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Son muchas las inquietudes, las dudas, y las preguntas que las mamás y los papás se
hacen cuando tienen que bañar a su bebé por primera vez. Normalmente se sienten
inseguros y ansiosos, y con algo de miedo, principalmente cuando son padres
primerizos, y tienen que bañar a su bebé. Se preguntan cómo deben sujetarlo, manejarlo,
y qué cuidados deben tener. Muchos dudan de cómo lavar las orejitas, cuál es la
temperatura ideal del agua, y de muchos otros detalles. Pero, tranquilos, son dudas
normales, compartidas por muchísimos padres. El bebé necesita de dos o tres baños
semanales en las temporadas más frías. En las épocas más calurosas, podrás bañarlo con
más frecuencia.
La mejor forma para adquirir seguridad es organizarse. Y para eso nada mejor que
reunir y tener a mano todo lo que necesitas para bañar a tu bebé. Para bañar a un bebé
pequeñito es necesario: jabón neutro, toalla de algodón, peine o cepillo, ropa limpia,
champú adecuado para los bebés, pañales, una bañera (móvil o fija), y una esponja
(opcional).
Cuando tengas todo el material necesario, lávate las manos, y en seguida cierra bien la
puerta y la ventana de la habitación donde bañarás al bebé, para evitar corrientes de aire.
Y siga pasos:
1- Comprueba de que la bañera está limpia. Llena la bañera con agua tibia. Utiliza el
codo o la parte interior de la muñera para comprobar que la temperatura es apropiada.
Puedes utilizar un termómetro de baño. El agua no debe superar dos 30 grados
centígrados.
2- Desnuda al bebé, límpiele la zona del pañal, y envuélvalo en una toalla.
3- Límpiale la carita y las orejas con un trocito de algodón húmedo.
4- Sostenga al bebé con su brazo derecho, del mismo modo como si llevaras una pelota,
inclínelo sobre la bañera, y con la mano izquierda, y lávele la cabeza con el mínimo de
champú. Enjuague bien y seque para cepillar después.
5- Lavada la cabeza, sostenga los hombros del bebé con una mano, introduciendo los
dedos por debajo del sobaco y sosteniéndole das piernas o el trasero con la otra mano.
Es importante no dejar de sonreírle y hablarle mientras lo manejas.
6- Introduzca al bebé en el agua. Mantenga una mano por debajo de los sus hombros, de
modo que tenga los hombros y la cabeza fuera del agua, y utilice la otra mano libre para
lavarlo.
7- Con o sin esponja, lave, enjuague, y seque de arriba abajo. Primero el pecho, los
brazos, las manos, hasta las piernas y los pies.
8- Gire al bebé para lavar la espalda y el trasero.
9- Una vez que esté limpio y enjuagado, levántelo con suavidad y cúbralo con una
toalla.
10- Séquelo bien, y lo envuelvas para darle calor.
A un bebé recién nacido, lo ideal es darle un baño seco, sin inmersión en el agua, en los
primeros días. Antes de desnudar al bebé, se limpia su cabecita con una esponja suave y
humedecida con agua tibia. Con un algodón también humedecido en agua tibia, y algo
de jabón, se limpia los ojitos, la nariz, la carita y las orejas, y luego todo el cuerpo. En
seguida se enjuaga todo con una toalla suave, sin frotar. Séquelo y póngale su ropita
limpia. Es importante que revises el cordón y el área del ombligo. Si supura, tiene un
color rojizo o mal olor, comenta con el pediatra. El cordón se limpia con agua y jabón.
Y se seca muy bien.
Existen algunos cuidados especiales que debemos considerar durante el baño del bebé:
1- Nunca deje solo al bebé durante el baño. En el caso de que surja alguna urgencia,
llévatelo contigo.
2- No es recomendable la utilización de talcos, colonias, etc., principalmente en los
primeros meses. Pueden desencadenar alergias.
3- La altura de la bañera debe ser adecuada a la altura de la persona que está bañando al
bebé. Lave siempre la bañera antes y después de su utilización.
4- Asegúrate de secar bien todos los pliegues de la piel, especialmente debajo del
mentón, detrás de las orejas, y el área del pañal.
5- Aprovecha la hora del baño para revisar a tu bebé para descartar erupciones,
inflamaciones u otros problemas. Observa si presenta costra láctea en la cabeza.
6- No te desanimes si tu bebé llora mucho en los primeros baños. El desconocido
seguramente le asustará. Con el tiempo él se acostumbrará, y llegará a disfrutar de este
momento de placer. Y sus papás también.
El primer
baño del
bebé
¿Podemos bañar a nuestro bebé desde el primer día de nacido? En la actualidad, los
médicos sostienen que los baños son buenos y que podemos ponerlo en práctica desde el
primer día, aunque el cordón no haya caído. Eso sí, hay que ser muy prudentes y
asegurarse de que el agua esté bien limpia y no haya sido utilizada previamente para
ningún otro fin.
Poco después del parto, el médico liga el cordón umbilical a unos centímetros de la
pancita del bebé. Es la primera cicatriz de nuestro hijo, la marca del lugar por dónde
estuvo unido a la placenta. Este trocito de cordón se va secando y finalmente se
desprende en los primeros diez días de vida, aunque puede tardar hasta tres semanas en
hacerlo.
Como es una herida, hasta que haya cicatrizado completamente, el ombligo debe ser
tratado con cuidado para evitar infecciones que pueden ser peligrosas en el recién
nacido. No te asustes si se pone negro. Es normal porque la piel se va secando
paulatinamente.
Luego de cada cambio de pañal, hay que limpiarlo con un algodón o una gasa estéril
embebida en alcohol para evitar infecciones y acelerar el proceso de desecación del
cordón. Mientras el cordón esté pegado, cuando bañes a tu bebé evitá tocarle la zona del
ombligo. Cuando le pongas el pañal, doblalo al borde de la altura del ombligo para evitar
los roces. Hacé lo mismo con la batita o la camisetita.
Una vez que se desprende, queda una cicatriz y puede tener una pequeña secreción
rosada durante unos días. Si en cualquier momento, antes o después de su caída, notás
que la zona se pone muy roja (a veces el alcohol la irrita un poco pero no es para
preocuparse), o supura, hay que consultar al médico inmediatamente. Lo mismo si
observás una hemorragia o si la cicatriz sigue sangrando durante varios días.
Para evitar posibles infecciones hay que bañarlo en agua limpia e higienizar la herida.
Luego, hay que dejarla descubierta o cubrila con una gasa estéril previamente
humedecida en más alcohol.
¿Qué se necesita?
- Jabones sin perfumes ni colorantes. El más adecuado es el de glicerina neutro. Hay
también buenos jabones para bebés que son menos alcalinos.
- Aceite para bebés o loción crema.
- Esponja, muy suave.
- Algodón enroscado con los dedos, sirve para limpiar el pabellón, parte externa de la
oreja. Nunca trates de meterlo dentro del conducto auditivo, es muy frágil. Por otra
parte, los diminutos pelos que tiene se encargan de hacer la limpieza y barren la cera
hacia fuera.
- Si la piel del bebé se agrieta, consultá con tu médico para que le recete lo más
adecuado para su tipo de piel. Lo más probable es que te recomiende usar vaselina
común, óleo calcáreo o aceite.
La temperatura del baño o de la pieza donde vaya asearlo debe oscilar entre los
22 y 25 grados centígrados; la del agua debe tener entre 35 y 37 grados (la misma
temperatura del cuerpo).
El primer baño debe constituirse en una verdadera fiesta para el bebé. No exagero
cuando le recomiendo que participe toda la familia en esta ocasión. Hasta los abuelitos,
si es posible.
Más allá del aseo, que es importante, está en juego el disfrute del agua. Recuerde
que viene de un ambiente líquido (vientre materno).
En todo caso, lo más recomendables es dar el baño antes del sueño nocturno.
Al sacarlo del agua hay que envolverlo en una toalla que lo cubra hasta la cabeza
para comenzar a secarlo suavemente, poniendo especial cuidado en los pliegues. Si se
aprecian signos de irritación puede recurrir a un secador eléctrico, con la precaución de
no apuntar de abajo hacia arriba ante una eventual micción que podría producir una
descarga eléctrica. El aparato tampoco se puede poner muy cerca del cuerpo para no
quemarlo.
Después del baño es conveniente hidratar la piel con alguna loción o aceite.
Escoger en el mercado aquellas marcas que no tengan colonias ni alcohol; que sean lo
más naturales posibles. El talco no se usa en la actualidad porque irrita y reseca la piel.
La colonia, en general, no es recomendable, salvo que se coloque en la ropa y no en la
piel.
Por supuesto. Hay cepillos especiales para el cabello. Los ojos, en principio, no
necesitan un cuidado especial, pero puede pasar una gasa mojada en agua hervida desde
un extremo hasta el lacrimal. Una gasa por cada ojo. Por los oídos se pasa una gasa
húmeda o un cotonito detrás de la oreja y por los pliegues externos. NUNCA debe
introducirlo en el oído porque puede perforar el tímpano.
Para eliminar la saliva o restos de leche utilice una gasa. No se le ocurra usar
algodón, ya que las hebras molestan más que lo que ayudan.
Como no controla sus movimientos, suele rasguñarse si tiene las uñas largas. Hay
que cortárselas con frecuencia, aunque esto no sea de su agrado. Es preferible cumplir
esta tarea cuando duerma profundamente.
Para el aseo de las manos propiamente tal se tiene que pasar la gasa húmeda por el
dorso y también por los pliegues de la palma. Separar los dedos y extraer lo que se haya
acumulado.
Jabones de Ph neutro (los de adultos irritan la piel del bebé). Existen también
lociones limpiadoras que no requieren uso de agua. El champú tiene que ser suave para
no irritar los ojos, en caso de que se introduzca en ellos. De las cremas y aceites no se
debe hacer abuso. Toallas humedecidas: son muy prácticas. Escoger aquellas que no
contengan alcohol ni colonia. También es necesario disponer de termómetro de
ambiente y de agua. Las gasas y apósitos son muy útiles para el aseo del cuerpo. La
adquisición de cotonitos es opcional.
La toalla debe ser muy suave y del porte suficiente para cubrir completamente al
bebé. En el invierno puede calentarla para hacerle agradable la salida del baño.
Se debe pasar una toallita humedecida o una gasa siempre de delante hacia atrás
para evitar que se introduzcan bacterias intestinales en la vagina y se produzcan
infecciones. La irritación se evita secando bien todos los pliegues. No usar polvo en la
zona de la vulva.
Se lavan bien los pliegues de los muslos y la base de los genitales. Luego el pene.
No debe intentar recoger la piel del prepucio hacia atrás porque puede dañarse el tejido.
No hay que frotarlo para evitar irritaciones.
¿Falta aseo cuando el niño elimina una especie de cera por los oídos?
La serosidad es común. La producen las glándulas del oído externo. Puede llegar a
tapar parcial o totalmente el oído afectando la audición. Hay que sacar el cerumen y
asunto concluido. No debe interpretarse como falta de higiene. En caso de que no se
puede extraer con los métodos de limpieza que hemos explicado en este capítulo (hasta
puede intentar aplicar gotas de agua oxigenada a la temperatura ambiente), el pediatra o
el otorrino tienen la solución.
Cuidados en el baño
Entre más organizada estés, el baño será mucho más placentero para tu bebé.
Alista todos los artículos necesarios, tenlos a la mano en el orden de uso.
Lávale desde el cuello hasta la cintura, incluyendo brazos y manos. Enjuágalo todo
y sécalo. Cúbrele el torso con una toalla y enjabónale las piernas, los pies y los
dedos.
Para evitar irritaciones en su delicada piel, sécale bien todos los pliegues. Lava el
área del pañal usando agua tibia. Si es niña, limpia el área de los genitales de
adelante hacia atrás y si es niño, lávale el pene y los testículos. Y si no está
circuncidado, evita jalar la piel del pene.
Baño de tina
El cordón umbilical
Masaje
Una de las formas más importantes para que los padres se comuniquen con su
recién nacido es a través del tacto, y el momento del baño proporciona esa
oportunidad especial para tocar y acariciar a su bebé. Antes de vestir al bebé,
aplícale productos para el cuidado de la piel. Crema líquida para antes de
dormir Johnson’s® Baby o Aceite Johnson’s® Baby y masajéalo acariciando
suavemente, lo que beneficiará el desarrollo y el crecimiento de tu bebé.
El pañal
Seca bien todos los pliegues del área del pañal y aplica una delgada
capa de Crema protectora contra rozaduras Johson’s Baby, luego
coloca el pañal teniendo cuidado de no cubrir el cordón umbilical.
Esto mantendrá más seco al bebé y le ayudará a prevenir las
rozaduras.
El vestido
Utiliza ropa especial para bebé, cómoda y que se ajuste a las condiciones del clima.
Evita ropa de licra o lana y prendas que se ajusten al cuerpo provocando fricciones.
Cepillar el cabello
El pañal, una necesidad absoluta, puede también ser la causa de las incómodas
rozaduras. Los pañales crean un ambiente húmedo y caliente que está en contacto
constante con la piel del bebé. Este ambiente húmedo y cálido promueve el
crecimiento de bacterias.
Además, se producen escoriaciones por la fricción que disminuyen la efectividad de
la barrera de la piel, causando rozaduras. Existen formas de reducir o prevenir los
problemas de la piel en esta área tan delicada. Para mantener saludable y cómoda
la piel de la zona del pañal del bebé se debe:
Si observas cualquier enrojecimiento, que generalmente es el inicio de una rozadura, aplique una crema
inmediatamente, que haya sido formulada por un médico.
Porque tu bebé es lo más importante...
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