PROSTATA

La próstata es una glándula particular del varón. Se encuentra ubicada por debajo de la vejiga, englobando la porción proximal de la
uretra y su función es contribuir a la formación del líquido seminal. Pero, distintas afecciones, entre ellas tumores benignos o malignos
(cáncer), pueden afectarla. Habitualmente, la hipertrofia prostática benigna (HPB) constituye un agrandamiento de la glándula que
produce trastornos al orinar. Para esto es necesario resecar ese exceso de tejido responsable de la obstrucción, con un proceso local
que requiere exclusivamente un tratamiento puntual.

El cáncer de próstata constituye uno de los dos tumores más frecuentes en la población masculina; junto con el cáncer de pulmón
representan el 20% de todos los nuevos cánceres diagnosticados cada año.

El cáncer de próstata es una entidad íntimamente relacionada con la edad -es extremadamente raro en varones menores de 45 años-
va que se trata de una degeneración habitual del tejido prostático normal cuya incidencia progresa con el devenir del tiempo.

En la mitad de los hombres mayores de 70 años fallecidos, se encuentran focos microscópicos de esta enfermedad en las autopsias,
aunque no hayan presentado ninguna manifestación clínica de este problema vinculado a su deceso.

La degeneración del tejido prostático adquiere gran significación con el progresivo aumento de la sobrevida promedio de la población
occidental. Hipotéticamente, si todos viviéramos más de 100 años, una proporción alarmante de hombres padecería el yugo de esta
enfermedad.

Los síntomas de presentación del cáncer de próstata son similares a los antes mencionados de la hipertrofia prostática benigna (HPB):

 Disminución de la potencia del chorro al orinar

 Despertarse para orinar varias veces durante la noche.
 Sensación de no poder vaciar completamente la vejiga, etc.

Tanto la manifestación benigna como la maligna, exigen una minuciosa evaluación integral del paciente, particularmente aquellos
mayores de 50 años.

Tradicionalmente, esta evaluación incluye un tacto rectal, procedimiento ampliamente difundido por su simplicidad y bajo costo.

Sin embargo, este método para detectar cáncer de próstata, en nuestro medio cultural es muy resistido y además en sujetos
asintomático, su eficiencia es extremadamente baja (0.2%). La ecografía prostática, particularmente la transrectal, constituye un
método complementario de valor en la detección de esta enfermedad. Se trata de una simple ecografía (diagnóstico de imágenes por
ultrasonido) con la salvedad que el transductor (emisor y receptor de la señal) se coloca en el recto facilitando una evaluación más
acertada y que, además, permite la obtención material (biopsia) de las zonas sospechosas. Por sí sola tiene 12 veces más sensibilidad
que el tacto rectal en hombres sin síntomas, aunque muchas de las biopsias realizadas resultan negativas.

Otro método es detectar el Antígeno Prostático Específico (PSA), que es una proteína exclusivamente presente en las células
prostáticas benignas y malignas, y que puede medirse en sangre. Este marcador aumenta en la HPB y en el cáncer de próstata, pero su
incremento presenta distintos rangos que permiten una separación estadística.

Los pacientes con valores francamente elevados de PSA, tienen una alta tendencia de presentar tumores malignos, mientras que los
valores elevados cercanos a lo normal tendrán mayores posibilidades de presentar HPB. Además hay una clara relación entre el nivel
del PSA y la extensión tumoral.

Este método presenta algunas ventajas comparativas: es reproducible, tiene buena aceptación ya que no es doloroso ni molesto, no
depende del operador que haga el estudio y permite al médico determinar la conveniencia o no de estudios más profundos.

Sumado a una ecografía transrectal anormal, el índice de detección de cáncer de próstata asciende al 60% y si a esto se suma el tacto
rectal patológico, el porcentaje de detección crece a más de un 75%.

Por lo tanto, en un control periódico que valore el diálogo con el paciente y las dolencias referidas por el mismo, la estrategia más
recomendable, es la de combinar los métodos antes descritos.