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Sábado, 6
de noviembre
de 2010
El perseguidor
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EL BUEY SOBRE EL TEJADO TORUNN ØSTREM OSSUM
“La herencia cultural siempre
Acerca de Lydia Lunch influye en la interpretación”
por la entrevista de
KATERYN LORENZO A. JOSÉ FARRUJIA DE LA ROSA
UNACONVERSACIÓN CON
C. BRIAN MORRIS
El hispanista británico revela
las claves de la poesía de
Pedro García Cabrera
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C. Brian Morris (Gales, 1933) descubrió a Pedro García Cabrera casi por casualidad, mientras recopilaba material para un libro sobre el
surrealismo en España y encontró viejos ejemplares de Gaceta de arte, revista en la que colaboró el poeta de Vallehermoso, La Gomera. Morris,
profesor emérito de Español en la Universidad de California Los Ángeles (UCLA) ha vuelto a Tenerife para participar en las jornadas Pedro
García Cabrera: nuevas perspectivas de un autor vivo, organizadas por la Fundación que lleva su nombre, donde reivindicó la vida y obra de un
escritor al que injustamente se ha relegado en las letras españolas del siglo XX por haber nacido “en la periferia”.
Elena Pradal. / DA
El último baile no es
un libro complicado
donde el lector se vea
obligado a buscar
complejas claves para
entenderlo. Tampoco
es un libro de
ambiente necrológico
porque su tema
principal sea la
muerte, uno de los
temas universales de
la literatura. No creo
que haya un solo
lector que, ante este
libro, se vea afectado
por algún
sentimiento doloroso
o funerario, porque
éste es un libro para
la reflexión, para
conocer a su autora
ellos porque los que hablan están muertos coinciden en que la muerte termina equi-
E
lena Pradal es italiana y vive tura. No creo que haya un solo lector que, El último baile es un poemario clara- Los personajes hablan con la sabiduría
en el sur de Tenerife. Es tam- ante este libro, se vea afectado por algún mente deudor de la Antología de Spoon del testigo. Han visto desvanecerse el
bién poeta y ensayista y, hasta sentimiento doloroso o funerario, porque River, un libro excepcional en la poesía esfuerzo de la vida, pero son conscientes
ayer, su obra sólo estaba edi- éste es un libro para la reflexión. Pero norteamericana y de origen misterioso, de la vanidad de todo. Y ese mismo sen-
tada en italiano. Ahora acaba como cualquier libro, es también un arte- pero atribuido a Edgar Lee Masters. Uno timiento anima el resto de los cuaderni-
de publicar, en Ediciones Idea, su pri- facto para intentar conocer lo que piensa de esos casos en los que un libro adquiere llos: La nube, Una rana en el pantano, La
mer libro en español. Se trata de El último su autora si convenimos que escribir es fama por encima de su autor. En ese libro muda y Dentro del ámbar, también escritos
baile, un poemario compuesto por siete una forma de decir lo que uno piensa. los personajes se suceden unos a otros entre Italia y Tenerife y donde el pensa-
cuadernillos en los que otorga voz a sus Lo que pienso yo es que estamos ante hablando de su propia muerte durante miento budista se hace presente con más
personajes para narrar, entre otras histo- un libro donde no hay ni despliegues emo- más de doscientos poemas, escritos como claridad.
rias, la gran tragedia de la destrucción de cionales, ni contención poética porque epitafios de un cementerio, en la colina de Hay en este libro algo como una voz eva-
las ciudades de Pompeya y Hércules. Un todos los personajes que hablan lo hacen un pueblo ignoto del medio oeste nortea- nescente y única que parece valer para
canto coral no sólo inspirado en dos vol- desde la constatación de los hechos. Esos mericano. Si en Antología de Spoon River todos los personajes. Pero también al
canes, el Teide y el Vesubio, sino escrito personajes habitan una tierra de emocio- se enjuician los aspectos morales de los revés: muchas voces que son sólo una. Una
enteramente en Tenerife. nes ordinarias y se hacen a sí mismos las pueblos sumidos en la hipocresía local y la voz intimista que sabe de la fragilidad del
El último baile no es un libro complicado preguntas más elementales sobre su exis- estrechez de horizontes, en El último baile individuo y cuenta fragmentos aislados de
donde el lector se vea obligado a buscar tencia, que ya poco sentido tiene. La se habla desde el conocimiento de los una historia mayor que siempre es la
complejas claves para entenderlo. Tam- muerte es una emoción ordinaria para hechos y casi desde la broma. Pero ambos misma y siempre es distinta.
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KATERYN LORENZO pretendía ser sinónimo de inno- acompañarse del pago por sus
vación y heterodoxia de estilos: servicios; por el contrario, no
pudo tratarse de una evolución tiene reparos en hablar sobre sus
(Lydia Lunch actuará esta noche en El donde se ampliaran los límites obras y proyectos actuales por
Tanque de Santa Cruz de Tenerife, dentro del género, pero quedó en una tratarse de promoción y cualquier
del festival Keroxen10). corriente progresiva sin ese solicitud es bien recibida.
carácter amenazador y escanda- Entre un sinfín de entrevistas y
El siguiente texto fue dejado en redacción loso del punk. Las discográficas declaraciones, Lunch dice que es
sin firmar. Sólo constaba una pequeña nota estadounidenses convirtieron el adicta a la adrenalina, por eso no
que advertía: “He visto al Buey vestir con New Wave en una etiqueta se afana en curar sus obsesiones
gabardina de aterciopelo negro”. comercializable, aquellos que sino que las canaliza en su obra.
simpatizaban con el punk fueron Cuando le preguntan cuál de las
encasillados en la nueva aguas, música o palabra, es más
corriente y, con ello, evitaron que turbulenta, responde que es un
S
e mudó a Barcelona cuando se les viera de forma negativa. El tiburón y ambas son igual de
Bush ganó su segunda legisla- mercado y la industria, como importantes, que la música está
tura y desde entonces se ha ente de poder y no sin el apoyo al servicio de la palabra, que con
hablado mucho de ella. La lla- neofascista del entonces presi- la música se seduce más pero
man “Reina de Siam”, heroína dente de Estados Unidos, aplaca- todo empieza con la palabra, y
de la No Wave, musa del underground neo- ron la rebelión. Pero no todo que, al fin y al cabo, lo que real-
yorquino, una de las artistas performati- estaba perdido. mente le interesa es crear proble-
vas más influyentes de Nueva York, maes- De manera casi simultánea, mas al público. Y, a propósito de
tra del spoken word, terrorista de la pala- emerge una réplica procedente la palabra, vamos a detenernos
bra. de la subcultura neoyorquina. Se en Paradoxia, relato autobiográ-
Se trata de Lydia Lunch y, antes que trata de la No Wave, un evidente fico que Lunch publica en 1997
nada, es preciso hacer una consideración juego de palabras que pone de donde la protagonista es una
previa. Al hablar de movimientos artísti- manifiesto su naturaleza experi- depredadora, una chica que vive
cos solemos pasar por alto las implicacio- mental a la vez que demuestra el y se comporta como un hombre.
nes a las que conllevan el uso de la lengua. abierto rechazo al carácter Los escenarios de este diario vital
Me refiero a una obviedad: cuando habla- comercial de la New Wave. A son las calles o los garitos donde
mos de un momento específico en la histo- pesar de que no prima ningún caza a las víctimas que le acom-
ria del arte, lo hacemos gracias a una ter- estilo o género definido, los gru- pañaran en un descenso al sub-
minología que hace posible manejar con- pos comparten rasgos comunes mundo de las drogas y el sexo
ceptos generales. La mayoría de las veces como los ritmos atonales repeti- explícito bajo la premisa de que la
son las élites del poder quienes dan nom- tivos y letras de marcado tono realidad es mucho más perversa
bre al fenómeno estético y seleccionan a nihilista. Y es en este punto e interesante que la fantasía. Dice
los autores-obras que lo integran, dotán- donde se sitúa al personaje que nos ocupa. Bookslut que la protagonista de Lunch
dolo así de cohesión con la finalidad de A los dieciséis años, Lydia Lunch se ins- escribe como un hombre y que pertenece
hacerlo manejable. Pero este proceso tala en una comuna donde comparte casa al grupo de Blanchot, Bataille y Foucault,
implica una simplificación de los distintos con artistas en Nueva York, entre estos y al de Selby o Genet. Comentar esto ocu-
niveles de dicho fenómeno cultural y Katty Bruce, y gana el apodo de Lunch por paría muchas líneas, así que me limitaré a
excluye a todo modelo que se aleje del robar almuerzos para sus hambrientos decir que Paradoxia es un texto crudo y
recién creado canon. Por suerte, siempre colegas. Formó parte, junto a James brutal, una suerte de tráiler donde las imá-
queda un espacio periférico habitado por Chance, de la fugaz banda Teenage Jesus genes y experiencias se suceden a ritmo
marginados que, por norma general, & The Jerks en 1976, grupo que participa vertiginoso para concluir en un retiro que
resultan mucho más interesantes. en la compilación No New York, con las Paradoxia es un texto promete un refugio a la cordura.
Tal es el caso del rock a finales de 1976. bandas Contrortions, D.N.A. y Mars. No Los caminos que continúa transitando
El punk es un estilo que reacciona contra vamos a enumerar la extensa nómina de crudo y brutal, una la artista son los mismos (música, escri-
el stablishment del rock y que, con su acti- obras, ni la trayectoria que ha seguido tura, fotografía, artes pláticas, cine, recita-
tud subversiva, consiguió rescatar al rock Lydia Lunch, todo ello se encuentra con
suerte de tráiler les), pero han evolucionado y, volviendo
del aburguesamiento que venía manifes-
tando y le inyectó altas dosis de insumi-
mucha facilidad en la web. Sólo nos cen-
traremos en el carácter multidisciplinar y
donde las imágenes y al tema de las etiquetas necesarias para
definir el arte, cuando la tachan de incla-
sión ante cualquier tipo de dogma. Claro
que la rebeldía ha formado parte del rock
polifacético de la artista. Participó en el
guión y dirección de varias obras de tea-
experiencias se sificable dice que lo suyo es el rock experi-
mental con un poco de jazz noir, que del
desde sus inicios, pero su inmersión en la tro, fue actriz en películas del género suceden a ritmo punk sólo tiene la actitud y que se consi-
industria discográfica había contaminado Cinema of Transgression, escritora, poeta, dera parte de la No Wave porque va más
los cimientos de su espíritu transgresor. El fotógrafa y un largo etcétera. Aunque esto vertiginoso para allá de los géneros y las definiciones. Se
punk trajo consigo una revolución masiva es agua pasada. Si visitamos su página seguirá hablando de ella, serán muchos
bastante mediática, su consigna era la web oficial, encontraremos que Lydia concluir en un retiro más los adjetivos y conceptos que acom-
inexistencia de un futuro y la autodestruc- Lunch cobra por entrevistas dedicadas a la pañen su nombre en un intento fallido de
ción como única forma de protesta contra No Wave o al Cinema of Transgression. Su que promete un encasillar la actividad creativa de esta
el sistema. La fugacidad de esta explosión agente explica que en tales casos se consi- artista por la contradicción inherente a
fue seguida por la New Wave, término que derará una solicitud de empleo y deberá refugio a la cordura toda obra en proceso.
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D
olores Campos-Herrero un bien insoslayable para un mejor pro- tercera persona del singular que ella tanto hasta entonces aparecían compartimenta-
(1954-2007) fue, es y será greso de la ciudadanía, que los que nada utiliza en sus historias largas, cortas o dos en cada uno de sus libros; en él se
aquella mujer que no hizo en tienen son más de lo que les ha tocado por mínimas, como hasta en la mayoría de sus entrevé el atrevimiento y la osadía de una
su vida más que exteriorizar una supuesta suerte, etc. Supongo que poemas. autora de aunar llevando al límite todo su
su convicción de que nada en estoy traduciendo de forma correcta las En este sentido podemos decir que toda desborde polifacético, conseguir el difícil
este mundo más valioso que las palabras, aspiraciones literarias de Dolores Cam- su obra es un himno a la “otredad”, nunca matrimonio de tan dispares géneros lite-
tal y como había intuido desde muy pos-Herrero, porque esos y muchísimos a sí misma: “Debo reconocer que siento rarios nada menos y nada más que en un
pequeña. De hecho, ninguno de los dife- otros temas --agazapados entre una mez- gran admiración por los francotiradores, poemario, un casamiento fructuoso que
rentes medios de comunicación le bastó cla entre lo cotidiano y lo extraordinario-- por los que hacen su obra al margen de lo deja a los más puristas de uno y otro bando
para hacérnoslo saber: prensa escrita, aparecen de forma repartida a lo largo de que es común en cada momento”. Más -esto es, al de los del periodismo como al
revistas, televisión y ya a última hora la los distintos géneros de los que hizo uso claro imposible: esa necesidad de ficcio- de los escritores literarios- algo nerviosos
blogosfera. Tampoco ninguno de esos que que, como ya he señalado, son muchísi- nar y resignificar la realidad la sitúa al con una especie de artefacto-bomba
acostumbramos a llamar géneros litera- mos y diversos, pero todos aunados por margen de modas insustanciales, sin per- delante de sus propias narices.
rios: fue guionista, articulista, crítica, este patrón, por esta poética manifestada der en ningún momento, y sea cual sea el Claro que el viaje de bodas, la luna de
narradora, escritora de cuentos infantiles, por ella misma y evidente para el lector género literario del que haga uso, un inte- miel de este último viaje de Dolores Cam-
tanteó el teatro, y por supuesto poeta, que se haya asomado a cualquiera de sus rés descaradamente antropocéntrico. pos-Herrero en este caso no podía acabar
justo con el género que debutó a mitad de libros. Cuando un escritor muere -y partir de de otra manera que naufragando, pero
la década de los ochenta con el poemario Si a esto le añadimos la discreción que ahora me centro ya en El libro de los nau- más que nada porque es precisamente en
titulado Chanel número cinco, no sé si a como persona mantuvo sabiendo que su fragios y se anuncia su publicación pós- el fondo del mar donde se encuentran las
sabiendas de que la literatura es cuestión muerte la cercaba pasito a paso sin que tuma, como es en este caso, uno no sabe llaves de todas las respuestas.
de perfume, de ir dejando en sus posibles nos enteráramos los que la conocíamos, bien por qué se tiende a esperar la obra De ahí el título del propio libro, resul-
lectores el rastro de un estilo reconocible más consigue reafirmarme en lo que cumbre del fallecido o la peor de toda su tado de un viaje literario con oleaje
en cada uno de sus posteriores y numero- acabo de expresar. Y por si queda alguna trayectoria. En uno y otro caso el morbo adverso. Pero eso ella ya lo sabía de ante-
sos libros, como si creyera que la escritura duda sobre la cuestión de si es o no la pro- acompaña esta espera. En el caso de Dolo- mano. Por eso yo descartaba desde un
era el medio más válido -a su modo de pia biografía del que escribe el punto de res Campos-Herrero, y una vez leído y principio el encuentro de un lector obli-
entender- para explicar todo y explicarse, arranque de su misma creación, también conocido El libro de los naufragios, se rom- gado a dar un veredicto sobre si este libro
para definir todo y definirse y, por tanto, nos regaló una respuesta: “En realidad pen una vez más estos estereotipos tan póstumo es su mejor o peor obra, porque
capaz de contener y sostener en pie cual- sólo se puede escribir desde la propia bio- comunes, pues uno no se tropieza con esa simplemente se topará con la más singular
quier vida real o imaginaria. Y así ha sido: grafía, entendiendo esta no solamente dicotomía como problema, no dándonos y atrevida, la más sustantiva, la más sin-
todos sus libros huelen a lo mismo. Ella lo como un cúmulo de experiencias o acon- juego en ningún momento para juzgar si crética de todo su periplo marítimo-litera-
expresó en una entrevista: “Creo en el for- tecimientos sino como deseos, visión del es el mejor o peor libro de todos los suyos. rio. Nada menos que el colofón de un
midable poder de las palabras y, por tanto, mundo. Una biografía imaginada puede Ya afirmo de antemano que al menos yo registro estético que ella misma hacía
en su posibilidad de contarnos un sinfín retratar muchas veces mejor a un perso- no me encontré con el peor libro de su tra- tiempo venía fraguando. Ahí encontrare-
de cosas e historias en las que nada de lo naje que la puramente real”. yectoria, pero asimismo tengo que adver- mos, y con esto termino, a “Mimí, Lulú o
humano nos resulte ajeno. La grandeza de tir que tampoco con el mejor de los suyos. Lola”, el resumen más certero -heteróni-
la gran tradición literaria y de las que se Literatura para vivir. Si otra cosa no El libro de los naufragios no se presta, con- mos pessoanos al tiempo que protagonis-
están creando en estos momentos radican fue, excelente y puntillosa retratista sí. Así tra todo pronóstico, a lo que nos gusta tas cotidianos-, precisamente título de uno
en que me permiten apelar a lo útil y agra- que resumo: literatura para vivir la vida jugar a los que quedamos vivos… ¿Qué de los poemas que encontramos en el
dable, pero también a lo inútil y enojoso. real, literatura para inventar la no vivida y encontré, entonces? Pues ni más ni menos libro: “Bajo los polvos de arroz no es el
A lo sombrío y a lo tierno, a las alabanzas literatura para reinventar la imposible de que lo que ella misma anunció en vida tiempo / lo que ocultas -círculos que la
y a las grandes diatribas. Me impresionan vivir. Creo que en la asunción de estos tres cuando se le preguntó sobre los últimos vejez traza- / sino la derrota y la tristeza y
profundamente las obras que intentan intereses presentes en su escritura se proyectos que preparaba: “Espero que la humillación, / sobre todo. Todo aquello
hablarnos de quiénes somos y a dónde resume toda su versatilidad literaria, esa salga El libro de los naufragios, un poema- que, algún día, / te hará digna de pertene-
vamos.” tendencia plural -literariamente rio que he ido construyendo en los últimos cer / a la escogida gleba de las meretri-
Aparentemente nada nuevo encontra- hablando- donde prevalecía la imagina- 25 años. ces”. Precisamente de meretrices como
mos en estas declaraciones, pues ya sabe- ción al realismo y el humor a la gravedad. Es casi como el diario de una evolución ella está necesitado nuestro burdel de la
mos que a todos nos interesa averiguar Baste recordar la aparición de su pequeña personal y lírica. Una propuesta en la que poesía, meretrices vocacionales, con
quiénes somos y a dónde vamos (bueno, figura en la pantalla -y cuando no su voz se mezclan el concepto de poesía como arraigo y sin miedo al qué dirán. Resulta
hay muchos a los que no). Lo singular en en off al fondo de una noticia cultural- género de ficción con la balada épica a lo curiosa la frase de Charles Dickens que
su declaración lo hallaríamos en lo que desde que en 1987 pasó a formar parte de Coleridge y el apunte crítico a una reali- escogió la autora para apadrinar su blog,
antecede a ese desenlace con que cierra la plantilla de TVE en Canarias, cómo a su dad difícil y compleja como es el fenó- abierto pocos años antes de fallecer: “El
tal intervención. redacción periodística le agregaba un plus meno de la inmigración clandestina que hombre nunca sabe de lo que es capaz
Parece ser que la escritora nos está pro- de alta literatura. se vive en toda Europa”. Eso es justo lo que hasta que lo intenta”. Así que gracias por
poniendo, al tiempo que reivindicando, la Pues bien, de igual manera, a cada uno encontré: un poemario, un diario de evo- El libro de los naufragios, por tu libro sola-
escritura como una estrategia “útil” con- de sus libros le agregó un tanto de su peri- lución personal, una ficción, una balada mente para nosotros póstumo; por ese
tra tanta vejación derivada de nuestros cia periodística, consiguiendo emborro- épica y unos apuntes críticos sobre la rea- intento, por ese riesgo, por esos resulta-
modos de vida, contra el conformismo que nar como pocos, con atrevimiento y alevo- lidad. dos, Dolores, Mimí, Lulú o Lola, o como
estos conllevan y contra el vacío que estos sía, los límites a los que desde siempre la Es decir, y en otras palabras, toda una quiera que ahora te llames. El olor a Cha-
horadan, teniendo en cuenta que la autora ortodoxia nos ha enseñado a distinguir, a sorpresa bien concatenada y que en su nel número cinco no se ha evaporado.
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E
n un artículo el espléndido
escritor senegalés Boubakar
Boris Diop señala, con una iro-
nía bastante irritada, que la
imagen neocolonial de África
continúa repitiendo estereotipos imbéci-
les que no solo representan una grotesca
falsedad, sino también una forma de opre-
sión simbólica. “No sé cómo explicar”,
viene a decir, “que la mayoría de los afri-
canos no tratan con elefantes, ni persi-
guen ni son perseguidos por rinocerontes,
ni agitan sus lanzas vibrantes en las verdes
praderas”. Por el momento la reivindica-
ción de Boubakar es inoma a copos de
avena de taller literario de Yale. Pero
muestran inmejorablemente el creciente
universo ficcional de una de las escritoras
anglófonas más inteligentes y talentosas
de la actualidad.