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Los Contenidos Curriculares

“La tabla 1 sintetiza algunas de las diferencias más importantes entre hechos
y conceptos desde el punto de vista del aprendizaje. En primer lugar, como
ya se ha señalado, los hechos y los datos se aprenden de modo literal
mientras que los conceptos se aprende relacionándolos con los
conocimientos previos que se poseen. Por ello la adquisición de datos y
hechos se basan en al memorización mientras que la comprensión de
conceptos debe ser significativa. Ello hace que la enseñanza de datos
factuales pueda hacerse sin atender demasiado a los conocimientos previos;
en cambio, la enseñanza de conceptos sólo podrá ser eficaz si parte de los
conocimientos previos de los alumnos y logra activarlos y conectarlos
adecuadamente con el material de aprendizaje.

Tabla 1. LOS HECHOS Y LOS CONCEPTOS COMO CONTENIDOS DEL


APRENDIZAJE

Aprendizaje de hechos Aprendizaje de conceptos

 Consiste en Copia literal Relación con conocimientos


anteriores
 Se alcanza por Repetición (aprendizaje Compresión (aprendizaje
memorístico) significativo)

 Se adquiere De una vez Gradualmente


 Se olvida Rápidamente sin repaso Más lenta y gradualmente

Además, la adquisición de hechos y datos es de carácter “todo o nada”. O


uno sabe cuál es la capital de Uganda, o cómo se dice mesa en alemán, o no
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se lo sabe. En cambio, los conceptos no se saben “todo o nada”, sino que


pueden entender a diferentes niveles. Un alumno de Educación Primaria
puede entender un cierto nivel los fenómenos atmosféricos, mientras que un
meteorólogo los entenderá a un nivel diferente y de forma cualitativamente
distinta. Mientras que el aprendizaje de hechos sólo admite diferencias
“cuantitativas” (sí lo sabe o no lo sabe y cuántos datos sabe en total), el
aprendizaje de conceptos se caracteriza por los matices cualitativos (no se
trata tanto de si el alumno lo comprende o no, sino de cómo lo comprende).
La comprensión no es algo banco o negro –como la reproducción de un
nombre o un dato-, sino que admite muchos grises intermedios. Éste será un
rasgo muy importante del aprendizaje de conceptos que deberá tenerse en
cuenta en la evaluación, ya que no se puede evaluar de la misma forma la
reproducción de datos y la compresión.

Como consecuencia de lo anterior, el aprendizaje de hechos o de datos es


un proceso que no admite grados intermedios; si no se produce las
condiciones adecuadas (de motivación, práctica y cantidad restringida de
material) no se aprende. Una vez satisfechas esas condiciones y aprendido
el material, puede reproducirse fielmente (como el número de teléfono de
nuestro restaurante preferido) con tal de que se repase o practique cada
cierto tiempo (por ejemplo, una vez al mes). La nueva práctica no añadirá
nada al aprendizaje, únicamente evitará el olvido (siempre sabremos el
mismo número de teléfono). En cambio, el proceso de comprensión es
gradual; es prácticamente imposible lograr una comprensión óptima (similar a
la que tendría un experto) la primera vez que nos enfrentamos a un problema
(por ejemplo, entender cómo funciona un microondas). Si dirigimos nuestros
esfuerzos a la comprensión y no sólo al aprendizaje de datos (como cuánto
tiempo hay que coser la pasta o las verduras) poco a poco iremos
comprendiendo qué tipo de materiales podemos usar con el microondas y
cómo debemos usarlos cada nuevo ensayo o intento puede proporcionarnos
así una nueva comprensión del fenómeno.

Lo mismo le sucederá al alumno con sus contenidos escolares. Difícilmente


entenderá las leyes de la mecánica al primer intento. Pero de forma gradual
–quizá a lo largo de los años-, la interpretación de situaciones de movimiento
le puede ir proporcionando una comprensión cada vez mayor. Este carácter
gradual de la compresión tiene consecuencias importantes para la selección
y secuenciación de los contenidos conceptuales en el currículo. Si el alumno
estudia, por ejemplo, la combustión en la Educación Primaria y, más tarde de
nuevo en la Educación Secundaria Obligatoria, deben establecerse niveles
de exigencia distintos en una y otra etapa educativas. Aunque en ambos
casos estudie el mismo concepto y haya un solapamiento deseable entre
ambos, los contenidos no pueden ni deben ser los mismos.
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Por último los hechos y los conceptos no sólo difieren en su aprendizaje, sino
también en su olvido. Lo que aprendamos como datos tiende a olvidarse
fácilmente en cuanto dejamos de repasar o practicar. Se nos olvida el
número de teléfono del restaurante en cuanto dejamos de frecuentarlo o los
elementos de la tabla periódica en cuanto alguien deja de preguntarnos por
ello. En cambio, aquello que comprendemos lo olvidamos de manera bien
diferente. Tal vez con el tiempo, algo se vaya borrando y nuestra
comprensión se difumine y deforme, pero el olvido no es tan repentino y tan
total como el aprendizaje de datos.” 1()

Tabla 2. DIFERENCIAS ENTRE LAS ACTITUDES NECESARIAS PARA EL


APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO Y EL MEMORÍSTICO

Aprendizaje significativo Aprendizaje memorístico

 Esfuerzo deliberado por relacionar  Ningún esfuerzo por integrar los


los nuevos conocimientos con nuevos conocimientos con
conocimientos ya existentes en la conocimientos ya existentes en la
estructura cognitiva. estructura cognitiva.

 Orientación hacia aprendizajes  Orientación hacia aprendizajes no


relacionados con experiencias, con relacionados con experiencias,
hechos u objetos. hechos y objetos.

 Implicación afectiva para relacionar  Ninguna implicación afectiva para


los nuevos conocimientos con relacionar los nuevos
aprendizajes anteriores. conocimientos con aprendizajes
anteriores.

“Vemos, pues, que existen dos formas diferentes de aprender que tienden a
producir resultados distintos. Una vez más, no se trata de una dicotomía,
sino de dos formas de aprender que coexisten y se complementan en
muchos contextos escolares”. 2

1
COLL, Cesar. POZO, Juan Ignacio y otros. Los contenidos en la reforma. ENSEÑANZA Y
APRENDIZAJE DE CONCEPTOS, PROCEDIMIENTOS Y ACTITUDES. Aula
XXI/SANTILLANA. Madrid 1992. P 29-31
2
Ibid.P37

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