 'que la-'p;:imera impone en el contacto
con el cliente más que con cualquier olra persona. En cuanto
a la segunda, s u-significación y sus expresiones varían , según
el con cepto que el profesional tenga del fenómeno terapéutico.
Dicho de otro modo, según la estructura de la relación.
Veamos lo que sign ifica el término en la ~r:§,pectiva roge-
riana. Aquí el re~ p e to se funda, en última in stancia, eñ- el
hecho de que el cJ\ ~ntekS un :.:r úniEP..:J Nos preguntaremos,
quizá, por qué ese hecho es digno de un respeto profundo y
a priori. De hecho, todos los se l-es vivos son únicos. Los neu-
róticos, las personas extrañas y los ma l adaptados son particu-
larmente únicos. Pero ¿es que esto les hace dignos de un res-
peto particular?
Precisemos un poco más el objeto de este respeto_ .No se
trata
.- . aquí de -la. noción de "reverencia ante -- ' -la vida".
~..,...-~-. - -_ . . -., -- Aunque
esta noción sea" d igTifi'-cl'e- afaba nza, nos parece un poco meta-
física. Y aquí ~ratamos de algo esencialmente práctico, es de-
cir, del respeto poc- la -esfi'üctúrá uníc-á; 'en" cierto' modo con-
éreta, dé la experieñcia acumu l~da y de! mod9 exp eriencia}'
.pr.op.tp~ del clienle-:--:E'!sta estructura nace de la conjugación ,
de lo genético, constúliClonal y- únko -con uri ' é'órijüñtoaeo "ín-
fluenci as dél iríediO~- igü a lmente úiiico_ -- - -- _.- - .. ~ .._ ~-- -
Veamos ahora qué es lo que justifi ca el respeto conced ido
a esta estr uctura única . E~!:.e__z:~~~,~?~_ ~~ j us~~~d?QZ: ..E~ _ p~r
te, por el hecho de que J ~ eSlructura existe en un ser cap?~.~e
elección, G~z , no de hacer su destino a capricho, pero sí
éieiñflüirlo de-uri modo-apreciable, Por otra p'a rte,"ésla- acH-
t~4~~i. ·iu~tifica también porque ~.iebe servir de base a la inul-
titud de eleccfon'es .:....en. apa riencia mod estas, pero no par eso
~~~os decisivas - <]ue_ constituye el p roceso de rectificación al
'l1'e el ~1~ ~pt~);~Jla. )a n ~a do_
No ignoramos que ufinnacion es de este t ipo, con tenden-
(. , JI. /l lN¡;},T
4: Acepta~iC5n~
..... /
La combinación de las actitudes de tolerancia, respeto y
compreñSi6~ enipilica· se fusiona, 'de ~ modo·''rlat.uraÍ, enuña
actitú·J de· acogida que, 'en el lenguaje de los ·teni.peutas, se
irid¡~~--gener:¿il menfe' con el nombre de aceptación. Como el
lodo de que forma parte, esia actitud· se concibe aquí como
incondicional.
_.• A causa ·(le su carácter incondicional, esta noción suele sus-
citar· reservas, e incluso protestas, por parte de los que co-
mi enzan a practicar está terapia .. Es una reacción que se com~
prende fácilmente. En el lenguaje corriente, el término "acep~
ladón" tiene el sentido de aprobación. Ahora bien, todo el
que esté familiarizado con la clase de material que se pro-
duce en terapia, objetará que la aprobación incondicional no
está muy indicada.
Pero no se trata aquí de aprobación. Tal actitud sería in-
c,om:~~~ii)ie con- iOs -i;r.i~~ipios de ~s~~ enfOqur.. Cualqüféraque
se<!- !!y.. objeto, ,positiyo o negativo, !~ ,.~pr~~ación es una forma
~,~. ju:~~!.q .. y .. º .e ,:,alo{a_~~9p.)Ps, por lo tanto, una actividad que
procede del marco de· referencia del que la pone en práctica.
Y, puesto que esta terapia presupone que el profesional se
despoje de su marco de referencia personal, no puede hablar-
se ni de aprobación ni de desaprobación. Además, si el tera-
peuta aprobara, eón fr ecuencia actuaría de un modo contrario
al cliente quien manifiesta una actitud generalmente negativa
respecto de sí mismo, al menos en los comienzos del proceso.
l¡jU
•
PSICOTERAPIA Y RELACIONES HUMANAS
'.: ..
[.;1C~a~p~.IV;,;,;,:'L~A~A~T~M;:,Ó~S;gFE=RA~_ _ _ _ _ _ _~~_~_1
Existen dos tipos de condiciones que desempeñan un papel en la relación de ayuda:
El profesional rogeriano enfatiza en las actitudes antes que en las técnicas. La actitud
principal que rige a todas las demás €lS la de Consideración Positiva IncondicionaL
!ATMÓSFERA]
Atmósfera: características generales. dominantes de una situación. Para ser efectiva debe
componerse de: SEGURIDAD y CALOR. Sin ellos, se puede quizás analizar, explorar,
informar, enseñar, condicionar, influir y cambiar al individuo pero estos procedimientos
activos no serian capaces de producir el tipo de ' cambio que corresponde a la noción de
•
crecimiento. Tal cambio es un proceso de naturaleza orgánica a partir del interior y
englobando al individuo en su totalidad.
,
' - - - - l•• ]!n!!l!J:tenrnma: estado psíquico propicio a la !!"~9Jlilidad e~ocional. ;;>tI CwSC ~D oJ
t \c.
y a la reorganización de las actitudes. Permite vencer
la dificultad para expresar y asumir los propios
sentimientos ante sí mismo y el consultor. No se trata
sólo,de la conftanza en el profesional. No anula del
todo la angustia pero sí aporta la fuerza necesaria para
afrontarla.
1\@S~0gStll ,~ Ach-lQO vel ((J!Vsu/·loe.
.A
Dt~ll~"\\!..!J . e\~~<l\~Í\o.l\1: 4~",1S
, R€C0\'t..~CS '?üu> J)tS,ol>~(¿ Sus. ífu\~"":1fCI:tOI:\Ú'J'1 (JO ~i
~ 1'> I'(~.s:;;: \,,, j)É':~tJDeQ..s",
- - -- ---_._.- _.-~ - - - ._--
• --.
1. Actitudes Tutelares
Dar seguridad por la vía de la "absolución": «La mayoría de la gente se sentiría así", tiende
a proponer el nivel de la media como 10 adecuado o la norma. Esto dificulta las
posibilidades de crecimiento de la persona, se opone a su tendencia natural a la
actualización.
3. Invitación a la dependencia
Las maniobras de alivio podrian llevar al cliente a desconfiar en su propio juicio y con ello
a la dependencia del consultor.
Estos procedimientos en vez de dar confianza la quitan y quitan también responsabilidad en
tanto la persona se siente incapaz de juzgar, de ese modo abandona todo esfuerzo de
pensamiento o acción que no sea para la satisfacción de necesidades inmediatas. Renuncia a
la toma de decisiones.
4. Apertura a la experiencia
'.,-'.;:-
El consultor deberá comunicar, a partir de su actitud, que el cliente tiene recursos, que es
capaz de reconocer el origen de sus dificultades y resolverlas por sus propios medios. Se
trata de comunicación, no de información. El consultor no expresa su fe en los recursos del
cliente con palabras sino con su modo de proceder.
~terpretaci6n dinámica .puede generar un cambio notable en conducta del cliente pero ~Pe¡, t~
tal cambio no suele ser constructivo dado que puede alterar la estructura dinámica, romper ~.l{i @!fÜqle.
las defensas.
Las tendencias defensivas y las tendencias de crecimiento se encuentran entremezcladas; al
arrancar unas se pueden arrancar otras. El consultor intentará liberar al cliente de su
angustia y no de sus defensas. En el último caso la persona queda expuesta a una especie de
inversión de las fuerzas de crecimiento: evoluciona hacia la pseudoautoDomía o bien hacia
una formación reaccional que puede deberse a motivos agresivos o a la mendicidad
afectiva.
IELCALORj
La actitud afectiva deberá ser equilibrada para que produzca efectos positivos. Una cierta
variabilidad en la afectividad es inevitable y puede tener utilidad, lo que importa es la nota
de base.
,
El cliente, en general, se encuentra en un estado de privación emocional que lo vuelve
vulnerable a los testimonios de calor o de interés. Si la abnósfera afectiva es demasiado
fuerte, podría alimentar la ilusión en el cliente de que es querido como él desea ser querido.
Esto puede incitarle a modelarse según el consultor.
Un clima afectivo favorable tiene más probabilidades de crearse cuando se deriva
naturalmente de la actitud de disponibilidad afectiva y mental del consultor y sin esfuerzos
particulares (aceptación positiva incondicional). .
Se trata de crear un clima entre intimidad y distancia, para ello el profesional se sirve de los
datos de su percepción inmediata a cada momentb del proceso.
- - -_._---_ ... _ - - -
ICap. V. EL TERAPEUTA
Atributos
1
Cualidades
Capacidad Empática Madurez Emocional
Autenticidad Comprensión de sI mismo
Concepción Positiva y Liberal del Hombre
,..~ sziO~ ~f>QJ. ,'8.
Capacidad Empática ~ ~""rn. '~A lSóO\l:t-~:t==""") ~o <e\ ~el25ü¡t rs'l .:
Ac.tQ~Q::t"'f~'
Es la capacidad para sumergirse en el mundo subjetivo del cliente y para participar en ~ ~ 'b'J. 11
su exp"eriencia en la medida que la comunicación verbal y no-verba110 permite. Ponerse
en el lugar del cliente, ver el mundo como él 10 ve. Captar a cada instante lo que el
cliente experimenta en su mundo interior sin que la identidad del consultor se disuelva
en ese proceso empático. Consiste en percibir el cuadro de referencia interno de otra
persona con los componentes y las significaciones que con él se relacionan, como si
fuera la otra persona, pero sin perder jamás la condición de "como si". Si esta última se
pierde, entonces se trata de identificación.
Representa una resonancia de los sentimientos del cliente.
Es la aprehensión de aspectos cognoscitivos y emocionales de la experiencia del cliente
desde el punto de vista de éste, no desde el ángulo subjetivo del consultor. El consultor
participa en la experiencia del cliente íntimamente pero sigue siendo emocionalmente
independiente.
Es suceptible de desarrollo, pero su adquisición parece exigir una modificación de toda
la personalidad.
No se puede adoptar a voluntad según las necesidades del momento.
No implica juicio ni valoración.
Simpatía: consiste en la resonancia con los sentimientos de los demás. Su campo es más 1;:0 0 tE" "
reducido, se refiere esencialmente a las emociones. La participación del sujeto en las l"",<>e- D" (
emociones de los demás, se hace en términos de la experiencia del sujeto mismo. '¡- 'i, ~,,¡\= <o
Intuición para diagnosticar: capacidad para descubrir, analizar y formular las tendencias A~I'\I¡
y necesidades inconscientes de los demás. No es una participación en la experiencia
th~
SoPo<lU.. lo Q,'
1"<'>1 ~ •
•
consciente del otro sino una observación y una interpretación de las manifestaciones de esta
experiencia. Tiende a una valoración de la persona observada.
Capacidad de participar en la tarea del cambio de otra persona: es la capacidad del tl1~S\"'Q'/,~
consultor de prestarse como persona a las necesidades del individuo con conflictos,
comprometido en la búsqueda de sí mismo. El consultor no sirve al cliente de guía, juez ?I>n<l (\... i
o modelo a seguir sino de resonador y amplificador de los esfuerzos que realiza por f:f¡Q:, ~Ol
cambiar. ,,"="-~l f.
~ <il"-\ <llo-ti!
Capacidad para portarse de un modo aséptico: es la capacidad del consultor de
&,~!:d<
experimentar y de comunicar sentimientos auténticamente calurosos sin que éstos se
transformen en una trampa para el cliente o bien para ambos. Esta capacidad requiere: ~<w"o
que las necesidades fundamentales del consultor tengan salidas adecuadas, integridad e\~~(
personal y seguridad interna. -te. :rae (bl'ol!
-T<>N=,\ S.:t
Comprensión de si mismo c..o...QOC~C
Es un conocimiento del Yo tal como actúa en cada momento de la situación inmediata. ((:''''.s:" ~ ¡
Es una apertura constante a la experiencia. . SiI. \'-\:>.SI>'.(
Es una cualidad importante para el consultor pero no lo es tanto para el rogeriano como
para el que asume funciones de valoración. exploración e interpretación por cuanto ~\ 6tA If\ ,
actúa desde un marco de referencia propio, se apoya en las propias percepciones y kI.~\tt, ~ "
teorías. El rogeriano actúa desde el marco de referencia del cliente. se apoya en la
experiencia inmediata de éste.
~~aJ
1-\:t>J,,~~ t
.,
Cap. VI LA RELACIÓN
Punto 11 Estructnra y cualidades de la relación nsicoteranéutica
Estructura
Eidad~
Una cualidad puede atribuirse a relaciones que. en términos de estructura y de sentimientos
realmente experimentados, pueden ser totalmente diferentes. Ej: apego y COnItanZa en la
relación madre-hijo y en la relación entre amigos.
Cualidades de la relación de ayuda: seguridad. calor. comprensión. tolerancia. respeto.
aceptación. Estas cualidades deben ser experimentadas, sentidas por el cliente a partir de la
actitud del consultor, el cual juega el papel de colaborador para el cambio mientras que el
cliente es a la vez objeto y 'agente de ese cambio.
ICQMPRENSIÓÑI
Es la condición primordial del diálogo. Aquí se encuentra una de las diferencias más
marcadas entre el enfoque rogeriano y otros.enfoques.
t
Consiste en captar algo de la experiencia de los demás partiendo de indicios físicos:
(posturas corporales, gestos, tonos de voz, etc.) que pueden revelar estados afectivos. ~&0G.S
Constituye una valiosa ayuda en tanto facilita la comunicación verbal.
,
• ••
~
erbal:
ICJol!m!!PP!r~e!!ns~i!iló!!n.l!v~er[!b!l!alj;: ,,--oeo mprensión inteIec
ógica
psicodjnámica
Comprensión psicológi~
........ empática
Comprensión lógica: conlleva ciertas relaciones de causalidad o de secuencia lógica. ¡'I' 0'(5UC .\¡¡;~,
Incluye elementos que explican el dato en términos de acoDtecimientos obseIV8bles o ,,,JetlO ..: ".
fuerzas interiores. Puede aliviar la tensión provocada por la simple afirmación. Satisface las
necesidades racionales del individuo de conocer cómo y por qué. Constituye la base del
control intelectual y de abi a diversas formas de poder. Yl!!oL si bien desempefla un papel
útil no es estrictamente necesaria para que se produzcan efectos en la relación de ayuda
(crecimiento). .
"1 f1-i\~Q I'l t CmK..~il~~f~ ,~ Q.~", \~!l~ -h\ toftO ~\ I.D ~ l~-¡:>(I..~I-)!) ~
iRESPETd
Es incondicional y gratuito. Se funda en el hecho de que el cliente es un ser único, Se ~(:'t40 "l '
trata del respeto por la estructura única, de la experiencia acumulada y del modo
experiencial propios del cliente. Esta estrucrura conjuga lo genético, constitucional y .s.v ,fICPb'2l:C:i
único con influencias del medio, igualmente único. Este respeto se justifica por el hecho ('!Jl ~ 1050 "
de que esta estructura existe en un ser capaz de elección y porque debe servir de base a t! "'' 'C:'' l:€
multiples elecciones. ; 1'<="-
J \0.\.0'"00 ~ ,
El pensamiento rogeriano pone estas afinnaciones en relaciÓn con cuestiones prácticas: ~()
el consultor se da cuenta de que el cliente es portador de una experiencia única que lo
vuelve más competente que nadie para determinar una línea· de conducta compatible
con sus necesidades, deseos, valores y capacidades. Lo que hace que esta capacidad de
•
•
actualización del cliente sea digna de respeto es el hecho de que, en la relación de
ayuda, tal capacidad deja de ser una abstracción o una potencialidad, refleja la
existencia de un ser que desea superarse.
Es una actitud de acogida que. en loba a las actitudes e e ro r nsión m ática \:lIlto<1." t a
tolerancia re eto s mcondici naI. Se acepta al cliente en su totalidad, tal como
~ "'\~ u"'8<J'
existe. El consultor acep el mat 1 ue el cliente trae y la configuración particular IIlly,. 'D"- \0
que presenta ese material en el momento de la entrevista.
Lo que es aceptado es la totalidad del dado existencial. la persona como sistema
¡,l", •
.!Io Coo
dinámico de actitudes y necesidades. en su orientación actual.
,,
:"".
'1
¡
(; . ,\/, KINGET
'"
por una capacidad de ver el mundo y el yo del cliente tal
como los ve él mismo.
En ese caso, la persona con quien yo sostengo tal relación
se vuelve apta para ver' y comprender por sí misma los aspec-
tos que, hasta entonces, había negado a su conciencia;
evoluciona, cada vez más, hacia el tipo de persona que de-
sea ser;
funciona · con una facilidad y una confianza cada vez ma-
yores; SEGUNDA. PA.RTE.
se actualiza como persona, es decir, como ser único que
piensa y actúa de un modo que le es personalmente caracte- TEORÍA E INVESTIGACIÓN
rístico;
POR
se vuelve capaz de abordar los problemas de la vida de un
modo adecuado y con menos gasto emocional. CARL ROGERS
I
,
Yo creo que este texto es válido no sólo en lo que se re·
i
1
fi~re a mis relaciones con el cUente sino también si lo aplico
I
a las r elaciones con mis alumnos y colegas, con mi famili~ y ¡.
m!s ~. hijos. Tengo la impresión de que se trata de una hipó·
tesis gen.eral que presenta enormes posibilidades en r elación
con el desarrollo deJa cr eatividad, de la adaptación y de la
I
,
autonomía en los individuos (87).
,.