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(Sobre La pintura)1
Estudiante: No
Deleuze: No se sabe muy bien lo que se han dicho. Pero… si. Hay
semejanzas, por todas partes.
1
.- Tomado de https://www.webdeleuze.com/textes/250 (traducción al español: Ernesto
Hernández B.) Julio de 2017
Deleuze: Y, bien, después de esta pregunta… Si, ¿tienen alguna
pregunta?
Deleuze: Si
Richard: ¿Verdad?
Oh, si, sin embargo, no podría decir… aún no podría decir, y no hay
lugar para decir lo que quiere hacer, aún si es un escritor, aún si es un
filósofo. Pero tiene esta “certidumbre”; y esta certidumbre no es, para
nada, una vanidad, por el contrario, es una especie de modestia
inmensa. Entonces, si ven un poco esos estados –justamente vamos a
hablar a propósito de la pintura porque me parece sorprendente que, en
el caso de los grandes pintores, uno casi puede asignar las fechas en las
que entran en ese elemento de la certidumbre- la pregunta de Richard
es: ¿se podría decir –obviamente, él lo sabe y es el primero en saberlo,
que su pregunta es un poco forzada, Spinoza no habla de esto
literalmente- que podemos asimilar esos a algo como el tercer genero
de conocimiento? ¿esos estados de certidumbre?
A primera vista yo diría: si, porque si yo intentara definir los estados del
tercer género, bien… ¿qué es? hay una certidumbre. Es un modo de
certidumbre muy particular que Spinoza expresa por todas partes bajo
el término un poco insólito de “consius”. Consciencia, es una
consciencia. Una especie de consciencia, pero elevada a una cierta
potencia, yo diría que es la última potencia de la consciencia. Y ¿eso qué
es? ¿Cómo definir esa consciencia? es… diría que es la consciencia
interna de otra cosa. A saber, es una “consciencia de sí”, pero esta
consciencia de sí como tal, aprehende una potencia. Entonces, esta
consciencia de sí que ha sido elevada, que ha devenido consciencia de
potencia, esto hace que lo que esta consciencia capta, lo capta en el
interior de sí. Y, sin embargo, lo que capta en el interior de sí, es una
potencia exterior. Ahora bien, es de ese modo como Spinoza intenta
definir el tercer género. Finalmente, usted alcanza el tercer género, ese
género casi místico, esa intuición del tercer género, prácticamente,
podríamos decir en que se lo reconoce, es verdaderamente cuando se
afronta una potencia exterior –y es necesario mantener los dos- y que
esta potencia exterior está en usted que la afronta. Usted la capta en
usted.
Entonces, en fin, diría si… ¿por qué es que está a la vez seguro y sin
embargo es muy vulnerable? Bien, sé es muy vulnerable porque
tenemos necesidad de un punto minúsculo para que esta potencia no
nos arrastre. Ella nos desborda a tal punto que, en ese momento,
sucede como si fuéramos abatidos por la enormidad de esa potencia. Y
al mismo tiempo estamos seguros. Seguros porque precisamente el
objeto de esta consciencia por exterior que sea como potencia, es en mí
que la capto. Si bien que, Spinoza insiste enormemente sobre el punto
siguiente, la alegría del tercer genero a la cual le reserva el nombre de
beatitud, es finalmente una extraña alegría. Es decir que es una alegría
que sólo depende de mí. ¿Hay alegrías que no dependen más que de
mí? Spinoza diría: preguntarse por si hay alguna es una falsa pregunta,
puesto que realmente es el producto de una conquista.
2
.- Baruch de Spinoza, Ética, Editorial Trotta, Madrid, 2000, p. 269.
Vuelvo a la primera pregunta que es más… si, no sé si he respondido,
pero diría, si, es… lo que llamábamos la última vez, lo que yo llamaba la
auto-afección, es precisamente esta consciencia de la potencia que ha
devenido consciencia de sí. Entonces, quizá el arte, el arte presenta esas
formas de consciencia, particularmente… bajo una forma
particularmente aguda. La impresión de devenir invulnerable… si. No
alcanzo a nombrar la extraordinaria modestia que acompaña esta
certidumbre. Es una especie de certidumbre de sí que pesa… y entonces
luego, en una modestia, es decir, es como la relación con una potencia.
Bueno, ¿qué quiere decir que ellas no ocupan más que la más pequeña
parte relativa a mí mismo? igualmente eso no está hecho, soy yo quien
fabrica las partes de mí mismo que no están sometidas a las
pasiones. ¡Nada está dado! nada está dado de entrada. Entonces,
¿Cómo fabricar las partes de mí mismo que ya no estarían sometidas a
las pasiones? vean la respuesta de Spinoza: hago la diferencia entre las
pasiones tristes y las pasiones alegres. Tengo pasiones tristes, de
acuerdo. Me esfuerzo “tanto como puedo”, como dice siguiendo su
fórmula, en experimentar más pasiones alegres tanto como sea posible
y menos pasiones tristes. Bueno, hago lo que puedo. Todo eso es muy
práctico. Hago lo que puedo. Me dirán que va de sí, que eso se hace.
No, porque, como lo señala Spinoza, uno no cesa… la gente, no cesan
de envenenar la vida. Se revuelcan permanentemente en la tristeza. No
cesan, no cesan… bueno… todo el arte de las situaciones imposibles del
que se habla. ¡Se ponen en situaciones imposibles! todo eso… es
necesaria una sabiduría para seleccionar las pasiones de alegría,
permanecen, subsisten como pasiones, pero me inducen a formar
nociones comunes, es decir: las ideas prácticas de lo que hay de común
entre el cuerpo que me afecta de alegría y mi cuerpo.
¿Qué diferencias hay entre los dos tipos de afectos? los afectos que
están en el origen de las nociones comunes –acabo de intentar decir lo
que son- son las pasiones alegres. Las pasiones alegres, una vez más,
me repito para que sea muy claro, espero… las pasiones alegres eran el
efecto sobre mí de un cuerpo que conviene con mi cuerpo,
induciéndome a formar la noción común, es decir una idea de lo que hay
en común entre los dos cuerpos. Y la idea de lo que hay en común entre
los dos cuerpos es la idea de un tercer cuerpo del cual el cuerpo exterior
y el mío son las partes.
Puesto que las nociones comunes son ideas adecuadas, de ellas derivan
afectos que no se contentan con aumentar mi potencia de actuar, como
las pasiones alegres. Derivan afectos, afectos que, al contrario,
dependen de mi potencia de actuar. Presten atención a la terminología
de Spinoza, y no las confundan pues él nunca las confunde, las dos
expresiones: lo que aumenta mi potencia de actuar y lo que deriva de
mi potencia de actuar.
Si bien intento resumir esos momentos, diría: los afectos activos que
derivan de las nociones comunes, son la tercera etapa. He aquí las tres
etapas.
Última etapa, en efecto, las nociones comunes y los afectos activos que
derivan de las nociones comunes, serán ellos mismos doblados por
nuevas ideas y nuevos estados, o nuevos afectos, las ideas y los afectos
del tercer género. Es decir, esas auto-afecciones, aquí, que seguían
siendo un poco misteriosas… definieron el tercer genero mientras que
las nociones comunes definían solamente el segundo género.
Vean, entonces, a mí hay algo que me fascina, para terminar con esto,
la cosa que me fascina es esta, es que: ¿Por qué Spinoza no lo dice?
evidentemente, la respuesta, debe ser compleja. De hecho, si él no lo
dijera entonces todo lo que digo sería falso. Es necesario que lo diga. Y,
lo dice. Bueno, entonces, mi pregunta se transforma: si lo dice, ¿por
qué no lo dice claramente? Uhm, bien…creo que es simple… no podía
hacerlo de otro modo. ¿Dónde dice eso? lo dice y tiene este orden muy
curioso:
Al inicio del quinto libro donde Spinoza dice: “en tanto que no estamos
atormentados por… en tanto que nosotros no estamos atormentados por
sentimientos contrarios a nuestra naturaleza, nosotros podemos” … para
mí, es el texto, es un texto fundamental puesto que, no se puede decir
más claramente: ¿Qué son los sentimientos contrarios a nuestra
naturaleza? recuerden el contexto. Es el conjunto de pasiones tristes.
¿En qué las pasiones de tristeza o los sentimientos de tristeza son
contrarios a nuestra naturaleza? literalmente, en virtud de su definición
misma, a saber: son los efectos del encuentro de mi cuerpo con cuerpos
que no convienen con mi naturaleza. Entonces, son literalmente
sentimientos contrarios a mi naturaleza.
Estudiante: Seguramente
(…) es lo que inquieta al lector… tiene entonces una razón, y esta razón
no nos ayuda. Entonces cuando nos dice, al contrario, pero finalmente
las nociones comunes privilegiadas, son las nociones que son comunes a
muchos hombres, es decir a la comunidad de los hombres.
Ven, es entonces muy concreto. Entonces yo diría sí, todo es posible, si,
en esta pregunta… sin importar que saber, sin importar que juego,
puesto que es un juego de composición, de combinaciones con
comprehensión de las relaciones… entonces la expresión “juego” es,
evidentemente, muy ambigua porque concibo los juegos que consistirían
por ejemplo, únicamente como los juegos de azar, si no buscamos una
artimaña… sin embargo son ejemplos, ejemplos abominables para
Spinoza… usted puede jugar de tal manera que simplemente sufra los
efectos. Y es muy entretenido. Sufre los efectos. Por ejemplo, usted
juega a la ruleta al azar, sufre los efectos… la ruleta rusa, usted hace de
la ruleta un juego mortuorio, sí, eso puede suceder. Bueno, entonces
eso, son pasiones tristes… usted juega, gana o pierde, si pierde está
triste, a menos que sea particularmente raro, si gana está contento.
Pero es la pasión. ¿Qué sería buscar una artimaña? la ruleta, bueno ven
a la gente que busca artimañas es una chamba que… no se trata de
ciencia sino de un trabajo… bien, ¿que quiere decir? ahí se levanta,
intenta, ahora puede ser que esté equivocado… se bien que Spinoza
diría evidentemente que esa no es una materia de las nociones
comunes, que el juego está precisamente… está, está condenado al
primer genero de conocimiento.
Deleuze: les dejo la tarea de proseguir todo eso, pero sobre todo
proseguir con la Ética, con la lectura.
Estudiante: Las raras discusiones que he podido tener con músicos
geniales me han dado la intuición de que a partir del momento en que
se es cogido por el [inaudible] porque de hecho eso no es algo que se
controla, entonces a partir del momento en que hay este encuentro hay
una imposibilidad total de evitarlo, es decir hay una característica de
necesidad, de una ineluctabilidad salvo rompiendo todas las relaciones…
[inaudible]
Estudiante: Resuelto
Bien, he aquí lo que quiero decir, y soy de hecho prudente, muy muy
prudente, quiero decir, uno está emocionado en un museo, emocionado
con un cierto número de cuadros, pocos museos no presentan cuadros
de este tipo, cuadros que pintan una catástrofe. ¿Catástrofe de que
tipo? por ejemplo, cuando la pintura descubre las montañas: cuadro de
avalanchas, cuadro de tempestad. La tempestad, la avalancha, etc.…
esta distinción está desprovista de interés, hay una pintura romántica
donde aparece ese tema de una cierta catástrofe… bien. ¿Qué quiere
decir eso? es idiota. Pero no puesto que, insisto, esas pinturas de
catástrofe extienden por todo el cuadro algo que está siempre presente
en… que quizá está muy frecuentemente, si, corríjanse ustedes mismos,
nunca digo siempre. ¿Qué está muy frecuentemente presente en los
cuadros? extienden a todo el cuadro, esos cuadros de catástrofes,
extienden a todo el cuadro, generalizan una especie de desequilibrio, de
cosas que caen, de caídas, de desequilibrios.
3
.- El ojo oye (L'œil écoute). Traducción de Juan Ramón Ortega Ugena. Vaso Roto Ediciones,
Monterrey-Madrid, 2015.
Claudel lo dice muy bien, dice: “¿Qué es una composición?” ven, ese es
un término pictórico. ¿Qué es una composición en pintura? dice: “es un
conjunto”, dice algo muy curioso, habla a propósito justamente de los
maestros holandeses que él miraba. “Una composición es siempre un
conjunto, una estructura, pero desequilibrándose o desagregándose”.
Bueno, retengamos esto por el momento. El punto de caída, un vaso del
que diríamos que se va a voltear, una cortina de la que se diría que se
va a caer.
Si, ¿Por qué me importa este título? Turner que ha dejado masas de
acuarelas por fajos… ustedes saben, la historia de Turner al final es
muy, muy… como se dice, él estaba totalmente, totalmente avanzado
sobre su tiempo, tanto que no mostraba sus cuadros, los metía en
cajas, todo eso… le ha legado todo al Estado, a Inglaterra, quienes lo
dejaron por mucho tiempo en las cajas de todos modos.
4
J W von Goethe, Teoría de los colores, Consejo general de arquitectura técnica de
España, Madrid, 2008.
5
William Turner, Light and color (Goethe´s theory). The morning after the deluge – Moses
writing the book of genesis (1843), oleo sobre tela, Tate Gallery.
6
John Ruskin, Sobre Turner, UNAM, México, 1996.
de haber quemado todo tipo de fajos de dibujos y acuarelas de Turner7.
Pero el mérito de Ruskin sigue siendo que fue uno de los pocos en
comprender a Turner estando vivo. Todo tipo de fajos de acuarelas
fueron bautizados por Ruskin: “Nacimiento o comienzo del color”.
¿Es necesario que el acto de pintar pase por esta catástrofe, para
engendrar eso con lo que se lo hace, a saber, el color? ¿es necesario
pasar por la catástrofe en el acto de pintar para que nazca el color, el
color como creación pictórica?
7
Ian Warrell, experto de la Tate Gallery, asegura que Ruskin nunca lanzo a la hoguera
ninguno de los dibujos y acuarelas de Turner.
¿Qué pasa si la catástrofe se toma todo de tal manera que no salga
nada? entonces, a ese nivel, habría, a ese nivel, un peligro de pintar,
¿habría un peligro de pintar si qué? si el pintor afronta, -aún ahí sale
fuera de la literatura-, si hay esta especie de catástrofe para el pintor
por algo que concierne a la pintura, si afronta esta catástrofe en el acto
de pintar, si no puede pintar sin que una catástrofe afecte en lo más
profundo su acto, al mismo tiempo necesita ¿que la catástrofe sea como
qué?
Entonces, nuestra tarea ahora será con dos textos, pues después de
todo eso plantea nuestro problema, hablo nuevamente de textos de
pintores. Creo que no es análoga la manera en que habla un pintor y la
manera en que un músico habla de su música. Hay una relación en los
dos casos, no digo que uno sea mejor que el otro, digo que es necesario
aguardar del texto de un pintor cosas que no son para nada, que son de
un tipo muy particular. Voy a invocar textos supuestos de Cézanne y un
texto formal de Klee, que tienen en común hablar expresamente de la
catástrofe en las relaciones con la pintura.
8
Ver, Cézanne por sí mismo, Edición de Richard Kendall, Plaza y Janes, Madrid, 1989
que posiblemente es muy fiel porque los argumentos que tiene son
inusuales. Ustedes saben que hay como una especie de, lo digo de
pasada, una especie de rumor, de leyenda, de chismes, que a los
pintores se los trata siempre un poco como si fuesen criaturas incultas y
poco astutos. Cuando se lee lo que escriben los pintores, uno se
tranquiliza, no es ni lo uno ni lo otro. Ahora, una de las razones por las
cuales se discute la autenticidad del texto de Gasquet es porque
Cézanne se pone a hablar, de vez en cuando, como un post-kantiano y
Gasquet conoce bien la filosofía kantiana, entonces se dice que es…,
pero a Cézanne le gustaba mucho hablar con la gente, cuando había
confianza. Les preguntaba un montón de cosas.
Bien, el comienzo del mundo ¿qué es? es el mundo antes del mundo.
Hay algo, eso no es aún el mundo, es verdaderamente el nacimiento del
mundo. Entonces, porque los pintores pueden ser cristianos, la historia
de la creación puede interesarles, como pintor, es evidente. Es evidente
que tienen que hacer algo que concierne a la creación del mundo.
Ustedes comprenden que cada (?), debería añadirlo de un coeficiente de
esencialidad, quiero decir, que es un asunto esencial de la pintura.
Ponernos frente a eso. Bueno, soñar que la historia del mundo data del
día en que se han encontrado dos átomos, dos torbellinos, dos danzas
químicas… Turner, son danzas químicas, de acuerdo, sí. Si, el color son
danzas químicas -ese albor de nosotros sobre la nada, los veo ascender,
me saturo leyendo a Lucrecio.
Bueno, si el caos se toma todo, si nada sale del caos, si el caos sigue
siendo caos, los planos caen unos sobre los otros, en lugar de caer
aplomo. El cuadro está condenado, está condenado antes de haber
comenzado. Es la mierda, y es verdad que, en las experiencias del
pintor, hay esas cosas, eso funciona, eso no funciona, estoy bloqueado,
no estoy bloqueado.
Tercera parte
9
Emmanuel Kant, Crítica del juicio, Espasa Calpe S.A., Madrid, 2007
Segundo momento “una dulce emoción me posee”. “Una tierna emoción
me posee. De las raices de esa emoción sube la savia, los colores. Una
especie de liberación. El resplandor del alma, la mirada, el misterio
exteriorizado, el intercambio entre la tierra y el sol, los colores, una
lógica aérea”, antes estabamos en una lógica terrestre, con las capas
geológicas, “… una lógica aérea, coloreada remplaza bruscamente la
sombría, la testaruda geometría”… es un texto bello… ven ustedes como
cambia de elementos, “una lógica aérea, coloreada remplaza
bruscamente la sombría, la testaruda geometría. Todo se organiza, los
árboles, los campos, las casas”.
Eso por lo que el texto me parece muy, muy interesante, es que él, en
su nombre, en su experiencia, distingue, en lo que puede llamar “la
catástrofe” en general, distingue dos momentos: un momento del caos
abismo del que salen “los asientos” o “la armadura” y después un
segundo momento de la catástrofe que arrastra asientos y armadura…
¿y qué sale? “el asiento geológico, el trabajo preparatorio, el mundo del
dibujo se hunde, se derrumba como en una catástrofe. Un cataclismo lo
arrastra. Un nuevo periodo comienza, el verdadero, aquel en que nada
se me escapa, donde todo es denso y fluido a la vez, natural. No hay
más que colores y en ellos claridad; el ser que los piensa, ese ascenso
de la tierra hacia el sol, esta exhalación de las profundidades hacia el
amor”.
Pero ¿qué sería entonces? ¿Por qué introduzco esta idea? Y bien
porque… -hay un texto celebre que todos los pintores han repetido, un
texto de Delacroix en el que dice: “el gris es el enemigo del color, es el
enemigo de la pintura”. Vemos lo que quiere decir. El gris en el límite
¿qué es? Es ahí donde el blanco y el negro se mezclan. En el límite,
donde se mezclan todos los colores, no ascienden… es la grisalla.
Para el mismo Cézanne, no mucho tiempo después del texto que acabo
de leer, dice esto, escuchen un poco, le dice a Gasquet: “Yo estaba en
Talloire. Muchos grises y verdes, todos los verdes de gris del
mapamundi. Las colinas alrededor son altas, me ha parecido. Parecen
bajas, y llueve. Hay un lago entre dos bocanas, un lago inglés. Las hojas
de album caen acuareleadas de los árboles. Seguramente es siempre la
naturaleza, pero no como yo la veo, ¿comprenden? Gris sobre gris. Gris
sobre gris. No se es pintor hasta que no se ha pintado un gris. El
enemigo de cualquier pintura es el gris dice Delacroix. No, uno no es un
pintor hasta que no ha pintado un gris.” ¿Qué quiere decir? Es por lo
que tiene razón en retomar a Delacroix. El texto de Delacroix, es tan
importante y tan apasionante como el de Cézanne y además ellos dicen
exactamente la misma cosa.
Hay un gris que es el del fracaso, y después hay otro gris. Hay otro gris.
¿Qué es? Hay un gris que es el del color que asciende. ¿Habría dos
grises? Yo siento… podemos… eso toca por completo los… o bien hay
muchos grises, habría una enormidad de gris. En todo caso no es el
mismo gris. El gris de los colores que se mezclan, eso, es el gris del
fracaso. Y después un gris que sería como el gris del brasero, del fuego,
que sería un gris esencialmente luminoso, un gris de donde salen los
colores.
Hay que ir muy prudentemente porque es sabido que hay dos maneras
de hacer el gris. Kandinsky lo recuerda, tiene una bella página sobre los
dos grises, un gris pasivo y un gris activo. Tenemos el gris que es la
mezcla del negro con el blanco y al mismo tiempo no vamos a poder
permanecer en eso. Lo preciso enseguida para evitar las objeciones. Hay
un gris, pongamos, que es la mezcla del negro y el blanco y después
hay un gris que es una mezcla, el gran gris, y no es el mismo, que es
mezcla del verde y el rojo. O aún, de una manera más extensa, que es
la mezcla de los colores complementarios… pero, ante todo, una mezcla
del verde y el rojo. Ahora, Delacroix hablaba de este otro gris, el gris del
verde/rojo. No es el mismo gris, evidentemente.
Entonces sería fácil para nosotros decir si, hay un gris de los colores que
se mezclan, es el gris blanco/negro. Y hay un gris que es como la matriz
de los colores, el gris verde/rojo. Kandinsky llama al gris verde/rojo un
verdadero gris “dinámico”, en su teoría de los colores. Un gris que
asciende, que asciende en el color. Bueno… pero, ¿por qué no es
suficiente decir esto? Porque si se toma, por ejemplo, la pintura china o
japonesa, es sabido que ella obtiene todos los matices que se quiera,
pero en una serie infinita de matices de gris a partir del blanco y del
negro. Entonces no podemos decir que la mezcla blanco/negro no sea
también una matriz. Simplemente planteo la pregunta por el gris. ¿Por
qué planteo esta cuestión? Sin duda para pasar de Cézanne a Klee.
Porque la historia del gris, vamos a verlo, es completamente retomada.
Resumo, para Cézanne. He aquí lo que nos dice –nos ha dado una
información inapreciable para nosotros: “La catástrofe hace, por
completo, parte del acto de pintar que está ya ahí antes de que el pintor
pueda iniciar la tarea”. Nos ha dado una precisión. Es una precisión de la
cual no se sale, ven. ¿Por qué me interesa? Porque… ¿qué es lo que está
captando, comenzando a captar? Se está en camino de, y eso, eso me
interesa, en fin, por mi cuenta, eso me interesa. No le basta con poner
la pintura en relación con el espacio, porque es evidente. Creo que para
comprender su relación con el espacio es necesario pasar por el rodeo.
¿Cuál rodeo? El rodeo de ponerla en relación con el tiempo. Un tiempo
propio de la pintura.
Tratar un cuadro como si operara ya una síntesis del tiempo. Decir que
un cuadro implica una síntesis del tiempo. Señalar que el cuadro
concierne al espacio porque de entrada encarna una síntesis del tiempo.
Hay una síntesis del tiempo propiamente pictórica y el acto de pintar se
define por esta síntesis del tiempo. Entonces sería una síntesis del
tiempo que no conviene más que a la pintura. Me pregunto ¿cómo
encontrar y como llegar a definir, si esta hipótesis fuese justa, como
llegar a definir la síntesis del tiempo que se podría llamar propiamente
pictórica? Se comienza a apercibir. Suponemos que el acto de pintar
remite necesariamente a una condición pre-pictórica, y de otra parte,
que algo debe salir de lo que ese acto afronta.
Paul Klee siempre ha tenido un asunto muy raro en todos sus… esto
vuelve en muchos de sus textos: el tema del punto gris, lo que llama el
punto gris. Y sentimos que tiene una relación con el punto gris, es su
asunto y es así como puede explicar lo que, para él, es pintar. Y eso no
está en tal texto, hay, por ejemplo, en lo que ha sido traducido con el
título “Teoría del arte moderno” en las ediciones médiations… hay un
texto de Klee que se llama: nota sobre el punto gris, página 56. Pero
justo al final, no abandona su idea de punto gris y las aventuras del
punto gris. Habla por todas partes de esto, en fin frecuentemente. Y he
aquí lo que nos dice, lo leo muy rápido:
10
.- ver Paul Klee, Teoria del arte moderno, Ediciones Calden, Buenos Aires
ese texto. “El símbolo de ese no-concepto es el punto, no un punto real
sino un punto matemático”11, es decir un punto que no tiene dimensión,
es lo que quiere decir. “Este ser-nada o esta nada-ser”. Klee es un
filósofo, “Este ser-nada o esta nada-ser, es el concepto no-conceptual
de la no-contradicción”, eso está bien, es muy claro. Dice del caos “Este
ser-nada o esta nada-ser, es el concepto no-conceptual de la no-
contradicción”, de la no-contradicción pues no se opone a nada, puesto
que no es relativo, es absoluto. El caos es lo absoluto, dice algo simple,
“para llevarlo a lo visible”, es decir para tener una aproximación visible,
“tomando una especie de decisión al respecto… hay que recurrir al
concepto de gris, al punto gris, punto fatídico entre lo que adviene y lo
que muere”.
Es un texto bello, uno no sabe adonde va, pero va con una especie de
rigor… “Gris porque es punto no-dimensional, punto entre las
dimensiones”, “entre las dimensiones y en su intersección, en el cruce
de caminos”, ahí tenemos el punto gris del caos… él continúa y yo debo
mezclar los textos.
11
.- ver Paul Klee, Teoria del arte moderno, Ediciones Calden, Buenos Aires
y conferirle el carácter de un centro original de donde surgirá el orden
del universo y resplandecerá en todas las dimensiones.”
En otro texto –es por eso que tengo necesidad de otros textos- hay una
formula aún más extraña, muy, muy curiosa. “El punto gris establecido”,
es decir, comprendan, el punto gris una vez fijado. Una vez cogido como
centro. Creo que él intenta hacer una cosmogénesis de la pintura. “El
punto gris establecido salta sobre sí mismo en el campo donde ha
creado el orden”. El primer punto era el punto gris-caos, no-
dimensional. El segundo es el mismo, pero el mismo bajo otra forma, en
otro nivel, en otro momento, hay dos momentos del punto gris.
Esta vez aquí es el punto gris devenido centro como matriz de las
dimensiones. En la medida en que es establecido, es decir entre los dos,
el salta sobre sí mismo. Y como Klee adoraba hacer pequeños dibujos de
su cosmogénesis –ustedes ven el punto gris que salta sobre sí mismo.
¿Qué quiere decir esto? Añado, tomando otro texto, pero que obedece
totalmente a la historia del punto gris, este texto, este extracto de Klee,
que me parece, para nosotros, muy, muy rico: “si el punto gris se
dilata”, se trata del segundo punto gris como centro devenido matriz de
las dimensiones. “Si el punto gris se dilata y ocupa la totalidad de lo
visible entonces el caos cambia de sentido y el huevo muere.”
Entonces los dos momentos, punto gris-caos, punto gris matriz, entre
los dos el punto gris ha saltado sobre sí mismo y ese es el acto de
pintar. Necesitaba pasar por el caos, porque en el caos está la condición
pre-pictórica.
Hay un texto muy curioso. Bacon ha hecho entrevistas que han sido
publicadas… en ediciones Skira12. Y hay un pasaje que parece muy raro
porque, además tiene la suerte de ser inglés, en fin inglés, irlandés, y
suelta una palabra que los ingleses aman –y esa palabra entonces quizá
encuentre un salvamento en nuestro… he aquí el texto, ¿Por qué viene
este texto en este momento? Para mí, viene en este momento porque
Bacon dice que, antes de pintar hay cosas que pasan. Antes de
comenzar a pintar, hay cosas que pasan, ¿qué? Bueno, dejémoslo de
lado.
12
David Sylvester, Entrevistas con Francis Bacon, Ediciones Poligrafa S.A., Barcelona, 1977
cabeza, en el corazón, están por todas partes. En la habitación, están
ahí. Es extraordinario, son fantasmas que… están ahí, no los vemos pero
están ahí. Si usted no pasa la tela por una catástrofe de infierno o de
tempestad… usted no producirá más que clichés. Diremos, ¡oh! Tiene
una hermosa pincelada, eso está bien, un decorador, un decorador. Si,
está bien, es bonito, está bien hecho, si está bien. O bien un diseño de
moda, los diseñadores de moda saben diseñar y son una mierda al
mismo tiempo, eso no tiene ningún interés, nada, cero… ¡cero!.
No hay que creer que un pintor, un gran pintor tenga menos peligro que
otro. Simplemente, en su asunto, él sabe eso. Es decir, un dibujo
perfecto, ellos saben hacerlo. No tienen aire de saberlo, lo saben muy
bien, a veces han aprendido eso en las academias donde, en las que
hace un tiempo se aprendía muy bien eso. Y bien, uno no concibe a un
gran pintor que no sepa muy bien hacer esas especies de
reproducciones, todos han pasado por eso, todos. Bueno, pero ellos
saben que es eso lo que es necesario hacer pasar por la catástrofe. Ven
ustedes, sí, la catástrofe comienza a precisarse un poco y, sin embargo,
lo que yo digo es insuficiente, no digo, para nada, que se permanezca
ahí, digo: “si el acto de pintar está esencialmente concernido por una
catástrofe es, de entrada, porque está en relación necesaria con una
condición pre-pictórica y de otra parte porque en esa relación con una
condición pre-pictórica debe volver imposible todo lo que ya es
‘amenaza’ sobre la tela, en el estudio, en la cabeza, en el corazón”.
Entonces es necesario que el pintor se lance en esa especie de
tempestad, ¿qué va a qué? Que va precisamente a anular, a hacer huir
a los clichés. La lucha contra el cliché.
Estudiantes: Sí.
¿Qué es y por qué esa palabra, diagrama? Porque, es por eso que yo
digo ¿es un azar? Yo no sé si es un azar, pero supongo que Bacon, al
igual que muchos pintores, lee mucho. Diagrama es una noción que ha
tomado mucha importancia en la lógica inglesa actual. Bueno, eso es
bueno para nosotros, si, igualmente es una ocasión para ver lo que los
lógicos, ciertos lógicos llaman “diagrama”. Principalmente es una noción
de la que un gran lógico filósofo, que se llama Peirce, ha hecho toda una
teoría extremadamente compleja, la teoría de los diagramas que tiene
una gran importancia hoy en día en la lógica.
Pero, ¿es por azar y para nuestro consuelo que Van Gogh descubre el
color muy tarde? ¿Qué ese genio consagrado al color, en qué pasa toda
su vida? En el no-color, en el negro y blanco. Como si el color lo
impactara de un terror y el aprendizaje del color lo pospone siempre
para el año siguiente. Y que chapotee en la grisalla, verdaderamente en
el gris del negro/blanco y que viva de eso y que envíe a su hermano sus
dibujos. Él le reclama todo el tiempo por la tiza de montaña, no sé qué
es la tiza de montaña, pero es la mejor tiza, dice la tiza de montaña,
envíame tiza de montaña, no la encuentro aquí. Bueno, carboncillo y
tiza de montaña y todo eso, pasa su tiempo en eso. Y se coge los pies…
eso va mal, muy mal. ¿Cómo entrará en el color? ¿Qué pasará cuando
vaya a entrar en el color y que entrada va a hacer en el color… después
de estar totalmente alejado?