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Unidad III

Modelo integral con enfoque familiar y comunitario


I. Introducción
Existe un modelo de atención en salud que está centrado en las personas, su familia y el medio que las rodea,
incorporando su evolución durante el curso de la vida y anticipándose a los momentos de crisis conocidos, como
por ejemplo, el climaterio. Este modelo llamado “Integral, con enfoque familiar y comunitario” es el adoptado,
actualmente, por la Atención Primaria de Salud.

En las “Orientaciones para la implementación del modelo de atención integral de salud familiar y comunitaria”
publicadas por MINSAL en 2013, este modelo ha sido definido como:

El conjunto de acciones que promueven y facilitan la atención eficiente, eficaz y oportuna, que se dirige más
que al paciente o la enfermedad como hechos aislados, a las personas consideradas en su integralidad física
y mental, como seres sociales pertenecientes a distintas familias y comunidades, que están en permanente
proceso de integración y adaptación a su medioambiente físico, social y cultural.
MINSAL, 2013

Este modelo sitúa a la persona como parte de una familia, la cual es esencial para la comprensión de la situación de
salud-enfermedad y es parte de los recursos que las personas tienen para mantenerse sanos o mejorarse (MINSAL,
2013).
Los principios irrenunciables de un modelo de atención integral basado en atención primaria son:

Estar centrado en
las personas

La atención en
salud es integral

El cuidado de las
personas es
continuo

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¿A qué se refiere esto específicamente?

Que una atención en salud sea integral, implica entregar cuidado a lo largo del proceso de salud-enfermedad, lo cual
incluye desde la promoción en salud, a los distintos niveles de prevención, y a la rehabilitación en todos los
problemas de salud de las personas.

Promoción y Prevención en Salud

Ahora, se revisarán los conceptos de Promoción en Salud y Prevención en Salud, para que tengas mayor claridad en
ello.

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3
Fuente: MINSAL, 2013 y Julio, 2011.

II. Riesgos de Mujeres Climatéricas

1. Riesgo Cardiovascular

¿A qué nos referimos con riesgo cardiovascular?

El riesgo cardiovascular es la probabilidad de un individuo de tener una enfermedad cardiovascular en un


determinado plazo.
Este riesgo está determinado por todos los factores de riesgo cardiovasculares que presente una persona específica.
A esto último, se le llama específicamente riesgo cardiovascular global y se enfoca en el manejo de una persona con
todos sus factores de riesgo cardiovascular y no en sus factores de riesgo individualmente.

¿Cómo se realiza la estimación de riesgo cardiovascular global?

A nivel mundial, se han buscado formas de detectar y estratificar el riesgo cardiovascular en personas
aparentemente sanas y asintomáticas. Uno de los instrumentos elaborados para esto son las llamadas “Tablas de
estratificación de riesgo”. Estas tablas se basan en variables de fácil detección y de bajo costo, tales como sexo, edad,
tabaquismo, presión arterial y colesterol total.

Tradicionalmente en Chile, se han utilizado las tablas de Framinham para este propósito; sin embargo, desde el año
2017 se cuenta con las “OT cardiovascular”, las cuales proponen un esquema novedoso para la estratificación de
riesgo y es el que actualmente se encuentra en uso.

¿Cuáles son las enfermedades cardiovasculares?

Son aquellas enfermedades que resultan de la ateroesclerosis, un proceso patológico inflamatorio. Según la CIE-10
estas se clasifican en 3 grandes grupos:

1 Enfermedades cardíacas isquémicas.


2 Enfermedad cerebrovascular.
3 Enfermedades de arterias, arteriolas y capilares.

¿Qué es la ateroesclerosis?

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Es un proceso patológico inflamatorio complejo, generalmente silente hasta que se encuentra avanzada, de ahí la
importancia de la prevención. En este, las paredes de las grandes y medianas arterias se engruesan y pierden
elasticidad, estrechando su lumen:

“La ateroesclerosis es un proceso inflamatorio que involucra la disfunción del endotelio y exceso de
lípidos oxidados”.

Las lesiones del endotelio se generan con la acumulación de células que producen daño y donde posteriormente se
acumulan lípidos. Este conjunto genera el ateroma. Posterior a esto, el colágeno que producen las células musculares
lisas de los vasos sanguíneos, estabiliza la placa, previniendo su ruptura.
La placa puede ser oclusiva por sí misma, o puede desestabilizarse y romperse debido al efecto de enzimas que
degradan el colágeno, que son producidas por células inflamatorias presentes en el ateroma. Cuando ocurre esta
ruptura de la placa, se puede generar un trombo que ocluya el vaso.

Rol de los estrógenos en la ateroesclerosis

Los estrógenos cumplen un rol fundamental, ya que disminuyen el desarrollo de lesiones ateroescleróticas al afectar
el metabolismo de los lípidos. Además, los estrógenos ejercen funciones antioxidantes y vasodilatadoras directas
sobre los vasos sanguíneos, previniendo la disfunción endotelial. Así, mujeres que recién han entrado en el
climaterio, sin otros factores de riesgo cardiovasculares importantes, no tienen un desarrollo relevante de lesiones
ateromatosas.
Distinto es el rol de los estrógenos cuando ya están formadas estas placas. En estos casos, son ellos mismos uno de
los responsables de aumentar la expresión de las enzimas que degradan el colágeno, produciendo así la ruptura de
la placa.

Por lo tanto:

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En conclusión, las mujeres tienen un aumento de riesgo de desarrollar alguna enfermedad cardiovascular posterior
a la menopausia, ya que al disminuir los estrógenos, su efecto protector desaparece el riesgo cardiovascular se
iguala rápidamente al de los hombres de la misma edad.

Factores de Riesgo Cardiovascular

Los factores de riesgo cardiovascular son aquellos que favorecen la progresión de la ateroesclerosis, aumentando
la probabilidad de manifestar alguna enfermedad cardiovascular.
Hoy, para la mujer, se reconocen factores de riesgo clásicos y emergentes, como son el parto prematuro, el
síndrome hipertensivo del embarazo y la irradiación torácica por cáncer de mama, entre otros.

En la Guía del Ministerio de salud cardiovascular del 2017:


1 Según su importancia en el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares en “Mayores” o
“Condicionantes”
2 Según su posibilidad de modificarlos en “Modificables” y “No modificables”.

Así, los presenta la siguiente tabla:

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Factores - Edad No Modificables
de Riesgo - Hombre ≥ 45 años
Mayores - Mujer ≥ 55 años
- Sexo masculino y mujer postmenopausia sin THM
- Antecedente personal de ECV

- Antecedente de ECV prematura en familiar de 1er grado


(Hombre < 55 años, Mujer < 65 años)

- Hipertensión arterial Modificables


- Diabetes Mellitus
- Dislipidemia (colesterol LDL alto y/o colesterol HDL
bajo)
- Tabaquismo
- Enfermedad renal crónica etapa 3b-5 y/o albuminuria
moderada/severa persistente

Factores de Riesgo - Obesidad (IMC≥30kg/m2)


Condicionantes - Obesidad abdominal (CC ≥ 90 cm en hombres y ≥ 80 cm
en mujeres)
- Triglicéridos ≥ 150mg/dL
- Sedentarismo

Riesgo cardiovascular alto

Hay condiciones de salud que por sí solas definen un estado de alto riesgo cardiovascular. Estas son enumeradas
en la siguiente tabla, extraída de la Guía del MINSAL “Enfoque de riesgo para la prevención de enfermedades
cardiovasculares”.

Enfermedad cardiovascular ateroesclerótica documentada


a. Infarto agudo al miocardio, angina estable/inestable, antecedente de angioplastia y/o bypass aortocoronario
b. Ataque cerebrovascular isquémico o ataque cerebral isquémicotransitorio
c. Enfermedad aórtica ateroesclerótica (aneurisma aórtica abdominal), enfermedad renovascular,
enfermedad carotídea
d. Enfermedad arterial periférica

Diabetes mellitus

Enfermedad renal crónica


a. Albuminuria moderada o severa (persistente)
b. ERC etapa 3b-5

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Hipertensión arterial refractaria
a. Paciente que no logra la meta terapéutica con el uso de 3 o más fármacos antihipertensivos en dosis
máxima recomendada, de diferentes familias y acciones complementarias, uno de los cuales es un diurético.
b. Paciente que logra la meta terapéutica con la combinación de 4 o más fármacos antihipertensivos.

Dislipidemia severa
a. Colesterol LDL>190mg/dL

Las personas con antecedentes de enfermedad cardiovascular documentada tienen mayor riesgo de volver a
experimentar otro evento de este tipo. El riesgo de recurrencia es de 6 a 10% anual. Del grupo de las personas
diabéticas, 70% fallecen por una enfermedad cardiovascular. Aun así, es importante considerar que el control que
lleve cada paciente, su perfil y evolución otorgará riesgos cardiovasculares variables a cada diabético.

Factores que modifican la estimación de riesgo cardiovascular

Existen factores no considerados en las tablas que modifican el riesgo cardiovascular. Al presentarse alguno de estos
factores, el riesgo cardiovascular aumenta en una categoría. Ejemplo: de leve a moderado; o de moderado a severo.

Síndrome metabólico

Este síndrome es un conjunto de alteraciones que aumenta el riesgo cardiovascular al doble y el riesgo de
desarrollar diabetes mellitus en cinco veces.
Existen varias definiciones para este síndrome, llegándose en el año 2009 a un acuerdo internacional sobre sus
criterios diagnósticos. Estos criterios son los también conocidos como “criterios ATPIII”. De esta forma, se realiza el

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diagnóstico de síndrome metabólico al presentar 3 o más de los siguientes criterios:

1 Obesidad abdominal: Puntos de corte de circunferencia de cintura documentados para cada población.
2 Presión arterial ≥ 130/85 mm Hg o en tratamiento con antihipertensivos.
3 Triglicéridos ≥ 150 mg/dl o en tratamiento con hipolipemiantes.
4 HDL ≤ 40 mg/dl en hombres y ≤ 50 mg/dl en mujeres.
5 Glicemia en ayunas ≥ 100 mg/dl o en tratamiento.

Para Estados Unidos y Europa se usan cortes de circunferencia de cintura para hombres ≥102 cm y ≥88 cm para
mujeres, valores que se han estado usando históricamente. En Chile, la recomendación de la OMS -ante la falta de
datos validados en Sudamérica- es usar los datos del sudeste asiático, que definen valores ≥ 90 cm para hombres y ≥
80 cm para mujeres.

A modo de resumen, se presenta el algoritmo que maneja la Guía “Enfoque de riesgo para la prevención de
enfermedades cardiovasculares” 2017:

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Fuente: Minsal, 2014. Guía “Enfoque de riesgo para la prevención de enfermedades cardiovascular

1. Riesgo Oncológico

Riesgo de Cáncer de Mama

El cáncer de mama es un problema de salud pública a nivel mundial y es el que se presenta con mayor frecuencia en
las mujeres. En los países desarrollados su mortalidad ha logrado disminuir gracias a la detección temprana y los
tratamientos efectivos.
Por lo tanto, siendo un cáncer tan frecuente, es importante aprovechar la excelente herramienta de tamizaje que es
la mamografía y utilizarla con la frecuencia establecida en nuestro medio.
Existen factores de riesgo asociados, en mayor o menor medida, al cáncer de mama. Estos factores se han
categorizado de dos formas diferentes: una es en cuatro categorías de riesgo, y la otra es en factores de riesgo
menores o mayores.

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Los factores de riesgo menores coinciden con la categoría 2 y los factores de riesgo mayores coinciden con las
categorías 3 y 4. Debido a ello, los explicaremos de forma agrupada:

Categoría 1: Riesgo promedio de la población general de desarrollar cáncer de mama en la vida. Agrupa a la
población que no tiene factores de riesgo conocidos. Así, el riesgo varía solo según la edad. A los 30 años el riesgo
es menor de 0,5%, a los 50 años es de 2% y a los 70 años es de 7%.
Categoría 2: Riesgo moderado de cáncer de mama o factores de riesgo menores (Riesgo relativo de desarrollar
cáncer de mama en la vida entre 1.1 y 2.0.

Edad: A mayor edad, mayor es el riesgo para cáncer de mama. Por sí solo es el factor de riesgo más importante
de cáncer de mama. A los 60 años el riesgo relativo es 10 veces mayor que a los 30años, por lo cual, desde esta edad,
ya se considera como factor de riesgo.
Factores reproductivos: Probablemente asociados con la mayor exposición a ciclos menstruales y, por lo
tanto, a hormonas esteroidales.
- Menarquia precoz (<12años)
- Menopausia tardía (>55 años)
- Nuliparidad
- Primer hijo después de los 30 años
Antecedentes de cáncer de mama en familiares de 2ºo 3ºgrado después de los 60 años
Enfermedades mamarias benignas proliferativas sin atipias: tumores papilares, cicatriz radiada e
hiperplasias ductales sin atipias.
Sobrepeso en la menopausia: Esto se debería a la mayor conversión periférica de andrógenos a estrógenos
en el tejido adiposo, los cuales actuarían sobre la mama.
Alcohol: El consumo diario sobre 8 gramos de alcohol comienza a elevar el riesgo.

Algunas terapias de reemplazo hormonal de la menopausia: algunos estudios han asociado mayor incidencia
de cáncer de mama en mujeres que usaron THM combinada, en particular con medroxiprogesterona acetato,
motivo por el cual ya está prácticamente en desuso. Estudios recientes no han demostrado aumento de riesgo con
otras terapias y algunas, incluso, han mostrado disminución del riesgo de mortalidad por cáncer de mama con la
terapia estrogénica. Es importante recalcar que siempre que la terapia hormonal esté bien indicada y supervisada
puede usarse.

Factores de riesgo mayores: son aquellos que aumentan el riesgo de tener cáncer de mama más de 2 veces al
compararlas con la población general (Riesgo relativo >2). Estos coinciden con la categoría 3 y 4.
- Categoría 3: alto riesgo de cáncer de mama. Mujeres que tienen riesgo relativo de desarrollar cáncer de mama
durante la vida mayor a 2 y hasta 10 veces.
Historia familiar de cáncer de mama: el cáncer de mama familiar es aquel que incluye uno o más parientes
de 1º o 2º, pero sin mutaciones genéticas demostradas. Representa, aproximadamente, el 30% del total de los
cánceres de mama diagnosticados. El riesgo de cáncer aumenta si los familiares son de 1º o 2º grado y, en especial,
si se ha desarrollado antes de la menopausia y ha sido bilateral. También, si se ha presentado en dos generaciones
seguidas, si hay algún caso de familiar varón o un caso de familiar con cáncer de mama y ovario (Bravo et al,2013).

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Antecedentes de lesiones histológicas de alto riesgo, las llamadas lesiones precursoras: estas lesiones
son aquellas que, siendo benignas, presentan células atípicas. Dentro de la lista se incluye a la neoplasia lobulillar,
la hiperplasia ductal atípica y la atipia plana. El riesgo relativo aumenta entre 2 a 10 veces (Bravo et al, 2013).
Antecedente personal de cáncer de mama. El riesgo relativo se ha calculado entre 2 y 10 veces.

- Categoría 4: muy alto riesgo de cáncer de mama. Riesgo relativo de desarrollar cáncer de mama en la vida mayor a
10 veces.
Portadores de mutaciones de alta penetrancia en los genes BRCA 1 y BRCA 2. En este caso, el cáncer de
mama se denomina “hereditario” y representa solo el 5 a 10% de los casos. El aumento de riesgo relativo, en este
caso, es mayor a 10 veces.
Antecedentes de radioterapia en tórax antes de los 30 años de edad. Al igual que con las mutaciones en
los genes BRCA 1 y 2, el riesgo relativo aumenta más de 10 veces, siendo estos dos factores de riesgo los que exponen
al mayor riesgo de vida de desarrollar cáncer mama.

Riesgo de cáncer de cuello uterino

El cáncer de cuello de útero ha disminuido en incidencia en los últimos años, pero no ha logrado dejar de ser uno
de los cánceres más diagnosticados. Actualmente, tenemos herramientas de prevención como la vacuna que forma
parte del PAI, y herramientas para poder diagnosticar la presencia de los genotipos del virus que produce el virus
papiloma humano (VPH), y el PAP para pesquisar las lesiones preinvasoras provocadas por este.
Hay más de 150 tipos diferentes de VPH identificados, dentro de los cuales existen algunos capaces de infectar el
epitelio escamoso húmedo del tracto anogenital y orofaringe y producir cáncer no solo a nivel del cérvix uterino
como es conocido, sino también en vulva, vagina, pene, ano y orofaringe. Estos VPH capaces de provocar cáncer, es
decir, oncogénicos, son los llamados de alto riesgo.
La evidencia actual muestra que para desarrollar cáncer de cuello uterino, la infección persistente por VPH de alto
riesgo es un prerrequisito, pudiéndose detectar hasta en un 99,7% el ADN del virus en los tumores de este cáncer.
Debido a esto, los factores de riesgo para desarrollarlo están íntimamente asociados al riesgo de adquirir el virus y
de su posibilidad de desarrollar una infección persistente.
La forma de adquirir la infección genital del VPH es a través de relaciones sexuales anales y vaginales.

La infección en orofaringe se produce mediante relaciones sexuales orales. El virus se contagia con el contacto entre
pieles o mucosas, sin ser necesaria en todos los casos la penetración vaginal o anal.

Debemos tener claro que la infección por VPH es muy común. Se estima que la mayoría de las mujeres serán
infectadas por uno o más VPH durante su vida, con un riesgo que oscila entre 50 a 80%. Según edad, las mujeres
con mayores porcentajes de infección son las menores de 25 años, observándose, luego, un aumento en la
posmenopausia, probablemente, relacionado con cambios en la conducta sexual, como por ejemplo una nueva
pareja, existiendo, entonces, una reinfección.
Si bien es un gran porcentaje de las mujeres las que toman contacto con el virus, no todas desarrollan el cáncer, y
esto es fundamentalmente, porque hasta el 70% se elimina dentro del primer año de infección y hasta 90% al
cumplirse los dos años. Aquí, la edad también juega un rol. Si bien en las mujeres adultas las neoplasias
intraepiteliales grado I regresan espontáneamente entre un 70 a 80%, en las adolescentes este porcentaje es mayor
al 90%.

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También, debemos considerar que no todas las mujeres con infección persistente por el VPH de alto riesgo
desarrollarán un cáncer cérvicouterino, por lo cual se debe considerar que hay más factores que solo la infección
involucrados en supatogénesis.
A continuación, enumeraremos los factores de riesgo asociados al cáncer cérvico uterino:

Infección persistente VPH de alto riesgo.


Tabaquismo.
Alta paridad.
Edad temprana de inicio de vida sexual.
Múltiples parejas sexuales.
Una pareja con muchos compañeros sexuales presentes o pasadas.
Historia de infecciones de transmisión sexual.
Inmunodeficiencia o inmunosupresión.
Ciertas enfermedades autoinmunes.

Riesgo de cáncer gástrico

Chile es uno de los países con mayor incidencia a nivel mundial de cáncer gástrico, junto a Japón, Costa Rica y
Singapur. Es la primera causa de muerte por cáncer en los hombres y la tercera en las mujeres.
Existen factores de riesgo descritos, dentro de los cuales se encuentra el tabaquismo, ingesta de sal y de alcohol,
antecedentes de familiares de primer grado con cáncer gástrico, nivel socioeconómico bajo, sexo masculino, grupo
sanguíneo A, anemia perniciosa, gastritis atrófica y la infección por helicobacterpylori, entre otras. En general, las
asociaciones de estos factores de riesgo son de baja magnitud.

Riesgo de cáncer de vesícula biliar

El cáncer de vesícula biliar es un cáncer prevalente dentro de la población chilena.


Un factor de riesgo ampliamente conocido es la litiasis vesicular, para lo cual las mujeres chilenas se encuentran en
alto riesgo de desarrollarla. Probablemente, en esto influye que la etnia mapuche tiene una mayor incidencia de
colelitiasis. También,se describe que es más frecuente en mujeres, y que va aumentando con la edad, teniendo la
incidencia más alta a los 65 años.
Otros factores de riesgo son la obesidad y algunas enfermedades vesiculares, tales como vesícula biliar calcificada,
también, conocida como vesícula en porcelana, y los pólipos biliares. También, se ha descrito la multiparidad y el
nivel educacional menor a 8 años.

2. Factores de riesgo de osteoporosis

La pérdida de masa ósea es un problema importante en las mujeres posmenopáusicas.


Debido a esto, se analizará a continuación cuales son los factores de riesgo para la osteoporosis y, para las fracturas

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por fragilidad.

1 -Mujer en etapa posmenopáusica sin THM: supone ser la condición de riesgo más importante para esta
condición. A menor edad de la menopausia, mayor el riesgo.
2 -Edad > 65 años: en la mujer está estrechamente relacionada con la edad de la menopausia.
3 – Raza blanca.
4- Antecedentes personales de fractura por fragilidad.
5- Historia familiar de osteoporosis o de fractura de cadera.
6 - Índice de masa corporal menor a 19 kg/m2 y/o peso < 57 kg.
7- Tabaquismo.
8- Abuso de alcohol: el consumo crónico de alcohol es un depresor de la actividad de los osteoblastos, que son las
células encargadas de sintetizar la matriz ósea. Además, se asocia a alteraciones del metabolismo del calcio y
vitamina D.
9 -Hipogonadismo: se asocian a mayor pérdida de masa ósea en ambos sexos. Ejemplos de esta situación en
mujeres son los siguientes:
Menopausia temprana e insuficiencia óvarica prematura.
Periodos de amenorrea prolongados antes de la menopausia (mayor a un año).

10 - Baja ingesta de calcio en la dieta.


11 -Déficit de vitamina D: fundamentalmente dado por defecto nutricional y falta de exposición solar.
12 -Sedentarismo e inmovilización prolongada: el ejercicio físico es relevante en el crecimiento y remodelación
del hueso. El hábito sedentario y la inmovilización prolongada conllevan a una ausencia de estos estímulos y, por lo
tanto, pudiese desarrollarse o agravar una osteoporosis.
13 -Propensión a caer: dentro de este ítem se encuentran las personas con demencia senil, alteraciones visuales,
uso de lentes bifocales, arritmias, epilepsia, Parkinson, vértigo, entre otros.
14 - Uso de fármacos osteopenizantes:
Glucocorticoides.
Litio.
Heparina.
Quimioterápicos.
Tamoxifeno.
Algunos anticonvulsivantes: fenitoína, carbamacepina, topiramato, fenobarbital,

15 -Algunas enfermedades, las cuales provocan las osteoporosis de causas secundarias. Dentro de ellas se
encuentran:

Enfermedades endocrinas:

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Diabetes mellitus de larga data, especialmente, la tipo1.
Hipertiroidismo.
Hipogonadismo.
Hiperparatiroidismo primario.
Síndrome de Cushing.
Enfermedad de Addison.
Alteraciones de la absorción intestinal:
Gastrectomías.
Enfermedad celiaca.
Enfermedad inflamatoria intestinal.
Enfermedades renales:
Enfermedad renal crónica.
Trasplante renal.
Hipercalciuriaidiopática.
Enfermedades hematológicas:
Leucemia y linfoma.
Mieloma múltiple.
Talasemias.
Enfermedades reumatológicas:
Artritis reumatoide.
Otras:
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
VIH con terapia antiretroviral.

¿Cómo poder detectar las mujeres en riesgo de fracturas?


Para detectar el riesgo contamos con importantes herramientas; una de ellas es el FRAX®, una encuesta que logra
calcular el riesgo de fractura mayor (de cadera, columna, húmero o antebrazo) y fractura de cadera a 10 años.
Por otro lado, está la absorciomentría con rayos X de doble energía (DXA por sus siglas en inglés, que sirve para
diagnosticar osteopenia y osteoporosis y, por lo tanto conocer qué mujeres se encuentran en riesgo de fractura
osteoporótica.

¿A qué mujeres debemos solicitarles DXA?

Con el fin de poder diagnosticar a tiempo la osteopenia y osteoporosis, se han definido indicaciones de DXA por
varios autores y sociedades.
A continuación, se describen las indicaciones sugeridas en las Orientaciones Técnicas para la Atención integral de

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la mujer en edad de Climaterio en APS (2014).
Indicaciones de DXA:
Mujeres > 65años.
Frax con riesgo alto de fractura
Mujeres a los 60 años cuando presenten 4 o más de los siguientes factores de riesgo:
- IMC <19kg/m2.
- Fractura previa por fragilidad de cadera, muñeca y columna.
- Antecedentes de padres con fractura de cadera.
- Tratamiento actual con glucocorticoides. Cualquier dosis oral por 3 o más meses.
- Fumador actual.
- Consume 3 o más unidades de alcohol al día (se define como una dosis de alcohol a 8 a 10 grs. De alcohol.
Esto lo contienen 285 ml de cerveza, una copa de licor (30 ml) y una copa de vino de 120ml.
Para control y seguimiento en osteoporosis secundaria, a ser solicitadas en nivel secundario o terciario:
- Artritis reumatoide.
- Hipogonadismo no tratado.
- Inmovilidad prolongada.
- Trasplante de órganos.
- Diabetes tipo1.
- Hipertiroidismo.
- Enfermedades gastrointestinales.
- Enfermedades hepáticas crónicas.
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
- Hipercalciuriaidiopática.
- VIH y terapia antiretroviral.
- Enfermedad renal crónica.

Factores de Riesgo Psicosocial

El término “psicosocial” es de amplio uso en salud. Se refiere a la influencia y relación de los factores sociales en el
comportamiento de un individuo.
Existen varios factores sociales que influirán en el comportamiento de las personas.
Dentro de estas manifestaciones, se incluye la depresión y la violencia, las que pueden presentarse a cualquier edad.
Es importante que estas no sean pasadas por alto.
Además, es importante tener en cuenta que la menopausia tiene un significado cultural y social, además del médico
y fisiopatológico.
En esta etapa, las mujeres siguen siendo responsables de sus hijos muchas veces, como también de las tareas

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domésticas. Deben seguir trabajando, incluso, en algunos casos teniendo dificultades por la disminución en el
rendimiento y en la memoria.También, puede haber cambios en la estructura familiar, con los hijos que se van del
hogar o con la aparición de nietos.
Todos estos cambios pueden influir de forma directa o indirecta en la salud de la mujer climatérica.

Los datos entregados por la Encuesta Nacional de Salud del 2010, detectó mayor prevalencia de estrés y de síntomas
depresivos en esta edad. Esto es similar a lo encontrado en el ámbito internacional.

El riesgo de adquirir enfermedades crónicas puede explicarse en parte a la sobrecarga significativa de la mujer
secundaria a las diferencias de género, al estrés permanente,a las dificultades económicas o bajo nivel de apoyo
social, emocional y material.

Depresión

Las mujeres en etapa de climaterio son las que describen con mayor frecuencia síntomas depresivos.
Así lo muestra esta tabla extraída de la guía clínica MINSAL del año 2013 “Depresión en mayores de 15 años”, con
datos de la Encuesta Nacional de Salud 2010.

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Debido a esto, se debe considerar el tema para tener presente al evaluar a una mujer en esta etapa de la vida.
Es esencial para los profesionales de la salud, conocer los criterios diagnósticos para este padecimiento, ya que
fácilmente podemos sub o sobrediagnosticar si no los tenemos presentes.
Actualmente, están en uso los criterios diagnósticos de los sistemas de clasificación CIE-10 y DSMV, los cuales son
presentados a continuación.

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Criterios diagnósticos de trastorno de depresión mayor según DSM-5

A. Cinco (o más) de los síntomas siguientes han estado presentes durante el mismo período de dos semanas y
representan un cambio de funcionamiento previo; al menos uno de los síntomas es (1) estado de ánimo
depresivo o (2) pérdida de interés o de placer.

1 Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días, según se desprende de la información
subjetiva o de la observación por parte de otras personas.

2 Disminución importante del interés o el placer por todas o casi todas las actividades la mayor parte del día,
casi todos los días (como se desprende de la información subjetiva o de la observación).

3 Pérdida importante de peso sin hacer dieta o aumento de peso, o disminución del apetito casi todos los días.

4 Insomnio o hipersomnia casi todos los días.

5 Agitación o retraso psicomotor casi todos los días.

6 Fatiga o pérdida de energía casi todos los días.

7 Sentimiento de inutilidad o culpabilidad excesiva o inapropiada (que puede ser delirante) casi todos los días
(no simplemente el autorreproche o culpa por estar enfermo).

8 Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o para tomar decisiones, casi todos los días (a partir
de la información subjetiva o de la observación por parte de otras personas).

9 Pensamientos de muerte recurrentes (no solo miedo a morir), ideas suicidas recurrentes sin un plan
determinado, intento de suicidio o un plan específico para llevarlo a cabo.

B. Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas
importantes del funcionamiento.

C. El episodio no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia o de otra afección médica.

D. El episodio de depresión mayor no se explica mejor por un trastorno esquizoafectivo, esquizofrenia,


trastorno esquizofreniforme, trastorno delirante, u otro trastorno especificado o no especificado del espectro
de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos.

E. Nunca ha habido un episodio maníaco o hipomaníaco.

Fuente: American Psychiatric Association, DSM-5.

Criterios diagnósticos para Episodio Depresivo, CIE-10

El episodio depresivo debe durar, al menos, dos semanas.

No ha habido síntomas hipomaníacos o maníacos suficiente para cumplir los criterios del episodio
hipomaníaco o maníaco en ningún período de la vida del individuo.

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Criterio de exclusión con más frecuencia: el episodio no es atribuible a abuso de sustancias psicoactivas o
trastorno mental orgánico.

Síndrome Somático

Comúnmente se considera que algunos síntomas depresivos, de aquí denominados "somáticos" tienen un
significado clínico especial (en otras clasificaciones se usan términos como biológicos, vitales, melancólicos o
endogenomorfos).

Puede utilizarse un quinto carácter para especificar la presencia o ausencia del síndrome somático deben estar
presentes cuatro de los siguientes síntomas:

1 Pérdida de interés o capacidad para disfrutar importantes, en actividad es que normalmente eran placenteras

2 Ausencia de reacciones emocionales ante acontecimientos o actividades que normalmente provocan una
respuesta emocional.

3 Despertarse en la mañana dos o más horas antes de la hora habitual

4 Empeoramiento matutino del humor depresivo.

5 Presencia objetiva de enlentecimiento psicomotor o agitación (observada o referida por terceras personas).

6 Pérdida marcada de apetito.

7 Pérdida de peso (5% o más del peso corporal en el último mes)

8 Notable disminución de la líbido.

Fuente: Clasificación Internacional de Enfermedades, décima versión, CIE-10, OMS

La depresión en el climaterio se caracteriza por presentar irritabilidad, disminución de la concentración, labilidad


emocional, falta de energía, alteraciones del sueño (hasta en 75% de las mujeres) y ansiedad. En general,
corresponden solo a síntomas depresivos, pero debemos considerar que hasta un 16% aproximadamente de las
mujeres en etapa de climaterio desarrollarán una depresión mayor.
El problema en el diagnóstico es que hay síntomas que se comparten en mujeres climatéricas y en aquellas con
depresión, tales como la desconcentración, la disminución de la energía, el insomnio y la baja de libido. Lo que
permite hacer el diagnóstico diferencial con la depresión es el desánimo persistente, la anhedonia, la desesperanza
y las ganas de morirse, los cuales no son una característica específica de la menopausia.

Las mujeres con antecedentes de depresión tienen alrededor de 5 veces mayor riesgo que la población general de
presentar una depresión mayor durante el climaterio. En tanto aquellas sin este antecedente, presentan un riesgo de
2,5 veces mayor que la población general.
Las mujeres que tienen más riesgo son aquellas que han presentado depresión en otras etapas de cambios
hormonales durante su ciclo vital: adolescencia, síndrome premenstrual, embarazo y puerperio.

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El mejor predictor de depresión durante el climaterio, es haber tenido un episodio depresivo previo, especialmente,
si estuvo relacionado con eventos reproductivos.
Además, se ha postulado que la transición hacia la menopausia representa un estado de vulnerabilidad para algunas
mujeres, enmarcado en un ambiente de cambios hormonales secundario a aquellos propios de esta etapa. Se le ha
llamado “ventana de vulnerabilidad”.

Violencia

La OMS define violencia como:

El uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno
mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar
lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones.

Según la “Encuesta Nacional de Victimización por Violencia Intrafamiliar y Delitos Sexuales”, publicada en el año
2013 por el Ministerio del Interior y Seguridad Pública del Gobierno de Chile, el 31,9% de las mujeres entre 15 y 64
años ha sufrido algún tipo de violencia por sus familiares, pareja o ex pareja (violencia intrafamiliar). De violencia
psicológica 30,7% ha sido víctima alguna vez en su vida, y 15,7% de violencia física. Esta misma encuesta revela que
durante los últimos doce meses 15,4% relató haber sufrido violencia intrafamiliar, siendo la pareja o ex pareja el
principal agresor.
Existen varios factores de riesgo para la violencia de pareja, dentro de los cuales podemos encontrar un bajo nivel
educacional, antecedentes de exposición a maltrato infantil, haber vivenciado violencia intrafamiliar, uso abusivo
de alcohol y/o la aceptación de actitudes de la violencia. En todos los factores de riesgo señalados, se refiere tanto
del autor de la violencia como a su víctima.
Además, es factor de riesgo para ser agresor, padecer el trastorno de personalidad antisocial.

La violencia puede traer un sinnúmero de consecuencias para la salud, incluyendo problemas físicos y
psicológicos a corto y a largo plazo.

Es de suma importancia como profesionales de la salud poder detectar situaciones de violencia intrafamiliar y de
pareja para poder mejorar su calidad de vida.
Contamos con encuestas para poder detectar situaciones de riesgo para violencia y de violencia propiamente tal,
dentro de las cuales se encuentra el tamizaje para violencia contra la mujer, publicada por el Servicio Nacional de
Mujer (SERNAM), como también el APGAR familiar, que puede detectar disfunciones familiares.

No olvides que, para poder intervenir en salud, el apoyo social adecuado es fundamental.

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Apoyo social:
El apoyo social es un determinante psicosocial de la salud, considerándose una variable protectora para esta cuando
es adecuado.
Se ha definido como “el conjunto de provisiones expresivas o instrumentales, tanto percibidas como recibidas,
proporcionadas por la comunidad, las redes sociales y las personas de confianza, las cuales se pueden producir
tanto en situaciones cotidianas como de crisis”.
El apoyo social puede intervenir sobre la historia natural de la enfermedad. Cuando existe un apoyo social adecuado
disminuye el estrés y aumenta la percepción de control y autoeficacia, además de adherir mejora los programas de
salud.
La familia es la fuente principal de apoyo social con que cuenta una persona, por lo cual nuevamente, es importante
ante cualquier duda poder evaluar este ítem. Como ya mencionamos, contamos con el APGAR familiar para poder
evaluar el funcionamiento familiar.
Como parte de las redes sociales con que cuenta una persona, se encuentra su sistema de salud, del cual como
proveedores de salud formamos parte. Por lo tanto, no debemos olvidar que formamos parte de la red de apoyo de
las personas.

Acciones promocionales y preventivas a mujeres en la etapa de climaterio

Prevención y Promoción en mujeres en etapa de Climaterio

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Actividades promocionales para ser realizadas en atención primaria de salud

Consejería

La vida saludable se logra con todas las recomendaciones evaluadas anteriormente. La evidencia demuestra que al
ser recomendadas por profesionales de la salud estas medidas tienen mayor probabilidad de ser realizadas.
Por tanto, debemos evaluar el estilo de vida del paciente y entregarle pautas para poder lograr cambios saludables.
Los temas a abordar propuestos por las “Orientaciones Técnicas para la atención integral de las mujeres en edad de
climaterio en el nivel primario de la red de salud” son los siguientes:
Identificar los conflictos que más afectan su calidad de vida. Indagar sobre Violencia Intrafamiliar.
Relaciones familiares. Definir etapa del ciclo vital individual y familiar en que se encuentre la usuaria. Dinámica
familiar y redes de apoyo.
Relaciones sociales. Estimular el desarrollo de vínculos con el entorno y el uso de tiempo libre.

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Nutrición: Reforzar la dieta balanceada. Referir a nutricionista a las mujeres que estén fuera del rango normal de
IMC de 18 a26.

Consumo problemático y/o dependencia de tabaco, alcohol, drogas y otras sustancias.


Orientación en salud sexual en la etapa de climaterio.

La consejería en el ámbito de salud sexual en la mujer en edad de climaterio, debe promover una vida sexual saludable
y placentera, además de prevenir los riesgos que son consecuencia de una relación no segura.
Se debe informar a las mujeres sobre los cambios que pueden sentir durante esta etapa de la vida, para que ellas
comprendan mejor lo que les está sucediendo, e informar que la mayoría de estos cambios tiene tratamientos
efectivos.

Estilo de vida saludable

Dieta saludable

Lo que comemos está relacionado con varias condiciones de salud, pudiendo favorecer el sobrepeso y obesidad,
pero también influyendo en el desarrollo de hipertensión arterial, diabetes y dislipidemias. Además, el sobrepeso
y obesidad, en especial en las mujeres posmenopáusicas, puede favorecer el desarrollo de cáncer de mama.

En el año 2013, se publicaron las “Guías alimentarias para la población” por el MINSAL, lo cual incluye 11 consejos
que revisaremos a continuación:

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Recomendaciones alimentarias para la población chilena

1 Para tener un peso saludable, come sano y realiza actividad física diariamente.
2 Pasa menos tiempo frente al computador o la tele y camina a paso rápido, mínimo 30 minutos al día.
3 Come alimentos con poca sal y saca el salero de la mesa.
4 Si quieres tener un peso saludable, evita el azúcar, dulces, bebidas y jugos azucarados.
5 Cuida tu corazón evitando las frituras y alimentos con grasas como cecinas y mayonesa.
6 Come 5 veces verduras y frutas frescas de distintos colores, cada día.
7 Para fortalecer tus huesos, consume 3 veces al día lácteos bajos en grasa y azúcar.
Para mantener sano tu corazón, come pescado al horno o a la plancha,2 veces por semana. Consume legumbres al
menos dos veces por semana, sin mezclarlas con cecinas.
8 Para mantenerte hidratado, toma 6 a 8 vasos de agua al día.
9 Lee y compara las etiquetas de los alimentos y prefiere los que tengan menos grasas, azúcar y sal (sodio).

Actividad física:

La actividad física es un importante protector cardiovascular. Reduce el colesterol LDL y aumenta el HDL, mejora la
presión arterial, la glicemia, ayuda a perder peso, disminuye la masa adiposa y aumenta la masa magra. Además,
mantiene nuestro sistema músculo-esquelético en equilibrio y disminuye el riesgo de cáncer de mama.

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Cesación del hábito tabáquico:

Como es ampliamente conocido, el tabaco está asociado a eventos cardiovasculares. Los beneficios de la detención
del tabaquismo están comprobados.

Alcohol:

El consumo abusivo de alcohol se asocia a más de 200 problemas de salud tales como: aumento de los triglicéridos,
cirrosis hepática, pancreatitis, hipertensión, accidente cerebrovascular hemorrágico, sobrepeso, intoxicación por
alcohol, trastornos en la conducta, entre varios otros.

Para recomendaciones y orientaciones sobre detección temprana e intervención en personas con consumo
problema de alcohol, se puede acceder a la Guía Clínica del MINSAL sobre “Consumo perjudicial y dependencia de
alcohol y otras drogas”.

Favorecer el manejo del riesgo cardiovascular

Existen diferentes categorías de riesgo cardiovascular. Para ello, el MINSAL en su Guía “Enfoque de riesgo para la
prevención de enfermedades cardiovasculares” del año 2017, ha publicado las metas según riesgo, las cuales se
representa en el siguiente esquema.

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Fuente: Minsal, 2014a. Guía “Enfoque de riesgo para la prevención de enfermedades cardiovasculares”.

Como proveedores de salud, debemos facilitar la derivación oportuna al tratante indicado para esto, ya que cumplir
estas metas puede disminuir la incidencia de enfermedades cardiovasculares.

Tamizaje de cánceres

Mama:
Para aquellas mujeres que no presentan factores de riesgo de cáncer de mama (categoría 1) o presentan riesgo
moderado de cáncer de mama (categoría 2), se recomienda el tamizaje con mamografía.

Según la Guía clínica del MINSAL de Cáncer de Mama del 2015, el tamizaje se recomienda realizar cada dos años a
mujeres entre 50 y 74 años, ya que el mayor impacto en la reducción de la mortalidad por cáncer de mama se logra
con este esquema.
Si bien la mamografía es universalmente aceptada como el método de tamizaje en cáncer de mama, es importante
saber que las recomendaciones sobre la frecuencia de su realización varían según diferentes sociedades y países.
Por ejemplo:

La Unidad de Servicios Preventivos de los Estados Unidos recomienda mamografía cada dos años entre los
50 y 74 años. Esto debido a que, si bien el tamizaje en mujeres entre 40 y 49 años disminuye el número de muertes
por cáncer de mama, este número es mucho más pequeño que en mujeres mayores. Además, el número de falsos
positivos aumenta el número de biopsias innecesarias. Como podemos darnos cuenta, esta es la recomendación que
sigue el MINSAL y que promulga en la Guía Ministerial de Cáncer de Mama.
La Sociedad Americana del Cáncer (ACS por sus siglas en inglés) recomienda que mujeres entre 40 y 44 años
tienen la opción de elegir si desean comenzar con su tamizaje con mamografía anual y que entre los 45 y 54 años
este tamizaje ya es mandatorio y anual, para poder espaciarlo cada 2 años desde los 55 años hacia delante. Las
mujeres que deseen continuar con el tamizaje anual, pueden hacerlo. El tamizaje debe continuarse siempre y
cuando la expectativa de vida de la mujer sea igual o mayor a 10 años.

27
El Colegio Americano de Ginecología y Obstetricia (ACOG) recomienda mamografía anual desde los 40 años.

Ni el autoexamen mamario ni el examen clínico por parte de un profesional de la salud han demostrado un beneficio
claro en el aumento en la detección del cáncer de mama, por lo cual la ACS no recomienda esta práctica. La Guía del
MINSAL tampoco lo indica como medida obligatoria en el tamizaje de cáncer de mama.
Para población de alto riesgo, que son aquellas que tienen un riesgo mayor a 2 veces que el de la población general,
se ha recomendado un tamizaje diferente. Debemos tenerlo en cuenta, para derivar a las pacientes al nivel
secundario cuando corresponda.
El Tercer Consenso de Diagnóstico y Tratamiento del Cáncer de Mama, elaborado por la Sociedad Chilena de
Mastología en el año 2009, entrega la siguiente recomendación para las pacientes de alto riesgo.

Se recomienda realizar mamografía anual desde la siguiente edad de la mujer de alto riesgo:

Altísimo riesgo: a) Entre 20 y 25 años de edad: Pacientes conmutación


demostrada BRCA1 o BRCA2.
b) Después de los 25 años de edad u 8 años de
finalizada la radioterapia en pacientes con irradiación
de tórax por cáncer.

Alto riesgo: a) 10 años antes del diagnóstico de cáncer de mama


del familiar de primer grado, con un tope de 30 años.
b) Independiente de la edad: en mujeres de alto
riesgo por antecedente personal de cáncer de mama,
antecedentes de HDA, HLA, CLIS o C. radiada en
biopsias previas.

Cáncer Cérvico Uterino:


Las recomendaciones actuales, basadas en la Guía del MINSAL del 2015 de Cáncer Cérvico Uterino, son mantener un
tamizaje con papanicolau a la población de mujeres entre 25 y 64 años cada tres años.
Para las mujeres mayores de 64 años que han tenido tres resultados consecutivos negativos de papanicolau se
puede recomendar terminar con el tamizaje. De lo contrario, se debe completar los tres papanicolau negativos de
forma consecutiva.
Es importante incorporar el tamizaje viral como nueva herramienta para la prevención secundaria. Este
corresponde a la detección a nivel cervical del ADN de los VPH de alto riesgo. Es una técnica con una sensibilidad
de 90%, la cual es mayor que la del papanicolau en 23%. Las sociedades científicas han validado su uso como
método de tamizaje en las mujeres mayores de 30 años, permitiendo además un espaciamiento mayor de este, el
cual se extiende por5 años.
Este método de tamizaje alternativo ya está validado en la Guía MINSAL del 2015 de Cáncer Cérvico Uterino y permite
la detección de VPH y la genotipificación viral.
La desventaja que conlleva este tipo de tamizaje es que una mujer que porta el virus no necesariamente desarrollará
una neoplasia intraepitelial de cérvix ni cáncer, y más aún, la mayoría lo eliminará con el tiempo. Esto implica que

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si bien es un examen más sensible que el papanicolau, es menos específico. Con ello, serían derivadas para la
realización de colposcopía más mujeres de las que realmente tendrían alguna alteración precancerosa cervical.
(MINSAL2015)

Cáncer de vesícula biliar


Actualmente no está recomendado el tamizaje de colelitiasis de forma universal. Este sí debe ser realizado en
presencia de factores de riesgo de colelitiasis y en personas sintomáticas para colelitiasis. La guía de MINSAL de
Colecistectomía preventiva en adultos de 35 a 49 años, publicada en 2010, sugiere investigar sobre factores de riesgo
en mujeres asintomáticas cercanas a los 40 años. En caso de detectar factores de riesgo (multiparidad, índice de masa
corporal mayor o igual a 27, nivel educacional menor de 8 años o ascendencia mapuche), deben ser sometidas a una
ecotomografía abdominal.
La ecotomografía abdominal es muy sensible y específica en el diagnóstico de colelitiasis, por lo cual es el método
de elección para búsqueda de colelitiasis en los casos seleccionados.
Debido al riesgo de desarrollar cáncer de vesícula biliar, se sugiere que la colecistectomía profiláctica es costo-
efectiva en la prevención del cáncer de vesícula biliar.

Cáncer gástrico
Actualmente, los exámenes de detección de cáncer gástrico no conducen a una reducción de la mortalidad por este
mismo. Dado lo anterior, no está indicado el tamizaje universal para este cáncer (NIH, 2017).
Debido a que el pronóstico de este cáncer está dado fundamentalmente por el estadio clínico en el cual es
diagnosticado, debemos poner especial énfasis en la sospecha y solicitud de estudio cuando así lo amerite. Ejemplo
de ello es una persona mayor de 40 años con epigastralgia de más de 15 días asociado a otros síntomas digestivos
(MINSAL, 2014).
Aún así, es de muy difícil detección en estadios iniciales. Esto queda en evidencia en lo mencionado por García
(2013):

El cáncer gástrico incipiente (…) es asintomático en el 80% de los casos, y en el 20% restante aparecen
síntomas inespecíficos similares a un síndrome ulceroso y ocasionalmente náuseas, anorexia o saciedad
precoz. Síntomas más alarmantes como una hemorragia digestiva alta o pérdida de peso significativa se
presenta en menos del 2% de los casos precoces. En el cáncer gástrico avanzado, la sintomatología es
más florida siendo frecuentes el dolor abdominal y la baja de peso. (…) También suelen presentar
anorexia, náuseas, vómitos, anemia, disfagia, hemorragia digestiva y saciedad precoz. (…) Este tipo de
sintomatología ha determinado que la mayoría de los casos de cáncer gástrico en nuestro país el
diagnóstico se realice en etapas avanzadas de la enfermedad. (…) p.629

Prevención de osteoporosis: Medidas generales

Debemos tener en cuenta que el fin último es evitar la fractura. La osteoporosis es un factor de riesgo, pero, también,
se deben controlar otros factores como la fragilidad, la sarcopenia, los factores del medio.

Para la prevención de osteoporosis debemos apuntar a sus factores de riesgo modificables, dentro de los cuales se
encuentran los niveles de calcio y vitamina D, el sedentarismo, la cesación del hábito tabáquico y del consumo
excesivo de alcohol.

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1. Ingesta de calcio diario en niveles adecuados
La ingesta de calcio diario en mujeres entre los 19 y 50 años debe ser de 1.000 mg y en aquellas mayores de 50 años
de 1.200 mg diarios para poder mantener la masa ósea (IOM, 2011).
En este caso, en la consulta siempre debemos preguntar cuánto es el consumo diario de alimentos ricos en calcio.
Para poder calcularlo, debemos considerar fundamentalmente el consumo de lácteos. Como referencia, debemos
saber que un vaso de leche de 250 ml contiene aproximadamente 250 mg de calcio.
Para poder alcanzar la ingesta diaria de 1.000 o 1.200 mg diarios, muchas veces deberemos suplementarlo. Para esto
existen preparados farmacéuticos que contienen calcio, que deberemos indicar a las mujeres durante la consulta.
Lo ideal es poder ingerir ese calcio a través de la dieta. Esto lo podemos conversar con la paciente, llegando a un
acuerdo de cuánto consumirá en la dieta y cuánto será suplementado.

2. Vitamina D: Exposición solar e ingesta


Los niveles de vitamina D adecuados son fundamentales para la absorción intestinal del calcio, la homeostasis
mineral y la fuerza muscular. Niveles bajos de vitamina D se han asociado a fracturas osteoporóticas.
La vitamina D se obtiene por ingesta y por su síntesis cutánea con la exposición solar. Entre ambas fuentes se debe
alcanzar las 800 UI diarias.
Sin embargo, se sabe que la ingesta dietaria de vitamina D es baja, y que al aumentar la edad se produce una
progresiva menor eficiencia en la producción de Vitamina D por la piel. Debido a esto, la deficiencia de vitamina D
en el climaterio es común.

Estudios en Chile muestran que 2 de cada 3 mujeres sanas posmenopáusicas presentan deficiencia de vitamina
D y que la dieta no es suficiente para alcanzar el consumo diario recomendado.

Debido a todo lo anterior, debemos asegurar los niveles diarios de vitamina D con suplementación de ella.
Existen preparados comerciales de vitamina D que pueden ser utilizados, como también existen aquellos que
contienen diferentes dosis de calcio y vitamina D, los cuales nos facilitarían la suplementación conjunta de ambos.

3. Otras medidas importantes para evitar la osteoporosis son ejercicio físico, la cesación del tabaquismo y del
consumo excesivo de alcohol, las cuales ya fueron analizadas anteriormente.

Talleres educativos para mujeres en edad de climaterio

En las “Orientaciones Técnicas para la atención integral de las mujeres en edad de climaterio en el nivel primario de
la red de salud” del MINSAL se recomiendan actividades educativas e informativas grupales, que sean interactivas,
desarrolladas en forma periódica y con profesionales de salud capacitados.
Estos talleres tienen como objetivo que las mujeres puedan entender los cambios que ocurren en esta etapa de la
vida, que identifiquen los nuevos requerimientos nutricionales, entiendan la necesidad de eliminar el
sedentarismo, mejoren la autoestima, entre otros.

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Sus bases y aplicación se pueden encontrar en extenso en las “Orientaciones Técnicas para la atención integral de
las mujeres en edad de climaterio en el nivel primario de la red de salud” de Minsal (2014b).

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