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en la revista
Indisciplina : estética política y ontología
s / Nata lia Lorio ... [et al.] ; edita do por
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ner ; Guad alupe Luce ro ;
Noelia Billi ; Paula Fleis
go de Natal ia Lorio . - 1a ed ilustr ada. - Ciudad
prólo
ones, 2018.
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PRIG 2016-
Argentina en el pensa mient o estéti co francé s e italiano
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contemporáneo”
naturaleza en lo
2018-2019 “Naturaleza no humana y
de lecturas críticas
humano. Nuevas perspectivas a partir
tora Noelia Billi), y ha
del materialismo posthumano” (direc
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Colectiva Materia (coord.)
149
Bajo materialismo
1. Pierre Macherey privilegia los desarrollos del materialismo durante esta época del
pensamiento de Bataille toda vez que “sus rasgos fueron trazados con un máximo,
incluso un exceso, de agudeza, revelando simultáneamente los aspectos antagónicos
de la coyuntura intelectual y cultural dentro de la cual se situaba, particularmente
bien ilustrados por el debate que se dio entonces entre Bataille y Breton”, Pierre Ma-
cherey, ¿En qué piensa la literatura?, trad. r. sierra Mejía, siglo del hombre, Bogotá,
2013, p. 143.
150 Noelia Billi
2. Así lo indica Denis Hollier, “el valor de uso de lo imposible”, cfr. supra, p. 40 y ss.
3. Ibid., p. 34.
4. esta lógica se plasma en los ensayos visuales de Documents. Más adelante volvere-
mos a ello.
Bajo materialismo (¿vegetal?) 151
Diccionario materialista
5. Michel Leiris, “Alberto Giacometti”, Documents, 1929, n° 4, p. 210. [en este ar-
tículo, como en todos los del presente libro, se citan los artículos de la revista Docu-
ments de acuerdo a la edición facsimilar prologada por Denis Hollier (Paris,
Jean-Michel Place, 1991)].
6. Vale mencionar aquí las lecturas contrapuestas de los comentadores acerca de la
cuestión de la pos-vida de lo consumido. Mientras Denis Hollier identifica la materia
con aquello que “no dura” y que, por tanto, no deja huella ni recuerdo, Benjamin
Noys quiere acercar la posición batailleana a la de Jacques Derrida y entiende que
para que tal cosa sea posible debe haber una restancia luego de la consummation. Cfr.
Denis Hollier, “el valor de uso de lo imposible”, supra, y Benjamin Noys, “Georges
Bataille’s Base Materialism”, Cultural Values, vol. 2, n° 4, 1998, pp. 499-517.
152 Noelia Billi
de Freud una noción de “materia” que esté a la altura del “bajo mate-
rialismo” implica una alteración de todas las concepciones materialistas
habidas hasta el momento. en efecto, tanto desde los materialismos
clásicos como desde el materialismo marxiano, el “hecho” psicológico
y/o social era una derivación de estructuras (fisiológicas, económicas,
políticas) y, como tal, era reductible a constelaciones de sentido de un
nivel (superior o inferior) distinto. A este respecto, debemos acordar
con P. Macherey cuando indica que la búsqueda batailleana apuesta
por lo concreto de la “dialéctica de lo real”9 debido a que “la idea de
lo concreto debía sustraerse a la oposición de lo subjetivo y de lo ob-
jetivo, siendo esta última reconocida como artificial. Y entonces la
tentación de reducir lo objetivo a lo subjetivo o lo subjetivo a lo
objetivo era al mismo tiempo invalidada”10.
en el marco de esta coalescencia de lo subjetivo y objetivo que Ba-
taille denominaba como “hecho bruto” persistía, sin embargo, un im-
pulso dualista que impugnaba en el nivel más fundamental la totali-
zación que el monismo parecía imponer. en efecto, el pensador francés
parece buscar en la antropogénesis el sitio en que lo humano emerge
de la escisión que lo divide y lo hace estar perpetuamente contra sí
mismo. en este sentido, podría decirse que el recurso a lo “primitivo”
en Bataille como emplazamiento del impulso materialista (que en lo
sucesivo sería ocultado por la metafísica y la ontología) se relaciona
con ese ámbito en el cual, en estado naciente, lo humano no se separa
de lo “bajo” sino que se reconoce aún como parte de ello, en un pan-
teísmo que relanza hacia la esfera de lo “sagrado” los elementos per-
turbadores que en el mundo ordenado son acallados, soterrados o li-
mitados por una economía del intercambio. en efecto, en la economía
general (enfoque propuesto en un ensayo bastante posterior, La part
maudite, de 1949), lo que no puede ser más que dualista es la antro-
9. De aquí que los comentadores del materialismo de Bataille remitan siempre sus
planteos al artículo que Bataille publica en colaboración con raymond Queneau en
Critique sociale: “La critique des fondements de la dialectique hégélienne” (1932)
en Georges Bataille, Œuvres Complètes: 1922-1940. Premiers écrits (t. 1), Gallimard,
Paris, 1970, pp. 277-290.
10. Pierre Macherey, ¿En qué piensa la literatura?, trad. cit., p. 151.
Bajo materialismo (¿vegetal?) 155
pología y, por ende, las ciencias que de ella se desprenden. sin embargo,
el cuadro general es monista en cuanto a que la partida de juego es
dominada por “la materia viva en general”, cuyo excedente sirve hasta
un cierto punto para crecer y, luego, debe disiparse11. Pero entonces el
dualismo (aún si es reconducido a lo sagrado y lo profano como prin-
cipios antropogénicos) constituye la limitación de aquella economía
general, aunque más no sea por el hecho de que el impulso “material”
de la comunión sagrada es obstruido sistemáticamente por la necesidad
profana de orden y jerarquía. en esta línea, otras entradas del diccio-
nario crítico muestran al hombre como un ser que, al perder su ani-
malidad, ha dejado ir también “la crueldad inocente, la monstruosidad
opaca de los ojos […], el horror ligado a la vida como un árbol a la
luz”12. obtendremos más detalles de este planteo si nos adentramos
en el artículo donde Bataille elabora una versión más consistente
(desde el punto de vista ontológico) del materialismo. se trata de “el
bajo materialismo y la gnosis”, de 193013.
El materialismo sagrado
17. Ibid., p. 8.
18. Ibid., p. 6.
19. Ibid., p. 2.
20. en efecto, la decapitación, la pervivencia del cuerpo sin cabeza, ha sido uno de
los modos en que desde diversas partes del mundo cultural europeo se ha manifes-
tado la “muerte de Dios”.
158 Noelia Billi
imágenes pueden ser estudiadas bajo diversos signos27. Por una parte, 167
26. Véanse también las fotografías de dedos gordos en primerísimos planos que
acompañan al artículo “Le gros orteil”, Documents, 1929, n° 6, p. 297. 122
27. Vale aclarar que si nos detenemos sólo brevemente en las imágenes se debe a que
otros artículos de este libro hacen un análisis pormenorizado de estos temas.
28. De hecho, su obra no sólo se utilizó para el estudio de la morfología vegetal sino
también para la creación de motivos ornamentales.
Bajo materialismo (¿vegetal?) 161
29. un movimiento totalmente opuesto se halla en relación con los animales, cuya
presencia, simbología, representación e imágenes son tematizados infatigablemente
en cada número de la revista. De esto se ocupa con detalle el artículo de Paula
Fleisner en este mismo volumen.
30. Marcel Griaule, “totémisme abyssin”, Documents, 1929, n° 6, pp. 316-319.
Bajo materialismo (¿vegetal?) 163
31. Ibid., pp. 316 y 318. remarco que esta es la concepción de totemismo que
Griaule maneja (y cuestiona) en esta época porque es una noción muy disputada en
las diferentes teorías antropológicas. Cfr. Claude Lévi-strauss, El totemismo en la ac-
tualidad, trad. F. González Aramburo, México/Buenos Aires, FCe, 1965.
32. Desde este tipo de lecturas de los sistemas de organización no occidentales es que
han surgido todas las teorías acerca de los multiculturalismos, en los cuales se insiste
en afirmar a la “naturaleza” como dato a partir del cual surgen una diversidad de in-
terpretaciones, quedando, en consecuencia, la diversidad del lado de la “cultura”. es
decir, se parte del axioma de lo humano como “animal cultural”. en contraste, otras
corrientes antropológicas han planteado la radical puesta en entredicho de esa distri-
bución naturaleza-cultura a partir de modos de existencia que no asumen que la di-
versidad debe ser atribuida a los particularismos de la cultura. es paradigmático, en
este sentido, el trabajo de Viveiros de Castro con los pueblos amerindios, quienes
plantearían una cultura única (la humana) y una naturaleza diversa, algo que el in-
vestigador llama multinaturalismo o perspectivismo amerindio. Cfr. eduardo Viveiros
de Castro, Metafísicas caníbales. Líneas de antropología post-estructural, trad. s. Mas-
trangelo, Buenos Aires, Katz, 2011.
164 Noelia Billi
34. en el artículo antes referido “el dedo gordo”, se asocia la evolución del hombre
(desde el mono) como un convertirse en árbol, identificando el bipedismo con la
erección vertical del árbol desde el suelo.