Identidad

El concepto de identidad es un elemento básico para el análisis y comprensión de las acciones e

interacciones socioculturales. No obstante, debido al carácter polisémico que históricamente se ha
asignado al término y a las diversas consideraciones identitarias formuladas por distintas
corrientes ideológicas en América Latina, la definición de identidad constituye un reto particular
que deben salvar los miembros de una colectividad desde su propia perspectiva y con las
herramientas culturales de que disponen.

Como ejemplo de lo anterior encontramos la declaración de la Coordinadora de Comunidades

Mapuche en Conflicto Arauco-Malleco (CAM)1 respecto a la vital importancia de que se
reconstruyan sus espacios sagrados para ejercer una práctica cultural más consistente; el rechazo
del Congreso Nacional Indígena (CNI) a los factores que debilitan su identidad, como el caso de
las diversas expresiones religiosas que además de provocar divisiones comunitarias, han
insertado elementos culturales ajenos a las tradiciones de los pueblos2; y, la oportuna
manifestación de la Coordinación de Organizaciones Indígenas de la Amazonía Brasileña
(COIAB) de la necesidad de concientizar a la sociedad nacional para que esta valore las distintas
identidades étnicas, formas de organización social, costumbres, lenguas y tradiciones.

Asimismo, a efecto de que los indicadores correspondientes a esta variable reflejarán la relación
constante que existe entre identidad y cultura, se incorporaron aquellos elementos que al
modificarse alteran inevitablemente la identidad de grupo y constituyen al mismo tiempo,
indicios de otro tipo de transformaciones. Ejemplo de esto son las lenguas indígenas y su
desplazamiento en zonas urbanas.

la consecuencia de las formas de interiorización de la cultura, es decir, “el conjunto de repertorios

culturales interiorizados (representaciones, valores, símbolos...), a través de los cuales los actores
sociales (individuales o colectivos) demarcan sus fronteras y se distinguen de los demás
actores”.3

Reconocimiento de la identidad colectiva. La afirmación jurídica de las diversas formas de

identificación colectiva -definida desde el punto de vista indígena- constituye la concretización
del deseo de distinción inherente a la construcción de identidades. Por lo tanto, es a partir del
reconocimiento legal de las identidades colectivas y la aceptación de sus símbolos, que dichas
identidades emergen frente a las sociedades nacionales.

Afirmación legal del plurilingüismo nacional. Siendo este elemento considerado como un eficaz
indicador de la identidad étnica por su potencialidad de cohesión social, la incorporación del
reconocimiento oficial de las distintas lenguas indígenas a la legislación internacional y/o
nacional, representa un avance fundamental en el desarrollo y protección de los derechos de los
pueblos indígenas.

1
Proyecto de liberación nacional, lucha continental indígena y proyecciones. Una mirada desde la CAM
2
Conclusiones de la 8ª Asamblea Nacional del Congreso Nacional Indígena celebrada el 18, 19 y 20 de noviembre de 2001.
3
Reina, Leticia. Los retos de la etnicidad en los estados nación del siglo XXI. Ciesas, México, (Pp. 45-67).
No prohibición del ejercicio público de las prácticas espirituales indígenas. A diferencia de lo que
ocurre en otras sociedades, para los pueblos indígenas las prácticas religiosas forman parte de su
interacción comunitaria y determinan en gran medida los valores de una sociedad, sus costumbres
e incluso la conducta individual de sus miembros. Por esa razón, la posibilidad de ejercer
libremente sus prácticas espirituales se traducen en la protección de sus distintas formas
identitarias.

Reconocimiento del concepto de identidad como criterio censal. La incorporación del concepto
de identidad como criterio censal, conlleva a una mayor visibilización de los grupos indígenas y
sus problemas concretos, propicia el desarrollo de planes y programas específicos y habla de un
interés del Estado por atender las necesidades de las comunidades indígenas.