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FORMALIZACIÓN
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Y salud publ
ica
EXÁMENES
CORPORALES A
TERCEROS
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OLOR A CANNABIS E
INDICIO FUNDADO
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BOLETÍN DE
PRIVADO
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FALLOS VARIOS
RELEVANTES
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El inciso 2° del artículo 258 del CPP establece que en el caso que el fiscal haya
comunicado la decisión a que se refiere la letra c) del artículo 248, el querellante podrá
solicitar al juez que lo faculte para sostener la acusación en los mismos términos que el
Código lo establece para el MP .
Sin embargo, el legislador no advirtió que el mismo Código exige tanto para la
acusación fiscal - artículo 259 inciso final del CPP - como para la particular - artículo 261
letra a) del CPP - que guarden congruencia con la formalización, esto es, que ellas sólo
puedan referirse a hechos y personas incluidos en la formalización de la investigación,
aunque se efectuare una distinta calificación jurídica.
Una posibilidad es entender que dicha exigencia sólo regiría para el caso de los
procesos en que ha existido formalización del fiscal y no respecto de aquellos casos no
formalizados. De seguirse esta interpretación, se prescindiría de la formalización y la
acusación particular del querellante sería suficiente referente para el imputado que debe
conocer los cargos en su contra y así poder defenderse. Los inconvenientes saltan a la
vista, principalmente, la facultad del imputado de generar prueba de descargo.
La otra posibilidad sería que la decisión de no perseverar solo pudiese tener lugar
en aquellos casos en los cuales se haya procedido a formalizar la investigación. El
inconveniente, si se sigue este camino, sería que la simple decisión del fiscal de no
formalizar, aun carente de fundamento, impediría el forzamiento de la acusación y
convertiría la institución en letra muerta.
Como veremos, en el caso al que se refiere el fallo objeto de este comentario
existieron decisiones de diversos tribunales en uno y otro sentido.
La causa se inició por querella presentada por la víctima cuyos hechos, en síntesis,
son los siguientes: el imputado R.E.R.A., funcionario de Ministerio Público giró cheque que
fue endosado a nombre de la víctima R.M.R.G. por la suma de $10.680.000.- (diez millones
seiscientos ochenta mil pesos). Presentado dicho documento a cobro, este fue protestado
con fecha 9 de junio de 2015, por Orden De No Pago. Se siguió causa civil en su contra en
la cual notificado del protesto de los cheques al cuenta correntista, titular y girador con fecha
24 de octubre de 2015, no consignó fondos para cancelar sus importes, esto es, capital,
intereses, y costas procesales y personales, dentro de los tres días siguientes a dicha
notificación, circunstancia certificada, por el Secretario del tribunal. A juicio del Querellante,
los hechos descritos configuraban el delito de giro fraudulento de cheque, en grado de
desarrollo consumado, previsto y sancionado en el artículo 22 y siguientes del Decreto con
Fuerza de Ley 707 sobre cuentas corrientes bancarias y cheques en relación con el artículo
467 N° 2 del Código Penal, correspondiéndole al querellado la participación en calidad de
autor.
Luego de avanzada la investigación, el Ministerio Público sin haber procedido a
formalizar la misma, cierra la investigación y procede a formular decisión de no perseverar,
fundando tal decisión en que el acusado no era conocido. En dicha oportunidad se dejó a
salvo el derecho del querellante de ejercer la facultad de forzar la acusación, lo se
materializó deduciendo acusación particular, citándose a los intervinientes a la audiencia
de preparación de juicio oral.
En dicha audiencia, el JG procede a anular todo lo obrado en la causa con
posterioridad a la comunicación efectuada por el MP de la decisión de no perseverar en la
investigación, toda vez que, no habiendo mediado formalización de la investigación,
entendió que la acusación particular deducida por el querellante resultaba ser improcedente
por vulnerar las garantías constitucionales establecidas en favor del imputado,
vulnerándose, asimismo, el principio de congruencia.
El querellante se alzó en contra de la resolución que declaró todo lo obrado y en
fallo CA La Serena 09.03.2018 rol 107-2018 – incluida en la versión anterior del boletín –
la Ilma. Corte de Apelaciones de La Serena revoca la resolución aludida, ordenando dar
curso al procedimiento de conformidad a la ley, esto es, citar a audiencia de preparación de
juicio oral.
La Corte sostiene en su fallo que se desprendería del 248 del CPP que la
comunicación de no perseverar a pesar de ser una alternativa exclusiva y privativa del
Ministerio Público, requiere para poder ser ejercida como exigencia legal que exista
formalización previa (considerando 3º); que el proceder del JG “deja a la parte querellante
en la indefensión de sus derechos, máxime si ya se ha autorizado la acusación particular
por parte del tribunal” y que “por lo demás, existen procedimientos diversos en que el
legislador ha previsto la posibilidad en que se ejerzan los derechos del querellante, esto es,
la víctima, sin que se exija la formalización previa” (considerando 6º) y que la resolución
impugnada contraviene el espíritu de la norma -258 del CPP – “convirtiendo a la posibilidad
de acusar particularmente en un derecho sin posibilidad de aplicación alguna”
(considerando 7º).
Si bien el fallo de la Ilma. Corte de Apelaciones efectúa un esfuerzo en resolver,
como indica, una colisión de derechos entre dos intervinientes, el MP para no perseverar
en el procedimiento y el de la querellante de poder continuar con la acusación particular,
deja de lado a otro interviniente, el imputado, sin considerar los derechos de éste que
pueden verse mermados como consecuencia de seguir la tesis que propone, tal como su
derecho de generar prueba de descargo durante la investigación mediante las
correspondientes solicitudes de diligencias efectuadas al MP, derecho establecido en la
letra c) del artículo 93 del CPP. El Tribunal Superior, rebaja a la formalización a una mera
formalidad, desconociendo su papel como manifestación del derecho por parte del
imputado de conocer los cargos que se formulan en su contra, expresado en la letra a) del
artículo 93 del CPP, papel que ha querido el legislador que tenga dentro del contexto del
procedimiento ordinario, de manera temprana en el procedimiento, a fin de preparar una
adecuada defensa.
DECISIÓN DEL TOP DE LA SERENA
La decisión del asunto tuvo lugar en el fallo TOP La Serena 11-07-2018 RIT 114-
2018
En el juicio oral la defensa privada sostuvo la absolución de imputado por tres
argumentaciones, la acción penal estaría prescrita, porque en el procedimiento se han
vulnerado normas del debido proceso, afectando con ello los derechos fundamentales de
su defendido. En lo que dice relación con las argumentaciones sustantivas, señala que el
cheque que es el objeto material de este juicio, fue girado no en pago de obligaciones o en
comisión de cobranza sino en garantía de pago de obligaciones vinculada a la construcción
de un inmueble y por ello estaríamos frente a un instrumento desnaturalizado y, además, sí
que haya habido dolo de defraudar.
En relación a la infracción al debido proceso – que es lo que nos interesa en este
comentario – la defensa pone de relieve que en esta causa se autorizó al querellante a
acusar, pero en este proceso nunca hubo formalización, lo que acredita mediante certificado
del JG, y de esta forma, falta la comunicación pública del hecho imputado, aquello no ocurrió
en este caso, privándole de la garantía a no ser condenado por hechos que no estén
comprendidos en la triada de formalización, acusación y sentencia condenatoria.
El TOP de La Serena procede a absolver al imputado de los cargos formulados
acogiendo dos de las argumentaciones.
El Tribunal entiende que existe una infracción al debido proceso al haberse
permitido una acusación particular sin mediar previa formalización del MP, requisito previo
y esencial que habilita al querellante a formular acusación particular, considerando el
derecho a información del imputado que posiciona al encartado de manera de poder
defenderse en igualdad de armas de la acusación que pesa sobre sí y le da contenido y
plenitud al ejercicio de una defensa técnica.
En este mismo sentido, señala que una acusación sin formalización previa, infringe,
además, el artículo 83 de la CPR, norma constitucional por la cual el ejercicio de la acción
penal pública ha sido radicada en el Ministerio Publico.
El TOP cita en apoyo a sus argumentaciones un fallo CS 17.09.2013 rol 4909-
2013 en donde el Excmo. Tribunal pone énfasis en la opción que toma el legislador procesal
penal en orden a designar al Ministerio Público como responsable de la persecución
criminal, lo que incluye tanto la facultad de investigar los hechos punibles como la de ejercer
la acción penal pública con miras no solo a garantizar la imparcialidad del tribunal, sino
también sujetarla a parámetros de eficiencia y calidad razonables y que supone además
establecer mecanismos de discrecionalidad o descongestión restringida o reglada, citando
en este punto las opiniones de Mauricio Duce y Cristian Riego y Julio Maier (considerando
8º) y que considerar la posibilidad de acusación particular sin formalización previa supondría
privar de sentido el principio de congruencia dispuesto en el inciso final del artículo 259 del
código del ramo (considerandos 9º y 10º) y transformar todas las acciones públicas en
privadas, dejando a los ciudadanos expuestos al ejercicio de la acción penal por parte de
particulares sin las posibilidades de control por parte del MP (considerando 13º).
El máximo tribunal ya se había pronunciado en igual sentido en fallo CS 26.02.2009
rol 6742-2008 que señala “ en la causa por delito de secuestro en que incide esta queja no
ha existido formalización en contra de quien ha sido imputada por el querellante como
autora de tal ilícito, situación que impide a este último hacer uso de la facultad que
contempla el artículo 258 del Código Procesal Penal, esto es, forzar la acusación por parte
del Ministerio Público o, eventualmente, formularla él”.
Los sentenciadores señalan, más adelante, que aun de estimarse que el
querellante podía sostener la acusación particular sin formalización previa, el JG no ordenó
la remisión de los antecedentes al Fiscal Regional, omisión que constituye infracción grave
al debido proceso en perjuicio del imputado.
En este punto, parece existir una desacertada interpretación de la disposición legal
del artículo 258 del CPP pues la norma sólo ordena a remitir los antecedentes al Fiscal
Regional en el caso de que el MP solicite el sobreseimiento pero no así en el caso que haya
comunicado la decisión de no perseverar en que el querellante solicitará directamente al
juez se lo autorice a ejercer los derechos del MP en las siguientes etapas del procedimiento .
Además de lo señalado anteriormente, los sentenciadores señalan que la prueba
rendida por la defensa ha logrado acreditar que el cheque fue girado en garantía de pago
de obligaciones y no como una orden de pago escrita girada en contra de un banco, es
decir, en una calidad distinta a la de un documento que pudiere servir de objeto material del
delito de giro doloso y por ello no es idóneo para sostener el injusto que atribuye el
querellante.
Es importante indicar que en el fallo citado se establece que no afecta el que el
documento incorporado a juicio, hubiere circulado y que hubiere sido cobrado por un tercero
y solicitado el protesto por él, quien claramente no fue parte de la relación contractual que
le dio origen pues “porque el documento desde su origen, no tuvo la naturaleza de cheque,
en los términos que requiere el injusto penal”.
El TOP se suma en esto a una abundante Jurisprudencia en lo que dice relación a
la desnaturalización del cheque cuando es girado en garantía del pago de obligaciones,
posición seguida por la Excma. Corte Suprema en los siguientes fallos: CS 17.07.2006 rol
1447-2004; CS 22.03.2007 rol 3315-2005; CS 25.04.2007 rol 1695-2005; CS 19.07.2007
rol 11.647-2007; CS 24.07.2008 rol 1171-2008; CS 26.04.2011 rol 340-2010; CS 19
07.2017 rol 11.647-2017
II.- EXÁMENES CORPORALES A
TERCEROS
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
El artículo 197 del Código Procesal Penal regula en nuestro sistema procesal los
exámenes corporales, estableciendo requisitos para la práctica de la diligencia y
poniéndose en las hipótesis de voluntariedad del periciado o la ausencia de ésta.
La Jurisprudencia nacional ha tocado el tema de los exámenes corporales desde
diversos puntos de vista, principalmente, en lo que dice relación con las exigencias que
permiten considerar que se ha consentido voluntariamente a su realización como, asimismo,
ahondando en los requisitos para su realización en caso de negativa.
La causa en la que recae el fallo de la Ilma. CA de La Serena objeto de este
comentario CA 13.09.2018 rol 935-2018 - suministra un nuevo prisma de análisis: el
Ministerio Público solicita la práctica de los exámenes corporales a terceros diversos al
imputado o a la víctima, personas que siquiera tenían la calidad de testigos del hecho
incriminado.
La ley n° 20.931, llamada Ley de Agenda Corta, entre otras modificaciones al CPP,
modificó su artículo 85, sobre los controles de identidad que realizan los funcionarios
policiales cambiando la expresión “indicios” por “algún indicio” para la procedencia de la
diligencia por parte de la policía.
Frente a una posible rebaja en el estándar para la realización de la diligencia
autómoma por parte de la policía, la Jurisprudencia del Maxímo Tribunal del País ha
establecido una serie de criterios interpretativos que refuerzan las garantías que podrían
verse menoscabadas en su realización.
El fallo que es objeto central de este comentario CS 29.11.2018 rol 26194- 2018
se refiere precisamente a la discusión de la calificación del indicio para los efectos de
habilitar la práctica del control de identidad.
Sin embargo, es del caso señalar que en dos fallos correspondientes al semestre
los tribuanles de adjudicación absolvieron por entender que la prueba de cargo rendida fue
obtenida con inobservacia de garantías fundamentales por lo que no fue valorada. Se trata
de los fallos TOP Ovalle 31.08.2018 RIT 137-2018 y TOP La Serena 07.09.18 RIT 148-
2018, ambos contenidos en el presnete boletín.
Los hechos que fundan la imputación sustentada por el MP son los siguientes: el
día 20 de diciembre de 2017, a las 18:30 horas aproximadamente, personal de la Brigada
Antinarcóticos de la Policía de Investigaciones de La Calera que realizaba controles
terrestres antinarcóticos en el sector plaza de peajes de Pichidangui, comuna de Los Vilos,
sorprendieron al acusado B.A.M.P., junto a otro individuo, poseyendo, guardando y
transportando, sin contar con la competente autorización y con fines de tráfico, en el interior
del automóvil marca Kia, color blanco P.P.U. XXXX-XX, debajo de la guantera del vehículo,
01 envoltorio confeccionado con cinta adhesiva color café, contenedor de 998,4 gramos
neto de marihuana. Estos hechos fueron calificados como un delito de tráfico ilícito de
estupefacientes.
Uno de los funcionarios que realizó dicho control dio cuenta de la normalidad de
estos procedimientos en la carretera en vísperas de ciertas fechas, como navidad, año
nuevo o fiestas patrias, en cuya virtud uno de los agentes actúa como perfilador, deteniendo
vehículos y entrevistándose con el conductor, encuadrándose tal labor dentro de las
funciones de prevención de la comisión de delitos contemplada en el artículo 5 de su ley
orgánica. En este caso, el funcionario señaló percibir inmediatamente el olor a cannabis
sativa, circunstancia que lo hizo mutar de procedimiento, requiriendo el auxilio de sus
colegas y del can detector de droga para efectuar el registro del automóvil, encontrándose
la sustancia prohibida.
A pesar que la defensa logró se declarara ilegal la detención en razón que el indicio
arguido por la policía no reviste las características que demanda el artículo 85 del CPP,
tales argumentaciones no fueron fructíficas en la solicitud de exclusión de prueba planteada
en la audiencia de preparación de juicio oral, ni tampoco en el contexto del juicio para fundar
su solictud de absolución, exigiendo la no valoración de la prueba de cargo.
El TOP de Ovalle, estima que el olor a marihuana percibido por el policía constituye
un indicio suficiente para justificar el control de identidad, sin que tratare de una apreciación
subjetiva o interpretación del funcionario respecto de alguna conducta del sujeto controlado,
sino más bien de una circunstancia objetiva y verificable, principalmente si se considera que
la cannabis desprende un olor particular y teniendo en cuenta las circunstancias de su
posesión que facilitaron su detección, en la medida que iba guardada en un único
contenedor debajo de la guantera, vale decir, en un espacio no cerrado de la guantera, por
lo que resulta suficientemente razonable la percepción de su olor por parte del funcionario
policial, con prescindencia de los canes detectores, máxime en una cantidad tan alta como
la hallada en la especie.
Los sentenciadores entienden que la única forma vislumbrada por esos jueces
para sostener la ilicitud del procedimiento se daría si el policía hubiese sido mendaz en sus
asertos, en cuanto a no haber olido la droga, sin embargo estiman que los relatos de los
testigos resulta creíbles, consistentes y armónicos, engarzados con la prueba gráfica que
dio crédito a sus dichos, no avizorándose la existencia de intereses o móviles espurios.
En contra del fallo del TOP de Ovalle la Defensa presentó recurso de nulidad ante
la Excma. CS por la causal del artículo 373 letra a) del CPP La Defensa, sostiene que el
control carece de todo sustento objetivo que fundamente el “indicio” que fundamenta el
control de identidad y por tanto, de todo sustento legal; que el acusado fue objeto de una
detención, declarada ilegal en la audiencia de control de la detención, resolución que no fue
apelada por el ente persecutor, que en la audiencia de Preparación de Juicio Oral, no se
excluyó la prueba ilícita como lo solicitó la defensa, lo que derivó, en definitiva, que los
jueces del fondo valoraran en el juicio y en la sentencia que se pronunció, prueba revestida
de ilegalidad, incurriéndose en la materialización de la infracción a las garantías
constitucionales del imputado que aseguran su derecho a un debido proceso y a que la
sentencia que se pronuncie por el tribunal sea el resultado de una investigación y un
procedimiento racionales y justos y una afectación a su libertad personal.
SINTESIS: TOP absuelve del delito de giro doloso de cheques, en razón de (1)
existir una infracción al debido proceso al haberse permitido una acusación particular sin
previa formalización del MP, requisito previo y esencial que habilita al querellante a formular
acusación particular, considerando el derecho a información del imputado que posiciona al
encartado de manera de poder defenderse en igualdad de armas de la acusación que pesa
sobre sí y le da contenido y plenitud al ejercicio de una defensa técnica; se infringe, además,
el artículo 83 de la CPR, norma constitucional por la cual el ejercicio de la acción penal
pública ha sido radicada en el Ministerio Publico; que (2) aun de estimarse que el
querellante podía sostener la acusación particular sin formalización previa, el JG no ordenó
la remisión de los antecedentes al Fiscal Regional, omisión que constituye infracción grave
al debido proceso en perjuicio del imputado. (3) Asimismo, la prueba rendida ha logrado
acreditar que el cheque fue girado en garantía de pago de obligaciones y no como una
orden de pago escrita girada en contra de un banco, es decir, en una calidad distinta a la
de un documento que pudiere servir de objeto material del delito de giro doloso y por ello
no es idóneo para sostener el injusto que atribuye el querellante (Considerandos 6, 7 y 9)
TEXTO COMPLETO:
La Serena, a once de julio del año dos mil dieciocho.
VISTOS Y OIDO:
Que el día cinco y seis de julio del año dos mil dieciocho, ante la Tercera Sala del
Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de La Serena, constituido por su Juez Titular, doña
CAROLINE MIRIAM TURNER GONZALEZ, quien presidió la sala y los jueces titulares del
Tribunal de Juicio Oral de Ovalle don CLAUDIO ANDRES WEISHAUPT MILNER y doña
EUGENIA VICTORIA GALLARDO LABRAÑA, ambos en calidad de Suplentes, se llevó a
efecto la audiencia de juicio oral, a fin de conocer la acusación Particular formulada por el
abogado querellante Cristian Araya Ojeda, domiciliado en calle Eduardo de La Barra 291,
La Serena, dirigida en contra del querellado R.E.R.A., Cédula Nacional de Identidad Nº
XX.XXX.XXX-X, ingeniero informático, casado, nacido en XXXX, XX de octubre de XXXX,
funcionario de la Fiscalía, domiciliado en Parcela XX Sitio XX, El Romero, La Serena, quien
fue representado por los abogados Defensores Particulares doña Rocío Araya Aguilera y
don Enrique Labarca Cortés, ambos domiciliados en calle Colón 352, Oficina 403, La
Serena.
Los hechos en los cuales se fundó su acusación particular, fueron los siguientes:
“Consta en causa civil Rol Nº 2996-2015, caratulada “RIFFO con RAMOS",
seguida ante el Primer Juzgado de Letras de Coquimbo, que don R. E.R.A., funcionario de
Ministerio Público, cédula nacional de identidad N° XX.XXX.XXX-X, y cuyo domicilio
registrado en el Banco es T. P. N°XXX, Bosque San Carlos, Coquimbo; giró el cheque que
fue endosado a nombre de la víctima R.M.R.G., instrumento bancario que a continuación
se individualiza: Cheque serie AB XXXXXX, por la suma de $10.680.000.- (diez millones
seiscientos ochenta mil pesos), número de cuenta XXXXXXXXX, girado en contra del
Banco Estado, oficina La Serena. Presentado dicho documento a cobro, este fue protestado
con fecha 9 de junio de 2015, por Orden De No Pago. Asimismo, de la causa civil
individualizada supra, se determina que notificado del protesto de los cheques a su cuenta
correntista, titular y girador con fecha 24 de octubre de 2015, no consignó fondos para
cancelar sus importes, esto es, capital, intereses, y costas procesales y personales, dentro
de los tres días siguientes a dicha notificación, circunstancia que se encuentra certificada
con fecha 09 de noviembre de 2015, por el señor Secretario del Primer Juzgado de Letras
de Coquimbo.”
A juicio del Querellante Particular, los hechos descritos precedentemente
configuran el delito de giro fraudulento de cheque, en grado de desarrollo consumado,
previsto y sancionado en el artículo 22 y siguientes del Decreto con Fuerza de Ley 707
sobre cuentas corrientes bancarias y cheques en relación con el artículo 467 N° 2 del
Código Penal, correspondiéndole al querellado la participación en calidad de autor.
Agrega que concurren, respecto del querellado, las circunstancias modificatorias
de responsabilidad penal, atenuante contemplada en el artículo 11 N° 6 del Código Penal y
la circunstancia agravante de responsabilidad penal contemplada en el artículo 12 N° 8 del
Código Penal, esto es, “Prevalerse del carácter público que tenga el culpable”.
Solicita se aplique respecto del querellado, la pena de 5 años de presidio menor
en su grado máximo, se le condene a una multa de ocho Unidades Tributarias Mensuales,
más las accesorias legales del grado, con costas.
CONSIDERANDO:
PRIMERO: En sus alegaciones de inicio el querellante indicó que en la audiencia
de juicio acreditaría que el documento cumple con todos los requisitos legales del artículo
22 del Decreto Ley 707, además acreditará que el acusado firmó el cheque y lo llenó. Hace
presente que el acusado se prevalió de su carácter de funcionario público para amedrentar
a su representado y así no pagar el cheque. También anuncia que la contra parte alegará
el sobreseimiento de esta causa, fundándose en ciertos documentos y alegaciones todas
las que ya han sido debatidas en instancias previas en las que han sido rechazadas.
Además, anuncia que el documento intentará presentarse como un documento en garantía
y que por ello de él no nacerían acciones penales, lo que no es así, porque el cheque es un
instrumento de pago de obligaciones. La Jurisprudencia, en su mayoría unánime, indica
que el cheque es un documento de pago. La contraria acompañará en orden a acreditar
sus pretensiones, actas de audiencias posteriores al giro del cheque. Además pretenderá
hacer valer un contrato con un tercero que le es inoponible a su representado. Reafirma
que no existe el cheque en garantía y tampoco existe el llamado cheque a fecha. En cuanto
a la existencia de dolo, indica que al momento de girarlo el autor, quiere y conoce que puede
cometer este delito el delito, cuando se gira un cheque el autor debe tener fondos en su
cuenta corriente y en el evento en que no tuviere fondos en la cuenta corriente, se configura
este delito. Finalmente en relación a la decisión de no perseverar que presentó el Ministerio
Público, indica que no tiene incidencia en esta causa, porque se trata de una decisión que
a su juicio fue muy fundada en una causal particular, en tanto la que se invocó es que el
acusado no era conocido, lo cual a la vista no era cierto, porque se trataba de un imputado
funcionario de la Fiscalía.
En sus alegaciones finales el querellante afirmó que el cheque que se presentó
como fundante de su querella, está en forma y no es un cheque en garantía, porque ese
tipo de cheques no existe en nuestra legislación, así como tampoco el cheque a fecha.
Cualquier contrato que el acusado tuviese con C. C. no es oponible al endosatario y
querellante de esta causa, el cheque era endosable, además no es un requisito el que el
endoso deba ser autorizado por el girador. El cheque es un documento sin causa y acá se
ha intentado darle una causa. El cheque en garantía suele estar en blanco, en este caso su
lleno es completo, el mismo autor lo llenó.
Se acreditó además que el querellado es funcionario de la Fiscalía con 16 años
de experiencia y debe saber que un cheque así protestado tiene consecuencias jurídicas.
Los testigos de cargo fueron contestes en indicar que al hablar con el acusado, él indica
que él cheque no fue dado en garantía, sino que no lo pagaría simplemente porque era
funcionario de la Fiscalía. Llamó la atención en el proceso de esta investigación, entre ellas,
la decisión de no perseverar presentada por el Ministerio Público, cuya causa de cierre fue
porque no se conocía al acusado, cuestión que nunca fue cierta.
Todas las presuntas presiones o apuros, que trató de introducir el acusado para
los efectos de firmar el contrato de construcción y los tres cheques entregados, no pueden
perjudicar al tercero que recibió el cheque.
Insiste en que el cheque no fue dado en garantía, el cheque fue otorgado con
fecha. Tampoco estima que el sobreseimiento que hace valer la defensa, sea posible
hacerla valer en este proceso porque esa decisión dice relación con un cheque diverso, se
trata de otra causa por tener otro objeto.
En relación con el documento 21 presentado por la Defensa, indica que sólo avala
los maltratos verbales que propina el acusado al otro tenedor del cheque. Pero aquel de
ninguna forma le es oponible a su parte.
A su juicio se cumplieron con todos los requisitos de la figura penal del artículo 22
de la ley de cuentas corrientes bancarias y cheques. Estima que existe un hecho objetivo,
el cheque fue dado a fecha, el acusado amedrentó a la víctima, haciendo prevaler su
carácter de funcionario público, por lo que concluye de este procedimiento que para la
Fiscalía existen personas de diferente clase a los fines de su juzgamiento.
SEGUNDO: La defensa, solicitó la absolución de su defendido, fundándose en
alegaciones de orden sustantivo y también adjetivos, esta última, porque a juicio de la
Defensa la acción penal estaría prescrita y porque además, en el procedimiento se han
vulnerado normas del debido proceso, afectado con ello los derechos fundamentales de su
defendido.
En lo que dice relación con las argumentaciones sustantivas, señala que el cheque
que es el objeto material de este juicio, fue girado en garantía de pago de obligaciones y
por ellos estaríamos frente a un instrumento desnaturalizado. El giro del cheque debe ser
dado en pago de obligaciones o en comisión de cobranza, pero los medios de prueba darán
cuenta que su representado giró el cheque en orden a garantizar obligaciones futuras y que
no fue entregado al querellante, sino que a un tercero en garantía de una obligación.
En cuanto a la faz subjetiva del tipo penal, hace presente que ésta requiere la
presencia de dolo directo, en este caso desde un principio Carlos C. sabía que al momento
de girar el cheque, el girador no contaba con los fondos, pero que sí los tendría cuando su
defendido vendiera el inmueble, su casa, en el sector de Bosques de San Carlos.
Además, volviendo a la alegación de que la acción penal estaría prescrita, hace
presente que hubo una decisión de no perseverar presentada por el Ministerio Público y
uno de los efectos de esa decisión, es que debía continuar corriendo el plazo de
prescripción, afirmando que al momento de la presentación de la acusación particular, el 15
de enero del año 2018, ya había trascurrido en exceso el plazo de un año establecido para
este delito.
Se trata de un delito de acción penal pública, huérfano de formalización, la apertura
del proceso velando por las garantías fundamentales del acusado es por medio de ese acto,
el Ministerio público no perseveró, además se dará cuenta de otras infracciones procesales
que se evidenciarán en los audios que se reproducirán. Todo lo anterior, atenta en contra
del principio de congruencia, al no haber formalización, por último estaríamos entregando
la persecución penal a un particular, abriendo una puerta a la privatización de la misma.
En sus alegaciones finales la Defensa, indicó que se harían valer razones de
carácter material y razones de carácter procesal.
Hace presente que no se pretende derogar el artículo 22 de la ley de cuentas
corrientes bancarias y cheques, pero sí hacer presente que no estamos en materia
comercial o civil. A su juicio, lo que se debe considerar son las circunstancias en que se
giró el cheque y cuáles fueron los acuerdos de voluntad entre quien gira y quien lo recibe.
Las acciones al endosatario son inoponibles, pero el legislador se refiere a las acciones
civiles, pero no a las acciones penales.
Hay giro de tres documentos que fueron entregados en garantía de obras que
nunca se cumplieron, así lo relataron los testigos de descargo. Esa negociación estaba
vinculada a la construcción de un inmueble. Carlos C.L., sabía las condiciones de cobro,
sabía que los cheques estaban en garantía de la construcción de un inmueble, el que no
se cumplió. Estos acuerdos están plasmados en los correos que se acompañaron,
asimismo la etapa de financiamiento previo se concuerda con el vale vista que se acompañó
y el certificado del banco, a su juicio estamos en torno a un cheque en garantía. El testigo
constructor de la nueva casa de su representado dio cuenta que nunca tuvo un
inconveniente con su defendido, en cuanto a los pagos, porque las obras sí se ejecutaron
en esa ocasión.
Como estamos en el ámbito del derecho penal, en un estándar de valoración
diferente al de otras ramas del derecho, se debe arribar a la conclusión de que ese cheque
no es un cheque propiamente tal, el cheque es un documento de pago de una obligación
existente y por ello el cheque en la forma en que fue girado en esta causa, no es tal, es un
cheque en garantía. Independientemente que la costumbre comercial permite este tipo de
documento, se trata de un documento desnaturalizado, nunca hubo dolo al momento de
girarlo, atendido los correos electrónicos y el contexto anterior, nunca hubo una intención
de defraudar. Se pregunta el defensor, quién defraudó a quién, claramente fue C.C. quien
defraudó a su defendido.
Alude a que la víctima, en su declaración no indicó y no explicó la razón de por qué
recibió el cheque. Asume que es falso que su defendido no es parte, ni es socio de una
empresa constructora. La expresión de doña Kira Orrian indicó “gracias a Dios que al
momento del cobro del primer cheque, no estaban los dineros, porque de otra forma no
tendrían dinero para haber construido su nueva casa”. Aquella expresión refleja que nunca
hubo una intención de defraudar.
Además, estaríamos en frente de una acción penal prescrita, en atención al efecto
propio de la decisión de no perseverar, que produce efectos inmediatos, y en relación al
plazo de prescripción, ésta continuará corriendo como si nunca se hubiere interrumpido. La
situación se pudo haber generado en alguna de las dos audiencias de comunicación de la
decisión de no perseverar y en cualquiera de ellas, ya habían transcurrido con creces el
plazo de prescripción. Eso hace que la acción evidentemente este prescrita por tener un
especial plazo de prescripción de un año.
En relación a la infracción al debido proceso, pone de relieve que en esta causa
se autorizó al querellante a acusar, pero en este proceso nunca hubo formalización, así
está certificado por el tribunal y de esta forma, falta la comunicación pública del hecho
imputado, aquello no ocurrió en este caso. Se ha privado de la garantía a no ser condenado
por hechos que no estén comprendidos en la triada de formalización, acusación y sentencia
condenatoria. En la lógica del debido proceso y de la necesidad de imputación oficial se
encuentra una serie de normas que la establecen, menciona a vía de ejemplo el artículo
258, 259, 261 y 341 todos del Código Procesal Penal. A título de ejemplificación cita fallos
de la Excma. Corte Suprema Rol 4909-2013 del 17 septiembre de 2013, que recae sobre
un recurso de nulidad y la causa Rol 197-2018 de fecha 16 de julio del año 2018 de la I.
Corte de Apelaciones de Santiago, que recae sobre un recurso de amparo.
Por lo anterior estima que existe en este caso una evidente violación al debido
proceso y además otra violaciones, como son las reproducidas en las audiencias
incorporadas en juicio. En la del 15 de diciembre, en tanto la decisión de no perseverar, es
una decisión del Ministerio Público, llamó la atención que en aquella audiencia se generó
una discusión que más parecía un sobreseimiento. Además en la audiencia siguiente, se
autorizó el forzamiento sin cumplir con lo dispuesto en el 258 del Código Procesal Penal.
TERCERO: Que, consultado el acusado R.E.R.A., e informado por la Juez
Presidente de Sala, al tenor del artículo 326 del Código Procesal Penal, asesorado por su
Defensa, renunciando a su derecho a guardar silencio, prestó declaración al siguiente tenor:
“A mediados de 2014, en una conversación familiar, plantearon la idea de construir
una casa en la parcela del El Romero, porque ese era el sueño de su madre. Decidieron
construir y financiar su construcción con la venta de su casa que queda ubicada en el sector
del Bosque de San Carlos en Coquimbo. Su madre tomaría un préstamo, para terminar de
pagar la casa y así poder venderla. A mediados del año 2014, buscó por internet,
específicamente en la página de publicidad de constructores Habitissimo.com. En ese portal
solicitó un presupuesto y en julio del año 2014 le llegó una propuesta de la empresa MCC
Construcción, ofreciéndole la construcción de su casa, específicamente recibió un correo
desde la dirección mccconstructor@gmail.com. En ese correo el constructor decía que era
especialista en construcción y que construía en Metalcom y que el valor era 280.000 pesos
por metro cuadrado de construcción. La empresa tenía buenos comentarios de varias
personas. La modalidad de entrega era llave en mano.
En definitiva, se pagó lo que faltaba de la deuda de su casa del Bosque de San
Carlos, solicitó el alzamiento de la hipoteca y en noviembre del año 2014, ya tenía liberada
la hipoteca por lo que la publicó para la venta. En diciembre del año 2014, habían varias
personas interesadas en comprar la casa, entre ellos una persona, muy joven F.G., que
ofreció comprarla, acordando la suma de 2000 UF en la venta. El comprador le ofreció
además que mientras él construía la casa, podía quedarse en su casa del Bosque.
Con ese trato, volvió a contactar a la empresa constructora, quien le indica que
los precios habían subido, toda esa conversación se llevó a efecto por correo electrónico.
Mientras el comprador de la casa, a su vez, le comentaba los avances en los trámites de
compra.
En marzo del año 2015, se vuelve a contactar con C.C. quien era el que escribía a
nombre de la constructora, se consiguió su teléfono, se contactó con él. El constructor lo
invitó a visitar sus obras en construcción. El día 6 de marzo del año 2015, acordaron visitar
una obra, una casa en el Fundo Loreto, era una casa que estaba terminada en gran parte.
Inmediatamente lo llevó a ver su terreno, para ver cómo podía construir en él. Le indicó que
quería construir rápido.
En ese tiempo, en paralelo, a su madre le diagnosticaron un cáncer, por eso le
apremiaba aún más, construir rápido.
El constructor le indica que tiene material que le sobró de otra construcción y que
tenía a sus trabajadores parados por lo que le ofreció empezar desde ya. El acusado, en
ese momento, no aceptó. El mismo día el acusado le envió el plano de una casa y a su vez,
don C.C. le envió de vuelta un bosquejo de la casa y el valor de la misma en la suma de 35
millones de pesos.
El mismo mes de marzo, comenzó a recibir sus llamados y le ofrecía comenzar de
inmediato, el acusado se negaba a esa propuesta.
Acordaron que el acusado lo mantendría informado de los pasos de avance en la
compra de su casa y en ese contexto le avisó cuando ya había firmado la venta, por lo que
estaba a la espera de la liberación de los fondos. Se detiene el acusado a indicar que el
constructor habla muy bien, se viste muy bien y por ello jamás desconfió de él.
El 31 de marzo de 2015, firmó la compraventa de su casa, lo informa y en uno de
los correos don C.C. hace una rebaja del anticipo para la casa. Indica que no fue posible
conseguir otro financiamiento en esa época, por lo que se negó a comenzar las obras. El
día 8 de abril del año 2015, le llama y le dice que se la va a jugar por él y le indica que iba
a empezar a construir su casa desde la próxima semana, aún sin anticipo de su parte. Así
es que le propuso firmar un contrato de construcción. El acusado conversó esta propuesta
con su esposa y decidieron aceptar. El día 9 de abril del año 2015, le envió una propuesta
con borrador de contrato de construcción a suma alzada en donde se describían los pasos
a seguir, se harían pagos al empezar, otro al levantar la obra gruesa y otro al terminar la
obra. Indicaba resaltado en color rojo que la fecha de los pagos sería a convenir y a la
espera que se liberaran sus fondos. El día sábado 11 de abril del año 2015, le llamó el
constructor y le dice que había enviado dos correos, uno de ellos era el contrato de
construcción y en el otro le informa que había una notaría abierta cerca del barrio industrial,
es decir, cerca de su casa. En esa llamada le indica que llevara cheques a la notaría. Se
fue con los niños a la Notaría, el constructor le pidió los tres cheques para garantizar el
pago de la casa. El acusado le previno sobre la liberación de los fondos y el constructor
estuvo de acuerdo. Le pidió que fechara los cheques y que al último no le pusiera fecha. El
constructor se comprometió a construir su casa para el mes de agosto.
Asume que en ese momento él cometió su peor error, cuando él estaba generando
los cheques, el constructor le instruyó que no borrara la mención al portador en los cheques
y así lo hizo. El contrato se firmó y él entregó los cheques. Lo citó el lunes siguiente en su
parcela para comenzar a levantar la obra.
Ese lunes se encontraron en el terreno del Romeral. Agrega el acusado que, sus
hermanos visitaban la construcción y le indicaban que no habían comenzado a construir.
Su hermana le dijo que lo que hicieron allá es destruir lo que ellos habían arreglado
previamente. Es por eso que llamó al constructor, pero no pudo contactarse con él. Él iba
los fines de semana y no había construcción, no había señales de haberse comenzado las
obras. Aun así hasta esa fecha no desconfiaba.
El día 4 mayo de 2015 recibe un llamado del constructor y le dice que necesita que
le mande un correo porque su socio capitalista le estaba objetando la fecha del primer pago.
El mismo día le envió un correo, informándole que la fecha de pago tiene que ver con la
liberación de los fondos de la venta de su casa. El día 5 de mayo de 2015 le llaman del
Banco Estado y le dicen que tiene un sobre giro de 14 millones y ahí se da cuenta que
habían cobrado el primer cheque. Llama a Carlos Contreras, no le responde, le envía un
wasap y le envía uno de vuelta y se sorprende, pero se compromete a solucionar el
problema. Le explica por teléfono que debe haber sido un error, porque el habría dejado los
cheques en factoring y ellos debieron cobrarlo por error. Desde ese momento comenzó a
dudar, porque él no había autorizado a entregar sus cheques a empresas externas. Así es
que buscó en las páginas del Poder Judicial y descubrió que el constructor tenía varias
causas civiles, por construcciones no realizadas.
Decidió hacer una denuncia en la Fiscalía de la Serena y le informó al constructor
que le exigía la revocación del contrato de construcción, pidiéndole el pago de la comisión
de sobregiro. El constructor le insistió en que debía mantener el contrato. El acusado
interpuso una querella por estafa y a su vez el constructor le indicó que interpondría otra
querella. Es así que se interpuso la querella en contra del constructor, existió una
investigación y hasta ese momento supo de él. Luego él volvió a contactarlo por correo en
diciembre de 2015 instándole a llegar un acuerdo.
Ese mismo año, el día 5 junio, recibió un llamado de R.R. que le señala que tiene
un cheque suyo por 10 millones y le indica que necesita que se lo pague. El indica que no
lo conoce. El señor Riffo le explicó que el cheque se lo había pasado Carlos Contreras y
que lo iba a presentar a cobro. El señor Riffo le dice que trabajaba hacia años con el señor
Contreras y nunca había tenido problemas con él, por arriendo de máquinas. El señor Riffo,
le advirtió que sabía que él trabajaba en la Fiscalía, que conoce esa información por su
abogado Cristián Araya y le pidió que le enviara la querella que había presentado.
Ese teléfono lo grabó en su celular y cuando él le da su nombre, se acordó de la
fotocopia que le envió el banco, en donde aparecía su nombre en el cheque que le habían
cobrado. El día 9 de junio de 2015, cobraron ese cheque en el Banco Estado.
El día 8 de mayo él dio orden de no pago de todos los cheques, de los tres.
A mediados del año 2015, recibió un llamado de R. Riffo desde otro teléfono y le
dijo que como no le había pagado el cheque interpuso acciones judiciales en su contra.
Indicó el señor Riffo que presentaría una querella, que hablaría con el Fiscal Regional y
como el acusado trabaja en la Fiscalía, sabe que no podía tener “yayitas”. Hubo un último
llamado en donde lo presionó para pagar el cheque. La querella en contra de Carlos
Contreras, la Fiscalía la agrupó con la querella presentada por él y ambas fueron
sobreseídas.
Carlos Contreras, por su parte, había ejercido una acción civil en su contra pero al
parecer la abandonó y sólo se continuó con la querella del señor Riffo, a quien nunca ha
visto.
Este año, se ha enterado de todo el proceso.
A las preguntas realizadas por el Querellante, respondió: “Asume que firmó el
cheque, lo escribió completo. Indica que trabaja en la Fiscalía, no es Fiscal, se desempeña
en labores informáticas. Con Carlos Contreras hizo un contrato de construcción. No sabía
que Carlos Contreras tenía otros juicios por estafa, él se enteró de aquello cuando le cobró
el cheque. Tiene grado 9, grado técnico. Conoce que la Fiscalía decidió no perseverar en
su causa, conoce a la Fiscal Jocely Weise, no sabe si es ella la que presentó el escrito de
no perseverar. No sabe las razones por las que el Ministerio Público no perseveró. Su Jefe
es doña Gabriela del Campo.
Cuando firmó el contrato de construcción, no tenía fondos ese cheque. Después
vendió su casa, pero no pagó el cheque. Dio orden de no pago.
A las preguntas de su Defensor, respondió: “El giró tres cheques, uno era de 14
millones y fracción, el segundo de 10.600 pesos y el tercero del mismo valor. A esos
cheques le puso fecha de cobro, de 30, 60 días y el tercer cheque fue sin fecha.
La razón de girarlo a fecha, fue el acuerdo al que llegaron con el constructor de
pagar cuando tuviera los fondos liberados, por eso se les puso una fecha tentativa. Para el
pago del primer cheque, él debía informar sobre la liberación de los fondos de la venta de
su casa. Los tres cheques eran en garantía de construcción. El tercer cheque era por la
casa construida. El acuerdo fue con el constructor Carlos Contreras Leal, a quien mantuvo
informado de todos los movimientos que realizaba.
Finalmente, Carlos Contreras no construyó nada, lo único que hizo fue un talud de
piedra.
Cuando giró los cheques no tenía disponibles esos fondos.
El día 31 de marzo vendió su casa y después le liberaron los fondos. La oferta de
empezar la obra sin anticipos, fue unas de las razones que lo animó a comenzar con él.
Incorpora y exhibe al acusado los documentos 11 a 17 del auto de apertura.-
Nunca fue objeto de formalización en el juicio presente.
No pagó el cheque porque tenía claridad, que cuando supo que fue víctima de una
estafa interpuso una querella por esa razón y no correspondía haber pagado el cheque que
había dejado en garantía de la construcción de la casa, a su juicio, lo que correspondía era
que se realizara una investigación y que se conociera la verdad. Lleva 17 años en la
Fiscalía y ha tenido siempre un buen desempeño. Pagar era reconocer una responsabilidad
que no le correspondía. En este proceso siempre ha pensado que es víctima y le parece
extraño estar en condición de acusado, el tiempo en la fiscalía le hace creer en el derecho
y es por eso que vale la pena dar la pelea hasta el final. Todas esas razones le movieron a
no pagar el cheque. A R.R.G., no lo conoce, ni le debe nada.
Al final de la audiencia y con posterioridad al cierre de la etapa probatoria, según
lo previsto en el artículo 338 del Código Procesal Penal, el acusado no hizo uso de la
facultad de declarar.
CUARTO: Que los intervinientes no arribaron convenciones probatorias.
QUINTO: Que, las pruebas rendidas han sido valoradas con entera libertad, pero
sin contradecir los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos
científicamente afianzados, conforme a lo dispuesto en el artículo 297 del Código Procesal
Penal, siendo incorporadas al juicio.
POR EL QUERELLANTE:
I.- PRUEBA TESTIMONIAL:
1.- R.M.R.G.
2.- R.P.G.
II.- PRUEBA DOCUMENTAL:
1.- Copia autorizada de la gestión preparatoria de protesto de cheques, caratulada
“RIFFO con RAMOS”, Rol N° C-2996-2015, del Primer Juzgado de Letras de Coquimbo.
2.- Cheque serie AB XXXXX, por la suma de $10.680.000.- (diez millones
seiscientos ochenta mil pesos), número de cuenta XXXXXXXX, girado en contra del Banco
Estado, oficina La Serena, con respectiva acta de protesto.
POR LA DEFENSA:
I.- PRUEBA TESTIMONIAL.-
1.- C.M.R.A.
2.- F.J.C.A.
3.- K.D.O.A.
II.PRUEBA DOCUMENTAL:
1.- Copia de publicación del diario El Día de fecha 08 de mayo de 2015, sección
avisos calificados, orden de no pago de los cheques N° 0858XXX, 0858XXX, 0858XXX, de
la cuenta corriente N° XXXXXXXXX del Banco Estado.
2.- Certificado del Banco Estado que da cuenta que el querellado solo registra un
protesto.
3.- Certificado de vigencia y antigüedad del Banco Estado de fecha 25-05-2018,
es titular de la cuenta corriente N° XXXXXXXXX del Banco Estado desde el 01-10-2009.-
4.- Contrato de construcción de fecha 11 de abril de 2015, entre R.R.A. y
Constructora M.C.Ch. Eirl, representada por don C.E.C.L., suscrito ante el Notario Público
de Coquimbo, don M.B.F.
5.- Anexo al referido contrato suscrito con la misma fecha por don C.E.C.L., referido
a las especificaciones de la obra.
6.- Comprobante de depósito a plazo del Banco Santander a nombre de R.A., por
la suma de $44.802.594.-
7.- Solicitud de vale vista, banco Santander de fecha 01-06-2015 a nombre de
R.R.A., por la suma de $44.802.594.-
8.- Certificado de Subsidio Habitacional a nombre de R.R.A., endosado, por don
F.Á.G.L.
9.- Orden de no pago de cheque del Banco Estado, cuenta corriente N°
XXXXXXXXX referido a los cheques 0858XXX, 0858XXX, 0858XXX todos a la orden de
Constructora Carlos Contreras EIRL, de fecha 06-05-2015.-
10.- Declaración jurada de fecha 09 de julio de 2015 de don F.A.G.L.
11.- Cadena de correos Gmail entre C.C. y R.R.A., entre el 09 de abril de 2015, a
las 22:53 y 11 de abril de 2015 a las 07:52.
12.- Cadena de correos Gmail entre C.C. y R.R.A., entre el 05 de marzo de 2015,
a las 11:08 al 10 de marzo de 2015 a las 11:41 horas.
13.- Cadena de correos Gmail entre C.C. y R.R.A., entre el 17 de marzo de 2015,
a las 09:03 al 23 de marzo de 2015 a las 14:20 horas.
14.- Cadena de correos Gmail entre C.C. y R.R.A., entre el 04 de mayo de 2015,
a las 10:03 al 08 de mayo de 2015 a las 16:06 horas.
15.- Cadena de correos Gmail entre C.C. y R.R.A., entre el 02 de abril de 2015, a
las 11:05 al 08 de abril de 2015 a las 11:00 horas.
16.- Correo de R.R. de fecha 26 de abril de 2015, a las 10:59 dirigido a C. C.
17.- Borrador de Contrato de Construcción de fecha 11 de abril de 2015, entre
Rafael Ramos Aqueda y Constructora MCC EIRL en el cual la cláusula quinta”.
18.- Certificado de fecha 17 de mayo de 2018 del Juzgado de Garantía de
Coquimbo RIT 2617-2016, RUC 1610018612-1.
19.- Acta de audiencia de fecha 15 de diciembre de 2017, RIT 2617-2016, RUC
1610018612-1, del Juzgado de Garantía de Coquimbo.
20.- Acta de audiencia de fecha 05 de enero de 2018, RIT 2617-2016, RUC
1610018612-1, del Juzgado de Garantía de Coquimbo.
21.- Acta de audiencia de fecha 13 de mayo de 2016, RIT 2617-2016, RUC
1610018612-1, del Juzgado de Garantía de Coquimbo.
III.) OTROS MEDIOS DE PRUEBA
1.- Audio de audiencia de fecha 15 de diciembre de 2017 RIT 2617-2016, RUC
1610018612-1, del Juzgado de Garantía de Coquimbo.
2.- Audio de audiencia de fecha 05 de enero de 2018 RIT 2617-2016, RUC
1610018612-1, del Juzgado de Garantía de Coquimbo
SEXTO: Que, de la ponderación de las declaraciones de los testigos presentados
en juicio, sumados a los documentos y audios reproducidos, pruebas analizadas conforme
lo dispone el artículo 297 del Código Procesal Penal, se ha arribado a la conclusión que a
continuación se explicita, exponiéndose en primer término, por razones de orden de
causalidad, aquellas que dicen relación con las alegaciones de la Defensa, sobre la
existencia de infracción al debido proceso seguido en contra de su representado.
Que de la escucha de los audios de las audiencias realizadas ante el Juez de
Garantía de Coquimbo en fechas 15 de diciembre del año 2017 y 5 de enero del presente
año, se puede afirmar que en la primera de ellas, el Ministerio Público haciendo presente
que se trataba de una investigación desformalizada, comunica su decisión de no perseverar
de conformidad a lo dispuesto en el artículo 248 letra c) del Código Procesal Penal. En esa
audiencia, el querellante, requirió la fijación de un nuevo día y hora para llevar a cabo esta
audiencia, aludiendo que existirían diligencias pendientes de solicitar por su parte,
impetración que fue atendida por el Juez de Garantía de Coquimbo, accediendo a ella,
fijándose una nueva para el día 5 de enero del presente año.
El registro de audio de esta segunda audiencia, da cuenta de la reiteración por
parte del Ministerio Público en orden a comunicar decisión de no perseverar en esta causa
y de la oposición de la querellante a llevar a efecto esa diligencia, solicitando para ello un
nuevo día y hora argumentando que se encontraría pendiente respuesta del Fiscal
Nacional, al requerimiento de la parte acusadora particular, de nombrar un Fiscal
dependiente de otra Fiscalía Regional teniendo en consideración la calidad de funcionario
de esa institución del acusado. En definitiva, el tribunal resolviendo deniega la solicitud del
querellante por extemporánea, tiene presente la comunicación del Fiscal en orden a no
perseverar en el procedimiento, no hace lugar a la remisión de los antecedentes al Fiscal
Regional por estimar que aquel trámite sólo procedería en la hipótesis en que el Ministerio
Público solicita el sobreseimiento en la causa y finalmente accede a la solicitud del
Querellante en orden a facultarlo a ejercer los derechos que se establecen en el artículo
258 del Código Procesal Penal, esto el forzamiento de la acusación.
Mismo registro de lo esencial de lo resuelto en ambas audiencias se puede colegir
de la lectura de las Actas de Audiencias de comunicación de no perseverar en el
procedimiento de fechas 15 de diciembre y 5 de enero llevadas a efecto en el Juzgado de
Garantía de Coquimbo.
Se ha ponderado además el certificado acompañado como documento N° 18, en
el cual se da fe que en esta causa el querellando R.E.R.A., a esa fecha, 17 de mayo del
año 2018 no ha sido formalizado.
Los audios reproducidos en juicio y los documentos individualizados, permiten
concluir que el querellante compareciente en esta audiencia de juicio dedujo acusación
particular, sin que previamente el Ministerio Público hubiere formalizado investigación en
contra del querellado. Que, aquella situación fue advertida por el Ministerio Público, en la
primera de las audiencias, al indicar que comunicaba decisión de no perseverar en una
investigación desformalizada, no obstante aquello, el Juez de Garantía, omitiendo ponderar
aquella falta, facultó al querellante, en la audiencia del 5 de enero del año 2018, a formular
y sostener la acusación.
Esta actuación es constitutiva de infracción al debido proceso, en tanto, una
interpretación sistemática de las normas que rigen la imputación penal, nos lleva a sostener
que la formalización fiscal, es un requisito previo y esencial que habilita al querellante a
formular acusación particular en el evento que el Ministerio Público adopte una decisión
diversa a la de acusar, de conformidad a lo dispuesto en el artículo 248 del Código Procesal
Penal, de manera que de no mediar dicha formalización, el acusador particular, se
encuentra impedido de ejercer ese derecho.
Como se indicó en el acta de deliberación, uno de los derechos fundamentales que
protege el acto de comunicación de cargos o formalización fiscal es el derecho a
información del imputado, por la cual desde el inicio del procedimiento, el órgano estatal
tiene el deber de dar a conocer de manera específica y clara los hechos por los cuales está
siendo investigado el ciudadano. A su vez este derecho a la información, posiciona al
encartado de manera de poder defenderse en igualdad de armas de la acusación que pesa
sobre sí y le da contenido y plenitud al ejercicio de una defensa técnica, que pueda hacerse
cargo de todos los extremos de la imputación en su contra. Huelga decir que negar o
mermar al imputado de su derecho a información, lo sitúa en una situación de indefensión,
incompatible con su derecho a ser juzgado en un proceso previo legalmente tramitado.
En el caso de marras y como apareció claramente de la escucha de los audios ya
referidos, el acusado nunca fue objeto de formalización fiscal, nunca le fueron comunicados
hechos específicos constitutivos de delito, sólo después de aquella audiencia del 5 de enero
del año 2018, el acusador particular formuló acusación en su contra, por lo que transcurrió
un extenso periodo de tiempo en el que su defensa avanzaba a ciegas en este proceso que
le afectaba.
También se mencionó que permitir la acusación particular, sin mediar previa
formalización del órgano público, infraccionaba el artículo 83 de la Constitución Política de
la República, norma constitucional por la cual el ejercicio de la acción penal pública, ha sido
radicada en el Ministerio Publico, órgano que por mandato constitucional detenta la
preferencia en el ejercicio de la acción penal pública. Nuestro ordenamiento jurídico, en
resguardo del principio de legalidad en la persecución penal, ha optado por asignar al
Ministerio Público, en tanto organismo autónomo, este ejercicio preferente de la acción
penal.
Avala lo ya expresado lo resuelto en causa Rol 4909-2013 de fecha 17 de
septiembre del año 2013, dictada por la Segunda Sala de Excma. Corte Suprema, cuyos
considerandos atingentes a esta materia se reproducen a continuación:
“OCTAVO: Que la interpretación armónica de las referidas disposiciones permite
compartir la tesis planteada en el primer capítulo del recurso, toda vez que ellas -entre otras-
dan cuenta de una opción hecha por el legislador procesal penal en orden a designar al
Ministerio Público como responsable de la persecución criminal, lo que incluye tanto la
facultad de investigar los hechos punibles como la de ejercer la acción penal pública con
miras no solo a garantizar la imparcialidad del tribunal, sino también sujetarla a parámetros
de eficiencia y calidad razonables. Como consecuencia de tal decisión la ley ha establecido
mecanismos de discrecionalidad o descongestión restringida o reglada, sujetos de todos
modos a la inexcusabilidad de la persecución pero que permiten su organización ejercicio
por parte de los agentes estatales encargados de ella. Tal definición de nuestro sistema se
opone a los modelos de persecución privada, en los que la actividad se entrega
fundamentalmente a los ofendidos por el delito o a personas vinculadas a ellos. (Mauricio
Duce, Cristian Riego, Proceso Penal. Editorial Jurídica, Santiago, 2007, Páginas 177 y
siguientes; Julio Maier, Derecho Procesal Penal, Editores del Puerto, Buenos Aires, 1996,
T I, páginas 442 y siguientes).
La circunstancia que el afectado por el delito y demás personas que determine la
ley puedan ejercer igualmente la acción penal conforme lo dispone el artículo 83 de la
Constitución Política de la República y los artículos 111 y 261 del Código Procesal Penal,
no altera mayormente la titularidad de la actividad indicada en primer término, por cuanto la
facultad entregada a los particulares en las disposiciones citadas precedentemente incide
derechamente en la posibilidad de accionar, poniendo en conocimiento del órgano
jurisdiccional respectivo la eventual comisión de un hecho que reviste caracteres de delito,
sea querellándose, adhiriendo a la acusación presentando una propia o ejerciendo la
facultad que consagra el artículo 258 del Código Procesal Penal, esto es, el forzamiento de
la acusación.
NOVENO: Que el análisis de las diversas hipótesis que plantea el artículo 258 del
Código Procesal Penal para habilitar a la presentación de una acusación particular,
presuponen, en concepto de este tribunal, la existencia de una formalización previa, ya que
entenderlo de otra manera implicaría privar de sentido a lo dispuesto en el inciso final del
artículo 259 del código del ramo, cuando prescribe que "la acusación sólo podrá referirse
a hechos y personas incluidos en la formalización de la investigación” idea reforzada a
propósito de la acusación particular en el artículo 261 del Código Procesal Penal, al habilitar
alquerellante para plantear una calificación de los hechos o una participación del acusado
distinta de la propuesta por el persecutor, solicitar una pena diversa o ampliar la acusación
del fiscal, extendiéndola a hechos o a imputados distintos, siempre que hubieren sido
objeto de la formalización de la investigación y a lo establecido en el inciso 3 del artículo
258, que impone al querellante la carga de formular su acusación los mismos términos
que se establecen para el Ministerio Público, esto es, cumpliendo las mismas condiciones
que gravan a éste, entre las que se encuentra la de sujetarse a los términos de
la formalización de la investigación.
DÉCIMO: Que por otra parte, el establecimiento de resguardos procesales en la
etapa previa al juicio oral con el objeto de cautelar la presunción de inocencia que ampara
a los imputados, comprende la exigencia de congruencia no sólo entre la acusación y la
sentencia, sino que también entre el primero de tales actos y la formalización de la
investigación ya que el análisis conjunto de lo dispuesto en el inciso final del artículo 259 y
en el artículo 270 del Código Procesal permite concluir que la infracción a lo prescrito en la
primera de tales normas y su no enmienda en las oportunidades que señala la segunda,
acarrea que tal acusación se entenderá por no presentada. En razón de lo anterior, resulta
forzoso concluir que sólo es posible el ejercicio de la acción penal por parte del ofendido en
los términos que disponen los artículos 258 y 261 del Código Procesal Penal cuando ha
existido formalización previa, ya que una inteligencia diversa de lo dispuesto en los artículos
259 y 270 citados supone privarles de efectos, tornando ineficaces los apercibimientos que
se establecen y, por ende, privando de protección las finalidades que ellos cautelan.
UNDÉCIMO: Que, asimismo, no es posible entender que, autorizado que fuera el
forzamiento de la acusación y presentada ella, esta última actuación pueda imposibilitar la
satisfacción de las exigencias de congruencia que impone el artículo 259 del Código
Procesal Penal, ya que formalización y acusación son actos diversos que se verifican en
momentos procesales distintos, permitiendo el primero de ellos el ejercicio de las facultades
de defensa que la ley confiere al imputado, entre ellas, la de solicitar la práctica de
diligencias destinadas a desvirtuar las imputaciones que se le formularen, en circunstancias
que el segundo de ellos se produce una vez cerrada la investigación, esto es, cuando ya
ha cesado la posibilidad de las partes de demandar la realización de cualquier gestión
destinada a afianzar la actividad probatoria que se desplegará en el juicio.
DUODÉCIMO: Que, en concordancia con lo anterior, y tal como señala el recurso,
esta Corte Suprema ya ha señalado que la diligencia aludida en el motivo que precede, esto
es la formalización de la investigación es una actuación exclusiva y soberana del Ministerio
Público que cumple una función de garantía para el imputado al materializar
prematuramente su derecho de información consecuente preparación de la estrategia
defensiva, desde que ha sido concebida como el medio por el cual el imputado, en
presencia del juez de garantía toma conocimiento de manera específica y clara acerca de
los hechos que se le atribuyen y su calificación jurídica, esto es, la imputación jurídico penal
que se dirige en su contra. Por ello, también se ha dicho que no es efectivo que la sola
interposición de una querella imponga al Ministerio Público la obligación de formalizar la
investigación de manera de garantizar desde el inicio del procedimiento la facultad de forzar
la acusación ya que parece razonable que la ley exija, a quien desee ejercer tal derecho,
que a lo menos se haya convencido al fiscal del caso que cabe formalizar (SCS 4173-2009).
Tal criterio también ha sido abordado en otra oportunidad por este mismo Tribunal,
indicando que la circunstancia de no existir formalización contra de quien ha sido imputado
por un querellante como autor de un ilícito, impide a esta parte forzar la acusación por parte
del Ministerio Público o, eventualmente, formularla (SCS 6742-2008).
DÉCIMO TERCERO: Que, por último, no escapa a la comprensión de este tribunal
la circunstancia que una interpretación diversa de las disposiciones mencionadas implica
transformar todas las acciones públicas en privadas, dejando a los ciudadanos expuestos
al ejercicio de la acción penal por parte de particulares sin las posibilidades de control que
contempla el sistema para las actuaciones y decisiones del Ministerio Público, ente que
representa los intereses generales de la sociedad en la persecución penal, a diferencia del
querellante, que se representa los propios”.
SÉPTIMO: A mayor abundamiento y en el evento que se estimase que el
Querellante podía sostener la acusación particular, no obstante no existir formalización
previa, aun así, de la escucha de los audios ya referidos, se advierte que tras su oposición
a la decisión de no perseverar formulada por el Fiscal, el Juez de Garantía no ordenó la
remisión de los antecedentes al Fiscal Regional, siendo ésta la omisión de una diligencia
relevante que el proceso establece, justamente para una mejor ponderación de los
antecedentes, en instancia del superior jerárquico, de manera que cualquiera decisión que
aquel tomare, vuelve a reafirmar la radicación exclusiva en el Ministerio Público del ejercicio
de la acción penal pública. Estima el tribunal, que esta omisión resulta también esencial y
su omisión configura, en esta hipótesis, otra infracción grave al debido proceso en perjuicio
del imputado.
OCTAVO: Que cualquiera de las conclusiones antes expuesta, derivan en la
convicción de haberse acreditado una infracción grave a la garantía del imputado a ser
juzgado en un procedimiento racional y justo, esto es, bajo los parámetros de un debido
proceso, por lo que todas las actuaciones posteriores a la formulación de la Acusación
Particular, son viciosas y por tanto, lo obrado tras ella, no puede servir de fundamento a
una decisión de condena, razón por la cual, se deberá absolver al acusado de los cargos
formulados en su contra por el querellante particular.
NOVENO: Suma a lo razonado anteriormente y a fin de hacernos cargo de lo
medular del debate planteado en este juicio, se ha estimado que la prueba rendida por la
Defensa, ha logrado acreditar que el contexto en que fue girado el cheque por el acusado,
da cuenta de un documento extendido en garantía de pago de obligaciones y no como una
orden de pago escrita girada en contra de un banco, para que éste sea pagado a su
presentación.
En ese sentido se han apreciado los correos previos que fueron aportados como
prueba documental por la Defensa y reconocidos en juicio por el acusado. Aquellos reflejan
las negociaciones previas entre un sujeto, Carlos Contreras que aparece como
representante de la empresa constructora MCC, quien desde marzo del año 2015,
despliega tratativas por correo electrónico con el acusado R. A. Ilustrativos fueron la
seguidilla de correos aportado como documental Nº 15, específicamente el del día 8 de abril
enviado por don Carlos Contreras en el que le ofrece a Ramos Aqueda el inicio de las obras,
sin requerirle anticipo alguno. La documental Nº11 que permitió reafirmar la versión
entregada por el acusado como medio de defensa, en tanto relató que el día 11 de abril del
año 2015 fue contactado por M.C. quien le facilitó la firma del contrato de construcción,
indicándole que una notaría cercana a su domicilio se encontraba de turno. Efectivamente,
el contrato se firmó con fecha 11 de abril del año 2015 en una notaría ubicada en el Barrio
Industrial de Coquimbo y en ese contrato en sus cláusulas quinta y sexta se precisan los
montos a pagar, la forma de pago y la entrega de tres cheques, condicionados a los avances
de las obras, dados a fin de facilitar el pago, así consta del documento singularizado como
N° 4 de la prueba de la Defensa. También se analizaron los correos electrónicos aportados
como prueba documental Nº 14 de la Defensa, de los cuales se puede concluir que el día
4 de mayo del año 2015, a petición de Carlos Contreras, el acusado redacta un correo en
el que explica de manera precisa, los términos del acuerdo ya convenido con Contreras y
explicita que no dispone de los fondos requeridos para el pago de inicio de las obras, que
aquellos pagos estaban condicionados a la liberación por parte del Banco de los fondos
provenientes de la venta de su casa y que según su estimación estarían a su disposición
aproximadamente el día 21 de mayo del año 2015. Efectivamente el borrador del contrato
de aportado como documento N° 17 en la cláusula quinta, en letras destacadas en rojo y
entre paréntesis se lee, refiriéndose al pago de los cheques que se entregarían “en fechas
a convenir y a la espera que liberen sus fondos”, antecedentes que da sustento a que el
contexto de la entrega de esos cheques estaba condicionado a la liberación de esos dineros
y a los avances de las obras. Por su parte el documento 16 de fecha 26 de abril del año
2015, consigna un correo enviado por don R.R. a don C.C. en el que le indica que después
de haber visitado el terreno en que el construiría su casa, no advirtió ningún avance en las
obras. En este último sentido los testimonios de C.R.A., hermana del acusado y de su
esposa K.O., avalaron sus asertos en orden a corroborar que don Carlos Contreras no
realizó labor alguna de construcción en el terreno, conforme a lo comprometido en el
contrato ya mencionado.
La lectura de los documentos 12 y 13 incorporados por la Defensa, reafirman las
conversaciones previas y fluidas entre el acusado y el primer portador del cheque, dirigidas
a la firma de un contrato de construcción de la vivienda del primero de los nombrados.
Así las cosas efectivamente se pasó a cobro el primer cheque y luego el segundo
que es el documento objeto de este juicio y que fue aportado como prueba del Acusador.
Sobre la materialidad del cheque no existe controversia en que se trata de un cheque girado
por don R.R.A., por la suma de 10.680.000 pesos fechado el 15 de mayo del año 2015, que
presentado a cobro en el Banco del Estado de Chile a la cuenta Nº XXXXXXXXX cuyo titular
era el acusado, fue protestado por orden de no pago con fecha 9 de junio del año 2015.
Que dicho documento fue el fundamento de la gestión preparatoria de notificación de
protesto de cheque, seguida ante Primer Juzgado de Letras de Coquimbo, en causa rol C-
2996-2015, en la cual se notificó debidamente el protesto en el domicilio registrado en el
banco por el requerido y transcurrido el plazo que señala la ley, se certificó por el Ministro
de Fe del Tribunal el día 9 de noviembre del año 2015, que el demandado R. E. R. A., no
pagó dentro de plazo el capital del cheque materia de la gestión, ni las costas, ni los
intereses.
Por su parte la Defensa incorporó la prueba documental N° 1, que es una hoja de
un ejemplar del Diario El Día de fecha 8 de mayo del año 2015, en el cual aparece publicado
la orden de no pago, por incumplimiento comercial, entre otros del cheque objeto de este
juicio. Se condice con el anterior documento el individualizado como N°9 consistente en
Formulario del Banco Estado en el que R.A. comunica la orden de no pago, entre ellos al
cheque serie 0858XXX. Los documentos 2 y 3 aportados por la Defensa, emitidos por el
Banco Estado, corroboran la titularidad de la cuenta Nº XXXXXXXXX, a nombre del
acusado y que al 25 de mayo del año 2018, sólo registraba un protesto vigente en su
sistema.
En ese sentido, aparece de manifiesto, de las tratativas previas a la extensión del
documento fundante de esta acción penal que, aquel fue entregado no con el fin de hacer
pago inmediato de una prestación ya entregada o que se entregaría a continuación de su
giro, no se trata de un documento girado a fin que sirviera como pago sin causa, sino por
el contrario, claramente se encuentra vinculado a la ejecución de una contraprestación y
directamente relacionada al cumplimiento de ciertas obligaciones contractuales de las
cuales se da cuenta en el contrato de construcción y de las especificaciones técnicas que
se acreditaron con la incorporación de los documentos N° 4 y 5 de la Defensa. En el primer
documento mencionado, se hace referencia expresa a la entrega de estos cheques, por los
que aquellos, en lo que concierne a la valoración de la connotación penal del obrar del
girador, están desde su origen íntimamente vinculados con esa relación contractual.
Es por ello que se puede afirmar que aquel documento, individualizado como
cheque serie 0858XXX, que serviría de base a la acusación particular fue girado en su
origen en una calidad distinta a la de un documento que pudiere servir de objeto material
del delito de giro doloso de cheques y por ello no es idóneo para sostener el injusto que
atribuye el querellante.
No merma fuerza a esta conclusión la circunstancia de que el documento
incorporado a juicio, hubiere circulado y que hubiere sido cobrado por un tercero y solicitado
el protesto por él, quien claramente no fue parte de la relación contractual que le dio origen.
Y lo anterior, porque el documento desde su origen, no tuvo la naturaleza de cheque, en
los términos que requiere el injusto penal, teniendo en consideración que el estándar
requerido para la acreditación de cada uno de los elementos del tipo, en esta sede, es más
elevado que para otras ramas del derecho.
Informan e ilustran la convicción ya explicitada lo razonado en diversos fallos de la
Excma. Corte Suprema de Justicia, entre ellos el rol 1171-2008 de fecha veinticuatro de
julio el año 2008, en cuyos considerandos, décimo y duodécimo se explicita lo que sigue:
“DÉCIMO: Que, en efecto, establecido que el documento fue girado en garantía,
sólo cabe concluir que tal instrumento no es jurídicamente un cheque, sino únicamente un
formulario con apariencia de tal, desprovisto de la eficacia punible, desde que el uso
acordado por las partes le ha hecho perder las características establecidas en el artículo 10
de la ley sobre cuentas corrientes bancarias y Cheques, con lo cual no resulta pertinente el
protesto, ni la gestión previa de notificación y, en caso de hacerse, como ocurre en la
especie, ello no constituye mérito para configurar el delito de giro doloso de cheques, razón
por la que debe dictarse absolución en favor de la incriminada, tal como decide el fallo que
se revisa, en consonancia, por lo demás, con la opinión dominante en doctrina y
jurisprudencia…
DUODÉCIMO: Que en tal escenario, no yerra la Corte de alzada al decidir que el
cheque girado en garantía del pago de obligaciones, pierde su calidad de tal y, por tanto,
no es idóneo para establecer la existencia del injusto averiguado, ni menos para perseguir
la responsabilidad criminal del girador en los casos del artículo 22 del citado ordenamiento,
de modo que dada la inexistencia del hecho punible, procedía absolver a la acusada.”
Se complementa y afianza lo indicado en la parte final del motivo décimo de la
sentencia que antecede, la cita del considerando décimo del fallo de la Excma. Corte
Suprema de Justicia recaído en causa civil Rol 11.647 de fecha 19 de julio del año dos mil
diecisiete, en donde, en materia diversa, con estándares de convicción menos exigentes,
en atención a la naturaleza de los bienes jurídicos en juego, se ha resuelto lo siguiente:
“DÉCIMO: Que la dación en garantía del documento mercantil que nos ocupa,
implicó desvirtuar el cheque como tal, puesto que éste es, por esencia, una orden de pago.
Entenderlo de otra manera implica alterar sustancialmente la naturaleza del documento e
introducir efectos jurídicos que no han sido contemplados por el legislador. Así ha sido
reconocido entre otras, en las causas roles 338-2010,1695-2005, 1447-2004, 3315-2005,
en las cuales esta Corte ha tenido ocasión de pronunciarse sobre esta materia.”
En razón de aquello, y no habiéndose acreditado la existencia de un cheque
extendido en los términos exigidos por el decreto Ley N° 707, sino que otro documento de
naturaleza diversa, es que no se estima configurado el tipo penal por el cual se acusó,
siendo ésta otra razón por la cual, también se debe arribar a una decisión de absolución en
favor del encartado.
DÉCIMO: Por último y en relación a la alegación de la Defensa en orden a solicitar
la prescripción de la acción penal por este delito, el tribunal en primer término hace presente
que no cuenta con los antecedentes suficientes para tener por establecido que la acción
penal se encuentra prescrita, toda vez que se desconoce la fecha en que fue presentada la
querella por parte del Acusador Particular y por otra parte, es un hecho debidamente
acreditado que nunca existió formalización en contra del acusado, por lo que tampoco opera
el efecto dispuesto en el inciso final del artículo 248 Código Procesal Penal. Y no obstante
que es cierta la fecha en que se comunicó por parte del Ministerio Público la decisión de no
perseverar, el día 5 de enero del presente año, aquella facultad del ente persecutor, en este
caso, no pudo tener el efecto previsto en la norma citada, a saber, hacer que continuara
corriendo el plazo de prescripción de la acción penal, en tanto ésta nunca fue interrumpida
al no mediar formalización.
UNDÉCIMO: Que no se han estimado como directamente relacionados con la
controversia planteada en este juicio, los documentos N° 6,7,8,10 y 21 de la prueba
documental de la Defensa, así como tampoco fue relevante en la acreditación de lo medular
de la teoría de caso de la Defensa, el testimonio de F.C. A., por lo que, si bien se han
ponderado, no se han explicitado en las motivaciones precedentes.
DUODÉCIMO: Que la acusadora particular deberá solventar el pago de las costas
producidas en esta sede.
Por las consideraciones expuestas y atendido lo dispuesto en los artículos 1, 2, 3,
4, 8, 45, 46, 48, 53, 93, 102, 233, 248, 257, 258, 259, 295, 296, 297, 298, 309, 314, 315,
319, 323, 325, 326, 328, 329, 332, 333, 338, 339, 340, 341, 342, 343, 344 y 347 del Código
Procesal Penal y lo ordenado en los artículos 10 y 22 de la Ley de Cuentas Corrientes
Bancarias y Cheques; SE DECLARA:
I.- Que se ABSUELVE a R.E.R.A., ya individualizado, de los cargos formulados en
su contra en orden a ser autor de un delito de giro doloso de cheques, previsto y sancionado
en el artículo 22 de la Ley de Cuentas Corrientes Bancarias y Cheques en relación con el
artículo 467 Nº2 del Código Penal, en grado de consumado, presuntamente perpetrado en
la comuna de Coquimbo, el día 28 de octubre del año 2015.
II.- Que el acusador particular deberá solventar el pago de las costas producidas
en esta sede.
Devuélvase los documentos y otros medios de prueba acompañados por las partes
una vez ejecutoriada la presente sentencia.
Ofíciese y remítanse los antecedentes necesarios al señor Juez de Garantía de
Coquimbo.
Regístrese y archívese en su oportunidad.
RUC 1610018612-1.
RIT 114-2018.
Redactada la sentencia por la juez suplente doña E. Victoria Gallardo Labraña.
Normas asociadas: CPR ART. 19 N° 1 y 4; CPR ART. 20; CPP ART. 197.
TEXTO COMPLETO
Normas asociadas: CPP ART. 373 a; CPP ART. 85; CPR ART. 19 N° 3; L20.000
TEXTO COMPLETO:
Santiago, veintinueve de noviembre de dos mil dieciocho.
VISTOS:
El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Ovalle, por sentencia de cuatro de octubre
de dos mil dieciocho, en los antecedentes RUC 1.701.210.952-0, RIT 96- 2018, condenó a
B.A.M.P. a la pena de cinco años y un día de presidio mayor en su grado mínimo, accesoria
de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos e
inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena y al pago de una
multa de cinco unidades tributarias mensuales, como autor de un delito consumado de
tráfico ilícito de drogas, cometido el día 20 de diciembre de 2017 en la comuna de Los Vilos.
La defensa del sentenciado dedujo recurso de nulidad contra el indicado fallo, el
que se conoció en la audiencia pública de 12 de noviembre pasado, convocándose a los
intervinientes a la lectura de la sentencia para el día de hoy.
CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que, el recurso interpuesto se sustenta, de manera principal, en la
causal en la prevista en el artículo 373 letra a) del Código Procesal Penal, esto es, “Cuando,
en cualquier etapa del procedimiento o en el pronunciamiento de la sentencia, se hubieren
infringido sustancialmente derechos o garantías asegurados por la Constitución o por los
tratados internacionales ratificados por Chile que se encuentren vigentes…”, todo en
relación con lo preceptuado en los artículos 5º inciso 2º, 6º, 7º y 19 numeral 3° de la
Constitución Política del Estado, y el artículo 85 del Código Procesal Penal.
Postula que se ha conculcado en su esencia el derecho a un procedimiento
racional y justo, en otras palabras, el derecho a un debido proceso consagrado en el inciso
quinto del numeral 3º del artículo 19 de la Carta Fundamental y que además es respaldado
por la misma Constitución en el artículo 5, que hace aplicables los tratados internacionales
vigentes y ratificados por Chile. En este caso, cobran especial relevancia lo dispuesto en el
artículo 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y el artículo 14 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
Refiere que el acusado fue objeto de una detención, declarada ilegal en la
audiencia de control de la detención, resolución que no fue apelada por el ente persecutor.
Luego, en la audiencia de Preparación de Juicio Oral, no se excluyó la prueba ilícita como
lo solicitó la defensa, lo que derivó, en definitiva, que los jueces del fondo valoraran en el
juicio y en la sentencia que se pronunció, prueba revestida de ilegalidad, incurriéndose en
la materialización de la infracción a las garantías constitucionales del imputado que
aseguran su derecho a un debido proceso y a que la sentencia que se pronuncie por el
tribunal sea el resultado de una investigación y un procedimiento racionales y justos, por
cuanto dicha exigencia supone que cada autoridad actúe dentro de los límites de sus
propias atribuciones, como lo señalan los artículos 6 y 7 de la Constitución Política de la
República
Además refiere que se ha vulnerado su libertad ambulatoria consagrada en el
artículo 19 N° 7 letra b) de la Constitución que asegura el derecho a la libertad personal y
específicamente establece que: “Nadie puede ser privado de su libertad personal ni ésta
restringida sino en los casos y en la forma determinados por la Constitución y las leyes”.
Al concluir, solicita se anule el juicio oral y la sentencia condenatoria dictada,
debiendo retrotraerse la causa al estado de celebrase una nueva audiencia de juicio oral
por tribunal no inhabilitado al efecto, excluyéndose de su conocimiento toda la prueba
presentada por el Ministerio Público, que se origina después de la actuación ilegal que aquí
se alega.
SEGUNDO: Que, de forma subsidiaria, el arbitrio de nulidad se fundamenta en la
causal prevista en el artículo 373 letra b) del Código Procesal Penal, esto es, “Cuando, en
el pronunciamiento de la sentencia, se hubiere hecho una errónea aplicación del derecho
que hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo.”
Refiere que en el considerando décimo quinto se produce una errónea aplicación
del Derecho que influye sustancialmente en lo dispositivo del fallo, en el caso de autos,
estimando transgredido el artículo 11 N° 6 del Código Penal, en relación al artículo 68 del
mismo texto legal, habida cuenta que el tribunal del grado, al analizar las circunstancias
modificatorias de responsabilidad penal del acusado, estimó que no le beneficiaba la
circunstancia atenuante de responsabilidad establecida en el primer precepto, en mérito de
anotaciones relativas a infracciones penales cometidas cuando era adolescente, que
constan en el respectivo certificado de anotaciones, por sanciones impuestas en esa
calidad, ignorando el certificado actualizado, que no registra ninguna anotación penal. Por
ende, al considerar solamente una sola circunstancia minorante, la prevista en artículo 11
N° 9 del Código punitivo, aplicando una sanción de cinco años y un día de presidio, en lugar
de la de tres años y un día de presidio, como correspondería en caso de haber tenido en
cuenta la señalada circunstancia, lo que a su turno determinaría la procedencia de alguno
de los beneficios de la Ley Nº 18.216. La materia fue resuelta en el considerando antes
referido, del fallo impugnado, en cuanto rechaza lo pedido por la defensa, en términos de
que no se debe considerar las condenas que se le impusieron cuando era menor y que
estimó la Fiscalía que deben ser consideradas para estimar que no tiene irreprochable
conducta anterior, argumentando sobre la base que la Ley N° 20.084 establece un sistema
especial del adolescente que no permite considerar los antecedentes antes de su mayoría
de edad.
Pide se invalide sólo la sentencia y proceda dictar, sin nueva audiencia, pero
separadamente, la sentencia de reemplazo que aplique de manera correcta los artículos 11
N° 6 y 68 del Código Penal, y se condene en definitiva a B.A.M.P. a la pena de tres años y
un día de presidio menor en su grado medio, accesorias, y se le conceda la pena sustitutiva
de libertad vigilada intensiva de acuerdo a los antecedentes aportados en la audiencia
establecida en el art 343 del Código Procesal Penal.
TERCERO: Que, para efectos de acreditar las circunstancias que justificarían la
causal de nulidad alegada de manera principal, la defensa rindió en la oportunidad procesal
correspondiente prueba de audio, consistente en registro parcial de la declaración vertida
en el juicio por Erasmo Donoso, funcionario policial.
CUARTO: Que, en el libelo de nulidad se señala como fundamento fáctico de la
causal invocada, de manera principal, que las infracciones denunciadas se habrían
materializado por cuanto la detención de B.A.M.P. fue declarada ilegal en la audiencia de
control, debido a que la forma en la cual se encontraba contenida la droga no permitía la
percepción de su olor desde el interior del vehículo en el cual transitaba, no existiendo el
indicio requerido por el artículo 85 del Código Procesal Penal para efectuar un control de
identidad. La defensa, en la audiencia de preparación de juicio oral solicitó la exclusión de
toda la prueba presentada por el Ministerio Público, en razón de haberse obtenido con
infracción de garantías, lo cual fue desestimado por el señor Juez.
QUINTO: Que en lo concerniente a los hechos que fundaron la acusación del
Ministerio Público, la sentencia impugnada tuvo por acreditado que el día 20 de diciembre
de 2017, a las 18:30 horas aproximadamente, personal de la Brigada Antinarcóticos de la
Policía de Investigaciones de La Calera que realizaba controles terrestres antinarcóticos en
el sector plaza de peajes de Pichidangui, comuna de Los Vilos, sorprendieron al acusado
B.A.M.P., junto a otro individuo, poseyendo, guardando y transportando, sin contar con la
competente autorización y con fines de tráfico, en el interior del automóvil marca Kia, color
blanco P.P.U. DBSP-93, debajo de la guantera del vehículo, 01 envoltorio confeccionado
con cinta adhesiva color café, contenedor de 998,4 gramos neto de marihuana. Estos
hechos fueron calificados como un delito de tráfico ilícito de estupefacientes. Ahora en
relación a los puntos abordados en la causal principal del recurso, el fallo señaló que
“…según se advierte, las alegaciones de la defensa tienen como fundamento su
incredulidad en cuanto a que el subcomisario Guajardo haya percibido el olor de la
marihuana al interior del automóvil, sin embargo no existe ningún antecedente para dudar
de la veracidad de su testimonio generando una duda a favor del encartado. En efecto, el
subcomisario Donoso dio cuenta de la normalidad de estos procedimientos en la carretera
en vísperas de ciertas fechas, como navidad, año nuevo o fiestas patrias, en cuya virtud
uno de los agentes actúa como perfilador, deteniendo vehículos y entrevistándose con el
conductor, encuadrándose tal labor dentro de las funciones de prevención de la comisión
de delitos contemplada en el artículo 5 de su ley orgánica. En este caso tal misión le
correspondió al subcomisario Guajardo y en su ejecución señaló percibir inmediatamente
el olor a cannabis sativa, circunstancia que lo hizo mutar de procedimiento, requiriendo el
auxilio de sus colegas y del can detector de droga para efectuar el registro del automóvil.
Así lo explicó el referido policía al señalar que “(yo) converso primero con ellos, al momento
de detenerlos, yo sintió (sic) un olor característico a cannabis sativa, lo cual me indica que
posiblemente podía venir alguna sustancia ilícita adentro del vehículo, ya que el vehículo
es un lugar cerrado”; antecedente que recibió corroboración de parte del policía Donoso,
quien ratificó haberse acercado al automóvil debido a que su colega había sentido olor a
cannabis”.
A continuación, señala que “en el desarrollo de su función preventiva el policía se
enfrentó a una situación que consideró constitutiva de un indicio para la ejecución de una
segunda función ligada a la investigación autónoma en auxilio del Ministerio Público,
contemplada en el artículo 85 del Código Procesal Penal y dentro de dicho escenario
estiman estos sentenciadores que el olor a marihuana percibido por el policía constituye un
indicio suficiente para justificar el control de identidad, en la medida que era posible
representarse la configuración de un delito flagrante de la Ley N° 20.000, ya que no se trata
de la apreciación subjetiva o interpretación del funcionario respecto de alguna conducta del
sujeto controlado, sino más bien de una circunstancia objetiva y verificable, principalmente
si se considera que la cannabis desprende un olor particular y teniendo en cuenta las
circunstancias de su posesión que facilitaron su detección, en la medida que iba guardada
en un único contenedor debajo de la guantera, vale decir en un espacio no cerrado de la
cabina -en contraposición a lo señalado por la defensa- por lo que resulta suficientemente
razonable la percepción de su olor por parte del funcionario policial, con prescindencia de
los canes detectores, máxime en una cantidad tan alta como la hallada en la especie”. Por
todo ello concluyen que “la única forma vislumbrada por estos jueces para sostener la ilicitud
del procedimiento se daría si el policía hubiese sido mendaz en sus asertos, en cuanto a
no haber olido la droga, sin embargo tanto su relato como el prestado por el subcomisario
Donoso impresionaron como creíbles, consistentes y armónicos, engarzados con la prueba
gráfica que dio crédito a sus dichos, no avizorándose la existencia de intereses o móviles
espurios que pudieran tener en el resultado del proceso que permitan dudar acerca de su
veracidad, tornándose fútiles las aprehensiones de la defensa. A mayor abundamiento la
aseveración de la señora defensora en cuanto a que solamente un perro podría oler la
sustancia –por la forma en la que fue envuelta- no fue sustentada en ningún medio
probatorio a efectos de generar una duda en cuanto a lo narrado por los testigos. En
consecuencia, bajo este escenario carecen de cimiento las alegaciones de la defensa, pues
el control resultó lícito dado el indicio advertido, quedando amparado el registro del vehículo
en el inciso 3° del artículo 85 del Código Procesal Penal, por lo que ningún cuestionamiento
puede realizarse a la actuación policial y al hallazgo de la sustancia ilícita al interior del
automóvil, pudiendo valorarse en sede de adjudicación sus declaraciones como la
evidencia recogida”.
SEXTO: Que, el artículo 85 del Código Procesal Penal establece que “Los
funcionarios policiales señalados en el artículo 83 deberán, además, sin orden previa de los
fiscales, solicitar la identificación de cualquier persona en los casos fundados, en que,
según las circunstancias, estimaren que existe algún indicio de que ella hubiere cometido
o intentado cometer un crimen, simple delito o falta; de que se dispusiere a cometerlo; de
que pudiere suministrar informaciones útiles para la indagación de un crimen, simple delito
o falta; o en el caso de la persona que se encapuche o emboce para ocultar, dificultar o
disimular su identidad. Procederá también tal solicitud cuando los funcionarios tengan algún
antecedente que les permita inferir que una determinada persona tiene alguna orden de
detención pendiente.
La identificación se realizará en el lugar en que la persona se encontrare, por medio
de documentos de identificación expedidos por la autoridad pública, como cédula de
identidad, licencia de conducir o pasaporte. El funcionario policial deberá otorgar a la
persona facilidades para encontrar y exhibir estos instrumentos.
Durante este procedimiento, sin necesidad de un nuevo indicio, la policía podrá
proceder al registro de las vestimentas, equipaje o vehículo de la persona cuya identidad
se controla, y cotejar la existencia de las órdenes de detención que pudieren afectarle. La
policía procederá a la detención, sin necesidad de orden judicial y en conformidad a lo
dispuesto en el artículo 129, de quienes se sorprenda, a propósito del registro, en alguna
de las hipótesis del artículo 130, así como de quienes al momento del cotejo registren orden
de detención pendiente.
En caso de negativa de una persona a acreditar su identidad, o si habiendo recibido
las facilidades del caso no le fuere posible hacerlo, la policía la conducirá a la unidad policial
más cercana para fines de identificación. En dicha unidad se le darán facilidades para
procurar una identificación satisfactoria por otros medios distintos de los ya mencionados,
dejándola en libertad en caso de obtenerse dicho resultado, previo cotejo de la existencia
de órdenes de detención que pudieren afectarle. Si no resultare posible acreditar su
identidad, se le tomarán huellas digitales, las que sólo podrán ser usadas para fines de
identificación y, cumplido dicho propósito, serán destruidas.”
SÉPTIMO: Que, en un primer orden y tal como lo ha resuelto esta Corte, el articulo
2 N° 2 letra a) de la Ley N° 20.931 de 5 de julio ́ de 2016, modifico ́el Artículo 85 del Código
Procesal Penal, entre otros aspectos, reemplazando en el inciso primero la frase "existen
indicios" por la expresióń "exista algúń indicio". Tal modificacióń , al contrario de lo que en
una primera lectura podríá considerarse, no conlleva necesariamente un retroceso en la
proteccióń y garantíá de la libertad personal que asegura el artículo 19 N° 7 de la
Constitucióń Política de la República, desde que su objeto no debe entenderse como una
disminucióń de los requisitos necesarios para la procedencia del control de identidad, sino
sólo como un cambio de enfoque en relacióń a los aspectos o elementos a que
deberá ́darse prioridad en la determinacióń de su procedencia. En efecto, la ley transita de
un enfoque que podríá denominarse “aritmético”, requiriendo sólo una pluralidad de indicios,
con independencia de la gravedad o precariedad de eś tos, a otro que podríá calificarse
como “sustantivo”, en el que debe atenderse prioritariamente máś bien a la aptitud, entidad
y objetividad de los hechos y circunstancias conocidos o de que se da noticia a los policías,
para dilucidar si se trata o no de un indicio de que la persona a fiscalizar “hubiere cometido
o intentado cometer un crimen, simple delito o falta o de que se dispusiere a cometerlo” -o
se encuentre en alguno de los otros supuestos que trata la norma-, con abstraccióń de si
esos hechos y circunstancias constituyen uno o varios indicios, sino únicamente a si los
mismos justifican razonablemente la temporal restriccióń de la libertad personal de quien
es sometido al control, de modo que con ello se descarte el uso arbitrario, antojadizo o
discriminatorio de esta herramienta legal contra un sector de la poblacióń . Si se reemplazó́
“indicios” (pluralidad) por “indicio”, quiere decir que el singular y único deberá́ poseer la
necesaria vehemencia y fuerza que sustituya a la antigua pluralidad. De esa manera -como
se suele señalar en relacióń a la valoracióń de la prueba testimonial-, ahora los indicios se
pesan y no se cuentan para determinar si se cumple el presupuestos legal de encontrarse
ante un “caso fundado”, extremo medular que se mantiene después de la Ley N° 20.931
para habilitar la realización de un control de identidad. Con esta interpretación de la
reseñada modificación legal, a juicio de esta Corte, se logra compatibilizar el claro y
conocido objetivo de la citada reforma de eliminar trabas innecesarias a la oportuna y
eficiente labor policial y, por otra parte, se conserva la adecuada protección de la libertad
personal de los ciudadanos reconocida en el artículo 19 N° 7 de la Constitución Política de
la Republica (SCS Rol 19.113-17, de 22 de junio de 2017)
OCTAVO: Que en este contexto, según asienta el fallo en estudio, el indicio que
habrían considerado los policías para controlar la identidad del acusado y efectuar el
posterior registro del vehículo en el cual se desplazaba, consistió en la percepción de un
“olor a marihuana” por parte de uno de los funcionarios policiales. Desde luego, esta mera
afirmación, dado su carácter eminentemente subjetivo, no da cuenta de ningún elemento
objetivo del cual pueda desprenderse algún indicio de que el acusado y su acompañante
intentaban o se disponían a cometer un delito, sino solo de la impresión o interpretación
que hace un policía de su percepción olfativa que, huelga señalar, podría responder a
múltiples justificaciones o razones diversas a la comisión de un ilícito. En este orden de
ideas, el indicio requerido por el artículo 85 del Código Procesal Penal debe poseer la fuerza
y coherencia necesaria para sustituir a la pluralidad de indicios exigidos con anterioridad,
por la ley. Por lo anterior es que, a juicio de estos sentenciadores, el elemento indiciario
empleado por los funcionarios policiales en el caso de marras se condice con una afirmación
del todo subjetiva, no verificable y, por lo mismo, al margen de los rigurosos extremos de la
norma ya citada, por cuanto una actuación autónoma e intrusiva como el control de
identidad debe, necesariamente y dado que afecta garantías constitucionales como el
derecho a la intimidad, basarse en un indicio de carácter objetivo y por ello susceptible de
ser objeto de revisión judicial. Como ya lo ha resuelto esta Corte, el solo hecho de percibir
olor a marihuana no satisface la exigencia de un signo ostensible del tráfico de drogas (SCS
Rol 21.413-14, de 22 de septiembre de 2014)
NOVENO: Que, así las cosas, por haberse sometido al acusado a un control de
identidad y posterior registro del vehículo en el que circulaba, sin el concurso de un indicio
objetivo de que estuviere cometiendo o intentare cometer un delito, ni de ninguno de los
otros supuestos previstos en el artículo 85 del Código Procesal Penal que autorizan esa
diligencia y, consecuentemente permiten a la policía el registro del referido móvil, ocurre
que aquella se desempeñó fuera de su marco legal y de sus competencias, vulnerando el
derecho del imputado a un procedimiento justo y racional que debía desarrollarse con
apego irrestricto a todos los derechos y las garantías constitucionales que le reconoce el
legislador, toda la evidencia recogida en el procedimiento incoado respecto de B.A.M.P.
resulta ser ilícita, al haber sido obtenida en un proceder al margen de la ley. En este sentido,
aunque los jueces de la instancia hayan afirmado su convicción condenatoria en prueba
producida en la audiencia, al emanar ella del mismo procedimiento viciado no puede ser
siquiera considerada, por cuanto su origen está al margen de las prescripciones a las cuales
la ley somete el actuar de los auxiliares del Ministerio en la faena Publico de investigación.
DÉCIMO: Que de este modo, cuando los jueces del fondo valoraron en el juicio y
en la sentencia que se pronunció los referidos antecedentes revestidos de ilegalidad, se
incurrió en la materialización de la infracción a las garantías constitucionales del imputado
que aseguran su derecho a un debido proceso y a que la sentencia que se pronuncie por
el tribunal sea el resultado de una investigación y un procedimiento racionales y justos, por
cuanto dicha exigencia supone que cada autoridad actué dentro de los límites de sus
propias atribuciones, como lo señalan los artículos 6 y 7 de la Constitución Política de la
Republica, lo que en este caso quedo de manifiesto que no ocurrió, infracción que solo
puede subsanarse con la declaración de nulidad del fallo y del juicio que le precedió, y dada
la relación causal entre la diligencia censurada y la prueba de cargo obtenida, como ya se
anotó, se retrotraerá la causa al estado de verificarse un nuevo juicio con exclusión de los
elementos de cargo obtenidos con ocasión de ella, como se dirá en lo resolutivo.
UNDÉCIMO: Que, en vista de lo resuelto, no se emitirá pronunciamiento sobre la
causal deducida en forma subsidiaria. Y visto, además, lo dispuesto en los artículos 373,
377 y 384 del Código Procesal Penal, se acoge el recurso de nulidad deducido por la
Defensoría Penal Pública a favor de B.A.M.P. y, en consecuencia, se invalidan la sentencia
de cuatro de octubre de dos mil dieciocho, el juicio oral que le antecedió en el proceso RUC
1.701.210.952-0 y RIT 96-2018 del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Ovalle, y se
restablece la causa al estado de realizarse un nuevo juicio oral ante tribunal no inhabilitado,
excluyéndose del auto de apertura las declaraciones de los testigos que digan relación con
las diligencias realizadas al llevar a cabo el control de identidad que da origen a la presente
causa y las demás evidencias e indicios encontrados en el mismo, además de toda la
prueba documental, pericial y material que guarde relación con los elementos del delito que
fueron incautados.
Acordada contra el voto del Ministro Sr. Valderrama y del Abogado Integrante
Sr. Munita, quienes estuvieron por rechazar las causales principal y subsidiaria del recurso,
por las siguientes consideraciones:
1°) Que, en relación a la causal principal, el tribunal da por cierto que cuando uno
de los funcionarios policiales se acerca a efectuar un control vehicular y percibe un olor a
marihuana, circunstancia indiciaria de alguna de las conductas sancionadas en la Ley Nº
20.000, lo cual habilita a los funcionarios policiales para realizar un control de identidad y
un registro del vehículo, de acuerdo al texto del artículo 85 del Código Procesal Penal.
2°) Que, entonces, sobre la base de las circunstancias fácticas antes reseñadas,
se debe concluir que aquéllas conforman un indicio suficiente que habilitaba a los policías
para realizar el control de identidad y posterior registro cuestionado, teniendo en
consideración que, como el mismo artículo 85 del Código Procesal Penal prescribe, esa
actuación debe ser el resultado de una “estimación” que debe realizar el propio policía
“según las circunstancias”, debiendo ocuparse esta Corte únicamente de descartar una
actuación arbitraria de los agentes estatales en el desempeño de sus labores preventivas,
arbitrariedad que no se observa en la especie desde que el control recae sobre el acusado,
por cuanto en el vehículo en que se desplazaba mantenía un olor del todo atípico en los
vehículos motorizados y, por ende, al declarar esta Corte que ella constituye un indicio de
la comisión de delito no puede entenderse que todos los ciudadanos quedamos expuestos,
al circular en un vehículo motorizado, a que se restrinja nuestra libertad personal de manera
aleatoria o antojadiza por parte de las policías, mediante la diligencia de control de identidad.
3°) Que, ahora, respecto a la causal subsidiaria de la letra b) del artículo 373 del
Código Procesal Penal, mediante la cual se persigue se reconozca en favor de B.A.M.P. la
circunstancia minorante de irreprochable conducta anterior, su reconocimiento supone
examinar todo el comportamiento pretérito del imputado, con el objeto de determinar si es
susceptible de ser favorecido con una sanción morigerada para premiar que en el pasado
fue capaz de motivar su conducta acorde a derecho, considerando además que tal actuar
puede arrojar luces sobre la capacidad motivadora de la sanción penal que se le impone,
permitiendo pronosticar una adecuada resocialización.
4º) Que, a juicio de los disidentes, tal juicio de prognosis se ve sin duda afectado
por la existencia de anotaciones prontuariales e incluso, de acuerdo a jurisprudencia de los
tribunales superiores de justicia, cuando es público y notorio que la conducción de la vida
del acusado no ha sido encomiable, aun cuando no exista sentencia judicial que así lo
establezca, por lo que resulta correcto privar de tal reconocimiento y del beneficio que
supone, cuando existen sanciones registradas a su respecto, como ocurre en el caso que
se analiza.
Regístrese y devuélvanse.
Redacción a cargo del Ministro Sr. Künsemüller y, del voto en contra, sus autores.
N° 26.194-2018
Pronunciado por la Segunda Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros
(as) Hugo Enrique Dolmestch U., Carlos Künsemüller L., Manuel Antonio Valderrama R.,
Jorge Dahm O. y Abogado Integrante Diego Antonio Munita L. Santiago, veintinueve de
noviembre de dos mil dieciocho.
En Santiago, a veintinueve de noviembre de dos mil dieciocho, se incluyó en el
Estado Diario la resolución precedente.
TEXTO COMPLETO:
Que el día veintisiete de agosto del presente año, ante esta Segunda Sala del
Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Ovalle, integrada por el juez suplente don Andrés
Berardo M. Elgueta Muñoz, quien presidió y las juezas titulares doña Ana Karina Hernández
Muñoz y doña Zoila Anyelina Terán Arévalo, se llevó a efecto la audiencia de juicio en causa
Rol Interno 137-2018, para conocer la acusación formulada en contra de don E.C.A.T.,
soltero, panadero, chileno, CNI Nº 15.039.397-3, nacido el 20 de enero de 1982, 36 años
de edad, domiciliado en Diego Isidro Monárdez Nº 945, Mirador I, comuna y ciudad de
Ovalle.
El Ministerio Público, estuvo representado en la audiencia, por el Fiscal don
Herbert Rohde Iturra, con domicilio en calle Independencia N° 604, comuna de Ovalle.
La Defensa del acusado, estuvo a cargo del defensor penal licitado, don Carlos
Tello Luza, domiciliado en Tangue N° 560, Comuna de Ovalle.
Luego de verificada la disponibilidad de los testigos, y del señalamiento de la
acusación objeto del juicio contenida en el auto de apertura de juicio oral, advertido el
acusado al tenor del artículo 325 del Código Procesal Penal, se escuchó alegatos de
apertura, se le dio a conocer al imputado sus derechos, y renunciando a aquel de guardar
silencio, prestó declaración, y se rindió la prueba ofrecida.
Tras la conclusión de la audiencia, y habiendo ofrecido previamente la palabra a
los intervinientes y al imputado para que manifestara lo que estimase conveniente, el
Tribunal pronunció su decisión de inmediato, fijando para la lectura de sentencia el día 31
de septiembre del presente año a las 13:45 horas.
CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que el ministerio público, fundó su acusación, en los siguientes
hechos: “El día 30 de noviembre del 2017, aproximadamente a las 13.20 horas, el imputado
E.C.A.T. en calle Sargento Sabando, comuna de Ovalle, fue sorprendido por funcionarios
de carabineros con un monedero que contenía 30 envoltorios de papel cuadriculado
contenedores de pasta base de cocaína que arrojaron un peso bruto de 7,1 gramos de la
droga, además tenía un billete de $1000 pesos; dos mil pesos en monedas de quinientos
pesos y $600 pesos en monedas de 100 pesos, previo a su detención se encontraba junto
a otros sujeto impresionando a carabineros como una transacción de droga, quiénes al ver
a carabineros huyeron del lugar, siendo detenido.”
Asimismo, calificó los hechos, antes descritos, como constitutivos de un delito de
tráfico ilícito de pequeñas cantidades de droga, previsto y sancionado en el artículo 4°
de la Ley N° 20.000 que sanciona el Tráfico Ilícito de Drogas y Estupefacientes, delito que,
señala, se encuentra en grado de desarrollo de consumado, y en el que se atribuye
participación al imputado en calidad de autor del mismo. Estimando que respecto del
acusado no concurren circunstancias modificatorias de responsabilidad penal, solicita se le
imponga una pena de tres años de presidio menor en su grado medio, multa de 30
unidades tributarias mensuales, accesorias legales de suspensión de cargo u oficio
público durante el tiempo de condena, comiso de dinero incautado, con costas.
SEGUNDO: Que, conforme al auto de apertura de juicio oral, de 20 de julio de
2018, los intervinientes no acordaron convenciones probatorias, el ministerio público ofreció
documental, testimonial, pericial y otros medios de prueba, a su turno, la defensa se adhirió
a la prueba del ministerio público y ofreció prueba propia.
TERCERO: Alegatos de apertura. Que el ministerio público sostuvo que,
en el delito atribuido, para acreditar hechos y participación presentará prueba testimonial
que indica, y documental que da cuenta de remisión de la droga al Servicio de Salud
Coquimbo y pericial del carácter de cocaína base de la sustancia portada por el imputado,
así como también que cuenta con fotografía ilustrativa del hallazgo de que dará cuenta el
funcionario policial. Con lo anterior señala que acreditará el hecho y la participación.
Por su parte la defensa, en sus alegatos de apertura, manifestó que, primero: va
a solicitar absolución, cuestiona legalidad del control de identidad de la policía, señala que
no es suficiente la huida para realizar control, no quedara claro al final juicio si se fundó en
el artículo 85 del Código Procesal Penal o 12 de la Ley 20.191. Agrega que Carabineros no
podrá dar cuenta clara del proceder, que el articulo 12 no correspondía, y que el registro
del imputado o consultar registro detención pendiente. Segundo: va a pedir absolución por
falta de congruencia, y en subsidio falta de congruencia con hechos de la acusación, que
se habría incautado 7.1 de sustancia, prueba del ministerio público tiene que ver con
protocolo de análisis químico y el acta de recepción de la sustancia aparece que se recibió
1.66 gramos, lo que señala ser suficiente para sentar duda de la congruencia, refiere falta
de prueba y cuestiona la cadena de custodia. En subsidio: postula que hay porte para
consumo, no hay otro antecedente, no es gran cantidad de sustancia, y que los
consumidores la compran también dosificada, la cantidad de dinero tampoco es grande,
alude a los momentos, y que no se puede entender, que son máximas de experiencia, el
que traficante deja a dudas el control, de identidad, que no se hizo a otros si eran ellos
quienes transferían, y no habiendo antecedentes, ni prueba, y dos tipos penales, ha de
preferirse aquella que favorezca al acusado, esto es, la del artículo 50 de la ley 20.000 por
sobre el micrográfico.
CUARTO: Alegatos de clausura. Luego de incorporada la prueba el ministerio
público, pide veredicto condenatorio, entiende que con la prueba ha acreditado hechos y
participación, alude a la fecha y hora, a su juicio existía indicio en términos del artículo 85
para el control de identidad, que había una transacción al parecer de drogas, y el sector es
conocido por ello, y carabineros vio un objeto color blanco. Que cree que no debe darse
lugar a la defensa, de estimar un procedimiento ilegal, pues existía indicio claro para el
control de identidad. Agrega que se ha hecho referencia a que no existe congruencia, alude
al parte y oficio remisión de droga, manifiesta que el acta da cuenta de 30 papelillos de
droga lo que se encuentra al imputado hay correspondencia, y da cuenta de la identidad de
la droga, lo que se recibe y arroja. Señala que la tesis de la defensa, en evento de fracaso
de la tesis principal, y cuestiona la de existencia de un porte para consumo, refiere que se
encuentran 30 papelillos contenedores de pasta base cocaína, alude a la declaración del
acusado, que tendría un consumo de 25 y fracción de dosis diarias, alude a que se trata de
una persona que consume más de dos cantidades por hora en promedio, sería un
consumidor asiduo, pero que, el policia refiere que no le encontraron pipa ni biblia, ni fósforo,
o algo que dé cuenta de un consumo, ni informe toxicológico de droga que dé cuenta de un
consumo de este tipo, le parece que el testimonio policial es claro, y que la gran cantidad
de dosis, y el dinero, dan cuenta de que se encuentra establecida la hipótesis de tráfico en
pequeñas cantidades, cree debe arribarse veredicto condenatorio.
La defensa en sus alegatos de clausura, ratifica su solicitud de absolución, alude
a la ilegalidad del control, que no hubo control de acuerdo palabras del señor Opazo, ya
tenía detenido inmovilizado y esposado antes de encontrar las especies, y conforme al
artículo 85 no hay control de identidad, que sin poder ver lo que estaban pasándose, el
señor Opazo dice que persiguieron a las personas, no le realizaron control de identidad,
alude a que, facilidades no se dieron al imputado, que estaba siendo registrado,
derechamente fue detenido antes, y por ello cuestiona el proceder policial. Agrega que el
Ministerio Público libera al resto de la policía, ellos deben probar que vulneran limitan la
libertad, solo se tiene la declaración el señor Opazo y quita corroboración que pudiera dar
otro policía, alude a supuestos, refiere estar dudosa y extraña la versión sin corroboración,
lo que cede a favor de su representado. Luego alega falta de congruencia en la cadena de
custodia, refiere que se por 7.1 y se obtiene 1.6, faltaba alrededor de 5 gramos de esta
sustancia que llegó a la autoridad de salud, y señala que, se abren varias hipótesis, que
haya sido manipulada, la diferencia gravitante del peso, según expone, llego menos droga
o sustancia, y no puede tenerse por acreditado el tráfico, no solo la existencia sino también
la pureza del elemento dubitado. Finalmente señala que, el porte para consumo, no es
consumir en vía pública, no se revisó el domicilio del imputado para ver elementos de
consumo, que el fiscal exige prueba de consumo pero no tiene de tráfico. No se empadrono
testigos a pesar había una población, asume la policía que no vieron nada, que el ministerio
público no acredito el tráfico, pide si hay condena sea por porte.
QUINTO: Réplicas y palabra al acusado. El ministerio público replicó y señala
que la defensa se refiere a corroboración, y el ministerio público ha presentado prueba de
detención de flagrancia cree que no requiere presentar otros funcionarios policiales, su
prueba dice ser directa, y que la defensa sostiene que los funcionarios vengan a repetir.
Que se trata de una cuestión de credibilidad y entiende no ser correcta la tesis de la defensa,
más bien es reiteración de la prueba producida y el ministerio público intenta presentar
prueba muy acotada en relación acreditación de los hechos y participación. La defensa
postula que hay duda de si se trata de la misma sustancia, la policía pesa en brutos y el
servicio de salud en pesos neto, también hay antecedentes también en relación con otros
procedimientos en juicio, la defensa refiere dudas, y dice que podría tratarse de otra
sustancia, y esa duda no tiene sustento, no hay antecedente que dé cuenta de indicio de
que se trata de otra droga o que ocurrió algo anormal. Insiste con su petición.
La defensa, agrega que, creerle al policía porque es creíble, en juicio donde el
imputado tiene presunción de inocencia, alude que el ministerio público debe ir derribando
la presunción de inocencia. Respecto de los pesos brutos y netos que 30 contenedores
podrían pesar menos pero llegó mucho menos, y ello da dudas. Insiste en sus tesis.
Finalmente se dio la palabra al acusado E.C.A.T., quien guardó silencio, en ésta
etapa.
SEXTO: Que según lo anticipado, el acusado E.C.A.T., siendo informado
debidamente de sus derechos, manifestó renunciar a aquel a guardar silencio, se
individualizó, y expuso que:
Que el 30 noviembre de 2017, 1.25 aproximadamente tarde, se encontraba por
Sargento Sabando, población Bellavista, Ovalle, él es consumidor de pasta base fue donde
el apodado el Araña, el trafica y vende papelillo, fue a comprarle porque es consumidor, en
ese momento aparecieron funcionarios motorizados, por el sector de abajo y se puso
nervioso se dio a la fuga porque tenía orden detención, el otro se descargó y no alcanzo a
comprarle los monos, que valen 500 pesos, él tenía 15 mil él arranco con la plata y dejo los
monos.
Interrogado por el ministerio público: señala que, reitera el lugar, señala que
estaba en el cerro, un monte, con diagonal bellavista ahí se gana el Araña, solo se conoce
por el apodo, iba a comprar pasta base, iba a comprar 15 mil, monos de 500, 30 iba a
comprar, que carabineros aparece en las motos, de forma sorpresiva, ahí le entrego 15 mil
pesos al Araña, carabineros estaba a más menos media cuadra, que
el Araña se gana en los montes, no tiene número de contacto, él se gana en una esquina a
vender, él se puso nervioso boto el monedero y salió arrancando, por los montes, por el
cerro, salió corriendo, el acusado dice que él también salió corriendo, se escondió en un
monte y carabineros lo detuvo. Que a él no le encontraron dinero, él había pasado sus 15
mil pesos, no se los devolvieron, el monedero queda en el piso, no sabe cómo era el
monedero, no lo vio, carabineros le dijo, no vio cuando lo tiró, no fue encontrado en sus
vestimentas. No sabe si carabineros encontró dinero, él tenía orden de detención vigente,
después cuando paso al juzgado le dijeron que iba por micro tráfico, no recuerda si se
declaró ilegal la detención. Añade que consume todos los días, amanece consumiendo
todos los días, a la semana consume más de 180 monos a la semana, 200 monos, hay
veces que consume más, y cada mono es poquitito se lo fuma, dura re poco, no sabe
cuántos gramos son es como un puntito por 500 pesos. Que del otro sujeto también salieron
en persecución, pero salió más ágil. No recuerda como vestía ese día. Que cuando salió
arrancando andaba bajo la influencia del alcohol no recuerda si se cayó. Que quería
hacerse examen psicológico pero no se ha hecho, es padre de familia tuvo que irse a
trabajar a Tocopilla.
A las preguntas de la defensa: no pregunta.
SÉPTIMO: Prueba de cargo. Que el ministerio público rindió la siguiente prueba:
Prestó declaración, previa individualización y legalmente juramentado:
Don José Orlando Opazo Opazo, 42 años de edad, Sargento 1° de Carabineros,
Tercera Comisaría de Ovalle, domiciliado en calle Tangue Nº 20, Ovalle , quien expuso:
A las preguntas del ministerio público: que los hechos ocurren 30 de noviembre
de 2017, 13:20 aproximadamente, por diagonal bellavista altura pasaje Sabanda, que este
sector geográficamente es como cerro da a la orilla de Bellavista. Que este cerro en la
parte superior hay casas, en la de abajo es cerro, esto ocurre en la parte de abajo, ese día
efectuaba patrullaje en dirección al sur acompañado por Carvajal y Díaz, ambos cabo
Primero, se percata habían 2 individuos que al parecer realizaban una transacción les indico
a sus colegas que observaran, estaban traspasando objetos, por la distancia no vio qué,
pero la transacción a que se refiere es de drogas ya que el lugar es conocido por lo mismo.
Estaba a unos 15 o 20 metros aproximadamente, vio un objeto blanco, por la distancia no
pudo afirmar de qué se trataba. Que distinguió a las personas, eran las únicas que estaban
en el lugar, él se adelantó y su colega quedo mirando de abajo, uno huyo hacia el cerro,
eran dos masculinos, uno hacia el cerro y el otro se fue en dirección hacia él no sabía que
andaban 3 motos, se tropieza y cae al suelo, él lo redujo, lo reviso lo esposo y le encuentra
en bolsillo derecho del jeans le encuentra un paquete tipo monedero 30 envoltorios blancos,
con sustancia similar a cocaína eta persona era E.C.A.T., no tenía documento
identificatorio, le consulta Rut y con él arroja que tiene orden vigente. Reconoce al acusado
en audiencia. Que el monedero tenía 30 envoltorios y hojas de cuaderno cuadriculado, con
sustancia color beich similar a pasta base de cocaína, y le encontró dinero 1000 en billetes
4 monedas de 500 y 600 en moneda de 100, estaba en el bolsillo izquierdo, no recuerda si
estaba dentro del monedero. Luego se solicita cooperación policial para trasladar a la
unidad y se comunica que se va a revisar si la sustancia es droga, en la unidad se verifica
la identidad, y traslada la sustancia a la SIP, se le hace la prueba de campo y pesaje,
arrojando coloración positiva celeste brillante ante presencia de pasta base cocaína, pesaje
7 gramos 100 miligramos se remitió por oficio al SS, y el dinero también se remitió a la
fiscalía, alude al parte de 30 de noviembre de 2017 y su número, el oficio señal es de la
misma fecha. No recuerda si el imputado declaró, nada señaló verbalmente. El otro sujeto
no fue detenido, no se lo pudo distinguir sabe que es un hombre.
Se le exhibe la fotografía ofrecida como prueba, y refiere que ve, es el monedero
color café, los envoltorios y dinero que portaba el individuo al momento de la detención.
Elementos para consumo no fueron encontrados, ni papelillo, fósforos tampoco
encendedor.
Examinado por la defensa dijo que consumir droga es un delito con pena de falta,
y podría detener a alguien consumiendo. Alude a la distancia de 15 a 20 metros que estaba,
que no identifica quienes son, solo que son dos hombres, que con esos antecedentes al
parecer venden y huyen, él se adelantó y subió una escalera, que le dice a sus colegas que
estén alerta, y cuando huyen salen en persecución, él se tropieza cae al suelo y le da tiempo
para alcance, al imputado, lo reduce, lo esposa, y le encuentra en un bolsillo el monedero
y no recuerda si dentro o fuera de él estaba el dinero, en la unidad de la comisaría se
estableció la identidad mediante Crosman, y en el lugar se le consultó la identidad, estaba
haciendo las dos cosas a la vez, registrándolo y consultándole la cédula. Una vez detenido,
la única persona que había se dio a la fuga, explica que las partes traseras de las casas
están arriba y que en el lugar no había nadie más, unos 50 metros más arriba están las
casas. Que antes no hubo llamados de CENCO, fue en patrullaje preventivo.
2.- Como prueba documental acompañó el Ministerio Público:
a) Acta de recepción N° 11376-2017 de la Ley N° 20.000 del Servicio de Salud
de Coquimbo que dice relación a la recepción de la droga por la Unidad de Drogas. Muestra
de 30 papelillos.
b) Reservado Nº 19.577-2017 de fecha 2018-01-05 del Instituto de Salud Pública
de Chile. Cantidad, 1.66 gramos cantidad recibida resultado cocaína base 60%.
3.- Prueba Pericial:
a) Protocolo de Análisis Químico Subdepartamento Sustancias Ilícitas Código de
Muestra 19577-2017-M1-1 fecha de emisión 2018-01-04, evacuado por Paula Fuentes
Azócar, Perito Químico del Instituto de Salud Pública de Chile Departamento de Salud
Ambiental Subdepartamento de Sustancias Ilícitas Sección de Análisis de Drogas.
b) Informe de Efectos y Peligrosidad para la salud pública de Cocaína Base del
Instituto de Salud Pública.
4.- Otros medios de prueba:
a) Una fotografía que da cuenta de los contenedores de droga, un monedero y
dinero en efectivo.
OCTAVO: Prueba de la Defensa. La defensa no incorporó prueba.
NOVENO: Alegación Principal de la defensa, de infracción de lo dispuesto
en el artículo 85 del Código Procesal Penal. Valoración de la prueba, y hechos
establecidos:
Conforme a lo dispuesto en el artículo 85 del Código Procesal Penal, los policías
deben y pueden solicitar la identificación de cualquier persona en los casos fundados, en
que, según las circunstancias, estimaren que exista algún indicio de que ella hubiere
cometido o intentado cometer un crimen, simple delito o falta; de que se dispusiere a
cometerlo; de que pudiere suministrar informaciones útiles para la indagación de un crimen,
simple delito o falta; o en el caso de la persona que se encapuche o emboce para ocultar,
dificultar o disimular su identidad. El funcionario policial deberá otorgar a la persona
facilidades para encontrar y exhibir estos instrumentos. Además el inciso tercero de dicha
norma refiere que: “La identificación se realizará en el lugar en que la persona se encontrare,
por medio de documentos de identificación expedidos por la autoridad pública, como cédula
de identidad, licencia de conducir o pasaporte. El funcionario policial deberá otorgar a la
persona facilidades para encontrar y exhibir estos instrumentos”, pudiendo incluso proceder
al registro de vestimentas durante dicho procedimiento, sin necesidad de nuevo indicio.
No obstante lo dicho, en la práctica el testigo policial que declaró, en este juicio,
el Sargento Primero, don José Orlando Opazo Opazo, a cargo del procedimiento, dio cuenta
de una detención practicada derechamente al acusado, sin previo control de identidad,
como el que describe la norma y sin darse las circunstancias de flagrancia conforme a los
artículos 129 y 130 del Código Procesal Penal.
Lo anterior, por cuanto, el testigo manifestó, entre otras cosas que: los hechos
ocurren el 30 de noviembre de 2017, a las 13:20 horas aproximadamente, mientras estaba
con dos policías en patrullaje en dirección al sur, por Diagonal Bellavista a la altura del
Pasaje Sabanda, cuando se percata que habían 2 individuos que al parecer realizaban una
transacción, de drogas, ante lo que les indicó a sus colegas que observaran, que estaban
traspasando objetos, por la distancia no vio qué, pero que el lugar es conocido por lo mismo,
que estaba a unos 15 o 20 metros aproximadamente, vio un objeto blanco, que por la
distancia no pudo afirmar de qué se trataba, y que ambos sujetos huyeron, en cuanto al
imputado de esta causa, cayó al suelo y él lo redujo, lo revisó, lo esposó y le encuentra en
bolsillo derecho del jeans las especies que describe. Agrega que el sujeto no tenía
documento identificatorio, y se le consulta Rut, que mantenía orden de detención vigente,
y que después en la unidad policial se pudo establecer su identidad.
Este testimonio da cuenta de un procedimiento que no se ajusta a la ley, si bien
el policía refiere que vio una transacción que podría ser de droga, porque el lugar es
conocido por aquello, lo cierto es que de sus dichos no existe antecedente que pueda llevar
a tal conclusión, pues el policía no vio de qué se trataba, sólo vio algo de color blanco, y
que los sujetos huyeron, esto es, a juicio del tribunal insuficiente para proceder a la
detención, y registro, de la forma que se hizo en la especie, y siendo ilegal la detención y
registro del acusado, toda vez que, ni siquiera fue precedido de un control de identidad o
en circunstancias ciertas de la comisión de un delito flagrante, todo medio de prueba
obtenido de aquel, no puede ser considerado medios de prueba producidos en conformidad
a la ley y queda vedado al tribunal valorarlos, conforme lo previsto en el artículo 295 del
código procesal Penal, surgiendo como conclusión ineludible, que no se ha podido acreditar
la existencia del ilícito imputado.
Que, los dichos del policía, que dan cuenta de que mientras esposaba y reducía
al acusado, le consultaba sus antecedentes, es poco creíble, a la luz de la dinámica descrita
en primera instancia, y aun con su ocurrencia en los hechos, esto no da cuenta de un control
de identidad, de conformidad a la ley.
Además el policía señaló que el detenido no portaba sus documentos y sólo en
el establecimiento policial fue posible establecer su identificación, es decir posterior a la
detención.
Por lo anterior no es posible valorar, la prueba pericial de cargo, la fotografía de
las especies, y la documental de recepción y reservado, toda vez que han sido obtenidos
en un proceso viciado.
Finalmente, en cuanto a la prueba, que ha sido producida conforme a la ley, esto
es, el testimonio policial y el informe de efectos y peligrosidad del instituto de salud pública,
valoradas, de conformidad a lo establecido en el artículo 297 del Código Procesal Penal, y
considerando lo manifestado por el acusado, son insuficientes para tener por acreditado el
hecho imputado, más allá de toda duda razonable, y por tanto nada cabe señalar en cuanto
a una posible participación en él.
Cabe aclarar que el testimonio policial, y los dichos del acusado, sólo dan cuenta
de que el día y hora de la acusación, se llevó a efecto la detención del imputado, que ante
la presencia policial huyó, y que en dichas circunstancias el policía a cargo la materializó
en la forma que describió en su testimonio, pero ello junto a los dichos del acusado, son
insuficientes para lograr una condena.
Por otra parte el informe de efectos y peligrosidad del instituto de salud pública,
dan cuenta de los efectos dañinos de la droga y peligro que en definitiva revisten, no
obstante, esta información, en la causa no ha de ser relevante por no haberse acreditado
el hecho ilícito mismo.
Todo lo anterior, permite concluir, que el acusado debe ser absuelto, cuestión
que, este tribunal ha decidido por UNANIMIDAD.
DÉCIMO: Que en cuanto al resto de las alegaciones de la defensa: en
consideración a que se ha acogido la primera de las alegaciones de la defensa, no se
emitirá pronunciamiento a las peticiones subsidiarias por innecesario.
UNDÉCIMO: Costas: Que atendido que se resolverá absolver al acusado, y
conforme a lo dispuesto en el artículo 45 y 48 del Código Procesal Penal, se condenará al
ministerio público al pago de las costas de la causa.
Visto, además, lo dispuesto en los artículos 1 y ss., y 50 de la Ley 20.000; 1 y ss.,
del Código Penal; 1 y ss., 45, 48, 85, 166, 259, 281 y ss., 295, 296, 297, 298, 325 y ss.,
340 y ss., 346, 348 y 484 del Código Procesal Penal, SE DECLARA:
I.- Que se ABSUELVE a E.C.A.T., ya individualizado, de la imputación que lo
pretendía como autor del delito consumado, de tráfico ilícito de pequeñas cantidades
de droga, previsto y sancionado en el artículo 4° de la Ley N° 20.000 que sanciona el
Tráfico Ilícito de Drogas y Estupefacientes, por el hecho, supuestamente ocurrido el 30 de
noviembre de 2017 a las 13:20 horas, en la comuna de Ovalle.
II.- Que habiéndose dictado sentencia absolutoria, y habiendo resultado el
ministerio público totalmente vencido, se le condena en costas.
En su oportunidad, devuélvase a los intervinientes los antecedentes aportados,
ofíciese a los organismos que corresponda para comunicar lo resuelto y remítanse los
antecedentes necesarios al señor Juez de Garantía de Ovalle, para la ejecución y
cumplimiento de las penas, conforme lo dispuesto en el artículo 468 del Código Procesal
Penal.
REGÍSTRESE.
Rol Único 1701140311-5.
Rol Interno: 137-2018.
Redactada la sentencia por la juez titular, doña Zoila Anyelina Terán Arévalo.
Dictada por la Segunda Sala del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Ovalle,
integrada por el juez suplente don Andrés Berardo M. Elgueta Muñoz y las jueces titulares
doña Ana Karina Hernández Muñoz y doña Zoila Anyelina Terán Arévalo.
Normas asociadas: CPP ART. 85; CPP ART. 83; CPP ART. 297; L 20.000 ART.
1; L 20.000 ART. 4
Texto Completo
Texto Completo:
Normas asociadas: CPP ART 297, CPP ART 342, CPP ART 373, CPP ART 374;
CP ART 7, CP ART 432, CP ART 436 y CP ART 494 bis
TEXTO COMPLETO:
La Serena, treinta de agosto de dos mil dieciocho.
VISTOS Y CONSIDERANDO.
Primero: Que se instaurado por doña María Verónica Castro Ramírez, abogado,
defensor penal público, en representación del acusado J.A.C.R., RUC 1800367210-3 RIT
1813-2018, recurso de nulidad en contra de la sentencia definitiva de 3 de julio de 2018,
dictada por el Juzgado de Garantía de Coquimbo, que condenó a Calderón Rodríguez,
como autor del delito de hurto simple, a la pena de cuarenta y un días de prisión en su grado
máximo multa de una unidad tributaria mensual, invocando como causales, principal, la del
artículo 374 letra e) del Código Procesal Penal en relación con el artículo 342 letra c) y
artículo 297 del mismo Código; y, subsidiaria, la causal del artículo 373 letra b, del Código
Procesal Penal, esto es, cuando en el pronunciamiento de la sentencia se hubiere hecho
una errónea aplicación del derecho que hubiese influido sustancialmente en lo dispositivo
del fallo.
Segundo: Que en lo que toca con la causal principal, la del artículo 374 letra e)
del Código Procesal Penal en relación con el artículo 342 letra c) y artículo 297 del mismo
Código, se produce la infracción en concepto de la defensa desde que la sentencia no
contiene adecuadamente las razones legales o doctrinales para calificar jurídicamente el
hecho en grado de desarrollo de frustrado. Explica, los delitos de apoderamiento material -
como el hurto- son de mera actividad, no requiriendo un resultado para su consumación,
separado de su inicio de ejecución y , por lo demás, no admiten el grado de desarrollo de
frustrado; sólo tentativa o consumación. De esta manera, el hurto al ser un delito de
apoderamiento material y de mera actividad, no admite la frustración, sólo la tentativa o la
consumación: hay apropiación o no la hay. Si hay apropiación, sacando de la esfera de
resguardo la especie y existiendo disposición de la misma, se consuma el delito, por el
contrario, si no ocurre esto, el delito se encuentra en grado tentado.
Tercero: Que desde ya el recurso no indica qué regla (de la lógica, de la
experiencia o de tipo científico) se infringe en el fallo recurrido. Ahora bien, en discrepancia
con lo consignado por la recurrente, la sentencia definitiva, en su contenido, se ajustó a lo
dispuesto en el artículo 342 del Código Procesal Penal, en su correlato con la simpleza y
brevedad de este procedimiento simplificado de resolución inmediata, en virtud de la norma
remisoria del artículo 389 del mismo Código. Así, luego de sentados los hechos el juez
primario falló citando los artículos 1º, 3°, 9°, 11 N° 9, 50 a 52, 56, 66 a 70; artículos 432 y
446 n° 3 del Código Penal, y artículos 388 y siguientes del Código Procesal Penal, y
condenó al imputado a las penas que allí se precisan por el delito de hurto frustrado,
cumpliendo con el estándar en este tipo de sentencia. Además, los fundamentos del recurso
tocan principalmente con el iter criminis del ilícito como se advierte de su sola lectura, no
con la causal en su esencia. Se desestimará esta causal principal.
Cuarto: Que respecto de la causal subsidiaria de nulidad prevista en el artículo
373 letra b, del Código Procesal Penal, esto es, cuando en el pronunciamiento de la
sentencia se hubiere hecho una errónea aplicación del derecho que hubiese influido
sustancialmente en lo dispositivo del fallo, el recurso se ampara en que la sentencia no
contiene adecuadamente las razones legales o doctrinales para calificar jurídicamente el
hecho en grado de desarrollo de frustrado. Explica, los delitos de apoderamiento material,
como el hurto, son de mera actividad, no requiriendo un resultado para su consumación,
separado de su inicio de ejecución y, por lo demás, no admiten el grado de desarrollo de
frustrado; sólo tentativa o consumación. De esta manera, el hurto al ser un delito de
apoderamiento material y de mera actividad, no admite la frustración, sólo la tentativa o la
consumación: hay apropiación o no la hay. Si hay apropiación, sacando de la esfera de
resguardo la especie y existiendo disposición de la misma, se consuma el delito, por el
contrario, si no ocurre esto, el delito se encuentra en grado tentado.
No obstante lo indicado por el recurrente, está claro que la infracción se produce
cuando en la calificación o subsunción de los hechos ya establecidos a la causa se ha
incurrido en una errónea aplicación del derecho al momento de dictarse el fallo, debiéndose
determinar correctamente la figura delictiva y su grado de desarrollo; y, ocurre en este caso,
atendido el mérito de los antecedentes, que el imputado fue detenido por personal de
seguridad en los instantes en que abandonaba la tienda Hites, ubicada en el Mall Vivo,
Coquimbo, con las prendas en su poder, previamente sustraídas. Habiendo de esta manera
puesto todo de su parte para lograr la consumación del acto apropiatorio, lo que no se
materializó por una causa independiente a su voluntad, según se ha precisado, de forma
tal que el hecho, al tenor de lo establecido en el artículo 7 del Código Penal, se encontró en
grado de frustrado, proceso de desarrollo del delito que a cualquier evento es concebido
por el legislador al haber establecido en el artículo 494 bis inciso segundo del Código Penal,
la sanción para esta forma anómala de comisión.
Quinto: Que, en definitiva, de los antecedentes no se advierte que el sentenciador
de primer grado hubieren vulnerado en su fallo la aplicación del derecho, de manera tal que
esta pudiera influir en lo sustantivo de la parte resolutiva de este. Se desestimará esta
causal subsidiaria.
Por estas consideraciones, y de acuerdo, además, con lo dispuesto en el artículo
384 del Código Procesal Penal, se rechaza el recurso de nulidad deducido por doña María
Verónica Castro Ramírez, abogada, defensora penal público, en contra de la sentencia
definitiva de 3 de julio de 2018, librada por el juez titular del Juzgado de Garantía don Diego
Francisco Rubí Araya, la que, en consecuencia, no es nula como tampoco lo es el juicio
simplificado que lo antecede.
Normas asociadas: CP art. 21, 93 y 97; CPR art. 19 n°7 y 21; CPP art. 250
TEXTO COMPLETO:
La Serena, treinta de agosto de dos mil dieciocho.
VISTOS:
Que comparece doña Leslie Zapata Lizardi, abogada, defensora penal
penitenciaria, domiciliada en Huanhualí 460, La Serena, en representación del condenado
E.R.C.A., recluido actualmente en el Centro de Detención Preventiva de Ovalle, recurriendo
de amparo a favor del condenado ya individualizado y en contra del Juez de Garantía de
Ovalle don Luis Alberto Muñoz Caamaño, quien en audiencia de 22 de agosto de 2018,
mediante una resolución arbitraria e ilegal negó lugar a la petición de la defensoría de
decretar el sobreseimiento definitivo de la causa RIT 3351-2016 por la prescripción de la
pena, solicitando se acoja la presente acción y se deje sin efecto la resolución impugnada
y se decrete el sobreseimiento definitivo de dicha causa disponiendo la libertad inmediata
de su representado.
Sostiene que su representado fue condenado por sentencia ejecutoriada de fecha
20 de diciembre de 2016, en la causa RIT 3351-2016 del Juzgado de Garantía de Ovalle,
a la pena de 31 días de prisión en su grado medio, a una multa de una unidad tributaria
mensual y a la accesoria de suspensión de cargo u oficio público por el tiempo que dure la
condena, como autor del delito frustrado de hurto simple, y dado que la pena en concreto
impuesta a su defendido es propia de las faltas, según el artículo 20 del Código Penal, de
conformidad al artículo 97 del mismo cuerpo legal esta habría prescrito el día
20 de junio de 2017 y, de haber salido del país, a más tardar el día 20 diciembre
del año 2017, por lo que era procedente la declaración de prescripción de la pena, la
extinción de la responsabilidad penal y el sobreseimiento definitivo de su representado.
Señala que, pese a lo anterior, el 9 de julio de 2018, el Juzgado de Garantía Ovalle
despachó la orden de ingreso número 539 en contra de su representado, para que hiciera
cumplimiento efectivo de las penas señaladas, por lo que se solicitó audiencia para debatir
sobre la prescripción de las penas impuestas y el correspondiente sobreseimiento de la
causa, lo que significaba la libertad inmediata de su representado.
Agrega que, en la audiencia de 22 de agosto pasado, el recurrido negó lugar a la
solicitud de la defensa, señalando que no se daban los requisitos para decretar la
prescripción de la pena, pues para ello debe atender al delito por el cual fue condenado y
no a la pena en concreto impuesta, por lo que el plazo de prescripción es de cinco años y
no seis meses, lo que vulnera gravemente el derecho de la libertad de su representado.
A su juicio, los hechos expuestos dejan claro que en este caso ha habido una
vulneración a la libertad personal de su representado, infringiéndose las garantías
constitucionales, legales y reglamentarias contenidas en los artículos 19 número 7 letra b)
y 21 de la Constitución Política; los artículos 21, 93 número 7 y 97 del Código Penal; y el
artículo 250 letra d) del Código Procesal Penal, en el sentido que la decisión del recurrido
vulneró el derecho a la libertad de su representado, quien se encuentra cumpliendo
efectivamente una pena que se encuentra prescrita.
Sostiene que los argumentos expuestos han sido acogidos por la jurisprudencia
de los tribunales superiores de justicia, citando los fallos Rol 245-2018 Penal de la Corte de
Apelaciones de La Serena; Roles 23.268-2014 y 23.516-2014 de la Corte Suprema; Rol
1358-2015 Reforma Procesal Penal de la Corte de Apelaciones de Valparaíso y, por último,
Rol 40-2012 de la Corte de Apelaciones de Puerto Montt.
Finaliza solicitando que se tenga por interpuesto el recurso de autos, se declare
que la pena se encuentra prescrita, se decrete el sobreseimiento definitivo de la causa y se
disponga la libertad inmediata de su representado.
Acompaña a su presentación los siguientes documentos: Acta de audiencia de
revisión de penas y sentencia, efectuada con fecha 22 de agosto de 2018, en causa RIT
3351-2016, del Juzgado de Garantía de Ovalle; sentencia de fecha 20 de diciembre de 2016,
pronunciada en causa RIT 3351- 2016, del Juzgado de Garantía de Ovalle, en contra de
don E.R.C.A., con su correspondiente certificado de ejecutoria; Orden de ingreso N° 539 de
fecha 09 de julio de 2018, despachada en contra del imputado E.R.C.A., en causa RIT 3351-
2016 del Juzgado de Garantía de Ovalle y extracto de filiación y antecedentes de don
Esteban Rodrigo Collao Astudillo.
Que comparece don Javier Marchant Cabezas, juez suplente del Juzgado de
Garantía de Ovalle, informando al tenor del recurso, haciendo presente que el juez recurrido
no se encuentra en funciones en el tribunal por estar desempeñando la tarea de juez
suplente en el Juzgado de Garantía de Coquimbo, por lo que le corresponde informar al
tenor de lo solicitado.
Indica que el condenado recurrente fue sentenciado, en la causa RIT 3351-2016,
a la pena de 31 días de prisión en su grado medio, a la accesoria de suspensión de cargo
u oficio público durante el tiempo de la condena y la pena de multa de una unidad tributaria
mensual, por su responsabilidad como autor de un delito frustrado de hurto simple del
artículo 446 número 3 del Código Penal, ordenándose en la sentencia cumplir la pena
privativa de libertad de manera efectiva, con un día de abono.
Agrega que, encontrándose ejecutoriada la sentencia, se despachó orden de
aprehensión en contra del recurrente para el cumplimiento de la pena privativa de libertad
impuesta, remitiéndose la orden de detención al Registro Nacional de Prófugos de la
Justicia, a la que suma una segunda orden de aprehensión por la multa impuesta no pagada,
que se sustituyó por tres días de reclusión.
Que, luego de ser detenido y decretado el ingreso del recurrente al centro
penitenciario de Ovalle, la defensoría penitenciaria solicitó una audiencia para discutir la
prescripción de la pena, en la que a juicio del juez recurrido no resulta procedente la petición
de la defensoría, por cuanto la imposición de una pena inferior a 61 días de presidio o
reclusión a una persona, no transforma el delito cometido en una falta penal, ya que la pena
impuesta depende del juego de agravantes y atenuantes en relación con las facultades del
Ministerio Público de pedir penas más bajas, siendo esa la pena del ilícito cometido por el
imputado, en este caso un simple delito. Añade para reforzar su afirmación que, de acuerdo
al artículo 25 del Código Penal, podrán existir penas de multa para faltas, simples delitos y
crímenes, lo que se da en otras leyes especiales, por lo que no puede desprenderse que
por ser una pena menor se transforma en pena de falta, de lo que desprende que no se da
ninguno de los requisitos fijados por la ley para decretar la prescripción de las penas.
Acompaña a su informe los siguientes documentos: Sentencia ejecutoriada de 20
de diciembre de 2016, resoluciones de fecha 18 de enero y 17 de febrero de 2017, acta de
fecha 9 de julio de 2018, solicitud de 12 de agosto de 2018 y acta de la audiencia de 22 de
agosto de 2018.
Con fecha 29 de agosto de 2018, se ordenó traer los autos en relación.
CON LO RELACIONADO Y CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que según se desprende del texto del recurso de amparo interpuesto,
la vulneración a la garantía constitucional de la libertad personal del amparado, se
encontraría configurada, en este caso, al haberse decretado por el Juzgado de Garantía de
Ovalle el rechazo a la solicitud de prescripción de la pena efectuadas por la defensa y la
consecuente negativa al sobreseimiento definitivo en favor del condenado E.R.C.A., de lo
que derivó que éste continué privado de libertad en cumplimiento de una pena que juicio de
su defensa se encuentra prescrita.
SEGUNDO: Que, según lo expuesto por el recurrente y en el informe del tribunal
recurrido, la defensa efectuó una solicitud de declaración de prescripción de la pena y
sobreseimiento definitivo, habiéndose fijado una audiencia para su debate, en la cual el
Tribunal mediante resolución de 22 de agosto de 2018, decidió no dar lugar a la petición
que da motivo al recurso.
TERCERO: Que, en consecuencia, a la luz de los antecedentes expuestos, se
vislumbra que efectivamente el recurrente, lo fue a una pena de 31 días de prisión en su
grado medio y multa de 1 UTM, por el delito de hurto simple en grado de frustrado, de
manera que considerada la pena en concreto, ésta corresponde a una pena de falta,
conforme lo dispone el artículo 21 del Código Penal, siendo el plazo de prescripción
establecido por el artículo 97 del referido cuerpo legal, el de seis meses, término que ha
transcurrido con holgura, inclusive en la hipótesis del artículo 100 del Código Penal,
debiendo hacerse presente que revisado el extracto de filiación y antecedentes del
sentenciado, éste no registra condenas posteriores.
Que así, concurriendo los requisitos que hacían procedente la prescripción de la
pena que le había sido impuesta en causa Rit N° 3351-2016 del Juzgado de Garantía de
Ovalle, y siendo así procedente el sobreseimiento definitivo de la causa referida,
corresponde acoger la acción interpuesta.
Y visto, además, lo dispuesto en el artículo 21 de la Constitución Política de la
República, se ACOGE, el recurso de amparo deducido por doña Leslie Zapata Lizardi en
favor del sentenciado E.R.C.A., dejándose sin efecto la resolución dictada con fecha 22 de
agosto de 2018, en cuanto no dio lugar a la solicitud de prescripción de la pena y
sobreseimiento en causa Rit N° 3351-2016 del Juzgado de Garantía de Ovalle, y en su
lugar se decreta el sobreseimiento definitivo respecto del sentenciado ya individualizado
por encontrarse prescrita la pena que le había sido impuesta, disponiéndose su libertad
inmediata en caso que no se encontrase recluido por motivo diverso al de la presente acción.
Comuníquese por vía idónea al Juzgado de Garantía de Ovalle y al Centro de
Detención Preventiva de Ovalle.
Notifíquese, regístrese y archívese.
Rol N° 182-2018 Amparo.-Pronunciado por la Segunda Sala de la Ilma. Corte de
Apelaciones de La Serena integrada por los Ministros titulares señor Jaime Franco Ugarte,
señor Humberto Mondaca Díaz y el abogado integrante señor Marcos López Julio.
Pronunciado por la Segunda Sala de la C.A. de La Serena integrada por los Ministros (as)
Jaime Eduardo Franco U., Humberto Manuel Mondaca D. y Abogado Integrante Marcos
López J. La Serena, treinta de agosto de dos mil dieciocho.
TEXTO COMPLETO
Normas asociadas: L20580; L18.290 art. 196 y art. 110; CPP Art. 373 B)
VISTOS,
Que la Defensora Penal Pública, abogado Rosa Álvarez Flores en representación
de don M.E.C.M, en causa RUC: 1701029739-7, Rol Interno del Tribunal: 1848-2018, ha
deducido recurso de nulidad en contra de la sentencia definitiva dictada con fecha 27 de
agosto de 2018 en cuya virtud se condenó a su representado como autor de un delito de
manejo en estado de ebriedad a la pena de 61 días de presidio menor en su grado mínimo,
multa de dos unidades tributarias mensuales, a la suspensión de su permiso o licencia para
conducir vehículos motorizados por el término de cinco años y a las accesorias legales de
suspensión de cargo u oficio público por el tiempo de la condena, por su responsabilidad
como autor de un delito de conducción de un vehículo motorizado en estado de ebriedad,
previsto y sancionado en el artículo 196 en relación con el artículo 110, ambos de la Ley
18.290, en grado consumado, perpetrado en la comuna de La Serena, el día dos de
noviembre del año dos mil diecisiete.
El recurso se funda en la causal única del artículo 373 letra b) del Código Procesal
Penal, esto es, cuando, en el pronunciamiento de la sentencia, se hubiere hecho
una errónea aplicación del derecho que hubiere influido sustancialmente en lo dispositivo
del fallo.
Declarado admisible el recurso, se llevó a efecto la audiencia correspondiente y se
fijó para la lectura del fallo el día 30 de octubre a las 12,00 horas.
CON LO RELACIONADO Y CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que la recurrente señala que el motivo de la causal se dirige a
impugnar la decisión del Tribunal de la instancia en la parte que condena a su defendido a
la pena copulativa de suspensión de licencia de conducir por el término de cinco años.
Agrega que, el Ministerio Público le imputó participación a su defendido por un
hecho constitutivo de conducción en estado de ebriedad, sin causar lesiones o daños. Que
en la audiencia de procedimiento simplificado realizada el día 27 de agosto de 2018, su
defendido admitió responsabilidad en los hechos y que se dictó sentencia condenatoria a
su respecto imponiendo las sanciones referidas precedentemente.
Agrega que en cuanto a la condena a la pena copulativa de suspensión de licencia
de conducir lo fue a una mayor que lo que legalmente le corresponde pues, para tal efecto
el Tribunal a quo consideró la circunstancia de haber sido condenado anteriormente por
otros delitos de la misma naturaleza, especialmente la última condena que registra en su
extracto de filiación y antecedentes, lo que constituye un error de derecho que ha influido
sustancialmente en lo dispositivo del fallo.
Agrega que, si bien su representado ha sido condenado anteriormente por hechos
de naturaleza similar, no lo fue bajo la vigencia de la ley 20.580 de 15 de marzo de 2012,
que elevó la penalidad del manejo en estado de ebriedad –y en lo que interesa al recurso
–la suspensión de la licencia de conducir a cinco años en caso de reincidencia pues, los
hechos que motivan dichas sentencias son anteriores a la dictación de la ley 20.580 no
pudiendo considerarse para los efectos de agravar la pena privativa de libertad ni las
copulativas, entre las que se cuenta la suspensión de la licencia de conducir, en atención a
los principios de legalidad y de irretroactividad. Señala jurisprudencia de esta misma Corte
para fundar sus dichos en relación a los principios citados.
Señala que en el asunto en estudio y, según se acreditó por el Ministerio Público
en la audiencia respectiva, su representado fue condenado por delitos de la misma especie
en dos ocasiones previas: La primera de ellas, en causa RIT: 2785- 2005 dictada con fecha
04 de octubre de 2005 por hechos ocurridos el día 09 de enero del mismo año y, la segunda,
en causa RIT: 281-2012, con fecha 20 de junio de 2012, pero por hechos acaecidos el 07
de agosto de 2011; ambas causas corresponden al Juzgado de Garantía de La Serena.
Refiere que la Ley 20.580 que modificó el artículo 196 de la ley 18.290 entró en vigencia el
15 de marzo de 2012, esto es, con posterioridad a la fecha de comisión de los dos ilícitos
que motivaron las sanciones anteriores de su representado, no resultando aplicable la
sanción copulativa de suspensión de licencia de conducir en el rango fijado por el Tribunal,
sino en el de dos años solamente.
Señala que la errada interpretación del derecho que se ha expuesto ha influido en
lo dispositivo del fallo imponiendo una pena superior a la que legalmente le corresponde a
su representado. Que de haberse aplicado la normativa vigente a la época de acaecimiento
de los hechos anteriores, la pena de suspensión de licencia de conducir no hubiese
superado los dos años, por lo que la trascendencia del vicio es manifiesta.
Solicita finalmente a esta Corte, acoger el recurso interpuesto y, en mérito de la
única causal alegada, se proceda a dictar sentencia de reemplazo, imponiendo a su
representado la pena de suspensión de licencia de conducir por el plazo de dos años.
SEGUNDO: Que, se tiene presente que la Ley 20.580 que modificó el artículo 196
de la ley 18.290, entró en vigencia el 15 de marzo de 2012. Que el inciso primero del referido
artículo 196, a propósito de la entidad de las sanciones cuya intención está contenida en el
Mensaje de la Ley modificatoria, quedó del siguiente nuevo tenor: "(…)además de la
suspensión de la licencia para conducir vehículos motorizados por el término de dos años,
si fuese sorprendido en una primera ocasión, la suspensión por el término de cinco años,
si es sorprendido en un segundo evento y, finalmente, con la cancelación de la licencia al
ser sorprendido en una tercera ocasión", con lo cual la pena accesoria se vinculó al número
de oportunidades en que se haya cometido el ilícito.
TERCERO: Que esta Corte ya se ha pronunciado sobre esta materia, la que
consiste en definitiva en determinar si la sanción de suspensión de licencia de conducir
vehículo, agravada por la nueva ley 20.580, corresponde aplicarla para el caso de un
condenado que ya fue sancionado en oportunidades anteriores, pero con anterioridad a la
vigencia de la citada Ley.
CUARTO: Que para resolver este asunto es menester referirse a los principios de
legalidad en materia penal y retroactividad de la ley penal. Que para el caso del primero y
siguiendo a la doctrina nacional esta Corte ha dicho que el principio de legalidad es aquel
por el cual no hay delito ni es posible la imposición de una pena sino cuando existe una ley
que incrimina el hecho respectivo, estableciendo además la clase de castigo a que se
encuentra sometido. Que además se reconoce que este principio posee sustento
constitucional en el artículo 19 Nº 3, y que en la legislación ordinaria, está reconocido
expresamente en los artículos 1 y 18 del Código Penal, norma esta última que presenta un
grado de desarrollo del principio de irretroactividad de la ley penal, ya que su inciso primero
dispone que ningún delito se castigará con otra pena que aquella que señale la ley
promulgada con anterioridad a su perpetración.
Igualmente siguiendo a la doctrina nacional (Guillermo Oliver Calderón “El
fundamento del principio de irretroactividad de la ley penal, Revista de Derecho de la
Universidad Católica de Valparaíso XXI; Valparaíso, Chile, año 2000), se ha declarado que
el principio de irretroactividad de la ley penal, tiene su fundamento en la seguridad jurídica
de los habitantes. Seguridad de que no verán afectadas sus libertades individuales en forma
arbitraria por parte de los órganos del Estado, y por tanto no se puede conceder efecto
retroactivo a las leyes punitivas, pues de lo contrario no podrían saber a qué atenerse al
momento de comportarse (Corte de Apelaciones de La Serena rol 79-2016).
QUINTO: Que, en el caso de autos, resulta claro concluir que no se puede agravar
una pena por circunstancias ocurridas bajo el imperio de otra norma respecto de una
materia que era de menor intensidad. En consecuencia, de todo lo dicho previamente
aparece que al haberse impuesto al condenado la pena copulativa de suspensión de cinco
años de la licencia con arreglo a la modificación introducida por la Ley 20.580 al artículo
196 de la Ley 18.290 y que entró en vigencia el 15 de marzo de 2012, considerando hechos
ilícitos cometidos antes de esta última fecha, se ha incurrido en una errónea aplicación del
derecho que ha influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo, puesto que se ha violado
con ello toda la normativa constitucional y legal ya señalada, configurándose así la causal
de nulidad invocada por la defensa y por tanto corresponderá acoger el recurso en los
términos formulados por la defensa.
Por estas consideraciones, y lo dispuesto en los artículos 372, 373 letra b), 376 y
385 del Código Procesal Penal, SE HACE LUGAR al recurso de nulidad interpuesto por
doña Rosa Álvarez Flores, defensora penal pública de la Serena, en contra de la sentencia
dictada por el Juez de Garantía de La Serena don Pedro Rojas Castro, de fecha 27 de
agosto de 2018, de manera que se declara NULA la indicada sentencia, procediéndose a
continuación pero separadamente, a dictar una de reemplazo conforme a derecho.
Regístrese y comuníquese
Redactada por la abogada integrante, Elvira Badilla Poblete Rol Nº 535-2018 Penal.
Pronunciado por la Segunda Sala de la Corte de Apelaciones de La Serena,
integrada por los Ministros Titulares señor Jaime Franco Ugarte, señor Christian Le-Cerf
Raby y la abogada integrante señora Elvira Badilla Poblete (No firma señor Le-Cerf por
encontrarse en comisión de servicio, sin perjuicio de haber asistido a la vista y acuerdo de
la causa).-
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Normas asociadas: CPR ART. 19 N° 3; CPP ART. 176, 181, 227, 228.
Tema: Recurso de Apelación; Garantías constitucionales.
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Descriptores: Delito tentado; homicidio simple; legítima defensa; otros delitos ley
de control de armas; porte de armas
SINTESIS: MP había acusado a cuatro imputados por los delitos de porte ilegal de
arma de fuego y, conjuntamente, a tres de ellos por el delito de homicidio simple frustrado
y el restante de ellos por el delito de homicidio simple consumado. Sin embargo, el TOP
absuelve a uno de ellos por del delito de homicidio tentado (1) por configurarse todos los
requisitos penales de la legítima defensa propia del art. 10 n°4 del CP, al acreditarse que
(2) “que cuatro sujetos se trasladaron en un vehículo portando armas de fuego, efectuando
disparos desde el vehículo contra M.P. frente a su domicilio, quien, de modo racional y
proporcionado al ataque, se defendió sin que hubiese existido una provocación previa, al
menos ella no resultó acreditada”(Considerandos 6° y 7° y 10°)
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