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Universidad Nacional de Cajamarca

Facultad de Derecho y Ciencias Políticas

HOMICIDIO

CURSO: MEDICINA LEGAL

DOCENTE: VICENTE CRUZ CHINCHAY

CICLO/GRUPO: XII / “ÚNICO”

INTEGRANTES:
CHILÓN BOÑÓN KATIA
ARRIBASPLATA ARRIBASPLATA YEYSON
SALAZAR MACHARI KEILA LORENA

CAJAMARCA, PERÚ
ÍNDICE
I. ÍNDICE
II. INTRODUCCIÓN
III. HOMICIDIO
1. Etiología de la muerte violenta
2. Lesiones mortales
3. Medios para el homicidio
4. ¿Cómo identificar un homicidio en una necropsia?
5. Homicidio a nivel mundial
6. Homicidio en América Latina
7. Estadísticas
IV. CONCLUSIONES
V. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
INTRODUCCIÓN
Todo derecho fundamental de la persona tiene que verse de manera muy directa con su
dignidad; asimismo, garantizando otros derechos que deriven de este; entendiéndose que
la muerte digna, es un derecho fundamental, precisamente porque ampara y preserva la
dignidad de la persona en un momento postrero; esto se desprende el artículo 1° de la
Constitución, que no se inicia con el derecho a la vida; sino, con la defensa de la persona,
haciendo énfasis en su dignidad; siendo esta justamente la clave para desarrollar y aplicar
todo el ordenamiento legal en la defensa de la dignidad de la persona. La constitución
Política del Perú, es garantista de la vida humana; es decir, afirma que nadie puede atentar
contra la vida de la persona humana; pero es importante, precisar que el derecho a la vida,
tiene que desenvolverse en un contexto compatible con la dignidad; quedando claro que
la dignidad es fundamental en todos los derechos, incluyendo en este contexto el derecho
a la vida.
El homicidio jurídicamente es un delito que consiste en una acción u omisión contra el
bien jurídico de la vida de una persona física, ya sea con o sin intención. Es una conducta
reprochable, jurídicamente tipificable y por regla general culpable, con excepciones como
en casos de inimputabilidad, o sea no culpable pero sí penalmente responsable.
III. HOMICIDIO
1. Etiología de la muerte violenta

En el campo de la medicina legal, se aplica el estudio de las causas de la muerte en


relación con implicancias legales y jurídicas¸ puesto que la necesidad de asignar una
responsabilidad a la muerte de los seres humanos es tan antigua como la historia y ha
encontrado expresión en el lenguaje religioso y judicial. Desde el punto de vista
religioso, la muerte puede ser por hechos inevitables (actos de Dios), o por actos de
los seres humanos. En el primer caso, enfermedades y accidentes, y en el segundo,
suicidios y homicidios, siendo utilizada actualmente en los registros de las
estadísticas vitales.
La llamada etiología ´´muerte violenta´´, determina si una muerte fue un accidente,
homicidio o suicidio; es por ello que para la determinación del tipo de muerte se basa
en una investigación sobre las circunstancias que rodearon a la muerte y el examen
de cualquier lesión visible en la superficie corporal del fallecido (establecidas en una
certificación médica) protegiendo la existencia legal de toda persona humana. (Di
Maio VJM, 2003)

1.1.Disposiciones legales relativas a la valoración jurídica de la muerte

 Ley N° 26497 - Ley Orgánica del Registro Nacional de Identificación


y Estado Civil

 Artículo 44.- Se inscriben en el Registro del Estado Civil:


- Los nacimientos
- Los matrimonios
- Las defunciones
- Las resoluciones que declaran la incapacidad y las que limitan la
capacidad de las personas
- Entre otros

 Decreto Supremo N°015- 98-PCM - Reglamento de inscripciones del


Registro Nacional de Identificaciones y Estado Civil

 Articulo 49.- En el acta de defunción se inscriben:


a) Las defunciones
b) La muerte presunta declarada por resolución judicial firme
c) El reconocimiento de existencia de la persona, declarada por
resolución judicial firme.

 Artículo 50.- Para la inscripción se presentará el certificado de


defunción emitido por médico con título reconocido por el Estado.
De no haber en la localidad un médico que acredite la defunción,
se requerirá para realizar la inscripción la declaración jurada de la
autoridad política, judicial o religiosa confirmando el deceso.
En caso de muerte violenta, se requerirá la autorización
correspondiente del médico legista, para proceder a la inscripción
de la defunción.
En el caso del Artículo 55 de este Reglamento bastará el mérito del
acta para efectuar la cremación o inhumación del cadáver, que se
llevarán a cabo siempre después de 24 horas de producido el
fallecimiento.

 Artículo 51.- No se dará sepultura sin haberse inscrito previamente


el deceso. Para proceder a la cremación o inhumación deberá haber
transcurrido por lo menos 24 horas desde el fallecimiento. Estas
disposiciones serán materia de excepción en los casos en que así lo
dispongan las autoridades del Ministerio de Salud, por razones
graves que comprometan la salubridad pública.

 Artículo 52.- En la inscripción de la defunción se detalla la


siguiente información:
a) Nombre, edad, sexo, domicilio y nacionalidad del difunto
b) Lugar, hora y fecha del fallecimiento
c) Nombre del cónyuge en caso de haber sido casado el difunto
d) Nombre de los padres del difunto
e) Nombre y firma del declarante
f) Nombre y firma del Registrador
g) Número de CUI o de la libreta electoral o de cualquier otro
documento que permita fehacientemente la identificación del
difunto.

 Artículo 53.- Cualquier persona puede solicitar la inscripción de


la defunción ante cualquier Oficina Registral, con las excepciones
previstas en el Artículo 55 del presente Reglamento.
Si el deceso ocurriera en el extranjero, la inscripción de la
defunción deberá realizarse dentro de los 30 días siguientes (*), en
cualquier Oficina Registral Consular del país donde se produjo el
fallecimiento.

 Artículo 54.- Los directores, jefes o encargados de conventos,


monasterios, cuarteles, cárceles, orfelinatos, clínicas, hospitales,
centros de salud públicos o privados y demás centros que cumplan
fines semejantes a éstos, deberán solicitar la inscripción de las
defunciones ocurridas dentro de dichos establecimientos, a la
Oficina Registral competente, adjuntando el certificado de
defunción respectivo.
 Artículo 55.- Si el fallecimiento ocurriera en un lugar o población
donde no exista Unidad de Oficina Registral con capacidad para
registrar defunciones o cuyo acceso sea difícil, se redactará un
documento en donde conste la defunción respectiva, a fin de
remitirla a la Oficina Registral más cercana para proceder a su
inscripción.
Las personas autorizadas para la redacción, suscripción y el envío
del documento son:
a) La autoridad política
b) La autoridad religiosa
En caso de muerte a bordo de una nave o aeronave nacional se
extenderá por duplicado un acta que firmarán el capitán y un
miembro de la tripulación, así como el contador y el médico si
hubiera éstos.
En los documentos a que se hace referencia en el presente artículo,
además de la causa del fallecimiento, se consignará, en la medida
de lo posible, la información establecida en el Artículo 52 del
presente Reglamento.

 Resolución Jefatura N° 721-2010-JNAC-RENIEC


Precisan que la inscripción de la Defunción en las Oficinas de Registros
del Estado Civil de todo el país, Oficinas Registrales y Oficinas
Registrales Auxiliares del RENIEC a nivel nacional, no se encuentra
sujeta a plazo alguno.

 Decreto Supremo N°010- 213-JUS –

 Articulo 3.- Hallazgo del cadáver y deber de comunicación.


Los miembros de las Fuerzas Armadas o de la Policía Nacional del Perú,
cuando por su actividad o función hallen un cadáver o partes corporales
humanas, correspondientes tanto a miembros de dichas instituciones como
a civiles, deberán comunicar este hecho al Oficial al mando o quien haga
sus veces, a fin de dar cuenta del hallazgo al representante del Ministerio
Público y de que éste se apersone a la zona para la realización del
levantamiento de cadáver.

 Articulo 9.- Recojo y traslado de cadáver.


El Oficial al mando o quien haga sus veces, dispondrá el recojo y traslado
del cadáver o partes corporales humanas hacia la División Médico Legal,
o cualquier institución de salud en ausencia de una sede del Ministerio
Público, siempre que no se ponga en serio riesgo su vida o integridad
física, la del personal a su cargo o de terceros, observando el procedimiento
que establece la norma procesal penal y las normas reglamentarias
vigentes, para lo cual podrá autorizar la participación del médico, técnico
de salud u otro profesional que disponga o requiera.
 Artículo 10.- Recepción de cadáver.
La División Médico Legal o la institución de salud que recepcione el
cadáver o partes corporales humanas deberá verificar que la entrega del
mismo cuente con la documentación correspondiente, tales como el oficio
de internamiento de cadáver y solicitud de la necropsia donde se deberá
consignar el nombre del Oficial al mando o quien haga sus veces- y,
cuando corresponda, del Fiscal que autorizó el levantamiento; el formato
especial de la diligencia de levantamiento de cadáver o restos humanos así
como la ficha de recepción del cadáver.

1.2.Muerte natural, muerte violenta y muerte sospechosa


Muerte natural
Se entiende como tal aquella que es el resultado final de un proceso morboso en
el que no hay participación de fuerzas extrañas al organismo. La etiología de la
muerte es endógena o cuando es exógena, como ocurre en las infecciones, debe
ser espontánea y en algunos casos por el propio envejecimiento que agota los
mecanismos vitales. En este caso el médico extiende el certificado de defunción.
(Gisbert Calabuig, 2004)
Muerte violenta
Es aquella que se debe a un mecanismo suicida, homicida o accidental, es decir
exógeno al sujeto, concurren en estas muertes la existencia de un mecanismo
exógeno y una persona responsable del mismo. (Gisbert Calabuig, 2004)
Muerte sospechosa de criminalidad
Es aquella muerte, que pudiendo ser natural, se presenta bajo el signo de la
sospecha y de la duda. Son aquellos casos en los que por acontecer la muerte
rápidamente en una persona aparentemente sana, caso de la muerte súbita, o
porque las circunstancias de lugar y tiempo impiden un diagnóstico preciso de la
causa inmediata de la muerte la hacen sospechosa de criminalidad, siendo en este
caso preceptivo la práctica de la autopsia. Hay que señalar que la muerte súbita
no siempre es sospechosa de criminalidad, para que lo sea es necesario que se
desconozca el diagnóstico, en cuyo caso se transforma en muerte judicial, y será
preceptiva la autopsia. (Gisbert Calabuig, 2004)
1.3. La autopsia judicial y la causa de la muerte
La autopsia judicial o médico-legal se puede definir como el conjunto de actos
cientificos-tecnicos que contribuyen a la investigación judicial de los
procedimientos incoados a consecuencia de: muertes violentas o sospechosas de
criminalidad, muertes en las que no se ha expedido el certificado de defunción o
aquellas en las que se reclame una responsabilidad profesional sanitaria.
(Simonin, 1982)
La autopsia judicial constituye una de las diligencias de mayor trascendencia entre
las propias de la actividad médico-forense. Ante todo en gran número de casos la
autopsia enseña al médico legista la verdadera causa de la muerte que antes de la
investigación permanecía ignorada. Pero sobretodo y a lo que interesa a la justicia
los resultados de la autopsia nos van a decir si la muerte fue natural o violenta y
si se trata de un suicidio, un homicidio o un accidente. Si la operación necropsica
se lleva a cabo sobre un recién nacido se determinará si se trata de un feto viable
o no; de serlo si vivió vida extrauterina; y en este caso, si murió a consecuencia
de un mecanismo natural o violento.
La necesidad de hacer la autopsia aun cuando por la inspección exterior se pueda
presumir la causa de la muerte se basa en la posibilidad de que dicha causa de la
muerte pudiera haber sido distinta de la que sospechamos o que para ocultar la
verdadera naturaleza de la muerte o para desfigurar las circunstancias se realicen
sobre el cadáver otras lesiones que parecieran haber originado la muerte.
Por tanto la autopsia judicial persigue los siguientes fines:
 Asegurar la realidad de la muerte: aunque sea de forma excepcional, las
primeras comprobaciones que se deben de realizar en un cuerpo deben ir
dirigidas al diagnóstico de la muerte cierta.
 Establecer la identidad del fallecido: se trata de un dato de inestimable
valor ya que a partir de él pueden dirigirse las primeras investigaciones
policiales y judiciales.
 Establecer la data de la muerte, dentro de un marco temporal.
 Determinar si se trata de una muerte natural o violenta.
 Conocer la causa o mecanismo desencadenante.
 En caso de ser una muerte violenta determinar si se trata de un homicidio,
suicidio o accidente.
 Averiguar otras circunstancias de trascendencia penal o civil; hallar
vestigios del posible autor de un crimen o establecer un orden de
fallecimiento en posibles casos de conmoriencia.

1.4.Etiología médico legal de la muerte


Para la medicina médico legal, etiológicamente la muerte puede clasificarse en
muerte natural y violenta, pero esta clasificación muy sencilla, resulta incompleta
si se considera que la determinación de tal o cual, no siempre es posible, aun
teniendo todos los recursos humanos y técnicos posibles, por ello se cree
conveniente considerar la muerte indeterminada.
La muerte violenta puede clasificarse según su modo o mecanismo de muerte:
accidental, suicida y homicida; ya que es la muerte no debida a razones
patológicas o enfermedades y en si es la muerte debida a agentes agresores
externos de origen no patológicos y que necesitan definirse con mayor exactitud
en una necropsia de ley.
2. Lesiones mortales

2.1. Legislación Peruana


El delito de lesiones mortales se encuentra establecido en el Código Penal
Peruano; en el caso de las lesiones lo que se tiene que verificar es que si esa lesión
puso o no puso en grave riesgo la vida de la persona. Para lo cual recurriremos al
artículo 106 del código penal peruano, el mismo que regula el tipo penal básico
de los delitos contra la vida.

El que mata a otro será reprimido con pena privativa de libertad no menor de
seis ni mayor de veinte años.

2.2. Tipología Criminal

Existen diversas clasificaciones de delitos contra la vida; así tenemos:


A. HOMICIDIO:
El homicidio es el acto de matar a una persona humana. Jurídicamente es
un delito que consiste en una acción u omisión contra el bien jurídico de
la vida de una persona física, ya sea con o sin intención.
Es una conducta reprochable, jurídicamente tipificable y por regla general
culpable, con excepciones como en casos de inimputabilidad, o sea no
culpable pero sí penalmente responsable.

El Homicidio se clasifica en:


 Homicidio simple: El tipo básico del homicidio que aparece como
el primer delito específico regulado en el código sustantivo, se encuentra
tipificado en el artículo 106, y se trata de homicidio simple a falta de las
agravantes establecidas en el art 108 del código penal peruano, La
conducta típica del homicidio simple consiste en quitar la vida
dolosamente a una persona, sin la concurrencia de alguna circunstancia
atenuante o agravante debidamente establecida en el Código Penal como
elemento constitutivo de otra figura delictiva. Si bien, en el tipo penal no
se hace referencia a la forma de aniquilar la vida de otro, se entiende que
puede ser por acción u omisión, en este último supuesto será de aplicación
el artículo 13 del Código Penal que regula la omisión impropia. Siendo así,
se concluye que detrás de una omisión delictiva debe existir una norma de
mandato (prestar auxilio, avisar a la autoridad, etc.), caso contrario, la
conducta es atípica. Ocurre, por ejemplo, cuando un médico de guardia
nocturna dolosamente no atiende a un paciente herido de bala con la
finalidad que muera desangrado por ser este, el causante de su divorcio.
"Lo determinante es que el sujeto activo se encuentre en una posición de
garante frente a la muerte del sujeto pasivo". Es decir, se encuentre con el
deber jurídico de actuar para evitar el resultado dañoso no querido por el
orden jurídico.

Homicidio calificado: Es un delito cuya acción está constituida por


la muerte que una persona causa a otra de manera intencional, realizado
bajo ciertas circunstancias específicas, relacionadas con el medio
empleado o el modo de perpetración.
Hay diversos agravantes para el homicidio según la relación que
guarden el homicida y su víctima; por ejemplo, a los parientes
consanguíneos en línea recta ascendente o descendente,
en parricidio; genocidio si intermediaron cuestiones de carácter étnico,
racial o religioso para realizar el acto. Cabe anotar que todas estas clases
de homicidios pueden acarrear consecuencias jurídicas diferentes.

B. HOMICIDIO – SUICIDIO
El suicidio (del latín: suicidium) a es el acto por el que una persona de
forma deliberada se provoca la muerte.
Por lo general es consecuencia de la desesperación derivada o atribuible a
una enfermedad física, una enfermedad mental —como la depresión, el
trastorno bipolar, la esquizofrenia o el trastorno límite de la
personalidad— el alcoholismo o el abuso de sustancias.
No obstante, el más «importante» factor de riesgo individual es el
antecedente de un intento de suicidio no consumado. A menudo influyen
diversos factores estresantes como las dificultades financieras, los
problemas en las relaciones interpersonales o el acoso psicológico.
Asimismo, en función al grado de ayuda, existen las siguientes figuras:
- Inducción al suicidio:
- Cooperación con actos necesarios
- Ejecución de la muerte

C. HOMICIDIO – EUTANASIA
La eutanasia (del latín científico euthanasia y este del griego antiguo
εὐθανασία /euthanasía/ 'muerte digna')1 es la intervención voluntaria que
acelera la muerte de un paciente terminal con la intención de evitar
sufrimiento y dolor del individuo. La eutanasia está asociada al final de la
vida sin sufrimiento.

En un sentido más contemporáneo y restringido, la eutanasia es aquel


procedimiento voluntario, intencionado, estudiado y consciente que
realiza un médico para acelerar la muerte de un paciente terminal de algún
padecimiento incurable; a solicitud consciente, estudiada y deliberada del
enfermo o familiares, quienes, plenamente enterados de que no existe
tratamiento curativo para la dolencia; le solicitan al médico que la realice
sobre el paciente para así dar fin con el dolor y sufrimiento intolerables e
intratables.
En el Perú la eutanasia no está permitida, esto según el art 112 del código
penal peruano (homicidio piadoso)

2.3. Según la intencionalidad del Agresor


 Homicidio doloso: Cuando exista la intención positiva de inferir la muerte a la
víctima. Es decir, que el sujeto activo tiene la capacidad de querer y entender las
consecuencias de su conducta y producir el resultado de muerte.
 Homicidio involuntario, También llamado homicidio culposo o negligente:
cuando se conoce el posible resultado de muerte y sin embargo se cree poder
evitarlo, pero falla y esta se produce. También se presenta cuando definitivamente
se ignora dicho resultado, pero de igual forma se mata. La punibilidad en este caso
surge amparada por el deber que toda persona tiene de abstenerse de causar daño
a otra, y las acciones carentes de intención y omisiones que conlleven a la muerte
serán susceptibles de juzgarse conforme a las leyes penales.
 Homicidio preterintencional: Hace mención al desbordamiento de las intenciones
del causante, en las que primitivamente se quiso dañar, pero que
desafortunadamente resultó matándola. Por ejemplo, si se desea simplemente
golpear a alguien para causarle unas magulladuras, y se termina matándolo. Se ha
afirmado que el homicidio preterintencional es un punto medio entre el dolo y la
culpa; dolo frente a la acción y culpa frente al resultado.

2.4. Otras Clasificaciones


 Por el vínculo con la víctima. Matar a un familiar directo, al cónyuge o a la pareja,
aunque no haya convivencia.
 Por la forma de cometerlo. Matar con:
o Ensañamiento, que quiere decir, aumentar voluntariamente y de forma
inhumana el sufrimiento de la víctima.
o Alevosía, que significa actuar a traición y sobre seguro.
o Veneno u otro procedimiento insidioso. La insidia ocurre cuando los
medios empleados hacen más difícil a la víctima precaverse, prevenirse,
defenderse del agresor.
 Por precio o promesa remuneratoria. Matar a otro a cambio de un pago.
 Por odio racial, religioso, de género o de orientación sexual.
 Por el medio empleado. El código agrava el matar a otro con un medio que puede
crear un peligro común. Por ejemplo una bomba, un incendio, etc.

3. Medios para el homicidio

El homicidio es un delito típicamente material o de resultado externo, entonces


para que se cumpla o se materializa este delito se realiza actos que pongan fin a la
vida de una persona. “la materialidad de este delito se deduce de la perfecta
coincidencia entre el resultado jurídico (anulación del derecho a la vida y el
resultado material (muerte)”. Por tanto cualquier medio capaz de producir la
muerte tiene relevancia jurídica, a excepción que aquellos que determinan una
agravación especial; importa la eficacia para matar. Se ejecuta mediante la acción,
omisión, comisión por omisión, como por ejemplo cuando se deja de atender a un
paciente en un hospital. (Romero)

 Medios directos

Los medios directos son aquellos que actúan directamente sobre la víctima
entre ellos pueden ser armas blancas, de fuego, los gases asfixiantes, la
corriente eléctrica, el estrangulamiento, etc.

 Medios indirectos

Los medios indirectos por su parte obran a través de otros medios, como por
ejemplo valerse de un enajenado mental para cometer un homicidio, entre
otros.
 Medios Materiales (Físicos)

Los medios materiales o también llamados medios fisicos son los que actúan
atacando el organismo en su integridad, entre ellos tenemos las armas propias,
destinadas normalmente al ataque o la defensa o las impropias, son aquellos
instrumentos destinadas a otros fines pero que pueden tener eficacia ofensiva
o defensiva.

 Medios Psicológicos

En los medios psicológicos el sujeto utiliza o se vale de medios psicológicos


como el que utiliza los medios físicos habituales, es decir el sujeto activo ha
realizado de las circunstancias y que unidas a su acción, deben producir la
muerte.
4. ¿Cómo identificar un homicidio en una necropsia?
Es Conveniente seguir los siguientes pasos como parte de la Necropsia:
Examen externo
Tras retirar las vestimentas, se deben efectuar, entre otras, las siguientes actuaciones:
tomar fotografías y hacer diagramas del cuerpo, así como de las heridas y anomalías
congénitas o por enfermedad. Describir cada lesión, localización anatómica, tamaño,
forma, color, trayectoria, características, etc. Recabar otras pruebas de interés
criminalístico, pelos, bordes de las uñas, fibras, barro, polvo y fluidos corporales.
Examinar y recoger muestras, si procede, de los orificios naturales.
Examen interno
La disección de los órganos se realiza básicamente mediante dos métodos: el de Virchow
y el de Zenker. En el primero, el forense extrae las vísceras una a una y las examina por
separado. Por el contrario, la técnica de Zenker consiste en sacar los órganos en masa y
separarlos por sistemas orgánicos (aparato digestivo, respiratorio, genital...). Con
independencia del método utilizado, cada autopsia incluye una serie de pasos que hay que
seguir, según el tipo de muerte que se sospeche.
La extracción de órganos comienza con la retirada del cerebro, continúa por el cuello y el
tórax, y finaliza en el abdomen. Las vísceras son pesadas y examinadas por dentro y por
fuera. También se recogen muestras de ellas, para llevar a cabo estudios histológicos y
toxicológicos que ayudan a esclarecer la causa de la muerte.
OBJETIVOS DE LA AUTOPSIA MÉDICO LEGAL
Los objetivos de una autopsia médico legal siempre van encaminadas a:
Establecer la causa de la muerte.
 Ayudar a establecer la manera de la muerte.
 Establecer la hora de la muerte.
 Ayudar a establecer la identidad del fallecido.
5. HOMICIDIO A NIVEL MUNDIAL
5.1. Según la oficina de las Naciones Unidas
La Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (ONUDD) publicó
este lunes el Estudio Mundial sobre Homicidios de 2019, el cual reveló el
aumento sistemático de homicidios en los últimos 30 años. De acuerdo al informe
en 2017 se registraron 464.000 homicidios intencionados, frente a las 362.000
registradas en 1990.
América resultó ser el continente con mayor tasa de asesinatos al registrar 17,2
por cada 100.000 mil habitantes, esta cifra indica que se registró el 42 por cientos
de todas las víctimas de homicidios. Al dividir las cifras en regiones
Centroamérica resultó ser la más violenta con 25,9; Sudamérica, con 24,2; y el
Caribe, con 15,1, convirtiéndolas en las subregiones con las tasas más altas de
homicidios del planeta.
La Onudd estimó que alrededor del 81 por ciento de las víctimas de homicidios
registradas en 2017 fueron hombres, así como más del 90 por ciento de los
sospechosos. Una de las cifras alarmantes del informe es la relacionado a los
homicidios relacionados a la violencia de género. Aunque las mujeres son
víctimas en sólo el 20 por ciento de todos los asesinatos, la cifra supera el 80 por
ciento cuando se trata de homicidios cometidos dentro de la pareja.
En este sentido alrededor del 60 por ciento de las 87.000 mujeres que fueron
asesinadas en 2017 fueron víctima de un crimen machista cometido por sus
parejas, exparejas o familiares hombres. La facilidad de acceso a las armas de
fuego y las tasas de homicidios están ligadas, así en 2017, poco más de la mitad
de todos los asesinatos intencionados fueron cometidos con armas de fuego. En
América, esa proporción sube al 75 por ciento. Para la Onudd el 37 por ciento de
los homicidios en 2017 tuvieron lugar bajo la influencia de sustancias
psicoactivas. En el 90 por ciento de los casos, se trataba de alcohol.
Por último, el informe reseñó que el 63 por ciento de los homicidios cometidos
son resueltos por la Policía. Sin embargo, ese porcentaje cae al 43 por ciento en
América, debido en parte a la impunidad, causada por un sistema judicial débil,
crea un ambiente en el que los criminales operan con más facilidad. La ONU
sostiene que América es la única región en la que esa tasa de homicidios ha crecido
desde 1990. América es seguida de África con 13 asesinatos por cada 100.000,
Europa (3), Oceanía (2,8) y Asia (2,3). Según el documento de la Onudd el 19 por
ciento de los homicidios en 2017 estuvieron relacionados con el crimen
organizado. Desde el año 2000, el crimen organizado ha matado a tantas personas
como todos los conflictos armados en el mundo
5.2. Polarización del homicidio
En 2012, casi medio millón de personas (437 000) perdieron la vida a causa de
homicidios dolosos en todo el mundo. Más de una tercera parte de éstos (36%)
tuvieron lugar en el continente americano, 31% en África, 28% en Asia, mientras
que Europa (5%) y Oceanía (0.3%) presentaron las tasas más bajas de homicidio
a nivel regional. Si bien la tasa promedio global de homicidios es de 6.2 por cada
100 000 habitantes, África del Sur y América Central muestran promedios cuatro
veces mayores (por arriba de 24 víctimas por cada 100 000 habitantes), lo que las
vuelve las subregiones con las tasas de homicidio más altas que se hayan
registrado, seguidas por América del Sur, África Central y el Caribe (entre 16 y
23 homicidios por cada 100 000 habitantes). Por su parte, con tasas cinco veces
más bajas que el promedio global, Asia Oriental, Europa del Sur y Europa
Occidental son las subregiones con los menores índices de homicidio. Casi 3 000
millones de personas viven en un con junto de países en expansión con tasas de
homicidio relativamente bajas; muchos de ellos, especialmente en Europa y
Oceanía, han experimentado una disminución en los índices de homicidio desde
1990. En contraste, casi 750 millones de personas viven en países con niveles de
homicidio elevados, lo que significa que casi la mitad de los homicidios suceden
en países que representan alrededor del 11% de la población mundial y que la
seguridad personal es aún una preocupación mayor para 1 de cada 10 personas en
el mundo.
Existe una brecha cada vez mayor en los niveles de homicidio entre los países con
tasas altas y aquéllos con tasas bajas. También hay notables desigualdades dentro
de las regiones y subregiones, ya que cada país sigue diferentes tendencias con el
tiempo. Por ejemplo, en la subregión de América del Sur, las tasas de homicidio
en el Cono Sur (Argentina, Chile y Uruguay) se acercan a las tasas relativamente
bajas que se registran en Europa, mientras que las tasas del norte de la subregión
se parecen más a las tasas relativamente altas de América Central. De manera
similar, a nivel subnacional, en la mayoría de los países la ciudad más poblada
registra en general tasas de homicidio más altas, con las notables excepciones de
algunos países de Europa Oriental (véase Anexo estadístico). Hay regiones y
subregiones que han experimentado permanentemente niveles elevados de
homicidio. Así ocurre, en particular, en América, cuyos índices durante la última
década se han mantenido altos e incluso han aumentado en ciertos casos. Sin
embargo, esto no es nada nuevo, pues el continente americano ha tenido tasas de
homicidio de cinco a ocho vecesmayores que las de Europa y Asia desde mediados
de la década de 1950. Los constantes niveles elevados de homicidio en América
son resultado de la violencia política y vinculada al crimen que se ha suscitado a
lo largo de décadas, la cual ha impedido que los índices desciendan en
determinados países. Con todo, los niveles de homicidio en algunos países
americanos, como Brasil, se están estabilizando, aun cuando siguen siendo
elevados. En otras regiones, países con tasas de homicidio históricamente altas,
como Sudáfrica, Lesoto, Federación Rusa y otros pertenecientes a Asia Central,
están emprendiendo acciones para romper su círculo de violencia y han logrado
disminuir las tasas. En el extremo opuesto, en los países con algunas de las tasas
más bajas de homicidio del mundo, la mayoría ubicados en Europa y Asia
Oriental, los niveles continúan descendiendo. Muchos de esos países presentaban
niveles de homicidio bajos en 1995 y desde entonces han registrado
continuamente tasas menores. Por otro lado, es de preocupar que los niveles de
África del Norte estén aumentando, quizá a consecuencia de la violencia política,
la cual a su vez puede disparar la violencia letal por actividades delictivas; ello
hace necesario monitorearlos. Lo mismo puede decirse de ciertas partes de Asia
Meridional y África Oriental.
5.3. Concentración por género
La polarización no sólo se observa en relación con los lugares donde ocurren los
homicidios, sino también respecto al sexo de las víctimas y de los autores
materiales. Si bien a nivel mundial 79% de las víctimas de homicidio son hombres,
en el contexto familiar y de relaciones de pareja las mujeres están en un riesgo
considerablemente mayor que los hombres. Aunado a lo anterior, cerca de 95%
de los homicidas a nivel global son hombres, un porcentaje más o menos constante
de país a país y entre regiones, independientemente de la tipología de homicidio
o el arma empleada. A nivel global, la tasa de homicidios de hombres es casi
cuatro veces mayor que la de mujeres (9.9 contra 2.7 por cada 100 000), siendo la
más alta la de América (30 por cada 100 000 hombres), que es casi siete veces
mayor que las de Asia, Europa y Oceanía (todas por debajo de 4.5 por cada 100
000 hombres).
En gran medida, esto se debe a los elevados niveles de homicidio asociados a la
delincuencia organizada y las pandillas, los cuales se dan más en el continente
americano que en otras regiones; además, si se considera que 43% de todas las
víctimas de homicidio tienen entre 15 y 29 años de edad, ello significa que una de
cada siete víctimas a nivel global es un joven del continente americano de entre
esas edades.
Hay una tendencia regional y de género hacia las víctimas masculinas en
homicidios vinculados a la delincuencia organizada y las pandillas, pero el
homicidio interpersonal cometido por un compañero íntimo o un familiar está
distribuido mucho más equitativamente de región a región y es notable que, en
promedio, se encuentre estable a nivel global. Sin embargo, afecta a las mujeres
de manera desproporcionada: a nivel global, dos terceras partes de las víctimas de
homicidio cometido por compañeros íntimos o familiares son mujeres (43 600 en
2012) y un tercio (20 000) son hombres. Casi la mitad (47%) de todas las víctimas
femeninas en 2012 fueron asesinadas por sus compañeros íntimos o familiares, en
comparación con menos de 6% de las víctimas masculinas. Se aprecia que,
mientras una gran proporción de mujeres víctimas pierden la vida a manos de
quienes se esperaría que las protegieran, a la mayoría de los hombres los asesinan
personas que quizá ni siquiera conocen.
6. HOMICIDIO EN AMÉRICA LATINA
Según el Estudio Mundial sobre el Homicidio de 2019 publicado este lunes en Viena por
la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), La tasa media de
homicidios anual en el continente americano es de 17,2 por cada 100.000 habitantes, casi
el triple que el promedio mundial y casi seis veces más que Europa, lo que lo convierte
en el continente con más homicidios en el mundo. (Las cifras recopiladas para este estudio
datan hasta 2017).

Centroamérica, con 25,9; Sudamérica, con 24,2; y el Caribe, con 15,1, son las subregiones
con las tasas más altas de homicidios del planeta. Además, América es la única región en
la que esa tasa ha crecido desde 1990. El estudio afirma que la gravedad de esta situación
en América Latina se da por la confluencia de problemas sociales como la desigualdad,
debilidad del sistema judicial y fortaleza del crimen organizado.
El Salvador: 62.1 homicidios por cada 100.000 habitantes.

Aunque su promedio de homicidios viene disminuyendo en los últimos años, El Salvador


se ubica como el país más violento de Centroamérica y de todo el continente americano.
Según datos de 'InSight Crime', solo en 2016 El Salvador registró una alarmante tasa de
81,2 asesinatos por 100.000 habitantes. En 2017 esta tasa descendió en casi 20 homicidios
por 100.000 habitantes.

Durante mucho tiempo la tasa de homicidios de El Salvador ha estado relacionada con


sus dos pandillas más dominantes y violentas: la Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18.
Estas pandillas han detenido sus luchas entre sí, lo que podría ser una de las principales
razones para la reducción de los asesinatos.
Honduras: 41.7 homicidios por cada 100.000 habitantes.

Según 'InSight Crime', después de llegar a un pico de 85,5 asesinatos por 100.000
habitantes en 2011, la tasa de homicidios de Honduras se redujo a la mitad en 2017, lo
que lo convierte en el segundo país con más homicidios en Centroamérica y el cuarto en
todo el continente americano.

Los funcionarios de seguridad atribuyeron la reducción de homicidios a las acciones


gubernamentales contra los narcotraficantes y las pandillas.
Panamá: 9.7 homicidios por cada 100.000 habitantes.

Aunque en 2018 se registraron 401 homicidios -23 más que en 2017, según un informe
del Ministerio Público de Panamá divulgado en diciembre de 2018-, Panamá es el
segundo país con menos homicidios de Centroamérica y el cuarto de Latinoamérica.

El director de la Policía Nacional, Alonso Vega Pino, dijo en enero de este año a la
agencia EFE que ese leve incremento está “directamente relacionado con el crimen
organizado” y añadió que "la geografía de Panamá lo convierte en un punto de tránsito
vital para el tráfico de mercancías ilegales en la región".
Nicaragua: 8.3 homicidios por cada 100.000 habitantes.

En 2017, fecha hasta la que datan las estadísticas del Estudio Mundial sobre el Homicidio
de 2019, Nicaragua continuó con la tendencia de reducción de homicidios que registró
durante los últimos años, lo que le permitió ser en este estudio el país de Centroamérica
con menos homicidios y el tercero en Latinoamérica.

Sin embargo, según un análisis de 'InSight Crime', en 2018 los índices de violencia se
dispararon con la brutal represión de los manifestantes civiles por parte del régimen del
presidente Daniel Ortega. Aunque las organizaciones no gubernamentales han
suministrado estadísticas incompletas de los asesinatos, la Asociación Nicaragüense Pro
Derechos Humanos (ANDPH) registró en julio del año pasado 448 muertos y 595
desaparecidos.
Venezuela: 56.8 homicidios por cada 100.000 habitantes.

La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito destaca especialmente el caso


de Venezuela, donde se ha registrado "el más dramático incremento" de la tasa de
homicidios: pasó de 13 a 57 por cada 100.000 habitantes entre 2012 y 2017. Dicho
aumento estaría relacionado con graves conflictos políticos, económicos y sociales del
país.

Aunque en 2018 registró 23.047 casos de homicidio según 'InSight Crime', un año antes
la cifra fue de 26.616, lo que convirtió a Venezuela en el país con más homicidios en
Suramérica y el segundo en todo el continente.
Brasil: 30.5 homicidios por cada 100.000 habitantes.

Según el Estudio, en Brasil la tasa de homicidios subió a 30 en 2017 y se estima que 1,2
millones de personas han sido víctimas de homicidios intencionados entre 1991 y 2017.
De hecho, en 2017 175 personas fueron asesinadas en promedio cada día en Brasil, lo que
hace que este país se ubique como el segundo con más homicidios en Suramérica y el
cuarto en todo el continente americano.

Cabe destacar que, en 2018 y según 'InSight Crime', Brasil tuvo una leve reducción de
homicidios en comparación con el año anterior, registrando 39.183 asesinatos (5.550
menos que en 2017).
Argentina: 5.1 homicidios por cada 100.000 habitantes.
En medio de una profunda crisis económica Argentina ostenta la segunda tasa de
homicidios más baja, no solo de Suramérica sino también de Latinoamérica. Según un
informe de junio de 2018 del Ministerio de Seguridad, Argentina registró una tasa de
homicidios de 5,1 por cada 100.000Chile: 3.5 homicidios por cada 100.000 habitantes.

Chile es el país con la tasa de homicidios más baja de todo Latinoamérica. Aunque en
2017 registró 3,5 homicidios por cada 100.000 personas, sus cifras de 2018 son aún
menores: 2,7 homicidios por cada 100.000 personas personas en 2017, una leve
disminución con respecto a los 6,6 de 2015.
Colombia: 25 homicidios por cada 100.000 habitantes.

En el caso de Colombia la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito destaca


la reducción del número de homicidios que experimentó Colombia entre 1991 y 2017:
pasó de 80 a 25 por cada 100.000 habitantes, algo que la Onudd atribuye en parte a la
"intensificación de la acción estatal contra el tráfico de drogas". Estos son los niveles más
bajos de violencia en 42 años.
6.1. Perú: El CEIC determinó una metodología estandarizada para el cálculo de la tasa
de homicidios, considerando el número de personas fallecidas por muerte violenta
asociada a un hecho delictivo doloso. En ese sentido, la tasa de homicidios se establece
como el cociente del número de muertes violentas asociadas a hechos delictivos dolosos
y la población total, multiplicado por cien mil habitantes. En el año 2017, el número de
muertes violentas asociadas a un hecho delictivo doloso fue de 2 mil 487, alcanzando una
tasa de 7,8 muertes violentas por cada 100 mil habitantes. Entre el 2011 y 2017 se aprecia
un incremento de la tasa de homicidios de 2,4 puntos, es decir, de 5,4 muertes violentas
asociadas a un hecho delictivo doloso en el año 2011 creció a 7,8 en el año 2017.

6.1.1. DEPARTAMENTOS
En el periodo 2011 - 2017, los departamentos con mayor tasa de homicidios,
fueron Madre de Dios, Tumbes y Región Lima. Para el año 2017, se observa
que el departamento de Madre de Dios presentó la tasa más alta de homicidios,
47 víctimas por cada 100 mil habitantes, (17, 18, 20, 19 y 23 víctimas por cada
100 mil habitantes, en los años 2012, 2013, 2014, 2015 y 2016
respectivamente). Por otro lado, la menor tasa de homicidios se registró en el
departamento de Loreto con 3 víctimas por cada 100 mil habitantes.

A. Provincias
Entre las 30 provincias con mayor tasa de homicidios en el año 2017, destaca la
provincia de Tambopata con 59 víctimas por cada 100 mil habitantes; siguen en
orden la provincia de Barranca y Tumbes registrando altas tasas de homicidios
(con 41 y 40 víctimas por cada 100 mil habitantes, respectivamente).
B. Distritos
El distrito de Tumbes (departamento de Tumbes) presentó la tasa más alta de
homicidios, 28 víctimas por cada 100 mil habitantes; siguen Huaral (departamento
de Lima) y Callao (Prov. Const. del Callao), con 24 y 18 víctimas por cada 100
mil habitantes, respectivamente
7. ANÁLISIS DE ESTADÍSTICAS
7.1. COMITÉ ESTADISTICO INTERINSTITUCIONAL DE LA
CRIMINALIDAD
En el año 2011 se crea el Consejo Nacional de Política Criminal-CONAPOC (Ley N°
29807) como máximo organismo encargado de formular, conducir y evaluar la Política
del Estado contra la criminalidad. A fin de enfrentar la problemática de la criminalidad,
con medidas sustentadas en información estadística de calidad, confiable, oportuna e
integrada, se constituye en el mes de octubre del 2013 (DS N° 013–2013–MINJUS) el
Comité Estadístico Interinstitucional de la Criminalidad-CEIC- con la finalidad de
generar un sistema integrado de estadísticas de la criminalidad en apoyo al Consejo
Nacional de Política Criminal, Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana, Gobierno
Central, Gobiernos Regionales y Locales, y a diversas instituciones del Estado,
proporcionando información estadística para las políticas de prevención, control y
represión de la criminalidad. Las instituciones conformantes del Comité Estadístico
Interinstitucional de la Criminalidad (CEIC) que vienen trabajando en forma conjunta
para obtener estadísticas e indicadores de calidad sobre la criminalidad son: el Ministerio
del Interior, Policía Nacional del Perú, el Ministerio Público, el Ministerio de Justicia y
Derechos Humanos, el Poder Judicial, el Instituto Nacional Penitenciario y el Instituto
Nacional de Estadística e Informática, en el marco del Comité Estadístico
Interinstitucional de la Criminalidad (CEIC), creado para tal efecto. El Comité lo preside
el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) y lo integran representantes del
Ministerio del Interior, la Policía Nacional del Perú (PNP), el Ministerio Público,
Ministerio de Justicia, el Poder Judicial y el Instituto Nacional Penitenciario. Una de las
primeras tareas del Comité Estadístico Interinstitucional de la Criminalidad (CEIC) es
generar una línea base para el año 2012, que permita obtener la tasa de homicidios por
100,000 habitantes considerando para tal efecto el número de muertes violentas asociadas
a hechos delictivos dolosos ocurridas en el país, en dicho año.
7.1.1. Homicidio Calificado
El homicidio calificado denominado asesinato, según el código penal artículo 108,
menciona que es un delito contra la vida humana, de carácter doloso, que consiste
en matar a una persona por las siguientes circunstancias las cuales son: por
ferocidad, codicia, lucro, placer, facilitar u ocultar otro delito, premeditación,
alevosía, por fuego, explosión o por cualquier otro medio capaz de poner en peligro
la vida o salud de otras personas. Debido a la alta concentración de las víctimas por
homicidio calificado (asesinato), se implementó el presente capítulo, con el fin de
crear una herramienta estadística para monitorear la implicancia de este homicidio
por asesinato. Por ello, se caracterizará los principales factores que nos podrán
contribuir a detallar el problema de este hecho delictivo que se presenta en este tipo
de homicidio doloso en el Perú. Total, de víctimas por calificación preliminar de
homicidio calificado (asesinato) En el año 2017, en el Perú se registró 1 mil 347
muertes por el delito de homicidio calificado, lo cual representa el 54,2% del total
de muertes violentas asociadas a hechos delictivos dolosos.

A. Departamento
En el año 2017, la provincia
de Lima presentó el mayor
número de casos de
homicidio calificado, con
375 víctimas, sigue en ese
orden Puno y La Libertad
con 92 y 85 víctimas,
respectivamente. El menor
registro de víctimas se
presentó en los
departamentos de Tacna y
Moquegua, con 6 y 2 muertes
por homicidio calificado,
respectivamente.
B. Sexo
El mayor porcentaje víctimas asociadas al delito de homicidio calificado fueron
hombres (83,8%); por el contrario, las víctimas mujeres representaron el 16,2%
restante.

C. Edad
Según grupos de edad, las víctimas entre 15 y 29 años de edad concentran la
mayor cantidad de víctimas por homicidio calificado, que representó el 37,7%,
seguido de las víctimas entre 30 y 44 años, que representan el 31,5%.
IV. CONCLUSIONES
- La llamada muerte violenta, se debe determinar si una muerte fue un accidente,
un homicidio o un suicidio.
- Las autopsias judiciales se realizan con el único fin de determinar la causa real
de la muerte a través de la llamada necropsia de ley.
- Cualquier medio que produzca como resultado la muerte de una persona tendrá
relevancia jurídica.
- La autopsia médico legal, es un proceso muy importante para determinar las
causales de una muerte mediante una disciplina que permite aplicar los
conocimientos médicos a la investigación y el esclarecimiento de las muertes
presuntamente violentas o sospechosas de criminalidad, y en la búsqueda e
identificación del agresor.
- Los países que tienen porcentajes más elevados con respecto a homicidio son
los países latinoamericanos, cada estado debe buscar una solución, teniendo en
cuenta que la sobrecriminalización no es una solución.
- El estado peruano debe poner un alto a estas cifras alarmantes, crear nuevos
delitos o incrementar penas no es una solución, como se evidencia, las cifras
van en aumento.
V. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Di Maio VJM, D. S. (2003). Manual de Patología Forense. Madrid: Ediciones Díaz de Santos SA.

Gisbert Calabuig, J. A. (2004). Medicina Legal y Toxicología (6° edición ed.). Barcelona: Editorial
Massón.

Romero, A. P. (s.f.). La figura del homicidio en la legislacion peruana. Obtenido de


http://www.geocities.ws/cindeunsch/doc/public/Artur02.pdf

Simonin, C. (1982). Medicina Legal Judicial. Legislacion y Jurisprudencia. Barcelona: Editorial


JIMS.

J.L. Palomo Rando (2006). Diagnóstico del origen y la causa de la muerte después de la
autopsia médico-legal (Consultado en:
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1135-76062010000300005)
Hiroe U, Appleby L, Mortensen P, y colaboradores (2005). Análisis De La Muerte Por
Homicidio, Suicidio Y Accidentes En Personas Con Trastornos Psiquiátricos ( Consultado en:
http://www.siicsalud.com/des/insiiccompleto.php/23243)

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