Diario del AltoAragón - Jueves, 23 de noviembre de 2006
¿Perdidos en Babel?
Adriana Scaglione habla sobre la importancia de los distintos idiomas en el lenguaje cinematográfico
“En mayor o menor medida,
cada lengua ofrece su propia lec-
tura de la vida”
George Steiner, Después de
Babel
Cada lengua expresa no sólo
una visión del mundo propia, a
través de una sintaxis y gramá-
ticas específicas, sino también
y principalmente una melo-
día singular: un ritmo, una ca-
dencia. Probablemente, en la
combinación de sonidos, en la
musicalidad, que preexiste a la
palabra, resida el sentido de una
lengua, su subjetividad.
Por eso, incluso dos hablan-
tes de la misma lengua pueden
malentenderse al pronunciar las
mismas palabras, pero con en-
tonaciones diferentes, como les
sucede, por ejemplo, a los nor-
teamericanos y a los ingleses, y
que aquel clásico del Jazz ilus-
tra graciosamente, Let´s call the
whole thing off: “you say potato,
I say potato; you say tomato, I
say tomato…”.
Ahora bien, ¿qué hace un
traductor?. “Un traductor in-
vade, extrae y trae a casa”, nos
dice Steiner. A simple vista, no
encontraríamos una gran dife-
rencia entre mirar una película
subtitulada y otra doblada. Am-
bas han sido transformadas por
la mano de un intérprete, unas a
través de la escritura, otras a tra-
vés de la oralidad. Y, sin embar-
go, nada más distinto de eso. Al
conservar la lengua extranjera,
permanece algo de la sensación
de extrañeza, cuyo propósito es,
entre otros, ambientarnos en la
sociedad y en la cultura donde
transcurre la acción de la pelí-
cula. Lamentablemente, la lite-
ratura traducida no cuenta con
esta valiosa herramienta de la
voz para ayudar a transmitir la
intención del texto, más allá de
las palabras.
Si en las películas dobladas
nos perdemos del contacto con
la lengua del otro, en las pelícu-
las con abundancia de lenguas
diferentes nos alejamos tam-
bién de la posibilidad de empa-
parnos del sentido de lo que se
cuenta. En la reciente, ‘La intér-
prete’ (The interpreter, Pollack,
2005), aparecen con igual prota-
gonismo tres lenguas (además
de algún episodio en portu-
gués): inglés, francés, y ku, ins-
pirada en la lengua Bantú que se
habla en el Sur y Este de África.
Si aceptamos mirar la película
doblada, esos tres idiomas se-
rán reemplazados por uno sólo,
con la evidente pérdida que eso
produce y la artificialidad que
Suplemento elaborado con el patrocinio de
Escena de The interpreter.S.E.
crea. Más aún, en estos filmes,
habitualmente, la diversidad de
lenguas es una clave interpre-
tativa, es un significante cuyo
significado nos corresponde a
nosotros descifrar, como en el
caso de Feliz Navidad (Joyeux
Noel, Christian Carion, 2005),
ambientada en la I Guerra Mun-
dial, donde cada ejército se ex-
presa en su lengua, lo que no les
impide entenderse.
Todas las lenguas son imper-
fectas, siempre nos quedará un
resto imposible de decir y de
Joyeux Noel. S.E.
capturar del lenguaje del otro.
Incluso somos extraños para
nuestra lengua materna cuando
no hallamos la palabra adecua-
da, y muchas veces, sin embar-
go, esa palabra la encontramos
en una lengua extranjera, que
por alguna razón, contaminó la
nuestra. Y es allí donde las pelí-
culas subtituladas nos brindan
la posibilidad de llegar a com-
prender con otro idioma lo que
no podemos con el nuestro. Por
eso, tal vez la razón más pode-
rosa para mirar una película en
Hotel Rwanda, una de las películas de Un Día de Cine. S.E.
su lengua original es que repre-
senta un necesario ejercicio de
alteridad.
Es una práctica que nos obli-
ga a entender para traducir, a
reconocer la singularidad de la
mirada del otro a través de la es-
pecificidad de su lengua. Algo
así nos propone Umberto Eco,
en ‘La búsqueda de la lengua
perfecta’: “Una Europa de polí-
glotas no es una Europa de per-
sonas que hablan con facilidad
muchas lenguas, sino, en el me-
jor de los casos, de personas que
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pueden encontrarse hablando
cada uno su propia lengua y en-
tendiendo la del otro, que no sa-
brían hablar de manera fluida,
pero que, al entenderla, aun-
que fuera con dificultades, en-
tenderían el ‘genio’, el universo
cultural que cada uno expresa
cuando habla la lengua de sus
antepasados y de su propia tra-
dición”.
Por todo ello y atendiendo a
vuestras sugerencias, desde el
programa Un Día de Cine se ha
comenzado a programar algu-
nas sesiones en V.O. en el IES Pi-
rámide (siguiendo el ejemplo de
la estupenda semana de Cine en
Inglés del IES Hermanos Argen-
sola de Barbastro), y desde estas
páginas y con la colaboración
de Eva Barrachina, Iñaki Belan-
che, Ana Carmen Gonzalvo, Li-
be García, Pilar Pérez y quienes
se quieran sumar, coordinados
por Ángel Gonzalvo, nos encon-
traremos periódicamente para
compartir nuestras experiencias
de cine en VOSE (Versión Origi-
nal con Subtítulos en Español).
Unas veces serán reflexiones
y sugerencias, otras actividades
muy concretas, siempre en rela-
ción con una película y sus posi-
bilidades de uso en clase, tanto
para propiciar una mayor alfa-
betización audiovisual como
para favorecer el crecimiento
personal del alumnado y su me-
jor conocimiento de la lengua y
cultura que como asignatura es-
tá cursando. ¡Nos vemos dentro
de quince días!.
Adriana Scaglione