Punto de vista

Enrique Caballero Peraza.

Ayotzinapa e Iguala.

No es la política la que hace extraños compañeros de cama, sino el matrimonio.

Groucho Marx.

Ayotzinapa, la pequeña comunidad casi conurbada con Tixtla, donde se encuentra ubicada la
normal rural Raúl Isidro Burgos, a partir de ahora quedará vinculada por siempre con el nombre de
otro municipio: Iguala de la Independencia, el nombre de Iguala, significa en náhuatl:
yohualcehuatl, “donde serena la noche”. La noche del viernes 26 de septiembre, no fue serena, en
ningún sentido, para los estudiantes que ahí se encontraban, ni tranquila, ni fría. Fue una noche de
locura, de salvajismo, de horror, de violencia y de muerte.

Eventos que no deberían de suceder en un mundo civilizado, se desencadenaron de una manera

demencial y absurda. Aún no logro entender las motivaciones para el actuar de los criminales que
trabajaban y cobraban también como policías, no comprendo cómo se dio la orden de enfrentar a
sangre y fuego a los estudiantes, que aun cuando estuvieran realizando actividades vandálicas, si
así fuera el caso, no se justificaba de ninguna manera la agresión.

Es risible la respuesta que da José Luis Abarca, presidente municipal, hoy con licencia, al ser
cuestionado por el Secretario de Gobierno del Estado. Es increíble que no se haya previsto que el
alcalde pondría tierra de por medio. Es una omisión que la PGR no haya actuado en su
oportunidad, teniendo como se filtró por la revista proceso el día 28 de septiembre, indicios de su
vinculación (de todos conocida) con el crimen organizado. Es diabólicamente perverso, el hecho de
que un hombre, del que solamente conocemos hasta el momento su apodo, haya dado la orden,
sin piedad, de segar la vida de decenas de muchachos que tenían un futuro.

El Gobierno del estado, una vez conocidos los hechos, actuó de manera apropiada, deteniendo a
los policías involucrados y posteriormente a integrantes de la banda criminal “Guerreros Unidos”.

Se exigió que el alcalde pidiera la licencia correspondiente y la investigación continua. Un error

que yo veo es que no fue prevista la inmediata desaparición del Presidente Municipal.

Mi pregunta es: ¿En cuántos municipios más, tiene el verdadero poder el crimen organizado?

Ante todo lo anterior, hubo voces que salivaban de placer, anticipando una posible defenestración
del actual Gobernador, el primer palmo en la nariz se lo llevaron cuando los Senadores del PAN
descartaron la solicitud de la desaparición de poderes, el segundo, cuando el Presidente de la
República, en su esperado mensaje, simplemente ratificó la disponibilidad del gobierno de la
república para colaborar y cooperar con el estado de Guerrero, en la investigación de este
deleznable crimen.
 Las voces que se levantaron, para exigir la renuncia de Ángel Aguirre, fueron de dos tipos;
las de la izquierda radical y las de sus enemigos políticos en el Partido Revolucionario Institucional,
sin rubor alguno, han buscado ambas expresiones el obtener ventajas, al menos en su
posicionamiento político, al condenar los hechos (al igual que todos) y señalar con el dedo
flamígero culpables que no lo son. Parafrasando a Groucho Marx, la política hace extraños
compañeros de cama.

Por último solo podemos enviar nuestra profunda solidaridad a los familiares de las
víctimas, la solicitud a la autoridad para la puntual y expedita resolución del crimen, pero sobre
todo, una exigencia a la PGR para que actúe en todos aquellos municipios del país, donde el
crimen organizado haya tomado control de nuestras autoridades municipales.

No podemos permitir nunca más otra noche trágica como la del viernes 26 (doble trece)
de septiembre.

Por favor, nunca más.